caro REED

un maestro de Ia narro dòn cine mai ogrófica

Tres films bastaron para colocar a Carol Roed tií la primera línea de los realizadores cinematográficos (le hoy. Gdd Man Qut (Larga es la noche, 1948-47), The Fallen Idol (El ídolo caído. 1948) y (El tercer hombre, 1949) le aseguraron un puesto que dieciseis pe­ lículas anteriores — filmadas en un lapso de diez años— no parecían prometer. Esa ascensión en la estimativa crítica fué acompañada de un enorme éxito popular. Mientras en todas partes del mundo los afi­ cionado« hacían cola para ver sus films, la crítica agotaba panegíricos. Uno de los principales creadores del documental inglés, Basil Wright, no vaciló en escribir que Reed no sólo era e! primer gran director que Inglaterra había producido hasta entonces -—prefiriendo su obra a la de Anthony Asquith y Thorold friekinson, a la de David Lean y Laurence Olivier— sino que era uno de los mejores en todas partes del mundo. Otros fueron más sobrios en el elogio y , sin entrar a discernir prioridades, apuntaron su sentido impecable de la narración cinematográfica, su estilo individual, su predilección aparente por un determinado tema (el hombre acosado) y determinado planteo (el cine de intriga). No faltaron voces francamente discordantes. Hubo quien destacó una superficialidad general de su enfoque dramático, un gusto por la exposición de ribetes sensaeionalistas. Los que tal actitud asumieron se negaron a ver en Reed a un creador y a lo sumo reconocieron:, en él un habilísimo artesano. El estreno de su último film, An Outeast of the Islands (El paria de las islas, 1951), vino a replantear, en forma aguda, este problema. En tanto que escasos fíeles seguían aplaudiendo gu maestría, aumentaba el número de los que descreían de su condición de gran creador y lm > ■ jn Lu- • rísta propuso que etapas d e u n o carrero se escribiera una nota >b e The Fallen Reed, Tras estas apm O I1 - icíis dispares, se Bank íi lu ( 1 {■i )< <"i de sus films - - palpa un problema t i i i ><■ ' . exposición exige imu'ín ió , ,-í i' 1(1« U 1 '11 ema (que Lu- algo más que un cenen .¡e i pie •s; exige, ante to- <■ ia.no E n • ¡» ■ - lio ■ , , slí < i en Domeitíca do, un repaso de la en lera d • , mi Reed, un fura ¿(’Agosto, ¿ no ' , ' l * p> • i uves novedoso; metí de sus films más notables. una ilootu «i í> • .x t > ú< ahaii sus v :.aóacias des­ tinos on una playa superpoblada tín leriüdo de ve rano. Oíros críticos reconocieron ya eso, realismo únagmntivo, esa capacidad de proyector la viña .y los protagonistas sobre ei fondo abigarrado y nítido años de aprendizaje que los en marca, esa habilidad para el detalle siguí neativo, esa maestría en el manejo de actores, c e - Carel Beed llegó al cine por la vía del teatro, o menos anodinos (, Joim Loo- Nació en Londres en 1906, Después de educarse eis ge, Ilugh Williams), que luego todos descubrirían en la King’s Scliool de Cantcrbury y después do alguna Reed. Los defectos del film también era* obvios: ocupación juvenil no memora ble, se incorporó a una la artificiosidiui del planteo, las forzosas simetrías compañía teatral como actor (en un melodrama po­ de su desarrollo, la visión imeesariamaiite superfi­ licial). pero pronto derivó ¡i la dirección escénica. cial. El reconocimiento de su vocación y de su excelen­ Entre Bank Holiday y The Stars Loófc S o v m (La cia vino de piarte de quien nadie calificaría fie ex­ av:i!a¡leba, o Las estrellas miran hacia abajo. 183 9), perto: Edgar Wallaee. Para aumentar la ya extra Reed filmó cuatro películas convencionales. La no ordinaria difusión de sus novelas policiales, Wallaee vela de A. Cronm, en cambio, ie facilita¡m. por las 1) izo adaptar (o las adaptó él mismo), a la esce­ primera vez un material de mayor, si no excel­ na; formó una compañía dramática y encargó a sa calidad literaria; le facilitaba, sobre todo, un Reecl, entonces su mano derecha, de la dirección. tema de verdadera importancia i, cucaña y so­ Pronto reveló el joven un agudo sentido de la pues­ cial. La acción de The Stars Look Botrá, trans­ ta en escena, 111:1a imaginación inagotable para efec­ curre en un puublito minero de) Norte de Ingla­ tos de suspenso, para la iluminación provocativa, terra, y allí se desarrolla un conflicto social, pa­ mía habilidad para extraer lo mejor de actores ru­ ralelo al conflicto sentimental de su protagonista tinarios. Wallaee, satisfecho y parcial, llegó a decir (Miehael Redgrave). Sin emba go, ed no Uu» • que Beed era el mejor director de escena que pu­ entonces a la altura de la opo.tun’ t aun ¡uc al­ diera encontrarse en el mundo, gunas escenas (el, desastre en la mm ■ el •»■ ec',r - Esta actividad de cinco años, íué prólogo de del protagonista en favor de 1« n uunili, tei-ui), otra que daría a Beed mayor fama, La muerte de eran excelentes. El tema social no o ure< i nt* Wallaee, en 1932, disolvió su compañía; Reed aban­ grado profundamente, y era sustituid y m.p- * donó el teatro y se incorporó a la Associated Tal- por la historieta sentimental, donde ! pilme ¡ s i king Pietures, donde realizó un entrenamiento de sonaja era Morgaret Lockwood que 1 < a 1 ■ si m , tres años. De allí pasó a los Estudios Ealing corno adulterina de Redgrave y era, i-omo •«si ,.j.nip*e, asistente del director Basil Dean (The Constant una perversa, Nymph, La eterna ninfa, 1934). Con Dean trabajó Reed realizó cuatro films más ánt -le m"J f ■) en oscuras labores — director de diálogos, encarga­ rarse a las fuerzas armadas, iucli, n i. Kippi da de producción-... y aprendió lo que aun no sabía (1940), inadecuada adaptación de la • v el i !• f< del oficio cinematográfico. De 1935 es su primer G. Wells, y The Young Mr. P itt (Ki io' mi 1 i'L film, , que la historia registra sin 1941), ejercicio en historia novelada nu cu ole >’f asombro. Su segunda película, Laburnum G-rove (so­ las transparentes alusiones al moment jmh.ii £>■ y bre una pieza de J. B. Priestley), mereció por su in ­ bélico en que fué realizada, no tenia ti inteo-a cisivo realismo la atención del crítico de The Spec- que el de una brillante interpretación de Rqb'ert tator, uso'de-los mejores semanarios londinenses. El Donat como Pitt, Robert Morley como Fox y líay- crítico (que también era escritor), se ocupaba por mond Lovell como Príncipe de Gales. esos días de realizar en la novela esa misma incor­ La guerra total alistó a Reed en el A i m y K í» e- , poración de la realidad cotidiana del suburbio —sór­ matograpli Service, para producir películas educa dida y agria— que Reed aportaba al cine inglés. tívas. Lo acercó, además, a una realidad qqe .em­ Pero nada surgió de este primer encuentro entre el pezaba a faltar en sus últimos films. Para-, el L í6*"' director y el crítico . cito produjo Reed un film, , sobre fh¡ film 11 4

.-•juste de los civiles a la vida .militar; era de me­ diana duración y su interés sugirió a un productor coroI reed la idea de utilizar ei tema para un film eonvereial, tai libreto de Eric Amblar y -Héter Üstinov, y la di recciem de Keed, permitió la necesaria conversión. VA resultado fue The "Way Ahead (Temples de acero coda uno encuentra eu Johnny MncQueen, no es liei-ti, que mostraba con mayor espacio la fusión el .hombre, individual y único; encuentran sus am­ en

Llegada i;i puZ, i¡«.¡l regresa ;1 ).,¡i estudio« con una 1 ee a v,, q a e a ¡.. . r e-a e i a y ei (leseo de o ai- zar alguno obra grande, Klige l¡¡ m.voi¡i de F. |„ orcen, Odd Man Ont ( 1045), como vehículo de sus ambiciones y durante dos años prepara mimicio- samcnl" u u film que alguno,« consideran su rl,r:¡

maestra. Su tenia es la caza de un hombre. Ivn , THE TRUE; GLORY: esta v.-z i a caza no es realizada únicamente por el pueblo italiano liberado la policía. Porque todos buscan a ese asesino, pró­ fugo v moribundo; todos creen tener derecho« so­ bre él. La buida y Ja caza son únicamente los THEjWAY AHEAD*. m o tiv o s iniciales del film, el empujo l füm s~ mantenía sólido por su affaire clausurado, a la destrucción de las relució factura, por "U ¡niel g n orquosiació» de atinó« nes, que es el tema profundo del episodio. fora y tipo», pt le v í-ión — irónica, fría, penetran­ Poco a poco, Eeed había ido imponiendo .su'-con­ te— , con que o n ■ ir f¡“ v contrastados. Sí no cepción a Greene. Desaparecía, por completo,, ese I ora una obra. m. »stia. • < J u i tour de forcé. sentido horrible de la traición forzosa que envenena en el cuento ei alma del niño, desaparecía también un sentido sórdido del mundo: Balites era ahora Sir ■ r aparece graham greene Ralph Bichardson, la muchacha, la refinada Miché- ic Morgan; hasta la esposa de Raines perdía su ca­ c I rol R . 1 ' i a! n (■! CU31 c 1 o l v u 1on ' < t lü rácter lamentable de vieja celosa y gastada, para dxr • E, 1 |U 111» p. 1 ( u l u n n t e n 1!' i - Í“U |» convertirse (gracias a Roed y a Sonia Dresdel), en m e r a m i i ¡11 |U lit ■ n ' 1 1 i > 1-1 * 1 1 IHMru 1 < una arpía de cuentos de hadas. Quedaba, en cam­ g rú f i d. un ( ' Mi i (T I - E ' ."OfOt R > o m ), p bio, la experiencia completa y repetida de esa in­ G rc . -i 0 11..1.I i „ s 111.1 n H "i r'1 1 n , u 01 íl? 1 comunicación humana y ella sola bastaba para jus­ c! i c a * 1 o i i* fu»"' lf> -kt í se s, t* *'} n n AHic;i ;i Íf! tificar una intriga ingeniosa y (tal vez) artificial. tió ¡so 1 (jIm 1 * . * í tm > x i ) t . m j -'.i erín tí ' a El resultado era un espectáculo brillante y sutil, q u e ]' u o lu n l" ' J Hl! j-h it > H 1 *»11 . X ill/ , M una exposición sin tropiezos. Roed habí» enrique- lh ‘ - MJIU ki p ,s tjl.O i M ií.l) ■ í u Ciiiu b io d e U" 1

q u e ( * OU ~*1 •11.110 ) i -a U e s in o y < asi i T o*

áU M i i ‘Slo JMU IWlltll (-'l S 1 U n 9«.. El li-íi i(. ¡- -t s u o n ¡ !•[ ^ ’* * 1 ! rei :cíón q u e t. CIÓÍI 1I i* <■’!! j, i vid » . 0 nJ ti ÜO 1 l'l lO) i i

t'iü ÍJJ¡ u n a i u i . i , m i 'H ,i 1, . i b- * 1 rn i ji‘ • 1- } m i < , « ■jM r ' 0 i; , d i - ! - 1 helad» u ncm ,) u y , - : i - d t 1 U i mar;i i litíi i t , i„, ¡ v i! C 1 lo- ' * < ¡M m a n en i ai ita it >• 1 11 tul td ult . J. c o m p - ' ! =UÍU píiTJ ( I 1" K , ' e 1 m u n d o do lk‘-- t m u l o para lo s u d a h í»s. lil t1 íi' .. ."C !*01n i r t i ó r ft ou t -punto °ntif auilio. m, u i a, en la IIK a p e j- n-díi i ,(3. oscura y enorme, la huida dcd niño por las calle;! un episodio del secuestro de Anua (V¡.l)i mi, , H húmedas- y estratégicamente iluminadas. En peque­ fuerzas rusas, debió ser modificado pai i e i ,Jf ños episodios adicionales se demostraba su maes­ implica c.ioses políticas. Una mo-iifí.-ucióu ,p tría para el detallo significativo. Ei mejor consis­ t«mente menor ilustra, sin embargo, sobr*- en nru-jj. tía en la .intromisión., durante el careo de los aman­ radical de tono, Greeuc había previsto un fulsn tes, de un hombre que venía a dar cuerda a un happy ending: Martina se quedaba pon Ja mucha­ valioso reloj y que proseguía, indiferente, su tarea. cha de Lime, porque así se acentuaba Ja sordidez Ese contraste de une. vida mecánica y la tragedia de todo el asunto, la falta de nobleza esencial aún que se desarrolla a su boto, entre el hombre que en los buenos (o ingenuos). A Beed le pareció oj, oq vi i .n ' ti e trata de salvar el pe- níeo ese final y lo sustituyó por otro en que Valí; o o, i ?tul> i b ¡, ) ur . ed sin forzar los tonos pasa junto a Cotten sin mirarlo, como A no 'advir­ , o ex ti a\ei 1 h < • ’ i iltima posibilidad de una tiera siquiera ; j m is , i q o t e -u.itó., ciueia-, sit i ii )ón iioi < < ♦ episodio queda también tográficamente, . xooU'm Algi iris ,u ,$ ..u-TUa, tu > h e t•• un r i 'm i de sus el lente films: liu- clones resultaron de la , ¡oral exp mi* . -o i >i■->y,, moi < ■ Uto 1 . v1 hasta en las situaciones en libreto. La más intei •» ote, sin ni d u i 1 más h ie u k i 1 ¡amiáticas), el comentario la intervención de un m, ’t» u»p< i- d u< ix-* .. "óin .,i sul ■ ‘ Jas escenas y devuelve a nicstro, que denuncia a i'1 u n o -m m 1, i ve <• i o !u.r !i 'I si ación de hombres y a fa ­ un portero. En el cuento - i'sx lx o , , eri , i nes. el film, Beed consiguió dañe i «ü dos escenas) una El film demostraba además otra faz del talento verdadera sugestión malsana, de Beed: el dominio absoluto sobre los intérpretes. El autor había calificado el cuento de entreteni­ No sólo extraía de Balph Bichardson y de Midióle miento, como subrayando su colunia ia , '»h(, i 1 Morgan dos de sus mejores actuaciones, sino que la crítica no tardó en reconocen ti » u- . áh T j convertía al niño Bobby Hetirey en un gran actor. el film. Otra vez se destacó 1. >t ca I -n stua Bobbv no tenía ninguna experiencia cinematográfi­ narrativa; la inteligencia >v’ ) o ta I d L>J1 ca ; su única calificación para el papel era saber significativo; la habilísima oiquwta i i • ■ ted ) francés e inglés, tener los odio años necesarios, ser los elementos {imagen, música ' jut los i dócil a las indicaciones de Beed. Toda la interpre­ toros). Pero casi todos se pi n ntad i • ar «ti tación fue creada por Beed que actuó ante Bobby servía tanto despliegue. El te en ni Ir 1 i u hasta conseguir, despertando su sentido de imitación, perfieie: los buenos (Cotten ^ ib l rovoi He el resultado adecuado. La crítica habló de prodigio eran poco inieresantes; el i i i \ clics), a * v t y de precocidad hasta que supo quién era el que casi siempre escamoteado y sólo «* una w ■ i realmente creaba el papel. Años más tarde, al fil­ tórica, en la. rueda del parqa- de ixeisic > «i mar An Outcast- of the Islands, Roed repetiría su posible advertir en él algo m) qi m ■ i.u> i,i hechizo sobre Kerima. que tampoco nació actriz. cínica. Y aun en esa miaña . • > t r 1 u >' >go n i que Wellos aportó une línea ,u i,o< il ! i ru n s un entretenimiento brillante y aun efectista qu-.». ; < . < bi ■ ' t la ciudad bombardeada y ocupada por los cuatro po­ vés de una hábil intriga p -lie I •! 1 1> 5 T1 ion deres, llena de militares y expertos en mercado ne­ de Martina. Durante toda u ’id i M • c,- aubía gro, servía de fondo a la investigación de un equí­ sido engañado y traicionado pe - L r ie , £■ ro sólo oh voco: crimen y al descubrimiento de un crimen ra descubría esa. traición profunda. Esa convicción mayor. Las modificaciones que sufrió el relato fu e­ lo lleva a buscarlo y a matarlo. El film cuenta esta, ron sustanciales. Algunas derivaron del elenco mis segunda historia ; la otra le sirve de fondo, la enri­ nio’ mí contratar a Cotten y a Wtiles para los pá­ quece con sus implicaciones, pero jamás pasa a. pele» de Martin® y Lime, se debió cambiar la -na­ primer plano. De aquí que otra vez haya que acta-:, cionalidad (británica) de los personajes; otras mo­ rar objeciones semejantes a la que se opusieron ai) Oí id .MNl) Ollt; )’"!•-uombas. oasi di i dbn cuaí': h-'.! üiiutno NO¡)á' í•! mundo s.ü-rou' pio fonte. >■ hasta la apliíonuán da q¡ nudodía do An- p.'du < 1 U í dibuja. V'. í ! i i i É r- j -1 í - OH qua ja j;;;- ! : > ii Karas. duden apuntaron on o’ liahor do lu-nd, En píídanMli fdm r.-ddí ,.j sanlld-U, ;ja y alara-. audito no menor os ai do liahnr saíddn noni ras¡ a r. ;’¡írrí- pm'-mna y-s, para Kinm. sób; importa ai siti y io!<- no m s. los t ;• t Ì los .í nt orprola.t i vo-~- tan enría individuo: para d j n ;i r as 1 ‘a i! o u a y . !.;> soniodad: do- da has p r «: q.n g o n i si as. M ¡i f l i h.", araa a¡¡ ja abastad: Ajina, a!] ¡d amor, l'ada uno |wau mi ampia ■s-nniia y nulun <{u a aun i'-’la. mi; allá. Oaa midlo/n -sumía ai rdduo pan la a>: l soni a id U mu permuta acapara“' Mili' una v a i < ¡ rnv > • > a m-a sapa, nsr a olía: a: da y a) <-; ha ha- odimun-s da I, •; ¡ . ai dmd'mr aü! la ponledinn. a! a d ;J: a ra r ü;. al pro THE THIRD HAN: a;i’M' h; inHía'M- < i a ; i ! i 1 -M s PJ: íarhJO?, Uí¡ -Olí supá- Joseph Cotten, Orson Welles jdoras a b>> daj a-hiraiü que ha munPmh'U) la guerra > ai alia s: r v {■ <; r ? í\<■ 11 s i* 111. c d•: i arto da- f.íeed; exponer eonídietos oium niados en 'iKlio'idüos. inosnur id ehequo do vanmos y uo tomar partido, abs1eue.rise a nielo dusamoiH e do iodo mensa- ,}í:, decir •• ron oí!,1) exposición m¿ üikAosu- - !u que encía uno tiene que decir, A. Ic? sumo si algunos to qnex dmnu.-ux autorizan un dos<:reiuii.enf'o idea!. El enl.oque os oen-qfío a! más tipien enhoqué do d olí o ilusión. un salto afras el film resulr, u* ±> -«ulo i de t* i 1 rma. >enia siado confuso -t > o\p> • ido i ■ uno o j los» Aa (El paria de las islas, personajes (ei , -peión *. 'n mujer incUgeti • nm 1951), vino a disolver el binomio y a aventar las sólo representa la tentación!, t io otros pro’ en ■* esperanzas de que líeed filmara la más importante al cuadro. Además de los dos hombres enfrentados novela de ítreene- The Heari of tile Matter (El re­ por la amistad y la traición, aparece Ahnayer eó» vés de la trama, 1943). Pero Keeíl había decidido su mujer. ¡Su historia constátuye un episodio que cambiar de ambiento y aún de género. novela, saca de quicio la narración y destruye ti equrlrPjr de Cortead le aíraia eotno tm enj'-erímento en una dcl relato. En manos de actores brillante*, ead > pe> atmósfera dístinín y la liorna la indígena, y la larga Mst >n de si’ > • que se lia ., .t ido. Aunque el libreto se - r ( un están magístralmente logradas. í atino1 i i i de las lile • o ’»s en que se desarrolla, la • > opu ia sensualidad que va creando esa . " ij r in. '- v i, novela (particularmente la destrucción cb siH ai), y silenciosa se integra en el vast m eu:m i i

la obra de lliams, Rene Ray, Linden Tra­ argumento de Gordon Welles­ vers, Wilfrid Lawson. ley, fotografía Otto Kanturek, dirección artística Alec Vet- No Parking, libreto de Carol ehinsky; cen Margaret Lock- R eed; con Leslie Perrins, wood, .Rex Harrison, Paul' von 1985—Midshipman Easy, libreto de Hernreid (luego Paul Henreid), A nthony Kim rein s;; con Hug- 1988-—, libreto de Les­ Basil Radford, Naiinton Way­ gíe Green, R o b e r t Adams, ser Samuels y Marion Dix ; con ne, James Harcourt, Felix Ayl­ Margaret Lockwood, Roger Li- Jessie Matthews, Michael Red­ m er, 'Roland Culver. veaey.. grave, Noel Madison, Alastair Sim, Francis L. Sullivan, Athe­ 1340-—The Girl in the News, libreto ne Stewart, Basil Radford. 1936— , libreto de de F ran k L aunder y :Sidn«ay Gs> Anthony Kimmíns sobre una A Girl Must Live, libreto de lllat sobi-e novela de .Roy -Vic­ comedia de J. Ib Priestley ; Carol Reed, fotografía Jack kers ; con Margaret Lockwood, con Victoria H opper, Cedric Cox; eon Mary Clare, Hugh Barry K, Barn«, Emlyn Wi­ Hardwicks, Edmund Gwenn. Sinclair, Margaret Lockwood. lliams, Roger Livesey, Marga- Kathleen Harrison, Naunton retta Scott, Wyzidham Goldie. Talk of tjhe Devil, libreto ci­ Wayne, Lilli Palmer, Renee nematográfico de Carol Reed, Kipps, libreto de Launder y Houston. con Frederick Culley, Margaret Gtlliai sobre .novela de H. ' G. Rutherford, Gordon McLeod, , con J a m e s ■■Wells, fotografía Arthur Grab- Basil Sydney. Harcourt y Winifred Oughton. tree, dirección artística Alec Velehmsky,. cor Diana Wyn- yard, Michael Redgrave, Phy­ 1937— Who's Tour Lady Friend?, li­ 1939—The Stars Look Down (La ava­ llis Calvert, Arthur Riscoe, Mi­ breto de Anthony Kirnmins so­ lancha, o Las estrellas miran chael Wilding. bre asunto de Ju lian H o esi; hacia abajo), libreto de J. B. con Frances Day, Vic Oliver, Williams, sobro novela de A. J, Romney Brent, Betty Stock- Cronin, fotografía Max Gree­ 1841—The Young Mr. Pitt (El joven feld, M argaret Lockwood, Sa­ ne, música Hans May, direc­ Pitt), libreto de Launder y GL rah Churchill, ción artística James C a r te r; lliat sobre un asunto del Vis­ con Michael Redgrave, Marga­ count Castlerosse, fotografía Bank Holiday, libreto de Ro­ ret Lockwood, Emlyn W illiam s, Frederick A. Young, con Robert ger Ruriord y Rodney Ack- Nancy Price, Edward .Rigby Donat, Phyllis Calvert, John land, fotografía Arthur Crab­ Mills, Robert Mofley, Dalla tree, dirección artística Alec Night Train t© Munich (Ges­ Black, Raymond Lcveil, Max Vetchinsky; con John I.edge, tapo), libreto de Sidney Gi- Adrian, Felix Aylraev, Ann Margaret Lockwood, Hugh Wi­ lliafc y Frank Launder, sobre Stephens. film It / 10 poco interesantes ,y hasta incurren en errores téc- llicof- (e< i “) líl* ti r.^\> <*oi...... ■. ^ j iiaqu ttc-j el (■ piso lio 1 1 i a-,' p >r lo* i l."-l V t d ' *1» sum.i'l.i 1» n ¡ '¡éi < il'- 1 1 ¡i" ■ n ut m- puje apvni'S >' ■ > »<“ .i “ 1 .1 (1 1 ■ Huí ¡ .. ta- yend- intom i-ii'ii1' w lit- * i t .i _■ |d ,í-; ■ de Wills i¡ «q n*M u‘ a a I411 > a b utta 1 ivbl •I i'dst « ■' f'M'- tos lesionan gravemente un film que evidentemente no era para el arte frío, escasamente patético, de Roed. An Outcast marca un retroceso en la carrera de este director; un retroceso que lo lleva a una etapa ya superada en Odd IM&ii Out, porque lo que falla, aquí es la unidad profunda de la obra, el sentido total de la creación, y no algunos episodios aislados.

repaso, por ahora AN OUTCAST Of THE ISLANDS: Karima, Trevor Howard K.n Curo! Reod so dan las condieiones naturales de un gran na* radar cinematográfico. L! mismo hn expresado en palabras terminantes su concepción raí de Jas islas. ,E¡ paisaje y todo el coro hunmuo del oficio do director; I*a tarea de un director es de indígenas y blancos actúa sobre la pasión y en­ simplemente la de contar una historia. Para esto marca esa sensualidad, que estalla en la posesión debe usar actores y lugares, y cámaras y micrófo­ y en la horrible escena en que Willems humilla a nos. Pero, primero y ante todo, es un narrador. Aíro ayer. Aunque también ha dicho algo que nocosita escu­ Pero aunque este tema ocupa toda ia piarte cen­ charse; Si (el director) está contando una historia tral del film, no basta para, asegurar su validez. ajena, entonces se convierte en algo así como el Todas las escenas previas al arribo a las islas son productor de una obra teatral: toda su tarea con*

1942 a 1U44—Films cortos documen­ 1947—- (Larga es la no­ 1949...The Third Man í El tercer hom­ tales para el Army Film Unit che), libreto de F. L, Oreen y bre), libreto cinematográfico R. C. Sheriff, sobre novela del ( C n e r p o ■cinematográfico del original de Graham Greene, fo­ primero, fotografía Robert tografía Robert Krasker, músi­ ejército in glés). Krasker, música William Al- ca Anton Karas, dirección ar­ wyn, dirección artística Roger tística Vincent Korda, John Fnrse y Ralph Rrinton; con H a w k e s w o r t h , J oseph Bato ; 1-94 4— -The W ay Ahead (Temples de James Mason, Kathleen Ryan, acero;, libreto cinematográfico Robert Newton, Robert Realty, eon Joseph Cotton, Al ida Yalli, original de Eric Ambler y P e­ F, Jr McCormick, Fay Comp­ Trevor Howard, Orson Welles, ter Ustinov; con David Niven, ton, Beryl Meascm, Cyril Cu­ Bernard Lee, Paul Horbiger, James Donald, Stanley Hollo­ sack, Billy Hartnell, Ernest .Deutsoh, Siegfried BTr­ way, Billy Hartnell, James uer, Erich Ponto., Hanley, John Laurie, Renee Asherson, Peter Ustinov, lS4d—'The Fallen idol (El ídolo caí­ do), libreto cinem atográfico de 1951—A.n Outcast of the Islands (El G raham Greene sobre su cuen­ paria de las islas), libreto de i945--Tlie True Glory, dirección con­ to "'The Basement Room”, diá­ W. E, C. Fairchild sobre no­ junta con Garsoa Kanin, libre­ logos adicionales de Lesley vela de Joseph Conrad, foto­ Storm y William Templeton, grafía John Wilcox, música to de Guy Tros per,, H arry fotografía Gc-orges Perin&l, di­ Brian Easdalc, escenografía Brown y Saul Levitt, diseños rección artística Vincent K or­ Vincent Korda; con Ralph Ri­ y dibujos de Roger Furse, rea­ da y Jam os Sawyer, m úsica chardson, Trevor Howard, Ro­ lizada sobre -materiales rodados W illiam A iw y n ; con Michéle bert Morley, Wendy Hiller, Ke- Morgan, Ralph Richardson, So­ rima, George Coulouris, Wil­ por operadores combatientes de nia Dread el, Bobby Henrey, frid Hy de-W hite, Frederick los Países Aliados, producción Dennis Q’Dea, W alter Fitzge­ Valk, Bett> Ann Davies, An­ angio-americana. rald, Karei Síepanek, nabel Morley. carol reed film 11 / 11 siste en interpretar la historia de tal manera que signifique. De aquí que sea vena la tentativa de ex­ tenga éxito cuando se la exhiba. V. on ronndad. cavar una. temática a través de sus princivmles obras, a u n q u e lì Orí! h a y a castad o a, ü'p> c on t ¡i M i 1 *to y que todo análisis y toda búsqueda di i yuticadoi r ía s íj v t ne, H '> , - 1 1 - lio Basil 'VV.ri.glit sostiene que Oaml Kt ! es el n * só lo u ili. » (í,d * pii ÌO' ' ti i . m e * n jor director del cine inglés, pero ími ’un abo y b ie n , e fcj i h r , î M' .K Coa ' a (por■ afi*e o i ut, discutible no debe hacer olvidar sus J J m . b « » p o r co i i u M , ' 1 Di (q u o S’t a hoy, lo que importa reconocer en ib * » •* au »

A u n !<1? 1 * u* la d o h.si señalado el director tría para 'la narración cinematogi:Afi fs i ¡‘

su d t s i , m u c i u > m a k i s ’ KM, 1« j, ' u :í sano consumado, peía.) un director ni» ■ ¡

e lic o n i' ‘ \ F i i i t ' î, s i m o; p ‘ i',IMI 1 i • ' Ï 0 1 ÌH puede hallarse aún en. el futuro.

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nuevo concurso de filmación amateur

Cine Universitario del Uruguay ha organizado su I Concurso Nacional de Fil­ mación Amateur, abierto a todos los aficionados del país, Quienes pueden tra­ bajar, individualmente o en equipos, sobre tema libre. Las Bases establecen tres categorías de films: argumentados, documentales y experiméntales; once premios que integran: un Gran Premio, nueve premios a repartir entre las tres categorías y un premio especial al color; cinco menciones a interpretación, dirección, fotografía y montaje. Los premios, que suman $ 2.500, han sido donados principalmente por Kodak Uruguaya, Norton S. A., Pablo Ferrando S. A., Foto Micro, Cine Técnica, C. U. F. E. y Foto-Cine-Optica Click. Existe plazo hasta el 30 de junio, 1953, para la entrega de los trabajos. Las Bases, que a la fecha son ampliamente difundidas, pueden solicitarse en la sede de Cine Universitario, Colonia 1176, Montevideo.