•-¡WS^'P'' k TIEMPO PROBABLE W^'W/^^:^. En Cantabria y Galicia, tiem po de lluvias. En el resto d* Españañ, tiempo bueno, de po ca estabilidad. -te Año VIL—Núm. 1.692 :: Precio: 10 céntimos el ejemplar. DIARIO INDEPENDIENTE Madrid, jueves 11 de enero de 1923 LA S1TUACI0N.DE LA HACIENDA INICIATIVA INTERESANTE De soslayo NOTAS DE ALEMANIA El falso arte y ol fino conocedor. Un legado poco apetecible Motivo para un Congreso El arte está, como se sabe, lleno Causas y consecuencias de la rup­ de falsos artistas que no son sino repetidores de lo que otros han in­ de la administración ventado. Unos lo S071 ingenuamen­ hispanoamericano te, sin casi darse cuenta, faltos de tura de la Conferencia de París conservadora E;1 Sr. Sanin Cano, distinguido publicista que representa en Ma­ talento o simples de inventiva, pe­ drid al gran periódico bonaerense "La Nación", nos honra con la si­ ro llenos de bvena fe. Otros son Ha terminado la Conferencia de París sin que las tentativa seria para sacar la cuestión de las Repa­ Unos datos sobre el crecimien­ frecuente ya hoy en Europa como guiente carta, que acogemos singularmente complacidos. La alta y calificados falsificadores que \o fa­ brican para el "consumo" de las proposiciones alemanas fueran oficialmente notifica­ raciones del callejón político en que actualmente to de la deuda flotante del Teso­ cree La Época. noble idea del Sr. Sanin Cano nos ha inspirado algunos comentarios que en nuestra sección de "Editoriales" hallará el lector. gentes de jwcas exigencias. No he das a los aliados. Acaso se publiquen dentro de un se encuentra, encauzándola hacia un tereno eco­ ro español, publicados por un se­ La gravedad de nuestro proble­ de mencionar siquiera otro tipo que par de días, cuando el representante alemán Sr. Berg- nómico tie soluciones prácticas. Se aprobwa igual­ manario financiero, han servido a ma financiero consiste en que, aun "Madrid, 9 de enero de 1923. suele circular entre la llamada mann regrese de París e informe al Gol^ierno. Es has­ mente la parte referente a la Moratoria, que esti­ •í-a Época para intentar la defen­ suponiendo que los gastos de Ma­ Señor director de EL SOL "buena sociedad", y que requirien­ do a un alquilón cualquiera, le ha­ ta probable que antes de aparecer estas lineas, el te­ maban una Moratoria de verdad en contra decik» sa del legado financiero que ha de­ rruecos quedasen reducidos pronta­ Me atrevo a solicitar la hospitalidad de las generosas columnas de ce construirle de todas piezas obri- légrafo las haya dado a conocer. Pero no es lo mis­ propuesta en el plan francés; veían aceptado el jado a los gobernantes liberales el mente a una cifra moderada, el su diario para hablar de un asunto apremiante, en cuyo estudio deben llas mediocres—cuando más, está mo. A la esperanza de que la reunión de París (de terio alemán (de sentido común), de que los f^'''^^ partido conservador. A La Época déficit del presupuaito del Estado estar interesadas, no sólo España y la América española, sino toda la claro—que pasa luego por propias. la cual, como el otro día decíamos, no aguardábamos ros pagos debían depender de la acal capacidad ^ta, no le ha producido el menor entu­ arrebataría a la producción espa­ humanidad civilizada. Sé que España y algunas de las Repúblicas ame­ Todos ellos tienen su ccrrtejo de admiradores, en los cuales la dis­ gran cosa) sirviera al menos para convencer a todas nómica de Alemania. Hasta ahí, bien. Pero lue^ siasmo "el hecho de que el mencio­ ñola los medios que necesita im­ ricanas de origen erpañol desearían tropezar con un problema de inte­ creción acompaña a la sensibili­ las clases de Alemania de la necesidad de hacer, sin al llegar al capítulo del control encargado a un tri'^ nado semanario haya publicado en prescindiblemente para su funcio­ rés general que sirviera de fundamento a la convocación de un Con­ dad: coro de denostadores del po- pérdida de tiempo, el máximo esfuerzo para llegar a bunal extranjero, y aunque en el plan inglés tra^ra- gruesos caracteres que la deuda namiento normal. Lo hemos dicho greso hispanoamericano. Creo que la ocasión se presenta en estos mo­ brccito señor que, ulgo más ente­ una solución, hay que renunciar desde luego. La se de armonizar con él la idea de s(¿eranía. cu­ flotante del Tesoro ha aumentado ya repetidas veces en estas colum­ mentos aciagos para la vida civil y económica de Europa. rado, se permito discrepar, afinque sea levemente. De todos los com­ Conferencia de París no sólo no ha servido para briendo, al menos externamente,,las i<^as es tan­ en cerca de tres mil millones de pe­ nas. Nuestros ministros de Hacien­ Las naciones que hicieron- y las que aceptaron- la guerra dieron ponentes de esa grey admirativa, convencer a ciertos elementos de Alemania de que, to que se proponía para presidirlo a(ffliiiistro lie setas en los dos últimos años de do­ da, al ver con qué facilidad absor­ muestras, durante cuatro años y tres tneses, de sus grandiosas capaci­ el tipo más peligroso es el de su por deber moral y por el bienestar futuro de Alema­ Hacienda de Alemania, surgían las <^|Ícioses. Im­ minación conservadora. No se con­ be el mercado financiero las obli­ dades en el arte de destruir y de sus inmensos recursos para obrar el pastor. Enterado j)or diversos pro­ nia y del mundo, es necesario sacrificar algunos de plicaba—decían—una intromisión inacfaaisSJe en los forma con ese cálculo por entender gaciones del Tesoro, deben sospe­ mal. En cuatro años y un mes han convencido al mundo de la limita­ cesos de las modas y del buen to­ no extranjero, y llevando al día la los beneficios realizados estos dos últimos años (ven­ asuntos internos de Alemania. Teóricamente ^tendrán <5ue no expresa con fidelidad la char que han descubierto algún se­ ción de sus talentos en la tarea de reconstruir lo deshecho, y de apli­ cuenta de lo que se dice y se hace diendo al extranjero en dólares y libras y pagando a razón; pero si el Gobierno alemán es incapaz ét cuantía líquida de las necesidades creto para estabilizar el sistema de car el bálsamo apaciguador a los enconos suscitados por la guerra. His­ por otras tierras, ese guia espiri­ sus obreros en marcos papel), sino que viene a afir­ atajar la especulación, culpable en parte de la de­ extraordinarias que en ese tiempo la trampa, o que España está ple- panoamérica y España contribuyeron a alimentar el incendio sumi­ tual es el priinero que muerde el marles en su posición irreductible. "jLo veis!—di­ preciación del marco, ¿qué otro remedio queda que se han presentado al Tesoro. lórica de dineros, y el crédito del nistrando elementos de primera necesidad a los beligerantes. E¿ una anzuelo v el más propicio para crear un organismo que se encargue de ponerla caer en la red de la literatura es- cen ahora a los partidarios de la política del cum­ Nosotros vamos a hacer la cuen­ Estado más firme cuanto más se responsabilidad que no debemos rehuir, y que purgaremos en las pági­ nobizante. Rico por su casa, cono­ plimiento—; ¡lo veis! ¿para qué vamos a dar todas coto? ta de otro modo, aunque no nos despilfarra. Lo que ocurre simple­ nas de la Historia. Algunas naciones americanas entraron nominal o ce los ma7-chamos de los 7nás lis­ las garantías que se nos exigen, si hagamos cuan­ De haberse aceptado el plan inglés como base de nacemos la ilusión de susritar tam­ mente es qu? la industria, y, en ge­ efectivamente en la guerra. Si todas ellas y España hubiesen obrado de tos mercaderes de arte, posee los to hagamos Francia inventará neglicencias de nues­ discusión, probablemente los~partidarios en Alema­ poco en el colega excesivo agrado. neral, los negocios, están en crisis, acuerdo- con ánimo de precipitar el advenimiento de la paz, Europa no libros más lujosamente editados y colecciona fotografías de artistas tra parte, o cualquier otra cosa para ocupar el nia de la política del cumplimiento habrían forza­ Vamos a publicar las cifras del dé­ y el dinero fluye hacia las inver­ se doleiía en este momento de todos los males que la afligen. Los docu­ Adquiere una reputacióví insupera­ Ruhr?". Y el pueblo, al que, como es natural, no le do a los rehacios a ir todo lo más allá posible en ficit efectivo del presupuesto en los siones más provisionales y menos mentos ya publicado* autorizan para creer que hubo momentos en que ble, y ni él aceptará lo que no ven­ seduce mucho esto de que todo el resultado del tra­ la cuestión de garantías. No ha sido así, y la alterna­ tres últimos ejercicios, a fin de mos­ aventuradas. En cuanto vuelva a ambos grupos beligerantes habrían aceptado la intervención amistosa de ga acompañado de esos pasaportes bajo nacional vaya a manos del odiado adversario, tiva fatal parece ser la ocupación del Ruhr. Duda­ trar los resultados financieros de la iniciarse un período de actividad la opinión neutral, debidamente representada. ni los demás se atreverán a opinar hasta que él sancione. La "buena se deja conven<*r. mos que esa medida deplorable adelante en una sola política que preconiza el diario con- de la producción española, si la El fracaso lamentable de la Conferencia de París no ha sorpren­ sociedad" padece asi una reacción Si en vez de terminar como ha terminado se hu­ pulgada el camino hacia la solución. En cambio, ser\'ador: Hacienda sigue en el desbarajuste dido más que a la Prensa deseosa de sentir asombro.
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