1ffH/I'ID Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio INSTITUTO DE ESTUDIOS AlTOARAGONESES

CUADERNOS - N.o 30 MONZÓN, 2003, pp. 287-311 LS.S.N.: 1133-3790

ORIGINALIDAD DE LA FLORA DE LOS SASOS, MUELAS, RIPAS y GESAS DEL CINCA MEDIO Y COMARCAS VECINAS (PROVINCIA DE HUESCA)

José Vicente Ferrández Palacio RESUMEN

Este artículo trata sobre una buena parte de la flora más original del Cinca Me­ dio, particularmente la que vive en los lugares más secos. Se van explicando los dis­ tintos ambientes con sus plantas características, así como otras que podemos calificar de singulares por su rareza o endemismo. Algunas de estas plantas halladas en el Cin­ ca Medio se encuentran amenazadas en mayor o menor grado.

INTRODUCCIÓN

Los sasos, muelas, gesas y ripas. Elementos del paisaje con fuerte personalidad propia La comarca oscense de Cinca Medio limita con el Somontano de Bar­ bastro por el N y W, los y Bajo Cinca por el S, y al E. Los cerros o sasos constituyen elementos muy característicos del pai­ saje de nuestra comarca. Están formados casi en su totalidad por materiales terciarios; la estratificación horizontal ha favorecido la conservación de for­ mas de relieve con una plataforma plana superior de extensión variable y unas laderas abruptas, en graderío, y fondos de valle labrados primero por la erosión diferencial y aplanados después por la acumulación de sedimentos, los glacis. Las ripas tienen el mismo origen, con la particularidad de que fueran las aguas del río Cinca las que erosionaron el relieve preexistente hasta modelar riscos muy escarpados. Normalmente el nivel superior está constituido por conglomerados de cemento calcáreo, -correspondientes al nivel superior de las ten'azas flu­ viales del Cinca, de edad Pliocuaternaria-, quedando debajo las areniscas; en ocasiones son calizas de origen continental los materiales que encontra­ mos en esta parte somital, como ocurre en la muela de Terreu, ripas de AI­ colea, etc. La consistencia dura de esas rocas, que se agrietan fácilmente, origina un escarpe principal con bloques a punto de caer por descompre­ sión lateral. Los bloques desprendidos por gravedad han ido primero des­ plomándose por la ladera, volcando y deslizándose posteriormente por so­ lifluxión en periodos húmedos. Ello favorece el desmantelamiento de los sedimentos finos de la parte superior, junto con otros más gruesos,princi-

289 palmente cantos, que van acumulándose en la ladera, así como en los gla­ nudo la arena se mezcla con guijarros, limos y arcillas, estandoelisuelo cis de pie de cerro. En las vertientes se forman escarpes secundarios en los entonces más apelmazado y cubierto de costras. Tanto en un caso como en estratos de arenisca que se disponen entre las diversas capas de materiales otro las plantas sufren muchas limitaciones para su desarrollo, debido>sQ­ más blandos y erosionables, las arcillas y lutitas. Los cerros del S de la co­ bre todo a la carencia de agua durante buena parte del año y a la dificul­ marca se hallan enclavados en la formación geológica conocida como For­ tad para germinar las semillas en unos suelos esqueléticos que apenas· re­ mación Sariñena, mientras que al N de Monzón, en las cercanías de la Al­ tienen algo de agua. Además, el cierzo sopla con frecuencia en estos lugares munia de San Juan encontramos ya la denominada Formación Peraltilla; se y su efecto desecante acrecienta el estrés híd~ico que deben s~portar los ;~­ distingue esta última por tener los estratos plegados, lo que en vez de dar getales. Por si esto fuera poco, el suelo caSI desnudo se calIenta muchIsI­ lugar a los característicos cerros tabulares propios de la Formación Sariñe­ mo en las horas centrales del día. La forma biológica dominante en estos na, ha originado relieves alomados con más abarrancamientos. suelos arenosos son los terófitos (plantas anuales), con menor número de Por su parte, las llamadas «gesas» o aljezares son colinas yesosas de caméfitos, geófitos o hemicriptófitos. Las plantas suelen florecer sobre tod.o la formación geológica denominada Formación Barbastro, y que datan de en abril, aunque algunas especies empiezan ya a finales de febrero o pn­ la Era Terciaria (Eoceno Superior). Sus estratos están intensamente plega­ meros de marzo y otrás lo hacen en mayo. A partir de mediados de mayo dos, apareciendo a mehudo grandes cristales de yeso. Se encuentran en la casi todas las especies anuales están agostadas y sólo se mantienen lozanas , Cofita y Fonz. las plantas vivaces. En junio podríamos decir que la flora de los suelos are­ El recubrimiento vegetal de gran parte de estos lugares está actual­ nosos del Cinca Medio ya no es fácilmente reconocible. mente muy alterado por la destrucción de la cubierta originaria (principal­ mente carrascal), debido a los incendios, talas y sobrepastoreo. Encontramos La flora de las repisas que acumulan arenas y otros sedimentos finos pastizales xéricos y diversos tipos de matorral, con algunos árboles disper­ Empezaré hablando de una plantita minúscula muy rara en Aragón, Lo­ sos, a menudo achaparrados y acantonados en los escarpes. Esto conlleva eflingia hispanica. Esta especie, de distribución mediterránea e irano.-tura­ la aceleración de los procesos erosivos favorecidos por la apertura de pis­ nia, parece comportarse como especialista en suelos arenosos de ambIentes tas y el paso del ganado, junto con largos períodos de sequía seguidos de áridos, y en la provincia de Huesca solamente se había hallado en Peralta de tormentas violentas. Sólo encontramos formaciones boscosas en contados Alcofea (FABREGAT & al., 1995: 169-170) hasta que en el año 2003, excep­ puntos, los mejor conservados (Terreu, Salobrás, Val Mayor en Almunia de cional para las plantas anuales por las abundantes lluvias de invierno, la he San Juan y algunos otros), bien por ser de propiedad privada, explotarse el encontrado además en Monzón (la Valfarta) y cerca de Alberuela del Tubo recurso de la caza, no considerarse aptos para la puesta en cultivo por su (Gabarda, ya en el término municipal de Huerto). No germina más que los elevada pendiente o haberse abandonado hace tiempo el artigueo ancestral años especialmente favorables y durante el resto del tiempo persiste en for­ o el aprovechamiento forestal. ma de semilla. Le suelen acompañar muchas otras Cariofiláceas, algunas de Por la dureza del clima y las limitantes características litológicas, en porte modesto como ella, por ejemplo varias Minuartia (!or!' hybrid~; muy muchos lugares áridos del S de la coma~ca del Cinca Medio las comuni­ común, o las más escasas M. mediterranea y M. campestns). TambIen Bu­ dades vegetales presentes actualmente no pueden evolucionar hacia la clí• jonia tenuijolia y varias Silene: S. nocturna y S. inaperta (que florece a max (bosques esclerófilos tales como carrascal, pinar de pino carrasco o sa­ primeros de junio y vive además en terrazas fluviales, gravas y suelos are­ binar) y lo que encontramos son comunidades permanentes, más o menos nosos del río Cinca). A destacar, S. tridentata, que se creía mucho más rara estables en el tiempo (pastizales y matorrales). En el presente artículo se que las anteriores; sin embargo, este año he podido constatar qu~ e~ta plan­ comenta en detalle la flora que podemos encontrar en estos lugares. ta de cáliz inflado e hirsuto y pétalos rosados se encuentra practlcamente en todos los lugares propicios estudiados, casi siempre en suelos aren~sos, LA FLORA aunque también en calveros de espartal de Lygeum spartum sobre arCIllas, como ocurre en Los Valles de . Herniaria cinerea y Sa­ gina apetala son otras dos Cariofiláceas ruderales presentes en suelos are­ Los suelos arenosos apenas retienen agua y se secan muy pronto nosos, que por extensión también hallamos en las grietas de las aceras de nuestras calles, en este caso en compañía de las cada vez más frecuentes En las repisas, a veces muy amplias, que encontramos separando como -al menos en Monzón- Spergularia rubra, Polycmpon tetraphyllum subsp. gradas los distintos estratos de nuestros sasos, resultan bastante frecuentes tetraphyllum o la alóctona Chamaesyce prostrata. Otras rud~rales qu~ pode­ pequeñas superficies con suelos arenosos provenientes de la disgregación de mos encontrar en estas repisas arenosas son Alyssum alyssOldes, A. slmplex, la roca arenisca. A veces estos arenales son casi puros, aunque más a me- varios Medicago (M. minima, M. rigidula, M. truncatula), los «relojetes»

290 291 junto a ella: L. simplex, frecuente y de corola amarilla, y L. micrantha, que se comporta como algo ruderal y posee minúscula corola azul, tal como in­ dica su epíteto específico, con el espolón muy corto. Entre las Gramíneas destacaré Avellinia michelii, que vive sobre todo en los aluviones del río Cinca, pero que además he podido recolectar en los ya mencionados sasos de Gabarda y Salobrás. Resulta rara en el con­ junto de la provincia de Huesca, donde sólo se encuentra al S de la Al­ munia de San Juan. A continuación se relacionan otras plantas que se pueden encontrar en estos suelos arenosos de los sasos del Cinca Medio. Las siglas entre pa­ réntesis hacen referencia a la rareza o frecuencia de los taxones en nuestra comarca y a su forma biológica: (C) Común; (E) Escasa; (R) Rara; (RR) Muy rara. (Th) Terófito; (Ch) Caméfito; (H) Hemicriptófito; (G) Geófito. Arenaria modesta (RR, Th, cerro del Ahorcado y Tozal de la Planzona). Cerastium gracile (R, Th). Cerastium pumilum (C, Th). Holosteum umbellatum (E, Th). Paronychia argentea (R, Ch, Conchel). Figura 1. Alyssum granatense fotografiado en la Valfarta de Monzón. Paronychia capitata (C, Ch, además en suelos arcillosos o pedregosos). Velezia rigida (RR, Th, San Quílez en Binéfar, y en arenas del Cinca en Ariéstolas). (Erodium cicutarium), Euphorbia exigua, Crepis sancta, Leontodon taraxa­ Matthiola fruticulosa (C, Ch, también en gravas del Cinca y repisas rocosas). coides, Bromus rubens, Lophochloa cristata y, ocasionalmente, Tragus ra­ Sedum caespitosum (RR, Th, Gabarda, vive además en otros escasos pun­ cemosus. tos de Huesca: Monzón, arenas del Sosa; Peralta de Alcofea, junto al Alyssum granatense (Fig. 1) es una modesta Crucífera, frecuente en es­ río Guatizalema). tos sasos, que no ha sido hallada hasta la fecha en este sector oriental de Sedum sedifonne (C, Ch, se encuentra además en claros de pastos secos, la provincia de Huesca más al N de Monzón. La podemos encontrar en el matorrales y carrascales, así como en espolones rocosos y tapias). cerro del Castillo, Santa Quiteria, Lascellas y en La Valfarta. Otras espe~ Hippocrepis ciliata (C, Th). cies anuales de esta familia también colonizan calveros arenosos y son de Polygala monspeliensis (C, Th, vive también en calveros de pastizales se­ carácter más o menos ruderal, pues aparecen además en lugares transitados cos). por el ganado o en campos en barbecho, como Clypeola jonthlaspi y el «ta­ Fumana thymifolia (C, Ch, también en tomillares sobre suelo arcilloso o llagüeso» Malcolmia africana (aquí con ejemplares de poca talla por falta yesoso). de agua). Erophila verna, planta diminuta de flores blancas, es la más tem­ Helianthemum salicifolium (C, Th). pranera de todas. Suelen acompañarle en algunos rellanitos umbríos con sue­ Bupleurum semicompositum (E, Th). lo esquelético de terrazas fluviales colgadas (conglomerados pliocuaterna­ Crucianella angustifolia (C, Th, también en suelos pedregosos). rios de la muela de Terreu, Salobrás, etc.), Arabis hirsuta, Hornungia petraea Crucianella patula (RR, Th, Las Matas de Valcarca y laderas cerca de Al- subsp. petraea y Saxifraga tridactylites, delicada Saxifragácea anual más balate de Cinca). frecuente en los montes del N de la provincia. Galium murale (R, Th). Entre las Escrofulariáceas cabe mencionar Linaria arvensis, de corola Galium parisiense (C, Th, lo encontramos además en pastos secos y tomi­ azulada con el espolón muy curvado. Se trata de un taxón calcífugo que llares). salpica estos suelos arenosos del SE de la provincia de Huesca. En nues­ Parentucellia latifolia (RR, Th, Peña Gandía en Monzón y arenales delrío tra comarca se encuentra en varios cerros de Monzón (Palomar, Castillo, Sosa). Valfarta), y acompaña además a la comentada Loeflingia en los «torrollo­ Plantago afra (C, Th, también en suelos arcillosos). nes» monegrinos de Gabarda. Otras dos Linaria muy próximas suelen vivir Campanula erinus (C, Th).

292 293 Desmazeria rigida (C, Th, también en suelos arcillosos). Poa bulbosa (C, H, en lugares pisoteados). Psilurus incurvus (E, Th, también en terrazas fluviales). Trisetum loeflingianum (E, Th, también en yesos). Vulpia ciliata (C, Th). Vulpia unilateralis (C, Th). El tamaño y desarrollo alcanzado por las plantas anuales puede variar mucho de los años lluviosos a los secos. Así hemos podido observar en 2003 magníficos ejemplares de Polygala monspeliensis y SUene tridentata de hasta 40 cm de altura.

Los calveros pedregosos o arcillosos de tomillares y pastos secos de albardín y zerbero con Ferula loscosii, Boleum asperum y otras plantas raras o endémicas Hay lugares en el Cinca Medio que merece la pena destacar por la ori­ ginalidad de su paisaje y también, por supuesto, de su flora. Suelen ser si­ tios de laderas escarpadas que han podido escapar en su mayor parte a las roturaciones agrícolas y la explotación de áridos; su parte superior, llana, se aprovecha para cultivos de secano. A continuación hablaré, sobre todo, Figura 2. Retama sphaerocarpa en la vaguada junto a la fuente del Saso de Monzón. de la Muela de Terreu, el cerro del Pino de y otros próximos, Las Ripas y Valles de Alcolea y los sasos de Monzón (Santa Quiteria, Loberas, Las CelIas, etc.). dante en la Valle Tamarite de Monzón) En su parte baja, más alterada, se establecen espartales de albardín (Ly­ y especies ruderales como Sherardia geum spartum), que se benefician de los suelos más profundos. También arvensis, Nonea micrantha, Malva par­ son frecuentes los ontinares de la aromática Artemisia herba-alba, sobre viflora o unos «conejetes» de flor pe­ todo en lugares que fueron roturados y ahora están abandonados. Un ar­ queña (Misopates orontium). busto muy característico de nuestros sasos es la ~~ginestra» (Retama sphae­ En los abarrancamientos al pie de rocarpa, Fig. 2). En los glacis del pie de los cerros, en suelos nitrificados, los sasos, con agua circulando ocasio­ son frecuentes los pastos de Dactylis glomerata subsp. hispanica, que ve­ nalmente, la flora cuenta con especies mos espigar a finales de mayo bajo la fuente del Saso de Monzón, salpi­ más exigentes en humedad como el las­ cados de plantas llamativas como la hemiparásita Bellardia trixago. Tam­ tón (Brachypodium phoenicoides), las bién se encuentran Scabiosa atropurpurea, Crupina vulgaris, Crepis vesicaria Compuestas Senecio erucifolius o S. ja­ subsp. taraxacifolia, Centaurea melitensis, Urospermum picroides o Aspho­ cobea, zarzas (Rubus ulmijolius), espi~ delus jistulosus, que florece en abril y echa hojas nuevas a partir de sep­ no albar (Crataegus monogyna) o el en­ tiembre. En los taludes con suelo arcilloso salino crece el sisallo (Salsola drino (Prunus spinosa), arbusto que vermiculata), que puede rebrotar tras los incendios, como puede verse en puede volver a florecer con las lluvias la ladera del castillo montisonense calcinada por el último de ellos ocurri­ otoñales, como he podido observar en do el 9 de agosto de 2003; a veces es parasitado por un «jopo» de flores varios lugares en septiembre de 2003. azul claro (Orobanche mutelii, Fig. 3). Además abunda la sosera (Atriplex La vegetación que cubre las lade­ halimus) y, en ocasiones (S alobrás, castillo de Monzón), también se da el ras, sobre todo en las umbrías, está do­ salazo (Suaeda vera) y otras Quenopodiáceas, como Bassia prostrata o minada por los pastos de zerbero Camphorosma monspeliaca; les acompañan Aizoon hispanicum (en su lími• (Brachypodium retusum), aunque si la Figura 3. Orobanche mutelii, un jopo te N de distribución), Spergularia diandra, Parapholis incurva, Limonium presión ganadera es alta estos se van parásito, entre otras plantas, del transformando en ontinares o tomilla- sisallo (Salsola venniculata). hibericum, ¡nula critlunoides (llamada «fenolletes» y que encontramos abun- 295 294 res con plantas como el hemiparásito Thesium humifusum, las Leguminosas Argyrolobium zanonii e Hippocrepis scorpioides o una correhuela de flor rosada (Convolvulus cantabrica); también les acompañan Ephedra distachya, Teucrium polium subsp. capitatum y T. aragonense. En los lugares más se­ cos y expuestos al viento hay interesantes zonas de pastizal de carácter es­ tepario, donde predominan gramíneas del género Stipa (S. parviflora -la especie más frecuente-, S. offneri, S. lagascae, y las de arista plumosa, S. iberica y S. barbata). Manchas o amplias superficies cubiertas de rome­ ro (Rosmarinus officinalis), generalmente acompañado de romerina (Cistus clusii), Linum suffruticosum, Osyris alba y Asphodelus ramosus, aparecen aquí y allá en los sasos, buscando los lugares menos fríos en invierno. Ephe­ dra fragilis prefiere los espolones y cortados rocosos de arenisca, aunque también prospera en laderas arcillosas sin apenas suelo. Dos hierbas fre­ cuentes son Arrhenatherum album y Koeleria vallesiana subsp. vallesiana; esta última vive en suelos erosionados secos y expuestos a los contrastes térmicos, para lo que se halla especialmente bien adaptada con su manera de crecer en macollas densas y tener la base de los tallos engrosada, cu­ bierta de restos de vainas foliares.

La Muela de Terreu Figura 4. Ephedra nebrodensis en la Muela de Terreu. Es el punto culminante del S de la comarca del Cinca Medio, con sus 477 m de altitud. Se trata de la típica muela monegrina, con escarpes bajo la llanura superior, empinadas laderas y cárcavas en su base. En los luga­ Somontanos oscenses (Alquézar, El Grado, Costean, Fonz y Azanuy; VI­ res menos enriscados, sobre todo en su ladera occidental y en la zona ale­ LLAR & al., 1997: 73). daña sin cultivar de la parte superior, hay pinares de pino carrasco (Pinus Dianthus broteri Boiss. & Reuter. Endemismo ibérico presente en la halepensis) -aquí parasitado por el muérdago (Viscum album subsp. aus­ provincia en varios puntos de Monegros y que tiene en Terreu. el límite N triacum)-, al que acompaña el lentisco (Pistacia lentiscus), lo que denota conocido de su área de distribución oscense. Se halla en la vertIente de um­ la benignidad del clima en esta muela, que escapa de la inversión térmica bría, entre las matas de coscoja. invernal con sus nieblas frecuentes en las vaguadas, sobre todo a lo largo Platycapnos tenuiloba Pomel. Papaverácea ruderal de la subfamilia Fu­ del cauce del río Cinca. Otros taxones mediterráneos característicos que vi­ mariáceas, que se diferencia del más común P. spicata por tener las flo~es ven en Terreu son Acer monspessulanum, Cistus albidus, Lonicera implexa algo más grandes (7-8 mm, por 5-6 mm), el estigma erecto-patente y la m­ y Rosa pouzinii. Está bastante extendido el coscojar con escambrón (Rham­ florescencia cilíndrica, en vez de ovalada. Vive al pie de riscos de conglo­ no-Quercetum cocciferae) como matorral de sustitución del carrascal -hay merado, en suelo pedregoso, en compañía de Teucrium botrys y Sil~ne la­ pocas carrascas dispersas de escaso porte. tifolia subsp. latifolia, y también se encuentra en el cerro del. Pmo de Del resto de la flora de Terreu destacaré las siguientes plantas: Binaced. Estas dos nuevas localidades se añaden a la otra conocIda hasta Ephedra nebrodensis (Tineo ex Guss.) subsp. nebrodensis. Se trata de el momento en Huesca, la ermita de San Valero en Torrente de Cinca (FA­ una Gimnosperma, un arbusto tupido y con muchas ramillas finas, de as­ BREGAT & al., 1995: 173). pecto articulado. Presenta uno o varios troncos que llegan a ser bastante Biscutella mediterranea Jord. Del grupo de B. valentina, ya comenté (FERRÁNDE~, gruesos en ejemplares viejos de Terreu (Fig. 4). Prefiere los resaltes roco­ su originalidad y sus características morfológicas.distintivas a sos y los coscojares. 1997: 282-83), a las que añadiré ahora los tintes ViOláceos que ton: la SI­ Cytinus hypocistis (L.) L. subsp. macranthus Wettst. Es una planta que lícula, en forma de anteojo, antes de madurar. Frecuente en ambIente de llama la atención por sus colores amarillentos y rojizos al carecer sus teji­ coscojar, no vive en la provincia más al N de este lugar.. / dos de clorofila. Parasita las jaras de flor blanca, en concreto en la pro­ Astragalus alopecuroides L. subsp. al0p'ecuroides. Le?ummosa ende: es~a vincia de Huesca vive sobre las raíces de la romerina (Cistus clusii). De mica de España, Francia, Marruecos y ArgelIa, muy atractlVa cuando nuevo desde los Monegros alcanza en su límite N este punto y otros en los en flor en el mes de mayo (Fig. 5), Y que coloniza laderas soleadas tapl- 297 296 zadas por pastizales más o me­ nos densos (espartales de Ly­ geum spartum o zerberales de Brachypodium retusum). Abun­ da en la base de la muela, y se encuentra además en otros lugares mediocinqueños como la Peña de los Nombres de Bi­ naced, las Loberas o el Tozal de la Planzona de Monzón. Cytisus fontanesii Spach subsp. fontanesii [Chronanthus bifLorus (Desf.) Frodin & Hey­ wood]. Leguminosa leñosa que no llega al metro de altura y tiene distribución iberonortea­ fricana, alcanzando además la isla balear de Ibiza. De visto­ sa floración amarilla a media­ dos de mayo (Fig. 6), escasea Figura 6. CytiSllS fontanesii en la Muela de Terreu. en Terreu junto a la pista que asciende al cerro y bajo el vér­ tice geodésico, ya en término Serratula flavescens (L.) Poir. subsp. leucantha (Cav.) P, Cantó & M. de Pomar de Cinca. La en­ Costa. Endémica exclusiva del Mediterráneo occidental (ibero-magrebí), de contramos más hacia el S, en capítulos blanco-amarillentos, que se halla muy abundante en la vertiente N Figura 5. Astragallls alopecllroides en el Saso de Santa Cruz (El Tor­ de Terreu y florece a finales de mayo o principio de junio. Se conoce en Las Loberas de Monzón. millo), Ontiñena y otros pun- Huesca de varios lugares monegrinos, junto con las Ripas de Alcolea, Pial­ tos de Monegros. fax (Conchel), y dos puntos de los Somontanos oscenses (Ayerbe y Balde­ Euphorbia isatidifolia Lam. Es una lechetrezna muy característica, gla­ llou). Es planta de romeral y sarda -se llama así en Aragón a la maquia bra, de látex irritante amarillo o anaranjado, y que echa varios tallos du­ de coscoja y escambrón-, 10 cual nos indica que prefiere lugares muy cal­ rante los meses de abril y mayo (se encontraba ya con fruto bien formado deados en verano y con temperaturas relativamente benignas en invierno. Vive el día 13 de mayo de 2003); después, con los primeros calores fuertes, se en compañía de otras plantas más comunes, como Scorzonera hispanica. mustia rápidamente. Localizada en las cárcavas del pie de la muela y tam­ bién en el llano superior, sobre suelo arcilloso. Se trata de un endemismo del E de la Península Ibérica. La de Terreu es la única localidad en el Cin­ Los Sasos de Monzón ca Medio y la más septentrional de Huesca por 10 que sabemos, junto con En algunos de ellos persisten, muy mermados, restos de carrascal, con la Peña Blanca de Monesma, cerca de Berbegal. Más hacia el S también la sus arbustos asociados, como son el «chinebro» Juniperus oxycedrus subsp. he hallado en el saso de San Pedro de Castelflorite, donde le acompaña un badia o la «carrasquilla» (Rhamnus alatemus). narciso de flor blanca (Narcissus dubius). Én los cerros del Castillo de Monzón, Peña Gandía, Santa Quiteria, El Cheirolophus intybaceus(Lam.) Dostál. Se trata de un sufrútice pró• Saso y Las Loberas, a pesar de una alteración drástica de su cubierta ve­ ximo a las Centaurea, exclusivo del Mediterráneo occidental, de floración getal, encontramos plantas que merece la pena comentar: estival. Se encuentra en torno y por debajo del vértice geodésico de Terreu, Cheilanthes acrostica (Balbis) Tod. Como ya comenté en articulas señalando aquí uno de sus límites septentrionales de distribución, con Ayer­ teriores (FERRÁNDEZ, 1997: 276; FERRÁNDEZ, 2000: 622), enc:ollltrarnos be y el Salto del Roldán, en Apiés, junto con la Peña Blanca de Monesma helechito termófilo enraizando en el nivel de terrazas pliocua1tennal'IaS (término de Ilche). Más al S de la provincia vive en diversos puntos de alto del celTa de Santa. Quiteria, en la umbría, siendo mucho Monegros, como por ejemplo Velilla de Cinca. bloques desprendidos de la vertiente S, en compañía de ASJJllmíl~l1n

298 raria, Ceterach officinarum y el té de roca (Jasonia saxatUis). En la pro­ canforado característico, florecillas blancas, hojas muy estrechas ciliadas en vincia de Huesca es muy escaso: además de Monzón, se ha recogido en la base y follaje más denso que el «tremonzillo». Le gustan los suelos dé­ Estopiñán (donde vive sobre calizas y ofitas), más Olvena y San Cosme de bilmente salinos, y abunda además en otros lugares, como la Valle Tama­ Guara, donde coloniza conglomerados. rite o las gravas del Sosa en la Ortilla de la Almunia de San Juan. Apenas Rumex intermedius De. Acedera mediterránea de hojas hastadas bas­ alcanza a vivir más al N, y en los Somontanos oscenses sólo se encontró tante estrechas, vive en los coscojares y claros de carrascal. En el Cinca hace años en Aguinaliu (VILLAR & al., 2001: 123). Medio sólo la he encontrado en las Loberas (Peña del Cascabel), donde es Veronica tenuifolia Asso. Otra endémica del cuadrante NE peninsular, muy escasa. En la provincia se halla además en Castillonroy, Guara, Mont~ con las hojas divididas en segmentos estrechos. Vive generalmente en pas­ sec d'Estall y Alcubierre (FERRÁNDEZ, 1997: 280). tos y matorrales soleados, aunque en estos cerros prefiere las vaguadas her­ Dianthus pungens L. subsp. hispanicus (Asso) O. Bolos & Vigo. Cla­ bosas y el fondo de las cárcavas, a veces en compañía de Bupleurwn bal­ velito que prefiere las repisas rocosas en lugares muy soleados y los cal­ dense y especies ruderales como Viola kitaibeliana, una modesta violeta anual. veros del pastizal de Brachypodium retusum sobre suelo esquelético. Ende­ Aster sedifolius' L. subsp. trinervis (Pers.) Thell. No es planta rara, todo mismo español cuy~ área comprende la Cuenca del Ebro, C de la Península, lo contrario, pero sólo resulta conspicua cuando florece, a finales de verano Levante y parte de Andalucía. o en otoño. Salpica los tomillares y pastizales de Brachypodium retusum. SUene otites (L.) Wibel subsp otites. Se trata de una Cariofilácea con Launaea fragUis (Asso) Pau [L. resedifolia (L.) O. Kuntze]. Especie la mayoría de hojas reunidas formando varias rosetas basales. Las flores, del Mediterráneo occidental que vive sobre suelos secos y pedregosos, muy muy poco vistosas, se disponen en verticilos densos, separados entre sí. Es caldeados en verano. Abunda en la Depresión del Ebro pero se va hacien­ de distribución latesarmática, llegando desde el W de Europa a los desier­ do muy rara cuando nos aproximamos a los Somontanos; tiene su límite N tos secos de Asia. En la Península Ibérica se encuentra preferentemente en de distribución conocido en la provincia de Huesca en el cerro de Santa el NE. En el Cinca Medio vive en estratos de terrazas fluviales antiguas, o Quiteria de Monzón. También la he recolectado en Valcarca (San Elías), Po­ en bloques desprendidos de las mismas, así como en suelos arenosos muy mar y Alcolea de Cinca. secos o crestones de arenisca. Gagea granatellii (Parl.) Parl. (Fig. 7). Pertenece a un género taxonó• micamente difícil caracterizado por sus flores amarillas que se abren, en Ranunculus paludosus L. Es una de las plantas más raras de la co­ marca y de la provincia (conocida sólo de Monzón, Ortilla ~cerca de Ayer­ be~, San Juan de la Peña y Berdún). Hallado en Monzón bajo la Peña Gandía en claros de carrascal con Thymelaea tinctoria y Pilosella officina­ rum, nunca lo he observado allí ni en flor ni en fruto; las plantas (varias decenas) ocupan unos pocos metros cuadrados, donde vegetan raquíticas, y quizá el clima no les favorezca. Sin embargo, transplantadas algunas de ellas y cultivadas con humedad suficiente se desarrollan perfectamente, pro­ duciendo en mayo abundante flor y fruto. Hedysarum boveanum Bunge ex Basiner subsp. europaeum Guitt. & Kerguélen. Leguminosa de flores color rosa fucsia y curioso fruto con es­ trechamientos entre las semillas. Es planta del Mediterráneo occidental (Pe­ nínsula Ibérica, S de Francia y N de África). Vive en romerales y tomilla­ res que colonizan laderas pedregosas o arcillosas, en exposiciones muy soleadas. También se encuentra en las Gesas de la Almunia de San Juan. Sideritis romana L. subsp. romana. Encontramos esta Labiada anual en el cerro de Santa Quiteria de Monzón, en rellanos rocosos soleados y se­ cos. Se distingue de otros congéneres por tener el labio superior del cáliz mucho mayor que los demás. En el Alto Aragón es bastante rara: ha sido hallada, además, en Ligüerre de Cinca y Estopiñán. Thymus zygis L. subsp. zygis. Otro taxón endémico ibero-magrebí, este «tomillo salsero» es frecuente en la Depresión del Ebro y florece más tar~ de (a finales de mayo) que el comunísimo Thymus vulgaris. Tiene olor al- Figura 7. Gagea granatellii del cerro del P~l"m,,'"

300 este taxón, a primeros de marzo. Ya comenté esta Gagea en otro artículo sobre las plantas del Cinca Medio (FERRÁNDEZ, 1997: 294), asignándola erróneamente a G. foliosa (J. & C. Presl) Schultes & Schultes f. subsp. fo· liosa. Tulipa sylvestris L. subsp. australis (Link) Pamp. El tulipán silvestre se halla en pastos secos, romerales, coscojares o carrascales degradados, so­ bre suelos pedregosos o arcillosos sometidos a fuertes contrastes térmicos. Puede ir acompañado por otras plantas bulbosas como los narcisos amari­ llos Narcissus assoanus -llamados en la zona «cazoletas» o "morteré»~, el gladiolo silvestre (Gladiolus illyricus) y el jacinto bastardo (Dipcadi se­ rotinum). También podemos encontrar orquídeas del género Ophrys [O. api­ fera -que prefiere suelos con cierta humedad-, O. passionis, O. scolopax, O. ciliata (=0. spec14lwn), más rara vez O. lupercalis, del grupo de O. fus­ ca], Limodorum abortivum y Epipactis tremolsii, estas dos últimas a la som­ bra de las carrascas.

El Tozal del Pino de Binaced y el Tozal de las Brujas Recibe El Pino su nombre del ejemplar de Pinus halepensis, majes­ tuoso y solitario, que se yergue en su cima, la cual supera por poco los Figura 8. Ferula loscosii en el cerro del Pino de Binaced. 400 m de altitud. Abundan en sus laderas plantas termófilas de lugares es­ teparios, como Astragalus monspessulanus subsp. gypsophilus, Ruta angus­ tifolia, Bupleurum fruticescens -que florece en septiembre-, la bufalaga localidades. Se halla incluida en la categoría de ,

302 El Tozal de las Brujas es Mencionaré aparte las es­ un paraje cercano, cultivado en pecies más sobresalientes de su parte superior pero con la­ estos lugares: deras de umbría cubiertas de Juniperus thurifera L. La sarda, con «patina» (Pistacia te­ sabina albar alcanza el Cinca rebinthus), Veronica tenuifolia, Medio sólo en un punto, que Silene latifolia, Scorzonera an­ sepamos, situado en Los Va­ gustifolia o Hedysarum bovea­ lles de Alcolea, donde se lo­ numo Las siguientes plantas me­ calizaron dos únicosejempla­ recen comentarse aparte: res. El cercano topónimo «El Colutea brevialata Lange Sabinal» sugiere que este ár­ (c. arborescens L. subsp. galli­ bol, distribuido por algunas ca Browicz). El «espantalobos» áreas de clima continental del (Fig. 9), arbusto de frutos hin­ Mediterráneo occidental, estu­ chados muy característicos, es vo más extendido en el pasa­ planta de carrascales y queji­ do (FERRÁNDEZ, 2003b). gales. En el S de la provincia Boleum asperum (Pers.) es muy raro y en el Cinca Me­ Desv. (Figs. 11 y 12). Crucí• dio solamente lo he hallado, fera leñosa, es endémica de las además, en Fonz. provincias de Huesca, Zarago­ Trinia glauca (L.) Dumort. za, Teruel y Lérida. Vive en Umbelífera dioica de pastos y cerros áridos y soleados azo­ matorrales secos, muy soleados. tados por el viento y es muy Los ejemplares hallados en abundante en la zona superior, Figura 9. Colutea brevialata fotografiado en la nuestra comarca (Almunia de laderas empinadas y algunas sierra de Guara cerca de Bierge. San Juan, Terreu, Binaced y Al­ repisas de las Ripas. Se le co- Figura 10. Las Ripas de Alcolea. colea de Cinca) podrían llevar­ nace con el nombre vulgar de se a la subsp. dufourii (DC.) G. Mateo & M. B. Crespo, endémica del va- <:

304 en Ayerbe, Montearagón, Ballobar y otros lugares del Bajo Cinca y Mone­ gros (FERRÁNDEZ, 1997: 284-285). Plantago lagopus L. Esta «yerba de cabezeta» es un llantén frecuente en pastos terofíticos que se instalan en pastizales secos, muchas veces con suelo removido y nitrificado, sobre suelo arcilloso. Sus poblaciones salpi­ can el S de nuestra provincia. Reichardia picroides (L.) Roth subsp. picroides. Compuesta muy esca­ sa en Huesca, de la que sólo se conocía una localidad, en Alquézar (VILLAR & al., 2001: 355), hasta que en este año 2003 la he ido recolectando en otros lugares, como el cerro de Las Cellas en Monzón, el cerro del Pino de Binaced o las Ripasde Alcolea. Tiene capítulos amarillos y hojas más o menos divididas, de color verde apagado, con la base de las cabezuelas hinchada y las brácteas bastante anchas y de borde membranoso.

Las Gesas Hay en el Cinca Medio y territorios vecinos (Litera, ), extensos territorios enclavados en la formación de yesos de Bar­ bastro, conocida popularmente como La Gesa, o aljezares en castellano. Esta formación geológica entra en contacto con la denominada «Peraltilla», que está constituida por areniscas y arcillas, pudiéndose ver a menudo la alter­ Figura 11. BaleUln asperum, detalle de las flores. nancia entre ambas, con curiosas formas de erosión en las areniscas, que incluyen arcos pétreos, monolitos, roquedos masivos y estratos tumbados, los que se aprovechaban antiguamente para tallar aljibes. La vegetación arbórea falta casi por completo, si bien debió de estar constituida mayoritariamente por carrascales, con algún sabinar de Junipe­ rus thurifera, como nos indica la monumental sabina «testigo» de Albelda, más algunos pinares de pino carrasco que vemos en ciertas «vales» de la Almunia de San Juan. Hay grandes extensiones cubiertas de romero y romerina, con (Salvia lavandulifolia), "albezón» o «abozo» (Asphodelus ramosus) y tas exclusivas tolerantes del suelo rico en sulfatos, las denominadas filas: abundan el asnallo (Ononis tridentata), la «badallera» struthium subsp. hispanica) y la curiosa Gramínea Agropyron subsp. pectinatum, junto con algunas jarillas (Helianthemum .~171·in.('T1111 squamatum), Limonium hibericum, Herniaria fruticosa, Coris sis, Malva trifida, Sideritis ilicifolia y Reseda stricta, con La,unclea y Lepidium subulatum en los escarpes. Otras son muy raras, minutas Campanula fastigiata y Centaurium quadrifolium subsp. rumo También hay zonas de coscojar denso con boj (Buxus sel1'We"" en algunas umbrías, y plantas como Thalictrum minus Arabis planisiliqua, Erysimum ruscinonense o Filipendula las plantas nitrófilas, arvenses o ruderales, destacan por su coum pendulum, Helianthemum ledifolium, Nepeta tuberosa ta y Filago congesta, o las endémicas de la Depresión del Figura 12. Baleum asperum junto al precipicio de Las Ripas de Alcolea. helioscopia subsp. helioscopioides y Valerianella

306 encontradas en Val Mayor. La «arañuela» (Nigella damascena) ya no es tan cheladas (Barbastro), Fonz y Castillonroy. La encontramos también en los ye­ rara, y quizá escapa de los jardines. Así mismo hallamos geófitos intere­ sos de la Almunia, así como en los de Tamarite de Litera, donde es relativa­ santes y raros, como Crocus nevadensis subsp. marcetii o Iris lutescens (FE­ mente abundante. RRÁNDEZ, 1997: 295-296). Euphorbia minuta Lascas & Pardo subsp. moleroi P. Montserrat & J. En las Gesas de la Almunia de San Juan cabe destacar además la pre­ V. Ferrández. Ya hablé en otro momento (FERRÁNDEZ, 1997: 286-287) del sencia de los siguientes taxones: hallazgo de una forma especial de Euphorbia minuta en la Almunia de San Astragalus exscapus L. (Fig. 13). Hallado recientemente en la Almunia Juan, San Esteban de Litera y Azanuy, que difería ligeramente del· tipo por de San Juan (FERRÁNDEZ, 2003a). Ésta es su única localidad conocida en su pilosidad corta constituida por papilas tricoides y destacaba por su sis­ España (con muy pocos ejemplares, y sobre la que pesa cierto grado de tema radical, con rizoma tortuoso muy desarrollado que da lugar a muchos amenaza), con otros Astragalus muy próximos endémicos del SE de Espa­ tallos. Posteriormente se describió como subespecie nueva (MONTSERRAT & ña (A. tremolsianus de la sierra de Gádor en Almería y A. cavanillesii de FERRÁNDEZ, 1998) y se halló una nueva localidad en Val Mayor, en una La Sagra granadina, Murcia, y posiblemente de Albacete). También hay otros cuádricula inmediata a las ya conocidas. Vive en suelo yesoso muy seco y relacionados en Marruecos, Argelia y Túnez. Astragalus exscapus forma par­ con poco grado de recubrimiento vegetal. te de la flora de carácter estépico de Centroeuropa, desde los Pre-Alpes sui­ zos e italianos, pasando por la República Checa y llegando hasta Turquía Torrollones de Gabarda (Huerto-Alberuela del Tubo) (tiene distribución sudeuropea-póntica). Ha debido de persistir en el NE ibé­ Constituyen un fantástico paisaje de tonos ocres, con muelas, esparpes rico de forma relicta desde el Terciario, como resto de la flora que duran­ y monolitos, enclavado en el borde septentrional de los Monegros oscenses te el período Messiniense lle­ (Fig. 14). gó desde el E del Mediterráneo En sus laderas domina el romeral y el espartal de Lygeum spartum. Se favorecida por la drástica de­ encuentran allí algunas especies citadas al principio de este artículo (Loe­ secación de ese mar hace unos flingia hispanica, Minuartia campestris, Linaria arvensis, Sedwn caespito­ 6 millones de años. Vive sum, etc.), y otras bastante extendidas en el S de Huesca, como Ephedra acompañado por Inula hele­ fragilis, Arenaria leptoclados, Astragalus sesameus, A. stella, Linum stric­ nioides y Coronilla minima tum, Mercurialis tomentosa, Limonium echioides, Neatostema apulum, Echi­ subsp. lotoides, en claros de naria capitata y Schismus barbatus. carrascal muy secos, sobre ar­ cillas que se intercalan entre Destacan además: los estratos de yeso. Neotorularia torulosa (Desf.) Hedge & J. Léonard. (Fig. 15). Crucífe• Thymelaea sanamunda ra ruderal de flores blancas y silicuas correosas distribuida desde el Caú­ All. Taxón termófilo ibero-oc­ caso y C de Asia hasta el N de África y España, donde es rarísima. En citano que hallamos en rome­ Flora iberica IV (CASTROVIEJO & al., 1993: 34) sólo se constataba su pre­ rales en varios puntos de las sencia en España en la provincia de Murcia, pero después fue hallada en Gesas de la Almunia de San la de Huesca por G. Montserrat, en Sena, mientras que por mi parte tuve Juan y en la Peña Blanca de la fortuna de encontrarla en el año 2003 en el paraje de Gabarda (Rincón Monesma. En principio, no se del Olivar), donde resulta abundante. Florece a lo largo del mes de abril y conoce de más lugares de vive sobre suelo arcilloso algo salino. Huesca (FERRÁNDEZ, 1997: Polygala rupestris Pourret subsp. rupestris. Poligalácea frecuente en la 287-288). Depresión del Ebro, con flores blanquecinas veteadas de color vinoso que Haplophyllwn linifolium resultan escasamente llamativas. Tiene cepa leñosa que hunde profundamente (L.) G. Don fil. subsp. linifo­ en el suelo, que puede ser arenoso bajo los Torrollones de Gabarda, donde liwn. Rutácea de vistosas flores acompaña al romero. En los Somontanos de Huesca suele vivir, en compa­ amarillas y olor fuerte caracte­ ñía del té de roca, en fisuras de rocas calizas o areniscas soleadas. Así mis­ rístico, resulta bastante escasa mo puede encontrarse en yesos. Figura 13. Astragalus escapus en en el conjunto de la provincia, la Almunia de San Juan. donde se localiza al S de Val-

308 309 CONCLUSIONES

Existe en el Cinca Medio una flora singular ligada a los medios más secos y soleados de nuestros sasos y muelas, y también a sus laderas cu­ biertas de pastizales y matorrales. Los taxones más interesantes son genui­ namente termófilos o estépicos, y en ocasiones su área de distribución está restringida al NE de la Península Ibérica o a la Depresión del Ebro. Mu­ chas de estas plantas no se han podido encontrar al N del área estudiada, lo que añade valor a su presencia en nuestra comarca, pues los montes del Somontano de Barbastro o La Litera Alta parecen constituir una barrera in­ franqueable para su dispersión.

BIBLIOGRAFÍA

CASTROVIEJO, S.; AEDo, C.; GÓMEZ CAMPO, e.; LAÍNZ, M.; MONTSERRAT, p.; MORA­ LES, R.; MU'ifoz GARMENDIA, E; NIETO FELINER, G., RICO, E.; TALAVERA, S. & VILLAR, L., eds., (1993), Flora iberica IV. Real Jardín Botánico. e.S.Le. 730 pp. Madrid. FERRÁNDEZ, J. V. (1997), 55 plantas destacadas del Cinca Medio. Cuadernos de CEHI­ MO, N.O 24: 273-300. Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio-Instituto Figura 14. Las formaciones rocosas de Gabarda, en los Monegros oscenses. de Estudios Altoaragoneses. Monzón-Huesca. FERRÁNDEZ, J. V. (2000), Aproximación a la flora y vegetación de los cerros y sasos de la comarca de Monzón in Actas del Congreso de Botánica en homenaje a Francisco Loscos (1823-1886): 621-624. Instituto de Estudios Turolenses. Ternel. FERRÁNDEZ, J. V. (2003a), Astragalus exscapus L. (Leguminosae), nueva especie para la flora de la Península Ibérica. Collectanea Botanica, vol. 26: 119-124. Barce­ lona. FERRÁNDEZ, J. V. (2003b), La sabina albar, Juniperus thurifera L. (Cupressaceae), en el Somontano oriental de Huesca (España). Ecología, núm. 17: 123-129. Minis­ terio de Medio Ambiente. Madrid. MONTSERRAT, P. & FERRÁNDEZ, J. V. (1998), Nueva subespecie de Euphorbia minuta Loscos & Pardo (Euphorbiaceae). Anales del Jardín Botánico de Madrid, 56(2): 381-383. C.S.LC. Madrid. VILLAR, L.; SESÉ, J. A. & FERRÁNDEZ, J. V. (1997), Atlas de la Flora del Pirineo Aragonés, vol. 1. XCI + 648 p. Consejo de Protección de la Naturaleza de Ara­ gón-Instituto de Estudios A1toaragoneses. -Huesca. VILLAR, L.; SESÉ, J. A. & FERRÁNDEZ, J. V. (2001), Atlas de la Flora del Pirineo Aragonés, vol. II. 790 pp. Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón• Instituto de Estudios Altoaragoneses. Zaragoza-Huesca.

Figura 15. Neotorularia torulosa, en el Rincón del Olivar de Gabarda.

310 311