Nuestra Memoria Año XVI · Nº 33 · Abril de 2010 El Museo del Holocausto de Buenos Aires es miembro de la delegación argentina de la ITF* * Task Force for International Cooperation in Holocaust Education, Remembrance and Research. Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional en Educación, Rememoración e Investigación del Holocausto. Nuestra Memoria Año XVI, Nº 33, abril de 2010 Fundación Memoria del Holocausto Museo de la Shoá Presidente: Dr. Mario Feferbaum CONSEJO EDITORIAL Directora Nuestra Memoria es una publicación Lic. Sima Milmaniene de la Fundación Memoria del Holocausto- Museo de la Shoá. Las colaboraciones Asesor de contenidos firmadas expresan la opinión de sus Prof. Abraham Zylberman autores, declinando la institución toda responsabilidad sobre los conceptos y/o Consejo Editorial contenidos de los mismos. Prof. Bruria Sorgen Prof. Graciela Jinich Imagen de tapa Alain Kleimann, Identité II (técnica mixta Secretaría técnica sobre papel). Sra. Julia Juhasz Concepto y diseño de tapa Consejo Académico Esteban Javier Rico – Grupo KPR Dra. Graciela Ben Dror Dr. Mario Feferbaum Diseño e impresión Dr. Yossi Goldstein Marcelo Kohan Prof. Avraham Milgram [email protected] Dr. Daniel Rafecas Dr. Leonardo Senkman Dr. Arnoldo Siperman Producción Se imprimieron 2.000 ejemplares de esta ISSN: 1667-7382 Lic. Claudio Gustavo Goldman edición. Esta publicación ha sido posible gracias al aporte intelectual y económico del doctor Mario Feferbaum Sumario 9 A modo de prólogo. Mario Feferbaum 13 Homenaje a David Bankier z’l. (1947-2010) 15 Holocausto y modernidad. Tres tesis críticas. Alberto Sucasas 35 Libertad de expresión o apología del terror. Manuel Reyes Mate 39 La ley, la modernidad y el judío. A propósito de un reciente libro sobre El mercader de Venecia. Arnoldo Siperman 59 Algunas reflexiones en torno a las matrices comunes del Holocausto y los genocidios. Martín Lozada 77 Dios en la Shoá. Abraham Skorka 81 Del antijudaísmo precristiano al antisemitismo racial. Estudio de una metamorfosis. Jaime Vándor 99 El “proceso Eichmann”. Los jueces. Joseph Kessel 117 El “Plan Madagascar”. Prólogo de la “Solución final de la cuestión judía”. Abraham Zylberman 125 La compulsión a hacer el mal. Obediencia a órdenes criminales. Stanley Milgram 137 El estudiante alemán como trabajador. Julio Quesada Martin 151 Las lecciones del Holocausto (leyendo a Bauman). Diego Tatián 163 El 4 de Junio de 1943 y los judíos. Leonardo Senkman 183 Cine y Shoá, los debates actuales. Lior Zylberman 197 Músicos judíos y nazismo. Exilio e inserción profesional en Buenos Aires. Silvia Glocer 207 El teatro como resistencia en los campos de concentración nazis. Mirta Maidana 219 Los “degenerados” de la Shoá. Arnoldo Liberman 229 La representación de la Shoá en el cine. Abraham Zylberman 239 El talento artístico de Petr Ginz (1928-1944). Reuven Faingold 247 La “cuestión judía” en Hungría y El sabor del brillo del sol, de István Szabó. Tomás Várnagy 253 La “colección Feldberg”, una generación perdida de artistas. Setenta autorretratos que sobreviven. Yael Tujsnaider 259 Dos vidas, un destino. Primo Levi y Paul Celan. Nora Avruj 267 Tercer Reich: resistencia y silencios colectivos. En busca de Sophie Scholl. Pedro G. Cavallero 273 Eugenesia. En nombre de la salud pública. La higiene racial nazi. Susan Bachrach 281 Resistencia espiritual durante el Holocausto. Nora Gaón 287 El shtetl en el nuevo hogar. El duelo por el mundo perdido. Moisés Kijak 303 Holocausto y resistencia. Fechas significativas. 321 Reseñas bibliográficas 323 La estética nazi. Un arte de la eternidad. Éric Michaud Por José Emilio Burucúa y Nicolás Kwiatkowski 331 Argentina, Israel y los judíos. De la partición de Palestina al caso Eichmann. (1947-1962). Raanan Rein Por Eduardo Alberto Chernizki 337 Luces en la ciudad democrática. Guía del buen ciudadano. Manuel Reyes Mate Por Laura Arias 343 Propuestas didácticas 345 El Holocausto, una aproximación desde fuentes primarias. Marcia Ras 359 El Holocausto en documentos 361 Primer reglamento para la ejecución de la ley que restablece el servicio civil profesional. 11 de abril de 1933. A modo de prólogo Dr. Mario Feferbaum Este año celebramos el bicentenario de la Revolución de Mayo. Para no- sotros argentinos judíos tiene particular relevancia. A partir de dicho epi- sodio histórico, y por disposiciones legales, pudimos manifestar pública- mente, nuestra condición de judíos. En efecto, fue derogada la Inquisición. Eso no significó que –en la prác- tica– fuéramos considerados iguales. La educación no se modificó ni se trabajó culturalmente para que no hubiera discriminación. Lo mismo con la población natural, mal llamados aborígenes. Transcribimos algunas normas que sustentan nuestros pensamientos precedentes. Suprimiendo la inquisicion1 Buenos Aires, 23 de Marzo de 1813. Queda desde este dia absolutamente estinguida la autoridad del tribu- nal de la inquisicion en todos los pueblos del territorio de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, y por consiguiente se declara devuelta á los ordinarios eclesiásticos su primitiva facultad de velar sobre la pureza de la creencia, por los medios canónicos que únicamente puede conforme al espíritu de Jesu Cristo, guardando el órden y respetando el derecho de los ciudadanos. DR. TOMÁS VALLE, HIPÓLITO VIEYTES, Presidente Secretario 1 De: Leyes y Decretos promulgados en la Provincia de Buenos Aires desde 1810 á 1876, reco- pilados y concordados por el doctor Aurelio Prado y Rojas, Secretario de la Suprema Corte de Justicia, ex-Juez de Primera Instancia. Tomo I, Buenos Aires, Imprenta del “Mercurio”, Potosí, 270 á 274, Año 1877. 10 / Nuestra Memoria Suprimiendo el tributo pagado por los indígenas (Decreto de la Junta.) La Junta Provisional Gubernativa de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, á nombre del Señor D. Fernando VII. Nada se ha mirado con mas horror desde los primeros momentos de la instalacion del actual Gobierno, como el estado miserable y abatido de la desgraciada raza de los indios. Estos nuestros hermanos, que son ciertamente los hijos primogénitos de la América, eran los que mas escluidos se lloraban de todos los bienes y ventajas que tan liberalmente habia franqueado á su suelo patrio la misma naturaleza: y hechos víctimas desgraciadas de la ambicion, no solo han estado sepultados en la esclavitud mas ignominiosa, sino que desde ella misma debian saciar con su sudor la codicia, y el lujo de sus opresores. Tan humillante suerte no podia dejar de interesar la sensibilidad de un Gobierno, empeñado en cimentar la verdadera felicidad general de la patria, no por proclamaciones insignificantes, y de puras palabras sino por la ejecucion de los mismos principios liberales, á que ha debido su forma- cion, y deben producir su subsistencia y felicidad. Penetrados de estos principios los individuos todos del Gobierno, y de- seosos de adoptar todas las medidas capaces de reintegrarlos en sus pri- mitivos derechos, les declararon desde luego la igualdad que les corres- pondia con las demas clases del Estado; se incorporaron sus cuerpos á los de los españoles americanos, que se hallaban levantados en esta capital para sostenerlos; se mandó que se hiciese lo mismo en todas las provincias reunidas al sistema, y que se les considerase tan capaces de optar todos los grados, ocupaciones, y puestos, que han hecho el patrimonio de los españoles, como cualquiera otro de sus habitantes, y que se promoviese por todos caminos su ilustracion, su comercio, su libertad, para destruir y aniquilar en la mayor parte de ellos las tristes ideas, que únicamente les permitia formar la tiranía. Ellos los llamaron por último á tomar parte en el mismo gobierno supremo de la nacion. Faltaba sin embargo el último golpe á la pesada cadena que arrastraban en la estincion del tributo. El se pagaba á la corona de España, como un signo de la conquista: y debiendo olvidarse dia tan aciago, se les obligaba con él á recompensar como un beneficio el hecho mas irritante que pudo privarlos, desgraciadamente de su libertad. Y esta sola aflictiva considera- cion debia oprimirlos mucho mas, cuando regenerado, por una feliz revo- / 11 lucion el semblante político de la América, y libre todos sus habitantes del feroz despotismo de un gobierno corrompido, ellos solos quedaban aun rodeados de las mismas desgracias y miserias, que hasta aqui habian hecho el asunto de nuestras quejas. La Junta pues, ya se hubiera resuelto hace mucho tiempo á poner fin á esta pension, y romper un eslabon ignominioso de aquella cadena que, oprimia mas su corazon, que á sus amados hermanos que la arrastraban; pero su calidad de provisoria, y la religiosa observancia que habia jurado de las leyes hasta el Congreso General, le habia obligado á diferir, y reser- var á aquella augusta Asamblea, seguramente superior á todas ellas, el acto soberano de su extincion. Sin embargo hoy, que se hayan reunidos en la mayor parte los diputa- dos de las provincias, y que una porcion de inevitables ocurrencias van demorando la apertura del referido Congreso General, no ha parecido con- veniente suspender por mas tiempo una resolucion, que con otras muchas deben ser la base del edificio principal de nuestra regeneracion. Bajo tales antecedentes, y persuadidos de que la pluralidad de las pro- vincias representadas por ellos, les dá la suficiente representacion, y fa- cultades para hacerlo; que esta es hace mucho tiempo la voluntad espresa de toda la nacion, á cuyo nombre deben sufragar en el Congreso General, y bajo la garantia especial que han ofrecido, de que en la mencionada res- petable Asamblea se sancionará tan interesante determinacion; la Junta ha resuelto: Lo 1.º que desde hoy en adelante para siempre queda extinguido el tri- buto, que pagaban los indios á la corona de España, en todo el distrito de las provincias unidas al actual Gobierno del Rio de la Plata, y que en adelante se le reuniesen y confederasen bajo los sagrados principios de su inauguracion.
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