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APUNTES PARA LA HISTORIA ANTIGUA Y COLONIAL DE PHUNGUÁRI-HUATO (PUNGARAVATO-CD. ALTAMIRANO).

DR. CARLOS ARIAS CASTILLO.

DGYDEED01-15102018 PRIMERA EDICIÓN

GUANAJUATO, GTO., OCTUBRE DE 2018 4

Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phunguári-huato. (Pungaravato-Cd. Altamirano). Primera edición, 2018.

© Universidad de Guanajuato. Lascurain de Retana No. 5. C.P. 36000. Guanajuato, Gto. División de Ciencias Económico-Administrativas. Departamento de Gestión y Dirección de Empresas. Campus Guanajuato. Diseño de cubierta: L.D.G. Oscar Vázquez Peña. Apoyo técnico: Mtra. Isabel del Carmen Landeros Kastel y L.S.I.A. Aldo Alberto Lugo Monjaras. Cuidado de la edición: Dr. Carlos Arias Castillo. ISBN: 978-607-441-572-8 Impreso en México.

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Dr. Luis Felipe Agripino. Rector General. Dr. Héctor Efraín Rodríguez de la Rosa. Secretario General. Dr. Raúl Arias Lovillo. Secretario Académico. Dra. Teresita de Jesús Rendón Huerta Barrera. Rectora del Campus Guanajuato. Dra. Claudia Gutiérrez Padilla Secretaria Académica. Dra. Claudia Susana Gómez López. Directora de la División de Ciencias Económico-Administrativas, campus Guanajuato. Dr. Omar Jair Purata Sifuentes. Secretario Académico. Dr. Héctor Fabián Gutiérrez Rangel. Director del Departamento de Gestión y Dirección de Empresas.

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A mis padres: María Teresa Castillo Serrano y Pablo Arias Juárez.

A mis hijos, y a los hijos de mis hijos: Carlos Irepan, Andrés Veapani y Edgar Harame.

A los de mi raíz ancestral Pungaravatense: indígenas, negros y europeos: A los Arias, Juárez, Castillo, Calixto, Serrano, Palacios, Castro, Benitez y otros.

A mi tío, Enrique Castillo Guerrero, a quien, en mi niñez, le escuche hablar con amor y pasión sobre la historia del viejo Pungaravato.

A los Pungaravatenses de antaño y de nuestros días, que se esfuerzan por construir un Pungaravato-Cd. Altamirano, con esperanza y futuro.

A las Guachas y Guaches, a las Guachitas y Guachitos, para que con orgullo sepan de su raíz, siempre, Pungaravatense-Altamiranense, y la proclamen en cualquier rumbo por donde vayan.

A los Terracalentanos, porque en cultura y origen, la Tierra Caliente es Una.

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Contenido Prólogo ...... 7 INTRODUCCIÓN ...... 9 1. Los antiguos habitantes de la Tierra Caliente...... 14 2. Naciones indígenas que habitaron la Tierra Caliente...... 17 2.1 Cuitlatecos...... 21 2.2 Phorhépechas (tarascos)...... 23 2.3 El probable contacto de los pueblos terracalentanos, con los de Sudamérica...... 33 2.4 Tolimecas, Chumbias y Pantecas...... 36 3. Las culturas prehispánicas y la fundación de pueblos en la región de la Tierra Caliente...... 37 3.1 El Preclásico (2500 a.C. -200 d.C.), y la cultura Olmeca...... 38 3.2 La cultura Mezcala en el Preclásico...... 40 3.3 Influencia de la cultura Chupícuaro en Pungaravato...... 46 4. La conquista de los pueblos de la Tierra Caliente, por el Imperio Phorhépecha (Tarasco)...... 49 5. El significado de Pungaravato...... 64 6. Quién fundó Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato. .... 81 7. El contexto del dominio español en la nación phorhépecha...... 88 8. Phunguári-huato (Pungaravato) en la Encomienda...... 90 9. La suma de visitas, 1547-1550...... 100 10. La evangelización de Phunguári-huato (Pungaravato)...... 108 11. ¿Quién fundó San Juan Bautista Pungaravato (Pungarabato)? ...... 130 12. San Juan Bautista Pungaravato en 1579...... 146 13. Padrones de censo de Pungaravato 1682 y 1683...... 148 14. Phungári-huato, pungaravato (Pungarabato) en las congregaciones de los pueblos indios...... 157 15. Pungaravato, en la descripción antigua de los curatos y las doctrinas, 1631 a 1665 (siglo XVII)...... 165 16. Pungaravato (Pungarabato) en las cofradías coloniales...... 169 17. Descripción de Pungaravato en varios documentos coloniales...... 185 18. Diversos informes en el Obispado de Michoacán 1759-1765...... 189 19. Descripciones de poblados que se ubicaran a una distancia de más de cuatro leguas de la sede parroquial de cada pueblo en 1765...... 194

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20. La Leyenda del enterramiento del “báculo”, del Padre Moya...... 201 21. Otra información dada por el cura de Pungaravato en agosto de 1765. .... 204 22. Ingresos del diezmo en la Diócesis de Michoacán en 1787, pueblos de la Tierra Caliente...... 206 23. Ingresos parroquiales para 1791...... 207 24. Ingresos de las cofradías de Pungaravato en 1791...... 208 25 La situación demográfica de los pueblos de la Tierra Caliente en 1792...... 214 25. Pungaravato, en la jurisdicción de San Juan en 1796...... 215 CONCLUSIONES...... 232 BIBLIOGRAFÍA...... 234 DICCIONARIOS ...... 205 PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS ...... 206 PÁGINAS DE LA WEB ...... 208

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Prólogo

Cuando inicio mis cursos de licenciatura y postgrado, suelo preguntar a mis alumnos: ¿Consideran que los españoles nos conquistaron? En su gran mayoría contestan que sí. Frente a ello, les pido que reflexionemos porque hoy en día, somos una nación mestiza. Las generaciones actuales, no identifican, cuáles son nuestras raíces, ni mucho menos saben, de dónde deriva nuestra mexicanidad porque nuestra historia colonial de un poco más de 300 años, con sus luces y sombras, poco se conoce, poco se difunde. De nuestra historia precolonial, también se sabe poco o nada.

Cuando no se sabe nuestro origen, es difícil ir por el mundo llevando nuestro orgullo de pueblo mestizo respaldado por culturas milenarias que, en un largo proceso de amalgamiento, en nuestra gran diversidad cultural, dieron origen e identidad a la nación mexicana y a los terracalentanos de hoy.

Tener un origen, una raíz que nos da identidad y pertenencia en una comunidad o pueblo, implica ciertamente orgullo, pero también la responsabilidad y el deber que se tiene como Altamiranense, o mejor dicho, como Pungaravatense, de conocer nuestro pasado histórico para releerlo, inclusive a la luz de nuevas fuentes históricas, para reescribirlo; para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, sepan y sientan el orgullo de que somos un pueblo con identidad, que, conjuntamente con otros pueblos de la Tierra Caliente, compartimos rasgos sociales, culturales, históricos y étnicos que nos hermanan para siempre.

La necesidad de indagar sobre el pasado antiguo de los Pungaravatenses (precolonial y colonial), es una tarea ardua y complicada, porque con independencia del apego y amor que se pueda tener por la tierra que nos vio nacer como a nuestros antepasados Pungaravatenses y calentanos, la historia de Pungaravato, debe ser construida y reconstruida, desde una perspectiva rigurosa, basada en evidencias documentales históricas fidedignas, arqueológicas y etnográficas, que de manera objetiva, nos permita conocer o inferir nuestros orígenes, sin exagerarlos, mitificarlos o lo más grave, adulterarlos, cegados por el amor a la tierra y no sobre las evidencias históricas.

El presente trabajo de investigación se basó en recopilar la información referente al viejo Pungaravato (así lo escribo por las razones que más adelante expondré),

8 del ancestral San Juan Bautista Pungaravato; para ello, visité archivos, consulté publicaciones especializadas, y, resultado de ese proceso, son estos “Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phungári-Huato (Pungaravato-Cd. Altamirano)”, con la fonética de un idioma phorhé que creo, más contemporánea.

El presente trabajo, no está dirigido a los expertos e historiadores; sobre la base de fuentes y evidencias documentales y arqueológicas existentes, transcribo y relaciono trozos de la historia de los Pungaravatenses-Altamiranenses, buscando explicar y hacer entendibles algunos decires ya inexistentes, a los hijos del viejo San Juan Bautista Pungaravato. No tengo ni poseo la verdad; algunos otros, a la luz de nuevos hallazgos documentales y arqueológicos, pero siempre sobre evidencias sólidas históricas, vendrán a recomponerla; a reescribirla.

Quiero agradecer, siempre agradecer, el respaldo de mi casa de estudios y trabajo la Universidad de Guanajuato, y el apoyo institucional de sus autoridades: la Rectoría General, la Rectoría de Campus, la Dirección de la División de Ciencias Económico-Administrativas y del Departamento de Gestión y Dirección de Empresas, de quienes siempre he recibido el apoyo para publicar mis trabajos de investigación.

Reconozco el generoso gesto del Dr. José Eduardo Vidaurri Aréchiga, historiador y Cronista de la Ciudad de Guanajuato, Gto., Patrimonio Cultural de la Humanidad y Capital Cervantina de América, y de la Licenciada en Historia Ana Elena Uribe Flores, por haber revisado los Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phunguári-huato (Pungaravato-Cd. Altamirano), quienes han hecho valiosas observaciones y sugerencias para la mejor comprensión del presente trabajo.

Como Altamiranense, como Pungaravatense, que en cualquier sitio y lugar por el que discurre mí andar, proclamo con orgullo diciendo: “que nací en Ciudad Altamirano, Gro., Distrito de Mina, Municipio de Pungaravato”, el presente trabajo, cristaliza el compromiso de decir a los Pungaravatenses, y, particularmente a nuestras Guachas y Guaches (muchachas y muchachos), a nuestras Guachitas y Guachitos (niñas y niños), que el lugar donde nos parieron, tiene un origen y tiene un pasado histórico, que nos permite, encontrar, entender y explicar el significado de lo que somos y hacemos, y, seguramente, con orgullo de nuestras raíces, emprender y encarar nuestro futuro. Dr. Carlos Arias Castillo. 9

INTRODUCCIÓN

La investigación para generar los Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phunguári-Huato (Pungaravato-Cd. Altamirano), se sustentan ciertamente, en la hasta ahora, escasa disponibilidad de fuentes documentales, arqueológicas y etnográficas relativas al pueblo; por lo mismo, más que pensar en una estructura de capítulos de libro, dada la información disponible, en su mejor comprensión, ésta se estructuró bajo una numeración progresiva temática: de la historia prehispánica a la colonial.

Sobre la base de evidencias documentales, y atendiendo siempre a la información derivada de los estudios realizados por los expertos e investigación propia, se busca interpretar la historia del antiguo Pungaravato, luego, San Juan Bautista Pungaravato, hoy en día, Ciudad Altamirano, Gro. En el presente trabajo, se partió de un principio elemental cuyo eje central se basa en las fuentes históricas disponibles: la historia, se puede interpretar, inferir, pero no adulterar. Por lo mismo, toda información manejada en la presente investigación tiene su referente documental histórico o bibliográfico.

Reconstruir el pasado antiguo de los pueblos que originalmente habitaron la Tierra Caliente, ha sido particularmente, una tarea difícil y complicada dada la escasa y limitada disponibilidad de fuentes documentales escritas (códices) como de estudios arqueológicos; no obstante, en los puntos 1 al 2.4, se hace una breve y a veces escueta descripción de la nación Cuitlateca, que es el pueblo ancestral de mayor presencia en la región calentana, hasta antes de su conquista por parte de los Phorhépechas o Tarascos. También hay referencia, sobre naciones que prácticamente desaparecieron en los inicios de la colonización española: Tolimecas, Chumbias y Pantecas, así como al posible contacto de todos estos pueblos ancestrales con los de Sudamérica.

En el punto 3, atendiendo a los estudios arqueológicos disponibles, se aborda la temática sobre la presencia e influencia cultural en la Tierra Caliente, de la cultura Olmeca, señalando los vestigios arqueológicos precisos en la región. Siguiendo una secuencia numérica, se pretende deslindar la fundación de pueblos en la región calentana o mejor dicho, de poblados por parte de algún pueblo mesoamericano; concluyendo, que, dadas las evidencias arqueológicas disponibles, no es posible sostener, que la cultura Mezcala, surgida en el periodo Preclásico, sea la fundadora de pueblos en la Tierra Caliente; por el contrario, pero sin sostener acto fundacional o de asentamiento permanente alguno, en el

10 punto 3.3., se hace referencia al notable parecido de piezas arqueológicas encontradas en Pungaravato y Huetamo, con las de la cultura Chupícuaro, que, prácticamente, según los arqueólogos, puede tener una secuencia histórica de desarrollo cultural con la Mezcala, y cuyo punto de difusión los arqueólogos ubican en Pénjamo, Gto.

Por considerar que los eventos narrados en la Relación de Michoacán son importantes para conocer la historia antigua de Pungaravato como la de los pueblos de la Tierra Caliente, mediante la tabla 1, se busca hacer una cronología: primeramente, del nacimiento del Imperio Phurhépecha bajo el reinado de Tariacuri, dividido en vida y concretada su división a la muerte de este gobernante: Hiripan en Cuyacan (Ihuatzio; Tangaxoan en Mechoacan (Tzintzuntzan) e Hiquingaje en Pátzcuaro. Por ser de importancia para la historia regional, atendiendo a las fuentes históricas disponibles, como a la opinión de los expertos, con cierta desilusión, en la investigación se esclarece, que en la actual Coyuca de Catalán, Gro., no se ubicó sede alguna del imperio dividido; más bien, sobre este punto, en un inicio, al analizar la Relación de Michoacán, hubo una lamentable confusión de ubicación geográfica, que luego fue aclarada con su estudio sistemático, histórico y de referencias arqueológicas que ubica a Cuyacan en Ihuatzio, en el actual Estado de Michoacán y no en la región calentana.

En el punto 4, sobre lo narrado en la Relación de Michoacán, y considerando que, según los historiadores expertos, la expansión del Imperio Phurhépecha se dio entre 1420 y 1440 d.C., se plantea una propuesta de cronología de conquista de Pungaravato y de otros pueblos de la Tierra Caliente.

El desarrollo del punto 5, sobre la base de fuentes coloniales disponibles; de diccionarios como el Grande de la Lengua de Michoacán; del de Baptista de Lagunas, en su Arte en Lengua Michoacana; de la Gramática de la Lengua Tarasca, de Fray Manuel Crisóstomo; en el de Fray Maturino Gilberti, en su Arte de la Lengua de Michoacán y en obras más contemporáneas como la de Pablo Velásques Gallardo, en su Diccionario de la Lengua Phorhépecha. Porhépecha- español, español-phorhépecha, se propone, que, el significado de Pungaravato, como “cerro de plumas o cerro de plumaje”, hay que tomarlo con reserva; pues, a la luz de las fuentes documentales históricas disponibles, su significado más cercano sería el de “lugar o cerro del señor emplumado Pungárancha”, deidad identificada como “dios de la guerra” en la Relación de Michoacán, apareciendo también en dicho documento, como Pungárecha o Pungárencha. Sobre la base 11 de estos diccionarios, se propone, el significado del cerro de Chuperio y del ancestral barrio de Timangaro.

Atendiendo a la conquista y colonización documentada en la Relación de Michoacán y en la tradición etnológica, en el punto 6, se propone, que, Punguári- Huato, Pungaravato, hoy, Ciudad Altamirano, como asentamiento organizado y con la intención de habitarlo permanentemente, fue fundado por los Phurhépechas o Tarascos; con gente traída de la región lacustre de Michoacán. La evidente grafía del nombre del pueblo, que prevaleció por siglos y que perdura hasta nuestros días, parece confirmarlo.

En el punto 7, se hace referencia a que el ciclo de conquista y colonización española inició con la conquista y caída de México-Tenochtitlan por Hernán Cortés y huestes indígenas aliadas, un 13 de agosto de 1521. En el punto 8, se aborda el interés de los diversos encomenderos españoles por hacerse de la Encomienda de Pungaravato; de su disputa y pleitos legales entre éstos. Se encuentra documentado, que su primer encomendero, fue Juan Velázquez de Salazar, pero el más visible y notable, lo fue Pedro de Bazán; luego, se cierra el ciclo con su hijo Hernando de Bazán, quien para 1548, se haría de la Encomienda de Pungaravato de manera total. En el punto 9, en la Suma de Visitas, levantada entre 1547-1550, se describen los tributos que los de Pungaravato y otros pueblos de la Tierra Caliente, aportaban a sus encomenderos, fundamentalmente, bastimentos para sustentar la manutención de la mano de obra indígena o negra que terminaban su desdichada vida en las minas de oro y plata.

En el punto 10, se plantea y propone, una cronología respecto de la evangelización de Pungaravato y de los pueblos de la Tierra Caliente, cuestión que resulta toral para tratar de ubicar los probables contactos evangelizadores de misioneros franciscanos, y, con certeza de los agustinos: Fray Juan de San Román, Fray Diego de Chávez y Alvarado, Fray Francisco de Villafuerte, y, significativamente, Fray Juan Bautista Moya, el llamado “apóstol de la Tierra Caliente”, proponiendo, dada la cronología histórica que se plantea, que su arribo a Pungaravato, muy probablemente aconteció a mediados de 1552. Por lo mismo, en el punto 11, se plantea, que el fundador de Pungaravato, atendiendo a las fuentes históricas disponibles, a la tradición etnográfica del pueblo y a cierto procedimiento español fundacional, fue Fray Juan Bautista Moya; proponiendo, que esto aconteció, probablemente, en junio de 1552, bajo la advocación de Juan el Bautista; luego en ese entonces, el viejo y ancestral Pungaravato, adquirió su nuevo nombre cristianizado: San Juan Bautista Pungaravato. También se

12 aborda, la secularización de las “doctrinas” de las órdenes mendicantes (clero regular), por “curatos” ocupados por el clero secular, formado por Don Vasco de Quiroga a partir del 6 de agosto de 1538, en que asume como Obispo de Michoacán y luego crea el Colegio de San Nicolás.

En el punto 12, En la Relación y Memoria de Ajuchitlán, que data de 1579, se hace una descripción geográfica de Pungaravato, como de sus pueblos sujetos; de sus actividades comerciales; de la descripción orográfica de la región y de las enfermedades que aquejaban a sus pobladores: viruela, cámaras de sangre y pechugueras. En el Punto 13, se describen los padrones de censo de Pungaravato, relativos a 1682 y 1683, en ellos, es posible descubrir la amalgama racial y cultural de los ancestros de Pungaravato.

En el punto 14, sobre la base del modelo de congregación de pueblos indios implementado por la Corona Española, esto, para asegurar la utilización de la mano de obra indígena y su evangelización, se describe la congregación o reducción de pueblos entonces sujetos a Pungaravato; la severidad de los funcionarios españoles para implementarla y la resistencia de los indígenas a congregarse. Se plantea, que, producto de esta resistencia, doctrinas como la de Tanganhuato, sobrevivió como pueblo. Se advierte, que el modelo de congregaciones, prácticamente se implementó desde el inicio de la colonización española.

En el punto 15, siguiendo la valiosa información contenida en la Descripción Antigua de los Curatos y Doctrinas de 1631 a 1638, de probable autoría atribuida a Fray Francisco de Rivera, se describe al curato de Pungaravato, ya para entonces secularizado; los ingresos del cura, las lenguas ancestrales habladas: tarasca, cuitlateca y chontal; los hospitales existentes y la forma de financiarlos: Pungaravato, Coyuca y ; las estancias existentes en la jurisdicción eclesiástica, haciendo referencia a una de las haciendas más importantes de la región: “Talistaca”, en donde según la fuente documental consultada, laboraban 100 personas, y por lo mismo, tenía el privilegio de tener capilla propia.

El punto 16, en 1776, permite describir la situación económica y la forma de sostener las cofradías existentes en Pungaravato y en su jurisdicción eclesiástica: de San Juan Bautista, de Santa Barbara, Nuestra Señora del Rosario, de las Ánimas, del Santísimo Sacramento; de las de Tanganhuato: de Santiago y Virgen de la Asunción; de las que había en Tlapehuala: Jesús Nazareno, de Ánimas; en Coyuca: Jesús de Nazareno, de Santa Lucía. Se 13 describe, el informe que rinde el mayordomo Matheo Nicolás, respecto de la administración de la cofradía de Santa Barbara. Este apartado, permite descubrir la amalgama racial de los antiguos pobladores de Pungaravato que formaban parte de sus cofradías: indígenas, mestizos, españoles y castas. En el punto 17, se abordan varios aspectos que describen a Pungaravato contenidos en documentos coloniales que van de 1619 a 1746, en ellos se describe, el casi total despoblamiento por epidemias de Pungaravato y de algunos pueblos de la Tierra Caliente; la lenta recuperación de la población calentana, no sin dolor y sufrimiento. En el punto 18, en un periodo que abarca de 1759 a 1765, se maneja diversa información rendida por los clérigos seculares al Obispado de Michoacán.

En el punto 19, con su respectiva paleografía, se muestra un mapa colonial de 1765, que describe la circunscripción territorial del Curato de Pungaravato. En tanto que en el punto 20, sobre la base de la tradición etnográfica de los de Pungaravato, se hace referencia a la leyenda del enterramiento del “báculo” del Padre Moya.

En el punto 21, se abordan los diversos informes rendidos por el cura secular de Pungaravato en 1765. El punto 22, permite conocer, los diezmos que para 1787, obtenían los curas seculares en ciertos poblados de la Tierra Caliente, así como sus ingresos parroquiales en 1791, abordados en el punto 23. Ya en el declive económico y social de las cofradías, esto, en 1791, en el punto 24, se describen los ingresos de las existentes en el curato del pueblo. El punto 25, aborda la situación demográfica del poblado y de algunos pueblos de la Tierra Caliente, para finalizar en el punto 26, con la descripción económica y social que de Pungaravato y de otros pueblos de su jurisdicción eclesiástica, hacen diversos funcionarios coloniales. Valga entonces, el esfuerzo por preservar la memoria histórica que da identidad a los de Pungaravato.

Guanajuato, Gto., semestre académico agosto-diciembre de 2018.

Dr. Carlos Arias Castillo.

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1. Los antiguos habitantes de la Tierra Caliente.

Es difícil y complejo, delimitar quiénes fueron los antiguos habitantes de la Tierra Caliente y en particular de lo que ahora es Pungaravato (Pungarabato), Pungarahuato (Phunguári-huato-Ciudad Altamirano). No obstante, los arqueólogos han buscado sistematizar periodos, asentamientos, evolución y relaciones culturales entre los diversos grupos aborígenes que se asentaron en Oasisamérica, Aridoamérica y Mesoamérica, precisamente, es en esta última región en la que se ubican los pueblos ancestrales de la Tierra Caliente; en lo que se ha denominado el Occidente Mesoamericano. Pero, a decir, de estos expertos, ha resultado bastante difícil delimitar el establecimiento de fronteras regionales de cada una de las áreas mencionadas, y aún más, de quiénes fueron los habitantes aborígenes de estas áreas geográficas.

Fuente: adiciones, tomando como base el mapa de la portada de la Edición Especial de Arqueología Mexicana. Atlas del México Prehispánico. Mapas de Periodos, Regiones y Culturas. Número 3, año 2000.

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Atendiendo a evidencias arqueológicas existentes, lo que se debe considerar es que, derivado de relaciones entre los diversos grupos indígenas de estas regiones, se observó con el correr de los siglos, una larga y compleja evolución cultural producto de la interrelación comercial y racial entre grupos sedentarios con asentamientos humanos fijos, con aquellos que eran semisedentarios (Mesoamérica y Oasisamérica) y grupos nómadas ubicados en Aridoamérica;1 inclusive, supuestamente, con grupos aborígenes provenientes de centro y Sudamérica, como más adelante se especificará.

Es en el Área Mesoamericana, en una de sus subregiones denominada el Occidente, es donde se ubican la mayoría de los asentamientos humanos prehispánicos que dieron origen a los pueblos de la Tierra Caliente. Esta delimitación cultural, fue elaborada en 1943 por el Dr. Paul Kirchhoff, pero hoy en día, inclusive, existen diferencias respecto de sus fronteras. En cuanto a su datación histórica, va de entre 2500 a.C. y 1521 d.C. Según los expertos, las evidencias arqueológicas revelan que estos grupos originarios, desarrollaron diversas y extraordinarias manifestaciones culturales, compartiendo un gran número de sus elementos, lo que permite inferir de la misma forma, una red de relaciones en todos sus aspectos: sociales y económicas.

Fuente: adiciones, tomando como referente, el artículo Orígenes Andinos de la metalurgia del occidente de México, Dorothy Hosler, recuperable en: http://www.raulybarra.com/notijoya/biblioteca_archivos_1.1/notijoya_1.1/archivosnotijoya_X/7metalurgia_mexico. Htm.

1 Solares, Carraro María del Carmen y Enrique Vela Ramírez. Atlas del México Prehispánico. Mapas de Periodos, Regiones y Culturas. Edición Especial de Arqueología Mexicana, número 5, julio de 2000. Pág. 5.

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Para los arqueólogos, al igual que las otras áreas (Oasisamérica y Aridoamérica), Mesoamérica siguió pautas y ritmos de desarrollo relativamente diferenciadas de estas regiones, fundamentalmente, porque entre ellas existieron continua y permanentemente alianzas políticas, o principalmente por el intercambio comercial.

Entre los expertos (historiadores y arqueólogos), existe la convención, de que, en el área conocida como Mesoamérica, no sólo habitaron grupos nómadas y recolectores que buscaban de manera errante los recursos para su subsistencia, los estudios arqueológicos realizados, muestran que también se desarrollaron sociedades más complejas, en donde los pobladores del norte de México y de lo que ahora es la parte sur de los Estados Unidos de Norteamérica, recibieron de las culturas mesoamericanas influencias varias, y a la vez, éstas también fueron influidas por los pueblos del norte.

Como sostienen Carmen Solares y Enrique Vela: “Los rasgos a partir de los cuales se define la extensión del territorio mesoamericano son de dos tipos: los relativos a la estructura de la sociedad, como la economía, la política y la religión y los que se refieren a las pautas culturales específicas que derivan de ellas, como los rituales, la cerámica, la escultura y el patrón de asentamiento, entre muchos otros. Es en estos últimos, en las formas concretas en que se expresaban las pautas de comportamiento y las creencias comunes, que se manifiesta la extraordinaria diversidad de culturas que habitaron el área mesoamericana, de lo cual también dan cuenta las decenas de lenguas que se hablaban al momento de la conquista”.2

Como se ha mostrado en los mapas anteriores, la llamada subárea mesoamericana de occidente, con sus culturas particulares, comprende lo que hoy en día dentro de la geografía nacional se identifica como: parte de Sinaloa, Colima, Jalisco, Nayarit, Michoacán y una porción de Guerrero.

La delimitación del Área Mesoamericana con sus subregiones de culturas y rasgos particulares, pero todas compartiendo elementos que las ubican culturalmente en Mesoamérica, permite identificar, que es en una de sus

2 Ob.Cit. Solares, Carraro María del Carmen y Enrique Vela Ramírez. Atlas del México Prehispánico. Mapas de Periodos, Regiones y Culturas. Edición Especial de Arqueología Mexicana, número 5, julio de 2000. Pág. 17.

17 subregiones denominada “el occidente de México”, donde los expertos han nombrado y ubicado geográficamente los pueblos originarios de la Tierra Caliente, y han intentado describir y delimitar el padrón de asentamientos de estos grupos ancestrales que habitaron la región; capitulo por cierto, hoy en día, no cerrado o concluido, siendo una temática de investigación a seguir, según avancen los trabajos de exploración arqueológica que en el futuro se realicen, que al ser ligados con fuentes documentales históricas, permitirán reelaborar, corroborar, precisar o desmentir las visiones que hasta ahora se tienen respecto de los primitivos habitantes de Pungaravato y de la Tierra Caliente.

2. Naciones indígenas que habitaron la Tierra Caliente.

Previo a la conquista española de México-Tenochtitlán, en 1521 por Hernán Cortes y sus huestes de aliados indígenas, al contacto europeo con los pueblos originales de nuestro país; antes de nuestro rico mestizaje, habitaron en la Tierra Caliente, una serie de naciones o de pueblos originarios, que hoy en día, constituyen nuestra raíz indígena o ancestral; en realidad, una de nuestras raíces ancestrales como calentanos mestizos.

En el Occidente de México, los colonizadores europeos-españoles, encontraron pueblos originarios regidos bajo estructuras de carácter militar-teocrático, es decir, basadas en el liderazgo divino del gobernante apoyado por una estructura militar fuerte, y sustentada económicamente por la agricultura, la exacción (cobro) de tributos en pueblos de menor poderío o quizá esclavizados que aportaban su trabajo personal al líder teocrático dominante.

Es importante señalar, que, según algunos historiadores, sobre la base de evidencias arqueológicas y etnográficas, en la Tierra Caliente (al igual que en Mesoamérica), habitaron diversas tribus organizadas en familias o grupos, en donde, los líderes o jefes de esas tribus, se reunían para considerar y atender problemas locales, llegando a constituir un consejo tribal (de la tribu), compuesto por líderes o ancianos; con el tiempo, ello derivó en que entre los miembros de ese consejo tribal, se eligiera un gobernante que provenía de una cierta familia, cuyas ramas podían sucederlo en el poder, naciendo entonces, la nobleza hereditaria. El líder teocrático podía inclusive, atendiendo a su linaje, designar a su sucesor.

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En una mayor organización de la estructura teocrática-militar, el consejo tribal podía quitar el poder a la familia gobernante y reemplazarla por otra. El líder teocrático, ejercía su poder como supremo dirigente religioso, militar y político, acompañado por sacerdotes que ejercían y acompañaban los diversos ritos religiosos y una casta militar que lo apoyaba. Esta estructura, se basaba en visiones, creencias y mitos que legitimaban y aglutinaban a las tribus asentadas en una determinada área territorial; es entonces, cuando se puede intentar hablar de pueblos o naciones indígenas que a la par, desarrollaron una lengua, un panteón de dioses comunes, visiones cosmogónicas, cerámica y estructuras constructivas particulares o compartidas con otros pueblos aborígenes Mesoamericanos.

Igualmente, también es posible encontrar, pequeños grupos que formaban una tribu o tribus dispersas y asentadas en la región calentana, que, sin tener la estructura anterior, aprovechaban las condiciones de fertilidad de ríos y vados en donde podían pescar, sembrar y cosechar para lograr su sustento.

Los historiadores y arqueólogos, no se han puesto de acuerdo respecto de si a ciertos grupos humanos o tribus asentadas en Mesoamérica que alcanzaron cierto grado de organización social (incluyendo los de la Tierra Caliente), debe catalogárseles como señoríos independientes; considerando la naturaleza del trabajo desarrollado y la no especialización en arqueología, historia y etnografía, no entramos en esa polémica.

J. Benedict Warren, en su espléndido trabajo, La Conquista de Michoacán 1521-1530, refiere un señorío gobernado por el señor de Zacatula (en la desembocadura del Balsas), área, en donde según este autor, había una pequeña colonia de guerreros uacúsechas de la nación phurhé.

Aun con la divergencia, la lógica nos indica, que cualquier grupo humano o tribu con cierto grado de organización, requiere de un liderazgo, el cual se ejerce entre su gente y en un determinado contexto geográfico o territorial, que, por la lucha de los recursos entre tribus o naciones indígenas, de manera dinámica, pudo en la época prehispánica ser cambiante. Previo al contacto europeo, según R. Barrtlow, tomando como referente los actuales límites geográficos del Estado de Guerrero, estos eran los señoríos independientes: 19

Fuente: Señorío y provincias indígenas en el actual Estado de Guerrero en 1519 (siglo XVI), según R. Barrtlow, en su obra The empire of the Culhua Mexica, recuperable en: https://www.google.com.mx/search?q=mAPAS+L%C3%8DMITES+DEL+IMPERIO+TARASCO&client=firefox- bab&dcr=0&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=zvymQKQDOsv3dM%253A%252CWLX_ZfyD1xaNRM%252C_& usg=__aRAS2A7WfiP0a6gvCXITyALfIz8%3D&sa=X&ved=0ahUKEwiViaf0lOLXAhWFxVQKHTilDNYQ9QEIL DAC#imgrc=zvymQKQDOsv3dM

Derivado de fuentes coloniales y de estudios arqueológicos, por cierto, escasos y no concluyentes, se puede decir, tomando como referente los actuales límites del Estado de Guerrero, que en la región calentana, previo al contacto europeo, habitaron y seguramente, tuvieron interrelaciones de toda índole Nahuas (Tecos de ese origen),Tolimecas, Chumbias, Pantecas, Cuitlatecas, Chontales, Itzucos, Tepuztecas, y Phurhépechas o Tarascos, con este último grupo humano, en las fuentes coloniales, precisamente, se identifica y liga a los habitantes de Pungaravato.

En la Tierra Caliente, y geografía circunvecina, en el siglo XVI, las lenguas o idiomas que permiten inferir un elemental grado de articulación social y desarrollo cultural de las naciones indígenas que las hablaban, se puede identificar a las siguientes: Phurhépecha (Tarasco), Cuitlateca, Itzuco, Nahua, Tolimeca, Chumbia y Panteca. Algunas, se ligan con el tronco lingüístico proto-yutonahua, otras, como las habladas por pueblos otomiés (presentes en la región calentana), Mazahuas, Matlatzincas y Ocuiltecos, se les relaciona con el tronco proto-otopame. La phurhépecha, no guarda relación lingüística con ninguno de los troncos mencionados.

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Fuente: Adiciones, según el mapa: Principales lenguas indígenas en la región de Guerrero en el siglo XVI, atribuido a Miguel de Mendizábal, Wigberto Jiménez Moreno y Mauricio Swadesh, recuperable en: https://www.google.com.mx/search?q=mAPAS+L%C3%8DMITES+DEL+IMPERIO+TARASCO&client=firefox- bab&dcr=0&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=zvymQKQDOsv3dM%253A%252CWLX_ZfyD1xaNRM%252C_& usg=__aRAS2A7WfiP0a6gvCXITyALfIz8%3D&sa=X&ved=0ahUKEwiViaf0lOLXAhWFxVQKHTilDNYQ9QEIL DAC#imgrc=zvymQKQDOsv3dM

Sarah Albiez-Wieck, en su obra: Contactos Exteriores del Estado Tarasco. Influencias desde Dentro y Fuera de Mesoamérica, en el siguiente mapa, propone los siguientes grupos originarios, delimitando las lenguas que hablaban.

Fuente: tomado de Sarah Albiez-Wieck. Contactos Exteriores del Estado Tarasco. Influencias desde Dentro y Fuera de Mesoamérica. Vol. I. El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor. (2013). Pág. 118. 21

A continuación, con la información disponible, se intenta hacer una descripción breve de los pueblos indígenas que tuvieron ubicación geográfica en la Tierra Caliente.

2.1 Cuitlatecos.

Si nos atenemos a la información recabada por historiadores, arqueólogos y etnólogos, se puede inferir, según los mapas mostrados, que el pueblo de cultura ancestral que configuraba la nación Cuitlateca, era uno de los más extendido en la Tierra Caliente al momento del contacto con los colonizadores europeos en el siglo XVI.3

La extensión lingüística y cultural de esa nación, comprendía desde las cercanías de Acapulco hasta Ajuchitlán, ya en la región calentana. Este idioma, hoy en día desaparecido, según los lingüistas, se clasifica dentro de los idiomas ancestrales que tienen una raíz yutonahua.

En contraposición a lo anterior, Donald Brand, plantea que el idioma Cuitlateco, no es nahuatlato (derivado de la raíz yutonahua), admitiendo la posibilidad de que derive del Siux-hokano o el Macro-Otomangue.

Aproximadamente en mayo de 1941, el lingüista Norman A. McQuown, realizó una investigación de campo en Ajuchitlán o Thitichuc-Umo (en cuitlateco), para estudiar el idioma Cuitlateco, y encontró, que prácticamente esa lengua ya se encontraba muerta, puesto que, en ese año menos de cinco personas lo hablan y alrededor de veinte, más o menos, la entendían.4

En esta misma revista que se cita en el presente trabajo “El México Antiguo”, el Etnólogo, Pedro R. Hendrichs, hace referencia a un interesante artículo aparecido en esa publicación (páginas: 233-238), cuyo autor es el profesor D. Teófilo Dondé y López, Cuitlateco, oriundo de Ajuchitlán, y uno de los últimos hablantes de su idioma, en donde narra las “costumbres cuitlatecas”, pero más relacionadas con la época colonial que con la primitiva antigüedad. En realidad,

3 Commons, Áurea. Gestación y nacimiento de un estado: Guerrero. Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM. No. 50, (2003), Pags. 196-219. 4 Norman A. McQuown. La Fonética del Cuitlateco. El México Antiguo, Tomo V, junio 1941, Núm. 7-10. Pág. 239.

22 refiere pasajes relativos al discurrir de las cofradías en su localidad. Con el contacto español, la vestimenta indígena observó cambios importantes; más encaminadas a “cubrir su desnudez”, pero, es de considerarse, que entre la gente común, con el correr de los siglos, la forma de vestir sufrió pocos cambios. Las siguientes fotografías, tomadas probablemente entre 1923 y 1924, muestran la vestimenta de la gente de Thitichuc-Umo-Ajuchitlán, que, desde mi punto de vista, prácticamente era igual a la de los otros habitantes de la Tierra Caliente, incluyendo desde luego, a la gente de Pungaravato. También para estos años, las cofradías prácticamente habían desaparecido, pero, algunas costumbres relacionadas con festividades religiosas de cofradía perduraban.

Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924, Pág. 99.

Lo interesante de la fotografía, es que, las Guanánchaecha (Guanancheras) de Thitichuc-Umo-Ajuchitlán, ligadas a los hospitales de Don vasco de Quiroga, muestran, por una parte, la forma de vestir de las mujeres de la Tierra Caliente, en donde el rebozo era tradicional, y por la otra, dentro de sus limitaciones económicas, la forma en que se engalanaban para sus festividades religiosas. Seguramente, en sus ritos y ceremonias prehispánicas, dada su acendrada religiosidad, también vestían sus mejores galas.

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Con el mismo propósito, se muestra una fotografía de inicios del siglo XX, de “cargueros de la Santa Cruz”, que hacían adornos en el Calvario de Thitichuc- Umo-Ajuchitlán. Aun con la poca nitidez de la fotografía, es posible observar tambor y jorongo entre sus miembros varones, usos y vestimenta, considero, muy similar a la de otros pueblos de la Tierra Caliente. Nótese, el uso de pantalón y camisa de manta simple de algodón, muy similar al material de vestido usado en la época prehispánica, aunque entre los phurhépechas, a diferencia de otros pueblos mesoamericanos, con diferente calidad, uno de los elementos de su atuendo consistía en vestirse con una especie de camisa de manga corta sin cuello, tal y como es posible observar en la Relación de Michoacán.

Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924, Pág. 125.

2.2 Phorhépechas (tarascos).

La nación phorhé (tarasca), cuyo idioma y cultura persiste hoy en día, principalmente en el centro y región lacustre de Michoacán, fue una de las más importantes en Mesoamérica en el Postclásico tardío (1200-1521 d.C.).

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Los especialistas consideran que a finales del siglo XII, surgieron grandes estados como el de los Mexicas, cuyo centro de poder era México-Tenochtitlan, y el de los Phorhépechas (Tarascos), cuya capital imperial ubicada en la orilla oriental del lago era Pátzcuaro, luego seguiría Tzintzuntzan (Uitzitzilan, así nombrada por los Mexicas), naciones rivales enfrentadas para obtener el dominio y acceso a recursos de la región central y occidental de Mesoamérica, como a los productos exóticos de la Tierra Caliente.

El origen de la nación phoré, no ha sido establecido plenamente; algunos especialistas, lo ubican en el sur de lo que ahora son los Estados Unidos de Norteamérica, otros, en el área sudamericana. Lo que es cierto, es que según se narra en la Relación de Michoacán, un grupo de emigrantes arribaron a la zona lacustre de Michoacán, hacia los inicios del Posclásico tardío, pudiendo ser inclusive, algún grupo de la región, que, tras alcanzar algún grado de desarrollo social, político y militar, tuvieron la capacidad de iniciar un proceso de expansión y, mediante guerras de conquista y colonización poblacional, someter a un numeroso grupo de poblados, entre los que se encuentra Pungaravato (Phungári- huato, Pungarahuato, Pungarabato) y la mayoría de los ubicados en la Tierra Caliente.

En lo que hay consenso, es que el idioma phurhé, no mantiene relación lingüística con los otros pueblos de Mesoamérica, con los cuales, no obstante, guardaba una relación cultural y comercial, como se demuestra con las diversas piezas arqueológicas de origen externo encontradas en asentamientos y enterramientos considerados hoy en día como phurhépechas.

Entre 1420-1440 d.C., los Phurhépechas ya habían consolidado su expansión y dominio económico, político y militar, y para entonces, en la región calentana, la lengua franca de mayor uso era la phorhé o tarasca, y abarcaba desde Tlapehuala (Acatzequaro), Cutzio (pueblo ancestral hoy unido con Huetamo), Guayameo, Coyuca, Cutzamala, Zirándaro y Pungarabato (Phunguári-huato), de entre otros poblados de la Tierra Caliente. Algunas fuentes, ubican a Coahuayutla de Guerrero (hoy de José Ma. Izazaga), como zona hablante phurhé. Salvo evidencias arqueológicas futuras o hallazgos documentales, es difícil saber, previo a la conquista purhépecha, el nombre de las tribus, grupos o señoríos indígenas que originalmente se asentaron de manera específica en cada uno de los pueblos de la Tierra Caliente; lo que sí se puede inferir con la información arqueológica y fuentes documentales disponibles, dada una cultura mesoamericana compartida, es que, Phurhépechas, Cuitlatecos, Nahuas, Tolimecos, Chumbias, Pantecas e Itzucos, y aun con otros pueblos más lejanos, 25 antes de la conquista española, tuvieron una interrelación cultural y comercial permanente. Particularmente, la elite dominante phurhé, no encontró problema en tener y fomentar relaciones multiétnicas entre los pueblos tributarios del imperio.

Intentando explicar la preminencia del idioma phorhé en la región calentana, es muy probable, que los dignatarios del Imperio Purépecha, dada la importancia estratégica y económica que la Tierra Caliente tenía, para afianzar su control económico, político y militar, al parecer, realizaron un proceso de colonización estratégica, trayendo gente del área lacustre de Michoacán para poblar la región; hablantes del idioma phorhé, conjuntamente con indígenas aliados o sometidos al dominio del Irecha-Cazonci, tal y como se observa con los Güetamos- Matlazincas o Pirindas de origen otomiano (otomí) quienes fueron asentados en aquél tiempo en lo que ahora es el entrañable Huetamo de Núñez, Michoacán, habitado y poblado conjuntamente con los de Cutzio; práctica que, por cierto, también hacían los dignatarios de México-Tenochtitlan en sus guerras de conquista y colonización. Entre los historiadores, existen divergencias respecto de la delimitación del imperio o señorío phurhé o uacúsecha, creo, todo derivado de las guerras de conquista y reconquista de territorios entre phurhés y mexicas, que originaban avances y repliegues constantes.

Por lo mismo, han existido y existen divergencias, por cierto, mínimas, respecto de los límites del imperio o señorío phurhé; no obstante, la mayoría de los historiadores consultados, coinciden en que prácticamente, son compatibles con los que geográficamente en la actualidad tiene el Estado de Michoacán, con algunas otras ramificaciones que más adelante se comentan y muestran.

Tomando como referente las fuentes documentales existentes, y los escasos estudios arqueológicos, es posible inferir que algunos asentamientos de la Tierra Caliente, además de ser estratégicos para los uacúsechas dados sus recursos materiales, también eran su frontera en la parte sur del señorío o Imperio Phurhé. J. Benedict Warren, citando a Corona Núñez, respecto de la frontera sur, sostiene lo siguiente:

[…] Al sur, los tarascos controlaban los dos lados del Río Balsas hasta Ajuchitlán, donde el rey tarasco mantenía una fuerte guarnición frente a los mexicanos.5

5 Warren, J. Benedict. La Conquista de Michoacán 1521-1530. Fimax Publicistas, (1977), Pág. 3.

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El prestigiado arqueólogo Donald D. Brand, quien hizo estudios en la región calentana entre 1938 y 1939, plantea una visión más amplia de lo que eran las guarniciones phurhépechas en la región:

[…] Los tarascos mantuvieron una línea de fuertes y guarniciones contra los “chichimecas”, los mexicanos y otros pueblos en el noreste, este y sudeste, que incluía muchas plazas como Yuririapúndaro [Yuriria], Acámbaro, Maravatío, Teximaroa, Zitácuaro, Cutzamala, Chapultepec cerca de y Ajuschitlán [Ajuchitlán]6

Dicho por los expertos (Warren y Brand), queda descartado que, en la región calentana, Cutzamala haya sido la única guarnición para defender y ensanchar el señorío phorhé; el propio Brand, en su trabajo ya citado, agrega que: “En efecto, a la llegada de los españoles (a Michoacán, 1522-23) los tarascos estaban empujando agresivamente en el norte del centro de Guerrero, desde fortificaciones en Ajuchitlán y Cutzamala en el Valle del Balsas y Guerrero.” Es de llamar la atención, que el mismo Brand, identifica a Ajuchitlán, como “Tehuehuetla”, infiero, que deriva del náhuatl, y que, según Don Antonio Peñafiel, significa “en el lugar del atabal de piedra”. No obstante, guardo reserva, porque hay un San Juan Tehuehuetla perteneciente al Municipio de San Miguel

La información proporcionada, indica, que no sólo en Cutzamala existía una guarnición o asentamiento militar; la había en Ajuchitlán, y, probablemente, como región limítrofe del Imperio Phorhé, en algún sitio cercano a Tlapehuala, según lo pueden corroborar o desmentir futuras investigaciones arqueológicas. Por lo mismo, nos parece una desproporción, afirmar que en Cutzamala había 10,000 guerreros asentados, puesto que, Catherine Rose Ettinger MCEnulty, en su obra, Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Mexicanos. Serie Regional. La Transformación de los Asentamientos de la Cuenca Lacustre de Páztcuaro Siglos XVI y XVII, propone una población de entre 60,750 a 105,000 habitantes en la zona lacustre de Pátzcuaro; de manera particular, para Tzintzuntzan, se proponen entre 25,000 y 35,000 habitantes. Para Erongarícuaro, Pátzcuaro e Ihuatzio, de entre 3,000 y 5,000 habitantes. La tendencia en otros asentamientos de la región central era de una densidad de 103 habitantes por kilómetro cuadrado. Considerando lo inhóspito de la Tierra Caliente, quizá, al contacto con los españoles, la densidad de población muy probablemente era menor, y por lo mismo, logísticamente, de sostenerse tal cantidad (10,000 guerreros), resultaría imposible mantenerlos frente a tan escasa población; esto, sin considerar la otra guarnición de Axuchitlan (Ajuchitlán), área más hacía el Pacífico que los mexicas pretendían controlar militarmente. Es probable, que frente a la amenaza de invasión mexica, o de invasión misma, pequeños asentamientos, y otros de mayor densidad de población con presencia de hombres de guerra, ocurrieran en defensa de las guarniciones militares, además de que de manera cotidiana participaran en su sostenimiento con el producto de las cosechas de las tierras destinadas al Irecha o Cazonci (sementeras). 6 Brand, Donal D. Traducción del inglés por José Corona Núñez. Bosquejo Histórico de la Geografía y la Antropología en la Región Tarasca. Instituto de Antropología Social de la Smithsonian Institution de Washington, D.C. Anales del Museo Michoacano, número 5, Segunda Época (1952), Pág. 56. 27

Totolapan, Gro., y puede tratarse de una posible confusión del referido autor, respecto del nombre del pueblo.

Estudios más recientes, parecen confirmar las versiones anteriores, al proponer que los phurhépechas en la región calentana, buscaban delimitar y defender sus fronteras en la zona de Zirándaro-Coyuca y Cutzamala-Ajuchitlán; esto, hasta antes de la llegada de los colonizadores españoles. Propongo que, en esta delimitación y defensa fronteriza, también debe incluirse a Tlapehuala, por su nombre dual de Acatzécuaro, en phurhé. No obstante, existe otra versión diferente de Donald Brand, que, según este autor, el nombre náhuatl de Tlapehuala es posterior a la conquista phurhé, más bien, producto de la colonización y repoblamiento español derivado de epidemias. Considero, que el nombre de Acatzécuaro (Tlapehuala), fue impuesto con la conquista y dominio de los uacuséchas phorhés en dicho pueblo, y no concuerdo con Brand, porque si bien es cierto que hubo movimiento de población por parte de los españoles para colonizar y recolonizar las poblaciones diezmadas por epidemias, hasta hora, no existen evidencias arqueológicas y fuentes documentales coloniales que corroboren tal versión.

Alrededor de la primera mitad del siglo XV, muerto Tariacuri, bajo el triunvirato de Hiripan, Tangaxoan I, e Hiquingaje, mediante guerras de conquista, los Irecha- Uacúsecha, tuvieron acceso a una amplia gama de productos de la región terracalentana. Dada la división previa del señorío por Tariacuri, entre su hijo y sobrinos, la conquista de los pueblos calentanos inició cuando en Páztcuaro tenía su sede Hiquingaje, en Tzintzuntzan, Tangaxoan I, y en Ihuatzio (Coyucan),7 Hiripan, tal y como se mostrará en la tabla cronológica desarrollada en la presente obra.

El siguiente, es un mapa que propone la delimitación geográfica del Imperio, no en sentido moderno como ahora se encuentran establecidos los límites estatales con mojoneras y líneas imaginarias; en la antigüedad, su referente lo eran los asentamientos humanos de un determinado sitio, que recibían un nombre toponímico por parte de quien los conquistaba o colonizaba o simplemente para identificarlos como un punto de referencia, de ahí que algunos pueblos de la Tierra Caliente tengan más de un nombre ancestral en las fuentes coloniales existentes. Por otra parte, hay que considerar, que debido a las intermitentes guerras entre mexicas y phorhés, las fronteras no eran rígidas ni estáticas como hoy en día se asume.

7 Ihuatzio-Coyucan, no es la Coyuca de Catalán calentana.

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Fuente: adiciones sobre la base del Mapa de lo s límites del Imperio o Señorío Purhépecha, atribuido a Pollard 1993: 5, recuperable en: https://www.google.com.mx/search?q=mAPAS+L%C3%8DMITES+DEL+IMPERIO+TARASCO&client=firefox- bab&dcr=0&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=zvymQKQDOsv3dM%253A%252CWLX_ZfyD1xaNRM%252C_& usg=__aRAS2A7WfiP0a6gvCXITyALfIz8%3D&sa=X&ved=0ahUKEwiViaf0lOLXAhWFxVQKHTilDNYQ9QEIL DAC#imgrc=zvymQKQDOsv3dM:

Otras naciones o señoríos, como los Cuitlatecos, Chontales y Apanecas, eran asediados por Mexicas y Phurhés, y ya conquistados, bajo un rígido control, se les obligaba a ser tributarios o a servir militarmente (o a cumplir ambas funciones), no obstante de que podían mantener sus creencias religiosas, sus estilos constructivos y su tradición cerámica.

La forma en que se organizaba el gobierno del señorío del Irecha phorhé, es descrito en la Relación de Michoacán. En LA TERCERA PARTE, denominada: DE LA GOBERNACIÓN QUE TENÍA Y TIENE ESTA GENTE ENTRE SI, en la cual se señala que:

[…] Tenía su gobernador y un capitán general en las guerras, y componíase como el mismo Cazonci. Tenía puestos cuatro señores muy principales en cuatro fronteras de la provincia, y estaba dividido su reino en cuatro partes. Tenía puestos para todos los pueblos caciques que ponía él [el Irecha o Cazonci] de su mano y entendían en hacer traer leña para los cúes [adoratorios] con la gente que tenía cada uno en su pueblo, y de ir con su gente de guerra a las conquistas. 29

En cuanto a estos “cuatro señores”, asentados en cada una de las cuatro fronteras del imperio, seguramente, atendiendo a lo narrado en la Relación de Michoacán, uno de ellos, se ubicaba en la frontera sur occidental; en la Tierra Caliente. Dado que la Relación no menciona ni el nombre de estos “cuatro señores”, ni el lugar donde residían en cada una de las fronteras, ni sobre el punto existe evidencia documental, etnográfica o arqueológica, en un terreno estrictamente especulativo, existe la probabilidad, de que, en Cutzamala o en Pungaravato, se hubiera asentado uno de esos “cuatro señores” de frontera. Esto, en primer término, porque en la Relación de Michoacán, se señala claramente la práctica de que, una vez realizada la conquista de los pueblos, los phurhépechas seguían o introducían la costumbre de adorar a sus dioses; en segundo lugar, porque se encuentra documentado, que sólo en dos pueblos de la Tierra Caliente se adoraban deidades phurhés: APATZI, en Cutzamala, con guarnición reconocida, y PUNGÁRANCHA, en Pungaravato, de donde, estos “cuatro señores”, con independencia del lugar o frontera en la que se ubicaran, tenían la obligación de honrar a Caricaueri y otras deidades principales. No obstante, es de reconocerse, que los caciques de cada pueblo conquistado que eran designados por el Irecha o Cazonci, tenían las mismas obligaciones de ritualidad.

También es probable, que uno de estos “cuatro señores”, se ubicara en la región de Ajuchitlán, como lugar de frontera phurhépecha reconocida.

Según se desprende de la Relación de Michoacán, los pueblos que se iban conquistando, se administraban por caciques locales ratificados por el Irecha-Cazonci; en tanto que los establecidos mediante colonización de población perteneciente a la nación phorhé, como al parecer es el caso de Pungaravato, eran gobernados por principales o caciques designados y enviados desde la sede del señorío o imperio; es decir, desde la región lacustre.

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Fuente: elaboración propia, tomando como base el mapa: Geografía, mapa general del estado, México. Series Mapas de México, 1999. Recuperable en: https://www.google.com.mx/search?q=serie+mapas+de+m%C3%A9xico&client=firefox-b- ab&dcr=0&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwjMtY7A1OfYAhVEba0KHY rZDAIQ7AkIOQ&biw=1920&bih=968#imgrc=0mWNFkygzSDf8M:

Este mapa, permite apreciar que , Cutzio-Huetamo, Zirándaro, Pungaravato, Coyuca, Thitichuc Umo-Ajuchitlán, Apatzingani-Cutzamala, según los historiadores, se encontraban dentro del señorío del Irecha phurhé, en tanto que, Tlalchapa y San Miguel Totolapan, también poblados calentanos, se ubicaban en los límites del imperio, quizá, con dominio alterno de phurhés y mexicas. Probablemente, en Coahuayutla, había una pequeña guarnición de guerreros phurhés. Tlapehuala, pueblo calentano, deriva su nombre de la raíz náhuatl, pero, su nombre phurhé es Acatzécuaro. Creo, que el nombre dual, le viene de su ubicación geográfica de transición entre la frontera phurhépecha y mexica, en donde sus dignatarios, dada su importancia estratégica o para identificar y ubicar poblados, los nombraban con su propio idioma; misma condición observa Cutzamala, cuyo nombre en phurhé es Apatzingani.

Francisco Antonio Aguilar Irepan, citando a Silverstein (Silverstein, 2000), dice que este autor plantea que en el sitio 110, que se ubica en las inmediaciones de Pungaravato, la población era del Postclásico Tardío; esto, sobre la base de los materiales encontrados en superficie, y refiere que encontró cerámica finamente pulida y obsidiana gris en su mayoría proveniente del yacimiento de Ucareo, poblado perteneciente al Municipio de Zinapécuaro, Michoacán. La siguiente, es una imagen de la yácata que estuviera ubicada en la ribera del Río de Pungaravato (hoy Cutzamala), contigua al cerro Chuperio y hoy en día destruida por los “avances de la modernidad”. 31

Fuente: cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.

Al contacto con los colonizadores españoles, gobernaba el Imperio Phurhé Zuangua, quien murió contagiado de viruela. Lo reemplazó su hijo el Irecha Tzintzincha Tanganxuan II (Tanganxoan), conocido entre los mexicas como Cazonci, último soberano de la nación phurhépecha, quien fue “juzgado sumariamente” y ejecutado por Nuño de Guzmán, en los límites de Michoacán y Nueva Galicia (hoy Estado de Jalisco), en febrero de 1530.

El ya citado Donald D. Brand, propone que la lengua franca o madre en la región de la Tierra Caliente, era la tarasca (phurhé), y en cuanto a la sustitución o desaparición de esta, lo plantea de la siguiente manera:

[…] Dentro de esta región, por todas partes el tarasco era la lengua madre, con excepción de las colonias Uetamecha [Cutzio-Huetamo], Pirinda, Teca y Apaneca e islas mencionadas anteriormente [en la región lacustre]. No obstante que el tarasco fue suplantado en todo o en parte por otras lenguas indígenas en algunos lugares después de la conquista española (por mexicano [náhuatl] en San Lucas, Tlapehuala, y Jiquilpan, etc., y por lenguas otomianas en los distritos mineros del Norte), la

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desaparición del tarasco fue causada en gran parte por las enfermedades, emigración, congregación y el impacto del español.8

En otros términos, lo que Donald Brand señala, es que el topónimo de Acatzécuaro en idioma phurhé, anterior a la conquista española, fue cambiado por Tlapehuala, de origen náhuatl. El que escribe, considera que si Acatzécuaro (Tlapehuala), fue colonizado por los uacúsechas y pobladores de la región lacustre del Imperio Phorhé, dada su cultura, era muy difícil que, sin más, aceptaran adoptar el nombre de Tlapehuala, de evidente grafía nahuatlata. Por lo mismo, propongo, que, en el caso específico de Tlapehuala, este poblado era de transición fronteriza, con conquista y reconquista alterna, y, probablemente, primero fue colonizado por los nahuas, y luego conquistado por los phorhés; pero, durante la colonia, no obstante, de que pudo haber hablantes del phurhé en dicho pueblo, también los había de la lengua náhuatl, probablemente de manera mayoritaria, y por eso cambió el nombre, a no ser que, dado el despoblamiento por epidemias, efectivamente se hubiera tratado de una nueva recolonización por parte de los españoles, con gente de origen predominantemente nahua, tal y como lo plantea Donald Brand. No obstante, hasta hoy en día, no existe información concluyente que sustente tal versión. Pareciera, que para repoblar pueblos como sostiene Brand, haya habido un número suficiente e ilimitado de mexicas, que no les afectó, ni la devastación por la conquista ni las terribles epidemias.

También hay que tomar con reserva lo dicho por Donald Brand, porque según Guillermo Vargas Uribe, quien toma inclusive información de Brand, pero la adiciona con otra de varias fuentes coloniales, en la Tierra Caliente, incluyendo Pungaravato, hacía 1550, se hablaba: tarasco (phorhé), que era la lengua franca, mexicano (algunas fuentes señalan que corrupto), matlatzinca, mazahua, el cuitlateco y el chontal; para 1630, las lenguas prácticamente eran las mismas y las predominantes eran la tarasca y el mexicano; para 1759, se reporta tarasco, mexicano y pirinda. Según Vargas Uribe, entre 1630 y 1759, se perdieron seis lenguas, y, para 1889, en la región calentana sólo se hablaba Castellano.9

8 Ob.Cit. Brand, Donal D. Traducción del inglés por José Corona Núñez. Bosquejo Histórico de la Geografía y la Antropología en la Región Tarasca. Instituto de Antropología Social de la Smithsonian Institution de Washington, D.C. Anales del Museo Michoacano, número 5, Segunda Época (1952), Pág. 76. 9 Vargas, Uribe Guillermo. Población, Poblamiento, Diversidad Étnica y Lingüística de la Tierra Caliente del Balsas: Etapa Pre-Censal (1521-1889). Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Instituto Superior de Huetamo. H. Ayuntamiento Constitucional de Huetamo 2015-2018. H Ayuntamiento Constitucional de 2015-2018 (2016), Pág. 51. 33

Otro dato interesante, es que Donal Brand, al identificar a Coyuca, como Coyucan, entre paréntesis, señala que también se le nombraba como Cuinao o Enian. Ignoro, por no ser experto, si estas últimas denominaciones son del idioma phurhé. No obstante, al consultar el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán (Págs. 136 y 137), encontré que Cuinao, puede relacionarse con: cuina, que significa: rapar, mutilar y rapar; o, quizás con: Cuini: paxaro (pájaro) generalmente; en tanto que, Enian, alude a la producción de cera, donde hay cera. Considerando que águila en phurhé es: Vacus (Uacus), según Gilberti (Pág. 150); khuiiúsi, tsápki, según Velásquez Gallardo (Pág. 17), no he encontrado la posible relación del idioma phurhé, con el significado de: “despeñadero de águilas”, que según se afirma, significa Coyuca en el idioma phurhépecha.

2.3 El probable contacto de los pueblos terracalentanos, con los de Sudamérica.

Existen investigaciones arqueológicas en la región calentana, que revelan un posible contacto con Centroamérica y Sudamérica. Pero, sin restarle valor a las evidencias crecientes, hasta ahora, no hay nada concluyente.

La arqueóloga, Rosa María Reyna Robles, en un interesante artículo denominado: Esculturas, estelas y lápidas de la región del Balsas: acercamiento a su cronología e interpretación, en el libro colectivo El Pasado Arqueológico de Guerrero, publicado por el Gobierno del Estado de Guerrero y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, hace referencia a una serie de lápidas esculpidas, descubiertas en Placeres del Oro y Cuauhlotitlan, que, según la diversa opinión de los arqueólogos, pueden presentar ciertos rasgos de las culturas ubicadas en Centro y Sudamérica.

Señala esta investigadora, que su estilo es desconocido en otros sitios de Mesoamérica, y consecuentemente, en el Occidente Mesoamericano donde se ubican los pueblos de la Tierra Caliente, y, respecto de su existencia, acota lo siguiente:

[…] y de cuyos motivos y representaciones Spinder hace una acuciosa representación e intenta una primera interpretación, concluyendo que le parecían más relacionadas con motivos de los grupos nahuas del este y noreste que con los de sus vecinos tarascos del norte. Kriekeberg, por su parte, opina que se parecían a ciertos estilos peruanos (en Hendrichs

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1945), y Covarrubias (1961), que tenían una aparente y fuerte influencia de Chavín.10

La referida arqueóloga, fecha la elaboración de estas lápidas en el Epiclásico o Clásico Tardío, lapso que comprende entre el año 650 y el 1000 d.C., referente histórico, en el cual se observa la transición del ocaso de la gran ciudad de Teotihuacan y las migraciones de grupos denominados Chichimecas al Altiplano Central de Mesoamérica, que luego, daría lugar a la formación de sociedades del Postclásico.

Rosa María Reyna, también advierte una cierta influencia o relación con Centro y Sudamérica, respecto de objetos metalúrgicos y la elaboración de cerámica denominada Yestla Naranjo, manufacturada en Mesoamérica. Algunos arqueólogos, han llegado a plantear que la metalurgia, se desarrolló en el altiplano occidental de Mesoamérica, y que, el pueblo phurhé, aprovechó y utilizó las técnicas provenientes del exterior, para elaborar objetos y artefactos metálicos de uso ritual y cotidiano entre las elites y de gran belleza y perfección.

10 Reyna, Robles Rosa María. Esculturas, estelas y lápidas de la región del Balsas: acercamiento a su cronología e interpretación. El Pasado Arqueológico de Guerrero, Christine Niederberger y Rosa María Reyna Robles (coordinadoras), (2002). Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. Gobierno del Estado de Guerrero. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Pág. 362. La Cultura Chavín, se ubica en el territorio norte del Perú, en Sudamérica, y arqueológicamente, se desarrolló entre los años 1200 y 400 a.C. 35

Fuente: tomado de Rosa María Reyna Robles, en su artículo: Esculturas, estelas y lápidas de la región del Balsas: acercamiento a su cronología e interpretación. El Pasado Arqueológico de Guerrero, Christine Niederberger y Rosa María Reyna Robles (coordinadoras). Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. Gobierno del Estado de Guerrero. Instituto Nacional de Antropología e Historia, (2002). Pág. 376.

Este posible contacto entre los pueblos ancestrales de Centro y Sudamérica y los de la Tierra Caliente, en ninguna circunstancia, puede hacer inferir, que “los de Suramérica”, fundaron algún asentamiento (ahora pueblos) en la región calentana; porque, una cosa es el contacto con su posible influencia cultural, (reflejada generalmente en estructuras constructivas, metalurgia y en cerámica locales), y otra, es la creación de asentamientos humanos permanentes.11

11 Ob. Cit. Reyna, Robles Rosa María. Esculturas, estelas y lápidas de la región del Balsas: acercamiento a su cronología e interpretación. El Pasado Arqueológico de Guerrero, Christine Niederberger y Rosa María Reyna Robles (coordinadoras). Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. Gobierno del Estado de Guerrero. Instituto Nacional de Antropología e Historia, (2002). Pág. 370.

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En un trabajo denominado: Las cerámicas tempranas en el área del delta del Balsas, cuyos autores son Ma. De Lourdes López Camacho y Salvador Pulido Méndez, también se hace referencia a probables contactos de la región con otras zonas de Centroamérica, Sudamérica y Mesoamérica, y en relación a su trabajo, estos investigadores señalan que: “no encontramos precisiones acerca de los tipos cerámicos comparables”; y, respecto de este material cerámico, indican que: “Estos evidencian, efectivamente, motivos decorativos que recuerdan diseños elaborados en épocas muy antiguas en las áreas de la Tierra Caliente de Michoacán y Guerrero, así como de Colima, del centro de México y de zonas tan alejadas como Sudamérica.” 12

La posibilidad de contactos culturales con Centro y Sudamérica y los pueblos ancestrales de la Tierra Caliente y el señorío phurhé, también se encuentra documentada en las fuentes coloniales, específicamente, en una carta dirigida al Rey de España por el Contador Real Rodrigo de Albornoz en 1525, en ella narra, que los indios de Zacatula, poblado ubicado en el Océano Pacífico, le aseguraron que sus padres y abuelos les contaron que de tiempo en tiempo venían indios a dicha costa de ciertas islas del sur en grandes piraguas, trayendo excelentes objetos para comerciar y llevando otras cosas de la tierra (de los pueblos con los que comerciaban); también dice, le indicaron, que algunas veces, cuando el mar se ponía bravo, los que venían tenían que quedarse cinco o seis meses hasta que llegara el buen tiempo, se calmara el mar y pudieran regresar.13

2.4 Tolimecas, Chumbias y Pantecas.

De estos pueblos poco se sabe, pero en documentos coloniales y literatura especializada se hace referencia a los mismos de manera escueta. Se dice, que estas agrupaciones humanas eran reducidas lingüística y territorialmente, razón por la cual desaparecieron antes del siglo XVII.14

Es muy probable, que estos pueblos, hayan pertenecido lingüísticamente a la raíz proto-yutonahua, porque, como sostienen David Charles Wright Carr y Daniel Vega Macías, hablando de migraciones desde el occidente mexicano:

12 López, Camacho Ma. de Lourdes y Salvador Pulido Méndez. Las cerámicas tempranas en el área del delta del Balsas. Revista de la Coordinación Nacional de Arqueología. Arqueología. Segunda Época, enero-abril de 2010, Pág. 85. 13 Citado por J. Benedict Warren, en su obra la Conquista de Michoacán 1521-1530. Fimax Publicistas, (1977). Pág. 10. 14 Dehouve, Daniele. Entre el Caimán y el Jaguar. Los Pueblos Indios de Guerrero. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (1994). Pag. 31. 37

[…] La evidencia lingüística indica que las migraciones nahuas se produjeron en varios momentos, desde el siglo VII d.C., aproximadamente, hasta el siglo XIII. Las tradiciones históricas de los nahuas, registradas poco después de la Conquista, apoyan esta hipótesis. A juzgar por los estudios de la prehistoria lingüística, las primeras migraciones fueron desde el territorio original de los nahuas en el occidente de México hacia el Sur, por la costa del Pacífico y hacia el valle del río Balsas.15

Las fuentes documentales coloniales suelen referir, que antes del arribo de los españoles a la Tierra Caliente, también había gente hablante del otomí, al igual que en el centro de Michoacán. Hasta ahora, de este último grupo, se ha delimitado que eran pequeños asentamientos, carentes de construcciones monumentales y cerámica refinada.

3. Las culturas prehispánicas y la fundación de pueblos en la región de la Tierra Caliente.

Buscando nuestro origen, una de las preguntas comunes que se suelen hacer, es, saber o esclarecer: ¿Quién fundó un determinado lugar o pueblo de la Tierra Caliente? La respuesta es compleja y nunca definitiva porque se dispone de pocas fuentes escritas antiguas (códices) y documentos coloniales; más bien, para construir, o, mejor dicho, para intentar construir el origen y pasado de las culturas prehispánicas locales, los arqueólogos recurren al fechamiento y datación de las evidencias arqueológicas utilizando medios científicos disponibles.

Con herramientas científicas, para su mejor comprensión, los grupos multidisciplinarios profesionales que estudian las culturas prehispánicas de México, no sin visiones encontradas, han sistematizado en diversas etapas históricas el grado de evolución cultural de los pueblos originarios, fechándolas en lapsos de tiempo que, según estos, discurrieron de la siguiente manera: Preclásico (2500 a.C. -200 d.C.); Clásico (200-900 d.C.); y, Posclásico (900-1521 d.C.).16 El siguiente esquema, ayuda a comprender mejor los periodos

15 Wright, Carr David Charles. La prehistoria e historia temprana de los pueblos originarios del Bajío. Wright, Carr David Charles y Daniel Vega Macías. Coordinadores. Los Pueblos Originarios en el Estado de Guanajuato. Universidad de Guanajuato- Pearson Educación de México, (2014) Pág. 16. 16 Arqueología Mexicana. Culturas Prehispánicas de México. Edición Especial 34, abril de 2010. Pág. 5.

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Mesoamericanos, pasando por la colonia, hasta llegar al inicio de la etapa de la Independencia.

Fuente: tomado del artículo: la Periodización de la Historia Mesoamericana. Alfredo López Austin y Leonardo López Luján. Arqueología Mexicana Edición Especial 11, 2002. Tiempo Mesoamericano (2500 A.C.- 1521 D.C). Periodos, Regiones y Culturas prehispánicas. Pág. 7.

3.1 El Preclásico (2500 a.C. -200 d.C.), y la cultura Olmeca.

Es la etapa o periodo en que se consolidan los rasgos culturales de los pueblos mesoamericanos previo a la colonización española. En el Preclásico Temprano (2500-1200 a.C.), según los arqueólogos, se adopta un patrón de agricultura como medio de subsistencia de los grupos aborígenes, y, por lo mismo (para atender el ciclo de lo sembrado), se puede hablar del establecimiento de pequeñas aldeas formadas por grupos clanes. Vendría después, la fabricación de cerámica simple o tosca, sin mayor refinamiento y el desarrollo de rasgos asociados a una organización social que con el tiempo sería cada vez más compleja. Durante esta etapa, es decir, de asentamientos humanos con fines de subsistencia basada en la agricultura, ¿Podemos entonces hablar de fundación aborigen de pueblos en México y en la Tierra Caliente? La evolución cultural observada en el Preclásico Temprano, nos indica claramente que no.

En el Preclásico Medio (1200-400 a.C.), la organización social y el desarrollo tecnológico para generar productos de uso cotidiano, se vuelve más complejo; lo cual se identifica, en las manifestaciones dejadas por los Olmecas, considerados por algunos arqueólogos e historiadores, como “la cultura madre de Mesoamérica”, cuya influencia en esa región y en los pueblos de la Tierra Caliente, se encuentra arqueológicamente acreditada; pero, no por ello, se puede decir que “los Olmecas” fundaron los pueblos de la Tierra Caliente”, porque no 39 hay evidencia lingüística y arqueológica de nombres toponímicos ni tradición etnográfica de que ello hubiera sido así; esto, no obstante la existencia de importantes hallazgos de esta cultura en Amuco de la Reforma (San Miguel Amuco), Municipio de Coyuca de Catalán (con estela), Santa Teresa y Los Terrones y en Teopantecuanitlan, Gro. (posible enclave, con escultura y objetos), por citar algunos ejemplos. Inclusive, llegó a plantearse que esa “cultura madre”, pudiera ser originaria del Estado de Guerrero, cosa que, en la actualidad, la mayoría de los arqueólogos descarta, ya que la cultura Olmeca, según éstos, se originó en San Lorenzo, Veracruz, hacia el año de 1200 a.C.

El estilo y rasgos de la cultura Olmeca, según los arqueólogos e historiadores, se disemina y asume en varias regiones de Mesoamérica. Las evidencias arqueológicas nos indican que esto sucedió también entre los pueblos de la Tierra Caliente; quizá, derivado de alianzas entre la elite Olmeca y la de las varias regiones de Mesoamérica, o posiblemente, motivado por el establecimiento de un sistema comercial interregional.

Fuente: tomado del artículo: El Estilo Olmeca en Guerrero. Rosa Ma. Reyna Robles y Paul Schmidt Schoenberg. Arqueología Mexicana. El Estado de Guerrero un Territorio por Descubrir. Vol. XVI, Núm. 82, noviembre-diciembre, 2006, con dibujo de César Fernández. Raíces. Pág. 39.

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En el Preclásico Medio, es posible observar, indicios de estratificación social (jerarquización de grupos e individuos), formas de gobierno y dirigentes teocráticos legitimados mediante la práctica de ritos públicos y la cosmovisión religiosa; cierto uso de escritura jeroglífica, crecimiento poblacional con aldeas de entre 100 a 200 habitantes. Como rasgo distintivo, para algunos arqueólogos, los Olmecas fueron los iniciadores del juego de pelota Mesoamericano.

3.2 La cultura Mezcala en el Preclásico.

Según los arqueólogos profesionales, el origen de la cultura Mezcala, puede ubicarse en periodo posterior al apogeo de la cultura Olmeca (la decadencia de esta cultura se dio en el año 400 a. C. – 200 d.C.). La fecha más antigua que se conoce de la cultura Mezcala se ubica entre 700 y 230 a.C., y se asocia con una ofrenda de figurillas tipo Mezcala, ubicada en Ahuináhuac, Gro. La cultura Mezcala, se caracteriza por esculturas pequeñas de piedra pulida (bruñida) con rasgos esquematizados y estilizados, cerámica trípode con predominio de decoración geométrica en colores negro y anaranjado y máscaras altamente apreciadas por los gobernantes y elites Mesoamericanos; de ello hay evidencia en Teotihuacán, en el Templo Mayor mexica y en lugares tan apartados como Xcambó, en la zona Maya, pero sin que hasta la fecha se hayan localizado piezas de ese estilo, utilizadas por la elite phurhé en el centro de Michoacán.

El arqueólogo Covarrubias, afirmó que el estilo Mezcala, en su proceso escultórico, tiene en sus inicios, influencia Olmeca, luego, influencia Olmeca-Teotihuacana, luego Teotihuacana, y finalmente un estilo local.17

Es verdad que se han localizado vestigios de la cultura Mezcala, en un área aproximada de 22,000 Km2 que incluye parte de la Tierra Caliente, la región central y el norte del Estado de Guerrero (medio Balsas), así como los límites con Michoacán, Morelos y posiblemente Puebla.18

También es cierto, que, atendiendo a las etapas cronológicas ideadas para entender el desarrollo de los diversos pueblos mesoamericanos, durante el Periodo Formativo o Preclásico (1500 a.C.-200 d. C.), los grupos humanos

17 Schmidt, Schoenberg Paul. La Época Prehispánica en Guerrero. Revista de Arqueología Mexicana, Vol. XIV, Num.82, noviembre-diciembre 2006. Pág. 33. 18 Reyna, Robles Rosa Ma. La Organera-Xochipala, Guerrero. Revista de Arqueología Mexicana, Vol. XIV, Num.82, noviembre-diciembre 2006. Pág. 43. 41 asentados en la región media del Balsas (en la Tierra Caliente), según Faugere y Darras, 2002,19 formaron parte o se vieron influidos por la cultura Mezcala, esto, debido a que se observa cerámica trípode (de tres pies) en la que predomina la decoración geométrica, en colores negro y anaranjado, así como la elaboración de figurillas antropomorfas en piedras verdes, pero, ello no significa, no obstante esta influencia cultural, que los Mezcala fueran los primeros en dar topónimos a los pueblos de la Tierra Caliente con el fin de asentarse en dichos sitios de manera permanente. La interrelación cultural y comercial, era permanente entre los pueblos mesoamericanos, y la influencia cerámica de la cultura Mezcala, no significa de manera alguna, que sean los fundadores de pueblos ancestrales en la Tierra Caliente.

Las estructuras con mampostería, con cierta monumentalidad, se localizan en la Organera-Xochipala y en Cuetlajuchitlan, Estado de Guerrero; pero, si se observa el mapa que más adelante se muestra, en el que se delimita la influencia de la cultura Mezcala, se distingue que algunos artefactos arqueológicos encontrados de esa cultura, no se ubican necesariamente en todos los pueblos de lo que ahora es la Tierra Caliente del medio Balsas; es evidente, que se concentran en áreas cercanas a Coyuca, Pungaravato, Tlapehuala, , Tlalchapa, Ajuchitlán y San Miguel Totolapan, pero que, al estar asociados con otras evidencias arqueológicas obtenidas de rescates arqueológicos, no ha sido posible concluir que sean exclusivamente de la cultura Mezcala, clasificando y datando su antigüedad para determinar a qué pueblo pertenecen y cuál es su periodo arqueológico: del más reciente al más antiguo.

No se puede negar, que producto del intercambio cultural y comercial de la cultura Mezcala con los grupos o pueblos originales de la Tierra Caliente, haya habido una influencia en la elaboración de sus objetos cotidianos; es más, derivado de mi investigación, el bruñido de piedra, técnica utilizada para realizar las esculturas tipo Mezcala, encaja con el topónimo que define el origen de Tlapehuala (Acatzéquaro, en phorhé), que dadas mis indagaciones, puede significar, “lugar de bruñidores de piedra”, en náhuatl, pero ello no significa de manera alguna, porque no hay evidencia arqueológica, etnográfica y de fuentes documentales históricas concluyentes, que “los Mezcala”, hayan fundado este pueblo o cualquier otro de la Tierra Caliente, ni mucho menos Pungaravato, Zirándaro, Cutzamala y otros asentamientos que estuvieron bajo el dominio phorhé, que hasta ahora, como se delimita en el mapa que se muestra, no

19 Citados por Francisco Antonio Aguilar Irepan, en La Tierra Caliente del Balsas Medio y el uso de sus Materias Primas en la Época Prehispánica. Umbrales de Michoacán. Regiones Fronterizas y Límites Territoriales. Octavio Augusto Montes Vega y Carlos Herrejón Peredo, Editores. El Colegio de Michoacán, (2016). Pág. 39.

42 evidencian ningún tipo de influencia arqueológica constructiva modesta o monumental conocida que lleve a la conclusión de que en esta etapa prehispánica, “los Mezcala”, sean los fundadores de algunos pueblos de la Tierra Caliente.

Una cosa es la existencia de vestigios arqueológicos con influencia o estilo de la cultura Mezcala en sitios ubicados en la Tierra Caliente (fundamentalmente cerámicos), y otra muy diferente, es que las construcciones arqueológicas descubiertas y exploradas hasta ahora, por cierto, modestas y no monumentales, hayan sido construidas por “los Mezcala”, con la evidente intención de “fundar” o mejor dicho, de crear asentamientos permanentes, y, por lo tanto, carece de historicidad, que los pueblos antes mencionados de la Tierra Caliente hayan sido fundados por “los Mezcala”.

Hoy en día, no hay evidencia arqueológica concluyente, de que, en Coyuca, Pungaravato, Tlapehuala, Arcelia, Tlalchapa, Ajuchitlán, San Miguel Totolapan y otros pueblos de la Tierra Caliente, existan construcciones con un estilo arquitectónico de cierta monumentalidad, caracterizado, de entre otros rasgos, por el uso de tableros y taludes decorados con clavos empotrados (estos últimos, de influencia teotihuacana), como sí es posible observarlos en la Organera-Xochipala, Guerrero; de igual forma, en la región, no hay evidencia del uso constructivo del denominado arco falso, que además de ser utilizado en la cultura Mezcala, sólo se ve en el área Maya. Por lo mismo, con cautela y reserva, es posible señalar, que la influencia cultural derivada del uso de cerámica encontrada (que pudo ser importada producto del intercambio comercial, como sucedía ordinariamente entre los pueblos de Mesoamérica), no significa de manera concluyente que, en la época prehispánica, “los Mezcala” sean los fundadores de algunos pueblos de la Tierra Caliente. El siguiente mapa, muestra el área donde la cultura Mezcala ejerció influencia, pero una cosa es la influencia traducida en ciertas formas y colores de cerámica, y otra diferente es, que “los Mezcala” sean los fundadores de pueblos en la Tierra caliente.

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Fuente: Tomado del artículo: La época Prehispánica en Guerrero. Paul Schmidt Schoenberg Paul. Revista de Arqueología Mexicana, Vol. XIV, Num.82, noviembre-diciembre 2006. Información R.M. Reyna Robles. Ilustración digital: Raíces. Pág. 30.

En la región de Tierra Caliente, en el Medio Balsas, los primeros trabajos de investigación arqueológica documentada, fueron realizados a principios del siglo XX, siendo que, a finales de los años treinta (1939) y principios de los cuarenta (1941), se realizó un proyecto de investigación patrocinado por la Universidad de Nuevo México, encabezado por Donald Brand, con la participación de Douglas Osborne, John Goggin, Robert Lister y Hugo Moedano, quienes hicieron recorridos de superficie e identificaron sitios arqueológicos, practicaron sondeos para identificar secuencias estratigráficas (para hacer un análisis de un cuerpo rocoso; para estudiar e interpretar las rocas sedimentarias, tanto vertical como horizontalmente), y realizaron excavaciones en Coyuca de Catalán, Santiago Conguripo y San Miguel Totolapan, y recorridos en Pungaravato, Cutzamala, Huetamo (Cutzio-Huetamo), Zirándaro, Ajuchitlán y .

Producto de esta investigación, pudieron observar, que en el Balsas medio (en la Tierra Caliente), los entierros siempre fueron encontrados bajo los pisos de habitaciones; mientras que, en la región de Apatzingán y Tepaltepec, estos fueron ubicados en agujeros cavados en yácatas.20

20 Pérez, Castellanos Leticia. Relato de una conquista: del por qué y el cómo llegaron los tarascos a la Tierra Caliente de Michoacán, tesis de grado de Licenciatura en Arqueología, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, citando a Donald Brand, (2001). Pág. 29.

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A mediados de los años cuarenta, también del siglo XX, los arqueólogos Pedro Armillas García (1945) y Pedro Hendrichs (1945) y Robert Lister (1947), realizaron trabajos de campo desde Ámuco de la Reforma hasta Santiago Conguripo y localizaron varios sitios arqueológicos de los que hicieron breves descripciones de las formas arquitectónicas y descripción de algunos tipos de cerámica.

A principios de los setenta, el arqueólogo Paradis, realizó recorridos en Ámuco, Coyuca de Catalán y Ajuchitlán, para identificar sitios ligados al Periodo Formativo, localizó 109 sitios, pero no pudo establecer una clara cronología arqueológica.

En 1994, el arqueólogo Hernández y Jay E. Silverstein (2000), hicieron estudios sobre la frontera tarasco-mexicana; Hosler (1999, 2003 y 2004), realizó investigaciones sobre la producción de cobre en Pungaravato y Zirándaro; por su parte, Jennifer L. Meanwel (2007), emprendió estudios para clasificar y establecer cronología de la cerámica de los sitios arqueológicos de la Quesería, Itzímbaro y Mexiquito, pueblos ubicados en las riberas del medio Balsas.21

Hoy en día, los estudios arqueológicos realizados en la Tierra Caliente del medio Balsas, no han arrojado de manera concluyente, que “los Mezcala”, sean los fundadores de algunos pueblos de la Tierra Caliente; ni siquiera como especulación o insinuación. Para afirmar tal cosa, se hace necesario datar y fechar las piezas arqueológicas que permitan establecer la antigüedad cronológica de las unas respecto de las otras; esto, porque no se han encontrado piezas cerámicas de un solo estilo o tipo productivo; es decir, las que arqueológicamente se han rescatado, fueron producidas por diversos grupos humanos o pueblos que originalmente se asentaron y poblaron la Tierra Caliente. Además de que no existen elementos urbanos constructivos tipo Mezcala; al menos, no definidos como tales hasta ahora.

Por su importancia, sobre el sitio arqueológico de Mexiquito, perteneciente al municipio de Zirándaro y cercano a Huetamo, que, según los trabajos arqueológicos realizados tiene cierta monumentalidad, y sobre el cual

21 Ob. Cit. Sobre los estudios arqueológicos realizados en la Tierra Caliente del Medio Balsas, se consultó el artículo de Francisco Antonio Aguilar Irepan, La Tierra Caliente del Balsas Medio y el uso de sus Materias Primas en la Época Prehispánica, contenido en la obra colectiva Umbrales de Michoacán. Regiones Fronterizas y Límites Territoriales, El Colegio de Michoacán, (2016). Págs. 35 y 36. 45 preliminarmente se afirma que guarda indicios de influencia Tolteca- Teotihuacana, se cree, que el sitio fue un centro de importancia ceremonial y fue rebautizado derivado de una leyenda local (contada en Purechucho), en donde se narra que hace muchos “cientos de años”, un águila real buscó posarse en ese sitio para devorar una serpiente, pero que, al observarla una mujer muda con sus sonidos gesticulares la espantó al tratar de llamar la atención de los otros de su grupo y, entonces, el águila voló hacia su destino, es decir, hacia México- Tenochtitlan;22 la gente de ese lugar de nuestra Tierra Caliente, y otras que conocen la leyenda, acaban por lamentar que de no haber sucedido el evento de la mujer muda, en ese sitio se hubiera fundado la capital imperial de los mexicas.

De esta leyenda, existen otras versiones, una muy similar, de niño, me fue contada por mi abuela María Serrano Benítez.

La leyenda es hermosa, pero cuando se busca reconstruir la historia, se tiene que diferenciar el mito de los hechos claramente documentados o sustentados en evidencias arqueológicas.

Por otra parte, no existe evidencia arqueológica o documento histórico alguno (códice o escrito colonial), que permita determinar o inferir, que previo a los topónimos (nombres) de Ajuchitlán, Coyuca, Cutzio-Huetamo, Cutzamala, Tlapehuala, Tlalchapa, Pungaravato y Zirándaro, hubieran existido otros, precisamente, derivados del idioma o lengua hablado por “los Mezcala”, que, dicho de paso, no se sabe con precisión cuál era o en qué tronco lingüístico se les pudiera ubicar.

En suma, las investigaciones y exploraciones arqueológicas realizadas en Tierra Caliente, nos refieren hoy en día, un área poco estudiada, y, respecto de la información recabada, se encuentra dispersa; poco sistematizada, y, considerando los vestigios arqueológicos encontrados, sugieren contactos con la cultura Olmeca, Teotihuacana o inclusive, supuestamente, con alguna de Sudamérica, y no obstante esto, dada la información arqueológica ciertamente escasa, no resulta pertinente aventurarse o siquiera especular, por ejemplo, que un determinado grupo aborigen mesoamericano como el Mezcala, fundó uno o varios pueblos de la Tierra Caliente. Por cierto, arqueológicamente está

22 Montes, Vega Octavio Augusto. Historia de un Umbral Ignoto. La Tierra Caliente del Medio Balsas: Michoacán y Guerrero. Umbrales de Michoacán. Regiones Fronterizas y Límites Territoriales, El Colegio de Michoacán, (2016). Pág. 78.

46 demostrado, que previo a la cultura Mezcala, los diversos grupos aborígenes asentados en la Tierra Caliente tuvieron contacto con la cultura Olmeca; inclusive, “los Mezcala”, como lo afirma el arqueólogo Covarrubias, anteriormente, tuvieron influencia de los Olmecas, y no por ello, resulta prudente afirmar que, “los Olmecas”, fundaron los pueblos de la Tierra Caliente.

Sería muy conveniente, que arqueólogos calentanos, formados en otros lares, pero conocedores de la región y de su etnografía, asumieran el reto de explorar, sistematizar y datar en periodos culturales las evidencias arqueológicas de la Tierra Caliente, para intentar esclarecer algunas interrogantes sobre su pasado ancestral. También resulta prudente, entre quienes investigan el pasado de los Terracalentanos, no generar confusión haciendo aseveraciones que carecen de historicidad. Lo que sí está demostrado, es que, los de la Tierra Caliente, tienen ancestros aborígenes multiétnicos y que la cultura y lengua dominante o franca en la región, hasta antes de la llegada de los españoles, fue la phorhé, mechuaca o tarasca; pretender lo contrario, es asumir que los de Pungaravato, no son Pungaravatenses, sino “Mezcalitos”.

3.3 Influencia de la cultura Chupícuaro en Pungaravato.

La cultura Chupícuaro, ubicada en la parte sur, o mejor dicho entre la frontera de los actuales estados de Guanajuato y Michoacán, en el Municipio de Acámbaro y Tarandacuao, Gto, y probablemente contemporánea de la cultura Mezcala, según dataciones arqueológicas, se desarrolló entre 600-500/400 a.C., es admirada por su refinamiento y riqueza cerámica, traducida en sus colores brillantes, iconografía y variedad en sus formas, tuvo presencia en Pungaravato; muy probablemente, producto del intercambio cultural que pudo originar producción alfarera local con influencia de Chupícuaro; o bien, que la encontrada derive del intercambio comercial. Las investigaciones arqueológicas futuras, como ya se ha dicho, ayudaran a esclarecer el punto.

Cirila Cervera Delgado, en su obra: Pueblos Indígenas de Guanajuato en el Siglo XVI. Cotidianidad y Conocimiento, quien cita a la arqueóloga Beatriz Braniff, señala que esta, delimita las fronteras de la cultura Chupícuaro en Comonfort, Gto., (cerca de la ciudad de Celaya, Gto) y, a la vez, extiende los límites de la influencia de dicha cultura a través de evidencias arqueológicas encontradas en regiones distantes al núcleo de su origen (en la región de la Tierra Caliente):

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[…] además se sabe de figurillas con un parecido asombroso a las de Chupicuaro, procedentes de la Tierra Caliente (Huetamo, Mich., y Ciudad Altamirano, Gro.) y de considerable material del mismo tiempo encontrado en Tlaxcala, Cuautitlán, Cuicuilco; en los contornos de Chalchihuites, Zac., y en el Cerro Encantado, en Teocaltiche, Jal.23

Se hace notar, que, en la cita transcrita, la arqueóloga Braniff, remarca “el parecido asombroso” de las figurillas procedentes de Huetamo y de Ciudad Altamirano (Pungaravato), con las localizadas arqueológicamente en Chupícuaro, lo cual infiere, una influencia cultural importante entre los indígenas de Pungaravato; y, no obstante ello, no resulta válido especular, que los de Chupícuaro fundaron dichos pueblos.

3.4 La cultura Mexica (Azteca).

En 1113 d.C., o en 1168, como refieren algunos historiadores, los Mexicas iniciaron su peregrinar saliendo de un lugar legendario llamado Aztlán (“lugar de garzas”), en la búsqueda del sitio señalado por Huitzilopochtli, su dios tutelar, para fundar o asentarse en un sitio presuntamente ubicado en el noreste de Mesoamérica, teniendo como señal: “un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente”.

En 1325 d.C., tras peregrinar dos siglos habitando varios lugares en el norte de Mesoamérica y de la cuenca de México, en un islote del lago de Texcoco, encuentran el lugar señalado por la tradición, y entonces, después de varias luchas con grupos aborígenes previamente asentados en el lugar, fundan México-Tenochtitlan, ciudad que, en menos de un siglo, llegaría a convertirse en el centro de poder más importante del centro de México.

Entre 1325-1430 d.C., a casi un siglo, la ciudad crece y adquiere poderío y fuerza para enfrentar al Señorío Tepaneca asentado en la ciudad de Azcapotzalco, entonces dominante en la Cuenca de México. Ahora el centro de poder sería México-Tenochtitlan, Tlacopan y Texcoco, conocida como la Triple Alianza (que, por cierto, algunos historiadores y arqueólogos ponen en duda).

23 Cervera, Delgado Cirila, citando a Beatriz Braniff, en su obra: Pueblos Indígenas de Guanajuato en el Siglo XVI. Cotidianidad y Conocimiento. Universidad de Guanajuato, (2009). Pág. 45.

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A partir de 1430 d.C., los dignatarios o tlatoanis mexicas, inician un ciclo de conquistas que duraría aproximadamente un poco menos de cien años, al grado tal, que en su máximo esplendor tenían un poco más de 400 pueblos y señoríos subordinados.

Aproximadamente a mediados del siglo XV, Mexicas y Phurhés, tuvieron encarnizadas batallas por expandir sus dominios, y la región de la Tierra Caliente siempre fue un área codiciada por el Tlatoani Mexica y por el Irecha Phurhé, y por lo mismo, en el área, establecieron puntos de control para garantizar el suministro de materias primas y productos a cargo de los pueblos que iban conquistando.

Según diversos historiadores, alrededor de 1470, Axayacatl, inició la expansión mexica, sometiendo señoríos de los valles de Toluca y sus alrededores, región habitada por Matlazincas, Otomies, Mazahuas, Nahuas y Ocuiltecas, y otros pobladores. Entre 1476 y 1477, incursionaron sin éxito en dominios del Irecha-Phurhé, logrando penetrar en Charo-Matlatzinco, cerca de Morelia, donde fueron derrotados.

Hacia 1478, bajo el liderazgo de Ahuizotl (gobernó entre 1486-1502), los Mexicas, incursionaron los estratégicos territorios ubicados en el afluente del Río Balsas (el alto, medio y parte del bajo Balsas), y la costa del Pacífico. Producto de las incursiones militares, lograron hacerse de gran parte de lo que ahora es el Estado de Guerrero, y derivado de estas campañas militares, tuvieron enfrentamientos con los guerreros del Irecha-Cazonci, conquistando y reconquistando pueblos en la región de Teloloapan, Ostuma y Alahuiztlan, que, en ese tiempo, en su parte occidental, también producto de conquistas era controlado por los Uacúsecha asentados en la región lacustre de Michoacán. Por eso propongo, que Tlapehuala, era un poblado de transición fronteriza, de ahí su nombre phurhépecha de Acatzécuaro.

Hans Roskamp, sostiene que hacia 1520, muy cerca de la conquista española, los uacúsecha-phorhé, incursionaron en el norte y centro del actual Estado de Guerrero, haciendo la guerra a los mexicas, partiendo de sus fortificaciones ubicadas en Asuchitlan (Ajuchitlán) y Cutzamala (Apatzingani).24

24 Roskamp, Hans. Los Codices de Cutzio y Huetamo. Encomienda y Tributo en la Tierra Caliente de Michoacán, Siglo XVI. El Colegio de Michoacán. El Colegio Mexiquense, México, (2003). Pág. 66. 49

4. La conquista de los pueblos de la Tierra Caliente, por el Imperio Phorhépecha (Tarasco).

La tradición etnológica de la nación phurhépecha, las fuentes documentales históricas y lo narrado en la Relación de Michoacán, permiten inferir, que la Tierra Caliente, con temperaturas que van de entre 35° C a 45° C, era conocida entre los Phurhépechas como “Jurio” (Jurhío. Selva; tierra caliente; trópico, según Velásquez Gallardo). También se aludía a la región, como “aparandi”, cuya traducción es “tener calor” o “donde se tiene calor”, o chupio, traducido como “tierra de fuego”.

Para intentar conocer la cronología de la expansión del Imperio Phurhépecha en la Tierra Caliente, hay que recurrir a la Relación de Michoacán. Esta fuente documental, probablemente escrita entre 1539 y 1541, fue realizada a petición del Virrey don Antonio de Mendoza, en su visita a la provincia de Michoacán, concretamente, a Pátzcuaro en 1539, en donde pidió a algún fraile franciscano que ya había aprendido el idioma phurhé (probablemente Fray Gerónimo de Alcalá), que averiguara (y se escribiera), cómo se gobernaban los indios antes de la llegada de los españoles; la investigación abarcó además, aspectos sobre el panteón de dioses, sus costumbres e historia.

Con la ayuda de naturales viejos, escribanos y pintores probablemente indígenas que ya tenían contacto e influencia de la cultura europea, se escribió un texto en castellano, acompañado de pinturas, el cual se tituló: Relación de las cerimonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacan, hecha al Ilmo. Sr. D. Antonio de Mendoza, virrey y gobernador desta Nueva España por su majestad etc, probablemente entregado en 1541, cuando el Virrey de Mendoza, visitó de nueva cuenta Michoacán y conocida hoy en día como la Relación de Michoacán.

No es el propósito del presente trabajo, intentar hacer un análisis exhaustivo de dicho documento; lo que se pretende realizar, es una síntesis cronológica del nacimiento y expansión del Imperio Phurhé, y de cómo llegaron y conquistaron algunos pueblos de la Tierra Caliente, de entre ellos, Pungaravato.

Tampoco se sabe con precisión, cuáles eran los nombres ancestrales de los pueblos de la Tierra Caliente conquistados por los Phurhépechas y las naciones indígenas que los habitaban; lo que sí se conoce, es que en la región, previo a la

50 venida de los Phorhépechas, había Cuitlatecos, Tolimecas, Chumbias, Otomíes, Pantecas y Tecos, sin descartar inclusive, que previo a la configuración del Imperio Phorhé, haya habido en la región calentana, pequeños grupos nómadas de origen phorhé o chichimeca como ellos se autonombraban en un principio, según se describe en la Relación de Michoacán. Lo narrado en este documento, está íntimamente ligado con la historia de la mayoría de los pueblos de la Tierra Caliente; por ello, aquí planteamos hacer una breve cronología.

Tabla 1. Cronología de la formación del Imperio Phurhépecha según la Relación de Michoacán.

Evento. Año Observaciones. aproximado. El Hireti Ticatame (después sólo Ticatame), 1200/1275 a La Relación de Michoacán, trayendo al dios Curicaueri, arriba al monte 1360. señala que el líder es de Viruguarapexo, cerca de Zacapu tacanendan origen “chichimeca”, término (Zacapu). náhuatl, para indicar la procedencia norteña de sus habitantes (de Aridoamérica); es un término despectivo para señalar el estado salvaje o poco civilizado de los pueblos que habitaban el norte de lo que ahora es México y USA. Algunos autores, señalan que la denominación “Chichimeca”, se lo apropiaron los Phurhépechas para denotar su valentía; fama que, en ese tiempo, acompañaba a los aguerridos nómadas “Chichimecas”. Enterado de su llegada, el señor de Naranjan, El Hireti Ticatame, era una Ziranzirancamaro, envía al Hireti Ticatame, a especie de príncipe, cazador una de sus hermanas para que la tome como y sacerdote. esposa. Durante la ceremonia de matrimonio, el Hireti Ticatame, advierte a sus cuñados que no tomen los venados flechados por su gente; no obstante, tiempo después, estos toman uno flechado por el propio Ticatame, y lo despedazan por no saber desollarlo. Enojado con el proceder de sus cuñados, el Hireti Ticatame, mata a sus cuñados y se muda a Zichaxuacuaro. Lo acompaña su mujer, que, para entonces, ya había parido a Sicuirancha; la mujer, también lleva consigo al dios Vaçoriquare. Años después, los de Naranjan, piden ayuda a los habitantes de Cumanchen para atacar al Hireti Ticatame; lo matan y se llevan el arca 51

donde se guardaba al dios Caricaueri, pero, el dios les provoca enfermedades y lo abandonan. Crecido Sicuirancha, persigue a los asesinos No es el Guayameo de su padre, recupera a Caricaueri y se muda calentano, Municipio de con su gente a Vayameo (Guayameo en el Zirándaro. centro de Michoacán), donde construye templo, casas y fogones. Muerto Sicuirancha, le sucede su hijo Pauacume, a éste su hijo Vapeani y a éste su hijo Curatame. Durante el gobierno de Curatame, en una incursión de cacería cerca de Pechataro, Pareo, Hiramucu y Curinguaro, éste observa que es un buen lugar para vivir. Muerto Curatame, le suceden sus hijos No es el Guayameo Vapeani (II) y Pauacume (II), quienes son calentano, Municipio de señores de Vayameo (Guayameo). Zirándaro. Los habitantes del cercano Mechoacán (así lo No es el Guayameo menciona la Relación), es decir, Tzintzuntzan, calentano, Municipio de entablan relaciones con los de Vayameo Zirándaro. (Guayameo), llevando leña para Caricaueri, y, los de Vayameo (Guayameo), llevan leña para los fogones de la diosa Xaratanga. Los sacerdotes de Xaratanga se emborrachan No es el Guayameo y se ponen los atavíos de la diosa, quien calentano, Municipio de enojada los convierte en culebras y nadan Zirándaro. hacia Vayameo (Guayameo), cuyos habitantes lo toman como un mal augurio y entonces emigran hacia el lago (Pátzcuaro), y fundan varios pueblos en sus riveras. Llevando a Curicaueri, Vapeani y Paucume, No es el Guayameo también abandonan Vayameo (Guayameo), calentano, Municipio de pasan por Capacurio y Xenguaran, de entre Zirándaro. otros sitios, hasta llegar a Honchecuaro, donde permanecen algún tiempo. En sus incursiones de cacería, Vapeani y ¿Qué pertenecen a la misma Paucume, se acercan más al lago donde tribu? después estará Pátzcuaro; desde el Cerro Tupen, divisan a un pescador de Xaracuaro, entablan conversación y se dan cuenta de que son parientes; también intercambian comida. Convienen que el pescador entregue una hija pequeña (y fea dice la Relación). Producto de este encuentro, Vapeani y Paucume, se mudan a Tarimichundiro (barrio del futuro Pátzcuaro); la niña crece y se casa con Pauacume. Producto de este casamiento, nace Tariacuri. Acontecimiento importante para la historia de los pueblos de la Tierra Caliente. Cuando Caricaten, señor de Xarácuaro se entera del casamiento ofrece más mujeres e invita a la isla a Vapeani y Paucume, como sacrificadores.

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No obstante, instigado por los habitantes de Curinguaro, Caricaten, expulsa violentamente a Vapeani y Paucume, de la isla de Xarácuaro, y entonces, se ven obligados a regresar a Tarimichundiro; entonces, se percatan, descubren y deciden, el lugar donde habrán de fundar Pátzcuaro. Los de Curinguaro, retan a Vapeani y Paucume, quienes salen heridos en un lugar llamado Atacuaho. Convalecientes, reciben a una tía de ellos que en realidad es una espía de los de Curinguaro, que quieren saber si murieron. En su convalecencia, son cuidados por los de la isla de Xarácuaro, quienes, frente a la visita de la tía, temen que los convalecientes se hayan aliado en su contra con los de Curinguaro y los abandonan. Pasado el tiempo, los de Curinguaro, utilizando ardides, arremeten y asesinan a Vapeani y Paucume. Los “viejos” (probablemente sacerdotes), Chupitane, Tecaqua y Nuriuan recuperan los cuerpos y los entierran (¿Creman?) en Pátzcuaro, cuyos templos para entonces, ya estaban construidos. Chupitane, Tecaqua y Nuriuan, “los viejos”, Acontecimiento importante deciden que Tariacuri, niño todavía, será el para los pueblos de la Tierra nuevo señor, y lo entrenan para ello, Caliente. recordándole constantemente quiénes son sus enemigos y señalándole la obligación de llevar leña para los cúes (templos). De manera paralela, envían a los hijos de Vapeani: Zetaco y Aramen a Vacananbaro, porque su comportamiento ponía en riesgo la preparación de Tariacuri. Cuando crece Tariacuri, desde Tarimichundiro, comienza a llevar leña a Pátzcuaro, en donde al parecer, acaba por mudarse y pone señales de guerra en varios sitios. Al verlas, los isleños que están en las riberas del lago huyen a refugiarse en Xarácuaro, donde son sitiados por Tariacuri. Entonces, Caricaten (señor de Xarácuaro), pide ayuda a Zurunban, señor de Tariaran y originario de Xarácuaro, en ese entonces, sacerdote mayor de la diosa Xaratanga, puesto, que “el dios del infierno (inframundo)”, mediante un “topo”, le había ordenado asumir tal cargo. Zurunban, ordena al sacerdote Naca, reunir gente de guerra en Xarácuaro y Curinguaro, para atacar a Tariacuri. En el trayecto hacia esos lugares, Naca, cuenta sus planes a Quaracuri, señor de Syrauni, quien a su vez los hace saber a Tariacuri mediante un mensajero. 53

Tariacuri, pide al mensajero de Quaracuri, que se encuentre con Naca en Cuyomeo o Cuyameo (probablemente isla cercana a Xarácuaro), para convencerlo de que regrese por un camino distinto al que había seguido de ida; paralelamente, Tariacuri, da instrucciones a sus primos Zetaco y Aramen, para que capturen a Naca. Zetaco y Aramen, ponen espías para vigilar los movimientos de Naca, quien desembarca en Pangueo en donde lo recibe Quaracuri (señor de Syrauni), con comida y bebidas. Naco reanuda su marcha de regreso, y, en un punto determinado, Zetaco y Aramen, simulan buscar un venado flechado, y piden a Naco los ayude a encontrarlo; Naco, se suma “a la búsqueda”, pero, al no encontrar nada, acaba por retirarse, y entonces, es herido por Aramen quien lo captura. Acatando las ordenes de Tariacuri, Zetaco y Aramen, sacrifican a Naca, y, descuartizado lo envían a Quaracuri (aliado de ellos y de Tariacuri), para que, diciendo que se trata de un esclavo, según la costumbre, sea distribuido y comido (ritualmente) entre los enemigos de éstos. A Zurunban, señor de Tariaran (y enemigo de Tariacuri, Zetaco y Aramen), le envían los muslos, que son comidos por éste y sus mujeres. Acorde con el plan de Tariacuri, un muchacho llega corriendo y le informa a Zurunban, que la carne comida es del sacerdote Naca; Zurunban y sus mujeres intentan vomitar, pero la carne “ya estaba asentada en el estómago y vientre”. Zurunban, en represalia, manda expulsar de Vacananbaro, a los asesinos de Naca, Zetaco y Aramen. Tariacuri, pensando que sería atacado, huye de Pátzcuaro. Enojados y temiendo represalias de Zurunban, Zetaco y Aramen, rechazan los vestidos y comida ofrecida por Tariacuri (su primo), y buscan cambiar de residencia; Aramen, se muda a un lugar llamado Hirazeo; Zetaco, se interna en el monte. Probablemente, ambos sitios se ubican en los contornos pertenecientes a Quaracuri, señor de Zirahuén y aliado. Tiempo después, Tariacuri regresa a Pátzcuaro, pero tras breve tiempo, tiene que huir, porque Caricaten, señor de Xarácuaro, manda matar a Aramen, porque este mantenía encuentros amorosos con una de sus mujeres en el mercado de Pareo. Frente a este acontecimiento, Tariacuri intenta retirarse a Condenbaro, y pide permiso a

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Chanshori para atravesar su territorio, pero este le señala que puede ocupar Tupataro. Para no quedar sujeto, Tariacuri no acepta y construye un nuevo asentamiento en Hoataro (hoata) pexo. Establecido en Hoataro pexo, con el velado propósito de apropiarse del dios Curicaueri, Chanshori, ofrece a Tariacuri una de sus hijas como mujer; en una ceremonia similar a la del matrimonio de Ticatame, Tariacuri especifica que la mujer recibida, es para que haga mantas y comida para el dios y después para Tariacuri. Producto de la unión entre esta mujer y Tariacuri, nace Curatame. Pasado el tiempo, esta abandona a Tariacuri alegando que éste “habla mal de sus parientes” y amenaza con atacarlos y regresa a Curinguaro, pero, Chanshori, la regresa; de regreso, la mujer se desvía a Yziparamuco, donde comete adulterio con sus primos Xoropiti y Tarequazingata; hecho esto, se vuelve a Hoataro (hoata) pexo, pretextando para su regreso, “haber ido a comprar pescado”; sospechando, Tariacuri se niega a comer el pescado, diciendo que es “pescado de burdel”. En la fiesta de Purecotaquaro, como se acostumbraba, Xoropiti y Tarequazingata, se hacen presentes pretextando ir a sacrificar las orejas. Tariacuri, los recibe les ofrece vino y comida, y se ausenta para recoger leña en el monte en donde prende una gran fogata; mientras tanto la mujer y sus primos beben y retozan. A la mañana siguiente, Tariacuri encuentra a la mujer supuestamente enferma con los rastros de la orgía nocturna. Xoropiti y Tarequazingata, regresan a Yziparamucu, con la intención de decirle a su tío Zinzuni, señor de ese pueblo, que Tariacuri, inventando que se “echaron con su mujer”, les rasgó las orejas como solían hacer a los adúlteros, pero Zinzuni, intuyendo que se trata de una mentira, no los recibe. Por recomendación de su tía, Tariacuri, visita a Zurumban, señor de Tariaran; en el encuentro, ambos muestran recelo; Tariacuri, se pinta de negro y viste una manta gruesa (¿Tosca?); Zurumban pretende que se pinte de amarillo, lo invita a beber, pero éste no acepta. Tariacurí, hace gala de su habilidad flechando a un pájaro pequeño (¿Un colibrí?), entonces, Zurumban, le ofrece dos hijas suyas para que “duerman con él; Tariacuri, temiendo una celada, no duerme con ellas, entonces, Zurumbán, dice, que es “un gran hombre”, insiste en que beba, pero no hay aceptación y 55

le ofrece una manta más gruesa (¿Más lujosa?). Luego, en el templo de Xaratanga, le propone a Zurumban, una alianza para que a nombre de Tariacuri, guerree y conquiste pueblos de la Tierra Caliente: Urecho, la Guacana, Cacangueo y Cuerapan; al parecer, Zurumban, acepta aliarse y ofrece “dos hijas como camareras” (¿Cómo esposas? ¿Son las mismas de la noche anterior?). Los historiadores coinciden que, en realidad, se trató de una alianza matrimonial. Con el nuevo matrimonio de Tariacuri, con las hijas de Zurumban, se acaba la alianza con Chanshori, señor de Curinguaro, su primer suegro, quien indignado se adueña de Hoataro pexo, y ordena a sus guerreros echar en un rincón el bulto (piedra) de Curicaueri, y pintan el templo del color del dios local (rojo) Hurendequavecara, y le sacrifican los esclavos de Tariacuri, quien con su gente se va (¿huye?) a Vpapo hoato, donde construye otros templos. Como el sitio no es apto para vivir, pide a su exsuegro Chanshori, “le preste o venda un pedazo de tierra”, pero éste contesta “que permanezca en Vpapo hoato, porque la tierra es buena”, no obstante que es pedregosa. Pasados algunos días, Tariacuri parte a Vrexo, donde construye un templo y es atacado por los de Curinguaro, pero es ayudado por Curicaueri, a quienes provoca enfermedades, siendo capturados y sacrificados. Tariacuri, parte a Querenda angangueo, donde de nueva cuenta lo atacan los de Curinguaro, al parecer aliados con los de Tariaran, pues al menos un hijo de Zurumban, de nombre Zinzuni, que también fungía como espia aprovechando la supuesta amistad con Tariacuri, acompañaba a los agresores. No obstante, Tariacuri intenta pedir refugio al propio Zurumban, señor de Tariaran, quien fingiendo “llorar de compasión por su yerno”, lo envía a Vacapu; posiblemente huyendo, Tariacuri, se va a Zurumo harupeo, y por último a Santalgel, donde Hapari, el señor del lugar lo recibe “de verdad”, y le construye una casa, un cu (templo) y la casa de los papas (sacerdotes mayores). Chanshori, señor de Curinguaro, ya viejo, deja el señorío a su hijo Hurescua. Tiempo después, los habitantes de la isla Pacandan, le piden a Tariacuri, que regrese porque los de Curinguaro, los de Tariaran y los isleños, frente a su ausencia han tomado el lugar y se lo disputan. Cuando los de Xarácuaro, solicitan el apoyo de Tariacuri contra los de la isla

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Pacandan, éste decide volver a Páztcuaro, llegando al monte Arizizinda, donde toca un silbato que simula el “sonido de las águilas”, haciendo huir a quienes estaban en Pátzcuaro, y entonces lo ocupa. Tariacuri, llama a su hijo Curatame, y lo envía a vivir a Curinguaro, recomendándole que lleve leña a los templos y que no se emborrache como los de ese lugar, pero, al parecer hace lo contrario, frente a lo cual, Tariacuri comienza a preguntar sobre el Acontecimiento importante paradero de sus sobrinos Hiripan y para los pueblos de la Tierra Tangaxoan (futuros herederos del señorío). Caliente. Al igual que su tío Tariacuri, Hiripan y Tangaxoan, tras la muerte de sus padres Zetaco y Aramen, salen de Pátzcuaro y peregrinan juntamente con una madre y hermana (no se precisa a quien pertenecía la madre y de quien era la hermana); hasta que un día, una tía de ellos los encuentra mendigando en el mercado de Zaueto y los lleva a vivir con ella a Hucariquaro. Chapa, un hijo de Chanshori, que llegó a ser señor de Hetoquaro con la ayuda de Tariacuri, y a quien éste le dio un pedazo de Curicaueri (de navaja), al enterarse de la presencia de Hiripan y Tangaxoan en Hucariquaro, los invita a ser “sacrificadores”. Chapa, en nombre de Tariacuri, había conquistado varios pueblos en Curinguaro y Araro, en el extremo oriental del lago de Cuitzeo, pero sus hermanos mediante el ofrecimiento de una mujer habían logrado que sacrificara más prisioneros en Curinguaro y le entregara cada vez menos a Tariacuri. Frente a esta situación, para cuando Chapa hace el ofrecimiento a Hiripan y Tangaxoan, “de ser sacrificadores” ya tenía enemistad con Tariacuri; por tal razón, la tía que los había recogido en el mercado de Zahueto, juntamente con la madre y la hermana, los envía de vuelta a Pátzcuaro donde ya se encontraba su tío Tariacurí. En su regreso a Pátzcuaro, Hiripan y Tangaxoan, la madre y hermana, rodean el lago pasando por Sypiaxo, por Matoxeo y por Timban llegan a Erongaricuaro, donde los recibe un tío, hermano de la madre que los acompaña, pero luego los expulsa por no hacer los servicios que él requería, y en lugar de eso, Hiripan y Tangaxoan, se dedicaron a llevar leña a los templos. Luego, piden refugio en Uricho, donde hacen lo mismo, y también son expulsados.

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Finalmente, Hiripan y Tangaxoa, son recibidos en Pareo, en donde el señor de ese lugar, Zurutame, los reconoce como “sus señores”, y entonces, se ocupan en llevar leña al cu (templo) de Caricaueri en Pátzcuaro, y en esta actividad, son descubiertos por Chupitani, Tecaqua y Nuriuan. Al enterarse Tariacuri de que sus sobrinos están en Pareo, manda por ellos y los envía a vivir a Yauacuytiro, donde ya les había construido casas para ellos y y los papas (sacerdotes). Para entonces, la situación de Tariacuri, no parece muy sólida; su primer matrimonio fracasa, las alianzas resultan efímeras; al parecer, pierde los pueblos conquistados por su aliado Chapa, y, Zurunban, se infiere, no conquistó los pueblos de la tierra caliente que se había comprometido someter. No obstante, hacia el occidente de la región, Tariacurí había tenido cierto éxito y al recuperar Pátzcuaro, ello evidenciaba cierta fortaleza. Tariacuri, ya en Pátzcuaro, más viejo, tiene problemas con su hijo Curatame, quien lleva una vida dispendiosa y se emborracha constantemente. Con el fin de hacerlo señor de Pátzcuaro, le construye un templo y una casa de los papas en Xaramu. Curatame, inconforme con esto, discute y golpea a Tariacuri, y entonces queda como señor de Pátzcuaro; frente a tal evento, Tariacurí, se muda a Cutu. Un año después, Curatame invita a una fiesta a Tariacuri en Pátzcuaro, pero este, prefiere vigilar a sus enemigos en Zacapu hacurucuyo. Hiripan y Tangaxoan, que también habían sido invitados a la fiesta, de igual forma, declinan y prefieren vigilar a sus enemigos desde el cerro Xanoato hucazio. En algún paraje, las fuerzas de Tariacuri e Hiripan y Tangaxoan, se confunden y creen que son enemigos, pero luego se reconocen y comen juntos. Previa sugerencia de su tío, cuando Hiripan y Evento que, desde luego, es Tangaxoan, rehúsan ir a la fiesta de Curatame importante para entender la en Pátzcuaro, Tariacuri, se da cuenta que conquista de los pueblos de verdaderamente sus sobrinos pueden ser la Tierra Caliente y la señores. designación de Hiripan y Tangaxoan, como señores de sede de imperio. En un discurso de Tariacuri a sus sobrinos, Hiripan y Tangaxoan, narrado por el Sacerdote Mayor (petamuti) en la Relación de Michoacán, explica a estos por qué sólo ellos serían señores: La disputa entre los herederos de los señoríos; su incapacidad para gobernar;

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su negligencia para hacer el servicio a los dioses justifica su autodestrucción y su conquista. En Hetoquaro, había muerto Chapa, poseedor de una navaja de Curicaueri, y potencial sucesor de Tariacuri, además, los hijos de Chapa, descuidaron el servicio a los dioses, y los sacerdotes, se mezclaron con la gente común en sus fiestas y se casaron con las mujeres dedicadas a atender a los dioses, provocando con su proceder, varios desórdenes naturales: las abejas hacían su panal en la noche, las niñas impúberes se embarazaban, los árboles y los magueyes floreaban a destiempo y las viejas parían navajas. Hubo un año de fertilidad y otro de sequía y hambre, obligando a la población de Araro a venderse como esclavos hasta que el sitio quedó prácticamente desierto. En Tariaran, los hijos del viejo y ciego Zurunban, no serían señores, porque según Tariacuri, no castigan a su hermana Mauina, quien en el mercado ataviada con adornos de la Diosa Xaratanga, llamaba y se juntaba con mancebos hermosos. Tampoco la gente de Zacapu era digna, porque la vieja Quenomen, esposa de Quenomaco, desde su muerte, gobernaba y ejercía funciones masculinas impropias de mujeres, haciendo traer leña para los cues (templos), que son funciones propias de varones. También decía Tariacuri, que Cauiyancha, señor de Tacámbaro, tampoco sería señor principal, pues era un simple oficial del cu (templo), quien había sido favorecido por Xaratanga, haciéndolo señor del lugar, y por lo mismo, sus hijos tampoco serían señores. Los señores y sacerdotes de Cumachen, según Tariacuri, tampoco son dignos de ser señores, porque iban a Erongariquaro y se emborrachaban con el vino del Dios Taresvpeme (un dios cojo de la borrachera); los hijos del difunto Chanshori, no serían señores, porque tenían diferencias sobre el señorío de Curinguaro, y Tariacuri predecía: “que todos morirían en la guerra”; los señores de Pungacuran, Sauinan, Aranzan y Capacuero, peleaban entre sí por los límites de tierra y no habían querido seguir el consejo de Tariacuri para acabar con sus conflictos; en Xarácuaro, no obedecían a Quata, hijo de Caricaten, y sus hijos tampoco serían señores; Vaniqueo, predice Tariacuri, quedará desierto y los hijos de Sicuindicuma, tampoco serían señores. Bajo este entorno, Tariacurí decide que sus Querétaro, no es la ciudad sobrinos Hiripan y Tangaxoan serán señores, capital de ese mismo estado. y realiza una serie de alianzas que le dan más 59

poder, y sus huestes ocupan Quereta parazicuyo (Querétaro, que no es la ciudad capital de ese estado), en cuyo asentamiento Hiripan y Tangaxoan, recolectan leña, ponen señales de guerra, siembran maíz y frijoles con los que hacen ofrenda a Curicaueri; su primo Curatame, celoso, sugiere que, si lo hacen por hambre, pueden ir a Pátzcuaro a servirle. Hiripan y Tangaxoan, no hacen caso de tal Evento de suma importancia propuesta, y entonces Tariacuri, decide que su porque: se ubica a los tres hijo menor Hiquingaje, que para entonces ya irechas que serían cabeza era “sacrificador”, vaya a vivir con ellos, y al del imperio. parecer, frente a la conducta de Curatame, decide que Hiquingaje, sea señor. Hiripan y Tangaxoan, tenían una vida difícil y hacían penitencia en una cueva de un lugar llamado Paratuquen, régimen al que se une Hiquingaje, pero temiendo que desistiera y huyera, Hiripan y Tangaxoa, deciden comer yerbas y darle a hiquingaje maíz tostado; su primo, al notar su gesto, acaba por unirse más a ellos. Pasado cierto tiempo de penitencia, Tariacuri, decide hacer señores (sólo de Quereta parazicuyo) a Hiripan, Tangaxoan y a su hijo Hiquingaje, dándoles una parte del Dios Curicaueri (una navaja a cada uno), para que le hagan un altar y puedan llevar la leña que colectan Estos, al parecer queriendo agradar a su tío y padre, además, construyen templo, casas de los papas, la casa del águila y un troje para guardar los atavíos de Curicaueri. Tariacuri se entera y enfurece porque construyeron el templo sin tener esclavos para sacrificar en él e intenta flecharlos, pero ellos huyen y las flechas dan en la pared sin causarles daño. Pasada la ira, Tariacuri, reconoce que la culpa es de él, por no explicarles lo que tenían que hacer previamente y envía a uno de sus propios de nombre Chupitani a la Isla de Pacandan para establecer un pacto con Varapame, mediante el cual enviaría cien hombres a la sementera (tierra de cultivo) que tiene en la rivera del lago, y a una señal convenida del principal llamado Zipin Canaqua, Hiripan y Tangaxoan, los capturarían con la intención de sacrificarlos para inaugurar el nuevo templo. Varapame, se da cuenta y arrepentido, sólo manda sesenta hombres, dando lugar a una serie de malentendidos; Hiripan y Tangaxoan, capturan a los sesenta hombres, sacrifican veinte en el nuevo templo y envían cuarenta a Pátzcuaro. A partir de este evento, toman cautivos de Pacandan y hacen entrada en

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Yziparamuco, donde capturan cien hombres. Probablemente, en este sitio, es capturado un hijo de Tariacuri de nombre Tamapucheca; Zinzuni, señor del lugar, no se atreve a sacrificarlo por temor a Tariacuri, e intenta retornarlo a su pueblo, Pero Tamapucheca se niega y se emborracha para ser sacrificado, pero es rescatado por su amas y viejos a “cambio de un plumaje” y dormido lo llevan a Cutu. Cuando Tariacurí se entera, lo manda matar juntamente con sus amas y viejos, eliminando así, a un posible rival de Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje. Para completar la obra, Tariacurí ordena la Querétaro, no es la capital muerte de su hijo Curatame, quien es citado del mismo estado. cerca de Quereta parazicuyo (Querétaro), con el pretexto de que apoyara un ataque contra los isleños, y en ese lugar, es muerto por Hiquingaje (su hermano) con una porra (especie de macana). Con la muerte de Curatame, Tariacuri recupera Pátzcuaro, en tanto que Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, realizan acciones militares para afianzarse como señores de Quereta parazicuyo. Según la Relación de Michoacán, en el monte Todo sucede en la zona Pureperio, en sueños, la Diosa Xaratanga, lacustre de Michoacán. confirma que Tangaxoan será señor, pidiendo que vaya por ella a Tariarian, para que sea honrada en su templo; del mismo modo Hiripan, en el monte Taricaherio, sueña con Curicaueri, quien también le dice que lo hará señor. Mientras tanto, entre sus enemigos, hay una serie de eventos y augurios que los debilitan, confunden y dividen no pudiendo luchar conjuntamente. Zinzuni, amenaza con abandonar Yziparamuco, si sus parientes de Curinguaro, Hurescua y Cando, no se unen para luchar, pero estos desoyen la advertencia y Zinzuni abandona Yziparamuco, dejándolos desprotegidos. En una fiesta en Pare xaripitio, cerca de Curinguaro, una hija o hermana de Tariacuri, mediante una celada, y al parecer estando borracho y dormido Cando, lo degüella y lleva su cabeza a Pátzcuaro. Teniendo Tariacuri, el control de la región Nótese, que los plumajes oriental y sur del lago envía a Hiripan, tenían un alto valor entre los Tangaxoan y Hiquingaje, a amonestar Phorhépechas. (¿Intimidar?) a Hiuacha, quien teniendo una vida dispendiosa, acepta aliarse pero siguiendo costumbres y procedimientos de los mexicanos, cosa que éstos no aceptan, y aún más, los ofende no sirviéndoles de comer, donde los principales comían; indignados, y fraguando venganza, abandonan el lugar, pero 61

en su retorno, los alcanza Parangua un mayordomo de Hiuacha, quien temiendo represalias, compra su seguridad “con unos plumajes”. Mientras tanto, Hiripan, jura no olvidar la injuria de Hiuacha. Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, le cuentan Los isleños, algunos: la injuria a Tariacuri y le comunican que van a probables conquistadores de atacar a Hiucha; Tariacurí acepta, pero se la Tierra Caliente. cerciora que se disponga de fuerza guerrera suficiente, contando para ello con sus aliados de: Cueze, Cassimato, Quiriqui, Quacangari, Anguaziqua y Capauxanzi, anteriormente sus enemigos. Cuenta también, con los isleños Zapiuatame, Zanneta, Chapata y Atache hucane. Al día siguiente, previo al ataque, Tariacuri Todo esto, acontece en la cita a Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, en el zona lacustre de Michoacán; monte Thiapu, en donde de manera por esto, y dado lo narrado solemne, divide el reino diciéndoles (o en la Relación de ratificando) que serían señores: Hiripan en Michoacán, Cuyucan Cuyacan (Ihuatzio); Tangaxoan en (Ihuatzio), no es la actual Mechoacan (Tzintzuntzan) e Hiquingaje en Coyuca de Catalán, ubicada Pátzcuaro. en la Tierra Caliente; y no lo puede ser, porque según la cronología de los eventos narrados, Coyuca, Pungaravato y otros pueblos de la Tierra Caliente, aún no habían sido conquistados, y, Tariacuri, no pudo dar a Hiripan, ni designar a la actual Coyuca de Catalán como sede de capital de éste, porque todavía no era de su dominio. Conquistado Tariaran, con el dominio de la zona lacustre, entre 1420 y 1440, aproximadamente, según lo narrado en la Relación de Michoacán, la expansión y conquista, aparentemente, sucede a ritmo vertiginoso; Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, junto con sus aliados isleños, logran dominar y consolidar un imperio, delimitado al sur por el Río Balsas, al este por lo que ahora se le llama el Río Cutzamala (antes Pungaravato) y al norte por el Río Lerma. Siguiendo una cronología (ciertamente difícil de Zona lacustre de Michoacán. entender), la Relación de Michoacán, describe un primer grupo de pueblos conquistados en la zona central de Michoacán: Curinguaro, Tetepeo, Tiripitio (estos dos últimos conquistados previamente por Chapa ta), y “conquistados “en una mañana” según se narra en la Relación; se incluye a Hetoquaro y

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Hoporo. Luego, conquistan un grupo de pueblos en el extremo noreste del Lago de Pátzcuaro y el extremo occidental del lago de Cuitzeo: Xaso, Chucandiro, Teremendo y Vaniqueo (pueblo de Sicuindicuma), que les cuesta trabajo dominar, pero que lo logran habiendo sacrificado las orejas y arengado a los guerreros.

Después conquistan: Cumachen, Naranjan y Zona lacustre, excepto Zacapu, pueblos de sus antiguos enemigos y , que puede estar donde Hiripan y Tangaxoan, habían vagado y más enclavado hacia la mendigado de niños, Cheran y Siuinan; Tierra Caliente. también conquistaron Huruapa (Uruapan) y los pueblos nahuatlatos (de habla náhuatl), Hacauato, Zizupan y Chenengo; luego, conquistan Vacapu, Tariyaran, Yuriri, Hopacutio y Condebaro, y desde este lugar se lanzan hacia Urecho. Es en este periodo, es cuando muere Según la Relación de Tariacuri. Después de su entierro, de manera Michoacán, son los isleños plena, Hiquingaje, es señor de Pátzcuaro; de la zona lacustre, y Tangaxoan, asume como señor de Mechoacan caciques, los que hacen la (Tzintzuntzan), e Hiripan, es señor de Cuyucan conquista de los pueblos de (Ihuatzio), y, continúan las conquistas en los la Tierra Caliente. alrededores del Lago de Cuitzeo, sometiendo a Huriparao, Charachutiro, Tupataro, Se reitera: Coyucan o Varirosquaro, Xeroco y Cuitzeo, en la ribera Ihuatzio, no es la actual norte; Peuendao, Zinzimeo y Araro en la Sur. Coyuca de Catalán. Luego, organizan la administración del reino y construyen una casa especial para resguardar a Curicaueri en Cuyucan (Ihuatzio). Organizan a la población y le señalan la obligación de llevar leña a los templos, servir en la guerra y sembrar sementeras (tierras para fondear la guerra), ponen caciques en cada pueblo, y reparten tierras entre sus aliados e isleños que van haciendo conquistas en los pueblos de la Tierra Caliente (al sur de la zona lacustre), y se consolida el imperio. No queda claro en la Relación de Michoacán, pero aparentemente, Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, los tres, emprenden una última campaña para conquistar Tacanbaro (Tacámbaro), Urupa, Parachu (Paracho), Charu (Charo), Hetocuaro, Carapu hucazio y probablemente la Guacana. Probablemente, con el fin de afianzar su poder Nótese, que, en esta etapa, (o centralizarlo), la expansión, conquista y su los pueblos de la Tierra consolidación, queda en manos de caciques y Caliente todavía no son principales isleños aliados; al parecer, Hiripan, objeto de conquista; ni Tangaxoan y Hiquingaje, se asientan para Pungaravato, Coyuca, gobernar desde sus respectivas sedes de Cutzamala, Zirándaro o señorío. cualquier otro pueblo de la región. La expansión de 63

conquista por parte de caciques aliados y principales isleños, se da desde la región central lacustre hacia el sur. En la expansión y conquista, Carapu hucazio, Al parecer, el primer pueblo es ocupado por Tiachucuqua, Chacuaco, de la Tierra Caliente Zinguita, Tiuitani, Yzirimenga varicha, conquistado fue Cuseo Tauachacu, Acume varicha y Tereco (que (Cutzio); probablemente, probablemente eran chichimecas (de origen también lo fue el Guayameo phorhé); Urapa, es tomada por principales calentano. isleños, pero en la Relación no se precisa su nombre. El cacique, Cupauaxanzi, toma la Guacana, desde donde conquista Zicuytaran (¿Zicuitaro?), Zinagua, Churumuco y Cuzaru, entre otros pueblos hoy en día no identificados. Zapiuatamezangueta, se asienta en Parachu, desde donde conquista Apanoato. Chapata y Atiache hucauati, se asientan en Chupingo parapeo, juntamente con Utume y Catuquema. Probablemente, desde este sitio, emprenden la conquista de Casinda angapeo, Tucumeo, Marita angapeo, Haperendan, Zacango (Zacango, Guerrero), Cuseo (Cutzio, pueblo ancestral, hoy unido a Huetamo), Perucho hoato (seguramente se trata de Purechucho), Quayameo (hay mucha probabilidad de que sea el Guayameo calentano) y Etucuaro, de entre otros pueblos hoy en día no identificados. Probablemente, desde alguno de estos pueblos, otro cacique o caciques que no se nombran en la Relación, conquistan Tetengueo, Puruaran, Cuzian, Patazio y Sirandaro. A excepción de Zirándaro, pueblo calentano, ignoro si los otros, son pueblos de la Tierra Caliente, que probablemente ya en la colonia, hayan desaparecido vía congregación o reducción de pueblos. Hacia el oeste del reino, Vtucuma, conquista Zirapitio, Copuan (pueblo de nahuatlatos), Charapichu, Paraquaro, Puco hoato y Tancitaro La Relación, narra que isleños y Nótese, que, en la Relación chichimecas (muy probablemente caciques de Michoacán, en esta uacuséchas de origen phorhé), etapa de expansión y conquistaron: Coyucan [Coyuca], conquista, no se menciona Hapázingani [Cutzamala], Pungari hoato que haya habido división [Pungaravato], que son pueblos de tierra del reino y que Coyuca, caliente.25 Ambézio, Tauengo hoato hubiera sido designada

25 Probablemente, para denotar su importancia como pueblos principales, en la Relación, se enfatiza que Coyucan [Coyuca], Hapázingani [Cutzamala], y Pungari hoato [Pungaravato], son pueblos de Tierra Caliente. Geograficamente, Tauengo hoato [Tanganhuato], Tiríngueo, Charácharando, y Çacapu hoato [Zacapuato], también se ubican en la Tierra Caliente. Ignoro, y no he podido identificar a Ambézio, como pueblo de la región.

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[Tanganhuato], Tiríngueo, Charácharando y como capital de una de las Çacapu hoato [Zacapuato], Peránchequaro, sedes del imperio. Vasís hoato [Uasís hoato], Hucumu Considero, atendiendo a [Tuzantla], Hacándiquao, Haroyo, las fuentes coloniales, que Xungápeo, Chapato huato, Haziro Hauánio, Axuchitlan (Ajuchitlán), Taximaroa que era de otomíes. Pucuri también fue sometido al ecuátacuyo, Maróatio, Hucario, Hirechu dominio phurhé, al igual hoato, Acámbaro, Hirámucuyo, Tebéndaho, que Acatzécuaro o Mayao, Eménguaro, Cazáquaran, Tlapehuala, que no Yurírapúndaro, Cuypu huato, Vangaho obstante de no ser [Uangaho], Tánequaro, Purúandiro, mencionados o Zirápequaro, Quaruno, Ynchazo, Hutáseo, identificados en la Hacáhuato, Zánzani, Verecan. Relación, las evidencias documentales coloniales, indican que también fueron sometidos. Fuente: elaboración propia, con información y siguiendo la cronología de Claudia Espejel Carbajal, en su obra La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de Michoacán. Tomo I, El Colegio de Michoacán (2008), Págs. 117 a 146.

Hoy en día, en la Tierra Caliente, producto de la colonización española, por vergüenza o complejo de inferioridad; por negar nuestro origen y a nuestros ancestros indígenas; por no defender una parte de nuestra identidad, las lenguas y la historia de nuestros ancestros durante la colonia e inicios de la independencia, se fueron perdiendo en el transcurso del tiempo, haciéndose necesario cuando menos, rescatar su memoria histórica.

5. El significado de Pungaravato.

Phunguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarajuato o Pungarabato, como se le nombra hoy en día, como sucedió con el nombre de otros pueblos originarios, frente a la dificultad o a lo inusual en su pronunciación por parte de los conquistadores europeos-españoles, es una corrupción o adulteración del nombre de Phunguári-huato (o Phunguári-juato),26 que corresponde a la lengua de la nación phorhépecha (tarasca), o del que estuvo ligado con el ídolo PUNGÁRANCHA. Si se contrasta cómo se escribía el nombre de varios pueblos originarios, se puede observar, que existía diferencia en la forma en que se asentaban sus nombres en los diversos documentos coloniales, esto, porque los escribanos españoles redactaban el nombre de los poblados indígenas, según lo

26 Propuesta de pronunciación simulada más adecuada, de acuerdo con los estudiosos modernos de la lengua phurhépecha. No obstante, el nombre toponímico, no necesariamente refleja el origen histórico del nombre dado al pueblo: Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato (hoy en día), el cual todo hace inferir, deriva de una deidad prehispánica phurhépecha. 65 oían y entendían, sin poder precisar en la Lengua Castellana, la fonética y su correspondencia en letras con las lenguas originarias. En el Diccionario de la Lengua Phorhépecha de Pablo Velázquez Gallardo, que registra el habla de muchas comunidades de la nación phorhé, en fonética quizá más contemporánea y cercana, phunguári, significa “pluma”; en tanto que, juáta, significa “cerro”, lo que, desde un contexto lingüístico ciertamente limitado, nos ayuda a comprender las derivaciones idiomáticas (en su forma de escribirlo) que se pudieron dar al nombre de Pungaravato por los colonizadores y autoridades virreinales españolas, durante y al término de la colonia.

Sobre el significado de Pungaravato (Pungarabato, hoy en día), según diversos estudiosos, la versión más aceptada de manera común es que significa: “lugar o cerro de las plumas”, que, bajo el contexto del idioma phorhé, atendiendo a una traducción literal y sobre la base de las fuentes documentales históricas existentes que revelan su verdadero origen y significado, creo, hay que manejarlo con reserva y cautela.

Si con carencia de un análisis crítico y reflexivo, se aceptara que Pungaravato (Phunguári-huato), Pungarahuato, Pungarabato, que es el nombre que actualmente identifica al municipio, significa simplemente: “lugar o cerro de las plumas”, entonces, habría que especular si:

1. Pungaravato, en la época precolonial, era un sitio cuya toponimia de identidad se la daba un cerro en donde se hacía acopio de plumas de guacamayas, pericos y otras aves exóticas de la Tierra Caliente, que luego, eran tributadas al gran Irecha phorhé o Cazonci (en náhuatl); producto, por cierto, muy apreciado en la vestimenta ritual del Irecha- Cazonci, de la clase sacerdotal y de los capitanes de sus ejércitos, según se muestra y narra en la Relación de Michoacán; también los mexicas apreciaban los vistosos plumajes de las aves de la región; o bien, 2. Que Pungaravato, haya sido un centro de acopio de plumas que se tributaban al Imperio del Irecha-Cazonci, y, además, un lugar donde se producían objetos, figuras y mosaicos elaborados a base de plumas (arte plumario) que tanta admiración causaron a los colonizadores europeos.

Entre los historiadores, existe concordancia de que en la Tierra Caliente, dada la abundancia de algodón, maíz, minerales, pieles de animales que habitaban la

66 región, colorantes como el cascalote y plumajes de aves exóticas, era un área estratégica y codiciado tanto por el Imperio Phurhépecha como por el mexica, por ser estos productos escasos o inexistentes en las regiones templadas o frías. A la fecha, no he encontrado evidencia documental histórica, ni referente arqueológico o etnográfico, que indique la posibilidad real de la segunda de las especulaciones; aunque la primera, por lo que se ha dicho, tiene mayor factibilidad de haberse realizado en el pasado antiguo. No obstante, sin negar tal posibilidad, se debe estar abierto a nuevos hallazgos que permitan sustentar sólidamente la segunda de las especulaciones. En concreto, hoy en día, no hay evidencia de que en Pungaravato se hayan hecho figuras o mosaicos a base de plumas.

Considero improbable que en Pungaravato se elaboraran fuguras en arte plumario; esto, porque este tipo de ornamentos, no era de uso cotidiano entre la gente común; se utilizaban por el Irecha-Cazonci, la clase sacerdotal y los nobles cercanos a la corte del señorio, y dado el férreo centralismo de gobierno ejercido por el Irecha o Cazonci phurhé, este tipo de productos, siendo altamente elitista, se elaboraba por artesanos especializados cercanos a la corte, en donde el soberano, inclusive, establecía y definía los sitios o lugares del imperio en dónde se debía producir un determinado producto; no sólo el correspondiente al arte plumario, que luego era utilizado con un propósito específico generalmente de ritualidad.

Lo que sí se ha podido documentar, como lo sostiene el cronista agustino Fray Mathías de Escobar, que el arte plumario se realizaba en Tiripetío, principalmente, y en Pátzcuaro, escasamente. De haberse verificado en Pungaravato, infiero, que el referido cronista también lo hubiera asentado o señalado en su Americana Thebaida.27

Ahora bien, si se confronta la convención aceptada de que Pungaravato, significa: “lugar o cerro de las plumas”, nos damos cuenta, que, inclusive, tal definición no coincide con la geografía del pueblo, puesto que, el viejo Pungaravato, desde siempre, se encuentra flanqueado por dos cerros: al oriente, con el cerro de Pungaravato, y, al poniente, con el cerro Chuperio, y rodeado por dos ríos: el Pungaravato (hoy Cutzamala) y el río grande de las Balsas; consecuentemente, si se aceptara la definición anteriormente señalada, difundida

27 El título se refiere, a la actividad de los Agustinos en esta parte de América; por eso el título de “Americana Thebaida”, es para acentuar, señalar o indicar, la labor de evangelización en lugares y sitios inhóspitos, en soledad profunda, en retiro de lo conocido en aquél tiempo. El ir a inhóspitos lugares y ásperas montañas. 67 y asumida por costumbre o inercia, por una cuestión meramente geográfica, también se tendría que aceptar que Pungaravato, entonces, significaría: “cerros de plumas”, hipótesis que desde luego, a la luz de las fuentes documentales históricas disponibles, no tendría sustento alguno, ni me atrevo siquiera a proponerla.

Lo que sí tiene sustento histórico, es que, en la Relación Geográfica del siglo XVI,28 correspondiente al corregimiento de Asuchitlan (Ajuchitlán), en el censo y relación levantado el 10 de octubre de 1579 por Diego Garcés, corregidor de Ajuchitlán, al responder a la pregunta 13 del cuestionario enviado por la Corona Española, relativa a lo que quiere decir en la lengua de los indios (la phorhépecha) el nombre del pueblo (Pungaravato) y por qué se llama así, el referido funcionario virreinal con su escribano, la desahogó y asentó de la siguiente manera:

[…] Pungaravato es su propio nombre en su lengua materna, q[ue], es la tarasca, y quiere decir, en lengua castellana, “cerro emplumado”; y llámase así porq[ue], en su antigüedad, dicen, tuvieron un ídolo q[ue] se llamaba PUNGUARANCHA, q[ue] quiere decir “ídolo emplumado”.29

Tal y como se señala en la Relación Geográfica de Asuchitlán (Ajuchitlán), de 1579, el corregimiento incluía Cuzamala (Cutzamala), Pungaravato (Pungarabato, hoy en día) y Coyuca, y en cada caso, sobre el significado de cada lugar, la respuesta la dieron “los más viejos de los naturales de las dichas cabeceras”; es decir, que fueron los propios indios de Pungaravato, los que señalaron la razón del por qué el pueblo donde habitaban tenía ese nombre, y así quedó asentado en dicha relación. Cabe destacar, que después de la Relación de Michoacán, las relaciones geográficas recopiladas entre 1579 y 1581, son hasta ahora, la fuente documental colonial más rica para conocer el pasado prehispánico de los habitantes de Michoacán; de lo que fuera el Obispado de Michoacán y, por ende, de los pueblos de la Tierra Caliente y de Pungaravato.

También debe hacerse notar, que el nombre castellanizado de Pungaravato, en el castellano antiguo, la v, se pronunciaba como u; ignoró, cuándo el término,

28 En realidad, el nombre correcto, no es el de “Relaciones Geográficas”, sino, atendiendo al cuestionario emitido por las autoridades de la Corona Española, es el de “Relaciones para la Descripción de las Indias”. 29 Acuña, René. Relaciones Geográficas del Siglo XVI: Michoacán. Universidad Nacional Autónoma de México, (1987). Pág. 35.

68 derivó en “Pungarabato”, como ahora se escribe y se pronuncia con b; pero, si nos atenemos tanto a la pronunciación española antigua, como a la de la lengua phorhé, la pronunciación más adecuada o cercana sería: Pungarauato, y no Pungarabato como ahora se pronuncia. Por eso, en el presente trabajo, escribo “Pungaravato”, que pronunciando la v, como u en el castellano antiguo, resulta más cercano a la pronunciación del nombre ancestral del pueblo entendido y redactado por los colonizadores españoles

En cuanto al dios PUNGUARANCHA (escrito así por el escribano español), en realidad PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, como se maneja en la Relación de Michoacán, la antropóloga y literata Jean-Marie Le Clézio (premio nobel de literatura), al describir la Relación de Michoacán (auspiciada por el fraile franciscano Gerónimo de Alcalá y apoyado por viejos indígenas del pueblo phorhé), señala, que cuando los guerreros phorhépecha al emprender sus guerras de conquista, al lanzar el asalto, a la cabeza iban los quenguariecha de la fracción de los uacúsecha (águilas), con las efigies de Curicaueri, que representaba la deidad solar, y de Xarátanga, que representaba la deidad lunar, y después, el cuerpo del ejército que acompañaba al dios Pungarancha, que era “de los corredores”.30

Agrega esta investigadora, al analizar y seguir comentando La Relación de Michoacán, que en la fiesta Hanziuanaquaro, cubiertos con sus ornamentos de plumas y el cuerpo teñido de hollín, los capitanes phorhés de guerra, marchaban con los estandartes de sus dioses, conducidos por el dios de la guerra Pungárancha (de phunguári, plumas).

En la Relación de Michoacán, se hace alusión a que Pungárancha, es el “dios de los corredores”; dios de la guerra, pero, en otra parte de la misma Relación, se escribe como Pungárecha o Pungárencha. Los historiadores coinciden en que puede tratarse del mismo dios de la guerra. Así las cosas, es evidente que el escribano colonial que redactó el censo y relación el 10 de octubre de 1579 escribió: PUNGUARANCHA, según entendió de los informantes indígenas de Pungaravato, pero, sin duda alguna, se trata del mismo dios de la guerra dentro de la mitología del pueblo phorhépecha descrito en la Relación de Michoacán.

30 Le Clezio, Jean Marie. La Conquista Divina de Michoacán. Fondo de Cultura Económica, (1985). Pág. 94. 69

PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, no era un dios menor dentro de la mitología phurhépecha; era una deidad de suma importancia en los ritos y ceremonias del pueblo phurhé, así se hace notar en la multicitada Relación de Michoacán, en donde se narra que:

[…] Pasando algunos días, por una fiesta de Purécotaquaro, fue Taríacuri con los suyos al sacrificio de las orejas que se hacía por aquel tiempo. Queriendo ir no sé a qué parte a holgar, sacaron de las trojes su dios Curícaueri y a otro dios de la guerra llamado Pungárecha y pusiéronlos al pie de la troje para componerse los sacerdotes con ellos, y a Pungárencha pusieron en el patio.

En lo relativo a sus guerras de conquista, en referencia al dios PUNGÁRANCHA, en la misma Relación de Michoacán se señala lo siguiente:

[…] Y en acabando de decir su razonamiento, íbase donde estaba la traza del pueblo que habían visto las espías y allí mostraba a todos los señores y gente que estaba allí ayuntada, cómo estaban los pueblos de sus enemigos que habían de conquistar. Después de haber mostrado aquella traza, concertaba el capitán general la gente desta manera: en la frontera, poníanse todos los valientes hombres de la Cibdad [ciudad] de Mechuacan y los sacerdotes que llevaban a Curícaberi y a Xarátanga y todos los otros dioses mayores. Y poniánse dos procisiones [procesiones], de una parte y de otra, y ponían sus celadas cada seis escuadrones, con sus dioses y banderas, y iban por medio de las celadas un escuadrón de cuatrocientos hombres y un dios llamado Pungárancha, de los corredores. Y llegaban todos éstos hasta el pueblo, con sus arcos y flechas y ponían fuego en las casas y íbanse retrayendo, fingiendo que huían y fingiendo questaban enfermos y otros haciendo de los cojos; otros hacíanse caedisos en el suelo, como que iban corriendo y caían. Y ansí sacaban sus enemigos del pueblo y los seguían, viéndolos tan pocos, y íbanse retrayendo hasta metellos [meterlos] en medio de las celadas.31

31 La paleografía y grafía moderna de los extractos de la Relación de Michoacán transcritos corresponden a la obra denominada: Relación de Michoacán, con estudio introductorio de Jean- Marie G. Le Clézio, Premio Nobel de Literatura, editada por el Colegio de Michoacán (2016). Págs. 72 y 198. Curícaueri, es la deidad máxima dentro de la mitología phurhépecha. Cuando se alude a la “Cibdad de Mechuacan”, se trata de la ciudad de Tzintzuntzán, capital del Imperio Phurhépecha. Cuando se hace referencia a los “corredores”, se trata de los guerreros de a pie, de los de infantería. Como se narra en el extracto transcrito de la Relación de Michoacán, la crueldad, no fue propia o exclusiva de los españoles; como en toda guerra de conquista, los

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La Relación de Michoacán, el documento más importante que cuenta la historia de la nación phurhépecha, en ninguno de sus apartados, menciona que PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, haya sido “el mensajero” del dios APATZI, ídolo adorado en Cutzamala, y que era uno de los dioses del inframundo; es decir, asociado con el mundo de los muertos y que los evangelizadores asumieron como “el infierno”, concepto, por cierto, inexistente en la cosmovisión religiosa phurhépecha.

APATZI, era uno de los dioses “de la mano izquierda”, de los dioses del sur ubicados en la Tierra Caliente. Esta deidad del inframundo hace referencia a un felino pequeño conocido en la región como “onza”, y que los españoles le llamaron “comadreja”. Su colocación como deidad en el inframundo, en el mundo de la muerte, se debe a su costumbre de devorar topos o tuzas (otra deidad del inframundo phurhépecha), y que en idioma phurhé se dice cumo y también uhcumo.

Para José Corona Núñez, en su Mitología Tarasca, también son dioses del inframundo: thiuime, que significa “ardilla negra” (y que este autor identifica como “dios de la Guerra”, pero sin referencia en la Relación de Michoacán); por lo mismo, la culebra y todo animal que vivía bajo tierra era considerado por los phurhépechas como deidades del inframundo.32 En tal sentido, los cuiniques calentanos (pequeñas ardillas), también formarían parte de las deidades del inframundo.

Sobre el significado de Pungaravato, el prominente evangelizador franciscano de origen francés Fray Maturino Gilberti (1507/1508-1585), en 1559, publica lo que bien podría ser considerado un diccionario de la lengua phorhépecha en el siglo XVI, intitulado, Vocabulario en Lengua de Michoacán, en el cual se observa, que punguari significa “pluma”, sin que se localice traducción del término “cerro”. Por su parte, el referido Investigador de los hablantes de la lengua phorhé, Pablo Vázquez Gallardo, en su Diccionario de la Lengua Phorhépecha phorhépecha- español español-phorhépecha, señala que phunguári, significa “pluma”, y, del mismo modo, indica que el término, se entiende también como “plumaje”. El mismo autor, describe que juáta, significa “cerro”33

Phurhépechas también la ejercieron: en contra de su mismo grupo racial y en contra de los pueblos conquistados. 32 Corona, Núñez José. Mitología Tarasca. Fondo de Cultura Económica, (1957). Págs. 92, 97 a 99, 104 y 105. 33 Velázquez, Gallardo Pablo. Diccionario de la Lengua Phorhépecha phorhépecha-español español-phorhépecha. Fondo de Cultura Económica, (1988). Págs. 29 y 79. 71

Fray Maturino Gilberti, en su diccionario ya citado, señala que, señor soberano, significa en phorhé, “tepari yrechaeti. acha”, por lo mismo, René Acuña (el historiador de las Relaciones Geográficas), sostiene que, si el nombre de Pungaravato se lee “Punguaracha”, significa, más bien, “señor emplumado”. Así las cosas, si nos atenemos al dicho de los viejos informantes indígenas de Pungaravato que, en 1579, señalaron a Diego Garcés, corregidor de Ajuchitlán, que el pueblo se llamaba así, por la existencia antigua del ídolo PUNGUARANCHA (así escrito por el escribano español), entonces, ¿Es posible que Pungaravato, signifique en su origen: lugar, sitio, cerro donde se encuentra el señor emplumado PUNGUARANCHA? (PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, en la Relación de Michoacán). No se olvide, que, según ese documento, PUNGUARANCHA (Pungárancha, Pungárecha o Pungárencha), ostentaba el rango de un dios de la guerra para los antiguos Phorhépechas.

Aun cuando el vocablo hubiera sido corrompido por los españoles, la información histórica recabada permite inferir, que el nombre del ídolo PUNGUARANCHA (PUNGÁRANCHA), hace referencia a plumas, a plumaje; en tanto que, para los lingüistas, el sufijo -acha significa “señor”34

No se puede saber con exactitud, de qué material estaba hecho el dios PUNGUARANCHA (Pungárancha, Pungárecha o Pungárencha); según varias fuentes documentales históricas consultadas, los Phorhépechas, elaboraban ídolos en piedra, madera, y pasta de la caña de maíz amalgamada con una substancia extraída de orquídeas. Lo más probable, es que esa deidad haya sido de piedra y se adornara con plumas de aves exóticas.

Acorde con lo investigado, si se asume simplemente que el antiguo Pungaravato, significa “cerro de plumajes” o “cerro de plumas”, creo, que la definición está descontextualizada de las fuentes documentales históricas reales disponibles. Los antepasados, los indios de Pungaravato, dijeron e informaron, que el pueblo se llamaba así, porque en la antigüedad tuvieron un ídolo llamado PUNGÁRANCHA; nunca mencionaron, que significara: “cerro de plumajes” o “cerro de plumas”; esta, última, es una interpretación entendida y asumida por las autoridades coloniales o de manera más reciente limitada al significado de

34 Paredes, Martínez Carlos. La Estratificación Social de los Tarascos. Revista de Arqueología Mexicana, Vol. IV, Num.19, mayo-junio 1996. Pág. 37.

72 phunguári (pluma) y huato o juato (cerro), que, respetuosamente considero, carece de historicidad, pero, que ciertamente, resulta ser coincidente con la versión o traducción dada inicialmente por los españoles y por algunos investigadores contemporáneos.

Cuando se consultan las diversas fuentes documentales históricas sobre el panteón religioso de los Phurhépechas, en el caso concreto del origen del nombre de Pungaravato, se puede encontrar que hay aspectos más o menos sistemáticos, que quizá, indiquen características particulares de las prácticas religiosas en algunos sitios o regiones del Imperio Phurhé. Por una parte, se puede observar que en la mayoría de los pueblos colindantes del señorío phorhé hacia el oeste y sur, es posible sostener, que su nombre toponímico se relaciona con el ídolo o deidad que allí se adoraba.

Por otra parte, hay que considerar lo siguiente: Tuxcacuesco, por ejemplo, se llamaba así, por una piedra a la que tenían por ídolo, sobre la cual se había posado un pájaro (tustle), y los pueblos sujetos a Cuitzeo del Rio también debían su nombre a los ídolos que allí se adoraban, como el caso de Cupachcaquil, por una navaja grande de obsidiana; Xochitlan (Tapichinticaui en lengua cascán), por dos ídolos en forma de mujeres, o Copsppapit, por una vara gorda en forma de cruz, a la que se vestía con un huipil y se adornaba con plumas de guacamaya. En la región de la Tierra Caliente, es posible encontrar que este patrón se observó únicamente en los siguientes sitios: Pungaravato, nombrado así por un ídolo residente llamado PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA; y Cutzamala, por un ídolo en forma de comadreja (APATZI).35

Por lo mismo, con la acotación sustentada en fuentes históricas, debe señalarse, que el significado de Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato, no es, atendiendo al idioma phorhé, literalmente el de “cerro con plumas o cerro de plumaje”, pues ello no corresponde de manera alguna, al topónimo que identificaría al pueblo en la antigüedad; entre los aborígenes que habitaban la Tierra Caliente, y entre los Uacúsecha phorhes, porque en ese sitio se adoraba a PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA. En la Relación de Michoacán, se narra la practica de dominio y conquista de los Uacúsecha de establecer deidades en los pueblos sojuzgados, y esto aumenta la posibilidad de que en Pungaravato, como lugar estratégico del señorío phurhé, se adorara a

35 Espejel, Claudia. Diversidad Cultural en el Reino Tarasco. Ensayo Comparativo a partir de las Relaciones Geográficas del Siglo XVI. Unidad y Variación Cultural en Michoacán. Roberto Martínez, Claudia Espejel y Frida Villavicencio, Editores. El Colegio de Michoacán. UNAM-Instituto de Investigaciones Históricas, (2016). Pág. 104. 73

PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA y que no se le identificara como un simple “cerro de plumas”. Veamos qué dice este documento de dicha práctica en su apartado XVIII, COMO SE SINTIO AFRENTADO EL SUEGRO PRIMERO DE TARIACURI PORQUE DEJO SU HIJA Y LE TOMO UN CU Y FUERON SACRIFICADOS LOS ENEMIGOS DE TARIACURI:

[…] Solía esta gente, en su tiempo, cuando los enviaba el cazonçi [el Irecha phurhé] o otro señor, a morar a otra parte, los que iban llevaban alguna piedra que estaba con su dios o parte dél y donde asentaban punian [ponían] nombre del dios que llevaban de sus pueblos y le decían las mismas fábulas y hacián las mismas fiestas que en sus pueblos propios.36

El texto transcrito de la Relación de Michoacán permite inferir, que en el señorío del Irecha-Cazonci, había una política y práctica de colonización; que al sitio donde iban o se les mandaba, llevaban algún dios; y, que, al lugar colonizado (conquistado) le ponían el nombre de su dios, al cual adoraban con las mismas prácticas religiosas realizadas en sus comunidades de origen. Por lo tanto, es sostenible que en Pungaravato, los Uacúsecha e isleños de Zintzuntzán y Páztcuaro, entonces sus colonizadores, hayan adorado a PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, de donde deriva el topónimo o nombre de Pungaravato. Como ya se dijo, se encuentra documentado, que, en la Tierra Caliente, la práctica de nombrar o poner topónimo con el nombre de dioses del panteón phurhé, sólo ocurrió en Pungaravato y en Cutzamala.

Las fuentes documentales coloniales redactadas por los cronistas agustinos dan cuenta de la “arraigada idolatría de los indios de Pungaravato”; esto, desde luego, bajo la visión de los evangelizadores; desde otra perspectiva, bien se puede interpretar que los ancestros de Pungaravato, tenían una acendrada o enraizada creencia religiosa en sus deidades; que eran profundamente religiosos. Por lo mismo, esto ayuda a entender, el por qué, el cronista agustino Fray Mathias de Escobar y Llamas, en su obra Americana Thebaida. Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N. P. San Agustín de la provincia de San Nicolás Tolentino de Mechoacán, refiera que en 1729, el párroco secular Don Juan Martínez Araujo, destruyó la figura del ídolo IRECHANGATA. Por la información histórica disponible, se infiere que más bien, puede tratarse de PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA. Describe también el referido cronista, que

36 Ob. Cit. De Alcalá, Jerónimo. Relación de Michoacán, estudio introductorio de Jean-Marie G. Le Clézio. El Colegio de Michoacán, (2016). Pág. 84. En la presente investigación, en la mayoría de los casos, los corchetes son propios, con la intención de facilitar la comprensión del texto.

74 el ídolo destruido, se encontraba en uno de los asentamientos aledaños del viejo Pungaravato, sin precisar, si se ubicaba cercano al cerro de Pungaravato, o en el de Chuperio o en otro sitio. Por una cuestión etnológica, se puede inferir o especular, que el lugar donde estaba esta deidad era en el cerro, o aledaño al dicho cerro de Pungaravato. Veamos cómo describe Mathías de Escobar este pasaje.

[…] Aun en nuestros días [1729] el cura de Pungarabato [Pungaravato], Don Juan Martínez de Araujo, Ministro de los más celosos que ha tenido la tierra caliente, cuenta en un manual curioso que dio a la imprenta, algunas de las supresticiones [superticiones] que hasta sus días observaban los Indios, de tal modo que se obligó a subir a un alto monte que veneraban los Indios, como allá los de Grecia a su olimpo, en el cual el tiempo con el curso de las aguas había formado de unos crestones y picachos, una, al parecer humana estatua a la cual y al monte llamaban los Indios con el nombre de su Dios antiguo, Irechangata; aquí subió no con poco trabajo este celoso Osías; y con sus propias manos deshizo a fuerza de un pico el Idolatrado bulto; y con lo cual se sosegaron en algún modo los ánimos de estos miserables tan propensos a la Idolatría, como allá lo dicen los profetas de los Hebreos.37

Sobre el particular, si se atiene a esta referencia histórica de Fray Mathias de Escobar, llama la atención, que prácticamente, a más de un siglo de la colonización española, los indios y al parecer, también los mestizos de Pungaravato, entonces ya producto de la mezcla de razas, seguían adorando (o con su complicidad) a PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRECHA; seguramente, secretamente, dados los severos castigos que imponían los

37 De Escobar y Llamas, Fray Mathias. Americana Thebaida. Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N. P. San Agustín de la provincia de San Nicolás Tolentino de Mechoacán, Balsas Editores, (1970). Págs. 187 y 188. Fray Mathias de Escobar, es, como lo denominan los expertos, un erudito sacro y barroco, cuya prosa se lee con dificultad, pero, se debe considerar que su estilo poco entendible (en nuestros días), es fiel reflejo de su época. Creo, que cuando Mathias de Escobar, alude a IRECHANGATA, por el término utilizado “de su Dios antiguo”, en realidad, está refiriéndose a PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, identificado en la Relación de Michoacán, y, documentado históricamente, que se adoraba en Pungaravato. He buscado en la propia Relación de Michoacán y en otras fuentes documentales de la mitología phurhé, como en la Mitología Tarasca de José Corona Nuñez, el nombre y existencia de IRECHANGATA, sin resultado alguno. Es muy probable, que el fraile de Escobar se haya equivocado o se le haya informado mal, respecto del nombre del ídolo destruido. Es una verdadera lástima, que no se disponga de ese “manual curioso” al que se hace referencia y que tanta información podría arrojar. Para 1681, el Cura secular, y recién llegado a ese sitio, don Juan Martínez de Araujo, se encontraba en Tlazazalca, Michoacán, cuya misión era la de informar sobre el estado deplorable de los hospitales de ese partido o pueblo. 75 misioneros del clero regular y luego del clero secular, así como las autoridades virreinales, frente a las manifestaciones de idolatría.

La anterior aseveración se infiere, porque se encuentra documentado, que en los años treinta del siglo XVI, derivado de epidemias, explotación y crueles abusos de encomenderos y colonizadores, la población indígena disminuyó drásticamente, lo que por razones económicas, obligó a importar y traer a la Tierra Caliente, esclavos de origen africano, que rápidamente se mezclaron con los habitantes de las llamadas repúblicas de indios al venir a trabajar en minas y estancias ganaderas; y desde entonces, a la región, no sin ausencia de cierto racismo, se le empezó a ubicar como “tierra de pardos”, negando la amalgama que también se observó en otros pueblos del Obispado de Michoacán y de México en general. El decremento de indígenas y el mestizaje fue tal, que el segundo Virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, llegó a expresar en real cédula que:

[…] He sido informado que en el pueblo de Pungaravato hay muchos mestizos y mulatos38 solteros, perjudiciales, que hacen y causan a los indios muchos daños y agravios, y no embargante que por mandato mío están mandados echar los tales de los pueblos donde vivieren, no se cumple ni tiene allí efecto y conviene que se ejecute. Por tanto por el presente, mando a la justicia del dicho pueblo que no consienta que vivan mestizos ni mulatos, ni se detengan más de tres días, poniéndoles pena.39

Esta pretensión de segregación racial, no sólo en Pungaravato, sino en toda la Nueva España, fue implementada por su segundo Virrey, Luis de Velasco, cuya imagen se muestra a continuación.

38 Mulato(a), es la denominación para identificar a quien nacía de indio(a) y negro (a); en tanto que, a los españoles y criollos se les decía “bermejos”. 39 Martínez, Ayala Jorge Amós. Ava maría que he llegado. Devoción y casta en el Huetamo colonial. La Tierra Caliente de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán. El Colegio de Michoacán, (2001). Pág. 157.

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Fuente: imagen recuperable en: https://www.google.com.mx/search?q=Don+Luis+de+Velasco&dcr=0&tbm=isch&source=iu&ictx =1&fir=lkEMjBidHKKf8M%253A%252CkxMwijww245FJM%252C_&usg=__BrDukhFC2OiC0qM Gt6EwkRoORc%3D&sa=X&ved=0ahUKEwjhvbuR4unXAhUm7YMKHbVNC44Q9QEIQDAC#im grc=4SAb0RqXYoWD4M:&spf=1512164022701

Con los siglos, la querencia del Pungaravatense y del Calentano en general, pudo más que las políticas de discriminación y de segregación racial. Desde luego, en el mestizaje, también influyó la necesidad de mano de obra que aportaron los negros africanos al Imperio Español.

En el terreno especulativo, esta actitud de los antepasados de Pungaravato, de seguir adorando en secreto a PUNGÁRANCHA: ¿Puede interpretarse como actos de resistencia cultural frente al abuso de españoles y criollos? ¿Es acaso, una mera manifestación de sincretismo religioso?, o, bien: ¿Es una lucha por mantener una identidad? Ciertamente, se carece de elementos etnográficos o de tradición oral para dar respuesta a cualquiera de las interrogantes planteadas; pero, no pasa desapercibido, que a más de un siglo de la intrusión española, los de Pungaravato, con seguridad secretamente, todavía se aferraban a creer en PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, no obstante de que para 77 entonces, al igual que en otros pueblos ancestrales de la Tierra Caliente, su visión antigua del mundo, sus valores y creencias se encontraban en proceso de extinción de manera irreversible.

Por todo lo anterior, es que, dadas las fuentes históricas expuestas, Pungaravato, Pungarahuato, Phunguári-huato, acorde con el idioma phorhé, Pungarabato, hoy en día, no debiera traducirse de manera literal como: “lugar o cerro de las plumas”, “cerro con plumas o cerro de plumaje”, sino más bien, “como: lugar o cerro del señor emplumado PUNGÁRANCHA”, que, no se olvide, según la Relación de Michoacán, era el dios de la guerra. Y porque, además, eso dijeron que significaba el pueblo (entonces república de indios), los indios más viejos de Pungaravato.

Pungaravato, tiene dos cerros: Pungaravato y Chuperio, así como un pequeño lomerío conocido en antaño como “loma de las gallinas”. Consultando al ya citado Vocabulario en Lengua de Mechoacán, del Padre Maturino Gilberti, encuentro, que el término chuperio, se relaciona con los vocablos phorhé chuperi, que significa, “cosa preciosa o tesoro”, y con chuhpiri, que significa, “fuego o lumbre”. Particularmente, me inclino por esta segunda grafía. Por su parte, Pablo Velásquez Gallardo, en el también ya citado Diccionario de la Lengua Phorhépecha, phorhépecha-español, español-phorhépecha, señala que, pitapantani chupírirhio, significa, “sacar algo del fuego”; por lo mismo, no es aventurado pensar que, el término chuperio, se pueda relacionar con alguna actividad de producción alfarera en el asentamiento prehispánico humano aledaño al sitio conocido en su tiempo como “loma de los monos”, donde se han recabado abundantes muestras de partes de piezas y figuras de barro cocido, y no, con el término descontextualizado de Chuperi, relacionado con algo relativo a “cosa preciosa o tesoro”, que, no pareciera tener sentido lógico, etnográfico ni histórico.

También existe la posibilidad, de que chuperio, pueda significar “lugar donde se hace el fuego; la lumbre”, esto, si nos atenemos a lo señalado en el Diccionario Grande de la lengua de Michoacán, de autor anónimo, editado por Fimax Publicistas, en cuyo contenido, se puede leer que: chupiri, chuhpiri, significa, fuego, lumbre; de donde, si se agrega el locativo “o”, tiene sentido que signifique: “lugar o sitio donde se hace el fuego o la lumbre”.

Resulta claro, que el sitio o lugar, no hace referencia al cerro; esto, porque de ser así, si nos atenemos a las diversas fuentes de la lengua phorhé, entonces, los de

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Pungaravato, hubieran identificado o identificarían tal paraje como chupirihuato (o juato), y luego significaría: “lugar o cerro donde se hace el fuego, donde se hace la lumbre”, cosa que no tiene sustento alguno dentro de las tradiciones etnográficas de los Pungaravatenses. Pero, cabe la posibilidad de que, en la antigüedad, originalmente los ancestros indígenas identificaran el sitio como: chupirihuato, y que, con el correr de los años, quedara simplemente como Chuperio.

Pungaravato, cuenta con dos barrios históricos, Esquipula y Timangaro. El término o topónimo “Esquipulas”, no es de origen phorhépecha, ni de cualquier otra lengua ubicada en la Tierra Caliente. Su origen, probablemente, deriva del maya-quiché, y se refiere al pueblo de Esquipulas, ubicado en Guatemala. Existe otra versión, que señala que “Izquipula”, deriva de izquitli (escoba), y de “puloa” (destruir, arrazar); 40 lo cual nos llevaría al significado de “lugar donde fueron destruidas las escobas”. Considero, que este pretendido significado de toponimia carece de historicidad, ya que en la memoria etnográfica de los Pungaravatenses, al barrio se le identifica ligado a la devoción profesada al “Señor de Esquipula”, y no con el topónimo evidentemente de origen nahuatlato.

No es posible determinar cuándo llegó y se implantó la devoción al “Señor de Esquipula” en Pungaravato. Considerando que los Agustinos con la muerte del Padre Moya prácticamente concluyeron su labor misional en la Tierra Caliente en 1567, no es posible saber, salvo documentos disponibles, si la devoción al “Señor de Esquipula” (¿En realidad de Esquipulas?), que se venera en ese barrio, haya sido introducida por sacerdotes del clero secular o por los padres Franciscanos o Agustinos en su labor de evangelización. No obstante, la primitiva y modesta capilla, tiene las características constructivas de las órdenes mendicantes: con atrio abierto para evangelizar a diferencia de los del clero secular que no observaban o seguían ese estilo constructivo de iglesias.

La sagrada imagen venerada por los actuales Pungaravatenses-Altamiranenses, es una pintura al óleo; en tanto que, la del pueblo de Esquipulas en Guatemala, está hecha de talla en madera en color oscuro, y fue realizado por Quirio Cataño, en octubre de 1594. Dado el nombre toponímico ubicado en Guatemala y referenciado a la imagen, se puede inferir, que los evangelizadores del clero secular o regular o bien ambos, introdujeron su culto en lo que hoy en día es Centroamérica, y luego, se extendió a la Nueva España. En México, hay réplicas del Señor de Esquipulas en Cuastecomate, Jalisco, en Moroleón, Guanajuato, en

40 Mayo, Baloy. Toponomía del Estado de Guerrero. Editorial Sanley, (2008). Pág. 160. 79

Miahuatlán, Oaxaca, en Aguascalientes, Aguascalientes, y en Villahermosa, Tabasco. En Pungaravato, la antigua y modesta capilla del “Señor de Esquipula”, tenía el siguiente aspecto.

Fuente: cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.

En cuanto a Timangaro, atendiendo al Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, es probable, que derive de la raíz thimarah-, significa auer [haber] luz o rresplandor [resplandor], o causar luz o claridad. En este diccionario, el término más cercano al vocablo Timangaro, es thimazqua, que significa, claridad, luz, rresplandor [resplandor], lumbre [Timaquaro], este último corchete, aparece en el propio Diccionario. Entonces, dada la cercanía de este sitio con el cerro de Pungaravato, es posible inferir y proponer, que era el lugar donde se prendía fuego o se hacían fogatas para honrar al Dios PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, y ello causaba luz y resplandor, ritual o práctica seguida por los phurhés y documentado en varias partes de la Relación de Michuacán como una forma de adorar a los dioses, principalmente a Curícaueri.

Con suma imaginería (muy respetable), el esforzado investigador local, Ingeniero Alfredo Mundo Fernández, en su obra: Crónicas de la Tierra Caliente, editada

80 bajo los auspicios del Ayuntamiento Constitucional de Cutzamala de Pinzón, Gro, 2012-2015, a página 136, supone e inventa el nombre y glifo en náhuatl de Pungaravato, designándolo como Quetzaltépetl, término que traduce como “cerro de plumas preciosas”. La imagineria es una, y la búsqueda de la historicidad es otra.

Es muy probable, como se señala en el presente trabajo, que el antiguo Pungaravato, en la época precolonial, haya sido identificado con algún nombre según el idioma oral de los pueblos asentados en la región calentana; inclusive por los mexicas, pero, no existe documento histórico alguno hasta ahora conocido, que avale lo imaginado por dicho autor, de que Pungaravato en náhuatl signifique “cerro de plumas preciosas”. Ni que los mexicas, identificaran a Pungaravato, con ese glifo o denominación.

En mi proceso de investigación, he consultado al notable investigador y sabio Don Antonio Peñafiel en su obra: Nombres Geográficos de México. Catálogo Alfabético de los Nombres de Lugar Pertenecientes al Idioma Náhuatl. Estudio Geroglífico [Jeroglífico] de la Matrícula de los Tributos del Códice Mendocino, editada en 1885, a página 169, y he encontrado lo siguiente: Quetzaltepec. – Quetzal-tepec. y, en referencia al glifo, lo describe de la siguiente manera: Cinco plumas de quetzalli sobre la terminación fonética de tepec; en el cerro del quetzalli, y lo define como: “en el lugar en que hay quetzales”. En Pungaravato, ni en la Tierra Caliente, se encuentra documentada la presencia de quetzales, que habitan bosques montañosos altos y muy húmedos.

Fuente: glifo tomado de Don Antonio Peñafiel, en su obra: Catálogo Alfabético de los Nombres de Lugar Pertenecientes al Idioma Náhuatl. Estudio Geroglifico (Jeroglífico) de la Matrícula de los Tributos del Códice Mendocino, editada en 1885, a página 169.

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Por otra parte, en náhuatl, el viejo Pungaravato, según la obra consultada de Peñafiel, por su situación geográfica de estar junto a ríos, si fuera el caso, puede tener concordancia con Quechulac, o, mejor dicho, con Quechulapan; de Quechull, pájaro de plumas finas; y con Apan, rio o aguaje; cuya composición sería: “entre el agua o rio de los pájaros de las plumas finas”. Pero, como esto carece de historicidad, no me atrevo ni siquiera a plantearlo como propuesta.

Fuente: glifo tomado de Don Antonio Peñafiel, en su obra: Catálogo Alfabético de los Nombres de Lugar Pertenecientes al Idioma Náhuatl. Estudio Geroglífico (Jeroglífico) de la Matrícula de los Tributos del Códice Mendocino, editada en 1885, a página XXX.

Por otra parte, “lo de cerro emplumado”, que sí está documentado históricamente, y se ha descrito en este trabajo, tiene que ver con la presencia en Pungaravato de PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA; con el dios de la guerra de los phurhépechas, que, muy probablemente, en la antigüedad, hubiera estado ataviado con plumas preciosas, de guacamaya y de otras aves exóticas de la Tierra Caliente. Nada que ver, con la aseveración del Ing. Mundo Fernández, que propone a Pungaravato, como un simple “cerro de plumas”, carente de referente histórico.

6. Quién fundó Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato.

Primeramente, es necesario precisar, que la fundación de pueblos prehispánicos no equivale en su concepto, como se verá más adelante, a los procedimientos que, a su vez, se definieron o se hicieron, siguiendo cierta usanza española.

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Los ancestros indígenas, en su idioma particular, identificaban y nombraban un asentamiento, acorde con las características físicas del lugar, es decir, atendiendo a su entorno geográfico y ecológico, y, entonces, daban un topónimo que identificaba el sitio, permitiéndoles ubicar el lugar donde cierto núcleo humano se asentaba, perteneciera o no a su pueblo, hablaran o no su mismo idioma.

Los asentamientos indígenas, recibían su toponimia o su nombre, atendiendo a su ubicación en montes, barrancas, parajes, cerros, ríos, lagos, ojos de agua, color de la tierra, o a la abundancia de ciertas plantas o animales; el objetivo, era ubicar esos núcleos de población que pudieran representar algún interés estratégico para gobernantes locales como para quienes pretendían obtener sus recursos naturales; como los mexicas y phorhépechas. Por lo mismo, dar un topónimo, no significa necesariamente, tener la intención de asentarse permanentemente o de colonizar, ni mucho menos se puede hablar de fundación.

No obstante, como se plantea en el presente trabajo, en el caso del topónimo de Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato (hoy en día), no guarda relación con su entorno geográfico; más bien, como lo refieren las fuentes coloniales y la Relación de Michoacán, el topónimo se relaciona con el sitio donde se ubicaba el dios PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, puesto que, si el topónimo correspondiera a la situación geográfica del viejo Pungaravato, entonces, en un ámbito meramente especulativo, podría sinificar: los que viven entre ríos, los que están junto al rio, y su toponimia sería otra; pero, como se ha dicho, el sitio recibe tal nombre, porque en Phuguári-huato, se ubicaba el ídolo de la guerra, el de los corredores: PUNGÁRANCHA, circunstancia claramente documentada en las fuentes coloniales; en la Relación de Michoacán.

Bajo los planteamientos anteriores, y dado que el topónimo evidentemente deriva del idioma phorhé, de la lengua Michoacana, de Mechoacan, de la Cintzuntza o Tarasca, como se le denomina en las diversas fuentes coloniales, se puede inferir (que no especular), que, Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato, previo a la llegada de los españoles, era en ese tiempo, un asentamiento de la nación phorhé, del señorío michhuaque o tarasco, en donde, la lengua franca era la perteneciente a este pueblo originario, sin desconocer que también se hablaba el Cuitlateca y el otomí. Por lo mismo, más que hablar de una fundación (como se conoce, acorde con la usanza española), se puede concluir, que Pungarahuato (Pungaravato), era un asentamiento predominantemente de gente michoaque, cuya cultura, como distintivo de 83 identidad, hasta nuestros días, permea en el habla y ser cotidiano de los Pungaravatenses-Altamiranenses, al igual que en otros pueblos de la Tierra Caliente.

En la Relación de Michoacán, se narra que previo a la muerte de Tariacuri, éste, en el monte Thiapu, en la zona lacustre, repite y reitera a Hiripan, Tangaxoan e Hiquingaje, que los tres serán señores; Hiripan en Cuyacan41 (Ihuatzio, que en phorhé, significa: lugar de coyotes, donde abundan los coyotes);42 Tangaxoan, en Mechoacan (Tzintzuntzan), e Hiquingaje, en Pátzcuaro. A la muerte de Tariacuri, los tres se convierten en señores de las localidades que previamente les asignara quien fuera su tío y padre respectivamente.

En las guerras de conquista, a los pueblos dominados, se les asignaba un cacique o principal designado por el Irecha-Cazonci, escogido entre los chichimecas (uacúsecha: águilas) e isleños (los de Tzintzuntzan), y, muy probablemente, dada la prevalencia del idioma phurhé como lengua franca en la mayoría de las localidades de la región, para consolidar las conquistas y reforzar fronteras, se inició un proceso de colonización con habitantes phorhés de la región lacustre. Lo anterior es sostenido como hipótesis por algunos estudiosos de la Relación de Michoacán, como es el caso de Carlos Paredes Martínez, quien manifiesta que habría que reforzar con más investigaciones, la practica militarista de los uacúsecha, de trasladar poblaciones (phorhés y aliadas), a lugares distantes, señalando como ejemplo, el caso de los llamados Pantecas, que de

41 Por una lamentable confusión, se ha llegado a pensar, que Cuyucan (Ihuatzio), sede del Irecha Hiripan, se ubica en la Tierra Caliente; en la actual Coyuca de Catalán, Gro., que, toponímicamente significa los mismo que Ihuatzio; no obstante, si nos atenemos a lo narrado en la Relación de Michoacan, la expansión phurhé, se dio entre los años 1420-1440 d.C., aproximadamente; de donde resulta, que Tariacuri, no pudo señalar a Hiripan, la localidad de la actual Coyuca de Catalán como su señorío, por la simple razón de que la que ahora es una importante ciudad, todavía, no había sido conquistada o sometida por los ejércitos phorhépechas. Atendiendo a la geografía, la división entre los señores michoaque, se dío en localidades ubicadas en la zona lacustre de Michoacán, en donde, por cierto, también se ubica Ihuatzio, no en la lejana e inhóspita Tierra Caliente. Es de reconocerse, que esta confusión, fue generada, inclusive, por sabios de la época como el Dr. Nicolás León, quien, en su obra, Los Tarascos. Notas Históricas, Étnicas y Antropológicas. Historia Primitiva, Descubrimiento y Conquista, editado en 1903, y reeditado en 1979, por Editorial Innovación, S.A. de C.V., señala que, en la división del reino, Hiripan (Hirepan), se quedó con Coyuca, la cual ubica en la Tierra Caliente (página 100). Don Jesús Romero Flores, en su Historia de Michoacán, Tomo I, página 41, también guarda la misma percepción o confusión geográfica. Los estudios arqueológicos, históricos y etnógraficos modernos y el estudio profesional de la Relación de Michoacán, dan cuenta de que la Coyuca, es Ihuatzio, y que se ubica en la parte central y lacustre de lo que ahora es el Estado de Michoacán, y no es la Coyuca de Catalán calentana, verdad histórica que asumimos con cierto desencanto pues siempre creimos lo contrario. 42 Hay otra versión, en la cual se dice, que se le nombra Cuyucan (Ihuatzio), por el gran número de esculturas en forma de coyote, que había en dicho sitio.

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Zacatula (en la costa del Pacífico) fueron llevados a Guayameo, ubicado en las cercanías de Zirándaro.43

También es probable que, Pungárihuato (Pungaravato), haya adquirido su topónimo (nombre primitivo), cuando los michhuaque o tarascos, entre 1420- 1440 d.C., muerto Tariacuri, los caudillos o señores: Hiripan, Tangaxoan e Hiquingaje, liderando a la gente isleña de Tzintzuntzán, inician campañas de conquista, sometiendo y en su caso colonizando un gran territorio delimitado al sur por el rio grande o de las Balsas, al este por lo que ahora se denomina río Cutzamala (antes Pungaravato) y al norte por el río Lerma.

Para quien no es experto, como es el caso, la lectura de la Relación de Michoacán, respecto de la narrativa de los pueblos que se iban conquistando, resulta un tanto cuanto compleja (incluso para conocedores); no obstante, en dicho documento, en lo referente al sometimiento de los pueblos de la Tierra Caliente, se hace la siguiente descripción:

[…] Otro principal llamado Cupáuaxanzi asentó en la Guacanan [Guacana]. Zapíuatamezangueta [nombre de otro isleño] asentó en Paracho; Chapata y Atiache hucáuati [también principales isleños] asentó en Chupingo Parapéo, que era valiente hombre. Utume y Catúquema en Chupingo Parapéo. Y iban todos estos principales conquistando por su parte y conquistaron a Casinda angápeo, Purechu huato [Purechucho], Cauingan, Tucúmeo, Marita angápeo, Hetúcuaro, Hapérendan, Çacango [Zacango], Cuseo [Cutzio], que todos son pueblos de tierra caliente, Xanóato angápeo, Quayámeo [Guayameo].

De los pueblos de la Tierra Caliente, en la Relación de Michoacán, en dos bloques de pueblos conquistados, previos al transcrito, se identifica a Zirándaro; infiero que es el calentano, pero ignoro si los otros pueblos mencionados se ubican en la región:

43 Paredes, Martínez Carlos. Toponomía Purépecha. Del Carácter Plurilingue y del cómo Denominaban a los Pueblos en el Michoacán Prehispánico. La Memoria de los Nombres: La Toponomía en la Conformación Histórica del Territorio. De Mesoamérica a México. Karine Lefebvre y Carlos Paredes Martínez, editores, (2017). Universidad Nacional Autónoma de México-Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental. Pág. 48. 85

[…] Y otro principal llamado Çangueta [Zangueta], de los isleños, conquistó Apánoato. Conquistaron así mesmo [los isleños mencionados en el bloque anterior] a Vámuquaro, Acuízapeo, Papazio hoata, Tétengueo, Purúaran, Cuzián, Mazani, PataÇio [Patazio], Camuqua huato, Yurécuaro, Sirándaro [Zirándaro].44 Y iban poniendo caciques en todos los dichos pueblos; hasta las mujeres mandaban los pueblos [¿?].45

En la continuación del texto de la Relación de Michoacán, se narra que Cupáuaxanzi asentado en la Guacanan (Guacana), y Vtucuma (Utucuma), principal, seguramente también proveniente de la región lacustre, hicieron varias conquistas; y en este bloque, se describen las correspondientes a algunos pueblos de la Tierra Caliente, específicamente de Pungaravato:

[…] Y iban desta manera conquistando los chichimecas y isleños [Cupáuaxanzi, Vtucuma y huestes] y conquistaron más los siguientes pueblos: Visíndan [Uisíndan], Hauíri hoato, Zinapán, Zirápetio, Hapánohato, Coyucan [Coyuca], Hapázingani [Cutzamala], Pungari hoato [Pungaravato], que son pueblos de tierra caliente.46 Ambézio, Tauengo hoato [Tanganhuato], Tiríngueo, Charácharando, Çacapu hoato [Zacapuato], Peránchequaro, Vasís hoato [Uasís hoato], Hucumu [Tuzantla], Hacándiquao, Haroyo, Xungápeo, Chapato huato, Haziro Hauánio, Taximaroa que era de otomíes. Pucuri ecuátacuyo, Maróatio, Hucario, Hirechu hoato, Acámbaro, Hirámucuyo, Tebéndaho, Mayao, Eménguaro, Cazáquaran, Yurírapúndaro, Cuypu huato, Vangaho [Uangaho], Tánequaro, Purúandiro, Zirápequaro, Quaruno, Ynchazo, Hutáseo, Hacáhuato, Zánzani, Verecan.47

44 La duda es, porque, en el caso de Yurécuaro, se ubica en el noreste de Michoacán. Ignoro, el por qué el escribano o informante de la Relación de Michoacán, no incluyó como pueblo conquistado a Zirándaro, en el grupo en el que se menciona a los pueblos de la Tierra Caliente, poniéndolo en un bloque distinto. Probablemente obedezca al orden de conquista. 45 ¿Implica que las mujeres también podían ser caciques? 46 Probablemente, para denotar su importancia como pueblos principales, se enfatiza que Coyucan [Coyuca], Hapázingani [Cutzamala], y Pungari hoato [Pungaravato], son pueblos de tierra caliente. Geograficamente, Tauengo hoato [Tanganhuato], Tiríngueo, Charácharando, y Çacapu hoato [Zacapuato], también se ubican en la Tierra Caliente. Ignoro, y no he podido identificar a Ambézio, como pueblo de la región. 47 Ob.Cit. Todos los estractos, fueron transcritos, respetando la grafia y paleografía de la Relación de Michoacán, de Jerónimo de Alcalá, con estudio introductorio de Jean-Marie G. Le Clézio, reedición del Colegio de Michoacán, (2016). Págs. 256 y 257; excepto, los textos propios que aparecen entre corchetes, cuya intención es clarificar o precisar la información.

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Es muy probable, no obstante que no se mencionan en la Relación, dado su nombre en phurhé como Acatzécuaro, que es la actual Tlapehuala, y Ajuchitlán, que no tiene nombre phurhépecha conocido, también hayan sido objeto de conquista por el señorío phurhé en esta misma época.

Cabe destacar que dado el férreo control del Irecha phurhe sobre los pueblos de su señorío; de los conquistados y de sus aliados, según se infiere de la lectura de la Relación de Michoacán, la gente, los colonizadores indígenas, eran ubicados en un determinado lugar, el cual no podían abandonar sin la previa autorización del Irecha-Cazonci. Es decir, no existía libertad de libre tránsito, como ahora se entiende en la modernidad.

Por todo lo anterior, atendiendo a que los Chichimecas (Uacúsecha: águilas) e isleños (los de Tzintzuntzan y Pátzcuaro), conquistaron y dieron el topónimo a Pungaravato, y luego, según se desprende lo colonizaron y repoblaron, se puede afirmar que el ancestral y viejo: Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato, como se le conocio e identificó en el transcurso de los siglos, si se quiere o pretende hablar de fundación, es pertinente señalar que esta la hicieron los Mechhuaca, los Phorhépechas o Tarascos, porque, con su política de colonización y repoblamiento, tuvieron la intención de asentarse permanentemente en el sitio, de practicar su cultura, de hablar su lengua y de adorar sus deidades, destacando PUNGUARANCHA (PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA); ídolo, del que se puede inferir, deriva el nombre de Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato. El siguiente mapa, muestra los pueblos conquistados y mencionados en la Relación de Michoacán, excepto Tanganhuato, que, creo, en la Relación se identifica como Tauengo hoato, y Acatzécuaro o Tlapehuala que no pude identificar, pero que seguramente, también fue conquistado en el mismo lapso histórico.

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Fuente: tomado de Sarah Albiez-Wieck. Contactos Exteriores del Estado Tarasco. Influencias desde Dentro y Fuera de Mesoamérica. Vol. I. 2013, quien, a su vez, señala como fuente y cortesía a Claudia Espejel Carbajal (seguramente derivado de la obra: La Justicia y el Fuego. Dos Claves para Leer la Relación de Michoacán). El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, Pág. 149.

Como dato adicional, arqueológicamente, se encuentra acreditado que Pungaravato y los pueblos de la Tierra Caliente, formaban parte del denominado “cinturón de cobre mexicano”, región que se afirma, estaba “densamente poblada” durante la época prehispánica; documentado también esta, que, en la conquista española, y, probablemente durante el señorío phurhé, se daban objetos de cobre como tributo.48

Una de las fuentes coloniales que han servido para identificar los centros mineros en la región del Balsas medio, es el documento sobre Información de Minas, elaborado por el Presidente de la Segunda Audiencia, Don Vasco de Quiroga, fechado el 15 de octubre de 1533, que aunado a las evidencias arqueológicas, indican que la mayor parte del cobre y plata que llegaban a la cuenca de Pátzcuaro, a la región lacustre, sede del señorío uacúsecha, provenían del área

48 Hosler, Dorothy. Nuevos hallazgos sobre la Metalurgia antigua de Guerrero. El Pasado Arqueológico de Guerrero (2002). Christine Niederberger y Rosa Ma. Reyna Robles (Coordinadoras). Pág 228.

88 o frontera sur oriental: Ajuchitlán, Coyuca, Cutzamala, Pungaravato, Zirándaro y Placeres del Oro (el cinturón de cobre calentano).

Es muy probable, que Phunguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato, actualmente, en la antigüedad, se le haya identificado con un nombre topónimo de alguna vertiente de algún idioma del tronco yutoazteca, como el náhuatl o el cuitlateca, este último según Donald Brand, ligado al Siux- hokano o Macro-Otomangue; en general, con el tronco otopame, como el otomí, mazahua y matlatzinca, pero hasta ahora, no existe evidencia, arqueológica, documental o etnográfica, de que alguno de estos grupos o pueblos, lo hubieran ocupado con la intención de asentarse cerca de sus cerros y ríos de manera permanente; no con el impacto cultural phurhé que hasta la fecha observan los de Pungaravato y la mayoría de los pueblos de la Tierra Caliente.

7. El contexto del dominio español en la nación phorhépecha.

Los soberanos españoles, gobernaron la Nueva España, hoy México, durante tres siglos que van desde la conquista de México-Tenochtitlan por Hernán Cortés y huestes indígenas aliadas, un 13 de agosto de 1521 hasta la consumación de la independencia el 27 de septiembre de 1821.

Durante 300 años, los reyes de la Casa de Austria y los de la Casa de Borbón, gobernaron el territorio Novohispano; durante el Virreinato, racial y culturalmente, se forjaron y definieron los elementos que sustentan nuestra mexicanidad amalgamada con genes indígenas, europeos, negros y de otras nacionalidades, que hoy en día, nos permite detentar una de las culturas más ricas del mundo.

Los monarcas de dichas casas europeas gobernaron España y sus reinos de las indias, en donde por el desarrollo cultural de sus pueblos originarios y su importancia económica para la Corona Española, sobresale el Reino de la Nueva España (hoy México). El dominio español, inicia con la conquista de México-Tenochtitlan, por Hernán Cortés, puesto que el conquistador originario de Extremadura, lo hacía en nombre de Carlos V, de la Casa de Austria, quien gobernó de 1516-1556, luego siguieron: Felipe II, 1556-1598, Felipe III, 1598-1621, Felipe IV, 1621-1665, Carlos II, 1665-1700; de la Casa de Borbón: Felipe V, 1700-1746, Fernando VI, 1746-1759, Carlos III, 1759-1788, Carlos IV, 1788-1808, y, Fernando VII, 1808-1833, periodo este último, en que se consumó la independencia de la Nueva España, conocida genéricamente como México. 89

Los reyes católicos Doña Isabel la Católica y Fernando de Aragón, gobernaron juntos de 1474 a 1504.

Consumada la conquista de México-Tenochtitlan, bajo el contexto contemporáneo, resulta difícil comprender, que, quizá el último Irecha soberano de la nación phorhé, que en lengua náhuatl recibía el nombre de Cazonzi, Tzinzicha Tangaxoan II, enterado de las dramáticas noticias de la destrucción de México-Tenochtitlan, haya rendido su importante y rico imperio sin oponer resistencia alguna.

Esto, quizá, intimidado por las narraciones impactantes de sus informantes sobre la destrucción del Imperio Mexica, o tal vez, siendo el líder de un pueblo profundamente religioso, atendiendo a la aparición repentina de un cometa en el cielo, como a los malos augurios dados por los sacerdotes que presagiaban la inminente destrucción del Imperio Phorhé, tal y como pictográficamente se narra en la Relación de Michoacán, de manera práctica, para evitar mayor sufrimiento a su pueblo, decidió someterse al vasallaje de la Corona Española. Las verdaderas causas o razones, quizá nunca las lleguemos a saber.

Lo documentado históricamente, es que, el 25 de julio de 1522, Cristóbal de Olid, capitán y enviado de Cortés, pertrechado con mayor tecnología militar, encabezando una tropa de hispanos y aliados indígenas, entró en Tzintzuntzan, capital del Imperio Phorhé, sin encontrar resistencia alguna; a partir de este evento histórico, el destino colonial de muchos pueblos tributarios del gran Irecha-Cazonzi, ubicados en la Tierra Caliente (jurhío), entre ellos el de Phunguári-huato (Pungaravato), quedó sellado inexorablemente.

Diversas fuentes documentales permiten inferir, que probablemente, antes de la conquista phorhé, Cutzío (o Cuiseo, hoy integrado con Huetamo), Cuyucan (Coyuca), Huayameo (Guayameo), Phunguári-huato (Pungaravato) y Zirándaro, hayan sido pequeños señoríos independientes, sin que se pueda precisar, quiénes fueron los grupos étnicos y los nombres primitivos de los pueblos originales de estas localidades. De igual forma, se señala, que esta área de la Tierra Caliente (Jurhío), quizá, acatando órdenes del Cazonzi, sin resistencia, se sometió a un pequeño grupo militar encabezado por Antonio de Carbajal, quizás en 1523.

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8. Phunguári-huato (Pungaravato) en la Encomienda.

En el entorno rudo y tiempo histórico de la conquista, desoyendo los intentos de la Corte Española de hacer a todos los aborígenes o indígenas directamente dependientes de la Corona Española, Hernán Cortés, con la inteligencia, sagacidad, astucia y codicia que lo caracterizó, consumada la conquista de México-Tenochtitlan el 13 de agosto de 1521, y sobre la base de la información recabada por sus expedicionarios militares, en un lapso que va aproximadamente hasta 1524, distribuyó entre él y sus demás compañeros de conquista, poblaciones indígenas en depósito o Encomienda.

La Encomienda en Pungaravato y en la Tierra Caliente, se sustentó principalmente, en la visita que, por instrucciones de Cortés, realizó primeramente el capitán Antonio de Carbajal, quien tuvo la misión de hacer una relación general de los dominios del Irecha (en phorhé), Cazonci (en náhuatl), en donde se registró de manera sistemática información económica sobre los tributarios del Imperio Phorhé en la región, sus cabeceras y sujetos (asentamientos menores que dependían de ellas) que luego sirvió de base para el repartimiento en Encomienda. Las fuentes documentales históricas coloniales disponibles, permiten inferir, que tal actividad la realizó Antonio de Carbajal, entre julio de 1523 (otras fuentes mencionan 1522) a julio de 1524.49

Bajo este esquema de control y explotación económica, los gobernantes o caciques indígenas, que luego, frente a los encomenderos españoles hicieron las veces de recaudadores de tributos, conjuntamente con sus anteriores súbditos indígenas, quedaron bajo la supuesta “protección” de un Encomendero-conquistador, quien debía ocuparse de que sus “encomendados” fueran cristianizados, para que luego, fueran leales y dignos vasallos del Monarca Español; en ese tiempo, reinaba Carlos V, a cambio de lo cual, mediante tasaciones o cálculos ventajosos para el Encomendero, éste tenía el derecho de recibir tributo y servicios personales de los indígenas; por cierto, esto último, también es un tipo de impuesto o contribución.

49 La Relación de Sirandaro y Guayameo, también edición de René Acuña, levantada al igual que la de Ajuchitlán en 1579 por el corregidor Hernando de Coria, Alcalde Mayor de las Minas del Espíritu Santo (cuya ubicación no se ha podido determinar con exactitud), al desahogar la pregunta 2, señala que el descubridor español de sirandaro (Zirándaro), e infiero que también de Pungaravato, fue el capitán Antonio de Carbajal, quien arribó a la región acompañado de tres españoles, más un negro llamado Juan Garrido, y desde luego, por guías indígenas provenientes de Pátzquaro que los acompañaban. Refiere dicha Relación, que en sirandaro (Zirándaro) estuvieron tres días y que luego partieron hacia la costa de Zacatula, localidad ubicada en el Océano Pacífico, poblado, por cierto, hoy desaparecido. 91

Definida de manera cruda, la Encomienda colonial, no es otra cosa más que el repartimiento entre los conquistadores españoles de los aborígenes o indígenas, anteriores vasallos del Irecha phurhé, para que desarrollaran trabajo obligatorio en tierras, haciendas, mercedes y minas explotadas por los nuevos colonizadores españoles. Es una forma casi feudal de repartir los servicios personales de los indígenas, obligados a sembrar tierras llamadas “cementeras” para con su producto, abastecer la mano de obra esclava indígena que penosamente acababa su vida en las minas o sirviendo en tierras y estancias agrícolas y ganaderas de los europeos.

Como sostiene Peter Gerhard, es posible que Pungaravato haya sido encomendado en primer lugar por Hernán Cortés a Juan Velázquez, aunque para comienzos de 1528 estaba dividido entre dos encomenderos: Fernando Alonso y Pedro de Bazán. Alonzo fue ejecutado por judaizante en el mismo año de 1528, después de lo cual Bazán adquirió la mitad vacante. Posterior a la muerte de Bazán, en la década de 1540, Antonio Anguiano y Luis Sánchez reclamaron la encomienda, pero Hernando de Bazán (hijo del encomendero Bazán), retuvo el título hasta que se hizo sacerdote poco después de 1580 y Pungaravato pasó a la Corona Española 50

Todo hace inferir, que, derivado de la inconformidad de los tributarios indígenas en Michoacán, respecto de los tributos que pagaban a sus encomenderos, buscando asegurar el abasto de las minas, y, probablemente, para evitar rebeliones, en 1528, el Bachiller Juan de Ortega, hace una nueva tasación, asignando y reasignando tributos a los pueblos en encomienda. Por alguna razón que desconocemos, en la tasación de Ortega, se omite señalar los tributos tasados por el Bachiller Ortega en algunas encomiendas Michoacanas. Puede ser, que la información se encuentre extraviada o se haya perdido irremediablemente.

La codicia y avaricia de los antepasados europeos-españoles, siempre estuvo presente durante toda la época colonial, y no es raro, encontrar en diversas fuentes documentales referencias de pleitos entre ellos por las encomiendas; así, se tiene registrado, que el conquistador Juan de la Peña Vallejo, quien tuvo el triste papel de fungir como “defensor” del último Irecha-Cazonci michoacano, Tzintzincha Tangaxoan II o Don Francisco en su nombre cristiano, asesinado por Ñuño de Guzmán en 1547, fue testigo en un juicio entre Juan Velázquez de

50 Gerhard, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional Autónoma de México, (1986). Págs. 138 y 139.

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Salazar y los encomenderos Pedro de Bazán y Antonio Anguiano por el pueblo de Pungaravato.51

La Encomienda, con alta e intensiva explotación de la mano de obra indígena, originó injusticias y arbitrariedades por parte de los encomenderos, por lo que, el propio Gerhard Peter, en la obra a la cual ya se hizo referencia, consigna que es posible que en la región: Cutzío-Huetamo, Cuyucan (Coyuca), Huayameo (Guayameo), Pungarahuato y Sirandaro (Zirándaro), haya habido un intento de rebelión indígena entre 1526-1528. A la fecha, no he encontrado bibliografía especializada o documento alguno que de manera fehaciente avale tal suposición.

La Encomienda del antiguo Pungaravato, fue asignada y reasignada y luego disputada en pleitos legales por varios encomenderos españoles en las primeras décadas de la colonización, situación que dificulta la identidad de su titularidad en las fuentes documentales coloniales existentes; fundamentalmente, dada la rareza de cédulas expedidas por Hernán Cortés confiriendo la Encomienda. Sin desatender esta dificultad, sobre la base de la información disponible, a continuación, se intenta hacer una descripción cronológica de los encomenderos de lo que en aquel entonces era una “república de indios” llamada Pungaravato.

Tabla 2. Encomenderos del pueblo de Pungaravato.

Año/fecha: Nombre del encomendero: Antecedentes del encomendero: 1524. Juan Velásquez de Salazar Hermano del factor (Gobernador Interino) Gonzalo de Salazar. Fue vecino y regidor de la Ciudad de México-Tenochtitlán. Se desconoce la fecha exacta de su cédula de encomienda otorgada por Hernán Cortés. Probablemente, data del verano de 1524. La encomienda se asignó sobre la base de la información de inspección recabada por Antonio de Carbajal en 1523, quien duró aproximadamente un año en Michoacán recabándola. Juan Velásquez de Salazar. Regresa a España y la encomienda es reasignada.

51 Escobar, Olmedo Armando M. Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos por Nuño de Guzmán. 1530. Frente de Afirmación Hispanista A. C., (1997). Pág. 131. 93

Fernando Alonso de Villanueva. Hernán Cortés, reasigna la mitad de la encomienda a Fernando Alonso de Villanueva, quien anteriormente era encomendero de Huaniqueo. 1524. En octubre, Hernán Cortés, parte a Honduras, y poco después, Pedro Almíndez (o Alméndez), juntamente con el Capitán General de la Nueva España Gonzalo de Salazar, declaran muerto a Cortés, y envían a Francisco de Orduña a visitar Colima, Zacatula y Michoacán, para redistribuir las encomiendas. 1526 Ángel de Villafaña. Poco antes del regreso de Cortés de Honduras (probablemente en mayo de 1526), Alonso de Estrada (encargado, designado en el gobierno por Hernán Cortés), reasigna la mitad de la encomienda de Pungaravato a Ángel de Villafaña, y a Fernando Alonso de Villanueva, se le permuta otra encomienda. De 1524 hasta parte de 1526, no se han encontrado datos de quién tenía la otra mitad de la Encomienda de Pungaravato. Un dato importante, es que Ángel de Villafaña, en 1528, hace referencia que un esclavo negro de nombre Antón, era capataz de una cuadrilla de indígenas esclavos de su propiedad, que seguramente trabajaban en minas cercanas a Coyuca o del Espíritu Santo. 1526, 17 de Pedro de Bazán. La otra mitad de la encomienda le septiembre. fue asignada a Bazán, por Marcos de Aguilar, gobernador de la Nueva España (16 de abril de 1526 a 1° de marzo de 1527); esto, tras la muerte de Luis Ponce de León, designado originalmente por el Rey de España como gobernador, quien muere el 20 de julio de 1526, (12 días después de asumir el cargo). Pedro de Bazán, litigó cuatro veces la Encomienda de Pungaravato, llegando inclusive a apelaciones ante el Consejo de Indias (en España).

Alonso Gutiérrez de Badajoz. Del mismo modo, el propio Gobernador de la Nueva España, Marcos de Aguilar, asignó la otra

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mitad de la Encomienda de Pungaravato a Gutiérrez de Badajoz. 1528, se realiza Considerando la situación de los nueva tasación de pueblos encomendados, el impuestos por el propósito de la tasación fue la de Bachiller Juan de asegurar el abasto alimenticio y de Ortega (Tasación de mano de obra indígena a las minas Ortega). y el transporte de los minerales a la capital de la Nueva España. En la región calentana, se puede identificar la del Espíritu Santo (cercana a Ajuchitlán), pero también el abasto incluyó las de Taxco y Zultepec. En la Tasación de Ortega, se nombra a Pungaravato, como Punjaravato. En la propia Tasación de Ortega, se identifica el nombre de los “principales” de origen indígena del pueblo de Pungaravato: Esanzo y Cipe, quienes fueron apercibidos por las autoridades coloniales “de mandar gente para destruirlos y hacerlos esclavos”, si no ocurrían ante el Bachiller Juan de Ortega, para proporcionar información que permitiera determinar una nueva tasación de tributos a cargo de los habitantes del pueblo. 1528. Quizá, atendiendo a la cédula de encomienda otorgada originalmente por Hernán Cortés, Fernando Alonso de Villanueva, en la tasación de Ortega de 1528, de manera por demás confusa, todavía aparece como encomendero de la mitad de Pungaravato, no obstante de que, según se infiere en los documentos disponibles, Cortés le otorgó esa mitad originalmente en 1524, permutándosela luego por otra en 1526. 1528 Peter Gerhard, sostiene que Fernando Alonso de Villanueva, fue ejecutado por judaizante; es decir, un judío convertido al cristianismo, pero que en secreto, seguía practicando la religión judaica. 1529, 12 de abril. Antonio de Anguiano. Considerando un traspaso por el pueblo de Tianguesteco (¿Tianguistengo, Hidalgo?), a favor de Fernando Alonso de 95

Villanueva, Nuño Beltrán de Guzmán, presidente de la Primera Audiencia, así como sus miembros, otorgaron la mitad de Pungaravato a Antonio de Anguiano. No obstante, para aumentar la confusión, en una información hecha por Antonio de Anguiano, en donde se buscaba precisar el asunto de la Encomienda, éste declaró, que él hizo el cambio de (¿Tianguistenco, Hidalgo?), por la mitad de Pungaravato, con Alonso Gutiérrez de Badajoz (¿?). Lo cual significa, que, entonces: ¿No lo hizo con Alonso de Villanueva? 1529. Frente a la negativa inicial de Pedro de Bazán, de acompañar a Nuño Beltrán de Guzmán, en su expedición militar a la Nueva Galicia (Colima y Jalisco), éste es despojado de la mitad de la encomienda de Pungaravato que hasta entonces tenía. Un dato interesante, es que, en esta expedición, dada su lejanía, Nuño de Guzmán, logra una permuta de provisiones ubicadas en Tzintzuntzan, pertenecientes al Contador Albornoz, por una colecta de los pueblos de Coyuca, Ajuchitlán, Pungaravato, Cutzamala, Cutzio-Huetamo y Guayameo; por cierto, colecta adicional a los tributos normales establecidos para cada pueblo en Encomienda. 1529, 15 de octubre. Luis Sánchez. Nuño Beltrán de Guzmán, reasigna a Luis Sánchez, la mitad de la encomienda de Pungaravato, quitada a Pedro de Bazán. 1532. En su intento por recuperar la mitad de la Encomienda de Pungaravato, Pedro de Bazán, demanda ante los licenciados Juan Ortiz de Matienzo y Diego Delgadillo (oidores sobrevivientes de la Primera Audiencia presidida por Nuño Beltrán de Guzmán), se le pagaran los daños y perjuicios económicos, así como la devolución de la mitad de la Encomienda de Pungaravato que le había sido arrebatada.

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Entre 1532-1537. Antonio de Anguiano y Pedro de Las fuentes documentales hacen Bazán, tenían en encomienda a inferir, que por litigio o pleito, Pedro Pungaravato. de Bazán, recuperó la mitad de la Encomienda de Pungaravato, quitada por Nuño de Beltrán Guzmán. 1537 De manera conjunta, Antonio de Anguiano y Pedro de Bazán, pelearon (litigaron), contra Juan Velásquez de Salazar, frente a su intento por recuperar Pungaravato y Chacharando (Characharando, Michoacán). Es muy probable que este pueblo, antes y después de la colonización española haya sido sujeto de Pungaravato. Para 1537, Juan Velásquez de Salazar, era vecino y regidor en la ciudad de México-Tenochtitlán. 1540 El Visitador Real, Martín de Calahorra, en un testimonio judicial de Pedro de Bazán, contra Antonio Anguiano (por la Encomienda de Pungaravato), declaró que conoció el pueblo de Pungaravato, y de que había sido visitador en las minas de Coyuca trece años atrás (dato confuso por el año), porque el pleito se tiene documentado, se entabló en 1541. 1541 Pedro de Bazán, entabló pleito contra Antonio de Anguiano, para excluirlo de la Encomienda de Pungaravato. Hernando de Bazán. A la muerte de Pedro de Bazán (¿?), su hijo, Hernando de Bazán, en 1550, tuvo que litigar en contra de Luis Sánchez, debido al intento de éste por recuperar la mitad de la Encomienda de Pungaravato que en su tiempo (1529), le otorgara Nuño Beltrán de Guzmán. La información recabada indica, que ambos personajes residían en México-Tenochtitlán. 1548 Hernando de Bazán. En la Relación de los Obispados Siglo XVI, y en la Suma de Visitas (1548), se señala como único encomendero de Pungaravato, a Hernando de Bazán (hijo de Pedro de Bazán). 1580-1581 Peter Gerhard, sostiene, que Hernando de Bazán, heredero de Pedro de Bazán, se hizo sacerdote, y que entonces, la 97

Encomienda de Pungaravato pasó a la Corona Española. Fuente: elaboración propia, con información de J. Benedict Warren. La Conquista de Michoacán 1521-1530, Fimax Publicistas, (1977). Págs. 235 a 237.

Otro dato adicional: considerando que la Encomienda, era una forma de hacer fortuna rápidamente mediante la explotación intensiva de la mano de obra indígena, J. Benedict Warren, sostiene que Pedro de Bazán, entonces encomendero de la mitad de Pungaravato, el 21 de marzo de 1528, compró cincuenta esclavos, y sesenta y cinco más el 1° de abril. Se puede inferir, que la compra de mano esclava fue utilizada en la explotación de alguna mina ubicada en la periferia de Pungaravato o quizá en Coyuca. Por toda la información transcrita, es posible deducir, que la Encomienda de Pungaravato era entonces, un buen negocio que ameritaba su disputa.

En la Encomienda, dadas las epidemias y los abusos en la explotación intensiva de la mano de obra indígena originaron sus escases, motivando que las autoridades coloniales, debido a los intereses de la Corona Española, buscarán contener los excesos de los encomenderos. Bajo este entorno, ocasionalmente, y sin que en realidad se interfiriera en las actividades e intereses de los encomenderos de la Tierra Caliente, los corregidores de Asuchitlan (Ajuchitlán), el de Calpulaculalco y el de Cutzio-Huetamo (este último aproximadamente entre 1533 y 1541), buscaban “impartir justicia” de manera esporádica y sin ningún impacto real frente a los excesos de los colonizadores españoles.

Como se ha dicho, el viejo Pungaravato, formaba parte del llamado “cinturón de cobre en la Tierra Caliente”, por lo mismo, los encomenderos mediante asociaciones entre ellos buscaban hacer negocios para extraer cobre, oro y plata de las minas ubicadas en la región y era de la conveniencia del monarca español en turno, obtener participación en los rendimientos económicos que las minas producían.

Con el fin de proporcionar información precisa, el presidente de la Segunda Audiencia Don Vasco de Quiroga, antes de asumir como prelado del Obispado de Michoacán, esto, el 15 de agosto de 1533, elabora Información de las Minas de Cobre de la Provincia de Michoacán. Este importante documento, se encuentra en el Archivo General de Indias, en Sevilla, España, Ramo indiferente general, legajo 1204.

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El informe, fue elaborado en la ciudad de Uchichila, en náhuatl, y Tzintzuntzan, en phurhé, y en su cuestionario se pedía información sobre las minas de cobre en Michoacán, debiendo especificarse: en qué partes y pueblos estaban y qué pueblos comarcanos hay en ellos y qué distancias hay desde las dichas minas de cobre a estos pueblos comarcanos y qué cantidad se podría sacar en un año; y lo más importante, qué cantidades se podrían tributar a la Corona Española, requiriendo además información respecto de hasta dónde podían llegar las carretas para sacar el mineral y transportarlo a la ciudad de México-Tenochtitlan.

En lo relativo a la información de minas de cobre ubicadas en la Tierra Caliente, el documento colonial fue elaborado por el Escribano Real Alonso de la Paz, y la información se obtuvo, previo juramento de por medio, de un tal Antonio Oliver, indígena de Tzintzuntzan, el cual declaró, haber escuchado de los indios de Turicato (poblado de la Tierra Caliente, ubicado en el sureste del actual Estado de Michoacán), que en Guayameo, encomendado a Gil González de Benavides, y ubicado a veinte leguas de Uchichila (Tzintzuntzan), había minas, agregando el informante, que escuchó de minas muy ricas en Cinagua, ubicada a dieciocho o veinte leguas, pero que en ambos pueblos no pueden llegar carretas por ser tierra fragosa.

El mismo Antonio Oliver, también declara, que en Choromoco (Churumuco, de Morelos, Mich.), también poblado de la Tierra Caliente, se extraía cobre. De las minas de cobre ubicadas en la región calentana, el referido personaje señala lo siguiente:

[…] que ha oído decir que todos los pueblos de tierra caliente, como son Guayameo y Cuyceo [Cutzio-Huetamo] y Pungaravato y Coyuca y estancias de Tanxitaro [Tancítaro] que confinan con tierra caliente y otras estancias de Antón Caycedo que son sujetos de Perivan que hay minas de cobre en todos estos pueblos, y que esto ha oído decir comúnmente así a indios como a españoles …

Otro testigo de nombre Suero Esturiano, alguacil de Uchichila (Zintzuntzan), en el mismo informe, en relación con las minas de cobre declaró que:

[…] que lo que sabe es que en Coyuca, que es en las minas donde cogen el oro, que es el pueblo que así se nombra Coyuca de Guillen de la Lo[a], cinco leguas de este pueblo, cerca de las minas del oro y donde están las 99

dichas minas de oro, hay otras de cobre en que se solía sacar cobre y este testigo ha visto las piedras y conoce el metal de él y los indios dicen que allí sacan el cobre y que le parece a este testigo que es mucha la cantidad que allí hay de cobre porque son unas piedras muy grandes y otras pequeñas en cantidad; y que está en comarca de estas minas el pueblo de Pungaravato, que es de Bazán, y el pueblo de Cucamala [Cutzamala], que está encomendado a Juan Burgos, y el pueblo de Cuyseo [Cutzio- Huetamo], que está en la cabeza de Su Majestad, y el pueblo de Guayameo, que está encomendado en Gil González de Benavides, y el pueblo de Asuchitlan [Ajuchitlán], que está en la cabeza de Su Majestad, que están estos pueblos a cinco y seis leguas y a nueve leguas y otros a siete leguas, y que no sabe otras minas de cobre;52

Para 1544, frente a la dificultad de administrar justicia en la Tierra Caliente, al Corregidor de Tiripetío Diego Hurtado, se le otorgó jurisdicción “para impartir justicia” en los pueblos de Asuchitlan (Ajuchitlán), Cutzamala, Pungaravato, Coyucan (Coyuca), Guayameo, Turicato, Tuzantla, Zinagua, La Huacana, Cutzio- Huetamo y en las Minas del Espíritu Santo,53 con los mismos resultados de impacto en su mínima expresión en cuanto a llegar a afectar los intereses económicos de los encomenderos.

Dada la política de segregación racial implementada por la Corona Española en los inicios de la colonización, y siendo Pungaravato una república de indios, sus encomenderos, por disposición legal, tenían la prohibición de residir en la sede de su Encomienda y generalmente lo hacían en pueblos o villas de españoles o en México-Tenochtitlán, residencia del poder central colonial Virreinal, y, para la administración económica de la Encomienda, se hacían representar mediante poderes jurídicos otorgados generalmente a sus criados o sirvientes, término para distinguir en ese tiempo, a personas de su confianza, quienes se ponían de acuerdo con los caciques indígenas para recaudar el tributo tasado a favor del encomendero. Estos administradores, que, según diversos documentos coloniales, se les denominaba calpixques, firmaban contratos por un lapso de un

52 Warren, Fintan B. o.f.m. Minas de Cobre de Michoacán 1533. Anales del Museo Michoacano, número 6, Segunda Época, (1968). Pags. 41,45 y 46. El resaltado en negrita es propio. Sin duda, el alguacil Suero Esturiano, respecto de los pueblos que refiere, tenía un pobre conocimiento sobre las distancias, pues de Uchichila-Zintzuntzan a los pueblos que cita, no hay cinco o nueve leguas, considerando que una legua equivale 4.82803 km; quizá, hizo un cálculo según entendía la proporción de las distancias. 53 Fuente ubicada en el Archivo General de la Nación, bajo el ramo de Mercedes, Volumen 4, f. 77 V.

100 año o más, al término de los cuales podían ir a trabajar para alguna otra persona; naturalmente español.

Se encuentra también documentado, que entre encomenderos (sólo entre éstos), siendo su meta el lucro y la riqueza en el corto plazo, y teniendo como capital de inversión a los “indios encomendados”, es decir, la Encomienda en su conjunto, hacían contratos para la explotación de minas, en donde, algún encomendero, aportaba la mano de obra índígena (generalmente esclava o inclusive de su Encomienda), y el otro, los suministros o bastimentos para su manutención, repartiéndose los beneficios, generalmente en oro y plata de todo lo obtenido. En el siguiente apartado, se describe la forma en que los naturales de Pungaravato, pagaban tributo a su encomendero, observándose, que fundamentalmente este se destinaba al sostenimiento de las minas que como se ha dicho, mayor enriquecimiento rápido le producía al encomendero.

9. La suma de visitas, 1547-1550.

La Suma de Visitas, por la información demográfica y tributaria que maneja, es un documento colonial por demás interesante. Se deriva de la orden de Rey de España, que mediante cédulas reales de 10 y 12 de abril de 1546, ordena un censo de los pueblos indios (repúblicas de indios), para determinar su población, sus recursos y desde luego los tributos que podían y debían cubrir. El censo fue hecho por varios funcionarios coloniales entre 1547 y 1550, precisamente, en el lapso en que Hernando de Bazán, hijo del encomendero Pedro de Bazán, logró hacerse de la totalidad de la encomienda de Pungaravato en 1548.

El documento de la Suma de Visitas, resulta de importancia estratégica, porque prácticamente, el censo coincide con las epidemias de cocoliztle (viruela), acontecidas en la Nueva España entre 1545 y 1548; no obstante, hay que precisar, que dicha epidemia impactó con mayor o menor virulencia a los poblados indígenas asentados en la geografía de la Nueva España, pero lo que es indudable, es que la población aborigen fue diezmada por epidemias y por la explotación intensiva de los colonizadores españoles.

El censo conocido como Suma de Visitas, se reunió en un documento único y fue remitido a España, probablemente en 1551. No obstante de que omite información de parte del Marquesado del Valle de Oaxaca (en poder de Hernán Cortés), la mayor parte de la Diócesis de Tlaxcala y la provincia de Guazacualco 101

(Coatzacoalco, en Veracruz), los historiadores coinciden en que es un documento fundamental para entender la evolución de las cabeceras poblacionales y sus localidades sujetas. El documento, fue publicado por primera vez en 1905, en Madrid, España, por el historiador Francisco del Paso y Troncoso, bajo el título de Suma de Visitas de Pueblos por Orden Alfabético. En lo referente a Pungaravato, es interesante observar como en ese documento colonial, de manera más coincidente con la fonética del idioma phorhé, se le identifica como “Pungarauato”, describiéndolo de la siguiente manera:

(461) PUNGARAUATO, [en la comarca de] Mechoacan. [Número] LIII. [ Al margen izquierdo:] [encomendado] en el heredero de Bazán.

Este pueblo tiene trece estancias, Y todos juntos son dos mil y ciento y nueve casados. Dan de tributo: cincuenta indios en las minas; y tres cargas de ropa. Y hacen una sementera en la cual se cogen seiscientas o setecientas fanegas de maíz. Es tierra llana. Dase toda suerte de bastimento y algodón y muchas frutas. Está de las minas del Espíritu Santo [a] diez leguas; y de Pascuaro [Pátzcuaro] [a] treinta; y de tasco [Taxco] [a] veinte y dos; y de çultepeque [Zultepec] [a] diez y nueve. Parte términos con CUÇAMALA [Cutzamala], y COYUCA y ASUCHITLAN [Ajuchitlán] Y CUISEO [Cutzio]. 54

Es una verdadera lástima que en el documento no se indique el nombre de esas trece estancias. Por todo lo reseñado, con cautela, sobre la base de las fuentes documentales señaladas, y considerando la cronología hecha en el apartado anterior (tabla 2), se puede inferir que, dadas las asignaciones realizadas tanto por Hernán Cortés como por Nuño Beltrán de Guzmán, los pleitos entre los encomenderos, las permutas con otras encomiendas y los esfuerzos por recuperar y hacerse de la Encomienda del antiguo Pungaravato, este pueblo,

54 La información fue tomada de René García Castro (coordinador y editor), en su obra Suma de Visitas de Pueblos de la Nueva España, 1548-1550. Universidad Autónoma del Estado de México. Facultad de Humanidades, (2013). Pág. 257. La paleografía con criterio moderno corresponde al propio García Castro y a Diego Vázquez de la Cruz. Los corchetes para precisar los poblados son propios. En español antiguo, la “ç”, se pronuncia como “z”. , es un poblado del Estado de México en donde en la época colonial se ubicaban minas. Una “sementera”, es tierra comunal en la república de indios para la siembra. Una fanega de maíz equivale a 65 Kg. El término “bastimento”, no es un producto en particular, significa cualquier cosa útil para sustentar el trabajo en las minas. En cuanto a “Cuiseo”, por ubicación geográfica, es evidente que se hace referencia a Cutzio, antiguo pueblo, hoy es uno con Huetamo.

102 desde entonces, sin duda alguna, tenía cierta importancia económica en la región de la Tierra Caliente.

Un dato por demás desconcertante e intrigante es que, en la misma obra citada de René García Castro, en la página 128, relativa a la Suma de Visitas de Pueblos de la Nueva España, 1548-1550, cuando se hace referencia a: (166) CUÇAMALA (Cutzamala), número LIII, cuyo encomendero era Francisco Vázquez de Coronado, el funcionario que levantó el censo, asienta que: “Este pueblo tiene trece estancias. Y en la cabecera y sujetos hay tres mil y seiscientos y seis hombres sin niños …”

Como se observa, quien levantó el censo, enfatiza que “no hay niños”, ni advierte tributarios casados; entonces, considerando que según fuentes documentales en Cutzamala había una guarnición con indicios arqueológicos comprobados de fungir como fortaleza de frontera del Imperio Phorhépecha para contener al mexica; bajo esta circunstancia, ¿Es posible que sólo se haya reportado o censado a remanentes de guerreros apostados en esa guarnición? No encuentro una explicación lógica a la inusual información asentada por el funcionario colonial.

Del mismo modo, en el censo o información de Cutzamala, también se asienta que: “… Es tierra llana. Está la cabecera junto al rio de Pungarauato” (Pungaravato). Es de llamar la atención, que al menos en la época del censo, y luego en la colonial, entre los funcionarios de la Corona Española, al rio se le ligaba con el pueblo de Pungaravato y no con el Cutzamala como en la actualidad se hace. A continuación, se transcribe la parte relativa a la Suma de Visitas de Cutzamala.

(166) CUÇAMALA, [en la comarca de] Mechuacan. Número LIII [Al margen izquierdo:] [Encomendado] en Francisco Vázquez de Coronado. Este pueblo tiene trece estancias. Y en la cabecera y sujetos hay tres mil y seiscientos y seis hombres sin niños. Dan de tributo ochenta indios en las minas de Tasco. Y cada ochenta días, cinco cargas de ropa. Y cada año quinientas fanegas de maíz. Y cada domingo una fanega de sal. Es tierra caliente. Está de Mechoacan [a] treinta leguas; y de Tasco [a] veinte; y de Çultepeque [a] diez y ocho; y de las minas del Espíritu Santo [a] diez leguas. Es tierra llana. Está la cabecera junto al rio de Pungarauato. 103

Dase algodón y todas las cosas de Castilla. Parte términos con TUÇANTLA; y con CUYSCO; y con COYUCA; y AXUCHITLAN; y PUNGARAUATO.55

Buscando contrastar el número de tributarios y los tributos pagados por los de Pungaravato y otros pueblos de la Tierra Caliente en la Suma de Visitas, a continuación, se describe la siguiente información.

Tabla 3. Pueblos de la Tierra Caliente, tributarios y tributos en la Suma de Visitas, 1547-1550.

Pueblo: Número de tributarios: Tributo pagado al encomendero: Axuchitlan (Ajuchitlán) 2,073, sin contar niños, 40 indios en las minas de Tasco ni muchachos, en 20 (Taxco); 1000 fanegas de maíz (¿Al estancias (sujetos). año?), y 135 fanegas de frijoles cada año. Coyuca 1,092, sin contar niños, 40 indios en las minas del Espíritu ni muchachos, en 7 Santo; cada 80 días: 3 cargas de estancias (sujetos). mantas, 60 jícaras, 10 petates de ají (chile), 4 talegas de sal, 1 carga de pescado, 60 pares de cutaras, 10 talegas de pinol, 10 petates, 5 ollas, 5 comales, 1 gallina de la tierra (guajolote), 1 de Castilla; cada 20 días: 20 indios para llevar cobre a México, siembra de 1 sementera donde producen 15 fanegas de frijoles. Cuyseo (Cutzio-Huetamo) 1,520, toda la gente, 40 indios en las minas de Tasco probablemente sin (Taxco); 8 cargas de mantas, 2 contar muchachos, en fanegas y media de ají (chile), 12 10 estancias (sujetos). taleguillas de sal, y 20 jícaras. Probablemente, los suministros se hacían cada 80 días. Cuçamala (Cutzamala) 3,606, hombres sin la 80 indios en las minas de Tasco existencia de niños, en (Taxco); cada 80 días: 5 cargas de 13 estancias (sujetos). ropa; 500 fanegas de maíz cada año, y 1 fanega de sal cada domingo. Pungarauato (Pungaravato) 2,109, casados, 50 indios en las minas probablemente, sin (probablemente de Tasco (Taxco) y contar niños ni del Espíritu Santo, cerca de muchachos, en 13 Coyuca); 3 cargas de ropa (no se estancias (sujetos). señala periodicidad); y sembrar 1

55 Ob.Cit. René García Castro (coordinador y editor). Suma de Visitas de Pueblos de la Nueva España, 1548-1550. Universidad Autónoma del Estado de México. Facultad de Humanidades, (2013). Pág. 128. La paleografía con criterio moderno corresponde al propio García Castro y a Diego Vázquez de la Cruz. Es de hacerse notar, que, en los inicios de la colonización española, como se observa de lo transcrito y remarcado en negrita y cursiva, al río, se le identificaba como “río de Pungaravato”, y no con el poblado de Cutzamala, como se hace en la actualidad.

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sementera en la que se producían de 600 a 700 fanegas de maíz. Sirandiro (Zirándaro) 743, sin contar Mantas, ají (chile) y frijoles (no se muchachos, ni niños, en especifica la cantidad). Pero, puede 5 estancias (sujetos). ser similar a lo aportado por otros pueblos de la región. Fuente: elaboración propia, con información y datos de René García Castro (coordinador y editor). Suma de Visitas de Pueblos de la Nueva España, 1548-1550. Universidad Autónoma del Estado de México. Facultad de Humanidades, Págs. 71, 128, 257 y 270.

Para entender las unidades de medida que servían para tributar, he consultado la Matrícula de Tributos, documento de evidente pictografía nahua. Una fanega = 55.5 litros; una carga de mantas = 20 mantas; las talegas o taleguillas de sal, eran bolsas de medida más o menos estándar, no pude determinar a cuántos kilos o gramos equivalía; una carga = 12 arrobas, y una arroba = 16.13 litros. Para intentar comprender mejor esta última medida: una arroba = 25 libras; una libra = 453.59 gramos, entonces, una arroba = 11.339.809 (11 kilos, 339 gramos y 809 miligramos).56

Dada la información de la Suma de Visitas (1545-1548), es muy probable, que en la Tasación de Ortega, del Bachiller Juan de Ortega de 1528, las repúblicas de indios de la Tierra Caliente hayan tributado lo mismo, pero en mayor cantidad; esto, antes de la epidemia de viruela acontecida en 1545 y 1548. Nótese también que Pungaravato, en la Suma de Visitas, por el número de sus pobladores, económicamente era desde entonces, un pueblo importante de la Tierra Caliente.

También es un referente, la información que se contiene en el Informe sobre el Cobre en Michoacán, levantado y redactado en 1533, por el oidor Don Vasco de Quiroga, presidente de la segunda audiencia, y a la postre Obispo de Michoacán, basado en testimonios de indígenas y sus encomenderos, en donde se consigna que en Coyuca existían minas de cobre y oro; y que, otros yacimientos de cobre se encontraban en Cutzio, Guayameo y Pungaravato.57

Pungaravato, en la Encomienda, en cuanto a la forma de gobierno, era una república de indios, es decir, la gobernaba un principal mandón o cacique indígena, sujeto a las autoridades coloniales, seguramente, también era una

56 Sepúlveda y Herrera Ma. Teresa. Medidas, Numerales y Unidades para Tributación. Edición Especial de Arqueología Mexicana. La Matrícula de Tributos. Serie Códices. Número 14, noviembre de 2003. Págs. 12 y 13. 57 Ob.Cit. Roskamp, Hans. Los Códices de Cutzio y Huetamo. Encomienda y Tributo en la Tierra Caliente de Michoacán, Siglo XVI. El Colegio de Michoacán. El Colegio Mexiquense., Pág. 64. 105 cabecera de tributos, en donde el gobernante indígena, los recaudaba y entregaba al encomendero designado (en realidad a su representante calpixque), originalmente por Hernán Cortés y luego por las autoridades de la Corona Española como fue el caso de la Primera Audiencia.

Cabe precisar, que, en cuanto a la forma del gobierno colonial, había cabeceras de partido, que era el lugar o sitio donde residían las autoridades españolas: un alcalde mayor o corregidor castellano, y dentro de su jurisdicción se encontraban las repúblicas de indios con sus respectivas encomiendas.

Es posible inferir, que en algunos casos, al inicio del gobierno colonial, la designación de las sedes de alcaldía mayor o de corregimiento, se hacía por razones de interés económico; fundamentalmente, para el mejor control de la producción minera de oro y plata que tanto interesaba a los colonizadores y encomenderos españoles, y no necesariamente obedecía al número de pobladores de algún pueblo (asentamiento) de indios cercano (después república de indios) en donde podrían residir las autoridades españolas. Tal supuesto se infiere en la Relación de Sirandaro y Guayameo de 1579, en donde se observa con suma claridad lo señalado.

[…] En el pueblo de Sirandaro y Guayameo, a primero día del mes de noviembre de mil y qui[nient]tos y sesenta y nueve años, el il[ustr]e señor HERNANDO DE CORIA, alcalde m[ay]or de las minas del Espíritu Santo y corregidor deste d[ic]ho pueblo y justicia m[ay]or del pueblo de Cuseo [Cutzio]58 por su Maj[esta], por ante mí, B[A]RTOLOME DÍAZ BORRERO, escribano nombrado y jurado en forma, el d[ic]ho señor al[ca]lde m[ay]or dijo que, en cumplimi[en]to de la Instrucción que por su Maj[esta]d se manda hacer para la descripción de las indias, cometid[a] a todos a todos los jueces de esta Nueva España, que, en lo que toca a lo que es en su cargo y jurisdicción, la hacía cierta y verdadera, así de vista, como por relación de viejos antiguos, naturales de esta tierra, como de españoles, que es en la forma y manera siguiente.59

58 Tengo duda, si en la relación de Sirandaro y Guayameo, el escribano se refiere a Cuitzeo, el actual pueblo mágico del Estado de Michoacán, o, a Cutzio (hoy integrado con Huetamo). Me inclino porque se trata de Cutzio. 59 Ob.Cit. Relación de Sirandaro y Guayameo, también edición de René Acuña, (1987). Pág. 261.

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La misma Relación en la pregunta 14, señala la ubicación de la famosa mina del Espíritu Santo.

14 [A] cuatro leguas de la cabecera, hay unas minas de plata que se dicen del Espíritu Santo, donde hay tres haciendas, con algunos negros. Los años pasados había en ellas muchos españoles y haciendas, y se sacaba mucha cantidad de plata; y, como se libertaron los esclavos indios que las solían labrar han venido a la miseria en que al presente están. Es poca la plata que sacan; tienen hierro de su Maj[esta]d con que se señala [a los esclavos].

Para 1579, ya había negros en la región calentana. Una legua equivale aproximadamente a 5 kilómetros, razón por la cual, la Mina del Espíritu Santo estaba a unos 20 kilómetros de la cabecera. Las fuentes documentales disponibles, permiten inferir, que, prácticamente desde el inicio de la colonización española, se prohibió la esclavitud de los indígenas (salvo los rebeldes capturados en guerra); pero los abusos de los encomenderos motivaron que en 1542-1543, se emitieran Leyes Nuevas, que prohibían la esclavitud de los naturales, disposiciones que en realidad, nunca tuvieron vigencia plena en la Nueva España, siguiendo el lema muy de las autoridades coloniales: “se acata, pero no se cumple”.

Los colonizadores españoles, con cualquier pretexto, argumentando rebelión de los indígenas, aprisionaban a éstos para marcarlos con hierro y mandarlos a acabar su vida en las minas insalubres; fue tanta su crueldad, que inclusive, llegaron a poner el hierro a mujeres y niños de teta. Así lo plasma y se inconforma el presidente de la Segunda Audiencia Don Vasco de Quiroga, en una carta denominada La Información en Derecho, escrita en 1535 en donde protesta ante el Rey por las disposiciones que readmiten la esclavitud de los indígenas y por el contrario recomienda el establecimiento de “un Nuevo Mundo sin los vicios y defectos de los europeos”; es su alegato, un intento por establecer una utopía cristiana. En ese documento, el Obispo Quiroga, hace una de las argumentaciones jurídicas más estructuradas para denunciar la violencia y el abuso de los encomenderos españoles, argumentando que:

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[…] Han hecho y hacen esclavos hasta las mujeres con los hijos de teta de tres o cuatro meses a los pechos de las madres y herrados todos con el yerro que dicen del Rey …”60

En los primeros años de la colonización (1523, con el arribo de Antonio de Carbajal), Cutzio-Huetamo, Cuyucan (Coyuca), Huayameo (Guayameo), Pungaravato y Sirandaro (Zirándaro), en alternancia y esporádicamente, eran visitados por los corregidores de Cuiseo (Cuitzeo, no confundir con Cutzio, pueblo antiguo anterior y hoy unido a Huetamo), por el de Asuchitlan (Ajuchitlán) y el de Capulalcolulco (este último, Gerhard, lo ubica en la comunidad de Tetela del Río, Guerrero, en San Miguel Totolapan), con poco impacto o interferencia en el actuar de los encomenderos, hasta que en 1554, se dio jurisdicción sobre la zona, al corregidor de Tiripitío (Tiripetío, Michoacán), situado bastante lejos, al norte de la zona, “por causa de no haber justicia en [dichos] pueblos. 61

Para 1566, Guaymeo (Guayameo) y Sirándaro (Zirándaro), al igual que Cutzio-Huetamo, como tributarios, pasaron a la Corona Española, y, cuando Cutzio-Huetamo fue reasignado en encomienda privada, fue anexado a la jurisdicción del corregidor de Sirandaro (Zirándaro) y Guaymeo (Guayameo), quien también tenía el título de alcalde mayor de las Minas del Espíritu Santo. En el mismo año de 1566, Coyuca, Cuzamala (Cutzamala) y Pungaravato, fueron incluidos en el corregimiento de Asuchitlan (Ajuchitlán).

Previo, en 1559 o 1560, se creó una nueva jurisdicción con residencia en las Minas de Tétela del Río, por lo cual, el corregimiento de Asuchitlan (Ajuchitlán), fue dividido, asignándose Pungaravato y Coyuca al corregimiento de Sirandaro (Zirándaro) y Guaymeo (Guayameo), y el resto de los pueblos, a Tetela del Río.

No obstante, y aún pasado mucho tiempo, para 1743, Coyuca y sus sujetos, eran reclamados jurisdiccionalmente por el magistrado de Tétela del Río.

Para pagar los tributos, era necesario (en interés del encomendero), saber el número de tributarios y la extensión territorial precisa en jurisdicción de los

60 Herrejón, Peredo Carlos. La Información en Derecho de Vasco de Quiroga. Fuente para el Estudio de los Indios de Nueva España, en La Sociedad Indígena en el Centro de Occidente. Pedro Carrasco. Editor. El Colegio de Michoacán, (1986). Pág. 139. 61 Ob. Cit. Gerhard, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional Autónoma de México, (1986). Pág.139

108 sujetos o pueblos pertenecientes a la Encomienda. Quizá, derivado de la presión en la carga tributaria que se tenía que pagar a su encomendero y la caída demográfica por epidemias; quizá, atendiendo al nuevo régimen de tenencia de la tierra en la que los estancieros españoles se iban apoderando de las tierras que antes pertenecían a los indígenas, o por la ambición de los encomenderos, los aborígenes de Cutzio-Huetamo, encabezados por su cacique local, entre 1538 o 1539, comenzaron a protagonizar conflictos por la tenencia de la tierra con los de Turicato, siendo que este cacique, mandó ahorcar a un habitante de Uspeo, y, unilateralmente se anexó dicho pueblo a Cutzio-Huetamo, así como otros sujetos o pueblos más.

En 1548, el encomendero Gonzalo Ruiz y las autoridades indígenas, don Juan, por los phurhés y don Miguel, por parte de los Guetamos (cohabitantes con los de Cutzio), demandaron ante la Real Audiencia, acusando al encomendero de Turicato Antonio de Olivier y a su cacique don Cristóbal Yquiguaca y a sus sujetos, de haberse adueñado de Acopeo. Al parecer, el conflicto se resolvió a favor de los de Turicato.

Además del conflicto con Turicato, en 1550, los de Cutzio-Huetamo, protagonizaron un pleito de tierras con los de Pungaravato, cuyo gobernador Diego de Olivos (¿Representante calpixque del encomendero Hernando de Bazán?), acusaba a éstos de invadir sus tierras.

S.L. Cook y W. Borah, sostienen, que, durante el siglo XVI, en Pungaravato, las mercedes de tierras concedidas a españoles e indígenas se hicieron de la siguiente manera: Ganado, 25; ovejas, 2; y, agricultura (caballerías) 46. 62

10. La evangelización de Phunguári-huato (Pungaravato).

La Tierra Caliente en general, tuvo un proceso de evangelización, primeramente, con los Padres Franciscanos. Los Agustinos, evangelizadores y fundadores de pueblos en la región calentana, llegaron a la Nueva España (México), nueve años después que los Franciscanos y siete que los Dominicos, y, tres, fueron sus ejes de evangelización y fundación de pueblos: una meridional, hacia la serranía de lo que hoy es parte del territorio guerrerense, pasando por una serie de fundaciones en el Marquesado de Hernán Cortés, actual Estado de Morelos.

62 Cook, Sherburne F. y Woodrow Borah. El Pasado de México: Aspectos Sociodemográficos. Fondo de Cultura Económica, (1989). Pág.260. 109

Otra septentrional, hacia lo que se llama la Sierra Alta, la actual Huasteca, que abarca parte de los estados de Puebla, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro; en estos dos ejes, en su labor misional prácticamente los Agustinos se encontraron solos. Mientras que un tercer eje o dirección, la encausaron hacia el occidente, en donde se ubicaban tributarios del Imperio Phorhé, y en algunos casos, sus conventos se mezclaron con los Franciscanos, aunque los Agustinos fueron y llegaron más al sur, a la llamada Tierra Caliente. 63 Para ubicar con posterioridad la venida de Fray Juan Bautista Moya a Pungaravato, como refiere Fray Rafael Escutia Jaramillo, los Agustinos se hicieron presentes en la Nueva España, hoy México, a través de la provincia agustiniana de Castilla (España), que en 1533 envió a siete padres apóstoles: Fray Francisco de la Cruz, quien comandaba el grupo, Fray Juan de San Román, Fray Gerónimo de San Esteban, Fray Jorge de Ávila, Fray Alonso de Borja, Fray Juan de Oseguera y Fray Agustín de la Coruña. Se indica también, que desembarcaron en el puerto de San Juan de Ulúa (Veracruz) el día de la Ascensión, un 22 de mayo. Se enfilaron hacia la capital de la Nueva España el día 27, y llegaron a la misma, la víspera de la fiesta de la Santísima Trinidad, un 7 de junio de 1533. La siguiente, es una imagen que alegóricamente pone a los siete padres agustinos como ángeles evangelizadores y fundadores de la Orden Mendicante Agustina en Michoacán, entre ellos, Fray Juan de San Román, uno de los dos primeros evangelizadores de la Tierra Caliente.

Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Matías de Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924, Pág. 56.

63 Jaramillo, Escutia Rafael, O.S.A. Los Agustinos de Michoacán. 1602-1652. La Difícil Formación de una Provincia, (1991). Pág. XVII.

110

Como lo refiere el Canónigo Doctoral de la Santa Iglesia Catedral de Michoacán (Valladolid, hoy Morelia), Dr. D. José Guadalupe Romero, en sus Noticias para Formar La Estadística del Obispado de Michoacán, publicada en 1860:

“Los padres franciscanos bautizaron a los indios de Pungarabato [Pungaravato] y Coyuca el año de 1535, permanecieron aquellos pueblos sin ministro hasta el año de 1554 en que el venerable Fr. Juan Bautista, religioso Agustino y último apóstol de la Tierra Caliente escogió a este pueblo [Pungaravato] como centro de sus misiones…”64

Desafortunadamente, hasta ahora, no existe referencia documental concreta que indique quiénes fueron estos Padres Franciscanos. En lo referente a la elección por el Padre Moya, como se describe en varias fuentes históricas, se refiere sin duda alguna, al antiguo Pungaravato, luego, San Juan Bautista Pungaravato.

Queda claro, que, antes de la venida del Venerable Fray Juan Bautista Moya, fueron los franciscanos quienes primeramente iniciaron labores de evangelización en Pungaravato y en la Tierra Caliente en general. Sin que se niegue que los Franciscanos, siguiendo ciertas ordenanzas españolas, pudieron fundar algunos pueblos en otras partes del Obispado de Michoacán como lo refieren varias fuentes documentales, de manera prudente, no se debe confundir la misión de evangelización en región calentana, que fundamentalmente consistía en hacer visitas esporádicas a “doctrinas”, buscando bautizar al mayor número de indígenas que, por cierto, desconocían el idioma español (castellano), con el acto mismo de fundar pueblos cubriendo cierta usanza o ritual hispánico.

Este esporádico contacto de los Franciscanos con los pueblos de la Tierra Caliente probablemente ocurrió en lo que se ha denominado la segunda etapa de su evangelización, esto es, en 1528 o un poco después de este año. Algunas fuentes, mencionan la posibilidad de que, en 1530, Fray Pedro de las Garrovillas, haya tenido contacto de evangelización con algunos pueblos de la Tierra Caliente, sin que se precise cuáles. Para 1535 los franciscanos fundaron conventos de entre otros, en Pátzcuaro, Zacapu, Tarecuato (Tangamandapio), Jiquilpan, y Tingüindín; de importancia para la Tierra Caliente, es el edificado en

64 Romero, José Guadalupe Dr. Noticias para Formar la Estadística del Obispado de Michoacán. Imprenta de Vicente García Torres, (1860). Pág. 142. Como se observa, en relación con el dicho de otros cronistas e historiadores, hay una disparidad en la fecha de arribo del Padre Moya a Pungaravato; no obstante, por la cronología que se desarrolla más adelante en el presente trabajo, creo, que esto sucedió muy probablemente en 1552. 111

Uruapan, porque desde ahí, se adentraron de manera esporádica en la Tierra Caliente. Probablemente, también lo pudieron hacer desde Zitácuaro, donde del mismo modo construyeron convento. En realidad, su mayor presencia evangelizadora se dio en doctrinas de la sierra.

Continúa narrando el Canónigo Dr. D. José Guadalupe Romero, en la obra ya mencionada, que, en cuanto a la congregación doctrinal, en principio, dependieron de Pungaravato, Coyuca y Ajuchitlán hasta el año de 1568, en que los misioneros Agustinos entregaron estas doctrinas al Ilustrísimo Sr. D. Antonio de Morales, quien erigió entonces a Pungaravato y a Ajuchitlán en curatos seculares independientes, quedando Coyuca anexado al primero (a Pungaravato), la cual permaneció más de dos siglos como vicaría, siendo beneficiada como curato independiente por el Ilustrísimo Sr. D. Juan Cayetano Portugal. 65

Para intentar entender mejor el contexto histórico de la evangelización de Pungaravato y de la Tierra Caliente en general, se recurre a la siguiente cronología que describe, primeramente, la evangelización en el centro de Michoacán.

Tabla 4. Cronología de la llegada de los españoles y evangelización de Michoacán.

Año. Evento. Fuente. 1521 13 de agosto, caída de México -Tenochtitlan. 1ª carta de relación de Hernán Cortés al Rey de España. 1521 23 de febrero, un jinete en caballo blanco Relación de Michoacán. (probablemente en funciones exploratorias o de intimidación), llegó a las inmediaciones de Taximaroa hoy Ciudad Hidalgo, Michoacán). 1521 Agosto. Un soldado de apellido Porrillas con otros, llegó hasta Matlacingo (Charo, Michoacán), en busca de provisiones y a su regreso a México-Tenochtitlan, se hizo acompañar de dos aborígenes, los cuales presentó a Hernán Cortés, quien los hizo retornar con un mensaje conciliador dirigido al Irecha-Cazonci, siendo acompañados por soldados españoles, de entre los que figuraba Antonio Caicedo.

65 Don. Antonio de Morales, fue el tercer obispo de Michoacán (2° en tomar posesión, si se considera la renuncia de Fray Luis de Fuensalida, propuesto como primer obispo de Michoacán). Su nombramiento en 1566 ocurrió para suceder al siempre recordado D. Vasco de Quiroga. El Sr. de Morales, murió en Puebla en 1576. Considerando las renuncias al obispado o muertes previas a asumir el cargo, Don Juan Cayetano Portugal, fue el 35° obispo de Michoacán. Nombrado en 1831, murió el 4 de abril de 1850.

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1521 El Irecha-Cazonci, envía embajada de nobles a Hernán Cortés, ofreciendo obediencia y regalos al conquistador. 1521 Se realiza la expedición de Francisco de Montaño, a Michoacán, quien invita al Irecha-Cazonci a reconocer al Rey de España como su soberano y a abrazar la “verdadera religión” (católica). 1522 Sin resistencia, la expedición militar del capitán Cristóbal de Olid, entra y toma posesión del reino phorhé, en su capital Tzintzuntzan (Uitzitzilan, en mexica). Con él venía un capellán militar franciscano, probablemente de nombre Pedro Castellano. 1523 Hernán Cortés, envía una pequeña expedición a Michoacán, al mando del visitador Antonio de Carbajal, con el propósito de que recabara información que luego serviría para la repartición en “encomienda” a sus correligionarios o compañeros de armas. 1524 El Irecha-Cazonci, viaja a México-Tenochtitlan, en donde se compromete a enviar 15 niños nobles para que fueran educados y evangelizados en Tlatelolco. 1524 Mayo. Llegan a MéxicoTenochtitlan los primeros 12 padres Franciscanos. 1525 El Irecha-Cazonci, en calidad de preso, llega a México-Tenochtitlan para responder acusaciones de Gonzalo de Salazar, entonces Gobernador Interino de la Nueva España, respecto del ocultamiento de pueblos tributarios, es decir, no informaba de su existencia. Luego, es liberado. 1525 Una vez liberado y enterado el Irecha-Cazonci, de la Fray Gerónimo de Mendieta. labor de los Franciscanos, pide al Padre Fray Martín Relación de Michoacán. de Valencia, que le diera uno de sus hermanos para que fuera a enseñar la doctrina a Michoacán; el designado, fue el Padre Fray Martín de Jesús (de la Coruña), acompañado de dos o tres religiosos más (miembros de la segunda barcada de frailes Franciscanos). Es muy posible, que estos frailes acompañantes sean, Fray Antonio Ortiz, Fray Diego de Almonte o de Santa María, y quizá, Fray Ángel de Salcedo o de Valencia, y un lego llegado con el grupo original de los 12, llamado Andrés de Córdoba. Los indígenas Michoaques observaron resistencia y eran renuentes a dejar sus viejas creencias idolátricas, inclusive, los misioneros franciscanos estuvieron por dejarlos dos o tres veces. La labor de evangelización se vio agravada por el abuso y explotación de los encomenderos hacia los indígenas. 1528 Los abusos, las violaciones legales a las disposiciones de la Corona Española que buscaban regular las encomiendas por parte de los encomenderos atemperando sus excesos, con el fin de intentar poner orden, originan la visita del Bachiller Juan de Ortega, quien hace nuevas tasaciones de 113

tributos (Tasación de Ortega). Nada cambió. Todo empeoró para los naturales. Para entonces, la labor evangelizadora de los Franciscanos en Michoacán según se narra en las fuentes históricas de la época, era desoladora. 1528 Se celebra capítulo franciscano de Huejotzingo (Puebla) en donde se determina enviar un mayor número de evangelizadores a Michoacán. Esto sucedió, aproximadamente el 12 de julio de 1528. 1530 Nuño Beltrán de Guzmán, presidente de la Primera Audiencia, hace juicio sumario y asesina al Irecha- Cazonci Tzintzincha Tangaxoan II, o Don Francisco, en su nombre cristiano. 1530 Frente a los abusos de los encomenderos y la actuación nefasta de la primera audiencia encabezada por Nuño Beltrán de Guzmán, aún con el aumento de nuevos evangelizadores franciscanos, los resultados de la evangelización en Michoacán eran escasos. 1530 Probablemente, Fray Pedro de la Garrovillas, en su labor de evangelización tiene contacto con algunos pueblos de la Tierra Caliente, sin que se pueda precisar cuáles. 1531 Es nombrado presidente de la segunda audiencia, el siempre recordado Licenciado Don Vasco de Quiroga. 1533 Los Padres Agustinos, arriban a la Nueva España. 1533 Vasco de Quiroga, Visita Michoacán, originando la fundación del pueblo-hospital de Santa Fe de la Laguna en Tzintzuntzan. Después, un 6 de agosto de 1538, asumiría como Obispo de Michoacán. 1533 Los Franciscanos, fundan conventos e iglesias, a focalizando su accionar, en la región serrana de 1535 Michoacán y periferias de fácil acceso y entorno climático más amigable: Tzintzuntzan, Guayangareo (Valladolid, hoy Morelia), Ucareo, Pátzcuaro, Acámbaro, Zinapécuaro, Uruapan, Tarecuato, Zacapu, etcétera. Fuente: Elaboración propia, con datos de Ricardo León Alanís. Los Orígenes del Clero y la Iglesia En Michoacán 1525-1640. Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo. Colección Historia Nuestra 16. (1996).

Dada la situación cronológica que se propone en la tabla anterior, se puede inferir, que los Padres Franciscanos en los primeros años de contacto y colonización con lo que fuera el imperio o señorío phorhé, si bien realizaron labores de visita evangelizadora en doctrinas ubicadas en algunos pueblos de la Tierra Caliente, la difícil situación generada por los abusos de los encomenderos, el desconocimiento de la lengua y la resistencia idólatra de los propios naturales, no resultó en un ambiente propicio para fundar iglesia, convento y pueblos; primeramente, en el centro de Michoacán, y sin duda, con mayor dificultad en la

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Tierra caliente; por lo mismo, el contacto y evangelización con esta última región, fue esporádico, sin observar continuidad alguna.

Como se ha hecho referencia, es probable que para 1535, con la fundación del convento de Uruapan, los Franciscanos tuvieron un leve contacto con la Tierra Caliente, pues, más o menos en ese año, puede ubicarse la labor evangelizadora de Fray Pedro de Garrovillas, de quien se dice, fue el primero que se internó en lo que antes se conocía como la Costa del Mar del Sur, Motines y Zacatula, con el propósito de evangelizar a los naturales de la región, no obstante, debido a la falta de ministros, al poco tiempo, retornó a Tzintzuntzan.66

Como ya se dijo, los Padres Agustinos llegaron a la Nueva España con nueve años de retraso respecto de los Franciscanos y siete en relación con los Dominicos, y más que entrometerse en las áreas evangelizadas por estas órdenes mendicantes y del clero regular, lo hicieron en aquellas sin evangelizar o escasamente evangelizadas como era el caso de la Tierra Caliente. Tal era la condición de Pungaravato.

Por el año de 1537, cuatro años después de su labor evangelizadora en las provincias de Tlapa y Chilapa, siendo en número ya de 30, los Agustinos se reunieron en México (la recién conquistada México-Tenochtitlan), y determinaron expandir sus labores de evangelización, conviniendo que:

[…] se emprendieran nuevas conversiones donde nunca hubiese llegado el sonido de la voz evangélica, ni los rayos de Sol de justicia Cristo Nuestro Redentor hubiera alumbrado; y hallaron que la tierra caliente, que está al Sur desta Nueva España, que contiene los Apuzahualcos,67 Motines,68 Zacatula, hasta lo que ahora es Colima; y asimismo las faldas de la gran sierra, que corre 500 leguas desde Guatemala, pasando a Sinaloa, donde está la Huacana, Nuncupétaro,69 Pungarabato [pungaravato], con todas las poblaciones que corren por lo bajo de la sierra, estaban olvidadas, ora porque no había habido bastantes ministros para corrello [correrlo] todo,

66 León, Alanís Ricardo. Los Orígenes del Clero y la Iglesia En Michoacán 1525-1640. Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo. Colección Historia Nuestra 16. (1996). Pág. 68.

67 Localidad ubicada en la Costa Grande del Estado de Guerrero. 68 En la época colonial, era una provincia costera de Michoacán; era un pueblo de minas llamado Motin. 69 Nocupétaro, Michoacán. 115

ora porque la tierra es la peor que tiene la Nueva España, por ser doblada, muy caliente, llena de mosquitos y malas sabandijas, donde no se hallaba mal el demonio, antes quizás mejor, porque con las malas calidades del puesto vivía más a su seguro siendo allí adorado y respetado de aquellos míseros naturales, que por desgracia suya, vivian contentos en tierras tan malas, y sirviendo a un señor tan inhumano como el demonio.70

El resaltado propio en negrita, permite indicar, como lo refiere el Padre Fray Diego Basalenque, que, para los Agustinos, el referente geográfico de evangelización en la Tierra Caliente fue el pueblo de Pungaravato, quizá, atendiendo a que en ese sitio se adoraba al Dios Pungárancha, Pungárecha o Pungárencha, y, previo, los Agustinos ya tenían referencia de “esta idolatría”, y por lo mismo, lo consideraban como lugar estratégico de evangelización. He respetado la grafía de la transcripción y reconociendo no tener a la vista el original del Padre Basalenque, considero, que, atendiendo a diversos documentos coloniales, el nombre de “Pungarabato”, como ahora se escribe y pronuncia, en esa época (1673), se escribía como “Pungaravato”, en donde la “v”, se pronunciaba como “u”.

Por su parte, el poco conocido y también cronista agustino Fray Juan González de la Puente, al ser nombrado cronista de la provincia en 1623, en la primera parte de su crónica publicada en 1624, en referencia a la evangelización emprendida por el Padre Moya, al plantear la topografía del terreno en que éste debió misionar, señala que:

[…] Comienzan desde Tacámbaro una cierra [sierra] que llaman de Pungaravato (beneficios de Clérigos, y en aquel tiempo visitas de la Orden de nuestro Padre San Agustín), tan remotas, tan ásperas e inaccesibles montañas, de tantos y tan caudalosos ríos, de tan calientes temples, que casi son inhabitables, a lo menos para los españoles.71

70 Basalenque, Fray Diego. Historia de la Provincia de San Nicolás Tolentino de Michoacán. Balsas Editores, S.A. de C.V., (1989). Pág. 35. 71 Gómez, de Orozco. Crónicas de Michoacán. Universidad Nacional Autónoma de México. Biblioteca del Estudiante Universitario 12 (1940). Pág. 90. En el extracto transcrito, en 1623, Fray Juan González de la Puente, acorde con la pronunciación antigua del castellano de la “v”, como “u”, escribe: Pungaravato, cuya pronunciación sería: Pungarauato”, más en concordancia con el idioma phurhé.

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De nueva cuenta, se reitera: el referente de evangelización en la Tierra Caliente, según los cronistas consultados, era y fue el pueblo de Pungaravato, luego, San Juan Bautista Pungaravato.

En la siguiente tabla, a la luz de la información recabada, se propone una secuencia cronológica evangelizadora de la Tierra Caliente por parte de los Padres Agustinos, incluyendo la venida de Fray Juan Bautista Moya a Pungaravato.

Tabla 5. Cronología de la evangelización de la Tierra Caliente, por los Padres Agustinos y llegada del Padre Moya a Pungaravato.

Año. Evento. Fuente. 1533 7 de junio, llegan a la Nueva España, los primeros siete Agustinos. 1533 Don Vasco de Quiroga, presidente de la Segunda Audiencia, antes de asumir como obispo de Michoacán, invita a los recién llegados Agustinos a evangelizar, quienes misionan en Tlapa, Chilapa y la Tierra Caliente. 1535 El Virrey Don Antonio de Mendoza, promueve la actividad misionera de los Agustinos en la Tierra Caliente, al considerar que los Franciscanos, quienes la visitaron esporádicamente, “necesitaban mucha ayuda”. 1536 Al inicio, había escasez de misioneros, pero, al aumentar su número, los Padres Agustinos, extienden su labor evangelizadora en la Huasteca y en la Tierra Caliente. 1536 El Padre Fray Juan Bautista Moya, se embarca hacia la Nueva España (México), a las órdenes de Fray Juan Francisco de la Cruz. Se dice que estuvo seis meses en México-Tenochtitlan. 1536 Ya en la Nueva España, juntamente con Fray Agustín de la Coruña, Fray Juan Bautista Moya, se enfila hacia Chilapa a realizar su labor evangelizadora. 1537 Previa autorización, Fray Juan Bautista Moya, evangeliza y funda algunas comunidades: Tlapa, Teotepec, Zapotitlán, Patlicha, Metlatonoc, Quetzalapa, Miahuicinapa, Acapulco, Atoyac, Tecpan Petatlan, Quetzapalapa, Miahuichinapa, Zihuatanejo, Patachalco y Zacatula (probable); por la vertiente del alto Balsas: Teloloapan, Totoltepec, Xochicalco, Tetela, Huatla y Tlacotepec. Esto dura aproximadamente, hasta el año de 1543. 1537 En su capítulo celebrado en la ciudad de México, los Fray Diego de Basalenque. Agustinos, determinaron emprender la evangelización de la Tierra Caliente, pues encontraron que esta era una región de las más olvidadas, “… ya porque la falta de ministros había hecho imposible de recorrer todo 117

aquello, ya porque esta tierra es la peor que tiene la Nueva España, por ser doblada, muy caliente y llena de sabandijas y mosquitos”, y cuyos naturales se encuentran, según refiere Basalenque, entre los más idólatras de la provincia de Michoacán. 1538 El encomendero de Tiripetío, Juan de Alvarado, cuyas aldeas y visitas de doctrina llegaban hasta la Tierra Caliente, ofrece apoyo para que desde ese sitio se inicie la evangelización de la Tierra Caliente. 1538 A inicios de este año, parten a Tiripetío, Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, a fundar la primera misión Agustina en Michoacán, quienes se alojaron provisionalmente en la casa del encomendero Juan de Alvarado. 1538 En el propio Tiripetío, al principio, en un modesto Fray Diego de Basalenque. jacal, juntaban a los naturales para ser catequizados y oír la palabra de dios. Luego, crearon iglesia, convento y hospital para indios, escuela de primeras letras, artes y oficios; crearon conjuntos polifónicos y musicales, trazaron las calles del poblado y construyeron un acueducto para dotar de agua potable al pueblo. 1538 Los Agustinos, son invitados por el encomendero de Tacámbaro, Cristóbal de Oñate, para realizar labores de evangelización. 1538 El 6 de agosto de 1538, Don Vasco de Quiroga, asume como Obispo de Michoacán, cargo que duraría hasta 1565. Para iniciar la secularización de las parroquias en el Obispado y en la Tierra Caliente, crea su propio clero (secular), para lo cual funda el Colegio de San Nicolás y en este proceso, se observan ciertos conflictos con la orden mendicante Agustina, quien paulatinamente es sustituida en la Tierra Caliente por beneficiados o curas seculares. No obstante, el modelo religioso y social de Don Vasco de Quiroga, cuyo eje central es la fundación de hospitales, así como el proceso de evangelización, inicialmente, fue compartido con los Agustinos. 1539 Invitados los Agustinos por el encomendero de Fray Matías de Escobar y Tacámbaro, Cristóbal de Oñate, el padre Fray Juan Llamas, señala que en 1539, de San Román, llega a ese lugar, iniciando el Fray Diego de Chávez y levantamiento de iglesia y convento. Alvarado, también se encontraba en Tacámbaro. 1540 Probablemente, a inicios de este año, llega a Tacámbaro Fray Diego de Chávez y Alvarado. 1540 Probablemente, a mediados o a finales de ese año, Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, tomando como base Tacámbaro, se adentraron por primera vez en la Tierra Caliente para iniciar su evangelización. Al cuidado, queda el ilustre maestro Fray Alonso de la Veracruz, quien, en Tiripetío, ese mismo año, funda el Colegio Mayor de la Orden Agustina. No se encontraron fuentes documentales, que permitan inferir o proponer, si Fray Francisco de

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Villafuerte, partió después que los padres Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, a ejercer su labor misional; lo que se puede deducir de las fuentes documentales, es que misionó en la Tierra Caliente, de manera simultánea con los primeros frailes mencionados. 1540 Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez La evangelización la a y Alvarado, recorren evangelizando la Tierra realizaron en pueblos de la 1543 Caliente. Se toma el año de 1543, como tiempo en Tierra Caliente y Zacatula. que concluye su misión, porque en ese año, en el Capítulo General, se eligió a Fray Juan de San Román, como Vicario Provincial, y por lo mismo, tuvo que abandonar su labor misional. 1543 En mayo, Fray Juan Bautista Moya, es electo Prior del convento Agustino ubicado en la capital de la Nueva España (México-Tenochtitlan). 1543 Fray Diego de Chávez y Alvarado, regresa a Tiripetío al ser requerida su presencia, y Fray Juan de San Román, se dirige a México-Tenochtitlan, al ser nombrado, como ya se dijo, por el Capítulo General, Vicario Provincial. 1544 Tras el regreso de Fray Diego de Chávez, el nombramiento de Fray Juan de San Román y la ausencia misional de Fray Francisco de Villafuerte, Fray Alonso de la Veracruz, decide trasladar el Colegio Mayor de Tiripetío a Tacámbaro. 1544 Mientras tanto, en este lapso, Fray Francisco de a Villafuerte, sigue misionando en la Tierra Caliente y 1546 costa del Pacífico. 1545 Fray Juan Bautista Moya, en mayo, es reelecto como Prior del convento ubicado en la capital de la Nueva España (México-Tenochtitlan). 1545 Como Prior, Fray Juan Bautista Moya, misiona en Huachinango, Puebla, y en la Huasteca, y se reúne con Fray Antonio de la Roa. 1545 Probablemente, a finales de este año, Fray Juan Bautista Moya, renuncia al Priorato, del convento ubicado en la capital de la Nueva España, y pide autorización para misionar entre la Nación Otomí (Ñañu, como ellos se autonombran). 1546 En los inicios de año, Fray Juan Bautista Moya, recibe la autorización de misionar y establece la doctrina de Zempoala (¿Hidalgo o Veracruz?), actividad que dura, hasta la pascua de 1551. 1546 Fray Francisco de Villafuerte, es nombrado Prior del convento de Tacámbaro y regresa de su labor misional en la Tierra Caliente y en el Pacífico. 1551 Junto al provincial Fray Gerónimo de Santiesteban, Fray Juan Bautista Moya, es electo Definidor, llega a México de su misión evangelizadora entre los Otomíes (Ñañus); enferma y, no obstante, para diciembre de 1551 parte a Valladolid (Morelia). Tras una breve estancia en el convento de No obstante, algunas fuentes, 1552 Guayangareo (Morelia), el Venerable Fray Juan lo ubican en su ruta hacia 119

Bautista Moya, parte a Tacámbaro, para luego Tacámbaro, en Tiripetío en adentrarse en la Tierra Caliente. marzo de 1553. 1552 Muy probablemente, previo a realizar su viaje a Fray Juan González de la Tacámbaro, el Padre Moya, a inicios de este año, Puente, quien, en 1623, es llega a Tiripetío (primer convento Agustino en nombrado cronista de la Michoacán), en donde aprende el idioma tarasco provincia Agustina. (phorhé). 1552 Fray Juan Bautista Moya, realiza su labor misional y El cronista Fray Matías de fundacional, en algunas comunidades cercanas a Escobar y Llamas, ubica al Tacámbaro. Al respecto, no debe olvidarse la previa Padre Moya, en la Tierra evangelización del sitio por parte de Fray Juan de Caliente, en Pungaravato, en San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, el año de 1552, quien afirma, quienes tomando como base Tacámbaro, se “viene a continuar la labor adentraron por primera vez a evangelizar la Tierra misional de Fray Francisco de Caliente, de donde resulta ilógico, que su labor no la Villafuerte”. hubieran iniciado en el propio Tacámbaro. 1552 En su recorrido misional en la Tierra Caliente, iniciado Ciertamente, existe confusión en 1552 hasta su muerte en 1567, muy en las fechas históricas (en probablemente, para mediados de 1552, el Padre realidad año), en que Fray Moya, quizá entre mayo y junio, llega a Pungaravato, Juan Bautista Moya, inicia su en donde establece su cabecera o centro misional; labor misional en la Tierra pueblo que, según la mayoría de los historiadores y Caliente. Esto, porque cronistas, es el primero que funda en la Tierra algunos historiadores señalan Caliente. que, el lunes 2 de junio de 1560, Fray Juan Bautista Moya, sale de Tacámbaro hacia la Tierra Caliente y en su ruta, el primer pueblo importante que funda fue Turicato. El cronista Fray Nicolás P. Navarrete, señala que Fray Juan Bautista Moya, sale de Tacámbaro en 1560. No obstante, si nos atenemos a las fechas y años, está documentado, que, en 1551, el Padre Moya, es electo definidor juntamente con Fray Gerónimo de Santiesteban, y, conociendo el celo y ardor evangelizador que sus biógrafos le atribuyen, resulta contradictorio, que hubiera esperado cinco años (hasta 1560) para iniciar su labor evangelizadora en la Tierra Caliente. También resulta ilógico, que el Padre Moya, hubiera llegado a Tacámbaro en 1554 (como afirma el Padre Nicolás P. Navarrete) y se hubiera enfilado hacia Pungaravato hasta 1560, esto, porque previo a su llegada, como ya se dijo, ya

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había una labor previa de evangelización y de fundación por parte de Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado (primeros Agustinos en Tacámbaro), y dados los antecedentes de evangelización del Padre Moya en Chilapa y otros pueblos de lo que hoy es el Estado de Guerrero (1536-1537), por ese lapso de tiempo en que misionó, resulta incongruente que se hubiera detenido a evangelizar y fundar pueblos tanto tiempo iniciando desde Tacámbaro, ateniéndonos a que en ese entonces, como ya se dijo, ya había una labor previa de evangelización. Por otra parte, dadas las correrías evangelizadoras de Fray Juan Bautista Moya, y dados sus usuales retornos a Tacámbaro, no resulta improbable, que, en ese año de 1560, hubiera fundado Turicato, pero, estando ya en el corazón de la Tierra Caliente. En Pungaravato. 1552 Fray Juan Bautista Moya, funda el primer pueblo en La primicia fundacional de la Tierra Caliente: Pungaravato, bajo la advocación de San Juan Bautista San Juan el Bautista; por lo mismo, el primitivo Pungaravato en la Tierra Pungaravato (Pungarahuato), probablemente, por Caliente, la corroboran los ese año, recibe el nombre cristianizado de San Juan cronistas agustinos: Fray Bautista Pungaravato. Diego de Basalenque y Fray Matías de Escobar y Llamas. También lo hace, Fray Nicolás P. Navarrete, con diferencia de este último en el arribo del Padre Moya a Pungaravato (hasta 1560). 1552 Fray Juan Bautista Moya, evangeliza y funda o Carácuaro, Nocupétaro, Huetamo y San Lucas. 1553 Entre Evangelizando, recorre la cuenca baja del Rio Balsas, 1553 funda (San Nicolás) Zirándaro, y llega hasta Zacatula a en el Océano Pacífico, desde donde se enfila a 1565 Pungaravato, no sin antes pasar a Zirándaro, en donde permanece por algunos meses. También evangeliza y funda pueblos en la Costa Chica de Guerrero. 121

De Fray Juan Bautista Moya, se asienta en Pungaravato, 1565 evangelizando a sus indios, y desde ese sitio, afianza a su labor pastoral entre los pueblos circunvecinos de 1567 la Tierra Caliente.

1567 Según sus biógrafos, Fray Juan Bautista Moya, muere en Morelia a la edad de 63 años, un 20 de diciembre de 1567. Fuente: Elaboración propia, con datos de Ricardo León Alanís. Los Orígenes del Clero y la Iglesia En Michoacán 1525-1640. Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo. Colección Historia Nuestra 16 (1997).

El arribo de Fray Juan Bautista Moya a Pungaravato en 1552, también es sostenido por Antonio Lebrija Celay, en su artículo Misiones y Misioneros, recuperable en: https://revistas.inah.gob.mx/index.php/anales/article/view/7144/7987https://revist as.inah.gob.mx/index.php/anales/article/view/7144/7987.

Es de destacarse que, según el cronista Agustino Fray Diego de Basalenque, los padres Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, en su labor misional (1540-1543), tomaron el camino que conduce a mano izquierda y se dirigieron rumbo a Nocupétaro y Pungaravato, narrando en su crónica, que estos dos apóstoles llegaron hasta Ajuchitlán. Lo cual viene a esclarecer, que antes que el Venerable Fray Juan Bautista Moya, fueron estos Padres Agustinos, quienes primeramente evangelizaron la Tierra Caliente; es decir, previo a que lo hiciera el Padre Moya. La siguiente, es una imagen del Padre Agustino Fray Diego de Chávez y Alvarado, quien juntamente con Fray Juan de San Román, fueron los dos primeros evangelizadores de la Tierra Caliente, sin olvidar a Fray Francisco de Villafuerte.

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Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Matías de Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924, Pág. 715.

No menos importante es que, también entre 1544 a 1546, prácticamente de manera simultánea a la obra de Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, Fray Francisco de Villafuerte, despliega su misión evangelizadora en la Tierra Caliente y costa del Pacífico, donde según crónicas, recorrió todo el camino que va desde Colima hasta Chiapas, llegando a fundar más de 500 pueblos, lo cual, a mi juicio, sin demeritar su gran obra evangelizadora, y dada la carencia de evidencia documental, hay que manejarlo con prudencia. Mi duda, es en cuanto al número de pueblos fundados. 123

También es de destacarse, que, mientras se realizaba la labor apostólica por Fray Juan de San Román, Fray Diego de Chávez y Alvarado (1540-1543), y Fray Francisco de Villafuerte (1544-1546), desde el convento de Tiripetío, Fray Alonso de la Veracruz, los alumnos y maestros del Colegio Mayor, acatando la regla Agustina, en vacaciones y pascuas, salían a evangelizar en los pueblos de la Tierra Caliente, incluido Pungaravato.

Los de la Orden Mendicante Franciscana y Agustina, hicieron labores de evangelización en los dominios del Irecha phurhé y en la Tierra Caliente. En el caso de los Padres Franciscanos, entre los historiadores, hay coincidencia en que ésta fue escasa y esporádica en la región calentana. El siguiente, es un mapa que ayuda a entender la geografía del Obispado de Michoacán en la época de la colonia en donde se realizó esta labor de evangelización por Franciscanos y Agustinos.

Fuente: tomado de Sarah Albiez-Wieck. Contactos Exteriores del Estado Tarasco. Influencias desde Dentro y Fuera de Mesoamérica. Vol. I. 2013, en donde se hace referencia, que el mapa fue dibujado por Rudolf Oeser y Sarah Albiez-Wieck. El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, (2013). Pág. 120.

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Como se ha dicho, desde Tacámbaro, hacia 1540, los Agustinos mendicantes del clero regular se adentraron en la Tierra Caliente. Dado que Don Vasco de Quiroga, asumió su obispado el 6 de agosto de 1538, uno de sus objetivos, fue el de ubicar en curatos sacerdotes formados en seminarios (clero regular), para que paulatinamente, se hicieran cargo de las doctrinas fundadas por los Agustinos, que luego recibieron la denominación de “parroquias”.

Es muy probable, que Fray Juan Bautista Moya, haya compartido su labor evangelizadora en Pungaravato y en otros pueblos calentanos con sacerdotes del clero secular. Esto, porque según Peter Gerhard, en la década de 1560, había ya tres curatos seculares: Cuiseo (Cutzio), bajo la advocación de la Asunción, teniendo como sufragantes a Huetamo y Purechucho; San Juan Bautista Pungaravato, quien tenía como sufragante a Santa Lucía Coyuca, y no obstante que el referido autor no lo menciona, infiero, que también lo eran Santiago Tanganhuato (identificado inicialmente como barrio de Pungaravato), y Asunción Tlapehuala o Acatzécuaro; y San Nicolás Sirandaro (Zirándaro), quien tenía como sufragante a Guaymeo (Guayameo). Agrega Gerard, que para 1789, el cura secular de Cutzio, se trasladó a San Juan Huetamo.72

Quizá, porque la mano de obra indígena destinada al trabajo en minas, que era prioridad de los españoles, era insuficiente, situación que luego se agravó por las epidemias; quizá, por la escasez de materiales constructivos en la región como la cantera, en la Tierra Caliente, no se construyeron iglesias y conventos “suntuosos” como los levantados por los Agustinos en otras partes de Michoacán y de la Nueva España; pero ello no demerita de manera alguna, como lo refiere el cronista Fray Matías de Escobar, la labor extraordinaria de Fray Francisco de Villafuerte de construir templo y monasterio en Zacatula, y el incansable trabajo de Fray Juan Bautista Moya, quien con la ayuda de los indios de Pungaravato, con sus propias manos (según narra este mismo cronista), construyó iglesia y monasterio anexo. Es verdad que la actual Catedral de Cd. Altamirano, bajo la advocación de Juan el Bautista, si se quiere, no tiene la belleza y espectacularidad de otras construcciones agustinas; pero, la iglesia, hospital y convento del viejo pungaravato, primera de cal y canto en la región, fue hecha con el esfuerzo y tesón de sus indios, y, con el amor evangelizador de su fundador, el Venerable Fray Juan Bautista Moya, y esto, es digno de conservarse en la memoria histórica de los de Pungaravato-Cd. Altamirano.

72 Ob. Cit. Gerhard, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional Autónoma de México, (1986). Pág. 139. 125

La iglesia del viejo San Juan Bautista Pungaravato, no es suntuosa; es modesta, austera y sólida; pero, siguiendo el modelo religioso y social de Don Vasco de Quiroga, que luego fue asumido por los Padres Agustinos, en su atrio abierto, se realizaron labores de evangelización y de organización social de los indios y luego, de los mestizos (castas) de Pungaravato; desde este lugar, con la ayuda de los evangelizadores de Tiripetío, se organizó hospital, escuela de primeras letras, artes y oficios; se crearon grupos corales y musicales, y, siguiendo lo hecho en Tiripetío, el Padre Moya, trazó las calles del viejo San Juan Bautista Pungaravato. Desde este punto geográfico, nació: San Juan Bautista Pungaravato-Cd. Altamirano.

Entre 1567 y 1568, coincidiendo con la muerte del Padre Moya, en este lapso, las misiones y labor evangelizadora de los mendicantes Agustinos, prácticamente concluyó, y se aceleró en la Tierra Caliente, la secularización evangelizadora a cargo de sacerdotes formados en seminario, muchos, en el Colegio de San Nicolas, fundado por Don Vasco de Quiroga.

Fuente: tomado de Ricardo León Alanís. Los Orígenes del Clero y la Iglesia en Michoacán 1525-1640. Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo. Instituto de Investigaciones Históricas. Colección Historia Nuestra 16. (1997). Pág. 82.

126

Existe cierta discrepancia con lo manifestado por Hans Roskamp, en su obra: Los Códices de Cutzio y Huetamo. Encomienda y Tributo en la Tierra Caliente de Michoacán, Siglo XVI, editado por el Colegio de Michoacán y El Colegio Mexiquense, páginas 119, 120 y 121, respecto de “no exagerar” la labor evangelizadora y fundacional de pueblos por parte de Fray Juan Bautista Moya, por las siguientes consideraciones:

1. Es verdad, que previo al Padre Moya, es probable que entre 1533-1535, la labor evangelizadora en Michoacán y en la Tierra Caliente, la hubieran iniciado los Franciscanos: Fray Martín de la Coruña o de Jesús, Fray Diego de Almonte o de Santa María y Fray Ángel de Salcedo o de valencia; y que, previo también los Agustinos: Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez, por 1540, misionaron en la Tierra Caliente, y, se dice, por parte de los cronistas agustinos, fundaron “doctrinas y pueblos”. En el caso de los padres Franciscanos, está documentado, que inclusive, dados los resultados “desalentadores” obtenidos en Michoacán, estuvieron a punto de abandonar su labor evangelizadora; pero ello no significa, que en la región calentana, no hubieran hecho humildes iglesias (jacales como refieren los historiadores), que eran los puntos de referencia llamadas “doctrinas”, para juntar a los indígenas dispersos, bautizarlos y evangelizarlos; que se sepa, no construyeron iglesia de cal y canto, como si lo hizo el Agustino Fray Juan Bautista Moya en Pungaravato, además de que trazó pueblos siguiendo lo hecho en Tiripetío. No obstante, el referido autor, afirma, que las “crónicas agustinianas (los cronistas) tienden a exagerar y mitificar las actividades del Padre Moya”. ¿Qué cronista o historiador, no suele resaltar o a veces exagerar lo que es de su interés? Quienes escriben la historia: ¿Son ideológicamente neutros? La obra evangelizadora y fundacional de pueblos de Fray Juan Bautista Moya, la resaltan, no sólo los cronistas agustinos, también lo hacen los del clero regular, como es el caso del canónigo doctoral de la Iglesia de Michoacán Dr. D. José Guadalupe Romero. ¿Se puede acaso, juzgar de exagerada a la Premio Nobel Jean Marie Le Clézio?, cuando en su obra: La Conquista Divina de Michoacán, editada por el Fondo de Cultura Económica, compara la Relación de Michoacán, “como una gran crónica a la altura del poema de Gilgámes y la gesta de Arturo, escrita por un religioso anónimo”. 2. También es verdad, que el Padre Moya, compartió labor de evangelización con sacerdotes del clero secular, puesto que, desde el 6 de agosto de 1538, Don Vasco de Quiroga, al asumir su obispado, buscó formar sacerdotes del clero secular para servir en “curatos”, que los de las órdenes mendicantes llamaban “doctrinas”. Pero una cosa distinta es, edificar iglesias muy modestas (generalmente de adobe y tejabanes o 127

simples jacales), como sin duda, lo hicieron los sacerdotes del clero secular en Huetamo en 1553 y en Asuchitlan (Ajuchitlán), en 1543, a la otra, de trazar calles de pueblos, y no obstante ser los asentamientos de la Tierra Caliente “Republica de Indios”, para hacer el proceso de “fundación”, se debía seguir cierto procedimiento establecido por las autoridades virreinales, y hasta ahora, no conozco fuente documental colonial que diga que los padres del clero secular, sistemática o aisladamente, siguieron el procedimiento para crear y fundar iglesia y pueblo, a diferencia del Padre Moya, que aunque atenidos a las “crónicas exageradas”, que confrontadas con otras fuentes documentales y etnográficas, se infiere, si lo siguió en varios pueblos de la Tierra Caliente este religioso. 3. En cuanto a tener prudencia para no “mitificar sus capacidades y actividades” (las del Padre Moya), como investigadores formados en la metodología científica y el libre albedrío, siempre, se está en la posibilidad de creerlas o no creerlas. Pero, sin prejuicios, cualquier postura es respetable, si guarda cierto sustento histórico y razonamiento lógico, no obstante que no la compartamos. Exaltar la labor evangelizadora y fundadora del Padre Moya, en Pungaravato y en los pueblos de la Tierra Caliente realizada bajo un entorno inhóspito, no es “exagerar hechos”, máxime si se considera, que los cronistas, personajes e historiadores coloniales y postcoloniales, exaltaron la obra del Padre Moya, con el lenguaje y retórica de su tiempo y de su época, no con el lenguaje y retórica de nuestro tiempo, que quizá, acorde con nuestra cultura contemporánea y visión particular nos parezca ciertamente “exagerado”.

También Es verdad, que los sacerdotes seculares (formados en España) estuvieron presentes desde el inicio de la conquista de Michoacán, J. Benedict Warren, citando una fuente del Archivo General de Indias, Ramo Justicia, Leg. 223, señala que en 1525, el cura secular, al parecer llamado Francisco Martín o Francisco Martínez, era el cura de Zacatula, esto, en la desembocadura del Río Balsas, y agrega el referido investigador, que otro sacerdote secular que acompaño a Cristóbal de Olid, en su andar expedicionario, probablemente era Pedro Castellano.73 Creo, como sostienen varios historiadores, que la secularización de parroquias para sustituir a los frailes mendicantes del clero regular en Michoacán y por lo tanto en la Tierra Caliente, se aceleró cuando Don Vasco de Quiroga, asume como obispo de Michoacán en 1538.

73 Ob. Cit. Warren, J Benedict. La conquista de Michoacán 1521-1530, Fimax Publicistas. (1977). Págs. 106 y 107.

128

A mayor abundamiento, según la Enciclopedia Guadalupana, Tomo I, a página 48, de Pungaravato y de las Minas del Espíritu Santo (mencionadas en la Relación de Sirandaro y Guayameo de 1579), fue cura y vicario Antonio Freire, al parecer integrante del clero secular formado en España, quien además ostentó el cargo de primer capellán de la Ermita de Guadalupe en la Capital de la Nueva España, y se señala que a su arribo, traía dimisorias (concesiones eclesiásticas), de don Juan Alburquerque, obispo de Goa en la India de Portugal, y de cuya labor eclesiástica en Pungaravato poco sabemos. Lo que si es posible deducir, es que prácticamente estuvo en el pueblo, desde el inicio de la colonización española, cuando Pungaravato era una república de indios, entre 1530-1545, puesto que, en 1550, era cura de Tanchinoltipac, poblado ubicado en el actual Estado de Hidalgo.

Muy probablemente, siguiendo un procedimiento que era usual, los Padres Franciscanos, pero con mayor probabilidad de que haya sucedido por parte de los Agustinos, y sin que objetivamente se pueda afirmar que en Pungaravato lo hizo el Padre Fray Juan Bautista Moya en su labor de evangelización, una de las primeras acciones realizadas de cristianización, consistía en ubicar un sitio que era denominado como “el calvario”, en donde se edificaba una pequeña ermita (iglesia), en la que luego se ubicaban tres cruces para recordar permanentemente la pasión y muerte de Jesucristo.

En algunos casos, en los adoratorios paganos, los evangelizadores de las órdenes mendicantes edificaron iglesias buscando sustituir la idolatría pagana de los indígenas hacía las deidades prehispánicas por la ritualidad católica basada en la adoración a Cristo y la veneración de Santos como entidades intercesoras; tal es el caso, por ejemplo, de la iglesia edificada sobre la pirámide más grande del mundo, ubicada en Cholula, Puebla.

En Pungaravato, existe un sitio denominado “El Calvario”, muy cercano al cerro de Pungaravato, en donde según la tradición etnográfica de los Pungaravatenses, existía una yácata (¿Adoratorio de Pungárancha, Pungárecha o Pungarencha?), y, precisamente, además de tres montículos con tres cruces; en ese sitio, se edificó una modesta construcción de adobe, que ya en ruinas, todavía pude observar en mi infancia. ¿Fue esta la primera iglesia en Pungaravato? La siguiente, es una fotografía de dicho sitio, que guarda muy poca diferencia respecto de lo que pude observar personalmente.

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Fuente: cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.

Para 1570, según José Bravo Ugarte, en su obra Historia Sucinta de Michoacán Tomo II, de editorial Jus, a páginas 67 y 68, tomando como fuente la Relación y Memoria, elaborada por el escribano público del número de la ciudad de Mechuacán (Michoacán), considerando solamente las parroquias de la Tierra Caliente, a continuación, se señalan las que, según dicho autor, para ese año, ya tenían curas seculares beneficiados. Guardo reserva en el caso de Coyuca (de Catalán), por las razones que expongo en la nota a pie de página.

Tabla 6, Parroquias secularizadas en la Tierra Caliente en 1570.

Parroquia: Atención de evangelización por: Axuchitlan (Ajuchitlán) Cura secular beneficiado Coyuca (de Catalán) 74 Cura secular beneficiado Cuseo (Cutzio-Huetamo) Cura secular beneficiado Cutzamala Cura secular beneficiado Pungaravato Cura secular beneficiado Sirandaro (Zirándaro) Cura secular beneficiado Fuente: elaboración propia, tomado como base a José Bravo Ugarte, en su obra Historia Sucinta de Michoacán, Tomo II, de editorial Jus, páginas 67 y 68.

74 Tengo duda, respecto de lo asentado por José Bravo Ugarte, puesto que Coyuca en 1570, todavía era sufragante de la parroquia de Pungaravato, y no fue sino hasta 1835, durante el periodo del Obispo Don Juan Cayetano Portugal, cuando adquirió el estado de parraquia independiente secular; luego entonces, en esa época, los asuntos eclesiásticos de Coyuca, Tlapehuala y Tanganhuato, los atendía el cura de Pungaravato.

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También en ese mismo año de 1570, según el referido autor, los Agustinos administraban: Copándaro, Cuiseo (Cuitzeo de la Laguna), Huandacareo, Huango, Matalcingo, Mechuacán (Pátzcuaro), Yuririapúndaro (Yuriria), Tacámbaro, Tiripetío, Ucareo y Xacona, donde sí construyeron iglesia y conventos “arquitectónicamente más espectaculares”.

11. ¿Quién fundó San Juan Bautista Pungaravato (Pungarabato)?

Como ha quedado asentado, previa invitación del encomendero don Cristóbal de Oñate, los Agustinos fundaron iglesia y convento en Tiripetío en 1538; luego, en 1539, también por invitación del encomendero de Tacámbaro, fundan en dicho lugar iglesia y convento, convirtiéndose dicho sitio, en la base misional de los Agustinos en la llamada “puerta de la Tierra Caliente”. En el año de 1540, la Provincia Mexicana de los Padres Agustinos, hizo Priorato a Tacámbaro. El cronista agustino, Fray Mathías de Escobar, en su conocida obra: Americana Thebaida, infiere y señala la siguiente cronología de Priores del Convento de Tacámbaro: Fray Juan de San Román, Fray Diego de Chávez, quien a la vez era Prior de Mechoacán (Michoacán); Fray Alonso de la Veracruz, y en cuarto lugar, Fray Juan Bautista Moya (originalmente, Fray Juan de Moya), agregando el referido cronista, que no se tiene antecedente de que el Padre Moya hubiera renunciado al priorato como lo hizo con el de Tlapa (hoy perteneciente al Estado de Guerrero), Guauchinango (perteneciente al Estado de Puebla), y México (hoy Ciudad de México), desafortunadamente, no dejó una cronología en años de los prioratos.

Es verdad que el Padre Matías de Escobar, no proporciona una fecha ni año exacto del arribo de Fray Juan Bautista Moya al convento de Tacámbaro, y así lo señala en su crónica:

[…] Algunos han juzgado, queriendo dar esta Gloria a Tacámbaro que el primer Prelado que tuvo esta casa fue N.V.P. Fr. Juan Bautista, pero se engañan, como lo prueba claro N.V. Basalenque, porque por este tiempo era N.V. Bautista Ministro Mexicano a que se aplicó luego que llegó de España, yéndose a las crecidas Provincias de Tlapa y Chilapa, no a ser Prelado, sí a administrar para lo cual renunció la Prelacía; después el año de mil quinientos cuarenta y cuatro lo hicieron Prior de Guachinango, que asimismo renunció y se quedó de súbdito en la fundación, después fue Definidor y Prior de México, que también lo dejó de modo que por buena cuenta cuando vino a la Provincia fue el año de mil quinientos 131

cincuenta y tres poco más o menos, y así no pudo ser el primer Prior de Tacámbaro.75

Nótese, que el Padre de Escobar, no está seguro del año de 1553, y por eso señala, en referencia a éste, que es “poco más o menos”; por lo mismo, no se observa gran disparidad entre el año de arribo a Tacámbaro del Padre Moya, respecto del de 1552, señalado por el otro cronista agustino Fray Diego de Basalenque. La propuesta que hacemos de la cronología reconstruida de los eventos (tabla 5), hace inferir que en los inicios de 1552, Fray Juan Bautista Moya, ya se encontraba en Tacámbaro.

Considerando la fundación de pueblos a la usanza española, es decir, con cierto procedimiento o ritual, diversos historiadores, y las fuentes documentales disponibles, permiten inferir y coincidir, en que, aun con la disparidad manejada por los cronistas, respecto del año o años del arribo de Fray Juan Bautista Moya a la Tierra Caliente, el antiguo Phunguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato, hoy Ciudad Altamirano, sin duda alguna, fue fundado por el Venerable Fray Juan Bautista Moya, bajo la advocación de San Juan el Bautista, y desde entonces, muy probablemente en el año de 1552, su nombre primitivo de Pungári-huato, ligado a la deidad de Pungárancha, cambió por el cristianizado de San Juan Bautista Pungaravato. El ya citado Canónigo del clero secular, José Guadalupe Romero, respecto de Pungaravato, señala lo siguiente:

[…] Los padres Franciscanos bautizaron á los indios de Pungarabato [Pungaravato] y Coyuca el año de 1535: permanecieron aquellos pueblos sin ministro hasta el año de 1554, en que el venerable Fr. Juan Bautista, religioso Agustino y último apóstol de la tierra caliente escojió este pueblo [Pungaravato] como centro de sus misiones: a la paciencia y caridad de tan celoso varón debieron estas comarcas su civilización, porque él enseñó a los indios no solamente la religión, sino también las letras y las artes: él abrió los caminos, fundó el hospital y planteo una escuela de música. La iglesia parroquial que hoy existe es la misma que levantó Fray Juan Bautista, una de las mejores de Tierra Caliente por ser las paredes de cal y canto: está cubierta con una enorme tijera, cuyas maderas trajeron los indios en hombros desde partes muy remotas: hecha la iglesia, trazó

75 Ob.Cit. De Escobar, Matías. Americana Thebaida. Balsas Editores, S.A. (1970). Pág. 189.

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la plaza, calles y solares a la manera con que estaban trazadas las de Tiripitío [Tiripetío], según refiere el padre Basalenque”.76

Nótese la posible discrepancia: el Dr. José Guadalupe Romero, señala en sus Noticias para Formar la Estadística del Obispado de Michoacán como año de arribo a Pungaravato de Fray Juan Bautista Moya el de 1554; no obstante, puede tratarse de un error de imprenta, o bien, una imprecisión en el año debido a la lejanía en que dicha obra fue escrita (1860), y publicada en 1862.

Por su parte, el cronista Agustino Fray Diego Basalenque, en su obra: Historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán, del Orden de N.P.S. Agustín, refiere, que el Venerable Fray Juan Bautista Moya, llegó a la Tierra Caliente en 1552, e hizo alto en Pungaravato porque dicho pueblo es el puesto más acomodado para poder acudir a todos los pueblos que tiene en su contorno, y, agrega, que, como Juan Bautista Moya, ya encontró asentada y plantada la fe de Cristo (en la Tierra Caliente y en Pungaravato, esto se debe a la labor previa de los Padres Franciscanos y Agustinos), por cuenta del insigne varón corría el regarla y cultivarla.77

Se reitera: si nos atenemos a la cronología desarrollada en las anteriores tablas (4 y 5), es muy probable, que Fray Juan Bautista Moya, ya estuviera en Tacámbaro (la llamada puerta de la Tierra Caliente), en 1552, enfilándose ese mismo año hacia la Tierra Caliente, concretamente hacia Pungaravato como refieren los cronistas. Las fuentes documentales actuales, nos permiten inferir que, cronológicamente, su labor pastoral y misional, la realizó en etapas; primeramente, en los pueblos circunvecinos de Pungaravato, tomando como eje de acción este pueblo, y luego, hacia otras regiones como la Costa Chica, pero siempre, estableciendo la sede de su labor evangelizadora en el viejo Pungaravato, luego, San Juan Bautista Pungaravato.

Tampoco se puede descartar, que el Padre Moya, antes de llevar a cabo actividades fundacionales de pueblos, con traza de calles, construcción de iglesias y hospitales en la Tierra Caliente, previo, haya realizado visitas de

76 Ob. Cit. Romero, José Guadalupe Dr. Noticias para Formar la Estadística del Obispado de Michoacán. Imprenta de Vicente García Torres, (1862), Pág. 142. 77 Moreno, Heriberto. Los Agustinos, Aquellos Misioneros Hacendados. Diego de Basalenque. Secretaría de Educación Pública, (1985). Pág. 90. 133 evangelización, quizá exploratorias, para luego, conocido el terreno, determinar que Pungaravato sería su base pastoral por ser un sitio estratégico.

Por lo mismo, no se puede saber con precisión cuándo fue fundado San Juan Bautista Pungaravato, siguiendo los patrones de fundación españoles, pero, según el ya citado cronista Agustino Fray Diego de Basalenque:

[…] Trato luego el P. Joan de poner policía en los pueblos que reduciéndolos a pueblos que no tenían formados, ni la tierra es muy aparejada para esto; pero en el mejor modo que pudo, los compuso, y formó vecindades; primero en Pungaravato, donde para el culto divino, ordenó que se hiciese una iglesia muy buena, la cual hizo de cal y canto, que es lo primero y último que en aquellas tierras se ha hecho de aquel arte por no haber disposición de materiales; cubrióla de tijera que parece otro mayor imposible, pues de muy lejos se llevan las maderas, y éstas en hombros de indios. Hecha la iglesia, compuso la doctrina y la administración de los sacramentos, al modo que estaba puesta en Tiripetío y Tacámbaro, que en ese tiempo no teníamos otras; …” 78

Fray Matías de Escobar, en su ya multicitada Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, señala que: la primera fundación que hizo (el Padre Moya) fue en Pungaravato, y agrega el cronista agustino, que Fray Juan Bautista Moya: Ordenó hacer y aun levantó una iglesia de cal y canto primera y última de aquella tierra ( en la Tierra Caliente) pues no se ha hecho otra hasta hoy, reliquias pueden ser aquellos cantos, pues los más levantó con sus manos este Ministro, él era el maestro de la obra; también indica que el Padre Moya, hizo un pequeño convento unido a la iglesia, cuyos cimientos, hoy se atienden dulces memorias para los que hoy dichosos lo ven; estrechísimos embudos parecen las celdas, cimientos de hornos los juzgará cualquiera a la vista, tales son de pequeñas,

78 Ob.Cit. Rubí, Alarcón Rafael. Comunidades Indígenas, Siglos XVI y X V I I , del Centro y la Montaña de Guerrero, Pág.91, recuperable en: http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn23/418.pdf . Cuando se habla de “poner policía”, se hace referencia combatir la idolatría congregando a los indígenas en un pueblo específico. Salvo fuentes documentales históricas, con cautela, es posible afirmar: que el primer pueblo que el Padre Moya fundó en la Tierra Caliente fue Pungaravato; del mismo modo, que la primera iglesia de cal y canto como lo refiere el Padre Basalenque, fue, precisamente, la de Pungaravato. No tengo a la mano, prueba documental o edición libresca, que señale, que en la Tierra Caliente, los Padres Franciscanos o los del clero secular hubieran construido previo al Padre Moya, iglesia igual.

134 crisoles de piedras en que sin duda como oro, y plata de dios, se purgaban aquellos sacerdotes primeros hijos de Levi.79

No tengo referencia o documento colonial alguno, que señale, que el Padre Moya, aparte de la iglesia de Pungaravato, erigida bajo la advocación del Juan el Bautista, haya construido con sus propias manos otras en la Tierra Caliente. No obstante, se encuentra documentado en las narraciones de los cronistas agustinos ya señalados, que, derivado de sus visitas doctrinales, dirigió y levantó otras con la ayuda de los naturales de cada pueblo: Coyuca, Tlapehuala y Zirándaro.

El ya citado cronista agustino Fray Juan González de la Puente, hace una descripción de los indígenas de Pungaravato, en su contacto con el Padre Moya:

[…] Cuando el Padre Fray Juan Bautista hizo la primera entrada en estas remotas e incultas tierras de Pungaravato, estaban los indios de ellas tan rudos, tan montaraces y brutales, que no sólo huían de las gentes,80 pero estaban todavía en las quebradas y montes sin querer bajar a los llanos. Pues esta gente ruda y por desbastar, la fué este bendito fraile enseñando y desbastando poco a poco hasta formar a Cristo en ellos, como dice San Pablo, exercicio [ejercicio] que tiene su promesa en Isaías. También fué grandísima la reverencia y sujeción que aquellos gentiles tuvieron al Padre Fray Juan Bautista, pues no sólo los trajo a poblado, sino que quebrantándoles los ídolos, y haciendo polvo aquellas imágenes vanas, a quienes adoraban por su Dios, se hecharon [echaron] a sus pies, y le estaban tan sujetos como si fueran mansas ovejas. Acción tan grande que parece más milagrosa que humana, porque la adoración de los ídolos en la gentilidad ha sido tan poderosa, que por ella ha habido encuentros, guerras crueles, grande efusión de sangre humana […] 81

79 De Escobar, Mathías Fray. Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, 1729. Impresa por Fray Manuel de los Ángeles Castro, (1924). Pág. 126. Se hace referencia a los misioneros del clero regular que de Tiripetío venían a evangelizar a Pungaravato; luego, serían los del clero secular. 80 Se encuentra documentado históricamente, que los indígenas, para no ser explotados o esclavizados por los encomenderos españoles, se remontaban a cerros y lugares inhóspitos, y desde este marco de referencia, hay que entender su recelo. 81 Ob. Cit. Gómez, de Orozco. Crónicas de Michoacán. Universidad Nacional Autónoma de México. Biblioteca del Estudiante Universitario 12 (1940). Pág. 95. 135

En la tradición etnológica 82 de los Pungaravatenses-Altamiranenses, y los eventos trasmitidos oralmente por los antepasados, se sabe y reconoce, que el gran evangelizador y fundador de San Juan Bautista Pungaravato, fue el Venerable Fray Juan Bautista Moya.

Así, sobre la base de la cronología propuesta que se ha elaborado (tabla 5), es posible, que el antiguo San Juan Bautista Pungaravato, haya sido fundado, no obstante de ser una república de indios, pero siguiendo cierto procedimiento español para fundar pueblos, probablemente en mayo o junio de 1552.

El anterior lapso de tiempo puede tener cierta lógica o congruencia, si nos atenemos a que el antiguo Pungaravato, fue consagrado bajo la advocación de Juan el Bautista, cuya fiesta religiosa y la mayor del pueblo de Pungaravato, se celebra precisamente, cada 24 de junio, fecha en la que los Pungaravatenses y luego, Pungaravatenses-Altamiranenses, desde tiempos inmemoriales, vestidos mayormente de rojo, quizá para recordar paralelamente, el nacimiento y sacrificio por decapitación de Juan el Bautista, de manera tradicional, iban, originalmente al cerro de Pungaravato para recordar y conmemorar dicho evento, no exento de que también fuera un día de campo y de convivencia social entre los de Pungaravato. Entonces, no resultaría descabellado suponer, que Pungaravato pudo haber sido fundado y puesto bajo la advocación de Juan el Bautista, un 24 de junio, probablemente, de 1552.

Tal posibilidad, tiene cierta solidez, si nos atenemos a la crónica del ya citado agustino Fray Juan González de la Puente, quien narra que:

[…] Salió del Convento de Tacámbaro el Padre Fray Juan Bautista algunos días antes de la Cuaresma para administrar aquellos pueblos de Pungaravato, a donde había de asistir, como asistió a toda ella, porque era mucha la gente que había de confesión, y mucho lo que había de andar, para cuyo viaje y jornada, que por lo menos fue de cincuenta días; 83

82 La Etnología, estudia a los pueblos en todos sus aspectos, en todas sus dimensiones: culturales, sociales, económicas, etcétera. 83 Ob. Cit. Gómez, de Orozco. Crónicas de Michoacán. Universidad Nacional Autónoma de México. Biblioteca del Estudiante Universitario 12 (1940). Pág. 96.

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Según la tradición cristiana, la Cuaresma, se celebra desde el siglo IV; la fecha es variable, pero se realiza dentro de los primeros meses del año. Así, considerando que el Padre Moya pudo haber utilizado para llegar a Pungaravato, “cuando menos cincuenta días”, reitero mi propuesta de que San Juan Bautista Pungaravato, pudo haber sido fundado en mayo o junio de 1552, aunque dado el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, que conmemora a Juan el Bautista el 24 de junio, considero, esto pudo haber pasado un 24 de junio de 1552.

Inicialmente, según refieren sus biógrafos, “El Apóstol de la Tierra Caliente”, al tomar sus hábitos, originalmente, se llamaba Fray Juan de Moya y Valencia, que es el que no prefiero manejar en el presente trabajo; luego, quizá guiado por su celo evangelizador, se puso o agregó el de Bautista. Cabe inferir, que el Padre Moya, probablemente, consagró a Pungaravato, como San Juan Bautista Pungaravato, para recordar el nacimiento de Juan el Bautista, que, según la tradición católica, se conmemora el 24 de junio, en tanto que su martirio y decapitación, se recuerda el 29 de agosto.

Lo importante, trascendente e indiscutible dadas las fuentes coloniales existentes, es que designó y puso al viejo Pungaravato, bajo la advocación del santo patrono que Moya asumió como nombre propio en su labor evangelizadora, agregándole al pueblo en nombre que precisamente, él eligió para cristianizar, es decir, el de Juan el Bautista; luego entonces: San Juan Bautista Pungaravato.

Salvo alguna fuente documental histórica sólida, de lo que no hay duda, es que, el viejo Phunguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato, consagrado luego bajo la advocación del Juan el Bautista: San Juan Bautista Pungaravato, según lo refirieren los historiadores y cronistas, siguiendo cierta usanza o ritual español que a continuación se procede a describir, fue el primer pueblo fundado en la Tierra Caliente por el Venerable Fray Juan Bautista Moya.

También cabe la posibilidad de que, una vez que el Venerable Fray Juan Bautista Moya, fijó o designó a Pungaravato como su centro misional en la Tierra Caliente, lo consagró como San Juan Bautista Pungaravato, porque, Juan el Bautista, en su tiempo, fue el encargado de anunciar “el reino de dios”, y, el Padre Moya, también en su tiempo histórico evangelizador, tenía la enorme función de llevar esa misma buena nueva a los naturales de la Tierra Caliente en general y de manera particular a los de Pungaravato por su acendrada idolatría.

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Ahora bien, se dice que San Juan Bautista Pungaravato fue fundado por el Padre Moya, siguiendo cierta usanza española, porque, el modelo de colonización-evangelización, se basó en el encomendero y los evangelizadores, quienes asumían la responsabilidad político-religiosa, que debían al Rey Español; los caciques locales, fungían como garantes de que en sus respectivos pueblos de indios (o repúblicas de indios), se consolidaran sus “doctrinas” que es como se llamó comúnmente a las iglesias locales por parte del clero regular o mendicante (Franciscanos y Agustinos).

El procedimiento ordinario, consistía en que en el pórtico de la capilla abierta (como la existente en la iglesia del antiguo Pungaravato), que encabezaba el atrio del pueblo, en una ceremonia solemne de orden religioso, asistía el encomendero (o su apoderado calpixque), flanqueado por algún fraile, mediante lo cual, dejaban testimonio de que en ese pueblo quedaba establecida una “doctrina”. Este procedimiento de fundación de doctrinas fue el modelo a seguir, ya que, en cada uno de esos pueblos, se erigía o designaba un lugar privilegiado como “cabecera de doctrina” y desde ahí se organizaba la administración eclesiástica de toda el área de la cual dependía el pueblo, es decir, la de todos sus “sujetos” o “visitas”.84

Otra información que permite inferir que el Padre Moya fundó San Juan Bautista Pungaravato, es que en el área de Michoacán, como apunta el ya citado Bernardo García Martínez, los curas diocesanos (los del clero secular), en su labor de evangelización, siguieron un patrón más disperso y sin apegarse al modelo del atrio (seguido por los frailes de las ordenes mendicantes, Franciscanos y Agustinos), y establecieron la mayoría de sus doctrinas, que secularmente prefirieron, quizá para diferenciarlas, llamarlas “partidos” o “curatos”; esto, primeramente sucedió en las regiones serranas y las tierras bajas de Michoacán, luego en la Tierra caliente.

Según los cronistas e historiadores, el Venerable Fray Juan Bautista Moya, sin descuidar su labor misional en otros pueblos de la región, permaneció asentado entre los indios de Pungaravato, en un periodo que va de1565 a 1567, desde donde salía a realizar sus labores de evangelización. Nada igual sucedió con algún otro pueblo de la Tierra Caliente, salvo Zirándaro, en donde según se narra por sus biógrafos, permaneció por algunos meses, sin que se pueda precisar cuántos.

84 García Martínez Bernardo. La Implantación Eclesiástica en la Nueva España, Revista de Arqueología Mexicana, Vol. XXI. Núm. 127, mayo-junio 2014, Págs. 44, 45 y 46.

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También refiere el cronista agustino Fray Mahtías de Escobar y Llamas, que desde Pungaravato, el Padre Moya salía a recorrer las visitas de Coyuca, Tlapehuala y Taganguato (Tanganhuato); posteriormente, pasaba a Cutzamala siguiendo el curso hasta Ajuchitlán, último pueblo de las doctrinas de Tierra Caliente. Se dice, que el Padre Moya, volvía a pasos agigantados visitando entonces las doctrinas de Sirandaro (Zirándaro), Huetamo, Cuseo (el antiguo Cutzio), Carácuaro, Nocupétaro, Purungueo y Turicato, llegando todavía en este vertiginoso ascenso hasta Tusantla (Tuzantla) y Tiquicheo.85

El propio Mathías de Escobar, en la misma Americana Thebaida, Vida de los Religiosos Agustinos Ermitaños, a páginas 100-101, refiere los esfuerzos del Padre Moya, por edificar iglesia y convento en Pungaravato y Tuzantla; en el primer caso, sólo se logró establecer estructura sin torres ni techumbre sólida de la actual Catedral de Ciudad Altamirano, que, originalmente fue cubierta con tijera de madera, como también lo refiere el ya citado cronista agustino Fray Diego de Basalenque.

Si se acepta que las cosas no son casuales o fortuitas, desde el inicio de la evangelización por los Agustinos en la Tierra Caliente, se identificó la importancia de misionar tomando como referente a Pungaravato, y así lo señala el cronista agustino Fray Diego de Basalenque, quien hace referencia que Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, en su labor misional (1540-1543): tomaron el camino que conduce a mano izquierda y se dirigieron rumbo a Nocupétaro y Pungaravato, narrando en su crónica, que estos dos apóstoles llegaron hasta Ajuchitlán.

Quizá, el referente evangelizador de Pungaravato por parte de los Padres Agustinos, tenga que ver, con la resistencia y acendrada religiosidad pagana de los naturales de Pungaravato, que había que vencer para “apartarlos del demonio” (de la idolatría); hay que recordar, que en la Relación de Ajuchitlán, levantada en 1579, los naturales declararon que, el nombre de Pungaravato, se debía a que en dicho lugar se encontraba el ídolo PUNGARENCHA, como lo asienta el escribano español, y que según la Relación de Michoacán, se le identifica con cualquiera de estos tres nombres: PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, como el “dios de la guerra” entre los phorhépechas, de donde cabe la posibilidad de que Pungaravato, fuera un centro

85 De Escobar y Llamas, Fray Mathías. Americana Thebaida, vida de los religiosos Agustinos ermitaños, Pág. 100. La obra fue escrita en 1724, pero se publicó después de obtener las autorizaciones episcopales hasta 1729. 139 religioso de cierta relevancia para este pueblo, de ahí la importancia de tomarlo como punto de evangelización.

Sea cuáles hayan sido, las razones o argumentos que los evangelizadores Agustinos tomaron desde sus inicios a Pungaravato como uno de sus referentes de su misión evangelizadora en la Tierra Caliente; sea cuáles hayan sido las que tuvo el Venerable Fray Juan Bautista Moya, para establecer en ese pueblo su centro misional, lo que no se puede negar, es que, desde el inicio de la colonización española y durante tres siglos de la colonia, el primitivo Pungaravato, San Juan Bautista Pungaravato, Pungarabato, tuvo para los Padres Agustinos de la orden regular mendicante, y luego para el clero secular, según lo refieren los cronistas e historiadores, una importancia evangelizadora y religiosa estratégica.

Por eso, es de entenderse, que, dados los antecedentes de evangelización en la Tierra Caliente, cuyo centro de difusión, sin duda alguna, fue el pueblo de San Juan Bautista Pungaravato, y, dado que el Venerable Fray Juan Bautista Moya, eligió al viejo Pungaravato (Phunguári-huato), como su centro de operaciones evangelizadoras; quizá, atendiendo a esta base histórica estrictamente religiosa, el 27 de octubre de 1964, mediante la Bula Pópulo Dei, su Santidad Paulo VI, estableció la sede del Obispado en Ciudad Altamirano, por siempre, el viejo San Juan Bautista Pungaravato, y, tras su erección canónica el 16 de agosto de 1965, tomó posesión su primer Obispo Monseñor Juan Navarro Ramírez (1965-1970), consagrado como tal el 17 de agosto de 1965, quien ante su sentida muerte el 18 de agosto de 1970, fue sepultado en el lado izquierdo del altar mayor de la Catedral de Ciudad Altamirano, Gro.

Por todo lo anterior, en la memoria de los Pungarabatenses-Altamiranenses, en su historia religiosa, está llena desde ayer hasta hoy, y quizá por siempre, el recuerdo y gratitud hacia su ilustre fundador, el Venerable Fray Juan Bautista Moya, cuya memoria y fama de santidad han pasado de generación en generación y están frescas en las mentes y corazones de los habitantes no sólo de Pungaravato-Ciudad Altamirano, sino de los moradores de la Tierra Caliente.86

86 Padres Agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de México y de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán. Los Agustinos en México Ayer y Hoy. Impresos Nacionales, S.A. de C.V., (1994). Pág.77. Por cierto, en esta obra, sin mencionar algún otro pueblo de la Tierra Caliente, únicamente se hace referencia a Pungarabato (Pungaravato), como fundación Agustina.

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Existe, una investigación de campo, por demás interesante, en relación con la creación de una “iglesia”, previa a la que construyera el Padre Moya de cal y canto, que hoy ocupa la actual catedral del Obispado de Ciudad Altamirano, en la cual se hace la siguiente descripción:

[…] El templo por su antigüedad es considerado como un lugar histórico, el antecedente más remoto que se tiene corresponde al año de 1533, cuando al estar escarbando para reforzar los cimientos de la torre sur, el maestro Silvino Hernández, encontró una lápida de piedra como de 0.50 cm. con una cruz en alto relieve, rematada en cada uno de sus extremos por una especie de trébol, símbolo de los franciscanos y al calce el año de 1533 (desafortunadamente se extravió), año coincidente con las fechas que anduvieron los frailes franciscanos por la Tierra Caliente.87

Como se ha mencionado en la presente obra, en el Capítulo Franciscano de 12 de julio de 1528, celebrado en Huejotzingo, Puebla, se acordó enviar un mayor número de evangelizadores a Michoacán; y, se encuentra documentado, que la mayor labor de fundación de iglesias y conventos sólidos de cal y canto de los Padres Franciscanos, ocurrió entre 1533 y 1535, pero en las partes templadas y de mayor acceso en el Obispado de Michoacán; no que se sepa en la Tierra Caliente, ni específicamente en Pungaravato.

Iglesia trazada y estructurada con hechuras de cal y canto, salvo documentación histórica, en los inicios de la evangelización de la Tierra Caliente por los Padres Franciscanos, sólo la hizo años después en Pungaravato, el Venerable Agustino Fray Juan Bautista Moya.

Ahora bien, también se encuentra documentado, que los Padres Franciscanos y los Agustinos, en su labor evangelizadora, trataban de bautizar al mayor número de indígenas y para afianzar sus visitas levantaban “iglesias” que en un inicio, no eran más que humildes jacales hechos de materiales endebles.

He buscado, en la obra de Fray Pablo Bealmont, en su Crónica de Michoacán, quién o quiénes pudieron ser los evangelizadores franciscanos que inicialmente tuvieron contacto con la Tierra Caliente. De igual forma lo he hecho en otras

87 Espinosa, Quiroz José de Jesús y Víctor Manuel Arias Castillo (2002). Monografía del Municipio de Pungarabato. H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Guerrero, Págs. 276 y 277. 141 fuentes, y he encontrado que después del Capítulo Franciscano (12 de julio de 1528), vinieron a Michoacán: Fray Antonio Ortiz, con el título de Predicador, que acababa de llegar en la segunda barcada de misioneros franciscanos, el lego Fray Andrés de Córdoba, uno de los doce, y que, probablemente también vino, Fray Diego de Almonte o de Santa María, y Fray Ángel de Salcedo o de Valencia, cuya labor evangelizadora en lo que fueron los dominios del Irecha phorhé, ha quedado escondida en la penumbra de la historia; Fray Martín de la Coruña, vino como Guardian Superior del Convento de Mechoacan o Tzintzunzan. Luego, en su labor evangelizadora, se cambió el nombre por Fray Martín de Jesús.

Fray Andrés de Córdoba, misionó en la Nueva Galicia (Jalisco y Colima), y juntamente con Fray Juan de Padilla, estuvo presente en la fundación de Culiacán por Nuño de Guzmán en 1531. Fray Antonio Ortiz, estuvo en Michoacán muy poco tiempo, pues en 1529 predicó en México, un sermón en contra de los abusos de Nuño de Guzmán, razón por la cual fue arrojado con violencia del púlpito por los esbirros de éste. Después, fue guardián del convento de México y luego regresó a España. Excluyendo a Fray Martín de la Coruña (de Jesús), nos quedan, como probables pioneros evangelizadores franciscanos en la Tierra Caliente y en Pungaravato: Fray Diego de Almonte o de Santa María, y Fray Ángel de Salcedo o de Valencia de cuya labor evangelizadora poco se conoce.88

No obstante, no se puede ni se debe descartar la posibilidad de que Fray Martín de la Coruña (de Jesús), haya misionado en Pungaravato y en los pueblos de la Tierra Caliente; esto, si nos atenemos a lo dicho por el cronista franciscano Fray Alonso de la Rea, quien, en su Crónica de la Orden de N. Seráfico P.S. Francisco, Provincia de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacán en la Nueva España, refiriéndose a Fray Martín de la Coruña (de Jesús), señala lo siguiente:

[…] Siempre anduvo descalzo entre guijas y pedernales, trepando montes y trasegando sierras, con la agilidad que un espíritu, que juzga las leguas por imaginarias; y así atravesó la una y otra provincia, con el denuedo que el sol, corriéndolas sin parar, hasta que demarcó las 360 leguas de longitud89 y las 150 de latitud, que son las que contiene tan numerosas poblaciones.

88 Rodríguez, Fray Vicente. Fray Martín de la Coruña. Fundador de la Iglesia en Michoacán. Ediciones Franciscanas (1985), Pág. 21. 89 Con cautela en el dato, hay que considerar que una legua equivale a 4.82803 km.

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Y en otro apartado de su crónica, el Padre de la Rea señala:

[…] Quedó con esto la gran ciudad de Tzintzuntzan y sus moradores con la serenidad que suele el cielo después de una gran tormenta, limpia de las nieblas del error y del engaño de la idolatría, con que el santo fundador [Fray Martín de la Coruña o de Jesús] levantó iglesia, erigió altares y administró los sacramentos; quedando la fe asentada en todo Mechoacán y Xalisco.90

El cronista de la Rea, asienta que la fe quedó asentada “en todo Michoacán”, siendo probable, por lo tanto, que Fray Martín de la Coruña o de Jesús, haya misionado en Pungaravato y en la Tierra Caliente, parte integrante de lo que en aquél entonces, era el señorio phorhé-uacúsecha o Mechoacán.

Entonces, si se acepta la versión derivada del trabajo de campo (entrevista) realizada por los autores de referencia, es muy probable, que, en 1533, Fray Diego de Almonte o de Santa María, o bien, Fray Ángel de Salcedo o de Valencia, o ambos, sin descartar a Fray Martín de la Coruña o de Jesús, derivado de sus probables y desconocidas correrías evangelizadoras por la Tierra Caliente, se haya erigido una primitiva y humilde iglesia en Pungaravato, que al igual que en otros pueblos, eran el referente geográfico de las “doctrinas” y “visitas” de evangelización, pero no necesariamente implica, que se hubiera realizado un acto fundacional de pueblos siguiendo el procedimiento español que ya se ha descrito en el presente trabajo.

Considerando el año de 1533, entonces, resulta improbable, pero no se descarta, que el misionero franciscano Fray Pedro de las Algarrovillas, quien, según los cronistas franciscanos, como es el caso de Fray Diego de Muñoz, sostiene que misionó en el Mar del Sur, Zacatula y Motines, haya sido el fundador de humildes iglesias de “doctrina” en la Tierra Caliente, quien tomando como punto de partida el convento de Uruapan fundado en 1535, se dice, evangelizó en dichos lugares.

Una última precisión en este apartado: cotidianamente se suele afirmar que la iglesia de San Juan el Bautista, la actual catedral de Ciudad Altamirano, Gro., data de 1552 o 1554; lo cual, no es exactamente preciso. Si se acepta que el

90 De la Rea, Fray Alonso. Crónica de la Orden de N. Seráfico P.S. Francisco, Provincia de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacán en la Nueva España. El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Teixidor (1992), Págs. 102 y 105. 143

Padre Moya arribó a Pungaravato en 1552, resulta probable, que haya iniciado la construcción de la iglesia de “cal y canto” en ese mismo año, pero es imposible, que se hubiera concluido en ese mismo lapso. Si se recurre a los censos, relaciones o informaciones, mostrados en el presente trabajo, se puede inferir, que por el tributo en mano de obra que en las minas debían cubrir los indios de Pungaravato y por el número de tributarios existentes en el pueblo que era una “República de Indios”, se puede llegar a cierta conclusión de que, la iglesia sin techumbre sólida, se construyó en el transcurso de los años, y muy probable es, que no dejó de trabajarse en ella, hasta la partida y muerte del Padre Moya un 20 de diciembre de 1567, en Valladolid, hoy Morelia. Lo cierto es, que su estructura primitiva al igual que su hospital, sí son del siglo XVI, excepto su techumbre sólida; y cierto también es, que fue la primera de “cal y canto” en la Tierra Caliente, como refieren los cronistas agustinos y otros prelados del clero secular. La siguiente, es una imagen de Fray Juan Bautista Moya, fundador de San Juan Bautista Pungaravato, que recuerda el prodigio (o mito) narrado por los naturales de Pungaravato, de haber cruzado el Rio de las Balsas en el lomo de un caimán.

Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924, Pág. 129.

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Como se ha dicho, el Venerable Fray Juan Bautista Moya, fundador de San Juan Bautista Pungaravato, murió un 20 de diciembre de 1567, en la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, Michoacán, y sus restos fueron depositados en la Iglesia de San Agustín. No puedo precisar, si la fotografía que muestra sus restos, trozos de su hábito, su sombrero, su Ostiario y su Patena91 de estaño, corresponde a 1923 o 1924, años en que, probablemente, esas reliquias se encontraban expuestas en dicho lugar.

Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924, Pág. 439.

Como he mencionado, la iglesia de Pungaravato, de cal y canto, fue iniciada en su construcción por Fray Juan Bautista Moya, probablemente en 1552, pero, considero, que su acabado se fue dando a través de los siglos, y en algunos casos, tuvo que ser reconstruida debido a cuando menos, dos incendios

91 La patena, es un plato metálico pequeño, de oro o plata, en donde se coloca o deposita la ostia consagrada en la liturgia católica. La del Padre Moya, era humilde, de un metal tan humilde como el estaño. 145 documentados hasta 1729 y narrados por el cronista agustino Fray Mathías de Escobar. No obstante lo poco legible de la siguiente fotografía tomada también entre 1923 y 1924, esta imagen difusa, nos ayuda a comprender y a tener una idea, de cómo era la primitiva iglesia de San Juan Bautista Pungaravato en sus orígenes constructivos. En la imagen, se observa el perfil de la construcción de “cal y canto”, sin las torres actuales, y a la derecha, algo que sugiere una “Cruz de Mayo”, sitio donde según la tradición, se encuentra enterrado el báculo (cayado) del Padre Moya, y la base del atrio abierto todavía sin concluir en sus remates o adornos, además de un transeúnte Pungaravatense.

Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924, Pág. 127.

Es muy probable, que la techumbre en madera de la primitiva iglesia de San Juan Bautista Pungaravato, haya sido muy similar (quizá igual) a la de Carácuaro, cuya techumbre es de tijera de madera cubierta con teja, también, según la tradición, obra del Padre Moya, y en donde se venera la imagen del Señor de Carácuaro, al cual recurren muchos calentanos en sus necesidades.

En suma, considerando que Pungári-huato, Pungarahuato, Pungaravato, Pungarabato hoy en día, ya existía, (lo crearon y colonizaron como su asentamiento prehispánico permanente los phorhés-uacúsecha de la región

146 lacustre), lo que el Padre Fray Juan Bautista Moya fundó siguiendo cierto procedimiento hispánico, con traza similar a la de Tiripetío, fue: San Juan Bautista Pungaravato.

Siguiendo el modelo evangelizador y social de Don Vasco de Quiroga, acorde con los cronistas ya citados, las diversas fuentes documentales históricas, hacen inferir (y hay referencia documental de la existencia de estos hospitales), que Fray Juan Bautista Moya, al menos en la cabecera eclesiástica de Pungaravato, a mediados del siglo XVI, fundó hospital en San Juan Bautista Pungaravato, en Santa Lucía Coyuca, en Asunción Acatzécuaro (Tlapehuala), y en Santiago (Apóstol) Tanganhuato.

12. San Juan Bautista Pungaravato en 1579.

La Relación Geográfica (RG), en realidad, Relación y Memoria de Ajuchitlán, Cabecera del Corregimiento, editada por René Acuña, en sus Relaciones Geográficas del Siglo XVI: Michoacán, fechada el 10 de octubre de 1579, y levantada en su tiempo por el corregidor don Diego de Garcés, asistido por su hijo del mismo nombre, por Antonio de Rodas interprete en las lenguas cuitlateca y tarasca (phorhé), y por los más viejos naturales de “mayor entendimiento”, cuyo corregimiento además de la sede Ajuchitlán, incluía las cabeceras de Cuzamala (Cutzamala), Pungaravato y Coyuca, y en acatamiento de describir este territorio novo hispano del Obispado de Michoacán, en la pregunta 11, se señala de Pungaravato:

[…] Pungaravato dista de Ajuchitlán seis leguas, el dicho pueblo abajo, al noreste y a una legua de Coyuca. Tiene siete sujetos que son: San Gerónimo, el rio en medio, como Sevilla y Triana; Tiringueo, a cuatro leguas, Santa Catalina, a cuatro; Ziringueo [¿Son lo mismo Tiringueo que Ziringueo?], a 147

tres; Acasequaro,92 a cuatro, Sirandarillo,93 a cinco; Amaquareo, a cinco. Y en todos ellos y la cabecera, hay quinientos y cuarenta y nueve tributarios.

Por otra parte, al desarrollar la pregunta 17, el corregidor don Diego de Garcés, en relación con los pueblos de su corregimiento (Ajuchitlán, Cutzamala, Pungaravato y Coyuca), y describiendo la tierra, la narra de la siguiente manera:

[…] Es más sana q[ue] enferma, aunq[ue] no hay en toda ella indios muy viejos, como los hay en otras partes. Y las enfermedades della son viruelas, tabardete, 94 cámaras de sangre y pechugueras, que saltan, a veces, en dolor de costado. No saben remedio, sino irse a bañar a los ríos con q[ue] acaban más en breve la vida; y no se quieren persuadir a que aq[uello] les mata, por el mucho y antiguo uso q[ue] tienen de andar siempre en el agua, desde q[ue] nacen hasta q[ue] se mueren.

También interesante, es la información recabada en la pregunta 33, en la cual, se asentó por el referido corregidor lo siguiente:

[…] Hay muy poca, o casi ninguna contratación de españoles en toda esta jurisdicción, sino es al tiempo del NACAZCOLOTL, atrás contenido, capítulo veinte y dos. Húbola los años pasados, mucha; hase perdido de todo punto. Los indios acuden a la costa de Zacatula a trabajar algunos días, para ganar algún dinero y cacao q[ue] que traen de allá, que es tierra

92 La actual Tlapehuala. Sobre su significado toponímico, probablemente, Acatzequaro deriva de “acuitze” que significa, “serpiente en general”, esto, según el Vocabulario en Lengua de Mechuacan, de Fray Maturino de Gilberti, y, “kuarhe” (quaro), se (reflexivo); y -o, en, lugar de, donde, sitio, sufijo determinativo de lugar. Ver, por ejemplo, la toponimia de Tangancícuaro. Consultando el Diccionario de la Lengua Náhuatl de Eduardo César Portugal Carbó, encuentro, que, Tlapehuala, se relaciona, con los vocablos del náhuatl: “tlapetlaualli”, tlapetlaualoni y tlapetauani, todos, relacionados con el término “petlaua”, que, significa, pulidor o bruñidor; ahora bien, los bruñidores, son instrumentos de metal (actualmente) o de piedra (usados por los antepasados) que sirven para pulir un cuerpo luciendo las desigualdades o asperezas que se tiene en la superficie; de donde, atendiendo a versiones etnográficas de los propios Tlapehualenses, que identifican el origen de este entrañable poblado como “pueblo que vive de la piedra”, es muy probable, que la actual Tlapehuala, signifique, “lugar de bruñidores”, “lugar donde se realizan bruñidos” (en la piedra), cosa que por cierto, es coincidente con la laboriosidad y destreza artesanal de los actuales Tlapehualenses, aunque plasmada en otros materiales como la palma. 93 Zirandarillo, sostiene René Acuña, es un hibrido de tarasco (phorhé) y español, puesto que: sirándaro (Zirándaro): significa lugar de amates.

94 Es un tipo de tifus, traído por los españoles.

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dello, y llevan chile y pepita, y gallinas y jícaras y mantas de algodón y mantas de otras cosas; y, a Mechuacán, llevan algodón a vender, y van a trabajar a las minas de Sultepeq[ue], y, de lo dicho, tienen dinero para su tributo. Y a la costa van de mejor gana q[ue] a ninguna otra parte, por ser tierra de cacao. Pagan su tributo, los de Ajuchitlan, Coyuca y Pungaravato, en dineros y maíz, y los de Cuzamala [Cutzamala], en algodón hilado.

Queda claro, que los de Pungaravato y otros pueblos calentanos, tenían una relación social y económica con Mechoacán (Michoacán), la sede que fuera de su imperio; con Zacatula, y que se empleaban en las minas de Sultepec, pueblo importante colonial, hoy perteneciente al Estado de México en donde se producía oro y plata.

Acorde con la política de integración multicultural y étnica seguida por el Imperio Phurhé, al arribo de los españoles, Pungaravato observaba naturales hablantes de cuitlateco y chontal, aunque la lengua franca era la phurhépecha.

13. Padrones de censo de Pungaravato 1682 y 1683.

Los padrones de censo son testimonio de información que los clérigos de cada parroquia y doctrina enviaban, a su requerimiento, al Obispo de la Diócesis de Michoacán. De la información recabada, es emocionante, descubrir y confirmar, cómo a través de los siglos, la mezcla racial y, seguramente cultural del Pungarabatense (Pungaravatense), y, en general del calentano se fue amalgamando para desembocar en lo que ahora son racial, física y culturalmente los terracalentanos; es decir, producto de genes españoles, indígenas, negros e indígenas filipinos. Con fascinación, en estos padrones, se descubren las raíces del Pungaravatense-Altamiranense contemporáneo, sustentadas en los antepasados ancestrales.

Hay evidencia documental, de que los clérigos encargados de recabar tan laboriosa información, no lo hacían con gran entusiasmo; más bien, buscaban eludirla. Fue durante el ejercicio pastoral del Obispo Sr. Francisco de Aguilar y Seixas (1678-1680), y en los cinco años siguientes (1680 a 1685), que abarcan la sede vacante y los dos primeros de ejercicio pastoral del Obispo Juan de Ortega Montañés, en que se elaboraron los padrones del Obispado de Michoacán que hasta ahora sobreviven, en el “Archivo Histórico Manuel Castañeda Ramírez”, en la Casa de Morelos, en la ciudad de Morelia, Michoacán. 149

Para entender el contexto de la mezcla racial, de la composición genética de la población de Pungaravato, que no difiere de la de los pueblos de la Tierra Caliente, resulta orientador, contrastar la información recabada en dicho periodo, en algunos de sus pueblos.

Tabla 7. Composición de la población de algunos partidos de la Tierra Caliente, del Obispado de Michoacán, en 1680-1683, atendiendo al número de personas de confesión: de 7 años hacia adelante.

Partido Indios Españoles Mestizos Negros Mulatos Otro Total Ajuchitlán 483 10 3 0 129 0 625 Cutzio-Huetamo 735 127 36 3 95 6 6 913 Cutzamala 184 4 33 0 19 0 240 Pungaravato 339 30 17 45 0 0 431 Zirándaro 547 35 25 2 9 0 618 Fuente: Elaboración propia con información recabada de Alberto Carrillo Cázares, en su obra, Partidos y Padrones del Obispado de Michoacán 1680-1685. El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán. (1996). Págs. 285, 348, 349, 352, 353,357, 358, 359 y 365.

Como se observa, en este periodo de tiempo, la composición racial del calentano, se encuentra configurada con indígenas, europeos, negros y otro(s); con el término de “otro”, se solía identificar a los habitantes de origen filipino, que arribaron a la Nueva España por Acapulco en la Nao de China; precisamente, así se les denominaba como “chinos”, en lugar de filipinos: es probable también, que el término “otro”, pueda corresponder a población errante, o “advenedizos que llegaban a los pueblos.

El dato de la tabla 7, es que Pungaravato, observa una riqueza racial interesante: indígenas, europeos, mestizos y negros, con ausencia de mulatos, cosa que seguramente cambio en los siglos subsecuentes, y cuyos rasgos raciales; todos, se pueden identificar en el rostro y facciones de los Pungaravatenses-Altamiranenses contemporáneos.

Otra cuestión interesante, es que el citado investigador Alberto Carrillo Cázares, señala que: Pungaravato, fue centro de una de las severas “congregaciones” de pueblos indígenas y de su consiguiente despoblamiento. Y agrega, que es revelador contrastar la relación del obispado de 1571 con la de 1619. En la

95 Dos negros libres y un esclavo.

150 primera, el Obispo Morales (Antonio de Morales, 3er. Obispo de Michoacán) 96 asienta:

[…] Pungarabato [Pungaravato] (124) y coiuca [Coyuca] (600).- Hay de Cuzamala [Cutzamala] a Pungaravato tres leguas, es pueblo que tiene en encomienda Hernando de Bazán, en él y en otra cabecera que llaman coiuca [Coyuca] ay ciento y veinte y cuatro tributantes, en Pungaravato quinientos y ochenta y en Coiuca [Coyuca] cuatrocientos y cuarenta y cuatro, está el sujeto más lexos de la cabecera quatro leguas, es vicario Bartolomé Alonso de Siloes, muy buena lengua tarasca que es la que hablan los naturales, y competente sacerdote venido de España, es tierra caliente [AGI, Indiferente, 856, apud Miranda G., 1972,p. 309].

En cuanto al segundo padrón, Carrillo Cázares, señala que para 1619, el Obispo Covarrubias (Fr. Baltazar de Covarrubias, 11° Obispo de Michoacán, 1608-1622), hallaba sólo poco más de 200 vecinos:

[…] Pungarabato [Pungaravato]. Es beneficio de clérigos. Tiene su asiento en un alto, entre dos ríos, el uno muy caudaloso y el otro no tanto. Es [cura] beneficiado Alonso Gutiérrez Caldera, criollo de pasquaro [Paztcuaro], buena lengua. Hay en este pueblo 105 vecinos, y a media legua y legua [sic] tiene estos sujetos: Coiuca [Coyuca] con 60 vecinos, Acatzecuaro [Tlapehuala] con 40 vecinos. Y en estos pueblos hay 40 indios solteros y casados. Hay en esta doctrina una estancia de ganado mayor, y asiste su dueño español y su familia [BRP, ms. 2,579].

Continúa refiriendo Carrillo Cázares, que para 1631, el Obispo Rivera (Fr. Francisco Rivera, 13° Obispo de Michoacán, 1628-1637), en su minuta, describe a estos poblados de la siguiente manera: “Este beneficio en tres leguas y media de distancia tiene cuatro pueblos. El de Pungarabato [Pungaravato] tiene ciento y veinte vecinos. El de Coyuca tiene de cuenta ochenta vecinos. El pueblo de Taguenguato [Tanganhuato] tiene de cuenta treinta vecinos. El pueblo de Acatzéquaro [Tlapehuala] tiene de cuenta treinta y cinco vecinos” (López Lara, 1973, pp. 137-138). Según el referido autor, de este mismo lapso de tiempo, en la relación de Isassy, se señala lo siguiente:

96 Fungió como Obispo de Michoacán de 1566 a 1572, en que fue trasladado a Puebla, en donde murió en 1576. 151

[…] Consta de cuatro pueblos de yndios que son Pungarabato [Pungaravato], Coiueca [Coyuca], Thaguenguato [Tanganhuato] y Acatzequaro [Tlapehuala] con otra ranchería de Chumbitaro y en todos no ay más que setenta y seis yndios vezinos porque todos los pueblos de tierra caliente están acabados. Agregánsele tres estansuelas pobres de tres españoles que habitan en ellas con sus casas y familias y en otra ranchería otro español y dos mulatos con que bienen a ser todos los vezinos de este beneficio ochenta y dos [YS-DR, pp.167 y 168].

Como muchas poblaciones de la Tierra Caliente, Pungaravato, fue diezmado por diferentes epidemias, al grado tal, que según la fuente que se cita, de los 265 vecinos de su jurisdicción eclesiástica considerados en la minuta de Fr. Francisco Rivera en 1631, en la Relación de Isassy, no quedan más que 82.97 ¡Cuánto dolor, sufrimiento y muerte vivieron en aquellos tiempos los antepasados de Pungaravato! Entre corchetes, pongo el nombre actual de los pueblos a que se hace referencia, y, Pungarabato, lo encorcheto, porque para 1628-1637, en esta época, para identificar al pueblo se seguía escribiendo “Pungaravato”, en donde la “v”, en el español antiguo se pronunciaba como “u”, aunque en algunos documentos coloniales, también se escribía con “b”.

El mismo Carrillo Cázares, en su obra ya descrita, refiere, que se cuentan con dos padrones de 1682 y 1683, levantados por el cura beneficiado Joseph de Arévalo y Mendoza, (clero secular), en donde además de Pungaravato, se incluye a Santiago Taguenhuato (Tanganhuato, actual),98 el pueblo de Tlapeguala (Acatzéquaro, en phorhé), (Tlapehuala, hoy en día), Santa Lucía Coiucan (Coyuca de Catalán), la hacienda de Talistaca, la estancia de Pungaravato,

97 Según Máría Teresa Sepúlveda y H. en su obra: La Medicina entre los Purépecha Prehispánicos, Universidad Nacional Autónoma de México, (1988), Págs. 78 y 79, los phurhépechas nombraban algunas de sus enfermedades de la siguiente manera: acedo tener el estómago xaripenqueni; bubas descubiertas sindiqua; calentura con frio thziraquapiqua; cámaras de sangre yuripi pexurini; enfermedad contagiosa yntsirehoerata pamangareta; llaga enconada caverata; enfermedad de los hojos pamengarini; fiebre o calentura tziraqua; hinchado cuuatangansri; lepra chachatariquarequa; pechuguera, enfermedad tos uhuqua; roña o sarna uxuta; tiricia tsipongariqua; viruelas quaruxequareni; etcétera. 98 He consultado, el Vocabulario en Lengua de Mechoacán, de Fr. Maturino Gilberti, y otras fuentes documentales del idioma phorhé, y no puede, encontrar algún referente específico del significado del actual Tanganhuato. No obstante, atendiendo a que los oriundos de un pueblo llamado Tanhuato de Guerrero, Michoacán, refieren que su significado es “cerca del cerro”; es probable, que el Tanganhuato calentano, tenga el significado de “cerca del cerro emplumado, o cerca del cerro del Señor PUNGUARANCHA”, que, según los indios de Pungaravato, estaba en ese sitio; probabilidad que tiene cierta lógica, si se considera que Tanganhuato, era y es sujeto de esa cabecera, y precisamente, geográficamente, se encuentra cerca del cerro donde estuvo PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA (terminación en che, cuyo sufijo en phorhé, es “señor”).

152

Parantzeo, la de Tarétaro, el rancho de las Querendas, las estancias de los hospitales de Pungaravato y de Coiucan (Coyuca) y la de Patambo. Esta es la descripción que el referido autor hace de tales padrones:

Tabla 8. Tabla de población

Partido Pungarabato [Pungaravato] Año: 1682

Vcns/ca 42 Vcns/sujs 88 Vcns/part 130 Pers 431 Hh 560

Lugar Indios Españoles Mestizos Negros libres Suma 1 Pungaravato Casados 84 84 Viudos 23 23 Muchachos 18 18 2 Taguenhuato Casados 12 12 3 Tlapeguala Casados 38 38 Viudos 7 7 Muchachos 15 15 4 Coiucan Casados 76 76 Viudos 13 13 Solteros 31 31 Muchachos 20 20 5 Hdas. y estancias Casados 12 7 31 50 Viudos 1 2 3 Solteros 2 15 8 13 38 Muchachos 2 1 3 Suma 339 30 17 45 431

PUNGARABATO [PUNGARAVATO]

Padrón del Partido de San Joan Pungarabato [Pungaravato] de las perçonas de confesión y comunión, que ban señaladas con dos cruces y los de confesción sólo con una cruz, de este año de mil seyssientos y ochenta y dos.

Pueblo de Pungarabo [Pungaravato] Diego López ++ su muger Josepha ++ Dionicio ++ su muger Ynes ++ Anttonio Joseph ++ su muger Paula ++ Juan Alonço ++ su muger Nicolasa ++ Don Alonso Sebastian ++ Miguel Antonio ++ Francisco Maya ++ su muger Micaela ++ su muger Micaela ++ su muger Maria Ramos ++ Constantino ++ su muger Magdalena ++ Miguel Pedro ++ su muger Maria ++ Martin Juan ++ su muger Bernardina ++ Benito Andres ++ su muger Pascuala ++ Augustin Juan ++ su muger Angelina ++ Francisco Rodrigues ++ Matheo Juan ++ su muger Maria ++ Pedro Juan ++ su muger Cathalina ++ su muger Lucia ++ Andres Pedro ++ su muger Magdalena ++ Don Alonso Lopes ++ su muger Maria ++ Juan Anttonio ++ su muger Martha Nicolas Antonio ++ Don Nicolas Juan ++ Thomas Anttonio ++ su muger Lusia ++ su m Magdalena Maria ++ su mujer Magdalena ++ Gaspar Anaya ++ su muger Nicolasa ++ Francisco Simon ++ su muger Anna ++ Nicolas Francisco ++ su muger Maria ++ Pueblo de Tlapeguala Nicolas Juan ++ su muger Maria ++ Baptista Juan ++ su muger Josepha ++ Anttonio Juan ++ su muger Magdalena ++ Alonso Pedro ++ su muger Lusia Ana ++ Martin Juan ++ su muger Micaela Diego Chimal ++ su muger Justina ++ Juan Lopez ++ su muger Nicolasa ++ Simon Jacobo ++ su muger Francisca 153

Juan Miguel ++ su muger Maria ++ Manuel Balthasar ++ su muger Juana ++ Geronimo + Geronimo Juan ++ su muger Maria ++ Nicolas Marcos ++ su muger Maria ++ Miguel + Andres Joseph ++ su muger Paula ++ Andres Juan ++ su muger Maria ++ Anttonia Maria ++ Andres Francisco ++ Gaspar Pedro ++ su muger Ysabel ++ Clara ++ su muger Francisca ++ Miguel Hernandes ++ su muger Maria ++ Monica ++ Juan Pedro ++ su muger Juana ++ Diego Anttonio ++ su muger Lusia ++ Maria ++ Andres Rafael ++ su muger Maria ++ Manuel Pedro ++ su muger Cathalina ++ Monica ++ Miguel Pedro ++ su muger Cathalina ++ Francisco Juan ++ su muger Lusia ++ Christina ++ Andres Esteban ++su muger Juana ++ Diego Dabila ++ su muger Ysabel ++ Francisca ++ Simon Juan ++ su muger Marcelina ++ Juan Lucas ++ su muger Josepha ++ Maria ++ Lucas Antonio ++ Gaspar de Peralta ++ su muger Anna ++ Petrona ++ su muger Anna Maria ++ Geronimo Pedro ++ su muger Nicolasa ++ Augustina ++ Thomas Pedro ++ su muger Lusia ++ Juan Cani ++ su muger Cathalina ++ Lusia ++ Andres Pablo ++ su muger Augustina ++ Augustin Rafael ++ su muger Maria ++ Bernardina ++ Simon Lucas ++ su muger Josepha ++ Matheo Pedro ++ su muger Anna ++ Micaela ++ Pascual Martin ++su muger Nicolassa ++ Augustin Rangel ++ Nicolasa ++ Gaspar Pedro ++ su muger Francisca ++ su muger Cathalina ++ Ysabel + Miguel Pedro ++ Gaspar Juan ++ su muger Sebastiana ++ Manuela + su muger Grasia Maria ++ Lorenzo Martin ++ su muger Geronima ++ Francisca + Miguel Nicolas ++ Pedro Hernandes ++ su muger Juana ++ Margarita + su muger Sebastiana ++ Geronimo Juan ++ su muger Maria ++ Maria + Pablo Anttonio ++ su muger Ysabel ++ Andrea + Viudos y viudas Diego Ramires ++ su muger Francisca ++ Francisca + Anttonio Miguel ++ su muger Anna ++ Anna + Diego Pedro ++ Miguel Juan ++ su muger Margarita ++ Melchora + Maria Anna ++ Lusia + Melchora Juana ++ Ysabel + Cathalina ++ Viudas y Viudos Magdalena ++ Maria ++ Francisco Pedro ++ Familia de los españoles, haz[c]ienda Anna ++ Matheo Francisco ++ de Talistaca Doña Maria Juana ++ Muchachos y niñas de doctrina Ysabel Lusia ++ españoles Maria Juana ++ Diego + Cathalina ++ Balthasar de Peralta soltero ++ Bartholome ++ Manuela ++ Theresa de Estrada viuda ++ Balthasar ++ Cathalina Martha ++ Juan Nuñes soltero ++ Salvador ++ Lusia Maria ++ Carlos Nuñes soltero ++ Gaspar ++ Teresa Juana ++ Margarita de Estrada doncella ++ Nicolas + Petrona Maria ++ Lucas Dias mestiso soltero ++ Juan + Lusia Cathalina ++ Anttonio Abendaño mestiso soltero ++ Esteban + Petrona ++ Maria de Abendaño mestisa soltera ++ Mathias + Diego de Abendaño mestiso ++ Miguel + Juan de Abendaño mestiso ++ Juana ++ su muger Nicolasa Benites ++ Margarita ++ Niños y niñas de doctrina Bernabe Nuñes mulato ++, Ynes ++ Lorenso Palassios ++ Micaela Hernandes ++ Christina ++ Augustin Molina ++ Manuel de Leon mestiso ++, Maria + Alonso ++ Lusia Nuñes ++ Diego ++ Francisca de Arellano soltera ++ Pueblo de Santa Lusia Coiucan Joseph ++ Getrudis Manuela + Ermerejildo++ Juan Pedro indio + Don Nicolas Hernandes ++ Miguel ++ Dionicio Francisco indio + su muger Maria ++ Domingo Caballero ++ Don Luis Lasaro ++ Balthasar ++ su muger Magdalena ++ Juan ++ Familia e Anttonio de la Torre Miguel Guacas ++ su muger Maria ++ Bernardino ++ Anttonio de la Torre español ++ Francisco Sicuapu ++ su muger Juana ++ Anttonio ++ su muger Doña Josepha Suares ++ Diego Carahchari ++ su muger Micaela ++ Miguel Damian ++ Doña Maria Suares doncella ++ Miguel Damian ++ su muger Thomasa ++ Lucas ++ Manuel de la Torre + Geronimo Pedro ++ su muger Micaela ++ Juan ++ Maria Sualo mulata ++ Pedro Juan ++ su muger Christina ++ Thomas Martin ++ Miguel Antonio ++ su muger Geronima ++ Bernardino ++ Estancia de Parantzeo Francisco Balthasar ++ Pedro + su muger Ursula ++ Antonio Sirangua + Nicolas de Molina español ++ Miguel Juan ++ su muger Micaela ++ Juan de Peralta + su muger Doña Maria Suares ++ Gaspar Pedro ++ su muger Micaela ++ Joseph + Doña margarita Sualo doncella ++ Francisco Juan ++ su muger Maria ++ Clemente + Pedro Burgos soltero ++ Gaspar Joseph ++ su muger Anna ++ Miguel Gutierres + Melchor + Nicolas Burgos mestiso ++

154

su muger Magdalena de la Cruz mulata Pedro Maldonado ++ Juan Gutierres mulato ++ ++ Anttonio Maldonado ++ su muger Theresa Hernandes ++ Joseph Ramires mulato ++ Nicolas mulata soltera ++ su m Ana Maria ++ Rancho de las Querendas Joseph mulato soltero ++ Manuela niña + Gregorio mulato soltero ++ Sebastian Maldonado ++ Francisco Gutierres mestiso ++ Maria Niebes mulata soltera ++ su muger Juana de Burgos mulatos ++ su muger Josepha Arsiniega ++ Thomas Gutierres mulato ++ Ursula Arsiniega viuda ++ su muger Sabina Ramires ++ Nicolas Ribas viudo ++ Francisco Pacheco mulato ++ familia de Luys de Almonte Joseph del Castillo soltero ++ su mujer Maria de Arellano ++ Augustin Mansanales soltero ++ Miguel Gutierres mulato soltero ++ Luys de Almonte español ++ Juan Gomes mulato ++ su muger Doña Juana Costilla ++ Anttonia Gutierres ++ su muger Augustin Gomes español ++ Estancia del [h]ospital de Coiucan su muger Doña Maria Costilla ++ Juan de Almonte soltero ++ Estancia del [h]ospital de Pungarabato Martin Hernandes mulato ++ Joseph de Almonte soltero ++ su muger Geronima Maria ++ Nicolasa de Almonte doncella ++ Juan Lopes mulato ++ Pascual Hernandes mulato ++ Juana, niña + su m Lusia Hernandes ++ su m Maria Anna ++ Miguel Monrroy negro ++ Miguel Hernandes mulato, soltero ++ Haz[c]ienda de Taretaro su muger Magdalena Santiago ++ Lorenso Hernandes mulato soltero ++ Juan Nicolas mulato ++ Juan Francisco mulato ++ Joseph Maldonado español ++ su muger Juana Maria ++ su m Pasquala Maria ++ su muger Doña Francisca Gama ++ Nicolas de la Cruz mulato ++ Nicolas Hernandes mulato ++ Juan de Sosa español ++ su muger Juana Hernandes ++ su muger Getrudis de la Cruz ++ su muger Doña Maria Gama ++ Geronimo de la Cruz mulato soltero ++ Anttonio Hernandes mulato soltero ++ Bartolome Maldonado soltero ++ Andres de la Cruz mulato ++ Jacinto Hernandes mulato soltero ++ Joseph Maldonado soltero ++ su muger Sebastiana Maria ++ Ebarista Hernandes soltera ++ Sebastian Lopes mulato soltero ++ Nicolasa Hernandes soltera ++

Joseph de Arébalo y Mendoza Cura Beneficiado por su Magestad del partido de Pungarabato [Pungarabato] sertifico que las personas contenidas en este Padrón an cumplido con los mandatos de Nuestra Madre la Yglesia, confesando y comulgando este año de ochenta y dos, comulgando los que están obligados, los quales ban señalados con dos cruses y confesando tan solamente los que no son de edad ni capaces para recevir la sagrada comunión, los cuales ban señalados con una crus, y así lo sertifico en bastante forma en el pueblo de Pungarabato [Pungaravato], el primero de Abril de este año de mil seyssisentos y ochenta y dos y para que así conste lo firmé. Joseph de Arebalo Mendoza [rúbrica].

Localización: ACM, N.D., S. XVII, leg. 69, 1682, 4 fs.

Padron de Pungarabato [Pungaravato] el año 1683.

Padrón y Minuta de los feligreses hombres y mujeres que an cumplido con la Yglesia confesando y comulgando; en el Partido de Pungarabato [Pungaravato] este año de mil seysientosy ochenta y tres, es como se sigue:

Pueblo de Pungarabato [Pungaravato] Nicolas Francisco ++ su muger Maria ++ Dionisio Pascual ++ su muger Ynes ++ Nicolas Juan ++ su muger Magdalena ++ Alonso Yglesia ++ su muger Juana ++ Don Marcos Alonso ++ Diego Lopes++ su muger Augustina ++ Antonio ++ su Muger Magdalena ++ su muger Sebastiana ++ Juan Lopes ++ su muger Nicolasa ++ Pedro Juan ++ su muger Sesilia ++ Marcos Lopes ++ su muger Cathalina ++ Andres Simon ++ su muger Magdalena ++ Juan Augustin ++ su muger Ana ++ Francisco Thomas ++ su muger Sesilia ++ Martin Juan ++ su muger Petrona ++ Juan Alonço ++ su muger Nicolasa ++ Miguel Colon ++ su muger Maria ++ Francisco Rodrigues ++ Constantino ++ su muger Magdalena ++ Don Alonso Sebastian ++ su muger Lussia ++ Melchor ++su muger Sesilia ++ su muger Micaela ++ Juan Antonio ++ su muger Martha ++ Lucas ++ su muger Sesilia ++ Don Alonso Lopes ++ su mujer Maria ++ Thomas Anttonio ++ su muger Lusia ++ Nicolas Acuri ++ su muger Anna ++ Nicolas Juan ++ su muger Maria ++ Anttonio Sotelo ++ su muger Paola ++ Lorenzo ++ su muger Magdalena ++ Miguel Pedro++ su muger Maria ++ Augustin Lopes ++ su muger Ynes ++ Gregorio ++ su muger Maria Niebes ++ Diego Chimal ++ su muge Justina ++ Miguel Esteban ++ su muger Maria ++ Francisco Maya ++ su muger Micaela ++ 155

Christobal ++ su muger Lorensa ++ Juan Miguel ++ su muger Anna ++ Francisco Baptista ++ su muger Ursula ++ Pedro Nicolas ++ su muger Juana ++ Andres ++ su muger Francisca ++ Joseph ++ su muger Monica ++ Gaspar Balthasar ++ su muger Maria ++ Miguel ++ su muger Grasia ++ Gaspar ++ su muger Micaela ++ Lucas Martin ++ su muger Maria ++ Juan ++ su muger Juana ++ Augustin Rafael ++ su muger Maria ++ Phelipe Christobal ++ su muger Maria ++ Andres ++ su muger Juana ++ Marcos ++ su muger Nicolasa ++ Benito Andres ++ su muger Paula ++ Andres pablo ++ su muger Augustina ++ Diego ++ su muger Micaela ++ Melchor Esteban ++ su muger Maria ++ Gaspar ++ su muger Juana ++ Gaspar Maya ++ su muger Nicolasa ++ Simon ++ su muger Josepha ++ Viudos Juan Phelipe ++ su muger Ynes ++ Lucas ++ su muger Melchora ++ Francisco Pedro ++ Viudos Augustin ++ Niños de doctrina Anttonio ++ Diego Ores ++ Martin ++ Simon ++ Mathias ++ Balthasar ++ Matheo ++ Biudas Juan Viudas Ygnasio + Lusia Ana ++ Francisco + Clara ++ Juana Maria ++ Juan Melchor + Theresa ++ Juana Lusia ++ Cathalina ++ Juana Anttonia ++ Maria ++ Ysabel Lusia ++ Niñas de doctrina Petrona ++ Sebastiana ++ Thomasa ++ Susana ++ Doña Maria ++ Cathalina ++ Antonia ++ Lusia ++ Angelina ++ Maria ++ Ysabel ++ Francisca ++ Ysabel ++ Ysabel ++ Petrona ++ Niños de doctrina Juana ++ Ysabel ++ Josepha ++ Maria + Xasinto ++

Juana + Ermerejildo ++ Muchachos de doctrina Cathalina + Manuel ++

Lorenso ++ Martin ++ Diego ++ Joseph ++ Pueblo de Sta. Lus[c]ia Coiucan Domingo ++ Ylario ++ Juan ++ Diego ++ Don Matheo ++ su muger Manuela ++ Pedro ++ Augustin ++ Don Luis Lasaro ++ Mathias ++ Nicolas ++ su muger Magdalena ++ Alonso ++ Diego ++ Don Nicolas Balthasar ++ Damian ++ Nicolas + su muger Maria ++ Diego ++ Lorenso Salvador + Francisco Secuapa ++ Manuel ++ Juan + su muger Juana ++ Francisco ++ Juan Huriata ++ su muger Lusia ++ Lucas ++ Juan Vuacas ++ su muger Maria ++ Pedro ++ Muchachas de doctrina Juan Lucas ++ su muger Josepha ++ Luys ++ Gaspar Joseph ++ su muger Maria ++ Pedro ++ Diego Fabila ++ su muger Ysabel ++ Juan + Nicolasa ++ Pedro Hernandes ++ su muger Juana ++ Luys + Maria ++ Miguel Hernandes ++ su muger Maria ++ Bernabe + Maria ++ Pablo ++ su muger Ysabel ++ Thomas + Ursula ++ Miguel Suares ++ su muger Geronima ++ Miguel + Petrona ++ Joseph ++ su muger Ysabel ++ Nicolas + Maria ++ Lorenso Pedro ++ su muger Geronima ++ Juana + Francisco Joseph ++ su muger Maria ++ Niñas de doctrina

Miguel ++ su muger Margarita Diego ++ su muger Lusia ++ Barrio de Taguenguato Monica ++ Joseph ++ su muger Thomasa ++ Augustina ++ Augustin Rengel ++ Benito Gabriel ++ su muger Maria ++ Francisca ++ su muger Cathalina ++ Matheo ++ su muger Maria ++ Lusia ++ Miguel Alonso ++ su Muger Micaela ++ Pedro Juan ++ su muger Cathalina ++ Christina ++ Pedro Campos ++ su muger Christina ++ Petrona ++ Juan ++ su muger Cathalina ++ Pueblo de Tlapeguala Maria ++ Augustin ++ su muger Maria ++ Nicolasa ++ Matheo Pedro ++ su muger Anna Martin ++ su muger Micaela Ursula ++ Geronimo Pedro ++ su muger Micaela ++ Simon Jacobo ++ su muger Francisca Ysabel ++ Nicolas Marcos ++ su muger Maria ++ Miguel Francisco ++ su muger Maria ++ Mariana ++ Geronimo ++ su muger Maria ++ Geronimo Phelipe ++ su muger Ysabel ++ Felisiana ++ Geronimo ++ su muger Nicolasa ++ Andres ++ su muger Ursula ++ Manuela ++ Manuel Balthasar ++ su muger Juana ++ Ermerejilda ++

156

Bernardina ++ Miguel Monroy negro libre ++ su muger Doña Maria Suares ++ Maria ++ su muger Maria de Santiago ++ Doña Margarita Suares doncella ++ Petrona ++ Juan Francisco mulato libre ++ Lucas Dias soltero ++ Juana + su muger Melchora mulata ++ Pedro de Burgos soltero ++ Maria + Franco indio ++ Sebastian Maldonado soltero ++ Anttonia + su muger Geronima india ++ Joseph Ramires mulato ++ Maria + Juan Martin mulato soltero ++ su muger Geronima ++ Miguel Jacob soltero ++ Estancia del hospital de Coiucan Magdalena Maldonado soltero ++ Casa y familia de Juan Francisco Manuela Maldonado soltera ++ Martin Hernandes mulato ++ Juana de Leon niña + Juan Francisco mulato ++ su muger Geronima mestisa ++ su muger Pascuala mulata ++ Pasqual negro libre ++ familia de Luys de Almonte Nicolas mulato ++ su muger Maria mulata ++ Luys de Almonte español ++ su muger Getrudes mulata ++ Bartholome mulato ++ su muger Doña Juana Costilla ++ Bernardino mestiso ++ su muger Augustina de la Cruz mulata ++ Augustin Gomes ++ su muger Micaela mulata ++ Lorenso mulato soltero ++ su muger Juana Maria de Almonte ++ Xasinto mulato biudo ++ Miguel Hernandes mulato soltero ++ Doña Felisiana de Almonte doncella ++ Ebarista mulata doncella ++ Manuel mulato soltero ++ Nicolasa de Almonte doncella ++ Nicolasa mulata doncella ++ Juan Hernandes niño mulato + Juan de Almonte soltero ++ Joseph de Almonte Soltero ++ Casa de Juan Gutierres Rancho de las querendas Manuel Rosa mulato ++ su muger Maria de Arellano ++ Juan Gutierres mulato ++ Francisco Gutierres mestiso ++ Joseph niño + su muger Theresa mestisa ++ su muger Josepha de Arsiniega ++ Juana niña + Juan mulato ++ Ursula Arsiniega viuda ++ su muger Anttonia Gutierres mulata ++ Simon Gutierres niño + Nicolasa Gutierres soltera ++ Sebastian Lopes Morisco soltero ++ Estancia de Pharantzeo Estancia de Jalistaca

Estancia de Pungarabato Nicolas de Molina español ++ Balthasar de Peralta soltero ++ Manuel de la Torre soltero ++ Theresa de Estrada biuda ++ Familia de Thomas Gutierres Maria de Santiago mulata soltera ++ Ursula de Estrada doncella ++ Juan niño + Margarita de Estrada doncella ++ Thomas Gutierres mestiso biudo ++ Josepha niña + Juan Nuñes soltero ++ Francisco Pacheco mestiso ++ Carlos Nuñes soltero ++ su muger Maria Gutierres ++ Estancia de Taretaro Joseph de Abendaño mestiso soltero ** Miguel Gutierres soltero ++ Maria de Abendaño soltera ++ Francisco niño + Joseph Maldonado español ++ Francisca Gutierres soltera ++ Augustin niño + su muger Doña Francisca de Gama ++ Thomas mulato libre ++ Nicolasa niña + Juan de Sosa ++ su muger Maria ++ su muger Doña Maria de Gama ++ Nicolasa niña + Estancia de Pathambo Bartolome Maldonado soltero ++ Nicolas niño + Joseph Maldonado soltero ++ Diego de Abendaño niño + Anttonio de la Torre español ++ Pablo Maldonado soltero ++ su muger Doña Josepha Suares ++ Anttonio niño Doña Maria Suares doncella ++

Sertifico yo Joseph de Arébalo y Mendoza Cura Beneficiado de Pungarabato [Pungaravato] por su Magestad que las personas contenidas en este Padrón an cumplido con los mandatos de Nuestra Madre la Santa Yglesia este año de mill seyscientos y ochenta y tres, confesando y comulgando conque están obligados los cuales ban señalados con dos cruses y confesando solamente los que no son de edad y capases para la sagrada comunión los que ban señalados con una crus así lo sertifico en el pueblo de Pungarabato [Pungaravato], el veynte y tres de abril de mil seyscientos y ochenta y tres años y lo firme. Joseph de Arébalo y Mendoza [rúbrica].

Localización: ACM, N.D., S. XVII, leg. 69, 1682, 4 fs.99

99 Tengo duda sobre la ubicación del Padrón, ya que, para indicar el de 1682, por parte del investigador Alberto Carrillo Cázares, señala exactamente, la misma clasificación que para el de 1683. 157

He respetado la grafía y paleografía del autor, utilizada en los padrones de 1682 y 1683, de donde se ha transcrito la información, pero considero que en 1683, dados los diversos documentos coloniales consultados, Pungaravato, no se escribía como “Pungarabato”, tal y como se hace en los padrones transcritos por el autor; sino como “Pungaravato”. O bien, se escribía de manera indistinta con “b”. Al parecer, para 1682, sólo existían los hospitales de Pungaravato y Coyuca, puesto que en los censos se omiten los de Tlapehuala y Tanganhuato.

14. Phungári-huato, pungaravato (Pungarabato) en las congregaciones de los pueblos indios.

Prácticamente, desde el inicio de la llegada de los españoles al Reino Phorhé en el siglo XVI, mantuvieron una política de buscar concentrar la dispersión de las comunidades indígenas, congregándolas o juntándolas en pueblos específicos; reduciéndolos para un mejor control económico y de evangelización. También es cierto, que derivado de las epidemias traídas por los europeos, aunadas a las locales, llegaron a desaparecer pueblos enteros y fue necesario el traslado y congregación de los indígenas sobrevivientes, con miras a utilizar su mano de obra y evangelizarlos. Algunos autores llaman a este proceso: reducciones de gente y poblados.

Posiblemente a mediados de 1555, estando de visita en Turicato (cercano a Cutzio-Huetamo) el Virrey Luis de Velasco, fue informado de estancias remotas y de difícil acceso (en la Tierra Caliente), en donde los indígenas no podían ser evangelizados por los frailes del clero regular (y por los del clero secular que en ese entonces todavía eran escasos), siendo necesario por estar dispersos, se juntaran en algunos sitios propicios para instruirlos en la fe católica para que vivieran “en policía y cristiandad”. También era necesario juntarlos, dada la escasez de mano de obra indígena disminuida, como ya se ha dicho, por las epidemias.

Esta acción virreinal de congregamiento intensificada entre 1560 y 1564 bajo la administración del Virrey Luis de Velazco, implicó el desplazamiento forzado y dramático de pequeñas comunidades prehispánicas; no sin oposición, generó entre los indígenas, rebeldía a congregarse, justas quejas y litigios por la severidad y crueldad en que incurrían los funcionarios de la Corona Española al ejecutar las instrucciones para llevar acabo la congregación o reducción de poblados indígenas.

158

Los historiadores, coinciden en que fue durante la segunda mitad del siglo XVI, donde se observó la mayor mortandad entre la población indígena, llegando a un dramático descenso de aproximadamente un 82% para el año de 1632. Finalizando el siglo XVI, las epidemias y la explotación indiscriminada de los indígenas por los encomenderos españoles y la necesidad de mano de obra en estancias ganaderas y otras actividades productivas que sustentaban los asentamientos españoles, originó una segunda etapa de congregaciones o reducciones entre 1595 y 1603, con los desastrosos resultados de la caída poblacional indígena en las primeras tres décadas del siglo XVII.

Desde el inicio de la colonización española, al igual que otros pueblos de la Tierra Caliente, Pungaravato, como ya se ha dicho, fue identificada por las autoridades españolas, como “república de indios”, esto, para significar, que todo pueblo indígena que detentaba tal denominación “vivía en policía”, ya que, “vivir sin policía”, era sinónimo de “vivir como animal sin Dios ni ley”.100 Que los pueblos indígenas vivieran bajo las leyes Hispánicas, y, como justificación de su dominio, aceptando la doctrina cristiana.

Cabe precisar, que las congregaciones en cabeceras principales, con reducción de poblaciones indígenas provenientes de pequeños asentamientos o sujetos, en general, se hicieron también en el transcurso del tiempo, dado el despoblamiento sufrido en el territorio calentano, derivado de epidemias que diezmaron la población indígena, castas (mestizos, negros y mulatos) y aun europeos.

Según refiere Peter Gerhard, en relación con las congregaciones en la Tierra Caliente situadas en el bajo Balsas, indica que: “Rio más abajo los agustinos de Tiripitío [Tiripetío] [Fray Juan de San Román, Fray Diego de Chávez y Fray Francisco de Villafuerte, ya que Moya todavía no arribaba al área] fueron responsables de la congregación de los tarascos y otros pueblos en Pungaravato, Cuitzeo y Zirándaro, todo ello en la década de 1550. En el proceso de congregación, los Cuitlatecas demostraron ser un poco más reacios. Muchos habían huido de un intento de reducción en Capulalcolulco, en tanto que los de Ajuchitlán, si bien tenían: “pueblos formados”, andaban todavía en 1579 “como gitanos, con su hatillo y mujeres e hijos a cuestas”. 101

100 Ob. Cit. Rubí, Alarcón Rafael. Comunidades Indígenas, Siglos XVI y XVII, del Centro y la Montaña de Guerrero, Pág.301. Recuperable en: http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn23/418.pdf 101 Gerhard, Peter. Congregaciones de Indios en la Nueva España antes de 1570, recuperable en: http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/MCEAYBLYUMLPHMLJC612C5F A8K7E8J.pdf. El encorchetado es propio, y no corresponde al texto de Gerhard. 159

Para 1603, seguía esta política colonial congregacional de reducción y en acatamiento de lo dispuesto por el Virrey Don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, noveno Virrey de la Nueva España (1595-1603), conocido como el Conde de Monterrey, se ordenó al Corregidor de Pungaravato, Alonso Vázquez, llevar a cabo la congregación en esa cabecera; esto, en los siguientes términos, según Ernesto de la Torre Villar, con versión paleográfica del español de nuestros días:102

COMISIÓN AL CORREGIDOR DE PUNGARABATO [PUNGARAVATO] PARA HACER CONGREGACIÓN EN SU PARTIDO (REZAGADO)

Don Gaspar etc. Por cuanto en conformidad de lo que su majestad me ordenó y mandó acerca de la reducción de los naturales de esta Nueva España a menos y a mayores poblazones para su mejor enseñamiento en las cosas de nuestra santa fe católica y que vivan en policía, buen gobierno, salud y conservación nombré algunos comisarios de toda satisfacción y confianza para que por provincias las visitasen, demarcasen y señalasen los puestos y lugares que para la dicha reducción fuesen más convenientes y a propósito y entre ellos a Bernardino Vázquez de Tapia para lo que toca a la provincia de Michoacán, el cual habiendo visto y visitado los pueblos contenidos en una relación que será con ésta y hecho en ellas las diligencias y averiguaciones necesarias conforme a su comisión e instrucción y dado acerca de ello su parecer, siendo vistas y examinadas por el doctor Salazar del Consejo de su majestad, tomé acuerdo y resolución de que esta reducción se haga en la forma y como se declara en la dicha relación que va rubricada de mi rúbrica y refrendada del secretario infrascrito para que tenga cumplido efecto, por la presente en nombre de su majestad doy comisión y facultad a vos Alonso Vázquez corregidor de Pungarabato [Pungaravato] por la satisfacción que tengo de vuestra persona, para que ejecutéis y hagáis la dicha reducción señalándoles lugares acomodados para hacer sus casas y repartiendo las tierras para sus sementeras, a cada uno lo que hubiere menester sin dejar tierra en medio de españoles, a los cuales si conviene tomarles algunas para los dichos naturales, se las tomaréis recibiendo información del verdadero valor que tuvieren las que así fueren necesario tomarles con citación de las partes, los cuales si quisieren darla del dicho su valor se la recibiréis también, haciéndoles exhibir sus títulos y enviándoles ante mí con las dichas informaciones para que por mi visto provea lo que convenga para que con esto los dichos naturales puedan asentar, fundar, vivir y conservarse gozando de las cosas necesarias y ser doctrinados y administrados en policía excusando las ofensas de Dios nuestro Señor, persuadiéndoles y dándoles a entender que lo que se pretende es sólo su salvación y utilidad espiritual y otras comodidades para su vivienda temporal y que

102 De la Torre, Villar Ernesto. Las Congregaciones de los Pueblos de indios. Fase Terminal: Aprobaciones y Rectificaciones. Universidad Nacional Autónoma de México, (1995). Págs. 144 a 149.

160 les conviene acudir a ello con toda brevedad y si con ella no lo hicieren y acudieren les compeleréis a la dicha reducción, por todo rigor y como más convenga amparándolos en las tierras y aprovechamientos que antes tenían y en las que de nuevo se les dieren, de suerte que no tengan queja ni causa de agraviarse, comunicando siempre los autos a esto tocantes extrajudicialmente con los ministros de doctrina de los dichos pueblos y aprovechándoos en todo lo que os pareciere necesario de su buen acuerdo, para que con su intervención y ayuda se encamine el efecto de la dicha reducción al servicio de Dios nuestro señor y bien de los dichos naturales, y mando al gobernador y alcaldes de los dichos pueblos que os ayuden por su parte a todo lo susodicho, acudiendo a lo que les ordenáredes y compeliéndoles a ello como más convenga, para todo lo susodicho y todo lo anexo y dependiente os doy la dicha comisión y facultad cual de derecho se requiere, advirtiendo que por ninguna vía habéis de hacer a los dichos pueblos ni permitir que vuestros oficiales y criados les hagan carga ninguna, sino de tan solamente comprar lo necesario para vuestro sustento y suyo con grande limitación y buena paga, de contado y al precio común que valiere en los tianguis y haciéndoles el tratamiento en todo que de vos se espera, guardando en él, orden modo y traza de este negocio la instrucción firmada de mi nombre que en mi cámara se os entregará, sin exceder de su tenor y forma en manera alguna y de lo que en ello fuéredes haciendo me iréis dando relación y para que yo entienda cómo se cumple y los autos y diligencias que acerca de esto fuere necesario hacer, los haréis ante el escribano, alguacil e intérprete de vuestro juzgado a quien acabado el negocio se mandará hacer recompensa y paga de su trabajo conforme al que hubieren puesto y no los habiendo en vuestro juzgado y siendo necesario traerlos de fuera, os doy facultades para que los podáis traer y nombrar, señalándoles de salario dos pesos de oro común por día y al alguacil doce reales, entendiéndose que este ha de ser solamente para los casos forzosos y necesarios y que no se pueda excusar, de suerte que para mejor mandarle pagar conste por lo actuado de su ocupación y buen efecto y al interprete, si fuere español un peso de oro común por día y si fuere indio la mitad nombrándole con intervención del ministro de la doctrina, certificando a ambos que sabe la lengua vulgar que entre los indios se habla y ser de buen crédito, lo cual y su juramento se ponga en su nombramiento y en caso de que sin estorbo ni impedimento pudiere el alguacil servir entrambos oficios el suyo y el del interprete, le señalareis de salario dos pesos de oro común por día y por la ocupación y trabajo que vos habéis de tener en lo susodicho os señalo de salario a razón de trescientos pesos de oro común por año, por el tiempo que tardare en poblarse los indios en los nuevos sitios y después por la que tendréis en la conservación de las poblaciones a razón de ciento cincuenta pesos del dicho oro por año, librados y pagados a todos los dichos salarios, por los oficiales de la real hacienda de su majestad en el real de los cuatro del nuevo servicio que está aplicado y mandado poner aparte para los gastos de la reducción general y para que se entienda el tiempo que en lo uno y en lo otro os ocupáis ha de constar por 161 autos. Hecho en México a tres días del mes de octubre de mil seiscientos tres años. El conde de Monterrey. Por mandato del virrey, Pedro de Campos.

Las congregaciones que van cometidas a vos Alonso Vázquez corregidor del partido de Pungarabato [Pungaravato] para ejecutar en él, conforme a vuestra comisión e instrucción.

1. Congregación. Dejará en su puesto y lugar al pueblo de Coyuca cabecera de la encomienda de doña Agustina de Meneses, poniéndole en buena policía y traza si no la tuviere, que tiene cuarenta y seis tributarios y a él juntará y congregará los sujetos siguientes.

En el pueblo de San Pedro Cutuhuato con once tributarios y medio. El de Turungambo con once. El de San Pedro Inchamacua con doce. El de Santa María Asunción Congohuato con diez. El de Tarunducuaro con dos y medio. El de San Juan Ustio con treinta y nueve. El de San Miguel Pozocurio con diez. El de San Juan Tzuracuao con cuatro. El de San Marcos Arocosti con once y medio. El de Curu con dos. El de la Asunción Turungueo con doce.

Que juntos con los de la cabecera quedará esta congregación de ciento y ochenta y un tributarios y medio.

2. Congregaciones. Dejará en su puesto y lugar el pueblo de Pungarabato [Pungaravato] cabecera que es de la real corona103 que tiene ciento ochenta

103 Nótese, que el Pueblo de Pungaravato, al igual que Cutzamala, para ese entonces, son cabeceras de la Real Corona Española.

162

y cinco tributarios y medio, poniéndole en buena traza y policía sino lo tuviere y en él juntará y congregará los sujetos siguientes.

El de San Miguel Chontal que tiene dieciséis tributarios.104 El de San Pedro Copandaro con once.105 El de la Asunción Acatzecuaro con treinta y dos y medio. La Asunción Cirandarillo con once

El de San Pedro Amacuareo con diez, que con los de la cabecera quedará esta congregación de doscientos sesenta y seis tributarios, los cuales han de ser doctrinados y sacramentados del ministro de doctrina de Pungarabato [Pungaravato] estos y los de Coyuca como lo han sido hasta aquí y queda a una lengua [legua], la una congregación de la otra y porque no parece haberse ratificado la reducción de los sujetos de Coyuca a los naturales de ellos más de haberlo consentido el gobernador y otros, ni tampoco parece contradicción de los de Coyuca a mayor abundamiento y para más justificación, el juez se la hará saber a los dichos sujetos de Coyuca para que sepan que se han de reducir a la dicha su cabecera y lo sepan y entiendan, notificándoselo primero y en esta forma hará estas dos congregaciones. Hecho en México a tres días del mes de octubre de mil seiscientos tres años. El conde de Monterrey. Por mandato del virrey, Pedro Campos.

Congregación que va cometida a vos Alonso Vázquez, corregidor del partido de Pungarabato [Pungaravato] para ejecutar en la forma contenida en vuestra instrucción.

104 No puedo inferir, si la comunidad de San Miguel Chontal tenga su origen en el Pueblo Chontal, un grupo de filiación maya, y geográficamente lejano al de su ocupación territorial, y cuyo nombre en náhuatl, quiere decir “extranjero”; pero, cabe la posibilidad, de que los colonizadores españoles mediante congregaciones, los hubieran reubicado en la cabecera de Pungaravato, cosa que, en la Nueva España, era muy frecuente con otros grupos de Mesoamérica. También cabe la posibilidad, de que esa comunidad sea prehispánica, pues, según la Relación de Michoacán, grupos Chontales eran vasallos del Irecha o Cazonzi phorhé. 105 Copandaro, según el Diccionario de la lengua phorhépecha, phorhépecha-español, español phorhépecha, de Pablo Velásquez Gallardo, puede tener su origen en kupánda, que significa “aguacate”, y “ro”, lugar, de donde, Copandaro, sería, “lugar o sitio de aguacates”. 163

Dejará en su puesto y lugar al pueblo de Cutzamala cabecera de la real corona, que tiene sesenta tributarios y medio poniéndole en policía y traza si no la tuviere, al cual congregará y juntará los siguientes.

El de San Francisco Cazangao con treinta y ocho. La Trinidad Conoato con ocho. La Concepción Tupátaro con cuatro y medio. La Asunción Zacapuato con catorce. San Gaspar Techinango con diecisiete. Santiago Copio con quince. Santiago Compacio con seis y medio San Pedro Quetacio con cuatro. Santa María Magdalena con seis. San Andrés Simban con ocho. Santiago Itzigueran con uno y medio.

Que con los de Cutzamala hacen ciento sesenta y ocho y medio y distan del dicho pueblo de Cutzamala desde dos hasta nueve leguas. Hecho en México a tres días del mes de octubre de mil seiscientos tres años. El conde de Monterrey. Por mandato del Virrey, Pedro de Campos.

COMETE VUESTRA EXCELENCIA AL CORREGIDOR DE PUNGARABATO [PUNGARAVATO] EL HACER LAS DILIGENCIAS AQUÍ CONTENIDAS.

Don Gaspar etc. Hago saber a vos Alonso Vázquez corregidor de Pungarabato [Pungaravato] que en la visita y demarcación que por mi mandado hizo Martín Zerón Saavedra del pueblo de Cutzamala y sus sujetos en la Provincia de Michoacán, fue de parecer que de todos se hiciesen dos congregaciones, una en el dicho pueblo y cabecera de Cutzamala a donde mandó juntar los pueblos de San Francisco Cazangao, La Trinidad Conoato, La Concepción, Tupátaro, La Ascensión Zacapuato, San Gaspar Techinango, Santiago Copoyo, Santiago Compacio, San Pedro Quetacio, Santa María Magdalena, San Andrés Zimban y Santiago Itzingueran, y otra en el pueblo de San Miguel Tupátaro que dista de Cutzamala dos leguas y media de los pueblos de la Resurrección a Rocotoy,

164

San Juan Jalpa, San Miguel Tecomatlán, Santa María, La Asunción, San Pedro Cuaucotitlán, San Juan Teseloyucan, San Francisco Huitziltepec y San Gaspar Copamatuato dejando en su puesto y lugar el de San Miguel Etucuaro dos leguas de Cutzamala, lo cual habiéndose visto por el licenciado Vasco López de Vivero, corregidor que fue de esta ciudad a quien lo cometí, fue del mismo parecer que el juez demarcador que lo visitó y habiéndolo yo visto por mayor, mandé que así se hiciese y ejecutase en cuanto a la primera congregación que se mandó hacer en el pueblo de Cutzamala, en la forma que va declarado y que para lo demás tocante a la segunda reducción que se había de hacer en San Miguel Tupátaro, se hiciesen las diligencias que abajo irán declaradas para poder mejor tomar resolución de lo que más conveniente y necesario en estas congregaciones, por lo tanto por la satisfacción que tengo de vuestra persona, diligencia y cuidado, os cometo, mando y encargo que luego que este mandamiento recibáis, con él verifiquéis por información de tributarios la capacidad de Cutzamala para saber si podrá recibir los pueblos que se mandan reducir en San Miguel y si tienen las calidades y comodidades necesarias para ello y constando que la tiene, notificaréis y citaréis en forma a los naturales de los dichos pueblos de San Miguel Tupátaro y a los que en el dicho San Miguel Tupátaro se mandaban reducir, para que se reduzcan y congreguen en Cutzamala su cabecera y a los de San Miguel y Tucuaro que se han de poblar de esta otra parte del río hacia Cutzamala, apercibiendo a los unos y los otros que si algo tienen que decir y alegar contra esta determinación lo digan, aleguen y prueben dentro de un breve término que para ello les señalaréis, oyéndolos dentro de él y recibiéndoles las informaciones que quisieren dar, y esto hecho con vuestro parecer jurado me lo remitiréis, para que por lo visto se provea lo que más convenga y en caso que los indios contradigan y reprueben, haréis averiguación de oficio de aquello que entendiéredes ser más cierto verdad, todo breve y sumariamente según orden y estilo de congregaciones, que para todo ello y lo a ello anexo y dependiente os doy poder y comisión en forma cual de derecho en tal caso se requiere, y para que podáis nombrar escribano e intérprete de confianza ante quien hayan de pasar y pasen los autos que acerca de esto se hicieren. Hecho en México a tres días del mes de octubre de mil seiscientos tres años. El conde de Monterrey. Por mandato del virrey, Pedro de Campos.

Ídem. En tres días del mes de octubre de mil seiscientos tres años, se le despachó el mandamiento general sobre las demarcaciones al dicho Alonso Vázquez corregidor del dicho partido de Pungarabato [Pungaravato] según y como los demás.

165

De lo transcrito, se puede hacer una idea más clara del procedimiento llevado a cabo para realizar la congregación con reducción de indígenas en Pungarabato (Pungaravato) y en Cutzamala, que realizó el corregidor de Pungarabato (Pungaravato) Alonso Vázquez.

La realidad es que, algunas congregaciones de comunidades o pueblos de indígenas, nunca se realizaron por la oposición y en su caso, litigio de los naturales ante la Corona Española. Quizá sea el caso de la Asunción Acatzécuaro, la actual Tlapehuala, que en el tiempo de la reducción contaba con treinta y dos y medio tributarios, y Santiago Tanguenguato (Tanganhuato), que sobrevivieron a la congregación reductora y que en la actualidad persisten como pueblos.

En Pungaravato, también prevalecieron como asentamientos: Apopio (cuadrilla); Chacámero, luego rancho colonizado por españoles. No puedo confirmar su probable significado como “lugar de pez pequeño”, sostenido por Baloy Mayo 106; y, Sinanio (una cuadrilla).

15. Pungaravato, en la descripción antigua de los curatos y las doctrinas, 1631 a 1665 (siglo XVII).

Escrito en el siglo XVII, existe un documento o mejor dicho, un libro, en cuya portada principal se lee: “Descripción Antigua de los Curatos y Doctrinas”, y en su cara posterior: “Libro de la Minuta de las Doctrinas que ay en este Obispado de Mechoacán assi Veneficios de Clérigos como Guardianías y Prioratos”, mandado hacer, y en algunos casos, derivado de su visita pastoral, con anotaciones del puño y letra de Fray Francisco de Rivera (promovido en 1628, muerto en el 6 de septiembre de 1637), noveno obispo de Michoacán, 13° si se atiende a los prelados que fueron nombrados pero que renunciaron o murieron antes de tomar posesión; en ese libro, se siguieron haciendo anotaciones que corresponden al año de 1665, ya durante el periodo del Obispo Fray Marcos Ramírez del Prado.

Prácticamente consolidada la secularización del Obispado de Michoacán, un año después de su toma de posesión (se dice que fue en agosto de 1630), el Obispo Rivera, dispuso que se sistematizara la información recabada de beneficios, guardianías y prioratos, anotándola en el libro mencionado para su posterior consulta. Existe la duda, respecto de si el libro, lo inició el purpurado Rivera o si éste

106 Ob. Cit. Mayo, Baloy. Toponomía del Estado de Guerrero (2008). Editorial Sanley-Anaya Editores, S.A., pág. 111.

166 ya existía con anterioridad. Para los efectos de la presente obra, ello no reviste importancia alguna, porque el propósito es recabar la información plasmada en el periodo que se señala, respecto de Pungaravato; de donde, es muy probable, que la información relativa a este poblado corresponda a 1631.

Resulta incontrovertible, que en ese año de 1631, para recabar la información de las parroquias y doctrinas, se utilizara el sistema de “cordilleras”, de uso común en el siglo XVIII, y que otros autores denominan como “derroteros”.

En el caso de las “parroquias” (denominación secular) y “doctrinas” (denominación del clero regular) ubicadas en la Tierra Caliente, el sistema de “cordilleras”, comprendía la siguiente ruta: Valladolid (hoy Morelia), Charo, Indaparapeo, Zinapécuaro, Ucareo, Tziritzícuaro, Maravatío, Tlalpujahua, Irimbo, Taximaroa, Tuxpan, Zitácuaro, Tusantla [Tuzantla], Purungueo, Cuzamala [Cutzamala], Ajuchitlán, Pungarabato [Pungaravato], Coyuca,107 Zirándaro, Huetamo [Cutzio-Huetamo], Carácuaro, Turicato, Tacámbaro, Etúcuaro, Tzitzio, y de aquí a la Secretaría de Gobierno del Obispado.108

En este libro-documento: Descripción Antigua de los Curatos y Doctrinas. Libro de la Minuta de las Doctrinas que ay en este Obispado de Michoacan assi Veneficios de Clérigos como Guardianías y Prioratos, que se menciona en el presente apartado, existe información parroquial referente a Cusseo (Cutzio-Huetamo), Sirandaro (Zirándaro), Axuchitlan (Ajuchitlán), Cuzamalan (Cutzamala), Tusantla (Tuzantla), y Pungaravato, de este último pueblo, con carácter de “República de Indios”, se asentó la siguiente información:

107 Tengo duda respecto de que el sistema de “cordilleras”, comprendiera Coyuca, puesto que, en 1631, su parroquia era sufragante de la de Pungaravato, y la información la recababa el cura de este último lugar, y no adquirió independencia parroquial, sino probablemente hasta 1835, año en que, según el Dr. D. José Guadalupe Romero, Canónigo de la Iglesia del Obispado de Michoacán, en sus Noticias para Formar la Estadística del Obispado de Michoacán, a página 23, indica que: D. Juan Cayetano Portugal, “…en Pátzcuaro decretó la erección del Seminario de Coyuca para ilustrar la Tierra Caliente y formar sacerdotes indígenas que pudiesen administrar los Sacramentos a sus compatriotas”. Ignoro, si el decreto se llevó acabo, o si al menos, se hizo algún intento por cumplirlo. Considero, es tema de investigación a profundizar. 108 Ramón López Lara, en su obra El Obispado de Michoacán en el Siglo XVII (1973), Fimax Publicistas, Pág. 17, señala como fuente de la “cordillera” el Archivo Parroquial de Zinapécuaro. Libro de Providencias núm. 2, fojas 96 y 97. 167

FOJA 109 PUNGARAVATO La lengua común Este beneficio es partido de indios, pertenece a clérigos de este partido y el cura que los administra tiene de salario doscientos y es tarasco y hay cincuenta pesos que paga su Majestad en su Real Caja. cuitlateca y chontal. Asimismo tiene otros sesenta y dos pesos; de la estancia de Talistaca, los cincuenta, y los doce pesos paga Martín Díaz de la suya.

Pueblos

Este beneficio en tres leguas y media de distancia tiene cuatro pueblos.

El de Pungaravato tiene ciento y veinte vecinos. El pueblo de Coiuca [Coyuca] tiene de cuenta ochenta vecinos. El pueblo de Taguenguato [Tanganhuato] tiene de cuenta treinta vecinos. El pueblo de Acatzécuaro [Tlapehuala] tiene de cuenta treinta y cinco vecinos.

Hospitales

El hospital del pueblo de Pungaravato tiene cuarenta cabras y una sementera de maíz que los naturales hacen. El hospital del pueblo de Coiuca [Coyuca] tiene cuarenta cabras y otra sementera de maíz. El hospital del pueblo de Acatzécuaro [Tlapehuala] es nuevo no tiene renta ninguna. 109

109 Probablemente, se trata de una refundación, ya que algunas fuentes señalan la existencia de hospital en Tlapehuala entre 1552-1567; precisamente, con el arribo y muerte del Padre Moya.

168

Estancias. La estancia de Talistaca de los hijos de Bartolomé Maldonado; y de Martín Díaz, su yerno; hay cien personas de administración en ella, hiérranse por la una y otra parte cien becerros, y la de Bartolomé Maldonado tiene doscientas y ochenta yeguas mansas y la de Martín Díaz tiene trescientas asimismo mansas; no se sabe lo que hierra. La estancia de Juan Gutiérrez, mestizo, tiene diez personas de administración, ocho vacas y diez yeguas.

Hay más una labor que hizo ogaño Gerónimo de Arciniega en que sembró una milpa de maíz.

Capilla.

En la hacienda de los Maldonados hay capilla en que se dice misa, y parece necesario así por la mucha gente, como porque dista tres leguas de la cabecera y hay que pasar el rio grande, conque la venida ordinaria parece casi imposible. Todo este beneficio está en espacio de siete leguas, no obstan- te lo que dice arriba.110

Algunas precisiones: la iglesia de Coiuca (Coyuca), era sufragante de la de Pungaravato en el orden eclesiástico. Los diversos documentos coloniales revelan que Coyuca, la actual Coyuca de Catalán, era una “república de indios” importante, con varios sujetos o comunidades dependientes de dicho pueblo. Taguenguato (Tanganhuato) y Acatzécuaro (Tlapehuala), según diversas fuentes coloniales, eran

110 López, Lara Ramón. El Obispado de Michoacán en el Siglo XVII (1973), Fimax Publicistas, Págs. 137 y 138. 169 sujetos de Pungaravato. Hoy en día, sólo el pueblo de Tanganhuato, pertenece al Municipio de Pungaravato.

No he encontrado el significado de “Talistaca”, hacienda, evidentemente ubicada en lo que hoy es el Distrito de Mina, cuya cabecera es la Ciudad de Coyuca de Catalán. Probablemente, el nombre o la corrupción de este, es de origen Cuitlateco (lengua hoy en día extinta), y sin duda alguna, era de suma importancia económica ya que, seguramente, manejaba más de los 100 laborantes de los que hace referencia el informe cuyo extracto referente a la jurisdicción eclesiástica de Pungaravato hemos transcrito, razón por la cual, se erigió una capilla en esa hacienda de los Maldonado.

La transcripción hecha en cursiva, en el libro-documento mencionado, según Ramón López Lara, probablemente corresponde al Obispo Fray Francisco de Rivera, quien, resultado de su visita pastoral al Obispado de Michoacán, de su puño y letra anotaba cierta información. Es una verdadera lástima, que no se proporcione más información respecto del sitio o lugar de la estancia de Juan Gutiérrez, y de la labor de Gerónimo de Arciniega ubicadas en Pungaravato.

16. Pungaravato (Pungarabato) en las cofradías coloniales.

Teórica y legalmente, la creación de cofradías coloniales debía recibir autorización del Patronato de la Legislación Real, sin cuyo permiso, no podían formarse. La realidad, es que, en los hechos, muchas de ellas funcionaron sin esa autorización previa; sea porque nunca la obtuvieron y sólo se formaron por el interés de los naturales indígenas, españoles y castas, así como de los párrocos por los beneficios económicos que les acarreaban; sea porque posiblemente, los documentos de autorización se extraviaron o se destruyeron irremediablemente.

Para las autoridades coloniales y los miembros del clero regular y secular, las cofradías fueron vistas como un instrumento de evangelización, y originalmente, los Agustinos, Dominicos y Franciscanos, promovieron su formación en los pueblos indígenas.111 Es de destacarse, que las cofradías también sirvieron de punto de encuentro entre las diversas mezclas raciales, puesto que, no obstante de que se hablaba de “cofradías de indios”, muchas veces se integraban a ellas españoles (pobres) y mulatos (castas en general); es decir, prácticamente y paulatinamente con el correr de los siglos se fueron convirtiendo en multirraciales. Cabe reflexionar

111 Bechtloff, Dagmar. Las Cofradías en Michoacán Durante la Época Colonial. El Colegio de Michoacán-El Colegio Mexiquense, (1996). pág. 55.

170 que, en cierta medida, las cofradías, por el capital de trabajo manejado, nos permiten inferir la importancia económica de los pueblos; su mayor o menor diversidad de operaciones comerciales y económicas.

El surgimiento y desarrollo de las cofradías en el siglo XVI, en el Obispado de Michoacán, encontró su cimiento en la visión “utópica”, del segundo presidente de la Real Audiencia Don Vasco de Quiroga, fundador de la Cofradía de Santa Martha y del hospital del mismo nombre en Pátzcuaro, quien desde el inicio de su obispado buscó implantar un modelo social solidario, con derroteros y visiones diferentes que atemperaran la codicia y avaricia del colonizador español y socorriera a los naturales objeto de la evangelización.

Acorde con estas ideas del recordado Don Vasco de Quiroga, la función de las cofradías era la de posibilitar el cuidado de los enfermos y pobres en los hospitales de su fundación, asistiéndolos en épocas malas y llegado el momento, darles cristiana sepultura, dispensando en todo momento, el auxilio religioso, esquema que fue de suma importancia dadas las devastadoras epidemias que asolaron a la Nueva España y a la región de la Tierra Caliente en particular. Estas instituciones de socialización colonial también posibilitaban hacer frente a los gastos de las festividades religiosas y atender la instrucción del pueblo sosteniendo una escuela; hoy en día, en algunos aspectos, ¡Qué lejos estamos de esta solidaridad comunitaria observada entre cofrades!

Se tiene antecedente, de que en Pungaravato, en 1655, se erigió la Cofradía de San Nicolás Tolentino, autorizada episcopalmente por el Ilustrísimo Fray Marcos Ramírez del Prado, décimo cuarto Obispo de Michoacán, la cual tenía un capital de 4,875 pesos, por cierto, bastante alto para su época. 112

En el año de 1776, se elaboró un censo de las cofradías existentes en la provincia de Michoacán, en lo referente a Pungaravato, en la obra ya citada de Dagmar Bechtloff, se puede observar la siguiente información en las páginas 313, 346, 347 y 348:

112 De la torre, Villar Ernesto. Algunos Aspectos Acerca de las Cofradías y la Propiedad Territorial en Michoacán, pág.150. Recuperable en: www.archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/812/11.pdf 171

PUNGARABATO [PUNGARAVATO] Cofradía: Cofradía de San Juan (Bautista, patrón titular). Lugar: Pungarabato [Pungaravato]. Año de fundación: Se desconoce. Aprobación: Ninguna. Cofrades: Indígenas. Bienes: 449 reses, 31 caballos. Obligaciones: La fiesta titular y misas (patronal, del santo de advocación).

Cofradía: Cofradía de Santa Bárbara. Lugar: Pungarabato [Pungaravato]. Año de fundación: 1732. Aprobación: Episcopal.113 Cofrades: Indígenas. Bienes: 120 reses, una mula, un asno y 30 caballos. Obligaciones: Fiesta titular, misas y ceras (la patronal, del santo de advocación).

Cofradía: Cofradía de Ntra. Sra. Del Rosario. Lugar: Pungarabato [Pungaravato]. Año de fundación: Se desconoce. Aprobación: Ninguna. Cofrades: Indígenas. Bienes: 115 reses y 4 caballos. Obligaciones: Servicios religiosos.

113 La aprobación episcopal la concedió el Ilustrísimo Sr. Juan José de Escalona y Calatayud, vigésimo séptimo Obispo de Michoacán.

172

Cofradía: Cofradía de las Ánimas. Lugar: Pungarabato [Pungaravato]. Año de fundación: 1655. Aprobación: Episcopal. Cofrades: Indígenas. Bienes: 660 reses, 8 caballos, 45 yeguas; 2,000 pesos, cuyos intereses son aprovechados. Obligaciones: Misas de aniversario.

Cofradía: Cofradía del Smo. Sacramento. Lugar: Pungarabato [Pungaravato]. Año de fundación: 1743. Aprobación: Episcopal. Cofrades: s.d. (se desconoce). Bienes: 1,820 pesos. Obligaciones: Servicios religiosos.

Es muy probable, que esta última cofradía, se integrara de manera multirracial, fundamentalmente, por mestizos, negros y mulatos, sin excluir algún español pobre.

Tanganguato [Tanganhuato], sujeto de Pungaravato, que en algunas fuentes documentales coloniales se anota como barrio, en 1776, tenía las siguientes cofradías.

TANGANGUATO [TANGANHUATO]

Cofradía: Cofradía de Santiago, patrón titular. Lugar: Tanganguato [Tanganhuato]. Año de fundación: s.d. (Se desconoce). Aprobación: s.d. (Se desconoce). 173

Cofrades: Indígenas. Bienes: 111 reses, 2 caballos. Obligaciones: La fiesta titular (patronal, del santo de advocación).

Cofradía: Cofradía de la Sma. Virgen (de la Asunción). Lugar: Tanganguato [Tanganhuato]. Año de fundación: s.d. (Se desconoce). Aprobación: s.d. (Se desconoce). Cofrades: Indígenas. Bienes: 162 reses, 16 caballos. Obligaciones: La iglesia y misas.

En el censo de cofradías de 1776, se anota erróneamente, Tlalpegualpa, en lugar de Tlapehuala, que en ese tiempo era pueblo sujeto de Pungaravato y que en idioma phorhé se denomina como Acasequaro o Acatzécuaro.

TLALPEGUALPA [TLAPEHUALA].

Cofradía: Cofradía de Jesús de Nazareno. Lugar: Tlalpegualpa [Tlapehuala]. Año de fundación: Se desconoce. Aprobación: s.d. (Se desconoce). Cofrades: Españoles. Bienes: 512 reses, 22 caballos. Obligaciones: Servicios religiosos, misas y ceras.

Cofradía: Cofradía de Ánimas. Lugar: Tlalpegualpa [Tlapehuala]. Año de fundación: Se desconoce.

174

Aprobación: Ninguna. Cofrades: españoles.114 Bienes: 64 reses, 36 caballos. Obligaciones: Fiesta titular y misas de aniversario.

El pueblo de Coyuca, hoy Coyuca de Catalán, fue Vicaría de Pungaravato, aproximadamente, hasta el año de 1835, en que el Ilustrísimo Sr. Don Juan Cayetano Portugal, trigésimo quinto Obispo de Michoacán, cambio su condición a curato secular, pero en 1776, tenía las siguientes cofradías.

COYUCA

Cofradía: Cofradía de Jesús de Nazareno. Lugar: Coyuca. Año de fundación: 1701. Aprobación: Episcopal. Cofrades: s.d. (se desconoce) Bienes: 6,607 pesos, 2 rr. Obligaciones: Servicios religiosos.

Es muy probable, que esta cofradía, se integrara de manera multirracial, fundamentalmente, por mestizos, negros y mulatos, sin excluir algún español, generalmente pobre.

Cofradía: Cofradía de Santa Lucía. Lugar: Coyuca. Año de fundación: s.d. (se desconoce). Aprobación: Ninguna.

114 Resulta por demás interesante, como en Tlapehuala y en Coyuca, existian cofradías formadas por españoles, o bien, financiadas por estos. 175

Cofrades: españoles. Bienes: 50 reses, 6 caballos, los cuales eran alquilados. Obligaciones: Fiesta titular y ceras.

Cofradía: Cofradía de Ánimas. Lugar: Coyuca. Año de fundación: Se desconoce. Aprobación: Ninguna. Cofrades: españoles. Bienes: 623 reses, 20 caballos, un asno. Obligaciones: Fiesta titular y misas de aniversario.

Respecto de las cofradías, en la Relación de Pungaravato del siglo XVIII, se hace referencia, que tanto la comunidad civil, como la de las cofradías, arrendaban diversas porciones de terreno a criollos y mestizos (castas: mestizos, mezclas de indios con españoles y negros), con el fin de que criaran ganado mayor y pudieran cultivar en las “tamacuas”, que eran pedazos de tierra fértil y regada donde se hacían siembras de melón y sandía. En relación con el pueblo de Pungaravato (San Juan Bautista Pungaravato), se hace referencia que en el sitio, para entonces, ya se encontraban dieciocho españoles avecindados; cuatro de ellos, con tiendas mestizas o pulperías, tres que eran criadores de ganado mayor y cinco labradores de maíz, y, un poco más de cuatro, sin oficio definido. En Santa Lucía Coyuca, había españoles que sembraban en pequeñas huertas o “tameques”, chile, jitomates, melones y calabazas, y otros, en sus “pejugalitos”, un poco de algodón cascarilla, y otros, seguramente españoles y criollos pobres, trabajaban alquilados en las haciendas de las cercanías.115

Resulta altamente probable, que el término “tamacuas”, puede ser de origen phurhépecha. Quizá derive de tamacuatarea, que Fray Maturino Gilberti, le confiere un significado de “tierra gruesa y fértil”. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, tamacua tareta, significa “sementera de humedad” [tierra de cultivo de humedad], y tamacua echeri. se traduce como tierra humida [tierra de cultivo de

115 Ob.Cit. De la torre, Villar Ernesto. Algunos Aspectos Acerca de las Cofradías y la Propiedad Territorial en Michoacán, Pag.145. recuperable en: www.archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/812/11.pdf

176 humedad]. Pablo Velázquez Gallardo, en su Diccionario de la Lengua Phorhépecha, señala que labrar milpa, significa: tarhéni, júskua, ambópani, káni ambótani. Fray Maturino Gilberti, en su Vocabulario en Lengua de Mechuacan, indica que: labrar tierra, significa: tareni, igualmente, tarecata; y que labrador, se define como tareri. No encontré correspondencia alguna con el idioma náhuatl.

Una fuente documental relativa a la vida y funcionamiento de las cofradías en Pungaravato, lo revela el interesante documento dado a conocer por H. Cecilia Sierra Paniagua, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, denominado: La cofradía del Pueblo del señor San Juan Pungarabato, 1784; no obstante, al leer el documento, se puede inferir, que la información es relativa a la cofradía de Santa Bárbara, ubicada en el pueblo de San Juan Bautista Pungaravato; esto es así, porque desde la década de 1560, existían tres curatos seculares: Asunción Cuiseo (Cutzio) que incluía Huetamo y Purechucho; San Juan Bautista Pungaravato, que incluía Coyuca, Tlapehuala y Tanganguato (Tanganhuato); y San Nicolás Sirandaro (Zirándaro), con Guaymeo (Guayameo). El cura de Cuiseo (Cutzio), se trasladó a San Juan Huetamo después de 1789.116

Por lo mismo, el título dado por H. Cecilia Sierra Paniagua, pudiera ser inexacto; esto, quizá por una falta de precisión del escribano que originalmente redactó el informe de la cofradía. Considero que el referido título, genera cierta confusión, pudiéndose interpretar que la cofradía se ubica en el poblado de San Juan el Evangelista, “el discípulo amado de Jesús”; uno de los doce apóstoles de Cristo, y no en el de San Juan Bautista, “el predicador del desierto”, advocación consagrada a Pungaravato, por el Venerable Fray Juan Bautista Moya. Como se observa y deriva de la lectura del propio documento, la cofradía, de las existentes en San Juan Bautista Pungaravato, sin duda, es la de Santa Bárbara.

Como hace referencia Sierra Paniagua, este documento de primera mano, enviado al Obispado de Michoacán en 1784, permite inferir la importancia que entre los pueblos de la Tierra Caliente, particularmente en Pungaravato, tenía el administrador de una cofradía; el cuidado observado en la administración de los bienes, el valor y devoción al culto religioso, la celebración de misas, la veneración a las imágenes religiosas y las actividades de socorro que se daba a los cofrades por parte de la cofradía, es lo que se desprende de dicho documento.

116 Ob.cit. Gerhard, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional Autónoma de México (1986). Pág. 139.

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Por otra parte, es por demás interesante, descubrir de manera particular, la composición racial de la cofradía; el cómo se fueron amalgamando los antiguos antepasados de los Pungaravatenses-Altamiranenses, descubriéndose en la información, que desde siempre, los negros han formado parte de la composición racial de los Pungaravatenses, y de los Calentanos en general, en donde su participación económica fue decisiva para formar y desarrollar los actuales poblados de la Tierra Caliente, no obstante de que en la época colonial, las castas, los negros y sus descendientes, constituían los estratos más estigmatizados de la sociedad novohispana.

Ni duda cabe, que el pueblo de Pungaravato, los pueblos de la Tierra Caliente, desde mediados del siglo XVI, prácticamente desde el inicio de la colonización española, observaron un proceso de mestizaje, que se aceleró en los siglos posteriores. Las fuentes documentales coloniales, refieren en los siglos XVII y XVIII, un aumento en el mestizaje: castas y mulatos producto de diversas mezclas raciales. Esta amalgama racial, y su función social y económica se observa con suma claridad, en la Cofradía de Santa Bárbara, ubicada en San Juan Bautista Pungaravato, cuyo informe administrativo se transcribe a continuación, con la paleografía y grafía de la autora mencionada.117

Cuenta y razón de los bienes de la expresada cofradía del pueblo del señor San Juan Pungarabato Pungaravato], administrada por Mateo Nicolás, que fue en el... Cuenta de cargo y descargo perteneciente al gobierno de Matheo Nicolás en el cargo de mayordomo de nuestra señora de Santa Barbará, en el próximo pasado de mil setecientos ochenta y tres que fue el de mi gobierno de cuya cuenta y data se expresan en las partidas siguientes.

Cargo de efectos vendidos En este dia por enfermedad del actual mayordomo de la expresada cofradía, Matheo Nicolás, se reconoció la memoria de un apunte y recibo que consta en su poder tenerle satisfecho, el señor cura don Francisco Antonio Torres la cantidad catorce toros procedidos a cinco pesos en cada uno de dichos catorce toros; y cuatro yeguas, dos a razón de cinco pesos; y otras dos del precio de cuatro pesos cada uno. Que de una y otra cantidad correspondieron el valor de dichos bienes la cantidad de ochenta y ocho pesos que aparecen anotados, de cuya cantidad doy en descargo de veinte y siete pesos, que pague el dicho señor cura que de su honorario correspondieron de las misas mensuales que canto. Por el mes de enero hasta el mes de septiembre, a tres pesos cada uno de dichos nueve meses según consta el apunte que fue hecho en forma de dicho señor cura……………88 pesos.

117 Sierra, Paniagua H. Cecilia. La Cofradía del pueblo del señor San Juan Pungarabato, 1784. recuperable en: http://www.scielo.org.mx/pdf/rz/v36n144/0185-3929-rz-36-144-00153.pdf

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Y también declaro tener pagado a dicho señor cura don Francisco Antonio Torres la cantidad de veinte y un pesos que de su honorario correspondieron por tres misas de seminario que canto de los años atrasados que debían mis antecesores, como consta en el apunte para el descargo de la cantidad que llevamos dicho……………88 pesos.

Adviértase de la cantidad de catorce toros y cuatro yeguas (que constan vendidas a el principio de esta cuenta de termino dicho señor cura don Francisco Antonio Torres, que por su ciencia se le entregará en conformidad que recibió de su honorario que le correspondían en todo el año, salvo hierro) se dé sobrantes la cantidad de cuarenta pesos según demuestra de dichos bienes y por tanto explico que no se me podrá hacer cargo alguno, tocante a el referido valor de dichos bienes (por tenerle yo satisfecho dicho señor cura, la cantidad que correspondía de su honorario en todo el año).

Cargo Primeramente que por su ciencia del señor cura don Francisco Antonio Torres me hago cargo de haber vendido diez y seis toros del precio de cinco pesos cada uno, que por ellos importaron ochenta y seis pesos. Y también que por su ciencia del señor cura don Vicente Timoteo de la villa de Zamora vendió ocho novillos de razón de cinco pesos y dos reses, importo …128 pesos

Pasa a la vuelta con Y también seis pesos que percibí por su ciencia del dicho señor cura don Vicente Timoteo en flete de dos machos…6 pesos Y también otros dos pesos en flete de un macho que llevaron a la ciudad de Valladolid 2 p. Y también tres pesos y seis reales en flete de otros dos machos…3 p 6 rs. Y también por cuatro cueros que vendí de precio de seis reales en cada uno por ellos importaron…3 pesos. Últimamente vendí una arroba de cebo a razón de diez y ocho reales importo dos pesos y dos reales…2 p 2 rs. En todo el cargo de reales y suma según parece (salvo hierro) la cantidad de……145 pesos.

Descargo de Reales Primeramente, doy en descargo de diez y nueve pesos que pague al señor cura don Vicente Timoteo de la Villa de Zamora que de su honerario [honorario] correspondieron por siete misas mensuales que son del mes de octubre hasta el mes de abril como constan en sus recibos…19 pesos. Y por diez y seis pesos que pague del aniversario de ánimas…16 pesos Y también doce pesos que pague de nuestra señora en el día que se hizo la función de dicha santa…12 pesos Y también doce reales que pague de responcios [responsos] a las ánimas de dicha función de nuestra señora…12 reales Y también doce pesos que pague la misa de Corpus Christi…2 pesos Y también quince pesos y tres reales que se gastaron en once libras de cera castilla en dicha función; y en el octavario de Corpus Christi; y para el costo de 179 las misas mensuales de todo el año a razón de once reales libra importo…15 p y 3 rs [reales] Y también cuatro pesos y dos reales que fueron de costo en una gruesa de cuetes para dicha función de nuestra señora…4 p y 2 rs Y también y cinco pesos que se gastaron en diez libras de cera ordinaria para dicha función y el costo de todo el año…5 pesos Y también once reales que dio de recaudo a él señor cura en dicha fiesta…1 p. 3 rs Y también nueve pesos que tuvieron de costo en dulce y un tercio de harina, que dí atole a los viejos en la función de la santa…9 pesos Y también tres pesos de gastos en sal y chili en dicha función y para los gastos precisos en todo el año... 3 pesos Y también doce reales gastados en platos y ollas y tecomates en dicha fiestas…12 reales Y también por veinte y cinco pesos que paga de renta la cofradía por sus bienes que ocupa en dichas tierras de comunidad…25 pesos Y también siete pesos un real que pague el tributo de los vaqueros que cuidan [l]os bienes de la expresada cofradía…7 pesos 1 real Y también diez y seis pesos que tuvieron de costo por ocho cargas de maíz a razón de dos pesos carga que di de ración a los vaqueros en la presente carestía de dicho maíz que se experimento en [l]os últimos meses del año…16 pesos Y también y dos pesos que pague de la misa de un cofrade…2 pesos Y también quince reales que pague de la pensión de los vaqueros en las fiestas acostumbradas según costumbre…1 peso 7 reales Y también doce reales que tuvieron de dicho costo en calzadura de un hacha en fierro y manufactura que gano el maestro herrero…1 peso 4 reales Cuatro reales que di a los cantores por la misa de Corpus Christi…4 reales Y también diez pesos que se paga de la aprobación de cuentas…10 pesos Es todo el descargo de reales y suma según parece la cantidad de ciento cincuenta y cuatro pesos…154 pesos

Cuenta de razón de ganado. Habiéndose quedado existente el ganado en la relación del año de 1773, la cantidad de trescientas cuarenta y seis reses de fierro para arriba se hallado de este número noventa y cinco cabezas, por distribución precisa o accidente en la forma que ya expresa…346

Primeramente doy descargo de 24 reses que se vendieron por su ciencia de dicho s. cura de cuya importe tengo dada razón al principio de esta cuenta…24 También por catorce toros que tengo dada razón el principio de esta cuenta que le tengo entregado a dicho señor cura don Francisco Antonio Torres…14 También diez becerros pagados a el Excelsísimo y uno de primicias…10 Nueve toros que di de ración a los vaqueros…9 También tres novillos que comieron los naturales en dicha función de Nuestra Santa...3 También otras tres en los herraderos comieron los viejos…3 También un novillo que mate en la escarda de la milpa de la cofradía…1 También una vaca que se le entregó a el señor cura don Francisco Antonio

180 de Torres por la asistencia del presente herradero…1 Últimamente doy en descargo de veinte y nueve reses que se murieron en la peste que se experimento el último mes del año…29 Cuya resta de doscientas cincuenta y una cabezas, según se muestra, se hallan existentes en dicha estancia de la expresada cofradía y agregando ochenta y tres becerros que hubo de nacencia y nacimiento de presente herradero componen el ganado de una y otra partida trescientas treinta y cuatro reses de fierro para arriba…334

Sigue razón de bestias caballares y mulares Habiéndose hecho cargo ochenta y nueve cabezas de fierro para arriba de estas doy en descargo que se murieron once caballos de llenda en la fuerte peste…11 Y también ocho yeguas que se murieron en dicha peste…8 Y también otras dos mulas y un macho en dicha peste…3 Y también cuatro yeguas que le entregue al señor cura don Francisco Antonio Torres así como llevo dicho al principio de mi cuenta…4

Resta sesenta y tres cabezas según se muestra, se hallan existentes en dicha estancia. Y agregando siete potrillos que he visto del presente herradero compone la suma de setenta cabezas, las que se mantienen en dicha estancia…70

La cual cuenta son de los únicos bienes que administrar en el año de mi gobierno o que es cierto y verdadero y constante y no lo firme por saberlo hacer.

Por habérseme pasado unas dos partidas para el descargo de dichos bienes que han sido a mi cargo según consta al principio de estas mis dichas cuentas y también así mismo declaro que por orden del Sr. Cura don Francisco Antonio Torres: dio licencia que se le entregaran al Sr. Alcalde Mayor don Eusebio Marmolejo 20 toros a el precio de cinco pesos cada uno y hasta la presente no se ha dado ningún dinero el valor de dichos toros ni por muchas ocasiones que ha reconvenido el dicho mayordomo con el dicho Alcalde Mayor tocante el pagamiento de dichos toros…20

También otro si una bestia mular que dio licencia el dicho señor cura don Francisco Antonio Torres que se le entregare la bestia mular aperada escogida muy buena, que remitió en la ciudad de Valladolid, para sus negocios precisos, que se le ofrecieron el dicho señor cura y hasta la presente no se ha dado razón de dicha bestia mular que es lo que se ha hecho…1 b.

Últimamente doy razón y declaro tocante a dichos bienes así como llevo dicho y declarando al principio de mis cuentas que otra bestia mular que por licencia de dicho cura don Francisco Antonio Torres. Que luego inmediatamente se entregara al dicho Alcalde Mayor don Eusebio Marmolejo en el día que saco los toros para afuera para donde los desprendiesen con la condición de pagar el flete de dicha mula y hasta la presente no se ha dado ningún dinero de dicho flete y la dicha mula perdida porque aunque la trajeron 181

luego a los días se murió en las manos del caporal de la expresada cofradía por mucho que la cuidaron y la curaron de tantas mataduras no valió como es constante a muchos sujetos que la vieron por lo que es justo se pague la dicha mula y flete.

Todo lo que se expresa esta memoria es verdad bajo el juramento que hice por Dios nuestro señor y a ruego de mi padre y la firme por no saber firma. Y la firme yo. Santiago Matheo.118

Partidas pertenecientes a la fábrica de esta parroquia de Pungarabato que se comenzaron este el día ocho de marzo de mil setecientos ochenta y hasta el cinco de septiembre de ochenta y tres hechos por el B. don Francisco Antonio Torres cura primero coadtutor y después interino de este Partido. 1783.

Pungarabato y marzo 8 de 1780 Cuaderno en que se sientan las partidas pertenecientes a la fábrica, las que supongo se pondrán en su respectivo libro luego que el bachiller don Santiago Menéndez le entregue, quien habiéndose llevado de este archivo y echosela varias reconvenciones no se ha podido conseguir.

Primeramente me entrego dicho bachiller cien pesos de que le di recibo y no da razón de la fabrica en tiempo de los antecesores ni se encuentra razón la menor de 20 años a esta fecha por donde conste haber recibido la fabrica ni un peso: ponga esta razón para que conste ya al margen los dicho siempre…100 p.

En 18 de marzo de dicho año por el entierro de doña Teodora Maldonado, en el primer tramo con misa, vigilia y novenario treinta y cuatro pesos cuatro reales…34 p 4 rs. Por el de don José Yguera, en 19, de dicho sin insignias tramo cruz baja…3 p. Por el de María Ignacia en 25 de dicho sin insignias tramo con cruz baja…3 p. Por el de José María, sin insignias, tramo con cruz baja…3 p. Por el de José Santos mulato de Pantzira, adulto asimismo…3 p. Por el de José Pineda, español adulto…3 p. Por el de Diego Pineda, mulato, adulto con cruz baja…3 p. Por el de doña Rita Mondragón en primer tramo…21 p. Por el de Pedro Barahona, sin insignias, tramo con cruz baja…3 p. Por el de María Crespo, adulta, sin insignias, con cruz baja…3 p. Por el de Manuel Marmolejo primer tramo con cruz baja…21 p. Por el de francisca Milian, mestiza, adulta, sin insignias, tramo cruz baja... 3p Por el de María Antonia, mulata, adulta…3 p Por el de Manuel Pineda, párvulo, español segundo tramo…6 p Por el de Eugenia Gertrudis, mulata, adulta, sin insignias, con cruz baja…3 p Por el de María Matilde, española, adulta, sin insignias, tramo con cruz baja...... 3 p

118 He respetado la paleografía original de la autora que trascribió el informe de la cofradía; como se observa, Matheo Nicolás, mayordomo de la cofradía, se encontraba enfermo, razón por la cual, al parecer, el informe lo rinde y firma su hijo Santiago Matheo.

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Por el de Elbina Domínguez, mulata, adulta, sin insignias, tramo con cruz baja...3 p Por el de Verónica María sin insignias porque en Coyucan y el padre estaba de este lado; estos solo pagan dos pesos…2 p Por el de Don Antonio Milian, adulto, primer tramo…2 p Por el de María Bernarda, india labor, adulta sin insignias, primer tramo…2 p Por el de Quiteria de Zosa, mulata, adulta, sin insignias, tramo cruz baja…3 p Por el de José de los Santos, párvulo indio, sin insignias, tramo cruz baja…3 p Por el de María Josefa, mulata párvula, sin insignias, tramo cruz baja…3 p Por el de José María, mulato, adulto, sin insignias, tramo cruz baja…3 p Por Juana María, párvula, sin insignias, con cruz baja…2 p. 2 rs. Por el de Miguel Reyes, mulato, adulto, de San Pedro, sin insignias, cruz baja...2 p 2 rs. Por el de José Carachuri, indio, adulto, sin insignias cruz baja…2 p 2 rs. Por el de Margarita Calvillo, mestiza, adulta, sin insignias cruz baja…3 p. Por el de Andrés Monroi, mulato, adulto, sin insignia tramo cruz baja…2 p 2 rs. Por el de Leonardo Maldonado, español, adulto, tramo sin insignias porque estando el cura sólo y ofreciéndosele confesiones o una grave indisposición de salud, no puede pasas [r] de la cabecera a su auxilio al pueblo de Coyucan, por solo sepultar cuerpos y mucho menos cuando el Río esta crecido; cuya práctica es natural se observe y en estos lances no habiendo capas ni insignias, solo deberán pagar de limosna de el tramo y campanas pongo esta razón para que no se extrañe los dos pesos dos reales que van al margen…2 p 2 rs. Por el de Eugenia Gómez, mulata, adulta, sin insignias, tramo y cruz baja…3 p. Por Juana María, Mulata párvula, sin insignias, tramo y cruz baja…3 p. Por el de Josef Trinidad, mulato párvulo, sin insignias, tramo cruz baja…3 p. Por el de María Nicolaza, mulata párvula, sin insignias, tramo cruz baja…3 p. Por el de Francisco Carachure, indio laborío, en segundo tramo con cruz alta…6 p. Por el de María Ursula, coyota119 párvula, tercero tramo cruz baja…3 p. Por el de María Beltrán, mulata, adulta tramo cruz baja…3 p. Por el de Teresa de Jesús, mulata párvula, sin insignias, primer tramo cruz baja…3 p. Por el de María Josefa, mulata párvula, primer tramo cruz baja…3 p. Por el de Juan José, párvulo, en el tercer tramo cruz alta…6 p.

119 Clasificación racial dada por las autoridades coloniales, a los individuos que nacían de la unión de un mestizo y una indígena u aborigen. La clasificación completa: de español con india, nace mestizo; de mestizo con española, nace castizo; de castizo con española, español; de español con mora (¿negra?), nace mulato; de español con marisca, nace albino; de español con albino, nace tornatrás; de español con tornatrás, nace tente en el aíre; de mulato con española, nace morisco; de morisco con española, nace chino; de chino con india, nace salta atrás; de salta atrás con mulata, nace lobo; de lobo con china, nace gíbaro; de gíbaro con mulata, nace albarazado; de indio con mulato, nace lobo; de indio con lobo, nace cambujo; de indio con china, nace albarazado; de albarazado con negra, nace cambujo; de cambujo con india, nace sambaigo; de cambujo con mulato, nace albarazado; de sambaigo con loba, nace calpamulato; de calpamulato con cambuja, tente en el aire; de tente en el aire con mulata, nace no te entiendo; de no te entiendo con india, nace tornatrás; de indio con negra, nace sambaigo; de indio con mestizo, nace coyote; de indio con coyote, nace indio. 183

Por el de de Pedro de la Cruz, indio laborío, adulto, primer tramo cruz baja…3 p. Por el de José Mojica, adulto, en primer tramo cruz baja…3 p. Por el de María Rojas, mulata, adulta, en primer tramo cruz baja…3 p. Por el de Doña Guadalupe Haba, española, en primer tramo cruz baja…3 p. Por el de Thomas José, mestizo párvulo, sin insignias…2 p 2 rs. Por el de Lucas de Ayala, mestizo, adulto, asimismo sin insignias…2p 2 rs Por el de María Rosalía, mulata, adulta primer tramo cruz baja…2p 2 rs. Por el de José Bonifacio, mulato, adulto, primer tramo cruz baja…3 p. Por el de don José Gamiño, español, en segundo tramo cruz alta…12 p. Por el de Maria Jacinta, mulata párvula…3 p. Por el de Maria Teresa, adulta, mulata, en el primer tramo cruz baja…3 p. Por el de José Nazario, mulato párvulo, en el primer tramo cruz baja…3 p. Por el de María Cipriana, mestiza párvula, así mismo…3 p. Por el de miguel Ángel Pérez, mulato, adulto, en el primer tramo con cruz baja…3 p.

Suma como se percibe de la suma anterior hasta hoy cinco de septiembre de 1783 a lo que es de la fábrica trescientos cincuenta y siete pesos que como signifique a e[i] principio de este cuaderno es la mayor cantidad que reconoce la fábrica de veinte años a esta fecha son de cargo de las siguientes partidas.

55 pesos primeramente de fierro y manufactura por dos esquilas. 60 pesos por un retablo del señor san Miguel con su pazco y remate de talla. 100 pesos por un ornamento de tela con todos sus raudos, un alba, con media vara de encaje y en sus extremidades así en el vuelo de abajo como en el cuello y puños, encaje de cartón fino amito de cambray y cíngulo de listón de tela con su alhaje. 30 peso por reedificar la sacristía se hace de artesón y de petate enyesado y fincarla. 3 pesos por la lengua que se dio a componer de la campana mayor con fierro. 3 pesos por tres libros para sentar las partidas de administración. 3 pesos por una manga negra que se le puso a la cruz alta. por un sitial de Damasco florada con su galoncito en su Circunferencia que sirve para colocar los santos en las funciones titulares y son de servir hasta cuando barra [¿Vaya?] el prelado a la[s] visitas. Suma el cargo trescientos cincuenta y siete el del cargo…257 y dos reales. Los cuales asegurados con los bines [bienes] que dejo y hay pagar mi apoderado [no legible] Marmolejo lo que conste y lo firmo. Bachiller Francisco Antonio de Torres. Pungarabato [Pungaravato], 6 de diciembre de 1783. Entrego este cuaderno a él señor cura propio en cuatro fojas útiles. Marmolejo Rubrica Entregando a él Notario Phelipe Carrillo.

El documento se encuentra en resguardo en el Archivo Histórico Casa de Morelos,

184 fondo Parroquial, sección Disciplinar, serie cofradías, subserie Cuentas, caja 1253, exp.38. Año de 1784.

En cuanto a la clasificación de los cofrades en: “ primer tramo o segundo tramo de cruz alta o baja”, y “sin insignia”, se refiere al orden en que se encabezaba la procesión de la cofradía; generalmente, la encabezaba el cura del curato secular, custodiado por quienes sostenían el palio; luego, venían el portador de la cruz, símbolo de la cristiandad y sus acompañantes, a continuación, la imagen del santo de advocación con sus cargadores o el estandarte, seguidos por el primer tramo y segundo tramo de quienes portaban cruz alta (de mayor tamaño), y los tramos correspondientes a quienes llevaban cruces pequeñas (cruz baja); finalmente, los tramos correspondientes a los cofrades que portaban, o bien antorchas o velas, pero que no tenían insignias, es decir, la vestimenta o distintivos religiosos de la cofradía: medalla o divisa honorifica con un determinado color, que sí podían ostentar quienes participaban en la procesión en los primeros o segundos tramos.120

De la Cofradía de Santa Barbara, ubicada en San Juan Bautista Pungaravato, también cabe rescatar y remarcar, la amalgama racial que hoy en día, da identidad a los Pungaravatenses-Altamiranenses y Calentanos en general; al pueblo mexicano en su conjunto, me refiero a la integración multirracial de: españoles, indígenas y afrodescendientes.

Tiempos difíciles los de la colonia, puesto que, los encomenderos, por puro interés económico, buscaban y presionaban para que los indígenas varones que residían en los pueblos de su encomienda, se casaran con mujeres indígenas de su propia encomienda, para evitar perder “encomendados”, puesto que se tenía la costumbre de que el varón, dado el casamiento, iba a residir al lugar de donde era su mujer, y luego entonces, otro encomendero podría beneficiarse en detrimento de quien perdía un aborigen al que ya no podía explotar.

Por otra parte, queriendo evitar lo inevitable, la Corona Española al inicio de la colonización, prácticamente incentivó la unión de matrimonios mixtos de españoles con mujeres indígenas, para que en su caso, las encomiendas y cacicazgos se quedaran en manos españolas; pero luego, cambio el criterio y mandó a sus dominios coloniales esclavas blancas para evitar la unión de españoles con indias, “gente tan apartada de razón”; la amalgama racial entre los terracalentanos, nos indica que esta política de segregación fracaso, naciendo un gran número de mestizos producto de uniones libres más que de matrimonios eclesiásticos.

120 Clasificación, derivada de la explicación dada por el Dr. José Eduardo Vidaurri Aréchiga, sobre la base de su libro: Las cofradías de Guanajuato en la época colonial. El espíritu religioso de Guanajuato en el siglo XVIII. Presidencia Municipal de Guanajuato, (1999). 185

La composición racial de la Cofradía de Santa Bárbara, ubicada en el pueblo de San Juan Bautista Pungaravato, confirma la también fracasada política de las autoridades coloniales de confinar a mestizos, negros y mulatos a vivir en asentamientos diferentes a los de la república de indios; las epidemias como la necesidad de mano de obra en minas, el pago de tributo al encomendero y a la Corona Española y la necesidad de fuerza de trabajo en estancias agrícolas y ganaderas, hicieron imposible tales medidas de segregación, inclusive, en las llamadas “república de españoles”.

En lo referente a los negros y mulatos, fueron objeto de un cierto racismo por parte de la Corona Española. En una ordenanza colonial o Real Cédula de 28 de junio de 1527, recomienda y admite, que “los negros se casen”; en otra de 11 de mayo de 1526, se establece que el “matrimonio entre negros”, no era la forma de adquirir la libertad, puesto que, no obstante de que el padre fuera negro libre, si la madre era esclava, los hijos también guardaban la condición de ésta última; estatus legal, reiterado y precisado en otra Real Cédula de 10 de julio de 1538, en la cual se agrega que este estado (de esclavos), “también incluía a los indígenas esclavos, puestos en tal condición por cuestión de rebelión o guerra”. En el extremo de la pretendida segregación racial, mediante Cédula Real de 26 de octubre de 1541, se ordenaba que los negros se casaran en “el ámbito de su raza”, es decir, negros con negros, llegando al extremo en donde en varias ordenanzas municipales, se castigaba la unión libre entre negros y mulatos con indígenas, cayendo inclusive en la barbarie de la castración.121 La composición racial del calentano nos indica, que todas estas medidas de segregación racial, y de extrema crueldad, fueron un rotundo fracaso.

17. Descripción de Pungaravato en varios documentos coloniales.

Durante la colonia, derivado de las constantes epidemias que diezmaron la población indígena originaria, paulatinamente, ésta fue amalgamada y sustituida por mestizos, negros y mulatos. Atendiendo a fines de evangelización, de pago de tributos a la Corona Española y de beneficios a clérigos pertenecientes al clero secular, constantemente se solicitaba a los ministros religiosos informes que indicarán lugares y cantidad de “almas de doctrina”. Estos documentos coloniales, constituyen información valiosa para intentar comprender la situación económica y social en la que se encontraban los pueblos de la Tierra Caliente. En relación con Pungaravato, resulta interesante la descripción realizada en 1619, por el Obispo Sr. D. Fray Baltazar de Covarrubias, 7º. Obispo de Michoacán que asumió el cargo y

121 Gonzalbo, Aizpuro Pilar (coordinadora). Familias Novohispanas Siglos XVI al XIX. Seminario de Estudios de la Familia Centro de Estudios Históricos (1991), Págs. 35 y 36.

186 fue el número 11 designado, prelado que al realizar su visita pastoral describe a Pungaravato de la siguiente manera:

Pungaravato. Es beneficio de clérigos. Tiene su asiento en un alto, entre dos ríos, el uno muy caudaloso y el otro no tanto. Es [clérigo] beneficiado Alonso Gutiérrez Caldes, criollo de Pascuaro [Pátzcuaro], buena lengua. Hay en este pueblo ciento y cinco vecinos, y a media legua y [una] legua tiene estos sujetos: Coiuca [Coyuca] con 60 vecinos, Acatzecuaro [Tlapehuala] con 40 vecinos. Y en estos pueblos hay cuarenta indios solteros y casados. Hay en esta doctrina una estancia de ganado mayor, y asiste su dueño español y su familia.122

El documento, se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid Ms. de América, 11/2579. Se reitera, que: Coiuca [Coyuca], era sufragante de Pungaravato, exclusivamente en el orden eclesiástico. Acatzecuaro, es Tlapehuala, en aquel tiempo sujeto de Pungaravato. Llama la atención, que no se mencione a Tanganhuato, que también era y es sujeto de Pungaravato. Nótese que, en las fuentes coloniales, no se menciona que el rio tuviera el nombre de Cutzamala como ahora se le llama.

Para 1639, el Obispo Fray Marcos Ramírez de Prado, 14° designado y 10° en tomar posesión como prelado de Michoacán, comisionó a Andrés de Ortega Valdivia, Chantre de la Iglesia Catedral del Obispado de Michoacán para que realizara un informe eclesiástico, cuyo documento se encuentra en la Biblioteca Newberry de Chicago, Colección Mayer Ms. 1106 C., y sobre Pungaravato de manera escueta se asienta lo siguiente.

[…] Pungaravato. Es beneficio de clérigo y tiene su asiento a la orilla de un rio. Tiene otros dos pueblos sujetos que se llaman Coiuca [Coyuca], Acuazecuaro [Tlapehuala]. 123

122 Reyes, García Cayetano y Alvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Pag. 55. 123 Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Alvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Pág. 58.

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En un informe detallado, levantado por el Visitador Diocesano Francisco Arnoldo de Yssasi Mier, rendido en 1649 a los deanes y cabildo de la iglesia Catedral de Michoacán, proporciona información valiosa que permite entender la ubicación de los pueblos, su demarcación, población, curatos y feligreses; en general, describe la difícil situación que en ese tiempo, observaban los pueblos de la Tierra Caliente, en los siguientes términos:

[…] Es la Tierra Caliente penosísima en este obispado porque fuera de ser el calor demasiado, es muy enferma y llena de malas sabandijas como son víboras, escorpiones, alacranes, cientopiés, chinchas voladoras y tantos mosquitos lo más del año que necesitan los beneficiados [clérigos] de estar metidos en aposentos cerrados y sin luz por huir de ellos. Fuera de esto es la tierra muy doblada de malísimos caminos, y mucha y muy despoblada, y como toda la Tierra Caliente en este obispado cae cerca del Mar del Sur, o en sus costas donde van a dar como a tierra más baja para entrar en el mar los ríos de esta Nueva España; y se atraviesan algunos muy caudalosos para pasar de unos pueblos a otros y los vadean en balsas hechas de calabazos grandes por haber en ellos muchos caimanes y lagartos feroces que despedazan y se tragan los hombres, si bien parece tienen tregua con los indios que se pasan las balsas a nado sin que les hagan daño.

Alaban mucho (y con razón) los cronistas de las sagradas religiones de San Francisco y de San Agustín de estas provincias el fervor con que entraron por esta tierra tan llena de malezas algunos religiosos primitivos de los suyos no porque los indios fuesen feroces, que antes son los más cuitados [tranquilos] de el reino, sino por las penalidades y el riesgo de el temple, caminos, sabandijas ponzoñosas, mosquitos y calor intolerable, ríos caudalosos y malos pasos; todo lo cual obligó a los religiosos que no fundasen conventos en ella ni la habitasen con lo cual se echará de ver lo que merecen los clérigos que administran hoy toda esta Tierra Caliente cuando los indios que eran los que traían a los ministros en palmas [¿En andas?] están hoy tan acabados que apenas pueden acudir al sustento necesario de sus beneficiados y algunos viven más retirados de todo comercio humano que los monjes que antiguamente vivían en los desiertos de Libia o en la Tebaida [Thebaida]. Con lo cual se hayan muy pocos clérigos que se atreven a ser beneficiados de esta tierra y padecen mucho los señores obispos para hallar ministros que quieren administrar en algunos de estos beneficios y pueblos de indios aunque en otros se compensan las

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penalidades con el útil y provechos que tienen de obvenciones sus beneficiados si bien ninguno en la Tierra Caliente está contento … 124

En el informe mencionado, el Visitador Diocesano Francisco Arnoldo de Yssasi Mier (1649), describe específicamente a Pungaravato de la siguiente manera:

Beneficio de Pungaravato Está en la misma Tierra Caliente. Consta de cuatro pueblos de indios que son Pungaravato, Coiuca [Coyuca], Taguenguato [Tanganhuato] y Acatzecuaro [Tlapehuala] con otra ranchería de Chumbítaro, y en todos no hay más que setenta y seis indios vecinos porque todos los pueblos de la Tierra Caliente están acabados. Agregansele tres estanzuelas pobres de tres españoles que habitan en ellas con sus casa y familias, y en otra ranchería otro español y dos mulatos; con que vienen a ser todos los vecinos de este beneficio ochenta y dos. Las parroquias son pobres. Hay tres hospitales en los pueblos para curar los enfermos y se sustentan del trabajo común de los indios. La lengua en que se administran es tarasca, aunque hablan también la cuitlateca y chontal. El beneficio es clérigo; danle tasación [contribuciones] los indios, y su majestad 250 pesos de su Real caja de México. Siembran maíz para su sustento, y suelen coger poco por la sequedad de la tierra y falta de agua del cielo. Todo el beneficio está en espacio de siete leguas y para administrarlo se pasa un rio caudaloso [grande, ahora del Balsas ¿O se refiere al de Pungaravato, hoy Cutzamala?].

Por la información proporcionada, todo hace inferir, que Chumbitaro, en ese tiempo, era sujeto de Pungaravato (al menos eclesiásticamente). La sequía, epidemias y tasaciones de tributos, fueron diezmando poco a poco la población terracalentana, y para entonces, demográficamente se vislumbraba un escenario poco alentador. Ignoro si por una omisión (o quizá que alguno ya hubiera desaparecido), se señalan tres hospitales; algunas fuentes documentales indican que a excepción de chumbítaro, pungaravato y sus sujetos eclesiásticos tenían el propio: Coyuca, Tlapehuala y Tanganhuato. En este documento de Yssasi, también se describen los beneficios eclesiásticos de Asuchitlan (Ajuchitlán), Tuzantla, Cutzamala, Sirandaro (Zirándaro) y Cuseo (Cutzio-Huetamo).

124 Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Alvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Págs. 59 y 62. Nótese, que para 1649, a Tlapehuala, todavía se le identificaba como Acatzécuaro, su nombre primitivo en phorhé. Se menciona la existencia de tres hospitale; considero que son los de Pungaravato, Coyuca y Acatzecuaro (Tlapehuala).

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En 1746, José Antonio de Villaseñor y Sánchez, en su Theatro Americano, recaba información ordenada por el Virrey Pedro de Cebrian y Agustín, Conde de Fuenclara, respecto del número de familias, grupos raciales, jurisdicciones eclesiásticas, estado de la minería, agricultura, ganadería y otras industrias, al describir el apartado relativo a la jurisdicción de Guymeo y Cirandaro [Guayameo y Zirándaro] y sus pueblos, en relación con el pueblo de Pungaravato, describe lo siguiente:

[…] El pueblo de Pungaravato está al norte de su capital [ corregimiento de Guymeo y Cirandaro] en distancia de cinco leguas; tiene iglesia parroquial con cura clérigo y República [de indios] con su gobernador y alcaldes. Cuéntase en él ciento treinta y cinco familias de indios, y sesenta y dos en el pueblo de San Lucas sujeto a su doctrina y gobierno, con cuatro estancias y en ellas treinta y cuatro familias de españoles y mestizos. Y en este paraje se da con abundancia el algodón y cascalote siendo este el principal ingrediente para el color, tintura y curtimiento de corambres,125 y mezclado con la caparrosa hace el tinte negro en toda su perfección, yerba necesaria para todas las tenerías. 126

El dato interesante, es que el poblado de San Lucas, donde hoy en día se ubica el Santuario de la Purísima Concepción (la Virgen de San Lucas), en ese lapso, eclesiásticamente dependía de Pungaravato. Esto se corrobora, porque en este documento, en la descripción de Porechuco (Purechucho), en la de San Juan Huetamo y Cuseo (Cutzío), no se hace referencia de que San Lucas haya dependido eclesiásticamente de cualquiera de estos pueblos. También es notable, la recuperación demográfica observada en Pungaravato, después de sequías y epidemias.

18. Diversos informes en el Obispado de Michoacán 1759-1765.

Con las reformas borbónicas, se observan cambios económicos, políticos y administrativos en la Nueva España. Motivado por guerras con otras potencias coloniales, epidemias con disminución de mano de obra y de ingresos fiscales, los monarcas españoles, buscan aprovechar al máximo los recursos provenientes de sus colonias americanas, principalmente de la más prospera y rica en ese tiempo: la Nueva España. Con tal propósito, mediante la elaboración de “relaciones

125 Serie de cueros o pieles que eran curtidos. 126 Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Alvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Pag. 71.

190 geográficas”, sistemáticamente, se pide información a las autoridades eclesiásticas y virreinales, con el fin de implementar políticas administrativas para extraer más contribuciones en beneficio de la Corona Española.

Es en este marco de referencia, donde resulta preciso, conocer los ingresos del clero novohispano, con el fin de gravarlos y aumentar el diezmo y los impuestos que a la Corona Española se debían cubrir, a saber: por su nombramiento como clérigos beneficiados y respecto de los ingresos que percibía cada obispado. La información tuvo que recabarse bajo la administración del Obispo Pedro Anselmo Sánchez de Tagle, y estuvo a cargo de sus clérigos seculares. Es bajo este contexto, en que se transcribe la información recabada correspondiente a Pungaravato y algunos pueblos de la Tierra Caliente.

Tabla 8. Curas del clero secular de la Tierra Caliente que participaron en la elaboración de informes.

Poblado: Nombre: Año: Axuchitlan (Ajuchitlán) Bachiller José Marcelino Palomino Bachiller José Antonio Domínguez, cura. 1765 Cutzio-Huetamo Bachiller José Antonio de Arriola. Bachiller José Marcelino Palomino, cura y juez. 1765 Cuzamala (Cutzamala) Carlos Ignacio de la Quintana, teniente de cura. Sirandaro (Zirándaro) Miguel Guillermo Ignacio de Ibarrola. 1760 Pungaravato (Pungarabato) Bachiller Carlos de Samiguel 1760 Bachiller Juan José (Joseph) de Ortega127 1760 Fuente: elaboración propia, con información de Oscar Mazín Gómez. El Gran Michoacán. El Colegio de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán. (1986), Pág. XL.

Otra información importante, levantada entre el 22 de diciembre de 1758 y 13 de julio de 1759, es la relativa a los curatos, idioma hablado y número de curas. Transcribo los correspondientes a la Tierra Caliente.

Tabla 9. Curatos, idiomas y número de curas en la Tierra Caliente.

Curato: Idioma o lengua hablada: Número de curas: Axuchitlan (Ajuchitlán) Mexicano. 1 Cutzio-Huetamo Mexicano 1 Cuzamala (Cutzamala) Mexicano 1 Tzirandaro (Zirándaro) Mexicano 1 Pungaravato (Pungarabato) Mexicano 1 Fuente: elaboración propia, con información de Oscar Mazín Gómez. El Gran Michoacán. El Colegio de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán. (1986), Pág. 9.

127 Naturalmente, se trata de Juan Joseph de Ortega, el constructor de la “cruz de mayo” en el atrio de la actual catedral de Cd. Altamirano, que para 1760, ya se encontraba en Pungaravato. 191

Sin duda alguna, hay que reflexionar sobre esta información. Si nos atenemos a lo propuesto por Donal D. Brand (citado en el presente trabajo), en el sentido de que, epidemias, migración y repoblamiento por parte de los españoles originaron la sustitución del idioma tarasco (phurhé) por el mexicano en algunos pueblos de la Tierra Caliente, la información transcrita y recabada por Mazín Gómez, concuerda perfectamente con tal teoría de Brand. No obstante, está documentado, que los informantes españoles, tendían a señalar como “mexicano”, a todo aquello que no entendían, y está también documentado, que muchas veces, se hacían acompañar por interpretes nahuatlatos, que, naturalmente, pudieron haber dicho que todo era “mexicano”.

Sobre esta información, hay que considerar que en los pueblos de la Tierra Caliente, la cultura y muchos vocablos del idioma phurhépecha aún siguen persistiendo en su hablar diario, al igual que algunos otros de alguna lengua aborigen ancestral, incluyendo aquellos de origen nahuatl; por lo mismo, tengo la percepción de que, de aceptarse que el phurhé, fue sustituido por el náhuatl (sea que este fuera hablado corruptamente o no), los Terracalentanos, hoy en día, hablarían o referirían más vocablos en náhuatl que en phurhé, cosa que cotidianamente no sucede así.

Por otra parte, no debe olvidarse que para esos años (1758-1759), según las diversas fuentes coloniales disponibles, la mezcla racial de castas, como anteriormente se les llamaba, era prácticamente mayoritaria, y, por lo mismo, es poco probable que los habitantes de la Tierra Caliente de manera común y como lengua franca, hablaran el náhuatl o mexicano, tal y como lo pudieron asentar algunas autoridades coloniales y que luego Mazín Gómez transcribe. Propongo, por el mestizaje ya existente, que más bien se hablaba mayoritariamente el español.

Por otra parte, hasta ahora, no existen documentos coloniales, ni versiones etnográficas en los pueblos de la Tierra Caliente, que hablen de migraciones y repoblamiento con indígenas de origen nahua, que hagan sostenible lo señalado por Donald. D. Brand. Frente a esto: por qué asumir que el repoblamiento fue con indígenas hablantes del nahua. ¿Acaso eran tan abundantes que no les afectó la conquista ni las epidemias y sólo a los phurhés y a otros pueblos originarios de la Tierra Caliente?

Al obispo Doctor Don Anselmo Sánchez de Tagle, también le tocó mediante derroteros, hacer llegar la información al Obispado de Michoacán, para dar cumplimiento a la Cédula Real de 10 de mayo de 1758, en la que se pedía recabar

192 informes respecto de la jurisdicción a la que pertenecía cada pueblo (a la audiencia de México o de Guadalajara); si pertenecían a los estados del Marquesado del Valle, concedidos originalmente a Hernán Cortés, expresando además, nombre de ciudades, villas y lugares, y en qué cajas reales enteraban su tributo.

La información por recabar era competencia de las autoridades eclesiásticas y coloniales. En la referente a Pungaravato, en ese tiempo, correspondía a su cura Carlos de Samiguel y a su Alcalde Mayor Don Diego Cadaval y Velásquez, Juez de Minas, Trapiches y obrajes y Comisario de la Real Hacienda, de Guimeo y Sirandaro (Guayameo y Zirándaro), cuya jurisdicción ejercía en tres curatos: Pungaravato, Sirandaro (Zirándaro), y el correspondiente a la residencia de la cabecera, que era Cuseo (Cutzio), que en ese entonces, comprendía al pueblo de San Juan Huetamo, Purechucho,y el barrio de San Lucas.

Por no tener a la mano fuentes documentales históricas, no es posible especificar el por qué, y atendiendo a que Coyuca, era Vicaría sufragante de Pungaravato, no obstante esto, en lo referente a la jurisdicción administrativa, pertenecía a la Alcaldía Mayor de Tetela del Río, hoy Municipio de General Heliodoro Castillo, Estado de Guerrero, cuyo Alcalde Mayor era Don Juan Antonio Méndez. Axuchitlan (Ajuchitlán), también estaba en la jurisdicción de Tetela del Río. La información requerida y vertida sobre Axuchitlan (Ajuchitlán), Cutzio-Huetamo y Cutzamala se puede localizar en el Archivo Manuel Castañeda, de la Casa Morelos, la correspondiente a Pungaravato, que también se ubica en ese mismo archivo, se desahogó de la siguiente manera:

PUNGARABATO [PUNGARAVATO] En el pueblo de Pungarabato [Pungaravato] en siete días del mes de mayo de mil setecientos y setenta años, ante el señor bachiller don Carlos de Samiguel, cura por su majestad, vicario in cápite y juez eclesiástico de este dicho pueblo y partido, se le entregó por un correo de cordillera el superior despacho que antecede con la carta inserta de los señores presidente y oidores de la real audiencia goberradora [gobernadora]. Y en su puntual cumplimiento dice que está pronto a ejecutar lo que se le manda por lo que debía mandar y mandó se le requiera al alcalde mayor de esta jurisdicción de ruego y encargo, declare en qué caja entera los reales tributos de este partido y si hay en algún pueblo de ellos alguna encomienda y qué real audiencia reconocen. Y por cuanto el pueblo de Coyuca de este partido [eclesiástico] pertenece en cuanto a tributos al alcalde mayor de la jurisdicción de Tetela del Rio, contigua a la de esta jurisdicción, se le libre 193 requisitorio al bachiller don José Marcelino Palomino, cura interino del pueblo de Axuchitlan [Ajuchitlán] para que le haga requerimiento al dicho alcalde mayor de Tetela del Rio y practicada la diligencia, me la devuelva. Y original uno y otro se agregue a estas diligencias. Todo lo que por este auto así lo proveyó, mandó y firmó el dicho juez eclesiástico conmigo, el presente notario, de que doy fe. Carlos de Samiguel Ante mí, José Pérez, notario nombrado. [Rúbricas].

En dicho pueblo y en dicho día, mes y año, el dicho señor juez eclesiástico, siendo presente el capitan don Diego Cadabal y Velásquez, alcalde mayor de esta jurisdicción de Guaimeo [Guayameo] y Zirandaro[Zirándaro], le requirió por el superior mandato que está por principio, de que entendido dijo:

Que esta jurisdicción está sujeta a la real audiencia de la ciudad de México y en las cajas reales de dicha ciudad entera los tributos por billete glosado del contador de dichos efectos de tres pueblos y un barrio de que se compone este partido y que son el pueblo de Pungarabato [Pungaravato], el de Tlapehuala y el barrio de Taguanguato [Tanganhuato], de los que recauda los reales tributos. Porque aunque hay otro pueblo en este partido [eclesiástico] que es el de Coyuca, reconoce con los tributos al alcalde mayor de la jurisdicción de Tetela del Río. Esto dio por su respuesta la que firmó con dicho juez eclesiástico por ante mí, el presente notario, de que doy fe. Diego Cadaval y Belásquez. Carlos de Samiguel. Ante mí, José Pérez, notario nombrado. [rúbricas].

Ilustrísimo señor. El señor bachiller don Carlos Samiguel, cura por su majestad del partido de Pungarabato [Pungaravato], puesto a los pies de vuestra señoría ilustrísima, dice que habiéndole mandado su superior decreto con carta inserta de los señores presidente y oidores de la real audiencia gobernadora de la ciudad de México para que diese razón de los pueblos, villas y lugares que se hallan en su curato, a qué real audiencia están sujetos; los que pagan tributo, en qué caja los enteran los alcaldes mayores.

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Lo que se sabe es que los cuatro pueblos de que se compone este curato que son el de Pungarabato [Pungaravato], Coyuca, Tlapehuala y Tanguanguato [Tanganhuato], todos están sujetos a la real audiencia de México. Pagan tributo y su entero según le tienen dada razón los alcaldes mayores en las cajas reales de dicha ciudad, las cuales pertenecen a la real corona. Es lo único de que puede dar razón a lo mandado por su señoría ilustrísima.

Nuestro Señor guarde la importante vida de vuestra señoría ilustrísima los años de mi deseo. Pungarabato [Pungaravato] y junio 1 de 1760. Ilustrísimo señor, mi señor. Besa los pies de vuestra señoría ilustrísima su más indigno capellán que le venera. Carlos de Samiguel. [Rúbrica]. 128

19. Descripciones de poblados que se ubicaran a una distancia de más de cuatro leguas de la sede parroquial de cada pueblo en 1765.

También dentro del contexto de las reformas borbónicas en la Nueva España (1700-1808), las descripciones, fueron solicitadas por Real Cédula de 18 de octubre de 1764 al Virrey de la Nueva España, quien la remitió al Obispo de la Catedral de Valladolid, Provincia y Obispado de Michoacán, Doctor don Pedro Anselmo Sánchez de Tagle. En dicho documento, el monarca español Carlos III, se decía preocupado porque era de su conocimiento que muchos pueblos se encontraban alejados de sus curatos, 10,12, 14 o más leguas, lo que impedía que sus súbditos asistieran a misa y recibieran la extremaunción si enfermaban gravemente. Con el fin de proveer una mejor asistencia en estos rubros, el Rey ordenó se nombrara sacerdote secular o regular en cada uno de los pueblos que se ubicaran a una distancia de más de cuatro leguas de la cabecera eclesiástica. Como ya se ha dicho, en realidad, la pretensión era aumentar los ingresos del Real Erario; de la Corona Española.

Las descripciones que los eclesiásticos debían realizar, es decir, la información que debían de recabar, se basaba en el siguiente cuestionario: a) Informe de los pueblos que atendía cada curato (cabecera parroquial); b) El número de feligreses; c) Nombre de los pueblos que se ubicaran a una distancia de más de cuatro leguas de la cabecera parroquial y distancia de ellos entre sí; d) Nombre de los pueblos que

128 Ob. Cit. Mazín, Gómez Oscar. El Gran Michoacán. El Colegio de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán, (1986), Págs. 176,177 y 178. 195 carecieran de vicarios; e) Nombre de los pueblos en donde fuera posible el envío inmediato de uno; f) Salario que se les asignaría (clero secular); g) Salario del párroco o de sus auxiliares a cuyo cargo estaba el curato y otros estipendios para su manutención; h) Ingresos por obtenciones parroquiales, de estos se pedían que fueran detallados con toda claridad, con el fin de saber qué parroquias podían pagar con sus propios recursos a los nuevos vicarios o tenientes auxiliares que se nombraran; i) Información sobre si las iglesias tenían sacristías; j) Inventario de los ornamentos sagrados, y, k) Que la descripción del pueblo o sede parroquial, fuera acompañada de plano o mapa.

La información se solicitó mediante derroteros, correspondiendo a los pueblos de la Tierra Caliente, el segundo derrotero integrado de la siguiente manera: Tziritzíquaro, Maravatío, Yrimbo, Tlalpuxagua, Taximoroa, Tuspán, Tzitácuaro, Tusantla, Purungueo, Cutzamala, Axuchitlan [Ajuchitlán], Pungarabato [Pungaravato], Zirándaro, Cutzio [Cutzio-Huetamo], Carácuaro, Turicato, Tacámbaro, Curucupaseo, San Francisco Etúcuaro y de allí a Valladolid.

La información disponible, permite corroborar que la secuencia del segundo derrotero, fue prácticamente cumplido al pie de la letra, los acuses de recepción así lo indican; no obstante, sea porque la información solicitada no se cumplimentó; sea porque los informes se encuentran extraviados; sea porque se perdieron irremediablemente, el caso es, que de la región calentana, sólo se encuentra disponible o localizable, el del antiguo Cutzio-Huetamo, que contiene una invaluable información etnográfica, demográfica y económica, además de un espléndido mapa del sitio, que de algún modo permite inferir el estado que guardaban los pueblos de la Tierra Caliente en 1776. Los informes relativos a Cutzamala, Axuchitlan (Ajuchitlán), Pungarabato (Pungaravato) y Tzirándaro (Zirándaro), no se encuentran localizables o disponibles, lo que es una verdadera lástima por la información que pudieran aportar. No obstante, existe un mapa colonial de Pungaravato de 1765, impreso y cuya paleografía se hace en el presente trabajo.

De cualquier manera, hay evidencia de que los requerimientos de información de la Real Cédula de octubre de 1764 fueron solicitados a los curas parroquiales, como se muestra a continuación.

Cuzamala [Cutzamala], 15 de mayo de 1765. El bachiller don Pedro Cupatan Camela, teniente de cura y juez eclesiástico sustituto, recibí el anterior despacho que antecede, y visto su contenido, debía

196 mandar y mandé se saque la copia luego, para el debido cumplimiento de la gravedad del contenido, y pasa luego según su derrotero para el pueblo de Axuchitlan [Ajuchitlán], hoy día 17 de dicho mes de mayo, a las cinco de la tarde, y para que conste lo firmé. Bachiller Pedro Cupatan Camela (rúbrica).

Axuchitlan [Ajuchitlán], mayo 18 de 1765. El bachiller don Joseph Antonio Domínguez, cura propio de este partido, recibió el anterior despacho que antecede y en su visita mandó sacar copia del a la letra para su cumplimiento y que pase hoy día 20 a donde corresponde, según el derrotero determina, y firmó. Bachiller Joseph Antonio Domínguez. - Ante mí Vicente de Arriola, Notario receptor (rúbricas).

Pungarabato [Pungaravato] y mayo 21 de 1765. Se recibió el presente superior despacho a las tres de la tarde, sacado a la una como se previene, sale de este curato para el que sigue, hoy 23 del mismo a las nueve de la mañana, y porque conste lo firmó el señor cura beneficiado y juez eclesiástico, de que doy fe. Bachiller Juan Joseph de Ortega. Ante mí Joseph Antonio Ferrer de Nava. Notario receptor (rúbricas).

Ztirandaro [Zirándaro] y mayo 23 de 1765. Recibí el superior despacho como a las ocho de la noche de dicho día, y sacada de la copia como se previene, sale obedecido para el que sigue el día veinte y cinco, y para que conste lo firmé. Bachiller Josep de Orozco (rúbrica).

Cusio [Cutzio-Huetamo]. El día 25 del mes de mayo, se recibió este superior despacho como a las doce del día, se sacó copia del a la letra para su obedecimiento, y el día 26 como a las diez del día, se le remitió al partido de Carácuaro, y para que conste lo firmé. Bachiller Joseph Palomino. Ante mí Josep Ignacio Albarez, Notario receptor (rúbricas).129

Como ya ha quedado asentado y se reitera: existe un mapa de Pungaravato (Pungarabato) que corresponde al año de 1765, que considero, tiene que ver con la

129 Cusio o Cutzio-Huetamo, es el único informe localizado y disponible. Excepto las precisiónes entre corchetes, la descripción de los despachos recibidos en el derrotero, fueron transcritos de la obra: El Obispado de Michoacán en 1765, de Isabel González Sánchez, editado por el Comité Editorial del Gobierno de Michoacán, (1885). Págs. 111 y 112. 197 ordenanza real de Carlos III, de describir asentamientos ubicados a 10, 12 14 o más leguas, con la finalidad de dotarlos de cura para que recibieran instrucción religiosa y que, probablemente, fue elaborado bajo la directriz del Bachiller Juan Joseph de Ortega, cura de Pungaravato en ese lapso.

Con recursos y la escritura de su época, el mapa describe la situación geográfica de la jurisdicción eclesiástica de Pungaravato (Pungarabato), orientando su comprensión mediante la ubicación de los puntos cardinales: oriente, poniente, norte y sur. Permite inferir también, la dificultad que el cura de Pungaravato, tenía que enfrentar en esa época para atender los servicios espirituales y eclesiásticos que los habitantes de esa jurisdicción religiosa demandaban.

A continuación, se muestra el mapa de Pungarabato (Pungaravato), elaborado en el año de 1765. Mediante su identificación con números, se hace el intento de transcribir paleográficamente, con el español contemporáneo, pero respetando la grafía original, los nombres de pueblos, barrios, ranchos y rancherías que en dicho mapa aparecen y la distancia que éstos guardan entre sí. Las aclaraciones que estimo convenientes, buscando una mejor comprensión, se hacen entre corchetes.

JURISDICCIÓN ECLESÍASTICA DEL CURATO DE PUNGARABATO (PUNGARAVATO) EN 1765

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Fuente: Archivo Histórico Manuel Castañeda Ramírez-Casa de Morelos, con identificación peleográfica y numeración propia. 1. Pungarabato [Pungaravato] pueblo; 2. Coyuca pueblo; 3. Tauanuato [Tanganhuato] barrio [barrio de Pungaravato]; 4. Tlapeuala [Tlapehuala] pueblo; 5. San Gerónimo barrio de Tlapeuala [Tlapehuala]; 6. Río de Pungarabato [Pungaravato]; 7. Río grande de las Balsas; 8. Río de San Juan; 9. Sta. Rosa rancho; 10. Rancho Ynchamaqua [San Juan Chámacua]; 11. Puerto rancherías; 12. Rancho Sta. Cruz [Santa Cruz de Villagómez]; 13. Estancia de San Juan; 14. Rosario rancho; 15. Chacamero [Juntas de Chacámero] rancho; 16. Rancherías Taretaro [Tarétaro]; 17. Pantzira hacienda; 18. Sto. Domingo ranchos; 19. Limones rancho; 20. Zaiba [Ceiba] rancherías; 21. Taximos [¿Tarimos?] rancho; 22. Sta. Theresa [Teresa] Hacienda; 23. Annonas Hacienda [Las Anonas]; 24. Naranxo [El Naranjo] rancherías ; 25.San Vicente Hacienda; 26. Río del Oro; 27. Quaulote [¿Cuajilote?] rancho ; 28. Buena Vista Hacienda; 29. Parantzio [Parancio] Hacienda; 30. Patambo Hacienda; 31. Hacienda Monte Grande; 32. Río de las Garzas; 33. Río del Potrerillo.

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1. Pungarabato [Pungaravato] pueblo. De Pungarabato [Pungaravato] dista =

Tauanuato [Tanganhuato] 3 || leg. = [leguas] Tlapeuala [Tlapehuala] 6 ||

[leguas] [De] San Gerónimo [Jerónimo] 6 || y media || [leguas] de Coyuca dista 1 leg. = [legua] del Quaulote [¿Quajilote?] 4 . = [leguas] De Patambo 8 leg. = [leguas] de Parantzio [Parancio] 8 leg. = [leguas] Del Monte Grande 7 leg. De las Annonas 8 leg. = [leguas] De San Visente [Vicente] 9 [leguas] de la Zaiba [Ceiba] 8 [leguas] de Santa Theresa 7 leg. = [leguas] De Sto. Domingo 4 leg. [leguas] Del Naranxo [Naranjo] 8 leg. = [leguas] Del Rosario 4 leg. = [leguas] De Taretaro [Tarétaro] 5 leg. [leguas] De Pantzira 4 leg. [leguas] Del Puerto 4 leg. [leguas] De la Ynchamaqua [San Juan Chamácua]

4 leg. y media. = de Santa Cruz 3 || leg. [leguas] De la Estancia de San Juan

1 leg. Todo esto se entiende contando desde Pungarabato [Pungaravato]. 2. Pueblo Coyuca. La actual Coyuca de Catalán, que para 1765, no era curato

independiente y dependía eclesiásticamente de Pungarabato (Pungaravato). 3. Tauanuato [Tanganhuato] barrio. En aquel entonces, se le identificaba como barrio de Pungarabato (Pungaravato). 4. Tlapeuala [Tlapehuala] pueblo. Hoy municipio independiente. Para 1765, dependía eclesiásticamente de Pungaravato. 5. San Gerónimo (Jerónimo) barrio de Tlapeuala [Tlapehuala]. Poblado ancestral que en la actualidad prácticamente se encuentra integrado con Tlapehuala. 6. Río de Pungarabato [Pungaravato]. El mapa prueba claramente, que durante la época colonial, al río, se le identificaba con el poblado de Pungaravato y no con el de Cutzamala como en la actualidad se le denomina. 7. Río grande de las Balsas. La denominación persiste hasta nuestros días, pero en el habla cotidiana se omite pronunciar “de las “. 8. Río de San Juan. Tributario del Río grande de las Balsas. 9. Santa Rosa rancho. Ignoro a qué poblado pueda pertenecer en la actualidad. 10. Rancho Ynchamaqua. Por la ubicación geográfica, me inclino pensar, que es el actual San Juan Chamacua, Municipio de Coyuca de Catalán, ubicado en las orillas de lo que en 1765 era el Río de San Juan, y en la actualidad se le denomina como Río Amuco. 11. Puerto Rancherías. 12. Rancho Sta. Cruz. Poblado denominado en la actualidad como Santa Cruz de Villagómez, perteneciente al Municipio de San Lucas, Michoacán. 13. Estancia de San Juan. Ubicada en la rivera contraria del Río Pungaravato (hoy río Cutzamala); sin duda se ubica rumbo a San Lucas, y no puedo precisar a qué localidad corresponde en la actualidad. No se señala si la estancia era de ganado mayor o menor. 14. Rosario rancho. 15. Chacamero rancho.

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16. Rancherías Taretaro. Localidad perteneciente al Municipio de Coyuca de Catalán. 17. Pantzira Hacienda. 18. Sto. Domingo ranchos. 19. Limones rancho. 20. Zaiba [ceiba] rancherías. 21. Taximos [¿Tarimos?] rancho. 22. Sta. Theresa Hacienda. Localidad perteneciente al Municipio de Coyuca de Catalán. 23. Annonas [Las Anonas] Hacienda. Localidad perteneciente al Municipio de Coyuca de Catalán. 24. Naranxo [El Naranjo] rancherías. Localidad perteneciente al Municipio de Coyuca de Catalán. 25. San Vicente Hacienda. 26. Río del Oro. 27. Quaulote [¿El Cuajilote?] rancho. Muy probablemente, se trata de la localidad perteneciente al Municipio de Ajuchitlán del Progreso. 28. Buena Vista Hacienda. 29. Parantzio [Parancio] Hacienda. Localidad perteneciente al Municipio de Coyuca de Catalán. 30. Patambo Hacienda. Localidad ubicada en el Municipio de Coyuca de Catalán. 31. Monte Grande Hacienda. 32. Río de las Garzas. 33. Río del Potrerillo.

De manera general, el mapa describe la jurisdicción eclesiástica del pueblo de San Juan Bautista Pungaravato (Pungarabato, hoy en día), con sus sujetos eclesiásticos, en el cual, se pueden distinguir no obstante de que no se nombran, sus cerros: Pungaravato y Chuperio, así como un pequeño lomerío que en su tiempo se conocía como Loma de las Gallinas. Se observa también, la primitiva iglesia con techumbre de madera y probablemente de paja. Geográficamente, se muestra al pueblo en medio de sus dos ríos: el de Pungaravato (hoy Cutzamala) y el Río grande de las Balsas. Llama la atención que para 1765, no aparezca en el mapa la importante Hacienda de Talistaca. Es probable que haya cambiado de nombre.

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20. La Leyenda del enterramiento del “báculo”, del Padre Moya.

El presente punto se desarrolla en este apartado, porque considero, es en esta época o lapso (1770) en que se construye la que fuera la “Cruz de Mayo”, del viejo pueblo de San Juan Bautista Pungaravato. En la etnografía de los Pungaravatenses-Altamiranenses hay una hermosa y conmovedora leyenda y tradición transmitida oralmente de generación en generación: “que el Venerable Fray Juan Bautista Moya, para proteger a los indios de Pungaravato de las inundaciones de los ríos que lo rodean (el grande, hoy Río de las Balsas; y el que en la época de la colonia se asociaba con el poblado de Pungaravato, (hoy Río Cutzamala), encomendando el poblado al Todo Poderoso, enterró, en el atrio de la hoy Catedral de Ciudad Altamirano su báculo”.

Es verdad que no se dispone de documento alguno para probar la historicidad de un acto de tanta bondad; no obstante, los de Pungaravato, desde siglos, han guardado en su memoria y cultura colectiva, la leyenda del “enterramiento del báculo”.

También por transmisión oral, los de Pungaravato (hoy Altamiranenses- Pungaravatenses), identifican, que ese “báculo”, “se encuentra “enterrado” en lo que fuera una antigua Cruz de Mayo”, ubicada en el atrio de la iglesia-catedral, intervenida para “remodelarla”, haciendo notar ostentosamente la obra por parte de sus autores; seguramente, realizada con la mejor de las intenciones, pero no carente de cierta incuria. Quizá con apoyo de especialistas, se pudo haber hecho una restauración que conservara su esencia colonial.

Lo interesante es, que si nos atenemos a la placa de cantera, que es la única parte viva de dicho monumento colonial, en ella se indica, que dicha “Cruz de Mayo”, fue acabada en 1770, seguramente, construida a instancias del señor cura Bachiller Juan Joseph de Ortega, quien, el 21 de mayo de 1765, según el derrotero seguido, transcrito anteriormente en el punto que antecede, se prueba con el acuse de recepción de la orden de Descripciones emitida por el Rey de España en 1764, que dicho cura secular, en ese entonces, ya se encontraba en Pungaravato. Asumiendo grafía moderna, en la mencionada placa de cantera se lee lo siguiente:

El Sr. Cura Don Juan Joseph de Ortega, Mandó hacer esta obra en el año de 1770.

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Originalmente, la “Cruz de Mayo”, acabada en 1770, tenía el siguiente aspecto, que se puede delinear, dada la pobre tecnología fotográfica de mediados del siglo pasado.

Fuente: tomado de Arturo Villela Hernández, en su obra: Ciudad Altamirano (1962), Pág. 80. En la siguiente fotografía, se muestra el aspecto primitivo de la ahora Catedral de Ciudad Altamirano, consagrada bajo la advocación de Juan el Bautista, juntamente con la “Cruz de Mayo”.

Fuente: tomado de Arturo Villela Hernández, en su obra: Ciudad Altamirano (1962), Pág. 80. 203

Otro aspecto de la primitiva iglesia de San Juan Bautista Pungaravato, se muestra a continuación, siendo probable que el agregado o ribete, se refiera al año en que fue instalado su reloj; esto, en junio de 1945. También se observa, lo que fuera, la primitiva cruz de mayo y el inicio de la construcción de sus torres.

Fuente: Cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.

Fuente: Cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.

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Al lado derecho, al fondo de esta última fotografía, se observa una construcción o caserón de adobe, que, probablemente, era el primitivo hospital de indios fundado por el padre Moya, en el siglo XVI.

Cabe destacar, que el canta-autor Pungaravatense, Arturo Villela Hernández, en su obra ya mencionada, refiere que el 27 de junio de 1903, la primitiva iglesia, sufrió un incendio, que, aunado a los otros dos a los cuales hace referencia el cronista agustino Mathías de Escobar, se tendrían documentados tres.

Sobre la leyenda del báculo, es necesario hacer la siguiente precisión nacida de la tradición oral de los Pungaravatenses-Altamiranenses: el “báculo enterrado”, por el propio Padre Moya, seguramente con el apoyo de los indios de Pungaravato (entre 1552-1567), atendiendo a la vestimenta de las órdenes mendicantes de aquel tiempo, era un humilde y tosco bastón alto de madera, utilizado en sus correrías evangelizadoras; ese “báculo”, no guarda la connotación simbólica del ritual litúrgico que denota la autoridad pastoral de los obispos. El del Padre Moya, dada su extrema humildad, era un burdo cayado, un tosco bordón para apoyar su trajinado y andariego cuerpo en sus labores de evangelización.

Propongo, porque la lógica lo indica, que esta “cruz de mayo”, la construyó el Bachiller Juan Joseph de Ortega, en el sitio, donde originalmente se encontraba algún montículo o modesta obra, que indicaba el sitio o lugar del enterramiento del “báculo” del Padre Moya.

21. Otra información dada por el cura de Pungaravato en agosto de 1765.

Muy probablemente, la información se relaciona con el requerimiento hecho a los curas seculares que informaran si en su jurisdicción eclesiástica, había pueblos ubicados a más de cuatro leguas, para que, a la vez, se les pudiera dotar de cura beneficiado; información solicitada mediante Real Cédula de 18 de octubre de 1764 y que ya abordamos en el punto anterior. La información que el cura de Pungaravato, el Bachiller Juan Joseph de Ortega, rinde a al Obispo Pedro Anselmo Sánchez de Tagle, es la siguiente:

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Ilustrísimo señor.

Con la ocasión de haberme vuelto a cometer el accidente de supresión de orina que en ocasiones me veo gravemente molestado, me motiva el ocurrir a la benignidad de vuestra señoría ilustrísima para que me permita su venia para pasar a la ciudad de México a medicinarme pues con la experiencia de que hace tres años me dejaron las medicinas casi perfectamente bueno, me veo precisado a ocurrir al mismo socorro y juntamente con esta ocasión mandar hacer algunas imágenes y alhajas para el adorno de la iglesia por lo que suplico a vuestra señoría ilustrísima su licencia, dejando como queda en la administración de este partido el bachiller don Ignacio Solórzano, de quien tengo entera satisfacción que cumplirá enteramente con el ministerio, ínterin me devuelvo a este partido que será luego que me recupere.

Remito a vuestra señoría ilustrísima el mapa de este partido para mejor inteligencia de él y para el cumplimiento de la cédula y lo nombrado por vuestra señoría ilustrísima. Soy de sentir que puesto un mininistro en el pueblo de Poliutla que es y pertenece al curato de Asuchitlan [Ajuchitlán] y dista de la cabecera siete leguas y el rio Grande de por medio, puede agregársele por un lado el pueblo de Tlapehuala que es y pertenece a este partido de Pungarabato [Pungaravato] y dista de esta cabecera seis leguas y en tiempo de aguas son dobles. Del pueblo de Poliutla en donde puede residir el ministro, tan solamente dista tres leguas de tierra llana.

Por el otro lado se puede agregar el pueblo de Tecolotlán y la hacienda y rancherías Cuaulotitlan, que uno y otro pertenecen al curato de Cuzamala [Cutzamala] y ambos distan de la cabecera siete a ocho leguas y uno y otro distan del pueblo de Poliutla en donde puede residir el ministro, tan sólo tres leguas de tierra llana.

Los emolumentos que pueden producir estos pueblos y hacienda por la experiencia y noticia que tengo, pasan de 500 pesos fuera de la tasación que es tan suficiente, que sobradamente hay para que se mantenga el ministro quedándole libres los emolumentos. Este es mi sentir, salvo lo que vuestra señoría ilustrísima determinare que será lo mejor.

Por lo que hace a los otros pueblos que pertenecen a este partido [eclesiástico], el uno dista de esta cabecera tres leguas, que es el pueblo o barrio Tahuanhuato

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[Tanganhuato] y de tierra llana. El otro dista una legua que es el pueblo de Coyuca. Todos los pueblos generalmente tienen lo necesario para el ministerio y adornos de sus iglesias, como son ornamentos decentes de todos colores, cálices varios, custodia y alguna otra plata del servicio de la iglesia y vasos sagrados, altares decentes, excepto el pueblo de Tecolotlán que como corto, no tiene más que lo preciso para celebrar.

Por lo que mira a las demás haciendas y rancherías que pertenecen a este partido, aunque hay la distancia de más de cuatro leguas,130 pero todo es tierra llana. Sin embargo, vuestra señoría ilustrísima determinará lo más conveniente a que me sujeto a todo lo que vuestra señoría ilustrísima dispusiere que será como siempre lo mejor. Apreciaré la salud de vuestra señoría ilustrísima, la que pido a Dios guarde muchoas [muchos] años como deseo. Pungarabato [Pungaravato] y agosto 10 de 1765. Besa la mano de vuestra señoría ilustrísima su afectado súbdito. Bachiller Juan Joseph de Ortega [Rúbrica].131

22. Ingresos del diezmo en la Diócesis de Michoacán en 1787, pueblos de la Tierra Caliente.

Los diezmos, eran ingresos que obtenían los clérigos tanto del clero regular (ordenes mendicantes), como los del clero secular (curas), consistente en la décima parte de los frutos productivos obtenidos por quienes los generaban en el Obispado de Michoacán, información económica importante para la Corona Española en sus reformas borbónicas a la hora de tasar y cobrar contribuciones. Se transcriben los correspondientes a los pueblos de la Tierra Caliente.

130 Atendiendo a la información del Bachiller Juan Joseph de Ortega, es de suponer, que el territorio eclesiástico de Pungaravato, comprendía más de veinte kilómetros contados desde el pueblo. 131 En el texto transcrito, se respetó la grafía y paleografía, de la Ob. Cit. de Oscar Mazín Gómez, a excepción de los corchetes que son propios, en su obra: El Gran Michoacán. El Colegio de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán, (1986), Págs. 427 y 428. Al parecer, la propuesta del Padre Juan Joseph de Ortega, no tuvo eco, puesto que Tlapehuala, siguió dependiendo eclesiásticamente de Pungaravato, inclusive hasta nuestros días como parte del Obispado de Ciudad Altamirano, Gro., no obstante que políticamente juntamente con otros pueblos, se dividió de Pungaravato mediante Decreto número 43 el 5 de noviembre de 1947.

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Tabla 10. Ingresos por diezmo en Obispado de Michoacán en 1787, correspondiente a los pueblos de la Tierra Caliente.

Población con diezmatorios o colecturías: Diezmos anuales en pesos: Axuchitlan (Ajuchitlán) 1,015 Cutzamala 1,820 Cutzio y Zirándaro 2,950 Pungarabato (Pungaravato) 1,800

Total: 7, 585 Fuente: elaboración propia, con información de David A. Brading y Oscar Mazín. Editores. El Gran Michoacán en 1791. Sociedad e ingreso eclesiástico en una Diócesis novohispana. El Colegio de Michoacán. El Colegio de San Luis, (2009). Pág. 37.

Llama la atención, que en esta información, en relación con los ingresos por diezmo recaudado, se manejen de manera conjunta en el caso de Cutzio-Huetamo y Zirándaro.

23. Ingresos parroquiales para 1791.

Con la secularización de las “visitas” y “doctrinas” creadas originalmente por los evangelizadores mendicantes (Franciscanos y Agustinos), las actividades de los curas seculares, sujetos a la Mitra del Obispado de Michoacán, fueron tasadas en aranceles, para fijar el costo de las misas, bautismos, bodas y sueldo normal de vicarios y ministros. La siguiente tabla, describe los ingresos tasados anualmente para el personal eclesiástico secular ubicado en los principales pueblos de la Tierra Caliente.

Tabla 11. Ingresos anuales en pesos y reales de los curatos de la Tierra Caliente.

Curato: Restando sueldo Concepto de ingresos: Ingreso Ingreso de vicario: (1) neto: adicional: ministro (2): fábrica espiritual: Ajuchitlán 500.0 (1) Derechos, Obvenciones 2,685.0 136.0 parroquiales y tasaciones de los pueblos. Cutzamala 400.0 (2) Derechos, Obvenciones 1,566.2 165.0 parroquiales, inclusive Derechos las dotaciones y de capellanías que tiene. sepulturas e insignias.

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Cuseo 800.0 (2) Obvenciones y derechos 2,137.4 231.3 [Cutzio-Huetamo] Sueldo de dos parroquiales. Derechos ministros de sepulturas e insignias. Pungarabato 800.0 Obvenciones y derechos 1,069.0 528.0 [Pungaravato] Sueldo de dos parroquiales. Derechos ministros fijos. de sepulturas e insignias. Zirándaro 400.00 Obvenciones y derechos 1,275.2 170.2 parroquiales. Derechos de sepulturas e insignias. Fuente. Elaboración propia, con información de David A. Brading y Oscar Mazín. Editores. El gran Michoacán en 1791. Sociedad e ingreso eclesiástico en una Diócesis novohispana. El Colegio de Michoacán-El Colegio de San Luis (2009), Págs. 130, 138, 150 y 172.

24. Ingresos de las cofradías de Pungaravato en 1791.

En un documento denominado: Extracto general de las relaciones que han hecho los curas de este obispado de Michoacán de todas las cofradías y hermandades de sus respectivas parroquias, en el cual se refiere su erección, sus fondos propios y aquellos que sólo tienen la administración, sus cargas o descargas en que se invierten sus productos, se describe la situación económica y el ingreso de las cofradías de Pungaravato, aunque también se puede localizar en la obra consultada, lo relativo a las de Ajuchitlán, Cutzamala y Zirándaro; por cuestiones que ignoro, no se describe la de Cuseo (Cutzio-Huetamo). Por el enfoque del trabajo realizado, se transcriben las de Pungaravato, pero se incluyen las de Coyuca, Tlapehuala y Tanganhuato, pueblos sujetos eclesiásticamente al Curato de Pungaravato.

PUNGARABATO [PUNGARAVATO] [17]

En este curato hay catorce cofradías y tres hermandades. La cofradía del Divinísimo se erigió con autoridad del ilustrísimo señor doctor don Francisco Matos Coronado en el año de 1743. Sus fondos consisten en 1620 pesos que parece están redituando y con cuyos productos se costean anualmente la función de jueves santo; purificación de Nuestra Señora de misa cantada y procesión doce rezadas, una por cada cofrade de los que mueren, cera y aceite para la lámpara en un aniversario y cantores, cuyo capital, como propio de este destino piadoso, se saca a la clase de su especie 1,620 209

La de San Nicolás Tolentino, aprobada el año de 1655 por el ilustrísimo señor don Fray Marcos Ramírez de Prado, tiene por fondos propios 4874 pesos. Los productos anuales se invierten en 24 misas cantadas, 2 funciones solemnes; misa por cada uno de los cofrades que fallece, un aniversario por los difuntos; otra en uno de los días de la octava de Corpus, en costos de cera y pensión del colegio seminario 4,874

La de Santa Bárbara, aprobada el año de 1732 por el ilustrísimo señor doctor don Juan José escalona y Calatayud, tiene 206 cabezas de ganado de todas clases y 31 de bestias caballares que, regulados éstos a 2 pesos, 4 reales y aquéllas a 4, hacen el capital de 901 pesos, 4 reales que se consideran por bienes propios de esta cofradía. Sus productos se invierten en 21 misas, función titular, un aniversario, misa por cada cofrade difunto y en pensión de las tierras en que pastan los ganados, con otros gastos de la cofradía 901.4

La de Jesús Nazareno, aprobada en el año de 1742 por el ilustrísimo señor doctor don Francisco Pablo Matos Coronado tiene por fondos, que se consideran propios, 6993 pesos. Sus réditos se invierten en misa, procesión del martes santo; 12 anuales en las que se aplican por los cofrades que fallecen; aniversario, costos de cera y otros que se hacen como propios de esta cofradía 6,993

La de San Juan tiene nombre de tal, pero no hay evidencia alguna de su formal erección. Sus fondos propios consisten en 556 cabezas de ganado y 31 bestias caballares que, reguladas a 2 pesos, 4 reales éstos y a 4 pesos aquéllas, parecen componer el capital de 901 pesos. Estos productos se invierten en la función anual del santo titular de vísperas, misa y sermón y en otra la octava de corpus; en pagar la renta de las tierras en que pastan los ganados, real derecho de alcabala, costos de cera y otros de la misma cofradía 901

La de Santa Lucía no consta erecta con autoridad del ordinario. Sus fondos propios consisten en 59 cabezas de ganado, chico y grande, y en 5 bestias caballares, que, regulados éstos a 5 pesos y aquéllas a 4, compone el capital de 361 pesos. Los productos se invierten en la función titular; dos misas de festividades y otra en la octava de Corpus; en gastos de cera y demás que por costumbre tiene la cofradía 361

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La de Ánimas, que tampoco consta aprobada por el ordinario, tiene de fondos propios 453 cabezas de ganado de todas edades y 17 bestias caballares que, reguladas aquéllas a 4 pesos y éstas a 2 pesos, 4 reales, componen el principal de 1854 pesos, 4 reales. El producto anual se invierte en 12 misas, una cada mes; y en las que se dicen por los cofrades que fallecen; en cera, alcabala, tributo de vaqueros, renta de tierras, herramientas y otros acostumbrados 1,854.4

La de Jesús del pueblo de Tlapehuala, que igualmente carece de aprobación ordinaria, tiene por fondos 555 reses de fierro arriba y 26 bestias caballares [que], reguladas éstas a 2 pesos, 4 reales y aquellas a 4 pesos, hacen el principal de 2337 que se consideran por propios bienes de esta cofradía y cuyos productos se invierten anualmente en la función titular; 12 misas mensuales, gastos de cera, tributo de vaqueros, renta de tierras y otros que se mencionan 2337

La de Ánimas en dicho pueblo de Tlapehuala carece igualmente de aprobación ordinaria. Sus fondos propios consisten en 71 cabezas de ganado de fierro arriba y 36 bestias caballares; y reguladas éstas a 2 pesos, 4 reales y 4 pesos aquéllas, componen el capital de 374 pesos. Sus productos se invierten en un aniversario, una misa cantada, cera, tributo de vaqueros y otros gastos 374

La de Santiago del pueblo de Tanganhuato, que carece de aprobación del ordinario, tiene por fondos propios 106 cabezas de ganado de fierro arriba y 2 bestias caballares cuyo monto, reguladas éstas a 2 pesos y aquellas a 4 pesos, es el de 434 pesos. Estos productos se invierten en costos de la función titular, 8 misas que llaman de sábado, cera, organista; en una de las pozas del día de Corpus, renta de tierras, alcabala, tributo de los vaqueros y otros acostumbrados 434

La del hospital de Pungarabato [Pungaravato], primitiva de las fundadas por el ilustrísimo señor Quiroga, tiene de capital 104 cabezas de ganado de fierro arriba y cinco bestias caballares, las que reguladas a 3 pesos y aquéllas a 4, hacen el todo de 431 pesos que se consideran por fondos propios de estas cofradías. Los productos que anualmente rinden se invierten en la función de la concepción; 16 misas de sábado, 3 de aguinaldos; 3 en otras tantas festividades de nuestra Señora, en el aniversario de finados; costa de uno de los días de la octava de corpus en las que se aplican por las almas de los 211 indios que fallecen; en vino para celebrar, misas en el discurso del año, cera, pensión del seminario, tributo de los vaqueros, tasación del cura y con otros gastos que por costumbre tienen los indios 431

La del hospital del pueblo de Coyuca de igual erección a la antecedente. Tiene 535 cabezas de ganado mayor de fierro arriba y tres bestias caballares cuyo monto, reguladas éstas a 2 pesos, 4 reales y a 4 pesos aquéllas, ascienden a 2 262 pesos que se consideran por bienes propios de esta cofradía: los productos que anualmente rinde se invierten en diez misas de festividades; 16 de sábado en las que se aplican por los indios que fallecen, aniversario anual y demás gastos de la cofradía 2,262

La del hospital de Tlapehuala, de la propia erección que las dos antecedentes, tiene 71 cabezas de ganado de fierro arriba y 36 bestias caballares que, reguladas éstas a 2 pesos, 4 reales y aquéllas a 4 pesos, hacen el fondo de 374 pesos que se considera propio de la cofradía. Los productos anuales se invierten en una misa cantada, un aniversario, cera, renta de tierras, alcabala, tributo de vaqueros y otros gastos 374

La del pueblo de Tanganhuato, de la misma erección, tiene de fondo 139 cabezas de ganado de fierro arriba y 11 caballos de la misma clase cuyos 583 pesos de su valor, éstos a 20 reales y a 4 pesos aquéllas, consideran por propios de la cofradía. Sus productos se invierten en la función anual de Concepción de Nuestra Señora, 2 aniversarios, 16 misas de sábado y tres festividades; en cera, renta de tierras en que agostan los ganados y otros gastos acostumbrados 583

La hermandad de Nuestra Señora del Rosario, establecida sin autoridad alguna a devoción de los niños de doctrina de Pungarabato [Pungaravato], a expensas de su personal trabajó el año de 1758, tiene 89 cabezas de ganado y un caballo regulado en 5 pesos y aquéllas a 4; hacen el fondo de 361 pesos que se consideran por propio, cuyos productos se invierten en renta de las tierras que ocupan los ganados, alcabala de lo que se vende, tributo de vaqueros y en la función anual del Santísimo Rosario 361

La que con la misma advocación también hay en el pueblo de Coyuca, sujeta al antecedente, en que no intervino autoridad alguna a su erección y se dice tuvo principio el año de 1751; tiene 134 cabezas de ganado de fierro arriba y

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ocho caballos [que], regulados éstos a 5 pesos y a 4 pesos aquéllas ascienden a 576 pesos que se consideran por propios de esta hermandad. Sus productos se invierten en la función anual, 12 misas cantadas; otra en la octava de Corpus, cera, tributo de vaqueros, renta de tierras y otros gastos acostumbrados 576

La última hermandad, con advocación de Nuestra Señora de Guadalupe del pueblo de Coyuca, establecida sin autoridad alguna el año de 1777 a solicitud de Antonio Nicolás y otros fieles indios, tiene 47 cabezas de ganado de fierro arriba que, reguladas a 4 pesos, hacen el fondo de 188 pesos que se considera propio de este destino piadoso. Sus productos se invierten en la función anual de la Santísima Señora, cera, cohetes y otros gastos 188 132

Con la finalidad de denotar el capital movido por las cofradías y hermandades de los curatos ubicados en los principales pueblos de la Tierra Caliente en 1791, a continuación, se hace la siguiente contrastación.

Tabla 12. Capital movido por cofradías y hermandades en los principales curatos de la Tierra Caliente en 1791.

Curato: Cofradía: Capital: Hermandad: Capital: Total: curato: Ajuchitlán. Jesús Nazareno. 4 500 Nuestra Señora de 1 500 Del Santísimo 2 152 los Dolores. Sacramento. Benditas Ánimas del 2 880 Purgatorio. San Miguel De Ánimas 3 430 Totolapan, agregado de Ajuchitlán. Pueblo de Nuestra Señora del 3 512 Poliutla Carmen. Jesús Nazareno. Nuestra Señora de los Dolores. Nuestra Señora de Guadalupe. 17 974

132 A excepción de los corchetes sobre [Pungaravato] y comas en las cantidades, en la transcripción, se respetó la paleografía y grafía, utilizada por David A. Brading y Oscar Mazín, Editores, en la Ob.Cit., El Gran Michoacán en 1791. Sociedad e Ingreso Eclesiástico en una Diócesis novohispana. El Colegio de Michoacán. El Colegio de San Luis, Págs. 252 a 256. 213

Cutzamala La del Santísimo 6 020 La de Ánimas 8 000 Limpia 2 500 Concepción (hospital). Hospital de 1 200 Tlalchapa. 17 720 Pungaravato El Divinísimo 1 620 Nuestra Señora del 361 Rosario. San Nicolás 4 874 Tolentino Santa Bárbara 901.4 Jesús Nazareno 6 993 La de San Juan 901 La de Santa Lucía 361 La de Ánimas. 1 854.4 Hospital de 431 Pungarabato. La de Jesús 2 337 (Tlapehuala). La de ánimas 374 (Tlapehuala). Hospital de 374 Tlapehuala. La de Santiago 434 (Tanganhuato). Hospital de 583 Tanganhuato. Hospital de 2 262 Nuestra Señora del 576 Coyuca Rosario. Nuestra Señora de 188 Guadalupe.

25 424.8 Zirándaro San Nicolás 1 655.4 Santísimo Sacramento. 3 086.4 Santo Entierro de 2 106.2 San Joseph. 421.7 Cristo Nuestra Señora de 1 510 Guadalupe. De Ánimas. 2 620 Hospital de 127 Zirándaro. Hospital de San Agustín Guimeo (se indica que carece de fondos) Hospital de 368 Santiago.

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Hospital del pueblo 4 987 Hermandad de San 408 de San Gerónimo. Gerónimo. 17 289.7 Fuente: elaboración propia, con información de David A. Brading y Oscar Mazín, Editores. El Gran Michoacán en 1791, El colegio de Michoacán. El Colegio de San Luis, 2009, Págs. 229, 230, 246, 247, 248, 252, 253, 254, 255, 256, 268 y 269.

En la referida obra de Brading y Oscar Mazín, no encontré información relativa a Cutzio-Huetamo; por lo mismo, salvo información que sobrevenga, de la transcrita, se observa con suma claridad, que en 1791, Pungaravato por sí mismo, manejaba un capital de trabajo de 18 296 pesos y 8 reales; juntamente con sus iglesias sufragantes de Tlapehuala, 3, 085, Tanganhuato, 1, 017 y Coyuca, 3, 026, su capital ascendía a 25, 424 pesos y 8 reales, cifra nada despreciable si se considera la época, y es un capital superior al manejado por Ajuchitlán, 17, 974 pesos, Cutzamala, 17, 720 pesos y Zirándaro, 17, 289 pesos y 7 reales.

Es de señalarse, que la acendrada devoción que los calentanos tienen hacia la Inmaculada Concepción (La Virgen de San Lucas), puede deberse a que en la fundación primitiva de los hospitales de la Tierra Caliente creados siguiendo el esquema ideado por Don Vasco de Quiroga (al igual que en todo Michoacán), la advocación, correspondía a alguna que identificara a la Virgen María; por lo mismo, no resulta extraña, la arraigada veneración que los Calentanos profesan a la Inmaculada Concepción de San Lucas, Michoacán: “Madre de los Calentanos”.

25 La situación demográfica de los pueblos de la Tierra Caliente en 1792.

Para las autoridades coloniales, dadas las epidemias y muerte prematura de indígenas, españoles y castas, era de suma importancia conocer el número de tributarios que podían contribuir a la Corona Española; se trataba de una cuestión de ingresos para financiar los gastos por préstamos y guerras. En un documento localizable en el Archivo General de la Nación, bajo el rubro: AGN, Historia, vol. 72, ff. 46-62, se encuentra información relativa a la situación demográfica del Obispado de Michoacán. Contrastando el número de pobladores entre 1700 y 1792, a continuación, se transcribe la relativa a los pueblos de la Tierra Caliente.

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Tabla 13. Situación demográfica de los pueblos de la Tierra Caliente en 1700 y 1792.

Pueblos: Año 1700 y pobladores: Año 1792 y pobladores: Huetamo 130 308 Cuetzeo o Cuseo (Cutzio) 5 768 Purechucho 49 169 San Lucas 51 99 Pungaravato 130 353 Coyuca 115 564 Tanganguato (Tanganhuato) 20 78 Tlapehuala (Acatzécuaro) 178 294 Sirándaro (Zirándaro) 353 598 Huimeo (Guayameo) 26 34 Santiago 74 97 San Gerónimo (Jerónimo) 62 78

Total: 1 193 3 440 Fuente: elaboración propia, con datos de Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Álvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Pág. 78.

Nótese lo siguiente: si consideramos cualquier número de la población actual de cualquier pueblo de la Tierra Caliente, es posible imaginar, que en 1792, sólo existían 3, 440 almas en toda la región calentana.

25. Pungaravato, en la jurisdicción de San Juan Huetamo en 1796.

Los datos manejados en el presente apartado derivan del informe que se encomendó al funcionario Real Joseph Antonio Calderón. Al igual que de otros pueblos de la Tierra Caliente, el documento ubicado en el AGN, Historia, vol. 73, ff. 142-168, contiene una gran información etnográfica sobre la jurisdicción eclesiástica de Pungaravato. A continuación, considerando el texto y paleografía de Cayetano Reyes García y Álvaro Ochoa Serrano, en su obra Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, se transcribe la correspondiente a San Juan Bautista Pungaravato.

Pueblo de San Juan Bautista Pungarabato [Pungaravato], lengua tarasca que quiere decir cerro de plumas es cabecera de curato y se haya situado en un llano grande a la orilla opuesta de un río que llaman de Isizapinda o río Chiquito que a un cuarto de legua se junta con el río grande de las Balsas. Dista del anterior [de San Juan Huetamo] 10 leguas al oriente y se han empadronado ½ tributarios indios en 171 enteros y 87 medios a más de 62 reservados de ambos sexos que para su gobierno económico y recaudación de reales tributos celebran elección de gobernador [indígena], dos alcaldes,

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dos regidores, un alguacil mayor, dos topiles133 o catápes y escribano de la república.

Todos son labradores que siembran maíz y algodón también en los parajes respectivos a su pueblo que les parecen mejores porque tampoco tienen señaladas de repartimiento. Algunos cultivan huertas a las orillas de los dos ríos donde cogen sandía, melones, calabazas, chile verde y cebollas. Otros se dedican a la pesca que ambos ríos proporcionan abundantemente de bagre y camarón, con escasez [de] robalo frescal (sic), y a principios de aguas mucha trucha y cuando cogen venden dentro del pueblo y otros sirven de vaqueros en las haciendas de las cercanías y en las estancias de las cofradías; y con estos arbitrios viven desahogadamente y, sin duda, tendrían sobrantes a no ser borrachos de charape134.

Sin documento de erección y con fondo de 70 reses y cinco bestias caballares hay hospital o cofradía de la Purísima Concepción; nombran prioste, mayordomo, fiscal, escribano, ventonera, cazundapario o sahumadora, dos candelparis que llevan la velas y cuatro gurichuparis135 que cargan la imagen. Celebran función de iglesia en día de la Purísima dando al cura 9 pesos 4 reales en dinero, 9 mantas de a 2 pesos, 9 servilletas de a real o 9 reales, una toalla o cuatro reales, 12 reales de pan, fruta, conserva, dos matunduatarecho y matu[n]duacuzca que son dos guajolotes hembra y macho [¿Después derivó sólo en tundo o tunda?], y un cuarto de carne de res y separadamente se le trae comida, y ponen en el altar doce velas de cera de castilla de a cuatro en libra. Convidan en aquel día a todos los naturales con atole y comida en que gastan dos reses del fondo, una carga de maíz, cuatro pesos de panocha, tres de pan y dos de chile, etc., pero no hay charape. Pagan también el estipendio de 2 pesos por cada diez misas de las festividades de nuestra Señora, diez y seis pesos por las de los 16 sábados que tocan de tasación a este pueblo y 2 pesos de estipendio y cuatro reales de cera por la que también se celebra siempre que muere india o indio de edad tributaria. El día de Jueves Santo dan calzones y cotón de manta y zapatos a los que hacen de apóstoles y disponen para ellos una regulada comida de doce distintos platillos para cada uno en que gastan 24 pesos y

133 Seguramente, el Funcionario Real Joseph Antonio Calderón, se encontraba más familiarizado con la terminología náhuatl, lengua, por cierto, usada en algunos pueblos de Michoacán. Topil, significa una especie de oficial de justicia; literal: topilli, significa Bastón (de mando), vara. Algo similar en phorhé, sería: Jurámuti, achatí, tsrikuarhikua kamaca, tarhépini. 134 Charape, probablemente, sea una corrupción del término phurhé, charapi, que era una bebida fermentada de piña y panela. 135 Probablemente, deriva del término phurhé, terúnchpire, que se entiende como cargo oficial; cargo oficial de cargador. 217

tejen las mantas necesarias entre todas las mujeres del pueblo. El día de Corpus dan al cura dos pesos, estipendio de la misa, y tres libras de cera de Castilla para el altar y en todo el año diez pesos para el vino de las misas y seis fanegas de maíz que llaman de pindecua. 136 Aunque estos gastos son bastante crecidos no sufre ningún desembolso el prioste [mayordomo de la cofradía o hermandad] ni los otros empleados respecto a que para ellos da cada tributario un real. Siembran una carga de maíz, una, dos o tres arrobas137 de semilla e algodón; trabajan dos semaneros con sus mujeres aquéllos destinando lo que ganan de alquilados a favor de los productos de la cofradía y éstas en hilar; y si no alcanza cuanto rinden estos arbitrios para cubrir los indicados costos y los que se erogan en curar y mantener a los enfermos forasteros se valen de las reses de la cofradía y venden las precisas para verificar el total entero y, por consiguiente, así por esto como porque dan anualmente cinco reses al cura va siempre en disminución el fondo.

Para la función titular, para la de Santa Bárbara, San Nicolás Tolentino y Nuestra Señora del Rosario nombran mayordomo que corre con los gastos respectivos a ellas, y como son cofradías con fondo se da puntual noticia de todas en informe radical que está señalado. Celebran el día de Nuestra Señora de Guadalupe nombrando prioste, mayordomo, fiscal despensero y escribano. Dan al cura 8 pesos y ponen en el altar tres libras de cera de Castilla y convidan con comida a todos los naturales con igual gasto que el que erogan para este caso en el hospital. Forman un árbol de fuego [castillo de luces y cohetes] y tiran dos o tres gruesas de voladores [cohetes de varilla] y cuanto gastan importa 90 pesos que enteran entre el prioste y mayordomo ayudados de dos o tres pesos que da cada uno de los otros tres empleados.

En el puerto nombrado Santa María, tierra de este pueblo, donde comienza su lindero, entre oriente y sur, está comprendido el barrio de Santiago Taguanguato [Tanganhuato], y volteando para el norte se va a un cerro llamado Chacámero138 que quiere decir nasa o trampa hecha de estacas y

136 Reconociendo que no soy experto ni conocedor de la lengua phurhé, es probable, que pindecua derive de pirani, relativo a maíz nuevo, recién nacido o cosechado. Hay otra versión que se aborda más adelante, relativa a las cofradías. 137 Una arroba, equivale a 12,5 Kg. 138 No he podido confirmar el significado de Chacámero como “nasa o trampa”; tampoco como “lugar de pez pequeño”, sostenido por Baloy Mayo, en su obra Toponomía del Estado de Guerrero, pero, tiene cierto sentido de correspondencia con chuhcari, que según Gilberti, significa madera; en tanto que, Velásquez Gallardo, dice que trabajar en madera significa, chkár ánchikorheni. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, chaca, significa, tenderse a lo largo en algún lugar. Entre los hablantes de San Jerónimo Purenchécuaro, sostiene Eréndira Nansen Díaz, en la Colección Científica número 38 del Instituto Nacional de Antropología e Historia, “pez”, en phórhe es “kuruca”,

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carrizo para hacer pesca, y es semejante a ella la situación de este cerro; sigue otro con el nombre de Anicuajuato139 que significa cerro de las nieves, y en él se experimenta de ordinario su asiento; pasando a un puerto que nombran de Chochuato140 y quiere decir habitación de chapulines; y a su continuación está la loma de Tiringuinpatzácuaro 141 [¿Tiringueo?] que significa donde se guardan las rosas, y va a un puerto conocido con el título de San Blas a la orilla del rio de Pungaravato142 y de aquí pasa a un cerrillo llamado Catzúndaro,143 significando ser paraje de árboles de copal, y baja al llano de Túpiro,144 que quiere decir lugar de papayas, de donde haciento frente añ norte un pequeño cerro Cahasjuato145 o cerro de chile de donde pasa para el poniente al puerto nombrado Characharando146 que quiere decir que, por fonología y morfología, no corresponde con el pretendido significado de “lugar de pez pequeño”. 139 No he encontrado significado alguno de Anicuajuato. Es probable, que la referencia tenga que ver con cierta condensación por humedad y calor que genere cierta bruma en el sitio; pero que neve en la región, es algo inusual y no de ordinario como se describe por quien realizara el informe. 140 La descripción y significado de Chochuato, puede tener cierta certeza, ya que según Gilberti, langosta de la tierra significa, chocho; el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, señala que chocho, significa langosta; Velásquez Gallardo, señala que langosta, en phurhé, es chóchu. No, obstante, si nos atenemos a la terminación uato, que significa cerro (juato), el sitio sería, lugar o cerro de los chapulines o de langostas. 141 No creo que Tiringuinpatzácuaro [¿Tiringueo?], signifique lugar donde se guardan las rosas; esto, porque según Gilberti, flor o rosa de castilla significa, situni tsitsiqui; y, Velásquez Gallardo, señala que flor se traduce como tshitshíki. Lo que sí es verídico, es que Gilberti, señala que patzaquaro, significa, lugar donde se guarda algo. Sólo por especular, porque no tengo evidencia documental, etnográfica ni arqueológica, encuentro que Gilberti, describe que, thiriuacurani, significa, andar mucha gente en la eredad [heredad] o campo; que, thirirengueni, significa, entrar la gente de golpe; uniendo este significado con el de patzaquaro, ¿Es posible que el sitio haga referencia a una pequeña guarnición de guerreros phorhés o aliados? Esto, si consideramos que, según las fuentes documentales disponibles, el área de referencia, bien podría ser un sitio donde se ubicara un puesto militar para contener las avanzadas mexicas. Es decir, ¿Acaso el sitio no podría ser un lugar donde se guarda o resguardara gente? Las investigaciones arqueológicas pueden despejar esta duda. Si fuera el Tiringueo contemporáneo, éste pertenece al Municipio de Tlapehuala (Acatzéquaro), y que según Baloy Mayo en su Toponomia del Estado de Guerrero, significa “lugar de badajos”. La ya citada Eréndira Nansen Díaz, en la misma Colección Científica número 38 del Instituto Nacional de Antropología e Historia, sostiene que en el phórhe de San Gerónimo Purénchecuaro, “tiringuni” se interpreta como “cempasúchil”. 142 Sólo por reiterar: como se describe, los funcionarios coloniales, ubicaban al rio (chiquito), ligado al poblado de Pungaravato; este pueblo era su referente y no Cutzamala, como ahora se le nombra. 143 Es muy probable, que Catzúndaro, signifique paraje de árboles de copal; esto, si nos atenemos a ciertas referencias de Velásquez Gallardo: para describir árbol de tilo, tilia, se dice kurícutsinda, y copal, se traduce como kuirícatsunda. 144 Es probable, que ese sea el significado de Túpiro, ya que, en el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, tupi, significa fruta de la tierra caliente, papaias [papayas], el ro, es locativo. 145 Existe gran posibilidad de que Cahasjuato, signifique cerro del chile; o, mejor dicho, lugar o cerro donde se cultiva chile. Esto, porque Velasquéz Gallardo, traduce chile como khauás, y huato, significa cerro. 146 No pude confirmar, si Characharando, significa realmente terreno (o lugar) colorado a la orilla del rio grande de las Balsas. Gilberti, traduce characharas, como cosa muy colorado; pero, específicamente, para characharando, señala una traducción de lugar fragoso; terreno abrupto e intrincado. Me inclino por este último significado. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, chara charando, se traduce como lugar fragoso, y áspero. 219

terreno colorado a la orilla del río grande de las Balsas; y siguiendo para la junta de dicho río con el de Pungaravato147, orilla arriba a la parte del sur está un paraje llamado Isímbaro148 que significa cañaveral y va a cerrar al puerto de Santa María.

Dentro de los citados linderos [de Pungaravato] están comprendidas las estancias de la comunidad y cofradías de San Santiago, perteneciente al barrio de Tanganguato [Tanganhuato], hacia el puerto de Santa María; la del hospital de Pungaravato en el puerto de Tario, inmediato a Chacámero, la estancia del Rosario y algunos arrendatarios en ranchos cortos para cría de ganado mayor y siembras de maíz; otros ranchos cercanos al río en situación amena y fértil, con algunos terrenos húmedos que llaman tamacuas149 para siembras de sandía, melón y vitualla [suministro de provisiones], con competentes tierras para siembra de maíz y huertas de ciruela. El puesto de Salguero150 significando ser terreno salitroso inmediato a Tupiro151 en que de poco tiempo a esta parte se siembra algodón costeño aunque de poco acudir; la estancia en la cofradía de San Juan junto a Charancharando [Characharando], en que hay algunos arrendatarios con cría de ganado, siembras de maíz y algodón costeño; la loma de Isímbaro dividiendo el río de las Balsas, terreno ameno a modo de potrero que produce cantidad de cañaveral y aquí siembran los indios algodón cascarilla, maíz, sandía y melón; la estancia de ganado de la cofradía de Santa Bárbara, cercana a Pungaravato. Las maderas que produce son útiles para hacer jacales y cercas a más de que en él hay árboles de cuachalalate, cirían y parota. Las yerbas medicinales conocidas son la verbena, capitaneja, verdolaga y jabonera.

Habitan en el pueblo 18 vecinos españoles; los 4 con tiendas mestizas o pulperas, tres criadores de ganado mayor, 5 labradores de maíz y algodón,

147 De nueva cuenta, el referente para el río, es el poblado de Pungaravato; no Cutzamala. 148 Parece ser, que el significado de Isímbaro, como cañaveral o lugar de cañas (de maíz), guarda correspondencia con lo asentado por Gilberti, puesto que, ysimba, significa caña de mayz (maíz) verde; en tanto que, aro, significa, caña de mayz (maíz) seco. 149 Es muy probable, que tamacua, provenga de tamacuatarea, que, según Gilberti, significa tierra gruesa y fértil. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán. Tamaqua tareta, significa sementera de humidad [tierra de cultivo de humedal], y, tamaqua echeri. Se traduce como tierra humida [tierra húmeda]. 150 Probablemente, se refiera al apellido del dueño de alguna estancia que trabajaba la tierra. En phorhé, según Velásquez, terreno se dice echérini, y, sal, itukua. Existe la posibilidad, de que el nombre primitivo, esté relacionado con esta descripción física. 151 Sobre el significado de Tupiro, el sitio puede estar relacionado con lo que Gilberti, señala para tupi, una fruta de la Tierra Caliente (papaya). Creo que este es el significado.

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el maestro de escuela, un curandero y cuatro sin oficio; y se han matriculado 6 tributarios mulatos en un entero y 10 medios a más de un reservado.

Pueblo de Santiago Tanguanguato152 [Tanganhuato], lengua tarasca que quiere decir cerro del músico, tres leguas al sureste del anterior y situado cerca de la orilla del río grande las Balsas contiene 67 ½ tributarios indios en 64 enteros y 7 medios fuera de 7 reservados de ambos sexos que también para su gobierno económico y recaudación de reales tributos celebran anualmente elección de gobernador y dos alcaldes, tres regidores, un alguacil mayor, un topil y escribano.

Todos siembran sus cortos pedazos de tierra para coger sólo el maíz que necesitan para su gasto y tienen a las orillas del río pequeñas huertas de melones, sandías, calabazas o guajes y árboles de ciruela buena que cuando cogen consumen entre los mismos naturales porque sus posesiones son muy reducidas respecto a que este pueblo era barrio del de Pungaravato153 y en la separación que lograron por su superior decreto no se les señalaron ni las tierras precisas de repartimiento y por consiguiente se ven obligados a servir de alquilados en las siembras de algodón que se verifican en las cercanías y no pescan porque el río es de mucho fondo y no alcanzan a coger el pescado.

Hay hospital o cofradía de la Purísima Concepción con el fondo de 147 reses, 3 caballos, 8 yeguas y 2 machos. Nombran prioste, diputados y guananchas y celebran el día de la Purísima dando al cura por la función de iglesia 8 pesos y ponen en el altar 3 libras de cera de Castilla. Pagan también 16 pesos por las misas que llaman de los sábados aunque ni el cura ni su vicario van a

152 Considero, que el supuesto significado de Tanganhuato, como cerro del musico, no guarda correspondencia con el idioma phurhé. Gilberti, señala que música arte de cantar, significa, pirequa hurengua; y que, músico enseñando en este arte, significa, pirequa hurendacata. Velásquez, indica que músico, significa, atári, kústati, arírati; grafías que no guardan relación con el supuesto significado que se señala para Tanganhuato. Propongo el significado dado con anterioridad: “Cerca o junto al cerro”. El multicitado Baloy Mayo, señala que Tanganhuato, tiene dos posibles significados: “cerro de clima templado” y “junto al cerro”; el primero, lo descarto por el clima terracalentano que no es templado; con el segundo, es con el que coincido. 153 Desafortunadamente, el texto no hace mayor referencia del “superior decreto”, su fecha y de la autoridad colonial que lo emitió. Es muy probable, que para 1796, a Tanganhuato se le reconociera como pueblo y ya no como barrio dependiente de Pungaravato. No obstante, lo indicado era, que, según la usanza española, cuando se erigía un pueblo o una república de indios, se le dotaba de Tierras. En el caso de Tanganhuato, no se tiene evidencia de ello. Es verdad y como se narra, que tenían sus propias autoridades. Con independencia del reconocimiento de pueblo, que los de Tanganhuato hubieran logrado de las autoridades coloniales, esto no quiere decir, que no siguieran dependiendo eclesiásticamente de Pungaravato, como también era el caso de Coyuca y Tlapehuala. 221

decirlas al pueblo,154 8 pesos por misa y aniversario el día de difuntos, 2 pesos por cada una de las festividades de Nuestra Señora y dos pesos al cura y dos y medio reales a los cantores por la que también se celebra siempre que muere algún indio o india de edad tributaria, pero no dan pindecua155 respecto de que para este pueblo es de arancel el curato. El día de la Purísima convidan al común con comida destinando para ella dos reses, cuatro fanegas de maíz, cuatro pesos de panocha y un peso de sal, chile, etc. Curan en el hospital a todos los enfermos que no tienen proporciones y aunque las tengan les envían comida y velas. Los productos del fondo de la cofradía y los de media fanega de maíz que siembran a favor de ella sirven para los indicados gastos y cuando no alcanzan se venden las reses necesarias para el completo, de suerte que nunca sufren el menor desembolso ni el prioste ni ninguno de los otros empleados.

Para la fiesta titular nombran mayordomo, diputado, ventonera, sahumadora y guananchas y pagan al cura 8 pesos por vísperas, misa y procesión; ponen en el altar tres libras de cera de Castilla y hacen igual convite que el día de la Purísima. Estos gastos salen de los productos de 99 reses que llaman del santo [¿Señor Santiago?] y de media fanega de maíz que también siembran con este destino y cuando no son suficientes venden las reses necesarias para que no tengan que erogar los empleados.

Pagan 8 pesos por el estipendio que se celebra en el pueblo de San Nicolás Tolentino juntándose entre los naturales lo preciso así para ella como para la cera necesaria.

Se han hallado en las cajas de la comunidad 182 pesos, 5 ½ reales, en la troje cincuenta fanegas de maíz correspondientes a la última cosecha y productos de media fanega que se sembraron con este destino. Deben al fondo don Juan Portillo 300 pesos y los réditos respectivos a cinco años y ocho meses, y Julián Benito indio del pueblo 59 pesos 7 reales. No gozan rentas y sin sacar nada de estos caudales pagan entre los naturales el salario del maestro de escuela, pero con respecto a que son muy cortos sus arbitrios suplican que de las cincuenta fanegas existentes se destinen 25 para en

154 Seguramente, las misas se decían en Pungaravato. Esto viene a confirmar la dependencia eclesiástica de Tanganhuato respecto de Pungaravato. 155 No encontré posible significado coherente de pindecua; Velásquez, indica que pindékua jurakuni, significa desacostumbrarse. En otras fuentes, pindecua, se relaciona con los procedimientos y descripción de costumbres realizadas en las cofradías, registradas en libros llamados pindecuarios.

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parte de los gastos de escuela y en lo sucesivo también la mitad de lo que rinda el maíz que han de sembrar a favor del recomendable fondo común.

El lindero de este pueblo da principio en el río grande tomando corriente abajo, rumbo del norte, al arroyo nombrado Cupámaro,156 que quiere decir arroyo de otates, donde está una loma atravesada a continuación de un puerto con una cruz; se sigue por esta loma a otro paraje llamado Uspio157 que significa llano de lagarto, a topar con un cerro grande llamado Chamero158 chiquito, vista al oriente hasta llegar a su pie, en cuyo lugar están situadas las tierras de comunidad; hay en ellas dos chupaderos [¿ojos?]de agua y el paraje nombrado Guincentzio.159 En medio del cerro Grande está pintado en una bufa un mono o estatua de hombre desnudo, hecho todo de la misma peña. Pasa el lindero al puerto de Tlapehuala y volviendo a tomar la corriente del río hasta el puerto de Santa María; en él están los ganados de las cofradías de la Purísima Concepción y San Santiago. Todas las tierras de este pueblo están ubicadas a la parte del norte y su situación inmediata a las orillas del río; hay en sus contornos árboles de capire, cacahuamanzi [¿cacahuananche?], pinzán, ciruela y cascalote; en sus altos disfruta proporcionados pastos para ganado mayor y no se conocen yerbas ningunas de virtud medicinal.

Habita en el pueblo un vecino español tratante de caldos [licores] y comistrajos [alimentos varios] y no hay ningún tributario mulato.

El pueblo Nuestra Señora de la Asunción Tlapehuala,160 lengua mexicana que quiere decir pueblo que viene de la piedra y dicen que tiene este nombre porque anteriormente se hallaba situado a la otra banda del río de las Balsas y en un paraje donde se halla una peña con varios caracteres antiguos. Dista del anterior [Tanganhuato] dos leguas al oriente y se han matriculado 239 ½ tributarios indios en 204 enteros y 71 medios a más de 44 reservados de ambos sexos y que también anualmente celebran elección de gobernador,

156 Es probable, que cupa, según Velásquez, derive de kupámu, que quiere decir otate, pero tengo duda, sobre la terminación maro, que no se relaciona con iorhék sapichu, itsí sapíchu, que según el mismo autor significa arroyo. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, cupamu, significa caña maçiça [maciza], lo que es compatible con el otate. Probablemente, el sitio pueda significar lugar de otates o donde se dan los otates. 157 Creo, que el significado puede ser lugar de lagarto(s); esto, porque Gilberti, traduce como lagarto grande de agua, vspi (la v, se pronunciaba como u). 158 No encontré significado para Chamero. 159 No encontré posible significado de Guincentzio. 160 Sostengo mi propuesta de que Tlapehuala, puede significar lugar o sitio de bruñidores. 223

dos alcaldes, tres regidores (que el uno cuida de que asistan los muchachos a la escuela), un alguacil mayor, cinco topiles y escribano.

Todos tienen tierras de repartimiento donde siembran el maíz que proporcione cosecha que asegure el que necesitan para su gasto. Algunos tienen también a las orillas del río huertas de melones y sandías, chile y árboles de ciruelas. Se dedican muy pocos a la pesca porque cuando crece el río lleva su corriente las nasas y cuanto cogen de bagre, robalo, y en tiempo de aguas truchas, venden dentro del mismo pueblo, y los más van a trabajar a las minas de Tepantitlan.161

Sin documento de erección y con fondo de 50 reses, 17 bestias caballares y dos machos hay hospital o cofradía de la Purísima Concepción. Nombran prioste, mayordomo, fiscalito, cuatro gurichiparis que cargan la imagen, dos candeleras, tlapuspuschiya o sahumadora y vandaraparis. Hacen la fiesta el día de la Purísima y pagan al cura 5 pesos en dinero y dan la pindecua de 9 mantas de a 2 pesos, 9 servilletas de a real y una toalla de cuatro reales, un guezulo y una ciguatutule que son dos guajolotes, macho y hembra, un cuarto de res, una libra de chocolate y 13 reales de pan, bizcochos, clavo, pimienta, etc., y ponen una libra de cera en el altar y tiran 12 reales de cohetes: pagan también 16 misas que llaman de los sábados y la que se celebra cuando muere indio o india de edad tributaria con estipendio de dos pesos por cada una. En el hospital se hospedan los demandantes forasteros, pero no se gasta con los enfermos del pueblo ni se dicen misas de las festividades de Nuestra señora ni se convida a los naturales con la comida que en otras partes se acostumbra desde que se ha disminuido el fondo de la cofradía que anteriormente aseguran era de más de 500 reses. Siembran una fanega de maíz y con su producto se pagan los indicados gastos y cuando no alcanza se venden las reses que se necesitan para completarlo y sacan también de este fondo cuatro vacas que tienen obligación de dar al cura anualmente por vía de tasación.

El gobernador corre con la función titular y se da al cura cinco pesos y lo mismo que por la de la Purísima de pindecua. Se quema un árbol de fuego [castillo] que cuesta 10 o 12 pesos y una gruesa de cohetes, pero da para ella cada uno de los naturales un real.

161 Según la fuente documental, Gacetas de México Compendio de Noticias de la Nueva España 1786-1787, las minas de Tepantitlan, se encontraban a 9 leguas de distancia de su jurisdicción Axuchitlan [Ajuchitlán].

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Celebran misa el día de la Santa Cruz de mayo y el de San Nicolás Tolentino y dan al cura por cada una dos pesos en dinero, seis mantas de a dos pesos, seis servilletas de a real, una toalla, un guajolote, un cuarto de carne de res y 9 reales de pan, etc., ponen en el altar una libra de cera de Castilla y queman dos o tres gruesas de cohetes.

El día de Corpus por la misa y procesión dan dos pesos, una manta de tres pesos y cuatro toallas y junta el gobernador entre los hijos los reales que necesitan para estos gastos. Celebran a San Jerónimo [Gerónimo] nombrando mayordomo quien paga al cura dos pesos por la misa; da la pindecua de cinco mantas de a dos pesos y una toalla; se tiran dos pesos de cohetes y convida con comida a todo el pueblo destinando para ella tres reses, cuatro fanegas de maíz, cinco pesos de dulce y en chile, cebollas, etc., dos pesos y sube su gasto como a 44 pesos que los paga de su bolsa.

En la mediación del camino de este pueblo para Axuchitlan [Ajuchitlán] se halla un paraje nombrado San Jerónimo [Gerónimo] con vestigios de una capilla, pasa un cerrito que tiene algunos fragmentos de fábrica o habitación antigua y va a salir al camino real siguiendo hasta el paraje nombrado San Gregorio; en él están las ruinas de otra capilla que en tiempos pasados erigieron unos mineros que sacaban azogues. Un puesto nombrado Salvatierra es termino divisorio con Tlachipa [Tlalchapa] y Tecomatlan que quedan al oriente, y desde aquí nace una sierra poblada de encinos grandes, paraje templado hasta llegar al de Guiguapa que quiere decir menuda pluvia por ser muy ventoso, sigue su rumbo a otro cerro nombrado Chapultepec que es su significado cerro de chapulines, lindero con Pungaravato quedando éste al norte; y volteando para el poniente, por el camino real de Pungaravato, hasta dar con el río grande se va a un paraje nombrado Tlanepantla que quiere decir plan grande, éste de parte de adentro, y en él hacen los indios siembras de maíz, algodón, chile; continuando río arriba hay otro puesto nombrado Tziringu162 con un arroyo seco que recibe parte de las corrientes del río y a su inmediación está el ganado de la cofradía de la Purísima Concepción y en él se dan árboles de saiba [ceiba] y cacahuates. Por la misma corriente se llega a otro paraje que llaman Cuna al Bestias que significa donde beben agua las bestias formando un recodo a manera de cajón sin dejar el río hasta otro arroyo llamado Coque163 que quiere decir

162 Quizá, deriva de tsíri tsíringui, que según Velásquez significa maíz azul; donde se cultiva maíz azul. 163 Probablemente, el significado sea el correcto, ya que según Gilberti, sapo significa coqui; en tanto que Velásquez señala que kóki, se traduce como sapo. 225

salida de sapo hasta dar con otro paraje nombrado Ichaurando164 o casa de iguanas y en él hay un bordo con muchas cuevas donde habitan estos animales. De aquí a la vista del pueblo se va a un cerrito de peñascos donde forma a modo de olas el río hasta un punto llamado Campa Mimamicual165 que quiere decir donde se topan las aguas de un arroyo grande y a otro de rincón Tepitze166 que quiere decir rincón chiquito hasta rincón Güey o rincón Grande a cerrar con el primer lindero de San Jerónimo [Gerónimo] que poseen los de Axuchitlan [Ajuchitlán] en cuyos parajes se hacen de maíz, chile, vitualla167, sandía y melon a la banda del sur a las orillas del río.

En el centro de este pueblo [Tlapehuala] está el paso que llaman Cuaxuchil168 que quiere decir palo de rosas, es planioso [plano] destinado para pastos a los ganados de la comunidad situado en el paraje Santa María con inmediación a un arroyo llamado Pitzahual169 que sólo en estación de aguas tiene corriente y en la de seca algunos acopios en pozos para el gasto de los vaqueros. Los demás parajes son la Loma de Atril (que así se le puso por haber sacado uno para la iglesia), Monte Grande, Rincón de los Gallos, Cerrito del Cuaulote, Tupatarillo, Campa Quetzin, Burro, Rancho de Parota, Rincón de Manzanas, Huague Huistle, Ipa Terrero Puaquinantze, Ipanicua Enlol y Caxaro, todos dedicados a la cría de ganado mayor y siembras de maíz con alguna planta de caña dulce para reducción de panocha. Al rumbo del poniente del otro lado del río, en una de las sierras que cercan a este pueblo, se hayan vestigios de que tenían fundadas en la gentilidad algunas pequeñas yácatas170

Producen sus tierras árboles de ciruela, guamúchil, capires, cascalotes, aguacates, zapote prieto, guayabas, achiote y naranjas dulces.

164 No puedo confirmar el significado de Ichaurando, como casa de iguanas. 165 Con cautela, se puede decir, que se trata de una palabra de origen náhuatl, en donde, según el Diccionario de la Lengua Náhuatl, de Eduardo César Portugal, en interrogativo, campa, significa: ¿Dónde?, ¿De dónde?, ¿En qué lugar? Para mimamicual, no encontré una posible correspondencia con la pretendida traducción o significado; ignoro, si se trata de una corrupción de los españoles al vocablo original. 166 La palabra es de origen náhuatl, y según Eduardo César Portugal Carbó, deriva del adverbio teptzin, que significa, poco, pequeño, mínimo. 167 Donde se puede producir provisiones, alimentos para suministro de expediciones. 168 De origen náhuatl; según Portugal Carbó, puede derivar de cuauitl, que significa, árbol, palo, viga, y de flor, xochitl, xuchitl. Problamente, como se hace referencia, se trate de un lugar o terreno donde se sembraba cempasúchil; flor parecida a la rosa, que se traduce como poyomatli. 169 Probablemente, pitzahual, derive del náhuatl, piaztli, que, según Portugal Carbó, significa calabaza larga y delgada que servía de cantimplora (bules como se les conoce en la Tierra Caliente). 170 Si la descripción es exacta, esto viene a confirmar la existencia en Tlapehuala de sitios o, ¿Pequeñas guarniciones?, que hacían las veces de guarda frontera.

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Hay en este pueblo, dos vecinos españoles labradores que siembran maíz y se han matriculado tres medios tributarios mulatos.

El Pueblo de Santa Lucía Coyuca, lengua tarasca que quiere decir pato golondrino situado a la orilla opuesta del río grande de las Balsas y distante del anterior [Tlapehuala] cinco leguas al sureste de buen camino. Se pasa el río en balsa para conseguir menos distancia, pero también tienen barca de una pieza en que pueden caber 20 hombres por el paraje donde se halla el Camino Real. Contiene 136 ½ tributarios indios en 97 enteros y 79 medios, a más de 32 reservados, que para su gobierno económico y recaudación de reales tributos celebran anual elección de gobernador, dos alcaldes, cuatro regidores y un alguacil mayor, tres topiles y escribano.

Todos son labradores que siembran maíz que asegure el que necesitan para su gasto en el paraje o parajes respectivos al pueblo que les parecen mejores porque no tienen tierras señaladas de repartimiento. Los más tienen en la misma caja del río y parajes donde con la creciente en tiempos de lluvias humedece tamacuas o pequeñas huertas de chile, jitomates, melones, sandías y calabazas. Muchos siembran peujalitos de semilla de algodón cascarilla y otros trabajan de alquilados en las haciendas de las cercanías.

Hay hospital con nombre de cofradía de la Purísima Concepción y con el fondo de 500 reses, 18 bestias caballares y dos huertas de platanar, pero sin documento de erección. Nombran prioste, mayordomo, fiscal, quengui o despensero, escribano, dos semaneras que remudan cada ocho días y ocho guananchas. Celebran el día de la Purísima y dan al cura por la función de iglesia cinco pesos en dinero y la misma pindecua que en el pueblo antecedente [Tlapehuala]. Pagan 20 pesos por las diez misas de las festividades de Nuestra Señora, 16 por las de los 16 sábados que les toca de tasación a dos pesos por cada una de las que se celebran siempre que muere indio o india de edad tributaria; 4 pesos 4 reales por el aniversario del día de difuntos; 6 pesos por tres misas que llaman de aguinaldo, 4 pesos por la de nochebuena, 4 pesos por la de pascua de resurrección y 10 pesos por el vino que se gasta en todo el año para misas. La víspera del día de la Purísima se convida con atole y el día con comida a todos los naturales y se gastan dos reses, tres fanegas de maíz, 4 pesos de dulce, 4 pesos de pan, y en cebollas, chile, cominos, etc. 2 pesos. A los enfermos que no tienen proporción de curarse en sus casas se les atiende y cuida en el hospital y aunque tengan comodidades siempre se les envía atole, comida y velas. Para pagar el importe de estos gastos siembran una fanega de maíz y media arroba de 227 semillas de algodón y si con sus productos y los de las huertas no alcanza, venden reses del fondo; de suerte que nunca sufren desembolso alguno de los empleados.

Tienen 58 reses que llaman de Santa Lucía, titular [advocación] del pueblo, y el gobernador corre con la fiesta de su día y dan al cura así de estipendio como de pindecua lo mismo que por la función de la Purísima, y a los hijos igual comida, pero contribuye cada uno [los de la cofradía] con dos reales para el gasto.

Toca a este pueblo la celebración de Semana Santa en un año y en otro al de Pungaravato y nombran centurión, un capitán, dos alférez, dos sargentos, dos cabos y 36 soldados para que salgan en las procesiones, y da cada uno 4 reales para la cera del monumento y 2 reales para el sermón del Jueves Santo. Entre todo el común [pueblo] se paga la comida de los que hacen de apóstoles que cuesta 13 pesos, y se le dan al cura 12 por el sermón del día e Viernes Santo y la pindecua de siete mantas, una toalla, dos jícaras o tecomates y un cántaro. Celebran los días de Santa Cruz de mayo, San Juan [¿El Bautista?] y San Nicolás Tolentino dando al cura dos pesos en dinero y siete mantas de a dos pesos, una toalla de 4 reales, siete servilletas de a real, un cuarto de res y una guajolota y 9 reales de pan, bizcochos, fruta, etcétera.

Nombran mayordomo para la función de nuestra Señora del Rosario, dan al cura por la misa y procesión 8 pesos. Se convida al pueblo con comida y se tira una gruesa de cohetes. Estos gastos salen de los productos de 130 reses que llaman de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario, y por la aprobación de las cuentas de ésta dan al cura 2 pesos, y 4 reales por la del hospital.

Con nombre también de cofradía de las Benditas Ánimas tienen el fondo de 400 reses y 18 bestias caballares y dan al cura 24 pesos por 12 misas que celebran en el año y 16 pesos por un aniversario.

A más de los indicados gastos tienen las cofradías el de disponer comida para todos los naturales los días del herradero y por consiguiente, a excepción del de las ánimas, se disminuye cada año el número del ganado de ellas.

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Para la función de Nuestra Señora de Guadalupe nombran mayordomo, prioste, diputado, escribano, fiscal, 8 guananchas, madre mayor, rectora y cuatro ayudantas. Dan al cura 8 pesos que se sacan de los productos de 40 reses que se juntaron de limosna con este destino y entre todos los empleados convidan a todo el común con igual comida que en los días de la Purísima y Santa Lucía.

Desde el puesto nombrado Tacambaretis o habitación de los de Tacámbaro,171 donde comienza el lindero de este pueblo para el sur, se va al puerto de los limones, en el cual hay un ojo de agua con muchos árboles de limón agrio; toma su rumbo por una mesa de un cerro que llaman de Giguatzicharoco y su significado es habitación de coyotes, hasta el cerro de Carambán y quiere decir vamos para arriba, pasando a un puerto que cae al monte grande que está poblado de varias maderas útiles para casas, y árboles de cacahanantzi [¿Cacahuananche?] y cueramo; y volteando para el oriente se va a un cerro llamado Panziracuyo, que quiere decir pasar el río, a una sierra alta que le nombran Inchamacua, significando entrar y salir, hasta el arroyo titulado Guapitajuato o cerro muñeco, en donde se dan muchos otates y en él una yerba llamada cebadilla que dedican para adornar las imágenes, la cual tomada es venenosa aunque se ha experimentado que a los que les ha asaltado el mal de rabia se muele en crudo y colada, se da a beber y sanan. Continúa el lindero al puerto de Taguenguato [Tanganhuato] donde está una cruz que divide estas tierras con las de Axuchitlan [Ajuchitlán] de aquí toma la orilla del rio grande hasta Quirio[¿Cuirio?], que quiere decir donde duermen, siguiendo la misma línea hasta el puerto de Coyuca, siempre por la orilla del río, al paraje de Cutuniro, que quiere decir donde hay camalotes;172 y éstos son favorables para pasto a los ganados; y de aquí a Guatzisguato o cerro de murciélagos, bajando por la propia orilla del río hasta Santo Domingo, Potrero y Tario, que significa lugar de sauces, cuyo terreno es fértil y en él se hacen siembras de sandía, melón, vitualla, maíz y algodón; y va el lindero a cerrar a Tecambaretis, de oriente a poniente. Dentro de los linderos se hallan la estancia de la comunidad y cofradías pertenecientes a Santa Lucía en Tario; la estancia del Rosario inmediata a Tacambaretis; la cofradía titular de Santa Lucía en el puerto de los camezes y también la de las Ánimas; un ojo de agua en el paraje de los Tarimos ocupado con arrendatarios con cría de ganado mayor; la ranchería de Santa Bárbara y la nombrada Panzira con un arroyo de agua dulce; la estancia de los ganados del hospital en la cercanías de Inchamacua con algunos

171 Esto puede ser indicio que confirma la política de colonización de los phurhépechas en la Tierra Caliente. 172 Es una planta acuática de hojas redondeadas y flores azules o blancas; crece a las orillas de ríos o lagunas. 229

arrendatarios de cría y siembra de maíz. Es terreno fértil, goza de un arroyo de agua delgada con algunas tamacuas con huertas de rábano, naranjas, piñas de la tierra y verduras. La estancia de la comunidad nombrada San Miguel Amocutín que quiere decir en las orillas, inmediata al lindero del puerto, en la cual hay algunos arrendatarios dedicados a la siembra de maíz.

Abundan estas tierras en árboles de saibas [ceibas], parota, capire, guamúchil y sauces. No se conocen más yerbas medicinales que el cirián, tamarindo,173 verdolaga y jabonera.174

Habitan en este pueblo nueve vecinos españoles, todos mercaderes con tiendas mestizas, otro con pulpera, cuatro criadores de ganado mayor, uno sin oficio y el maestro de escuela, y se han matriculado 26 medios tributarios mulatos a más de tres reservados.

En el distrito respectivo al curato de San Juan Bautista Pungaravato que comprende los referidos cuatro pueblos se hayan cuatro haciendas, 16 rancherías, 2 ranchos, una estancia, un puerto y 30 vecinos españoles criadores de ganado mayor y labradores de maíz, y se han empadronado 157 tributarios mulatos en 116 enteros y 82 medios, a más de 63 reservados de ambos sexos y 11 ½ de indios laboríos en 4 enteros y 15 medios, fuera de 5 reservados.

COFRADÍAS DEL CURATO DE SAN JUAN BAUTISTA PUNGARAVATO.

Pueblo de Pungaravato.

La cofradía de San Nicolás Tolentino de españoles se erigió con aprobación del ilustrísimo señor don fray Marcos Ramírez del Prado, obispo que fue de Valladolid en el año de 1655 y se haya sin la confirmación que la ley previene. Tiene de fondo de 4875 pesos impuestos censo redimible y con sus réditos se pagan 110 pesos que suman los gastos.

173 El tamarindo, no es de origen americano; su procedencia, se ubica en el África. 174 Probablemente, se refiere a la Sapindus saponaria, cuya pulpa de su fruto, contiene saponina que al estrujar o frotar esta, se hace espuma que en la antigüedad se utilizaba para lavar ropa.

230

La de Santa Bárbara, que es de indios y de razón [de españoles o quizá mestizos], se fundó en el año de 1732 con aprobación del ilustrísimo señor don Juan Antonio Escalona y Calatayud que también se haya sin la confirmación prevenida y tiene de fondo reses de fierro arriba, 52 bestias caballares y dos machos, y ascienden sus anuales gastos a 123 pesos 4 reales con la principal función que se celebra a la santa misa de aniversario por los cofrades difuntos, rentas de tierras, real derecho de alcabala y tributos de vaqueros.

Sin documento de erección y con sólo un libro para las anuales cuentas que presenta el mayordomo, tienen los indios la cofradía del Rosario con el fondo de 95 reses de fierro arriba y un caballo; y su gasto anual importa 14 pesos.

También sin documento de fundación y con sólo el libro de cuentas se haya la cofradía de San Juan Bautista que es de indios y tiene de fondo 508 reses y 27 bestias caballares, y sus anuales gastos suman con la función del santo, renta de tierras, etc. 119 pesos.

Bienes espirituales. Los españoles tienen impuestos con pensión de réditos 800 pesos y con sus productos se celebra novenario y función a nuestra Señora de los Dolores. Se hallan en poder de don Juan del Portillo del partido de Zirándaro desde el año de 1743 a censo redimible 1 820 pesos impuestos por los vecinos españoles y parece debe algunos años de réditos, pero no hay constancia en el libro de cuentas que existe en el curato de su fijo descubierto y con este producto se celebran las funciones de los días de Jueves Santo y Corpus Cristi, y se compra la cera y aceite para la lámpara del divinísimo.

Pueblo de Tanguanguato [Tanganhuato].

No hay otra cofradía que las que llaman de la Purísima Concepción y del Señor Santiago sin documento de erección y se hallan relacionadas en las noticias respectivas a él.

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Pueblo de Nuestra Señora de la Asunción Tlapehuala.

Sin documento de fundación y con sólo el libro de cuentas que anualmente presenta el mayordomo, tienen los indios cofradía de Jesús Nazareno con el fondo de 177 reses de fierro arriba y 23 cabezas de bestias caballares, y sus gastos con la función de iglesia, renta de tierras, tributos de vaqueros, etc. importan 140 pesos.

En los mismos términos tienen también los indios cofradía que llaman de las Ánimas con el fondo de 83 reses y 38 bestias caballares, con cullos productos pagan los correspondientes gastos.

Pueblo de Santa Lucía Coyuca.

Los españoles fundaron con aprobación del señor licenciado don Diego de Peredo, provisor y vicario general que fue de la ciudad de Valladolid, cofradía de Jesús Nazareno en el año de 1741 y tiene el fondo de 8 080 pesos impuestos en varios sujetos a censo redimible, y sus gastos anuales suman 97 pesos. 175

Aquí terminan los Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phungári- huato (Pungaravato-Cd. Altamirano), espero que, en el futuro, esta obra sea complementada con nuevos datos documentales históricos y hallazgos arqueológicos que ayuden a enriquecer el conocimiento del pasado antiguo del viejo San Juan Bautista Pungaravato-Cd- Altamirano.

Si usted, amable lector, quiere remitirme alguna información que enriquezca la presente obra, o alguna otra que pueda originar un nuevo trabajo de investigación que preserve la memoria histórica de los de Pungaravato, favor de hacerlo a mi correo electrónico: [email protected]

175 Hasta aquí la transcripción tomada de la Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Álvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Págs. 101 a 114. A excepción de los corchetes, se ha respetado la grafía y paleografía de los autores que se citan. Sobre el texto de los autores mencionados, a pie de página, se agregaron comentarios y datos producto de la investigación propia.

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CONCLUSIONES.

Una de las primeras conclusiones a la que se arriba, derivado de las investigaciones arqueológicas existente, es que, en una de sus raíces, los de Pungaravato, así como los habitantes de la Tierra Caliente, tienen antepasados ancestrales multiétnicos: Cuitlatecos, Tolimecas, Chumbias, Pantecas, Otomíes, Tecos y Phurhépechas, cuyas culturas se desarrollaron en lo que los expertos identifican como el Occidente Mesoamericano.

Una segunda conclusión, es que, dados los estudios y evidencias arqueológicas multiculturales en la región, sin negar su influencia cultural, no es posible sostener que los “Mezcala”, hayan ocupado con la intención de asentarse permanentemente Pungaravato, o cualquier otro pueblo de la Tierra Caliente; por lo mismo, no existen fuentes históricas ni etnográficas de que este pueblo, haya hecho actos de fundación de comunidades (pueblos) en la región calentana. En Pungaravato, más que de la cultura Mezcala, se han encontrado evidencias arqueológicas de “parecido sorprendente”, con piezas de la cultura Chupícuaro.

La tercera conclusión a la que se llega es que, atendiendo a las fuentes documentales coloniales como a la Relación de Michoacán, dadas las prácticas de conquista, colonización y religiosas, desarrolladas por el pueblo phurhépecha, se infiere, que Pungaravato, muy probablemente, fue fundado como asentamiento humano permanente del imperio, por la triada imperial de: Hiripan, Tangaxoan e Hiquingaje; esto, entre 1420-1440 d.C.

Que el significado de Pungaravato, de evidente grafía phurhépecha, traducido como: “lugar o cerro de plumas”, hay que tomarlo con reserva por carecer de historicidad y de sentido lógico; por el contrario, se propone, que su significado histórico según las fuentes coloniales existentes y tomando como referente la Relación de Michoacán, lo puede ser: “lugar o cerro del señor emplumado Pungárancha”, también conocido como Pungárecha o Pungárencha.

La cuarta conclusión, es que Pungaravato, en la encomienda, como ningún otro pueblo de la Tierra Caliente, fue disputado en litigios legales por diversos encomenderos para hacerse de la misma: Juan Velásquez de Salazar, Fernando Alonso de Villanueva, Ángel de Villafaña, Pedro de Bazán, Alonso Gutiérrez de Badajoz, Antonio de Anguiano, Luis Sánchez y Hernando de Bazán; proponiendo, 233 bajo tales circunstancias, que desde entonces, el pueblo tenía una importancia económica en la región para los colonizadores españoles.

Una quinta conclusión, es que, en la evangelización de la Tierra Caliente, muy probablemente, los evangelizadores Franciscanos, tuvieron en inicio, contactos esporádicos con los naturales de la región; pero, en definitiva, quienes lo hicieron de manera sistemática, fueron los de la orden mendicante Agustina. Por lo mismo, dado lo manifestado por los cronistas de dicho clero regular, es posible sostener, que el fundador de San Juan Bautista Pungaravato, siguiendo cierto ritual o procedimiento español, lo fue Fray Juan Bautista Moya, proponiendo, que ello ocurrió, probablemente, un 24 de junio de 1552. Por lo mismo, y derivado de la relación privilegiada que el Padre Moya tuvo con los primitivos ancestros, en la tradición etnográfica de los de Pungaravato, sigue existiendo la hermosa tradición del “enterramiento del báculo” del Padre Moya.

La sexta conclusión, es que, entre 1547 a 1796, el viejo Pungaravato, San Juan Bautista pungaravato, al igual que los pueblos de la Tierra Caliente, fue configurando su mezcla racial que hoy se refleja en el rostro y forma de ser de los Pungaravatenses y calentanos; nos viene de: indígenas, negros y españoles. Durante este lapso, los de Pungaravato fueron diezmados por epidemias; fueron objeto de medidas congregacionales por parte de la Corona Española; configuraron su entorno cultural e identidad en sus cofradías, entonces, las más ricas de la Tierra Caliente, y en el clero regular y secular, se identificó al poblado, como un lugar estratégico para evangelizar a los pueblos calentanos, observando que, con el correr de los siglos, en viejo San Juan Bautista Pungaravato, su curato, tuvo una jurisdicción eclesiástica importante entre los pueblos de la región.

La séptima y última conclusión, tiene que ver, con que, no obstante las deficiencias que puede haber en la presente investigación, el esfuerzo en años para rescatar la memoria histórica de los de Pungaravato, valdrá la pena, cuando las Guachitas y Guachitos, los Guaches y Guachas, conozcan su memoria histórica, sus raíces que les da identidad y quiero pensar que orgullo; sólo entonces, el arduo trabajo, no habrá sido en vano.

Guanajuato, Gto., semestre académico agosto-diciembre de 2018.

Dr. Carlos Arias Castillo.

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Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phunguári-Huato (Pungaravato-Cd. Altamirano), se términó de imprimir en octubre de 2018, con un tiraje de 1,000 ejemplares en Sistemas Especializados en Copiadoras Digitales de Irapuato, S.A. de C.V. Calle Morelos número 123, planta baja, Colonia Centro, Código Postal 36500, Irapuato, Guanajuato, México.