Robert J. Sharer Sucesos terehales en las tierras bajas del sureste: perspectiva desde Qdriguá Las tierras bajas sudorientales de los mayas, dminadas por los centros de Copán y guiriguá durante el prfcdo clásico, constitulan una importante zona de intercambio econdoiico y polftico entre los mayas y los pueblos de la periferia noroccidental de Centroamérica. La evidencia recuperada recien- temente en Quiriguá y que incluye una nueva estela (Pánunento 26, con fecha de serie inicial 9.2.18.0.0) indica que este centro, situado en el valle inferior del Motagua, fue fundado durante el clásico temprano como una colonia de las tierras bajas centrales, más probablehente ~ika1.l Me wece que 10 mimo puede decirse de GopHn. M motivo primordial para la fundaci6n de colonias mayas clásicas en las tierras bajas del sureste podrPa muy bien haber sido asegurarse importantes recursos locales como el cacao, as1 como controlar la ruta de jade del Motagua y las conexiones comerciales hacia y desde Centroamérica. Mis colegas y yo hemos informado en otros lugares acerca de los resul- tados de nuestras investigaciones que muestran que guiriguá alcanzd económico y polf tico independiente durante el perlodo clásico tardlo. YdE este estudio me referiré al tema de los sucesos terminales en Quiriguá y a la tesis general de la transición clásica-postclásica en el sureste maya. Este trabajo representa únicamente una formulación tentativa de ideas concernien- De nacionalidad estadounidense, Robert Sharer sacó su doctorado en antropologla en la üniversity of Pennsylvania. Actualmente es profesor en la misma institución, asl. como curador adjunto del Uliversity &seun. Los fon- dos para las investigaciones sobre las cuales se infonaan a f fueron pro r- cionados por el üniversit Museun (Miversity of Pennsylvan 95: ), National Ei- ence Foundation, Natiod Geographic Cociety, Ford Foundation, la Asociación Tikal, el Ministerio de Defensa de Guatemala y benefactores privados. Una versión en inglés del presente traba o se presentó en la 78a. reunión de la American Anthropological Association, dincinnati, 1979. R. J. Sharer, "Classic Maya Elite Oc~~ypationin the b*er Motagua Valle Guatemala: A Preliminary Formulation docm nto presentado al ~thnoYh>istor Workshop, ?niver sit of F'ennsylvan>ia 1979; Wi Ashmre, E. M. Schortman 2. J. Sharer, nie Quirigua Project: 19j9 Season , en Quirigua Reports, I$ (Philadelphia: üniversity Museun, en prensa). W. Ashmore, "Research at Quiri ua, Guatemala: The Site-periphery Prograar'. y C. Jones, 'Research at pir&ua: The Site-eore Ro raa , inbr- mes re sentados en la 42a. reunión el Cociety for American Arc Ra eology, &w Orleáns 1977. W. Ashmore y R. J. Sharer, -"Excavations at Quiri ua, ~iiateninia:- - - - - -- - - &e Ascent of an Elite Mava Center". Archaeolon~.31 (61: 18-19: R. J. Sharer, "&c&eolog and Hfstory át *(~iiriguá,Guatemala", journal of Pield Archaeology 5 (lag): 51-70, y lassic Maya Elite Occupation". Sucesos terminales en el sureste de Guatemala -.- FZpm l. Sitio arqueológico de Quiriguá, 1977. tes a este perlodo de tL%a~iciÓn ya que, aunque se ha completado el acopio de datos arqueológicos en Quiriguá, la evaluación y análisis de estos todavla se encuentran incompletos. Para los objetivos de este estudio me ajustaré a las divisiones cronológicas generalmente aceptadas del área maya y definir@el clásico terminal como el perlodo de transición clásica-postclásica, que corresponde aproximademente a 800-900 d.C. Como es común en muchos sitios de las tierras bajas mayas del perla& clásico, las evidencias arqueológicas de ocupación terminal en Quiriguá son escasas. La destrucción o perturbación posterior de tales restos arqueol& gicos en Quiriguá, obedece a la combinacibn de dos factores: la acción de las caudalosas aguas del mtagua que parece haber reolovido los testimonios de ocupación que pudieran haber permanecido asociados a las plataformas estructurales domésticas; y el trabajo arqueológico previo qrte con similar eficacia eliminó la mayor parte de los desechos terminales de las platafónnas y edificios elevados más conspicuos, cano en el complejo residencial de la élite en el núcleo del sitio, la acrópolis. Aun asl, en nuestras investigaciones en Quiriguá encontrirmos vestigios de actividad terminal. Sin embargo, la colocación cronológica de esta evidencia es, a menudo, menos que convincente. Algunos rananentes que se encuentran en el núcleo del sitio pueden vincularse a construcciones que datan a su vez del clásico terminal, por asociación con las Últimas inscripciones calendár~cas.~ Otros indicios, especialmente aquellos que se encuentran en las periferias del sitio, &lo pueden asignarse al clásico terminal o a perlodos posteriores por sus vínculos con los tradicionales marcadores de los horizontes memPosna- ricanos, tales cano la cerámica plomiza, los artefactos de mecal y las puntas de proyectiles. En el núcleo del sitio. la última fecha calendárica que se conoce corresponde a los primeros años del clásico terminal (9.19.0.0.0, o 810 d.C.) y se encuentra en el friso de la estructura l~-l.~Este edificio, juntamente con el "palacio" de la estructura 1B-5 -ligeramente posterior y mucho mayor- están asociados con el reino del Último gobernante identificado de Quiriguá, "Cielo de Jade".5 Este individuo parece haber sido el Último miembro de la clásica dinastla maya cielo, la cual probablemente descendla de, o estaba Jones. "The Site-core Proaram". S. G.~Morley, Guide Book to tt~Ruins of Quirigua (Washington, D.C.: Carne ie Institution of Washington, 1935), p. 123. D. H. Kelley "Gl hic Evide~efor a Oynastic Seguenre at pirigud Guatemala",' krican dntiqt%ty 27 (1962): 323-35; Sharer, "Archaeo ogy an History" . Sucesos terminales en el sureste de Guatemala 359 aliada a la gran dinastfa Cielo de T~M.~Aunque se desconoce el destino de Cielo de Jade, parece dudoso que su heredero hay gobernado en Quiriguá. Poco después que Cielo de Jade parece haber subido al poder (alrededor de 800 d.c.), ocurren en Quiriguá una serie de cambios. En la nómina de arte- factos aparecen cambios conspicws. Algunos de estos llegan a Quiriguá por medio de nuevos contactos. Se excavó deí talud de una extensa plataforma del siglo IX d.C., construida entre dos estructuras del clásico tardfo del siglo VI11 (18-3 y 1B-4) .7 En una modesta plataforma residencial de calicanto (estructura 2C-3), situada cerca de un kilómetro al nordeste de la acrópolis, estaba enterrado un individuo con artefactos de cobre (pequefios discos que probablemente una vez decoraron una mortaja beraria) .8 Se ha sugerido que la metalurgia del cobre se estableció en Quiriguá durante la era del clásico tardfo o del postclásico temprano. Un descubrimiento anterior de campanas de cobre cerca de Quiriguá incluía un espécimen que habla estallado al ser va- ciado, lo cual indica que las campanas se hicieron local~nente.~ Un cambio més drámatico ocurre durante este perlodo en el inventario de la cerámica de Quiriguá. La cer'dca final local dominante, el grupo Tifin, disminuye drásticamente en su frecuencia. Aparecen dos nuevos tipos de ce- rámica fina. Uno, revestido de hematites rojo especular, es aparentemente de manufactura local, aunque su figura y formas decorativas son tlpicas del postclásico temprano. Un fragmento de vasija de este tipo que se encontró en la superficie de la estructura LB-8 (Grupo Sur), tenla como soportes efigies de anlmales hechas en moldes. El otro tipo nuevo de cer'dca fina es de cal- cita templada, con revestimiento anaranjado brillante, seguramente importado y cuya afinidad más estrecha es con los tipos del postclásico temprano de la costa oriental de la penlnda de ~ucatán." Las excavaciones en el núcleo del sitio proporcionan la ma~rlade los ejemplos de actividad clásica terminal que ilustran otros cambios durante este perlodo. En varios lugares se encontraron evidencias de construcciones incompletas, las cuales a menudo involucraban ambiciosas expansiones de edificios del clásico tardfo que fueron suspendidas a mitad de sus renovacio- Sharer "Classic Maya Elite Occupation"; véase también D. H. Kelle D. Deciphering the Vaya Script. (Austin:~ University of Texas. 1976)... 22? ' ' W. R. Coe J. Sharer "The uirigua Loject: i975 Season", en Quirigua Reports, 1 (~hiladelphja: Un 7versity Museino, 1979), pp. 13-32. " R. J. Sharer, C. Jones, W. Ashmore E. M. Sctiortman, "Tne Quirigua Projeqt: 1976 Season , en Quirigwl Reprts, l?, pp. 45-73. y S. K. Lothrop, Metals frm the Cenote of -5acrifice, Chfftien Itza, Yu- catan (Cambridge: Harvard Universitv, 1952)... .D. 25. '-O Del Grupo Afjustino de Barton Ramie; véase J. C. Gifford, Prehistoric Pottery Analysis an the Ceramics of Barton Rde in the Belize Vailey (Cam- bridge: Harvard University, 1976), pp. 291-94. 360 Robert J. Sha nes. Por ejemplo, la amplia escalinata frontal de la estructura LA-3 se había quitado, presuoiblenente para reemplazarla con una nueva escalinata, al mfm tiempo que la plataforma casi se doblaba en tamaiío. Mientras que el terre plen para esta expansión sf se ~010~6en su sitio, ni la nueva escalinata ni la fachada de la expansión se hablan iniciado.ll También en los flancos & la acrópolis se dejaron incompletas ampliaciones similares. En otros casas, varios edificios situados abra de la acrópolis parecen haber sido despoja- dos de sus fachadas de mmposterfa. La estructura LA-11, la única plata&= piramidal que se encuentra en pie en Quiriguá y que probablemerte era sepulcro del soberano daainante del clásico tardlo, Cauac Cielo, parece perdido su fachada de mampostería.12 Puede demostrarse, por lo menos en caso, que estos robos ocurrieron varios años después del cese de la conatnr- ción. La escalinata removida de la estructura LA-3 se desgastó durante m tiempo, depositando una capa de aluvión en su base en la plaza, antes de que la estela adyacente para el mnunento 4 fuera despojada de sus bloques de piedra arenisca (uno de estos bloques solamente fue desplazado varios metros y se encontró apoyado sobre esta capa de alwi~n.~3 Inmediatamente al oeste de la estructura LA-11, las excavaciones revela- ron el borde de una plataforma de una plaza empedrada que servla cam la margen oriental de una profunda depresión o cuenca llena de agua.