MARTOS DURANTE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA (1808) Y RELACIONES DE SU JUNTA CON LA SUPERIOR DE JAÉN Por Alejandro Recio Veganzones (Franciscano) I j ARA la redacción de estas notas históricas sobre un punto todavía sin JT estudiar detallada y documentalmente, nos hemos servido de los fondos del Archivo Histórico Nacional —Papeles de Estado— , como de fuente de primera mano. En él pudimos ver un gran número de documentos, memo­ rias y relatos históricos del tiempo que vamos a estudiar, sobre la capital y pueblos de la provincia de Jaén, que juntos formarían una interesante obra que vendría a ser la mejor y más elocuente prueba del heroísmo patriótico y religioso de una ciudad y pueblos enclavados en una región que casi siem­ pre ha sido el punto clave en el que se han decidido las grandes batallas de nuestra antigua y moderna historia. En un principio abrigábamos la idea de estudiar las relaciones de los principales pueblos y villas de la actual provincia de Jaén con la Junta Cen­ tral Suprema Gubernativa del Reino y del Consejo de Regencia durante los años 1808-1814, mas desistimos ante el gran acopio de datos sobre tal cues­ tión. Igualmente, pareciéndonos extenso un estudio monográfico sobre las relaciones de los pueblos giennenses con la Junta Superior de Jaén, y de ésta con la Central, optamos por reducir nuestro trabajo, presentando un interesante capítulo de la historia de Martos y Jaén. Advertimos que este nuestro breve estudio no pretende ser exhaustivo en todo el sentido de la palabra. Estamos seguros de que sobre el tema exis­ tirá más documentación en archivos provinciales y locales, como asimismo 68 BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES en la tan abundante prensa periodística, fuentes que no nos han sido posi­ ble consultar. Por otra parte aquí, casi sola y exclusivamente, intentamos relatar los principales hechos acaecidos en la Junta de Partido de Martos y Superior de Jaén durante los siete últimos meses del año 1808. Ello no obstante no impide que al principio demos ciertos datos preliminares sobre el ambiente y difíciles días por los que atravesó la villa de Martos durante la Guerra de Independencia. Al final damos en Apéndices algunos de los documentos que nos han servido, y que hemos procurado transcribir en cuanto a su puntuación y grafía, aunque no en toda su extensión, ya que algunos resultan excesiva­ mente largos. I. LOS SUCESOS DE MARTOS EN LOS DÍAS DE LA INDEPENDENCIA Son muy escasas y parcas las noticias locales que sobre el particular nos han transmitido cronistas e historiadores. De las tres Historias inéditas que conocemos sobre Martos (1), únicamente la del benemérito don Maria­ no de la Torre González, ilustre historiador y coleccionista de antigüedades marteñas (2), es la que nos relata sucintamente los tristes acontecimientos y hechos gloriosos realizados dentro de la misma villa. Después de contar­ nos este último autor como por el año 1805 «era Gobernador (de Martos) el calatravo, don Bartolomé Montaño (3), coronel de Infantería, que lo fue (1) Lendínez, Juan: OFM, A vgvsta Gemela Ylvstrada con los pveblos de sv Partido, oy Villa de Martos, Ms. del año 1778, del que es hoy poseedor el ilustre escritor y cronista oficial de Jaén, D. Luis González López. La otra obra, de la que poseo una copia, es más bien de carácter particular y fue escrita hacia 1793 por el P. Alonso Antonio Castillejo, OFM. Su título Memoria Chronologica de la fundación y progresos del Convento de N.P.S. Francisco observante de la Villa de Martos. De ambos autores franciscanos, que no llegaron a tratar de los días que historiamos, tenemos publicado un artículo en el Programa de Feria de S. Bartolomé, Martos en Fiestas, agosto 1955, págs. 10-12, intitulado «Dos Illus-tres franciscanos, historiadores de Martos». (2) Cf. Don Lope de Sosa, t. XVIII (1930) 135-6, y Boletín del I. de E. Giennenses, año VI (1959) 145 y 134-6. (3) Fue D. Bartolomé Sánchez Montaño y Velázquez «caballero del Orden de Santiago, teniente coronel de ejercito, Gobernador Militar político, Justicia Mayor y subdelegado de Ca­ ballería, Pósitos, Montes, plantíos y otros ramos de dicha capital y Partido» de Martos, según se lee en una escritura, contenida en el libro Ms. en el año 1806, Descripción de la Encomienda de Vtvoras. Este interesante Ms. en el que se contienen los últimos inventarios de las posesio­ nes de la Orden de Calatrava en el célebre castillo y Encomienda del término de Martos, cons­ ta de 149 folios de texto y de un curioso mapa topográfico, y es propiedad de nuestro particular amigo don Abelardo Tramblin de la Torre, de Martos. MARTOS DURANTE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA (1808) Y... 69 hasta la dominación del gobierno intruso de Napoleón», añade estos inte­ resantes datos, relacionados todos con los sucesos de tan aciagos días. «En junio de 1808 reconoció Marios la Suprema autoridad del Gobierno esta­ blecido en Sevilla con la consiguiente alarma que por este mismo hecho pro­ dujo disgustos en nuestra capital de provincia. En los últimos días del mismo llegaron a Martos las tropas francesas, y a los dos días las de Reding que con aquellas, vueltas a Jaén, tuvieron en las inmediaciones de la ciudad un combate que duró tres horas. Este general hecho prisionero en un encuen­ tro con las tropas de Napoleón fue rescatado por Francisco Miranda y otros siete compañeros que tuvieron que vencer la numerosa escolta que los cus­ todiaba. El Miranda, natural de Martos, fue hecho capitán de caballería. »La Orden de Calatrava, como hemos visto, nombraba para Martos un Corregidor con el título de Gobernador; pero cuando Napoleón Bona- parte elevó a su hermano José a la dignidad de Rey de España, éste, en la Constitución pública de Bayona en abril de 1809 dividió a España en trein­ ta y ocho Departamentos, uno de los cuales titulado del Guadalquivir Alto, capital La Carolina, comprendía aproximadamente nuestra actual provin­ cia. División que rigió hasta que el 17 de abril de 1810 se varió el nombre de los Departamentos denominándolo Prefecturas, y asignando por capital a Jaén. El Prefecto que pusieron, D. Manuel de la Orden, era natural de Martos, y hermano de D. Francisco, de quien ya hemos hablado siendo cu­ ra de San Amador. En Martos estuvo de jefe de la Guarnición francesa el Comandante Sáez. »E1 13 de enero de 1808 perdieron los españoles la desastrosa batalla de Uclés. En esta acción murió el Sr. D. Juan de Escobedo y Torres, natu­ ral de Martos, hecho brigadier sobre el campo de honor, coronel del regi­ miento provincial de Jaén, caballero de la Orden Militar de Calatrava» (4). Expuesta por el mencionado historiador la situación de España, la de Jaén y Martos con la Junta Suprema, pasa también a darnos otras noticias particulares de ciertos hechos, en su mayor parte calamitosos y lamenta­ bles, sucedidos dentro de la villa de Martos. «Aposentado el comandante francés —añade— en el Palacio de los Gobernadores, guarneció el Castillo de la Peña y el de la población; se taparon y aspilleraron las entradas de la Plaza de la Constitución, y se tomaron otras odiosas precauciones que exaltaron el ardor bélico de algunos de sus moradores, gritando Indepen- (4) De la Torre González, Historia de Martos, Ms. del año 1875, f. 505 r-v y Boletín dellE G . Año V (1958) 111-112. 70 BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES dencia y lanzándose a formar partidas campestres, auxiliadas en secreto por los vecinos de la población. Los más notables fueron D. Martín del Moral, D. Antonio Venzalá, presbítero, D. Pedro Alcalde, D. Jerónimo Ramírez, de fuerzas colosales, D. Narciso Hernández, D. Miguel de la Torre, D. Sil­ vestre Espejo, y otros muchos que tuvieron siempre en jaque a la guarni­ ción, asaltando algunas veces la plaza, y replegándose aquélla al Castillo y a la Gobernación, desde donde a mansalva fusilaban a estos héroes gue­ rrilleros que a pecho descubierto recibían sus descargas. Los desperfectos de la estatuaria de la fachada de la Cárcel pública (5) datan de las luchas de estos genios que sacrificaron su reposo y vida en aras de la patria. No pocos y más que temerarios fueron sus hechos, sus intrigas, cayendo algu­ nos en la tela de arágnido tejida por sus contrarios; hechos que callo por consideraciones de oportunidad no desconocida de mis lectores, quienes, conmigo, rechazarán altamente el deshonroso nombre de Bergantes con que los apodaban los opresores franceses, que tenían la horca junto a la esqui­ na de Jesús para atemorizar al pueblo con el continuo espectáculo de un prisionero guerrillero colgado, o un protector». «En la época que venimos narrando, los paisanos ayudaban a los gue­ rrilleros llenando de cadáveres franceses los sótanos y pozos, y cuando se dio caso de matarlos en las calles, ni aun los niños revelaban los nombres de los que en ello intervinieron. Esto sucedía después que, rotas las líneas de Sierra Morena, Sebastiani pasó por Jaén el 23 de enero de 1810, con tro­ pas destinadas a Málaga y Granada. »A consecuencia de las jornadas de la Albuera y Badajoz la división del Conde de Arlón recogió la guarnición de Jaén, y la de Martos, en 16 de septiembre de 1812 en que el intruso rey José pasó por ella» (6). Si ahora son de cierto interés local las notas que D. Mariano de la To­ rre nos ha transmitido sobre tan tristes días por los que atravesó Martos, no dejan de serlo igualmente éstas otras que reunió en su misma Historia manuscrita, al darnos la lista de algunos guerrilleros y jefes de partido polí- (5) Estas esculturas de piedra que representan la Justicia y la Misericordia —están sobre la portada de la antigua cárcel, hoy sede del Excmo.
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