El Clarinete En El Jazz 4
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El clarinete en el Jazz 4 1. Introducción del Jazz Desde el siglo XVII la necesidad de mano de obra en Norteamérica propició por parte de los terratenientes blancos un comercio de esclavos. De África fueron traídos millones de esclavos que eran raptados y embarcados en unas condiciones miserables, por lo que una gran parte morían durante el viaje. Una vez en América eran comprados y vendidos y obligados a trabajar y a vivir de forma infrahumana. Los castigos eran horribles y los colonos hacían todo lo posible para impedir que tocaran y bailaran. Sin embargo, no lo lograron y finalmente surgieron nuevos estilos musicales que resultaron de la mezcla que los esclavos hacían de sus propias tradiciones africanas con la música europea de los colonos. De esta fusión nacería la semilla de la cual iba a germinar el jazz: los cantos de trabajo y los espirituales. Pero previamente sería conviene definir qué es el jazz y dónde apareció exactamente, adentrándonos más en la historia. Hay que aclarar que desde sus comienzos, el jazz se ha ramificado en muchos subestilos, lo que hace difícil la realización de una descripción única que se adapte a todos ellos con fiabilidad absoluta. Sin embargo, pueden hacerse algunas generalizaciones, teniendo en cuenta que en todos los casos hay excepciones. Por jazz se entiende un estilo de música que surgió en los EEUU de la fusión de la música africana y la música europea importada por los colonos. Más exactamente, habría que hablar en vez de un estilo de un modo de entender, sentir y hacer música propios de los músicos afroamericanos. Geográficamente, el jazz surge en el estado de Luisiana, concretamente en la zona de influencia de Nueva Orleans (cuna del estilo musical y principal centro jazzístico durante la primera época del jazz), a la que llegaban grandes remesas de esclavos de color, fundamentalmente de la zona occidental de África, al sur del Sáhara, la zona denominada Costa de Marfil, "Costa del Oro" o "Costa de los esclavos". En muchas áreas del Sur de Estados Unidos, el batir de tambores estaba específicamente prohibido por la ley, de forma que los esclavos negros tuvieron que recurrir a la percusión mediante las palmas de las manos y el batir de los pies para disfrutar de sus fiestas y su música característica. Sin embargo, la prohibición no tuvo vigor en la llamada Place Congo (Congo Square) de Nueva Orleans, en la que hasta la Guerra de Secesión los esclavos tenían libertad para reunirse, cantar y acompañarse de verdaderos instrumentos de percusión tales como calabazas resecas y rellenas de piedrecitas, el birimbao, las quijadas, el piano de dedo pulgar o sanza, y el banjo de cuatro cuerdas. Musicalmente, el jazz nace de la combinación de tres tradiciones: la autóctona estadounidense, la africana y la europea. La comunidad afroamericana del sur de los Estados Unidos desarrolló su expresión musical a través de la improvisación creativa sobre el material que le proporcionaban las músicas religiosas (especialmente, los bailes y rituales vinculados al vudú) y seglares propias traídas de África, la tradición instrumental de las orquestas estadounidenses (sobre todo, las bandas militares) y las formas y armonías de la música europea. El clarinete en el Jazz Estas primeras manifestaciones musicales afroamericanas eran una mezcla de ritmos e instrumentos asociadas a la vida de los esclavos, por lo tanto interpretadas como canciones de trabajo y de diversión colectiva. Se trataba de canciones para hacer más llevaderas las duras faenas de los esclavos. Los cantos de trabajo se adaptaban a la velocidad de los martillos y eran liderados por un miembro de la cuadrilla, al que después se unían los demás. Esta es una forma de cantar las canciones típicamente africana y está basada en un patrón que se podría describir como de “llamada y respuesta”. La improvisación es ya, en estos primeros momentos, un componente esencial de estas músicas, que las contrapone a la música compuesta de los blancos. Los esclavos fusionaron muchas de sus tradiciones africanas con el cristianismo protestante que les impusieron sus amos, lo que constituyó el caldo de cultivo apropiado para el desarrollo de los espirituales (este tipo de música recibió más tarde el término de góspel). Es importante observar el hecho de que, a pesar de las divergencias en ritmo, armonía y estilo interpretativo, la tradición musical europea que los esclavos conocieron en Estados Unidos ofrecía puntos de contacto con su propia tradición: así, la escala diatónica era común a ambas culturas. Si a esto se le añade el relativo aislamiento cultural en que vivía gran número de esclavos y la tolerancia de los amos respecto de su música, la consecuencia fue que pudiesen mantener íntegro gran parte de su legado musical en el momento de fusionarse con los elementos compatibles de la música europea y estadounidense, con lo que se consiguió un híbrido con notable influencia africana. La finalización de la guerra que enfrentó el norte con el sur, permitió la llegada de gran cantidad de instrumentos musicales a las manos de los esclavos recién liberados, muchos de los cuales tomaron la música como forma de vida. Con estos nuevos instrumentos y reuniendo todas las influencias musicales, se formaron las 'marching bands' y las bandas de música bailable de la época, que, a finales del XIX, suponían el formato habitual en lo que a conciertos de música popular se refiere. Los instrumentos de este tipo de grupos se convirtieron así en los instrumentos básicos del jazz: la corneta, el trombón, los 'reeds' o 'instrumentos de lengüeta' como el clarinete, y la batería. Hay que aclarar que el clarinete es uno de los últimos instrumentos melódicos que se incluyen dentro del jazz, siendo los primeros y máximos exponentes del jazz la batería y el contrabajo (como instrumentos rítmicos), y el piano, la trompeta, el saxofón y el bajo como instrumentos melódicos. Siguiendo la tradición afroamericana de Nueva Orleans, muchos músicos negros consiguieron ganarse la vida en pequeñas bandas que eran contratadas para tocar en funerales, teatros, bares y garitos. Estas bandas africanizadas jugaron un papel embrionario en la articulación y diseminación de las formas tempranas del jazz. Viajando a través de las comunidades negras, desde el sur profundo a las grandes ciudades del norte, estos músicos pioneros consiguieron establecer el aullido, la estridencia, el libre desvarió, la "ragedia" (raggedy) y el espíritu del ragtime , dando vida a una más elocuente y sofisticada versión del ritmo (esto podría ya considerarse un estilo prejazzístico. El ragtime, que se tocaba en el piano, fue la primera música aceptada entre los blancos. Se parece a la música clásica en el sentido de que eran piezas compuestas. Mientras la mano izquierda llevaba un ritmo de marcha, la derecha jugaba con ritmos sincopados (mano blanca en juego con otra negra). Formalmente un ragtime suele tener cuatro o más melodías o temas, cada uno de los cuales dura 16 compases, que podemos llamar A, B, C y D y que a menudo se tocan en el siguiente Literatura e interpretación del instrumento principal Página 2 El clarinete en el Jazz orden: AABBACCDD. El compositor más conocido de ragtime es Scott Joplin, nacido en 1868 y autor de piezas inmortales como el célebre The Entertainer , o el Maple Leaf Rag . Como otro preestilo jazzístico hay que destacar antes de continuar, junto al ragtime, al blues . Se trataba de una música popular que surgió de la misma mezcla de ideas africanas y europeas que habían dado lugar a los espirituales. Como éstos, el blues narraba los sentimientos, temores y esperanzas de los cantantes, pero lo hacía de un modo más personal. Comenzó, al igual que gran parte de la música negra, en las zonas rurales del sur; pero al poco tiempo también podían encontrarse cantantes de blues en las ciudades En sus orígenes el blues era interpretado por un cantante acompañado generalmente por una guitarra, un banjo, y eventualmente por un piano. Sus ritmos eran más variados que los del ragtime. Era una música de sonido poco elaborado, llena de emoción, y la escala sobre la que se basaban las melodías y armonías acabó por llamarse la escala de blues (la que aprovechará mucho el jazz). Desde el punto de vista formal, el blues representa un esquema armónico de doce compases que tienen por base los tres acordes fundamentales de la tonalidad: tónica, dominante y subdominante dispuestos de la siguiente manera: Esta estructura de acordes de 12 compases es común en todos los blues desde los más antiguos, sin embargo, se puede complementar con armonía más compleja sin dejar de tener la misma función, a partir de dominantes y subdominantes secundarias, sustitución de acordes con la misma función, tensiones, etc. Eran problemáticos los grados tercero y séptimo que no existen en el sistema pentatónico. Esto lleva a que los músicos toquen y canten la tercera y la séptima mayor o menor indistintamente (según el sentimiento o la intención) sin amarrarse a normas armónicas, esto crea una nueva sonoridad emocionalmente ambigua. Las escalas pentatónicas mayor y menor eran usadas indistintamente sobre un acorde mayor, por tanto aparecen unos choques de tercera mayor y menor a la vez o de séptima mayor y menor. Estas notas que entran en el sistema del blues pero se escapan de la explicación armónica europea se denominaron “blue notes” ya que son la que caracterizan la sonoridad. Si bien el blues y el ragtime surgieron con independencia del jazz y continuaron coexistiendo con él, influyeron en su estilo y sus formas, y sirvieron de vehículo importante para la improvisación jazzística. A pesar de todo lo explicado anteriormente, las formas iniciales del jazz, con sus raíces populares y humildes, fueron básicamente el producto de músicos autodidactas.