Jugando en casa Historias de cancha, hazañas de tribuna Jugando en casa Previa Historias de cancha, hazañas de tribuna Es un proyecto de la Alcaldía de Medellín en coedición con Universo Centro, con el apoyo de l fútbol es para la mayoría de sus aficionados mucho más que un deporte. Supera Un deporte de aficionados, de equipos de barrio y de textileras, de ídolos que al- Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra Eel desempeño de los equipos y jugadores o los resultados de partidos y campeo- ternaban la cancha con su puesto en las fábricas. Un proceso de profesionalización que Esta publicación se realiza en el marco del proyecto Cultura del Fútbol, que hace parte del natos. Su influencia sobre lo que sucede en nuestras vidas es tan grande que no dejó en el camino a los equipos pequeños, aunque entusiastas, y abrió paso a los que programa Buenas Prácticas para el goce de mis Derechos y Deberes, del reto Cultura Medellín, resulta exagerado considerarlo un elemento cultural. Ir al estadio a ver un clásico eran capaces de balancear las precarias finanzas con las hinchadas en expansión. La inscrito en la dimensión transversal Creemos en la Confianza Ciudadana del plan de desarrollo 2016-2019 Medellín cuenta con vos. de domingo, reunirse en familia para ver un partido en la sala de la casa o con los institucionalización del fútbol como competencia deportiva se acompañó de pasiones amigos en una tienda del barrio, organizar espontáneamente un partido en la cuadra más claras y colores más definidos, del nacimiento de las barras como expresión de los Comité Editorial con los vecinos son hábitos definitivos de muchos medellinenses. aficionados en las tribunas y el completo glosario de “aguante” y “trapos”. Alcaldía de Medellín Jugando en casa es testimonio de la importancia que tiene el fútbol en la his- El ascenso también de la violencia como expresión asociada al fútbol. La con- Universo Centro toria de Medellín, de anécdotas y personajes que al ser sus protagonistas se han figuración de reglas silenciosas que han cambiado las dinámicas de los estadios e Con el apoyo de Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra Impresión: Legis S.A. inscrito en lo que hace parte de nuestra memoria colectiva. Reconocer ese papel nos invadido de prejuicios —en ocasiones trágicamente sustentados—sobre lo que pasa Administración municipal Impreso en Bogotá ayuda a ver el fútbol actual a la luz de su pasado y nos permite señalar sus retos. antes, durante y después de los partidos. Alcalde de Medellín: Federico Gutiérrez Zuluaga Printed in Bogotá, Colombia Este libro está dirigido principalmente a aquellos que, siendo los mayores afi- Jugando en casa es un libro sobre ese recorrido. El camino del fútbol como Secretaria de Cultura Ciudadana: Amalia Londoño Duque ISBN: 978-958-8888-87-3 cionados del deporte, pueden no ser los más conocedores de su historia. Lo cierto es acompañante de la ciudad y su profunda huella en nuestra cultura. Un esfuerzo por Secretaria de Comunicaciones: Isolda María Vélez Holguin Primera edición, enero de 2017 que lo que actualmente reconocemos como el fenómeno del fútbol es un desarrollo sumar a esa memoria colectiva, con la esperanza de que nos dé algunas pistas sobre Medellín, Colombia – Enero de 2017 Subsecretario de Ciudadanía Cultural: Santiago Silva Jaramillo más bien reciente que puede rastrearse desde principios del siglo XX. los desafíos actuales de un deporte que es mucho más que eso. Universo Centro Queda prohibida la reproducción total o fragmentaria de su contenido, sin autorización Dirección General: Juan Fernando Ospina escrita de la Secretaría General del Municipio de Medellín. Asimismo, se encuentra prohibida www.universocentro.com la utilización de características de la publicación que puedan crear confusión. El Municipio de Medellín dispone de marcas registradas, algunas citadas en la presente publicación con la debida autorización y protección legal. El contenido de los artículos es responsabilidad de Producción sus autores e instituciones y no comprometen a la Administración Municipal. Edición: Pascual Gaviria Diseño y diagramación: Grétel Álvarez Asistencia de dirección: Sandra Barrientos © Alcaldía de Medellín, 2017 Asistencia de investigación: Esteban Palacio © Universo Centro, 2017 Corrección de estilo: Crealetras.com © Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra, 2017 Fotografía de portada: Juan Fernando Ospina © Derechos reservados de los autores para textos e imágenes, 2017 Fotografías: Juan Fernando Ospina y Sergio González Distribución gratuita Espectadores, aficionados y fanáticos 6 Mi albo querido 80 Un rojo en medio de verdes 128 Por Pascual Gaviria Por Andrea Ávila Por Mauricio López Rueda la bola 1910-1947 16 El Indio 82 Hijo de tigre... 130 Por Juan Manuel Uribe Por David E. Guzmán Por Juan Guillermo Romero Somos profesionales 1948-1975 26 Fútbol en pantalla negra 86 De Millos me enamoré 134 Por Juan Manuel Uribe Por Rafael González Por Daniel Alexander Moreno Cómo fueron los goles 36 El Abuelo 92 El goloso de la 74 136 Nave y hormiguero 38 Por Joaquín Botero Por David E. Guzmán Por Juan Carlos Orrego No esperé 96 El suplicio de los árbitros 142 Tenemos equipo 1976-2000 44 Por Sara Stefanía Hernández Por Roosevelt Castro Por Juan Manuel Uribe Fútbol y tango 98 Debuta el hincha 148 De la curiosidad al aguante 50 Por Juan Guillermo Romero Por Jaime Barrientos Alineación Por Roosevelt Castro Un eslabón más 104 Soy sureño 156 El primer hincha 61 Por Joaquín Botero Por Juan Guillermo Romero Por Arturo Lezcano La muerte de un hincha 108 Resistencia pura 166 Corea 62 Por Alfonso Buitrago Por David E. Guzmán Por Gonzalo Medina Ataúdes de colores 116 Ellas también ponen huevo 176 Una línea y dos colores 68 Por Alfonso Buitrago Por Carolina Calle Por Juan Zuleta Amuleto rojo 120 Sin hinchada pero con hinchas 182 Chalín 70 Por Juan Felipe Almonacid Por Santiago Hernández Por Pablo Arbeláez La radio sigue siendo el rey 122 Como lobos 188 Hincha nuevo, recuerdos viejos 76 Por Silvio Bolaño Por Daniel Rivera Por Mauricio López Jorge Isaacs. A pesar del empate sin goles dice el cronista que “los aplausos y los Espectadores, vítores se prodigaron nutridos y entusiastas para ambas partes”. Ese testimonio nos demuestra que el fútbol se apreciaba como una especie de gimnasia en la que los aficionados y veintidós participantes merecían aplausos. Quienes veían el juego todavía merecían el nombre de espectadores. fanáticos Con los años aparecerían los aficionados. El balón llegó a los barrios y ya no solo jugaban los ilustres. Se hablaba de estadios y no de mangas, y las alineaciones Por Pascual Gaviria cambiaron los apellidos por los apodos. Un libro de Jesús María Burgos sobre depor- te y arte taurino en Medellín recoge la formación de un equipo del barrio Majabe: Chi- menea en el arco, Tres Morros y Cuerudo en la defensa y arriba los temibles Tachuela y Ñoli. Eran los años veinte y los vítores también comenzaban a cambiar, pasábamos Ese rugido de la “gimnasia” a un espectáculo populoso que podía confundirse con las corridas de toros o las carreras de caballos. Ya se apostaba y se elegían colores e ídolos de que llega del estadio en la noche barrio. Valían los insultos y las indecencias que se condenaban a diario desde el púlpito. El fútbol comenzaba a ser un rito con reglas propias. Y crecían los feligreses. El alma colectiva se desfoga. En julio de 1944 se dio el primer bochinche en un juego. Ya existía federación y hacía unos años se había jugado el primer campeonato nacional. El estadio Los José Manuel Arango Libertadores había cumplido quince años con sus citas dominicales para el fútbol y la hípica. La crónica de la “tragedia” dice que había tres mil personas en las gradas y un ambiente listo para la primera chispa. Medellín no quiso enfrentar a Huracán y uestro fútbol es apenas un anciano venerable. Han pasado cien años desde que el a falta de partido llegó el fuego a las tribunas de madera y el plomo de los policías. Nclub Bartolino, con jóvenes bogotanos entrenados por jesuitas, vino a Medellín a El juego se saldó con cinco muertos y quince heridos. Fue el bautizo de sangre pa- jugar contra el Sporting. Fue un 0-0 al que según el cronista de la época asistieron “el ra las tribunas en Medellín. No se trataba de rivalidades entre hinchas, solo de un señor gobernador y sus secretarios, el jefe y oficiales del regimiento, los rectores de domingo con algo de alcohol, algo de frustración y mucho de torpeza de los dueños colegios y gran concurso de señoras y caballeros e inmenso pueblo”. Los ilustres no de la taquilla. Habría podido pasar lo mismo si no pagan el premio de las carreras estaban solo en la tribuna, en la cancha formaron el hijo del Miguel Abadía Méndez, de caballos o se pierden las balotas de un bingo multitudinario. Los aficionados ya ministro de Gobierno; un sobrino del presidente José Vicente Concha y un nieto de entendían del juego pero faltaban muchos años para el “loco por vos”. Público en el Bosque de la Independencia, 1914. 6 7 Ir al estadio se convirtió entonces en un rito fami- sin duda nuevas maneras de llegar al Atanasio y vivir liar. Al comienzo era más importante conocer la “obra los partidos. Comenzaba a declinar el “Y dale, y dale, y monumental” y entrar caminando por el amplio “Campo dale verde dale” y aparecía el “Veeerde, veeerde, veeer- de Marte” desde la calle Colombia hasta las puertas de”. Las mujeres ya no eran una extrañeza en las tribu- del “coloso”. Los padres tenían el deber de llevar a sus nas y cada vez más jóvenes encontraban la posibilidad hijos (era sobre todo un culto masculino) a esa especie de ir solos al estadio, y podían gritar e insultar sin la de iniciación.
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