Los Xinkas : Entre Evidencias Culturales Y Subjetividades
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105. lo s x i n K a s : e n t r e e v i d e n c i a s c U l t U r a l e s Y su BJETIVIDADE S Claudia Dary F. XXVIII SIMPO S IO DE IN V E S TIGACIONE S AR QUEOLÓGICA S EN GUATEMALA MU S EO NACIONAL DE AR QUEOLOGÍA Y ETNOLOGÍA 14 AL 18 DE JULIO DE 2014 EDITOR E S Bá r B a r a ar r o y o LUI S MÉNDEZ SALINA S LO R ENA PAIZ REFE R ENCIA : Dary F., Claudia 2015 Los xinkas: entre evidencias culturales y subjetividades. En XXVIII Simposio de Investigaciones Arqueoló- gicas en Guatemala, 2014 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y L. Paiz), pp. 1263-1271. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala. LOS XINKAS : ENTRE EVIDENCIAS CU L TURA L ES Y SUBJETIVIDADES Claudia Dary F. PALABRAS CLAVE Xinkas, marcadores étnicos objetivos y subjetivos, etnicidad. ABSTRACT This paper explores different elements which are important to define the Xinkas in the XXI Century within a broader viewpoint. In addition to ethnohistoric and some linguistic sources, it includes ethnographic evidence such as oral tradition, cosmovision and community organization INTRODUCCIÓN n 1880, el lingüista suizo, Otto Stoll (1958) planteó y que hay pocos elementos rescatables en su cultura…” Eque quedaban apenas pocos hablantes dispersos (García 2004). En este mismo tono, el Atlas Lingüístico de palabras sueltas del idioma xinka. Casi 60 años más de Guatemala, coordinado por Richards, sentenció que tarde, en 1938, el padre Jesús Fernández escribió que tan sólo 18 personas practicaban este idioma en el siglo el xinka apenas se hablaba “entre los ancianos de Gua- XXI (Pellicer 2005). Otros columnistas fueron más op- zacapán”. Cuando Harry McArthur visitó Taxisco, Chi- timistas y subieron la cifra de hablantes a 100 personas quimulilla y otros pueblos de lo que hoy es Santa Rosa, (Sacayón 2005). en los años cincuenta, descubrió que eran sólo unas Hacia 2001, Sasche indica que el error de concepto pocas personas de avanzada edad las que admitieron del término ‘hablante’ afectó sustancialmente su proyecto haber conocido algunas palabras sueltas de tal lengua de investigación, y la llevó a la búsqueda de informantes, (1966: 425). A inicio de los años 60, Otto Schumann aunque no necesariamente fueran hablantes. Agrega la (1967) trabajó con algunos hablantes de Guazacapán y autora que “en Chiquimulilla fue absolutamente impo- Chiquimulilla (Santa Rosa). Como lingüistas era obvio sible detectar ningún hablante, y la búsqueda entonces que los autores enfatizaban el idioma, dejando de lado pasó a estar concentrada únicamente en el municipio o de manera muy secundaria, otros aspectos culturales de Guazacapán.” Y agregó que “durante el primer perío- y sociales de la población local. do de trabajo de campo, encontramos ocho informan- A partir de los años 1990, y en medio de discusio- tes, con los cuales trabajamos. Solamente tres de ellos nes previas y post Acuerdo de Identidad y Derechos pueden ser considerados hablantes”. Sasche asegura de los Pueblos Indígenas (AIDIPI, marzo 1995), varios que “aunque las cifras oficiales de Guatemala o los esti- columnistas de medios se aventuraron a afirmar que mados del COPXIG sobre la existencia de aproximada- “esa lengua se ha extinguido en todas las comunidades mente cien hablantes activos deben considerarse como donde se habló…” (Carrera 2006). A pesar de esas leta- una exageración enorme” Agrega: “El conocimiento del les afirmaciones, el Acuerdo sí reconoce finalmente la idioma de los hablantes existentes debe calificarse como existencia de los xinkas con plenos derechos colectivos extremadamente deficiente, y los datos documentados al igual que el grupo maya, ladino y garífuna. A pesar de varían enormemente en ciertos aspectos. Es necesario esto, la polémica sobre “lo xinka” no termina. mencionar que el xinka ya no se usa para la comuni- En 2004, el diario Siglo XXI, en su suplemento do- cación cotidiana (…) podemos llegar a la conclusión minical apuntó que “se dice que hay menos de 20 xin- que parece no haber quedado ningún hablante de xinka cas en el país, que es una etnia en peligro de extinción, como su lengua materna, lo que vendría a apoyar la idea 1263 1264 Claudia Dary F. de que el xinka es una lengua muerta, más que en peli- auto adscripción étnica, lo cual es una perspectiva que gro de extinción.” (Sasche 2000). Si bien es innegable la recientemente es considerada por el Instituto Nacional relevancia de la aproximación lingüística sobre los xinka, de Estadística (INE). Eriksen (1993) acertó al indicar es importante observarles más allá del idioma. que la etnicidad es un constructo social y cultural que los antropólogos contribuyen a crear tanto como los su- EL DI L EMA XINKA jetos mismos (en Dary 2008: 70). Durante mis primeras incursiones en Santa María Con lo expuesto anteriormente vemos que el dilema Xalapán (mun. de Jalapa), hacia 2005, iba con la idea xinka o de la identidad xinka tiene dos aristas importan- preconcebida de encontrar población poqomam. Aun- tes: a) uno es que reduce la cultura xinka a uno de sus que algunos pobladores reconocían ser descendientes aspectos, si bien uno muy importante: la lengua o el de éstos, muchos otros se nombraban solo como “mon- idioma, es decir, hablar el xinka convierte a una persona tañeros o montañeses”, “indios”, “indígenas”, mientras en xinka, no hablarlo le convierte en otra cosa: ladina, que otros decían que eran “mistiados” o que sus abue- mestiza, etc. perspectiva con la que no concuerdo. Ade- los hablaban otro idioma que no se entendía con los más se equipara la pérdida lingüística a la extinción del “pínulas” ni con los “poqomes” de San Luis. Algunas grupo poblacional mismo, sin considerar los distintos personas comenzaban a reconocerse como “xinkas”. fenómenos sociales que incidieron en la disminución o Finalmente varios colaboradores locales me llevaron pérdida del idioma: el cambio socio-cultural, los trasla- con un par de ancianos de las aldeas La Paz y los Izotes dos poblacionales, la discriminación, etc. usualmente (parte de la referida Montaña). Ellos eran campesinos y se obvia que existen otros elementos importantes que analfabetas, y vivían en condiciones de extrema pobre- sirven para identificar culturalmente al grupo como za. Pronunciaron un listado de palabras que, para mi xinka, o de herencia xinka: ejemplos, la cosmovisión, sorpresa, coincidía con el vocabulario que Schumann la producción artesanal, la organización social, la na- había recogido en Guazacapán y Chiquimulilla en los rrativa oral y la experiencia social. b) La otra arista del años 60. Ejemplos de las palabras que dijeron en ese problema xinka consiste en conocer hasta dónde habi- entonces son: tortilla (mapu); servilleta (payumapu); taron los xinkas, cuáles fueron los límites geográficos de sal (pita), frijol (xinake), canasto (chiquigüite) aguacate su área de ocupación. (shaki), chile (naki). Lamentablemente estas personas En cuanto al primer tema resulta evidente que ha murieron a los pocos meses de haberlos conocido. existido un proceso de etnocidio estadístico y una mani- Uno de los aspectos que son útiles para saber los pulación en las cifras de la población indígena regional, nexos históricos entre los pueblos es el de su relaciona- y en particular de la xinka. Un ejemplo: desde la época miento con fines económicos o religiosos. Desde los 80 colonial hasta inicios del siglo XX, Jalapa fue reporta- cuando hice algunas investigaciones en Sana Catarina da como un municipio fundamentalmente indígena. Mita (Jutiapa), llamó mi atención que los pueblos po- Incluso en 1950, cuando se llevó a cabo el VI Censo qomames convergían en sus fiestas patronales. Para el de población, el municipio de Jalapa (depto. de Jalapa) 26 de noviembre, día de Santa Catarina, se juntaban en reportaba un 53.4% de su población como indígena, no las márgenes del río Ostúa, los de San Luis Jilotepeque, estableciendo si ésta era xinka o poqomam. Resulta que los San Pedro Pinula, los Santa Catarina Mita y los de en las últimas décadas, esta población ha resultado ser Ipala. Y de igual forma, para otras celebraciones de co- “no indígena”, o es nombrada simplemente como “gen- fradía de estos pueblos, arribaban poqomames de varias te con antecedentes indígenas”. Así, en el IX Censo de localidades pero nunca se hacían presentes ni los de Población de 1981 se reporta para este mismo munici- Santa María Xalapán ni los de Alzatate. Esta situación pio un 14.88% de población indígena y según el último me pareció interesante porque implica la existencia censo, el del 2002, queda solo un 8.45%. La pregunta o inexistencia de una hermandad religiosa y-o étnica. que sigue es ¿qué pasó con esa población indígena? Me faltaba observar cómo se integraban los xalapanes desapareció, se asimiló o estamos frente a deficiencias y los alzatatenses. Hacia 2002, en San Luis y Pínula, metodológicas para recabar los datos o para hacer las se dijo que éstos (xalapanes) eran “aparte”. En efecto, preguntas adecuadas (DGA 1950:40; IGN 1984: 472; la relación de estos es entre sí y con Mataquescuintla, INE 2002; Dary 2008). también hay leyendas que los vinculan con la gente de En parte por ello, sostengo que, actualmente el ser Guazacapán (Santa Rosa). La relación de los poqoma- o no ser xinka, es una cuestión subjetiva, un asunto de mes de San Luis con los indígenas de Santa María Jala- Los xinkas: entre evidencias culturales y subjetividades 1265 pa ha sido muy tenue en lo que se refiere a espacios de respecto indicando que en esas “montañas de Xalapán” reivindicación étnica (en cuanto a aspectos prácticos y la gente habla otra cosa “que no es pocom” (Segura Lo- proyectos de desarrollo productivo y aspectos de salud renzana 2001).