Gayana 70(1): 114-121, 2006 ISSN 0717-652X ESTADO DE CONOCIMIENTO DE LOS ANFIBIOS DE CHILE CURRENT STATE OF KNOWLEDGE ABOUT THE AMPHIBIANS OF CHILE Juan Carlos Ortiz Z.1 & Helen Díaz-Páez2 1Departamento de Zoología, Universidad de Concepción. Casilla 160-C, Concepción, Chile. E-mail: jortizdec.cl 2Departamento de Ciencias Básicas, Unidad Académica Los Ángeles, Universidad de Concepción. Casilla 341, Los Angeles, Chile. E-mail: hediazudec.cl RESUMEN Se entrega un resumen histórico del desarrollo de la herpetología en Chile, con una comparación desde la situación entregada por el libro de J.M. Cei en 1962, “Batracios de Chile”, hasta la situación actual. Además, se entrega una síntesis de la distribución geográfica de las diferentes especies de anfibios en Chile y se indican aquellas que son compartidas con los países limítrofes. Se dan a conocer las categorías de conservación en que se encuentran las diferen- tes especies, las instituciones donde se guarda el material tipo y los centros de investigación donde se realiza investiga- ción en anfibios en Chile. Finalmente se discute las áreas deficitarias del conocimiento de este taxón. PALABRAS CLAVES: Anfibios, lista sistemática, conservación, Chile. ABSTRACT Trough a historical summary of the herpetology in Chile, this paper reports a comparison among the book of J. M. Cei in 1962 “Batracios de Chile”, until the current days. Also, we elaborated a synthesis of the geographical distribution of the different species of amphibians in Chile and we signaled the species shared with the bordering countries. Finally, the conservation categories for the different species, the institutions where the material type is deposited and the amphibians research centers presents in Chile are given. Finally, deficit areas of the knowledge of this taxon, are discussed. KEYWORDS: Amphibian, check list, conservation, Chile. INTRODUCCION especies fueron nominadas como Bufo thaul y Rana arunco, las cuales a pesar de los escasos anteceden- El primer registro sobre anfibios en Chile se remon- tes permiten reconocerlas inequívocamente (Ortiz ta al año 1714, en la época prelineana, cuando el & Lescure 1989). Sin embargo, es con los naturalis- abate francés L. Feuillée señala la presencia de una tas viajeros de la primera mitad del siglo XIX cuan- salamandra, que él denominó “salamandre do comienza realmente a conocerse la fauna de an- acquatique et noire”. En realidad ésta correspondía fibios en Chile. Una de las primeras expediciones a una larva de la “rana chilena” (Caudiverbera que efectuó un real aporte fue la francesa de “La caudiverbera). Posteriormente, el abate chileno Ig- Coquille” (Lesson 1826 y 1830), en la cual viaja- nacio Molina en su “Saggio sulla Storia Naturale ban Garnot y Lesson quienes a partir de su visita a del Chile” (1782), da a conocer la presencia de dos Talcahuano y río Bí-Bío, redescriben en 1830 a Bufo anfibios que fueron descritos pobremente. Estas dos arunco y Bufo thaul (= Pleurodema thaul). 114 Anfibios de Chile: ORTIZ, J. C. & H. DÍAZ-PÁEZ Con posterioridad se produce la visita inglesa de la calcaratus), estas dos últimas especies provenien- H.M.S. “Beagle” en 1834, donde Ch. R. Darwin tes de la expedición de la HMS Alert a las costas de recolecta material batracológico proveniente prin- la Patagonia (1881). A esto habrá que agregar la cipalmente de la Isla de Chiloé, Archipiélago de enigmática especie Eupsophus coppingeri (Günther los Chonos, Valdivia y Concepción. Este material 1881), sobre la cual existe actualmente una fuerte es llevado al British Museum Natural History, don- controversia de la validez de este taxón. de Bell (1843) describe varias nuevas especies de Otros aportes fueron los realizados por la expedi- anfibios para Chile, de las cuales sólo cuatro son ción austriaca de la Fragata Novara, material que reconocidas actualmente como buenas especies: fue estudiado por F. Steindachner (1869) y la espa- Alsodes monticola, Batrachyla leptopus Hylorina ñola de Jiménez de la Espada (1875). A fines del sylvatica y Pleurodema bufonina. En el entretanto, siglo XIX, el austriaco F. Werner (1896) describe Duméril y Bibron, en el Museo Nacional de Histo- una serie de variedades (subespecies) de Batrachyla ria Natural de París, trabajaban en una monumental taeniata que en la actualidad son consideradas obra, la “Erpétologie Générale” (1841), donde tam- sinonimias (Ortiz & Lescure 1989). En 1897 a par- bién tuvieron la oportunidad de analizar parte del tir de un material recolectado en Chile por el ale- material recolectado por Darwin. A partir de esto mán L. Plate el año precedente, da a conocer los ellos describen una nueva especie dedicada a este resultados de dicha expedición. Con posterioridad, científico, la ranita de Darwin (Rhinoderma Werner (1904) estudia el material recolectado por darwinii). Estos autores contaron además con el la expedición alemana Hamburger Magalhachsis- material recolectado en Chile entre 1830 y 1840 chen Sammelreise. por el naturalista francés, don Claudio Gay, del cual Es a comienzos del siglo XX cuando Rodolfo Aman- describieron una serie de especies, pero donde tres do Philippi (1902) publica su “Suplemento de los de ellas aún mantienen el estatus de especies reco- Batracios Chilenos de C. Gay”. En este trabajo él nocidas: Cystignathus nodosus (= Alsodes nodosus), recopiló todas sus vivencias sobre este grupo y re- Cystignathus roseus (= Eupsophus roseus) y conoce 91 especies, de las cuales 7 provienen de Leiuperus marmorata (= Pleurodema marmorata). Uruguay, y 84 especies son señaladas para Chile, Con posterioridad A. Guichénot (1848), en el capí- de las cuales 66 son nuevas. Sin embargo, la gran tulo sobre los anfibios de la obra “Historia Física y mayoría de éstas durante un largo tiempo han sido Política de Chile” de C. Gay, no hace otra cosa que consideradas como sinónimas de otras ya descritas copiar prácticamente lo escrito por Duméril y previamente y sólo 7 han sido reconocidas como Bibron (1841) sobre dicho material. Sin embargo, especies válidas. A pesar de esto, y entendiendo las describe una nueva especie, Bufo rubropunctatus. dificultades de salud y de edad que presentaba A partir de estos antecedentes, se desprende que Philippi, fue una síntesis de lo que este autor reco- hasta mediados del siglo XIX la fauna de anfibios nocía para la batracofauna presente en Chile para ya contaba con a lo menos 29 especies descritas dicha época. Queda como tarea pendiente el reali- que se encontraban en Chile, de las cuales 16 eran zar un exhaustivo estudio del material tipo de reconocidas como válidas y 13 como sinónimas. Philippi para dilucidar definitivamente el real estatus En la segunda mitad del siglo XIX vienen los apor- de muchas de las especies descritas por él. tes de los americanos Ch. Girard (1854, 1858) so- Luego se encuentra una serie de trabajos esporádi- bre material recolectado especialmente por la U.S. cos de herpetólogos extranjeros sobre la fauna Astronomical Expedition to Chile y E. D. Cope batracológica chilena (Roux 1910, Müller 1924, (1889) de la US Fish Commissión Steamer Albatros. 1938, Noble 1938, Vellard 1956). Una publicación Durante este mismo período el inglés A. Günther interesante de este período fue la de Schmidt (1952), del British Museum Natural History describe cua- quien describe un nuevo género (Telmatobufo) para tro nuevas especies para Chile: Cacotes maculatus la ciencia. (=Alsodes nodosus) (1868), Nannophryne variegata A partir de la década de los 50’ se crea el Instituto (= Bufo variegatus) (1870), estas dos recolectadas de Investigaciones Zoológicas Chilenas, donde L. por Cunningham (1871) en el viaje de la HMS Capurro publica algunos trabajos sobre anfibios Nassau, Cysthignathus macrodactylus (=Batrachyla (Capurro 1953, 1958), pero es con la llegada de J. leptopus) y Cacotus calcaratus (= Eupsophus M. Cei quien finalmente marca un hito importante 115 Gayana 70(1), 2006 con la publicación de los “Batracios de Chile” (Cei DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA 1962). En este libro se sintetiza todo el conocimien- to acumulado hasta la fecha sobre este taxón y que En Chile los anfibios se distribuyen en cinco áreas aún no ha sido superado a pesar que han pasado 40 biogeográficas según el esquema seguido por Cei años desde su publicación. (1962): En su libro, Cei reconoce 9 géneros, que incluyen a 19 especies y 4 subespecies. Si comparamos estos REGIÓN ALTO ANDINA (16 ESPECIES): Alsodes valores con los existentes en la actualidad, se pue- montanus, Alsodes tumultuosus, Bufo papillosus, de observar que el número de géneros ha aumenta- Bufo spinulosus, Pleurodema marmorata, do a 13 y el número de especies alcanzan a 56. Esto Telmatobius dankoi, Telmatobius fronteriensis, equivale a reconocer un aumento de un 44% de Telmatobius halli, Telmatobius laevis, Telmatobius géneros y un 194% en el número de especies. El marmoratus, Telmatobius montanus, Telmatobius desglose de especies por cada género y familia se pefauri, Telmatobius vilamensis, Telmatobius muestra en la Tabla I. Aquí se incluye a la “rana peruvianus, Telmatobius philippii, Telmatobius africana” (Xenopus laevis), especie introducida la zapahuirensis. cual agrega una familia y un género a la batracofauna chilena. REGIÓN DEL DESIERTO (2 ESPECIES): Bufo atacamensis, Luego de la aparición del libro de Cei (1962), se Pleurodema thaul. han descrito a lo menos dos nuevos géneros (Atelognathus e Insuetophrynus) y revalidado REGIÓN DE CHILE CENTRAL (6 ESPECIES): Alsodes otro (Alsodes). Además, cuatro subespecies se nodosus, Caudiverbera caudiverbera, Bufo arunco,
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