Comarca Del Rio Mula a Lo Largo Deltiem'po

Comarca Del Rio Mula a Lo Largo Deltiem'po

LA EVOLUCION DE LAS FIESTAS EN LA COMARCA DEL RIO MULA A LO LARGO DELTIEM'PO primera es excusa para la segunda, JUAN GONZALEZ CASTAÑO siendo dificilísimo, en ocasiones, se­ parar una de la otra. En este trabajo sobre Antropología La fiesta hubo de salvar, a lo largo Cultural de la Región de Murcia, nos del tiempo, las trampas que, en forma hemos ceñido al territorio de la actual de prohibiciones o fuertes restriccio­ Comarca del Río Mula, compuesta nes, le impusieron desde el poder. por los municipios de Albudeite, Bu­ Era la ventaja que tenía la cultura eli­ llas, Campos del Río, Mula y Pliego y tista frente a la popular. Así ocurrió, varias aldeas , cuyos nombres irán por ejemplo , con la real orden de apareciendo a lo largo de estas pá­ 1777, por la que se prohibían en todo ginas; en total, algo más de 809 km2 el país los disciplinantes y empalados del territorio murciano, unido, desde de las procesiones de Semana Santa los siglos medievales por lazos eco­ y de la Cruz de Mayo; los bailes en nómicos y geográficos, pese a que, las iglesias, atrios y cementerios . O los diversos pueblos, bascularon en­ con la prohibición de pegar tiros al tre señores laicos, casos de Albu­ aire con arcabuces el día del patrón... deite, Campos del Río y Mula, y las Otras veces ese poder , esa «cul­ encomiendas de las Ordenes Milita­ tura culta», intenta domest icar algu­ res, el resto. nas costumbres festivas que le son Las fiestas , en su esencia más claramente hostiles , caso del toque pura, se articulaban como descargas del tambor y de los «nazarenos de la emocionales periódicas, que servían broma » durante el franqu ismo, ya para suavizar las tensiones acumu­ que, como veremos , se le pone a ladas por períodos de intenso trabajo cada tambor un sello, por el que su o de dureza estacional. Se sucedían prop ietario puede tocar lo «con per­ a lo largo del año, de modo que per­ miso de la autoridad». mitían la adaptación de los hombres Otras muchas veces, la sabiduría a unos períodos de acumulación-ex• popular disfraza la fiesta profana de plosión que encajaban unos en otros. religiosa, y la dota de una capa sa­ Las fiestas solían tener como ex­ cra, para que no encuentre oposición cusa y centro a un santo determi­ entre las altas esferas eclesiásticas, nado, aunque, en algunas celebra­ caso del «Encuentro» y del «Judas» ciones, puedan rastrearse matices de Albudeite. paganoides o una insuficiente cristia­ Como consecuencia de todo lo di­ nización. cho, pero, sobre todo, por el proceso Estas celebraciones son herede­ uniformador de la cultura occidental ras directas de sentimientos y actitu­ al que estamos abocados; por el des a caballo entre el Renacimiento y triunfo de nuevos modos de vida, que el Barroco , pero que se fueron enri­ dejan obsoletos algunos festejos; por queciendo a lo largo del tiempo. Son, la falta de interés de los hacedores de también, una enrevesada amalgama los mismos, del pueblo en suma, las donde todos se relacionan con todos fiestas tradicionales de nuestra Re­ y donde la transmisión de mensajes, gión están desapareciendo o adulte­ importantes o no, crean un «am­ rándose a marchas forzadas. biente festivo». Son loables los intentos que desde Toda fiesta tiene dos vertientes: la los órganos autonómicos y desde los sacra y la profana. Muchas veces, la municipios se están haciendo para 56 COMARCA DEL RIO MULA P.- Pliego B.- Bullas C.- Campos A.- Albudeite •- Murcia • - La Puebla revitalizar, unas veces, y revivir otras, nas de extracción humilde, que eran manifestaciones ancestrales. lo que obsequiados con los dulces del demuestra un mayor interés, una tiempo: mantecados, escaldados, sensibilización evidente, entre los di­ tortas de Pascua...• y, rara vez. con rigentes murcianos . aunque la pre­ algunas monedas; a cambio, canta­ gunta lógica surge inmediatamente, ban villancicos populares. ayudados ¿habremos llegado demasiado por guitarras. bandurrias, almireces. tarde...? etcétera. Seguidamente, vamos a analizar, También con estos instrumentos de forma breve, el ciclo festivo de una eran acompañadoslos cuadros de las comarca que hemos estud iado en Animas, que salían por Mula y por los profundidad desde hace más de una campos desde el día 25 al 28 de di­ década: la del Río Mula. entre fines ciembre. a hombros de los hermanos del siglo xv y la actualidad, que puede de la cofradía, para recoger limosnas servir de prototipo investigador para en especie, que se subastaban la introducirse en la atractiva tarea de tarde del último día a la puerta de la recoger los restos del naufragio de la iglesia, quedando el dinero conse­ cultura tradicional en nuestra área guido para la hermandad. Hoy, sólo geográf ica e intentar preservarlos. se les da dinero, aunque de un modo Para ello, hemos dividido un año ideal muy curioso . Una persona cual­ en los dos grandes ciclos propugna­ quiera, una vez que va a unos me­ dos por Julio Caro Baroja: el de In­ tros de ella el cuadro, dice, por ejem­ viemo (Otoño-Sábado de Gloria) y el plo.«veinte duros porque vuelva el de Verano (Domingo de Resurrec­ cuadro» y, al punto, es vuelto en su ción-Otoño) (1). dirección, pagando la cantidad ofre­ cida a un hermano. Asimismo, unidas a las Cofradías LA NAVIDAD de las Animas del Purgatorio, desde el siglo XVIII (momento álgido de la Hasta los cambios efectuados en devoción a los difuntos que se hallan fecha reciente, consistentes en en ese infiemo pasajero) o tal vez an­ adoptar, de forma lenta, pero cada tes, aparecen las figuras de los «Ino­ vez más evidente, las costumbres centes», elementos graciosos que, europeas del árbol de navidad y de con distintos nombres , se dan en celebrar San Nicolás, los días navi­ muchos lugares de España, pero. so­ deños se conmemoraban con la ins­ bre todo, en las zonas de Albacete, talación del popular belén. que se Granada, Jaén y Murcia. cuya misión convertía en el centro de la vida del es la de recaudar, de modo desenfa­ hogar, ante cuyas puertas solían pe­ dado, dinero para esas asociaciones. dir el «aguinaldo» grupos de perso- El último que aún permanece de 57 Representación de los Reyes Magos en El Niño de Mula, 1989. modo casi milagroso en nuestra co­ tro o cinco personas , vestidas de marca es el de la Copa de Bullas, mas forma cómico-estrafalaria, sobre los antes los había en bastantes pueblos temas más dispares, sin tabúes , en­ de nuestra Comun idad Autónoma. tre los que sobresalían las alusiones Así, los Inocentes de Albudeite se sexuales . ante la hilaridad del público manchaban la cara con tizne de sar­ asistente. tenes, llevaban una especie de mono El día 31 de diciembre por la tarde ceñido de color rojo fuerte y un bote o el primero de enero por la mañana, en la espalda. sujeto por una cuerda se hacían en los pueblos los «ada­ de esparto, en el que echaban el di­ gios», llamados «echar las penas» en nero recaudado. Puestos en las dos Albudeite. Para ello, se colocaban en puertas de la iglesia, pedían limosna. una olla los nombres de los mozos y golpeando con un cordel a los que se mozas en edad de ser novios y en negaban a darla. Su ant igüedad se otra los de los animales y objetos más remonta al año 177 2. como mí• disparatados. Un 'muchacho se cui­ nimo (2). daba de sacar, simultáneamente, un También era corriente hacer dos ti­ papel de cada recipiente y empare­ pos de espectáculos de importante jarlos ante el jolgorio de los presen ­ repercusión social. Nos referimos a tes. las pastoradas y a los «juegos». Las Durante la festividad de la Epifanía primeras desaparecieron de Mula en tenían lugar en los lugares comarca­ el último tercio del pasado siglo y eran nos las represent aciones de «Los muy similares a las existentes en Reyes», una de las doce part es. la Castilla. Consistían en reunirse un quinta . en que se dividía el libro . en grupo de pastores en las iglesias y est ilo popular. escrito por Gaspar durante la concurrida misa de maiti­ Femández Avila en 1784. La edición nes saltar y bailar desaforadamente. murciana de 1877 era la que servía de Luego, simulaban que com ían unos guión en la puesta en escena. gazpachos. acompañados por tra­ Los personajes que intervenían gos de vino. eran: Los juegos eran típicos de esta época del año , muy dada a reunio­ La Virgen con su Niño nes en locales cerrados, aunque no Los tres Reyes Magos El Rey Herodes se daban en exclusiva en nuestra tie­ Un centurión rra, pues, incluso. se rastrea su pre­ Jusepe. pastor sencia en Francia, concretamente en Rebeca , pastora las cercanías de Lille (3). Consistían Acompaña miento en repentizar un entremés entre cua- Música 58 A ellos, el pueblo añadió otros, referimos al «Rey Pájaro» o «Conde», como el demonio que tienta a Hero­ del que se rastrea su presencia en des para que mate al Niño; o la Es­ numerosas localidades de España trella que guia a las Magos, y que era durante la Edad Media y parte de la una niña vestida de comunión con Moderna. una varita rematada en una estrella. La primera noticia de este depre­ Afortunadamente, tras un largo pa­ dador de corrales y de ganados mes­ réntesis, se ha vuelto a hacer la re­ teños se remonta , en Mula, al año presentación en varias aldeas, como 1487 , en que el juez entregador de la de El Niño de Mula o la de la Copa mestas, Alonso de Castro, sentencia de Bullas.

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