UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS TESIS DOCTORAL Estudio florístico y fitosociológico de la cuenca del río Guadiana : (provincia de Ciudad Real) MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Manuel Peinado Lorca DIRECTOR: Fernando Esteve Chueca Madrid, 2015 © Manuel Peinado Lorca, 1980 BIBLIOTECA UCM pel 5306073034 gmX' MANUEL GREGORIO PEINADO LORCA ESTUDIO FLORISTICO Y FITOSOCIOLOGICO DE LA CUENCA DEL RIO GUADIANA (PROVINCIA DE CIUDAD REAL) Director: Dr. Fernando Esteve Chueca Catedrâtico de Botânica Universidad de Alcala de Henares. f?. 23.2)2 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID Facultad de Biologia. Departamento de Botânica Ano 1980 II AGRADECIMIENTOS Deseo expresar mi agradecimiento a todas aquellas personas que de aiguna manera han contribuido a la realizaciôn de este trabajo. AI Dr. Esteve Chueca, excelente botânico y mejor persona, sin cuyo estlmulo no hubiera sido posible esta tesis; al Dr. Bellot Rodriguez, po- nente de la misma. A mis buenos colegas y amigos José Luis Garcia Manjén, Gabriel Moreno y Carlos Lad6, alentadores en to- do momento y compaheros en algunas excur- siones. En general, a todos aquellos que me ayudaron o me acompaharon en mis re- corridos botânicos, mi mas sincere agra­ decimiento . Ill A Maritina IV INDICE DE MATERIAS I.- PARTE PRIMERA INTRODUCCION Antecedentes botânicos........ » I CAPITULO PRIMERO Situaciân, extensiân, limites y aspectos geogrâficos del territorio estudiado.................. ........... 12 CAPITULO SECUNDO Corologla. Pisos de vegetaciôn........ ............ 19 CAPITULO TERCERO Geologla de la cuenca................... .............. 23 CAPITULO CUARTO Edafologla..............................................33 CAPITULO QUINTO Climatologla............................................ 43 CAPITULO SEXTO El régimen de la cuenca................................ 58 II.- PARTE SEGUNDA Catâlogo de Flora vascular............................. 73 III.- PARTE TERCERA Estudio fitosociolâgico....... 362 IV.- PARTE CUARTA Conclusiones........................................... V.- PARTE QUINTA Bibliografla .................... 480 Indice de géneros.......... 501 Indice sintaxonémico............. 515 PARTE PRIMERA INTRODUCCION. ANTECEDENTES BOTANICOS ^ El rio Guadiana, nacido en las Tablas de Daimiel, no en las lagu­ nas de Ruidera como hasta fecha reciente se creia, lleva sus aguas a través de unos 800 kilomètres de los que una cuarta parte son de la provincia de Ciudad Real, pasando por Badajoz antes de entrar en Por­ tugal para, previo paso a tierras espanolas, vertir sus aguas en el Atlântico, entre Ayamonte y Villa Real, con una desembocadura de 600 metros de anchura, tras haber drenado una cuenca de 67.800 Kilomètres cuadrados.(Figura 1). Los dates fluviales que creemos de mayor interés aparecen en el capitule correspondiente, junte a los relatives a Geologla, Edafolo­ gla, Climatologla y Corologla, dates estes que permiten una vision global de las comarcas estudiadas. : Nos hemos ocupado en esta tesis del estudio de la Flora de las comarcas de Ciudad Real regadas o tributarias del Guadiana y sus aflu- entes mas significatives: Bullaque, Azuer, Jabalôn, Cigüela, Zâncara y otros de mener entidad; aparentemente esto es una labor enorme para cualquier estudio botânico, ya que el rlo atraviesa, como una gran ar- teria, toda la porciôn occidental de la provincia. Pero, sobre el te­ rrene, la extension de la vegetaciôn autôctona es mener de lo que ca- brla esperar como se infiere del gran desarrollo de la agricultura que en forma de vinas, olives, cereales o leguminosas, cubre grandes ex- tensiones avenadas por el rlo, con la consiguiente desforestaciôn y empleo de fâciles y fertiles regadlos. FIG .1 h-LU LU O < 00 Esto, unido al gran auge de la ganaderla y a la homogeneidad de los terrenes, hace que la labor botânica quede reducida a determinados enclaves: en efecto, la mayor parte de las zonas que soportan una ve­ getaciôn représentâtiva son sierras âcidas de complicada orografia, lo que las hace impropias para el laboreo, y cuyo matorral ha sido, en cierto mode, favorecido por el hombre que se bénéficia de la caza mayor que el jaral, madrohal o piornal cobijan. Por el contrario, las comarcas calizas de la provincia estân sometidas al cultivo en mâs de un 90%, restando el encinar primitive en forma de pequehos encla­ ves adehesados o pequehas formaciones entre cultives que dan idea de lo que antaho fue su vegetaciôn; en estas extensiones calizas solo las comunidades de Phragmitetea. por desarollarse en zonas pantanosas no cultivables, perduran en todo su apogeo. El sustrato âcido y la relativa homogeneidad del clima hacen que la vegetaciôn tenga en su mayorla una monôtona apariencia: el jaral domina el paisaje en todas las serranlas de la provincia, mientras que en determinadas posiciones favorables el encinar muestra pequehas espesuras de sombra permanente que, por su impracticable posiciôn, han quedado como testigos aislados del bosque mediterrâneo que cons- tituyô la climax de esta provincia. La gran amplitud del âmbito a estudiar nos decidiô, en una pri­ mera aproximaciôn, al muestreo y elecciôn sobre el mapa de las loca- lidades que por su topografla, orografia, clima y otras razones his- tôricas y bibliogrâficas pudieran ser buenas représentantes potencia- les de toda la vegetaciôn de la cuenca. Por tanto, en el laboratorio y sobre las hojas cartogrâficas 1:50.000, se seleccionaron una serie de puntos que habrian de ser visitados sobre el terreno y que, en la mayoria de los casos, mostraron al recorrerlos ser representatives de la Flora a investigar, mientras que otrtfs aparecieron demasiado modi- ficados por el hombre y por tanto no fueron considerados. De los estudios mapa-terreno, se obtuvieron las localidades que juzgamos mâs idôneas y sobre ellas hemos realizado el estudio botâni­ co que se ofrece. Naturalmente somos conscientes de las limitaciones que un anâlisis de semejante amplitud représenta; sabemos que este no puede ser un estudio exhaustivo de la cuenca del Guadiana, pero si creemos que représenta una aportaciôn interesante al conocimiento de la flora del centre de la Peninsula y en esta linea, este trabajo es un primer paso a sucesivas campahas que esperamos prosigan con dife- rentes estudios botânicos que culminen con un buen conocimiento vege­ tal de esta provincia no demasiado visitada hasta la fecha por estu- diosos de la flora, o al menos, los posibles visitantes no han dejado excesivo testimonio escrito de sus recorridos. En este sentido, la primera referencia escrita que tenemos de la vegetaciôn de Ciudad Real nos viene dada por Clusio, en cuya obra "Rariorum aliquot stirpium per Hispania observatorum Historia", pu- blicada el aho 1756 en Amberes, cita el Cistus ladaniferus para la Sierra Morena castellana. Clusio, o mâs exactamente De L ’Ecluse, na- turalista flamenco, realizô diverses viajes cientlficos por Extrema- dura, Andalucia y las dos Castillas durante los ahos 1560 a 1565; a diferencia de los botânicos anteriores a él, que solo miran las plan­ tas desde el aspecto de su utilidad medicinal o comercial, Clusio es el primero en observar la naturaleza, las formaciones vegetales de las zonas objeto de su viaje, estableciendo de esta manera los cimien- tos de la Flora hispana, ya que con su obra citada y con la publica- cion en 1601 de su "Appendix ad Historia Plantarum" recoge todo lo publicado concerniente a la vegetaciôn espahola. Botânicos posterio- res entre los que cabe citar a Lobelio, Dalechamp, Esteve, Escolano, etc., basan sus obras en descripciones y citas recogidas por Clusio. Quizâs el mâs significative de elles sea Cienfuegos, botânico que en 1625 se propuso recopilar, en castellano, las plantas hispano-lu- sitanas; su obra no esta compléta, pero se conservan en la Biblioteca Nacional siete tomes manuscrites con numerosas citas de localidades y descripciones, en su mayoria de Clusio. Las investigaciones de Clusio durante el siglo XVI, dieron a co- nocer diferentes plantas de Espaha y Portugal que excitaron la curio- sidad de botânicos extranjeros; asi, visitan la Peninsula Ibérica du­ rante el siglo XVII botânicos tan eminentes como Barrelier (1646),Goi- ffon o Tournefort, quien acompahado por Jaime Salvador realiza varios viajes naturalistes desde 1681 a 1688. Barrelier y Tournefort fueron los mâs significados botânicos que en el siglo XVII estudiaron las plantas de la Peninsula, compendiando entre sus estudios y otros de sus contemporâneos un total de 2.200 vegetales de nuestra flora. Pero en lo que atahe a la zona objeto de este estudio, las refe- rencias a la misma no aparecen hasta el siglo XVIII gracias a la re- copilacion hecha por Fernandez Navarrete en su obra "Ensayo de la Historia Natural y Medica de Espaha. Mms.1742", conservada en la Aca­ demia de la Historia, tosco estudio botânico compuesto de una lista de plantas designadas con sus nombres castellanos, unos verdaderamen- te vulgares y otros improvisados por el autor con excesiva arbitrante dad, lo que resta un gran valor a la obra que, no obstante,tiene cier­ to interés en cuanto a las citas de localidades y a las variedades cultivadas en Espaha. Asi mismo, Fernândez Navarrete confecciono un herbario conservado en la Academia de la Historia, de 1.200 plantas pegadas en casi 300 folios, con los nombres vulgares o inventados, pero con ninguna aportaciôn exacta de localidades, siendo en su mayo­ ria de Andalucia y Castilla. Aunque Loefling realizô sus mejores y mâs importantes estudios en la provincia de Madrid y sus alrededores, efectuô también
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