TESIS ANÁLISIS DIACRÓNICO DE DISCURSO, CAMBIO Y PERMANENCIA: LAS DROGAS EN TRES NOVELAS MEXICANAS Que como requisito para obtener el grado de: Maestro en Investigación Histórico-Literaria Presenta: Iván de Jesús Gaxiola Beltrán Director: Dr. Francisco Ignacio Altable Fernández La Paz, Baja California Sur, julio de 2019. 1 ANÁLISIS DIACRÓNICO DE DISCURSO, CAMBIO Y PERMANENCIA: LAS DROGAS EN TRES NOVELAS MEXICANAS 2 Índice Capítulo I. Drogas y literatura……………………………………………………….9 • Primeras relaciones entre narcóticos y letras………………………………10 • Estupefacientes y literatura en México………………………………………23 Capítulo II. Análisis histórico-literario de Pasto verde………………………..45 • El consumo de drogas como acto de disidencia…………………………...46 • Un protagonista que fuma cigarros mágicos………………………………..48 Capítulo III. Análisis histórico-literario de El vampiro de la colonia Roma..66 • Sociedad y prejuicio…………....................................................................67 • Drogas, homosexualidad y prostitución……………………………………..69 Capítulo IV. Análisis histórico-literario de La vocación insular……………..85 • Narcóticos y cotidianeidad……………………………………………………86 • La gente madura también se droga………………………………………….88 Conclusiones………………………………………………………………………..102 • Historia y literatura…………………………………………………………...103 • Cambio y permanencia………………………………………………………108 Bibliografía…………………………………………………………………………...116 3 4 Introducción Como introducción al presente trabajo, vale la pena precisar a qué nos referiremos cuando mencionemos las palabras drogas, estupefacientes y narcóticos. El Diccionario de la lengua española, en su definición de droga, señala que se trata de una sustancia mineral, vegetal o animal que se emplea en la medicina, en la industria o en las bellas artes; o bien, un preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno. Esta última clasificación es muy similar a la propuesta por el farmacólogo alemán Louis Lewin a principios del siglo veinte, elaborada con base en los efectos que diferentes hongos, flores, hojas, frutos, hierbas y derivados causan en la psique humana. En el presente trabajo las palabras estupefaciente y narcótico son utilizadas como sinónimos de droga, debido a la clara relación que establece entre ellas la Real Academia Española y a la categorización del toxicólogo germano. En el primer caso, la academia sostiene que estupefaciente es una sustancia que altera la sensibilidad y puede producir efectos estimulantes, deprimentes, narcóticos o alucinógenos; mientras que en el caso de narcótico indica que se trata de aquello que produce sopor, relajación muscular y embotamiento de la sensibilidad, mencionando como ejemplo el cloroformo, el opio y la belladona. Sin embargo, no todo aquello que encaje en estas definiciones es tomado en cuenta como droga en el discurrir de la tesis, pues el interés es enfocarse en productos cuyo tráfico y consumo fue considerado ilegal en México durante el periodo a tratar, que comprende de 1968 a 1999. De esta manera, están excluidos alcohol, tabaco, café y medicamentos expedidos sin necesidad de prescripción médica. Por otra parte, se entiende como novela mexicana a la producción narrativa de largo aliento que se publica en territorio mexicano a partir del siglo diecinueve, pues es cuando la identidad nacional en México se forja al martilleo de la pugna entre el relato mítico conservador, que asentaba como pasado la 5 época colonial, y el relato mítico liberal, que buscaba en los pueblos prehispánicos los orígenes de la mexicanidad. Es sólo desde entonces cuando podemos hablar de una producción novelística nacional que identifica, o pretende hacerlo, rasgos culturales comunes, muchos de ellos mantenidos hasta nuestros días, como el idioma, la religión y el mestizaje. En el presente trabajo veremos cómo el tema de las drogas se hace parte de lo que canta la literatura, desde tiempos homéricos, a partir de la poesía y de forma posterior a través de la narrativa. Pero también dejaremos claro que la perspectiva desde la que se entiende el concepto de droga en la actualidad no corresponde necesariamente con la manera que se entendía en el mundo antiguo, o incluso en pasados más próximos, por lo que también se trata ese cambio de concepción en el tiempo para evitar posturas o hipótesis que resulten anacrónicas. El objetivo de este trabajo es mostrar que la forma en que los escritores describen el uso y efecto de las drogas corresponde a un contexto histórico y, por lo tanto, social, económico e incluso religioso. Tomamos como muestra tres novelas mexicanas cuyas fechas de publicación se distancian a lo largo de la segunda mitad del siglo veinte, sin embargo consideramos que para probar esta hipótesis podría extenderse el periodo de estudio, elegir otro género literario o incursionar en los cambios y permanencias de un concepto distinto a las drogas en la literatura. Esto es porque los documentos, ya sean historiográficos o literarios, se hayan indefectiblemente unidos a su lugar de producción. Es decir, las palabras que utilizará un escritor para crear una obra, la manera en que las disponga en el texto, así como lo descrito con ellas y la forma en que lo hará, dependerá del momento y el lugar en donde vive, así como el tiempo y el lugar en el que su obra será publicada. En esta tesis se explica cómo y cuándo las drogas hacen su aparición en la literatura mexicana, de qué manera se representa a los consumidores de narcóticos y qué papel juegan éstos en las obras donde habitan. Asimismo, se 6 exponen los cambios ocurridos en dichas formas de representar el mundo de los narcóticos con el paso de los años. Al realizar este análisis histórico-literario fue necesario dar cuenta de lo importante que resulta para la investigación historiográfica el uso de la literatura como fuente. Explicamos, basados en los trabajos de Roger Chartier, cómo el estudio de obras literarias ofrece a los historiadores la oportunidad de explorar el terreno de la individualidad en los personajes olvidados del pasado: los comunes, aquellos que forman parte del vulgo. De la misma manera, basados en Paul Ricoeur, mostramos que la literatura posee la relevancia de cualquier documento histórico al tratarse de un discurso fijado en el tiempo por la escritura, y que ésta, la palabra escrita, es un acto de imitación: tanto de la naturaleza, como de las acciones de los humanos que percibimos como realidad. Es así que en el capítulo primero se abunda acerca de las relaciones que se establecieron entre el uso de drogas y la literatura, la manera en que sustancias alteradoras de la psique son descritas en obras antiguas, pero también el recorrido que dichas menciones de drogas siguió en el paso de las obras subsecuentes: hasta emigrar de Europa a América en años decimonónicos y alcanzar tierras mexicanas y autores nacionales. A partir del segundo capítulo inicia el análisis de las novelas en cuestión, en este caso Pasto verde, de Parménides García Saldaña. Aquí se muestra cómo en el México de los años sesenta el consumo de drogas resulta una acción liberal ligada a rebeliones juveniles. El consumidor de drogas en la literatura mexicana no es más un preso o un militar que tiene un papel secundario, ahora es un joven citadino de clase media. El tercer capítulo trata sobre El vampiro de la colonia Roma, de Luis Zapata, publicada en 1979. Aquí observamos que, por primera vez en la narrativa mexicana, quien funge como protagonista de la novela es homosexual y consumidor de drogas. Proponemos que este acontecimiento, como en el caso de Pasto verde, corresponde al contexto que vivía el autor: durante la segunda mitad de la década de los setenta, en México se hace patente la identidad gay. 7 Por lo tanto, veremos a un grupo de la sociedad luchar por hacerse visible y figurar en sus propias historias. El capítulo final aborda el estudio de la novela La vocación insular, de Hugo Valdés. El protagonista de esta obra publicada un año antes del 2000, es escritor de renombre y juega un papel destacado en su sociedad. Es consumidor casual de marihuana y ya no es un muchacho sino un hombre maduro, padre de familia. Esto nos indica, de acuerdo al análisis realizado, que los autores de ese tiempo suponían el uso de ciertas drogas como un hecho poco alarmante, como algo cotidiano. De esta forma arriban las conclusiones: proponemos que los consumidores de drogas en novelas mexicanas de la segunda mitad del siglo veinte son un contrarrelato del discurso oficialista, y que, si bien se dan diversos cambios en la concepción de las drogas en estas novelas, permanece, a pesar del tiempo, el rechazo hacia los consumidores de narcóticos al considerarlos un mal social. 8 Capítulo I Drogas y literatura 9 Primeras relaciones entre narcóticos y letras Este breve recorrido no tiene el objetivo de abarcar cada caso existente en el tiempo, más bien dar cuenta del rico universo que alberga tal corriente, cuáles son sus raíces, motivaciones y límites, para acercarnos a terrenos nacionales donde nuestros escritores, desde sus obras, nos hablan de drogas y con ello de este país, de su sociedad y de su historia. La relación entre drogas y literatura es bilateral y antigua. En algunas ocasiones el punto de partida surge de las letras, cuando se hace mención a drogas en poemas, cuentos, ensayos y novelas; pero en otras ocurre a la inversa, las drogas inyectan un espíritu creativo en los escritores; y muchas veces el vínculo fluye en ambas direcciones, se crean obras que no sólo hacen referencia a estupefacientes sino que, al ser concebidas, sus autores estuvieron
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