Pierre Bourdieu Horno Academicus
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pierre bourdieu horno academicus ~ siglo veintiuno ~ editores siglo veintiuno editores argentina e.a, Tuo'mán ¡Ó2¡ 7" N (CIO;,OAACj, Buenos Aires, Argentina siglo veintiuno aditores, s.a. de c.v. Cerro del aglla ~4H, Delegarión Coyoacán (0431<,j, D.F., México siglo vaintiuno da españa editores, e.e, r/Menéndez Pidal, 3 BIS (28006) Madrid, España cultura Libre BOllrdicu, l'kl"rc Ilomo acarlemkus - 1a ed.. Buenus Ain" : Siglo XXI Editores Argentilla, 2008. / /320 p. ; 23x16 cm. (Bihlioteca Clásica) Trad"cido por: AI";el Dilon / / lSI3N 97H-987-629-028-9 1. Sociología. 1. Aricl Diloll, trad. 11. Título cun 30t (;"1 mml'llJ!!', pllblii d"n.'· 1, mdTl' riu J'r"/-.,rr"'nm~ ri' AúJ,- a 1" I'ulifimliun lfirlmia Orr¡mp", lihuY/á" du .,mtli/", du MinúlÍ're riel Affaire.l J<.'lralllim, el <lu.Yl"IJia (;"Üure¡ ,J,- l' ¡\m/i(l.,mde de Fmnre m, Ar¡;mtinr. Est" ohra, publicad;, (-'11 el marco del I'rogranm d", A)-~"la a la t:di"jón Vid"ri" O"amjlo, ha sido beneficiada con d apoyo dd Minim'l;o d,' Asunlos Extranjeros y del Servicio Cull.Ural <1(-' la Emlmjada d", Frdll<j;¡ en la Argentina. l ñulu origill;IL Homo amdem;w.\ © 1~)H1, Les ¡~dil.io!ls de Millllit © ~ooH, Siglo XXI blitolt's ArK",mina S. A. Dist'ú" d" illleri",·: tholón kunst I"'pr"so "11 C,,,fiIlOr .1 / Lamadrid 1;,7(;, Villa Ballest.er, "n d IIll'S d" mayo <1", ~()oK. Ilnho"¡ d"l,,,siro que marca la ley 1 l. 7~3 Impres" 1:11 Arg-<,lltilla j/ \1ad" in Argenuua Índice Agradecimientos \1 1. ¿Un "libro para quemar"? 11 El trabajo de construcción y sus efectos 17 Individuos empíricos e individuos epísrémícos 35 2. El conflicm de las facultades 53 Distanciamiento y adhesión 61 Competencia científica y competencia social 88 3. Especies de capital y formas de poder 99 La estructura del espacio de los poderes 1O{; Los profesores comunes y la reproducción del cuerpo 114 Tiempo y poder 122 Los heréticos consagrados 142 Adversarios cómplices 151 El aggiornamento 157 Posiciones y tomas de posición 167 4- Defensa del cuerpo y ruptura de los equilibrios 171 Las sustituciones funcionales 181 Una crisis de las sucesiones 188 Una finalidad sin fin 193 Un orden temporal 197 La ruptura de los equilibrios 203 5, El momento critico 207 Una contradicción específica 211 La sincronización 225 La crisis como un revelador 232 8 HOMo ACADEMICUS Opiniones publicadas 240 La ilusión de espontaneidad 244 Anexos 249 l. Las fuentes utilizadas 251 2. Transformaciones morfológicas de las facultades y las disciplinas 267 Las transformaciones morfológicas de las facultades 268 Las transformaciones morfológicas de las disciplinas 271 3. El ranking de los intelectuales franceses ° ¿quién será eljuez de la legitimidad de los jueces? 273 4. Los análisis de las correspondencias Ú~7 Posfacio 289 Índice analítico 307 Índice de tablas y gráficos 31S Agradecimientos Agradezco a todos aquellos que han tenido a bien ayudarme respondiendo mis preguntas, entregándome documentos e informaciones, releyendo una u otra de las versiones preliminares de este texto; aquí encontrarán, eso espero, la huella fiel de sus sugerencias y de sus críticas. Las lecturas previas de [as que he podido beneficiarme, en un círculo más numeroso y más amplio que el acostumbrado, han contribuido mucho, al menos a mi modo de ver, al control cientíllco de este trabajo. Mis primeros lectores me han ayudado también a superar la angustia de la publicación en la medida en que las correcciones o las confirmaciones que pudieron aportarme, a partir de puntos de vista muy diferentes, hall contribuido a franquearle a mi análisis los límites inherentes al hecho de ocupar una posición cn el espacio analizado. Quiero agradecer rllny especialmente a YveUe Ddsaut, quien ha participado en todas las etapas del trabajo, desde la recopilación de las fuentes y la investigación de las informaciones hasta la elaboración y el análisis de los datos, y sin la cual este trabajo no habría podido ser lo que es, l. ¿Un "libro para quemar"? Y ellos no quieren que se haga la historia de los historiadores. Lo que quieren es agotar completamente la indefinición del detalle histórico. Pero no quieren, ellos, pasar a ser tenidos en cuenta en esa indefinición del detalle histórico. No quieren encontrarse dentro del rango histórico. Es corno si los médicos no quisieran estar enfermos y morirse. el 1. PÜ;\IY, L 'urgenl, sude Al tomar por objeto un mundo social en el que uno se halla com prendido, se obliga a tropezar, bajo una forma que podría llamarse dramati zada, con una cierta cantidad. de problemas epistemológicos fundamentales, ligados todos ellos a la cuestión de la diferencia entre el conocimiento prác tico y el conocimiento erudito, y especialmente a la dificultad particular de la ruptura con la experiencia nativa, originaria, y de la restitución de! conocí• miento obtenido al precio de dicha ruptura. Uno sabe qué obstáculo repre sentan para e! conocimiento cicnufíco tanto el exceso de proximidad como el exceso de distancia, y La dificultad de instaurar esa relación de proximidad rota y restaurada que, al precio de un largo trabajo sobre el objeto pero tam bién sobre el sujeto de la investig-ación, permite integrar todo aquello que no se puede saber a menos que uno lo sea y todo aquello que no se puede o no se quiere saber porque uno lo es, Uno sabe menos, tal vez, los problemas que hace surgir, particularmente en materia de escritura, el esfuerzo por transmitir el conocimiento cientí• fico del objeto, y que puede verse espeóalmente a propósito de la ejempli fimdlín: esa estrategia retórica comúnmente empleada para "hacer com prender", pero incitando al lector a abrevar en su experiencia, y por ende, a comprometer clandestinamente en su lectura una información incontro lada, tiene como efecto casi inevitable hacer caer en el plano del conoci miento ordinario construcciones científicas que han debido ser conquista- 12 HüMO ACADEMICUS das contra él. 1 Basta asimismo incluir nombres propios -¿y cómo renun ciar completamente a hacerlo tratándose de universos en los que una de las jugadas es "hacerse UJl nornbrc">- para estimular la tendencia del lec tor a reducir al individuo concreto, sincréricamente aprehendido, ese otro individuo construido que no existe corno tal sino en el espacio teórico de las relaciones de identidad r de diferencia entre el COl-UUIltO explícita• mente definido de sus propiedades r los conjuntos singulares de propieda des, definidas según los mismos principios, que caracterizan a los otros in dividuos. Pero por más que se lleve hasta el extremo el esfuerzo por desterrar to das las notaciones amenazadas de funcionar en la lógica ordinaria -la del chisme, la de la maledicencia o la calumnia, o la del libelo y el panfleto que, si de buena gana se disfrazan en nuestros días de análisis, no sacrifican una sola anécdota, un solo rasgo, una sola palabra, al placer de lastimar o de brillar; por más que se renuncie metódicamente, como aquí, a invocar los asuntos no obstante conocidos por todos, las relaciones declaradas en tre los universitarios y el periodismo, sin hablar de las relaciones escondi das, familiares o de las otras, que los historiadores pondrán su honor en juego en descubrir, a pesar de todo no se ha de escapar a la sospecha de ejercer una acción de denuncia de la que el propio lector es ciertamente responsable. Es él quien, al leer entre líneas, al llenar más o menos cons cientemente los blancos del análisis o, simplemente, "al pensar, como se dice, en su propio caso", transforma el sentido y el valor del protocolo de liberadamente censurado de la encuesta científica. Por no poder escribir todo lo que sabe, y que sus lectores más dispuestos a denunciar sus "demrn cias" saben a menudo mejor que él, pero de un modo totalmente diferente, el sociólogo corre el riesgo de aparentar sacrificarse a las estrategias más probadas de la polémica, la insinuación, la alusión, la media palabra, el so brentendido, y otros tantos procedimientos tan especialmente caros a la re tórica universitaria. Y sin embargo esta historia sin nombres propios a la que se reduce no se adecua más a la verdad histórica que el relato anccdó• tico de los hechos y gestos de los agentes singulares, célebres o desconocí- ']'Jlll" 1'I'·ll,u"..nre roucienr-ia (!<- "'["l'rohkTl)~ cuando m",:ho, de mis prillwr", I..dore' me' pidieron "dar ej..mplos"' a propósito de análisis de los ,¡"..yo h~bí~ excluido cu"sci.."r...mente todas las informadones "anecdóti• cas". incluso las más "onocidas por los "medios hi..n informados". esas mismav <]ue r-l periodismo o el eusavismo seJlsacionalista se apresuran a desvelar. ¿UN "UBRO PARA QUEMAR"? 13 dos, al cual se sacrifica de buena gana la historia, vieja o nueva: los efectos de la necesidad estructural del campo no se cumplen sino a través de la contingencia aparente de las relaciones personales, fundadas en el azar so cialmente arreglado de los encuentros y de las frecuentaciones comunes y en la afinidad de los habit.us, vivida como simpatia o antipatía. ¿Ycómo no lamentar que sea socialmente imlJl!silJÚ! probar y hacer experimentar lo que yo creo que es la verdadera lógica de la acción histórica y la justa filosofía de la historia, utilizando plenamente las ventajas inherentes a la relación de pertenencia, que permite acumular la información recogida por las técni cas objetivas de la encuesta y la intuición intima de la familiaridad? Así, el conocimiento sociológico está siempre expuesto a ser llevado a la visión primera por la lectura "interesada" que se adhiere a la anécdota y a los detalles singulares y que, al no poder ser detenida por un formalismo abstracto, reduce a su sentido ordinario las palabras comunes a la lengua erudita y a la lengua general.