^ Boletín zi.^ 12 del Centro de Zix'vestiga.cióii Económica, y Socia.1 de la. Caja. Insular de Ahorros Müírs Sno XV ¿hacia una perspectiva democrática? La Prensa en las Palmas (1919-1920) ^^OTECN X<a.s Palxi&a.s de Gra,n. Canaria DICIEZ^BRE:, 1971 Dep. Legal G.C., 12-1972 — Imp. ARTEARA — Cebrián, 19 — Las Palmas PREÁMBULO Después de tres capítulos destinados, respectivamente, a In­ troducción, Sociología e Historia y Proceso seguido en el trabajo, se en­ tra, propiamente, en la materia que es objeto del estudio y, a través de su­ cesivos capítulos, se hace un estudio pormenorizado y laudable de la prensa en el periodo de tiempo que se detalla, que consideramos de gran interés, no ya tanto por el espíritu crítico que aparece con frecuencia, cuanto por el esfuerzo que supone la lectura detallada de tanta prensa como existia a la sazón y que demuestra, —pese a todo— eí civismo de unos fiombres que se desenvolvían en unas condiciones materiales mu­ cho más precarias que las actuales, pero continuamente avizorando cues­ tiones y sometiéndolas al escalpelo de la critica, a la par que se ofrecían al debate ciudadano ios detalles y pormenores de una comunidad viva politicamente hablando, con todos los errores del caciquismo y del par­ tidismo, pero con savia suficiente para producir hombres decididos a su­ perar las dificultades y luchar por el porvenir del país. El trabajo, en suma, lo consideramos extraordinariamente inte­ resante, merecedor de su publicación, objeto de una crítica detenida, por­ que contribuye a despertar inquietudes y hacer añorar circunstancias y condiciones de la vida local, y, sobre todo, porque inicia la perspectiva de un estudio de la historia contemporánea de la ciudad de Las Palmas, to­ davía por escribir, y a cuya dedicación y entrega debería dotarse una amplia generosidad económica. JUAN MARRERO PORTUGUÉS, Director - Gerente. PROLOGO En nuestro intento de explorar diversos aspectos de la investiga­ ción social, deseosos de abrir nuevos caminos al conocimiento profundo de nuestro modo de "estar" en las islas, damos ahora la luz pública al presente trabajo de sociología histórica, realizado por nuestro compañe­ ro José Quevedo Suárez, a quien valoramos la labor realizada en un pro­ ceso de análisis critico difícil y pesado. Con ello queremos estimular a quienes se preocupan por descu­ brir los condicionamientos actuales de nuestra sociedad, fundamentándo­ los en el ayer, y proporcionarles una aportación sin pretensiones que, de­ seamos someter a la polémica de los lectores, con la esperanza de que todo ello enriquezca más nuestro conocimiento e inquiete nuestra curiosi­ dad por el pasado, condicionante del presente. Por otra parte, este estudio nos abre a la perspectiva del cau­ dal de riqueza que encierra la Prensa a lo largo de su existencia como importante material de investigación, que, aunque nos consta preocupa y ocupa a muchos de nuestros jóvenes valores, deja un amplio campo aún a la dedicación e interpretación. C. I. E. S. o.—INTRODUCCIÓN La evolución de una sociedad se puede palpar por diversos con­ ductos. Recorrer los caminos que nos aproximan a ella, siempre será una tarea harto iluminativa. Pero, sin duda, dicha labor nunca será exhausti­ va: es lenta y está abierta a un enriquecimiento complementario. Una población, geográficamente, nunca posee una entrada única. Por tanto, la perspectiva que de la misma se perciba, variará según se la observe des­ de un acceso u otro. Algo así nos pasa, pues, al examinar la vida social de una población; al estudiar una sociedad. Los aspectos se multiplican y se hacen casi inagotables. No podemos comprender a la ciudad de Las Palmas hoy, sin sa­ ber por qué ha llegado a esta situación actual. Pero tampoco la visión será certera, si la desmembramos de todo un conjunto insular, regional, nacional donde juegan factores como el proceso histórico y el contexto social, político y económico. Este vacío en Canarias, durante años se ha dejado sentir de una forma notoria. En poco tiempo, sin embargo, ha bro­ tado una inquietud elogiable por conseguir rellenar ese bache de inves­ tigación. La Historia Social y la Sociología de la Historia van haciendo me­ lla entre nuestras generaciones jóvenes que se preguntan muchos por qué de lo que ahora presenciamos. Y todo ello ha de redundar en beneficio de una sociología aplicada, cuya finalidad e importancia no debe nunca pa­ sársenos por alto. La Universidad de La Laguna, mediante sus facultades de Filosofía y Derecho, la preocupación por una investigación sociológi­ ca científica, la Escuela de Periodismo, etc. han incitado a una especie de febril actividad por relacionar nuestro presente con un pasado inme­ diato que ha condicionado y configurado la sociedad de nuestros días. En Las Palmas, en concreto, la revista "Sansofé" y su ex-director Alfredo He­ rrera, desde las páginas del Diario, así como Luis García de Vegueta en La Provincia, han comenzado una meritoria labor. Varias son las tesis que sobre periódicos del presente siglo se están gestando, correspondiendo así a algunos avances que acerca de nuestra vida insular se han realizado sobre el XIX, especialmente por Roberto García Luis y José A. Alemán. 0.1.—La vida ciudadana en la prensa Por ello hemos querido dar a conocer este trabajo, cual una pri­ mera piedra de lo que puede ser un proyecto más ambicioso. Es normal que al querer reconstruir la historia reciente ,de nuestra población nos encontremos con múltiples opiniones que vienen condicionadas por una interpretación subjetiva de quienes, siendo aún testigos presenciales, tras­ miten como bagaje venerable sus impresiones y recuerdos. Más si sólo un análisis del proceso de la vida ciudadana a lo largo de los tiempos puede manifestarnos los criterios (producto de condiciones objetivas so­ ciales, económicas y culturales) que han influido decisivamente para que la estructura y estratificación de su población se haya dado con arreglo a unas pautas que responden a una concepción (interés de clase, ejer­ cicio del poder, etc.) más o menos clara del desarrollo de su entidad, nos parecía que, el velo de los recuerdos, podría descorrerse partiendo de un medio de comunicación tan importante como es la Prensa. Creemos que ella refleja uno de los caminos más nítidos para descubrir lo que la socie­ dad canaria ha sido y así comprender mejor ló que es. Siguiendo su proce­ so, nos parecía que podríamos cada vez con mayor luz percibir por qué y cómo hemos desembocado en la situación presente y de qué manera debe­ mos actuar para lograr un progreso social, en el que el desarrollo inte­ gral del hombre sea cada vez más posible a la par que sinceramente de­ seado. Alguien podrá argumentar que la Prensa también facilita una vi­ sión parcial de los hechos y acontecimientos. Más por ella podemos en­ trever distintos grupos de presión en la opinión pública, diferentes tenden­ cias y también diversos enfoques ante las situaciones por las que ha ido atravesando la sociedad de nuestra tierra. Todo era cuestión de elegir un período de tiempo que hiciese factible este contraste. Aunque preferentemente nos detengamos en los perioaicos más importantes de la ciudad de Las Palmas, inevitablemente hemos de alu­ dir en constantes referencias al resto de la Prensa del Archipiélago. 0.2.—Marco de esta publicación El presente boletín sólo coge una parcela del campo de obser­ vación que inicialmente nos había parecido importante. Opinábamos que analizar el proceso de expansión ciudadana en el jfxeríoáo comprendido entre las dos grandes guerras podía ser esclarecedor. La guerra del 14 va a sumergir toda la vida internacional en una profunda sacudida. De este hecho, ni España ni Canarias por tanto, pueden estar ausentes. Una situación de cambio afecta sensiblemente a toda la estructura social. Ana­ lizar sus repercusiones, a lo largo de una generación, podría irnos expli­ cando la situación presente. Canarias estrena nuevas estructuras adminis­ trativas. La Ley de 11 de julio de 1912 crea los Cabildos Insulares. Hay, pues, toda una primera etapa que viene delimitada por la conflagración europea y la situación española previa a la Dictadura. En el Archipiélago este período acrecienta la gran fuerza virulenta de la escisión provincial, que lleva arrastrando casi un siglo. Quizás el problema, rectamente enfo­ cado, no fuese en realidad tal división, sino el de completar definitivavente el estatuto especial que la configuración insular de nuestra geografía y la distancia del resto de España precisaba con urgencia. A la hora, no obstante, de delimitar el terreno, teníamos que ele­ gir un punto de partida y una meta que fueran significativas dentro del con­ texto general. Hemos preferido, para la mayor comprensión de los lectores, elegir fundamentalmente dos años: 1919 y 1920. Esta elección, aunque discutible, no es arbitraria. A finales de 1918 se ha hecho el armisticio. La guerra europea ha terminado y la paz de Versalles se prepara. España se debate en medio de graves problemas internos (gobiernos inestables, con­ flictos sociales, crisis económicos, etc.). Diversas fuerzas y acontecimien­ tos sacuden al país. Las esperanzas se encaminan hacia una democracia auténtica. En el campo obrero, este bienio es altamente representativo. 1919 es el año de la jornada de ocho horas (1 de octubre). 1920, el de la creación del Ministerio de Trabajo. En Canarias el panorama toma nuevos vuelos. Para Gran Cana­ ria no puede ser más desconcertante, ni más esperanzados El 12 de mar­ zo de 1918 ha fallecido en Biarritz. don Fernando de León y Castillo. La muerte del Marqués del Muni, mentor de la política local durante casi 50 años, deja a un pueblo adormecido sin sus acostumbradas andade­ ras. Estos dos años elegidos van a ser, por tanto, el período de un pro­ ceso de despertar.
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