¿LIBRES e IGUALES? Sociedad y política desde el feminismo INDICE PRESENTACION AGRADECIMIENTO INTRODUCCION PRIMERA PARTE. EL FEMINISMO Y LA IZQUIERDA. De la biografía personal a la crítica teórica. 1. El feminismo como concepción teórica y práctica política. 2. Reflexiones feministas para la izquierda latinoamericana 3. El feminismo y los partidos políticos de izquierda 4. ¿Es posible una lectura feminista de Marx? SEGUNDA PARTE. FEMINISMO, POLITICA Y ESTADO. Una nueva visión de la Política y del Estado. 1. Democracia y feminismo: una relación necesaria. 2. Las mujeres y la política. 3. El movimiento feminista y las organizaciones de mujeres: nuevas formas políticas. 4. Estado y políticas de igualdad de oportunidades. 5. Recuperar la voz, el silencio de la ciudadanía. TERCERA PARTE. FEMINISMO Y COMPRENSION DE LA REALIDAD SOCIAL. La historia de los conceptos: del patriarcado al sistema de género. 1. El patriarcado como realidad social. 2. La familia patriarcal. 3. El sexismo en la sociología. 4. Tecnología y valores. 5. El sistema de género: nuevos conceptos y metodología CUARTA PARTE. DE LOS OCHENTA AL SIGLO XXI Los procesos: continuidad y cambio. 1. Veinte años de feminismo y políticas de equidad en España. 2. La tortura que persiste: la violencia doméstica. 3. Muertes y resurrecciones del movimiento feminista. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. 1 PRESENTACION A LA EDICION PARA UNIFEM. En este libro se recogen artículos que buscan mostrar no sólo el trabajo en el terreno intelectual sino el contexto que les originó, el movimiento feminista de los setenta y ochenta. El feminismo se expresó en muchas dimensiones: el compromiso con una causa, la de los derechos de las mujeres; la expresión de unas relaciones personales marcadas por el calor y la afectividad, porque siempre quisimos que lo subjetivo también tuviera un lugar; la búsqueda de una identidad personal, la de ser mujeres que no respondían a los estereotipos de femineidad; el intento de contribuir a un tipo de cambio social en el que no estuviéramos subordinadas; la búsqueda de nuevas formas de relación con los hombres que nos acompañaban individual y colectivamente. En la actualidad, se debe agregar además el deseo de que las generaciones de mujeres que vienen detrás, puedan heredar nuestro legado sin hipotecas sobre qué han de hacer. Espero que este libro sirva para mostrar un pequeño ejemplo del trabajo que entre todas hicimos en estos veinte años. Me gustaría que también les fuera de utilidad a las y los jóvenes, que se encuentran hoy con una realidad diferente, pero que aún no es realmente igualitaria. Pero esto último sólo lo pueden juzgar ellos. La primera edición de este libro fue hecha por el Centro de Estudios de la Mujer en Santiago de Chile. Agradezco la colaboración de Vicki Guzmán, Rosalba Todaro y Regina Rodríguez con quienes compartí los artículos cuando fueron escritos por primera vez. Pamela Díaz no sólo fue una eficaz editora del libro y seleccionó muchos de sus artículos, sino que me permitió disfrutar del intercambio generacional. El prólogo de Norbert Lechner a esa primera edición, es para mí algo entrañable y el más bello recuerdo del gran amigo que ya no está. Durante estos años he compartido muchos trabajos e intercambios de proyectos con la oficina de UNIFEM en Mexico y me siento una más entre todas las compañeras que forman parte de su equipo, en especial su directora y amiga Teresa Rodríguez. Es por ello que recibí con mucho agrado su propuesta de editar este libro para su web. Las amigas de UNIFEM contribuyeron muchas veces desde que salió la primera edición, a su divulgación. Estoy segura que, con esta nueva edición, será posible que este libro pueda llegar a más gente interesada en estos temas. Aunque la estructura del libro se ha mantenido igual, he introducido algunos cambios para actualizar algún artículo. Judith Astelarra Ciudad de México, agosto 2005. 2 AGRADECIMIENTOS El Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) agradece a su gran amiga Judith Astelarra, feminista, académica y política, su generosidad de poner a disposición de todas las personas interesadas, el libro: ¿Libres e Iguales? Sociedad y política desde el feminismo. En este libro, Judith Astelarra comparte sus reflexiones y los debates en los que ha participado durante los últimos 20 años sobre el feminismo y la izquierda, la política y el Estado, llevándonos a una comprensión de la realidad social que viven las mujeres no sólo en España, sino también en América Latina. La última parte de esta obra analiza el panorama social español, y cómo la época franquista visibilizó y perpetuó la subordinación de las mujeres hasta el nuevo siglo, y los cambios que se han producido con su llegada. En este contexto latinoamericano es importante señalar que las aportaciones de Judith al debate feminista dieron un valioso punto de vista para la discusión que durante esas décadas se ha dado en la región. Cabe señalar que su agudeza y destreza narrativa nos introduce con mucha frescura en el complejo mundo del feminismo a lo largo de las décadas, y nos proporciona un aporte muy reflexivo, conceptual y personal para que los derechos humanos de las mujeres se tengan en cuenta y se puedan disfrutar. Teresa Rodríguez Directora Regional de UNIFEM para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana. 3 INTRODUCCION Desde hace más de veinte años tanto en España como en América Latina, las mujeres se han convertido en un sector social que de forma dinámica ha propuesto demandas de cambios en su situación económica, social y cultural. Con un cierto rezago respecto a las mujeres de los países del norte, con más tradición en estos temas y un mayor avance, en cambio, en relación a las sociedades donde aún persisten ideologías que legitiman la desigualdad, las españolas y las latinoamericanas han puesto la igualdad de género en la agenda política y social. El proceso ha contado con la movilización primero del movimiento feminista, luego de las mujeres organizadas, las que se definen como feministas y las que no, a continuación, de los poderes públicos y, finalmente, de las instituciones económicas, políticas y culturales. La movilización de las mujeres no es un fenómeno contemporáneo; también se ha producido en otros momentos históricos y siempre ha logrado, aunque de diferente forma, incorporar a algunos de estos otros agentes sociales. El proceso por el cual el feminismo ha logrado impactar a las sociedades de las que forma parte, no es igual en todos los países, pero existen ciertas tendencias compartidas. En el caso de España y América Latina su tradición cultural los acerca y, en cambio, la inserción europea de las españolas y la mayor cercanía con Estados Unidos de las latinoamericanas, los diferencia. Desde hace un siglo y medio, el feminismo ha tenido vocación internacional, lo que ha permitido un gran intercambio de experiencias. Naciones Unidas y la Unión Europea ha posibilitado que este intercambio de ideas, propuestas, proyectos y programas se produzca bajo una cobertura institucional. El paraguas de Naciones Unidas ha sido fundamental para las latinoamericanas como el de la Unión Europea lo ha sido para las españolas. Pero, a pesar de que la acción se produce en estos dos ámbitos diferenciados, ha habido una gran vinculación entre España y América Latina, tanto en la actuación pública como en la de las organizaciones sociales. Los modelos de políticas de igualdad de oportunidades, especialmente los planes de igualdad, implementados tanto en España como en América Latina, son un buen ejemplo de esta colaboración. Haciendo un poco de historia, tanto en América Latina como en España, el sufragismo fue un movimiento pequeño. Es más, aunque las sufragistas desarrollaron programas y acciones propias, su origen se encuentra en el apoyo brindado por el movimiento sufragista internacional. Además no tuvieron el importante impacto político y social del sufragismo del norte. Este hecho se vuelve a repetir en el feminismo moderno de los años setenta y ochenta, que también provino de los países que tuvieron un movimiento feminista más potente. En este caso, la existencia de las organizaciones internacionales antes mencionadas, contribuyó en gran medida a su desarrollo. Así, la primera tarea que tuvieron que abordar los pequeños colectivos feministas, en España y América Latina, fue ganar legitimidad y un espacio político propio. Para conseguirlo tuvieron que polemizar con las fuerzas políticas consideradas más afines porque propugnaban cambios sociales, es decir, la izquierda. La 4 izquierda latinoamericana fue especialmente antifeminista, recogiendo la vieja tradición decimonónica europea que había considerado que el feminismo era un fenómeno burgués y como tal debía ser desechado. La izquierda revolucionaria, especialmente la leninista, había sostenido siempre que la solución a los problemas de las mujeres sólo se podía lograr haciendo la revolución socialista. Al mismo tiempo afirmaba con rotundidad que las mujeres trabajadoras no podían tener nada en común con las burguesas, que eran tan enemigas suyas como sus hombres. La única desigualdad asumible como propia, por lo tanto, era la de clases. Para las feministas españolas fue más fácil lograr esta legitimidad. Muy pronto los partidos de izquierda aceptaron la autonomía del movimiento feminista y la legitimidad de sus reivindicaciones. Lo mismo sucedió en el centro político, que también aceptó el discurso de la equidad entre los sexos y la necesidad de corregir la desigualdad desde las instituciones públicas. Esto permitió que se incorporara en la Constitución de 1978 el principio de la igualdad entre hombres y mujeres y la obligación del Estado de garantizarla. El cambio en la derecha española llevó más tiempo, pero finalmente también se produjo en la década de los ochenta. Una transformación histórica tomando en cuenta que el franquismo había sido extremadamente patriarcal. Así el feminismo español logró una legitimidad política durante la transición que se extendió a todo el espectro político.
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