DIARIO DE NAVARRA 26 Navarra 1 de septiembre de 1992 Martes, Réndidos.. .a la guitarra de Knopfler • Los miembros del grupo británico encandilaron a las catorce mil personas que ayer se’ dieron cita en la Plaza de Toros

Apenas habían pasado unos se gundos sobre las diez de la noche cuando los seiscientos mil watios de luz instalados en el escenario de la Plaza de Toros se encendie ron de golpe por primera vez. Allí, en medio de haces de todos los colores y envuelto por el júbilo de los catorce mil asistentes que lle naban por completo el coso pam plonés, apareció Mark Knopflór, rodeado pdr”Eo ‘otros ocho músi cos de . El momento fue sobrecogedor. El guitarrista. de Glasgow, el fundador de ese míti co conjunto que hace ya años fue calificado como el mejor grupo de pop-rock del mundo, saludaba por fin con una sonrisa al público na va rro. Un público que apenas tardó unos instantes en rendirse al mag netismo de la guitarra de Knopfler y que no dejó de corear y acompa ñar con palmas todas las cancio nes en las dos horas largas que duró el espectáculo. El concierto, como era de prever, fue un éxito total. El impecable sonido y el es pectacular despliegue de luces arroparon durante una docena de inolvidables canciones a esas ca torce mil personas, jóvenes en su mayoría, que abandonaron la Pla za de Toros, pasada la mediano che, con la certeza de haber asisti do a un concierto histórico. , al que bastantes de los asistentes siguieron con - prismáticos como para cerciorarse de que realmente era él y que esta ba allí,. en Pamplona, se mostró abierto y sonriente en todo mo mento. Sin perder la clase que le caracteriza sobre los escenarios, intercambi&gestos con el público, acompañó con su guitarra algunos Mark Knopfler sólo tardó unos instantes en «meterse al bolsillo» a las catorce mil personas que llenaron ayer la plaza de toros. Je los cánticos que brotaron de los tendidos e incluso mantuvo un agradeció conun sentido «Thank simpático duelo con los asistentes yo u». en el momento de iniciarse los bises. Dos horas Íargas «», «On every «Torero!, ¡Torero!» Street» y «Two young lovers» se Aunque él inicio del cóncierto sucedieron después sobre el esce estaba fijado para las ocho y media na rio. de la tarde, desde horas antes po «Telegraph road», otro de los dían ya verse por los alrededores temas históricos del grupo, fue la de la Plaza de Toros numerosos siguiente interpretación. Una in grupos de jóvenes, dispuestos a terpretación que también resultó copar la primera fila junto a las histórica: demostró sw vallas en cuanto se abriesen las poderío sobre los teclados, a la vez puertas. que Mark Knopfler dejó claro que Para las ocho, la Plaza de Torós no sólo sabe tocar la guitarra, ya estaba ya casi llena. Sin embargo, que su voz, más desgarrada y en los espectadores tuvieron que volvente que nunca, mañtuvo en aguantar média ’hora de retraso’: vilo a los catorce mil espectadores. fue a las nueve cuandó Cañizares, Fueron momentos mágicos que se un trío de guitarras: flamencas, hizo cerraron con un impresionante su aparición en el escenario. Su despligue de luz que simulaba el intervención fue aplaudida, aun aparato eléctrico de una potente que la mayoría, para qué engañar- tormenta. se, no esperaba sino la aparición Tras ese efecto, los músicos de de Knopfler y compañía. dejaron saludar sus instrumentos afectuosamente y, después al pú Hubo algunos silbidos deimpa ciencia mientras los técnicos ulti blico, se retiraron. No obstante, el maban detalles sobre el escenario. abandono no duró mucho tiempo. Hasta que al filo de las diez, como Toda la Plaza puesta en pie recIa se ha indicado, una potente des- mó de forma unánime el regreso carga de luz dio paso’a los compo del grupo que; efectivamente, vol nentes de Dire Straits, en medio de .vió al escenario en medio de un un griterío impresionante. El montaje de las luces fue impresionante. griterío ensordecedor. De todos «», del último elepé modos,. Mark Knopfler aún hizo del grupo, fue el tema que sirvió de Los músicos volvieron a retomar de Mark Knopfler sobre el mástil nante que, sin solución de conti gritar más al personal ya que, por presentación,’ al igual que en los material del último disco antes de de su guitarra: «Private investiga nuidad, se convirtió en un nuevo gestos, hizo ver que no se oía y anteriores conciertos. Hubo pal atacar, por fin, uno de los temas tions». Los punteos finales arran tema que no aparece en ninguno que o.más fuerte o se metían al mas y aplausos, incluso antes del míticos del grupo: «Romeo and caron del público los gritos de de los discos del grupo: fue cuan camerino. La respuesta fue inme impresionante solo de batería coñ Juliette». Era todavía la cuarta «iTorero!, Torero!». do los miembros de Dire Straits diata y los acordes de «Money for que Chris Witten cerró la interpre canción pero aquello fue ya el de - Sin embargo, aún quedaba lo comenzaron a acompañar con sus nothing» hicieron vibrar de nuevo tación. lirio. Para terminar el tema, una mejor. Los punteos finales de instrumentos el «Oé, oé, oé» del al respetable. Eran entonces las Apenas unos segundos -los su impresionante demostración al «» fueron la apo público. doce de la noche. La actuación ficientes para que Mark Knopfler saxo por párte de Chris White. teosis. Mark Knopfler, consciente Fue entonces cuando la Plaza aún se prolongó unos minutos cambiara por primera vez de guita Siguió a continuación el tema del entusiasmo que despierta el. retomó el programa de las tardes más, para regocijo de un público rra- y los miembros de Dire Straits de «», también del ál tema en cuestión, se regodeó so sanfermineras y dedicó a Mark que tardará en olvidar el concierto se arrancaron con «WaIk of life», bum «». Y después, escuchóbre las cuerdas una ovación de su guitarra impresio y Knopfler los gritos de «!Formida que ayer estremeció los cimientos del álbum «Brothers in arms». la primera demostración potente blel, ¡Formidable!». El guitarrista lo de la Plaza de Toros de Pamplona.