SALDVIE n.º 5 2005 pp. 9-56

EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS CINCO VILLAS (). NUEVAS VÍAS DE APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LOS YACIMIENTOS LÍTICOS DE SUPERFICIE DE LA PREHISTORIA RECIENTE1 EL SISTEMA ANALÍTICO DE EVALUACIÓN HABITACIONAL (S.A.E.H.): PROPUESTA METODOLÓGICA

JAVIER CABELLO GARCÍA

RESUMEN: Este trabajo presenta un nuevo sistema teórico y metodológico así como un método arqueológico denominado "Sistema Analítico de Evaluación Habitacional" (S.A.E.H.) para evaluar la fuerza e intensidad de las ocupaciones prehistóricas a partir de los depósitos de las superficies líticas de los asentamientos. Nos referimos a un territorio situado al nordeste de España en la actual provin- cia de Zaragoza, denominada "Las Altas Cinco Villas". No obstante, el objetivo final es teorizar sobre la población prehistórica y su definición arqueoló- gica en aquel tiempo (último periodo del Neolítico a la Edad del Bronce) y en una zona muy particu- lar rodeada de pequeños ríos: Arba, Riguel y Onsella y sus afluentes (Busal, Orés, etc). Finalmente también se pretende dinamizar los debates entre los miembros de la comunidad científica que puedan estar interesados en esta problemática como tema de futuras investigaciones. PALABRAS CLAVE: Prehistoria, Neolítico a Edad del Bronce, poblamiento, yacimientos líticos de superficie. Sistema Analítico de Evaluación Habitacional (S.A.E.H.), Altas Cinco Villas (Zaragoza), Metodología. ABSTRACT: This article presents a new theoretical & methodological system or archaeological method baptised as "Analythic System of Habitational Evaluation" in order to evaluate the strength or intensity of prehistoric inhabits from lithics surfaces deposits/beds settlements. So we refer to a terri- tory from Northeast of present called The "Altas Cinco Villas country" in the . However, the final object is theorizing about prehistoric population and its archaeological defini- tion in that time (Last prehistoric stages from Neolithic to Bronze Age) and in an area very concrete jointed around some little rivers; The 's River Arba, The Biel's River Arba, Riguel and Onsella rivers and near ravines (Busal, Orés…). Finally, I also pretend to encourage the discussion among the members of scientific community who can be interested in this problematic theme or field in future investigations.

1 Este trabajo forma parte de nuestra Tesis Doctoral, defendida en especial a F. Compaired, J. A. Fumanal, A. Sanchez Modrego, A. la Universidad de Zaragoza en el curso 2002-03 y dirigida por la Tris, E. Alegre y tantos otros que nos han mostrado sus hallazgos. Drª Pilar Utrilla Miranda, obteniendo la calificación de Al Centro de estudios de las Cinco Villas, por haber sido el sostén Sobresaliente “cum laude”. Formaron parte del tribunal los docto- de nuestro proyecto y por su premio Gil de Jaz a la investigación res Enrique Vallespì, Ana Cava, José M.ª Rodanés, Lourdes comarcal. Gracias a Javier Lambán, Peña Lanzarote, T. Andrés, J. Montes y M.ª Amor Beguiristain. Agradecemos a todas aquellas M. Rodanés, L. Montes, J. Picazo y F. Romeo, por su apoyo cien- personas que tanto han contribuido a llevarla a feliz término, en tífico y asesoramiento informático.

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KEY WORDS: Prehistory. Last prehistoric stages (from Neolithic to Bronze Age); settlement's archaeological definition of prehistoric lithics surfaces deposits or beds. Analythic System of Habitational Evaluation, Altas Cinco Villas (Zaragoza), theoretical and methodological archaeologi- cal system.

Introducción bajo la dirección de J. J. Enríquez en la zona de la Valdonsella (ENRIQUEZ et alii, 1977). El conocimiento que se tenía sobre el Sin embargo, será en el ecuador de los Poblamiento Prehistórico en la Comarca ochenta (LABE, 1985) y, sobre todo durante la Histórica de las Cinco Villas (Zaragoza) ha ido década de los 90 cuando se avanza realmente en creciendo paulatinamente desde 1922, año en el los datos arqueológicos de referencia sobre la que V. Bardaviu realiza su artículo sobre un Prehistoria Cincovillesa: un punto de inflexión depósito de 21 hachas planas de cobre, hallazgo lo marca, sin duda, las I Jornadas de Estudio efectuado en La Valchica (Ejea de los sobre las Cinco Villas, desarrolladas en Ejea de Caballeros), y que podemos considerar la pri- los Caballeros en el mes de diciembre de 1985, mera publicación rigurosa y seria sobre la inves- destacando la síntesis que, sobre la Arqueología tigación del pasado prehistórico cincovillés . Cincovillesa realiza Miguel Beltrán, en la que Desde entonces, el estudio del poblamiento el pasado prehistórico queda relegado a un humano más remoto de esta zona septentrional segundo plano ante la espectacularidad de los zaragozana ha versado básicamente sobre los restos arqueológicos romanos. A. López denominados de modo genérico como "talleres Armisén también publica en estas I Jornadas de sílex", si bien los arqueólogos que primero una serie de materiales prehistóricos líticos, desarrollaron su análisis (BELTRÁN, 1955; cerámicos campaniformes y algunos metálicos MALUQUER, 1955: 9-32) se basaron en mate- (puntas Palmela) procedentes en su mayor parte riales recuperados por aficionados, por lo que se de los alrededores de Ejea -Marcuera, Sora... trataba de elementos previamente "selecciona- Entre 1987-1990, contamos con el desarrollo dos" en función de su vistosidad o mera apa- de las primeras prospecciones metódicas y sis- riencia externa, y no representan fidedig- temáticas efectuadas en el territorio cincovillés namente los caracteres arqueológicos más exac- dentro del marco de desarrollo del Plan de tos de estas industrias líticas, cuya contextuali- Regadío Bardenas II, (NAVARRO et alii,1991; zación cronológica, al menos a priori, no se GOMEZ et alii, 1991) aunque en su mayor parte retrasa más allá de los límites de la Prehistoria afectaron a latitudes más bajas que las que Reciente (Neolítico-Bronce) (LANZAROTE et hemos propuesto en nuestra Tesis Doctoral. alii, 1991). Un referente bibliográfico fundamental en la No es hasta mediados de los años setenta, investigación de la Prehistoria de nuestra cuando se acomete una investigación más cien- Comarca se debe al Centro de Estudios de las tífica sobre el fenómeno de la presencia prehis- Cinco Villas (C.E.C.V.), que, en 1991 publica tórica del hombre en las Cinco Villas; debemos un libro (LANZAROTE et alii, 1991) bajo la destacar la aportación realizada por P. Casado y codirección de P. Lanzarote, N. Ramón y J. Rey, F. Burillo en el barranco de "El Busal" en el tér- sobre la Prehistoria Reciente (Neolítico- mino de Uncastillo (CASADO, 1975, 1979;), Bronce) en el que se recogen sintéticamente donde P. Casado efectúa la primera excavación todas las referencias previas sobre el tema en un arqueológica (Busal III) prehistórica realizada formato de Carta Arqueológica. en las Cinco Villas, (si bien los resultados que Con posterioridad a 1991, debemos destacar obtiene apenas aportan datos significativos), así la investigación realizada en la Cuenca Media como la investigación prospectora desarrollada del Arba de Biel por N. Ramón y M. A. Tilo,

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Figura 1. Situación general del área de estudio en la Comarca Histórica de las Cinco Villas. (Según P. Lanzarote et alii, 1991). 2: Corte geológico en el Piedemonte de la Sierra de Santo Domingo. (CARCER, 1986). publicada en 1993 en la Revista Suessetania nar las impulsadas por el Premio de (RAMON y TILO, 1993: 34-46), así como una Investigación "Isidoro Gil de Jaz" en su IV y V de las escasísimas excavaciones arqueológicas edición, correspondientes a los años 1994 y prehistóricas ("Balsa La Tamariz") realizadas en 1995 respectivamente: se trata de los estudios las Cinco Villas bajo la dirección de J. I. Royo de J. Cabello en la Cuenca del río Arba de y J. Rey (ROYO y REY, 1993: 47-59), concre- Luesia (CABELLO, 1998) y de A. Pueyo en el tamente, en el actual término de . Por curso Alto y Medio del río Riguel (PUEYO, último, existen varias síntesis posteriores que 1998). versan sobre la investigación prehistórica cinco- Ya para concluir, sólo mencionaremos, pues villesa, entre las que es imprescindible mencio- todavía se encuentra en proceso de estudio, la

11 J. CABELLO GARCÍA existencia esperanzadora de varios abrigos con (Sierra de Santo Domingo) hasta el límite infe- niveles arqueológicos (Peña 14, Paco Pons y rior de La Marcuera, en los aledaños de Ejea de Legunova) pertenecientes a diversos momentos los Caballeros. De este modo nos vamos a que abarcan, en el caso de Peña 14, desde un encontrar con un gradiente altimétrico de alto Magdaleniense final-Aziliense (11.000 BP), interés interpretativo (desde los más de 1400 Epipaleolítico (macrolítico 8.500 BP y geomé- metros hasta los 300-400 m.) en el estudio com- trico, 7.500 BP aproximadamente) y Neolítico y parativo del hábitat funcional de las comunida- Calcolítico en Paco Pons (6.000 BP y 4000 BP des humanas prehistóricas que ocuparon estas aproximadamente), todos ellos ubicados en el áreas. término de Biel (MONTES, 2002: 1-16; MON- En este sentido, hemos decidido considerar a TES, L. y DOMINGO, R., 2002). La publica- la Cuenca del río Arba de Luesia como un ción de sus resultados por parte de L. Montes y auténtico "modelo de referencia" o "línea de R. Domingo en la revista Salduie ha aportado base" respecto al estudio interno de otras cuen- sin duda alguna un referente de primer orden al cas de ríos y barrancos de curso continuo, dada conocimiento futuro de la Prehistoria Cinco- su diversificación altimétrica biogeográfica de villesa, tan necesitada de referencias estratigrá- elevado interés interpretativo, además de haber ficas y dataciones absolutas concretas. sido el área que en primer lugar hemos estu- No se nos escapa el hecho de la estratégica diado -siendo objeto de nuestra Memoria de situación que por su propia naturaleza ocupa el Licenciatura, defendida en Septiembre de 1995- área de las Altas Cinco Villas. Es decir, en nues- y que más y mejor conocemos (CABELLO, tra tesis consideramos de un modo conjunto el 1995, 1998), lo que nos permite al menos en área natural definida por el Sistema Hidrográ- parte, contextualizar y comparar adecuada- fico de los Arbas y sus afluentes subsidiarios o mente los diversos ambientes del resto de zonas afines, limitando por el Norte con la propuestas en nuestra tesis, a saber: Cuenca del Valdonsella, (cuyo estudio también asumimos) río Arba de Luesia -compartimentada en que rompe el ritmo básico N-SW de los cursos Cabecera, Cuenca Alta y Medio-Baja-, fluviales vinculados con el Arba, al verter sus Valdeagonía, Bco. de Orés, Arba de Biel, aguas en dirección E-W hacia la actual Riguel-Bco. El Busal y Valdonsella. Comunidad Foral de Navarra, que a su vez, Estas seis zonas previamente definidas cree- constituye el límite Occidental del área investi- mos que se ajustan a los condicionamientos gada. Este corredor natural es tan importante hidrológicos, geomorfológicos y, fundamental- para el pasado prehistórico como la propia mente biogeográficos -al menos actuales- de Canal de Berdún y enlaza claramente con el orden natural definitorios presentes estructural- poblamiento navarro definido, a modo de ejem- mente en las Altas Cinco Villas, y si bien han plo comparativo, en el yacimiento navarro de sido estudiados específicamente en el catálogo Padre Areso (BARANDIARAN, 1995: 62; que hemos ido desarrollando a lo largo de nues- GARCIA GAZOLAZ, 1995: 140-141). tra Tesis Doctoral, su sistematización conjunta El otro límite -el Oriental- lo marca la rela- otorga y matiza los principales rasgos caracte- tiva proximidad de la actual provincia arago- rísticos del poblamiento humano prehistórico en nesa de Huesca con sus Sierras Exteriores (zona las Altas Cinco Villas, objetivo último de nues- de Agüero-Riglos), si bien, tanto la "conexión tra investigación. navarra" como la oscense tienen muchos puntos También ha jugado un papel referente funda- en común con las Altas Cinco Villas según mental el yacimiento de Puimelón-Samatán, quedó demostrado en su día en los trabajos de perteneciente a la Valdeagonía dentro del tér- E. Vallespí y L. Montes (VALLESPI, 1974; mino municipal de Malpica de Arba. Final- MONTES, 1983) con carácter respectivo. mente, el barranco de El Busal (Uncastillo) de Nuestro planteamiento inicial consiste en la cuenca del río Riguel nos ha servido como estudiar por zonas naturales con sentido interno modelo de aplicación analítico sobre todo en el propio el conjunto de las Cinco Villas caso concreto de la definición del amplio yaci- Septentrionales, desde sus cotas más elevadas miento conocido como El Busal I.

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En efecto, el estudio zonal natural marcado medioambientales propias que lo doten de per- básicamente, además de por la altimetría, por la sonalidad. En este sentido, como ya adelantába- pendiente de la topografía y los propios recur- mos más arriba, el clima y el relieve sos hídricos (básicamente ríos, barrancos de condicionan la existencia de una red hidrográ- curso continuo y áras endorreicas) presenta una fica no excesivamente importante, que tiene en mayor lógica interna (Cuenca del río Arba de el sistema de los Arbas su mejor exponente. Luesia, Arba de Biel, Cuenca del Agonía, Bco. Junto a estos cursos fluviales se suelen ubicar de Orés, la Valdonsella, El Busal...) que las divi- los yacimientos líticos al aire libre, de donde se siones administrativas actuales, que no olvide- aprovisionarían de agua y pesca, además de uti- mos son meramente convencionales, siendo lizar sus valles como vías naturales de comuni- fruto de los eventos históricos, no de los prehis- cación (RODANÉS, J.M. y LANZAROTE, P., tóricos. 1995: 9-20) tanto hacia el Somontano Occidental como hacia las Estribaciones En este sentido, en el desarrollo de nuestra Prepirenaicas. Tesis Doctoral hemos priorizado el ya comen- tado estudio zonal por áreas naturales sobre el Así, para K. C. Chang, el estudio del medio meramente administrativo, si bien lógicamente ambiente, dentro de un enfoque ecológico cada yacimiento está ordenado por su término (CHANG, 1976: 67), comprende una serie de municipal correspondiente en nuestro inventa- factores interrelacionados, una combinación de rio, lo que sin duda facilita el manejo de la clima, suelo, fauna, flora y topografía, que nece- información. sariamente influye de forma decisiva en el hom- bre que habite ese medio, produciendo una auténtica relación bipolar: el hombre condicio- PLANTEAMIENTO METODÓLOGICO nado por el medio y el medio transformado y DE LA INVESTIGACIÓN modificado por el hombre mediante los diversos y cambiantes procesos tecnológicos en desarro- llo constante, muchos de los cuales están pre- MARCO TEÓRICO. Planteamientos gene- sentes en los caracteres líticos internos de los rales yacimientos estudiados. La recogida de los datos así como su poste- Otro modelo de interpretación que no pode- rior análisis, estudio y clasificación se ha reali- mos obviar en modo alguno, es el definido por zado contando con un plan de trabajo o el antropólogo británico Robert Foley ( REN- estrategia de investigación de apoyo que aborda FREW y BAHN, 1993: 180-182) para definir la planteamientos generales cercanos a las investi- investigación etnoarqueológica del territorio en gaciones de corte geoarqueológico y contextual las sociedades itinerantes, basado en la diferen- (RENFREW, BAHN, 1993: 65), y que podemos ciación entre un espacio doméstico anual (es definir en los siguientes puntos de atención: decir, todo el territorio cubierto por un grupo en el curso de un año o ciclo) y de tipos específicos a) Estudio de los yacimientos como expo- de yacimientos dentro de él: campamentos base, nentes conservados de un determinado ecosis- campamentos estacionales o de carácter transi- tema humano en cuyo seno se producen torio, puestos de caza, cazaderos, escondrijos de interrelaciones espaciales, económicas y socia- almacenaje con carácter preventivo, etc... Estos les como resultado de una conducta adaptativa. aspectos son fundamentales para definir la Se debe partir de la base de que los límites arqueología de sociedades itinerantes (cazado- espaciales de un área cultural durante la ras-recolectoras y similares) en las que resulta Prehistoria están fuertemente influenciados por esencial una perspectiva amplia o regional si se el ecosistema en el que se desarrollan. Por ello, busca comprender una imagen de ciclo vital del aun sabiendo que cualquier delimitación que grupo y su comportamiento. Todos estos aspec- establezcamos en la actualidad ha de ser nece- tos los deberemos tener muy en cuenta cuando sariamente artificial, procuraremos adaptarnos a se deba interpretar la distribución y concentra- un marco que presente unas características ción espacial de los yacimientos, así como la

13 J. CABELLO GARCÍA posible caracterización funcional de los mis- la escasa definición con la que se aborda su cla- mos. sificación y sistematización funcional b) Estos "yacimientos líticos de superficie" o (PICAZO, 1986: 23), vamos a intentar efectuar ''yacimientos líticos al aire libre'', responden a un breve "estado de la cuestión" que nos enmar- una variada gama de situaciones, cuya única que la contextualización de este fenómeno tan coincidencia, en principio, es la apariencia presente en las Altas Cinco Villas y en general física "superficial" del hallazgo, pero que cree- en toda la Cuenca del Ebro (BEGUIRISTÁIN, mos independiente de su -supuesta- especifici- 1982; CAVA, 1986) dentro del marco global dad funcional. definido por el cuadrante Nororiental de la Península Ibérica en torno al Valle del Ebro. Esta constante "superficial" de los materiales De este modo, en el denominador común de arqueológicos, -fundamentalmente de carácter "talleres de sílex" se han incluido tanto hallazgos lítico tallado- es común a la práctica totalidad de aislados, industrias de superficie trasladadas de su los yacimientos constatados en nuestras pros- lugar de origen (por deslizamiento o transporte; pecciones. En general, se trata de hallazgos BURILLO et alii, 1985): al pie de laderas o de carentes de estratigrafía o mejor, de estratigrafía abrigos, estaciones-cantera y estaciones-taller, no documentada, con niveles ocupacionales fondos de cabaña aislados e incluso conformando superficiales y extensión no excesivamente defi- auténticos "poblados" (BARANDIARÁN y nida (BARANDIARÁN y CAVA, 1981a: 98- VALLESPÍ, 1984: 177-179). 100; 1981b: 50). Por otro lado, no queda nada claro, sobre Esta misma superficialidad de sus caracteres todo en las primeras publicaciones, (BOSCH, morfológicos parece redundar en la propia 1920, 1923) la diferenciación entre un taller de interpretación, también en muchas ocasiones sílex y un yacimiento lítico de superficie. Puesto meramente "superficial" que, según iremos que no hay acuerdo a la hora de sistematizar los viendo y como ya han constatado algunos auto- talleres de sílex, aún menos en lo que se refiere res, en general se ha efectuado sobre estos yaci- a la tipología, cronología y ubicación, pues tam- mientos al aire libre o conjuntos líticos de poco en este aspecto hay una homogeneidad superficie (PICAZO, 1986: 23; RAMÓN y válida para establecer modelos básicos. Así, con TILO, 1993: 41-44). Sin embargo, como iremos el término globalizador de "talleres de sílex", se viendo, la superación normativa de este enfoque designan una serie de yacimientos con indus- incide más bien justo en dirección contraria, es trias líticas no homogéneas y cuya cronología es decir, en la rica multiplicidad y diversidad que muy discutible. muestran los yacimientos líticos de superficie en cuanto se abordan desde una óptica diferen- Parece que los autores que han tratado esta ciada más amplia e imaginativa. temática, coinciden en asignarles un ámbito crono-cultural amplísimo, casi siempre dentro de la Prehistoria Reciente, (LANZAROTE, et Problemática General de los yacimientos alii, 1991) que puede abarcar genéricamente líticos de superficie desde un indefinido "Neolítico" hasta los inicios o transición a la I Edad del Hierro. Para ello se En el estudio y sistematización de este tipo basan en la aparición no sistemática de materia- de yacimientos prehistóricos, nos encontramos les cerámicos que, aunque en la mayor parte de con una serie de dificultades o problemas pre- los casos, se tratan de fragmentos lisos no deco- vios, sobre todo en lo referente a los diversos rados y muy erosionados al ser materiales de conceptos que engloban esta generalización: así superficie, denotan el conocimiento de la cerá- ocurre por ejemplo con el de "taller de sílex", mica por parte de los grupos humanos que fabri- acepción que en sí misma no debe ser superada, caron estos utensilios. También se tiene en si no bien empleada; otros son "yacimientos líti- cuenta el hallazgo de foliáceos asociados a cos al aire libre" o "hallazgos sueltos o aisla- retoque plano, más o menos característicos del dos". Debido a la falta de homogeneidad en los Neolítico, Calcolítico y la Edad del Bronce, estudios que han abordado esta problemática y a foliformes y puntas con pedúnculo y aletas, así

14 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA) como otros útiles de pequeña tipometría, algu- No obstante, es tarea de difícil resolución el nos de ellos microlitos geométricos, -mayorita- intentar sistematizar desde un punto de vista riamente segmentiformes- teóricamente perte- cronológico a este tipo de industrias, pues, necientes al Neolítico, con una perduración que cuando hay algún indicio o útil que pueda procedería del Epipaleolítico de facies geomé- corresponder a un momento más o menos con- trica. creto, -con lo que se tiende a revalorizar el ya Se cuentan también entre estos conjuntos caduco concepto de "fósil director"-, éste puede líticos de superficie, a aquellos de facies macro- muy bien indicar que quizás en ese período se lítica, cuyos útiles de gran tamaño, normal- ocupase el yacimiento, pero no se puede decir mente asociados a hachas pulimentadas de con propiedad que todo el conjunto haya nece- cierto formato, se datarían en el Calcolítico, por sariamente que incluirlo en la misma época. El considerarse de tradición Campiñense, tecno- tema es aún de mayor complicación cuando no cultura que tendría lugar en el Mesolítico- existe ningún elemento cerámico, metálico o Neolítico del Sur de Francia, de donde en teoría, lítico pulimentado que nos indique, al menos proviene esta tradición. En estas industrias la una cronología claramente postpaleolítica, cerámica no suele aparecer, ya que en general se pudiendo, por tanto, tener vigencia desde el trata de yacimientos de "facies cantera" especia- Paleolítico hasta, al menos la I Edad del Hierro, lizados en la talla primaria del sílex. es decir, toda la Prehistoria. En general, salvo excepciones (BARAN- Otro de los graves problemas que afectan a DIARÁN y VALLESPÍ, 1984: 71-89) tampoco este tipo de yacimientos es el referente a su se tiene muy en cuenta la probable explotación estado de conservación, ya que, al situarse de los "talleres" desde épocas paleolíticas, atri- muchos de ellos en actuales campos de cultivo buyendo a los útiles cuyo aspecto denota una de cereal, la maquinaria pesada agrícola (ara- técnica arcaica, cronologías más recientes, al dos, cosechadoras...) ha producido un efecto encontrarse asociados-aunque sólo sea en realmente devastador sobre las frágiles estructu- superficie- a otros elementos arqueológicos cla- ras de "fondos de cabaña", fragmentando ade- ramente Holocénicos (piezas líticas pulimenta- más sistemáticamente los materiales líticos das, cerámica, etc...)-, considerándolos entonces aflorados en superficie. En efecto, esta "alta como "de tradición paleolítica" o "útiles de sus- fragmentación sistemática de origen antrópico trato" (raederas, raspadores, lascas y láminas y/o accidental" que sufre buena parte de los con borde abatido...). La razón de este plantea- materiales líticos, limita sustancialmente la miento quizás haya que buscarla en la idea de posibilidad de ejecución de estudios tipométri- que, a partir del Neolítico Final, los cambios cli- cos y técnicos, además de dejar numerosas hue- máticos que se suceden así como el supuesto llas metálicas (MAZO, 1991: 89) sobre la desarrollo evolutivo demográfico al amparo de superficie externa de los útiles líticos, lo que incipientes economías de base productora, unido a la mayoritaria presencia de fuertes páti- hacen que los grupos humanos prehistóricos nas mayoritariamente blanco-lechosas junto a comiencen a asentarse de forma cada vez más estable al aire libre (BEGUIRISTÁIN, 1982). otras frecuentes alteraciones fisico-químicas, fruto de los procesos erosivos, como la deshi- Por otro lado, y según nos ha asegurado dratación o el craquelado, impide el análisis tra- nuestra directora, Pilar Utrilla, el hecho de ceológico de sus posibles huellas de uso salvo encontrar claros e inequívocos buriles en algu- en contadas excepciones (p. ej. en el caso del nos yacimientos líticos de superficie, como los "lustre de cereal"). localizados a fines de la pasada década de los ochenta en el Bajo Cinca (Fraga-Candasnos) y Todo ello es así porque se trata de yacimien- Pozuelo de Aragón-Rueda de Jalón (UTRILLA tos de superficie y, por lo tanto, sin estratigrafías y TILO, 1991), incidiría en esta supuesta crono- que puedan resolvernos los problemas de par- logía paleolítica para el límite inferior de los tida anteriormente citados. Si a ello añadimos denominados genéricamente como "talleres de que estos lugares también suelen ser zonas apro- sílex". vechadas por los talladores de trillo de épocas

15 J. CABELLO GARCÍA recientes, así como para el abastecimiento de junta en la revisión de las "estaciones" conoci- sílex en la confección de "piedras de fusil" y uti- das. Así, se plantea globalmente la problemática lizados por algunas empresas para convertir la de este tipo de yacimientos, efectuándose diver- materia prima en polvo y fabricar papel de lija, sas síntesis de fortuna desigual al amparo de la el tema se complica más todavía (RAMÓN y publicación de nuevas series o "redes" de yaci- TILO, 1993: 43). mientos. En el Bajo Aragón destacan los traba- jos de A. Beltrán (BELTRÁN, 1951: 21-23; En este panorama un tanto desolador, vamos 1954) y Ripoll (RIPOLL, 1953, 1956). En a ir viendo sucintamente las principales aporta- Navarra y zonas limítrofes, sobresale la obra de ciones que se han realizado en la investigación J. Maluquer (MALUQUER, 1954, 1955, 1957, de estos yacimientos, reseñando los trabajos de 1963), pero, sobre todo son dos autores, S. mayor interés que intentan romper la gran difi- Vilaseca (VILASECA, 1952, 1953, 1955, 1962) cultad de estudio que, de partida, presentan en su análisis y sistematización los yacimientos y E. Vallespí (VALLESPÍ, 1953, 1957, 1958, líticos de superficie. 1960, 1962, 1968, 1970, 1972, 1974) los inves- tigadores imprescindibles por sus significativos avances y aportaciones de orden tipológico, sis- Historia de las Investigaciones: aportacio- tematización de yacimientos y precisiones ter- nes y visiones varias minológicas, planteando una metodología de estudio, aceptada posteriormente por muchos Los inicios en las investigaciones se remon- otros autores, que combina el análisis de la cul- tan a 1910, cuando Massot i Palmers publica el tura material con las características del asenta- taller de Ciurana, en Tarragona. En estos miento, lo que ha permitido grandes avances y comienzos del siglo XX, en el Bajo Aragón un amplias posibilidades de investigación. Así, grupo de eruditos locales desarrollan diversas Vallespí, manteniendo la división de dos actividades en torno al "Boletín de Geografía e "facies" de "cantera" y "doméstica", subdivide a Historia del Bajo Aragón", en el que se publican su vez cada una de ellas por el tipo de actividad diversos hallazgos líticos por parte de variados y por su emplazamiento. Otros autores, según autores, algunos de ellos de gran resonancia iremos viendo, han ido realizando sistematiza- futura en la investigación prehistórica, como ciones o "modelos de asentamiento" propios de Bardaviú, Cabré y Breuil, no siempre acertando los "talleres de sílex" aunque con un carácter adecuadamente en el contexto cronológico de marcadamente más zonal: estas pioneras investigaciones sobre manifesta- D. Estavillo (ESTAVILLO, 1955, 1975) rea- ciones líticas de origen superficial. Parale- lizó numerosas prospecciones en la cuenca lamente, P. Bosch Gimpera, desde el Institut media del río Ayuda, en Alava, donde distinguió d'Estudis Catalans, realiza las primeras revisio- entre poblados y talleres. En estos últimos, nes y establece una breve síntesis (BOSCH, observó una fuerte tradición del Paleolítico 1920, 1923). Superior, una facies básica Campiñense y algu- Tras un largo período sin aportaciones signi- nas evidencias que hablaban de la Edad de los ficativas, en el año 1936 se publica la obra de S. Metales. Con posterioridad, J. Maluquer Vilaseca sobre las industrias de sílex tarraco- (MALUQUER, 1957) relacionó las industrias nenses en Cataluña (VILASECA, 1936) y, poco estudiadas por Estavillo en Alava con las del después, se publica el artículo de J. Maluquer Priorato tarraconense caracterizándolas como sobre los microburiles de la Valltorta (MALU- culturas neolíticas locales, formadas por talleres QUER, 1939). En 1944, M. Almagro Basch al aire libre y poblados sin fortificar, similares a aporta nuevas precisiones al analizar los proble- los de La Rioja y Navarra. Sin embargo, E. mas planteados por el Epipaleolítico en el con- Vallespí (VALLESPÍ, 1968) fue uno de los pri- texto de la Península Ibérica (ALMAGRO meros que plantearon diferencias al estudiar los BASCH, 1944). yacimientos alaveses, distinguiendo entre talle- Pero será en la década de los años 50 e ini- res de sílex o estaciones-cantera y estaciones- cios de los 60 cuando se arranque de forma con- hábitat, que corresponderían a un mundo

16 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA) culturalmente Neolítico, con una ocupación Depresión del , Alba y Torre los Negros. mayoritaria en el Eneolítico característica del 5) La Cataluña Mediterránea. Los talleres Valle del Ebro y Cataluña. del Bajo Aragón enlazan con las series de los Dentro del Valle del Ebro, E. Vallespí talleres de las comarcas tarraconenses estudia- (VALLESPÍ, 1962: 64-70) diferencia geográfi- das por S. Vilaseca (VILASECA, 1953). camente una serie de áreas con hallazgos líticos Trabajos tanto previos, como de S. Vilaseca de carácter superficial: (VILASECA, 1953), como posteriores del pro- 1) Prepirineo y Somontano Pirenaico: Este pio E. Vallespí (VALLESPÍ, 1974) y de M. A. grupo formaría el límite septentrional dado para Beguiristáin (BEGUIRISTÁIN, 1982) han tra- este tipo de yacimientos. En el curso alto del río tado algunas de estas cuestiones, señalando Araquil, en Araya (Navarra) y en el puerto de amplias "redes" de poblamiento al aire libre en Olazagutía (La Borunda, Navarra). Se trata de la toda la extensión de la Cuenca del Ebro, nor- depresión de Aoiz-Lumbier que enlaza por malmente en lugares de altitudes medias y no Sangüesa con los talleres localizados en la excesivamente llanas. cuenca del río Aragón, de la Sierra de la Peña a En los últimos años, las nuevas corrientes la Canal de Berdún, Undués Pintano (Zaragoza) metodológicas han reivindicado la necesidad de y ; en la cuenca del río Arba, prospecciones con carácter intensivo, lo que ha cita los talleres de Luesia. conferido un tremendo auge en el desarrollo de En Bardenas, los talleres parecen continuar las investigaciones, y, por consiguiente, un espe- en el Somontano Oscense con algunos en La ranzador aumento del número de autores que Litera, el Alcanadre y Lérida y una serie de han tratado esta problemática, de las perspecti- hallazgos asimilables, aunque sin precisar, en la vas o distintos enfoques analíticos así como de la cuenca del Segre. Parece que el límite septen- extensión de las redes de yacimientos, permi- trional habría que colocarlo en la Depresión tiendo los primeros avances notables desde la Media y las Sierras Prepirenaicas Exteriores. A década de los años 50 e inicios de los 60. estos conjuntos líticos de superficie citados por A lo largo de los 60 e inicios de los 70, sobre Vallespí habría hoy que añadir hoy los nuestros, todo destacan los ya mencionados S. Vilaseca y (CABELLO, 1995, 1998) así como todos los E. Vallespí en este campo de la investigación, a localizados últimamente en la Comarca de las los que sólo se podría añadir la breve síntesis Cinco Villas (LANZAROTE et alii, 1991; que J. Fortea les dedica en su obra sobre las PUEYO, 1998). industrias líticas del Epipaleolítico Mediterrá- 2) La Cubeta de Miranda: Cuenca de neo Español (FORTEA, 1973: 475-484). Vitoria y Condado de Treviño. Se trata de los Es en la segunda mitad de la década de los talleres de la llanada de Alava y Condado de años 70, y sobre todo, desde 1980, cuando se Treviño y en la cuenca del río Ayuda, los talle- va a ir conformando paulatinamente una tercera res centrados en los alrededores de Araico. generación de investigadores apoyados en las 3) Las tierras llanas centrales del Valle del diversas contribuciones de los estudiosos tradi- Ebro. Los talleres alaveses entre los ríos cionales, pero basadas sobre todo en la apari- Omecillo y Bayas y los talleres del Bajo ción de jóvenes investigadores vinculados a Aragón, en la desembocadura del río Martín, en centros donde se habían realizado actividades los alrededores de , desembocadura del relacionadas con estas estaciones y directa- Guadalope, en el Matarraña y en , mente ligadas con una concepción arqueoló- en la margen derecha del Ebro, enlazando con gica en la que la prospección va a jugar un las series del Priorato por la cuenca baja del río papel cada vez más importante (PICAZO, Ciurana y otras cuencas tarraconenses. 1986). 4) Somontanos y Sistema Ibérico. En La De este modo, junto a distintos planteamien- Rioja, concretamente en la Sierra de Camero tos de la problemática y diversos estados de la Nuevo aparece un núcleo importante. En la cuestión (BARANDIARÁN y CAVA, 1981a:

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98-100; BELTRÁN, 1985. ÁLVAREZ, 1985. 1985; AGUILERA, 1985, o la de CASPE, VEGAS, 1983: 31-32), se suceden las aporta- 1984), si bien en los últimos años parece que se ciones concretas, con incidencia en aspectos va imponiendo la de J. Fortea (FORTEA, 1973), hasta entonces poco tratados, profundizando en pese a sus carencias de base, ya que no está pen- el estudio de la cultura material en sus diversos sada para los yacimientos líticos de superficie elementos: postpaleolíticos, lo que impone realizar algunos — Especialmente en la industria lítica, con "ajustes" en el desarrollo de algunos grupos algunas investigaciones encaminadas al estudio tipológicos, (SOPENA, 1992), junto a una aten- del aprovechamiento de las materias primas ción especial en el tratamiento de los Diversos (BEGUIRISTÁIN, 1985; UTRILLA y TILO, (D) (ARMENDÁRIZ e IRIGARAY, 1991- 1991), al análisis sistemático del propio yaci- 1992; GARCÍA GAZOLAZ, 1993). miento, incidiendo en aspectos poco valorados habitualmente, como la tipometría o el estudio — Cerámica a mano, con diversas aportaciones sistemático de los caracteres técnicos (SÁENZ (SÁENZ DE BURUAGA, 1983; FERREIRA et DE BURUAGA, 1983; FERREIRA et alii, alii, 1983; CARNICERO, 1984) significativas, 1983; ÁLVAREZ y UTRILLA, 1983) o a la ela- dentro del marco mínimo -muchas veces mera- boración de diversas tipologías, algunas de ellas mente testimonial- de su presencia en los yaci- para uso concreto y exclusivo de un área de mientos líticos de superficie (BEGUIRISTÁIN, estudio determinada (CAVA, 1974; ÁLVAREZ, 1982).

Figura 2. Mapa de localización de los yacimientos controlados para la secuencia cronológica Epipaleolítico Final-transición a la Edad del Bronce en la actual Comunidad Foral de Navarra (GARCÍA GAZOLAZ, 1995)

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Figura 3. Mapa de distribución de los yacimientos de la Comarca de las Cinco Villas durante la Prehistoria Reciente. (LANZAROTE, 1995)

Otros campos prioritarios efectuados en la que no han sido objeto de un hábitat estable investigación global de los yacimientos líticos nunca. Así pues, podrían clasificarse con este de superficie, inciden básicamente en las rela- nombre, aquellos lugares ricos en esta materia ciones entre asentamientos y aspectos territoria- prima, perteneciente a la "facies cantera". A. les (BEGUIRISTÁIN, 1982; VEGAS, 1984; Álvarez (ÁLVAREZ, 1985) localiza varios yaci- BURILLO et Alii, 1984; FERREIRA et alii, mientos que cataloga como "talleres de sílex" en 1984; AGUILERA, 1985; SOPENA, 1992, las áreas próximas a los ríos Guadalope y ARMENDÁRIZ e IRIGARAY, 1991-1992; Regallo, también en el Bajo Aragón. GARCÍA GAZOLAZ, 1993, 1994, 1995; A. Cava (CAVA, 1986) caracteriza la indus- SESMA, 1993), procesos erosivos que afectan a tria lítica de la Cuenca del Ebro durante la estos yacimientos e hipotéticas reconstruccio- Prehistoria Reciente, citando la presencia de nes paleoambientales basadas en aspectos geo- raspadores con cierta frecuencia, como útiles de morfológicos y biogeográficos, dentro de un sustrato bastante extendidos, además de la con- enfoque ecológico (CHANG, 1976; BURILLO, tinuidad de lascas y fragmentos informes. Junto PEÑA y PICAZO, 1985; BURILLO et alii, a la aparición o, mejor dicho, el predominio de 1984, SOPENA, 1992; 1998). puntas de flecha y elementos de hoz, parece que Para algunos autores, los típicos "talleres de la técnica de extracción de láminas sufre un sílex" que se encuentran en el Bajo Aragón, son retroceso en favor de las lascas. Desde el punto lugares donde se ha tallado eventualmente, pero de vista tipológico resulta difícil realizar un sólo

19 J. CABELLO GARCÍA modelo para todos los "talleres", manifestán- junto a N. Ramón publican un estudio sobre los dose la presencia de los siguientes útiles, en yacimientos líticos de la Cuenca Media del relativa abundancia: Arba de Biel (Zaragoza). Así definen conjuntos -Utensilios de sustrato (de tradición paleoli- líticos en los que se observa tanto por la presen- tica): raspadores, perforadores, truncaduras. cia de nódulos, como de núcleos y restos infor- mes, una actividad de talla: el concepto amplio -Láminas de dimensiones relativamente de "taller lítico" se refiriría a aquellos lugares grandes: no retocadas o con retoques continuos donde se llevaría a cabo lo que llaman la (simples o semiabruptos). "segunda fase", recogiendo en estos lugares -Foliáceos (puntas de flecha rómbicas, foli- abundantes restos de talla, quizá de pequeño formes, o de pedúnculo y aletas). tamaño, no tantas lascas de descortezado y soportes brutos o medio retocados, incluso úti- -Elementos de hoz (sobre soporte laminar, les ya terminados, algunos de ellos fracturados. lasca o en sílex tabular; con filo denticulado o Son lugares de talla donde lógicamente, las pie- no). zas tipológicas no se encuentran, o en escasas Otra aportación a destacar es la llevada a proporciones, pues éstas se trasladarían a los cabo por J. Picazo (PICAZO, 1986) en el lugares de hábitat (TILO, 1990: 250-265). Sistema Ibérico Central (Jiloca Medio y Campo La "primera fase" sería, evidentemente, la de Romanos), en el que indica textualmente extracción de materia prima y desbaste, dejando (PICAZO, 1986a: 23): los núcleos preparados para extraer los soportes "No obstante, la problemática que plantea en la segunda fase, ya comentada, que también su estudio (de los yacimientos líticos superficia- sería la más frecuente en los yacimientos líticos les), y la poca espectacularidad de las manifes- de superficie. taciones ha relegado a un plano secundario las Un segundo grupo de investigaciones han investigaciones sobre estas estaciones, tratán- realizado, ya en la pasada década de los 90, dose siempre de forma marginal o por esfuerzos avances significativos en el marco de la actual aislados de unos pocos prehistoriadores". Comunidad Foral de Navarra, comandado por Un grupo de autores que estudian los yaci- autores como J. Armendáriz y S. Irigaray mientos de la cuenca del río Rojo en Alava (ARMENDÁRIZ, IRIGARAY, 1991-1992), (ORTIZ et alii, 1989) diferencian, dentro de los quienes establecen una sistematización cronoló- yacimientos de explotación, definidos por su gica de los yacimientos líticos de superficie pos- función principal, -la obtención y explotación tpaleolíticos en Navarra, en tres "momentos" o de la materia prima-, las canteras de sílex, en las fases culturales distintas pero sucesivas, que que se pueden identificar evidencias claras de puede ser asumido en buena medida para las extracción, y los talleres de sílex que no impli- Altas Cinco Villas, ya que existen marcados can una extracción artificial, y suponen el apro- paralelismos entre las series líticas navarras y vechamiento "in situ" del sílex. En éstos las nuestras, como ya constató en su día E. aparecen abundantes restos de talla, núcleos , Vallespí (VALLESPÍ, 1974). percutores, soportes sin retocar y algunas piezas Otro autor a tener en consideración es J. retocadas. La cerámica no existe o es escasa. La García Gazólaz (GARCÍA GAZOLAZ, diferencia entre ellos es la alteración o no de la 1993,1994,1995,1996), quien ha aportado una superficie para el abastecimiento de materia matización sobre algunos elementos asociados a prima. los yacimientos líticos de superficie que superan Más recientemente, ya en el transcurso de la el listado tipológico de J. Fortea: a modo de década de los 90 del pasado siglo, debemos ejemplo, podemos citar la confusión sistemática señalar las aportaciones desarrolladas por N. existente entre astillados (D1) y los productos Ramón y M.A. Tilo (TILO, 1990; RAMÓN y de talla bipolar, o la tipificación seriada de los TILO, 1993). Esta última realiza una valoración denominados "Elementos sobre Hoja Recor- sobre los yacimientos líticos de superficie loca- tada" (E.H.R.) ya iniciada por J. Armendáriz y lizados entre Fraga y Candasnos (Huesca), y S. Irigaray (ARMENDÁRIZ e IRIGARAY,

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1991-1992). Sin duda, la creación de una miento válido de estratigrafías, dataciones abso- nomenclatura específica para algunos elemen- lutas radiocarbónicas, analítica paleocarpoló- tos líticos propios y característicos de los yaci- gica y antracológica, estudios arqueozoológicos mientos líticos de superficie será uno de los y tafonómicos, palinológicos, traceológicos, campos en los que se deberá avanzar en el etc...) con lo que el agravio comparativo era más futuro, para ir complementando paulatinamente que evidente: es decir, era necesario aplicar cri- las carencias adaptativas del listado tipológico terios correctores de discriminación positiva en de J. Fortea (1973) a los yacimientos líticos de el estudio y categorización de este tipo de yaci- superficie Holocénicos. mientos "diferentes" a los estratificados, y siem- pre sistemáticamente infravalorados o simple- Tampoco debemos olvidar el impulso reali- mente, denostados en la investigación general zado sobre la investigación de los yacimientos de la Prehistoria. líticos de superficie en la Cuenca Alta del Ebro, dentro del ámbito territorial vasco, destacando En efecto, uno de los caracteres definitorios autores como J. Gorrotxategi y M. J. Yarritu fundamentales de los yacimientos líticos de (GORROTXATEGI, YARRITU, 1995), A. superficie es su propio carácter abierto y apa- Alday (ALDAY, 1995) o M. Beorlegi (BEOR- rente indefinición espacial, por lo que, en vez de argumentar continuamente de la carencia siste- LEGI, 1995). mática de estratigrafías y distintas analíticas de El esfuerzo de investigación efectuado por apoyo interdisciplinar, de partida, habrá que M. A. Beguiristáin en su día, hace ya más de 20 priorizar el estudio investigador de las presen- años, comparando entre sí los yacimientos habi- cias, más que lamentarse de las carencias, tacionales de la Prehistoria Reciente en el Alto haciendo especial hincapié en el análisis interno Valle del Ebro (BEGUIRISTÁIN, 1982) -entre de los materiales arqueológicos (líticos) propios los que, lógicamente, también se contaban las de cada yacimiento, junto con los caracteres series líticas superficiales-, marcó sin duda un específicos de la ubicación -fundamentalmente punto de inflexión en la historiografía, e hizo a nivel macroespacial- y posible funcionalidad o todavía más evidente que la casuística especial multifuncionalidad del mismo asentamiento, concreta de este tipo de yacimientos hacía que (ahondando en la medida de los posible en la su comparación sistemática con niveles estrati- senda ya marcada en su momento por S. gráficos conservados de yacimientos habitacio- Vilaseca y sobre todo por E. Vallespí) lo que nales troglodíticos (cuevas y abrigos) fuese un podrá aportar algún dato significativo tanto pro- tanto "peligrosa", encontrándose siempre los pio como en su relación contextual con el resto yacimientos líticos superficiales en inferioridad de los yacimientos presentes en la zona a inves- de condiciones frente a los yacimientos estrati- tigar. ficados, ya que en el contexto global definido Un segundo punto de referencia fundamental por la propia dinámica de la investigación en los para el estudio y sistematización de los yaci- estudios de Prehistoria, se había priorizado de mientos líticos de superficie lo encontramos en forma sistemática, el estudio de los yacimientos la Informática y los estudios estadísticos afines, conservados en cuevas, abrigos y monumentos que actualmente, posibilitan el alcanzar unas megalíticos, pasando casi totalmente desaperci- conclusiones matemáticamente válidas sobre bido el fenómeno de la ocupación prehistórica una base numérica muy amplia, si bien con de los lugares al aire libre, salvo por el esfuerzo algunas matizaciones intermedias, según hemos aislado de escasos -aunque reconocidos- espe- podido ir definiendo en el transcurso de nuestra cialistas (PICAZO, 1986a: 23). De este modo, investigación. Es decir, consideramos que estos los yacimientos líticos de superficie se habían procedimientos estadísticos deben ser conside- convertido -si me permiten el símil- en un rados como lo que realmente son o mejor, debe- auténtico "benjamín" o "patito feo" de los gran- rían ser: medios procedimentales comple- des estudios de la Prehistoria, frente a los que mentarios y no fines objetivados en sí mismos. no pueden competir en condiciones de igualdad Es decir, creemos absolutamente necesario un en los distintos procesos interdisciplinarios de proceso de humanización de los datos, al menos la investigación "oficial" vigente (estableci- a un nivel interpretativo.

21 J. CABELLO GARCÍA

Figura 4. Mapa de la Comarca de las Cinco Villas. División administrativa actual en términos municipales (LANZAROTE et alii, 1991). Queda recuadrada la zona de la cuenca del río Arba de Luesia, área referente para el resto de las Altas Cinco Villas.

Nuestra propuesta de aproximación: el -aunque no declarada formalmente por ningún Sistema Analítico de Evaluación Habitacio- autor, sí intuida- en el análisis y sistematización nal (S.A.E.H.) de los yacimientos líticos de superficie de cro- nología Holocénica, en la que la práctica totali- Es pues, en este contexto y momento con- dad de los investigadores mostraban su creto de la investigación donde hacemos nuestra escepticismo y renuncia previa a un intento propuesta específica de aproximación al conoci- válido de sistematización sobre este tipo de miento e interpretación de los yacimientos líti- industrias líticas, llegándose como mucho, a una cos de superficie, ya esbozada en nuestra mera descripción y estudio técnico y tipológico Memoria de Licenciatura (CABELLO, 1995, de los materiales, pero sin atreverse, en la 1998). Hay que decir que, pese a algunos signi- mayoría de los casos, a ir un paso más allá en su ficativos avances, daba la impresión inicial de análisis interno y caracterización interpretativa haberse llegado a una especie de "via muerta" funcional.

22 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA)

Figura 5. Principales yacimientos prehistóricos de la Cuenca del río Arba de Luesia.

1. Pau Moreno. 21. Corral de Plácido. 2. Collada de Fayanás. 22. Valdelasirca. 3. Corral de Macaria. 23. Corral Blanco. 4. Corral de Navarro. 24. Caseta del Legionario. 5. Pasada de Lobera. 25. Corral de Itorre. 6. Paco Rey. 26. Olid Alto. 7. Pígalo. 27. Punta de Ballestán. 8. Valdiguara. 28. Caseta del Faro. 9. Itorre. 29. Barranco de Olid. 10. Corral de Mateo. 30. Planas de Loperena. 11. Corral de Larrién. 31. Plana Alta de Mendi. 12. Plana de Ballatás. 32. Planas de Mendi. 13. San Bliz. 33. Viñas Bco. Mendi. 14. El Fornillo. 34. Viña del Azute. 15. Corral de José. 35. Acequia del Molinar. 16. Plana Molino Bajo. 36. San Román. 17. Plana Alta San Bliz. 37. Valdegrallas. 18. Caseta de Valverde. 38. Molino Alto de Malpica. 19. Corral de . 39. Molino del Cubo. 20. Viña de Benjamín. 40. Valdesansoro.

23 J. CABELLO GARCÍA

Figura 6. Delimitación aproximada de las tres subáreas de estudio propuestas en la cuenca del río Arba de Luesia.

A. Cabecera. B. Cuenca Alta. C. Cuenca Medio-Baja.

a) La valoración cuantitativa: el I.L.P.O. mente mayoritarios respecto a los demás ele- (Indice Lítico de Permanencia Ocupacional) mentos constituyentes de la Cultura Material en la práctica totalidad de los recuentos, que cree- Según lo ya expuesto, hemos priorizado el mos pueden llegar a ser sistematizados análisis interno de los materiales líticos, que, mediante una "ratio" o sencilla fórmula mate- por sí solos, conforman una matriz global que mática divisoria de relación simple entre la llega a sobrepasar el 95 % del total de los mate- suma en el numerador de los materiales tipoló- riales arqueológicos prehistóricos sometidos a gicos, los pulimentados, los elementos con hue- estudio en el desarrollo de nuestro proyecto de llas macroscópicas de uso aparente ("elementos investigación definido en las Altas Cinco Villas. con microrretoque") y el que hemos denomi- Los materiales líticos analizados evidencian nado genéricamente como "Tecnocomplejo de pues, unos caracteres cuantitativos absoluta- Base Laminar Simple" (T.B.L.S.) respecto al

24 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA) total numérico de los materiales propiamente a 0,25) y, por lo tanto, a priori con una mayor líticos, si bien excluyendo de este denominador estabilidad habitacional. El sumatorio del 1 al a los fragmentos de molino, fundamentalmente 10 de estos Parámetros de Comprobación graníticos, que, a nuestro juicio, otorgan un queda luego definida en su media respectiva matiz de carácter más cualitativo que cuantita- ponderada respecto al total de diez, que hemos tivo al estudio de los yacimiento líticos de denominado "Media de los Parámetros de superficie Holocénicos. A este índice referen- Comprobación" (M.P.C.) expresión decimal cial cuantitativo resultante lo hemos denomi- cualitativa del yacimiento que, una vez sumada nado "Indice Lítico de Permanencia Ocupa- al I.L.P.O. y promediada con éste obtiene final- cional" (I.L.P.O.): mente una síntesis, a la que hemos denomi- nado como "Evaluación Habitacional Con- material tipológico+pulimentados+ junta" (E.H.C.), -quedando ambas reflejadas al microrretoque+tecnocomplejo laminar multiplicarse x 100- en el "Porcentaje de I.L.P.O. = Referencia Habitacional" (P.R.H.) que, según material lítico total nuestra hipótesis de trabajo, define la intensi- dad final de ocupación de aquellos yacimientos Este índice lítico sólo se ha aplicado a aque- líticos de superficie que superen el límite infe- llos yacimientos que presencien un mínimo de rior básico, que, recordemos, hemos fijado en 100 elementos líticos en el total de los recuen- un mínimo de 100 elementos líticos, si bien lo tos, si bien lo deseable es que esta base numé- deseable, y según nuestra propia experiencia - rica sea lo más amplia posible para afinar los insistimos-, es que partan de los 500 efectivos resultados y su interpretación correspondiente. totales, para afinar al máximo los resultados En nuestra hipótesis de trabajo, cuanto más se obtenidos. aproxime este índice a la unidad, más probabili- En aquellos casos en los que se alcance o dades tendremos de encontrarnos ante un asen- mejor aún, supere el mínimo de 0,60 de E.H.C. tamiento de carácter estable. Creemos, además, o, lo que es lo mismo, el 60 % de P.R.H. podre- por propia experiencia, que alcanzando, o aún mos concluir, dentro de nuestra hipótesis de tra- mejor, sobrepasando la cota cuantitativa de 500 bajo, que el yacimiento adquiere la catego- efectivos líticos en total los resultados obtenidos rización de asentamiento con "Permanencia son muy fiables, al menos a un nivel compara- Ocupacional Plena" (P.O.P.). De este modo tivo, que es el que en este momento nos interesa efectuamos los pasos necesarios para desarro- de cara a la investigación y la necesaria con- llar nuestro Sistema Analítico de Evaluación frontación de los datos. Habitacional (S.A.E.H.), pilar básico teórico sobre el que se ha basado nuestra investigación.

b) La estimación cualitativa: la M.P.C. Los diez criterios cualitativos o Parámetros (Media de los Parámetros de Comprobación) de Comprobación, por su parte, son los siguien- tes: Este último comentario entronca con la exis- 1) Presencia de material/es cerámicos. tencia de unos "Parámetros de Comprobación" 2) Presencia de molinos de mano barquifor- o criterios cualitativos complementarios que mes. hemos utilizado para encuadrar en su contexto último a estos índices numéricos resultantes. 3) Elevada representación porcentual del Los parámetros de comprobación, auténticos "Tecnocomplejo laminar" respecto al total de "criterios cualitativos" de referencia tienen una los materiales líticos no retocados (15-25 % ó finalidad complementaria -pero no subordi- más). nada- a los I.L.P.O., lo que reflejaría una mayor 4) Alta proporción de los talones facetados presencia que ausencia de los diez caracteres (diedros+planos) 15-25 % ó más. cualitativos -a los que luego haremos mención específica- en los yacimientos que presentan 5) Baja constatación del primer y segundo unos I.L.P.O. más elevados (siempre superiores orden cortical. Mayoritaria representación por-

25 J. CABELLO GARCÍA

MAPA CONCEPTUAL SOBRE EL PROCEDIMIENTO DE APLICACIÓN DEL S.A.E.H.

SISTEMA ANALÍTICO DE EVALUACIÓN HABITACIONAL (S.A.E.H.)

VALORACIÓN ESTIMACIÓN CUALITATIVA CUANTITATIVA

ÍNDICE LÍTICO DE PERMANENCIA OCUPACIONAL (I.L.P.O.)

material tipológico + pulimentados+elementos microrretoque+T.B.L.S. I.L.P.O.=------material lítico total

MEDIA DE LOS PARÁMETROS DE COMPROBACIÓN (M.P.C.) : ( sobre 10 parámetros)

∑ RECUENTO PARÁMETROS DE COMPROBACIÓN M.P.C.= ------10

Evaluación Habitacional Conjunta (E.H.C.): Media del I.L.P.O. + M.P.C. x 100 = % de Referencia Habitacional (P.R.H.)

I.L.P.O. +M.P.C. E.H.C.= ------x 100 = P.R.H. (%) 2

GLOSARIO DE TÉRMINOS EN EL SISTEMA ANALÍTICO DE EVALUACIÓN HABITACIONAL (S.A.E.H.) I.L.P.O. = índice resultante entre el total del material tipológico con los pulimentados, elementos con microrretoque (huellas aparentes de uso) y el T.B.S.L. (nº de láminas y fragmentos laminares entre los Materiales Líticos No Retocados) respecto al total de material lítico globalmente considerado. M.P.C. = Media sobre 10 de los Parámetros de Comprobación. Se efectúa el recuento del número de parámetros com- probados, se suman y el resultado se divide por el nº total (10). E.H.C. = Media de la suma del I.L.P.O. + M.P.C dividido entre 2. Si se multiplica por 100 es el Porcentaje de Referencia Habitacional (P.R.H. %) P.O.P. = Permanencia Ocupacional Plena. Yacimientos multifuncionales que alcanzan o superan el límite de 0,60 de E.H.C. ( 60 % de P.R.H.). Entre 0,50 y 0,59 son asentamientos multifuncionales semipermanentes , y dentro de 0,40 y 0,50 se clasifican como yacimientos multifuncionales estacionales, dentro de nuestro Procedimiento Analítico. T.B.L.S. = Tecnocomplejo de Base Laminar Simple. Número de láminas (incluso en estado fragmentario) existentes entre los Materiales Líticos No Retocados (M.L.N.R.). Se expresa cuantitativamente o de manera porcentual (%)

26 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA)

EJEMPLO DE APLICACIÓN PRÁCTICA DEL SISTEMA ANALÍTICO DE EVALUACIÓN HABITACIONAL (S.A.E.H.) AL YACIMIENTO LÍTICO PREHISTÓRICO DE SUPERFICIE DE PUIMELÓN-SAMATÁN (MALPICA DE ARBA)

NOMENCLATURA PROCEDIMENTAL Y PASOS A SEGUIR

VALORACIÓN CUANTITATIVA: ÍNDICE LÍTICO DE PERMANENCIA OCUPACIONAL (I.L.P.O.)

Material Tipológico: 790 elementos Pulimentados: 6 Elementos con huellas macroscópicas de uso aparente ("microrretoque"): 102 Tecnocomplejo de Base Laminar Simple (T.B.L.S.): 657

∑ TOTAL DATOS: 1555 DENOMINADOR: NÚMERO TOTAL DE MATERIALES LÍTICOS (sin incluir fragmentos de molino): 3645

RELACIÓN O DIVISIÓN ENTRE 1555 (NUMERADOR) : 3645 (DENOMINADOR) = 0,4266 (0,42) Índice Resultante muy superior al 0,25 de I.L.P.O. que caracteriza el límite inferior entre los yacimientos líticos de superficie multifun- cionales.

ESTIMACIÓN CUALITATIVA

Recuento de los 10 Parámetros de Comprobación o Criterios Cualitativos de Referencia. De los diez propuestos (consultar texto) tan sólo no se ha constatado o ha sido negativo el referente a la presencia de material cerámico en este yacimiento, por lo que se cumplen 9 de los 10 parámetros. La Media de los Parámetros de Comprobación ( 9: 10) es equivalente pues, a 0,90

CRITERIOS CUALITATIVOS O PARÁMETROS DE COMPROBACIÓN: Son los siguientes:

1) Presencia de material cerámico prehistórico elaborado a mano 2) Existencia de molinos barquiformes o volanderas 3) Elevada representación porcentual del Tecnocomplejo Laminar respecto a los Materiales no retocados (15-25 %) 4) Alta proporción de los talones facetados (15-25 % ó más) 5) Baja constatación del primer y 2º orden cortical. Mayoritaria presencia porcentual del tercer oden cortical. Talla interna nor malmente superior al 90 %. 6) Presencia tipométrica significativa de elementos ultramicrolíticos de talla entre los materiales no retocados, derivada del reto cado de los soportes para la diversificación tipológica. 7) Alto registro de elementos con "microrretoque" o con aparentes huellas de uso, muchos sobre soporte laminar. 8) Elevada diversificación tipológica, muy vinculada a los asentamientos multifuncionales, con alta matización interna del Grupo Tipológico de los Diversos (D). 9) Presencia constatable de "útiles de tabajo" entre los que destacan por su frecuencia los raspadores, perforadores y utensilios pulimentados de pequeño tamaño ("votivos"), de alta especialización funcional. 10) Existencia interna en el yacimiento, de rastros que evidencian estructuras habitacionales del tipo de "fondo de cabaña" o de elementos asociados afines, tales como: cambios edafológicos en la coloración del suelo, concentración en la dispersión de los materiales en torno a puntos concretos, bolsas de cenizas, "agujeros de poste", presencia de infraestructuras excavadas de tipo "silo", etc…

EVALUACIÓN HABITACIONAL CONJUNTA (E.H.C.)

Es la media ponderada del I.L.P.O. como expresión cuantitativa de los datos arqueológicos documentados, y la M.P.C. o índice resultante del recuento final de los diez referentes cualitativos propuestos. La suma de ambos índices (0,42 de I.L.P.O. 0,90 de M.P.C.) se divide entre dos para hallar así la media (1,32 : 2 = 0,66), y es precisamente este resultado final el que hemos denominado como Evaluación Habitacional Conjunta (E.H.C.), también expresable mediante un porcentaje ( 66 %) al multiplicarse por 100. A esta expresión porcentual la denominamos Porcentaje de Referencia Habitacional (P.R.H.) En el caso concreto que aquí exponemos, en el yacimiento lítico de superficie de Puimelón-Samatán, la E.H.C. asciende a 0,66 (66 % de P.R.H.) . Como vemos, supera con cierta amplitud el límite inferior (0,60 de E.H.C. - 60 % de P.R.H.) que según consideramos en nuestro procedi- miento de base analítica, articula en los yacimientos multifuncionales la Permanencia Ocupacional Plena (P.O.P.). Tras todo lo expuesto, este yacimiento ha sido clasificado dentro de nuestro procedimiento analítico como Asentamiento Multifuncional Residencial o Estable ( de tipo "poblado o aldea")

27 J. CABELLO GARCÍA centual del tercer orden cortical respecto a los ("Cluster Analysis"), ya que tiene por objeto dos primeros. Talla interna normalmente supe- agrupar individuos o elementos en función de su rior al 90 %. semejanza en una serie de grupos que descono- cemos a priori, partiendo de una matriz de datos 6) Presencia tipométrica significativa de ele- de doble entrada. mentos ultramicrolíticos de talla entre los mate- riales de desecho completos. De este modo, no discriminamos a ningún yacimiento como sí ocurre con el cálculo de los 7) Alto registro numérico de elementos "con I.L.P.O., M.P.C., E.H.C. y P.R.H. mientras que, microrretoque" o con huellas macroscópicas de de paso, verificamos si estos índices, valoracio- uso aparente, mayoritariamente sobre soporte nes conjuntas y referencias porcentuales, refle- laminar. jan cierta similitud entre los yacimientos por 8) Elevada diversificación tipológica, lógica- encima del elevado número de elementos líticos mente muy vinculada a los "asentamientos mul- que registran todos ellos y que constituye su tifuncionales", con alta matización interna del auténtico "denominador común": la apariencia Grupo Tipológico de los "Diversos" (D). física del hallazgo. Por esta misma razón, hemos desistido del empleo de procedimientos 9) Presencia constatable entre los materiales de clasificación no jerárquicos (K-Medias) por- documentados de "útiles de trabajo" especiali- que el sistema de operar supone partir de una zados con un alto interés interpretativo, cuyo uso serie de grupos previamente decididos por el sólo sería posible en los hábitats de mayor esta- investigador, lo que puede significar una distor- bilidad habitacional: se trata, fundamentalmente, sión subjetiva no deseada en los resultados fina- de la "trilogía" formada por los raspadores, per- les. Las variables que hemos establecido son un foradores y elementos pulimentados, en su total de 61, concretamente las 57 establecidas mayor parte de pequeño tamaño (mal llamados en el Listado Tipológico utilizado, basado en el "votivos"), de alta especialización funcional. reconocido de J. Fortea (1973), junto a la pre- sencia de material pulimentado, cerámica, frag- 10) Por último, existencia interna en el pro- mentos de molino y existencia de metal sobre pio yacimiento lítico de superficie, a "nivel los yacimientos estudiados en la Cuenca del microespacial" de posibles rastros que eviden- Arba de Luesia, ya que éste es el único ejemplo cien estructuras de habitación del tipo "fondo de que presenta cierta diversificación zonal altimé- cabaña": cambios de coloración del terreno, trica, por lo que en ella se encuentran represen- concentración de la dispersión de los materiales tados, desde una perspectiva funcional arqueológicos en torno a algunos puntos con- adaptativo-ecológica, la práctica totalidad de los cretos, restos visibles o depósitos de ceniza, los tipos de yacimientos documentados en nuestra denominados "agujeros de poste", presencia de investigación. posibles "silos", etc.... Dentro de los métodos jerárquicos del análi- sis de conglomerados, hemos desarrollado las c) Análisis de conglomerados ("Cluster técnicas aglomerativas, consistentes en crear grupos paulatinamente a partir de una serie de Analysis") individuos (SHENNAN, 1992: 215). Los obje- tos de estudio han de ser similares unos con El segundo punto de apoyo que hemos otros a diferentes niveles, de forma que los tomado para establecer las posibles funcionali- resultados puedan representarse gráficamente dades de los yacimientos estudiados, se ha rea- por medio de un dendrograma: un diagrama en lizado a partir de un enfoque cuantitativo árbol que muestre visualmente las relaciones multivariante, basado en la taxonomía numé- entre los individuos y los grupos. Para contras- rica, cuyo fin último es agrupar mediante proce- tar los resultados obtenidos hemos desarrollado dimientos numéricos a una serie de unidades o dos métodos básicos dentro de las técnicas aglo- individuos, en función de sus características merativas: multivariantes según las similitudes comparti- das. Hemos realizado este proceso siguiendo la -El enlace medio, en el que el análisis de técnica del Análisis de Conglomerados conglomerados se define por el promedio de las

28 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA) uniones ("group average or average-link cluster media, que en este método es la suma de cua- analysis"); la similaridad o disimilaridad entre drados del error (SCE). El propósito final de este grupos se define como la media aritmética de método es el de unir individuos y grupos sucesi- las similaridades entre pares de miembros. vamente, de manera que en cada fase del proce- -Método de Ward: Parte de la idea básica de dimiento de fusión, la suma de los errores al que los conglomerados han de ser lo más homo- cuadrado sea la menor de las posibles, de lo que géneos posibles, definiendo la homogeneidad en se deriva automáticamente que los conglomera- términos de la distancia de los miembros a su dos han de ser lo más homogéneos posibles.

Tabla Figura 7. ANÁLISIS DE CONGLOMERADOS (“CLUSTER ANALYSIS”): Relación numérica de yacimientos de la cuenca del Arba de Luesia considerados.

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Figura 7. ANÁLISIS DE CONGLOMERADOS (“CLUSTER ANALYSIS”): comparación de los dendogramas resultantes tras la aplicación del “Average Linkage” (izquierda) y del “Ward Method” (derecha).

Tras la realización de los procedimientos de un 40 % de P.R.H. ("Porcentaje de Referencia estudio anteriores, hemos efectuado la sistema- Habitacional"). Dentro de esta amplia acepción tización interpretativa funcional de estos tipos multifuncional hemos establecido hasta tres de yacimientos expresándolas en tres grandes categorías específicas: grupos, y adoptando, para no complicar todavía -Asentamiento multifuncional Estacional: más el panorama de la investigación, la nomen- con E.H.C. a partir de 0,40 pero menor de 0,50. clatura propuesta por J. Bernabéu (BERNA- BÉU, et alii, 1993: 218) que, aunque diseñada Se sitúan en ubicaciones muy abiertas y despro- básicamente para etapas preneolíticas, nos ha tegidas, sólo posibles en períodos muy breves parecido muy adecuada y especialmente suge- coincidentes con los periodos de mayor bonanza rente para la interpretación funcional de los climática, seguramente vinculados a ciclos esti- yacimientos líticos de superficie estudiados en vales (cosecha) y otoñales (recolección). las Altas Cinco Villas (Zaragoza): -Asentamiento Multifuncional "Semiperma- A) ASENTAMIENTOS MULTIFUNCIO- nente": con E.H.C. entre O,50-O,59 (y P.R.H. NALES: Son los clásicos campamentos-base o que oscila entre el 50-59 %). Normalmente "poblados" de "fondos de cabaña", cuya estabi- situados en cotas superiores a los 700 m.s.n.m. lidad habitacional viene marcada básicamente Seguramente estos campamentos sirven de por la E.H.C. ("Evaluación Habitacional apoyo a actividades de carácter ganadero y se Conjunta"), nunca inferior en nuestra metodolo- distinguen por su concentración y proximidad gía teórica de estudio interpretativo a 0,25 de espacial (ejemplo prototípico: "Puentes del I.L.P.O. ó 0,40 de E.H.C. ó, lo que es lo mismo, Arba en Luesia").

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-Asentamiento Multifuncional "Residen- -Yacimientos funerarios: abrigos y cuevas cial", "Permanente" de tipo "poblado o aldea": básicamente. Se desconoce, al menos por el Con una E.H.C. que alcanza o supera el 0,60 (y momento, la existencia fehaciente de estructu- un P.R.H. equivalente o mayor del 60 %). ras megalíticas, lo cual no significa que no Normalmente en cotas altimétricas por debajo hayan podido existir. Quizá todavía no hayamos de los 700-600 m.s.n.m. Son los asentamientos sido capaces de haberlas localizado. que definen una Permanencia Ocupacional -Áreas de abastecimiento lítico ("talleres de Plena (P.O.P.) dentro de nuestro procedimiento sílex" propiamente dichos). Hasta el momento analítico de investigación. La distancia media no se ha localizado ni un sólo yacimiento que existente entre ellos no suele descender de los 8 pueda ser clasificado como tal en el conjunto km. Están mucho más alejados entre sí, defi- del área estudiada en las Altas Cinco Villas. La niendo el epicentro de auténticos territorios teó- práctica totalidad de la materia prima lítica pro- ricos de explotación con unos 5 km de radio. cede de áreas periféricas, aunque no excesiva- B) ASENTAMIENTOS ESPECIALIZA- mente alejadas de las Altas Cinco Villas DOS O DE USO LOGISTICO: Carecen en su (Pirineo Axial, Montes calcáreos de Cas- práctica totalidad de I.L.P.O., E.H.C. y P.R.H. al tejón...). poseer menos de 100 elementos en sus recuen- C) ASENTAMIENTOS INDIFERENCIA- tos particulares de los efectivos de carácter DOS O DE OCUPACIÓN LIMITADA: lítico. Si lo sobrepasan, la E.H.C. es siempre Ninguno de ellos supera los 50 elementos líticos inferior a O,50. A su vez, la idea genérica de en los recuentos de Cultura Material: su "razón "especialización" se apoya en su escasa diversi- de ser", ha podido ser totalmente aleatoria: repa- ficación tipológico-funcional. Estos rasgos ración de instrumentos, refugio ocasional, especializados, marcados más por la situación "campamentos" de caza o "bases" de recolec- física a nivel espacial que ocupan estos yaci- ción temporal asociadas lógicamente a procesos mientos que por su cultura material concreta, de carácter marcadamente estacional, así como poco o muy escasamente diversificada, se agru- áreas funcionales no habitacionales ("campos pan en al menos los siguientes casos genéricos. de cultivo") dependientes de asentamientos -Asentamientos en zonas de paso obligado, multifuncionales próximos... De hecho, estos frecuente o necesario (puntos estratégicos de hallazgos suelen localizarse sistemáticamente comunicación). Vinculados en muchos casos a en áreas reducidas de ladera, sin excesiva pen- "descansaderos" o corrales ganaderos. diente natural, y con una excelente orientación -Puntos elevados con amplio dominio visual solar (Sureste). del entorno: "oteaderos" o puestos de vigilan- Dentro de este amplio repertorio interpreta- cia", en un contexto de inquietudes defensivas, tivo habría que situar a los famosos "hallazgos ya de cronologías tardías (Bronce Antiguo - sueltos o aislados" que, en algunos casos, res- Pleno) propio de una "Arqueología del Miedo" ponden a áreas de influencia del entorno de aunque todavía sin obra poliercética asociada. asentamientos multifuncionales relativamente -Asentamientos agrícolas no multifunciona- próximos, entre los que destacan por su fre- les; en general muy próximos a ríos y/o a cuencia los siguientes elementos -y no necesa- barrancos, generalmente de curso continuo riamente siguiendo este mismo orden-: (yacimientos de tipo "recueja", siguiendo la microlitos geométricos/puntas de flecha (fun- denominación popular existente en Luesia para ciones de caza-defensa), láminas/dientes de hoz este tipo de pequeñas áreas agrícolas de regadío (recolección-cosecha), hachas pulimentadas de o huerta de "baja intensidad" y pequeña superfi- formato medio/grande (desforestación selectiva cie de explotación) del entorno del hábitat, búsqueda de leña y de -Asentamientos de uso mixto agropecuario: materia prima lígnea). En otros, sin embargo, se más abundantes que los estrictamente agrícolas. trataría de elementos arqueológicos claramente Se les supone complementarios de los multifun- descontextualizados procedentes de yacimien- cionales -sobre todo semipermanentes- desde tos arrasados por las labores agrícolas contem- un punto de vista económico. poráneas de origen antrópico o por la fuerte

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32 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA)

33 J. CABELLO GARCÍA erosión presente en nuestra Comarca, si bien refiere a los yacimientos líticos de superficie ambos factores lamentablemente no se excluyen controlados. entre sí. -Elevada representación proporcional de Estos son, a grandes rasgos, los procedi- talones facetados (diedros y planos), visible mientos metodológicos teóricos globales de incluso entre los materiales líticos no retocados, estudio concreto y clasificación funcional de los lo que sugiere una cierta especialización de los yacimientos líticos de superficie que, dentro de procesos de talla, algo alejada de la simplicidad nuestro marco teórico de referencia, de clara lítica técnica propia y característica del posición en perspectiva adaptativa-ecológica, y Calcolítico Pleno-Bronce. con un premeditado componente interpretativo -Aunque el evidente predominio protagoni- de carácter humanizador, nos han ido guiando zado por los Diversos (D) se ha llegado a rela- en el desarrollo de nuestra investigación dentro cionar con las industrias líticas postneolíticas de la zona septentrional de la actual Comarca (GAZOLAZ, 1993), no lo es menos cierto que aragonesa de las Cinco Villas (Zaragoza). existen datos concretos de cultura material que retrotraen este momento a fases con caracterís- ticas muy "neolitizantes": existencia de perfora- El encuadre crono-temporal: las matiza- dores con la parte activa muy desarrollada ciones del sistema analítico de evaluación ("taladros"), formas segmentiformes dominan- habitacional (S.A.E.H.) tes entre los microlitos geométricos asociadas en muchos casos a retoques doblebiselados, Vamos a sintetizar en este momento nuestras material pulimentado "votivo" de pequeño for- opiniones efectuadas en torno a esta interesante mato y muy especializado... problemática, basadas ciertamente en caracteres más técnicos y tipométricos que estrictamente -Por último, también son más que evidentes tipológicos, aun sin excluirse entre sí: los caracteres arqueológicos más propios de un Eneolítico-Calcolítico, presentes con claridad -Importancia del Tecnocomplejo de Base sobre todo en el retoque plano, ya "anunciado" Laminar Simple (T.B.L.S.): Su proporcionali- en cierta manera por el carácter invasor de algu- dad (que oscila entre el 15-25 % e incluso más) nos retoques en doble bisel presentes en arma- respecto a los materiales líticos no retocados, duras microlíticas geométricas segmentiformes puede significar cierta raíz neolítica, sobre todo (G1) en períodos anteriores (Neolítico Antiguo si además consideramos la elevada presencia y Medio), y que, a partir del Eneolítico se diver- laminar entre los elementos con "microrreto- sifica tipológicamente en las características que" o con huellas macroscópicas de uso apa- puntas de flecha (D5) -tanto foliformes como rente, así como el cierto predominio de los pedunculadas siendo de retoque indistintamente soportes laminares entre las piezas tipológicas. invasor o cubriente-, así como en ciertos perfo- -Presencia clara de la técnica de fragmenta- radores definidos por este mismo modo de reto- ción sistemática de los soportes laminares que (P2), y algunas piezas con retoque plano mediante procedimientos de flexión o percusión (D6), sobre todo en el caso específico -aunque visibles en indubitables "huellas" como son la más bien escaso- del "pico-cincel". Aparece, a existencia de charnelas y concoides, retoques su vez, aunque a veces con un mero carácter tes- inversos "de paro", etc... Este procedimiento de timonial, y nunca abundante, el sílex tabular, base técnica, también de raigambre neolítica tanto en puntas como en dientes de hoz. (E.H.R.), por un lado se asocia al predominio Por lo que se refiere a los fragmentos de laminar visto en el punto anterior y por otro, se lámina simple, según indicábamos al comienzo desliga de la arcaizante Técnica de raíz del presente artículo, es evidente que han sido Epipaleolítica del Microburil, la cual está prác- sistemáticamente infravalorados en los estudios ticamente ausente entre los datos arqueológicos tipométricos, ya que, por su propia naturaleza, recuperados en las Altas Cinco Villas global- estos elementos suelen aparecer en estado frag- mente consideradas, al menos en lo que se mentario, lo que impide su inclusión en los

34 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA) correspondientes análisis tipométricos. Como mientos líticos de superficie, algunos de los bien comenta J. Picazo: (PICAZO, 1986: 225). cuales fueron incontestables lugares de hábitat. "(...) cabe señalar que entre los elementos Sin embargo, esta metodología de análisis era lo fragmentados se dan porcentajes considerables suficientemente sugerente como para aplicarla a de láminas y de laminitas que no se incluyen en estos yacimientos prehistóricos, a la espera de la gráfica de Bagolini, pero que suponen un que los resultados permitieran extraer conclu- componente importante, fundamental en las siones. piezas tipológicas, de las industrias que estu- Por todo ello, y viendo cómo las láminas diamos". fragmentadas eran un auténtico "lugar común" Para intentar paliar esta situación de "desam- en todos los estudios de materiales de superfi- paro tipométrico" de los fragmentos de lámina, cie, y la práctica totalidad de los autores se recurrimos al magnífico estudio realizado por lamentaban de la exclusión sistemática de estos A. Cava sobre la industria lítica en los dólmenes materiales de las gráficas de Bagolini, (p.e.: del País Vasco Meridional, donde efectúa un ENRÍQUEZ et alii, 1977: 207): análisis tipométrico basándose en la variable de "No obstante, observando los numerosos anchura máxima conservada en cada fragmento fragmentos recogidos de lascas y láminas, se laminar: (CAVA, 1984: 117). Según la autora, advierte que el porcentaje de láminas variaría estos criterios de clasificación de láminas sim- favorablemente de tenerlos en cuenta, ya que ples están en la línea de los puestos en práctica las láminas son más fácilmente fracturables, por Dzieduszycka-Machnikova y Lech ya en sobre todo en yacimientos al aire libre y sobre 1976 en sus estudios del material bruto proce- tierras de labor". dente de las minas de sílex de Europa Central: Tal y como ocurre en la mayoría de los yaci- "De las láminas clasificables -109- sola- mientos de nuestra zona de estudio. Por ello, mente 22 están completas (...). Por esta razón, decidimos realizar una gráfica de dispersión al no conservarse sino en aquel pequeño por- basada esta vez en dos parámetros: la anchura centaje la medida de la longitud, se va a traba- máxima conservada y además el espesor jar con el dato de la anchura máxima máximo de cada fragmento, tomado entre la conservada en los fragmentos y la anchura cara ventral de cada elemento y su arista más máxima en las piezas completas, con el fin de alta de la cara dorsal; estos datos se expresan en poder manejar un número lo más elevado posi- los ejes X e Y respectivamente de la gráfica de ble de objetos; (...) en lógica, se puede admitir dispersión correspondiente. a priori el hecho de que la longitud sea propor- cional a la anchura en la mayoría de las lámi- Un problema añadido era el fijar un número nas, aunque hay que tener en cuenta las que sirviera de punto de referencia mínimo, posibles excepciones (...)". puesto que A. Cava no establecía ninguno, y ya que proponíamos la cota de 100 ejemplares para La perspicaz autora concluía tras el análisis los elementos completos, hemos establecido (CAVA, 1984: 120) que era interesante la ligera este límite en 50, en función numérica de los tendencia apreciable hacia el aumento en el datos materiales que suelen aparecer en nues- tamaño de las láminas conforme avanza el tros yacimientos. Evidentemente, las escasas tiempo, hecho ligado a una lógica evolución láminas completas han sido incluidas de manera tecno-industrial hacia tipos cada vez más gran- premeditada en ambos análisis tipométricos, des y perfectos. guiándonos por criterios de "discriminación El problema del que partimos fue el de extra- positiva". En un sólo caso dentro del Arba de polar los resultados de un estudio realizado en Luesia, hemos realizado el estudio sobre 100 un área relativamente alejada de la que estamos ejemplares, concretamente en las "Viñas del estudiando y efectuada sobre elementos recupe- Bco de Mendi" ya que en este yacimiento se rados en ámbitos funerarios dolménicos sobrepasaba el centenar de evidencias: los resul- (ANDRÉS, 1978: 15-41) que no tienen aparen- tados apenas presentan variación alguna con los temente excesiva relación directa con los yaci- demás análisis desarrollados sobre 50 efectivos.

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Por tanto, esta cota numérica se ha mostrado excepción de la segunda concentración que especialmente útil, como luego intentamos llega hasta los 8 mm. El interés cronológico de exponer en los análisis de las gráficas de disper- estas dispersiones se fundamenta en la posible sión, expresando visualmente la/s tendencia/s existencia de dos fases diferenciadas: la primera general/es que adoptan en cada caso concreto. de ellas, coetánea a la que definimos en el apar- Las gráficas de dispersión obtenidas tado anterior, mientras que la segunda pertene- mediante esta propuesta de trabajo, permiten al cería a un momento más avanzado y, al menos menos, la distinción de una pequeña serie tipo- en apariencia, diferenciado del anterior por una lógica: clara falta de conexión en torno a los 14/15 mm de anchura y con espesores que pueden superar TIPO I. Una sóla concentración con anchu- los 5-6 mm, límite que parece definir a la pri- ras predominantes entre 9 y 15/16 mm y espe- mera "fase". sores máximos que no suelen superar los 6 mm: Esta dispersión es muy clara en la Barrera de TIPO III. Por último, existe un tercer tipo Silvestre de Itorre; en las Planas de Ballatás se de gráfica de dispersión en el que parece primar observa asimismo un predominio de fragmentos cierta idea de superposición de las anchuras: en de lámina con anchuras entre los 9-14 mm y este gráfico no existe ese Hiatus que hemos espesores que abarcan entre los 2 y los 5 mm definido previamente en torno a los 14-15 mm, aproximadamente. La existencia de esta mientras que los espesores parecen variar en máxima concentración podría corresponder al función de la anchura de cada fragmento: aqué- momento inicial de predominio de las anchuras llos que no superan los 20 mm de anchura de lámina entre los 9 y 14 mm estudiadas por A. máxima, se conforman con espesores que rara Cava en los dólmenes del País Vasco Meridional vez sobrepasan la barrera de los 6 mm, obser- (CAVA, 1984: 116-120; 1986: 41). vándose lo contrario en los que la superan. En estos casos parece existir cierta idea de "conti- TIPO II. Presencia de dos concentraciones nuidad" (¿ocupacional?) en la que no se claramente diferenciadas por cierta "descone- "rompe" la dispersión de los elementos en la xión" en el límite en torno a los 14-15 mm de gráfica: la evidente concentración de las "nebu- anchura: la primera de ellas abarca anchuras losas" en el centro respectivo de cada gráfica entre los 8/9 y 14 mm y espesores que no suelen impide el realizar distingos cronológicos o sobrepasar los 5-6 mm. En la primera concen- mejor, fases "técnicas", puesto que no se decan- tración predominan más bien los espesores tan hacia la izquierda (menos de 14 mm) ni entre los 2 y 4 mm. hacia la derecha (más de 14/15 mm de anchuras En el segundo conjunto de puntos, las anchu- máximas). Este tercer tipo de gráfica la hemos ras parten de los 14-15 mm hasta llegar a supe- documentado en la mayor parte de los yaci- rar los 20-25 mm, con espesores que en mientos de la Cuenca Media y Baja del Arba de ocasiones vencen la "frontera" de los 6 mm. Luesia: Planas de Loperena, Plana Alta de Estas dispersiones son especialmente significa- Mendi, Planas de Mendi -con ciertas reservas-, tivas en el Corral de Larrién y en el Molino del Viñas del Bco de Mendi y Molino Alto de Cubo. En este último, los espesores alcanzan en Malpica. la primera concentración hasta los 4 mm, mien- Debemos además tener en cuenta que este tras que la segunda predominan los ejemplares tercer tipo de gráfica puede significar al menos con 6 y, sobre todo, 7 mm, y aparecen docu- dos cosas distintas: mentadas a su vez en El Fornillo donde, sin embargo, las anchuras máximas no sobrepasan -A) Larga permanencia ocupacional sin inte- salvo excepción, los 20 mm, y sus espesores rrupción aparente desde las primeras hasta las rara vez superan los 6 mm, (por lo que quizá se últimas fases, puesto que las anchuras laminares encuentre más cerca de la primera que de la están conectadas, por lo que no definen ruptura segunda clase de gráfica-tipo), y, finalmente, alguna sobre los 14/15 mm de anchura. Valdegrallas: aquí, los espesores son bastante -B) También puede pertenecer a un momento uniformes, en torno a los 5 mm, salvo alguna o fase "técnica" intermedia entre la primera y la

36 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA) segunda, en el que todavía no están suficiente- que pudieran poseer intrínsecamente limitacio- mente diferenciadas las características propias nes de carácter meramente técnico: evidente- de la "segunda fase", a la par que la primera mente, no es lo mismo la obtención de laminitas empieza a perder sus rasgos definitorios. A. para la creación de microlitos geométricos Cava tampoco define claramente unas anchuras mediante la técnica del microburil, que la téc- de las láminas en el grupo segundo ("reciente") nica de flexión sistemática de las láminas. Aún de su estudio (CAVA, 1984: 120): con todo, carecemos de estudios paralelos sobre tipometría de los fragmentos de lámina respecto "En el grupo segundo no hay un lote de lámi- a otros yacimientos líticos de superficie, por lo nas que predomine ampliamente sobre los que esperamos que esta primera contextualiza- demás (como ocurre en el primero con las de ción del fenómeno sirva como punto de apoyo 10-14 mm), sino que los porcentajes se reparten en posteriores investigaciones. entre todas las anchuras". Sin embargo: Es decir, Ana Cava define perfectamente las anchuras de las láminas del momento antiguo "(...) la presencia importante del grupo lami- alrededor de los 10/14 mm máximos, pero no nar, más como grupo en sí que como soporte delimita claramente las características del para útiles de tipología diversa", es uno de los segundo grupo, que por su propia indefinición y rasgos más característicos de los yacimientos ambigüedad, bien pudiera estar representada líticos de cronología Holocénica". (CAVA, tanto por las concentraciones de más de 14-15 1986: 60). mm del tipo II cuando existe una cesura clara, Una de las pocas excepciones referidas a los como por el tipo III de gráfica. Por otra parte, yacimientos líticos de superficie es el estudio de este tercer tipo de gráfica también podría corres- J. Picazo aplicando la metodología de A. Cava ponder a la supuesta etapa de abandono de la sobre un total de 105 ejemplares laminares, si ocupación dolménica, y ser "la solución de con- bien este autor las considera a nivel de grupo tinuidad" entre dos fases de uso, una neolítica y tipológico. (PICAZO,1986: 245-247). otra eneolítica de cronología tardía. (ANDRÉS RUPÉREZ, 1986: 237-265; 2000). Por otra parte, en el excepcional yacimiento de Puimelón-Samatán, en la Valdeagonía, Sin embargo, parece ser precisamente este hemos tenido la oportunidad de estudiar un sig- momento el más definitorio, o cuando menos característico, de los yacimientos líticos de nificativo conjunto de material laminar sobre un superficie, buena parte de ellos pertenecientes conjunto de 300 fragmentos (cien proximales, cronológicamente al Eneolítico, y no en vano en mediales y distales de manera respectiva) que 5 de los 11 yacimientos analizados en la Cuenca han sido analizados no sólo según los paráme- del Arba de Luesia predomina este tipo de dis- tros de anchura y espesor -dando como resul- persión (CAVA,1986: 59): tado una gráfica de tipo III muy "Eneolítica"-, si no también en cuanto a sus longitudes y anchu- "Los lugares generalizados de hábitat del ras máximas conservadas en estado fragmenta- Eneolítico los constituyen los yacimientos al rio -y sólo en este caso- para poder averiguar si aire libre o "talleres de sílex" que proliferan por existen unos tamaños normalizados de evidente todas las áreas de la cuenca del Ebro". interés interpretativo desde un punto de vista Faltan todavía algunas dudas significativas técnico y funcional. por resolver, como por ejemplo la falta absoluta Por otro lado, el estudio comparado sobre las de yacimientos con concentraciones únicas de anchuras laminares del Busal I (Zona Alta ver- más de 14/15 mm en adelante, puesto que éstas sus Zona Baja) nos ha deparado un interesante siempre van acompañadas del primer grupo contraste entre las anchuras predominantes (9/10-14 mm) ya sea con hiatus o cesura (tipo entre los intervalos de 8-12 y 12-16 mm respec- II), o bien superpuestas a ellas según veíamos en tivamente, lo que viene a contradecir una nuestro tipo III. supuesta cronología común de ambas áreas de Otro elemento para el debate es el considerar estudio contenidas dentro del enclave arqueoló- a estas anchuras como límites cronológicos, ya gico analizado. Cuestión a debatir.

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-A modo pues, como conclusión podemos Prehistoria Reciente, cuestión que dejamos decir que otro carácter puramente Eneolítico y abierta al debate y a verificación futura en nues- más tipométrico que meramente técnico, apa- tra investigación. rece registrado en las mayores anchuras lamina- Estas tendencias previas se observan en res, cuyo análisis tipométrico específico no todas y cada una de las seis áreas zonales de sugiere "hiatus", salvo contadas excepciones, en estudio propuestas en nuestra investigación de torno a los 16 mm tomando como referencia el las Altas Cinco Villas. Pasemos a detallarlas magnífico estudio efectuado por la Dra. Cava de desde una perspectiva sincrónica y diacrónica. las láminas de los ajuares funerarios megalíticos del País Vasco Meridional (CAVA, 1984). Más bien aparece registrada una especie de "conti- FASE I: (¿EPIPALEOLITICO?)-NEOLI- nuidad ocupacional" (¿y/o habitacional?) que es TICO ANTIGUO Y/O "GENERICO" especialmente característica de los momentos puramente Eneolíticos, cronológicamente muy Nº DE YACIMIENTOS: 12 (9,30 %). próximos al pleno desarrollo del Calcolítico CARÁCTERES DEFINITORIOS PRINCI- Precampaniforme pero tecnoeconómicamente PALES: ligados al Neolítico (ejemplo prototípico: Puimelón-Samatán, perteneciente a la unidad de MATERIAS PRIMAS: Práctica ausencia de estudio de la Valdeagonía). sílex tabular. Tras todo lo dicho, creemos pues, que la ASPECTOS TIPOMÉTRICOS: Anchuras mayor parte de los yacimientos estudiados laminares predominantes no superiores a los 15- tuvieron unos clarísimos orígenes neolíticos 16 mm de anchura máxima. Corresponde a "independientes", al parecer desligados de cual- nuestra Gráfica Laminar de tipo I. quier raigambre epipaleolítica, con unos carac- PROCESOS TÉCNICOS DE TALLA Y teres neolítizantes más que evidentes pero que, RETOQUE: al menos a priori, no consideramos como exce- sivamente antiguos. Más bien parece que el -Altísima proporción del Tecnocomplejo de punto de partida temporal (pese a algunos datos Base Laminar Simple (T.B.L.S.) respecto a los que apuntan en dirección contraria, como testi- Materiales Líticos No Retocados, a veces fica el yacimiento estratificado Epipaleo-lítico incluso superior al 30 %. de "Peña 14" o el abrigo de Legunova) de la -Amplia representación de los talones face- mayor parte estas manifestaciones arqueológi- tados, producto de cierta especialización técnica cas tan abundantes en las Altas Cinco Villas, visible en los procesos de talla. podría ubicarse en un momento Neolítico ya plenamente configurado (Paco Pons), por lo que -Presencia significativa del Modo de creemos más segura -y claramente mayoritaria- Retoque Abrupto, en general muy diversificado su adscripción general al Eneolítico, al que se tipológicamente: truncaduras o Fracturas fueron añadiendo caracteres materiales -sobre Retocadas (FR), LBA, lba, Cuchillos de Dorso todo de tipo técnico- novedosos más propios de "típicos", etc.... un Eneolítico/Calcolítico en proceso de consoli- -Geométricos CON RETOQUE EN DOBLE dación y, en todo caso, insistimos, anterior al BISEL (segmentiformes y triángulos). fenómeno Campaniforme, del que por otra parte, prácticamente no tenemos registrada -Práctica ausencia del Retoque Plano. arqueológicamente noticia alguna, salvo en -Escasa constatación de la Técnica de casos muy aislados y concretos (Busal III, Flexión Laminar y, consecuentemente, de Piagorri I...) ya conocidos con anterioridad a Elementos sobre Hoja Recortada (E.H.R.). nuestras prospecciones. De todos modos, toda- vía no queda nada claro si deberíamos hablar -Presencia esporádica, a veces meramente estrictamente de Precampaniforme o más bien testimonial, de elementos relacionables con la de Acampaniforme cuando nos referimos a los Técnica del Microburil (M): Microburiles (M1). yacimientos líticos de superficie de la ápices triédricos (M2), etc...

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YACIMIENTO T.M. ÁREA DE ESTUDIO E.H.C. Collada de Fayanás Luesia Arba de Luesia 0,515 Pigalo Luesia Arba de Luesia 0,605 El Villar Valdeagonía 0,64 Cerro Agonía Asín Valdeagonía 0,50 Viñas Cº Valdellena Farasdués Valdeagonía 0,535 Cantera Lamena Farasdués Valdeagonía 0,475 Viña Valdebailo Farasdués Valdeagonía 0,44 Cueva Román Orés Bco. de Orés - Collada de Charol Biel Arba de Biel - Campol I Lobera de Onsella Valdonsella 0,64 Campol III: Viñas Lobera de Onsella Valdonsella - Campo del Saso Navardún Valdonsella -

TIPOLOGÍA: El Grupo Tipológico de los articulan en torno al 0,64-64 % de E.H.C.- Diversos (D) nunca se muestra superior al 40 % P.R.H., si bien existen casos aislados que alcan- de los efectivos; de hecho, parece articularse en zan la Permanencia Ocupacional Plena (P.O.P.) torno al 30 %. Práctica ausencia de Astillados en su límite inferior (Pigalo), o se estructuran en (D1). Existencia de "taladros" de tradición neo- torno a la semipermanencia u ocupación media lítica y, en mayor medida, de microperforado- desde un punto de vista de la intensidad habita- res. Geométricos ligeramente diversificados, cional (0,50-50 % de E.H.C.-P.R.H.) dentro del aunque siempre predomina el subtipo G1 o Sistema Analítico de Evaluación Habitacional. Segmentiforme, en general con retoque doblebi- selado. Raspadores circulares (R3) a veces microlíticos. Ausencia de puntas de flecha foliá- YACIMIENTOS DE TRANSICIÓN O ceas (D5) así como de Dientes de Hoz (D7). Los DE OCUPACIÓN SUCESIVA FASES I-II: elementos dotados de "microrretoque" o con huellas macroscópicas de uso evidente prefieren NEOLÍTICO FINAL-ENEOLÍTICO de modo absolutamente mayoritario (70-80 %) los soportes laminares a las lascas. Nº DE YACIMIENTOS: 12 (9,30 %). Las Muescas y Denticulados (MD) pueden CARÁCTERES DEFINITORIOS PRINCI- llegar a equipararse a los Diversos: fuerte pre- PALES: sencia sobre lasca, (¿quizá relacionable en sus MATERIAS PRIMAS: Presencia testimonial inicios con el Epipaleolítico Macrolítico del del y en modo alguno abundante, de sílex tabular. nivel b de Peña 14 y Legunova?). ASPECTOS TIPOMÉTRICOS: Gráfica de tipo II, en la que se aprecia la existencia de un ELEMENTOS PULIMENTADOS: Predo- hiatus o cesura en las anchuras laminares en minan, dentro de la escasez general de recuen- torno a los 16 mm de dimensión, sin observarse tos, los del tipo mal llamado "votivo": azuelitas, una conexión clara entre los ejemplares por formas acinceladas... a veces de tamaños incre- debajo y por encima de esta especie de "frontera íblemente reducidos y finamente trabajados tipométrica". Podría corresponder tanto a sobre soportes materiales de tipo cuarcítico o de "momentos" de carácter estrictamente técnico sílice fibrosa amorfa (no "rocas marmóreas"). como a ocupaciones sucesivas, aunque separa- CERÁMICA: Muy escasa o nula constata- das en el tiempo, del mismo emplazamiento. ción. Ausencia de decoración. En la mayor parte de los casos, su presencia es meramente testi- PROCESOS TÉCNICOS DE TALLA Y monial, y se reduce a un único y solitario frag- RETOQUE: mento. -Alta representación del T.B.L.S. con por- S.A.E.H.: En los yacimientos multifunciona- centajes que oscilan entre el 25-30 % respecto a les, se observa que, los de mayor definición se los Materiales Líticos No Retocados.

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-Talones facetados por encima del 20-25 %. CERÁMICA: Muy escasa presencia: si la -Modos de retoque: constatación -escasa- del hay, son especies lisas de baja calidad técnica y Retoque Plano. total ausencia de decoración, con espesores que no suelen sobrepasar los 10 mm. -Presencia esporádica de Elementos sobre Hoja recortada (E.H.R.) asociados a la Técnica S.A.E.H.: Los yacimientos multifuncionales de Flexión Laminar (presencia de cornisa o oscilan entre el máximo definido por las Viñas charnela, retoques inversos de paro, etc...). del Bco. de Mendi (0,64-64 %), al igual que en la Fase I Neolítica con la que sirve de evidente -Presencia mínima o nula de la Técnica del conexión, o se sitúan ligeramente por debajo, Microburil (M). aunque alcanzando la Permanencia Ocupacio- TIPOLOGÍA: nal Plena (P.O.P.) como en el Molino del Cubo, o bien rozándola (Cerro Norte de Yerzol, Corral Existencia de puntas de retoque plano, a de Zuriza). No obstante, predomina con clari- veces sobre soporte tabular, de formato dad la semipermanencia habitacional, como medio/pequeño y en general foliformes, si bien sabemos, articulada en el punto central de la pueden llegar a coexitir con algunos -aunque intensidad habitacional definida en nuestro escasos- tipos pedunculados, y, en todo caso, Sistema Analítico de Evaluación Habitacional sin aletas desarrolladas. También es apreciable (S.A.E.H.). un incremento porcentual del Grupo Tipo- lógico de los Diversos, que ya se sitúan en general muy por encima del 30 %, con una pre- sencia significativa y constante de los astilla- EL RETOQUE EN DOBLE BISEL dos (D1). Constatación de Dientes de Hoz Denticulados (D71) a veces sobre soporte Creemos conveniente detallar, en este punto, laminar. Perduración de formas geométricas, la relación de enclaves de interés arqueológico normalmente segmentiformes (G1) en todo estudiados en las Altas Cinco Villas que nos han caso no asociadas a la Técnica del Microburil. ofrecido la constatación del retoque en doble Significativa presencia de las Muescas y los bisel sobre microlitos geométricos preferente- denticulados con predominio del soporte tipo mente segmentiformes o triangulares en menor lasca (MD1+MD2). medida. Este hecho es interesante desde un punto de vista de contextualización cronológica, PULIMENTADOS: Convivencia de elemen- ya que el retoque en doble bisel se ha asociado tos de pequeño tamaño con otros medios, pero arqueológicamente de modo casi exclusivo al no de gran formato, todos ellos trabajados sobre Neolítico Antiguo y Medio (UTRILLA, 1998, rocas cuarcíticas criptocristalinas o de sílice 2000), transformándose paulatinamente en eta- fibrosa amorfa. Es rara la cornubianita. pas posteriores (Neolítico Final-Eneolítico

YACIMIENTO T.M. ÁREA DE ESTUDIO E.H.C. Corral de Larrién Luesia Arba de Luesia 0,515 Plana de Ballatás Luesia Arba de Luesia 0,54 San Bliz Luesia Arba de Luesia 0,52 El Fornillo Luesia Arba de Luesia 0,52 Viñas Bco. de Mendi Uncastillo Arba de Luesia 0,64 Valdegrallas Malpica de Arba Arba de Luesia 0,575 Molino del Cubo Biota Arba de Luesia 0,615 Piagorri III Farasdués Valdeagonía 0,495 Cerro Norte Yerzol Orés Bco. de Orés 0,595 Corral de Zuriza Uncastillo Riguel-El Busal 0,585 Campol II Lobera de Onsella Valdonsella - Corral de Jacinto Valdonsella 0,50

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Inicial) en retoque abrupto, esta vez sobre tra- YACIMIENTO CON pecios alargados y -de nuevo- microlitos seg- ÁREA DE ESTUDIO GEOMÉTRICO/S EN mentiformes. DOBLE BISEL Arba Luesia (Cabecera) Collada de Fayanás No obstante, la convivencia del retoque Arba Luesia (Cabecera) Pasada de Lobera doblebiselado con el abrupto desde el Neolítico Arba Luesia (Cabecera) Pigalo Avanzado (MONTES y DOMINGO, 2002) está Arba Luesia (Cuenca Alta) Ballatás atestiguada en las Altas Cinco Villas, por lo que Arba Luesia (Cuenca Alta) San Bliz Arba Luesia (Cuenca Alta) Plana Molino Bajo (dudoso) debió perdurar como mínimo hasta el Neolítico Arba Luesia (Cuenca Final, -como indica el nivel 2 de Paco Pons- y Medio-Baja) Viñas Bco. de Mendi con mucha menos probabilidad, hasta quizá los Arba Luesia (Cuenca inicios del Eneolítico, dato que, sin embargo, Medio-Baja) Molino del Cubo deberá ser comprobado en un futuro. Valdeagonía Vitón Valdeagonía El Villar Debemos puntualizar, además, que el hecho Valdeagonía Puente del Agonía de localizar en un enclave dado un geométrico Valdeagonía Cantera Lamena retocado con doble bisel no nos parece criterio Valdeagonía Viñas cº Vadellena Valdeagonía Cerro Agonía suficiente ni sostenible para, de modo automá- Valdeagonía Viña de Valdebailo tico, clasificar el conjunto del yacimiento como Valdeagonía Poblado Marcuera (entorno) perteneciente al Neolítico Antiguo o Pleno. Valdeagonía Piagorri I Consideramos más acertada y consistente la cla- Valdeagonía Puimelón-Samatán sificación crono-cultural concreta de cada Arba Biel Paco Pons Riguel-Busal Busal III enclave en función del análisis tecnológico y Riguel-Busal Busal II tipométrico oportuno, que, caso de ser coinci- Riguel-Busal Busal I (Zona Baja) dente, corrobora la exactitud de la propuesta Riguel-Busal Busal I (Zona Alta) teórica del fósil director. Es por eso mismo que Riguel-Busal Pullizar algunos de los yacimientos de este listado se Valdonsella Campo del Saso Valdonsella Pardinas de Cenito encuentran fuera de las fases I y I-II de nuestra Valdonsella Corral de Jacinto propuesta cronológica de trabajo, estando Valdonsella Campol I mucho más acordes con la fase Eneolítica gené- Valdonsella Corral de Barcibera rica o típica (fase II) como ocurre, por ejemplo, con Puimelón-Samatán, Vitón o la Plana del Puente del Agonía, por citar tan sólo algunos de materiales de base silícea con una presencia los yacimientos multifuncionales más emble- constante aunque pequeña, de los soportes de máticos. De todos modos, es más que probable naturaleza tabular, así como de cornubianitas en la posibilidad manifiesta de mixtificación entre los elementos de técnica pulimentada. Existen- los materiales líticos, hecho que deberemos cia -nunca abundante- de cristal de roca. siempre asumir cuando estudiemos un yaci- miento líticos de superficie, independiente- ASPECTOS TIPOMÉTRICOS: Gráfica de mente de la cronología o periodo/s temporales a tipo III de las Anchuras Laminares: existe una los que haya podido pertenecer. evidente superposición de los efectivos, sin pre- senciarse hiatus ni cesura alguna en las gráficas correspondientes; es decir, en este momento FASE II ENEOLÍTICA: "ENEOLÍTICO puramente Eneolítico, parecen preferirse los GENÉRICO O TÍPICO" soportes laminares más como un elemento intermedio de carácter técnico necesario para Nº DE YACIMIENTOS: 40 (31 %). efectuar actividades relacionadas con una fle- xión o rotura sistemática de las láminas, tanto CARÁCTERES DEFINITORIOS PRINCI- para efectuar lo que algunos autores navarros PALES: definen Elementos sobre Hoja Recortada MATERIAS PRIMAS: Se observa una (E.H.R.) como para soporte de muchos de los mayor diversificación en este campo, tanto de efectivos de la Matriz Tipológica.

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PROCESOS TÉCNICOS DE TALLA Y Diversos muestran además, una más que evi- RETOQUE: dente subdiversificación interna, entre la que destaca la existencia constante y significativa de -Evidente descenso del Tecnocomplejo de los Astillados (D1) -¿o debemos decir mejor Base Laminar Simple (T.B.L.S.) respecto a eta- Productos de Talla Bipolar?- además de piezas pas anteriores, precisamente porque muchos de con retoque plano, indistintamente invasor o estos elementos se seleccionan y fracturan siste- cubriente, ligeramente diversificadas tipológi- máticamente para otras finalidades diferentes a camente: picos, a veces con cierta tendencia - las de servir como elementos cortantes "en tan sólo aparente- macrolítica (D6), per- bruto". Aun así y pese a todo, la proporción del foradores con retoque plano (P2), puntas de fle- T.B.L.S. respecto a los Materiales Líticos No cha tanto foliformes como pedunculadas (D5), Retocados es raro que descienda del 15 %. etc... Normalmente se sitúa entre este límite inferior y el 25 % como valor máximo proporcional. Los elementos afectados por huellas macros- cópicas de uso evidente siguen prefiriendo los -Los talones facetados descienden respecto a soportes laminares a las lascas en una propor- etapas neolíticas, aunque es evidente cierta ción aproximada de dos a uno, si bien ya se especialización técnica alejada de la simplici- empieza a observar un cierto abandono del uso dad de los procesos técnicos propios y caracte- laminar "en bruto", que, como sabemos, es rísticos de la Edad del Bronce. especialmente característico de los tiempos neo- -El Modo de Retoque está absolutamente líticos inmediatamente anteriores.... dominado por el Simple, quedando el Abrupto PULIMENTADOS: Ya no es frecuente la muy relegado a un segundo nivel, y escasa- constatación de elementos "votivos" prefirién- mente diversificado, pues se restringe su uso a dose las hachas de mayor tamaño y uso poliva- algunos Grupos Tipológicos muy concretos lente sobre soportes cornubianíticos a los (LBA, lba, FR, etc..), no siendo corriente una cuarcíticos, como ya indicamos, característicos elevada representación técnica en los procesos de los especializados, propios de etapas anterio- de retoque de los utensilios tipológicos. res de raigambre neolítica. Pese a todo, existe -Clara constatación -a veces muy impor- una amplia etapa de convivencia de estos tipos tante- de los llamados Elementos sobre Hoja de utensilios en una parte significativa de los Recortada (E.H.R.), muchas veces asociados a yacimientos pertenecientes a este Eneolítico su vez, a retoques y truncaduras (simples y/o Genérico. dobles, además de dorsos...). Predominio conse- CERÁMICA: Existe una relativa mayor pre- cuente de la técnica de flexión sistemática de los sencia de material cerámico, si bien éste mues- soportes laminares. tra unos caracteres técnicos muy toscos, con -Ausencia total y absoluta de la arcaizante formas simples y escasamente decoradas. Técnica del Microburil (M). Este hecho va muy S.A.E.H.: En los yacimientos multifunciona- unido a la muy escasa constatación de los otros les se aprecia un cierto incremento no excesiva- dos tipos característicos de la ancestral tradición mente importante respecto a las fase/s Epipaleolítica: laminitas con borde abatido (lba) anteriormente desarrolladas, cuyo máximo se y Geométricos (G): si estos últimos aparecen, sitúa entre el 0,70-70 % del Molino Alto de corresponden básicamente a segmentiformes Malpica, el 0,67,5-67,5 % de Vitón, y el 0,66-66 (G1). % de E.H.C.-P.R.H. (Puimelón-Samatán, Plana TIPOLOGÍA: Además de lo anteriormente de Arriba....). No obstante, tanto en la expresado, se observa un aplastante predominio Semipermanencia Habitacional articulada - del Grupo Tipológico de los Diversos (D), que, según expresamos en su momento- en el 0,50 de a veces, llegan a superar incluso el 40 % de toda E.H.C. o la mera estacionalidad (0,40) y los la matriz tipológica (Puimelón-Samatán). Los anteriores, existe un amplio abanico de casos

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YACIMIENTO T.M. ÁREA DE ESTUDIO E.H.C. Corral de Macaria Luesia Arba de Luesia - Corral de Navarro Luesia Arba de Luesia - Valdiguara Luesia Arba de Luesia 0,46 Itorre (B. Silvestre) Luesia Arba de Luesia 0,40 Corral de Mateo Luesia Arba de Luesia 0,42 Corral de José Luesia Arba de Luesia - Plana Alta de San Bliz Luesia Arba de Luesia - Caseta de Valverde Luesia Arba de Luesia - Corral de Monterde Luesia Arba de Luesia - Viña de Benjamín Luesia Arba de Luesia - Corral de Plácido Luesia Arba de Luesia - Corral Blanco Luesia Arba de Luesia 0,405 Caseta del Legionario Luesia Arba de Luesia - Corral de Itorre Luesia Arba de Luesia - Olid Alto Luesia Arba de Luesia 0,47 Bco. de Olid Uncastillo Arba de Luesia - Planas de Loperena Uncastillo Arba de Luesia 0,50 Plana Alta de Mendi Uncastillo Arba de Luesia 0,44 Planas de Mendi Uncastillo Arba de Luesia 0,54 Molino Alto de Malpica Malpica de Arba Arba de Luesia 0,70 Vitón Asín Valdeagonía 0,675 Puente del Agonía Farasdués Valdeagonía 0,61 Peña de Canto Farasdués Valdeagonía 0,345 Plana de San Bartolomé Farasdués Valdeagonía 0,47 Puimelón-Samatán Malpica de Arba Valdeagonía 0,66 Valdegranada Malpica de Arba Valdeagonía 0,62 Corral de Abargo Luesia Bco. de Orés - Corral de Pistolas Luesia Bco. de Orés 0,315 Plana de Arriba Orés Bco. de Orés 0,66 Cerro de Román Orés Bco. de Orés - Casa Andrés Biel Arba de Biel - Viña de las Graveras Luna Arba de Biel - La Valdaba Uncastillo Riguel-El Busal 0,49 La Gabardilla Uncastillo Riguel-El Busal 0,50 Bco. Pericalvas Uncastillo Riguel-El Busal 0,40 El Busal I Uncastillo Riguel-El Busal 0,625* El Pullizar Uncastillo Riguel-El Busal 0,485 Corral Barcibera Lobera de Onsella Valdonsella - Campo de la Viña Isuerre Valdonsella - Planas del Corral Alto Gordún Valdonsella -

que nos puede estar indicando de modo indi- YACIMIENTOS DE TRANSICIÓN O recto una evidente diversificación fruto de dife- DE OCUPACIÓN SUCESIVA FASES II-III: rentes fórmulas adaptativas de los yacimientos ENEOLÍTICO-BRONCE INICIAL/ANTI- multifuncionales a lo largo del amplísimo perí- GUO odo de tiempo que cubre esta etapa que hemos denominado globalmente como Eneolítico Nº DE YACIMIENTOS: 11 (8,52 %). Genérico. CARÁCTERES DEFINITORIOS PRINCI- En todo caso, la mayor parte de los enclaves PALES: que hemos estudiado en las Altas Cinco Villas MATERIAS PRIMAS: En la línea anterior- (31 %) deben ser incluidos, según creemos, en mente expuesta, se aprecia una intensificación esta fase Eneolítica o "Plena" de los yacimien- de la diversificación material de los soportes, tos líticos de superficie Holocénicos. con un mayor incremento del sílex tabular,

43 J. CABELLO GARCÍA ahora restringido a ciertos tipos cada vez más un claro retroceso de la Técnica de Flexión específicos y concretos: Dientes de Hoz Laminar asociada precisamente a este tipo de Denticulados (D71) y Puntas folíáceas que, de elementos, situados a caballo de los caracteres modo significativo, van a ir prefiriendo formas técnicos y tipológicos propios y distintivos del pedunculadas, a veces incluso dotadas de aletas Eneolítico genérico. cada vez más destacadas (D51). TIPOLOGÍA: Es interesante apuntar cómo En conexión con lo ya dicho, los pulimenta- se aprecia, en general, un auténtico "Imperio de dos van a preferir los soportes de naturaleza cor- los Diversos" cuyos inicios hay que buscarlos nubianítica sobre las cuarcitas criptocristalinas en la fase II Eneolítica anteriormente definida. o rocas de sílice fibrosa amorfa, ya que, no en Este hecho más que evidente, se asocia, sin vano, los utensilios "votivos" o de pequeño for- embargo, con una baja definición concreta del mato van a ser cada vez más raros conforme nos resto de Grupos Tipológicos, sobre todo en el vayamos aproximando a las puertas de la Edad caso de los Geométricos (G), que ya tienden a del Bronce. desaparecer definitivamente, aun existiendo algunos ejemplares cada vez más aislados y des- ASPECTOS TIPOMÉTRICOS: Continúa la conectados entre sí. No obstante, y conforme idea ya expresada de "superposición de las nos vayamos aproximando a la Edad del anchuras" o ¿continuidad ocupacional?, corres- Bronce, a la propia rarefacción de algunos tipos pondiente a nuestra Gráfica de tipo III de y subtipos, habrá que añadir la cada vez más Anchuras Laminares. En todo caso, y cada vez baja diversificación de la Matriz Tipológica, en una mayor proporción, vamos a tener proble- que, cada vez más se va a restringir, además de mas para poder encontrar yacimientos caracte- a los Diversos, a otros elementos de escasa com- rísticos de este interestadial II-III con un plicación técnica (Muescas y Denticulados número mínimo de 50 ejemplares laminares que sobre todo), existiendo, como contrapunto, una nos permita efectuar el estudio-piloto tipomé- cada vez menor presencia de los Grupos trico correspondiente. Tipológicos de raigambre Paleolítica o Epipa- PROCESOS TÉCNICOS DE TALLA Y leolítica (Raspadores, Perforadores, Cuchillos RETOQUE: de dorso, Geométricos, laminitas de borde aba- tido...). Todo ello, según creemos suponer, se -El Tecnocomplejo de Base Laminar Simple debe a la entrada en la esfera tecnofuncional, (T.B.L.S.) tiende a descender claramente por conforme avanzamos en el tiempo, de la irrup- debajo del 20 % respecto a los Materiales ción del metal (cobre primero y después Líticos No Retocados. bronce), aunque, no obstante, tenemos, lamen- -Los talones facetados muestran un más que tablemente, muy pocos datos al respecto. evidente descenso proporcional conforme nos PULIMENTADOS: Ya prácticamente no aproximemos al final de los tiempos Eneolíticos encontramos utensilios "votivos" de pequeño y, consecuentemente, a los inicios de la Edad tamaño entre el utillaje lítico de técnica puli- del Bronce, caracterizados por una mayor sim- mentada, siendo ahora claramente predominan- plicidad técnica (progresivo aumento proporcio- tes las piezas de carácter polivalente, no nal de los talones lisos). especializado, como las hachas pulimentadas -Los Modos de Retoque están absolutamente trabajadas mayoritariamente sobre soportes cor- estructurados en torno al Simple: todos los nubianíticos y de formato medio tendiendo a demás son cada vez menos frecuentes, casi grande. anecdóticos, y esta tendencia se va a ir viendo CERÁMICA: Es más que apreciable, como incrementada conforme nos vayamos acercando contrapunto, un significativo incremento del hacia los tiempos finales de la Prehistoria. material cerámico entre algunos de los yaci- También los Elementos sobre Hoja mientos líticos de superficie de mayor defini- Recortada (E.H.R.), especialmente característi- ción habitacional pertenecientes a este cos del Eneolítico genérico propio de los yaci- momento intermedio previo a la Edad del mientos líticos de superficie, muestran un Bronce. Además, la cerámica va a mostrar unos evidente proceso de rarefacción conforme avan- espesores más diversificados (incluso propios zamos en el tiempo, al igual que se experimenta de cerámica de almacenaje) asociados a formas

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YACIMIENTO T.M. ÁREA DE ESTUDIO E.H.C. Pasada de Lobera Luesia Arba de Luesia 0,375 Plana del Molino Bajo Luesia Arba de Luesia 0,615 Acequia del Molinar Uncastillo Arba de Luesia 0,625 Valdesansoro Biota Arba de Luesia 0,515 Arbolías Luesia Valdeagonía - Corral de Focica Luesia Valdeagonía - Corral Bajo Luesia Valdeagonía 0,57 Viña Aldea de Yerzol Orés Bco. de Orés 0,66 El Busal III Uncastillo Riguel-El Busal 0,61 El Busal II (C. Valero) Uncastillo Riguel-El Busal 0,59 Corral de Mayayo Lobera de Onsella Valdonsella -

y decoraciones novedosas (cerámica Campa- cada vez más escasos y, por tanto menos subdi- niforme del Busal II o Corral de Valero). Nos versificados. Subsisten, no obstante, algunos encontramos ya en el umbral de la Edad del útiles pulimentados (hachas fundamentalmente) Bronce. sobre soportes de naturaleza cornubianítica, a la par que la cerámica se impone en el registro de S.A.E.H.: La definición multifuncional de la Cultura Material, relegando a un segundo nuestro Sistema Analítico no muestra cambios plano a la esfera lítica. También contamos con significativos con la etapa Eneolítica previa, algunos -aunque escasos- ejemplares metálicos mostrando unos caracteres ciertamente simila- (sobre todo puntas de flecha dentro de la esca- res en relación a la Permanencia Ocupacional sez genérica de los datos con que contamos) Plena (P.O.P.) con yacimientos de "conexión como nos muestran, por ejemplo, los documen- eneolítica" como la Viña de la Aldea de Yerzol tados en la Punta de Ballestán y Peña Mira. (0,66-66 % de E.H.C.-P.R.H.) y otros más simi- lares entre sí (Plana del Molino Bajo, Acequia La aplicación concreta de nuestro Sistema Analítico de Evaluación Habitacional (S.A.E.H.) del Molinar, El Busal III, El Busal II). No obs- no es excesivamente procedente para este tante el punto central de la Semipermanencia último período, en el que los yacimientos están habitacional está escasamente definida en este experimentando una más que evidente transfor- interestadio (tan sólo se aproxima Valdesan- mación en sus registros arqueológicos, en los soro) aun habiendo algún caso directamente que el componente funcional de carácter lítico relacionado con la mera estacionalidad aunque ocupa una posición -insistimos- cada vez más dentro de la esfera estrictamente multifuncional secundaria, al haber sido reeemplazado por el - (Pasada de Lobera). suponemos cada vez más frecuente- metal. No obstante, en el denominado Poblado Marcuera, YACIMIENTOS FASE III: BRONCE perteneciente al final de la Edad del Bronce o "GENÉRICO" incluso a los inicios de la del Hierro, todavía se aprecia un uso, aunque casi anecdótico o resi- Nº DE YACIMIENTOS: 17 (13,17 %). dual, de dientes de hoz de carácter lítico, testi- CARÁCTERES DEFINITORIOS PRINCI- monio último de un utillaje ancestral que, según PALES: hemos podido ir apreciando a lo largo de nues- tro proceso investigador, acompañó al hombre No vamos a repetir aquí -de nuevo- lo ya prehistórico Cincovillés durante un amplísimo expuesto en el interestadial II-III anteriormente desarrollo concreto de la Prehistoria Reciente. descrito: en general se observa una mayor sim- plicidad técnica en todos los órdenes, retroce- diendo muy significativamente el Tecno- YACIMIENTOS DE ADSCRIPCIÓN complejo de Base Laminar tanto entre los CRONOLÓGICA INDETERMINADA O Materiales Líticos No retocados, como entre los DUDOSA (?): soportes de los utensilios de carácter tipológico, Nº DE YACIMIENTOS: 37 (28,68 %).

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YACIMIENTO T.M. ÁREA DE ESTUDIO E.H.C. Paco Rey Luesia Arba de Luesia - Punta de Ballestán Luesia Arba de Luesia - Corral de la Mora Luesia Valdeagonía - Frachiné Farasdués Valdeagonía - Batomolino Farasdués Valdeagonía 0,47 Piagorri I Farasdués-Ejea Valdeagonía - Cabaña del Sarto Farasdués-Ejea Valdeagonía 0,575 Alto del Molino Farasdués Valdeagonía - Poblado Marcuera Farasdués-Ejea Valdeagonía - San Gerónimo Orés Bco. de Orés - Santo Tornil Biel Arba de Biel - Corral Filia Bueno Arba de Biel - Corral Pauletas El Frago Arba de Biel - El Campañón Uncastillo Rigue - Cruz del Peñazo Uncastillo Riguel - Peña Mira Uncastillo Riguel 0,475 Acequia de Sotal Uncastillo Riguel 0,24

Su definición concreta a nivel cronológico ción arqueológica, a los que nuestro procedi- plantea demasiadas incógnitas como para poder miento de investigación "teóricamente" matiza adscribirlos con cierta seguridad a alguna de las de manera conjunta en función de su intensidad etapas o estadios previamente señalados. De de ocupación (I.L.P.O.) y estabilidad habitacio- todas maneras, aquí se recogen tanto yacimien- nal (M.P.C.) compartida, presente, dentro de tos escasamente documentados -al menos por nuestra hipótesis de trabajo, en el promedio de ahora- como otros lamentablemente destruidos la expresión cuantitativa por un lado y la nece- o prácticamente irreconocibles por los fuertes saria matización cualitativa, por el otro, y que procesos postdeposicionales experimentados. hemos denominado Evaluación Habitacional No nos debemos olvidar, finalmente, de los Conjunta (E.H.C.), también expresable porcen- famosos "hallazgos sueltos o aislados" (de los tualmente en el % de Referencia Habitacional que ya hablamos en su momento) que a su vez, (P.R.H.). presentan unos niveles interpretativos que en ocasiones trascienden su -aparente- escaso testi- Evidentemente, es muy tentador el paraleli- monio físico desde un punto de vista arqueoló- zar desde un punto de vista estrictamente crono- gico. temporal las Evaluaciones Habitacionales coincidentes -que las hay-, sobre todo en aque- llos casos en los que son idénticos tanto el REFLEXIONES ABIERTAS AL DIÁ- I.L.P.O. como la propia M.P.C. No obstante, LOGO deberemos puntualizar que la aplicación de nuestro Sistema Analítico parte siempre de una NUEVAS PAUTAS DE APROXIMACIÓN engañosa coetaneidad -pactada de antemano- o A LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL sincronismo teórico de los datos de la Cultura FENÓMENO DE LA OCUPACIÓN PREHIS- Material que, desde luego, no creemos que sea, TÓRICA AL AIRE LIBRE DURANTE LA ni mucho menos, real ni exacta... PREHISTORIA RECIENTE: Estos factores discordantes debidos a la alta La cuestión previa que consideramos más probabilidad de mixtificación de los materiales interesante, creemos que debe partir, lógica- arqueológicos de cada yacimiento lítico de mente, de los propios resultados obtenidos tras superficie es un hecho que deberemos asumir la aplicación concreta de nuestro Sistema siempre, a falta de un claro e incontestable "fac- Analítico de Evaluación Habitacional tor corrector" -al menos de momento- si es que (S.A.E.H.) en los yacimientos de mayor defini- realmente queremos avanzar en la definición

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concreta de este tipo de asentamiento prehistó- rico, mal llamado "taller de sílex", tan difícil de investigar y, sin embargo, no por ello menos abundante en el registro arqueológico definido por la Prehistoria Reciente dentro del Cuadrante Nororiental de la Península Ibérica. También, a su vez, debemos hacer hincapié en el hecho de que nuestro Sistema Analítico de Evaluación Habitacional (S.A.E.H.) ha sido diseñado (como ya indicábamos en la Sinopsis) desde, por y para la prospección arqueológica como metodología de estudio de campo, lo que no quiere decir necesariamente que su aplica- ción concreta no pueda llegar a ser efectiva en los todavía escasos yacimientos conocidos excavados, sobre todo, y por evidente proximi- dad geográfica, en los ejemplos navarros. En efecto, la posible aplicabilidad de este método a otras comarcas o regiones, deberá en todo caso partir de un tratamiento adecuado de la relación dialéctica medio-recursos, y siempre que se Figura 11. ESTUDIO TIPOMÉTRICO: Selección de maticen dentro de esta proyección las lógicas gráficas laminares tipo I (Cuenca del Arba de Luesia). peculiaridades de los diferentes medios natura- les y ecosistemas.

Figura 12. ESTUDIO TIPOMÉTRICO: Selección de gráficas laminares tipo II (Cuenca del Arba de Luesia).

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Figura 13. ESTUDIO TIPOMÉTRICO: Selección de gráficas laminares tipo II (Molino del Cubo y tipo II (Viñas Bco. de Mendi y Molino Alto).

Está claro que es ilusorio el categorizar cro- logístico que, aunque en líneas generales son nológicamente la propia intensidad de la ocupa- herméticos a nuestro Sistema Analítico por la ción prehistórica, ya que resulta fundamental en escasa documentación material (o más bien una estructura bien definida de la habitacionali- numérica desde un punto de vista estrictamente dad del espacio por parte del hombre prehistó- cuantitativo) que otorgan, nos ofrecen, en cam- rico (independientemente de la época) la bio y a la par, una caracterización y un aprove- presencia conjunta -y necesaria- tanto de yaci- chamiento del espacio que complementa y mientos multifuncionales de alta definición y explica su vinculación -que no mera dependen- estabilidad (que nosotros consideramos que cia ni subordinación en sentido estricto- a los deben como mínimo alcanzar o aún mejor, asentamientos multifuncionales que, supuesta- superar la E.H.C. de 0,60 que define la P.O.P.) mente, consideramos a priori como más esta- como de otros más centrados en la semiperma- bles. nencia (0,50 de E.H.C. y más) e incluso en la Desde luego, cabe la posibilidad manifiesta mera estacionalidad (ciclos de Veraño-Otoño: de que aquellos yacimientos de mayor antigüe- E.H.C. de 0,40 y más). dad y tecnoeconómicamente menos "producto- Pero tampoco tendría ninguna lógica interna res", tampoco tuvieran una estabilidad habi- esta estructuración sin la existencia conjunta de tacional muy pronunciada, sobre todo en las una serie de asentamientos complementarios o áreas más elevadas (P.e. Cabecera del Arba de de apoyo, no diversificados ni multifuncionales, Luesia y Cuenca Alta en menor medida) altimé- y por eso mismo, "especializados" o de uso tricamente, donde la combinación de recursos

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YACIMIENTO T.M. ÁREA DE ESTUDIO E.H.C. Pau de Moreno Luesia Arba de Luesia - Valdelasirka Luesia Arba de Luesia - Casa del faro Uncastillo Arba de Luesia - Viña del Azute Uncastillo Arba de Luesia - San Román Uncastillo Arba de Luesia - Fornococar Luesia Valdeagonía - Longar Luesia Valdeagonía 0,475 Santa Eugenia Luesia Valdeagonía - Cueva de Nardova Luesia Valdeagonía - Valdellena Luesia Valdeagonía 0,535 Peña Alimoche Asín Valdeagonía - Bco. del Alimoche Asín Valdeagonía - La Lecina Asín Valdeagonía - Corral de Burgos Farasdués Valdeagonía - Arrabal de Farasdués Farasdués Valdeagonía - Abrigos Bco. Sanchorti Farasdués Valdeagonía - Corral Alto Malpica de Arba Valdeagonía - Valdenavas Luesia Bco. de Orés - Bco. Valderrufas Orés Bco. de Orés - Corral de la Corona Orés Bco. de Orés - Dos abrigos de Puipali Orés Bco. de Orés - La Mingota Orés Bco. de Orés - Corral de Serre Orés Bco. de Orés - Valdefano Orés Bco. de Orés - Santo Domingo Biel Arba de Biel - Bco. de la Mina Biel Arba de Biel - Peña Espulga Biel Arba de Biel - Peña"de los Orinales" Biel Arba de Biel - Bco. Ainzano El Frago Arba de Biel - Val de Urietes El Frago Arba de Biel - Corral de Juan Gay Uncastillo Riguel-El Busal - Paco de Oro Uncastillo Riguel-El Busal - Corral de Esquerolo Uncastillo Riguel-El Busal - Corral del Medico Uncastillo Riguel-El Busal - Fornellos Isuerre Valdonsella - Las Navas Navardún Valdonsella - Pardinas de Cenito Gordún Valdonsella -

es más rica y compleja, lo que permite una encontramos con asentamientos multifunciona- mayor diversificación económica, que, como ya les semipermanentes (en la Cuenca Alta) nor- sabemos, es propia y característica de las etapas malmente muy densificados y próximos espa- más antiguas de la Prehistoria. cialmente entre sí (como ocurre en los "Puentes Como contrapartida, se situarían en unos del Arba") y también estacionales, estos últimos ambientes con riesgo general de heladas conti- ubicados en aquellos puntos más elevados alti- nuas en la mitad del año (de Noviembre a Abril métricamente o desprotegidos frente a los fríos aproximadamente): dificultades sólo toleradas invernales (Barrera de Silvestre de Itorre o la en algunos puntos excepcionales por sus carac- Pasada de Lobera) lo que, lógicamente, tan sólo teres "especiales" (como el yacimiento de permitiría una ocupación temporal meramente Pigalo, situado junto a la mayor reserva natural restringida a los meses de mayor bonanza ter- de agua del río Arba de Luesia y a una altitud mométrica. que supera levemente los 800 m.s.n.m. o unos 700 m en el caso de la Plana del Molino Bajo). El querer clasificar cronológicamente a este Sin embargo, en la mayor parte de los enclaves tipo de yacimientos en función de su propia conocidos por encima de la cota de 700 m, nos definición funcional -o mejor, habitacional- no

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Figura 14. ESTUDIO TIPOMÉTRICO: Selección de gráficas laminares tipo III (Cuenca del Arba e Luesia).

Figura 15. CRONOLOGÍA: Repartos cronológicos generales por fases de estudio en las Altas Cinco Villas glo- balmente consideradas.

51 J. CABELLO GARCÍA creemos que deba ser el camino más correcto, definitorio, por otro lado de los mal llamados priorizando el cuándo sobre el cómo, ya que genéricamente como "talleres de sílex" en la pecaríamos de soberbia, imprudencia y temeri- literatura arqueológica de la Prehistoria dad si a la propia categorización funcional aña- Reciente. Ahora bien, de lo que no nos cabe la diéramos, -con un carácter simultáneo desde menor duda es que el futuro de la investigación luego no buscado y ni tan siquiera creído por de los yacimientos líticos de superficie se regirá nuestra parte- una "automática" evaluación cro- por el análisis de unos criterios de referencia nológica que, a nuestro pesar, suponemos similares a los que hemos propuesto a lo largo mucho más compleja; de ahí nuestro escepti- de nuestro proceso de investigación, y deberá cismo inicial. articularse en torno a los estudios tipométricos y tecnológicos -aun sin menospreciar, por Por todo ello, tan sólo creemos posible una supuesto, los más tradicionales cronotipológi- matización genérica - y, por tanto también muy cos- y a la calificación de unos referentes inter- relativa- en la comprensión temporal concreta - pretativos de necesario carácter cualitativo que no así en la interpretación funcional- de este permitan efectuar una confrontación sistemática tipo de yacimientos prehistóricos, ya que avan- de los datos dentro de los estudios comparativos zar específicamente en su propia definición cro- pertinentes entre los diversos enclaves. Es decir, nológica debería ser objeto de un estudio a la creemos sinceramente que los yacimientos líti- par especializado y comparado siguiendo el cos de superficie no deben ser estudiados e desarrollo de nuestro Sistema Analítico de interpretados únicamente desde un punto de Evaluación Habitacional (S.A.E.H.) o mediante vista individual -aunque se excaven minuciosa- un procedimiento similar respecto a otras áreas mente-: más bien al contrario, deben integrarse alternativas de investigación -a medio o incluso a un nivel macroespacial que explique su rela- más bien a largo plazo- para el que, lamentable- ción concreta con los demás enclaves, inclusive mente, no contamos ni con el tiempo ni con el con aquellos que, a priori parecen mostrar una espacio necesario en este momento. menor espectacularidad en su manifestación Sin embargo, ahí quedan las conclusiones arqueológica específica, como ocurre con los derivadas de la aplicación de nuestro Sistema asentamientos logísticos o los indiferenciados e Analítico de Evaluación Habitacional (S.A.E.H.) incluso los famosos "hallazgos sueltos o aisla- en un área concreta de estudio: las Altas Cinco dos", ya que, todos ellos forman parte de un cir- Villas (Zaragoza) a quien pueda interesarle cuito integrado (o "red": como diría Vallespí) como posible referente para avanzar, matizar y cuya interpretación tan sólo puede ser abordada continuar la investigación en esta interesante de un modo conjunto y solidario dentro de un aunque difícil problemática en un futuro que - área de estudio concreto que sea coherente ójala- no sea demasiado lejano. Es decir, cree- desde un punto de vista biogeográfico. De este mos que hay que perder el miedo a jugar con los modo, podremos llegar a apreciar cómo estos datos disponibles, si se quiere llegar a avanzar en yacimientos líticos de superficie, o lo que es lo el conocimiento e interpretación concreta de mismo -siguiendo el símil previamente estable- estas manifestaciones arqueológicas de carácter cido- este "benjamín" o "patito feo" de la superficial, y tomando siempre un referente Prehistoria, pueda transformarse en un "her- humanizador que actualice los datos fuera de moso y magnífico cisne", y su sempiterna apa- una fría tabla estadística. rente indefinición llegar a sistematizarse al menos dentro de unos parámetros mínimos de Deberemos pues, reconocer honestamente conocimiento específico a nivel espacial, sin- que en verdad no sabemos si nuestro Sistema crónico y también diacrónico. Analítico de Evaluación Habitacional va a fun- cionar -ni siquiera si va a ser útil- fuera del área Los yacimientos líticos de superficie no de estudio concreto (Las Altas Cinco Villas deben ser valorados como inferiores a los estra- zaragozanas) para la que ha sido diseñado y que tificados: simplemente son diferentes, y su estu- además, como toda obra humana, es manifiesta- dio e interpretación deberán ser, por lo tanto, mente mejorable, de lo que se deriva automáti- abordados desde una óptica también distinta - camente su necesario carácter abierto, tan aunque tampoco por ello contraria o antagó-

52 EL POBLAMIENTO HUMANO PREHISTÓRICO DE LAS ALTAS CINCO VILLAS (ZARAGOZA) nica- a la de los enclaves de interés arqueoló- Evidentemente, ello no significa renegar de gico dotados de depósito, de donde se deriva los ya establecido: no nos cabe la menor duda directamente el diseño necesario de nuestro que nuestra metodología de estudio no hubiera Sistema Analítico de Evaluación Habitacional sido posible sin los trabajos y reflexiones pre- (S.A.E.H.). Francamente, creemos que pode- vios de autores consagrados como S. Vilaseca o, mos llegar a aprender mucho del estudio, inter- fundamentalmente, E. Vallespí, así como el pretación y analísis de estos despreciados esfuerzo investigador -que creemos no fue sufi- yacimientos líticos de superficie, y, de hecho, y cientemente reconocido en su día- efectuado según nuestra opinión, creemos que poseen una por M. A. Beguiristáin, además de las meticulo- ligera ventaja sobre los troglodíticos estratifica- dos, y es que reflejan, al menos a un nivel teó- sas investigaciones de otros autores que se han rico, una mayor expresión voluntaria por parte constituido en auténticas referencias en nuestra del hombre prehistórico en la elección de los investigación, como A. Cava, J. Picazo, J. enclaves al aire libre, y, por tanto, y por defini- Ramos, J. Armendáriz, S. Irigaray o J. García ción, no mediatizados por otro tipo de determi- Gazólaz por citar solo algunos de los que consi- nismo medioambiental que no sea la altitud, el deramos más significativos. Nuestra propuesta acceso a los recursos hídricos y la propia expo- de trabajo no es niguna panacea ni resuelve sición solar, aspecto que los diferencia neta- todos los problemas planteados: simplemente mente de los yacimientos troglodíticos en los aborda de una óptica distinta, pero sustan- cuevas o abrigos, que por tanto, no son libre- cialmente complementaria a lo ya establecido. mente elegidos, si no más bien seleccionados - Con este escrito, tan solo buscamos dar a cono- y creemos que este sutil matiz es muy cer nuestro S.A.E.H. para que sea utilizado o interesante- entre una serie más limitada de mejor "probado" por cada uno de los investiga- opciones, en este último caso de carácter geo- dores y, consecuentemente, sea aceptado o sim- morfológico, no presentes en todos los ámbitos plemente desechado, aunque sí recordado como y regiones. referente previo en la investigación. Tenga en Tendremos, por tanto que desconfiar de los cuenta, amable lector, que su propia curiosidad injustificados y negativos prejuicios y aparien- también será la mía, ya que sabemos que la teó- cias adscritos de modo arbitrario a este tipo de rica universalidad de este procedimiento analí- manifestaciones arqueológicas dentro de la tico tan sólo será resuelta en el futuro, y ello en Prehistoria, y abordar su enfoque e interpreta- buena medida, dependerá de la aceptación -den- ción desde una perspectiva amplia o macroes- tro de unos parámetros de tolerancia- que de él pacial y, fundamentalmente, tan abierta -insistimos- como la propia definición caracte- se haga dentro de la comunidad científica, así riológica de este tipo de manifestaciones como de la mejora y necesaria actualización de arqueológicas. Por ello mismo, pues, nuestro nuestra propuesta metodológica de estudio, que Sistema Analítico de Evaluación Habitacional en todo caso dependerá claramente de su razo- (S.A.E.H.) no debe ser entendido en modo nable aplicabilidad en otras áreas o regiones. alguno como un método cerrado sobre sí Mientras tanto, seguiremos atentamente -y, mismo, más bien al contrario, no se trata más lo reconocemos, también con cierta impacien- que de un punto de partida que permita un cia- nuevas aportaciones que continúen clarifi- debate constructivo -y, según creemos absoluta- cando este complejo y, a la par, apasionante mente necesario- entre los más bien escasos especialistas que se ocupan de estos denostados mundo de los hábitats de la Prehistoria Reciente yacimientos prehistóricos tan -aparentemente- al aire libre estando, como no puede ser de otra poco espectaculares desde un punto de vista manera y en todo momento, abierto a cualquier arqueológico, pero tan sumamente ricos y sugerencia, opinión y crítica para de este modo diversos, según hemos tenido oportunidad de poder avanzar juntos en la profunda problemá- comprobar durante nuestra investigación, y tica y definición de estos yacimientos prehistó- desde un punto de vista interpretativo. ricos de superficie, que no superficiales.

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