Geografía)

SIERRA DE GATA

JESÚS ÁVILA GRANADOS TEXTO Y FOTOS Tierra de Entre las provincias de Cáceres y Salamanca y lindando con Portugal, en los confines de la Alta , se encuentra la , comarca de 1.253 km2 de superficie, con 19 frontera municipios poblados por unas 30.000 personas, que asombra por el fuerte rescoldo celta que

74 Noviembre 2007 ha pervivido en las formas de vida y tradicio- l noroeste de la ografía española. Allí, el gra- provincia de Cáce- nito es la piedra más abun- nes de las gentes. Los pueblos de esta res, al norte de la dante, numerosos arroyos han comarca han mantenido su arquitectura de ciudad de Coria y abierto a lo largo de los siglos granito y pizarra, mientras que las explotacio- A su vega, al este de profundos valles en cuyas la- nes agropecuarias siguen las mismas pautas Portugal y al oeste de Las deras prosperan masas de ro- establecidas desde la antigüedad. Por ello, la Hurdes, la Sierra de Gata es, bles, castaños y pinos que, a sin duda, una de las comar- medida que se desciende, son Sierra de Gata merece ser descubierta con cas naturales más interesan- sustituidos por los olivos, cu- los cinco sentidos. tes y desconocidas de la ge- yas verdes y metalizadas ho-

Noviembre 2007 75 historia fue territorio de los vettones; por sus estrechos barrancos sorprendió en más de una ocasión Viriato a los romanos. Los especialistas si- túan cerca de la legendaria ciudad celta de Laconinburgo, des- truida por los romanos, cuyas legiones también dejaron huellas de su poder en fun- daciones como Iterannia, re- sultado de la transformación de un castro anterior, o en las villas de Elías y Gata, asen- tamientos celtas llamados Er- gastulum y Cattobriga, res- pectivamente, que fueron ro- manizadas.

Esplendor andalusí jas contrastan con el marrón ◗ Aprisco para recoger el ganado. Debajo, iglesia parroquial de . Pero fue la civilización his- mate del granito. pano-musulmana la que da- En la Sierra de Gata, el via- ría un mayor esplendor a es- jero podrá contemplar una ta comarca cacereña. Los an- naturaleza agradablemente dalusíes introdujeron los “domesticada” por el hombre sistemas de regadío a través a través del paso de los tiem- de canalizaciones, aceñas y pos, como se constata al ver norias, y garantizaron los su- recortarse sobre el horizon- ministros de agua potable en te las peculiares barracas de las áreas de cultivo, a base de agricultor (“zahundores”), los aljibes y pozos. También ini- cobertizos para proteger el ciaron la conservación de es- ganado (apriscos), las cercas pacios baldíos en fértiles tie- de piedra suelta, las ordena- rras de labor, introdujeron el das explotaciones agrarias, uso de la teja en las cubiertas las colmenas (todo ello, de de las viviendas y supieron herencia celta) y el acompa- extraer el máximo provecho sado movimiento del arado… de la energía hidráulica pro- Esta sierra no distribuye sus ducida por las corrientes flu- núcleos rurales en alquerías, viales, al levantar molinos pa- sino en pueblos, lo que obli- ra triturar el grano de trigo y ga a los campesinos a pasar hacer harina, y también al- algunas jornadas en vivien- mazaras, para la obtención das tradicionales levantadas del aceite, que sigue siendo en medio de las tierras de cul- una de las mayores riquezas tivos, cuando, en épocas de de esta comarca, con un me- cosechas, les es imposible recido prestigio internacio- trasladarse diariamente al nal, bajo la protección de un pueblo de residencia. Por Consejo Regulador de De- ello, estas sencillas construc- nominación de Origen. ciones, tan armoniosamente Para proteger toda esta ri- integradas en el paisaje, son queza, los hispano-musul- habituales en la comarca. manes no dudaron en levan- La Sierra de Gata ha sido tar estratégicas fortalezas y siempre una tierra de fron- El hombre ha poblado el alcazabas (Trevejo, Santibá- tera; por ello, y gracias a la ñez, Gata, , Salvaleón, fertilidad de su suelo y a la paisaje de la comarca con etc.), desde cuyos baluartes singularidad de su geografía, ( opusieron frenética resisten- fueron numerosos los pue- apriscos, “zahundores”, cercas cia a los ejércitos cristianos blos y culturas que aquí se de piedra suelta y colmenas de los reyes de León y a los asentaron. Durante la Proto- caballeros de la Orden de

76 Noviembre 2007 Santiago, siendo finalmente Pérez, coordinador de pro- ◗ Arriba, casa de granito, dentro del lagar. En Trevejo derrotados en el año 1212 por yectos de Adisgata (Asocia- característica de la comarca, también se sigue practicando los ejércitos de Alfonso IX. ción para el Desarrollo Inte- y paisaje otoñal de la sierra. esta ancestral forma de ela- La Sierra de Gata, entonces, gral de la Sierra de Gata), su- Debajo, típico almiar, de borar el vino. pasó a depender de dos gran- braya que “las albardas, las tradición celta. Siguiendo con los produc- des órdenes militares: Al- seronadas de estiércol, los tos artesanales, no debemos cántara y el Temple. abultados haces de helechos, olvidarnos de la miel. Agus- Recuerdo de la conquista sujetos con la reata a lomos de de la zona es, sin duda, su vi- tín Iglesias no ahorra adjeti- cristiana, sin duda, son los di- las caballerizas, son imágenes no, elaborado artesanalmen- vos al valorar esta riqueza: ferentes dialectos que se con- cotidianas en los quehaceres te en , Descargama- “Las abejas encuentran aquí servan en algunos lugares de del cultivo de la tierra”. ría y Robledillo, del cual ya su paraíso, sobre todo en la comarca; entre ellos, el Una vez dicho esto, es fá- Miguel de Cervantes, y tam- abril, época en que los brezos “chapurriau”, también cono- cil comprender que esta co- bién Felipe II, hicieron justos y cantuesos tiñen de lila los cido como “lagarteiro”, en marca estableciera durante comentarios de alabanzas. Su campos, o en agosto, cuando Eljas, o el “mañego”, que se los siglos un incesante co- obtención se lleva aún a ca- los robles exudan una dulce sigue practicando en San mercio de trueque con los bo en el silencio de las bode- savia. Esta rica miel natural Martín de Trevejo. pueblos colindantes. Uno de gas familiares, incluso el pi- y ecológica servirá para en- los productos más afamados sado por parte del hombre dulzar la variada repostería Huellas de los cronistas tradicional como los bizco- chos mañegos, los rellenos El viaje por esta serranía es arrepelados, perrunillas, ros- muy enriquecedor porque, en cas, rizos…, que junto a los todo momento, nutre al visi- quesos, carnes, vinos y acei- tante con la sabiduría de la tes de la sierra dan al paladar sencillez de unas personas verdaderas sensaciones en que siguen fieles a unas for- peligro de extinción”. mas de vida que, en otros lu- Al pasear por los pueblos gares de la geografía penin- de la Sierra de Gata nos re- sular, han desaparecido; son coge una sobrecogedora sen- gentes que basan su econo- sación, la de hallarnos en un mía en la autosuficiencia y el mundo de auténticos valores: reciclaje, es decir, se siembra las calles, retorcidas y en pen- “pa casa”, “pal año”. En es- diente, parecen tejer un labe- te sentido, Agustín Iglesias rinto entrelazado de rincones

Noviembre 2007 77 mágicos, en los cuales se res- Eljas y San Martín de Treve- ◗ Izda., paraje de la sierra El pilón de las Huertas, al pira el aroma de la miel, el jo, a través del puerto de San- coronado por el castillo de final de la calle “A Ciai”, es polen, el aceite y el vino re- ta Clara. Es un recorrido ideal Trevejo. Derecha, campanario el punto de partida. Seguimos cién elaborado, cuando no el para las tres generaciones, de fortificado de la iglesia de la antigua calzada –Vía Dal- perfume de una tahona, con 14 kilómetros de longitud, San Martín de Trevejo. macia–, cuyo nombre evoca un pan no menos artesanal. con numerosos atractivos, y su relación con la antigua vía Por encima de todo ello, el ru- apropiado para hacerlo en palacios del Comendador y romana que enlazaba Coria mor de agua fresca en las pro- cualquier época del año. San Martín de Tours entre las con Ciudad Rodrigo. Ésta se- fundidades de la garganta, al numerosas casas solariegas rá, por lo tanto, la calzada que romper entre los peñascales. Fotogénica San Martín de la villa. También podrá nos lleve hasta el puerto de Tampoco faltan escudos no- aprender algunos términos Santa Clara a través de un biliarios adornando las fa- San Martín de Trevejo, en lingüísticos del dialecto local, sendero empedrado conoci- chadas, evocando un esplen- el centro-oeste de la Sierra de conocido como “la Fala”, y, do popularmente como “Ca- dor pasado; arriba, la miste- Gata, es una de las poblacio- sobre todo, no se olvide de vi- mino de Navafrías”. La ve- riosa y arrogante silueta del nes más fotogénicas de la Al- sitar el interesante Museo del getación imperante al inicio castillo, que con tanta fuerza ta Extremadura. Su antiguo Vino y el Aceite, ubicado en de la ruta es de olivares, huer- supo custodiar la seguridad núcleo urbano ha logrado el interior de una antigua al- tos, árboles frutales y algu- de estas fértiles tierras. Si se mantener el equilibrio de una mazara, rehabilitada por la nos viñedos. Después se al- eliminasen las antenas de te- arquitectura tradicional en asociación Fala y Cultura, en canza un denso pinar, pero levisión, los cables del tendi- donde la piedra de granito ar- donde se ofrece todo el des- antes es aconsejable girar ha- do eléctrico y el alcantarilla- moniza con la teja árabe. An- arrollo del proceso de elabo- cia atrás para contemplar la do, estos pueblos volverían a tes de partir es aconsejable ración artesanal de ambos ali- espectacularidad de San Mar- evocar imágenes oníricas de descubrir la singularidad de mentos, dos de los bienes tra- tín de Trevejo, un pesebre en- la Edad Media y, en algunos su conjunto, destacando los dicionales de esta comarca. tre castaños y robles. Tam- escenarios, incluso nos tras- poco faltan los “zahundores”, ladarían a la época celta. cerca de los cuales merode- La mejor forma de descu- San Martín de Trevejo exhibe an cabezas de ganado vacu- brir una comarca es selec- no. cionando una de las rutas con una cuidada arquitectura Poco a poco el paisaje la mayor cantidad de ele- ( cambia, dominando la pra- mentos tradicionales de la tradicional, donde el granito dera, luego un frondoso cas- misma. En la comarca que armoniza con la teja árabe tañar y masas de robles, en nos ocupa, este itinerario es la ladera norte del monte Já- el que enlaza los pueblos de lama. De aquí salían las me-

78 Noviembre 2007 jores maderas de roble para la elaboración de barricas, siendo Portugal el principal cliente, además de las reali- zaciones para el uso cotidia- no por los artesanos locales, en maderas de castaño y ro- ble. Después de entrar en un paraje bucólico, digno de un cuento de hadas, se alcanza la orilla del río de la Vega, con numerosos ejemplares de abedules, auténtico tesoro botánico de la Sierra de Ga- ta, donde también abundan fresnos, sauces, alisos, etc., además de un sotobosque for- mado por helechos y juncos. La nutria encuentra en las frescas y cristalinas aguas de este río su espacio natural. ◗ Arriba, el verde intenso alfombra los pastizales de la comarca. Debajo, convento en ruinas en la villa de Hoyos. descenso, y las tenadas y Un paso estratégico apriscos, integrados en el pai- El puerto de Santa Clara, saje, nos indican que estamos que delimita las provincias de en área de buenos pastos pa- Salamanca, al norte, y de Cá- ra el ganado. Pasamos cerca ceres, al sur, ya no queda le- de la ermita de la Virgen de jos. Este estratégico paso de la Divina Pastora, meta de ro- montaña ha sido transitado, mería para los vecinos de El- desde la antigüedad, por gen- jas el segundo domingo des- tes, animales y mercancías pués de Resurrección. Se- (aceite, miel, vino, frutos se- guidamente se alcanza, a la cos, frutas, etc.) de sur a nor- derecha de la marcha, el te, y (cereales y patatas) de “Cancho del Cuervo”, un ro- norte a sur. En 1274, san quedal que sirve de abrigo y Francisco de Asís pasó por lugar de anidada para nume- este puerto, bautizándolo co- rosas aves. Tras atravesar un mo “Santa Clara” en honor a robledal, se divisa la panorá- su colega, después de haber mica que ofrecen las pobla- fundado el convento de los ciones de Eljas, San Martín de Ángeles (Pinofranqueado, en Trevejo y , ). El santo de Um- sobre una sinfonía de verdes. bría fundaría en la Sierra de Eljas se nos ofrece como Gata un modesto eremitorio un monumento arquitectóni- que, con el paso del tiempo, co parado en el tiempo, co- se convertiría en el convento ronando el cerro de su nom- de San Miguel, al norte de bre, con pinos y robles que San Martín de Trevejo, cu- completan un conjunto me- ya visita es igualmente reco- recedor de ser descubierto. en unos bloques de roca de mendable. A medida que se asciende Su castillo, templario, del si- En el puerto de Santa Cla- granito, conocidos como “To- por la ladera de la montaña, glo XII, sólo conserva dos to- ra tomamos dirección sures- rres de Hernán Centeno”, te- el matorral arbustivo des- rreones –uno circular y otro te, a través del “Camiñu del nía su guarida Rapapelo, fa- aparece y surge una vegeta- prismático– además del re- portu”, el antiguo sendero moso capitán de bandoleros, ción más abrupta, con casta- cinto exterior. También es in- que enlazaba las villas de El- que, apodado como “Travie- ños y robles, que igualmente teresante la iglesia de Nues- jas (Cáceres) y Navafrías (Sa- so”, llevó una vida tumul- desaparecen a mayor altura. tra Señora de la Asunción. lamanca). El paisaje ha cam- tuosa; a pesar de ello, logró Por encima del sendero, el El regreso al punto de par- biado bruscamente y ahora la vivir un siglo. En 1474, se di- vuelo de aves rapaces (azo- tida lo emprendemos a través vegetación se limita a mato- ce, tuvo la osadía de con- res, gavilanes, águilas calza- del antiguo camino de Eljas rrales de brezos, escobas y quistar el vecino castillo de das, incluso la majestuosa a San Martín de Trevejo, un carquesas. Tampoco falta Trevejo al frente de sus ban- porte de los buitres leonados). itinerario que comienza en la aquí la leyenda: se dice que doleros. No tardamos en iniciar el ermita del Santo (s. XVI), si-

Noviembre 2007 79 Tesoro de la Nave

Tesoro de la APRISCOS 1279 1118 Matanza de 1265 la Nave CALZADA ANTIGUA CANCHO (CUMBRE MONTAÑOSA) 1277 Santa Clara 1066 CASTILLO, FORTALEZA CORRIENTE DE AGUA

FUENTE

Majar de IGLESIA, ERMITA SAN MARTÍN los Guijos Cerro de DE TREVEJO la Bucha M MUSEO PILÓN CÁCERES Barrera del Val PUENTE ANTIGUO de la Legua La Somanta ROBLES Y CASTAÑOS

1389 SENDERO, CAMINO A SEGUIR

Vía Dalmacia TEMPLARIOS Elijas VISTA PANORÁMICA Cancho Camino de Eljas aErmita Navafrías de la del Cuervo Divina Pastora Gata Para llegar

Camino de Navafrías La forma más pintoresca para R í o llegar a la Sierra de Gata es por o del Soto la carretera autonómica C-526 San Miguel Antiguo Camino de Elijas a San Martín de Trevejo (que enlaza Ciudad Rodrigo, al ELIJAS de las Huertas norte, con Coria, al sur, y que se San Martín del Molino M de Trevejo denomina EX-109 en Grande Trevejo Extremadura ), que se corresponde con la Vía Sierra deElijas Dalmacia; o bien por la EX-205 de la Vega (que enlaza Hervás con Valverde Sierra de la Cachaza del Fresno y Portugal),

R í o cruzándose ambas cerca de tuada en el lado Martín de Trevejo se atravie- que dedicó evocadoras es- Hoyos, ya en el interior de esta oriental de Eljas. san feraces huertas con toda trofas a esta villa: “Más que comarca, en el extremo Muy cerca del san- clase de árboles frutales, así cualquier aislado detalle, im- noroeste de la provincia de tuario crece un mo- como olivos y viñedos, al- presiona el conjunto, la ar- Cáceres. Más información en las numental olmo, conocido co- canzando luego el convento monía y el sabor de casco ur- hojas 33 y 34 de la edición 42 mo “negrillo” o “álamo”. La de San Miguel, fundado en bano en el que se trenzan ca- del Mapa Oficial de Carreteras ruta, en descenso, nos lleva a 1452 por padres franciscanos. lles evocadoras y pasadizos del Ministerio de Fomento y en descubrir otro centenario ol- A su vera, la ermita del Cris- inverosímiles. En sus ámbi- las hojas 572 (Valverde del mo que da sombra al “pilón to, cuyo soportal y rellano re- tos se sienten flotar los siglos, Fresno) y 573 (Gata) del Mapa de Liria”, a través de una cal- ciben la sagrada sombra de quietos, suspensos, sin orgu- Topográfico Nacional escala zada empedrada. Luego se un legendario cedro. La en- llo, con una sencillez humil- 1:50.000 editado por el Centro suceden varios desvíos, para trada a la villa se hace tras de y montaraz… Parece co- Nacional de Información volver a entrar en el camino cruzar el arroyo del Brinchet. mo si el alma de la comarca, Geográfica. de Eljas a San Martín de Tre- Muy cerca, la fuente de “O peculiar y bella en todas sus vejo, al principio muy estre- forti”, con aguas milagrosas. tierras y pueblos, se hubiera Para ver cho, entre paredes de piedra Nos despedimos de San refugiado aquí, aferrada a un R Pueblos tradicionales. y viejos olivos, para conver- Martín de Trevejo recordan- pretérito de laboriosidad sa- na y pura tradición”. ■ Eljas, San Martín de Trevejo y tirse luego en una amplia pis- do al conde de Canilleros, Valverde del Fresno. ta que se corresponde con el R Arquitectura defensiva. antiguo Camino Real. Castillos de Trevejo, Santibáñez Tras cruzar el hilo de agua el Alto, Gata, Eljas y Salvaleón. del arroyo de la Nave, el sen- R Arquitectura religiosa. dero sube por medio de bos- Convento de San Miguel (San quecillos de robles que deli- Martín de Trevejo), ermitas de la mitan las faldas del monte Já- Virgen de la Divina Pastora y del lama; enfrente, el “Carballar Santo (Eljas) e iglesias de de Eljas”, uno de los roble- Nuestra Señora de la Asunción dales más espesos de la Alta (Eljas) y Nuestra Señora del Buen Varón (Hoyos). Extremadura. Al cruzar el río R de la Vega, o del Soto, se pa- Casas nobiliarias. Palacios del Comendador y de San sa sobre el puente del “moli- Martín de Tours (San Martín de no grande”, cerca de los res- Trevejo). tos del antiguo molino hari- R ◗ Museo. Del vino y del nero. Antes de llegar a San Los rayos del sol comienzan a ocultarse tras las crestas de los canchos. aceite (San Martín de Trevejo).

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