Dictadura militar en uruguay pdf Continue Daniele Belmiro Madrid 12-12-2014 - 13:37 FILM UTCA recoge pruebas impactantes en torno a la represión del plan Condorm. 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Este fue el período durante el cual Uruguay fue gobernado por un gobierno militar no constitucional y emergió después del golpe de Estado del 27 de junio de 1973. Este período estuvo marcado por la prohibición de los partidos políticos, las actividades ilegales de los sindicatos y los medios de comunicación, así como la persecución y encarcelamiento de los opositores al régimen. En 1955, Uruguay comenzó una crisis económica que también afectó a las instituciones políticas. En la década de 1960, hubo un proceso de agravación socioeconómica, durante el cual los conflictos aumentaron notablemente, incluyendo la lucha armada con la guerra de guerrillas por grupos de extrema izquierda, incluyendo el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y OPRO-33, los dos grupos responsables de numerosos tortura y asesinato. Como resultado de las acciones guerrilleras, las condiciones de represión política y social durante la presidencia de Pacheco-Areco (1967-1972) aumentaron, y sus medidas de gestión fueron confrontadas por organizaciones como la Asamblea Nacional de Trabajadores. En ese momento, grupos de extrema derecha como el Escuadrón Uruguayo de Pie y Muerte Juvenil (DWF), que solía ser blanco de agentes sociales y políticos de izquierda, estaban apuntando a aquellos que llevaron a cabo ataques que en algunos casos resultaron en la pérdida de vidas. Finalmente, con el apoyo del entonces presidente constitucional Juan María Bordaberry, las Fuerzas Armadas decidieron un golpe de Estado. En 1972, las Fuerzas Combinadas (el cuerpo Tupamaros Raúl Sendik, Eleutherio Fernández Udobros, Mauricio Rosenenkof, José Mujica, Adolfo Wasem, Julio Marenales, Henry Engler, Jorge Manera y Jorge Zabalza fueron detenidos por delitos de rebelión, secuestro, asesinato y otros, permaneciendo detenidos desde ese momento hasta el final de la dictadura civil. Los mencionados fueron detenidos casi completamente incomunicados y sufrieron torturas físicas y psicológicas (más tarde verificadas por organismos como la Cruz Roja Internacional). También en condiciones muy duras estaban los diputados Jaime Pérez, Vladimir Duryansky, Gerardo Cuesta y José Luis Massera. Los acontecimientos de febrero de 1973, cuando Bordaberry, queriendo devolver a los militares al cuartel y devolverlos al poder civil, en febrero de 1973 nombró al general Antonio Francis Ministro de Defensa Nacional. El ejército y la fuerza aérea respondieron con un comunicado 4 y 7 en el que no conocían la autoridad del nuevo Ministro, alegando que tenían la intención de desarmar a las fuerzas armadas. A su vez, los militares marcan la pauta de sus intenciones no sólo de garantizar la seguridad del desarrollo nacional, sino también de querer participar en la reorganización moral y material del país. [...] 2o. Inmediatamente después de su toma de posesión, el actual Ministro dejó claro que estaba comprometido con la tarea de impedir, desautorizar a los comandos, que las Fuerzas Armadas estaban llevando a cabo la tarea de alcanzar sus objetivos, restablecer el orden interno y garantizar la seguridad del desarrollo nacional en busca de bienestar común dentro del sistema democrático republicano de conformidad con la filosofía actual de las Fuerzas Armadas. [...] N.d. Por lo tanto, cualquiera que se involucre en la defensa nacional en el futuro debe compartir los principios establecidos, entender que las Fuerzas Armadas no son una simple fuerza para la represión o la vigilancia, sino, integrando a la sociedad, intervenir en el problema nacional dentro de la ley y comprometerse a trabajar junto con el mando, con cada decisión, lealtad y compromiso con el fin de iniciar una reorganización moral y material del país. Comunicado No. 4, Comando Militar Conjunto del Ejército y la Fuerza Aérea, 9 de febrero de 1973. El no reconocimiento del Ministro y los enfoques de la participación política en la vida política del país han marcado de hecho un levantamiento de estas dos armas. La Marina Nacional, sin embargo, se mantuvo leal al gobierno. Este conflicto institucional obligó a Bordaberry a aceptar ciertas condiciones militares en virtud del Acuerdo De Boyso Lanza. Para algunos, el acuerdo Boiso Lanza fue un prólogo de la bancarrota institucional que vendría. mientras que para otros era, de hecho, un golpe de estado. Una de las consecuencias del Acuerdo de Boyso Lanza fue la creación del Consejo de Seguridad Nacional (COSEN). Surgieron desacuerdos dentro del Frente General sobre la respuesta a estos acontecimientos, con sectores que la rechazaron, mientras que otros (la mayoría), como el Partido Comunista (CPSU) y el Partido Demócrata Cristiano (HDP), inicialmente apoyaron el levantamiento del ejército y la fuerza aérea. Este apoyo se hizo en el entendimiento de que los militares pretendían impulsar un golpe izquierdista o peruano, similar al llevado a cabo por Juan Velasco Alvarado en Perú en 1968. Un golpe elegido como resultado de un presunto fraude electoral en 1971, Bordaberry disolvió las Cámaras en 1973, estableciendo una dictadura civil-militar que duraría hasta 1985. Artículo principal: El golpe de Estado del 27 de junio de 1973, el 27 de junio de 1973, el entonces presidente Juan María Bordaberry, con el apoyo de las fuerzas armadas, disolvió la Cámara de Senadores y Representantes y estableció un Consejo de Estado con control legislativo, administrativo y comisionado para trabajar en un proyecto de reforma constitucional que una vez más confiaba en los principios republicano- democráticos. También restringe la libertad de pensamiento y faculta a las fuerzas armadas y policiales para garantizar la prestación sin problemas de los servicios públicos. Decreto presidencial podría encontrar las siguientes justificaciones para el golpe de Estado: ... La realidad política e institucional del país demuestra una violación gradual, aunque verdadera y grave, de las normas constitucionales (...) es que el caso criminal de conspiración contra la Patria, coalición con la complacencia de los grupos políticos nacionales sin sentido, se insertó en las propias instituciones para presentarse en secreto como actividad formalmente legal. También preveía la censura de varios medios de comunicación: ... que directa o indirectamente menciona o se refiere a las disposiciones del decreto, atribuyendo los objetivos dictatoriales del poder ejecutivo o puede perturbar la tranquilidad y el orden público. En respuesta a estos acontecimientos, a primera hora de la mañana, así como al golpe de Estado, la Asamblea Nacional de trabajadores (CNT) y la Universidad de la República se desataron en la resistencia al levantamiento, el más largo de la historia del país, que duró quince días. Durante la huelga, los militares hicieron arrestos de numerosos oponentes, incluyendo Lubere Seregni. Doce años de dictadura En 1975, Juan María Bordaberry desarrolló su nuevo concepto de vida institucional. Junto con el Secretario de la Presidencia, Alvaro Pacheco Sere, imaginó la creación de un órgano ejecutivo que no debería haber sido elegido por votación popular, idea que encarnaron en el memorando. Lo llamaron temporalmente el Consejo de la Nación e imaginaron que consistía en personalidades como ex presidentes de la República, miembros de la Corte Suprema, figuras de gran importancia nacional y el mando de las fuerzas armadas que no podían quedarse atrás. Se trata de negarse a celebrar elecciones por votación popular. Los futuros consejos de la nación se integrarán mediante la cooptación, es decir, eligiendo a los que son miembros del órgano anterior. Algunos consejos elegirán a otros por el resto del tiempo. El 1 de junio de 1976, después de enviar varios memorandos, Juan María Bordaberry realizó una extensa exposición con las fuerzas armadas y luego los entregó a la obra de veintinueve carrozas. Al hacerlo, ha aceptado su mandato para aceptar sus propuestas. Estos fueron: Presencia, en adelante, de los militares durante el comportamiento de la república, institucionalizados a través de la reforma constitucional. La soberanía nacional se ejercerá a través de plebiscitos o, indirectamente, del Consejo de la Nación, compuesto por el Presidente de la República y el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Prohibición de ideas y grupos marxistas. Eliminación de la democracia representativa. El Presidente de la República será elegido por el Consejo de la Nación por un período de cinco años.
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