Término de Humanes.

Mapa de los yacimientos. Industrias prehistóricas de Humanes de

onclusiones

«Las piedras hablan a quien sabe escucharlas»

umanes de Madrid es un municipio situado Paisajísticamente, el territorio constituye un en el suroeste de la Comunidad de Madrid. área de transición entre el sector de la campiña HSe halla enclavado en la llanura madrileña, madrileña conocido como Campiña de Las en un glacis formado por el depósito de materiales Rozas–Griñón, más o menos horizontal, y en cuyo de la Sierra de , que se sitúa al norte, borde Sureste se encuentra Humanes, y las áreas aportado por los complejos fluviales del también llanas pero situadas a una cota inferior en el Guadarrama y Jarama–Henares, que lo delimitan por sector de Torrejón de Velasco–Pinto [valles fluviales el este y oeste. Su suelo está formado por Arenas de del Arroyo Guatén y Arroyo de Prados], en tránsito la Facies Madrid, perteneciente a la Unidad a las vegas fluviales del Jarama y Tajo. Intermedia del relleno Aragoniense del Mioceno Ambas zonas, La Campiña y Las Vegas, se medio de la cuenca de adrid, constituidas por arco- conectan fisiográficamente por medio de una suave sas feldespáticas, arenas, capas arcillosas y niveles rampa o vertiente–glacis que desciende con leve ocasionales de carbonatos y sílex. Por encima de pendiente hacia el Sureste. Actualmente en ésta inci- estos materiales aflorarían otros de carácter similar, den arroyos de escorrentía intermitente, tributarios pero ya de edad Plio–Cuaternaria. El área se incluye del sistema Prados–Guatén: Arroyo Humanejos, de dentro de la Unidad Humanes–Griñón–Torrejón de , de las Arroyadas, y del Prado de la Velasco [T/G 15], de la Cuenca del Tajo, y de la Casa. Así, el paisaje local adquiere el aspecto de un Subunidad menor del Arroyo de los Humanejos. territorio de suaves ondulaciones, con una alternan- Orográficamente pertenece a la región carpeta- cia de suaves vallecillos fluviales separados por na, con una altura entre 600 y 700 m., piso mesome- leves elevaciones a modo de interfluvios. diterráneo, degradado por uso agrícola, con una Los yacimientos ocupan dos de estos interflu- vegetación inicial, actualmente muy residual, de vios llanos, próximos ya a la superficie de Campiña, bosque mixto –encinas y pinos– y bosque de ribera, a Este y Oeste de la leve depresión del Arroyo de con clima mediterráneo continental, de veranos cáli- Valdemorillo, sobre la que se elevan apenas unas dos e inviernos fríos, y escasas precipitaciones –450 decenas de metros. El arroyo de Valdemorillo se mm. anuales– desigualmente repartidas con máxi- convierte en el arroyo de Humanejos, tributario del mas en otoño y primavera. Guatén. El conjunto se incardina en el sistema de

263 Industrias prehistóricas de

aguas de Prados–Guatén, antiguo cauce caudal del trar desechos de talla. El material lítico se halla muy Manzanares, que discurría en su tramo final por las alterado por rodamiento y lavados, con señales de llanuras meridionales de Madrid, hasta alcanzar al fricción, aristas desgastadas por arrastre mecánico, Tajo cerca de Añover en Toledo, con estructura de astillamientos y pseudorretoques, y alteraciones quí- terrazas terciarias y depósitos fluviales con restos de micas con fuertes patinados. La cerámica e inclusive fauna propios del Pleistoceno Inferior y Medio, y no las gruesas molederas se hallan fracturadas y con como actualmente, tras unirse al Jarama, describien- marcados surcos en superficie producidos por el tra- do amplia curva, en los cantiles de La Marañosa. bajo agrícola. Popularmente el nacimiento del Guatén –del El área de diseminación de estos restos se sitúa árabe Guad–ten, río de arcilla– se ha situado en la en un eje en dirección E–O, y parte de la actual laguna de los Peces, en las inmediaciones de la ista Avenida de España, que se inserta sobre parte del de motocross. Sobre todo el terreno se encuentran yacimiento, y continúa por el Camino Viejo de ejemplares de pequeño tamaño de conchas de bival- , ermita de la Virgen del Amor Hermoso, Prado bas _venéridos- atribuibles a Mioceno y Cuaternario. de la Casa y Prado de las Viñas hasta el límite juris- La Carta Arqueológica de la localidad –Ayllón, diccional del mencionado término de Parla. En este J. A. y Recuerdo, V., 90– había deparado un escaso término nada hay que permita sospechar la interrup- material lítico del Paleolítico medio –lascas, raede- ción de los yacimientos en cuanto a características ras, cuchillos de sílex...–y Calcolítico –pseudoburil y estructurales del paisaje; de hecho, en línea recta lasca– para la Prehistoria, a lo que habría que añadir cinco Km., alcanzaríamos la localización del despo- la cita de algunos escasos materiales muy rodados, blado de Humanejos, con los restos de una antigua productos de arrastre. iglesia mudéjar aún representada por Genaro Pérez Todo ello a pesar de la importancia paleontoló- Villaamil en el siglo XIX, que se considera núcleo gica y arqueológica de sus alrededores, donde, en un antecesor del actual Humanes, aunque en realidad radio de escasos Km., se sitúan los complejos de los éste mantuviera su existencia hasta 1648, documen- ríos Jarama y Henares, Humanejos, Arroyomolinos, tada ésta por Juan Antonio Mateos Carretero, e y salinas de Espartinas, Cerro de los incorporado al término municipal de Parla en la divi- Batallones de Griñón, Carranque en Toledo..., con sión territorial de Javier de Burgos en 1833. En sus restos terciarios y cuaternarios, paleolíticos, roma- alrededores se han localizado varios yacimientos con nos o medievales. restos arqueológicos eneolíticos, carpetanos, roma- D. Elías Aguililla Durán, albañil extremeño nos y visigodos. Los materiales se acumulan en este avecindado en la localidad, ha cedido al eje y son escasos fuera de él marcando una línea fun- Ayuntamiento una serie de materiales líticos superfi- cional. La extensión de los yacimientos alcanza las ciales que, en el pasado, había rescatado en el térmi- 15,25 Ha., y los hallazgos se localizan de modo dis- no municipal, pacientemente y con fina intuición, perso. durante más de quince años, tras el paso de los trac- En este espacio hemos delimitado dos conjun- tores en las temporadas de siembra y remociones de tos principales, atendiendo a las características de los tierra. Las labores en la localidad, de tradición cere- materiales, separados por la divisoria de aguas por alística y forrajera, son profundas, realizadas con donde discurre el arroyo de Valdemorillo, potentes tractores cuyas vertederas penetran hasta El primero, que alcanza las 10,25 Ha., se halla medio metro en tierra. Estas continuas remociones localizado en el entorno periurbano del núcleo han posibilitado el afloramiento superficial de más poblacional, habiendo sido ya afectado en parte por de setecientas piezas líticas y cerámicas. las nuevas construcciones que, fruto del proceso Los restos arqueológicos provienen, pues, de urbanístico, caracterizan a la Comunidad madrileña. prospecciones continuas pero no sistemáticas de los El segundo, a continuación, con cinco Ha., se extien- alrededores de la actual población. Los materiales de hasta la periferia de su exiguo término municipal son producto de una recogida selectiva y, por tanto, de 1996 Ha. de extensión. Además de la mencionada los gráficos de materiales ofrecen una imagen distor- presión inmobiliaria, ambos terrenos se hayan some- sionada al aumentar el número de útiles y no regis- tidos a explotación agrícola activa, y actúan como

264 Conclusiones

Principales puntos de localización de materiales:

[HI] a láminas y puntas de flechas d pulimentados * urbanizados [HII] [HII PV]

zona periurbana de ocio y expansión de Humanes. Guerra Civil. Puede datarse inicialmente en un El yacimiento superior, yacimiento Humanes I momento final del Neolítico, con desarrollo en el –HI– o de Blancos, al norte, se articula alrededor de Calcolítico y Bronce Antiguo. una pequeña loma ligeramente elevada sobre la cota El yacimiento inferior, yacimiento Humanes II media, –687 m.–. El material, aunque cuenta en sus –HII– o conjunto de Rojos, por el color mayoritario cotas más bajas con algunos arrastres, corresponde del sílex local, es un yacimiento de arrastres, locali- principalmente a un conjunto cronológico uniforme zado en una cubeta interfluvial con acumulación de y evolucionado, con una industria laminar abundan- material lítico, preponderante, y cerámico, escaso. te, en sílex de calidad, blanco y rosado, y cuenta con Junto a un número importante de piezas de sílex un número destacable microlitos, geométricos, pun- compuesto por núcleos, lascas y útiles con un peque- tas de flecha y dientes de hoz. Las industrias puli- ño porcentaje levallois, muy rodadas y alteradas, del mentadas incluyen materiales de corte: hachas, azue- Paleolítico medio y superior, producto de arroyadas las, cinceles de fibrolita, y materiales sacros – un sucesivas rastreables en los cortes estratigráficos betilo completo y un fragmento de otro–. En el punto naturales, molederas y manos neolíticas, y alguna más bajo del yacimiento, aparecieron seis fragmen- industria laminar posterior. Cuenta también con tos de molinos circulares de granito, propios de la algumos materiales calcolíticos, como un ejemplar Edad del Hierro, junto con una mano. A las piezas de raspador de piedra de fusil. líticas se añade la mayoría de material cerámico, que Los materiales están conformados principal- abarca un periodo cronológico atribuible desde el mente por sílex rojos y pardos, con tratamiento tér- Calcolítico a periodos modernos. Reúne cerámicas mico que afectan a la coloración del sílex. Este se con mamelón e incisiones, fragmentos de cerámica muestra con alto grado de amortización, con reduc- gris y un bello fragmento campaniforme. Existen ción de tamaño de las piezas y con frecuentes reavi- algunas perduraciones romanas ejemplificadas en vados. Presenta un total de 304 piezas líticas, junto a cerámica común, fragmentos de tégula, un vaso escasas cerámicas de amplia latencia cronológica, labrado de arenisca, y un último conjunto contempo- grandes fragmentos de dolias de almacenamiento ráneo que abarca monedas del XIX y vainas de la con impresiones y pseudoexcisiones incisas e imita-

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ciones tardías de Sigillata Hispánica. Ergología Enclavado en este yacimiento se localiza, en zona suroeste de los yacimientos, el subconjunto Conjunto HII: Material lítico: Paleolítico medio y de Prado de las Viñas [HIIPV], actualmente dedi- superior, Calcolítico, con 304 piezas de sílex. cado al cultivo de cereal y olivo, al que pertenecen Núcleos informes, globulosos, levallois de láminas, quince piezas líticas, con una amplia representa- discoide musteriense, lascas, lascas retocadas, pun- ción de cuchillos de dorso calcolíticos, núcleos tas levallois, raederas, raspadores, entre ellos uno piramidales y prismáticos de laminillas, asociadas de piedra de fusil, buriles, perforadores, denticula- a molederas de cereal y pigmentos, junto a bruñi- dos, piezas astilladas. Industria levallois. dores de leucogranitos y cuarcitas: materiales más Cerámica: tardoromano, medieval, moderna. tardíos que el principal del conjunto. Imitaciones de Tierra Sigillata Hispánica Tardía. En expresivas palabras de Clive Gamble, el Grandes dolias o vasijas de almacenamiento de cro- yacimiento de Prado de Las Casas –HII– tendría nología incierta. las características de un yacimiento de grano grue- so, y el yacimiento HI de grano medio. Nosotros Subconjunto HIIPV. Material Lítico: Calcolítico nos referimos coloquialmente al conjunto HII 15 piezas de sílex, con núcleos prismáticos y pira- como palimpsesto revolutum. No es nuevo, entre midales, cuchillos de dorso, lascas retocadas, raspa- los restos históricos madrileños, este tipo de yaci- dor nucleiforme. Una preforma de pizarra. mientos de superficie, caracterizados por la ausen- Piedra pulimentada: moledera barquiforme de gra- cia de secuencia estratigráfica y por la mezcla cro- nito, molederas manuales de cereal y pigmentos en nológica de materiales, pero ofrece especiales difi- esquisto, leucogranito y granito. Manos, bruñidores cultades por ello. Ya Raddatz define yacimientos y alisadores en leucogranito, cuarcita y cuarzo. similares, tal la cuesta de Zulema, como materia- les de superficie diseminados en una vaguada Conjunto HI. entre dos cerretes, y los areneros de las riberas del Datación TL fragmento cerámico: 3417± 232 BP. Manzanares y Jarama a menudo se presentan con Material lítico: Paleolítico medio, superior, revueltos e inversiones cronoestratígraficas, con lo Neolítico, Calcolítico, Bronce, Hierro I, con 312 que las revisiones de materiales son comunes, y piezas de sílex. Núcleos globulosos, informes, deberán seguir siéndolo en tanto nuevos yacimien- poliédricos, piramidales, levallois de tortuga,, bolas tos consolidados ofrecen nuevos materiales esferoides, lascas, láminas, láminas retocadas, secuenciados láminas retocadas apuntadas, puntas, cuchillos, rae- deras, raspadores, buriles, denticulados, laminitas, microlitos, puntas de flecha foliáceas, peduncula- das y con alerones, dientes de hoz. Dos puntas de flecha talladas en cuarzo hialino y cuarzo lechoso. Piedra pulimentada: hachas pulimentadas en gneis, lamprófido, ofita, sillimanita. Cinceles en sillimani- ta, canto de fibrolita. Un betilo anicónico en cuarci- ta y un fragmento de otro en ofita verde. Vaso en arenisca blanca y prismas en arenisca roja. Fragmentos de molino circular en granito, mano de cuarcita. Cerámica: Calcolítico precampaniforme y campa- niforme, Bronce, Hierro, romana, medieval, moder- na. Fragmentos de borde, galbo, base, mamelón, asas, tapaderas. Cerámica gris, lisa, incisa, acanala- da, impresa, moldeada, con pintura roja Pervivencias constructivas en choza de pastor.

266 Conclusiones

l yacimiento de blancos presenta un conjunto corresponde al Paleolítico superior. En HII se conta- de 314 piezas líticas, la mayoría y más intere- bilizan 27 raspadores, 11,26% restringido de útiles, Esante de las piezas cerámicas y una colección con un 8,82% del total de piezas, frente a siete ras- de materiales modernos. Se reparten entre un 18,47 padores, 2,73 % y 2,23 % respectivamente, en HI. El % de productos de preparación –núcleos, lascas y uso del percutor duro deja sus huellas más frecuen- láminas– y un 81,47 % de útiles. Un total de 211 pie- temente en piezas de HII. En HI se utiliza la técnica zas tienen como base un soporte laminar, con un de talla por presión y las fracturas se producen por índice laminar, muy elevado, de 69,4 %. flexión, además de constatarse la técnica del golpe Los núcleos, en ambos yacimientos, son de de microburil, más reciente cronológicamente. medio y pequeño tamaño, por lo que se puede dedu- Aparecen materiales levallois en ambos con- cir que el sílex utilizado es local. En el término es juntos, más numerosos en HII, aunque en HI conta- posible aún encontrar riñones de sílex melado y mos con elementos tan significativos como el núcleo pedernal, alguno en bloques grandes. Los cercanos de caparazón de tortuga. ríos ofrecen a corta distancia abundante material. Es característica la presencia de microlitos y Cercanos se encuentran también los afloramientos geométricos, propios del Epipaleolítico, en HI, y la de sílex de Cerro de los Ángeles y Cerro de ausencia de éstos en HII. Los microlitos geométricos Almodóvar. Y el uso de material de las minas de son anteriores a las puntas foliáceas, debieron cum- sílex de Casa Montero –Vicálvaro–, a las que se plir su misma función y fueron desplazados en uso y accede a través de la calzada Galeana, para materia- cronología por éstas a partir del cuarto milenio. Son les que necesitan una materia prima de buena cali- escasos en el registro arqueológico madrileño. dad, como la gran hoja de cuchillo de filo natural, no Un amplio conjunto de flechas, sesenta ejem- es descartable. plares, nos permite recoger la evolución desde las Una comparativa entre los dos yacimientos formas básicas facetadas de siluetas foliáceas y ofrecería marcadas diferencias y algunas contradic- bases simples hasta la convergencia en formas ciones. En el registro arqueológico, la presencia de pedunculadas con alerones rudimentarios y desarro- determinadas asociaciones y tipos líticos puede con- llados con retoque plano cubriente e invasor. tribuir a la datación relativa del conjunto, si bien hay Las puntas de flecha deben situarse cronológi- que tener en cuenta que, desde el momento de su camente en el Neolítico final, y sobre todo en la aparición, aun los más antiguos tipos –chooper o secuencia calcolítica, al igual que el retoque plano cantos trabajados– pueden reaparecer como pervi- cubriente o invasor en el que de modo más frecuen- vencias en contextos cronológicos más avanzados. te están realizadas –Bosch Gimpera 1966: p 266; Nuestros conjuntos son lo suficientemente incohe- Arias González y Jímenez González, 1990–. rentes, especialmente el de Rojos, como para que Hay que reseñar la presencia de un ejemplar de una estadística interna ofrezca unos resultados con- flecha cruciforme de muñones laterales, bien con- fusos, pero podemos reseñar algunos rasgos genera- servado, desarrollado a partir del Calcolítico, con les que permiten perfilar la secuencia temporal de paralelos en el dolmen de El Torrejón, Villamayor los componentes de los mismos. –Salamanca–, y de los modelos de puntas de flechas La industria del conjunto HI presenta ejempla- pedunculadas con alerones y aletas, caracterizados res sobre lasca, láminas y laminitas. En relación a como los modelos más modernos de la factura, y HII es abrumadoramente laminar, y presenta útiles que se desarrollan a partir del Neolítico tardío y más gráciles y con una factura más depurada, más Calcolítico, asociadas al fenómeno campaniforme. modernos cronológicamente. Existe mayor presen- La industria lítica no realizada en sílex es esca- cia de raederas en HII –33 ejemplares, 14,29 % de sa: dos ejemplares de flechas de cuarzo, uno sobre índice restringido de instrumentos y 10, 78 % de pie- cuarzo hialino y otro sobre cuarzo lechoso. Por su zas tales, frente a seis raederas, 2,34 % y 1, 91 %, escasa funcionalidad deben ser considerados como del total en HII–, útiles característicos del Paleoítico elementos de prestigio. En Madrid existen paralelos medio. Y tambíén están mejor representados en HII de dos prismas interpretados comos dos puntas de los raspadores, útiles cuyo uso predominante flecha en cuarzo hialino encontradas en un enterra-

267 Industrias prehistóricas de Humanes de Madrid

miento del Bronce en Rivas–Vaciamadrid, datado cuarzo, gneis y serpentinita –dos ejemplares–,ofita con fechas de C.14 de 1100 años a. C. [Gaibar –tres ejemplares–, arenisca – cuatro piezas–, leuco- Puertas 1974; Almagro Gorbea, 1975], y se localizan granitos y granitos de grano medio – seis y ocho en otros enterramientos calcolíticos, como el intere- ejemplares–, cuarcitas –nueve ejemplares – y esquis- sante conjunto del dolmen de Valencia de la to sillimanítico o fibrolita –diez ejemplares–. Un Concepción en Sevilla. canto lavado de fibrolita, que no ha llegado a ser En el conjunto de blancos se encuentran aso- transformado, denota la recogida de preformas ade- ciadas láminas de filo natural y retocados , cuchillos cuadas para la realización de los útiles. y dientes de hoz –ocho ejemplares más dos sierras Los hachas son de pequeño tamaño y realiza- denticuladas– con pátina de cereal, junto a molede- dos en fibrolita , gneis, lamprófido y ofita. Para los ras y manos. cinceles se utiliza en exclusiva la sillimanita. Las Los dientes de hoz son relativamentes escasos molederas se realizan en leucogranitos, granitos de en las secuencias neolíticas y calcolíticas madrile- grano medio grises, un ejemplar en granito rosado, y ñas, y están documentados principalmente en yaci- otro en esquisto. Para las manos se utilizan granitos mientos en llano y campaniformes. y cuarcitas, y para bruñidores y alisadores cuarcitas La presencia de industria laminar desarrollada, y cuarzo. En arenisca roja se trabajan dos pequeños microlitos, geométricos, y la práctica ausencia de bloques prismáticos y, en blanca, un vaso de crono- estos tipos –un único ejemplar de flecha presenta el logía posiblemente romana. conjunto– en HII marca la división cronológica de Hachas pulimentadas se localizan en los yaci- los conjuntos. mientos madrileños de Cerro Negro, Cueva del Aire, Nos encontramos ante dos conjuntos de mate- Perales de Tajuña, Cerro de los Angeles y , riales distintos. El conjunto HII pertenece a una acu- siendo comunes los ejemplares en fibrolita –P. mulación de piezas pertenecientes básicamente al Barradas 1926–, también en Euskalduna, en necró- Paleolítico medio, a la facies Musteriense de polis de Cantarranas, Arenero de los Vascos...Hacen Tradición Achelense B o evolucionado, con elemen- su aparición en asentamientos en llano desde el tos del Paleolítico superior y otros calcolíticos. En Neolítico. este yacimiento HII o de Rojos se inserta un subcon- Una moledera barquiforme de granito, de tipo- junto de sílex constituido por cuchillos de dorso y logía más antigua, y cinco molederas manuales, núcleos prismáticos y de laminitas, de mejor factu- algunas de las cuales, por su pequeño tamaño, debie- ra y mayor tamaño medio, asociado a un número ron servir a la molienda de pigmentos, aparecen en relativamente importante de molederas, manos y ali- el subconjunto de Prado de las Viñas, asociadas a sadores con características calcolíticas. cuchillos y núcleos prismáticos y piramidales. Una El conjunto HI presenta materiales y tipologías de ellas está realizada en esquisto, una en granito propios de una secuencia principal calcolítica, con rosa y otras en granito de grano medio. antecedentes en un Neolítico avanzado y que se Las molederas circulares de dos piezas, más desarrolla hasta alcanzar el Bronce inicial. evolucionadas –seis fragmentos en granito–, corres- ponden a un nivel inferior, cercano al curso de agua del arroyo Valdemorillo– del conjunto HI. Industria pulimentada La cueva de la Carigüela en Piñar, Granada, Entre ambos conjuntos se documentan cuarenta y presenta una dilatada secuencia cronoestratigáfica nueve piezas que incluyen diez hachas de pequeño desde al Paleolítico medio al Bronce final. En sus tamaño, tres cinceles, molederas barquiformes, de fase neolítica final –Cultura de Cuevas– aparecen mano y circulares, alisadores y bruñidores. Los molederas junto a restos de trigos y cebadas, y en el materiales se documentan en HI, con ausencia de nivel III calcolítico, hachas pulimentadas y un ídolo. pulimentados en HII, excepto en el subconjunto de En el registro arqueológico se documentan Prado de Las Viñas, con presencia de bruñidores y molederas de granito rosa en el Arenero de Plaza de material asociado a molienda. Bonifa –Pérez de Barradas,1927–, en Casa del Entre los materiales usados para pulimentados Moreno, Villaverde, estación de Villaverde Bajo se utiliza el esquisto y lamprófido en un ejemplar, –Pérez de Barradas y Fuidio, 1927–, o El Ventorro –Prieto y Quero, 1983–, y todos los tipos de nuestro

268 La implantación de la agricultura. Industrias prehistóricas de Humanes de Madrid

yacimiento se encuentran representados en mayor tosca cerámica gris tosca con gruesos desgrasantes, número en El Espinillo. Las molederas en granito tratadas en atmósfera de reducción. rosa pueden corresponder al batolito de Los mamelones hacen una temprana aparición Valdemorillo, donde se localiza una afloración de en el registro cerámico –Neolítico de Cuevas en este tipo. Cueva del Aire o Reguerillo, Patones–, Calcolítico La presencia de dos ídolos betilos anicónicos, precampaniforme y campaniforme – enterramiento uno completo en cuarcita y un fragmento en ofita de Tejar del Sastre– pero poseen una amplia pervi- verde, es interesante en cuanto presenta ejemplares vencia durante el Bronce e Hierro– Castro de Dehesa no claramente documentados en el registro madrile- de la Oliva del Hierro II–. ño, que son frecuentes en el sur y oeste peninsular, y Hay un fragmento de forma de cuello de bote- que significaría un posible contacto con las culturas lla con carena y decoración incisa con friso de peque- del Calcolítico y Bronce de estos territorios a través ñas puntuaciones y líneas sesgadas, y otro fragmento del camino de Toledo, valle del Tajo o el valle del de similar factura con decoración en friso con inci- Alberche y Tiétar. siones de impronta arcaica, de caña moldeadas sobre la superficie, cuyas formas, tipología y decoración, Cerámica tienen paralelos en el Neolítico reciente de la men- Los ejemplares cerámicos son diversos, muy frag- cionada Cueva del Aire, integrando los elementos mentados y con una amplia y dilatada secuencia cro- más arcaicos del conjunto. nológica, que abarcaría desde el Neolítico hasta Algunas piezas pueden datarse en un periodos modernos, sin que hasta el momento sean Calcolítico precampaniforme. El grupo más numero- posibles muchas precisiones, ya que no se reconocen so corresponde a cerámicas grises, con bordes conve- formas completas. xos más o menos exvasados, e incluye una única Hay un total de setenta y ocho piezas cerámicas fusayola circular de caras planas. en el conjunto de los yacimientos, con fragmentos de Como piezas importantes se reseña un frag- bordes, bases, elementos de suspensión, tapas y una mento de vaso campaniforme, borde exvasado y fusayola, modeladas a mano –82 %–, torneadas en galbo con carena, de cerámica gris de pasta fina, sin un 14 %, moldeadas –tres fragmentos correspon- apenas desgrasantes, con decoración incisa e impre- dientes a una única pieza. La cocción oxidante en sa en las caras exteriore e interiores. Presenta analo- un 67,87 % de los casos, reductiva en un 16,67 %, gías con algunos hallados en el Ventorro o poblado mixta en un 16, 67 %, y un cinco por cierto alternan- del Ecce Homo de Alcalá de Henares, aunque la dis- te, con cocción irregular de distinta coloración y posición de la secuencia decorativa es completamen- corazón tipo sándwich, con pastas y desgrasantes te original. minerales inorgánicos finos, de coloraciones grises, Diversos trozos cerámicos correspondientes a parda–marrón y rojiza. una misma pieza han sido facturados a molde con Un 60 % corresponden a cerámicas lisas, y un improntas de seriaciones de cuadrados rectilíneos. 39,74 % , 31 piezas, muestran algún tipo de decora- Estos trozos modelados ofrecen paralelismo decora- ción. Se utiliza la decoración incisa, impresa, engo- tivos con un fragmento encontrado en la Gavia data- bes e impresiones con ruedecilla, punzones o molde- do en la Edad del Hierro II, y con cerámicas paleo- ados. No existen digitaciones o ungulaciones, tampo- cristianas encontradas en Granada, y Pico de la co cerámicas tipo Boquique o Cogotas. Muela –Varela de Abajo– en Cuenca, datadas en Casi todas ellas pertenecen al conjunto HI, sien- torno al siglo IV–V d. C., si bien estas últimas piezas do características de HII las imitaciones de Tierra parecen mejor cocidas y su técnica de fabricación es Sigillata Hispánica Tardía y los fragmentos de gran- más perfecta que los fragmentos de Humanes. des dolias. Los fragmentos acanalados corresponden a pas- Tres elementos de suspensión mantienen carac- tas de apariencia gris, excepto un ejemplar de coc- terísticas arcaicas: un mamelón en pasta pardo–roji- ción oxidante. Ya en el Neolítico de Cuevas de La za, un asa en forma de T y otro en forma de bola, en cueva del Aire de Patones se cataloga una cerámica

270 Conclusiones

de vasos cilíndricos y galbo hemisférico que cuenta cas, colores grises y pardo rojizo. Los desgrasantes con acanaladuras y mamelones. En el arenero de son de tamaño medio a fino, minerales e inorgánicos Valdivia se recogieron vasos de cerámica gris clara –sílices, cuarzo, micas–. Las únicas formas reconoci- y oscura, acanalados en el tercio superior , cuello bles corresponden a botellas, cuencos carenados, cilíndrico y galbo hemisférico, y con la parte inferior vaso campaniforme, y grandes dolias. de la panza y base lisas [Jiménez Guijarro 2001]. Los Otras piezas se clasifican como cerámicas acanalados del enterramiento de Juan Barbero comunes romanas decoradas con ondulaciones que corresponden a un precampaniforme. Asimismo aparecen en La Torrecilla [Blasco C. Y Lucas R., incisiones anchas y acanaladuras se citan en Camino 2000]. y que perviven en época medieval y en perio- de la Yesera [Sánchez Meseguer et alii 1983] y El dos más recientes como cerámicas de cocina. Perchal [Blasco Bosqued y Lucas Pellicer, 1980]. En Aparecen motivos en ruedecilla que también se el Calcolítico portugués existe gran abundancia de documentan en otras piezas de época ibérica, como cerámica de formas cilíndricas con acanaladuras, lla- en un oenochoe del Amarejo –Albacete– y en otras mados copos. decoraciones de materiales cerámicos celtibéricos, Un ejemplar presenta, sobre acanaladuras, pin- por ejemplo en el Arroyo Culebro, de Leganés. tura roja, y cocción oxidante irregular. Existen otros Hay que constatar además la presencia de pro- vestigios de cerámicas pintadas a base de bandas y bables restos materiales de tipo romano –cerámica en rojo, otras engobadas a brocha o jaspeada y de común,vaso de arenisca junto a tégulas–, árabes barniz rojo. Estas formas y bordes son muy comunes –cerámica– y modernos. Existe un conjunto tornea- en las cerámicas celtibéricas de la zona carpetana. do –borde de labio convexo y galbos– de pequeños Los paralelos más próximos los hallamos en las pie- fragmentos de cerámica fina roja con barniz que zas de El Caracol y otros de la zona de Leganés y del recuerda a la Tierra Sigillata Hispánica. Corresponde Arroyo Culebro. a estas imitaciones de los tipos de Tierra Sigilata Un fragmento de tosca apariencia muestra en Hispánica tardías, de muy reducidas dimensiones, lámina delgada una estructura de cerámica oxidante pasta fina y pared delgada. Un galbo presenta deco- que ha sufrido posteriormente una secuencia de ración incisa de líneas convergentes, a modo de fuego muy intensa, con alteraciones en la superficie rayos solares, en lejana relación con la cerámica sím- de la pieza. El fragmento correlativo muestra una bólica de decoración astral en Los Millares, Vila decoración impresa figurativa en forma de cara bar- nova de San Pedro o el precampaniforme de bada o león, en donde se reconocen claramente dos Ventorro. En la Carta arqueológica de la localidad se ojos definidos, nariz e inicio de barba, con una hace mención de restos de restos de cerámica estructura rugosa cuya línea de fractura delimita el Sigillata y materiales constructivos tardíos, y de contorno. Su interpretación es problemática, podría cerámica melada árabe, que podría provenir de corresponder a un taller local de época romana. Se ha enclaves situados bajo el actual enclave urbano, aun- solicitado datación de la pieza, en estos momentos que, dada la gran latencia y pervivencia de éstas téc- no disponible. nicas en las industrias posteriores, se mantiene la Las grandes dolias están representadas por bor- reserva para su adscripción cronológica. des y fragmentos de panza, de cronología incierta, Una forma modulada de difícil catalogación, de algunos fragmentos con decoración impresa por cor- pasta fina y alta cocción, podría corresponder a algún dón horizontal de líneas quebradas formado por tra- tipo de morillo o cerámica ritual, tipo ídolo. zos, hoyitos y bandas impresos, en algún caso pseu- Completa el conjunto un fragmento de piedra dos exciso, acompañados de cerámica roja tosca. arenisca con improntas de tipo vegetal, que parece Esta decoración tiene correlatos en las cerámicas responder a elementos de habitación, con lo que precampaniformes y está muy extendida a partir del constituiría el único vestigio de éstas, pero nada Bronce antiguo. podemos decir de su cronología. Improntas de mor- El terreno de Humanes presenta inclusiones de tero y yeso radiales se documentaros en el Cerro de arcilla que, depuradas, parecen constituir la base de la Cervera, pertencientes a piso de silos impermebi- la cerámica local. Se realizan en pastas finas y tos- lizados y habitaciones con solera de cestería y yeso.

271 Industrias prehistóricas de Humanes de Madrid

Materiales óseos, metalurgia arrollará formas predeterminadas de lascas o puntas. Es significativa la ausencia de materiales óseos y Destacan las raederas, puntas, denticulados y cuchi- metálicos en ambos conjuntos. No existen crisoles llos de dorso. F. Bordes definió una división de las de fundición –El Ventorro– que denoten ningún tipo facies culturales del Paleolítico medio según la tipo- de manufactura métalica, ni tampoco consta la utili- logía y proporciones estadísticas de éstos1.,conside- zación de otro tipo de materiales adquiridos por radas por Bordes tradiciones culturales estables. intercambio en cobre o bronce. Sobre el terreno apa- Dada la dificultad de encontrar yacimientos puros de recen carbones y escorias de hierro, algunas de las distintas clasificaciones definidas, hoy el criterio medianas dimensiones, pero parecen corresponder a es más flexible –Rolland, Binford, Boëda...–, consi- desechos de fraguas, tejares y hornos cerámicos derándose distintos estadios de fabricación, posible- modernos, tal como el horno cerámico que existió en mente de los mismos grupos humanos, que modifi- la localidad en la calle Tejar. carían los artefactos según las estaciones, campa- Los únicos materiales metálicos pertenecen a mentos, y necesidades de adecuar los tipos líticos a monedas de cobre del siglo XIX [Napoleón III una diversa gama de actividades –caza, trabajo de emperador tête nude, República de Argentina 1870, pieles o madera...–. Primera República y Alfonso XIII], y a restos de la Según esta tradición cultural nuestro grupo de Guerra Civil española. En los meses de octubre y materiales se encuadraría en un Musteriense de noviembre de 1936, la columna Barrón y las tropas Tradición Achelense, tipo B o evolucionado, sin del general Varela libraron combates en la zona. Las facies levallois destacable. Se caracteriza por la balas de máuser corresponden al calibre 12 mm. y abundancia de cuchillos de dorso, escasa persisten- están marcadas en base con las siglas PS cia de bifaces, inicios de la industria laminar y pre- –Pirotécnica de Sevilla–. La superposición de restos sencia de denticulados. Características que, en gene- bélicos de la contienda civil sobre yacimientos ra, coinciden con los materiales básicos presentes en arqueológicos es frecuente, como el asentamiento de el yacimiento de Rojos, desarrollada fundamental- tropas de Líster en el Cerro de la Gavia o Casas del mente sobre lascas. Moreno– dada la intensa actividad bélica que pro- La interpretación de los yacimientos de vocó la prolongada Batalla de Madrid. Humanes ha de encuadrarse en un contexto regional. Situado entre los ríos Guadarrama y Manza- os conjuntos revelan un carácter mixto de nares–Jarama, de los que dista aproximadamente tipos con cronologías dilatadas. En el conjun- diez km., hemos de suponer grupos itinerantes de Lto de Rojos la adscripción, ya establecida para poblaciones neandertales que, en el Paleolítico Humanes, correspondería básicamente a un medio, recorrerían estos parajes, cercanos al agua, Musteriense de Tradición Achelense B o evoluciona- para actividades de caza, estableciendo campamen- do, con presencia de útiles tipos del Paleolítico tos provisionales, de visitas rotatorias, en sus despla- Superior, y otras inclusiones posteriores, más esca- zamientos. En estas paradas temporales confeccio- sas, neolíticas y eneolíticas, como el raspador de pie- narían las piezas a utilizar para el tratamiento de la dra de fusil, útil característico del Calcolítico pre- caza y productos de recolección que constituirían su campaniforme –Cerro de la Cervera, Esgaravita, sustento básico. Puntas para caza, raederas para el Juan Barbero– tratamiento de las pieles, denticulados para el traba- La industria musteriense es típica del periodo jo de la madera y hueso. Los únicos restos humanos consolidado del Paleolítico medio reciente. El méto- neandertales en Madrid corresponden al yacimiento do levallois, nacido en el Pleistoceno medio, pero de Pinilla del Valle en el valle del , pero las desarrollado por el grupo neandertal, delimita la riberas del Manzanares y Jarama son pródigos en consecución de un tipo de producto líticos a partir yacimientos arqueológicos con vestigios líticos de de la preparación centrípeta de un núcleo que des- sus actividades.

1Esta división clásica incluye las industrias Musteriense de Tradición Achelense, Musteriense Típico, Charentiense o Tipo Quina–Ferrasie, Musteriense de denticulados y Vasconiense o Musteriense tipo «Olha»,

272 Conclusiones

Las industrias musterienses están vinculadas al 38.700 ± 1.900 BP, anteriores a las secuencias peri- Homo sapiens neanderthalensis, y las del Paleolítico gordienses de Pendo o Morín, o en la cueva de Superior a nuestra especie –Homo sapiens sapiens– L´Arbreda, donde se ha datado este auriñaciense El tránsito del Paleolítico medio al superior, que hacia el 38.500 BP. [Bischoff, Soler, Maroto y Julia, implica también la sustitución del hombre de nean- 1989], contemporáneo al musteriense de denticula- dertal por nuestra especie conlleva una serie de dos de Morín. implicaciones, aún objeto de debate sobre su crono- Todo ello vendría a configurar el logía y modo de implantación. Chaltelperroniense como una reacción neandertal Se ha establecido este cambio alrededor de ante las nuevas gentes y modelos auriñacienses, y 40.000 años BP para Europa Occidental, cuando los refuerza la contemporaneidad de estas culturas. Joao grupos neandertales son arrinconados y desplazados Zilhâo habla de la «Frontera del Ebro», tras la cual se por los nuevos sapiens desde Oriente. Hoy se tiende refugiaron, desplazados, los últimos neandertales. a una explicación multirregional de estos contactos, Sus restos más modernos se datan en el sur peninsu- y a la existencia de distintos modelos de encuentro: lar –Cova Negra de Játiva, Valencia, Carigüela de coexistencia e intercambio, enfrentamientos y exter- Granada– hacia el 28.000 BP, y otros yacimientos minios, expulsión por desplazamiento de los hábitats cercanos a los primeros restos de neandertales que más ricos, contaminación por transmisión de enfer- fueron encontrados en Gibraltar, tales como el crá- medades... neo de Forbe´s Quarry por Busk, en 1848, y los res- La transición entre Paleolítico medio y superior tos infantiles de Devil´s Tower por Garrod en 1926, se realiza culturalmente desde el Musteriense de Las nuevas investigaciones de ADN, entre las Tradición Achelense B, neandertal, y las facies que se incluye el yacimiento de la cueva del Sidrón industriales Chastelperroniense y Perigordiense ini- en Asturias y Atapuerca en Burgos, encuadrados en cial –sapiens– hasta un Auriñaciense plenamente el «proyecto genoma neandertal», no han logrado consolidado, sapiens y paleosuperior. despejar las incógnitas. Diversos hallazgos en Israel –Qafzeh y Skhul – Los restos líticos musterienses en Humanes muestran restos de sapiens arcaicos con industrias aparecen en ambos conjuntos con un índice levallois musterienses, y los neandertales del nivel 25 de Ksar de 4,13 % en HI y 9,80 en HII, con representación de Akil y Amud utilizaban industrias paleosuperiores núcleo de tortuga, lascas levallois, lascas retocadas, [Copeland 1972], lo cual avala la coexistencia e diversos útiles sobre estas –raederas–, núcleo de intercambio cultural. En el mundo occidental una láminas y láminas espesas, discoide musteriense, línea de investigación profundiza en la secuencia bolas esféricas y facetadas, puntas levallois y muste- cultural en la que estos encuentros se producen. En rienses atípicas. Es de reseñar asimismo el importan- contra de una visión linealista de ésta, son cada día te conjunto de denticulados, que da nombre a una de más frecuentes las interculturizaciones entre los dos las facies de Bordes del Paleolítico Medio. grupos: en Francia hay que destacar el conjunto de Saint Cesaire, en España las nuevas excavaciones de La sociedad eneolítica la cueva del Castillo por la profesora Victoria Debemos abandonar el Paleolítico para situarnos en Cabrera, junto a otros hallazgos –Abríc Romaní de las sociedades neolíticas y eneolíticas, y el inicio de Cataluña y Cueva de la Carigüela de Granada– abren las modos pastoriles, la agricultura y los asentamien- un atrayentes perspectivas. En Saint Cesaire , yaci- tos sedentarios. miento francés de la Charente Maritime, [Lévêque y Las secuencias para los modos de vida se basan Vandermeersch, 1979], junto a tecnologías perigor- en los paralelismo etnológicos y arqueológicos que dienses, típicas de sapiens aparecen restos humanos se han establecido en diversos yacimientos neolíti- neandertales. Parecidas conclusiones pueden dedu- cos, calcolíticos y del Bronce cercanos –areneros, cirse en el ámbito español tras las excavaciones del Ventorro, Arroyo Culebro, El Espinillo...– y peninsu- nivel 18B de la Cueva de El Castillo , atribuido a un lares: yacimientos megalíticos de Extremadura, auriñaciense antiguo de transición, continuación del Toledo, Salamanca; poblados como Zamboujal en musteriense del nivel 20, con fechas calibradas de Portugal, La Pijotilla de Badajoz, Cerro de la Horca

273 Industrias prehistóricas de Humanes de Madrid

de Plasenzuela en Cáceres, Cerro de la Virgen de manos adaptadas. En el yacimiento conquense de El Orce en Granada, Los Millares en Almería, Los Castillejo se utilizan los molinos para la obtención de Husos en Alava... citados a lo largo de la obra, que harina de cereal y bellotas [M. Navarrete y Valiente presentan materiales semejantes a los localizados en Cánovas, 1983]. La molienda de bellotas para ali- Humanes. mento humano debió ser más común de lo habitual- La economía es una economía de subsistencia, mente considerado. basada en la ganadería, agricultura, recolección, El único elemento de telar que aparece se halla caza, productos secundarios –leche, piel, fibras vegé- en el yacimiento HI, una fusayola del mismo tipo de tales– y un escaso trueque de materias primas no barro que otros fragmentos localizados, de factura no locales. Entre la fauna salvaje localizada se citan muy cuidada, lo que indica su fabricación local. La ciervos –Cervus elaphus–, uro –Bos primigenius–, fusayola es pieza plana y se utilizaban como peso en jabalí –Sus scrofa–, liebre –Lepus europea–, aves y el extremo del huso para confeccionar las madejas carnívoros. textiles de fibra vegetal –lino– o animal –lana–. La fauna doméstica está constituida fundamen- Ponderales o pesas de telar, que denotarían el uso de talmente por ovicáprinos –oveja, cabra–, vaca, telares manuales, se han localizado en el Arenero de cerdo, caballo, y conejo –Orictalagus cunniculus–. Jesús Fernández, en el de Camino de Euskalduna, en En el Cerro de la Cervera y Juan Barbero se docu- el Ventorro y en El Espinillo. Para la fabricación de mentan perros –Canis familiaris– y hace su aparición fibras vegetales se utilizó además el lino y el abun- el asno –Equus asinus– en el Espinillo–. dante esparto local en los alrededores – topónimo de El uso de raederas, raspadores, y bruñidores Espartinas–. permiten deducir el tratamiento de las pieles. Es fre- Los restos hallados no han permitido inferir cuente en otros poblados el uso de encellas, cerámi- ningún tipo de vivienda o habitación. Entre los terre- cas perforadas, para la fabricación de quesos. Debió nos agrícolas aparece bolsas de materia negra, que practicarse una agricultura de quema y rotura, técni- hacen pensar en la posible existencia de fondos de ca que provoca el agotamientos del terreno y, por cabaña. Los fondos de cabaña, verdadero cajón de tanto, abandonos temporales rotarios de los campos, sastre de la arqueología madrileña, han sido utiliza- con periodos de recuperación de diez o quince años. dos como hogar, depósito de cereal, inhumación, Las especies cultivadas pertenecen a los distin- talleres... y suelen terminar su función reutilizados tos tipos de cereales vestidos, o con cáscara dura, y como cenizales o basureros hasta su colmatación y desnudos [trigos –Triticum monococcum o escaña abandono [Pérez de Barradas 1924, Martínez menor, dicoccum, espelta o escanda mayor –T. Navarrete 1998] Eastivum–, compactum –cebada –Hordeum vulga- En la Loma de Chiclana se excavaron fondos de re–, avena –avena sativa–, centeno –Secale cereale–, cabaña, algunos utilizados como habitación, de plan- mijo –Panicum miliaceum–], y leguminosas [habas ta circular y cubiertas de madera y ramaje, con reves- –Vicia faba–, lenteja –Lens sculenta–...], que se timientos de arcilla en interior y exterior. El Ventorro complementan con la recolección de bellotas, frutos ha muestreado treinta cabañas entre más de un cen- y verduras silvestres. tenar de fondos. Corresponden a construcciones de El trabajo de tierra debió prepararse con azuelas suelo rebajado, planta circular u oval, con hogar e enmangadas y coa o palos excavadores. La recolec- impronta de pies derechos que debieron sostener un ción se realizó con cuchillos y láminas de sílex, bien techado de entramados vegetales y barro a dos aguas, usados directamente o bien montados en hoz simple con escasas divisiones interiores –murete de separa- recta, además de hoces curvas compuestas con dien- ción, banco corrido–. Entre los materiales de los fon- tes de sílex y alma de madera. Las trillas más anti- dos subrayaremos la existencia de puntas de flecha guas se realizaban por pateo o golpeo, y las cribas con pedúnculo y alerones, cerámica pre y campani- con golpeos y aventados; el almacenamiento en forme y la no existencia de microlitos, escasa indus- grandes recipientes de barro o dolias y en fondos de tria laminar y dientes de hoz. El Espinillo [Baque- cabaña, algunos especialmente tratados para su dano Martín et alii 2000] es un extenso yacimiento, impermeabilización, como en La Loma de Chiclana. entre Villaverde y Vallecas, muy alterado, de unas La molienda se realiza por medio de molederas con seis hectáreas de extensión, que engloba los antiguos

274 Conclusiones

yacimientos cercanos de Transfesa y Euskalduna Sociedad y creencias estudiados por Almagro [Almagro Basch 1960], que La aglomeración relativa en el punto A del yacimien- se desarrolla desde un Calcolítico precampaniforme, to HI de piezas de especial interés –puntas de flecha, calcolítico campaniforme y Bronce I y II. hachas pulimentadas, láminas de sílex y especial- Correspondería también a un poblado de ribera a ori- mente un betilo y un fragmento de otro– nos induce llas del Manzanares. Al Calcolítico precampaniforme a contemplar la antigua existencia de una inhuma- pertenecen un conjunto de fondos de cabaña, en el ción de cierto prestigio. Los betilos son piedras que se acumulan, ya amortizados, fragmentos de sacras asociadas a las tumbas megalíticas. La tradi- adobe con improntas vegetales del techado de las ción neolítica presenta enterramientos individuales. cabañas, cerámica de ollas globulares y cuencos sen- A finales de este periodo, se iniciarían las tradiciones cillos y troncocónicos, algunas formas intrusivas de funerarias megalíticas, con inhumaciones colectivas, carena baja con paralelos en La Pijotilla –Badajoz–, los ajuares campaniformes y una incipiente metalur- útiles líticos de tradición antigua –readeras, raspado- gia, pero estos rasgos tardarían mucho en imponerse res, buriles– y nueva –puntas de flecha pedunculadas en la región madrileña. y dientes de hoz–, cierta abundancia de cuchillos, Las inhumaciones, en tierra en el Neolítico, industria lítica pulimentada, con molinos y molede- Calcolítico y Bronce se producen en cuevas, fosas y ras e industria ósea. fondos de cabaña, individuales generalmente y en Además de los poblados extensos, existió un pequeñas necrópolis más tardíamente. El ajuar con- poblamiento de hábitat disperso, alquerías con ocu- siste generalmente en material lítico, cerámico, esca- paciones estacionales para la explotación de los sos adornos personales o elementos simbólicos y, en recursos ganaderos y agrícolas, formas de vida con fases avanzadas, metalúrgico. La naturaleza de estos continuidad en tiempos romanos y medievales y per- materiales –puntas de flecha, cerámica precampani- durables hasta el siglo XX en ambientes. rurales. forme o campaniforme–, puede permitir la datación Las comunicaciones explotan las vías naturales: relativa del enterramiento. Existen algunos ejemplos riberas de ríos hacia la sierra madrileña, el valle del megalíticos y de uso de pithos o tinajas. Todas ellas Tajo hacia el sur, y el valle de Alberche hacia el ofrecen, en general, muchas lagunas durante su loca- Oeste, consolidadas en época romana como la vía lización y estudio. XXIV hacia Segovia, o la Vía de Emerita Augusta a En el enterramiento neolítitico de la Cueva del . Aire [Fernández Posse y Arnáiz, 1980] se encuen- Los recursos debieron recolectarse en el entor- tran vasos de cuello cilíndrico y fondo hemiesférico no cercano, a excepción de los materiales pétreos que con mamelones. Es individual la inhumación en fosa se debieron recoger en entornos cercanos de sierra, del Arenero de Valdivia, asociado a fondos de caba- con una o dos jornadas de desplazamiento. Estos des- ña y cerámica semejante [Pérez de Barradas 1929, plazamientos incluirían la recogida de sílex en las 1936; Almagro Basch 1939].El del Arenero del riberas, cerros y afloramientos cercanos –La Puente de Villaverde se produce junto a lascas con Marañosa, cerro de los Angeles, Cerro Negro, Cerro muescas [Pérez Barradas y Fuidio 1927] . En la de Almodóvar, Casa Montero– para el aprovisiona- Cueva de Bellaescusa, Orusco [Maura Salas, y Pérez miento de materia prima de calidad. Para la obten- Barradas 1936], hay un hacha de fibrolita en el ajuar. ción de piedras de material pulimentado –cuarcitas, Se conocen otras sepulturas individuales en fosa en esquistos, gneises, granitos, leucogranitos, granito Las Carolinas o Casa del Moreno. rosa, fibrolita, gneises, ofita, serpentinita– los des- La sepultura calcolítica del Arenero de Miguel plazamientos son mayores –, Valde- Ruiz, es individual en fosa, cubierta por una laja de morillo, sierra de Madrid, Camino del Tiétar hacia piedra, con campaniforme marítimo y puñal de len- Extremadura, Montes de Toledo–. La extracción de güeta en cobre. En el Tejar del Parador del Sol o sal pudo relizarse en las afloraciones de Salinas de Bartolos, aparecen cerámicas con cordones y mame- Espartinas, a unos veinte Km., documentada su lón [Barradas 1923 y Fuidio 1934]; en fondos de explotación desde el Calcolítico –SEHA–. Cabaña –Colonia del Conde de Valdecilla,Villaverde

275 Industrias prehistóricas de Humanes de Madrid

[Perez de Barradas, 1929] se encuentran molederas Hay que mencionar asimismo la inhumación de granito. Como única necrópolis campaniforme de Bronce final en Vaciamadrid. Es una sepultura de destaca la de Ciempozuelos [Riaño, Rada y Delgado, inhumación excavada en forma de tinaja, ajuar con 1894], con enterramientos en fosa y uno en posible cuenco de cerámica lisa, dos puntas en bronce y los covacha artificial, con ajuar campaniforme tipo mencionados prismas de cristal de roca como puntas Ciempozuelos, al que da el nombre, y cerámica lisa. de flecha con fecha C.14 de 1.100 a. C. [Gaibar Enterramiento colectivo en cueva es el de Torre- Puertas 1974, Almagro Gorbea 1975]. Y una nueva laguna , con ocho cráneos, uno femenino, y Patones, tumba del Bronce, en fosa, femenina ha sido hallada ambos sin ajuar. recientemente en Casa Montero, junto a las pozas Se documentan como enterramientos en luga- perforadas para la explotación de sílex. res de habitación los recuperados en la estación del Los ídolos son escasos, es destacable los idolos ferrocarril de Aragón, Cantarranas – varios fémures oculado sobre hueso de Juan Barbero y el también en fondos de cabaña–, y Las Carolinas. En el arene- oculado del dolmen de la Cueva del Portillo en ro de Euskalduna se halló un nuevo enterramiento en Guadalajara. Elementos relacionados podrían loca- tinaja, con «huesos humanos pegados»y una mole- lizarse en el Espinillo, una forma triangular pulimen- dera de caliza. tada con ápice redondeado, Cerrón de Illescas y El único dolmen de corredor en la región, con Toledo[Santiago Valiente Cánovas], una placa de ortostatos graníticos, se localiza en Entretérminos, caliza modificada en Ecce Homo campaniforme... –límite de Collado-Villalba y – con ajuar de El ajuar completo campaniforme, con metales, sílex –raspador, punta de flecha, cuchillo, dos núcle- puntas de Palmela, brazaletes de arquero y botones os y siete lascas–, piedra pulimentada –un hacha de con perforaciones en V no es común en los yaci- granito y una cuenta de collar de serpentinita–, cerá- mientos madrileños, lo que denota la persistencia, en mica lisa con cuencos, ollas y vasos carenados, y la Meseta Central, de los modos de vida de subsis- cerámica campaniforme, incisa y con impresiones en tencia ligados a agricultura y usos pastoriles, con el borde; presenta también elementos metálicos: escasa presencia de metal. Reflejan una comunidad espada corta, hacha plana, fragmento de puñal y tribal en tránsito hacia las sociedades jerarquizadas, punzones o brazaletes, una lámina de oro con perfo- rastreable en los elementos de prestigio como los raciones. [Marqués de Loriana 1942, Losada 1976, pulimentados, las puntas de flecha, especialmente el Harrison 1977] El resto de dudosos megalitos apun- ejemplares tallados en cuarzo o la punta cruciforme, tados en la bibliografía El Rincón en El Escorial, sofisticaciones poco funcionales utilitariamente, los Canto Redondo en Guadarrama–, Pilas simétricas de betilos y la cerámica campaniforme. la Peña Sagra [Pérez de Barradas 1926]], o el La cerámica campaniforme muestra un profun- supuestos menhir en –Wernert y do cambio cultural, con una compleja superestructu- Barradas 1921] no ofrecen ningún tipo de materia- ra decorativa, basada en la alternancia rítmica de les. El escaso ajuar de Entretérminos no corresponde motivos y frisos decorativos con espacios vacíos que bien con el uso funerario colectivo de los megalitos actuarían como encuadre y como un motivo más. de corredor, con lo que podría tratarse de una reuti- lización posterior. Las referencias megalíticas más Datación cronológica cercanas se encuentran en los restos de Sotillo de la Adrada –Tumba del moro– y especialmente en los Aunque los fragmentos cerámicos son de pequeño dolmenes de Azután, La Estrella, poblado de Las tamaño y se encuentran muy mineralizados, lo que Herencias en Toledo, y en la abundante representa- dificulta el análisis, hemos solicitado dos dataciones ción extremeña. cerámicas, una sobre un material en contexto pre- La Cueva de Pedro Fernández, de suntamente campaniforme y otra sobre el paralelo de [Sanchéz Meseguer 1979], presenta enterramientos la cerámica con representación figurativa de cara de carácter primarios y secundarios en galerías, y barbada, probablemente motivo romano y tosco cuenta con ajuar de molederas, alisadores, cuentas fabricado en taller local. de collar, hachas, y grabados rupestres en arcilla.

276 Modos de vida pastoriles y ganaderos. Industrias prehistóricas de Humanes de Madrid

Estas dataciones han llegado a nuestro poder en el En la etapa campaniforme desaparecen las for- momento del cierre de este ejemplar. Añadimos bre- mas de bordes engrosados y se inicia la metalurgia. vemente los resultados. Las cifras para fechar el Son comunes las vasijas con improntas digitales en fragmento cerámico1 HC7, corresponden a TL 3417 los bordes, junto a piezas campaniformes, como en ± 232 BP2, -6,8 % de error-, y ya pertenecerían a la los Dornajos. Edad del Bronce Antiguo. En yacimientos modernos como Espinillo, La datación TL de la cerámica correlata a la figura [Baquedano et alii 2000] se combinan útiles sobre barbada confirma, tal como habíamos deducido por lasca con un número significativo de artefactos sobre la lámina delgada, un fortuito calentamiento que se hoja. En todos aparecen dientes de hoz, y puntas de produjo hace 125-200 años. La datación por flecha. Dentro de éste grupo, tan solo El Ventorro ha Termoluminiscencia –TL–, es un método de datación aportado fechas absolutas, perteneciendo al primer absoluta para cerámica, y mide la reorganización de momento de ocupación, sin campaniforme, una ciertos elementos cristalinos en el momento de la industria no laminar, hoces y puntas de flecha de cocción, que emiten, al repetir ésta en laboratorio, aleta y pedúnculo [Priego y Quero 1992: 322–323]. una luz proporcional a la antigüedad de la pieza ana- Las dataciones, realizadas sobre muestras de C–14 lizada. Por tanto, un proceso de recocción volvería a recogidas en varios fondos de cabaña para el pobla- realinear los materiales, borrando las trazas cronoló- do del Ventorro muestran unos resultados aberrantes, gicas iniciales y colocando el marcador a cero. De la en los cuales el elemento campaniforme precede al datación sólo conocemos el proceso ultimo, sin precampaniforme [4290±250, 3880±90, 4800±130 poder afirmar si lo hubo previo, y por ello la crono- BP], pero constata, al igual que otros yacimientos, la lógía de la pieza queda en el aire. correlación precampaniforme con el último tercio La periodización del Calcolítico en la cuenca del segundo milenio y el tránsito al primer milenio. media del Tajo, pasa por dos secuencias principales: Se establecen unos márgenes cronológicos, por data- precampaniforme y campaniforme. La precampani- ciones absolutas para la fase precampaniforme, que forme, que se sitúa en el noroeste y sur de la irían desde la segunda mitad del tercer milenio hasta Comunidad de Madrid, se caracteriza por la presen- principios de segundo milenio a.C. Sin embargo, cia de formas cerámicas globulares, ovoides, cuen- también se da otra alternativa más fiable, entre el cos y algunas fuentes carenadas. Incluye una subfa- cambio del 2.000 al 1.000 y el primer tercio del II se con formas de bordes engrosados. Las decoracio- milenio a.C. En cualquier caso parece que la fase nes más destacadas son triángulos rellenos de puntos campaniforme en este yacimiento no empezaría, impresos, incisiones en zigzag y pastillas repujadas. antes de 1930 a.C. [Priego y Quero 1992: 369]. Existe un conjunto más antiguo [Calcolítico inicial y La cronología aportada por el método del pleno de La Esgaravita, Cerro de la Cervera, Carbono 14 en Espartinas, nos ofrece unas fechas Cantarranas, El Capricho...–] con industria no lami- calibradas de finales de III tercer milenio y cuyo tope nar, raspadores de piedra de fusil y puntas de retoque se podría colocar entre 2.272-2.257 BC. Con el em- plano foliáceas y pedunculadas; y un conjunto más pleo de la termoluminiscencia, se ha publicado el moderno, [Calcolítico final de Juan Barbero, Pedro resultado de cronología absoluta obtenida a través de Fernández, El Ventorro, El Espinillo] similar a los un fragmento liso, dentro de un contexto campani- yacimientos calcoliticos clásicos de Montefrío o forme, hallado durante las excavaciones realizadas Virgen de Orce en Granada, con industrias con por Vives en 1894. Pertenecía a la necrópolis de mayor variedad de tipos de lascas y láminas, denti- Ciempozuelos. Las fechas son 3694 ±285 y culados, dientes de hoz, puntas foliáceas y peduncu- 1697±285 BP. Correspondería a un periodo dentro ya ladas con aletas, hachas pulimentadas de sillimanita, de la Edad del Bronce. [Blasco C. et alii 1998:31 y alisadores y molederas. 125]. Del Cerro del Bu en Toledo, poseemos otros

1Es un fragmento de cerámico de borde exvasado con sueve carena, liso, fabricado a mano, con cocción oxidante sobre pasta gris clara y con desgrasantes finos. [31 x34 x7 mm. y 13g. de peso] 2 La nomenclatura BP -Before present o antes del presente, establecido convencionalmente en 1950- son utilizadas frecuentemente para las dataciones prehistóricas, Para expresar una cifra BP en nuestra era tiene que ser reducida, restándole 1950 años. La segun- da cifra, precedida del signo más y menos, expresa el margen de error de la muestra.

278 Conclusiones

datos aportados, también mediante datación absolu- poblamiento actual de Humanes. Estos datos permi- ta por C 14 calibrada con fechas; 2466 BC [2582- ten la inclusión de Humanes en el eje regional 2327] y 2281 BC [2457-2061]. El contexto corres- Manzanares–Jarama–Henares con la presencia de un ponde a un poblado de tipo Campaniforme [De amplio muestrario de restos arqueológicos, de un Alvaro, E., y Pereira, J., 1990:205]. En Los Dornajos periodo cronológico que se inicia en el Paleolítico –Cuenca– las fechas de cronología absoluta son Medio, y desemboca en el Neolítico final, Eneolítico 1570+- 50 y 1600+- 50 [Poyato, Mª. C. 1984-85: 98- y Edad del Bronce. 100]. Los datos de cronología absoluta por C–14 y En una tarea de conjunto, el material recibido Termoluminiscencia en el Camino de las Yeseras ha sido inventariado, siglado, reproducido gráfica- (), son los siguientes: mente mediante dibujos, ilustraciones y fotos, y ads- 3740+40 BP Cal BC 2280 a 2030; TL 3962±314 BP crito tipológicamente. Se ha confeccionado una base y TL 3877±302 BP [Blasco Bosqued, C. 2006]. de datos individual de cada pieza, para su consulta El periodo campaniforme se diferencia por la digital. Los terrenos con restos han sido delimitados aparición de este tipo de cerámicas, y su asociación mediante GPS. Debido a las amenazas en que se a materiales metálicos [Fábrica Euskalduna, El encuentran éstos, es necesaria la delimitación y pre- Espinillo, dolmen de Entretérminos, Ciempozuelos, servación de los yacimientos y la realización de Arenero de Miguel Ruiz...], como los punzones y campañas de educación, difusión y concienciación crisoles decorados en estilo Ciempozuelos de El del valor del patrimonio publico, que ha de conside- Ventorro. Las fechas para el Campaniforme de rase no sólo institucional, sino de todos. Ciempozuelos, de El Perchel y el Molino en Soria, y Estas conclusiones están aún abiertas. Debe- de El Ventorro en Madrid se sitúan entre el 2000 y el mos completar la revisión de ciertos materiales, 1500, salvedad hecha de las perduraciones de estudiar en profundidad algunos de ellos, completar Arevalillo, que alcanzan al XIV a.C. dataciones, estudios de trazalogía y huellas de uso, En el Bronce madrileño suelen definirse tres cadenas operativas de fabricación, análisis detalla- facies: clásica, Cogeces y Cogotas. La facies clásica dos de negativos de núcleos, petrológicos, y con- es equiparable a un Bronce Medio, la facies Coge- trastar éstas con otros equipos y profesionales que, a ces, presenta una mayoría de cerámica lisa, y la buen seguro, dada la variabilidad de interpretacio- ausencia de las técnicas de excisión y «punto en raya nes, aportarán nuevos puntos de vista. Especial- de boquique» que caracteriza al horizonte Cogotas, mente se ve necesaria la realización de prospeccio- desarrollado hacia el año 1100 a.C. [Ecce Homo, nes arqueológicas que verifiquen la posibilidad de Terrazas del Manzanares, enterramiento de Rivas]. acometer futuras excavaciones e intervenciones Además de los mayoritarios materiales calcolí- arqueológicas. Sólo estas pueden aportar una ticos, existen una serie de restos aislados, resbaladi- secuencia cronoestratigráfica que ordene adecuada- zos cronológicamente y numéricamente irrelevantes. mente los conjuntos. Estos son restos carpetanos: tapaderas cerámicas de Las piezas arqueológicas no son un fin en sí, tipo ibérico, cerámica acanalada roja, fragmentos de sino un medio para la reconstrucción de los modos molinos circulares; romanos: cerámica común, de vida de sus fabricantes y usuarios. Por ello el dudosas imitaciones de tierra sigilada, cerámica aca- expolio es tan perjudicial, pues imposibilita este nalada, mortero, vaso de arenisca, ladrillos y tégulas; estudio al sustraer unos materiales y alterar la ubica- y fragmentos cerámicos árabes. ción de otros... Los materiales se hallan actualmen- En resumen, a partir del Paleolítico medio, te custodiados por el Ayuntamiento de Humanes, a la harían su aparición en los territorios actuales de espera de su presentación pública. Humanes los primeros grupos humanos documenta- No podemos olvidar nuestro compromiso dos, que continuarían durante el Paleolítico docente y divulgativo como Aula arqueológica, por Superior. A partir del Neolítico y Calcolítico la pre- lo que apostamos por una correcta exposición de los sencia de molederas y dientes de hoz permitiría restos, acompañada de una explicación histórica y hablar de asentamientos estables de pequeños grupos medioambiental asequible, con infraestructuras de poblacionales, que mantendrían durante el periodo conservación adecuadas, preferentemente en un romano, medieval y árabe hasta la aparición del entorno local

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