A~o II MÉXICO, MARZO DE 1899 NÚM. 3 REVISTA MODERNA ARTE Y CIENCIA. 66 REVISTA MODERNA. ~~~ t VYv'- Y\. o.. "v --­ elv· Jv("~o-. v'vc.oi:.oJ.> "t'G ~i(J\.cM ': J\.~ <.~\)"\."-O ~~ . (,~\o.,~')",~ o.-~~ Q~ \Q.~"t,,', ,\\.'\.O ó.. t<'... ,\:,~o..,,\ ~l \'-":'\.O'\.- '>'\.0 ~dw t. t:;" ,,'V \,,00-~ ""~ '\. o." , C- 0'V\. ~ U. "'-(, ""\...~ Ó' "6 '" " ~ . .~",q"\~,,,,~ ~""t. '(""~"\..~'\.~ <..e.h Ó ~~ " '& &"" . t.~ """'" \""o~o "'6"",~to ?l- ~t.<A."~ 1 ) (.~ ~ t.'t'\.c.~~\:o ~ t.V\. J.. ~-v..~~o <M:.~k. vl\t~t~ -.A.~~ ) t'V\..'t't"'J..o-.. "'~'t'\.~ ... \~~~O 'Óv ü~Qt~~" 1 ~ ~tA~c-'\I'\. Mt~cA.t, ~o'V>'\-o ' ,,'Y\. ~ 'V\..oc.~l- '6 ~ ~ W'\..O..'\- ~~t.V\.l- \ \ .~~~ <.o\v..c,\~ tY\. J, ~~t~o 1 t1" ~~ ·,,'\.Ov l& ~~~'\.t.W\o '\-'V\.~o'\-\. •• \ )/0 \,V\. ~G\.'\'\.o t\,e'\'\.e.- c. ...... '\."'c..~ 1 .... (;'\..'\1\,O'~ J...(.. '\'Y\..~'\. ~o.. ~'\:~.'\ . REVISTA MODERNA. 67 DISCURSO te á vosotros en calidad de 'ese documento humano DBLSR. LIO. que necesito exhibir como la más eficaz probanza de mi tesis, no sin dejar aquí bien acentuado todo D. PABLO MAOEDO. lo que de personal tiene un acto de esta natura­ leza. Cuando se confiesa un error ó una falta, por más Señ or Presidente, que no sean exclusivamente personales, la confe­ Señoras y sión sí lo es: y aunque entiendo que, si no todos, Señores: muchos de mis condisclpulos y contemporáneos, Alta honra y singular distinción me otorgan los reconocerán la vel'dad de mis afh-macioues, no quiero, al hablal' como voy á hacerlo, referirme positivista~ mexicanos al concederme la palabra en una solemnidad como esta, consagrada á enaltecer más que á mí mismo. Los que, más afortunados que la memoria del sabío compatriota, del hombre emi­ yo, hayan recibido una instrucción distinta.y mejor nente que en vida se llamó Gabino Barreda. de la que á mi se me dió en el -Colegio Nacional y Enhorabuena que en un acto casi familiar por la más antiguo de San Ildefonso," de esta capit~l; y circunstancia de darle ocasión el triste recuerdo de aun los que conmigo se sentaron en los bancos de la muerte del maestro, tomen parte sus discípulos, ese Colegio, que pasaba por ser el mejor de la épo­ aquellos que de sus lapios recogieron directamente ca, no deben sentirse aludidos por mis palabras, los raudales de ciencia que de ellos brotaban y de Ellas se referirán, vuelvo á decirlo, á mi sola perso, su frecuente trato los preciosos ejemplos de su con­ nalidad, indigna de ocupar, siquiera brevemente, ductA de apóstol, siempre intachable. Que ellos hon­ vuestra atención, sino á titulo de ejemplo de lo que ren su memoria: que ellos recuerden su doctrina; y la instrucción pública preparatoria era allá por los que ellos viertan sobre su sepulcro el llanto que de­ años de 1862 á 1867, es decir, inmediamente antes bemos á los padres intelectuales. Pero nosotros los de que el Presidente D. Benito Juárez y su Ministro extraños, los que pasamos por las aulas antes de Justicia é Instrucción pública, D. Antonio Mar­ de qqe él las i1ustl'ara con su presencia y con su tlnez de Castro, á la restauración de la República, palabra delTamara en ell.as los tesoros de su ense­ . acéptasen, con rara clarividencia del porvenir, la ñanza, ¿qué podemos venir á deci!' aqui, cuando inspiración profundamente cientifica de Barreda, y apenas conocimos personalmente al hombre, cuan­ expidiesen la célebre ley de 2 de Diciembre de 1867, do no hemos podido apreciar sus merecimientos, si­ que estableció la .Escuela Nacional Prep~ratoria no muchos afios después de que desapareció de en· para todas las carreras profesionales,. é implantó tl'e los 'vivos? :la enseñanza de los conocimientos humanos en el y sin embargo, nosotros los extraños también te­ orden jerárquico que les señalara el fundador ilus­ nemos algo que decir en esta solemnidad,y, unién­ tre de la filosofía positiva. donos al afectuoso sentimiento de sus discípulos, quisiérAmos que, para recibir nuestros homenajes, Tal vez por circunstancias de familia, mi instruc­ el espíritu de D. Gabino Barreda se encarnara en c:ón primaria fué-muy deficiente. En una pequeña Ulla 'orma menos fria que ese bronce, en que el es­ propiedad. rural de mi 'padre, muchas veces Dipu­ CUltOl' modeló su frente pensadora; porque á la co­ tado, Magistrado de la Suprema Corte y Ministro de rona de reverente y filial amor que ciñe las sienes Estado en el Gobierno del General D. Mariano del redentor intelectual de este país, falta todavía Arista, y á donde, por los a~ares de la turbulenta un lauro, que queremos traerle, y consiste en la de­ politica de entonces, tU\'O que retirarse de 1858 á mostl'ación de lo que le debemos, aquellos que no 1861, mi santa madre me enseñó á leer en el silaba­ recibimos en la eSCliela los beneficios de su sabidu, rio de San Miguel. De mi honrado padl'e recibi mis l"ia. lecciones de escl'Ítura y gramática castellana, y, Para lograr este fin, habremos de hacer no pe­ detalle singular que nunca olvidaré, las lágt:imas queño sacrificio confesando paladina y. honrada­ que el estudio de esta abstrusa y árida matel'Ía me mente la ignorancia en que fuimos educados¡- pero arrancara siempre, sólo se secaban cuando me era no hemos de escatimal-Ie ese 'sacrificio, porque es permitido consagrarme á la aritmética y á las pri­ quizá la única forma en que podemos pagar á D. meras nociones del álgebra, que fueron seguidas, Gabino Barreda algo de la inmensa deuda de gra- . en mi ensetianza doméstica, de un conocimiento titud que para con ~l tenemos, por habernos, aun­ inicial de la lengua clásica de Horacio y de Virgi­ que indirectamente, mostrado la luz y alumbrado lio. con ~lla el camino de casi toda nuestra existencia. A esto se limitó mi instl:ucción primaria; y tengo para mi que poco más debe de haberse enseñado á Juzgo impQsible que pueda atinadamente medir­ los niños de mi tiempo, porque no recuerdo haberme se la distancia qu~ la Nación ha recorrido en el ca­ sentido en mis ulteriores estudios, muy inferiol' á mino de su desenvolvimiento intelectual, sin pre­ muchos de mis condiscípulos, y probablemente no sentar lo que en términos modernos se ha dado en lo era, porque casi cada año conquistaba el primer llamar el documento humano, es decir, la descrip­ premio de mi clase. ción de un tipo real cuyo análisis pueda hacerse Con e.ste bagaje intelectual comencé en 1862 mi con entera libertad de expresión. Y como cada cual carrera de abogado, en el pl'imer plantel de ins­ cree que la personalidad que mejor conoce es la su­ trucción de esta ciudad, dirigido á la sazón por el ya, y, además, no es licito poner sombras sino en la inolvidable D. Sebastián Lerdo de Tejada. tela que nos pertenece, permitidme que me presen- Conforme á la ley vigente en aquellos dlas y que 68 REVISTA MODERNA. se llamaba el.Plan de estudios de Lares,' l dos años contenian las primel'as páginas del texto de geo, enteros consagrábamos al estudio de la gramática grafia, nada sabíamos sobre la constitución del latina, para cursar después lo que se denominaba universo. La cosmografía, propiamente dicha, 111. .filosofía.' El primero de estos cursos se dedicaba' geología, la qulmica, la botánica y la zoologla, á aprender un tratado en latin, de cosa de 300 pA­ pasaban por ser conocimientos inútiles, cuando no ginas, cuya primera parte se ocupaba de lógica ó embarazosos y perjudiciales para un abogado: las mAs bien, de las reglas del silogismo, la segunda de lenguas modernas, la historia general y la particu­ metafísica, subdividida en tl'es secciones que tra­ lar de la República, la literatura, en nada y para taban .de la 'divinidad,' .de los ángeles. y del al­ nada entraban en los programas de aquella ense­ 'ma humanit,. y la tei'cera de moral. ñanza oficial; y si alguno, lievado por juvenil curio­ El segundo curso de -filosofía. se dedicaba al es­ sidad ú otras circunstancia!j,. accidentales, atlquirla tudio de la aritmética, del álgebra, sin pasar de las algunas nociones en estas materias, constituia, pue­ ecuaciones de segundo grado, de la geometria pla­ do asegurarlo, una verdadera excepción. na y en el espacio y de la trigonometria rectilinea. Excuso decir que la biologia y la sociologla, cm En calidad de estudio complementario, teniamos el algo que'nosotros ni siquiera sospechábamos Q)1c de un corto tratado de geografía y cronología, asi existiese en el catálogo de las ciencias. Y sin embar­ como el de la lengua francesa, en lo estrictamente go, después del estudio inconexo y desordenado de . necesario para poder traducir el libro de texto del lo que se llamaba .derecho natural y de gentr,s,» año siguientl:', consagrado por entero :i. la fisica. del de la legislación romana, canónica. y espafiolll, Permítasemp, á propósito de este último curso, hecho no con el criterio histórico, sino como si SI! detenerme en dos detalles de importancia, tratara de leyes completamente en vigo)', y de las En el Colegio de San Ildefonso, carecíamos dc ti n reglas, por cicrto muy intrincadas, que nO('maban gabiuete propiameute dicho, en donde pudiéramo!', los procedimientos judiciales en matcria civil y pe­ por la experimentación, formarnos una idea clara nal, se consideraba á un joven bastante preparado de los fenómenos físicos; pues no merecía ese nom­ para la lucha por la vida, se le conferia el título de ore, la reunión de una docena de máquinas ó apa­ abogado.r se le habilitabA, en nombl'e de la le,\", ratos, en su mayor pai'te incompletos y rotos.
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