BOLET~NDEL MUSEO ARQUEOL~GICO NACIONAL M" Antonia Herradón Vestir dinero. Monedas y adorno Figueroa personal en las colecciones del Museo del Traje, Centro de Investigación del Patrimonio Museo del Traje, Centro de Etnológico (CIPE) Investigación del Patrimonio Etnológico Resumen tura tradicional española y las monedas que posee son pocas, pero resultan una A través del estudio de diferenteselemen- muestra interesante de los otros usos tos de adorno personal conservados en el dados a este tipo de piezas y su reutiliza- madrileño Museo del Traje, Centro de ción en la joyería popular -pendientes, Investigación del Patrimonio Etnológico, collares y broches portados por las amas la autora presenta algunos ejemplos del de cría-, y como accesorios de indumen- uso de la moneda en la tradición cultural taria masculina -botones realizados con española, al margen de su estricto valor reales de plata- en la España del siglo m de cambio. y principios del siglo xx. (Chinchilla Gómez, 2005: 37). Palabras clave: Monedas españolas, Tres años después la naturaleza de las joyería española, indumentaria española. referencias es bien distinta, y es posible presentar un estado de la cuestión bas- tante aceptable, fruto, ahora sí, de un Abstract proyecto previo, casi por completo finali- zado. Las reflexiones expuestas en las The purpose of this paper is to look at páginas siguientes son, pues, el resultado the coins not only as money, because it's de una exhaustiva investigación, un pro- posible to find them in a wide assort- ceso que, en su conjunto, ha redundado ment of articles of spanish personal en la mejor percepción de las piezas aquí adornment: buttons, earrings, necklaces, presentadas. etc. The author analyzes literary sources as well as exhibits of the Museo del Traje, Centro de Investigación del Patrimonio 1. Vestir dinero. Monedas Etnológico in Madrid. y adorno personal1 l Este artículo no podría haber sido escrito sin el impulso y la colaboración de Carmen Alfaro, Key words: Spanish coins, spanish je- Son muy numerosas las publicaciones, Carmen Marcos y todos los técnicos del wellery, spanish costume. dedicadas tanto al estudio de las diversas Departamento de Numismática del Museo etapas de la historia de la joyería, como Arqueológico Nacional. Su generosidad y entu- centradas en los múltiples aspectos que se siasmo son excepcionales, y su devoción por las En el año 2003, con motivo de la celebra- dan cita en las monedas, donde es posi- monedas nmuy contagiosa». Gracias por ayudar y ción del XIII Congreso Internacional de ble encontrar referencias al empleo de contagiar al profano. Numismática, se hizo por vez primera éstas últimas en joyas y objetos de ornato mención específica de la existencia, en el personal. Así, un clásico como Newman todavía Museo Nacional de Antropología, se hace eco de esta vinculación dedicán- de un conjunto de elementos de adorno dole cuatro entradas específicas:coin bra- personal vinculado con las monedas. Hay zalet, coin pendant, coin ring y coin que señalar, sin embargo, que las infor- watch, en cuyas definiciones el autor maciones ofrecidas entonces, aún siendo apunta, además, que el binomio joya-mo- verídicas, lo fueron más como intuición neda ha gozado de buena salud en que como certeza: .Los fondos [...] están Europa desde los tiempos del Imperio centrados en diversos aspectos de la cul- Romano (1994:74). En este sentido son también magníficos los ejemplos que comunes: están realizados total o parcial- recoge Tait acerca del uso de antiguas mente a partir de monedas, están destina- monedas griegas en la joyería europea de dos al adorno personal y se han utilizado la segunda mitad del siglo x~x(1995: 189, en buena parte de nuestro territorio nos. 435 y 436). durante los dos últimos siglos. Se trata, en Por otra parte, en un repertorio francés definitiva,de afinidades que se advierten figura la entrada monnaie d'échange, con relativa facilidad, aunque en muy muy significativa para el asunto tratado pocas ocasiones han estado en el punto Esta carencia en la investigación se debe, en en este artículo porque sitúa idéntica de mira de la investigación2. buena medida, al escaso o nulo conocimiento que cuestión en contextos culturales no occi- De las cualidades citadas se desprende existe acerca de las colecciones de joyas españo- dentales: aquí se recuerda que en África que, efectivamente,es posible documen- las. El caso de las conservadas en el Museo del y Oceanía la frontera entre adornos, joyas tar en España una práctica que, en senti- Traje es muy ilustrativo al respecto: se conoce y moneda es a veces tan sutil que resulta do figurado, he denominado vestir dinero: sólo una mínima parte de los fondos de esta natu- complicado distinguirla (Cerval, 1998: un hecho que es consecuencia natural de raleza y, sin embargo, los comisarios de exposi- 375).Testimonios similares, es decir, aleja- la prolongada presencia de la moneda en ciones siempre solicitan las mismas piezas; algo dos de nuestra área geográfica, se refie- el adorno personal. Puesto que se cuen- similar ocurre en el caso de los investigadores, ren, entre otros lugares, a Marruecos tan por decenas las monografías dedica- que se detienen en más ocasiones de las desea- (Romero de Tejada, 1980: 21), Egipto das a definir y explicar el complejo signi- bles en lo ya publicado. Por otra parte, cuando los (Schienerl, 1990), India (Kaus, 1955 y ficado de ([vestir)),westido. y .adorno per- sectores interesados se han aproximado a tales Navas, 19991, Uzbekistán (Niyazova,2005) sonal~, prescindo de abundar aquí en cuestiones, lo ha hecho sólo desde un ángulo o Tehuantepec, Méjico (Davis y Pack, idénticas cuestiones y remito al lector muy cercano a la anécdota y a la curiosidad más 1996: 114125). Tanto el Departamento de interesado a cualquiera de los excelentes superficial, unas ópticas que, con frecuencia, se Numismática del Museo Arqueológico manuales al uso. han considerado inherentes a los elementos Nacional como otros museos y coleccio- Por el contrario, sí creo de interés citar materiales de la cultura «popular». nes conservan numerosas piezas que aquí alguna de las reseñas que, de tales En su momento, un período histórico especial- documentan tan extendida simbiosis términos, figuran en diccionarios españo- mente significativo para el adorno y la apariencia (Alfaro Asins, 2003: 50-51). les durante los siglos XVII y ~II,un perí- de hombres y mujeres, el citadoTerreros y Pando Teniendo en cuenta sólo estas citas, odo decisivo en la configuraciónde nues- recopiló un completo repertorio de gran interés. entresacadas de la abundante bibliografía tra identidad cultural. Por ejemplo, El texto que sigue constituye un testimonio disponible, parece evidente que la rela- Covarrubias (1616) ya recoge, entre otras espléndido de las costumbres españolas de la ción moneda-joya no es un hecho casual, muchas, una interesante acepción de época y complementa la escueta definición trans- sino que se ha establecido en la práctica westido~, anotando que: ~Metaphorica- crita más arriba: ((1... 1 Apenas hay objeto en la totalidad de las culturas, manteniéndose mente se llama qualquier adorno, ó adic- naturaleza que no sirva para el adorno, y aseo del además a lo largo del tiempo con ligeras ción, que se pone para hermosear alguna hombre, las telas, las flores, las plumas de las variantes. Por ésta y otras muchas razo- cosa, ó encubrir su fealdad.. Una centuria aves, las pieles de los animales, las cortezas de nes -y así lo apuntaba el sugerente enun- más tarde, el Diccionario de Autoridades las plantas, y aún los gusanos mismos. Para con- ciado de la exposición presentada hace (1726) recoge el otro vocablo que me tar; y decir los nombres de todos los adornos de ya una década por Carmen Alfaro- La interesa subrayar: .Adornar. Vale ataviar, las señoras mujeres se necesitaba un catálogo moneda, [es]algo más que dinero. El catá- enriquecer con joyas, engalanar alguna mui largo [...l.» A continuación, presenta una lista logo de la muestra propone líneas de aná- cosa para que tenga ostentación y buen de casi medio centenar de adornos femeninos de lisis e investigación muy diversas, a fin de parecer.. Y en 1786 Terreros y Pando todo tipo, sentar las baies de una reflexión profun- mantiene la misma línea apuntando que da en torno a las monedas. Porque lo que, .Adorno, se llama todo aquello que sirve a simple vista, parece un mero valor de para el ornato, gracia, y apariencia de cambio puede y debe enriquecerse con una cosa [...]B. otras muchas lecturas transversales. Entre Según se desprende de estas definicio- las numerosas ideas que Alfaro Asins for- nes, la propia acción de vestirse lleva mula a lo largo del texto (1996: 26), quie- implícita la materialización del adorno. Es ro incidir aquí en dos cuestiones de espe- decir, todos nos vestimos, y al hacerlo, cial significado desde el punto de vista de todos nos adornamos de una u otra la sociedad y la cultura españolas: el uso forma. Lo aparentemente elemental de de la moneda como amuleto y su notable esta reflexión no debe ocultar, sin embar- presencia entre nosotros como elemento go, la complejidad que encierra el análi- de adorno. sis del adorno personal, un concepto que Tales propuestas de estudio se ajustan ofrece un repertorio prácticamente ilimi- a la perfección con un grupo de piezas tado de posibilidades3. Claro que en conservadas en el Museo del Traje, nuestra cultura el adorno personal se aso- Centro de Investigación del Patrimonio cia comúnmente con las joyas, entendien- Etnológico. Desde el punto de vista for- do éstas en el más amplio sentido del tér- mal se trata de un conjunto heterogéneo mino. Marguerite de Cerval, prestigiosa de objetos, aunque al mismo tiempo se especialista en joyería, es una de las más observa en ellos varias características firmes defensoras de la continua interac- ción que se produce entre adorno y joyas siempre en plata, una materia prima dota- a partir de la referencia que el hombre da además de su propia cotización intrín- proporciona: seca.
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