Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. Este documento no tiene costo alguno, por lo que queda prohibida su reproducción total o parcial. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. "¿ES QUE NO SABES QUE ERES UN HOMBRE?"1 Star system y masculinidades en cinco actores del cine mexicano Daniel González Marín Era 1917 y un joven preparatoriano, recién llegado a la ciudad de México, recuerda cómo sus ausencias a la escuela se multiplicaban en la misma medida que pasaba las tardes, acompañado por un amigo, en el cine Vicente Guerrero: "un jacalón de asientos incómodos, todo invadido por el olor capitoso de sus mingitorios, punteado el ríspido silencio en que transcurrían sus exhibiciones por las notas del piano a que una señorita entrada en años y muy honestamente vestida [...] Yo me hundía en la delicia a la vez excitante y sedativa de aquella oscuridad en que la luminosa pantalla iba presentando, desfilando, detallando, agrandando, a aquellos hermosos personajes de la película." (Novo 2008: 125-126) No obstante la frontera con los Estados Unidos, el cine de aquel país estaba lejos, en aquel momento, de ser hegemónico en México. El autor de Las Locas, el sexo, los burdeles aclara que en "la pugna, por entonces iniciada, entre las películas norteamericanas de episodios y de cow-boys, y los 'filmes de arte' europeos, éstos parecían haber triunfado. Las familias comentaban, discutían, aguardaban estrenos tan sensacionales como la serie de Los siete pecados, que fueron otras tantas cintas borrosas de Francesca Bertini [...]. Pina Menichelli dictaba desde sus close-ups el fatal parpadeo, la boca jadeante de pasión, que las muchachas de la época imitaban en sus actitudes." (139) Novo y las jóvenes vecinas que vivían en el piso de arriba del edificio donde habitaba, se reunían para recrear en el espacio doméstico los lances dramáticos de las divas italianas, de tal suerte que los muebles se convertían en escenografía y las cortinas en cuerdas insospechadas que les permitían colgarse "para impartir énfasis dramático a las 1 Extiendo la mayor de mis gratitudes a las valiosas observaciones y precisiones que la Dra. Julia Tuñón y el Dr. Aurelio de los Reyes hicieron a este trabajo. 1 Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. Este documento no tiene costo alguno, por lo que queda prohibida su reproducción total o parcial. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. encarnaciones de Lydia Borelli en el momento de agonizar de tuberculosis". (140) El star system no fue (no ha sido) un modelo único y homogéneo. Si bien Hollywood terminó por dominar e implantar una forma de promover los filmes a través de la figura de los actores, de ningún modo fue el primero ni tampoco opacó las especificidades que el sistema adquirió en una gran diversidad de países, entre ellos México. La cinematografía italiana creció significativamente entre 1905 y 1920 gracias a fuertes sumas de inversión financiera y bancaria. Roma y Turín se convirtieron en los centros principales de la producción fílmica. Dominaron los géneros cómico, el péplum (realizaciones que evocaban el pasado imperial de Roma) y el melodrama, que propicio la aparición de las divas, actrices herederas de viejas tradiciones teatrales del país. La diva (es decir, la diosa) era una variante de la primma donna. De acuerdo a Gian Piero Brunetta, el fenómeno del divismo aconteció entre 1913 y 1920. Las actrices ostentaban sensualidad a través de un mundo material de joyas, vestidos y peinados acompasados por una gestualidad y corporalidad hiperbólicas. En opinión del historiador italiano, este modelo no fue "producto de una voluntad o de un proyecto industrial, ni tampoco un fenómeno inducido de forma mecánica por otras manifestaciones sociales y culturales." (1998: 12-13) Y prefiere privilegiar la dimensión simbólica. Actrices representativas como Lydia Borelli o Francesca Bertini "abrieron nuevos horizontes del deseo". Sin embargo, hay todavía un precedente anterior, que si bien no tuvo los efectos y dimensiones del divismo italiano, que sería el referente directo para el cine de David Griffith en los Estados Unidos, sí ejerció un influjo en la configuración de la diva: los films daneses interpretados por Asta Nielsen que arribaron a las salas italianas desde 1910. (Véase Elena 1998: 189-218) 2 Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. Este documento no tiene costo alguno, por lo que queda prohibida su reproducción total o parcial. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. El star-system en sus distintas modalidades tuvo normalmente como aliado al público. Eran los espectadores quienes reclamaban la presencia de una figura que paulatinamente transitó de la interpretación de un papel a la encarnación de un personaje fuera y dentro de la pantalla. México no fue la excepción. Aurelio de los Reyes documenta el gusto que las mujeres manifestaban por el actor Max Linder. "Algunos caballeros, para halagarlas, empezaron a usar bigotes y vestirse como el actor francés, nuevo arquetipo de la moda masculina. El público simpatizaba además con Susana Grandais y otros actores cuya fotografía publicó El Mundo Ilustrado. Surgía y se desarrollaba el culto a las 'estrellas'." (1996: 117) Era 1912. El historiador mexicano señala que los hombres tomaron la delantera en portar la vestimenta de los actores que aparecían en pantalla, pero las mujeres no tardaron en adoptar poses y accesorios de algunas actrices italianas. "Con sólo una película, Lydia Borelli se impuso como maniquí. La rápida aceptación de la italiana se debía a que ya era una vieja conocida del público, pues había estado en la capital mexicana en enero de 1910, año del Centenario de la Independencia. lo novedoso era que el vestuario propuesto en sus films era utilizable en reuniones sociales". (ibíd. 136) Posteriormente, con el desarrollo de la industria nacional, actrices como Mimí Derba o Emma Padilla encontrarían una fuente de inspiración en el divismo italiano, con magnético arraigo entre el público. Aunque las revistas que comenzaron a hablar sobre el halo misterioso de las actrices y los actores no comenzaron en Hollywood, esta industria sí dio al star system un carácter nacionalista. Sin embargo, tampoco surgió de manera unilateral y definitiva. Douglas Gomery aclara que "se desarrolló como un eslabón de un complejo sistema de principios industriales y no es extraño que se inspirara en las industrias que le habían precedido en el campo del entretenimiento de masas: el teatro y las variedades". (1998: 83) 3 Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. Este documento no tiene costo alguno, por lo que queda prohibida su reproducción total o parcial. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. Eileen Bowser (1990: 87-92) estudia las transformaciones que la gestualidad actoral se transformó de acuerdo a la técnica y al desarrollo de lentes y cámaras. La materialidad de un rostro, un cuerpo y el detalle de las expresiones emocionales no es independiente de la materialidad fílmica. "En la primera década del siglo, el teatro, la ópera y el vaudeville operaban, en gran medida, sobre la base del star system, en donde el magnetismo personal de un actor particular a menudo compensaba otras consideraciones como el talento artístico o el valor del drama o la música. " (ibíd. 106) La conversión del star system como práctica industrial en EUA fue paulatina. En principio, los actores cobraban por día y no figuraban entre los créditos del filme. Sin embargo, en la medida que el público contribuía con su gusto a seguir los filmes donde aparecían ciertos actores ("el insaciable apetito del público", lo llama Benjamin B. Hampton 1970: 93), la economía cinematográfica se transformó. Richard Koszarski (1990: 116) contrasta los salarios recibidos por Lilian Gish en 1923 con el de Mary Pickford en 1926. Mientras la primera devengaba cinco mil dólares en el período entre la filmación de dos películas, la segunda un millón. En Estados Unidos, la consolidación del star system coincidió con el auge de los llamados nickelodeon, salas que modificaron sustancialmente las condiciones de exhibición. De acuerdo a Koszarski, entre la estela de actrices y actores que dominaban las marquesinas en Estados Unidos (Charles Chaplin, Mary Pickford, Douglas Fairbanks, Gloria Swanson, Pola Negri, Tom Mix y muchos otros), tal vez ninguno consiguió la trascendencia de Rudolph Valentino. "Es necesario considerar cómo la imagen de Valentino cambió la forma en que Estados Unidos percibe a sus héroes, dentro y fuera de la pantalla. Es la dimensión fuera de la pantalla la que mantiene a Valentino como una 4 Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. Este documento no tiene costo alguno, por lo que queda prohibida su reproducción total o parcial. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. leyenda viva, aun cuando sus filmes son despreciadas y ridiculizadas." (ibíb. 299)2
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