PROPUESTA PARA LA REHABILITACIÓN ECOLÓGICA Y LA RECUPERACIÓN DEL CAPITAL NATURAL EN EL ÁREA DE LA RESERVA DE LA SOCIEDAD CIVIL AVES DEL SUSCEPTIBLES DE FACILITAR CONDICIONES PARA EL BIENESTAR HUMANO Y LA CONSERVACIÓN DEL SISTEMA ECOLÓGICO.

Magda Lucía Escallón Rodríguez

Planeación Ambiental y Manejo de los Recursos Naturales

Facultad de Ingeniería

Universidad Militar Nueva Granada

2017

RESUMEN

El Bosque Subandino de constituye una fuente de bienes y servicios.

Es el panorama que se genera en el uso desordenado de la naturaleza y el agotamiento progresivo de los recursos, cuyo resultado se encuentra en la degradación de los ecosistemas, pérdida de especies y por supuesto la incertidumbre sobre el desarrollo futuro de la sociedad. Es importante promover la rehabilitación ecológica de

áreas declaradas reservas para así restablecer los de bienes y servicios. En este trabajo se realizó un diagnóstico de la Reserva de la Sociedad Civil (RSC) Aves del

Tequendama, el cual arrojo resultados positivos encaminados a la recuperación, de acuerdo a eso se plantearon algunos direccionamientos sobre el manejo de algunos sectores de la reserva articulándolos con las intenciones de los dueños de la RSC mencionada.

Palabras Claves: rehabilitación ecológica, reserva de la sociedad civil, vegetación.

ABSTRACT

The Subandean Forest of Colombia constitutes an inexhaustible source of functions and ecosystem services. That Outlook is generated for messy use of nature and the progressive depletion of resources, the result of which is the degradation of ecosystems, loss of species and uncertainty about the future development of society. It is important to promote the ecological rehabilitation of areas declared reserves in order to restore those of goods and services. In this paper the state of the Reserve of the Civil

Society (RSC) Aves del Tequendama was evaluated, which showed positive results guided recovery, according to that some directions were raised about the management of some sectors, articulating them with the intentions of the owners.

Keywords: ecological rehabilitation, civil society reserve, vegetation.

INTRODUCCIÓN

El ecosistema, referido a una unidad de la naturaleza, no es algo estático, inciden en él una serie de factores internos y externos que lo dinamizan en su forma, en su estructura y en sus funciones. Esta dinámica le es propia desde el primer momento en que se inicia la instalación y el proceso de autoorganización de las diferentes formas de vida que colonizan un medio geofísico primigenio y en el que poco a poco y etapa por etapa, las leyes naturales van construyendo el sistema ecológico final o de climax. Este sistema se encuentran sujeto a factores de cambios, como el volcamiento de un terreno, la destrucción de su vegetación por causa de una erupción volcánica, un incendio, o cualquier otro evento espontáneo que puede ser generador de modificaciones importantes en los componentes del sistema. Dichos cambios activan mecanismos intrínsecos, que inician una serie de fases concatenadas entre sí y que se orientan hacia la conformación de un nuevo sistema; si llega al climax , y el proceso que ha sido identificado en el ámbito de la teoría ecológica como sucesión (Clement,

1916).

Otro tipo de factores de cambio a la naturaleza han ocurrido en el transcurso de la historia de los seres humanos. Cada vez con mayor velocidad, se ha logrado doblegar la naturaleza pensando sólo en derivar de ella los bienes y servicios que requerimos para el desarrollo de las sociedades. Se han adaptado los espacios naturales a las necesidades el hombre, el retiro de vegetación para el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la fragmentación y degradación de hábitat terrestres y la contaminación de las aguas, la introducción de especies exóticas, los incendios forestales, la erosión y la minería. El análisis de dicha problemática, ha llevado al reconocimiento de la estrecha relación que existe entre las características y procesos de los ecosistemas con aquellos que le son propios a las sociedades humanas (Laterra et al, 2015; MADS, 2004).

No obstante, nunca es tarde para una reflexión y ya algunos sectores han tomado consciencia sobre la necesidad de devolver lo que hemos restado a los sistemas ecológicos. Asumir la responsabilidad de regenerar espacios degradados, transformados o impactados, requiere desarrollar mecanismos que permitan controlar y acelerar los procesos de recuperación con la visión futurista de construir nuevos sistemas ecológicos.

El concepto de restauración ecológica, utilizado por et al., (1987, citado por Barrera- Cataño, 2010), ha sido enriquecido y ampliado por otros investigadores.

En la práctica, este concepto busca la recuperación de un ecosistema altamente afectado por la actividad humana, hasta llevarlo a una condición semejante o bastante parecida a la de antes del disturbio. Por su parte, la rehabilitación ecológica busca eliminar los factores que causan el deterioro en la naturaleza y los que interfieren para su restablecimiento; la estrategia de la rehabilitación ecológica busca que el sistema, no necesariamente resulte similar al original, pero si que los bienes y servicios ambientales se restablezcan. Ahora bien, cualquier sistema económico recurre a la naturaleza como fuente de recursos para la producción de los bienes y servicios que demanda el cubrimiento de las necesidades de su población. Por tanto, surge el concepto de capital natural con el que se busca entender el rol de los ecosistemas como soporte de las economías

(Gomez-Baggethum & de Groot, 2007). El concepto fue desarrollado por Robert

Constanza y Herman Daly, en 1992, siendo sus aportes citados por la mayor parte de investigadores que se han ocupado del tema; éste incluye todos los recursos naturales y los bienes y servicios ecosistémicos, la estructura del sistema, la dinámica del ambiente y los mecanismos de renovación para su permanencia en el tiempo. En cuanto a la restauración o recuperación del capital natural, su relación se encuentra, según lo señala Aranson et al (2007), “con el incremento, la inversión o la recuperación de las reservas de capital natural, con la finalidad de promover el bienestar humano y la conservación de los ecosistemas a largo plazo”.

Por otro lado, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) cuenta con el Plan Nacional de Restauración Ecológica, Rehabilitación y Recuperación de

Áreas Degradadas (PNR), que tiene como objetivo a 20 años, orientar y promover procesos integrales de restauración, rehabilitación y recuperación ecológica garantizando la provisión de bienes y servicios ecosistémicos en áreas de especial importancia ecológica para el país. Esta entidad gubernamental plantea realizar una articulación de las entidades del Sistema Nacional Ambiental (SINA) como lo son las

Corporaciones Regionales Autónomas, las autoridades ambientales urbanas, los entes territoriales, las agremiaciones, y de manera relevante para este trabajo la sociedad civil y la academia (MADS, 2004). En consecuencia, el presente trabajo propone las estrategias y la proyección de acciones para la rehabilitación ecológica y la subsiguiente recuperación del capital natural de la Reserva de la Sociedad Civil (RSC) Aves del Tequendama, para avanzar rápidamente en la conformación de una nueva estructura de su sistema natural, y en la que los bienes y servicios ambientales se restituyan lo más pronto posible. El diseño y construcción de un ecosistema alternativo, con la orientación para acompañar un proceso de sucesión, deberá responder a las necesidades de las comunidades humanas locales, pero también es importante permitir que dichas comunidades se apropien de su territorio, y convertirse en hábitat natural para la conservación de las especies de flora y fauna de la región. Lo anterior es debido a la importancia que tiene el predio con relación a la reserva forestal Cuchilla de Peñas Blancas y sobre todo por su ubicación estratégica para el abastecimiento de agua de algunas poblaciones del municipio El Colegio en el departamento de Cundinamarca.

1. MATERIALES Y MÉTODOS

Aunque no existen una receta o procedimiento específico para realizar un proceso de asistencia para la recuperación de un ecosistema, debido a la particularidad intrínseca de cada área, si existen recomendaciones generales fundadas en la teoría y conceptos, además de las experiencias acumuladas que funcionan como modelos de

Restauración Ecológica (Vargas, 2007).

Algunos métodos y técnicas de obtención e interpretación de datos sobre la naturaleza que se ajustan a métodos informales basados en la experiencia, el entrenamiento y el sentido común de los investigadores participantes, según lo señalan Matteucci y Colma (1982). En el presente trabajo se ha recurrido precisamente al apoyo en campo y al conocimiento de investigadores que con su experiencia y orientación hicieron posible obtener un volumen de información confiable sobre las especies de plantas encontradas para que pudieran ser documentadas.

La presente metodología se estableció bajo modelos de experiencias previas encontradas en diferentes trabajos, en el marco de la restauración y rehabilitación ecosistémica, principalmente de la Guía Metodológica para la Restauración Ecológica del Bosque Andino realizada por el Grupo de Restauración Ecológica del Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia del 2007, la Guía Técnica para la

Restauración Ecológica en Áreas con plantaciones Forestales Exóticas en el Distrito

Capital publicado por el DAMA en el 2004 y múltiples trabajos realizados bajo el liderazgo del Jardín Botánico de Bogotá.

Para cada uno de los componentes físicos del área de estudio se ha utilizado un procedimiento metodológico puntual, de manera que se puedan caracterizar, en un marco geográfico sencillo, los aspectos relevantes y de utilidad práctica sobre geología, clima e hidrografía. El proceso fue desarrollado sobre la base de la recopilación, lectura, extracción y análisis de la información documental sobre el área del municipio de El Colegio y sus sectores lindantes. Para la vegetación, flora y fauna, se procedió en primer lugar a realizar un reconocimiento de la zona de la reserva, obteniendo también información de primera mano del propietario de la reserva y, posteriormente, su análisis y confrontación con la información documental sobre los aspectos señalados. Para el recorrido en terrenos de la reserva se utilizó un altímetro, cámara fotográfica, lupa botánica, bolsas de plástico, prensa botánica, papel periódico y alcohol industrial. Las plantas cuyas especies se identificaban en campo, no fueron colectadas, simplemente se hacía el registro de su presencia y de su forma de vida; para las plantas no identificadas, se colectaba un ejemplar a efecto de buscar la posterior identificación de la especie, acompañada de los datos de campo correspondientes.

Los resultados obtenidos sobre vegetación, flora y fauna, contextualizados en la características ambientales en que se encuentran, se analizan en el marco de los conceptos que sobre ecología, restauración y capital natural, se consideran susceptibles de ser utilizados para elaborar una discusión que conduzca a concluir y realizar recomendaciones a futuro, realizando un cotejo de las especies de flora de la reserva con las encontradas en el Parque Natural Chicaque el cual se encuentra en el mismo contexto geográfico, todo con el fin de impulsar la pronta rehabilitación del área de la RSC Aves del Tequendama, lograr su conservación y la recuperación del capital natural que pudo haber contenido su ecología en el pasado.

2. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Contexto general del área de estudio.

El contexto general del área de estudio se fundamenta en los resultados del proyecto “Formulación del Plan De Manejo Ambiental de La Cuchilla De Peñas

Blancas, Dep. “Convenio FEBB - CAR: No. 0147 de 2003. Sistema de Áreas Protegidas

– SIRAP.

Contexto geográfico. La RSC Aves del Tequendama, con un área de 7,22 ha, está ubicada en jurisdicción del municipio de El Colegio, en la llamada Provincia o

Región del Tequendama, departamento de Cundinamarca (figura 1). El municipio se ubica en las siguientes coordenadas geográficas: 04° 35´ de latitud norte y 74° 27´ de longitud oeste. El área de la reserva se encuentra en directa conexión con el territorio declarado Distrito de Manejo Integrado de los Recursos Naturales

Renovables. D. M. I. de la Cuchilla de Peñas Blancas y del Subia, en jurisdicción de los municipios de San Antonio del Tequendama, El Colegio y Viotá, que comparte la CAR, el Departamento de Cundinamarca y el Municipio de El Colegio. El Colegio limita con municipios como La Mesa y Tena en el norte, Viotá en el sur, San Antonio del

Tequendama y Granada en el oriente, y Anapoima y La Mesa en el occidente.

Figura 1. Ubicación del Municipio de El Colegio, Cundinamarca - Límites municipales, y D. M. I. de la Cuchilla de Peñas Blancas y del Subia. Tomado de Estrategia Ecoturistica en el distrito de manejo integrado cuchilla de peñas blancas y el subia, municipio el colegio, Cundinamarca.

Clima.

El clima de la región, como el de todo el territorio nacional, se califica por el régimen de precipitaciones, el cual depende en gran medida de los desplazamientos de la zona de convergencia intertropical. Dicha zona, corresponde al frente de encuentro de los vientos alisios que, cargados de humedad, desde el nordeste y el suroeste, viajan hacia la línea ecuatorial, en su encuentro originen el fenómeno de convergencia, que eleva las masas de aire, las enfría en el ascenso y genera de esta manera las precipitaciones. Dos períodos de lluvias y dos períodos de baja precipitaciones, permiten catalogar el clima en régimen de precipitación bimodal.

Para la franja altitudinal de la región se han reportado temperaturas entre 12 y

18°C, un promedio anual de lluvias entre los 2.000 y 4.000 msnm. y una humedad relativa media del 85%.

La región del Tequendama se encuentra también bajo la influencia de masas de aire húmedo que suben por el valle del Magdalena y que se obligan a ascender al encontrarse con las estribaciones del costado occidental de la Cuchilla de Peñas

Blancas, la humedad que llevan los vientos se condensa al ascender por las laderas de las estribaciones y se producen precipitaciones. El efecto orográfico provoca de esta manera la formación de neblinas muy densas y una nubosidad que se puede considerar como alta.

Hidrografía.

Los ríos Bogotá y Calandaima cruzan el territorio de gran parte de la Provincia del Tequendama definiendo en su recorrido los límites naturales entre las áreas de los municipios de El Colegio y Tena, La Mesa, Anapoima y Viotá. Un buen número de corrientes de agua nacen en el Cerro de Peñas Blancas, entre las que se cuentan las quebradas La Junca, La paz; La Tinta, Antioquia, Antioqueñita, Barelice, Santa Marta,

La Tribuna, Campos, Santa Isabel, La Pitala, El Pinal y Malpaso, de ellas depende el suministro de agua para consumo humano, para la industria, los requerimientos del agro y la generación de energía. Riachuelos y quebradas cruzan también el casco urbano, en su camino hacia el Río Bogotá. La quebrada Santa Marta, con el mayor caudal, pasa por el costado sur del casco urbano, dos quebradas de las que abastecen al municipio evidencian problemas de contaminación. La quebrada Belén, canalizada por la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá mediante una estructura de box coulvert, se encuentran afecta por las aguas negras que recibe del municipio.

Datos históricos del área.

Se dice en la región que en los años cincuenta, el área de la reserva y sus áreas vecinas estuvieron cubiertas de una Bosque denso, húmeda y acompañada de niebla.

Se sabe también que relictos importantes existían hasta hace cerca de 17 años, pero que gran parte fue poco a poco reemplazada por la demanda de sus suelos para la agricultura, la ganadería y la explotación forestal de sus especies. Las consecuencias de estas actividades, se pueden ver en los cambios del paisaje y de su contexto ecológico, por pérdida de la vegetación natural, presencia de erosión en suelos, compactación por pisoteo del ganado, erosión genética, pérdida de biodiversidad, contaminación de suelos por agroquímicos, afectación del agua superficial, seguramente presenta reducción en la recarga de acuíferos y efectos en la salud humana. Los actuales propietarios del área de la Reserva, al tomar consciencia sobre la importancia de la conservación, han optado, desde hace siete años, por dejar en manos de la misma naturaleza su proceso de cicatrización, mediante lo que se puede denominar restauración pasiva; pero también ellos consideran lo más indicado recurrir a la asistencia de personas que pueden abordar el tema por su condición profesional en relación con la ecología o, eventualmente, contar con el apoyo de las instituciones que tienen bajo su responsabilidad la conservación de los espacios naturales.

Vegetación.

El predio de la reserva se encuentra en un rango altitudinal que cubre de los

2.000 a los 2.300 m.s.n.m. en esta franja altitudinal, Cuatrecasas (1958), catalogó este tipo de vegetación como Bosque subandino; algunos autores han utilizado el término de bosque de niebla, por la densa neblina que suele acompañar este tipo de vegetación. Hernández et al (1990), consideran esta vegetación en el conjunto de biomas de Colombia, como orobiomas higrofíticos, para hacer referencia a la vegetación boscosa que se encuentra en sistemas montañosos, con presencia de alta humedad. En la clasificación bioclimática de Holdridge (1971) el área puede ser incluida en la zona de vida Bosque muy Húmedo – Montano. (figira2).

Los registros de especies han sido confrontados con los inventarios realizados en la Reserva de Chicaque, por parte de investigadores del Jardín Botánico de Bogotá

(JBB), entre los años 1990 – 1993. Se ha recurrido a la información de esta reserva ya que su área hace parte de la misma vertiente, posee niveles altitudinales, condiciones ambientales, de vegetación y flora muy similares. Otra información susceptible de ser utilizada corresponde a la consignada en el documento del Distrito de Manejo

Integrado Peñas Blancas y del Subia, (CAR, 2004). El listado de Chicaque elaborado por el JBB reporta 199 especies de pteridofitos, 140 de briofitos, y 25 vasculares. Las especies reportadas por la CAR, también se apoyan en estos resultados.

Descripción del paisaje.

Se ubica en una pendiente que puede estar cerca de un 20%, con su parte más alta en dirección hacia la cuchilla. Dos hectáreas aproximadamente, corresponden a espacios que fueron destinados al cultivo de mora y luego pasaron a ser pastizales.

Una parte de estos terrenos ha sido represada para dar lugar a una laguna correspondiente a 400 m2 de superficie, con una ronda de unos 50 m (figura 2).

Musgos, helechos y unos ligeros brotes de pasto kikuyo se asocian en estos terrenos en los que han logrado una cobertura del 100%, presenta una altura que varía entre los 25 y 30 cm, desde su superficie hasta la superficie del suelo. Esta situación ha creado una condición propicia para el mantenimiento de un gran encharcamiento de los suelos.

Figura 2. Plano y zonificación RSC Aves del Tequendama. Parches de vegetación. Tomado de Alcaldía del municipio El Colegio y modificado.

El drenaje se dirige hacia la quebrada que atraviesa el terreno. Esta quebrada se acompaña de una ronda que varía entre los 15 y 20 m, con una cobertura vegetal en la que se asocian formas de vida arbóreas, arbustivas, rastreras, epífitas y trepadoras. El suelo se encuentra cubierto de hojarasca en descomposición y plantas rastreras. La manera en que se asocian tales formas define una fisonomía de bosque que contrasta con los terrenos descritos inicialmente. Esta ronda ha sido respetada conservando el caudal de la quebrada, los individuos de las especies en estado plántular, que la componen se mantienen como testigos de lo que pudo haber existido en el sistema original. También, la humedad ambiental se encuentra cercana al 85% y que la neblina surge y se retira de manera recurrente, con marcada influencia de los suaves vientos locales.

Apoyados en los conceptos de la ecología del paisaje podemos definir los dos elementos del paisaje descritos como parches. Según Etter (1991), los elementos de paisaje tipo parche “se definen como una superficie no – lineal, de tamaño variable que difieren fisionómicamente de sus alrededores, y que posee un grado de homogeneidad interno”. Bajo estos términos las áreas afectadas por cultivos de mora, posteriormente por pastizales y en reposo desde hace 7 años, corresponderían a parches de perturbación. En contraste las áreas boscosas que forman la ronda de la quebrada, podrían ser calificadas como parches remanentes, con bajo impacto. Entre uno y otro las características de borde guardan importancia particular, pues contienen elementos florísticos aislados que pueden corresponder al desarrollo de franjas que se acercan a un bosque secundario, en etapas tempranas de colonización. A continuación las 87 especies registradas en la exploración de campo ya que su propósito es el de utilizarlas como indicadoras del estado de recuperación del área de la reserva.

Tabla 1. Resultados de la caracterización de la vegetación. FAMILIA GÉNERO ESPECIE O MORFOESPECIE Melastomataceae Meriana speciosa Gleicheniaceae Sticherus sp Clusiaceae Chrysochlamys sp Fabaceae Erythrina edulis Cyatheaceae Cyathea sp1, sp2,sp3,sp4 Rosaceae Rubus floribundus Melastomataceae Monochaetum sp Lycopodiaceae Lycopodium sp Selaginellaceae Selaginella sp Sphagnaceae Sphagnum sp Rubiaceae Nertera granadensis Lycopodiaceae Lycopodium thyoides Alstroemeriaceae Bomarea multiflora Urticaceae Cecropia sp Araceae Philodendron sp1, sp2,sp3,sp4 Moraceae Morus insignis Rubiaceae Palicourea sp1, sp2 Rubiaceae Cinchona pubescens Arecaceae Geonoma undata Myrtaceae Myrcia sp Poaceae Chusquea scandens Poaceae Arthrostylidium sp Papaveraceae Bocconia frutescens Arecaceae Prestoea acuminata Arecaceae Xanthosoma sp Poaceae Koeleria sp Rubiaceae Elaeagia utilis Passifloraceae Passiflora cuspidifolia Menispermaceae Cissampelos pareira Myrtaceae Myrcia popayanensis Davalliaceae Nephrolepis cordifolia Euphorbiaceae Alchornea grandiflora Calceolariaceae Calceolaria microbefaria Rubiaceae Palicourea lineariflora Plantaginaceae Plantago major Campanulaceae Centropogon sp Araceae Anthurium sp Anthocerotaceae Anthoceros sp Usneaceae Usnea sp Dennstaedtiaceae Pteridium aquilinum Asteraceae Munnozia sp Juncaceae Juncus sp Asteraceae sp1,sp2 Bromeliaceae Bromelia hieronymi cucurbitaceae sp Plantaginaceae Digitalis sp Rubiaceae Cinchona officinalis Gesneriaceae sp Hypericaceae Vismia macrophylla Poaceae Axonopus scoparius Lauraceae Beilschmiedia sp Moraceae Ficus tonduzii Araliaceae Oreopanax sp Euphorbiaceae Croton sp Fagaceae Quercus humboldtii Arecaceae Chamaedorea linearis Solanaceae sp1,sp2 Arecaceae Aiphanes sp Piperaceae Piper sp Siparunaceae Siparuna sp Piperaceae Pothomorphe sp Cunoniaceae Weinmannia tomentosa Hippocastanaceae Billia rosea Orchidaceae Elleanthus sp Ericaceae Macleania rupestris Gentianaceae Swertia sp Moraceae Ficus sp Arecaceae Elaeis oleifera Orchidaceae Epidendrum erosum Orchidaceae Pleurothallis sp Dryopteridaceae Elaphoglossum sp Marchantiaceae Marchantia plicata Pinaceae Pinus patula Fabaceae Ulex europaeus Myrtaceae Eucalyptus sp Onagraceae Fuchsia petiolaris Acanthaceae Thunbergia alata Onagraceae Fuchsia magellanica

Es importante resaltar que debido a la dinámica atmosférica y a la vegetación presente que capta agua del ambiente, resulta en una valiosa oferta hídrica sobre este flanco de la cuchilla.

La RSC Aves del Tequendama y la DMI tienen puntos de encuentro en sus límites y también hacen parte de la vegetación selvática y del ambiente que acompaña este flanco de la cuchilla. En otras palabras, ellas hacen parte de una misma matriz, es decir, integran el conjunto de mayor extensión del paisaje, en el que se percibe un alto grado de conectividad y un total dominio de la dinámica del mismo (Etter, 1991). La montaña, la vegetación, la flora y la fauna, las diferentes formas en que se expresa y entrelaza la vida, los nacederos y corrientes de agua, la penumbra que acompaña a la niebla y la dinámica del aire, define el bosque subandino. En este ecosistema, que registra alto número de especies de flora y fauna (anexo 1 y 2), es fácil deducir que existe un gran potencial para la regeneración natural, a condición de que se mantenga la suspensión de actividades como las que adelanta la agricultura y la ganadería que generan fuertes presiones sobre el área o que se logre diseñar en ellas estrategias compatibles con la conservación.

El propósito de la reserva es el de rehabilitar cerca al 80% de su área, recuperar su ecología y su capital natural; habrá de considerar las estrategias de regeneración que se están desarrollando sobre sus terrenos, la activación de su banco natural de semillas, la presencia de elementos arbustivos y juveniles en la línea de bordes, el papel de los musgos, selaginellas y helechos, que se asocian en forma de tapete en los parches de pertubación y el análisis de los elementos de la flora, que contiene la matriz de vegetación que la circunda, y pueden ser, reincorporados. Es conveniente analizar el espacio de este tapete que cubre los parches de perturbación que está contribuyendo al control del pasto kikuyo, aunque ignoramos cómo actúa y cuál podría ser su papel en el futuro. Se puede inferir que su volumen y espesor, impide el ingreso de luz y la humedad relativa alta limitan el desarrollo y crecimiento del Kikuyo. y de esa manera limita la activación de un banco de semillas. No obstante, este tapete también está cumpliendo un interesante papel, en algunos sectores, al permitir el establecimiento de elementos de flora, que muestran recuperación. Es el caso de Cinchona officinalis, la quina fue abundante pero actualmente se en peligro de extinción.

Se registraron alrededor de 20 juveniles, con alturas que pasan de los 40 cm. a los 2 metros de altura, en ello se evidencia el potencial que para la regeneración natural tiene el predio, en particular para esta especie, que cuenta con el registro de un solo ejemplar adulto. Esto amerita diseñar un manejo especial al sector en que se encuentran, en el propósito de establecer una población de origen silvestre, con el valor que le aportaría, por el interés que se tiene para conservar la especie y por el papel que ella puede desempeñar en la recuperación ecológica. Situación parecida se muestra con la presencia plántulas de Alchornea sp., y Beilschmiedia sp, su presencia obedece con seguridad a las actividades de dispersión de semillas realizadas por aves y murciélagos, aunque no se descarta también que pueda haber sido realizada por otro tipo de organismos de los que han sido reportados para la reserva. La presencia de Alchornea sp. y Beilschmiedia sp, indican un buen nivel de permeabilidad del área, que facilita el ingreso de elementos desde la matriz mediante fauna dispersadora de semillas.

La cobertura del parche de vegetación remanente con impacto, puede ampliarse poco a poco sembrando plantas de especies nativas en la periferia, además la conectividad entre el sistema ecológico original de la matriz y la permeabilidad, auguran la posibilidad de aumentar la representatividad del paisaje. Los remanentes de vegetación leñosa y arbórea que existen a lo largo de la quebrada constituyen elementos de la flora que representan parte del potencial biótico.

sta propuesta se apoya en la iniciativa de DMI en su propósito de desarrollar acciones de conservación, restauración y rehabilitación ecológica en la Cuchilla de Peñas Blancas, y a la vez aportar a la regulación de los servicios ambientales que prestan.

Conclusiones

La Reserva Aves del Tequendama, muy a pesar de que su espacio estuvo dedicado a la agricultura y a la ganadería, hoy por hoy y gracias a la suspensión de dichas actividades, muestra las condiciones que se requieren para considerarla como un área con oportunidad de rehabilitación. En las características ambientales y en la vegetación que presenta evidencia el potencial que tiene para mantener elementos de la biodiversidad que hicieron parte de los sistemas ecológicos originales. Adicionalmente, el valor de este espacio, se encuentra en la conexión directa con bosques maduros del DMI, lo cual le facilita avanzar, por vía rehabilitación ecológica, hacia la incorporación de su área a un proyecto de conservación más amplio y al mantenimiento del capital natural que representa el conjunto.

De conformidad con los planteamientos de Lamb et al.,( 2005); Martínez-Ramos & García-Orth, (2007); Rey, Bullock, & Newton,( 2008), la conservación de importantes áreas de vegetación, como las de la reserva del DMI, al hallarse en conexión con parches remanentes de vegetación natural, dentro de un paisaje intervenido por actividades agrícolas y ganaderas, como los de la reserva Aves del Tequendama, constituye un valioso elemento que favorece, no sólo, la restauración y rehabilitación ecológica, sino que también puede reducir el tiempo para la regeneración natural, mejorar los servicios ecosistémicos y facilitar un espacio para la educación.

El alto grado de humedad del sector no parece ofrecer el mejor panorama para el desarrollo de actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería, más bien su vocación parece estar dirigida a la conservación de la vegetación, a la provisión de agua y la generación de energía.

Recomendaciones

En el área de la reserva los propietarios han tomado la decisión, desde hace 7 años, de cambiar por completo el uso del suelo: de la agricultura y la ganadería, sus acciones se dirigen en favor de la conservación de la diversidad biológica, de la protección de las aguas que cruzan el predio y también para mantener el remanente de vegetación que acompaña la quebrada. De conformidad con la iniciativa de los propietarios y con los resultados obtenidos se recomienda:

1.- La construcción y manejo de un vivero que apoye la estrategia de conservación como una de las acciones más relevantes para el trabajo de rehabilitación ecológica, con el cual se ha de suplir la necesidad de proveer suficiente material vegetal para la recuperación de los paisajes y para enriquecer la diversidad de su flora. En este orden de ideas, el vivero tendrá como propósito no sólo el de propagar material vegetal de este flanco de la cuchilla, sino también el de dirigir su trabajo a la conservación de las especies del área, convertirse en herramienta de sensibilización y educación ambiental de vecinos y visitantes y el de ser instrumento para el desarrollo de investigaciones relacionadas con la propagación y domesticación de las especies nativas.

2.- Realizar recorridos de campo en los bosques aledaños a fin de identificar los puntos en que se localicen fuentes de propágulos para el vivero; cuando en estos recorridos se encuentren árboles en producción de semillas se procederá a colectarlas, con una muestra botánica para su identificación, tratarlas en el vivero y ponerlas a germinar. Otra fuente de propágulos se encuentra en almácigos de semillas en germinación y de plántulas que crecen de manera espontánea bajo el dosel de los bosques o bajo árboles aislados que se encuentran en espacios abiertos. Mediante la recolección de semillas y una cuidadosa extracción de los bancos de plántulas se puede obtener, una buena representación de las especies nativas del sector. De esta manera y como parte de la estrategia de conservación, ha de ser posible desarrollar prácticas de manejo para el aprovechamiento de este recurso, mantener y plantar ejemplares de especies nativas amenazadas y, en general, especies valiosas para la rehabilitación ecológica que no pueden ser obtenidas de otras fuentes y que contribuirán a mantener en el futuro los elementos de la fauna autóctona.

3.- Como criterios de selección de especies a ser plantadas en los parches se recomienda que sólo se utilicen plantas nativas que crecen en el sitio y en los bosques aledaños y que tengan, además, las características siguientes: especies susceptibles de construir hábitat en poco tiempo, especies con amplia cobertura de follaje, especies con buena producción de hojarasca, especies que mejoren las condiciones del suelo por la fijación de elementos químicos, especies tolerantes a condiciones extremas de clima y que produzcan suficientes recursos alimenticios para la fauna.

4.- Diseñar una estrategia de rehabilitación acorde con la realidad del área del predio y con la realidad ecológica del área circunvecina. De esta última se pueden tomar referentes de especies susceptibles de poder ser integradas en la estructura futura. Debido a la presencia espontanea de elementos florísticos como Cinchona Officinalis, Alchornea sp., y Beilschmiedia sp, se hace de vital importancia su cuidadoso manejo en campo a fin de poder mantener su condición silvestre. En el caso de la quina existen plantas que pueden ser fácilmente separadas para garantizar el mayor número de sobrevivientes. Otras especies que no requieren tantos cuidados pueden sembrarse con alta densidad en el propósito de lograr los individuos mejor adaptados a las condiciones del ambiente, esto se puede realizar con especies como Quercus humboldtii (roble), Montanoa quadrangularis (arboloco), Alchornea acutifolia (escobo, algodoncillo), Piper bogotense (cordoncillo), Weinmannia tomentosa (encenillo), Myrica parvifolia, y, en general, especies nativas del área.

5.- La elección, establecimiento y preparación de espacios para la colonización dirigida, como una estrategia de transformación de los antiguos potreros o terrenos de uso agrícola en coberturas futuras de bosques. Para que las acciones sean rápidas y efectivas es conveniente plantar árboles de crecimiento rápido (de bosque secundario) al lado de árboles de crecimiento lento (de bosque primario), para lo cual es necesario tener en cuenta el tipo de especies de uno u otro y las densidades que se deben utilizar en cada caso.

6.- Mantener el cerramiento del terreno y supervisar su estado con el propósito de impedir el paso de ganado, que puede interferir con la rehabilitación de la vegetación.

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ANEXOS

Anexo 1. Aves avistadas en la RSC Aves del Tequendama.

Anexo 1. Insectos, mamíferos, reptiles y anfibios observados en la RSC Aves del

Tequendama.