ECOS, Año 21, Edición especial, 2018 Asociación Católica Cubana para la Comunicación

ECOS, Año 21, Edición especial, 2018 Asociación Católica Cubana para la Comunicación Índice de artículos Editorial------4 PRESENCIA OCIC-SIGNIS en el Festival Habanero, por Jorge Villa------.5 Cambio climático: Iglesia y Cine, por Manuel Vargas------13 SIGNIS ALC y la JMJ 2019, por Jorge Villa------15

REFLEXIONES 1968 en Cuba: un año partido en dos, por J. A. García Borrero-17 Love o el amor sin límites, por Giselle Aparicio------20 ¿Para que sirve un diálogo?, por J. A. García Borrero------21

ANIVERSARIOS XL Aniversario de un festival, por Julio César Perea------24 50 años de un clásico, por Jorge Villa------26 Para saber de cine: Historia del cine, por Arístides O´Farrill---28 De cierta manera: un imprescindible de la televisión, por Julio César Perea------32 Los 50 años de Lucía, por Cuco Mártinez------34 Claudia, el tiempo, la nostalgia y la melancolía, por Arístides O´Farrill------36

DE NUESTRA AMÉRICA Adiós a Nelson Pereira dos Santos, por Cuco Mártinez------40 Una cubana en Hollywood, por Jorge Villa------41 Jim Claviezel y la trata de niños, por Javier Jorge------44

Cine amazónico, por Cuco Mártinez------45

De todo un poco Premio Nacional de Cine, por Julio César Perea------47 Premio Nacional de Radio, por Giselle Aparicio------48 Panorama------49 Publicación de SIGNIS CUBA DIRECCIÓN EDICIÓN SIGNIS CUBA Jorge Villa CORRECCIÓN DISEÑO Julio César Perea Giselle Aparicio

El año 2018 es el año del XX Aniversario de la Revista ECOS, cuyo primer número saliera en marzo de 1998.

Los obstáculos continúan para materializar la publicación de nuestra revista, la cual ha visto disminuida su tirada anual de 4 números desde su surgimiento, a dos tiradas anuales, para finalmente verse fuertemente reducida a un solo número anual y en formato digital.

No obstante, la tenacidad y loable esfuerzo de todos los que cooperan y trabajan para la misma, ha permitido realizar esta edición especial, dedicada fundamentalmente al cine de nuestra América y a varios aniversarios importantes de nuestra cultura, principalmente al XL Aniversario del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Algunas otras secciones tradicionales de nuestra revista, también podrán ser encontradas en esta nueva edición.

No es intención terminar este editorial sin hacer una breve referencia a la cita cinematográfica habanera, dado que el festival de cine a lo largo de los años, nos ha mostrado un incremento en fomentar el espectro en temáticas primordiales, particularmente aquellas que afectan Latinoamérica, desde las dictaduras militares del pasado, hasta las nuevas alianzas ideológicas y políticas, sin olvidar las crisis en las relaciones entorno y sociedad y aquellas que surgen en las familias, y no sólo en aquellas llamadas disfuncionales.

Sus secciones paralelas han tenido y tienen como objetivo, entre otros, el intercambio de reconocidas figuras con la prensa acreditada y también proponer la búsqueda de medios que ayuden a consolidar la formación de un público conocedor, responsable y crítico ante la proyección de cualquier material audiovisual.

SIGNIS Cuba estará presente en el festival habanero con un prestigioso jurado, siguiendo el camino abierto desde 1984 por nuestra querida presidenta emérita Gina Preval.

Bienvenida la XL Edición del Festival Habanero.

El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano cumple 40 años y para SIGNIS Cuba es motivo de júbilo. Muchas son las causas de nuestra alegría, pero principalmente por lo que este evento ha representado para la formación de una cultura cinematográfica y de promoción del cine de nuestra patria grande, y en lo particular, para la iglesia católica cubana, representa el más alto nivel de intercambio con la cultura de nuestro país.

Han pasado 40 años desde aquel 3 de diciembre de 1979 en que Cuba abrió las puertas al cine latinoamericano. En estas 4 décadas transcurridas hay que recordar el trabajo encomiable de dos figuras representativas de la pastoral cinematográfica cubana, Gina Preval y Walfredo Piñera, cuya labor, junto a otras personalidades, le hicieron ganar a la OCIC nacional un merecido prestigio y respeto en el ámbito cultural de nuestra nación. Esto fue sin duda la causa principal por la cual el Comité Organizador invitara en 1984 a OCIC-Mundial a formar un jurado. Decisión sabia que se ha mantenido ininterrumpidamente hasta nuestros días.

Mucho ha sido el camino andado por OCIC – SIGNIS y por los organizadores del Festival. Quizás nunca imaginamos, en aquella primera edición que el festival llegaría hasta el siglo XXI, pues en aquel entonces las salas de cines, bien numerosas en aquella época aunque no todas destinadas a la programación del festival, no se llenaban, no había colas para ver las películas que se exhibían. Un escepticismo flotaba en la población, la cual creía que sólo iba a ver en la pantalla miseria o panfletos políticos. Pero poco a poco ese escepticismo fue desapareciendo desde la mismísima segunda edición con filmes tan sobresalientes como Los pequeños privilegios, el cual además contaba con la actuación de uno de los actores mexicanos más cotizados de aquel momento, Pedro Armendáriz, hijo. Ya para 1982 la afluencia de público había crecido tanto, que se hizo necesaria la incorporación de otras salas para la proyección de películas concursantes.

Otro acontecer importante ocurre en 1992 cuando se toma la feliz decisión de ampliar la magnitud del festival y junto a la programación de las obras en concurso, realizar muestras paralelas dedicadas a una cinematografía determinada, o a una personalidad, permitiendo al gran público confrontar obras de reciente realización o sencillamente volver a ver películas representativas de la historia del cine.

Damos la bienvenida a la XL edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y recordemos a continuación los premios otorgados por OCIC-SIGNIS desde 1984 hasta la fecha.

Premio OCIC 1984 – Diles que no me maten/Venezuela/ D: Freddy Siso

Menciones:

- Remitente Nicaragua (Carta al mundo)/Argentina/D: Fernando Birri - Gregorio/Perú/D: Grupo Chaski - Una vida para dos/Documental/Cuba/D: Gerardo Chijona

Premio OCIC 1985 – Las madres de la Plaza de Mayo/EE.UU./D: Susana

Muñoz y Lourdes Portillo

Menciones:

- O Bahiano Fantasma/El bahiano fantasma/Brasil/D: Denoy de Olivera - Niños desaparecidos/Documental/Cuba/D: Estela Bravo - Frei Tito/Documental/Brasil/D: Marlene Franca

Premio OCIC 1986 – O Cor do Seu Destino/El color de su destino/Brasil/D: Jorge Durán

Menciones:

- Mulheres da Terra/ Mujeres de la tierra”/Documental/Brasil/D: Marlene Franca - La nariz de fuego/Documental/Colombia/D: Juan A. Garcés - Hombre mirando al sudeste/Argentina/D: Eliseo Subiela - A Igreja Dos Oprimidos La Iglesia de los oprimidos/Documental/Brasil/D: Jorge Bodanszki y Helena Salem - Niños deudores/Documental/Cuba/D: Estela Bravo

Premio OCIC 1987 – La noche de los lápices/Argentina/D: Héctor Olivera

Menciones:

- Pé ne Caminhada/Pie en marcha/Documental/Brasil/D: Conrado Berning - La deuda interna/Documental/Argentina/D: Miguel Pereira - Una mirada amistosa/Documental/Cuba/D: Octavio Cortazar - En nombre de Dios/Documental/Chile - España/D: Patricio Guzmán

Premio OCIC 1988 Ex - Aequo – La boca del lobo/Perú – Francia/D: Francisco Lombardi/Cien niños esperando un tren/Documental/Chile/D: Ignacio Agüero

Menciones:

- Solas o mal acompañadas/Documental/Argentina/D: Silvia Chanbillar y Laura Bua - La amiga/Argentina - Alemania/D: Jeanine Marapfel

Premio OCIC 1989 Ex - Aequo – Últimas imágenes del ufragio/Argentina/ D: Eliseo Subiela/Que Bon Te Ver Viva/Que bueno verte iviva/Documental/Brasil/D: Lucía Murat

Premio OCIC 1990 Ex - Aequo – Después de la tormenta/Argentina/D: Tristán Bauer/Una gota en el Mar/Documental/Cuba/D: Belkis Vega

Menciones:

Ava y Grabriel: una historia de amor/Antillas Holandesas

Premio OCIC 1991 Ex - Aequo – Cabeza de vaca/México – España/D:

Nicolás Echevarría/A Guerra Dos Meninos/La guerra de los niños/Documental/Brasil/D: Sandra Werneck

Menciones:

Jericó/Venezuela/D: Luis Alberto Lamata

Premio OCIC 1992 – La frontera/Chile – España/D: Ricardo Larraín

Premio OCIC 1993 Ex – Aequo – Fresa y chocolate/Cuba – España – México/D: Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío/La deuda de la vida/Documental/Brasil/Octavio Becerra

Menciones:

- Golpes a mi puerta/Cuba - Venezuela/D: Alejandro Saderman - Bartolomé de las Casas (La leyenda negra)/México/D: Sergio Olhovich - Cambiando vidas/Documental/Cuba/D: Lizette Vila

Se hizo además un reconocimiento Especial a la Escuela Internacional de Cine y televisión de San Antonio de los Baños

Premio OCIC 1994 – Amnesia/Chile – Francia – México/D: Gonzalo Justiniano

Menciones:

- Madagascar/Cuba/D: Fernando Pérez - Estado del tiempo/Documental/Cuba/D: Luis Felipe Bernaza

Premio OCIC 1995 – La nave de los locos/Argentina – España/D: Ricardo Wulicher

Menciones:

Cuestión de fe/Bolivia/D: Marcos Loyza Jaime de Nevares: último viaje/Documental/Argentina/D: Marcelo Céspedes, Carmen Guarini

Premio OCIC 1996 – El dedo en la llaga/Argentina – España/D: Alberto Lecchi

Menciones:

- Aire libre/Venezuela - Canadá/D: Luis Armando Roche

Premio OCIC 1997 – Cenizas del paraíso/Argentina/D: Marcelo Piñeyro

Menciones:

- Bajo bandera/Argentina/D: Juan José Jusid - Un lugar en el paraíso/Dinamarca – Costa Rica/D: Peter Ringgard

Premio OCIC 1998 – La vendedora de rosas/Colombia/D: Víctor Gaviria

Menciones:

- Gringuito/Chile/D: Sergio Castilla - La vida es silbar”/Cuba/D: Fernando Pérez

Premio OCIC 1999– Garaje Olimpo/Argentina –Italia– Francia/D: Marcos Becáis

Menciones:

- Sólo gente/Argentina/D: Roberto Maiocco - Río escondido/Argentina/D: Mercedes García Guevara

Premio OCIC 2000– La espalda del mundo/Documental/España – Perú/ D: Javier Corcuera

Menciones:

- Por la libre/México/D: Juan Carlos de la Llaca - Las cenizas del volcán/Documental/España/D: Pedro Pérez Rosado

Premio OCIC - SIGNIS 2001 – El hijo de la novia/Argentina – España/D: Juan José Campanella

Menciones:

- Video de familia/Cuba/D: Humberto Padrón

Premio SIGNIS 2002 – Cidade de Deus/Ciudad de Dios/Brasil/D: Fernando Meirelles

Menciones:

- Lugares comunes/Argentina/D: Adolfo Aristarain - La milpa/Documental/México/D: Patricia Rigen

Premio SIGNIS 2003 – Carandiru/Brasil/D: Héctor Babenco

Menciones:

- Cautiva/Argentina - Cuba/D: Gastón Birabén

Premio SIGNIS 2004 – Machuca/Chile – España – Francia/D: Andrés Wood

Menciones:

- María llena eres de gracia/EE.UU. - Colombia/D: Joshua Marston - El cielito/Argentina - Francia/D: María Victoria Menis

Premio SIGNIS 2005 – Habana Blues/España – Cuba - Francia/D: Benito Zambrano

Menciones:

- O Xadres des Cores/El ajedrez de los colores/Brasil/D: Marcos Schiavon

Premio SIGNIS 2006 – Crónica de una fuga/Argentina/D: Israel Adrián Caetano

Premio SIGNIS 2007 – Matar a todos/Uruguay – Chile – Argentina/ D: Estebán Schroeder

Premio SIGNIS 2008 – Leonera/Argentina- Corea del Sur- Brasil /D: Pablo Trapero

Menciones:

- Linha de passe Línea de pase/Brasil - Francia/D: Walter Selles y Daniela Thomas

Premio SIGNIS 2009 – El traspatio/Backyard/México /D: Carlos Carrera González

Menciones:

- El último verano de la Boyita/Argentina/D: Julia Solomonoff

Premio SIGNIS 2010 – José Martí: el ojo del canario/ Cuba/D: Fernando Pérez Mención:

- Jean Gentil/ Republica Dominicana- México/ D: Laura Amelia Guzmán, Israel Cárdenas.

Premio SIGNIS 2011 – Los últimos cristeros/México/D: Matías Mayer

Premio SIGNIS 2012 – No/Chile/Pablo Larain

Menciones:

- Elefante blanco/Argentina- España- Francia/D: Pablo Trapero - O afinador/Brasil/ El afinador/ D: Fernando Camargo y Matheus Parizi

Premio SIGNIS 2013 – La reconstrucción/Argentina/Juan Esteban Taratuto

Premio SIGNIS 2014 – Conducta/Cuba/Ernesto Daranas

Menciones:

- La pared de las palabras/Cuba /D: Fernando Perez - A Estada 47/ Ruta 47/Brasil – Italia - Portugal/D: Vicente Ferraz

Premio SIGNIS 2015 – Campo grande/Brasil - Francia/Sandra Kunis

Premio SIGNIS 2016 - Aquarius/ Brasil- Francia/ Kieber Mendoca

Premio SIGNIS 2017 – A tus ojos/Brasil/D. Carolina Jabor

Mención:

- Plaza París/Brasil/D: Lucía Murat

Cambio climático: iglesia y cine

Por Manuel Vargas

No convirtamos las tierras de Oriente, donde apareció el Verbo de paz, en oscuras extensiones de silencio. Basta de contraposiciones obstinadas, basta de la sed de ganancia, que no se detiene ante nadie con tal de acaparar depósitos de gas y combustible, sin ningún cuidado por la casa común y sin ningún escrúpulo en que el mercado de la energía dicte la ley de la convivencia entre los pueblos. Así se expresó el Papa Francisco el pasado 7 de julio para pedir por la paz en el Oriente Medio y recordándonos como el descuido por el bienestar de la casa común va deteriorando nuestro entorno.

Para muchos de nosotros la preocupación por el bienestar de la casa común y el cambio climático, es una problemática del mundo actual, pero es conveniente recordar que a mediados de la década de 1950 les efectos del cambio climático comenzaban hacerse sentir y era ya preocupación de algunas personas e instituciones.

El autor teatral Norman Krasna en su obra Kind Sir, dedica un parlamento amplio a esta temática, en una escena donde el personaje principal se dirige a un amplio auditorio donde expresa su preocupación por el cambio climático. Este pasaje de la obra fue respetado íntegramente por el director Stanley Donen cuando fue llevada a la pantalla en 1958 bajo el nombre de Indiscreta. Posteriormente cuando la obra subió a las tablas en la década de 1960, la actriz Ann Sheridan actualizó, con el consentimiento del autor, la puesta en escena, haciendo referencia al cambio climático en otros momentos de la representación.

La Iglesia Cubana y sus comunicadores no han estado ajenos a esta inminente situación y han hecho un llamado ante la responsabilidad, que como iglesia tenemos. Programas educativos, proyectos de instrucción, la crítica respetuosa y oportuna, son algunas de las acciones que nuestra iglesia se ha propuesto y que están al alcance de las comunidades, las cuales pueden promover, además, el qué hacer con los desechos y como llevar a cabo una acción conciente del consumo. Es imprescindible la toma de conciencia de todos en nuestras comunidades ante un fenómeno que nos afecta cada vez más, con potentes huracanes azotando nuestro país y sin olvidar los largos períodos de sequía.

Y ya que comento sobre los huracanes, nuestro país y su ubicación geográfica, lo hacen de alto riesgo ante este tipo de fenómeno, el cual a su paso provoca dolor e incertidumbre, entre otras consecuencias, por la escasez de recursos económicos de la población para enfrentar sus efectos devastadores.

Esta situación posterior al paso de un fenómeno natural desencadena otros efectos llamados colaterales que abarcan desde la devastación ya mencionada, a daños a los ecosistemas y cuantiosas pérdidas materiales. Gracias al sistema cubano de prevención y evacuación, generalmente no se reportan pérdidas de vidas humanas y cuando las mismas han ocurrido la causa fundamental ha sido por alguna indisciplina imputable al fallecido.

Es imprescindible que recordemos que como comunidad siempre podemos hacer algo para ayudar, alertar ante una posible vulnerabilidad. Educar con respeto y alegría siempre es posible. Recordemos que nuestra misión en la tierra es servir. SIGNIS ALC Y LA JMJ 2019

Por Jorge Villa

on motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Panamá 2019, son varias las actividades que se están desarrollando por distintas

Casociaciones y organizaciones para la gran cita, de las cuales destaca el proyecto SIGNIS ALC Joven, convocado por la Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación.

Es un proyecto que tiene su embrión en los comunicadores jóvenes líderes de las asociadas nacionales de Latinoamérica y Caribe y que contempla la formación de los mismos en todos los aspectos, profesional, intercultural, espiritual y político.

El programa de formación comenzó en noviembre de 2017 y se extenderá hasta enero de 2019, bajo la inspiración del “Laudato Si”. El mismo cuenta con la asesoría metodológica y profesional del Dr. Jaime Carril (Chile), Máster y Doctor en Comunicación y Periodismo. Este programa abarca también encuentros presenciales y virtuales de los que participarán referentes comunicadores jóvenes de las asociadas; y una actividad final, que será un “Encuentro de Jóvenes Comunicadores”, durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ Panamá 2019).

Los comunicadores jóvenes de cada asociada que integren este proyecto, y que hayan sido seleccionados como líderes en sus respectivas asociadas, también serán corresponsales de la JMJ 2019. En simultáneo, estos coordinadores jóvenes promoverán la multiplicación de lo aprendido en los encuentros presenciales y virtuales de formación, en la SIGNIS Joven de su asociada nacional.

El primer encuentro presencial tuvo lugar en la Ciudad de Panamá del 15 al 20 de mayo, donde los jóvenes comunicadores pudieron compartir además con los directivos de SIGNIS ALC, quienes impartieron los talleres de formación sobre Educomunicación, Liderazgo, Producción de audiovisuales, Comunicación y valores, Comunicación y democracia y cerró el taller Imagen y Espiritualidad. Este primer contacto fue enriquecido con diferentes paneles de personalidades invitadas, de los cuales vale destacar el de Experiencias interculturalidad: géenero, tema indígena, tema afro, con la participación de la Sra. Eunices Meneses de la Arquidiócesis de Panamá. También Monseñor Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá, compartió con los jóvenes y ofició la Santa Misa.

Visitas de interés cultural, histórico y religioso, fueron realizadas por los jóvenes, quienes fueron especialmente acogidos por trabajadores y directivos de Radio María en Panamá. Muy emotiva e interesante fue la Misa Negra, oficiada en la Capilla de Monte Alverna, sede del encuentro.

SIGNIS Cuba presentó la delegación más nutrida, formada por la representante de SIGNIS Cuba Joven, Amalia Ramos y los jóvenes Adrián Martínez y Jorge Luis Nodal, este último de la diócesis de Cienfuegos.

Es de interés señalar que el pasado 4 de julio, la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019 lanzó la versión internacional del himno oficial “Hágase en mí según tu palabra”, el cual fue presentado durante la 48° Cena de Pan y Vino organizada por la Arquidiócesis de Panamá en beneficio del Seminario Mayor San José. El himno fue compuesto por el panameño Abdiel Jiménez y ha sido grabada en los cinco idiomas oficiales de las JMJ: español, inglés, francés, italiano y portugués. El mismo es cantado por los panameños Gabriel Díaz y Marisol Carrasco (español), Lucía Muñoz y Pepe Casis (italiano), Naty Beitia (francés), José Berástegui y Eduviges Tejedor (inglés) y Kiara Vasconcelos y Erick Vianna (portugués).

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1968 EN CUBA: UN AÑO PARTIDO EN DOS

Por Juan Antonio García Borrero

La segunda sesión teórica 24 Taller Nacional de Crítica Cinematográfica, tuvo al año 1968 como eje temático de los dos paneles celebrados. En el primero, moderado por Antonio Mazón Robau, los panelistas María Antonia Borroto Trujillo y Reynaldo González nos hablaron de la presencia de la Guerra de los Diez Años en el cine cubano de esos momentos, mientras que el realizador Alejandro Gil expuso sobre su experiencia vinculada al rodaje de Inocencias, un filme todavía en post-producción que aborda el fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina durante la colonia española. En el otro panel, que condujo Mario Naito, se examinaron de modo puntual algunos filmes: Dolores Calviño reflexionó sobre Aventuras de Juan Quinquín, de Julio García-Espinosa, Daniel Céspedes sobre Lucía, de Humberto Solás, y Mario Espinosa sobre Coffea Arábiga.

A mí me encargaron hablar de Memorias del subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea, pero preferí disertar sobre el año 1968 y lo que esa fecha todavía significa para nuestro imaginario nacional. Desde luego, comencé haciendo promoción de ese gran libro colectivo que coordinara Mariano Mestman con el título de “Las rupturas del 68 en el cine de América Latina” (Editorial Akal, 2016), y que en breve tiempo se ha convertido en un referente insoslayable para todos aquellos que desean obtener una visión de conjunto de lo sucedido ese año en el área.

Mi contribución para ese volumen se titula “Revolución, Intelectual y Cine. Notas para una intrahistoria del 68 audiovisual”, y en la misma parto de una idea manejada por el estudioso Rick Altman en su ensayo Otra forma de pensar la historia del cine, al proponernos “el modelo de las crisis” como herramienta de aproximación historiográfica. Para Altman, no es la estabilidad de los fenómenos que el historiador tradicional insiste en llamar “identidad” lo que explicaría el desarrollo de esa realidad que luego se simplifica teleológicamente en la Historia- relato, sino en todo caso la problematización de lo móvil, de lo que escapa constantemente a la domesticación epistemológica. Los enfoques del audiovisual cubano no han podido evadir esa voluntad de amansar las contradicciones que nos prodiga la realidad. Pensemos en las diversas maneras de nombrar, por ejemplo, el período fundacional del cine revolucionario. Etiquetas como “década prodigiosa” o “década de oro” no hacen más que disimular lo que en el fondo era permanente lucha cultural y política.

De allí que en ese relato cómodamente heredado, los “grandes clásicos” (Memorias…, Lucía, Las aventuras de Juan Quinquín, La primera carga al machete, etc) sigan dictando, de modo unilateral, las maneras en que debemos mirar lo sucedido en esas fechas. Lo “armónico” ha terminado por sepultar la riqueza de acontecimientos contradictorios que, paradójicamente, nutrieron el espíritu de cada de una de esas películas que hoy celebramos con el fervor con que, según Borges, se suele hablar de los clásicos.

Una historiografía crítica, como aconsejaba Nietzsche cuando hablaba de los usos y abusos de la Historia, y las modalidades monumentalistas y arqueológicas, seguramente nos permitiría percibir que 1968 es mucho más que la simple suma de aquellos doce meses del año. 1968 son los clásicos fílmicos, desde luego, pero también son los cineastas que por esas mismas fechas abandonaron el país. Es Memorias del subdesarrollo, pero es también Titón escribiéndole a una amiga su opinión sobre lo ocurrido con Heberto Padilla y su poemario “Fuera del juego”. Es el ICAIC produciendo cintas que legitiman el discurso oficial donde se habla de “los cien años de una misma revolución”, pero es también el año de la Ofensiva Revolucionaria, el año del hoy olvidado Congreso Cultural de la Habana y de Fidel apoyando a la Unión Soviética con lo de la invasión de Checoslovaquia.

Estoy intentando llamar la atención sobre la necesidad de dejar a un lado los lugares comunes, casi siempre vinculados a lo hagiográfico y a la exaltación fetichista de lo que se toma como cumbre que ya no se puede superar, para regresar a los orígenes fangosos de esa Historia que hoy nos fascina y no nos deja ver lo ocurrido en su momento en el plano cotidiano, que es donde se consolidan o desaparecen los valores ciudadanos.

Digo esto porque cuando prescindimos del enfoque crítico de la Historia, se anula la percepción de riesgo que nos avisaría del posible reciclaje de ese conjunto de acontecimientos, pero ahora con un sentido más burdo que trágico.

En 1968, aunque no nos guste recordarlo, quedaron preparadas las condiciones para que un poco después se consolidara eso tan nefasto que hoy conocemos por “quinquenio gris”. Por eso alguien habló de un año partido en dos, con un primer semestre donde todavía era posible hablar del intelectual crítico de un modo natural, y un segundo donde se afianza la idea de un intelectual revolucionario que no ha de discutir demasiado las directrices de la vanguardia política ante el imponente temor de entregar armas al enemigo.

¿Acaso por estas fechas no estaríamos viviendo algo parecido? ¿Cuántos intelectuales y cineastas de ahora no son percibidos como potenciales amenazas frente a un orden propugnado por ciertos grupos que no admiten el más mínimo disenso? Pero la lectura crítica (no arqueológica ni monumentalista, sino crítica) de esa Historia reciente que no es simplemente “pasado”, sino que vive en nosotros proyectada en un “futuro” al que quisiéramos acceder en auténtica democracia, nos sirve para entender que las fronteras temporales no son más que puras ficciones.

Escucho a Sara Gómez cuando responde un cuestionario de Marguerite Duras en pleno 1968:

¿Quiere decir esto que no existen oportunistas, mediocres y acomodados? No, están ahí, entre nosotros mismos, dentro de mí es posible que habite una oportunista, una mediocre, una que aspira a acomodarse, pero eso no es grave por cuanto estamos dispuestos a luchar contra estos elementos fuera y dentro de nosotros. Yo lo que sí puedo asegurarle es que este no es un país de conformistas: confío más que nada en alguno de esos jóvenes “conflictivos” que hay en cada aula, en cada granja, en cada fábrica, ese que hace la pregunta que nadie se había hecho, exige una respuesta y pone a pensar a los demás.

¿Estará hablando de los jóvenes conflictivos que ahora ponen a circular sus dudas en las Palabras del Cardumen? Love o el amor sin límites tipo de esclavitud y “pensamos que pueden ser unas 25.000 en toda Sierra Leona”. Por Giselle Aparicio “A los 110 trabajadores sociales y a los salesianos les digo siempre que Cada año oímos la triste noticia de niñas que han desaparecido de su hogar o que han sido secuestradas. Ocurre en cualquier región de nuestro convulso mundo y muy asociado a este horrible fenómeno, la trata de niñas.

Por suerte nuestro país no vive esa tragedia, pero no por eso debemos estar de espalda a esta situación y no hay que olvidar que somos una apreciar el esfuerzo de realizadores comunidad salesiana, que somos independientes o de casas Iglesia y desarrollamos el carisma productoras reconocidas, que salesiano, que es ayudar a los más denuncian este fenómeno. vulnerables”. Pero, también, “que contamos con la gracia de Dios”. “Sierra Leona es un país que ha Jorge Mario Crisafulli es misionero sufrido mucho, y nuestra misión va salesiano y director del centro “Don mucho más allá de lo que hace Bosco Fambul” para la protección una ONG, estamos convencidos de de Menores en Sierra Leona. Este que somos una comunidad año ha visitado Madrid, Suiza y religiosa, haciendo una misión Roma para presentar Love, un confiada por el Espíritu Santo a Don documental que muestra el sufrimiento de niñas obligadas a Bosco”, asegura. prostituirse y que son rescatadas de la calle gracias a su tenaz labor. En definitiva “el amor que nosotros ofrecemos es el de transformar el dolor de la cruz en redención”. Gracias a su incansable insistencia ya han logrado sacar de la prostitución a 146 niñas, aunque, Eso es precisamente lo que se como él mismo expresara “con solo refleja en Love, documental de salvar a una todo el esfuerzo valdría poco menos de 30 minutos que la pena”. narra la historia de Aminata, una de esas menores que consiguió salir de la prostitución y ha rehecho su vida. El salesiano afirma que en 2016 se dieron cuenta del gran número de niñas que vendían su cuerpo para Con el documental quieren que conseguir comida. “La más se conozca esta realidad y pequeña tenía 9 años y la mayor mostrar cómo es posible la 17. Entonces surgió la idea de crear reinserción de estas menores. un refugio en el que se les da un “No hace falta prostituirse para ambiente alternativo y se les ayuda comer, no hace falta prostituirse a salir de la prostitución. Venden su para educarse, lo que hay que cuerpo para ganar al día 1,50 euros hacer es buscar una mano o 2 euros, y pagarse la escuela, misericordiosa que no tenga otro porque muchas estudian como interés que hacer el bien y cualquier otro niño”. Jorge revela a su vez que han contactado ya con ayudar”, subraya. más de 900 niñas que viven en este ¿PARA QUE SIRVE UN DIÁLOGO?

Por Juan Antonio García Borrero

Fresa y chocolate, de Tomás Gutiérrez-Alea y Juan Carlos Tabío, es una de mis películas cubanas favoritas. Tuve oportunidad de apreciarla aquella noche que se proyectara por primera vez al público en el Karl Marx en la apertura del Festival de La Habana. A cada rato la vuelvo a ver, y me sigue gustando, pero tengo la impresión de que ya no es la misma película que vi en aquel diciembre de 1993, donde los apagones parecían la regla: es lógico, tampoco es el mismo país; muchos de mis vecinos de luneta de entonces ya no están (empezando por Titón); pero sobre todo, el individuo que ahora evoca aquella proyección siguió cambiando todo el tiempo (yo no he sido ni soy, sino que mientras viva estoy siendo). Quienes vieron Fresa y chocolate aquella noche hoy memorable no podían sospechar que se enfrentaban a algo que, con el tiempo, se convertiría en un clásico. Sencillamente aceptaron entrar a un mundo donde Titón y Juan Carlos Tabío nos proponían el uso de algo que entre nosotros (los cubanos de la isla, pero también los que están regados por todo el planeta) apenas nos gusta usar: el diálogo. Los cubanos somos más bien adictos al monólogo interminable. Tenemos una debilidad extraordinaria por esas asambleas donde podemos pedir la palabra, y exponer con gran énfasis nuestros criterios, esos que generalmente consideramos serán los que harán la diferencia, los que serán citados más tarde en la prensa nacional. De allí que tasemos las intervenciones de quienes nos antecedieron por la impaciencia que provoca en nosotros la espera para tomar la palabra. Esa ansiedad es tan ruidosa que no nos deja escuchar nada de lo que están hablando a nuestro alrededor. Y cuando ya por fin logramos hablar, borramos de inmediato lo que se dijo y empezamos con nuestro monólogo, que deja en la oscuridad todas las preguntas y problemas a resolver que quizás se plantearon antes. A su vez, el que viene detrás, hace lo mismo, y así hasta el infinito. Fresa y chocolate fue la primera película cubana que mostró en pantalla a dos cubanos con visiones diferentes del mundo y de la sociedad donde vivían, apelando al diálogo. La gente todavía habla de que se trata de nuestra primera película gay, pero yo pienso que reducirla a esa única dimensión es empobrecer su importancia. En realidad, esta es una película que nos habla de las ventajas del diálogo como dispositivo social que puede ayudar a articular de un modo más civilizado las contradicciones que siempre estarán presentes en la realidad.

Un análisis de la construcción de la secuencia final sacaría a la luz el tremendo talento de Titón y Tabío, quienes consiguen emocionarnos con recursos mínimos, allí donde otros realizadores habrían apelado a la exaltación melodramática: vemos a Diego todo el tiempo de espaldas, su confesión desgranada en medio del intenso silencio, la hermosísima música de José María Vitier ascendiendo en la misma medida en que el abrazo final germina ante nuestros ojos, y el corte brusco a los créditos que suben… No soy ingenuo. Ese abrazo final entre Diego y David sigue siendo uno de los momentos más emotivos logrados en la cinematografía nacional, pero es una suerte de instantánea a lo que muchos soñamos, y llamamos reconciliación nacional. Mas instantánea al fin, no es fiel a “lo Real”, que ya sabemos que no es lo mismo que la realidad construida por los humanos. Foucault se quejó alguna vez de que la semiótica esquivaba de la realidad “el carácter violento, sangrante, mortal, reduciéndolo a la forma apacible y platónica del lenguaje y del diálogo”. Detrás de toda hegemonía cultural se esconde algo de esa pretensión platónica. Que en un sistema como el capitalista donde las relaciones de poder siguen excluyendo de una vida digna a millones de personas, y estas perciban esta precariedad existencial como algo natural gracias a una cultura donde las desigualdades se legitiman a partir de lo que han logrado los menos, o se disfrazan como si de un videojuego se tratara, ya nos habla de hasta qué punto ha terminado siendo eficaz el narcótico. Sin embargo, habría que pensar también en qué sería hoy el mundo si prescindiéramos del diálogo, y nuestras diferencias sociales solo se pudiesen resolver mediante las imposiciones, los autoritarismos, y las descalificaciones violentas de quienes tienen convicciones diferentes. Por supuesto, es real que los problemas de los cubanos no se resuelven con un simple abrazo entre los que piensan distinto: eso sería una solución pasajera, y nada realista. Necesitamos que los diálogos ganen en calidad (tenemos que aprender a escuchar las razones del otro, por ejemplo), pero necesitamos que al diálogo le siga el debate efectivo que consiga llevar a la práctica las excelencias de esas ideas discutidas. Sin práctica donde medir la validez de esas ideas (recordar a Marx), todo se quedaría en la divagación escolástica. Entonces, ¿para qué sirve el diálogo? Una respuesta elemental aludiría a lo básicamente comunicativo. Un diálogo, en efecto, sirve para intercambiar los “Buenos días” con alguien que ha vivido veinte años al lado de nuestra casa, y nunca ha dejado de ser un extraño. Pero para mí la importancia del diálogo más auténtico (el más difícil de construir) es que nos permite crecer como seres humanos a través del cultivo de la buena conversación, algo que lamentablemente se está perdiendo a nivel de sociedad (no se pueden comparar las antiguas tertulias de café con los intercambios que hoy se viven en las redes sociales). Claro, que en una buena conversación no valen tanto los individuos por sus nombres propios, como las preguntas y respuestas que estos sepan poner a salvo del lugar común. Como apuntaría Gadamer: “Ello se debe a que el juego transparente de pregunta y respuesta no tiene lugar entre personas que saben sino entre personas que preguntan. Sócrates parece confirmar verdaderamente que basta uno solo para llevar una conversación. Sin embargo, el verdadero arte de llevar una conversación es aquel en el que ambos interlocutores se ven llevados. Esta es entonces una verdadera conversación, una conversación que lleva a algo”.

Lo que Diego y David nos ofrecieron desde hace años en Fresa y chocolate fue una clase de buena conversación, de diálogo inteligente y productivo. Y la prueba más contundente que tengo es que, minutos después de haberla visto, ya nunca más fui el mismo XL ANIVERSARIO de un Festival

Por Julio César Perea.

ecía Alfred Hitchcock –refiriéndose a su filme The trouble with Harry (El tercer tiro, 1954) —que no había peor cadáver que un muerto renuente. En tal se ha convertido la exhibición Dde películas en Cuba, en las pocas salas de cine sobrevivientes. Aún en estas circunstancias, esas pocas muy raras veces logran llenar el lunetario en el transcurso del año (Semanas de cine, Festival de cine francés, Festival de verano, etc.), si bien algunas otras veces sus programas no son los más felices, cualesquiera que sean los motivos. Esas salas que se niegan a morir o que los diversos dirigentes de la actividad no han sentenciado todavía, así como sus más de trescientas colegas que han pasado al olvido tras la ruina de los fallecidos, o a otras vidas, sólo logran una mayor afluencia del público interesado, en los diez días privilegiados de diciembre, a través del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

En la actualidad, esto se debe fundamentalmente a la invasión de la pequeña pantalla, que intenta hacer más atractivas las horas de la noche con telenovelas y teleseries extranjeras, además de algunos musicales interesantes, etcétera, si bien no siempre lo consigue. Y por otra parte, al bombardeo tecnológico que provoca que usted pueda seleccionar y ver cómodamente en su hogar las mejores cosas de la cinematografía, o al menos, las que le resultan más atractivas, aunque no siempre son las mejores propuestas desde el punto de vista cultural (el famoso “paquete”).

Producto del relegamiento en el mercado del cine nacional y del de otras naciones de América Latina y el Caribe, surge la idea de hacer un festival que, además de atraer a los mercados de la zona a todo el cine que se producía, aunque fuera un comercio reciclado entre las naciones comprometidas, también daba la posibilidad de que gente de cine y empresarios de otras naciones más privilegiadas pudieran apreciar el arte de nuestro micromundo.

De tal forma, en los primeros años se presentaban al festival obras que, a fuer de su calidad, daban una imagen de la vida en nuestros países, del deseo de hacer buen cine y así fueron premiadas con el Premio Coral obras de indudable raigambre y calidad artística, o al menos, con una vergüenza cultural.

Sus premios, como en cualquier otro festival del mundo, Oscar incluido, no siempre han sido justos, pero debe recordarse que los premios los otorgan seres humanos, y por otra parte, toda arte es de apreciación especulativa, lo que a unos les parece una obra maestra, otros lo reciben o lo perciben como un infame bodrio.

Los festivales de La Habana –que se han extendido a otras provincias--, han logrado vivir durante cuarenta sufridos años y ya se empiezan a sentir las señales del cansancio debido a que las propuestas no son tan buenas como al principio. Las causas son varias, pero a la vez se observa el tesón e interés de sus organizadores por mantener un nivel de calidad aceptable en cada edición. Los nuevos públicos van más por snobismo que por la curiosidad o la necesidad inicial de conocer qué se andaba produciendo por nuestro pequeño hemisferio. Los tiempos han cambiado y quizás no sería tampoco del todo justo afirmar que cualquier tiempo pasado fue mejor, porque a pesar de las difíciles condiciones actuales, el Festival de La Habana sigue siendo una ventana abierta al mundo.

Con el transcurrir de los años, se han ido calzando las limitadas participaciones con la exhibición de muestras de cine de países del primer mundo como España, Italia, Francia, Alemania, etcétera, así como homenajes a personalidades, con amplias restropectivas de la impronta dejada en su quehacer cinematográfico. También una que otra vez se programa algún estreno de una película, que en esos mismos momentos de su exhibición, están siendo programadas en ciudades del pimer mundo, debido a su éxito comercial. Tales fueron el caso de las muy cotizadas Jackie, de Pablo Larrain y La La Land de Damien Chazelle, entre otras.

En el pasado, cada año acudían figuras de talla universal acuciados por la curiosidad o por presenciar de cerca la valentía de un cine que era producido a espaldas suyas y a pesar de la falta de recursos, así como para conocer nuevas formas de hacer cine, con calidad y poco dinero, con puro talento, en algunos de los casos. No obstante en los últimos años hemos tenido la visita de importantes realizadores como Brian De Palma y Oliver Stone, sin olvidar a las muy populares actrices Annette Benning y Sonia Braga.

Es una verdadera pena que los Festivales sean víctimas de una muerte anunciada, porque nos escamotearía esos diez días de fiesta y disfrute cinematográfico, a pesar de todos los pesares. No obstante a pesar de todas las dificultades, el festival de La Habana sigue con vida, donde sus esfuerzos siguen encaminados hacia la promoción en la formación de un espectador culto, activo, crítico y responsable ante los problemas actuales de nuestro entorno nacional e internacional.

No importa los avatares y problemas de siempre; falta de transporte, colas interminables y después función suspendida; películas que se anuncian y nunca llegan o películas que llegan y nunca se exhiben. Cosas que molestan y mucho, pero que no impiden que éstos 10 días sean una verdadera fiesta para el cinéfilo, que corre de una sala a otra para no perderse aquello que ha seleccionado ver y es de su preferencia.

Bienvenido el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y muchos éxitos en su XL aniversario.

Corría el año 1977 y el desaparecido crítico y especialista José Antonio González y el autor de este artículo, programamos un ciclo llamado Cine y sociedad, en el desaparecido cine club del Ministerio del Trabajo. En aquel entonces recibimos además el apoyo de Walfredo Piñera, maestro de maestros del arte de la crítica cinematográfica, quien tuvo a su cargo la presentación de Gigante (Giant, George Stevens, 1956). Recuerdo que Pepe, como amigablemente le decíamos a José Antonio, presentó Nido de ratas (On the Waterfront, Elia Kazan, 1954) y a mi me correspondió Memoias del subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea, 1968). Completaba el ciclo La dulce vida (La dolce vita, Federico Fellini, 1960), también a cargo de José Antonio.

Este fue mi primer contacto con el clásico de Titón en una presentación abierta que culminaba con un debate. Amigo lector, ubíquese en 1977, década que “parió” el tristemente célebre quinquenio gris, por lo que el debate, el intercambio de criterios, era bien superficial, no había forma de llevar el debate hacia la reflexión, pues casi todo el intercambio era una oda panfletaria acusadora del imperialismo, donde los más osados llegaron a expresar tímidamente que era una película que nos hacía pensar.

Quizás Ud. se pregunte donde estaba la osadía en esa afirmación, pero ¿Quién era ud. para expresar en 1977 que iba a “pensar” algo en un entorno donde todo era blanco o negro, donde no había matices, donde “pensar” podía ser considerado como una debilidad ideológica, ya que todo estaba pensado en el proceso que se estaba viviendo?. He ahí, a mi modesto criterio la honestidad y osadía de Memorias del Subdesarrollo, que ha permitido que la misma conserve su vigencia y frescura de cuando fue estrenada, por allá en el lejano 19 de agosto de 1968, si la memoria no me falla.

Empleando un montaje audaz, particularmente en la banda sonora y con un buen empleo de cámara en mano, su lozanía, su frescura, se debe en parte a la espontaneidad con que fue filmada y también, según expresara el mismo realizador, y de lo cual he dejado constancia en otros momentos, a que fue la película en que más libre se sintió de los compromisos falsos o verdaderos que uno hace con uno mismo.

La película es un gran lienzo de los primeros años del proceso revolucionario en Cuba, que combina el estilo documental con la ficción, pero ésta última involucrada intensamente en el entorno social donde se movían los personajes, permitiéndole a Titón exponer una objetiva realidad social y a la vez, a través de la visión subjetiva de su protagonista, presentar las contradicciones ideológicas, lo que le daba la posibilidad de poder completar la realidad social de la época. Esta contraposición le permitió al realizador expresar su sentido crítico hacia el “etiquetado” momento histórico que vivía la nación, donde ya empezaban a “florecer” los burócratas, oportunistas, extremistas, lacras que no han podido ser extirpadas todavía de nuestra sociedad, pues como bien expresara Alea, con su característico sentido del humor y su sentido crítico de la realidad: El socialismo es un excelente guión, pero tiene una mala puesta en escena.

Memorias del subdesarrollo es un clásico, considerada entre las mejores películas de la historia del cine. Es cine, puro cine de arte y de reflexión.

PARA SABER DE CINE: HISTORIA DEL CINE

Por Arístides O´Farrill

Nacido en el año 1973, creado por el desaparecido especialista cinematográfico José Antonio González, Historia del cine es el programa más antiguo de la televisión cubana. En su primera emisión se exhibió el filme de Douglas Sirk realizado en 1954 Sublime Obsesión, con las actuaciones de Jane Wyman y Rock Hudson.

Tengo solo recuerdos vagos de la primera etapa de este programa 1973- 1981, pues era un niño y en casa no había televisión. Soy de la etapa de Carlos Galiano (1981- actualidad).

Creado en colaboración entre el ICAIC y el ICRT ha servido para espectadores de varias generaciones de cubanos como una ventana para conocer lo mejor del cine internacional, sobre todo para aquellos – la mayoría- que no podían acceder a las proyecciones de la Cinemateca de Cuba. Censuras aparte- que siempre las habido y las hay- gracias a Historia del Cine pudimos ver aquellos memorables ciclos dedicados a Luis Buñuel, Charles Chaplin, Rene Clement, Rene Clair, los premios Oscar, el género del oeste, el cine de los hermanos Marx, las historietas en el cine, agradezco en lo personal el dedicado a Dick Tracy, donde se pasó completo en dos sesiones la mítica serie de 1937 dirigida por Alan James y Ray Taylor.

El programa siempre ha sido estructurado con profesionalidad y hasta para todos los gustos, incluido un ciclo dedicado a Sara Montiel entre tantísimos otros. Ciclos que nos hicieron conocer la historia del cine y alegraron nuestras vidas, pues fue el primer programa televisivo donde se podía ver sistemáticamente cine de EE.UU. y Europa Occidental en épocas de apogeos entre nosotros del cine de la Europa socialista.

Gracias a su perfil pudimos ver oestes y filmes bélicos norteamericanos que ni en la Cinemateca pasaban. Su mayor etapa de esplendor en ese sentido fue los primeros años de la década del 90 del siglo pasado. Pues fue en Historia del cine donde se estrenaron, o se pusieron por primera vez, filmes que hasta ese momento permanecían rigurosamente vedados para el espectador cubano nacido después de 1959. Así vimos dos súper clásicos de John Ford: Más corazón que odio/ The Searchers/1956 y El hombre que mató a Liberty Valance/The Man Who Shot Liberty Balance/1962; un Hitchcock largamente preterido: Intriga internacional/North By Northwest/1959; dos filmes del demonizado personaje James Bond: La espía que me amó/The Spy Who Loved Me/Lewis Gilbert/1977 y Nunca digas nunca jamás/Never Say Never Again/ Irving Kersner/1984/ junto a otro personaje del que habíamos escuchado y leído tanto y mal: Tarzan del cual se exhibieron en el programa dos filmes de la saga protagonizada por Johnny Weismuller.

También es de agradecer el poder ver por primera vez completos y en colores, filmes que habíamos vistos en la pantalla grande sin color y faltándole escenas. Particularmente recuerdo y agradezco la exhibición de la saga de El Padrino (Francis Ford Coppola), junto a otra de mis preferidas Érase una vez en el oeste/Cera Una Volta il West/ Sergio Leone/1967. Para la ocasión me trasladé a casa del maestro Raúl Rodríguez Cabrera quien poseía un televisor con una buena cantidad de pulgadas, buen color y sonido estereofónico (1). Esta tendencia cubrió todo el resto de la década del 90 y la subsiguiente primera década del milenio. Por supuesto ya para esa época se podía apreciar vía Cinemateca de Cuba o vía del video casette muchos de esos clásicos “perdidos para nuestra vista”, pero Historia del cine fue el pionero.

Época actual

Los cambios tecnológicos y generacionales que ha vivido el país, han afectado negativamente al programa, en el sentido de la teleaudiencia, y es tal vez esa la razón por la que actualmente solo sale quincenalmente y deja de salir los dos meses estivales y los dos últimos del año, es decir se ha reducido casi a la mitad de antaño, disminuyendo considerablemente su influencia. No tengo cifras al respecto pero puedo prever una disminución considerable de su audiencia. A las nuevas generaciones no parece interesarle demasiado la historia del cine, incluso a los que se suponen van a hacer carrera en el cine o trabajar para el medio. Esta drástica disminución del espacio provoca que ya no se programen ciclos largos, cuando más mini ciclos. Recuerdo cuando joven, como esperaba los ciclos del verano de Historia del cine y por supuesto ya no tiene el encanto de la primicia. Recién se estrenó en el programa otros dos filmes largamente censurados en la nación: La naranja mecánica/A Clockwork Orange/ Reino Unido/Stanley Kubrick/1971 y Doctor Zhivago/EE.UU./David Lean/ 1965, pero es que hoy en día, al menos en La Habana, hay un abanico de posibilidades de conseguir cine clásico en soporte digital donde puedes encontrar esos filmes mencionados como cualquier otro. Aun así el programa sigue siendo un espacio privilegiado para conocer la historia del cine. Dicho sea de paso, esta nueva era de consumo audiovisual que vivimos, podría ayudar al programa a visitar zonas y directores desconocidos para el común de los espectadores cubanos.

Galiano

Como ya expresé líneas arriba soy de la generación de Galiano. Creo que sin su carisma y saber, el programa no sería el que es. Si 24 X segundo fue Enrique Colina, Historia del cine es Carlos Galiano con todo respeto hacia el finado José Antonio González. Los diez minutos que Galiano históricamente le ha dedicado a las películas que va a exhibir, han sido diez minutos para aprender, para conocer un poco más de cine, con un lenguaje respetuoso y asertivo para el espectador promedio. Esto solo ha fallado cuando se ha interpuesto lo ideológico. Todos tenemos el derecho a poseer la ideología que queramos y a defenderla contra obras audiovisuales que consideramos la ataquen. Pero esto no puede ofuscar la objetividad. Por ejemplo el programa dedicado a James Bond reciente, no el del verano de los 90 del siglo pasado, fue lamentable. Decir, cito de memoria, que tal vez pronto veríamos a Bond siguiendo las políticas de la administración Trump contra la emigración latina, es desconocer la evolución del personaje, quien en sus últimas entregas se ha mostrado más que ambiguo en relación a las políticas de Occidente. No se debe desconocer, que si bien Bond es un baluarte cinematográfico de Occidente, es orgullosamente inglés y siempre ha servido a su majestad la reina y no a administración norteamericana alguna. Tengamos en cuenta que actualmente el mundo del cine, en particular buena parte de Hollywood, libra una guerra abierta contra la administración Trump, que llega al paroxismo en la reciente película Sicario, el día del soldado/ Sicario, Day of the Soldado/Sergio Sollima/2018, donde al parecer se quiere hasta justificar el narcotráfico mejicano en la frontera. Estas cosas no deben pasarse por alto en un programa de este corte y conducido por un hombre culto e informado como Galiano. Historia del cine es un gran baluarte de la cultura televisiva y cinematográfica, diseñado para enseñar e informar y estos puntos disyuntivos pueden confundir. Expreso esto con mi mejor intención, lejos de querer ejercer una diatriba, pues reitero mi admiración y respeto hacia el programa y la figura de Carlos Galiano. A cualquier maestro se le va un borrón.

Por todos los conocimientos adquiridos y los buenos momentos pasados. Gracias a Historia del cine.

(1). Tanto a El Padrino como Érase una vez en el oeste se estrenaron en copias que habían perdido el color, los llamados contratipos. De hecho, todavía me encuentro con personas que creen que El Padrino estaba concebida originalmente en blanco y negro. A la vez estas películas, cuando las volvías a ver, sea Cinemateca o en cines de barrios, te encontrabas que le faltaban varias escenas, producto del deterioro de los rollos cinematográficos.

De cierta manera: un imprescindible de la televisión

Por Julio César Perea

ada semana recibimos una entrega del programa DE CIERTA MANERA, dedicado al cine cubano de todos los tiempos y con satisfacción celebramos su X aniversario. C Es tarea ardua mantener semanalmente su programación dedicada exclusivamente al cine cubano, pero en él se han ido agrupando, en sabia alternancia, los filmes producidos en Cuba antes y después de 1959, tanto los puramente producidos en el país, como coproducidos con otros países, fundamentalmente latinoamericanos.

En cada entrega nos llegan tanto filmes que fueron exhibidos en la programación natural de las salas, como algunos que nunca llegaron al público a través de las salas oscuras.

El espectador tiene además la posibilidad de ser introducido en la propuesta que va a ver por Luciano Castillo, uno de los especialistas de mayor experiencia y cultura cinematográfica del país, y que nos lleva de la mano por las complejidades de la producción con el objetivo de que conozcamos las interioridades de una de las artes más complejas de nuestro tiempo, algo que hace lo más objetivamente posible.

Así mismo, se ofrece en cada entrega una muestra de cortos y de vez en cuando algún que otro mediometraje, cuidando siempre, como en el caso de la entrega principal, no solo la mejor calidad posible, sino también el buen gusto, porque es justo apuntar que se procura entretener y enseñar con las mejores armas, con las más honestas, las de una cultura mejor.

En una televisión permeada de cine extranjero debido a las condiciones naturales de nuestra limitada producción en ambas etapas políticas del país, es como un soplo de aire fresco que se nos dé la posibilidad de conocer nuestro cine –que no siempre ha sido el mejor, pero es nuestro cine--, de ver a nuestros artistas del pasado reciente y del más remoto, hasta llegar a los primeros intentos en el silente.

Es necesario reiterar el indudable esfuerzo, tanto de la cinemateca de Cuba, que dirige el propio Castillo, como el de la televisión, para darle al espectador interesado la posibilidad de conocer mejor nuestra cultura, así como tratar de interesar a aquellos a los que no ha llegado la suficiente información y lo ha relegado en su gusto.

Despojado de todo tipo de prejuicio, el espacio ha rescatado nuestras actrices y actores del pasado, erróneamente olvidados, y los espectadores más jóvenes y los que peinamos canas, hemos podido conocer, o volver a disfrutar del arte y talento de figuras como Lilia Lazo, junto a Pedro Álvarez, en La vida comienza ahora (foto), primera película cubana filmada después de 1959, aunque no producida por el ICAIC; de Gina Cabrera en la coproducción cubana mexicana La rosa blanca, junto a Julio Capote y Raquel Revuelta; o de Violeta Jiménez, y nuevamente Pedro Álvarez, en Crónica Cubana.

Hasta donde sé, el programa ha ido ganando adeptos con el transcurrir de los años y esperemos que continúe en esa línea. El aumento de la teleaudiencia es el mejor premio para un programa como este.

Los 50 años de Lucía quizás la mejor que ofreciera para el cine, bien secundada Por Cuco Martínez por Idalia Anreus.

El año 1968 fue el año de los Es este primer episodio, el más grandes clásicos del cine ambicioso en su realización, con cubano. Gutiérrez Alea filmó buena mezcla de amores Memorias del Subdesarrollo y malditos, venganza y lucha por Humberto Solás realizaba la la libertad. La bellísima música mayor producción cubana de Leo Brouwer y la audaz hasta el momento, Lucía. Ambas cabalgata de los negros películas celebran sus 50 años de esclavos en su ataque a las su primer estreno. tropas españolas, son otros méritos de este episodio. Lucía es un gran lienzo de virtuosidad de diferentes estilos y movimientos cinematográficos. En su trilogía feminista, está presente la grandilocuencia de Luchino Visconti, con buena dosis de melodrama bien controlado, en el primer cuento

El segundo cuento, Lucía 1932, es una historia de desilusión, de frustración política, con una inolvidable fotografía matizada esencialmente en los primeros planos del bellísimo rostro de Lucía 1895, donde se hace Eslinda Núñez. No obstante, a palpable la influencia del filme pesar de que para muchos es el Senso (1954), del realizador mejor cuento de la trilogía, en mi italiano. modesta opinión no alcanza el magnetismo ni el virtuosismo del En este primer relato se destaca primer cuento, ni la el uso de la cámara en mano, espontaneidad del tercero. Su recurso empleado por la nueva realización, que por momentos ola del cine francés y un alcanza una increíble brillantez, dinámico montaje, en la mejor principalmente aquellas escenas tradición del cine soviético, en rodadas en las tabaquerías, es aquella memorable escena final, tradicional, con algunos toques en la cual Lucía busca de influencia del cine de Ingmar venganza, matizada con una estupenda fotografía de Jorge Bergman, como la de la escena Herrera, donde destacan los final en que Lucía deambula por contrastes, y la excelente la calle. actuación de Raquel Revuelta,

película cubana en plasmar en la pantalla de una forma tan representativa los orígenes de

Lucía 196.. es el cuento más espontáneo de la trilogía y curiosamente el que quizás haya perdido un poco su lozanía, su vigencia, quizás por la evolución misma que ha tenido la mujer en la sociedad cubana. Su tono de comedia ante el fuerte muestra nación, que le permitió machismo existente en aquellos ganar la Medalla de Oro del años, hace de la misma un Festival Internacional de Cine de relato atractivo y fácil de ver, Moscú en 1969. con buen toque de humor desenfadado y largas tomas Por su importancia en la historia panorámicas. Las actuaciones del cine, Lucía fue presentada de Adela Legrá y Adolfo por la Film Foundation, con la Llauradó, impecables, llenas de presencia de la actriz Eslinda vitalidad, espontáneas, creíbles y Núñez, en la sección Cannes sobre todo sin un ápice de Classics del Festival de Cannes artificialidad. Ambos bien 2017, en una copia secundados por Teté Vergara y completamente restaurada por un jovencísimo Aramís Delgado, la Cineteca de Bologna. en el personaje del joven alfabetizador, que desencadena el demonio de los celos en el machista Llauradó.

Han pasado 50 años desde el estreno de este clásico latinoamericano y no obstante sigue sorprendiendo cada vez que se visualiza, pues además de sus méritos artísticos, y que son muchos, Lucía es la historia de Cuba contada a través de tres mujeres nombradas de igual nombre y fue quizás la primera

Se me ha pedido algunas líneas por los ochenta años de la actriz italiana Claudia Cardinale, mi actriz preferida en mi juventud y entre mis preferidas de siempre y sin duda una de las actrices más bellas, populares y queridas de la historia del cine.

Son abundantes y muy buenos los textos, biográficos o no, sobre Claudia, así que sería nula mi aportación, por lo que he decidido hacer una evocación personal. Sé que como redactor todavía no tengo la suficiente edad para evocaciones personales- tal vez nunca la tenga- pero no se me ocurre de otra manera este sencillo homenaje.

Corrían por Cuba los oscuros y sombríos años 70 del pasado siglo donde dentro de todas las escaseces que padecíamos estaba la del ocio. El cine era para muchos una suerte de último reducto para satisfacer las necesidades de entretenimiento. Mi madre solía todos los domingos llevarme al cine. Ardua tarea pues en ese entonces, a pesar de que la mayoría de los cines estaban en pie, había pocas opciones para menores de edad o la mayoría de las películas en exhibición procedían de los llamados países socialistas, que de modo general a mí – como a la mayoría de los cubanos- me resultaban insoportables. Digan lo que digan, los hoy supuestos nostálgicos de las películas y los animados de la entonces Europa Comunista, pues lo exhibido en Cuba estaba muy lejos de ser lo mejor de aquellas cinematografías.

Pues sigo con el relato, habíamos caminado media Habana y no aparecía “la película del domingo”. Bajamos por Belascoaín buscando a los dos últimos cines que nos quedaban en nuestro habitual itinerario barrial, los hoy desaparecidos- como casi todos los cines cubanos y el primero destartalado- : Favorito y Astor (1), en el primero un cartón- estamos en la época del feísmo en Cuba- anunciaba escuetamente: Hoy: “Cartouche” T.E. Era esto o nada. Los caminos de la Providencia son inescrutables y nos regalan de cuando en cuando más de una agradable sorpresa: Era justo lo que se buscaba para terminar el domingo: una película de aventuras, pero además con el inefable Jean Paul Belmondo y por supuesto Claudia en todo su esplendor, más bella que nunca, algo que la cámara de Christian Matras se encargó de realzar como jamás lo había hecho. Rápido Claudia se convertiría en mi segunda novia cinematográfica, la primera fue Marilyn.

Ya adolescente, comencé a perseguir opíparamente los filmes donde ella estuviera, sea vía Cinemateca de Cuba o aquellas funciones de medianoche que ofrecían algunos cines habaneros. Así vi: La Viaccia, 1961, Mauro Bolonigni; La muchacha de la valija/La Ragazza con la Valigia, Valerio Zurluni, 1960; La Chica de Bube/La Ragazza di Bube, Luigi Comencini, 1964; El bello Antonio/Bell Antonio, Mauro Bolognini,1960; Érase una vez en el oeste/C'era una volta il West/Sergio Leone, 1967; El magnífico cornudo/Il Magnifico Cornuto, Antonio Pietrangeli, 1966; Rocco y sus hermanos/Rocco e i suoi fratelli/Luchino Visconti, 1960, y más de una vez por supuesto la citada Cartouche/ Philippe de Brocca, 1964. A partir de acá mi admiración por Claudia se magnificó y fue y será, reitero, de mis preferidas actrices cinematográficas. Su cuerpo mediterráneo perfecto, su hermosa sonrisa, su voz con un sensual acento gutural y su gracia femenina a flor de piel, así como la inquietante tristeza que reflejaba siempre su rostro, aún en situaciones jocosas (2), resultaron irresistibles para mí como para miles de seguidores que tuvo por el planeta.

Si alguien me ayudó a comprender los efectos del paso del tiempo fue Claudia, pues cuando comienzo a ver filmes suyos de los años 70 y 80: Libera, amor mío/Libera, amore mio..., Mauro Bolognini, 1973; La salamandra/The Salamander, Peter Zinner, 1981; Fitzcarraldo, Werner Herzog, 1982 o El largo brazo de la ley/Il prefetto di ferro/ Pasquale Squitieri, 1977, veo que mi novia cinematográfica se había puesto vieja. Fue para mí fue un duro golpe, tal vez de los primeros que recibí de la vida, de esos que tienes que acostumbrarte con el paso de los años. Hace poco veía una entrevista con ella con más de 70 años, era de alabar su entereza al no temerle a la vejez y aparecer así sin afeites. Yo, no terminé de leerla, no podía verla así…

Nacida en Túnez, 1938, de padres italianos, muy joven fue elegida en un concurso “la italiana más bella de Túnez “Su primer filme de impacto fue un pequeño papel en el clásico de Mario Monicelli, Los desconocidos de siempre/I soliti ignoti/1958. El hecho de estar casada con el poderoso productor cinematográfico Franco Cristaldi y unido a su espectacular belleza, hizo que en la década de los 60 le llovieran los papeles, llegando a filmar hasta cuatro películas anuales y trabajando con los más destacados cineastas italianos del momento, incluyendo dos de los más grandes: Federico Fellini, quien le dio el papel de la inocencia o ” ángel de la conciencia “ en su inmortal clásico: 8 y medio/8/ e Mezzo/ 1963, quien además descubre que su voz podía ser hermosa (3), y Luchino Visconti quien la unió en dos ocasiones junto a otro icono mundial del cine, el francés Alain Delon, en la citada Rocco y sus hermanos y sobre todo en El gatopardo/Il Gattopardo/ 1963, donde Claudia se desdobla perfectamente como esa joven bella y carnal, pero de clase baja, que tras el sacudión político que sufre la región, pasa a engrosar la nueva clase que domina el país, para la cual le sobra belleza, pero le falta clase: la secuencia de su risa desmesurada durante el banquete que da paso a la nueva clase, refleja exactamente lo que quería demostrar Visconti.

También tuvo una no demasiada afortunada estancia en Hollywood, de la que destaca el oeste de Richard Brooks: Los profesionales/The Professionals/ 1966. Pero quien la consagra como icono imperecedero del cine, es a mi juicio, su compatriota Sergio Leone, en la también citada Érase una vez en el oeste, donde interpreta a Jill Mc Bain, una prostituta de pasado ominoso, pero de buen corazón, que tras sufrir humillaciones y laceraciones logra imponerse y prevalecer. Cada plano de su cara y su cuerpo en este filme trasluce una figura mítica y contiene más erotismo que cualquier filme de sexo explícito. Si la música de este filme es a mi juicio la mejor de las partituras para cine compuestas por el gran maestro Ennio Morricone, quien creó para cada personaje protagónico una música personal que funciona a la perfección, la que le crea a Claudia- Jill Mc Bain y que sugiere a la par grandeza, épica y melancolía, es la mejor, pues este personaje representa la esencia metafórica de este filme: esa Norteamérica que se levanta por encima de burdeles, forajidos, caza fortunas, pistoleros, estafadores y corruptos y se impone, erigiéndose como una nación prospera que mira al futuro y deja atrás un pasado infausto. Este final- de los mejores de la historia del cine- en que van desapareciendo los que se enfrentaban entre si y queda solo ella, al frente de la cuadrilla que construye el ferrocarril, mientras su rostro brilla y su presencia luce majestuosa al compás de los acordes de Morricone elevan a legendaria su figura y trasciende los anales de la historia del cine.

Ya para mediados de la década del 70, y posteriormente en los 80, del pasado siglo, su belleza fulgurante se acaba, pero sigue trabajando sin cesar, aunque con aciertos irregulares, pues lo mismo aparece en la citada Fiztcarraldo, o en el filme póstumo de Visconti, Vida de familia/Gruppo di famiglia in un interno/1974, o en una joyita olvidada dirigida por Alberto Sordi: El sentido común del pudor/Il comune senso del pudore/ 1976, que en filmes olvidables como El regalo/Le Cadeau/Michel Lang, 1982, o El rufián/Le ruffian, 1983. Ya en los 80 y sobre todo en los 90del siglo pasado, obviamente su popularidad decae, y cada vez es menos llamada, pero mantiene su simpatía y queda en el recuerdo de sus incondicionales fans. Un sentido homenaje es el filme tunecino, Un verano en La Goulette/Un été à La Goulette/Férid Boughedir, 1995, una evocación de su estancia en Túnez, siendo ya una estrella de cine en el año 1967.

Breve epilogo Claudia Cardinale forma parte de un grupo de estrellas míticas que poblaron las pantallas cinematográficas entre los años 30 y 80 del pasado siglo. Su estrella brilló tan alto como cualquiera de sus homologas de Hollywood y se puede decir que junto a la francesa Catherine Deneuve, fue la más grande y popular que ha tenido Europa en su historia. Para nosotros los cubanos que nos tocó vivir los años 60 y 70 del siglo pasado, tanto los que empezábamos, como los que ya conocían de su presencia en las pantallas a través de las películas que pasaron nuestros cines por ella protagonizados, fue una luz en noche de tormenta. En un país que estaba de espaldas al mundo, incluyendo lo cinematográfico, aquellas películas con Claudia eran un auténtico bálsamo.

Ya no existen estrellas de cine de ese talante. Las estrellas de ahora están en dura competencia con modelos, cantantes, atletas, socialités o hasta las porno stars. Lo peor es cada vez son más perfectas - de retocadas, ejercitadas- pero cada vez son menos naturales, cada vez dejan menos a la imaginación, pues muchas de ellas en sus vestuarios o presentaciones emulan a ver quién enseña más. Claudia es de la última generación de las grandes diosas del cine, aquellas mujeres de ensueño que si dejaban bastante a la imaginación, pues conocían el arte de la sugerencia, y tenían detrás a directores que por igual tenían ese arte. Ahí tal vez estaba su secreto.

Vuelvo otra vez sobre Érase una vez en el oeste, pues creo que contiene el mejor piropo cinematográfico que se le ha dedicado- por supuesto nada que ver con su vida personal- dicho por el personaje irónico y cínico de Chayanne (Jason Robards): “Jill, tú me recuerdas a mi madre, fue una gran prostituta, pero el hombre que pasó una noche con ella, debe haberse sentido el hombre más dichoso de la tierra”…

Claudia, de seguro jamás leerás estas líneas de uno de los tantísimos fans que tuviste a lo largo de tu carrera. Gracias por aquellas noches de cine que me regalaste. Más cuando se combinaban con nuestro tenue frio. Ver una película tuya en tiempo de frio era para mí la combinación perfecta. Fíjate la magia que tuvieron aquellos momentos, que hoy, que he podido ver casi todas tus películas, incluso las tantas que no exhibieron en Cuba comercialmente, se agradece, pero no es igual, no tiene el encanto de entonces, como dos enamorados, nunca es como la primera vez. Te sigo admirando en aquellos viejos filmes que de seguro volveré a ver más de una vez antes que me toque partir y si Dios me concede la vista hasta entonces. Gracias. Buona Notte. Buen Aniversario Claudia.

(3). Hasta ese momento había sido doblada porque se consideraba que su voz podía no ser agradable. Fellini rompió con esto. Adiós a Nelson Pereira dos Santos

Por Cuco Mártinez

os ha dicho adiós Nelson Pereira dos Santos, uno de los grandes del cine latinoamericano y que ganara, entre muchos otros N reconocimientos, el Premio OCIC en el Festival de Cannes de 1964 y el Premio FIPRESCI en la edición de ese mismo festival en 1984 por su filme Memorias de la cárcel.

Miembro de la Academia de la Academia Brasileña de Letras desde 2006, fue además profesor fundador del Instituto de Arte y Comunicación Social de la Universidad Federal Fluminense, presidiendo la primera graduación del curso de cine de ese centro de estudio.

Pereira dos Santos nació en São Paulo, un 22 de octubre de 1928 y su primera película fue Rio 40°, que se estrenó en 1955. La película es una crónica de la vida en las favelas de Río de Janeiro, e influyó en otros directores, estimulando el movimiento Cinema Novo. Su película más conocida fuera de Brasil es Como Era Gostoso o Meu Francês (1971). Fue presentada en el 21° Festival Internacional de Cine de Berlín. La película se desarrolla en el siglo XVI y detalla las supuestas prácticas caníbales de la ahora extinta tribu indígena guerrera Tupinambá contra los colonizadores franceses y portugueses del litoral brasileño. Es una amarga crónica sobre el genocidio histórico de las tribus indígenas en América Latina y la destrucción gradual de su civilización.

A lo largo de su carrera recibió varios galardones y el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana le concedió en Gran Premio Coral en 1984 por su laureado filme Memorias de la cárcel. También su profesionalidad y prestigio artístico fue reconocido por el Festival Internacional de Cine de Moscú, formando parte en dos ocasiones del Jurado de dicho festival, la primera vez en 1963 y posteriormente en 1983.

Nelson Pereira dos Santos falleció en Río de Janeiro, el 21 de abril de 2018. Una cubana en Hollywood

Por Jorge Villa

on la presencia actual de actrices como Cameron Díaz, de descendencia cubana y la joven Ana de Armas, nacida en C Cuba, nos olvidamos de que muchos años atrás, otras actrices y actores cubanos se impusieron en Hollywood. De ellos, Desi Arnaz, quien construyera un imperio televisivo junto a su esposa, la actriz Lucille Ball, fue quizás el de mayor impacto, gracias a su popularísimo programa I Love Lucy, un icono de la cultura popular televisiva norteamericana. Pero también se hizo sentir una vivaracha joven cubana que apareció en las pantallas norteamericanas a mediados de la década de 1940, la incomparable Estelita Rodríguez.

Nacida el 3 de julio de 1928 comenzó su carrera cinematográfica en 1942, cuando ganó un concurso patrocinado por la Metro Goldwin Mayer, pero no llegó a filmar ninguna película. Tenía entonces 14 años y la MGM la envió a su escuela de talentos, pero en 1945, sin saber que hacer con ella, la liberó de su contrato y Estelita se fue a New York, hasta que en 1945 firmó un contrato para cinco películas con la .

Su primera película fue Along the Navajo Trail, la cual le dio la posibilidad de comenzar una carrera cinematográfica. Sin embargo en una entrevista confesó que no la pasó muy bien durante la filmación, pues a pesar de tener sólo 18 años, ya era una mujer casada y con una hija, pero recibía el trato de una chiquilla.

La película fue un éxito y aunque su personaje era secundario, le abrió las puertas para compartir honores con las estrellas más populares del estudio, y , con quienes filmaría nuevamente . En 1950 volvió a compartir honores con Rogers en Federal Agent at Large apareciendo junto al mismo en varias películas más a lo largo de toda su carrera.

Filma nuevamente con Rogers en 1951 y a partir de esta película Estelita comienza a ser una de las actrices del estudio cuyo correo postal iba en ascenso, lo que motiva a los magnates de la casa Republic a lanzar a Estelita a todo color y en rol estelar, aprovechando la moda de actrices latinas en la pantalla en ese momento y con la esperanza de convertir a la cubana en una nueva Lupe Vélez.

La película fue Belle of Old México y fue un exitazo de taquilla. A la misma le siguieron Cuban Fireball y Havana Rose,

ambas de 1951 y dirigidas por William Beaudine; The Fabolous Señorita y Tropical Heat Wave, dirigidas por R. G. Springsteen en 1952. Todas fueron éxitos de taquilla, pero al irse apagando la moda de las actrices latinas en Hollywood, su próxima película South Pacific Trail de y filmada en 1952, no gozó de la preferencia de Doña Taquilla. Termina el año 1952 acompañando nuevamente a Roy Rogers y Dale Evans en Pals of the Golden West, que sería la última película de la pareja y la última que filmara Roy Rogers para la Republic.

El año 1953 la regresa a papeles secundarios, aunque todavía a todo color, en el melodrama musical Sweethearts on Parade, de Allan Dawn, la cual sería su última película para la Republic.

Posteriormente filmaría en 1953 para el estudio RKO, junto a Ronald Reagan y Rhonda Fleming, Tropic Zone y no regresa a la pantalla grande hasta que en 1959 Howard Hawks solicita sus servicios para su clásico oeste Rio Bravo. Su última película la filmaría en 1966, Jesse James Meets Frankenstein´s Daugther.

Estelita Rodríguez estuvo casada en su primer matrimonio con el cantante mexicano Chu Chu Martínez, de cuya unión nació su hija Nina en 1946. También estuvo casada con el actor Grant Withers desde 1952 hasta 1955.

El 12 de marzo de 1966, Estelita fue encontrada muerta en la cocina de su casa. Las causas de su fallecimiento nunca se hicieron públicas.

Filmografía

Along the Navajo Trail/El rastro del Navajo/D: Frank MacDonald/1945/Con: Roy Rogers, Dale Evans, Nestor Paiva Mexicana/D: Alfred Santell/1945/Con: Tito Guizar, Leo Carrillo, Constance Moore /Por el viejo sendero español/D: William Witney/1947/Con: Tito Guizar, , Roy Rogers /El ranchero alegre/D: William Witney/1948/Con: Roy Rogers, Tito Guizar Old Los Angeles/En el viejo Los Angeles/D: Joe Kane/1948/Con: William Elliot, Carherine McLeod, John Carroll, Andy Devine, Joseph Schildkraut, Grant Withers Susanna Pass/Pueblo en peligro/D: William Witney/1949/Con: Roy Rogers, Dale Evans, Martin Galarraga The Golden Stallion/El corcel dorado/D: William Witney/1949/Con: Roy Rogers, Dale Evans Federal Agent at Large/El agente y su ley/D: George Blair/1950/Con: Robert Rockwell, Dorothy Patrick /Crepúsculo en Las Sierras/D: William Witney/1950/Con: Roy Rogers, Dale Evans /Atardecer en el oeste/D: William Witney/1950/Con: Roy Rogers, William Tannen Hit Parade of 1951/D: John H. Auer/1950/Con: John Carroll, Marie McDonald, Grant Withers California Passage/Ruta a California/D: Joe Kane/1950/Con: Adele Mare, Forrest Tucker In Old Amarillo/En el viejo amarillo/D: William Witnet/1951/Con: Roy Rogers, Penny Edwards Belle of Old Mexico/Belleza latina/D: R. G. Springsteen/1950/Con: Robert Rockwell, Florence Bates, Dorothy Patrick Cuban Fireball/Morena y Picante/ Dir: William Beaudine/1951/Con: Warren Douglas, Pedro de Córdova, John Litel Havana Rose/La rosa de La Habana/D: William Beaudine/1951/Con: Florence Bates, Fortunio Bonanova, Martin Galarraga The Fabulous Senorita/Novios a la fuga/D: R.G. Springsteen/1952/Con: Rita Moreno, Nestor Paiva, Robert Clarke, Martin Galarraga Tropical Heat Wave/Club Maracas/D: R.G. Springsteen/1952/Con: Robert Hutton, Martin Galarraga, Jack Kruschen, Grant Withers South Pacific Trail/Camino hacia el sur/D: William Witney/1952/Con: Rex Allen, Nestor Paiva Pals of the Golden West/Compañeros del oeste/D: William Witney/1952/Con: Roy Rogers, Dale Evans Sweethearts on Parade/Caravana romántica/D: Allan Dwan/1953/Con: Lucille Norman, Ray Middleton, Mara Corday, Eillen Christy, Bill Shirley Tropic Zone/Oro verde/D: Lewis R. Foster/1953/Con: Ronald Reagan, Rhonda Fleming, Grant Withers, Argentina Brinetti Rio Bravo/Rio Bravo/D: Howard Hawks/1959/Con: John Wayne, Dean Martin, Angie Dickinson, Ricky Nelson, Walter Brennan, Ward Bond, Pedro González Jesse James Meets Frankenstein's Daughter/Jesse James y la hija de Frankenstein/D: Willian Beaudine/1966/Con: Steven Geray, Nestor Paiva

Jim Claviezel y la trata de niños

Por Javier Jorge

El actor norteamericano Jim Caviezel se encuentra en Latinoamérica, junto al actor mexicano Eduardo Verástegui para la filmación de una nueva película que trata el delicado tema del rescate de niños que se encuentran sometidos a explotación sexual.

La película, patrocinada por la organización Operation Underground Railroad (OUR) relatará la historia real del rescate realizado por dicha organización de 127 niños víctimas de explotación sexual en Colombia. La película lleva por título The Sound of Freedom (El Sonido de la Libertad) y en la misma Caviezel interpretará al estadounidense Tim Ballard, quien abandona su trabajo en la CIA para dedicarse al rescate de los pequeños de la trata. Lo acompaña en el reparto la actriz Mira Sorvino, quien interpreta a la esposa de Ballard.

La película producida por Verástegui, comenzó su filmación en el mes de julio en Colombia y la dirigirá el mexicano Alejandro Monteverde, quien dirigiera también Little Boy (El gran pequeño) y Bella. Su estreno está previsto para el año 2019 y la misma será distribuida por los estudios de la 20th Centyry Fox.

Hasta el momento han sido publicadas varias imágenes de la filmación de la película, donde aparecen las estrellas del filme junto a Eduardo Verástegui. Además, el propio Tim Ballard, fundador de OUR, ha difundido un video y fotos del rodaje de la película en su cuenta de Instagram. La organización OUR también ha difundido algunas imágenes en su página de Facebook.

Este proyecto data desde octubre de 2016, cuando Verástegui anunció junto con Tim Ballard la producción de The Sound of Freedom a través de una transmisión en vivo en Facebook. En aquel momento expreso: Invité a Tim a ver Little Boy, vio la película y unas semanas más tarde se lo presenté a mi director Alejandro Monteverde y es así como nos hicimos buenos amigos. Lo más importante de todo es que me conmovió muchísimo el trabajo que hace con su equipo. Rn la misma también agregó: Yo trato de hacer películas donde retrato a los hombres como hombres reales, como héroes para que la audiencia que las vea también quieran ser héroes. A veces es difícil encontrar héroes que quieran sacrificar sus vidas en beneficio de los demás sin esperar nada a cambio y lo encontré a él (Tim) y a sus amigos.

Verástegui ha manifestado que había personas interesadas en producir un film sobre la vida de Tim, pero que él le dijo: creo que has encontrado al equipo para hacer tu película, Alejandro y yo, y queremos poner toda nuestra energía, amor y todo lo que somos en este maravilloso proyecto.

CINE AMAZÓNICO Por Cuco Mártinez

Si bien la industria cinematográfica peruana no ha sido tan prolífica como la de otros países latinoamericanos, tales como Mexico o Argentina, el cine peruano actual está gozando de un enorme éxito regional y ha encontrado su lugar bajo el sol en la arena internacional.

Su despegue podría ubicarse en la década de 1980, al surgir una nueva generación de directores, entre los que destacó Francisco Lombardi, con películas tan exitosas como La ciudad y los perros, basada en la novela de Mario Vargas Llosa en 1985. En la época actual, con la incorporación de otros talentosos directores como Javier Corcuera, Claudia Llosa, Armando Robles Godoy y Salvador del Solar, la cinematografía peruana ha aumentado su prestigio y películas como La teta asustada (1989), de Claudia Llosa y Magallanes (2015), de Salvador del Solar han sido premiadas con los máximos galardones en festivales tan prestigiosos como el de Berlín y San Sebastián respectivamente.

No obstante este despegue del cine peruano y los éxitos logrados, tanto de crítica como de público, existe también un grupo de cineastas que fomentan el llamado Cine de Iquitos, que tiene como temática fundamental la amazonía peruana y del cual fue su pionero el cineasta Antonio Wong Rengifo.

De este grupo de realizadores destaca Héctor Gálvez, realizador del documental Purús-Manú: Latitudes de la selva, ejemplo de buen cine ecológico en la mejor tradición de Antonio Wong Reginfo. Con el empleo de una edición cortante, un renovado lenguaje cinematográfico en la modalidad del documental y una incisiva fotografía, acompañada con una excelente edición de audio, Purús-Manú: Latitudes de la selva, logra penetrar en la sensibilidad del espectador, incluso en aquellos no familiarizados con la problemática amazónica, al lograr un mensaje de concienciación sobre la necesidad de conservar nuestro entorno.

Otros realizadores han mostrado su preocupación por el tema de la amazonía y el cuidado de la casa común, de los cuales destacan las cineastas Fanny Pineau y Marilory Quio con sus documentales La ley de la selva y ¿Qué desarrollo queremos?.

Por su parte la Asociación Católica y Caribeña de Comunicación (SIGNIS ALC), además de desarrollar talleres sobre Cine y Medio Ambiente, ha desarrollado junto con la Red Eclesial Panamazónica el proyecto La vida por la amazonía, serie documental que se propone sensibilizar a la audiencia con

la problemática amazónica.

La serie documental pretende además mostrar la vida de aquellos cristianos, principalmente de los religiosos católicos, que han ofrendado su vida en defensa de nuestra casa común y de los pueblos amazónicos. Hasta el momento destacan dos documentales dentro de la serie, Kiwxi, basado en las memorias, martirio y misión del sacerdote Vicente Cañas y Monseñor Labaka, éste último presentado a concurso en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana 2017.

Es quizás Monseñor Labaka el más logrado de ambos, a pesar de ciertas deficiencias en el sonido directo de algunos entrevistados, pero no obstante su eficaz montaje y acertada fotografía, colocan al mismo por encima de la media habitual en este tipo de cine reportaje sin fines de lucro. El documental nos presenta una breve, pero honda panorámica, de una parte de la vida de Monseñor Labaka, Obispo Vicario Apostólico de Aguarico, en la Amazonía Norte del Ecuador, quien ofrendó su vida junto a la de la hermana Inés Arango, en defensa de la Amazonía y sus pueblos.

Queda quizás, a los realizadores de la serie La vida por la Amazonía, una deuda con la hermana Inés Arango, una vida llena de entrega y de sacrificio por el prójimo.

Premio Nacional de cine 2018

Por Julio César Perea

Este año el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) le otorgó a Miriam Talavera, reconocida editora y directora, el Premio Nacional de Cine 2018.

El presidente del jurado, el realizador Manuel Pérez Paredes, expresó que Miriam Talavera como editora tiene una importantísima obra a su haber, estando presente en algunas de las obras más significativas del cine cubano. Esta es la tercera vez que el premio es otorgado a una mujer.

Nacida en La Habana, el 29 de septiembre de 1942, se graduó en la especialidad de Lengua y Literatura Francesa en la Universidad de La Habana. Comienza a trabajar en 1962 para el Instituto Cubano de Radio y Televisión, donde laboró hasta 1970 como editora de cortos para televisión. Posteriormente pasó a trabajar en el ICAIC como editora de documentales y largometrajes de ficción y en 1985 incursiona en la dirección de documentales, sin abandonar su trabajo en la edición.

Ha trabajado para directores de importancia relevante como Miguel Litín en Alsino y el cóndor (1982); Tomás Gutiérrez Alea, en Hasta cierto punto (1983), Cartas del Parque (1988) y Fresa y chocolate (1992); y para Gerardo Chijona en 2011 y 2012 en las filmes Boleto al paraíso y Esther en alguna parte, respectivamente. Fue editora también de varios documentales de Santiago Álvarez. Como directora destaca en su filmografía el documental de 1989 Yo soy Juana Bacallao.

Su último trabajo como editora fue en 2017, otra vez en colaboración con Gerardo Chijona, para la película Los buenos demonios. Premio Nacional de Radio 2018

Por Giselle Aparicio

El Premio Nacional de Radio es una distinción que otorga el Instituto Cubano de Radio y Televisión a los realizadores, comunicadores, artistas y técnicos, que han trabajado en este medio, como un reconocimiento a la obra realizada por los mismos en toda una vida o durante el año en curso.

Este galardón se comenzó a otorgar en 2002 y su primera entrega se realizó el 19 de septiembre de ese año en el Teatro Amadeo Roldán.

Este año 2018 como reconocimiento a la labor de la mujer en ese medio de comunicación y a la red de emisoras municipales en el actual quehacer de la Radio Cubana, el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) acordó conferir en 2018 el Premio Nacional de Radio a cinco importantes figuras de dicho medio en el país.

Los laureados son: Magaly Bernal Hernández, actriz y locutora de la emisora provincial Radio 26, de la provincia de Matanzas; Tomás Ernesto Martínez Robles, locutor, escritor y director de programas de Radio Granma, municipio de Manzanillo en la provincia de Granma; Elina Pelegrí Trujillo, locutora de la emisora provincial Radio Guamá, de la más occidental de las provincias cubanas, Pinar del Río; Roberto Pacheco Martínez, narrador y comentarista deportivo de la emisora nacional Radio Rebelde; y Juan Manuel Piñera Infante, asesor, escritor y director de programas, de la también emisora nacional, CMBF Radio Musical Nacional.

Tales reconocimientos fueron entregados, en el Memorial “José Martí”, el pasado 22 de agosto, día en que se celebra el aniversario 96 de las primeras transmisiones continuadas de la Radio en Cuba, un medio que se erige como patrimonio sonoro de la nación.

Han sido muchas las personalidades de la radio y del medio artístico en general, que han recibido esta distinción. Entre los mismos, desde 2003 hasta la fecha, han sido premiados entre otros: Martha Jiménez Oropesa, Elvira Cervera, Carmen Solar, Aurora Pita, Ofelia Núñez, Georgina Almanza, Iván Pérez y Guillermo Vilar.

Sor Cristina.

El Festival Halleluya, promovido por la Comunidad Católica Shalom, contó con una novedad internacional este año, la presencia de Sor Cristina Scuccia, la religiosa ganadora de The Voice Italia en 2014.

“Fue con mucha alegría que el Festival Halleluya trajo esta gran atracción, por primera vez en Brasil como cantante”, comentó Fábio Lima, organizador del evento.

El Festival Halleluya se realizó del 25 al 29 de julio en Fortaleza, en el Condominio Espiritual Uirapuru (CEU), y Sor Cristina subió al palco principal el último día del evento, cuya entrada es gratuita.

En el 2014 la joven cantante sorprendió al mundo y, sobre todo, a los jurados del programa The Voice Italia. En el programa, la religiosa de la orden ursulina afirmó que fue al concurso animada por la invitación del Papa Francisco de salir de las iglesias y conventos para evangelizar y también por el deseo de compartir con el mundo su don.

Con su espontaneidad, energía y voz, Sor Cristina se ganó el corazón de los jurados y del público, en especial de los jóvenes. El video de la religiosa en la competencia registra más de 97 millones de reproducciones en Youtube.

Después de su victoria, la religiosa se encontró con el Papa Francisco en el Vaticano en diciembre de 2014, cuando le entregó el CD y explicó que se trataba del fruto de su “pequeña contribución al servicio dentro de la Iglesia”.

Además de Sor Cristina, el festival participaron más de 22 artistas brasileños, como el Padre Fábio de Melo, Rosa de Saron, Adriana Arydes, Anjos de Resgate y otros.

RAFFAELLA CARRÀ, EL MITO CUMPLE 75 AÑOS.

Pocas cosas a excepción del fútbol y de Raffaella Carrà consiguen poner de acuerdo a los italianos. Cuando se trata de esta última, el consenso nacional es especialmente arrollador. Adorada por diferentes generaciones y columna vertebral de la televisión trasalpina, la presentadora de los diez millones de espectadores es una especie de monumento patrio que no necesita presentaciones y un icono que se ha mantenido por encima del tiempo y ha sobrevivido a todas las modas del momento. Este 2018 cumple 75 años y sigue siendo moderna, aunque Desde hace poco más de un año vive en Roma alejada de los focos. A finales de 2016 se despidió con reservas del la vida pública y de la televisión. Su último trabajo como cantante fue Replay, en 2014 y grabó los temas en español, italiano e inglés, según ella “por pura diversión”, pero no hizo una gran gira para su lanzamiento al gran público. En la actualidad trabaja como productora para Samuel Pietrasanta, concursante del talent show The voice, uno de los últimos trabajos televisivos en los que participó.

La diva siempre ecléctica, descarada y divertida nació el 18 de junio de 1943, bajo las bombas de la II Guerra Mundial.

Jorge Perugorría ingresó en la Academia de Hollywood.

El actor y director cinematográfico Jorge Perugorría integra el grupo de 683 personalidades incorporadas hoy a la exclusiva membresía de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, la misma que entrega el codiciado premio Oscar.

Entre los nuevos miembros latinoamericanos también se encuentran el director colombiano Ciro Guerra, el cineasta mexicano Israel Cárdenas, la dominicana Laura Amelia Guzmán, y los chilenos Patricio Escala y Gabriel Osorio, ganadores este año del Oscar al mejor cortometraje por Historia de un oso.

Además, aparecen los argentinos Cecilia Roth (actriz), Lucrecia Martel y Lucía Puenzo (directoras) y Félix Monti (director de fotografía).

De los nuevos miembros, 283 no son estadounidenses y pertenecen a un total de 59 países.

Serie animada El viajero de Asís.

Con ocasión de celebrarse la festividad de San Francisco de Asís, el pasado 4 de octubre la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, puso a disposición de la sociedad la serie animada El Viajero de Asís.

Esta serie recrea la actitud y el compromiso de vida de San Francisco de Asís en defensa de la madre naturaleza. Los ocho capítulos de esta mini serie presentan diversas realidades sobre degradación ambiental, injusticia social, defensa de la vida en América Latina, a partir de una mirada crítica del Santo de Asís, en su hipotético regreso a la tierra.

La apasionante vida de San Maximiliano Kolbe es llevada al cine.

La película Dos Coronas relata la apasionante vida de San Maximiliano Kolbe, un sacerdote polaco que fue asesinado por los nazis en el campo de concentración de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial, cuando ofreció cambiar su vida por la de un padre de familia que iba a ser ejecutado.

Durante la invasión nazi de Polonia, San Maximiliano fue detenido y llevado como prisionero primero a una cárcel en Varsovia y luego a Auschwitz. Según cuentan, durante su tiempo en el campo de concentración y también en sus semanas de obligado ayuno, San Maximiliano celebró la Misa y distribuyó la comunión a los prisioneros.

En Dos Coronas se combina la recreación de los hechos, hasta ahora desconocidos, con las declaraciones de expertos y de personas que le conocieron y quedaron impactados por sus palabras y acciones.

San Maximiliano Kolbe fue beatificado en 1971 y canonizado en 1982 por San Juan Pablo II. Estreno del documental Padre Alcides Jiménez: Semillas del Putimayo.

En el marco de las programaciones conmemorativas por los 20 años de la Pascua del Padre Alcides Jiménez, el viernes 14 de septiembre se realizó el lanzamiento oficial del documental Padre Alcides Jiménez: Semillas del Putumayo. El cortometraje es el quinto capítulo de la serie La vida por la Amazonía, producido por la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, con la coordinación de la Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación, SIGNIS ALC, y la realización de MIRO Producciones, de Colombia.

El padre Alcides Jiménez, fue un sacerdote que entregó su vida en defensa del desarrollo social y humano de los campesinos, las mujeres y los jóvenes en Putumayo, Colombia.

Se estrena la serie Arde Madrid.

La serie televisiva sobre los años de Ava Gardner en España son recogidos en la serie Arde Madrid, la cual ha tenido una buena aceptación del público y de la crítica.

La actriz, libre y sin prejuicios, vivió 13 años enamorada de un país asfixiado por Franco, en una fiesta continua, que retrata en blanco y negro, con gran acierto la serie, donde el mito cinematográfico, en aquel Madrid, es un mito que emerge de la cruda realidad para iluminar un país prisionero por los militares.

Anna R. Costa, creadora de la serie Arde Madrid y que firma el guion con Fernando Pérez, ha documentado durante cinco años los detalles de la serie. En Arde Madrid entrevistó a testigos que conocieron a la actriz, leyó biografías y el libro de Marcos Ordóñez —Beberse la vida: Ava Gardner en España (Aguilar).

Documental Benedicto XVI: En honor a la verdad.

En el Centro Cultural Padre Félix Varela, tuvo lugar el estreno en Cuba el pasado 18 de octubre, del documental Benedicto XVI: En honor a la verdad, el cual fue presentado por su realizador, Antonio Olivé. En sus palabras de presentación enfatizó que la renuncia histórica del obispo emérito de Roma Benedicto XVI, es un hecho que ha transformado la forma de entender la relación con el poder en la humanidad, e invitó a las asistentes a reflexionar en cuanto a la sabiduría y espiritualidad de Joseph Aloisius Ratzinger, un hombre que supo servir a Dios en todo momento a pesar de los retos que le impuso la vida.

El documental, con una duración de 48 minutos, expone la vida del Papa emérito e intenta explicar los motivos de su renuncia a través de importantes entrevistas y con testigos esenciales del hecho histórico.

El estreno del documental contó con la presencia del maestro de ceremonia Sr. Gustavo Andujar, ex presidente de SIGNIS, Monseñor Giorgio Lingua, Nuncio Apostólico de su Santidad en Cuba, Monseñor Juan García Rodríguez, Arzobispo de La Habana, Juan de Dios Hernández, Obispo Auxiliar y el Dr. Ramón Tallad, presidente de la fundación que lleva su nombre y que contribuyó al buen éxito de la presentación.

Muere el maestro del cine italiano Jean-Luc Goddard premiado en Bernardo Bertolucci a los 77 años Cannes.

Autor de El último tango en París, Novecento o El último emperador, que obtuvo nueve Oscar en 1988, nació en El jurado de la 71º edición del Festival Parma en 1940, en la Emilia Romania de Cannes, pidió un permiso al roja y partisana. Hijo del gran poeta certamen para inventarse un premio y Attilio Bertolucci y de la profesora reconocer "a un artista que hace Ninetta Giovanardi, fue íntimo amigo de avanzar el cine". Así le dieron una Pier Paolo Pasolini de quien fue su Palma de Oro especial a Jean-Luc asistente de dirección en la película Godard en El libro de la imagen, una Accattone. película que obtuvo enconados debates tras su proyección, y de la que Fue guionista, productor, poeta y posteriormente se ha sabido que se polemista. Y sobre todo, retrató con verá solo en televisión. La rueda de nitidez extraordinaria a los prensa de Godard, desde su casa y vía desheredados de este mundo —como FaceTime, fue uno de los momentos la prostituta de la Cosecha estéril, su más divertidos y asombrosos vividos en primer filme—, a seres en esta edición. descomposición y a un cierto tipo de burguesía en pleno descubrimiento del El Gran Premio del Jurado se lo llevó fuego. Spike Lee por BlacKkKlansman, con su grito de atención contra el racismo y Bertolucci supo impregnar su cine de contra Donald Trump. La las innovaciones de la Nouvelle Vague libanesa Nadine Labaki, por su tercer francesa. Ante su muerte solo hubo largometraje, Cafarnaúm, obtuvo el una Italia. La de políticos, como el Premio del Jurado. La Gran Palma de propio presidente de la República, Oro fue a manos del japonés Kore-Eda Sergio Mattarella, artistas y cineastas Hirokazu, por su película Shoplifters, que lloraron la pérdida del último una crónica familiar donde cada uno de emperador del cine europeo occidental. sus miembros esconde sus secretos. Iciar Bollaín lleva a la pantalla la vida del bailarín Carlos Acosta.

Yuli, la película sobre Carlos Acosta, el gran bailarín cubano, fue presentada con gran éxito en el Festival de San Sebastián y está programada para exhibirse fuera de concurso en el Festival de La Habana.

En Yuli Acosta narra y baila su propia vida, una vida comenzada en un barrio marginal de Los Pinos, hasta llegar a convertirse en una leyenda mundial de la danza. Primer bailarín del Royal Ballet de Londres desde 1998, logró ser un Romeo negro por primera vez en un universo reservado a los bailarines blancos.

La cinta está basada en el libro escrito por el propio Acosta No way home. Su narración transcurre en la actualidad, cuando el bailarín regresa a La Habana para montar una coreografía sobre su vida.

Adiós a Milos Forman.

Miloš Forman, el reconocido director, guionista y actor de cine de origen checo, falleció este 13 de abril de 2018. Había nacido un 18 de febrero de 1932 y cuando en 1968, la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia invadieron su país para poner fin a lo que se llamó la Primavera de Praga, se encontraba en París negociando la producción de su primera película americana, razón por la que decidió no regresar.

Galardonado dos veces con el Oscar por sus películas One Flew Over the Cuckoo's Nest (Alguien voló sobre el nido del cuco, 1975) y Amadeus (1984), alcanzó reconocimiento internacional por su película Amores de una rubita, rodada en su país natal en 1965. SIGNIS RECOMIENDA

Del realizador Andrew Hyatt (EE.UU.)

Una dramatización, basada en pasajes de los Hechos de los Apóstoles y las cartas de san Pablo, de la prisión y martirio del apóstol.

Intérpretes: Jim Claviezel, Olivier Mártinez y James Faulkner