E L GHAGO BOREAI. PARAGUAY

E L GHAGO BOREAI. PARAGUAY

MANUEL DOMINGUEZ E l GHAGO BOREAI. EHÉ, ES Y SESA DEL PARAGUAY (Texto adoptad© per el Consejo Nacional de Educación) ASUNCIÓN Imprenta Nacional 1 9 8 7 MANUEL DOMINGUEZ El GUACO BOKEAI FUE, ES Y SERA MI PARAGUAY (Texto adoptado por ol Consejo Nacional de Educación) ASUNCIÓN Imprenta Nacional 1 9 2 7 DEDICATORIA Dedico este librito donde cristalizo los principales títulos del Paraguay so­ bre el Chaco Boreal, al Dr. Don Eligió Ayala, Presidente de la República, quien, con ilustrado talento, reorganizó la Comisión de Límites, secundado por aquel malogrado Dr. Manuel Peña, también amante de la gloria y amante de la P atria! MANUEL DOMINGUEZ (D Asunción. Julio de 1927. (1) El Dr. Ayala leyó los originales del librito y me escribió, rápido, a lo César: “Leí emocionado su interesante obrita. Concisa, ele­ gante, elocuente, cautivadora. Que se imprima, a paso redoblado”. El juicio del amigo Ayala me halaga, pero casi no le perdono que me haya ganado en rauda concisión, una de las condiciones de “la infalible seguridad del gusto ático”. 4 DOS PALABRAS El Consejo Nacional de Educación, con lauda­ ble propósito, me pidió un resumen claro' y breve de nuestros títulos sobre el Chaco Boreal, destina­ do a las escuelas, como me lo pidió antes el Gene­ ral Don AI anlio Sch;e,none para el ejército donde arden siempre la idea y el sentimiento de la Patria. Y resultó este epítome en que el pensamiento directriz es la rápida claridad que presupone, en asunto tan complejo, la obsesión de dos leyes físi­ cas, que también son leyes del estilo, el equilibrio y la mínima resistencia. Mínima resistencia para la comprensión y equilibrio consistente en que ningún capitulito pese más que otro. Total: La vida moderna es torbellino o relám­ pago y mi propósito es que en una hora cada para­ guayo quede enterado de la plenitud de los derechos de su Patria sobre el Chaco Boreal, dos veces más grande que Inglaterra y el País de Gales. La bibliografía que sigue a cada número ro­ mano servirá de guia al que quiera ahondar cada cuestión. La documentación oculta — en el silencio del gabinete — es formidable y. en lio- 5 ñor a la verdad, no creo que haya héroe loco capaz de concebir la esperanza vaga de negar una sola de las 25 afirmaciones enunciadas en los 25 capitu­ laos. Por ej.: que las 126 expediciones al Chaco se ¡fundan en unas 4.000 páginas del Archivo Nacio­ nal o que el Obispado del Paraguay, comprensivo del Chaco Boreal, se afianza en 159 documentos, éditos en parte mínima, inéditos casi todos. No necesito decir que los mapas del Paraguay, v. gr., el admirable de Don Federico De Gásperi (2.a edición), última palabra gráfica, han de ser auxiliares necesarios para el que quiera concretar los datos en el papel. Y la conclusión es limpia: EL PARAGUAY ES EL UNICO DUEÑO DEL CHACO BOREAL. Y noto que estoy por romper el equilibrio.. Mi voto es que la conclusión quede grabada, indele­ ble, en la conciencia nacional. EL AUTOR 6 I EL CHACO BOREAL Hay tres Chacos: el Austral que empieza al Sud del Río Bermejo, el Central que se extiende entre el Bermejo y el Pilcomayo, y el Boreal, situa­ do al Norte del Pilcomayo. ¿Límites del Chaco Boreal: Al Nordeste y al Norte, desde Bahía Negra,, el Río Negro, la serra­ nía que pasa por la altura de Chóchis hasta el Ce­ rro de Concepción; al Oeste el Río Parapití y la Cordillera de los Chiriguanás, últimos contrafuer­ tes andinos; al Sudoeste y al Sud el Río Pilcoma­ yo y al Este el Río Paraguay. Se llamaba en tiempo de la conquista TIERRA DE LOS GUAICURUES, CAMPO REDONDO (el que queda en frente de la Asunción), TIERRA DE LOS CRISTIANOS porque allí vivieron por muchos años algunos compañeros de Gaboto, TIE­ RRA DE LOS MBAYAES, la parte Norte. El nombre Chaco, vocablo quichua, es el que ha pros­ perado y es conmutación abreviada de guanaco. Extensión del Chaco Boreal: 297.908 kilóme­ tros cuadrados, equivalentes a más de 15.000 le­ guas paraguayas. Y siendo la región oriental de 7 io.ooo leguas cuadradas, resulta que el Chaco Bo­ real representa las 3|5 partes del territorio total. Puede caber allí más de la mitad de la Francia con­ tinental. 8 II EL CERRO ENCANTADO, IMAN DE LA CONQUISTA. Bibliografía: mis SIERRA DE LA PLATA, EL ALMA DE LA RAZA (Págs. 244 y sigts.) y PRIMERA CONFERENCIA SOBRE LIMITES (Folleto, Asunción, 1917). Los Guaraníes llamaban CARACARAES a los Peruanos, nombre de una tribu célebre de los in­ dios Charcas en .el Alto Perú y en ese nominativo está la clave de las primeras expediciones del Pa­ raguay. Todas, hasta 1548, se propusieron conquistar la TIERRA DE LOS CARACARAES, en realidad, el dominio del Inca o Rey Blanco. Allí estaba Po­ tosí o Potojchi, vocablo indígena que vale CERRO QUE BROTA PLATA, explotado por Huayna Capac. Allí también PORCO, otro cerro, “de donde se sacó la mayor parte de la plata que había en el templo del Sol, en Cuzco”. La fama de la civiliza­ 9 ción superior de los CARACARAES era tal en el Paraguay que hasta el río que viene de sus serra­ nías, el Pilcomayo, que significa Río Rojo en qui­ chua, se denominaba ARAGUAY, contracción de ARANDUGUAY, RIO DE LOS SABIOS, en gua­ raní. Y más que todo, los nombres de PORCO y POTOJCHI, el de los Andes, la Sierra de las Mi= ñas, el del Rey Blanco o Inca, Creso que nadaba en ríos de oro, volaron a los cuatro vientos en alas de las tribus errantes y van a herir la fantasía del conquistador, en el Brasil, en el Paraguay, en to­ das partes. Y así la TIERRA DE LOS CARACARAES llegó a ser el punto de mira de la conquista que iba a derramarse por el Oriente. Allí brillaba POTOJ- CHI, el Cerro Encantado, ofreciendo riquezas inauditas a la codicia humana. Ese cerro era el imán prestigioso, irresistible! 10 III ALEJO GARCIA Y EL CERRO ENCANTADO. DESCUBRIMIENTO DEL PARAGUAY. Bibliografía: la misma anterior. La fama de Potojchí, EL CERRO QUE BRO­ TA PLATA, llegó 4 oídos de unos náufragos de la expedición de Solís, perdidos en Santa Catalina y uno de ellos, Alejo García, con otros cuatro com­ pañeros, se propuso llegar hasta ese punto del Im­ perio de los Incas, por el año 1524. García cala Curitiva, cruza el Paraná, el Pa­ raguay Oriental, llega al sitio donde trece años después se fundaría la Asunción, sube al Norte con un ejército de Guaraníes y desde el puerto que más tarde se llamó SAN FERNANDO, arriba de Bahía Negra, hácia los 199 20’, se interna al Poniente, vence la vasta llanura y las serranías, parte meri­ dional de Chiquitos, entra por el espacio abierto entre los ríos Guapay y Pilcomayo, “entre Presto y Tarabuco”, se pone en Chárcas donde recoje grandes riquezas y vuelve al Paraguay. Aquí, por 11 el sitio en que está San Pedro, fué traidoramente asesinado por los indios. Alejo García era portugués, de Alentejo. Ha­ bía estudiado náutica y, al servicio de España, se embarcó con Solís, naufragó en Santa Catalina y de allí emprendió el viaje extraordinario. Fué el verdadero descubridor del Paraguay y primer ex­ plorador del Norte del Chaco. Dejó un hijo llamado también Alejo García, a quien conoció Ruy Díaz de Guzrnán. Su nombre figura en el Diccionario Enci­ clopédico Hispano-Americano con el relato d'e su expedición inaudita. 12 IV GABOTO Y EL CERRO ENCANTADO QUE PARECIA UN CUENTO DE LAS MIL Y UNA NOCHES. EXPLORACION DEL RIO PARAGUAY. Bibliografía: id. Alejo García antes de su muerte había comuni­ cado el éxito de su viaje, la noticia real, positiva, de la existencia del CERRO DE LA PLATA y enviado algunas arrobas del metal precioso a sus compa­ ñeros de Santa Catalina quienes la divulgaron has- :a Pernambuco. La impresión era muy viva y con­ tagiosa cuando Gaboto que se dirigía a las Molu- cas, llegó a la costa del Brasil. Gaboto oye la historia de Potojchí que pare­ cía un cuento de LAS MIL Y UNA NOCHES, le aseguran que llenaría sus naos de oro y plata, ol­ vida las Molucas y deriva su rumbo al Paraná Guazú (Rio de la Plata). Funda Sancti Spíritus en la boca de Caracara=aná (Río Tercero), remonta dos veces el Río Paraguay, la .1.a salo, hasta el Pilco- 13 mayo o Aguaray y la 2.a con Diego García; hace explorar el interior del Chaco Austral v él mismo iba a lanzarse por tierra a conquistar el Cerro Encan­ tado cuando sucede el incedio del fortín—tragedia de Sancti Spíritus (1526 a 1529). Gaboto y Diego García tornan a España con la noticia prodigiosa del Cerro que brota plata, la divulgan por todas partes y para impedir las usur­ paciones portuguesas y apoderarse de aquella ma­ ravilla nunca oída ni leída, se apresta la ruidosa expedición de don Pedro de Mendoza. 14 V EL ier. ADELANTADO, DON PEDRO DE MENDOZA, VIENE A DEFENDER EL RIO DE LA PLATA HASTA EL AMAZONAS Y JUAN DE AYOLAS MUERE EN DEMAN= DA DEL CERRO ENCANTADO. Bibliografía: Mi 2.a CONFERENCIA SOBRE LIMITES (folleto, edic. id.), EL CHACO BO­ REAL (Págs. 5, 12 y 55) y LA SIERRA DE LA PLATA. Carlos V supo que Portugal preparaba “una armada al mando de un Acuña” con “elementos de movilidad para ir hasta las codiciadas minas del Alto Perú” y entonces para cruzar esa expedición precipitó la partida de Mendoza, el ier Adelantado del Río de la Plata (Agosto de 1535) con la orden de defender “la demarcación correspondiente a la Corona de Castilla”, todo el Río de la Plata y toda la zona Oeste del meridiano 45’ 30’, arriba de la Cananea, hasta el Río de las Amazonas.

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