Catálogo de DOCUMENTOS sobre MARBELLA del ARCHIVO de la DIPUTACIÓN PROVINCIAL de MÁLAGA Luis Felipe Pajares Ladrero Galería de arcos del patio. Planta baja del hospital. Año 1981. José L. Casado. INTRODUCCIÓN dencias del Centro Cívico, se pusieron los dos pilares básicos para normalizar el funcionamien- l Catálogo de documentos de Marbella que to de un archivo importante de nuestra provin- E sigue a estas líneas de introducción tiene cia. Su traslado al centro cultural de calle Ollerías como base el Inventario de libros y legajos del Ar- y el actual retorno al Centro Cívico, están retra- chivo Histórico de la Diputación Provincial de Mála- sando su definitiva puesta en uso. ga1, trabajo que realicé entre el 1 de julio de 1994 y el 30 de junio de 1995, donde se referencia la Hemos dividido en cuatro partes este tra- interesante documentación que dicho archivo en- bajo. La primera de ellas la dedicamos a comen- cierra, hasta hoy prácticamente inédita y que tar el marco legal en el que surgen y se configu- constituye un fondo documental esencial para la ran las diputaciones provinciales, en la segunda, historia de Málaga y su provincia. El Archivo de a plantear la concepción archivística que inspiró la Diputación era el único archivo de Málaga ca- nuestro trabajo y los recursos de que utilizamos pital que no se había abierto a la investigación para realizarlo, en la tercera ofrecemos una rela- debido a la falta de organización en que se en- ción de las materias y series documentales que contraba. Con la realización del inventario y con forman el Catálogo de Marbella, y en la cuarta las obras de adecuación, realizadas en las depen- ofrecemos dicho Catálogo. CILNIANA 67 CATÁLOGO DE DOCUMENTOS SOBRE MARBELLA 1. EL MARCO LEGAL EN QUE SURGEN toda la legislación sobre el gobierno de las pro- LAS DIPUTACIONES PROVINCIALES vincias elaborado en Cádiz, y no será hasta 1820, con el restablecimiento del régimen liberal, cuan- El origen de la Diputación como institu- do se pongan de manifiesto la necesidad de ma- ción provincial hay que buscarlo en la Constitu- tizar las competencias y tratar de corregir los fa- ción de Cádiz de 18122. En el artículo 11 de di- llos en su funcionamiento de las diputaciones pro- cha Constitución se recoge la necesidad de esta- vinciales. En esta línea iba el Decreto de 3 de blecer una división del territorio español: febrero de 1823, considerada la primera ley pro- vincial y municipal del siglo XIX4. Se pretendía, “Se hará una división más conveniente del con este Decreto, poner fin al excesivo territorio español por una ley constitucio- intervencionismo de los jefes políticos en las di- nal, luego que las circunstancias políticas putaciones y delimitar de forma más precisa las de la Nación lo permitan”. funciones administrativas y económicas de dipu- taciones y Ayuntamientos. Pero apenas entrado Esta misma Constitución, dedica el capí- en vigor fue anulado por el Decreto de 1 de octu- tulo II del Título VI, artículos 324 al 337, al go- bre de 1823 que declaraba nulos todos los actos bierno de las provincias y en concreto a las dipu- del gobierno constitucional. taciones provinciales. Así en el artículo 325 se dice: El Real Decreto de 21 de septiembre de 1835 introdujo algunas modificaciones en las “En cada provincia habrá una Diputación diputaciones: la presidencia pasaba al goberna- llamada provincial, para promover su pros- dor y se establecía un número de diputados equi- peridad, presidida por el jefe superior”. valente al de partidos judiciales. La duración en el cargo de diputado se ampliaba a tres años de- En dicho capítulo II del Título VI, se esta- biendo renovarse la mitad cada año y medio. En blece la composición de las diputaciones, su ré- cuanto a las competencias se mantienen las enu- gimen de sesiones y el ámbito de sus competen- meradas y se añaden algunas más como los cias. El presidente es el jefe político, nombrado repartimientos de hombres que en la provincia por el rey, y además formaran la institución el debían aportarse a los reemplazos del ejército; intendente de la provincia y siete individuos ele- recibir las reclamaciones sobre contribuciones; gidos –aunque las Cortes podrían variar este nú- la elaboración del reglamento interior; examinar mero– cada dos años. Se fija el número de sesio- las cuentas municipales revisando sus presupues- nes en un máximo de noventa al año. Como fa- tos; suministrar al Gobierno los datos del censo cultades se establecen las siguientes: la gestión y estadística; mantener la Milicia nacional y algu- de las contribuciones correspondientes a la pro- nas más de control sobre los ayuntamientos. vincia; vigilar la constitución de los ayuntamien- Cuando llevaba un año en vigor fue suspendido tos; las obras públicas provinciales proponiendo por los sucesos de 1836 y vuelto a restaurar por los recursos para realizarlas; el fomento de la agri- la Ley de 15 de enero de 1837 con la matización cultura, la industria y el comercio; la instrucción de que en ningún caso estarían compuestas las pública; el cuidado de los establecimientos de diputaciones por menos de siete diputados. beneficencia y la denuncia de las infracciones a la Constitución en el territorio provincial. En la La Constitución de 1837 dedica el título Cortes de Cádiz se notó la influencia de la Asam- IV a las diputaciones y ayuntamientos. En el artí- blea Constituyente francesa, a través de Toreno culo 69 dice: y Argüelles, en su deseo de buscar un equilibrio entre el peso del gobierno en la provincia y el “En cada provincia habrá una Diputación carácter representativo de la Diputación. provincial, compuesta, del número de in- dividuos que determine la ley, nombrados La Diputación es esencialmente un cuer- por los mismos electores que los diputados po consultivo y lo seguirá siendo durante casi a Cortes”. todo el siglo XIX. El que verdaderamente detenta el poder político en la provincia es el jefe políti- Y en el articulo 71: co cuya figura aparece como «la superior autori- dad dentro de la provincia»3 que se asesora des- “La ley determinará la organización y fun- de la Diputación pero que tiene la capacidad de ciones de las Diputaciones provinciales y tomar las resoluciones. de los Ayuntamientos”. La derogación de la Constitución de 1812 Estos mandatos constitucionales se desa- por Fernando VII y el restablecimiento del abso- rrollaron por la Ley de 13 de septiembre de 1837, lutismo impidió la puesta en funcionamiento de que volvía a recuperar la figura del jefe político 68 CILNIANA CATÁLOGO DE DOCUMENTOS SOBRE MARBELLA como presidente, el intendente y un mínimo de micas, la puesta en funcionamiento de servicios siete diputados. de interés provincial, etc. En 1876 dejó de tener vigencia al ser abolida toda la legislación revolu- Posteriormente la Ley de 8 de enero de cionaria. 1845 elevaba a un mínimo de nueve los diputa- dos provinciales cuando el número de partidos La ley provincial de 1877 volvió a cambiar judiciales de la provincia no alcanzara al mínimo. la composición de las diputaciones: tres diputa- Los diputados serían renovables cada dos años y dos por partido judicial de manera que si no se eran cargos honoríficos, obligatorios y gratuitos. llegaba a veinte se aumentaría hasta alcanzarlos, pero si se pasaban de treinta se reducirían por La Ley de Bases de 1855 estableció el prin- partido judicial para no sobrepasar dicha cifra. cipio de proporcionalidad en la composición de En cuanto se refiere a competencias aparente- las diputaciones, a razón de un diputado por cada mente se mantenían las de la ley de 1870 pero veinticinco mil habitantes. Esta composición se considerablemente reducidas por la intervención volvió a modificar por la ley provincial de 1863 de la administración central. que establecía el nombramiento de diputados por partido judicial, matizando que de no alcanzarse En 1882 otra ley provincial, de corte con- un mínimo de siete el partido de mayor pobla- servador, establece que pueden ser elegibles ción elegiría dos y luego el siguiente hasta com- como diputados por los habitantes a los que la pletar ese número. Asimismo, si un partido tenía ley electoral les reconociese este derecho. Los mas de treinta mil habitantes tenía derecho a dos diputados se elegirían en número de cuatro por diputados. La duración del cargo se fijaba en cua- cada dos partidos judiciales colindantes. El car- tro años. Esta ley conservó las competencias que go era por un período de cuatro años y eran elec- ya tenían las diputaciones y les añadió algunas tores todos los españoles mayores de 25 años como las relativas a nombrar y separar personal con al menos dos años de residencia. Esta ley de la institución, el nombramiento de comisio- provincial de 1882, dentro del conservadurismo nes para visitar los establecimientos sostenidos de las que le precedieron, las de 1845, 1863 y con fondos de la Diputación, y de comisiones de 1877, declaraban su intervencionismo y descon- inspección de obras. fianza de la autonomía de las diputaciones de- clarando tajantemente que estas instituciones no La revolución de 1868 llenará de conteni- podían ejercer otras funciones que las señaladas dos las diputaciones provinciales. El artículo 99 por la ley5. de la Constitución de 1869 atribuye a las corpo- raciones provinciales el gobierno de los intere- Ya en el siglo XX nuevas modificaciones ses peculiares de la provincia, la publicidad de vendrían a sufrir las diputaciones perfilando su sus sesiones, la publicación de los presupuestos, composición y especificando las funciones que cuentas y acuerdos importantes, así como la in- le eran propias así como matizando las del pleno tervención del rey o de las Cortes para impedir y de la comisión provincial.
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