\ Secretaria de Education Publica Jose Luis Melgarejo To mo II -p ni \h I. BIBLIOTECA INSTH'jrOD! AMKOrOlOCI,' UMVIKSIDAD VfKAl HUMNA XALA PA . VCR Sep/Documentos 1. Las peregrinaciones ALVA 1XTL1LXOCHITL, en su Primera relation, se doh'a de no ser mas exph'cito cn "las cosas que se les luilla pint lira e historia, que todo es cifras en comparacion de las historias que mand6 queniar el primer arzobispo que fue de Mexico". Leyendo este rejonazo, Chavero contesto violento: "El Sr. Garcia Icazbalceta ha defendido con raz6n al Obispo Zumarraga de este cargo." La raz6n se puede aplicar a todo. Este acto, y cualquiera similar, jamiis tendnS justificaci6n. El bueno de don Alfredo menciond las quemas de teocallis con todo y codices; la de los tiaxcaltecas en Tezcoco por los di'as de la conquista espaiiola, y traslado culpas a Itzcoatl, con apoyo en Sahagun. Ciertamente le contaron al franciscano de "las pin'turas que so quemaron en tiempo del seilor de Mexico que so deci'a Itzcoatl, en cuyo tiempo los sefiores y los principales que habia entonces acordaron y mandaron que se quemasen todas, porquo no viniesen a manos del vulgo y viniesen en menosprccio"; Chavero hablaba por el porfiriato. Durante la Revoluci6n Mexicanit, era explicable que mu- ch os alzados, con expedientes penules, inccndiaran los arcliivos, o que despues, algun funcionario inculto, los vendiera indistiiitamonte a las fabricas de carton. Sea cualquiera el curso del apasionante debate; los tenocheas para iniciar su imperio, quisieron borr6n y cuonta nueva en los rogistros historicos, y no eran en esto distintos a cualquler "nobloza", siompre surgida en condiciones que despu6s la ruborizaran. Ahora, la cortina de humo no permite ver con claridad ol otro pasado. Al pretender fundirse con los toltecas, no andaban muy desencaminados; hablaban el nahuatl, como los otoim'es y Tezcoco a partir de TechotlalaLzin. Alva - Ixtlilxochitl fue mordaz: "Los Mexicanos, o por mejor decir, Aztlanecas, no es su natural lengua la que hablan ahora, porque segun parece en la historia, su lengua era muy diferente de la que trajeron de su naturaleza, y esta que hablan ahora es la que aprendieron en Texcuco, aunque con todo eso no es muy buena, porque hablan con soberbia y poca cortesi'a"; y tratando de fijar grupos y territories, indico el area de Meztitlan, "por decir mejor, Mczca (otom/ de Meztitlan), Totonaco, Tepehua". Con imagination ya es un punto en donde confluian el otomi', totonaca, tepehua, y ademas, en condicio- nes de aprender nahuatl, desde luego, no en Tezcoco. En plan teologizante dijo: "El segundo Mizcohuatl, primer Senor de los Hatelulcas Atlanecas, que ahora se Hainan Mexicanos, Acamapichtli, el menor de todos tres, fue primer Senor de los Tenuxcas Atlanecas, asf mismo ahora llamados mexicanos", exactamente donde tienen, teni'an lugar las convivencias idiomaticas, identificable con el Distrito Fiscal de Atlan, en el Cddice Mendocino, y actualmente del Estado de Puebla. Pese a su negativa, es importante la nota de Montoya Briones en su libro sobre Atla: "Los archivos de la iglesia de Pahuatlan resultan erroneos, ya que asientan que los primeros habitantes indigenas del lugar fueron Aztecas." Tampoco menti'an cfnicamente al considerarse chichimecas. Por encima de las conveniencias oportunistas, lo sentian en su origen de manera tan entranable, que pese a sus afanes de sangre azul en el Imperio, fueron profundamente respetuosos en este aspecto. Alvarado Tezozomoc, en su primer capi'tulo. solo habla de un errabundaje mexica entre Culhuacan y Tenochtitlan, prometiendo que lo anterior, "adelante se dira", pero mencionando el antecedente de Chicomoz- toc, y dando la fecha muy exacta para el momento cimero: "en nueve terminos de signo, o planeta de anos chiconaliui acatl" es decir, el afio 9 acatl, exactamente 695, la registrada en la Piedra del Calendario, y pocos testimonios hay tan autenticamente mexicas cual ese. Tal fecha para termino del Cuarto Sol va encontrandose por muy diversos lugares mesoamericanos y se la dieron textual, a Motolinia, la fratria tlaxcalteca. Esto sintonizaba la historia mexica y la tolteca, de quienes debieron aprender el idioma nahuatl por aquella region y epoca, o un poquito antes y un poquito mas alia. Este pueblo, que aun hablando el idioma de los toltecas nunca nego su estirpe chichimeca, debio ser otomi. Si ademas, cuando las condiciones le fueron propicias, regreso a su tierra, tuvo que haber pertenecido al tronco enraizado, siglos ha, en el Valle de Mexico. Un penoso desplazamiento, del cual no deseaban acordarse, los llevo a tierra extrana; no nada mas al cuchantli amoroso de las vegas de Meztitlan, sino a donde confluian otomies, totonacas, tepehuas, y los toltecas despues. No hay pormenores de aquella estancia; pero, cuando se decidieron a regresar, trai'an compaiieros de otro idioma, que llegaron hasta la Meseta, donde se tomaba el octli, no el pulque huaxteco. Si a esto se agrega, en el campo arqueologico, la circunstan- cia de la ceramica conocida por Azteca li, correspondiente a los anos 900-1200, que si no es lo mismo, no podria recusar los genes de la Panuco V, ya solo falta pronunciar el nornbre, porque la region, en boca de topografo, vio cerrar su polfgono. Existen objeciones. Desde iuego, no es posible seguir consideran- dolos entre los recolectores-cazadores; baste al paso, el trabajo de Carlos Martinez Mann, para situarlos en las altas culturas mesoameri- canas. La manida insistencia para traerlos de Cibola, o con rebaja, del Culiacan de Sinaloa, tan generalizada en los cronistas del siglo XVI, ahora queda, por el contrario, como influencia de sur a norte y alia por los aiios 895-9S5. El "norte" del mismo siglo solo era una manera de referirse a la costa del Golfo, en oposicion a la Mar del Sur (Paci'fico); un apoyo mas. Se agrega como recia ubicacion primigenia, la de una zona enmarcada por Zacatecas, Jalisco, y la parte norte de los lagos inichoacanos, con clara influencia tolteca. De por ahi ciertamente, se regresaron los aculhuas de Alva Ixtlilxochitl, que se habian ido, despretidiendose del grupo de Xolotl, por 1119, para regresar hacia 1168: "Estos Aculhuas cran de adelante de las privincias de Mixhuacan, gente corpulenta, y tambi6n chichimecos. Vestianse unas tunicas largas, de pieles curtidas, hasta los carcaflales, abiertas por delante y atacadas con unas a manera de agujetas, y sus mangas Uegaban hasta las mufiecas de las manos y sus cutaras de cuero de tigre o de leon; y las mujercs sus huipilcs y enaguas de lo propio, y el pelo largo, ni mas ni menos que los de Xolotl. Sus armas eran arcos y flechas y lanzas. Trajcron un idolo que adoraban al que llamaban Cocopitl y en todo se parecian a los chichimecas." Lo increible seria que no se trasculturaran un poco los que se habtan ido, y que al regresar, no se les agregaran alguiias familias del area Jalisco-Zacatecas; pero ese nexo con los michuaques, no sucedi6 en el occidente sino en el oriente; hoy esta bien documeniado y ya no os misterio la presencia en Michoacan, de los clcmentos culturales de la costa del Golfo. En Mesoamdrica se han cfectuado tantos cruzamientos de grupo,s humanos, desde tiempos antiqui'simos, que resuita muy peligroso atenerse al cotejo antropomdtrico para clusificaciones <5tnicus; pese a esta seria consideraci6n, cuando se mi ran los datos reunidos por Juan Comas, no se halla notable difercncia on las medidas de otomfes y mexicas. Por otra parte, se debe considorar en Coda su fuerzu cicntifica el trabajo de Davalos Hurtado sobre la Deformacidn craneana entre los tlatelolcas, grupo realmente distinto al tenochca y emparentado con los gmpos de la costa del Golfo. Un trabajo monografico podra presentar todos los datos esclarece- dores; aqui se resume. Salieron de un lugar llamado Aztlan, que cada quien situa segun su intuicion. Parece un tanto mas afortunado Alfredo Chavero queriendo identificar el sitio con el Aztatlan del Lienzo de Tlaxcalan, y al sur de Chiametlan, Sinaloa. Otras pictogra- fias, prehispanicas, como el codice llamado de Sigtienza, pone un lugar circundado por el agua (^isla?); un vegetal, y encima, un pajaro canta. Frente a la porcion de tierra, la cabeza de dos personas con su nombre y, en canoa, un ser humano se ve acostado. Para identificar al siiio con Aztlan, pueden silenciarse todos los inconvenientes; pero el ave canta de manera indudable, por lo cual se podrfa considerar a la que les deci'a "vaxnos, vamos" como dicen los Tihuatlan, Ver., y diciendo el jeroglffico, en la esquina superior derecha del cuadrete, la palabra Colhuacars, ahi debe remitirse la instruction del cantar. Siguiendo la cuerda del itinerario, cinco caudillos tocan un lugar donde si hay una garza en el agua, pero sin laguna, y su contingente fue aumentado al doble; se trata de Aztlan, adivinado por Humboldt, rechazado por Jose Fernando Ramirez. La Tira de la peregrination, tambien prehispanica, pinto una extension de agua limitada (laguna y no mar) en donde una isla ostenta una ciudad, con su teocalli para el centro ceremonial y seis barrios. Una pareja, con tintes de divinizacion, pudiera ser C him aim a y Tonatiuh en alguna de sus advocaciones. En canoa se atraviesa la profunda laguna, con canalete y no con pertiga, para, por tierra, caminar hasta un lugar llamado Culhuacan, en cuya gruta, y entre sahumerios, esta Huitzilopochtli. Posiblemente de 1576, el Codice Aubin ya fue categorico; el sitio rodeado por agua dice con caracteres latinos: Aztlan, y cuatro barrios, en la misma grafi'a considerados "aztecas". Un documento de tanto peso como la Crdnica mexicayotl, tradu- cida por Adrian Leon, y otros documentos, coinciden con Aztlan para el punto de partida, por lo cual se puede ver en estos migrantes, al decir de la prLmera fuente, a mexicanos, chichimecas, gente de Aztlan, chicomoztoques, y jalonar la historia.
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