LA MUJER EN EL DEPORTE. PRESENCIA DE LAS MUJERES EN LA DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN DEL DEPORTE: EL CASO DEL GOLF Enma Villacieros
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LA MUJER EN EL DEPORTE. PRESENCIA DE LAS MUJERES EN LA DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN DEL DEPORTE: EL CASO DEL GOLF Enma Villacieros. Presidenta Real Federación Española de Golf ÍNDICE: LA MUJER EN EL DEPORTE PRESENCIA DE LAS MUJERES EN EL DEPORTE DEL GOLF ANEXO 1. DATOS DE LICENCIAS FEMENINAS ANEXO 2. BREVE HISTORIA DEL GOLF FEMENINO EN ESPAÑA ANEXO 3. PALMARÉS AMATEUR FEMENINO, LA ANTESALA DEL PROFESIONALISMO ANEXO 4. PROFESIONALES EN ESPAÑA: PALMARÉS. ANEXO 5. RESULTADOS DE LAS PROFESIONALES ESPAÑOLAS, 2004-2005 LA MUJER EN EL DEPORTE, UN REFLEJO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA El Deporte, como práctica inmersa en España en el ámbito de una sociedad en proceso de desarro- llo sostenido desde hace muchos años, no es más que un reflejo bastante fidedigno de todo cuanto acontece a nuestro alrededor. Su implantación, espectacular en las últimas décadas, responde al crecimiento experimentado por la sociedad española en todos sus órdenes. El Estado del Bienestar se consolida felizmente día tras día y el acercamiento de miles de personas a la práctica del deporte es uno más de sus múltiples exponentes. La presencia de la mujer en esta actividad, tanto en el aspecto meramente deportivo como en el directivo y organizativo, ha seguido un camino paralelo al del resto de la sociedad española. Dura lucha por ocupar un puesto digno No obstante, la mujer, como en otros muchos ámbitos, ha tenido que luchar duramente para hacer- se un hueco en las distintas parcelas de la estructura deportiva, desde sus más amplios cimientos como deportis- tas de base hasta alcanzar, todavía en escasísimo número, los órganos de dirección. No se trata, obviamente, de una cuestión de formación, dado que las mujeres, como está más que demostrado a día de hoy, cuentan con una preparación perfectamente equiparable a la de los hombres. De he- cho, en el ámbito deportivo las mujeres han acumulado un currículum y una experiencia valiosas para desarrollar en los clubes, la alta competición o los órganos federativos. 1 LA MUJER EN EL DEPORTE. PRESENCIA DE LAS MUJERES EN LA DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN DEL DEPORTE: EL CASO DEL GOLF. ENMA VILLACIEROS Su involucración en el deporte está fuera de toda duda, como bien se pone de manifiesto en el caso del golf, con casi 85.000 mujeres federadas que constituyen, por número, más que el total de licencias acumula- das por una buena cantidad de Federaciones Deportivas en nuestro país. No obstante, la mujer ha tenido que luchar durante años ante la reticencia suscitada por la sociedad en general y los hombres en particular, que consideraban algo impropio de las mujeres ya no la dirección y ges- tión del deporte, sino su práctica en sí. Desterrada por fortuna esta idea con el paso del tiempo, queda demostrado a día de hoy que la influencia de las mujeres en el deporte puede ser sumamente positiva. La sensibilidad y practicidad de la mayor parte de las mujeres son características muy válidas en la dirección, organización y gestión del deporte que se ponen de manifiesto día tras día, ofreciendo un punto de vista diferente e interesante a los grandes proyectos que caracterizan, en muchos casos, a los hombres. La presencia de la mujer en el golf, sus vicisitudes históricas y su actual implantación son un buen ejemplo extrapolable al resto de actividades deportivas en nuestro país, máxime cuando el golf, durante muchos años, ha sido calificado como deporte elitista, un concepto trasnochado que contrasta bruscamente con la po- pularización actual, un proceso al que la mujer ha contribuido de manera significativa. PRESENCIA DE LAS MUJERES EN EL DEPORTE DEL GOLF No en vano, el golf constituye asimismo otro reflejo de nuestra sociedad. Su trayectoria, también en este caso concreto, corre paralelo al crecimiento experimentado por la sociedad española en todos sus órdenes. Un colectivo cada vez con mayor implantación La mujer, en el golf, ha sido un colectivo minoritario y sin apenas representación en ningún órgano de decisión hasta hace relativamente pocas décadas. La situación, sin embargo, ha variado de forma radical en los últimos diecisiete años, coincidiendo, curiosamente, con la elección como Presidente de la Real Federación Española de Golf de una mujer, Emma Villacieros, con gran experiencia como jugadora y directiva en el Comité Femenino de este organismo federativo con anterioridad. Este hecho, inusual en el deporte español, se produjo en noviembre de 1988 y desde entonces el golf ha sufrido un cambio radical. Basten unos datos para comprenderlo: A principios de la década de los 70 ape- nas había 5.000 federados en nuestro país –sin duda una actividad minoritaria–, una cifra que se multiplicó por cuatro al alcanzarse la década de los 80, superándose el listón de los 45.000 federados cuando Emma Villacieros fue elegida Presidenta. En aquel momento, poco más de 17.000 eran mujeres. Desde entonces, en estos casi 17 años, el número de campos para jugar al golf se ha triplicado y el número de federados ha rebasado los 270.000, que convierten a este deporte, por número de licencias, en el cuarto en España tras el fútbol, la caza y el baloncesto, recortando además distancias de manera muy significativa con respecto a éste último, a quien el golf superará en corto espacio de tiempo. Despojado de su imagen elitista, concienciados numerosos colectivos de sus beneficios deportivos, sociales y económicos, la presencia de la mujer en la dirección, organización y gestión del golf ha dejado de ser asimismo un hecho inhabitual. Mujeres en todos los segmentos Queda aún mucho camino por recorrer –al igual que el resto de ámbitos de la sociedad española–, pero ya hay mujeres en todos los segmentos de este deporte: jugadoras, árbitros, presidentas de clubes, geren- tes, profesionales, etc. Bien es cierto que en un número todavía escaso, pero su presencia se considera ya algo habitual en el desarrollo de esta práctica deportiva en nuestro país. Se puede profundizar en el desarrollo del golf femenino en España –desde su etapa de escasísima actividad hasta su brillantez actual pasando por una fase de lucha por su reconocimiento– y en el significativo cre- 2 cimiento de licencias femeninas de golf, que se han multiplicado por cinco en los últimos 15 años. Curiosamente, los éxitos internacionales conseguidos por el golf femenino amateur español, de enorme prestigio algunos de ellos, superan en número e importancia a los obtenidos en categoría masculina. Mucho camino por recorrer La situación varía de forma drástica cuando se habla de profesionalismo, un estatus al que la mujer apenas ha accedido en España dadas las escasas ayudas recibidas a partir de los 21 años, un momento además clave en la trayectoria personal de muchas mujeres. El panorama descrito en las líneas anteriores es en parte reflejo del empuje experimentado por las acciones emprendidas desde su llegada a la Presidencia por Emma Villacieros, que cuenta entre sus vicepresiden- tes –hay cuatro– con dos mujeres, Cristina Marsans y Blanca Mayor. Además, la Real Federación Española de Golf tiene un Comité Técnico Amateur Femenino especí- fico y trata de contribuir a que la presencia de la mujer en todos los ámbitos sea más numerosa ya desde su más tierna infancia mediante la existencia de un Comité Técnico Juvenil que vela por los intereses de la cantera del golf español, representado por un nutrido grupo de féminas. Todo ello contribuye a que su número en los campos de golf también se haya incrementado de ma- nera muy significativa, hasta el punto de que en la actualidad –con datos de septiembre de 2005– hay federadas en España casi 85.000 mujeres, es decir, 4.5 veces más que hace 15 años. Profesionalismo en España De ellas, sin embargo, apenas 50 tienen en nuestro país el estatus de jugadora profesional, prueba de las dificultades que entraña ejecutar un salto que para la mayoría supone una carga excesiva por la incerti- dumbre que genera. Esta dinámica tan conservadora se está sin embargo quebrando en los últimos cinco años gracias al acceso de jugadoras que, como Raquel Carriedo o Paula Martí en su momento, ejercieron de aban- deradas de un nutrido grupo de jugadoras amateurs de elite que, ahora sí, no tienen temor para convertirse en profesionales. No en vano, Raquel Carriedo y Paula Martí han recogido el testigo de aquellas profesionales es- pañolas –Marta Figueras-Dotti, Tania Abitbol, Xonia Wünch, las hermanas Arruti– que luchaban en solitario por hacerse un hueco en los mejores Circuitos Femeninos del mundo. El verdadero punto de inflexión se produjo en 2001, cuando la aragonesa Raquel Carriedo ocupó, gracias a sus méritos deportivos, el puesto Número 1 del Ranking del Circuito Europeo Profesional, un hito en la historia del golf femenino español que volvió a repetir, al año siguiente, Paula Martí. Raquel Carriedo, además, continuó realizando gestas hasta ese momento inéditas al probar fortuna, en 2003, en el selectivo Circuito Americano Femenino Profesional (LPGA) tras ganarse la tarjeta para participar en todos sus torneos, una senda que sigue ahora, desde 2004, la barcelonesa Paula Martí, dos ejemplos sin duda para otras jugadoras jóvenes –como Marta Prieto, Nuria Clau, Elisa Serramià, Laura Cabanillas, Ana Larrañeta, las hermanas Sara y María Beautell, etc– que constituyen la savia nueva del golf profesional femenino en España. En resumen, está claro que aún queda mucho camino por recorrer, pero la dinámica establecida es la correcta. 3 LA MUJER EN EL DEPORTE. PRESENCIA DE LAS MUJERES EN LA DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN DEL DEPORTE: EL CASO DEL GOLF. ENMA VILLACIEROS ANEXO A-1. DATOS