J i-L DEL ARCHIVO JOSE ENRIQUE RODO AL DE; Se lia cumplido estos días el primer ani­ José Enrique Etcheverry, Myriam Otero, Sil-' te del poeta, en 1910, según!» cartas de Javier de Viana. Es-, versario de la creación del Instituto Nacional vio Frugone y Margarita Carámbula de Ba­ consta en la tapa y r1 lomo; te conjunto permite seguir la -3 de Investigaciones y Archivos Literarios, or­ rreño—, no le corresponde al cronista califi­ y ‘que ofrece, además, impreso trayectoria de una vinculación? ganismo' dependiente del Ministerio de Ins­ car la labor realizada durante este primer año. sobre un fondo violeta desva­ que comienza siendo estricta. d trucción Pública, cuyo cometido principal es Es licito, sin embargo, señalar y valorar los necido, el retrato de Julio He­ mente comercial y acaba en la el de documentar todo el proceso de evolución aportes documentales que constituyeron las rrera y Reissig que Pedro Bla- mayor intimidad. El epistolario, de las letras uruguayas. El Instituto inició numerosas donaciones efectuadas en el curso nes Víale grabara: el caballe­ también, facilita el mejor co- sus trabajos con el estudio y organización del de 194S- ' ro de la mano en el pecho. uoclmieuto de la verdadera psi- ' Archivo José Enrique Rodó — propiedad de la Asimismo, es bastante rara cología del brillante cuentista. Biblioteca Nacional—, y del Archivo Julio He­ FUNDACION DE ALGUNOS ARCHIVOS su edición de Los Cálices Va­ Javier de Viaña era sumamen­ rrera y Reissig. entregado a la Comisión de Sabemos (ha escrito Eliot en 1923) que el cíos por Delmira Agustini te desordenado en sus gastos, Investigaciones Literarias (inmediato antece­ descubrimiento de las cuentas de la lavande­ (1913). Se conserva todavía la y la miseria lo acompañó fiel-; dente del Instituto) por Da. Julieta de *l a Fueu.‘ ra oe Shakespeare no nos sería muy útil; pe­ copia manuscrita del libro, pre­ mente en los últimos años de te, viuda de Herrera y Reissig. ro debemos siempre reservar el juicio final parada para la imprefta, y su vida. Sin perder la nítida ca- ' En tanto se realizaba la delicada tarea de acerca de la futilidad de la investigación que obra, probablemente, del padre ligrafía, sus cartas trazan un estudiar ambos archivos, el Instituto desaíro- las ha descubierto, en la posibilidad de que de la autora. Dicha copia tiene cuadro impresionante de su si­ lió una doble labor. Por una parte, la creación aparezca algún genio que sepa cómo utilizar­ correcciones autógrafas donde tuación económica. En una de de una biblioteca especializada, en la que no las. O sea: alguien, que descubra que esas puede apreciarse la letra fea ellas llega _ a escribir: - Yo es­ faltaran ni las primeras ediciones de nuestros cuentas aportan un nuevo dato sobre la si­ y rebelde de Delmira superpo­ toy, mi querido Bertanl, “a bout principales escritores ni las publicaciones pe­ tuación económica del dramaturgo isabelino, niéndose a la caligrafía regu­ forces”. Si esa mano amiga que riódicas que hubieran dejado huella en la his­ o sobre sus convicciones higiénicas, o vaya- lar del copista. Este documen- solicito no se me tiende, liqui- toria de nuestras letras (Actualmente la bi­ uno-a-saber sobre qué. Ya que es difícil de­ blioteca del Instituto cuenta con más de mil terminar a priori la invalidez o nulidad de volúmenes). Por otra parte, la vinculación di­ cualquier documento, por ínfimo que aparez­ recta con los descendientes, herederos y ami­ ca a una mirada superficial. La importancia gos de los escritores nacionales desaparecido* del mismo se mostrará a los ojos expertos del que permitiera, simultáneamente, acrecer el investigador, y muchas veces —casi diría siem­ material documental ya existente y recoger pre— el mérito no consiste en encontrar una testimonios inapreciables sobre la intimidad pieza reveladora (el azar o la oportunidad po­ de dichos escritores. Frutos de esta última la­ drían ser los responsables) sino en revelar la bor son las valiosas donaciones que han per­ importancia de una pieza ya conocida y des­ mitido al Instituto echar las bases de otros atendida. Por eso. al enumerarse los docu­ archivos literarios, estando en . condiciones asi mentos que distintas donaciones han aporta­ de cumplir cabalmente su cometido. do al Instituto, el lector no debe concluir su Por integrar el Instituto —bajo la dirección importancia o superfluidad por la simple men­ Interina de Carlos Alberto Passos. y junto a ción- y debe atenerse a un mejor conocimiento. Roberto F. Gíusti, autor dejé entrega futura de todos los ma-é-el calificativo de Poema joco- primero y más documentado es­ feriales de su esposo que obran serio. Se trata de una pieza su­ tudio sobre Florencio Sánchez en su poder, anticipando dicho mamente curiosa, caligrafiada (1920), ha entregado un con­ gesto con la donación de veinte con el esmero y pulcritud ca­ siderable conjunto de» docu­ álbumes relacionados con la racterísticos en D. Francisco mentos relacionados con la muerte de Florencio. Acuña de Figueroa. obra del famoso dramatui^^o. Con la entrega de las cartas Asimismo cumple registrar Dos piezas merecen particular que Alfredo L. Palacios reci­ las siguientes donaciones: car­ atención: el origin-ial de un biera ' de Rodó se inicia una tas de Ernesto Herrera por An­ cuento Las veladas de la coci­ gestión tendiente a la recupe­ gel M. Crrotto; Archivo de na, firmado con el seudónimo ración de toda la correspon­ Julio Raúl Mendilaharzu por de Ovidio Paredes y pertene­ dencia enviada por el Maestro la Sra. María Blanco Acevedo ciente al período de sus cola­ a escritores y personalidades de de Meudilaharzu; Archivo de boraciones en La Razón, hacia todo el mundo. (En el Archivo -Esthrr de Cáceres; cartas de 1895 (la clara y enorme letra Rodó se conservan los borra­ Juan Zorrilla de San Martín, de Sánchez permite apreciar to­ dores de las cartas, minuciosa­ Juana de . Ibarbourou y libros talmente la obrita, construida mente preservados por el mis­ de Rafael Barrett, por la- Sra. casi exclusivamente de ágil diá­ mo escritor.) Eu tal sentido, se Amelia Ramírez de García La­ FOTOGRAFIA INEDITA DE HORACIO OUIROGA. El escritor logo, en el que se da una inter­ ha establecido comunicación gos ; carta de Daniel Muñoz, aparece con sn amigo, el Dr. Alberto J. Brignole, en el Jardín • pretación muy criolla de la co­ con Alfonso Reyes en México, por la Sra. Manuela Nrbel de Zoológico de Buenos Aires, el año 1907. nocida anécdota de Diógenes.. con la viuda de Juan Francisco Herrera: un manifiesto políti­ a quien llama el Filoso, con Piquet en España, Baldomero co de José Enrique Rodó (año to permite, además, señalar al-í do con media onza de plomo Alejandro Magno); y la ui.- Sanín Cano en Colómbia. Juan 1913). por José E. Etcheverry: ganas importantes variantes. en el cerebro. Será - cobarde, ción extraordinaria del diario Ramón Jiménez en Washing­ materiales de Julio Raúl Men- Asi, por ejemplo, el poema A pero ya no tengo valor para La Epoca de Rosario de Santa ton. Max Henríquez Ureña en dilaharzu y Eduardo Dualde- Eros termina en el manuscrito luchar por más tiempo contra Fe (2G[VI|1902) donde se re­ Cuba, etc-, etc. por la Sra_ Clara Cancela- de con este verso: la adversidad. (Montevideo, produce La Gente Honesta, sai­ Otra valiosa fonnación es la Fernández. ¡para tu gloria y para gloria 5|Vn|.19l4). nete de costumbres rosarinas dei Archivo de Juan Antonio Deliberadamente se ha pos­ [mía!, No es necesario encarecer cuya representación prohibiera Zubillaga, en el que se inclu­ tergado la mención de un con­ mientras que en la edición Ber­ más, creo, la importancia de es­ el Intendente Municipal porque yen cartas o documentos de: junto de donaciones de valor rán! dice, mejor: tos documentos. allí Sánchez satirizaba trans­ Rodó, Zorrilla de San Martín, excepcional. Una - se refiere a la —con alma fúlgida y carne parentemente a conocidos veci­ Groussac, Agustín de Vedia. integración del Archivo Hora­ [sombrlí... EL ARCHIVO nos de la localidad. Hoy no se Angel de Estrada, Alcidrs Ar- cio Quiroga y merece capítu­ Pero también importan las HORACIO QUIROGA percibe la -gravedad de la sáti­ guedas. Gonzalo Zaldumbide. lo aparte. La otra es la dona­ ediciones que Bertani no lle­ ra; ello no impide que Ja hoja Rufino ‘Blanco Fombona y Al­ ción. por Elisa L. de Bertani y gó a publicar. Por ejemplo, la Las distintas donaciones de •pprródíca constituya una pieza fonso Reyes. Perla Bertani, de documentos del libro de poemas de María manuscritos y documentos per- , bibliográfica ‘de incalculable va­ También han sido donados qne pertenecieron al editor Or- Eugenia Vaz Ferreira. Con tal tenecientes a Horacio Quiroga lor. (Eu el libro dr Gíusti, págs. por el Sr. Juan E. Pível Devoto, sini M. Bertani. Esta donación motivo María Eugenia escri­ han permitido al Instituto la , 42-43. sr cuenta rl episodio al los originales de una versión consiste en cartas y originales bió dos cartas: dos cartas im­ formación de un verdadero Ar- ‘» detalle.) Por su partr. Da. Ca­ autógrafa de La Malambruna. de: Javier de Viana, Julio He­ ponentes por su texto, por la le­ chivo, que si en cantidad eg talina Raventós. viuda de Sán­ da. versión que ostenta el tí­ rrera y Reissig, César Miran­ tra rebelde y despareja, por la inferior a los ya constituidos en í- chez. ha comunicado al Insti. tulo de Conspiración de las vie­ da, María Eugenia Vaz Ferrei­ patética incoherencia que reve­ torno a Rodó o a Herrera, y su decisión formal dr la jas y triunfo de las jóvenes, y ra, Delmira Agustini, Roberto lan su sintaxis y su ortografía; Reissig, en ‘calidad no cede pro­ de las Carreras.
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