El Botánico, nuestro jardín Un siglo de vida (1914-2014) Junta Municipal de la Ciudad de Asunción 2014 JUNTA MUNICIPAL DE LA CIUDAD DE ASUNCIÓN Concejales del período 2010/ 2015 Omar Alexander Pico Insfrán, Presidente 2013/4 Myrian Edith Ferreira Castro, Vice presidenta 2013/4 María Evangelista Troche de Gallegos Mario Martín Arévalo Fernández Augusto Isidro Wagner Lezcano Amado Gill Pessagno Hugo Enrique Ramírez Ibarra Daniel Fernando Centurión González Félix Manuel Ayala Ruíz Díaz Josefina Kostianovsky Víctor Otilio Sánchez Yamil Esgaib Mansia Gustavo Ernesto Lird González Silvia Fabiana Benegas de Sánchez Juan José Arnold García Víctor Ramón Ortiz Romero Rosana Lucia Rolón Vicioso Carlos Alberto Galarza Jara Javier Pintos Rafael Ignacio Villarejo Velilla Ángel María Recalde Pablo Daniel Faccioli Cáceres Elvio Segovia Chaparro Graciela de Jesús Bernal El Botánico, nuestro jardín Un siglo de vida (1914-2014) Junta Municipal de la Ciudad de Asunción 2014 Coordinación: Concejal Carlos Galarza Jara Investigación y compilación documental: Graciela Ocáriz Penoni Asistencia técnica: Cecilia Calo Acosta Consejera Ad Hoc: Martha Laterza Rivarola Edición: Milda Rivarola Diseño Gráfico y Diagramación: David Poissonneau Foto de Tapa: Rosaleda del Jardín Botánico, ca. 1920. Colecc. Javier Yubi © Junta Municipal de Asunción Tirada: 1.000 ejemplares ISBN: 978-99953-0-696-0 Hecho el depósito que marca la ley N° 1328/98 Asunción, Paraguay, Noviembre de 2014 Índice Prólogo Introducción I.- Su historia Los pobladores originales Tierra de Supremos Su vocación agronómica Nacimiento del Botánico Los padres fundadores: Fiebrig y Rojas Los años dorados • Parque • Jardín Botánico • Jardín Zoológico • Museo de Historia Natural • Laboratorio y Biblioteca, Departamento Agronómico Recuperando la integridad Un parque escuela Los reconocimientos Tiempos de decadencia Las tribulaciones del Jardín Los cercenamientos territoriales II.- Las condiciones medioambientales del Jardín La topografía y el suelo El clima La flora • Vegetación de la selva • Flora del Campo • Vegetación del bañado • Flora del pantano y lagunas • Vegetación acuática flotante- litoral El vivero de plantas medicinales El acervo del Zoológico • Instrumentos de manejo actual III.- El Plan Maestro, su vigencia Una herramienta conceptual y metodológica para recuperar el JBZA La filosofía del Plan Sus objetivos generales y de administración Organización espacial, zonas Plan maestro del Zoológico de Asunción • Planes, organigramas, procesos Restauración y puesta en valor de los edificios históricos Del Portal y los remanentes de Jardines Históricos Salvataje del Herbario Integración del territorio del JBZA La Reserva Ecológica Las persistentes amenazas a la integridad del JBZA La protección jurídica del JBZA Valor económico del JBZA Poscriptum Anexos I. Herbario del Jardín Botánico del Paraguay (Teodoro Rojas) II. Inventario de animales del Zoológico (Raquel Rodríguez) III. Lista de la Flora del Botánico (Oscar Cuevas) IV. Lista de Plantas medicinales del Vivero Bibliografía Prólogo Presentar un libro que resume los cien años de la historia del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción proporciona una enorme emoción y es un privilegio, como ambientalista y político miembro de la Junta Municipal. ¿Quién no ha disfrutado, como asunceno, de la belleza natural y cultural de este espacio público cuyo lema, que marcó toda su existencia, es que la verdad está en la naturaleza “In Natura Veritas”?. Este libro narra el origen y los primeros pasos de la institución en la prestación de diversos servicios ambientales y cultu- rales a la ciudad de Asunción y a su área metropolitana. Su contenido abarca además las distintas áreas de uso y de bienes naturales que el Jardín posee. Y enfoca especialmente el plan de sostenibilidad de sus bienes naturales, con el resumen el Plan Maestro del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción, cuya implementación permitió desarrollar acciones claras para conservar este patrimonio nacional. Incorpora un anexo con el valioso listado del herbario realizado por Teorodo Rojas, uno de los fundadores del Jardín, de las especies de animales del zoológico y de la flora y vivero de plantas medicinales. La redacción del texto que presentamos enfrentó varios desafíos. La información procesada estaba disponible, pero en forma dispersa y parcial, inconclusa o de difícil acceso. Más que crear nuevos datos, el trabajo consistió en armar un com- pendio organizado, de modo a que los lectores dispongan de datos ordenados y fiables. El objetivo es que este “inventario” inicial, con informaciones identitarias y jurídicas de ese bien patrimonial que es el JBZA, posibilite la revisión y actualización de sus instrumentos de gestión: del Plan Maestro, del Plan de Manejo del Zoo, del Cen- tro de Conservación y Educación Ambiental (CCEAM), de los Certificados Licenciatarios, entre otras iniciativas. Con esta obra buscamos jerarquizar la identidad el nuestro Jardín, valorarlo y caracterizarlo como Bien Patrimonial, y no sólo como un mero “parque”, espacio público recreativo, o conjunto arquitectónico de edificios. Como titular de Comisión de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Junta Municipal de Asunción, deseo agradecer a todos los servidores públicos y organizaciones que a través de estos años contribuyeron a fortalecer la labor socio-ambiental de este Bien. Este libro es un tributo a todas y a todos los que lucharon por la conservación del medio ambiente y por la rica historia de nuestra querida ciudad de Asunción. Ojalá sirva para que las siguientes generaciones persistan en el camino andado y disfruten de un Paraguay sustentable, ecológica, económica y socialmente. Concejal Carlos Galarza Jara Presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Medio Ambiente 7 8 Introducción Como otras capitales latinoamericanas, Asunción se está tornando una ciudad inhóspita para sus habitantes, con escasos lugares de paseo o descanso. Sus calles y avenidas priorizan el ruidoso tráfico vehicular sobre el de las tran- quilas caminatas, y el rutinario circuito casa-trabajo-casa apenas deja tiempo para disfrutar de la ciudad. Aunque en el siglo pasado se trazaron amplias avenidas arboladas –la Colombia, hoy Mcal. López o la Rodríguez de Francia, las de Artigas y Boggiani- ya nadie utiliza hoy su generosa sombra ni admira su paisaje. De este modo, agobiadas por el peso de una ciudad sin grandes bulevares ni amplios jardines públicos, las personas anhelan “encontrar espacios verdes, jardines en los que pa- sear, aislarse de los problemas cotidianos, pensar, meditar y amar. Quizá el paradójico desierto que representa la ciudad nos lleva a buscar con más ansias ese espacio de paz y des- canso que representa un jardín” (Costa Talens en Corbera et alii, 2005). Esa nostalgia de los espacios verdes no es exclusiva de nues- tras urbes actuales, marcadas por el asfalto y el cemento armado; es casi tan antigua como la humanidad. Desde el oasis en el desierto buscado por las tribus beduinas, los fas- tuosos jardines mesopotámicos, los “paraísos” o jardines va- llados griegos, o las amplias alamedas romanas, los pueblos recrearon y protegieron espacios donde podía disfrutarse de la naturaleza en el tiempo de su vida urbana. Los grandes jardines eran privilegio de palacios y mansiones medioevales, hasta que en el siglo XV cerca de los monaste- rios y burgos se sembraron “plantas simples” o medicinales. Jardín palaciego. Fuente: Elliot, 2003 9 Con el nacimiento de los tiempos modernos, el de los viajes do de modo más o menos explícito, con especies vegetales europeos de exploración y colonización, se introdujeron en sembradas y cuidadas por las personas, un jardín botánico estos jardines bajos o arbustivos muchas especies y “árboles alberga “una colección de plantas vivas diseñada principal- exóticos” traídos de lejanos continentes desde el siglo XVIII. mente para ilustrar las relaciones entre grupos de plantas” (Nueva Enciclopedia Británica); “contiene colecciones de Los siglos siguientes vieron procesos paralelos: por una par- plantas ordenadas y conservadas científicamente, por lo ge- te los colonizadores establecieron amplios jardines en ciuda- neral documentadas y etiquetadas, y (…) permanece abierto des asiáticas, bajo el modelo europeo (los más paradigmáti- cos quizá sean los parques botánicos ingleses en la India), y al público para usos recreativos, educativos y de investiga- por otra, los antiguos espacios verdes europeos agregaron ción” (Unión Internacional para la Conservación de la Na- a su función estética y de ocio, la de investigación cientí- turaleza, IUCN). Suele agregarse a estos jardines una cuarta fica. La genética nacía como ciencia con los experimentos función, de carácter estético: el paisajismo (Heyd: 2010). del monje agustino Gregor Mendel, en la segunda mitad del De acuerdo a ICOMOS-IFLA (1982) "El jardín histórico es XIX. Muchos de estos jardines botánicos quedaron “situa- una composición de arquitectura cuyo material es esencial- dos dentro de las ciudades, y de pronto se han redescubier- mente vegetal y, por lo tanto, vivo, perecedero y renovable. to y reconvertido en ese oasis de ensoñación en el centro Su aspecto es, pues, el resultado de un perpetuo equilibrio de los nuevos desiertos” (Costa Talens, en Corbera et alii: 2005). entre el movimiento cíclico de las estaciones, del desarrollo y el deterioro de la naturaleza, y de la voluntad artística y de Si en términos restrictos, un jardín es un espacio delimita- artificio que tiende a perpetuar su estado”. Planchas botánicas del siglo XIX.
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