palabras mágicas simbolismo y magia culturas mágicas

RITOS PARA ATAR SANTOS Y DIABLOS Y PARA Todas estas prácticas y conjuros, documentados en un mismo pequeño pueblo, des- cansan sobre un trasfondo credencial y ritual mucho más rico y complejo de lo que ENCONTRAR OBJETOS PERDIDOS: su apariencia rústica, vulgar, ingenuamente supersticiosa, podría a primera vista dar a entender. Forman parte, evidentemente, del fondo de religiosidad popular menos MITO Y FOLCLORE, MAGIA Y RELIGIÓN ortodoxo, menos institucional, más cercano al pintoresco paganismo mágico –inge- nuo y crédulo al tiempo que irónico e irreverente– que jamás ha podido ser com- José Manuel Pedrosa DE ALCALÁ pletamente erradicado –pese a todo el empeño puesto en ello por la Iglesia católica– de las prácticas rituales del pueblo. Invocan a santos nada convencionales (el muy curioso San Cucufato y el absoluta- San Cucufato, hallador de los objetos perdidos mente estrafalario San Cojonato), a los que se amenaza violentamente –bajo ame- naza de quedar como rehenes, con los cojones atados– mientras no encuentren Durante los días 6 y 7 de diciembre de 1990 recogí, en el pueblo de Logrosán (Cá- solución a determinado problema –encontrar objetos perdidos, curar las verrugas, ceres), informaciones muy sugestivas acerca de los ritos y de los conjuros1 de uso tra- hasta tener suerte en la lotería o aprobar exámenes, como más adelante veremos. Ex- dicional cuando a alguien se le perdía algún objeto. Los habitantes del pueblo solían cepto el tercer conjuro, que se aparta de ese tono agresivo e implora con humildad –y muchos suelen todavía– hacer un nudo en un pañuelo o en un trozo de retama la concesión del favor –que tiene más de mágico que de religioso– de encontrar verde, al tiempo que pronunciaban la siguiente formulilla: novio3. San Cucufato, San Cucufato, ¿Qué podríamos decir de la casi surrealista personalidad de San Cojonato, aparte de los cataplines te ato, que es un nombre por supuesto ajeno al santoral de la Iglesia católica, y de que debe y hasta que no me aparezca, ser hijo bastardo de un divertido contubernio léxico entre San Cucufato y la voz co- no te los desato. jones, y que, por añadidura, es prueba ejemplar y divertidísima de la chispeante y desenfadada inventiva verbal del pueblo? San Cucufato, en cambio, es un santo al Estaban convencidos de que, de aquel modo, le ataban los cojones al agente má- que hay que tomarse algo más en serio, aunque sólo sea porque estuvo aceptado du- gico responsable de la pérdida, y no le liberaban del castigo –es decir, no desataban rante muchos siglos como inquilino oficial del santoral católico (que le tenía por már- los nudos, o, si se quiere, no le desataban los cojones– hasta que no hiciese su apa- tir de Barcelona en la época de Diocleciano y le exaltaba cada 25 de julio), aunque rición el objeto extraviado. al final acabase siendo desahuciado por defectos de forma en su currículum: En el mismo pueblo se usaba un conjuro parecido para curar las verrugas. La plega- Los devotos de San Cucufate y de Santa Filomena tienen motivos para ignorar el ria se pronunciaba mientras se hacía el nudo correspondiente en un trozo de retama nuevo Martirologio universal de la Iglesia católica, el texto donde se recogen los nombres de los mártires y de los santos que sirve de base al calendario litúrgico. verde, que se abandonaba en algún paraje por el que no se podía volver a transitar Y es que la nueva edición revisada, obra de la Congregación del Culto Divino mientras no hubiese desaparecido por completo la verruga. Sólo tras ser constatada –presidida por el cardenal chileno Jorge Medina Estévez–, no incluye a ninguno la curación quedaba permitido regresar adonde estuviese el manojo de retama, con de estos dos venerados personajes. Los estudiosos que han trabajado desde 1966 el fin de desatar y de liberar al santo de su castigo: en la revisión de esta extensa obra, recopilada por primera vez en 1585, en tiem- pos de Gregorio XIII, y cuya última revisión se remonta a 1956, se han visto obli- San Cojonato, gados a eliminar de la interminable existente algunos nombres dudosos o un cojón te ato, poco conocidos, porque, según explicó el secretario de la congregación, Francesco hasta que no me quites la verruga, Tamburrino, “el número exorbitante” de santos oscurecía un poco la “centrali- no te lo desato. dad” de Cristo en la Iglesia. Paradójicamente, ha sido el actual papa, Juan Pablo II, el que más ha contribuido a aumentar este catálogo de ilustres cristianos, ele- vando a los altares, hasta el momento, a más de 1.200 nuevos beatos y más de Finalmente, una invocación, medio solemne y medio irónica, que se hacía a San Cu- 400 santos. cufato, era recitada de este modo por las mozas casamenteras del mismo pueblo: La Congregación del Culto Divino se ha visto en la necesidad de encontrar aco- modo en el Martirologio universal a los nuevos santos, y lo ha hecho a costa de San Cucufato bendito, algunos antiguos cuyas identidades históricas eran más que dudosas, según Tam- con gran favor te lo pido, burrino. Pero no ha sido éste el único criterio. Por ejemplo, San Cucufate (sant haz que me sueñe esta noche Cugat, en catalán) no figura en la nueva edición, porque su culto se reduce a Bar- quién ha de ser mi marido2. celona y sus alrededores, especialmente la localidad de San Cugat del Vallès,

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donde dice la leyenda que fue decapitado por el cónsul Galerio durante el man- –o tienen alguna raíz coincidente– con el de Cucufato, y porque comparten todos ellos dato del emperador Diocleciano y donde, desde tiempos visigodos, se levanta un sus facultades para localizar objetos perdidos. Hasta Voltaire llegó a inmortalizar a un monasterio en su honor. ridículo Saint Cucufin salido de su pluma, que parece que tiene poco que ver con el [...] Jordi Menéndez, portavoz del Ayuntamiento de Sant Cugat, considera que legítimo San Cucufato que estamos estudiando nosotros6. Veamos algunos de sus los nombres son patrimonio de la ciudad, independientemente de lo que decida conjuros e invocaciones –cortados la mayoría por el mismo patrón formulístico–, tal y el Vaticano. “Esta decisión no nos afectará, ni me parece que sea algo trascen- dente”, dijo ayer4. como han sido registrados en ciudades y en pueblos diversos de España: San Cucufato, San Cucufato, Antes de seguir analizando variantes de las prácticas y de los conjuros a los que ya los cojones te ato; nos hemos ido asomando, conviene adelantar que la estrafalaria personalidad, la re- si me lo encuentras, te los desato; lativa popularidad y las útiles facultades de este curiosísimo santo han dado lugar y si no me lo encuentras, hasta a que le canten poetas-músicos rabiosamente contemporáneos, como el siem- no te los desato. pre irónico y original Javier Krahe, autor y cantor de estos desenfadados versos: ()7

[...] Mi albornoz, San Cucufato, ¿dónde está mi albornoz, dónde está mi recato? como no me toque, Mi extraviado pudor dame, San Cucufato. los cojones te ato. 8 San Cucufato, te enciendo esta vela. Se dice para tener suerte en los cupones de los ciegos (Madrid) Devuélveme el pudor, hace un frío que pela. Conozco a este santo por mi madre. Ahora que vuelvo a preguntarle por Cucu- San Cucufato, los cojones te ato. fato me dice que no recuerda muy bien cuándo fue la primera vez que lo escu- Si no me lo devuelves, no te los desato. chó, pero sí la última. Fue en la autoescuela, cuando se sacó el carnet de He perdido el amor, contraje matrimonio conducir, razón por la cual yo hice lo mismo cuando me tocó a mí presentarme, y conyugal me ha matado el insomnio genital. presa de la misma superstición que la hizo aprobar a ella. Mi madre logró apro- bar a la cuarta vez, que fue en la que realizó el “conjuro” o la “invocación” del [...] ¿Dónde está la avidez, dónde está el arrebato? pobre San Cucufato. Yo aprobé a la primera. Mi dormida pasión dame, San Cucufato. Se ha de coger un pañuelo largo y atar dos nudos al aire mientras se pronuncia San Cucufato, te enciendo este cirio. en voz alta: Devuélveme el amor, aquel viejo delirio. San Cucufato, He perdido el humor, me deshago en suspiros, si no apruebo este examen, viendo qué fácil es, pero nunca es ni a tiros. los cojones no te desato. ¡Qué país! Después se guarda el pañuelo con los dos nudos en un armario y se deja ahí, sin [...] Cucufato: mi humor o caeré en la locura. tocar, hasta el día en que se conoce la resolución del examen. Si se ha aprobado, San Cucufato, te enciendo esta bujía. se desatan los nudos y se libera al santo. Si no ha habido suerte, se le deja en el Devuélveme el humor, permite que me ría. armario, hasta que lo que se le ha pedido se cumple. San Cucufato, los cojones te ato. De hecho, no sólo se usa para pedir que se aprueben los exámenes, que es lo más Si no me lo devuelves, no te los desato5. frecuente, y lo que más he escuchado. También se usa para pedir otro tipo de deseos. En mi caso, también até a San Cucufato el día que me presenté al examen de con- ducir. Y aunque no creo mucho en estas cosas –lo hice más por imitar a mi madre que por creencia–, aprobé a la primera. Liberé al santo al llegar a casa, respiré y empecé a creer un poquito en cierta magia que quizás sí que nos rodea aun- De Cucufato a Catufato, Gurrufato, Donato, Justufato, que no la veamos9. Yo tenía una amiga del colegio que se llamaba María Jesús Rodríguez. Ella ataba Honorato, Cucurulla un lazo en el picaporte de la puerta invocando a San Cucufato para encontrar 10 El simpático y sufrido –siempre trabajando bajo presión– San Cucufato parece que ha las cosas perdidas. Y se lo creía (Madrid) . tenido una extensa red de parientes –San Catufato, San Gurrufato, San Donato, San Yo sé de gente que tiene un San Cucufato, le levantan los faldones y le atan un Justufato, San Honorato, San Cucurulla– que se caracterizan porque sus nombres riman lazo en los cojones (Madrid)11.

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San Cucufato, no te los desato. de las manos te ato, ¡Y en seguida aparecía! (Estella, Navarra)19 hasta que no me aparezca, San Catufato, San Catufato, no te desato. (Jaén)12 si no aparecen los zarcillos, los cojones te ato. (Huévar, Sevilla)20 San Cucufato, San Cucufato, los huevos te ato, y hasta que no aparezca San Catufato, no te los desato. como no aparezca, (Granada)13 los cojones te ato. (Huévar, Sevilla)21 San Cucufato, San Cucufato, los cojones te ato, Los cojones le ato y hasta que no me lo encuentre, a Gurrufato no te los desato. Mientras no parezca (Peñarroya, Córdoba)14 no se los desato.

Esta mañana no encontraba esta blusa, pues la he hecho y me ha aparecido San Cucufato, San Cucufato, (Navacerrada, Ciudad Real).22 los cojones te ato, y hasta que no lo encuentre San Justufato, San Justufato, no te los desato. los cojones te ato; Mi abuela lo dice cada vez que pierde algo hasta que no me cumplas lo que te pido, 15 (El Puerto de Santa María, Cádiz) los cojones no te desato.

Si hay algo perdido se reza: Esta plegaria me la dijo mi madre para pedir que aprobase los exámenes, hace un año aproximadamente (El Puerto de Santa María, Cádiz).23 San Cucufato, los huevos te ato; San Donato, San Donato, hasta que no aparezca los cojones te ato, no te los desato. si no me aparece no te los desato. Esto mientras se hacen tres nudos en un pañuelo. El pañuelo se tira por alto y, Y se hacen dos nudos en el cinturón de la bata o en lo que sea donde caiga, se debe dejar hasta que aparezca lo perdido. Es seguro que apa- (Portaje, Cáceres)24 rece. Esto lo sé desde siempre (El Puerto de Santa María, Cádiz)16. San Cucufato, San Cucufato, San Donato, San Donato, los huevos te ato, los cojones te ato, y hasta que no lo encuentre, y si no aparece pronto, no te los desato. no te los desato. (Jerez de la Frontera, Cádiz)17 Simplemente se decía la oración, sin hacer nada más. Me la enseñó una amiga, Don Cucufato, don Cucufato, cuya familia era de Cádiz.25 los cojones te ato; San Honorato, lo que busco, si no lo encuentro, los cojones te los ato. si no me devuelves [tal cosa] no te los desato. (Massamagrell, Valencia)18 Entonces se coge un trapo y se ata al pomo de una puerta de la casa y se hace un nudo. San Cucufato, Si no lo encuentro, te los vuelvo a atar los cojones te ato; (Si sigo sin encontrarlo, hago otro nudo al trapo). si no me lo encuentras, Cuando lo encuentre, los cojones te desato.

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Según mi madre, siempre le da resultado, y, además, en cuanto encuentra lo que buélbete atrás, estaba perdido, lo primero que hace es ir a desatar los cojones a San Honorato qu' el brebiario tú lo hayarás. para que no sufra (Arganda, Madrid).26 Lo olbidao será recordao, De Cataluña hay informes que dicen que para encontrar los objetos perdidos se lo perdío hayao, invocaba sobre todo a Sant Cucurulla: lo ausente presente. Santo mío, Santa Cucurulla, que parezca lo perdío.29 feu-me trobar una agulla de cap o de cosir San Antonio de Padua, per l'amor de Sant Martí.27 que en Padua naciste, que en Lisboa te criaste, donde el niño Dios predicó predicaste, donde el niño Dios se perdió, tres veces te llamó: San Antonio de Padua, entre la magia y la religión. Antonio, Antonio, Antonio, lo que se perdió se halló. A todo este elenco de santos más o menos borrosos, ambiguos y pintorescos, dedicados (Valladolid)30 al curioso pero muy útil oficio de encontrar objetos perdidos, no le falta una serie de her- manos más legítimos, presentables y cercanos a la ortodoxia católica. San Antonio de San Antonio bendito, Padua (quien nació en Lisboa, aunque vivió en Padua, y es patrón de las dos ciudades) es, bendito eres, en efecto, otro santo muy invocado en todo el mundo católico y –en particular– en los mo- bendito es el niño mentos en que resulta urgente encontrar algún objeto, animal o persona perdidos. Y sus que en tus brazos tienes. Por las siete monedas ritos y plegarias, bien arraigados en muchos lugares, han quedado bastantes veces inte- que te hicieron falta grados, si no en la liturgia más plenamente oficial, sí al menos en los aledaños próximos pa' entierro de tu padre, y tolerados. Sobre plegarias como las que a continuación conoceremos, cuyos fines eran si me aparecen los zarcillos, los de encontrar objetos, ganado o personas perdidas, no pesaban graves objeciones ni te regalo una de ellas 31 anatemas eclesiales. En ocasiones eran incluso fomentadas por los clérigos, que las en- (Huévar, Sevilla) tendían como signos ingenuos pero legítimos y positivos de la piedad y de la devoción San Antonio de Paula del pueblo. Aunque muchas veces no lograban desprenderse de cierto tufo de supersti- que en Paula nacite, ción. El folclorista asturiano Constantino Cabal, que publicó tres versiones muy intere- en el templo te criate, santes de la plegaria, anotó: “Y esto se dice tres veces; cuando no se equivoca el que la y si no me lo otorgas, dice en ninguna de las tres, se halla el objeto o el animal perdido; cuando se equivoca, te doy una. 32 no...”28. La exigencia de repetir muchas veces –a veces hasta cien– una misma fórmula, sin (Huévar, Sevilla) equivocación ninguna, veremos que se asocia a bastantes de los conjuros que vamos a analizar en estas páginas. Es una de esas adherencias típicamente supersticiosas de las San Antonio portuvé, devoto de lo perdido, que no logran liberarse ni siquiera las oraciones al respetabilísimo San Antonio: mi amante se perdió anoche, 33 San Antonio de Padua, ¡búscamelo!, santo mío. que en Padua nacistes, en Portugal te criastes, San Antonio bendito, en el púrpito donde Dios predicó predicastes. com' ég bonito, Estando predicando el sermón arrebusca log níñoh te bino un ángel con la embajâ que s'hán perdío.34 que a tu padre lo iban a 'justiciá. Por él fistes, el brebiario perdistes, la Birgen te se presentó, Las plegarias de San Antonio para encontrar los objetos, animales o personas per- tres dones te dió. didos han conocido en España, según se puede apreciar, formas extremadamente va- —Antonio, Antonio, Antonio, riables. Una de sus ramas –la que muchos campesinos españoles identifican como

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responso de San Antonio– resulta más solemne, más ortodoxa y menos variable, y y, si no me aparece, 38 presenta una factura poética más sofisticada que las demás. Ha sido muchas veces no te la desato. impresa –en ocasiones en latín– en estampillas y devocionarios autorizados por la Iglesia católica. He aquí dos de sus versiones –todas las que se recogen son textual- En Cataluña son también comunes las plegarias a Sant Antoni “per trobar una cosa per- mente muy similares–, que se pronunciaban, según mis informantes, con el fin de en- duda”: contrar objetos y animales perdidos: Sant Antoni va per mar amb l'esquella a dada costat; l'esquelleta fa ning-ning; Si buscas milagros tots els peixos van sortint; mira muerte y error desterrados, ja en surt un de gran i gros [o de molt gros] miseria y demonio huidos que es menjaba un plat d'arròs; leprosos y ancianos sanos. en surt un, petit, petit, El mar sosiega su ira, que es menja un plat de rostit [o un pollastre de rostit].39 redímense encarcelados, miembros y bienes perdidos Y en muchos otros lugares del mundo también se invoca a San Antonio para encontrar los recobran mozos y ancianos. El peligro se retira, objetos perdidos. Por ejemplo, en Lieja (Bélgica), “se reza a San Antonio de Padua para los pobres van remediados, [encontrar] los objetos perdidos. Todos los martes a las once y media de la mañana, en díganlo los socorridos... la iglesia de San Antonio en Lieja, se reúnen las mujeres del pueblo y de la pequeña bur- 35 (Estella, Navarra). guesía, para rezar y así volver a encontrar los objetos perdidos”.40 No sabemos hasta cuándo, ni hasta dónde, ni a qué circunstancias, debe remontar la Si buscas milagros, mira muerte y error desterrados, arraigadísima asociación de San Antonio con los objetos perdidos. Según diversas ha- leprosos y enfermos sanos, giografías medievales y renacentistas, en alguna ocasión había orado el santo –con mi- ...... lagroso éxito– para que un libro robado le fuese devuelto. Algunos investigadores han El peligro se retira, aventurado, por otro lado, que su nombre, San Antonio de Padua (“Saint Anthoine de los pobres van consolados, Pade ou de Padoue”, en francés) conoció variantes deturpadas como “de Pade” o “de bienes y miembros perdidos recobran mozos y ancianos. Pave”, y, puesto que en la lengua gala hubo y hay adjetivos como espaves o épaves para La mar sosiega su ira, designar los objetos que se pierden, es posible que de la similitud entre ambas voces redime los encarcelados, naciese un puente semántico que acabó consolidándose41. En España, Constantino Cabal miembros y bienes perdidos se hizo eco temprano (en 1928) de esta teoría –ciertamente insegura y arriesgada–, ba- recobran mozos y ancianos sándose en investigaciones de etnógrafos europeos anteriores: (Úgar, Navarra).36 ¿Y esto ocurrió también con San Antonio? ¿El creerle abogado singular para los casos de pérdida es consecuencia también de uno de estos calembours? Hay Pero existe también otra rama de invocaciones a San Antonio para encontrar las cosas quien opina que sí. A San Antonio de Padua se le llamó en Italia en algún tiempo perdidas de tono y estilo absolutamente diferentes, que mira hacia el polo de los irreve- Sanctus Antonius ex-Pádova; pero he aquí que este “ex-Pádova” es metátesis del rentes conjuros a San Cucufato, San Cojonato, etc., en vez de hacia el polo de la orto- adjetivo “ex-pavida”=sin dueño, en el latín medieval. “Expavido”, en francés, pro- doxia, que cambia el tono de sumisión por el de amenaza, y que se aparta del ámbito de dujo “épaves”, y los marinos franceses titulaban antaño a San Antonio, San An- tonio “de Pave” o “des épaves”. Mas “épaves” son los objetos de dueño la religión oficial para caer de lleno en el de la superstición mágica: desconocido, y en definición antigua, las cosas extraviadas, “egarées”, y, de este modo, el santo “des épaves”, esto es, el santo “de Pave”, fue el santo de las cosas San Antonio bendito, extraviadas. la lengua te ato; si no me aparece, Nació en Francia, por lo tanto, la virtud de San Antonio como remediador de no te la desato. toda pérdida, y el ruido de esta virtud sólo llegó a la Península hacia fines del siglo XVI.42 Se hace un nudo en el pañuelo (Ciudad Real).37 San Antonio bendito, En España, existe documentación probatoria de la relación entre el santo y los objetos per- la picha te ato, didos –sin duda ya entonces tradicional, y, por tanto, tardía– por lo menos desde el siglo

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XVI. Unos pocos testimonios, entresacados de fuentes de épocas históricas diversas pueden manos en el negro, “dijo que el bribonzuelo de San Antonio era un malicioso que ofrecernos una rápida y provisional panorámica del arraigo de tales creencias. Resulta curioso sabía mucho y que no quiso devolverle al negro más que después de haberle pro- comprobar, por ejemplo, que, en 1585, la Historia de las cosas más notables, ritos y cos- metido la misa”. En una situación semejante, el ya citado Lázaro Aranha –que debía ser devoto del santo– prometió un cruzado de limosna a San Antonio en tumbres del Gran Reino de la China, de Fray Juan de Mendoza, consignaba lo siguiente: caso de que encontrase a un negro desaparecido. Pero, al encontrarlo, se burló Quedó tan triste el Padre Custodio de la llevada del ara y Magdalena de pluma, del santo, diciendo mordazmente: “¡Se creía el bellaco de San Antonio que le iba 47 que le parecía haber perdido un gran tesoro; y deseando tornarlo a cobrar, lo en- a dar un cruzado!” comendó a San Antonio de Padua, a quien para las cosas perdidas tenía por ex- periencia era particular abogado, prometiendo para mejor conseguir su deseo de Ya en el XVIII, Diego de Torres Villarroel se entretenía en dar vida literaria a unos perso- decirle algunas misas cuando estuviese en parte cómoda para poderlo hacer. 43 najes femeninos que se vestían “estos hábitos, compran una estampa de San Antonio, abogado de las cosas perdidas, y le encienden un candil, que está ardiendo hasta que En el XVII, en la novela picaresca titulada La niña de los embustes, Teresa de Manzana- vuelve el demonio del marido”48. En el mismo siglo, el padre Feijoo, incansable desen- res, Alonso de Castillo Solórzano nos proporcionaba este singular elenco de santos y de mascarador de las supersticiones del vulgo, dejaba constancia de que los buscadores de sus especialidades mágicas respectivas, entre las que, por supuesto, se contaban las de tesoros de su época tenían el responso de San Antonio como herramienta de trabajo: San Antonio: Segun lo que supone el mismo contexto de los conjuros, lo que significa esto de A San Dionisio ayunaban por el dolor de cabeza; a Santa Lucía, por la vista; a estar encantados los thesoros, es, que los Demonios (ò uno, ò muchos en cada Santa Polonia, por las muelas; a San Blas, por la garganta; a San Gregorio, por sitio) los guardan donde estàn sepultados, de modo que no pueden parecer, ò el dolor de estómago; a San Erasmo, por el de vientre; a San Adrián, por las pier- descubrirse, si primero con la virtud de los Exorcismos no se arrojan de alli los ma- nas; a San Antonio Abad, por el fuego; a San Vicente Mártir, por las fiebres; a San lignos Espiritus. El proceder de los conjuros es dilatado. Incluyense en èl varios Antonio de Padua, por las cosas perdidas; a San Nicolás obispo, por remediador Evangelios, y oraciones. Entra tambien la Letania mayor, y el Ofertorio de la de doncellas, y, finalmente, a San Crispín, por la duración de su calzado.44 Missa, y el Responso de San Antonio. Repitense sahumerios de incienso, y mirra, como tambien rociadas de agua bendita. Hay tal qual ceremonia ridicula, y la sacrilega barbarie de que quando se invocan la Santissima Trinidad, nuestro En el mismo siglo, Ana Francisca Abarca de Bolea, en su Vigilia y octavario de San Juan Señor Jesu-Christo, y Maria Santissima, esta Señora se nombra antes que la San- Baptista, presentaba una significativa escena que muestra cómo “pidieron al prior que di- tissima Trinidad. A lo ultimo se intima, que en todos estos conjuros intervengan jera el responso de San Antonio de Padua”, ante lo cual respondió un caballero presente à lo menos tres Sacerdotes.49 con una décima que empezaba: ¿Quién os puso, Antonio, a vos Hasta en la literatura del siglo XX han quedado rastros y ecos de la muy tradicional ad- entre las cosas perdidas, vocación de San Antonio como auxiliar para encontrar lo perdido. Jacinto Benavente, en cuando son de vos queridas su comedia Señora ama, se refería de este modo a uno de sus personajes: “este marido las que ganan sólo a Dios?45 es de los que se pierden, y como San Antonio sabe encontrar todo lo perdido...”50. Y Antonio Gala, en Los buenos días perdidos, llegaba incluso a reproducir una versión com- Por la misma época, un personaje del Don Gil de las Calzas Verdes de Tirso de Molina, pleta del “triduo a San Antonio, abogado de los objetos perdidos”, es decir, del responso afirmaba que que comienza “Si buscas milagros, mira / muerte y error desterrados...”.51 Un real de misas he dado a las ánimas por vos, y a San Antonio otros dos de lo perdido abogado.46 Santa Lucía, Santa Helena, los ojos de la Virgen, San De la región brasileña de Bahia nos llegan informes del mismo siglo XVII que muestran Tarsitio, las ánimas benditas una tradición muy consolidada de cultos e invocaciones a San Antonio para encontrar es- clavos negros perdidos o huidos. El tono de estos informes oscila entre lo dramático y lo El elenco de santos a los que las creencias del pueblo atribuyen la facultad de encontrar pintoresco: –bajo amenaza o mediante súplicas– los objetos que se pierden puede ser todavía muy ampliado. En la comarca de Tierra Estella, en Navarra, mucha gente cree que, puesto Lázaro Aranha invocaba el auxilio de San Antonio en el juego de cartas y mos- traba su gratitud al santo, calificándolo de bribonzuelo cuando conseguía la que a aquella mártir le fueron arrancados los ojos –razón por la que es tenida por pa- carta esperada. Antonio da Costa, mestizo de cuarenta años, prometió una misa trona y protectora de la vista–, para ella no debe ser dificultoso lograr que vuelvan a apa- a San Antonio si recuperaba a un esclavo suyo que había huido; cuando puso las recer ante la vista los objetos perdidos. En el pueblo de Úgar, la fórmula utilizada era:

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Santa Lucía, ción”59. Se sabe, también, que, en algunos pueblos de Andalucía, “para encontrar lo per- dame vista dido se reza a las ánimas benditas tres padre-nuestros”.60 para que busque esta cosita.52

En Estella se cantaba la siguiente cancioncilla el día de Santa Lucía (13 de diciembre) y en las ocasiones en que alguna cosa se perdía: Santa Teresa, San Pantaleón, San Lorenzo y algunos Santa Lucía datos sobre la mitología de los nudos los ojos perdió, y dentro un plato Resulta más que curioso comprobar que, del mismo modo que a algunos de los san- los encontró.53 tos que ya hemos conocido se les ataba, a otros se les invocaba justamente como pa- trones del desatar, del quitar los difíciles y enojosos nudos que a veces se enredaban Por cierto, que en Cuba también debió ser tradicional la invocación a Santa Lucía para en- en hilos, tejidos o ropas. En Torreiglesias (Segovia), contrar las cosas perdidas a Santa Teresa se la invoca para quitar los nudos. Pero yo es que la invoco, digo: Santa Lucía —Santa Teresa, venga, Santa Teresa, venga, que yo no le puedo quitar. Ayúdame, que pasas por aquí, no estés ahí, venga, venga, vamos a quitarle, vamos a quitarle. con cuatro velitas Y se quita el nudo ¿eh?, la verdad.61 alúmbrame aquí.54 Se sabe también de determinados santos invocados, desde hace siglos, en ritos de El pueblo de Yecla (Murcia) parece que ha sido muy rico en variantes de prácticas y con- magia amorosa encaminados a atar y desatar la potencia sexual de las víctimas. Por juros para encontrar cosas perdidas. Además de las consabidas oraciones a San Anto- lo general, eran mujeres hechiceras –a iniciativa propia o por encargo de otras mu- nio55, contaban con las que estaban dedicadas a Santa Helena: jeres– las que practicaban encantamientos destinados a ligar hombres, impidiendo Helena, que al monte que pudiesen tener relaciones sexuales con féminas diferentes a las que practicaban Tabor subiste, o encargaban el hechizo. Algunos documentos antiguos prueban que tales ritos as- a Jesús los tres clavos piraban a atar los cojones de sus víctimas masculinas (o a desatarlos cuando el he- le quitaste: chizo había hecho ya su efecto). A finales del siglo XVIII, los archivos de la Inquisición uno se lo diste a tu hermano Constantino; recogen una denuncia referida a una notoria hechicera de Lucena (Córdoba), otro a la mar La tejedora de cintas Josefa Tomasa Rojas y Bueno, alias la Chicharrona, de 74 lo tiraste; años, casada con un picapedrero, que para ligar a las personas utilizaba un el tercero clávalo buen número de “remedios”, entre ellos, uno untándole de un potingue “en sus en lo que se me ha perdido.56 partes pudendas” y entregarle un listón encarnado con el que había de concu- rrir a misa, y cuando estuvieran alzando la Sagrada Forma, arrojarlo disimula- En Yecla tenían también el auxilio de la mismísima Virgen María, a través de una curiosa damente al suelo. oración a “los ojos de la Virgen”: “Se procedía a entonar una salve o a recitarla varias Otro consistía en dejar caer en la Iglesia mayor, sin que nadie se apercibiese de veces, a los ojos de la Virgen, para poder hallar lo perdido. Así como la Virgen “halló al ello, una cinta a la que previamente le había hecho varios nudos. También decía Niño perdido en el templo”, se suponía que aquellos ojos inmaculados, perfectos y san- que era muy eficaz echarle unos nudos, conjurados con oraciones, al dobladillo tos, también serían capaces de encontrar inmediatamente lo extraviado”57. En el mismo de la camisa de que se deseaba ligar y después deshacerlos uno a uno en días pueblo contaban también con la inestimable ayuda de San Tarsitio, por la simple y bien consecutivos. fundada razón de que, “aprovechando la rima consonántica, los fieles invocaban a este De igual manera, surtía un gran efecto el colocarle debajo del cuerpo unas tije- santo y decían: San Tarsitio, llévame al sitio. Y allí encontraban lo deseado”58. Según otros ras entreabiertas en forma de cruz y espolvorearlos con la mano izquierda con pi- mienta molida. informes del mismo pueblo murciano, “las ánimas benditas, al transitar de un mundo al otro, eran perfectas conocedoras de múltiples detalles y secretos que se ignoraban en las Si de lo que se trataba era de desligar, al que le tenía que deshacer el hechizo le pedía un huevo que posteriormente se lo devolvía con unos polvos, y le mandaba fuese a bajas esferas de la existencia. Para recuperar lo perdido se les rezaba un Padrenuestro o una tienda en la que había de comprar un poco de azafrán, el mismo que tenía que se encargaba una misa en beneficio suyo, para redimirles de pecados cometidos en vida. dejárselo encima del mostrador. Y, aunque lo llamaran reiteradamente para que re- Así, un intercambio de favores y beneficios se desarrollaba sin ningún tipo de complica- cogiera la aparentemente olvidada compra, no debía volver la cara atrás y hacer

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caso omiso de las indicaciones. Completada la primera parte del conjuro, tomaba luego, como un santo. En realidad, esta advocación debe hundir sus raíces en el solar una correa de perro, a la que previamente le había echado nueve nudos, que iba ibérico, según prueba este documento representativo de la tradición de Badolatosa deshaciendo con unas tijeras, mientras decía a cada uno de los nudos: (Sevilla): San Pantaleón, deslígame este cabrón, Santo Pilato, desde el miembro como no aparezca, 66 hasta el cojón, la tripa te ato. con lo que conseguía –siempre según ella– que a las dos horas, la persona li- gada, se hallaba totalmente restablecida para cualquier acto sexual.62 Pero es en la Argentina donde las invocaciones a Santo Pilato se han registrado de manera más profusa. Fijémonos en esta versión de la provincia de La Rioja: Por cierto, que tampoco han faltado santos que han estado bajo amenaza de que les Santo Pilato, cortaran los cojones por razones diferentes a las que tienen relación con la desapa- la cola te ato; rición de objetos. La cuestión daría para otro amplio estudio monográfico, de modo si no me concedís, que, en esta ocasión, voy sólo a referirme, muy de pasada, a las exigencias que en no te desato. algún lugar se le hacen a San Lorenzo para que cure la erisipela: Este conjuro lo oí a unas niñas; una de ellas esperaba ver pasar a su novio a ca- ballo por la calle; como la hora convenida llegaba y el joven no aparecía, ella, En Plasencia se recurre a San Lorenzo, aunque no con demasiadas exquisiteces. 67 Mientras que se hacen cruces en la parte afectada con una paja mojada en haciendo un nudo con el delantal, decía el conjuro con toda entereza. aceite, el curandero pronuncia por tres veces estos versos: En el área de Centroamérica y del Caribe se invoca sobre todo a San Pascual Bailón, San Lorenzo bendito a quien, en vez de hacerle objeto de amenazas, se le ofrenda un baile a modo de re- sea por pares o sea por nones, la disipela que tengo compensa, una vez encontrado algún objeto perdido o proporcionado un novio a me tiene joios los riñones. alguna muchacha. Los siguientes son informes nicaragüenses: O me la quitas de pronto Cuando se nos pierde algo, le pedimos a San Pascualito Bailón. Y, si lo encuen- o te corto los cojones. 63 tra, uno lo baila. O sea, se me pierde un reloj, un anillo en la casa, algo. Enton- Es imposible profundizar aquí en una cuestión que tiene muy hondas y complejas ces, mi abuelita me dice: raíces míticas y religiosas, pero lo cierto es que desde tiempo inmemorial se ha cre- —¡Pasemos a pedirle a San Pascualito! ído y se cree, en tradiciones de todo el mundo, en una serie de divinidades hacedo- San Pascualito Bailón, que se me aparezca tal cosa ras de nudos –con los que atan a los hombres, a los demonios, a otros dioses, a las que se me perdió, tormentas64– y manejadoras de los hilos, cuerdas o cordones de la vida. A su luz po- y la ando buscando. dríamos seguramente interpretar mejor todo el complejo ritual que estamos anali- Y, cuando me aparece, ya le bailo68. zando, aunque, por el momento, habremos de conformarnos con remitir a ciertos Hay uno que es San Pascualito Bailón, ¿no? La gente baila alrededor, no sé si estudios ya publicados y dejar su desarrollo para otra ocasión.65 desnudos, para pedirle favores. Para que el chico que te gusta, te quiera.69 En Puerto Rico se invoca al mismo santo y a otros dos más, San Antonio y San Gonzalo de Amarante. Aunque, por si acaso, tampoco se dejaba de amarrar los huevos al diablo si las circunstancias así lo aconsejaban: En Puerto Rico, para encontrar las cosas perdidas, se reza a tres santos: San An- Santo Pilatos, San Pascual Bailón, San Gonzalo tonio, San Pascual Bailón y San Gonzalo de Amarante: San Pascual Bailón, de Amarante y otros santos bailones en Hispanoamérica si me encuentras lo perdido El panteón especializado en encontrar objetos perdidos y en atar y desatar demonios te bailo un son. También se “amarraban los huevos” al diablo. En un pañuelo se ponían tres –o santos de perfiles más o menos ambiguos– tiene difusión aún más internacional. 70 En Hispanoamérica, su riqueza es extraordinaria. Uno de los personajes más invoca- nudos, y hasta que no apareciese lo perdido, no se desataba. dos en estos trances en el continente americano es nada menos que Santo Pilato o San Pascual Bailón, Santo Pilatos: otro híbrido sorprendentemente contradictorio, si se tiene en cuenta San Pascual Bailón, que Pilatos ha pasado al imaginario cristiano como un cobarde traidor, y no, desde si me amparas lo perdido,

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te bailo un son. o la barredora usan la misma fórmula: “Por San Pedro, etc.”, y se hacen las pre- guntas. La oración de San Gonzalo está en la orilla del mar; Este último recurso da también excelentes resultados para encontrar objetos des- ampárame lo perdido aparecidos en una casa. Se dice entonces: “Por San Pedro, por San Pablo, yo y yo te saco a bailar. quiero encontrar (el objeto que he perdido)”.76 San Antonio de Padua, que en Padua fuiste nacido y en Padua fuiste criado, ampárame lo perdido y acércame lo alejado.71 San Benito, San Marcos, San Juan, San Antonio: En México ha quedado registrado otro curioso cruce de santos y de prácticas ritua- les, que convierte a San Antonio en otro santo bailón: los santos de la cosecha y del ganado que atan al diablo [A San Antonio le prometes] que, si te da novio, lo vas a bailar.72 El curiosísimo complejo de creencias y de ritos en que se mezclan tantos santos, de- monios, amenazas, nudos y ataduras cuenta con todavía más hilos de los que es po- En la tradición de la República Dominicana se ha registrado alguna curiosidad más, sible seguir tirando. En la tradición hispánica ha estado o está viva todavía la creencia como la de que es preciso ofrecer el baile detrás de la puerta: –a veces inserta dentro de ritos y de fiestas– en unos cuantos santos a los que se considera facultados para atar o para encadenar al diablo. Uno de ellos es San Be- si una persona ha perdido alguna cosa, le reza esta oracioncilla a San Pascual nito, protagonista de este breve apólogo anotado por Gonzalo Correas en su mo- Bailón y el objeto aparecerá en seguida: numental Vocabulario de refranes y frases proverbiales (1627): San Pascual Bailón, si me encuentras mi [nombre del objeto] —¿Andas ahí, Benito? —No, maldito. –Fiaos de monxes de ábitos prietos. te bailo un son. Dizen ke San Benito ató el diablo en la mar de Sizilia, i le dixo ke se estuviese allí Una vez que haya aparecido el objeto, la persona se coloca detrás de una puerta hasta ke él bolviese; i komo tarda, kuando pasa por allí algún navío, pregunta y baila el son ofrecido.73 el diablo si viene allí San Benito; rrespóndenle: “No, maldito”; i él añade: “Fiaos de monxes”.77

Por cierto, que resulta muy sugestivo constatar que, en la misma tradición, Resulta muy sugestivo el hecho de que, en pueblos de toda España, haya cultos fes- cuando se ve a un sacerdote hay que hacer un nudo al pañuelo y amenazarle tivos dedicados a diversos santos estrechamente relacionados con ritos de propicia- mentalmente (al sacerdote) de no desatarlo hasta que no le sobrevenga a uno ción agrícola y ganadera –y festejados en épocas del año especialmente sensibles algo bueno.75 para el buen desarrollo de las cosechas y de los animales–, a los que se les atribuye Cuando se veía una monja pasar, era imprescindible hacerse un nudo en el ves- la facultad de atar al diablo para que no hagan daño a los cultivos ni a los humanos. tido para escapar a la mala suerte. Entonces no se podía soltar dicho nudo, hasta no ver a un bombero; si no, era catastrófico.76 En La Mancha, por ejemplo, el santo más invocado es San Marcos, cuyas celebra- ciones del 25 de abril han marcado siempre un jalón esencial en el ciclo agrícola es- pañol: En Haití existe toda una curiosa mitología orientada a encontrar los objetos perdidos y robados, con la ayuda de San Pedro y de San Pablo: También [cada 25 de abril] celebran San Marcos en Membrilla y La Solana, pró- ximos a Manzanares; en el primero de estos pueblos, van de comida al campo, En caso de robo, se suspende por un pelo un anillo de matrimonio y se dice: a espantar al diablo, haciendo un nudo en la siembra. Vuelven al caer la tarde 78 Por San Pedro, cantando manchegas y seguidillas... por San Pablo, El día de San Marcos, 25 de abril, en muchos pueblos del Campo de Montiel se dígame la verdad, salía a los campos de trigo y a los cebadales a atar, espantar o matar al diablo.79 ¿ha sido fulano quien ha robado San Marcos (25 de abril). Tradicionalmente, en este día, las gentes de [Terrinches, (se nombra el objeto perdido)? Ciudad Real] iban de romería al campo para atar los cuernos al diablo y tomar Si ha sido fulano quien ha robado, al nombrarlo el anillo se balancea. Si no ha el típico hornazo, y allí cantaban y bailaban durante todo el día para festejar al sido él, se repite la misma fórmula y se citan otros nombres, hasta que se des- santo. En San Marcos iban de romería al campo para atarle los cuernos al dia- cubre quién ha sido el ladrón. Se emplea también el passé-balai, y el barredor blo: se hacía un nudo en la siembra.80

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