(: Redacción, Administracioa : y P R E e io d e suscripción y Talleres, Pizarro, i4, Tel. 19327 MatTríd.............................2‘50 pts. al mes P rovin cias................... 9‘00 id. trimestre Número suelto 10 céntimos E xtranjero................... 12 id. id. Año 11. — Número 41 Franqueo concertado D iriclor-propietarlo: Cristóbal Rfllz Oil Madrid, Uiárcolea 2S di Mayo di 1932 DURtO (NDBPBNDIBNTB AL SERVICIO DB ESPAÑA & Don Félix Suárez-Inclán habla para AVANCE Si Cataluña se declarase territorio libre, se le ne­ garía la protección arancelaria Y por si eso fuese poco, no sería lo peor, sino que las cuarenta y tantas provincias restantes obligarían al Es­ tado a que se le retirase el crédito oon el Banco de España, y entonces Cataluña, sin un banco de emisión, y ia banca catalana sin el apoyo del Banco de España, se hundiría y quedaría Cataluña en la mayor miseria Las albricias de la República envueltas en la fatalidad liiacioneo», descoBociendo, sin duda., el rr.ilü d-.' la )X>K'inica elevada y llena de Por el bien de España y de Catalu­ poiidecactón, lia contestado recurriendo El Gobierno se encuentra en el de­ aJ tStilü del famoso método «pera no en­ ña, el Estatuto debe ser rechazado señar francés». ber improrrogable de rectificar su — idonoces a mi lienmanito? ¿Qué sería de Cataluña, dice don Félix Suárez-Inclán, si ¡No, pero un tío (míu tiene una gran norma de conducta para satisfacer .¡a agilcola on las cercanías de Burgos? al concederla la independencia las demás provincias espa­ •‘Informaciones», interjiretandc) la opi­ ñolas la negasen la protección arancelaria y la como corresponde, las necesidades nión de España entera, ha difSio que la Ifcpüblica no debe nada al socialismo; retirasen el crédito? que aquejan a España que Lis .sociali.slas no hicieron nada poi Don Félix Suárez Incián varias ve­ ver el desprecio que se la hacía conside­ ces ministro y dos gobernador civil de tr»er el nuevo régimen, viviendo sus di­ raría a Cataluña comcá territorio libre, Es doloroso, hasta más no poder, que transcurra el tiempo y los Barcelona, nos recibe penjsamente afee rigentes ttnbo-'cados en los fondo.s pve- la negaría k protección arancelaria, ha­ acontecimientos se sucedan, reclamando, cada día con mayor intensidad, tado. por ¡a enfermedad que atraviesa ría pagar sus artículos cl entrar en e! supucstarto? de la dictedura; que, Ite una rectificación, fundamental en las nonnas políticas a que viene afe­ su hija, que tiene que sufrk una ope­ territorio, con arreglo' a la tarifa se­ gada la República, traída ¡por todos me­ rrado el poder público, sin que, ante la ceguera a que le supeditan los ración quirúrgica gunda. y quién sabe si a la primeraf se nos por e! socialismo, éste, valiéndose de Requerido para darnos sb opinión s o ­ pactados compromisos de colaboraciones deleznables en la obra de go­ le cerrarían las puertas de los coni’:r- l i n a fuerza (riettiva de que carece en el bre el Estatuto dice: bierno, le.s permita poner en práctica aquellas imprescindibles rectifica­ cios; su vida seria insoportable y sería país, e.stá c^itcniendo dri nuevo régimen Y o no he hecho más que ojearlo, muy doloroso para los que amamos a Ca ciones necesarias para satisfacer las exigentes demandas que el forzado toda suerte de beneficios y acutamíentos. echarle una mirada superficial, pero con taluña ver en el caos en que se hundi­ ritmo de las necesidades del país plantea, para el debido encauzamiento Todo eso y algo más. ha dicho «Infor- eso he tenido bastante para compren­ ría. de todas las actividades productoras y desenvolvimiento sereno de la maiciones» .aon eplaiuso de la opinión pú­ der que cualquier persona que ame un vida social, en cuyo armónico compendio, radica el fecundo baluarte (>oco a .Cataluña, no puede permitir E L CREDITO blica qire salte bien de qué pie cojea el del progreso, hoy tan equidistante de la realidad, por hallarse totalmen­ que Se apruebe esa arbitrariedad socialismo wpnBo], que no es <•] socialis­ Y por si eso fuese poco, no sería lo te desconcertado y sujeto a las consecuencias de un abandono respon­ -Amo a Cataluña, tanto, como a As­ peor, sino que las cuarenta y tantas pro­ mo de Marx, ni mucho menos. Pero «El sable. turias mi país natal; y sé que la mayo­ vincias restantes obligarían al Estado a Socialista», llamándos?' andana en cnan- El Gobierno, en su aludida ceguera, no quiere reflexionar en el hecho ría. de la. opii^ón >cata’an2 . están en que se le retirase el crédito con el Ban­ !•' al cliaparrón de vetdades que Jua- coilíTa del Estatuto, y principalmente lamentabilísimo para la vida e^añola de que mientras unaa Cortes, que co de España, y entonces Cataluña, sin nilo Pujo] le ha endilgado, contesta a en contra de Maciá y sus secuaces tienen su mandato extinguido, se ocupan en disciitir proyectos de ley un Banco de Emisión, y la Banca Ca­ «Inoiinacúme-,» ültdéndole que... ¡ellos A los veinticinco años estuve en Reus como el Estatuto de Cataluña y el de Reforma Agraria; que van contra talana. sirr el apoyo del Banco de Espa­ jcrán iniuy malos, muy perwrsoK; jR-ro de registrador F Por un pantano que les ña. se hundiría, y quedaría Cataluña en la integridad. ía economía y el crédito nacional, amén de aquellos otros, conseguí, mt nombraron hijo adoptivo, (¡ue murlio i<eor es dt>n Juan Marcíi! la mayor miseria; p'ues no hay que ig- ya convea'tidas en ley, de Delegaciones de Trabajo y Control Obrero, y por la ley que dí. en 1905 me hicie­ ¿Has visto, lector qué congitiente ts nijrar que los artículos de su industria, que desquician su marcha progresiva; aumentos de tributación sobp.e la ron socio de mérito de ia Cámara de e.El Sociali-ta» en sus respuestas'? De al no tener salida en España y aún me­ Industria y el Comercio, que estacionan su desarrollo, el país marcha, Comercio de Barcelona Estuve allí con ónos en el Extranjero, pues no puede com modo que >l!os --oii indeseables, pero lo agobiado y maltrecho, por este conglomerado de ataques asestados sin el genera! Weyier de gobernador man- petir con las demás naciones, se arrui­ (. -; más el swior Mareh prupLtariw del piedad, en las bases totales de su desenvolvimiento, hacia su ruina de­ dado por Moret después de la semana naría; se cerrarían gran número de fá­ finitiva, cuyos preludios se reflejan en ese malestar social que se pro­ (iiatio de la calle de la Madera. trágica, y después tJoJví de goberna­ bricas; los obreros, sin trabajo y sin pan dor otra vez: así es que conozco a Ca- duce, airado y sin miramiento, siendo indudable que en ello influye ¿Eso •es di'thitír? ¿Eso ts ir, honrada­ que llevarse a la boca, serían cientos mente, a una cpoléiniea? ¡Eso e.?, senci­ taliíña, lo sufidiente pera comprender de miles. de manera especial los embates de la miseria que. por doquier, viene que allí la mayoría no quiere e! Estatuto, enseñoreándose ya, sin que se implanten aquellas medidas sabias y ur­ llamente echar poi' alto la.s cuaiio patas ¿Qué ocuriría entonces? ,,Quién es ca­ y respingar a pLuo alfcetltío! sobre todo en Tarragona, en donde por paz de imaginárselo? .Ante ese caos ima gentes para resolver eJ problema, a pesar de las alarmantes perspectivas estar muy repartido su campo, casi En el snpiiest i ch: quf el señor March, Gfiúahio se estrellan todos ios vatici­ que eJ mismo ofrece, .todas las propiedades son de 5 y 6 hec­ nios. pK^iieuirio de «Informaciones», fuera El pueblo sabe, y su certero instinto no se extraria, que el Gobierno táreas se quiere más ser dirigidos por Mi opinión, dice por últime. mi verda­ to qUe dice «El Socialista, ¿qué tiene que de la República, para servir al régimen con plenitud, ha debido ajustar­ e! poder central que por cualquier ca­ dera opinión, es que no debe aprobarse se, desde el primer momento, a un regir certero y elevado para satis­ voi una cosa con lai cítra? cique que en Barcelona quiera impo­ el Estatuto, y si yo fuese Poder, esos nerse facer, como corresponde, por encima de parciales compromisos, las ne­ Si ae suidida un amaii'h' cuatro zánganos que así quieran disgre­ Sólo desean el Estatuto, Maciá y los cesidades y aspiraciones legítimas del n.ismo. Ya que, al tenerlas insatis- por habiT perdido (A seso, gar a España, no estarían más de vein­ cuatro mangoneros que ie siguen retra- ,fechas durante,,el régimen de la monarquía por las. parcialidades y ¿qué tienen que vinr con e.-o ticuatro horas, en el lugar que se ha­ ¿Y qué cree usted que pasaría en Ca­ llan. Bar • compadrazgos en que aquél venía desenvolviéndose, de espaldas siem­ ]()' Cósfiitos de Careante? taluña si no se aprobase el Estatuto? Todo el que ame a España no debe ic; -jn pre a la soberanía popular, fué la causa, fundamentalmente efectiva, de Kada... Como acabo de decirle, son muy let y «El S(x;iaJi?ia»., invam cido con la consentirlo, y yo que quiero además a que la vindicta pública lo derrocara con su sufragio én un gesto viril (noxkíiidaíl de su' retatlva, ha perdido el pocos los que quieren la separación y Cataluña con cariño enorme pero se­ Mar- de civismo y dignidad. muchos los que la rechazarán. i; do» •CríO. ¡Pero ya veián, ya verán cómo no reno. jamás consentiría tamaña barba­ Para ahuyentar ejemplaridades análogas, los hombres de la Repú­ ¿Y con respecto a España si se apro­ r, d« 'Uieicla! ¡Es tan amable f'sta vida­ ridad; y todo aquel que haga algo bueno blica.
Details
-
File Typepdf
-
Upload Time-
-
Content LanguagesEnglish
-
Upload UserAnonymous/Not logged-in
-
File Pages8 Page
-
File Size-