Scripta Ethnologica ISSN: 1669-0990 [email protected] Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

Martínez, Gustavo Javier; Planchuelo, Ana María LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS DE PARAVACHASCA Y CALAMUCHITA, CÓRDOBA (ARGENTINA) Scripta Ethnologica, núm. 25, 2003, pp. 83-116 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Buenos Aires, Argentina

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LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS DE PARAVACHASCA Y CALAMUCHITA, CÓRDOBA (ARGENTINA)

Gustavo Javier Martínez* y Ana María Planchuelo** a Summary: This is an ethnobotany research study of the traditional medicine by the “criollos” from Santa María de Punilla and Calamuchita Districts in the Province of Córdoba, Argentina. Preliminary field data were obtained through intensive filed works. Disorders were classified as organic and social. In the first group, there are, among others, vernacular ailments such as “pasmo”, “empacho”, “pata de cabra”, “nervios”, “hernias”, “canchas”, whose origins are attributable to temperature unbalance or eating disorders, bumps or muscle strains or humoral changes. The therapeutic practices show the cultural synthesis between the refigured notions from Hippocratic humoral medicine (the cold-hot cat- egories), other Spanish traditions and Catholic ritual practices. In general remedies are applied using native and introduced , cultivated or collected in the field; the use of elements from the animal world or inert substances is not frequent. Among the plants, we highlight contrahierba (Trixis divaricata subsp. discolor), ruda (Ruda chalepensis), altamisa (Tanacetum parthenium), romero (Rosmarinus officinalis), duraznillo (Cestrum parqui), peperina (Minthostachys mollis) and topasaire (Gaillardia megapotamica var. scabiosoides). The application of remedies requires a careful consider- ation of criteria to select doses, timing and frequency of administration. Within this context, the sym- bolic value given to numbers or regulation logic of disorders or subtraction of ailment has been ob- served. Other therapeutic practices such as “curas de palabra” or “curas por el rastro” were also ob- served. Said practices are performed as home remedies and by traditional healers. The latter are rel- evant in the recovery of the social balance lost due to , damage and envy. The body and social disorders described for this area are similar to the features of traditional medicine described in other regions in Argentina.

Key words: Traditional medicine, ethnobotany, Córdoba, Argentina.

Introducción evidente en regiones en las que los contenidos culturales de salud y enfermedad se basan El abordaje de problemas médico-sanitarios en pautas tradicionales, tal como ocurre con y la aplicación eficiente de estrategias de las culturas folk (Palma et al., 1977). Redfield resolución, requiere de una comprensión glo- (1963) señala que las culturas folk se bal del entorno cultural sobre el cual se caracterizan por la sacralidad de su vida so- plantean. Estos componentes culturales cial; esto significa que la vida religiosa, las forman parte, por lo general, de una creencias y costumbres abarcan y se integran cosmovisión e integran un cuerpo a la totalidad de las expresiones vitales de la homogéneo de creencias pudiendo incidir de gente. De un modo particular esto se percibe un modo positivo o negativo en el estado en el aspecto médico-sanitario, por lo que sanitario de una población. Esto se hace algunos autores consideran que la

* Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). [email protected] ** Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). 84 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

interpretación de las prácticas sanitarias de Córdoba. Acentuando el punto de vista un grupo humano analizando las relaciones etnobotánico, los trabajos de Arenas y en el sistema hombre – entorno constituye el Galafassi (1994), Scarpa (2000a,b) y Hilgert mejor modo de abordar su estudio (Lahitte y (2001) refieren aspectos y características de Hurrell, 1994). Este tipo de aproximaciones la farmacopea vegetal en el marco de la en las que se describen los conceptos de salud etnomedicina de los criollos de Chaco, Salta y los sistemas curativos en los cuales se hace y otras áreas. uso de las plantas, competen al ámbito de la Según Idoyaga Molina (1999c; 2000b; etnomedicina. 2002b) es posible identificar tres tipos de En el contexto de un país multiétnico y prácticas en la medicina tradicional: el pluricultural como Argentina, la medicina shamanismo, el curanderismo2 y el tradicional de los campesinos se inserta en autotratamiento de legos.3 La primera se un complejo sistema etnomédico, trasla- mantiene aún vigente en las sociedades pándose con la biomedicina,1 las terapias de aborígenes, mientras que las otras dos, se alternativa y las terapias religiosas (Idoyaga practican entre la población no indígena de Molina 1999a). No obstante la importancia criollos, tanto en áreas rurales como urbanas. del conocimiento práctico de la gente de Las prácticas curanderiles y de legos campo, hasta el momento muy poco se ha presentan características específicas y hecho para tratar de atender y evaluar la definidas en cuanto a las concepciones de farmacopea de un grupo cultural en particu- etiología, la nomenclatura y clasificación de lar (Alcorn, 1995). Por otra parte, la realidad las dolencias, los métodos diagnósticos y las pluricultural de nuestro país no ha sido tenida praxis terapéuticas. Esto se debe a que se en cuenta para establecer políticas de salud, sustentan en las mismas tradiciones culturales y la cooperación entre la biomedicina y surgidas de diversas síntesis entre cono- medicinas tradicionales impulsada por la cimientos indígenas y creencias europeas W.H.O. está aún lejos de ser una realidad aportadas desde la época de la conquista (Idoyaga Molina, 2000a). (siglo XVI) y reforzada por los inmigrantes En nuestro país, las investigaciones europeos de los siglos XIX y XX (Idoyaga etnomédicas se han interesado especialmente Molina, 2000b).4 por los campesinos y mestizos de la región El conocimiento basado en principios del NOA (Bianchetti, 1989, 1996; Hurrel, reformulados de la medicina humoral junto 1991; Idoyaga Molina 2000a y b, 2001, a las prácticas de la medicina popular 2002a; Palma, 1978; Pérez de Nucci,1988). española constituye las bases culturales del En otros casos hacen referencia a la población curanderismo actual. Forma parte de este tipo ribereña del litoral (García, 1984; García y de prácticas el conocimiento, diagnóstico y Jiménez, 1986; Jiménez de Puparelli, 1984) tratamiento de dolencias folk como el y a los campesinos del centro del país en la empacho, la ojeadura, el susto, la brujería, la región de Cuyo (Idoyaga Molina 1999a,b,c; envidia, la pata de cabra, la culebrilla y el Idoyaga Molina y Krause, 1999; Krause, mal aire. 1999), sin que nos conste publicaciones de El autotratamiento o medicina casera investigaciones realizadas en la provincia de incluye el uso de remedios, en su mayoría LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 85

de origen vegetal y de prácticas -cataplasmas, la población rural que nos ocupa en este es- baños de asiento, ventosas, etc.- a las que se tudio etnobotánico es el de los criollos cam- les asigna carácter templario (cálido o frío), pesinos. Con respecto a este grupo no se co- de manera tal que las terapias cálidas se nocen estudios antropológicos en la zona y aplican a las enfermedades frescas y la información que presentamos constituye viceversa (Idoyaga Molina, 1999b; 2000b). parte de un Diagnóstico Rural Rápido (DRR) Finalmente, y basada en las creencias y de tipo exploratorio (Coirini y Robledo, en la manipulación de símbolos del 1999) para el cual se empleó información ob- catolicismo, la terapéutica de los criollos tenida de entrevistas, encuestas diseñadas a recurre también a las curas de palabra y otras tal fin y de la observación. En este sentido, prácticas a través de fórmulas reservadas en haremos extensivo algunos aspectos que ca- cuanto a las personas, fechas y contextos en racterizan la tradición cultural de poblacio- los que se transmiten. nes campesinas de otras áreas del centro del En este trabajo se presenta una país, caracterizada por sintetizar creencias y caracterización de la medicina tradicional de prácticas europeas –desde la época de la con- los campesinos de Paravachasca y quista y colonización hasta los aportes de los Calamuchita acentuando la perspectiva inmigrantes de los dos últimos siglos- con etnobotánica. Se destaca el rol de las plantas algunos elementos indígenas fragmentados. y otros remedios,5 en el contexto de las La lengua nativa del criollo es el espa- prácticas de curanderismo y del auto- ñol, observándose la pervivencia de térmi- tratamiento y se analizan las representaciones nos quichuas en la toponimia de las locali- culturales acerca de la enfermedad, su dades. Profesan la fe católica, siendo en su etiología, diagnosis, nomenclatura, mayoría bautizados, con una participación prevención y terapéutica, así como los asidua en expresiones de la religiosidad po- sistemas clasificatorios vigentes. pular como peregrinaciones y fiestas gauchas. La región de los Valles de Paravachasca y En su economía y subsistencia los campesi- Calamuchita se encuentra ubicada al suroes- nos combinan actividades de fluctuación te de Córdoba, y se caracteriza por ser un estacional provenientes de la venta de servi- área de gran afluencia turística con históri- cios vinculados al turismo (alquiler de caba- cos asentamientos de comechingones y un llos, venta de productos regionales, hierbas importante legado jesuítico. Desde el punto medicinales, chacinados y quesos) con el tra- de vista fitogeográfico el área comprende la bajo asalariado o la cría y venta de ganado provincia del Espinal y el Distrito Chaqueño propio. Los pobladores de mayor edad sue- Serrano correspondiente a la provincia len recibir magros ingresos provenientes de Chaqueña (Cabrera, 1994). La composición pensiones o jubilaciones del gobierno, mien- actual de la población es muy diversa y con- tras que los adultos y jóvenes obtienen re- viven la cultura de los campesinos criollos cursos de trabajos y servicios pagos que pres- junto con la de los inmigrantes de este últi- tan a las comunas, casas y hosterías, espe- mo siglo y los que, provenientes de la capi- cialmente en las épocas de mayor afluencia tal de la Provincia u otros centros urbanos, turística. La atención de la salud de la zona se radicaron en la zona. El conocimiento de se realiza en los dispensarios ubicados en las 86 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

principales localidades y en hospitales y con- tas y encuestas semiestructuradas. Se inte- sultorios médicos de los centros más pobla- rrogó acerca de las causas, formas de diag- dos (Alta Gracia, Villa General Belgrano y nóstico y prácticas terapéuticas de las distin- Santa Rosa de Calamuchita). Los agentes tas enfermedades, obteniendo un listado de sanitarios tuvieron un rol importante en la remedios, entre los que se recogieron más atención de la salud mientras recibieron sub- de cien especies de uso medicinal. Se obtu- sidios de la provincia, aunque en la actuali- vo información adicional acerca de la nomen- dad su tarea se circunscribe a las pocas loca- clatura de las dolencias, las representacio- lidades en las que la comuna los solventan. nes culturales acerca de la corporalidad y la Varios informantes señalaron haber recurri- percepción acerca de la biomedicina. Sobre do a sus servicios y destacaron la asistencia un total de 59 informantes que aportaron in- prestada como enfermeros o parteros. Según formación para este trabajo, se realizaron la opinión de médicos de la zona, el estado entrevistas abiertas, recurrentes y extensas a de la salud de la población atendida es de siete informantes calificados. buena a regular, siendo las problemáticas más Esta información se complementó con los relevantes el alcoholismo, las enfermedades datos obtenidos de la observación y obser- hídricas como las diarreas, las infec- vación participante. El trabajo se llevó a cabo tocontagiosas y las prácticas abortivas; se en diferentes viajes de campo realizados du- observa además una tendencia general hacia rante los años 2001 y 2002. Junto con la in- la mal nutrición. formación relevada se colectaron las plan- A pesar de los servicios de la medicina tas, las que fueron identificadas en su mayo- oficial con los que cuenta la zona, pudimos ría por el autor y depositadas en el Herbario observar en las campañas de campo la ACOR de la Facultad de Ciencias pervivencia de la medicina tradicional según Agropecuarias de la Universidad Nacional la entiende Idoyaga Molina (2002b), tanto a de Córdoba. través del autotratamiento por medio de la Las entrevistas se registraron en cintas medicina casera como en la consulta a “es- magnetofónicas y cuadernos de campo, pecialistas” o curanderos tradicionales, sin transcribiendo en forma literal aquellos as- que nos resultara difícil ubicar o acceder a pectos que permitieron caracterizar de for- ellos para las entrevistas que sustentan parte ma pormenorizada la medicina tradicional de de este estudio. También advierten esto los la zona. Nos basamos en un análisis de tipo médicos de la zona, quienes consideran que cualitativo y en la hermenéutica del discurso las plantas medicinales y la actividad de los informantes, procurando respetar el curanderil ocupan un rol de relevancia entre punto de vista de los pobladores, por lo que las prácticas terapéuticas. Recientemente, se se incorporan en los resultados fragmentos o ha advertido la influencia de las prácticas de expresiones de las entrevistas que sustentan medicina alternativa con un mayor impacto las interpretaciones realizadas. entre la población no campesina. La noción y etiología de la enfermedad Para la caracterización de la etnomedicina en la medicina tradicional ha sido interpre- se recabó información durante las investiga- tada desde diferentes enfoques teóricos y ciones de campo, a través de entrevistas abier- criterios de clasificación.6 En la caracteriza- LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 87

ción de la etnomedicina campesina en Cór- nifiesto un aspecto característico de la medi- doba se utilizó como marco de referencia el cina tradicional como es la definición de las esquema de organización y el criterio de aná- enfermedades por su etiología, antes que por lisis de la etnomedicina propuesto por Scarpa su sintomatología, la que con frecuencia re- (2000a) y las teorías etiológicas de las en- sulta variada y ambigua, adquiriendo así un fermedades de Idoyaga Molina (1999d; valor secundario (Foster, 1976). 2000a). Esta autora caracteriza las enferme- Atendiendo a las teorías etiológicas de las dades según el ámbito en que se manifiestan enfermedades propuesta por Idoyaga Molina y origina el mal, ya sea alterando la armonía (2000a; 2002b) pudimos identificar, entre los del individuo en lo orgánico, emocional o en informantes de la zona, dos de los cinco ti- su vinculación con lo social y natural. En el pos de desequilibrios que señala la autora: contexto de la medicina tradicional argenti- los desequilibrios orgánicos y los na la noción de enfermedad se entiende como desequilibrios sociales. Se presenta en pri- cinco tipos de desequilibrios: mer instancia los aspectos referidos a la etio- - Desequilibrios orgánicos: Sólo se ma- logía de estas dolencias, la nomenclatura de nifiestan en el cuerpo y se originan por los taxa vernáculos y los criterios diagnósti- causas naturales como los desbalances cos; posteriormente se explicitan las princi- alimenticios, los desbalances térmicos pales prácticas preventivas y terapéuticas, o los esfuerzos y golpes. donde haremos referencia al rol que desem- - Desequilibrios entre las entidades que peñan las plantas. integran la persona, esto es, enferme- dades producidas por la desarmonía entre cuerpo y espíritu, tal es el caso I.- Nomenclatura, Etiología y Diagnosis del susto. A.- Desequilibrios orgánicos - Desequilibrios sociales, causados por conflictos en las vinculaciones socia- a) Desequilibrios originados en les como el ojeo, envidia y brujería. desbalances térmicos - Desequilibrios espacio-ambientales, es La afección que se cita con más frecuen- decir los males producidos por ambien- cia es el “pasmo”. Se lo describe de manera tes negativos como el mal aire. similar a un espasmo corporal debido al cam- - Desequilibrios religioso-rituales origi- bio brusco de temperaturas entre el cuerpo nados por trasgresión de tabúes o en caliente y el aire frío del exterior. Cuando el trastornos en las relaciones con los golpe de frío o pasmo se produce en la cabe- seres míticos, lo que se expresa en ma- za causa cefaleas, mientras que si es en el nifestaciones físicas y psíquicas como pecho ocasiona problemas respiratorios como la aikadura y otros padecimientos. tos, catarros, bronquitis o neumonías. En el contexto de las concepciones hipocráticas se trata de una enfermedad fría y sería similar a lo que Arenas y Galafassi (1994) describen Resultados y discusión como “aire”. Sin embargo algunos informan- tes atribuyen a agentes cálidos el pasmo pro- El análisis de las entrevistas pone de ma- 88 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

ducido en las piernas que se manifiesta en a los efectos corporales (diuréticos, purgan- cansancio y dolor. Algunos distinguen el tipo tes o diaforéticos) de los elementos emplea- de pasmo según la dirección del viento (Norte dos para su tratamiento. o Sur) que lo originó. b) Desequilibrios originados en “Cuando se el pecho hay que to- desbalances alimenticios mar hoja de níspero hervido en la leche y se Se originan en excesos en la ingesta de calma la tos y el catarro” (Pancho, Los comida y se manifiesta en dolores de estó- Reartes). mago y otras alteraciones orgánicas que pue- “Salís de una parte caliente que hace ca- den ser fiebres (como la “fiebre intestinal”) lor y salís afuera y te agarrás un frío que y dolores de cabeza. vos no lo sentís en el momento pero pasado En esta zona, y en consonancia con otras el tiempo te repercute en todo, bronquios” áreas del país, se mencionan de manera re- (Julio, La Paisanita). currente -especialmente cuando se refiere a Uno de los aspectos más característicos padecimientos de los niños- los siguientes en la explicación de los desequilibrios orgá- taxa: nicos originados por desbalances térmicos es - “Empacho”: Es explicado como una indi- la vigencia del sistema clasificatorio “cáli- gestión producida por el exceso de comida o do-frío” y de la teoría hipocrática de los la ingesta de “comida pesada”. Esta dolen- opuestos. Esta concepción no resulta ajena a cia puede ir acompañada de un complejo de los pobladores de Paravachasca y Cala- síntomas como cefaleas, diarreas, vómitos, muchita, aunque se observan algunas anorexia, constipación y fiebre. En coinci- inconsistencias y disenso entre informantes dencia con lo que expresa Jiménez de a la hora de clasificar estas dolencias. Puparelli (1984), encontramos en la zona una En general las afecciones producidas por atención especial a las afecciones referidas a corrientes de aire cuando el cuerpo está ca- la digestión. liente, o por diferencia de temperatura entre - “Pata de cabra”: Se trata de una dolencia el exterior y el calor del cuerpo, son consi- que aqueja a los niños, a los que por lo gene- deradas como enfermedades frías (pasmo, ral, se les puede observar la aparición de una resfríos, gripes, tos, catarros, dolor de oídos). a tres manchas a modo de hematomas con la Por el contrario, las dolencias producidas por forma de una pezuña de cabra, en el dorso exposición al sol, al fuego o fuentes de calor del cuerpo (por lo general en la cadera, es- externa o internas (por generación de fiebre) palda y región cervical). Se manifiesta entre son calientes (odontalgias, hemorroides, otros síntomas por un arqueamiento de la várices, dolor de piernas, insolación). En este columna, el volteo de la vista hacia atrás y sentido se advierte que las ideas de cálido y bizquera, deshidratación, vómitos y diarreas frío se sustentan en diferencias de tempera- con heces verdes. Según los informantes el tura y no en valores humorales, como lo pos- niño afectado por pata de cabra presenta un tula la medicina humoral clásica. Otras ve- semblante ojeroso, llora, tirita y patea agre- ces, como veremos más adelante, la distin- sivamente. Cuando no es curada, reviste gra- ción entre enfermedades frías y calientes está vedad pudiendo derivar en meningitis u otros asociada no sólo a los agentes térmicos, sino cuadros graves e incluso llevar a la muerte. LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 89

Según Disderi (2000) el origen de la pata de c) Desequilibrios originados en golpes y cabra entre los criollos santafesinos estaría esfuerzos vinculado tanto a causas de tipo natural como Competen a los dolores osteomusculares del ámbito de lo religioso-ritual, en este últi- originados en luxaciones, quebraduras y des- mo caso resulta de transgresiones o pecados garros, por golpes o esfuerzos. La referencia cometidos por la madre. Sin embargo, entre más conocida en la zona corresponde a los nuestros informantes sólo advertimos “nervios”. Esta enfermedad involucra las causalidad orgánica, asociada por lo general extremidades y sus síntomas más caracterís- con la alimentación, cambios en la lactancia ticos son renguera, dolores y dificultades para de los niños, empachos mal curados junto a caminar. “Son venas que se salen de lugar...”, otra ideas biomédicas que refieren la acción “ se desacomodan los tendones”, se produ- de microorganismos. cen por “mala fuerza o por pisar mal” y “Cuando no le curan la pata de cabra les “duelen como un desgarro”. Para algunos da meningitis, que se debe a la cargazón de informantes un “golpe de aire” también pue- estómago que no se limpia a no ser que le de ser causa de los nervios, en cuyo caso se das té o algún purgante...” “...se sabe por- la interpreta como una enfermedad fría, ori- que tienen mal el estómago, se ponen biz- ginada en desbalances térmicos. cos, lagañosos, el empacho está muy arriba Otra expresión entre los criollos es la alu- y les hace daño”...“no se sabe qué es, un sión al “dolor de huesos” el que por lo ge- bicho o un gusano” “... cuando se pasa la neral está referido a las extremidades. pata de cabra mueren descoyuntados, flácidos. Cuando usted hace medir el empa- d) Desequilibrios originados en alteracio- cho y se compone un poquito y está hasta la nes humorales cabeza o pasa para atrás, se hace un empa- El estado de la sangre constituye una re- cho alto” (Ángela, San José de la Quintana). ferencia importante entre los campesinos para “Dicen que es por un empacho mal cura- caracterizar el estado de salud de su cuerpo. do o porque le cambian la leche a las criatu- Se concibe que la sangre “gorda”, “grue- ras secas de vientre...” “se empieza a sa” o “sucia” se produce por la ingestión de deshidratar, se le hunden los ojos y se tiran comidas abundante en grasas o por otro tipo para atrás a llorar” (Juana, La Paisanita). de excesos. El equilibrio se restituye a tra- “Es un herpes, un microbio que nace con vés de prácticas, por lo general basadas en el todos los niños... en algunos vive la enfer- empleo de plantas con propiedades para medad, en otros no...” “es una enfermedad “adelgazar”, “purificar”o “limpiar” la san- que te va quitando las defensas, quedan fla- gre. El empleo de esta terminología indica quitos, se les crece el estómago o pelos en la una interpretación hipocrática de la sangre, carita, en las manitos... eso es porque el her- como uno de los humores del cuerpo. pes come las defensas, especialmente la mé- Algunas alteraciones cutáneas de tipo dula, por eso el niño se hace mucho para eruptivas como los granos, “diviesos o atrás y comienza a sufrir y si se le pasa para forúnculos”, constituyen síntomas de altera- atrás o llega a la cabeza, muere” (Sonia, ciones humorales, especialmente de la san- Yacanto de Calamuchita). gre impura que “brota hacia afuera”. 90 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

e) Desequilibrios originados en agentes chas”, que se trata de las manchas en la piel que alteran la piel originadas por la exposición al sol. Otros La “culebrilla” es una enfermedad pro- desequilibrios producidos por esta causa se ducida por una iguana o lagartija pequeña, a interpretan como dolencias originadas en la que por lo general no se la puede ver en el desbalances térmicos, tal es el caso de la in- momento en el que actúa. A la persona afec- solación. tada se le produce una especie de quemadu- f) Otros desequilibrios orgánicos de ori- ra que la rodea a la altura de la cintura. Cuan- gen diverso do ésta se cierra es muy peligrosa y la infec- 7 Con diversos términos los informantes re- ción puede llevar a la muerte. fieren algunas dolencias de los distintos sis- “es por la orina de una culebrilla, mien- temas del organismo. Entre las más comu- tras ese animal camina, la mancha crece y nes encontramos las “nubes” de los ojos, el si se junta la llaga en la panza es muy peli- “mal de orín” y las “arenillas” de los riño- grosa porque se va la infección a los intesti- nes, los “chuchos” y fiebre entendido como nos... es como una iguanita pero chiquita, enfermedad antes que como síntoma. hay dos tipos, uno negro con pintas blancas En el contexto de los diagnósticos tradi- y otra es verdecita con dos rayitas amarillas cionales además de la caracterización de la en el costado hasta la cola... contamina los sintomatología de los taxa mencionados, pu- alambres de la ropa, orina en la ropa que dimos identificar el empleo de otras prácti- dejaste en distintos lugares... Se cura con cas como el diagnóstico por la orina y mate- oraciones y tinta china. Se rodea la herida ria fecal. La observación de la orina permi- para que no camine” (Sonia, Yacanto de te, entre otras cosas, diagnosticar el tipo de Calamuchita). “pasmo” y según la dirección del viento rea- Otras explicaciones etiológicas incorpo- lizar un pronóstico del enfermo. El color de ran elementos del lenguaje biomédico; así por la orina y de la materia fecal constituye la ejemplo, la culebrilla se daría por contacto principal referencia en el diagnóstico de las del enfermo con la orina de una lagartija que dolencias. Este tipo de prácticas, según Di no se la ve, pero que es portadora del “virus” Lullo (1944) y Foster (1953) constituye una o del “microbio” que la causa (Pabla, Los herencia de la medicina española. Molinos). “el orín marrón y oscuro color coca (por La atención a la acción irritante y ponzo- la bebida comercial) es problema de riñón” . ñosa de picaduras de ofidios, arácnidos (ara- “el orín color coca es hepatitis, cuando ñas y alacranes) e insectos constituye un tó- el orín es amarillito clarito está sano” pico recurrente entre los practicantes legos (Angela, San José de la Quintana). más ancianos. Conocen en este sentido una “cuando tiene pata de cabra les llama serie de plantas y recetas específicas a las (defeca) verde” (Juana, La Paisanita). que adscriben verdadero valor terapéutico, tal como se indicará en el apartado referido a la farmacopea. B.- Desequilibrios sociales También encontramos referencia a las he- Consideramos aquí la etiología de las en- ridas y quemaduras que originan las “can- fermedades que se explican en términos de LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 91

conflictos y tensiones sociales en el contex- rada fuerte; con lentes es peor, produce do- to campesino. Con frecuencia se interpreta lor de cabeza y cansancio” (Juana, Los una etiología de este tipo frente a dolencias Reartes). que se prolongan en el tiempo y cuya causa La ojeadura puede diagnosticarse a tra- no es explicada en el ámbito de la vés de una práctica que, según algunos in- biomedicina en el cual se arroja por lo gene- formantes, puede revestir simultáneamente ral un diagnóstico favorable (Barrios, 2000b). valor terapéutico por sí misma, o asociada Se recurre por ello a la intervención de un a rezos. La técnica, similar a como la des- especialista o curandero, tanto para su diag- cribe Foster (1953), utiliza un plato con agua nóstico como para su tratamiento, ya que se en el que se dejan caer gotas de aceite des- trata de desequilibrios “que los médicos no de una cuchara. saben curar”. “Para saber si tiene ojeadura, las gotas La ojeadura constituye una enfermedad se agrandan cuando caen en el plato, y se folk constatada en diversos puntos del país desparraman” (Norma, Amboy). (Di Lullo, 1944; Jiménez de Puparelli, 1984; Algunas dolencias son atribuidas a la in- García y Jiménez, 1986; Arenas y Galafassi, tención de hacer daño que tienen otras per- 1994; Idoyaga Molina, 1999d; 2001; 2002b; sonas del entorno. Estos se ejercen directa- Disderi, 2001) y enraizada en tradiciones mente sobre las personas, ya sea en el cuer- hispanoeuropeas. Se basa en la creencia de po o algún equivalente del mismo en cuanto que ciertas personas pueden dañar a otros a a las representaciones que de él se tiene (hue- través de su mirada, ya sea de manera inten- llas, vestimentas, humores)8 o bien pueden cional (a través del elogio, la envidia o el realizarse como contaminación del ambien- “codiceo”) o involuntaria (un familiar o ve- te en el que viven (viviendas, animales). Exis- cino que llega cansado o con el malestar de ten diversos procedimientos que vehiculizan una jornada y fija su mirada en un niño o en este mal, el cual por lo general se incorpora una persona más débil). Esta enfermedad al organismo por medio de las comidas. afecta especialmente a los niños, los que, por “Un mal te hacen cuando te dan de tomar tratarse de seres más débiles que los adultos, un polvo, o a través de fotos con clavos que enferman en contacto con un poder mayor. salan o le ponen pimienta, o te dan sangre Su sintomatología es diversa existiendo co- menstrual en el mate, café o vino y le arrui- incidencia acerca del llanto continuo y desa- nan el estómago para siempre” (Angela, San sosiego, diagnosticándose con frecuencia en José de la Quintana). la zona. Se contrae también por contacto o cerca- “Cuando una persona tiene la vista más nía con un objeto enfermante que entierran fuerte que uno, lo mira mucho a las criatu- en el ámbito de la vivienda del damnificado ras y lo ojea, el bebé llora y llora, está mo- tales como uñas, pelos, huesos o cadáveres lesto” (Juana, La Paisanita). de animales pequeños (por lo general aves) “La vista de las personas son fuertes. A o restos óseos humanos obtenidos de los ce- la persona le produce dolor de cabeza y can- menterios. Con el mismo fin hemos consta- sancio... dicen que la vista de las personas tado en la zona el uso de la sal. es muy fuerte y todos lo ven al bebé con mi- “le ponen sal en la huella y eso le hace 92 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

mal, una maldad” (Leonor, V. Buena Espe- Villa Amancay). ranza). La envidia de un vecino o pariente cerca- Idoyaga Molina (2002b) explica el senti- no también explica numerosas dolencias, in- do de estas prácticas a partir de los conteni- cluso los “tumores o cáncer”, todos ellos dos simbólicos de la sal, en cuanto a lo yer- expresión de los conflictos en la vinculación mo, estéril, seco y enfermo, aspectos que se social con los miembros del entorno. proyectan en diferentes planos de la vida de la víctima del daño. En varias ocasiones los pobladores refie- II.- Prevención y Terapéutica ren actitudes de desconfianza cuando reci- A.- Prevención y tratamiento de los ben algún tipo de donación o regalos, espe- desequilibrios orgánicos cialmente si se trata de alimentos o ropa, ya que esto estaría destinado a generar algún tipo a) Curaciones a través del uso de reme- de mal, razón por la que deciden quemarlos, dios situación en la que se pone en juego el valor - La farmacopea local: Clasificación terapéutico y purificador del fuego. de los remedios según su origen La existencia de los “brujos” en cuanto a En el relevamiento etnobotánico realiza- especialistas que producen daños no fue ad- do en la zona se recogió información acerca mitida en las primeras entrevistas, sino lue- del empleo de más de cien especies utiliza- go de reiteradas visitas. Existe un temor muy das con fines medicinales. En este trabajo grande de parte de los entrevistados a ser analizaremos los usos de las especies más considerados brujos y a ser delatados así en tradicionales de la zona, en cuanto a su coin- el contexto de su entorno y en el de la cidencia con la documentación que presenta biomedicina. En su mayoría señalan su exis- Stuckert (1941) para los dos primeros siglos tencia de un modo velado, no expresan nom- de la conquista, en su artículo “La terapéuti- bres y lo refieren como una habladuría. En ca indígena en la región de Córdoba del Calamuchita, en la zona de Amboy y Villa Tucumán”. Stuckert señala la dificultad para Amancay, está vigente entre algunos pobla- desentrañar, a partir de las fuentes de los cro- dores la creencia en la “Salamanca” y refie- nistas que aportan datos de la terapéutica in- ren historias acerca de tratos con poderes dígena para Córdoba, el origen preciso de la malignos en las montañas aledañas al pue- farmacopea vegetal; esto es, si se trataba sólo blo, situación que fue descripta también en- de remedios indios o si fueron agregados de tre los campesinos del Valle de Punilla, Cór- los colonizadores, especialmente de los doba (Amaya, 2001). herbolarios jesuitas. Idoyaga Molina (2000b) “La Salamanca es un pozo, una cueva... sostiene por otra parte, que los elementos El lugar da poderes, y de ahí salen las bru- indígenas en la medicina tradicional argenti- jas. Antes pasaban cosas feas. Había ani- na resultan escasos, si no ausentes. Atendien- males que entraban y no salían más. Por la do a esto, antes que un discernimiento acer- noche se escucha música; es la casa del dia- ca del origen de los usos, señalaremos más blo... Ahí las mujeres aprendían a tejer y se bien aquellas plantas cuyos usos fueron re- hacen las mejores brujas” (Ignacia Ramona, cogidos en la literatura a partir de la docu- LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 93

mentación de los cronistas de la conquista, blecer el equilibrio perdido a través del em- para distinguirlos del empleo de otras espe- pleo de plantas frías y calientes para uno u cies cuya popularidad obedece a la influen- otro caso. cia mediática o de otras fuentes de reciente La tabla 1 muestra el listado de enferme- circulación como libros y enciclopedias.9 dades y prácticas terapéuticas propuestas por Entre los usos constatados actualmente en los informantes sobre la base del principio la zona que coinciden con los más tradicio- de los opuestos “cálido-fresco”. nales mencionados por Stuckert (ibid) y por La forma de preparación y aplicación de Hieronymus (1882) se encuentran la acción los remedios también presenta relación con sudorífica del duraznillo (Cestrum parquii) este principio. En el tratamiento de enferme- y el coco (Fagara coco), los efectos diuréti- dades frías, se utilizan especies cálidas como cos del cepacaballo (Xanthium spinosum), la la ruda ( chalepensis), contrahierba (Trixis acción dermática y resolutiva del palán palán divaricata subsp. discolor), peperina (Nicotiana glauca) el empleo del quimpe (Minthostachys mollis), alhucema (Lavandula (Coronopus didymus), vira vira (Achyrocline spp.), romero (Rosmarinus officinalis) y satureioides) y topasaire (Gaillardia topasaire (Gaillardia megapotamica). Por lo megapotamica) y el uso de estimulantes di- general se tratan de plantas que tienen efectos gestivos generales o afrodisíacos como la sudoríficos y diaforéticos con las que se pre- peperina (Minthostachys mollis), poleo paran bebidas calientes (infusiones y (Lippia turbinata), suico (Tagetes minuta), decocciones), cremas o soluciones que inclu- aguaribay (Schinus areira), charrúa yen ingredientes como alcohol, pastillas de (Aristolochia spp.) y cola de quirquincho alcanfor o grasas animales y se aplican en for- (Huperzia saururus). ma de fricciones o masajes tendientes a resti- Uno de los aspectos más documentado tuir el calor perdido. entre las poblaciones de toda América y que Por el contrario, el tratamiento de las en- se manifiesta en el contexto de estas prácti- fermedades calientes (odontalgias, hemorroi- cas es la vigencia de principios reformulados des, várices, dolor de piernas, insolación, de la medicina humoral y las nociones de quemaduras y fiebres) procura reducir el “ex- “cálido” y “frío” en la clasificación de las ceso de calorías” que las produjo, mediante enfermedades, alimentos, terapias e incluso el empleo de especies frescas como mentas entre las plantas (Foster, 1994; Idoyaga (Mentha spp.), moradillo (Schinus Molina, 1999b; 2000b; Hilgert, 2001; Scarpa, longifolius), duraznillo (Cestrum parqui), 2000a y b).10 El principio de oposición saúco (Sambucus australis), quimpe hipocrático adquiere relevancia en el ámbito (Coronopus didymus), malva (Malva de la terapéutica de esta zona, especialmen- parviflora) y nogal (Juglans regia). Para ello te para el tratamiento de desequilibrios ori- se prefieren aplicaciones externas a modo de ginados en alteraciones térmicas. Así como baños, lavajes con macerados alcohólicos o señalamos que en la etiología de diversas en- se ingieren decocciones frescas conocidas fermedades intervienen como causa un des- como “aguapastos”, muchas de ellas con equilibrio por exceso de calor o frío, en las efectos diuréticos o depurativos. concepciones terapéuticas se procura resta- Con el mismo criterio, la descom- 94 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

pensación térmica generada por el ingreso valor metafórico deviene de su condición de del aire que causa dolor de oído, se equilibra cocción y fermentación respectivamente. mediante el empleo de terapias cálidas como No obstante las asociaciones precedentes el empleo del cono de diario encendido o la existen algunas discordancias a la hora de costumbre de soplar en el conducto auditivo ubicar en una categoría hipocrática precisa a el humo de cigarrillos de coco (Fagara coco), las afecciones digestivas (empacho, afeccio- alhucema (Lavandula spp.) y tabaco nes hepáticas, dolores abdominales y de es- (Nicotiana tabacum). tómago), las que son tratadas con ambos ti- Idoyaga Molina (2002b) señala que las pos de especies y se la describe alternativa- características de olor fuerte y penetrante mente como enfermedades cálidas o frías, constituyen en las representaciones campe- según la causa que la originó. sinas un fundamento para definir la propie- Como señalamos para la etiología, tam- dad de cálido entre los vegetales. Corrobo- bién las ideas terapéuticas de frío y cálido se rando esta percepción encontramos especies sustentan en diferencias de temperatura (tér- cálidas con estas características, tales como mica o metafórica) y no en valores humorales la doradilla (Anemia tomentosa), el suico como lo postulaba la teoría humoral clásica, (Tagetes minuta), el alcanfor (Artemisia siendo este aspecto uno de los cambios que alba), la alhucema (Lavandula spp.), la ocurrió en la refiguración de la medicina peperina (Minthostachys mollis), el coco humoral en América (Foster, 1994; Idoyaga (Fagara coco) y la ruda (). Molina, 2000b). Sin embargo, este carácter parece no ser ex- Si bien Stuckert (1941) le atribuye a los clusivo de lo cálido, constatando esta parti- indígenas las prácticas de friccionarse con cularidad entre plantas frías como el duraz- ungüentos de grasas animales, y mezclas de nillo (Cestrum parquii), el cedrón (Aloysia plantas como la jarilla (Larrea divaricata), citriodora), la menta (Mentha spp.), la yer- éstas también se conocían en España. Estas ba buena (Mentha x rotundifolia) y la yerba terapias son empleadas en la actualidad por lucera (Pluchea sagitalis). los curanderos y campesinos de la zona, es- Entre los tratamientos de enfermedades pecialmente en el tratamiento de dolores calientes que no utilizan plantas podemos osteomusculares y de las enfermedades frías señalar la aplicación de un vaso de agua en como el “pasmo” y constituyen otros aspec- la cabeza de las personas afectadas por “pas- tos de la cura basada en la refiguración de lo mo” debido a insolación, el uso del papel de cálido y frío. astrasa para “absorber el frío” de los nervios La capacidad de contrarrestar y curar ve- y el uso de grasa de iguana en masajes. En nenos de animales ponzoñosos, especialmen- este sentido, el carácter frío o cálido se ex- te de las víboras y arañas con plantas consti- tiende a diversos materiales y sustancias, tuye otro tópico históricamente documenta- cuya condición templaria puede ser no sólo do. Este tipo de conocimiento y la creencia térmica, sino también metafórica (Idoyaga de su eficacia, como ya señalamos, fue reca- Molina, 2000b). Esto se observa por ejem- bado sólo entre los informantes de mayor plo en el empleo de algunos ingredientes de edad, siendo desconocido entre los practi- recetas como el aceite frito o el vino, cuyo cantes legos más jóvenes. Entre las especies LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 95

alexitéricas más populares encontramos la de plantas como la zarzaparrilla (Jungia “altamisa” (Tanacetum parthenium), que se polita) y la jarilla (Larrea divaricata), a las la encuentra cultivada en la mayoría de los que se les atribuye la propiedad de “adelga- jardines de Calamuchita y la “contrahierba” zar” o “purificar” la sangre. (Trixis divaricata subsp. discolor), que se La cura de parásitos combina el consumo recolecta en zona de montaña. Por lo gene- de especies vegetales, especialmente ajo ral se aplican molidas en forma de cataplas- (Allium sativum), semillas de zapallo ma y en ocasiones las recetas van acompa- (Cucurbita spp.), el uso del azúcar ñadas del empleo de “tabaco” (Nicotiana (Saccharum officinarum) y las curas de pa- tabacum) -adquirido en su forma comercial-, labra a través del simbolismo numérico del de leche, aceite o querosene. Resulta proba- conteo en descenso de los mismos. ble que el valor de estas plantas resida más El empleo de infusiones calientes con el bien en su carácter simbólico antes que en fin de prevenir indigestiones, la “cargazón su potencialidad como antídotos. Un dato que de estómagos” y el “empacho” constituye resulta de interés es la uniformidad y uni- otro de los hábitos de los criollos de las sie- versalidad de las propiedades asignadas a la rras de Córdoba. A tal fin se prefiere en la contrahierba desde el punto de vista de los zona el tomillito serrano (Hedeoma mul- actores sociales, en cuanto se trata de una tiflora), la peperina (Minthostachys mollis), especie poderosa, equiparable a la ruda. Sin el suico (Tagetes minuta), el molle (Lithrea embargo, y a diferencia de esta última, des- molleoides) y el charcal (Psidium luridum), de el punto de vista botánico la contrahierba las que por lo general se emplean en abarca en el país una diversidad de taxa infusiones calientes (mate y tisanas). Entre botánicamente diferentes. La popularidad de las plantas más populares utilizadas en la te- la “contrahierba” como alexitérico ha sido rapéutica del “empacho” encontramos refe- citada en la literatura por Stuckert (1941), rencias al paico (Chenopodium spp.), el du- pero refiriéndose a Dorstenia tenuis y no a razno (Prunus persica), el quiebraarado la especie de uso local (Trixis divaricata (Heimia salicifolia) y el guayacán (Porlieria subsp. discolor). Según el autor, además de microphylla). los usos ya mencionados, habría sido emplea- El empleo de heces humana o “defecación da contra las flechas envenenadas. Para Di de cristiano” con fines medicinales se acos- Lullo (1944), el nombre “contrahierba” se tumbra especialmente para el tratamiento de asigna a diferentes especies que se aplica- las miasis y heridas de los animales, y en los ban durante la época de la conquista a las humanos como madurativo de granos. heridas producidas por las flechas envene- “Aplicar cataplasmas de guano de galli- nadas con “yerba” (especie de curare). Gar- na, guano de pavo, grasa de iguana y miga zón Maceda (1916) también cita a la altamisa de pan con leche” (Pancho, Los Reartes). como antídoto, aunque no señala la identi- Entre los practicantes legos-curanderos se dad de la especie. ha señalado el empleo de orina del enfermo En la terapéutica de los desequilibrios ori- y sal, a modo de cataplasma, como una for- ginados en alteraciones de las cualidades de ma eficaz en el tratamiento del empacho. Este la sangre existe un amplio consenso en el uso tipo de curaciones forma parte del ámbito de 96 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

la terapéutica nauseabunda en la que, según de administración de los remedios Di Lullo (1944), se advierte la influencia de La forma en que se obtienen y dosifican la medicina española. 11 las plantas medicinales constituye un rasgo A pesar de que el órgano y opoterapia característico de la medicina criolla, de re- habrían adquirido relevancia entre los aborí- miniscencias hispano-cristiana. Una costum- genes de la región, en la actualidad este tipo bre muy difundida, de origen hispano, es la de prácticas es menos popular, encontrando exposición de las plantas al “sereno” o ro- referencias aisladas al empleo de fármacos cío, así como su recolección en las madru- de origen animal. Así nos informaron en Valle gadas de los “días santos” (por lo general se Buena Esperanza y en La Garganta, la apli- trata del Viernes Santo), debido a la creencia cación del “bicho bolita” o “chanchito” (Or- de que adquieren de esta manera el carácter den Isopoda; Crustaceae) o lombrices (Or- de benditas (Foster, 1953). den Oligochaeta; Annelida) fritos en aceite También resulta frecuente las referencias y ruda (Ruta chalepensis) y administrados a los números impares -especialmente el 3 y en forma de gotas para el dolor de oídos; tam- 7- para las cantidades de partes, dosis y tiem- bién en Yacanto una curandera sugiere tratar pos de administración. La importancia de las verrugas pasando el hígado caliente de estos números no es accesoria, sino que ad- un animal en la zona enferma y en Los quiere un valor simbólico, como lo demues- Reartes aplican hiel de cordero como tra el siguiente fragmento referido a la cura pediculicida, aunque en este último caso, la de parásitos: asociación puede provenir del principio te- “Se da primero miel o azúcar para jun- rapéutico que ordena los elementos en sua- tarlos a los bichos. Luego se pela y usa la ves o dulces versus amargos o agrios (Idoyaga almendra de la semilla de zapallo y durante Molina, 2000b). tres días se comen 9, otros tres días se co- No se obtuvieron referencias en esta in- men 7 y otros tres días se comen 5 semillas, vestigación acerca del empleo de remedios siempre impar” (María, Villa Amancay). de origen mineral, aunque se acostumbra a Según Bartolomé (1968) el número cons- utilizar algunos materiales inertes, como ocu- tituye una instrumentación terapéutica con- rre en el tratamiento de las quemaduras de la cebido como una fuerza antes que como un piel a las que se aplica un “fomento de cal de símbolo, razón por la que este autor lo deno- una pared pintada con clara de huevo bati- mina “el número potente”. La importancia da” o en el empleo de lavajes con agua her- de los mismos estaría arraigada en la signifi- vida de “flor de hormiguero” para el “dolor cación que se les da en el folklore europeo, de huesos”. Otros elementos característicos en diferentes doctrinas filosóficas y en el cris- de la terapéutica popular, por lo general em- tianismo, para las que lo impar tiene el po- pleados para la curación de animales, son el der de actuar sobre lo malo, lo inarmónico y querosene, cenizas de plumas y ropa quema- lo maléfico. Idoyaga Molina (2002b) expli- da, leche materna, linimento blanco, tela de ca que la repetición del número tres implica araña, unto sin sal (grasa) y pomadas de za- la apropiación de su poder sagrado, por tra- patos. tarse del número de la Santísima Trinidad. - Formas de obtención, dosis y ocasiones No toda ocasión resulta propicia para efec- LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 97

tuar prácticas terapéuticas. Existen indicacio- pelaje, la parte enferma y el nombre de su nes precisas que nos aportan los informantes dueño. Esta práctica está reservada especial- acerca de momentos, lugares y objetos utili- mente a caballos y vacas, y su empleo en zados. De este modo las curaciones se cons- otros animales como los perros podrían oca- tituyen en verdaderos rituales en el contexto sionar la pérdida de este poder. Las de una verdadera “escena” según lo expresa formulaciones y palabras empleadas son por Kuschnick (1995). Una de las recomenda- lo general secretas y sólo se transmiten en ciones más populares, especialmente en la ocasiones y momentos especiales -los días medicina veterinaria, tiene relación con las de la Semana Santa o Navidad por lo gene- fases de la luna. Generalmente los informan- ral-, llegando incluso a perder este don en tes interpretan que la luna menguante ten- caso de revelarlas. dría una acción positiva sobre la fisiología La cura de palabras se hace extensiva al de las personas y animales, favoreciendo el tratamiento de los nervios, dolores de mue- éxito de las prácticas empeñadas. las, quemaduras y parásitos de las personas. “La castración de los animales debe ha- “en un poco de agua echando nueve gra- cerse en luna menguante, porque así no se nos de trigo mientras se reza y se van di- desangra y la sangre está tranquila. En el ciendo la cantidad de nervios enfermos que creciente no hay que capar porque se tienen”, “las muelas y dientes, cuando due- desangra porque la sangre está más revolu- len, se curan por el rastro y de palabra... cionada” (Hipólito, La Bolsa). hay que marcar el rastro y se mata a los gor- “ en época fría, colocando un chorrito de gojos insultándolos...” (Leonor, V. Buena Es- querosene que saca el pasmo, nunca en luna peranza). creciente” (Miguel, Anisacate). Las curas por el rastro emplean la pisada El valor simbólico de los lugares de cura- o huella que deja una persona (por lo gene- ción y de los instrumentos utilizados, cons- ral un niño) o animal en la corteza u hoja de tituye también una constante en la medicina algún árbol o en la superficie de un terreno tradicional. Así, para la curación de verru- blando en el que queda impresa su pisada. gas proponen el uso de espinas de Se acostumbra recortar la huella con un cu- cepacaballo (Xanthium spinosum) atravesa- chillo, darlo vuelta (en el caso de la tierra) o das en forma de cruz, o se sugiere hacerlo en colgar el pedazo de corteza hasta que se pro- los cruces de caminos, lo que se considera duzca la sanación. Esta práctica está amplia- simbólicamente como puntos de contacto con mente difundida en la zona y se aplica espe- lo sobrenatural (Kuschnick, 1995). cialmente para la curación de las miasis b) Curas de palabra, por el rastro y (“cura de bichos”) animales y del dolor de otras prácticas muelas y “pupo herniado” en los niños. Para Otra práctica difundida es la cura de pa- este último caso el procedimiento -que debe labra realizada en presencia del enfermo o a realizarse con luna menguante- conlleva apo- la distancia, en cuyo caso se requiere cono- yar el pie del niño sobre la corteza de higue- cer datos precisos del afectado, persona o ra (Ficus carica) o de chañar (Geoffroea animal. Para el caso de los “animales decorticans), recortar el contorno de la hue- enmoscados” se precisa saber el color del lla y dejar secar en un lugar oscuro. 98 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

En ocasiones las curas de palabra y por el Desde las concepciones humorales se pue- rastro se combinan con la enunciación de den interpretar otras prácticas terapéuticas oraciones y la manipulación de símbolos del como las sangrías, cuya vigencia hemos cons- catolicismo. Algunas son de larga data y han tatado sólo en el ámbito de la medicina vete- sido transmitidas por la tradición oral; en rinaria. En la curación del moquillo de los distintas oportunidades los pobladores nos perros -a los que se acostumbra a despuntar- acercaron antiguos devocionarios de religio- le las orejas- y de los caballos -a los que se sidad popular en los que constaban oracio- les practican punciones en los senos nasales- nes para un sinnúmero de dolencias, incluso se procura restaurar el equilibrio por medio tumores y cáncer. del sangrado. Lo mismo puede decirse de las “Fuego de Dios retira tu calor, como Ju- frecuentes alusiones a la aplicación de das enrojeció en el Jardín de los Olivos trai- sahúmos, ventosas o vasos de agua para cu- cionándolo con un beso” (Oración para cu- rar cefaleas así como el uso de sustancias rar quemaduras del Devocionario de Juana, cáusticas. La Paisanita). “... para curar las nubes de los ojos de los animales hay que hacer un tajito en cruz B.- Prevención y tratamiento de los en el párpado” (Miguel, Anisacate). desequilibrios sociales Además del empleo de las plantas, en el Se recogieron diversas prácticas de pro- tratamiento de los desequilibrios originados tección frente a este tipo de dolencias, en las en desbalances alimentarios, como el empa- que se utilizan plantas, por lo general bajo la cho y la pata de cabra, resulta usual una me- forma de sahumados o cenizas. Según dición diagnóstica con una cinta roja, Idoyaga Molina (2002b) la eficacia de estos pellizcos en la piel (“tirar el cuerito”) y fric- elementos deviene de ser equivalentes del ciones con cenizas mientras se recitan ora- fuego, por lo que comparten su capacidad ciones. terapéutica, purificatoria y regenerativa. “para curar el empacho se mide primero Las plantas que por lo general se emplean con la cinta, se le ponen cenizas en el espi- son alóctonas y se adquieren en herboristerías nazo en cruz de asta, así (refiere las regio- y santerías de la zona, aunque en algunos nes cervical, dorsal y lumbar) y se tira el casos se acostumbra a cultivarlas en los ho- cuerito en el nombre de Dios Nuestro Señor gares como ocurre con la ruda (Ruta spp.), y hace castañuelas (sonido que acompaña a el romero (Rosmarinus officinalis) y el lau- la cura)” (Leonor, V. Buena Esperanza). rel (Laurus nobilis). Se emplean con este fin La cura de la culebrilla requiere de ora- el palo santo ( sarmientoi), ciones y aplicaciones de tinta china azul en cachiyuyo (Atriplex montevidensis), romero la piel del enfermo, rodeando y marcando la (Rosmarinus officinalis), ruda (Ruta spp.), región afectada hasta que sane o durante los laurel (Laurus nobilis), ajo (Allium sativum), días que demande la cura-ritual, la que por limón (Citrus limon) y naranja (Citrus lo general, como mencionamos, recurre a las cinensis). También se han encontrado refe- oraciones y al empleo del simbolismo nu- rencias a la costumbre de sahumar café y mérico. azúcar para evitar el ingreso de malos espíri- LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 99

tus. Resulta interesante señalar cómo algu- que se practican en la sien y en la frente jun- nas plantas nativas han sido incorporadas con to con la imposición de manos. Entre las fi- su nombre tradicional al ámbito de los guras míticas a las que se invoca se encuen- desequilibrios sociales conocidos en gran tran la Santísima Trinidad, Nuestro Señor parte de América Latina. Es el caso de la Jesucristo, San Jorge, Pancho Sierra. Cuan- contrahierba (Trixis divaricata subsp. do las curas de palabra no resultan suficien- discolor) y del incienso (Schinus longifolius) temente eficaces, se recurre al empleo de in- que se obtienen por recolección a campo. fusión de hojas de guayacán (Porlieria Algunas de las plantas que crecen en el ám- microphylla) o fricciones con alcanfor de bito doméstico como la ruda, el laurel y el jardín (Artemisia alba) en el tratamiento de romero adquieren un valor funcional de diag- la ojeadura y de la pata de cabra. nóstico de daños, envidias o males recibidos cuando se secan y mueren (Arenas y Galafassi, 1994). C.- La lógica terapéutica en las prácti- Otros métodos preventivos recurren al cas de autotratamiento y curanderiles empleo de elementos religiosos del catoli- Asociado a las distintas etiologías y mo- cismo, tales como el agua bendita y plantas delos de enfermedad, podemos distinguir en como la palma o el olivo. las prácticas terapéuticas que hemos presen- En el contexto de esta investigación he- tado una lógica implícita que permite una mos encontrado referencia de actitudes ritua- comprensión más clara de la elección de un les destinadas a combatir las brujas (las que remedio o práctica o la forma con la cual se se perciben por lo general en la noche como aplica. risas de mujeres) y al dominio de fuerzas de a) Lógica de las curas de palabra y por la naturaleza que puedan producir algún daño el rastro (tormentas con piedras y rayos). Entre estas Se basan en el carácter ontológico que tie- prácticas se observan enérgicos conjuros de nen las palabras, pensamientos o intencio- gestualidad ofensiva que van acompañados nes que salen del curandero y que penetran de acciones simbólicas de valor metafórico en el cuerpo de la persona enferma, actuali- tales como cortar el aire con un elemento fi- zando el poder de los personajes míticos in- loso, o hacer cruces con sal (Kuschnick, vocados. La capacidad de curar con la hue- 1995; Laplantine, 1999). lla o rastro, con el sólo conocimiento del “Para cortar tormentas fuertes hay que nombre de una persona, o del pelaje y color hacer tres cruces al aire con un hacha, tres de un animal, o a través del insulto, pone en cruces en tierra y clavar el hacha al medio” evidencia la completitud de las entidades que (Victoria, El Pantano, La Cumbrecita). conforman la persona desde la perspectiva Además del diagnóstico con agua y aceite de los criollos, a la que conciben como ya señalado por su valor terapéutico, la corporalidad (cuerpo, perfumes, huellas, ves- ojeadura, los daños y males, requieren de timenta, etc), alma, espíritu y nombre oraciones en las que interviene el nombre del (Idoyaga Molina, 2002b). niño enfermo. Con frecuencia se hace uso de simbolismos cristianos como las cruces b) Lógica de los modelos sustractivos y 100 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

aditivos te, adquiere un valor analógico, ya que se Según Laplantine (1999), cuando la en- vincula la fase decreciente de la luna con la fermedad se percibe como un elemento ex- progresiva desaparición de una enfermedad traño en el cuerpo o el espíritu del enfermo (Bartolomé, 1968; Scarpa, 2000b). (modelo etiológico aditivo), la acción tera- En el ámbito de la salud de la mujer en- péutica consiste en su extracción, según un contramos este ejemplo ilustrativo: “Para modelo basado en representaciones de la destetar a la criatura hay que frotar harina curación mediante la sustracción (modelo te- en la espalda de la madre y así se seca la rapéutico sustractivo). Por el contrario, cuan- leche”. Con el mismo criterio terapéutico, do la enfermedad se percibe como una ca- recopilamos el empleo de la paja (Stipa rencia, pérdida o déficit (modelo etiológico brachychaeta) en la curación de animales sustractivo), la acción terapéutica contraria afectados por ponzoña: consiste en su restitución, según un modelo “Cuando los perros son picados por ví- basado en representaciones de la curación boras se hace una trenza con paja y se la mediante la adición (modelo terapéutico adi- envuelve al cuello como collar hasta que tivo). sane” (Alberto, Los Reartes). Las curaciones de los dolores de oído, los En esta analogía subyace el simbolismo etnofármacos prescriptos como purgantes, los religioso de la serpiente identificada con el rezos y soplidos se explican desde una tera- mal y la enfermedad, y la paja como una plan- pia sustractiva, en cuanto a que permiten eli- ta bendecida en el contexto del pesebre (Di minar el agente-sustancia que lo produce (ej: Lullo, 1944). aire, envidia) (Laplantine, 1999; Idoyaga Incluso las propiedades terapéuticas de Molina, 2002b). Las fricciones y los algunas plantas, como los efectos galac- sahumados, en cuanto agregan calor, se en- tógenos de Morrenia brachystephana o el uso tienden como prácticas aditivas. para el corazón de Hyptis mutabilis, se ex- c) Lógica de los modelos de regulación plican respectivamente por la latescencia y Las terapias que responden a la medicina la forma cordiforme de las hojas, siguiendo una lógica de semejanza como la que postu- humoral y apuntan al restablecimiento de una 12 enfermedad producida en un desequilibrio la la doctrina de la Signatura. térmico responden a un modelo de regula- e) Lógica de transferencia de propiedades ción (Idoyaga Molina 2002b). Esto se ob- Esta concepción se encuentra en los pro- serva en las prácticas de sangrado, el uso de cedimientos en los que se simboliza el paso ventosas, la curación de cefaleas con el vaso del estado de “enfermo” al de “sano” a tra- de agua, el empleo de elementos o plantas vés de la transferencia de alguna propiedad sudoríficas, purgantes y depurativas de la del enfermo a un objeto u animal, o recípro- sangre. camente del objeto al enfermo, o bien de una d) Lógica de semejanza en curaciones persona enferma a una sana a través de lo por analogía que Laplantine (1999) denomina la circula- Las reiteradas menciones a la aplicación ción de los síntomas. de remedios o curas durante la luna menguan- Las curaciones de las verrugas se basan en la transferencia de esta enfermedad a otros, LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 101

explicando así su aparición o desaparición llos de esta región y adquiere relevancia tan- repentina. to en el ámbito de la medicina casera como “se ponen tres granos de sal, se los en- del curanderismo. vuelve en un trapito y se los tira para atrás, Los desequilibrios orgánicos y sociales el que lo recoge se contagia (las verrugas)” descriptos entre los campesinos muestran (Luisa, Villa Amancay). continuidad con los rasgos de la medicina Del mismo modo podemos interpretar esta tradicional argentina, sin que se encuentren popular forma de curar el moquillo de los referencias a desequilibrios originados por perros en “un collar de siete marlos tosta- desarmonía entre cuerpo y espíritu, dos y quemados atados al cuello hasta que desequilibrios ambientales ni religioso-ritua- sane”, la curación de las miasis en el ganado les. Entre los taxa vernáculos que más se dis- que implica “colgar un sapo a la pata de los tinguen de otras regiones podemos constatar caballos hasta que se seque y caigan los bi- la recurrencia al pasmo para explicar chos”, o la curación del “pupo herniado” en desequilibrios originados en desbalances tér- los niños en el que la hernia se transfiere a la micos. corteza de los árboles que se utilizan. En las prácticas terapéuticas se advierte Esta misma lógica sustenta las reglas o la pervivencia de nociones refiguradas de la normas que debe cumplir una mujer emba- medicina humoral hipocrática y las catego- razada durante el embarazo para que sus hi- rías de frío y cálido, tradiciones hispa- jos resulten saludables. Por lo general se tra- noeuropeas y prácticas rituales del catolicis- ta de prohibiciones alimentarias o activida- mo. La aplicación de remedios, caracteriza- des que se desaconsejan durante la gravidez. dos en su mayor parte por su origen vegetal, Algunos informantes que nos acercaron es- requiere de cuidadosos criterios de selección tas explicaciones ejercieron como parteras en de las dosis y de la ocasión y tiempo de ad- la zona de estudio, las que refieren por ejem- ministración, situación en la que se observa plo, la prohibición de tejer, barrer, cruzar el valor simbólico de los números o una ló- alambrados, envolver, o consumir sustancias gica de regulación de los desequilibrios o de excesivamente grasas o picantes, por el ries- sustracción de los males. Otras prácticas te- go de que el niño se envuelva en el cordón rapéuticas como las curas de palabra y por el umbilical, presente dificultades para desli- rastro se interpretan desde las lógicas de cu- zarse por el canal de parto, o desarrolle urti- ración por semejanza, o en la capacidad de caria, respectivamente. la palabra de actualizar el poder de las figu- ras míticas. Los desequilibrios orgánicos originados en Conclusiones desbalances alimenticios resultan frecuentes y en su terapia participan la medicina casera A pesar de la gran influencia del turismo, y el curanderismo. Este último resulta rele- la diversidad de habitantes y la relativa ac- vante en el restablecimiento del equilibrio cesibilidad a centros de salud en la zona, la social cuando éste se pierde por ojeo, daño o medicina tradicional constituye un compo- envidia. nente cultural muy arraigado entre los crio- Resulta interesante desde el punto de vis- 102 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

ta etnobotánico, constatar que, si bien la mayor parte de las prácticas y de los taxa diagnosticados y tratados por los curanderos denotan un origen hispano-europeo (ojeadura, culebrilla, brujería, daño), en lo terapéutico se combina el uso de plantas exóticas con recursos florísticos autóctonos (contrahierba, incienso, zarzaparrilla). Éstos, sin embargo, comparten su nombre vernácu- lo con otras especies que no se encuentran en la zona y a las que se les adscribe idénti- cas propiedades. Pareciera ser que existe tam- bién una refiguración de los nombres de las plantas recibidos por tradición, que lleva a identificar a las especies reconocidas por su poder en las inmediaciones de su entorno, aún cuando se trate de taxa botánicamente muy diferentes. Esto refuerza la idea de que la elección terapéutica de algunas plantas, desde la perspectiva de los criollos, no se debe necesariamente a la eficacia de sus prin- cipios activos, sino a la posesión de poder en el sentido de sagrado, verificándose en este sentido su eficacia terapéutica. Desde este punto de vista se explica la cantidad de usos reseñados para la ruda (Ruta chalepensis) y la contrahierba (Trixis divaricata subsp. discolor). Las prácticas que se señalan en este tra- bajo competen fundamentalmente al ámbito de la medicina tradicional de los criollos, aunque debe señalarse que este sistema co- existe con la biomedicina y las terapias de alternativa que comienzan a cobrar fuerza en el área de estudio. La preferencia por uno u otro tipo de atención no ha sido aún motivo de investigación, mereciendo un tratamiento particular, aunque sin lugar a dudas que en la elección han de jugar un rol protagónico las peculiares representaciones acerca del cuerpo, la enfermedad y la curación consta- tadas entre los criollos de la zona. LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 103

Tabla 1.- Categorización de las plantas realizadas por los informantes acorde con una concepción terapéutica basada en el sistema cálido-fresco. -Se presentan sólo aquellos usos en los que el efecto se explica por el carácter templario de la especie.- Códigos empleados: - Parte utilizada: Co= Corteza; Ho=Hojas; Fl=Flores; Fro=Frondes; Pa= Parte aérea; Ra=Raíz. - Forma de preparación: De=Decocción; Cr gr=Cremas grasas; If=Infusión; Ma ol=Macerado alcohó- lico; Rs=Restregado; Sol ac= Solución en agua; Ucal= Untado en aceite y calentado. - Modo de aplicación: B=Baño; Be=Bebida; Bu=Buches; Ct=Cataplasma; E=Externo; Fri= Fricciones y masajes; Gt=Gotas; L=Lavajes; T=Tópico.

A.- Empleo de especies reconocidas como “cálidas o calientes”

Especie A,fección tratada Parteutilizada Nombre vernáculo formade Familia Botánica preparacióny Nº de colección mododeaplicación (Herbario ACOR) Achyroclinesatureioides(Lam.)"Pasmo"Pa/If/Be DC.GripesyenfriamientosPa/If,De/Be "Vira-vira"TosycatarroPa/If,De/Be ASTERACEAE 1889,1948,2011 Anemiatomentosa(Savigny)GeripesyenfriamientosFro/If/B Sw.var.tomentosa "Doradilla" ANEMIACEAE 1830,2013 AristolochiaargentinaGriseb."iGolpesdeaire"Ho/Macol/Fr "Charrúa" ARISTOLOCHIACEAE 2199,2200 ArtemisiaverlotiorumLamotteAefeccioneshepáticasPa/De/B "Ajenjosilvestre""Ajenjomacho" ASTERACEAE 2213,2231 GaillardiamegapotamicaCefaleasPa/De/L (Spreng.)Bakervar. Secombinacon scabiosoides(Arn.exDC.)alcanfor,alcoholy Baker aguadecolonia. "Topasaire""Pasmo"Pa/Maol/L ASTERACEAEAsmaPa/Crgr/Ct 1846 Sepreparaun "mixto" 104 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

hirviendo el cebo de cabra, azufre, nuez moscada, alcanfor, contrahierba, topasaire, clavo de olor, alhucema, romero, y ruda hasta que adquiere color verde. Aplicar con trapos tibios Geoffroea decorticans (Gillies Afecciones bronquiales y Co,Fl/De/Be ex Hook. & Arn.) Burkart var. pulmonares Se prepara una decocción decorticans Asma con limón, vira-vira, "Chañar" gordolobo y doradilla.Con FABACEAE las mismas propiedades se 1832 consume el arrope hecho con los frutos Hedeoma multiflora Benth. "Empacho" Pa /If, De/ Be "Tomillo" "Tomillito" Dolores estomacales y LAMIACEAE abdominales 1983,2002 Afecciones hepáticas Julocroton argenteus (L.) Didr. Afecciones bronquiales y Pa /If, De/Be "Pulmonaria" pulmonares EUPHORBIACEAE 1899,1959 Larrea divaricata Cav. Giripes y enfriamientos Ho/Maol/Fr "Jarilla" Seaplicanfriccionesal pechoconelmacerado 2217 alcohólicodejarilla,alcanfor yazufre Lavandulaspp[LavandulaAsmaPa/Crgr/Ct(Verreceta spicavar.latifoliaL.f.;L.completaentopasaire) officinalisvar.angustifoliaDolordeoídosHo/Ucal/Gt (DeGring.)Briq.] Secalientanlashojascon "Alhucema" aceiteyclavodeolor. LAMIACEAE Puedecombinarseconotra L.spica1875 plantacálidacomolaruda L.officinalis2285NeuralgiasPa/Crgr/Fri Sepreparaunacremacon grasadecerdoy contrahierba Lithreamolleoides(Vell.)Engl.ErupcionescutáneasFr/Co/Be "Molle"producidasporSepreparanlosfrutosde ANACARDIACEAEenfermedadeseruptivasmolleenlechehirviendo. 2024 Estabebidaescalientey hace"brotarhaciaafuera" losgranosdelsarampióny otraseruptivas LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 105

Matricaria recutita L. Erupciones cutáneas Fl/De /E "Manzanilla" producidas por Combinado con yuyos ASTERACEAE enfermedades eruptivas calientes (ruda, peperina) en M-ACOR 45 aplicaciones externas Dolores estomacales y/o Pa/If/Be abdominales Se combina con peperina y sal. Empacho Pa/Cr gr/F Pa/If / Be Se aplican fricciones de manzanilla, grasa de gallina y ruda, o se bebe un té de paico y manzanilla Minthostachys mollis "Pasmo" Pa/If/Be Griseb. Resfríos Pa/If/Be "Peperina" Dolores estomacales y/o Pa/If/Be LAMIACEAE abdominales Se bebe en mate o té 1835,1894 combinado con sal y manzanilla, o en una infusión de paico, ruda y peperina Afrodisíaco Pa/If/Be Ocimum basilicum L. "ePasmo" Pa/If/B "Albahaca" LAMIACEAE RosmarinusofficinalisL."Pasmo"Pa/Crgr/Ct(Verreceta "Romero"Gripesyenfriamientoscompletaentopasaire) LAMIACEAEAsma 2122,2159Doloresestomacalesy/oPa/If/Be abdominalesSepreparaentéconruda, senyaguaribay RutachalepensisL."Pasmo"Pa/Crgr/Ct "Ruda""Rudamacho""RudaAsma(Verrecetacompletaen hembra" topasaire) RUTACEAEDolordeoídosPa/Ucal/Fri 1837 Sacael"aire"quecausael dolordeoídos.Secombina conmanzanillafritoenaceite yseaplicaporfueradel oído.Tambiénsehaceun preparadoconalhucemay aceiteyseinstilangotasen eloído ErupcionescutáneasporDe/E enfermedadeseruptivasSecombinaconmanzanillay peperina 106 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

Dolores musculares Pa/Ma ol/Fri En cataplasmas se aplican junto con poleo para los dolores de pecho Afecciones renales Pa/Ma ol/Fri Se fricciona la zona de la vejiga y entrepiernas con un preparado alcohólico de té de ruda Schinus areira L. "eEmpacho" Ho/If,De/B "Aguaribay" Sepreparauntéconpoleo, ANACARDIACEAE sen,romeroyruda 1918, 2124 Sennacorymbosa(Lam.)CeonstipaciónHo/If,De/B H.S. Irwin&Barneby "Sendelcampo" FABACEAE 2212 TagetesminutaL.CefaleasPa/If/Be "Suico""Empacho"Sepreparauntécon ASTERACEAE peperina 1855,2037 Trixisdivaricata(Kunth)"Pasmo"Pa/Crgr,/Ct(Verreceta Spreng.subsp.discolor(D.Asmacompletaentopasaire) Don)KatinasResfríosRa/If/Be "Contrahierba" Sepreparauntésoloo ASTERACEAE combinadoconromero 1901,1955NeuralgiasPa/Crgr/Fri(Verrecetaen alhucema) Usneaamblyoclada(Müll.GripesyenfriamientosPa/If/Be Arg.)Mot.-Usneaspp.Tos,tosconvulsaycatarroSepreparauntéde "Barbadepiedra" pulmonaria,viravira,ruda USNEACEAE macho,doradillaybarbade 1967,M-ACOR43piedraconmiel LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 107

B.- Empleo de especies reconocidas como “frías o frescas” Especie Aefección tratada Parteutilizada,formad Nombre vernáculo preparaciónymodode Familia Botánica aplicación Nº de colección (Herbario ACOR) AloysiacitriodoraPalauPalpitacionesymolestiasHo/If,De/Be "Cedrón"cardíacasSecombinaenunainfusión VERBENACEAEconhojasdealtamisay 1847 toronjilodetoronjily cabotoril CestrumparquiL´Hér.InsolaciónHo/E "Duraznillo" Seaplicaungajoenlaoreja SOLANACEAparaprotegerdela 2072,2106 insolación QuemadurasHo/Rs/E Alrestregarsacaelexceso decalor HemorroidesHo/Rs/Ct Seaplicalahojaamodode cataplasmaoseutilizapara limpiarelano Dolordepiernasy/oPa/Solag/B cansancioSeutilizacuandolospies "tienencalorías".Seponeel duraznilloenremojoenel aguahastahacerespumay sesumergenlospiesenel líquido Coronopusdidymus(L.)Sm.OdontalgiasporcariesPa/If,De/Bu "Quimpe"dentales BRASSICACE AE 1974 CupheaglutinosaCham.&AfeccionessanguíneasyPa/If,De/Be Schltdl.metabólicas "Sanguinaria" LYTHRACEAE 1858,2241 Cynodondactylon(L.)AefeccionesrenalesPe/De/B Pers. Sebebecomo"aguapasto" "Gramilla" preparadaconhojasde POACEAEdurazno 1882 108 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

Guilleminea densa (Willd. "Empacho" Ra/If/B ex Roem. & Schult.) Moq. Dolores estomacales y/o "Yerba del pollo" abdominales AMARANTHACEAE 2103,2167 Hypericum connatum Lam. Aefecciones renales Pa/If/B "cabotoril" Sebebecomo"aguapasto" HYPERICACEAE 1910,1963 JuglansregiaL.Dolordepiernasy/oHo/De/Be "Nogal"cansancio JUGLANDACEAE 2029,2157 LarreadivaricataCav.ViáricesPa/Maol/Fr "Jarilla" ZYGOPHYLLACEAE 2217 MalvaparvifloraL.HLemorroidesHo/De/ "Malva" MALVACEAE 1853 Margyricarpuspinnatus"Empacho"Pa/De/Be (Lam.)KuntzeDiarreas "perlilla"Afeccioneshepáticas ROSACEAE 1907,1939 Menthaspp.FeiebrePa/If/B "Menta" LAMIACEAE 2063/2130 Menthaxrotundifolia(L.)Doloresestomacalesy/oPa/If/Be Huds.abdominales "Yerbabuena" LAMIACEAE 2059,2131 PlantagomajorL.HeridasylastimadurasPa/De/L "Llantén"Hemorroides PLANTAGINACEAE 1856,1940 LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 109

Pluchea sagittalis (Lam.) Veómitos y nauseas Pa/If/B Cabrera "Yerba lucera" ASTERACEAE 2040 PolygonumhispidumKunthQEuemadurasHo/Rs/ "Duraznillodelagua" Seaplicasobrelapielose POLYGONACEAE preparaunaespumacon 1923 aguafrotandolashojas, aliviandoelexcesodecalor enlapiel Prunuspersica(L.)Batsch"Empacho"Pa/If,De/Be "Durazno"Doloresestomacalesy/o ROSACEAEabdominales 1880,2177 SambucusaustralisCham.QuemadurasFl/De/B &Schltdl.Insolación "Saúco" CAPRIFOLIACEAE 2044,2152 Schinuslongifolia(Lindl.)OdontalgiasporcariesHo/De/Bu Speg.var.longifoliadentalesSehierveunaramitaconsal "Moradillo" osepreparaunadecocción ANACARDIACEAE convinoblanco,pudiendo 1842,2077 combinarseconbarbade piedra

Notas cas terapéuticas sintetizan antiguos co- nocimientos, poseen poder y una expe- 1. Idoyaga Molina -y corrientemente en riencia que les permite determinar diag- antropología médica- designa con este nósticos y ejercer terapias...” (Barrios, término a la medicina oficial. Siguien- 2000a). Se incluyen en estas terapias as- do esta acepción, nos referiremos a sus pectos rituales derivados del diagnósti- practicantes como “biomédicos”. co que realiza el especialista.

2. Distinguiremos a los biomédicos de los 3. El término autotratamiento designa a las “especialistas” de la medicina tradicio- “prácticas de los legos realizadas en el nal, conocidos como “médicos rurales” contexto de la familia o la comunidad, o “curanderos”, “cuyo saber y prácti- es decir a la medicina casera, señalada 110 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

por diversos autores como metodológicas (Arenas y Galafassi, autotratamiento, medicina popular y 1994) y no tienen correspondencia con autoatención” (Idoyaga Molina, las representaciones de los actores so- 2000b). ciales, por lo que resultan distor- sionantes de sus concepciones (Idoyaga 4. Según Idoyaga Molina (2000b), la medi- Molina, 2002b). Foster (1976) distin- cina tradicional “expresa la síntesis cultu- gue los sistemas personalísticos y ral de principios reformulados de la medi- naturalísticos dentro de los cuales pue- cina humoral con las prácticas terapéuti- den interpretarse las categorías anterio- co-rituales de los curanderos y de legos, res. en su mayoría de raigambre católica y otros conocimientos tradicionales aportados por 7. Según las descripciones que hace Di los inmigrantes de origen europeo”. Lullo (1944) para Santiago del Estero, la culebrilla se trataría de la erupción 5. El término “remedio” es entendido en herpes zoster. Debemos advertir, sin sentido amplio, trascendiendo el signi- embargo, que la comparación entre las ficado farmacobotánico de la expresión enfermedades tradicionales y las plantas medicinales, tal como lo seña- biomédicas a fin de establecer equiva- lan Lahitte y Hurrell (1994). De este lencias puede resultar distorsionante de modo un vegetal remedio no es com- las representaciones de un grupo, sin parable a un medicamento, pudiendo que haya correspondencia entre un tipo existir plantas sin un registro de prin- de mal y un tipo de medicina (Idoyaga cipios activos y que, sin embargo, re- Molina, 1999a, d). sultan muy populares en el contexto de la curación. Tal como presentaremos en 8. Según Idoyaga Molina (2002b) las re- este trabajo la noción de remedio tam- presentaciones y vivencias de la bién incluye elementos de origen ani- corporalidad incluyen olores, humores, mal y mineral. fluidos, vestimentas, adornos, huellas. Todos estos aspectos constituyen equi- 6. Entre ellos podemos señalar la discri- valentes del sujeto, siendo parte de su minación -según la causa que lo origi- corporalidad. na- entre enfermedades de origen so- brenatural y de origen natural o - aten- 9. Como ejemplo de este tipo de aplica- diendo al tipo de medicina que le da ciones podemos señalar las recurren- respuesta- la distinción entre las enfer- tes citas acerca del uso del aloe (Aloe medades tratadas por curanderos y las spp.) en la medicina local. que competen al ámbito de la biomedicina (Arenas y Galafassi, 1994; 10. Los orígenes de esta concepción se re- Palma, 1978; Pérez de Nucci, 1988; montan a la teoría clásica hipocrática Hurrel, 1991). Estas categorías, sin de los siglos V y VI a.C., que conside- embargo entrañan dificultades raba la salud como fruto del equilibrio LA MEDICINA TRADICIONAL DE LOS CRIOLLOS CAMPESINOS (...) 111

constitucional de las categorías cálido- el contexto de las medicinas tradicio- fresco y húmedo-seco de los cuatro nales (Ody, 1997). humores del cuerpo (bilis negra, bilis amarilla, sangre y flema). Posterior- mente a la formulación que hicieran Agradecimientos Hipócrates y Galeno de la medicina hu- moral, ésta se extendió al mundo árabe A la Dra. E. Fuentes por sus orientaciones y luego pasó a España y el resto de Eu- en la determinación de las especies y a la ropa. En la época de la conquista de MSc M. Ojeda, por su disponibilidad para el América este sistema era el oficial de intercambio y discusión de ideas. Quiero la medicina hispana y se restringía a la expresar mi gratitud al Lic. Pastor Arenas y elite intelectual, difundiéndose a través al Dr. Gustavo Scarpa, de quienes recibí ca- de los médicos españoles y de la tarea pacitación y formación en etnobotánica. El sanitaria llevada a cabo en las misio- curso de postgrado “Introducción a la nes. Se produce luego en Hispanoamé- Etnobotánica” dictado por el Dr. Gustavo rica un proceso de simplificación y Scarpa, me aportó el marco conceptual y transformación de estas teorías desapa- organizativo para el desarrollo de este traba- reciendo las categorías húmedo y seco, jo de investigación; agradezco también el quedando reducidas a las categorías cá- tiempo que empeñó en una lectura minucio- lido-fresco (Currier, 1966; Foster, 1953, sa y en el aporte de valiosas sugerencias y 1994; Idoyaga Molina, 1999b;2000b). correcciones. Deseo agradecer especialmente En Argentina se ha documentado la vi- las profundas revisiones de la Dra. Idoyaga gencia de las teorías de la medicina hu- Molina que contribuyeron a mejorar moral y las nociones de cálido y frío sustancialmente el trabajo, así como el apor- entre los criollos campesinos y mesti- te de bibliografía específica y la asistencia a zos de las regiones del NOA (Idoyaga mis numerosas consultas sobre Antropolo- Molina, 1999d; 2000b), Cuyo (Idoyaga gía. La Lic. P. Villalba contribuyó a la siste- Molina, 1999b), el Litoral (García y matización y transcripción de las cintas. Jiménez, 1986), Salta (Hilgert, 2001) y Agradezco también a la SECYT por proveer Chaco (Scarpa, 2000a,b) una beca de postgrado y fondos para la reali- zación de este trabajo. Mi reconocimiento 11. La opoterapia u organoterapia consis- final es para todos los pobladores de te en el empleo de órganos o secre- Calamuchita que generosamente aportaron ciones animales con fines terapéuticos. sus conocimientos, tiempo y paciencia du- rante los viajes de campo. 12. La Teoría de la Signatura o de las seña- les, sostuvo que el aspecto externo de una planta informaba sobre las dolen- cias que podía curar. De origen clási- co, estas ideas se retoman en el siglo XVI por Paracelso y aún perduran en 112 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

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Palma, N. Resumen 1978 La medicina popular en el No- Se presenta un estudio de la medicina tra- roeste argentino. Buenos Aires: dicional de los criollos de los Departamen- Ediciones Huemul. tos Santa María y Calamuchita de la provin- cia de Córdoba, Argentina, en el marco de Palma, N. H., G. Torres Vildoza, S.O. una investigación etnobotánica. Los materia- Ferrarini y A. Albagli. les que dan soporte al trabajo se obtuvieron 1977 Antropología y Medicina. Enfo- en diversas investigaciones de campo. Aten- que antropológico para una diendo a su etiología se mencionan ecología cultural de los problemas desequilibrios orgánicos y sociales. Entre los médico-sanitarios: Análisis de primeros, se hace referencia a dolencias una casuística. Obra del centena- vernáculas como el “pasmo”, el “empacho”, rio del Museo de La Plata. Tomo la “pata de cabra”, los “nervios”, “hernias”, II: 325-338. Antropología. La Pla- “canchas”, entre otras, cuyo origen se atri- ta: Universidad Nacional de La buye a desbalances térmicos, alimenticios, Plata. golpes y esfuerzos o alteraciones humorales. En las prácticas terapéuticas se advierte la Pérez de Nucci, A. pervivencia de nociones refiguradas de la 1988 La medicina tradicional del NOA. medicina humoral hipocrática como las ca- Buenos Aires: Ediciones del Sol. tegorías de frío y cálido, tradiciones hispanoeuropeas y prácticas rituales del ca- Redfield, R. tolicismo. Por lo general se recurre a reme- 1963 El mundo primitivo y sus trans- dios de origen vegetal para lo cual se em- formaciones. México: Fondo de plean plantas nativas e introducidas, recolec- Cultura Económico. tadas a campo o cultivadas; resulta ocasio- nal el uso de ingredientes de origen animal y Scarpa, G. F. de sustancias inertes. Entre las plantas que 2000a Estudio etnobotánico de la sub- presentaron mayor consenso e interés entre sistencia de los criollos del Cha- los campesinos podemos señalar a la co Noroccidental argentino. Tesis contrahierba (Trixis divaricata subsp. doctoral. Facultad de Ciencias discolor), la ruda (Ruta chalepensis), la Exactas y Naturales de la Univer- altamisa (Tanacetum parthenium), el rome- sidad de Buenos Aires. ro (Rosmarinus officinalis), el duraznillo 2000b Plants employed in traditional (Cestrum parqui), la peperina (Minthostachys veterinary medicine by the Criol- mollis) y el topasaire (Gaillardia mega- los of the Northwestern Argentine potamica var. scabiosoides). La aplicación Chaco. Darwiniana, 38 (3-4). de remedios requiere de cuidadosos criterios de selección de las dosis y de la ocasión y Stuckert, G.V. tiempo de administración. En este contexto 1941 La terapéutica indígena en la Re- se observa el valor simbólico de los núme- gión de Córdoba del Tucumán. ros o una lógica de regulación de los Córdoba: Ed. Litvack. 116 GUSTAVO JAVIER MARTÍNEZ Y ANA MARÍA PLANCHUELO

desequilibrios o de sustracción de los males. Se observaron también otras prácticas tera- péuticas como las curas de palabra y por el rastro. Los tratamientos terapéuticos enun- ciados se practican en el contexto de la me- dicina casera y del curanderismo. Este últi- mo resulta relevante, además, en el restable- cimiento del equilibrio social perdido por la ojeadura, el daño o la envidia. Los desequilibrios orgánicos y sociales descriptos para la región muestran continui- dad con los rasgos de la medicina tradicio- nal descriptos para otras áreas de Argentina.