La CIA Y Castillo Armas En Guatemala, 1954: Nuevos Indicios Para Una Antigua Interrogante*

La CIA Y Castillo Armas En Guatemala, 1954: Nuevos Indicios Para Una Antigua Interrogante*

-------------------------------------América-- La CIA y Castillo Armas en Guatemala, 1954: nuevos indicios para una antigua interrogante* Frederick w. Marks, 111** Pocos episodios en la historia de la adminis­ astuta propagandaemitidadesde estacionesde tración de Eisenhower han generado mayor radio clandestinas en conjunción con una cam­ controversia o han atraído una artillería más paña de bombardeo aéreo, todo eso orquesta­ intensadepartedelos cronistasacadémicos del do desde Washington. Ésta ha sido la posición pasado que la intervención estadounidense en que desde entonces han asumido sus amigos, y Guatemala.ElsecretariodeEstado,JohnFoster es laque han destacado de manera prominente Dulles, dijo que "la fuerza militar no debería las monografias académicas.1 emplearse agresivamente para conseguir me­ Latesis resulta encantadorapor su simplici­ tas nacionales". Sinembargo, durante superio­ dad, pero un examen cuidadoso de todas las do en Foggy Bottom, los aviones y los asesores circunstancias que concurren en este episodio estadounidenses ayudarona asegurarelderro­ introduce una nota de ambigüedad. De hecho, camiento de un presidente electo popularmen- este relato tiene otro flanco que nunca ha sido .. te, Jacobo Árbenz Guzmán. Árbenz, por su desarrollado del todo. Parte la han contado los parte,exigíaquesevieraa lapolíticaestadouni­ propios guatemaltecos en su propio idioma, a dense como la mano del gato de la avaricia de partir de fuentes que no siempre están en las las corporaciones y atribuyó gran parte de los bibliotecas especializadas de Estados Unidos, problemasdesupaísa laUnitedFruitCompany pero las otras partes de este relato·hay que (UFC), a la vez que sostenía que el comunismo reunirlas de losinformes publicados enlapren­ no significaba amenaza alguna para su pueblo sa contemporánea al norte y al sur del río Bra­ y que la ayuda estadounidense al dirigente re­ vo. Sin embargo, al verlo en conjunto se añade belde Carlos Castillo Armas constituía una in­ una dimensión considerable a nuestra com­ justificable intervención en los asuntos inter­ prensión de los protagonistas y se arroja una nos de otro país. En esencia, Árbenz sostenía luz adicional sobre el aspecto moral subyacente. que el movimiento revolucionario que lo derro­ Según los historiadores revisionistas, cuya có había sido "Hecho en Estados Unidos" por teoría ha ganado una gran aceptación, Castillo la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y que Armas ingresó al territorio guatemalteco pro­ era inocuo el respaldo de las masas guate­ veniente de Hondurasel18dejuniode 1954con maltecas a ese movimiento. Árbenz minimizó una"chusma" de 200hombres. Ocupóentonces asimismo la fuerza militar de la oposición, ha­ las ciudad guatemalteca de Esquipulas, que es ciendo que la caída de su gobierno pareciera unasentamientocatólicoubicadotansólo aseis explicable exclusivamente en términos de una millas de lafrontera, y allí se quedó enlo que la 105 -- América --------------------------------------- CIA realizaba sutrabajo, exagerando la fuerza la lista de los combatientes. Las versiones ofi­ del Ejército de Liberación, acreditándole victo­ ciales, quecolocaronconservadoramentesunú­ rias ficticias, bombardeandounagranvariedad mero entre los 1,000 y los 2,000, sólo incluyen a de blancos y sugiriendo la pavorosa posibili­ las tropas entrenadas para la batalla. Pero dad de una intervención armada poryarte de resultaclaroqueconformeCastilloArmasavan­ Estados Unidos. En otras palabras, a Arbenz lo zaba, sus filas crecían gracias a unflujo masivo "desquició" la estratagema de la CIA; perdió la de rancheros, campesinos y otros simpatizan­ calma y renunció sin oponer resistencia. Ste­ tes, los cuales en conjunto plantearon unaseria phen Schlesinger y Stephen Kinzer, en su ver­ amenazaal ejércitoregular. Ocho turistas esta­ sión, serefieren a una"polvosacolección de'exi­ dounidenses dijeron que los contingentes re­ liados'" que se"desparramaron"enEsquipulas, beldes traían "a las carreras" a las tropas del y ellos describen a lasfuerzas insurgentes como gobierno, y un reportero, estadounidense tam­ "minúsculas" y "pobres" -la palabra aparece bién, dijo haber visto a unos 400 heridos regre­ endos ocasiones-o El profesorRichard Immer­ sarencamiones a la ciudad de Guatemala para manemplealos términos"variopintas","andra­ seratendidos. Aunantes de que CastilloArmas josas"y "desgreñadas". Al caracterizarla inter­ entrara a Guatemala, las bandas de guerrille­ vención como "subrogada", afirma que Castillo ros que operaban bajo su mando asaltaban tre­ Armas no halló"resistenciaalguna"alcruzarla nes y volaban puentes, desprendían las vías y frontera, que no fue a ninguna parte y que "no cortabanlos cables del telégrafo y del teléfono.4 se encontró con nadie". Stephen Ambrose y Más aún, en lugar de quedarse únicamente Stephen Rabe, quienes han escrito amplios en Esquipulas, una ciudad de buen tamaño relatos sobre la liberación, al igual que Immer­ para el promedio en Guatemala y el santuario man se concentran casi exclusivamente en la religioso más reverenciado entoda Centroamé­ farsa psicológica y ni Rabe ni Immerman men­ rica, los rebeldes invadierontreslocaciones dis­ cionan una sola batalla.2 tintas en el perímetro para atacar una serie La fuerza inicial de Castillo Armas era cier­ de puntos de choque a lo largo de layugular del tamente pequeña-unos 200 enfrentados a un país, la arteria ferroviaria que corre de oriente Goliat gubernamental de unos 5,000- pero sí a poniente: de Puerto Barrios, en la costa, a la estaba muy bien entrenaday traíabuenequipo capital.5 de sobra. Su arsenal incluía 22,000 cohetes, El avance militar estaba condenado a reali­ 45,000 rifles, 400 morteros y piezas de arti­ zarsecon tortuosalentituddebidoa los acciden­ llería pesada. Sus elementos entrenaron entre tes del terreno. Algunos comentaristas se sor­ uno y dos años en Honduras, El Salvador y en prenden por las pocas millas que realizaba otros países, con la ayuda de asesores militares Castillo Armas y por lo cerca de la frontera que estadounidenses, así que no se trataba de una estuvo. Sinembargo, él selimitó a unos cuantos chusma ni su comandante era un soldado cual­ caminos primitivos que serpenteaban el campo quiera. Castillo Armas se graduó en la Escuela montañoso, escarpado y fácil de defender por Politécnica; el West Point de Guatemala, y fue las fuerzas militares. Más aún, los blancos parte de las fuerzas de élite del ejército de militares más apreciados en Guatemala esta­ Estados Unidos y de su escuela de oficiales en ban a unas 30 millas de la frontera; el primero Fort Leavenworth, antes de volver a casa para de ellos y por mucho el más importante era dirigir la Escuela y encabezar la Cuarta Zona Zacapa, pues controlaba dos grandes líneas Militar. Al igual que Árbenz, él había dirigido férreas, larutadeorientea ponienteyareferida un previo intento de golpe de estado.3 y laúnica ruta de acceso del país a El Salvador. En cuestión de días, el número de sus tro­ Allí, también, estaba la mayor base militar pas se elevó dramáticamente entre los 1,000 y fuera de la ciudad de Guatemalay la llave para 5,000, segúnlaversiónque seleay segúnsiella ingresar a la ciudad misma, pues controlaba incluye a todos los antiarbenzistas o bien sólo a casi todo su comercio. La siguiente en impor- 106 -------------------------------------América-- tancia, y a unas 15 millas de distancia hacia el ble, los elementos del Ejército de Liberación sur de Zacapa a través de las montañas, era llegaron incluso a ocupar el estratégico paso de Chiquimula, capitalde una provinciade 25,000 lamontaña, LaVuelta del Tuño, que domina la habitantes que dominaba el entronque ferro­ llegada a Zacapa.7 viario con El Salvador. Blancos secundarios AnticipandolarendicióndelamismaZacapa, fueron Gualán y Puerto Barrios, por su ubica­ los antigobiernistas se levantaronen sangrien­ ciónenel sectororientaldel ferrocarrily porser ta lucha de puertaen puerta. Árbenz, tras asu­ su tramo final. Pero todo esto se redujo a quién mir personalmente la dirección del ejército, controlaba Chiquimula y Zacapa.6 envió otros 500 soldados de infantería de la CastilloArmas presionóincansablementeen capital para incrementar una fuerza entre los la toma de Chiquimula durante nueve días de 1,000y los 2,000 encargadade aplacarellevan­ sangre y acero. Las inmediaciones de Vado tamiento, en lo que la artillería aérea de Casti­ Hondo, en donde se reunieron las unidades del llo Armas rociaba docenas de bombas de 100 Movimiento de Liberación provenientes del sur libras y reducía a añicos el fuerte y las barracas y del oriente, estaban fuertemente fortificadas militares. Nos podemoshacerunaideadel daño por las tropas del gobiernojunto con los grupos resultante por el hecho de que a unos días de comunistas independientes. Para Castillo Ar­ la rendición de Árbenz, un equipo de la Cruz mas, la toma de Chiquimula era imperativa y Roja y una organización de ayuda particular sus soldadoslo dierontodo. Durante sietehoras enviaron más de 106,000 libras de provisiones de ataques y contrataques, las columnasinsur­ de emergencia. Másaún, hastacuandolasfuer­ gentesque sumabanentre 500y 1,500hombres zas de Castillo Armas golpeaban por aire a Za­ se unieron para enfrentar la artillería pesada, capa, él se preparabapara finiquitar el trabajo los morteros y los nidos de ametralladoras. An­ con un asalto montado por una fuerza de éli­ tes de derrotar la principal posición del gobier­ te compuesta por 1,000 elementos que avanza­ no, fue necesario tomardos de las colinas inme­ bansimultáneamenteentresgrupos.

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