LICENCIATURA EN HISTORIA TESIS DE LICENCIATURA “Construcción de la imagen del gaucho en el cine argentino de la Década Infame” De Claudio Monti Directora de tesis: Mg. Laura Radetich Coordinadora de la carrera: Dra. Eugenia Néspolo Luján, junio 2013 Sede: Luján Legajo Nº: 28413 e-mail: [email protected] Teléfono part: 4-902-6961 Año de ingreso a la carrera: 1995 1 ÍNDICE 1. Introducción……………………………………………………………………… 4 1.1. Algunos planteos hipotéticos iniciales en función del tema abordado………………………………………………………….. 4 1.2. Objetivos y propósitos de la investigación…………………………….. 18 1.3. Caracterización de la Década Infame………………………………… 20 1.3.1. Caracterización del cine en la Década Infame. Cine silente gaucho, el cine de estudio en EEUU y la Argentina…………………………. 40 1.3.2. El cine silente y el cine sonoro…………………………………… 40 1.3.3. El cine de estudios en EEUU y en Argentina………………………….. 43 2. Literatura, escritores y cine argentino: un panorama………………………… 52 2.1. Aspectos problematizadores en función de nuestro objeto de estudio………………………………………………………………….. 56 3. Algunos elementos teórico-metodológicos en función de la relación cine-historia……………………………………………………….. 59 3.1. Aproximación a un balance Historia-Cine. Aportes fundamentales: Ferro, Sorlin, Rosenstone, Lagny, Delleuze……………………………………………. 60 4. Aproximación a la metodología de análisis de las fuentes…………………….. 73 4.1. Nuestra metodología de análisis…………………………………………. 76 5. Sobre la recolección de fuentes………………………………………………….. 78 5.1. Los films con gauchos y su pertenencia categórica…………………….. 79 2 6. El gaucho folklórico…………………………………………………………….. 82 7. El gaucho histórico……………………………………………………………… 123 8. El gaucho social…………………………………………………………………. 154 9. Conclusiones……………………………………………………………………... 170 10. Fuentes filmográficas……………………………………………………………. 174 10.1. Fuentes filmográficas 1930-1943………………………………………. 174 10.2. Fuentes filmográficas anexas al período 1930-1943…………………… 185 11. Bibliografía……………………………………………………………………… 192 3 1. INTRODUCCIÓN. 1.1. ALGUNOS PLANTEOS HIPOTÉTICOS INICIALES EN FUNCIÓN DEL TEMA ABORDADO. El presente trabajo tiene como objeto el abordaje de la relación historia y cine en función de cómo este último- considerado productor de valiosas fuentes de análisis histórico- desarrolla y refleja la construcción de la imagen del gaucho- sujeto social y luego sujeto simbólico-en el periodo comprendido entre los años 1930 y 1943. Del gaucho como sujeto social ya da cuenta,entre otros, Rodríguez Molas: “Ya a fines del siglo XVIII, peyorativamente, propietarios y funcionarios denominan gauchos a los pobladores rioplatenses sin recursos económicos que faenan, por cuenta de otros, animales vacunos para obtener cueros. Provenientes de diversas regiones del interior y del litoral rioplatense (Entre Ríos, Santiago del Estero, San Luis, Córdoba y Santa Fe, entre otras), trabajan por cuenta de intermediarios y estancieros establecidos en Río Grande del Sur (Brasil), Uruguay, Buenos Aires y Santa Fe.”1 Este señalamiento sobre el origen y extensión de dicho grupo se encuentra ligado al problema de la designación del grupo en cuestión. El mismo Rodríguez Molas había expresado: “(…) la voz gaucho (…) en un comienzo se aplica a vaqueros al servicio de los más variados intereses, adquiere a principios del siglo XIX un significado más amplio que el primitivo y originario. (…) es necesario referirnos a las distintas denominaciones de los trabajadores rurales y en general las de todos los habitantes del ámbito rural sin medios de fortuna.”2Completará Ludmer: “Se trata del uso de la voz, de una voz (y con ella la acumulación de sentidos: un mundo)…”.3 Ambos autores apuntan, entonces, a plantear como grupo a una cantidad de trabajadores desposeídos y más o menos diseminados alrededor de nuestras pampas, es decir, a aquellos que -de manera generalizada- se denomina el paisanaje, el criollaje, el gauchaje, en alusión a los integrantes de dicho sector o grupo social. Sobre los gauchos , Peña realiza una observación sintética en 1 Rodríguez Molas, Ricardo E: Historia Social del gaucho/1. Bs.As., CEAL, 1994. Pág. 65. 2 Rodríguez Molas, Ricardo E. Op.cit. pág. 64-66. 3 Ludmer, Josefina: El género gauchesco. Un tratado sobre la patria. Bs.As., Sudamericana, 1998. Pp. 11- 12. 4 función de su situación durante el rosismo. “(…) para captar a los gauchos nada le hubiera valido a Rosas todas sus habilidades ecuestres si no hubiera sido un gran capitalista dispensador de trabajo y estanciero mayor en una tierra de amos estancieros. También los unitarios querían utilizar a los gauchos y hacían su demagogia gauchesca, al punto que el general Lavalle, cuya mayor aspiración era lancear a cuanto gaucho galopase la pampa, en 1839 emitió una proclama dirigida a los “habitantes de la campaña, gauchos valientes y leales a quienes estimo de todo corazón (Coni, Gaucho, 248). Pero la burguesía comercial al gaucho sólo podía ofrecerle persecución que lo confinaba al fortín o lo echaba en manos del estanciero. Este en cambio podía brindarle ocupación, salario, y hasta conciencia de pertenecer a una fuerza político militar que tenía en sus manos el destino del gobierno. Convertido en Peón, el gaucho ataba su suerte a la voluntad del estanciero patrón y no podía dejar de solidarizarse con el gobierno de ese gran patrón de estancieros que se esforzaba en conquistar al gauchaje, y que con el respaldo popular ajustaba los resortes de una estructuración capitalista en la que las masas llevaban la peor parte. Sarmiento lo anotó no sin satisfacción “Los gauchos, la plebe y los compadritos lo elevaron? Pues, él los extinguirá, su ejecutor los devorará”. 4 Esta extensa cita pone de manifiesto dos cuestiones centrales; la utilización política permanente por parte del sector gauchesco, toda vez que las mismas necesidades políticas no contribuyen a la supresión física del gaucho, en primer término. Y-en segundo término-la cuestión de la proletarización del gaucho; su pasaje de hombre libre de las pampas a peón de estancia, producto de un modelo que más allá de Peña, distintos historiadores denominan estanciero-saladeril. Esta proletarización es-en términos semánticos -el pasaje de gaucho a paisano; de hombre libre a peón asalariado libre. Jorge Gelman constituye otro ejemplo en este sentido. “Se habría forjado así un “consenso agroexportador” en la región litoraleña, que colocaba a los grandes hacendados en el centro de la escena, prometiendo una prosperidad sin igual a la región y asegurando trabajo a cantidades crecientes de pobladores (…) Todo esto habría dado entonces un golpe de muerte a la articulación entre la pequeña producción agrícola y la estancia ganadera de fines de la época colonial, y habría favorecido la expansión acelerada de la gran estancia monoproductora, que pasaba a concentrar en sus manos no sólo la casi totalidad de la producción rural , sino también a la mayoría de la población rural que se reunía en su interior como mano de obra independiente.(…). Para dar sólo, 4 Peña, Milcíades: El paraíso terrateniente. Federales y unitarios forjan la civilización del cuero. Bs.As., Fichas, 1972. Pág. 69. 5 Rosas, en los años ´40, poseia un complejo de varias estancias, en las cuales criaba más de 100.000 vacunos que a su vez faenaba en un saladero-matadero de su propiedad. Sus primos, los Anchorena, disponían de ingentes cantidades de tierra y animales en diversos partidos de la campaña.(…) una pujante sociedad campesina creció alrededor o incluso en el interior de las grandes estancias ganaderas. En las zonas intermedias de cría de ovejas y en las zonas agrícolas más cercanas a la ciudad se desarrollaron ampliamente los mecanismos del arriendo y aparcería, que prepararían el terreno para desarrollarlos en mayor escala en la época siguiente.” 5 Esta situación del gaucho ´se prolongará como peón y como soldado después de Caseros y perdurará durante las siguientes dos décadas, luego de las cuales, se advertirán una serie de transformaciones referidas a este grupo. “Cuenta Godofredo Daireaux en Recuerdos de un hacendado, un libro que nos da muchas claves para conocer un período de aparente transformación, el asombro de un gaucho (Liborio Peralta) nacido en el partido de Bragado y ausente muchos años de su querencia al observar los cambios de su pago, ahora una región agrícola. Las dos décadas anteriores a 1880 habían transformado al pueblo: la agricultura suplanta allí a la ganadaería, las máquinas a los aperos tradicionales, la casa de “ramos generales” a la pulpería criolla folk, y sus clientes “eran italianos con uno que otro español” que hablaban de trigo y campos arados ( “En los estantes había pocos ponchos y chiripaes, y al ver a los parroquianos que entraban en la casa, se comprendía fácilmente que debían ser estos artículos pasados de moda…Pocas caronas, pocos estribos pedían al mozo, pero sí bolsas a millares, y arados, y máquinas agrícolas, y más palas de puntear vendía el pulpero que cuchillos y facones”).6 La cita deja en claro dos aspectos: la aparición del inmigrante y su incorporación al mundo del trabajo rural; las diferencias entre aquel gaucho y este europeo: a la hora de designarlos en común, en adelante, configurarán “la paisanada”, que los iguala en tanto y en cuanto a pertenencia de derechos recíprocos en calidad de pobladores del mundo rural. Hacia inicios del siglo XX mucha de esa paisanada sufrirá un nuevo proceso de proletarización. “(…) en 1905, Juan Alsina, al frente de la Dirección de Inmigraciones desde 1890, confirma en un extenso análisis sobre el obrero en la Argentina lo expuesto
Details
-
File Typepdf
-
Upload Time-
-
Content LanguagesEnglish
-
Upload UserAnonymous/Not logged-in
-
File Pages207 Page
-
File Size-