A lo largo de 17 años el artista Emilio Pettoruti fue director del Museo Provincial de Bellas Artes de . En el día Internacional de los Museos, su actual director, César Castellano, profesor de la Facultad de Artes de UMSA pone luz sobre aquel momento de la historia de la gestión de Museos en la . (Alejandra Portela)

EMILIO PETTORUTI EL ARTISTA GESTOR

Por Lic. César Castellano

Todos conocemos a Emilio Pettoruti como el gran artista de la vanguardia, aquel que nos permitió ver el mundo de otra manera. Pero Pettoruti, no solo se destacó como artista, sino, también como gestor cultural. Nacido en La Plata en 1892, luego de viajar por Europa, asimilar las nuevas ideas vanguardistas y consagrarse como artista, en 1930, es nombrado director del Museo Provincial de Bellas Artes, ubicado en la ciudad que lo vio nacer. En este cargo permaneció durante diez y siete años, hasta 1947. Si como representante de la vanguardia, Pettoruti dio el puntapié para la renovación artística de nuestro país, como gestor cultural a cargo de la dirección del Museo Provincial, fue un revolucionario en todo sentido. Al asumir el cargo diseñó un programa estratégico de gestión que denominó Pluralidad directriz y para llevarlo a cabo estableció un esquema integral de actividades único y moderno que hasta hoy en día es un ejemplo de gestión de museos.

Dicho plan modelo se basó en un plan de promoción de políticas de acción, pensado a partir de tres ejes estrechamente vinculados: la transferencia educativa, el incremento de la colección patrimonial y la política de descentralización hacia todo el territorio de la provincia de , lo que le permitió obtener un reconocimiento a nivel nacional y alcanzar repercusión internacional.

Primero la función educativa. Pettoruti sostenía que los grandes museos europeos tenían como misión adquirir, exponer y conservar las obras de arte, con un formato de gestión decimonónica, que la mirada conservadora de la Argentina de entonces, trataba de imitar. Para Pettoruti, esto no era transferible a nuestra América. Para él, la función de nuestros jóvenes museos, debido a su corta historia y a su contexto socio cultural diferente, debía necesariamente enfatizar y cumplir una importante función pedagógica, despertando el interés e induciendo a la formación de un público. Lo que él denominó una política de transferencia educativa. Esta consistió en la articulación de distintas acciones como ser: la creación de una revista de arte e investigación institucional llamada “Crónica de Arte”; la elaboración de un fichero de artistas argentinos y otro internacional que reuniría los datos esenciales y reproducciones fotográficas de las principales obras de cada uno de ellos y la creación del Vagón de Arte, que permitía cumplir con la tarea de extensión cultural al llevar las obras del Museo a distintos puntos de la provincia de Buenos Aires. También fomento, dentro de esta línea de trabajo, el intercambio de muestras con otros museos del país. Por último, creo una Biblioteca de Arte junto a la publicación de un Volante de artistas, que consistía en una hoja con información biográfica concreta de cada uno de los artistas de nuestro país y del extranjero de distribución gratuita para todas las escuelas, bibliotecas y academias de arte.

El segundo lineamiento de su política de gestión fue el incremento de la colección patrimonial del Museo. Para lo cual se creó la Comisión Provincial de Bellas Artes encargada de adquirir obras a través de la organización sistemática de los Salones de Arte provinciales. Se incorporaron al acervo obras de artistas de las vanguardias argentina, brasileña y cubana a partir de la organización de dos muestras. Esta política transformó el acervo patrimonial del museo, acrecentándolo y revalorizándolo desde su mirada. Entre 1932 y 1942 aproximadamente, la colección del Museo Provincial sumó a su patrimonio 820 obras. Un tercio de lo que es la colección hoy día. Incorporando artistas de la vanguardia renovadora tanto local como internacional, entre ellos figuran nombres como Raquel Forner, Antonio Berni, Lino Enea Spilimbergo, Lucio Fontana, Alfredo Gramajo Gutierrez, y el mismo Pettoruti, entre otros.

El tercer eje fue la Política de descentralización con la idea de la salida del Museo al territorio de la provincia, cuyo objetivo fue ampliar el campo de acción del Museo para llegar a toda la gente, un museo que llegue a toda la sociedad entera. Una idea casi “futurista” si se quiere para estos tiempos, que nos habla ya de un museo dinámico y en movimiento, pensado hacia afuera de las propias paredes de la institución. A través de exposiciones e intercambios con otros museos; la realización de disertaciones en el marco de las muestras y la organización de los salones de arte de carácter nacional y provincial en diferentes localidades de la provincia, Pettoruti llevo el Museo y su colección a cada rincón del Provincia.

Emilio Pettoruti, fue el gran artista que nos enseñó el camino de una nueva concepción del arte, y fue también, en una época signada por políticas e ideas conservadoras, un gran renovador dentro del campo de la gestión cultural. Para ello trabajó incansablemente y con mucho entusiasmo al frente del Museo Provincial de Bellas Artes como su director para convertirlo en un Museo Modelo conocido en toda América por su continua acción cultural, educativa y patrimonial. Un proyecto de museo dedicado a toda nuestra sociedad y a su comunidad artística y académica, revalorizador del arte argentino, que aún hoy, décadas después, es un verdadero ejemplo de gestión.

Director del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti.