Revista Estudios, Universidad de Costa Rica. No. 20, pág. 83-10 1, ISSN: 1659-1925/2007 HISTORIA Y OLVIDO: LA HISTORIOGRAFÍA SOBRE EL PORFIRIATO Ama/do Moya Gutiérre: RESUMEN La dictadura de Porfirio Díaz o Porfiriato hizo que se derramaran caudales de tinta entre sus defensores y sus detractores. En este artículo revisamos la historiografía que aborda este problema en tres vertientes: los autores contemporáneos al régimen, la rehabilitación histórica del régimen propiciada por estudiosos mexicanos y extranjeros que acontece después de 1950 y el debate contemporáneo que se inicia en la década de los 1980's. Palabras clave: Porfiriato, historia, historiografía, poder, legitimidad, nacionalismo lI. ABSTRACT This paper studies Porfirian Age historiography in three venues: authors who lived through the regime; after 1950's revision and contemporary debate. largue that Mexican modernity is a product of Porfiriato I and not of the Mexican Revolution Keywords: Porfirian Age, history, historiography, power, legitimacy, nationalism. El Porfiriato fue un régimen de facto, de de disidencia. En este sentido la historia oficial acusado carácter personalista y autoritario legiti- que se trama después de la revolución de 1910 mado por el expediente electoral, al menos en 8 se ampara, ostensiblemente, en los argumentos ocasiones. Porfirio Díaz permaneció en el poder expuestos por los detractores del régimen. A entre 1877 y 1911,con sólo una interrupción entre partir de entonces surge una "ideología oficiali- 1880 y 1884. El señor Porfirio Díaz fue a una pri- zante" que denigra a Díaz y a sus colaboradores mera elección en 1877, y a una segunda reelec- presentándolos como una camarilla corrupta que ción en 1884. Posteriormente con la complicidad se había hecho con el poder con el único fin de de las cámaras, de la prensa oficial y de una usufructuar los beneficios económicos que les camarilla de incondicionales y con la importante deparaba la instauración del México moderno. ausencia de un organismo electoral competente Esta situación se exponía, al menos, en el caso de fue reelegido durante 6 veces consecutivas. Para utilizar al régimen como el referente ante el cual sus defensores el régimen dio pábulo al México estalla la Revolución de 19\0. Pero, en el peor moderno en su más amplia acepción, aunque de los casos al régimen de Díaz sólo le cabía la sus detractores lo describen como un régimen ignominia y el olvido histórico deliberado. Este sanguinario que se erigió sobre el sacrificio de lastre arrastrado por el Porfiriato ha pesado hasta las libertades públicas y la censura impuesta por nuestros días y ha penetrado hasta la médula del la coerción más descarnada a cualquier intento imaginario social de los mexicanos. Amparados 84 REVISTA ESTUDIOS No. 20/2007/ ISSN: 1659-1925/83-101 en esta estructura, hasta hace muy poco tiempo, eclesiástica. Lynch fue pionero en la reinterpre- los temas dignos de ser investigados eran los tación de las revoluciones hispanoamericanas y relacionados con la Revolución de 1910 y afines. abrió una discusión auténtica mente americana Como veremos infra la crítica a esta situación en torno al tránsito del Antiguo Régimen a la fue tanto interna como externa y el saldo positivo "nueva sociedad". Esta temática es abordada por fue la asunción de nuevas temáticas que rescata- Francois Xavier Guerra en Modernidad e inde- ban al Porfiriato, como periodo histórico, desde pendencias (Guerra, F.X., 2001). El autor señala ángulos diversos. que muchas de las novedades habían ido surgien- do a lo largo del siglo XVIII en grupos restringi- dos de hombres agrupados en nuevas formas de 1. EL DEBATE SOBRE LA HISTORIA sociabilidad. Lo radicalmente nuevo es la crea- DEL PODER EN LA AMÉRICA ción de una escena pública [... ] Triunfa entonces LATINA una nueva legitimidad, la de la nación o la del pueblo soberano en oposición a la soberanía real La historia política renovada se ha intere- (Guerra, F,X., 2001, p.l3). En los "salones", ter- sado por las ideas y los imaginarios, por las prác- tulias, academias, logias masónicas, sociedades ticas políticas y culturales, por los atributos que económicas, etc., nace la opinión pública moder- constituyen a la nación, por el nacionalismo, por na, producto de la discusión y del consenso de el panteón heroico y hasta por la arquitectura y sus miembros (Guerra, F.X., 2001, pp.l3 y 23., los monumentos que exaltan a la república liberal y Sabato, H., 1999, p. 53). En Hispanoamérica decimonónica. Debemos agregar que la historia prevalecieron dos de las formas que adoptaban política que explora nuevos derroteros también las sociabilidades modernas: las tertulias y las incorpora en su itinerario nuevas preocupaciones, sociedades patrióticas, pero estas nuevas socia- nuevas fuentes y problemas que tradicionalmente bilidades chocan a menudo con las solidaridades no se extendían al campo de estudio del historia- internas de grupos informales estructurados por dor. El debate contemporáneo no es ni viejo ni el parentesco o la amistad (Guerra, F.X., 2001, nuevo, pero con la asunción de nuevos problemas pp. 92-95). He aquí el origen de las fuertes redes de investigación los vínculos de la historia del de parentesco y c1ientelismo político que se poder con la historia cultural y con la de los ima- traman con fuerza en las sociedades hispanas ginarios sociales nos aproxima, ostensiblemente, del siglo XIX. La extensión de estos lazos tra- a la síntesis histórica. El punto de partida de este dicionales explican tanto la Argentina de Rosas debate es el referente que ofrecieron las revo- como el México de Porfirio Díaz. El Porfiriato se luciones de Independencia en Hispanoamérica. erige y se consolida merced a estas redes. ¿Cómo Referente compartido en especial por aquellas explicar el siglo XIX latinoamericano sin reparar colonias que conocieron la lucha armada que en las grandes mutaciones que hicieron posible el animó sus procesos independentistas. advenimiento de la modernidad? John Lynch, en Las revoluciones hispano- La más grande de dichas mutaciones americanas 1808-1826 (Lynch, 1., 1983) analiza es la Revolución Francesa y Guerra valora su los cambios estructurales que acontecen en la conexión con España e Hispanoamérica en los América del Antiguo Régimen. Las revolucio- años clave que transcurren entre 1808 y 1812. nes de Independencia son la culminación de un La Revolución Francesa, y aquí Guerra sigue a largo proceso de enajenación en el cual Hispa- Furet, es una revolución cultural que hace posi- noamérica se dio cuenta de su propia identidad, ble la creación de la política y la aparición de tomó conciencia de su cultura, se hizo celosa de nuevos actores en la vida social y política y la sus recursos (Lynch, 1983, p. 9). La respuesta revolución es, además, una mutación cultural: en americana es la denuncia del criollo ante la falta las ideas, en el imaginario, en los valores, en los de oportunidades y el ardid del peninsular que comportamientos, en las prácticas políticas, pero ha monopolizado la administración civil y la también en los lenguajes que los expresan: en el MOYA: Historia y olvido: la historiografía sobre el porfiriato 85 discurso universalista de la razón, en la retórica construcción de la nación, la representación y la política, en la simbólica, en la iconografía y en legitimidad volvieron a ser problemas centrales I los rituales, e incluso en la estética y en la moda. de la reflexión contemporánea. Los campos de Lenguajes que además apuntan a una pedagogía investigación de esta historia política renovada (Guerra, F.X., 2001, p. 30-31). La conexión entre se han ido multiplicando (Guerra, F.X., & Lem- la Revolución Francesa y el mundo hispánico es périere, A., 1998, p. 6). Los autores se proponen, valorada por Guerra en su dimensión política en este libro, explorar las transformaciones o y cultural. El constitucionalismo histórico veía mutaciones de la modernidad como se anunciaba con simpatía los acontecimientos de 1789 (Gue- en Modernidad e independencias (Guerra, F.X., rra, F.X., 2001, p. 37), aunque la reunión de los 2001, pp. 13-16 Y 92-102). Ante el monismo del Estados Generales era percibida por una parte de concepto de esfera pública, los autores se incli- las elites como una restauración de las antiguas nan por la plural idad que encierra el concepto de libertades a las que ellas mismas aspiraban. "espacios públicos". La esfera pública remite a un El problema criollo, enunciado por Lynch, espacio abstracto e inmaterial, mientras que los f adquirió dimensiones inusitadas toda vez que la espacios públicos, a los que alude este libro, son España peninsular abogaba por no conceder a la muy concretos: la calle y la plaza, el Congreso América española un status semejante al suyo. El y el palacio, el café y la imprenta. Y sobre todo problema concernía a la identidad de las Indias. la ciudad, lugar por excelencia de la política. El ¿Eran reinos de pleno derecho, reinos subordina- público es aquí, ante todo, el pueblo concreto con dos o colonias? (Guerra, F.X., 2001, p. 45). En el toda su diversidad (Guerra, F.X., 2001, p. 10). rechazo peninsular a la igualdad encontramos la El espacio público moderno es una de las muta- causa esencial de la Independencia de América. El ciones que aparece en América durante la época sistema de referencias instituido por la Revolución de la revolución y de la independencia. La nece- Francesa, se difunde, a partir de 1808, primero en sidad de suplir al rey ausente hace de la sobe- España y después en América. El asalto al Anti- ranía el problema candente de ese momento y guo Régimen prevalece en el espíritu de Cádiz provoca un intenso debate político que va a llevar y a la proclamación de la soberanía nacional le a la aparición de la opinión pública (Guerra, F.X., seguirá la elaboración de constituciones y de leyes 2001, p.
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