Jaime L. Martell Morales Los inicios del Carnaval Ponceño: multiplicidad y bailes El Carnaval se hizo para que durante una semana del año el disfraz y la careta igualaran a todos los hombres en el pleno goce de la sana alegría. (José S. Alegría, Puerto Rico Ilustrado, 1948.) Jaime L. Martell Morales Director Departamento de Estudios Hispánicos UPR- Recinto de Mayagüez En febrero de 1858, en la gallera autoridades militares, civiles o de Don Benito La Guardia, que ubicaba eclesiásticas. Algunos de estos festejos, en la esquina donde hoy se intersecan las aunque independientes, mantenían calles Villa y Concordia, se celebró un parentesco con el carnaval; otros, baile de máscaras que fijó de una vez y provenían de algunas de sus para siempre la celebración del carnaval celebraciones. Entre estos se en el período pre cuaresmal1. Hace encontraban las mascaradas, las exactamente 152 años que estas mojigangas, las carrozas o carros celebraciones, anteriormente llamadas alegóricos y los bailes de máscaras. Con fiestas de carnestolendas, bailes de ellos, tanto se celebraba una boda o máscaras o mascaradas, y que no nacimiento real, como se conmemoraba estaban adscritas a período alguno sino el nacimiento de los santos. Estos que se aprovechaba cualquier ocasión – festejos respondían a una finalidad oficial o popular—para ser celebradas, docente o se celebraban para glorificar la recuperaron la naturaleza pre cuaresmal monarquía. No obstante, recibieron la que tenían en su origen. Esto ocurrió, aceptación de la masa del pueblo, que vale mencionarse, casi medio siglo antes empezó a participar activamente en de que Don Pedro Giusti, desde su ―Paris ellos, al margen o paralelamente de las Bazar‖, lo hiciese en San Juan. Desde elites. Estas diversiones, sin embargo, entonces, estas fiestas de carnaval se no calaron en la sociedad de entonces caracterizan por su carácter popular, en por estar sujetas a un calendario el sentido de ―no oficial‖, y cronológico; irregular, por su carácter repentino y aspectos que definieron e identificaron porque el mayor protagonismo lo esta tradición ponceña, la que adquirió detentaba un grupo. El común del gran arraigo en la ciudad y que aún sigue pueblo no llegó a tomarlas como algo celebrándose. suyo. (López Cantos, 2000: 260-261) Con el transcurrir del tiempo, De lo oficial a lo popular: una raíz comenzaron a darse festejos de carácter Tal como ocurrió en toda más popular, bien entre las clases América, durante la colonización privilegiadas bien entre los artesanos. llegaron a la Isla diversos tipos de Aunque con las referencias festejos con los que se conmemoraban concretas disponibles no se pueda fechar acontecimientos, o celebraban incidentes la introducción de la celebración del que tuviesen alguna relevancia para las carnaval pre cuaresmal en Puerto Rico, Ceiba: Año 9 Núm. 1 [Segunda Época] Enero 2009 - Mayo 2010, (78 – 101) 78 Los inicios del Carnaval . no es de dudar que ocurriera con la a todas las festividades en que se llegada de los primeros colonos a la Isla. empleaban disfraces y máscaras, Tampoco puede demostrarse que se haya incluyendo al carnaval, y que éste, celebrado ininterrumpidamente a lo además, fue tan antiguo como las otras. largo de nuestra historia; no obstante, en Otra posibilidad es que en realidad el referencias a otras fiestas hallamos carnaval precedió a todas esas indicios de su pervivencia. Escritos no festividades, pero que se le llamó como oficiales, como memorias y crónicas tal posteriormente. O, finalmente, la que personales, podrían ofrecernos esta parece más plausible: que tanto las probabilidad. Una de estas memorias es mascaradas como los ―juegos de la que Alejandro Tapia y Rivera incluye carnestolendas‖ se desprendieron de la en su Miscelánea de 1880, titulada celebración del carnaval, y que la ―Recuerdos del Santiago‖. Aunque esta propagación y pervivencia de estos en crónica esté dedicada específicamente a otras celebraciones demuestran que el las mascaradas celebradas con motivo de carnaval, además de ser anterior, siguió la fiesta en honor a Santiago Apóstol (30 celebrándose, aunque fuera de manera de julio), llama la atención que Tapia no oficial ni apareciera registrado en los comience estableciendo una identidad documentos oficiales. entre las mascaradas y el carnaval. En el caso de Ponce, como Según él, la palabra carnaval vino a ser probablemente ocurrió en otros pueblos, sinónimo de mascaradas. las manifestaciones populares La palabra carnaval formada de comenzaron a independizarse de las otras dos carne vale, o carne oficiales hasta generar sus propias adiós, y que denota el tiempo en celebraciones. Ya a la altura de 1831, se que la carne cede el puesto a la registra una notable presencia popular en abstinencia y vigilias de la los festejos con los que se celebró el cuaresma, ha venido a ser nacimiento de la Princesa de Asturias, sinónimo de mascaradas. Para María Isabel, primera hija de Fernando divertirse, nada más a propósito VII y María Cristina de Borbón. Esa que engañarse los unos a los otros, presencia popular se debió, como si ciertas personas probablemente, al hecho de que Ponce necesitasen para lograr esto tenía una de las poblaciones más último, de revestir su cara de todos heterogéneas de la Isla. los días con otra de cartón, ni En su ―relación circunstanciada‖ mudar el traje o la piel que llevan sobre los regocijos públicos con que el de ordinario. (220) pueblo solemnizó el nacimiento de la Infanta, el alcalde de Ponce cierra el La identidad que Tapia le pliego advirtiendo que durante las atribuye al carnaval con las mascaradas celebraciones no se notó el más leve corrobora lo anteriormente propuesto desorden, ―siendo admirable que en respecto al origen del carnaval en Puerto todos estos obsequios y en una población Rico. A partir de la cita de Tapia, compuesta de diferentes naciones y podemos asumir una o varias clases, solo se ha visto reinar en todos posibilidades respecto a la antigüedad los sentimientos de lealtad á la Real del carnaval. Una de las posibilidades es Familia.‖2 (56, énfasis añadido) Este que al principio se le llamara mascaradas carácter heterogéneo de la población, 79 Ceiba: Año 9 Núm. 1 [Segunda Época] Agosto 2009 – Mayo 2010, (78 - 101) 79 Jaime L. Martell Morales visto como algo distintivo respecto al desarrollo artístico y cultural respaldado resto de la Isla, lo reseña a la altura de por la acción intercultural y por una 1870 Albert E. Lee en sus Memorias, al estabilidad económica afianzada. Para contrastar las comunidades de Ponce y tener una idea, según Eduardo Neumann, de San Juan: ―más de 40 haciendas de cañas y During the 1870‘s, while the trapiches había en Ponce para aquella contrast between San Juan and época.‖ (Citado por Girón, 1992:45) Ponce was remarkable, neither Los apellidos de la gran cantidad de could be said to have represented terratenientes existente para ese Puerto Rican life and customs. momento acusaban la diversidad de la Ponce has all the provincial charm población: Torruellas, Bautista, Roubert, that it retained for many years, yet Archevald, Tarrats, Overman, Van the influence of foreign culture Rhyn, Oppenheimer, Franceschi y was more marked there than in any Serrallés, entre otros. Esta diversidad, other Puerto Rican community. además de marcar el comercio y la Beside the foreign families which I fisonomía social, originó una have mentioned earlier, English, personalidad que se plasmó en las American, German, Corsican, manifestaciones culturales de la región. French and other newcomers En ese momento, además de atisbarse arrived in the city steadily. San con la multiplicidad social y cultural un Juan, on the other hand was a proceso de hibridación de la población, distinctly Spanish city in which se fecundaron formas sincréticas tanto Spaniards predominated and kept en el ámbito artístico como en el arriving from Europe. espiritual. En las postrimerías del siglo, In Ponce‘s social circles ya ciudad, Ponce contaba con once English and French were consulados o cuerpos consulares, lo que commonplace whilst in San Juan revela las relaciones comerciales y the Spanish accent prevailed over culturales con sus respectivos países; the softer Puerto Rican intonation. entre ellos: Dinamarca, Suecia, Noruega, (11-12) Inglaterra, Estados Unidos, Nicaragua, Ecuador, Venezuela, los Países Bajos, La diversidad en la configuración Italia y Santo Domingo. Esto coincide ponceña durante el siglo XIX, originó con la culminación de la etapa una cultura y una fisonomía social muy precapitalista, que se había iniciado, particulares respecto a las demás precisamente, en la década del 1830 al comunidades de la Isla. Desde mediados 1840 (Lluch Mora, 76). No es gratuito de siglo, se mostraba un gran despliegue pensar, a partir de estas intersecciones de actividades sociales, recreativas y comerciales y culturales operadas con culturales (Girón, 1966: 23). mayor intensidad durante la segunda Precisamente, el carácter heterogéneo de mitad del siglo XIX, que los rasgos la población contribuyó a que Ponce se actuales de nuestra cultura de pueblo y distinguiera de las demás al propiciar de sus manifestaciones, ciertamente, una notable efervescencia comercial y comenzaron a sedimentarse entonces. cultural. Para la primera década de la Una presencia social importante, segunda mitad del siglo XIX, siendo que se menciona en las relaciones de Ponce aún una villa,3 comenzó un 1831 y que aportaría a que se originaran Ceiba: Año 9 Núm. 1 [Segunda Época] Enero 2009 - Mayo 2010, (78 – 101) 80 Los inicios del Carnaval .
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