SOCIAL SOUNDNESS ANALYSIS

INFORME FINAL PROYECTO DE EDUCACION BILINGUE U SAID - JULIO, 1980

ESTUDIO RIVERA Ltda. EMPRESA CONS ULTORA DEPTO. DE ESTUDIOS SOCIO- EDUCATIVOS OIR. cOTERO OE LA VEGA 2 26 - P.0.80X 8219 - TEL.341059

LA PA2 - BOLIVIA El Social Soundness Analysis ha sido realizado por la Consultora Estudio Rivera de la cual son respon- sables el sefior Jorge Rivera Dr. en Ciencias de la Educaci6n y el Lic. Alberto Rivera, Soci6log0,

Para el presentc trabajo, la Consultora requiri,6 de la colaboracih de 10s siguientes profesionales y personal t6cnico:

* Investikador Asociado Lic. Juan de Dios Yapita Linguis ta * Investigador Asociado Lice Gonzalo Flores Soci6logo * Consultor especializado Dr, Javier Alb6 AntropBlogo, Lingiiis ta * Consultor especializado Dr. Jorge Dandler Antropblogo, Econo - mista * Ayudante de Investigaci6n Srta. Julia ZGiiiga Estudiante Psi - cologio * Ejecutor del trabajo de campo Leonardo Yana y zso- ciados , es tudiantes de Sociologia. * '!ecanograEiado, Sra. Daysi Cordero Y Silvia de Rosa Estudiante de Socioloqla v PslcoloqEa

* Personal de oficina, F6lix Rodriguez y Mateo Limachi Estudiantes de nivel r\edi.a. INDICE GENERAL

Indice ?~.."n?~~O1""OeO1O~"D~eDC~o~~DODanPagn Capitulo I: Introduccidn ...... Pag. Capitulo 11: Idioma en Bolivia ~..~b..OOCIPag. Capitulo 111: Visi6n General de la Organizacidn Socio-Econ6mica de 10s Departamentos de Cocha - hamba y Chuquisaca ...... Pag. Capitulo IV: Visi6n General de la Cultura Rural de habla Quechua ...... Pag. Capitulo V: La Educaci6n Escolar en 10s Depaxtamentos de Cocha - bamba y Chuquisaca ...... Pag. Capitulo VI: Opiniones y Acti- tudes sobre el Proyecto de Educaci6n Bilingue ...... Pag. Capitulo VII: Conclusiones ...... Pag. Capitulo VIII: hexos In- formaci6n Estadistica ...... Pag CAPITULO I INTRODUCCION Todo programa de educaciijn y, en especial, cualquier pro- yecto que pretenda responder de la manera miis adecuada a las necesidades de una sociedad con caracro risticas cul- turales peculiares, como es el caso del proyecto de edu- caci6n bilingue, requiere de una atenta consideraci6n de 10s factores mgs importantes que afectan tanto 12 estrug tura, como el contenido y 10s procesos de tal educaci6n.

La educaci6n del sector rural en el pais, que a1 presen- te adolece de muchas deficiencias, debe tender a adecuar se cada vez m5s a la realidad linguistics de Bolivia,*cu- ya poblaci6n habla, en proporciones diversas, a1 menos dos idiomas mayores, aparte del oficial y otros menores.

Pero, si bien el problema del idioma es ya suficiente jus tificativo para emprender acciones educativas innova- doras y de vasto alcance, es menester considerar el esce- nario social, ** en el cnzl, grupos humanos con lenguas diferentes se desenvuelven y encuentran desafios perma - nentes para su formaci6n y capacitaci6n en varios campos que la educaci6n debe contemplar, en la medida que pre- tenda ser Rotor del desarrollo y factor de importancia en el mejoramiento de las condiciones econ6micas y sociz les de la poblaci6n rural, Sin duda, 10s contenidos de todo programa educativo se ver5n afectados por el estudio socio-econ6mico de la zona en la cual debergn ser im- plementados. Pero tal educaci6n programa-sociedad debe realizarse desde la perspectiva cultural *** propia de 10s destinatarios del proyecto educacional. Si bien el aglutinante fundamental de una cul tura no es principal- mente el idioma, es, sin embargo, una expresi6n cultural que revela una determinada concepci6n de la vida, unos comportamientos peculiares frente a ella, y una forma de ser labrada hist6ricamente.

La atenci6n a ese conjunto de manifestaci.ones, que denomi- names "cultura" dar6 una Sptica particular a1 tratamiento de 10s problemas que se encuentrnn en un pais como Boli- via, cuyas necesidades cuantitativas v cualitativas en ma- teria de educaci6n (****) se ven complej izadas ?or una - realidad bicultural de la que debe partirse. Por otra - parte, la implantaci6n de cualquier programa educativo ,so bre todo con las caractercsticas especiales del proyecto de educaciSn bilingtie, necesita la aceptaci:ln de la pobla- ci6n objetivo (*****)y la consideracih de su propia mane- ra de reaccionar frente a una idea que, si bien, te6rica- , mente, sigue la lines antropolSgica de atenci6n a la cul- tura propia, puede verse condicionada por prejuicios o - presiones sociales en alguna forma alienadoras y que, en definitiva, afectarian el desarrollo y, sobre todo, la e- ficacia, del programa innovador.

(*) Tema examinado en el Cap. 2 del Presente Estudio (**) Tema examinado en el Cap. 3 del presente Estudio (***) Tema examinado en el Cap. 4 del presente Estudio (****) Tema examinado en el Cap. 5 del presente Estudio pa+*) Tema examinado en el Cap. 6 del presente Estudio. Queda as5 descrita la estructura del presente Informe Fi- nal y 1s articulaci6n de cada una de sus partes con el todo.

Cada capztulo contiene la informaci6n solicitada por la Direcci6n del Proyecto de Sducaci6n ~ilinguey las consi deraciones m5s importantes que desde el punto de vista lingiiistico, social, cultural y educativo, segGn corres- ponde, pueden afectar a1 Proyecto La informaci6n sobre 2 piniones y actitudes obtenida de forma empirica en la mues tra seleccionada en 10s Departamentos de y Chuquisaca se presenta y comenta en el Capitulo VI y sus conclusiones son vglidas s6l0 para la poblaci6n con- sultada. La generalizacih de dichas conclusiones no tendr5 riesgos para las comunidades de caracteristicas similares a las de la muestra. Pero deberg matizarse pa- ra poblaciones cuyo entorno socio-cultural presente al- gunas peculiaridades no contempladas en las comunida - des de la muestra.

Las Conclusiones y Recomendaciones presentan de forma si.; t6tica observaciones que el anglisis de Consistencia So- cial realizado permite visualizar sobre los alcances del proyecto para el mejoramiento de las condiciones socio-e- con6micas de la poblaci6n rural y sobre las condiciones de Bxito del Proyecto insert0 dentro de la estructura del sistema educativo escolar.

Desde un punto de vista metodol6gic0, el Anglisis persi- gui6 10s siguientes objetivos: - Examinar la realidad lingtiistica del pais, en especial de 10s departamentos de Cochabamba y Chuquisaca.

- Identificar 10s elementos fundamentales de la organizz ci6n socio-econ6mica de esos departamentos.

- Describir 10s elementos bhicos de la cultura, rural de la poblaci6n de idioma quechua en esos departamentos.

- Ubicar el proyecto de educaci6n bilingtie en el context0 educativo de 10s departamentos mencionados.

- Explorar las opiniones, expectativas y actitudes de una muestra de la poblaci6n de 10s departamentos de Cocha- bamba y Chuquisaca sobrr el proyecto de educaci6n bilin- gUe .

Se trat6 en sintesis,de una exploraci6n de las posibilidg des y potencialidades de un proyecto especifico: el de la educaci6n bilingue, en relaci6n a la realidad social , lingtiistica, cultural y actitudinal de la poblaci6n en 10s departamentos de Cochabamba y Chuquisaca en particular.

No debe esperarse por tanto una evaluaci6n del desarrollo y resultados del proyecto mismo, tarea que deber5 ser im- plementada en un futuro pr6xim0, a partir de la visi6n ge- neral ofrecida en este estudio.

Los escasos veinte dlas con que cont6 el equipo de inves- tigaci6n para desarrollar el presente estudio, no permi- tieron mayores refi~smientosmetodol5gicos, sin embargo pudo seguirse un lineamiento general que parti6 de amplias con- sideraciones generales , en las que se combinaron elemen- tos especificos relativos a las posibilidades del proyec- to de educaci6n bilingue, para luego examinar 10s datos empiricos sobre esta problem5tica y retornar, en la ,medi- da que fue posible a las consideraciones de las que se parti6. Esa fue la tarea de la que se extrajeron tanto interrogantes como conclusiones; por tanto debe entender- se el presente estudio como un intento de aproximaci6n a un 5rea especifica de la educaci6n rural con un alcance relativo y limitaciones que no desmerecen la calidad de la informaci6n que aqui se vierte.

Creemos que el esfuerzo ha sido fructlfero en la medida que se ha trabajado con responsabilidad sobre un proble- ma que atafie a 10s nifios de Zireas rurales de nuestro pais. Resta por tanto agradecer tanto a USAID como organism0 patrocinador del estudio, como a las personas que colabo- raron en distintas etapas y que es justo nornbrarlas en es- ta secci6n: Dr, Javier Alb6, Dr. Jorge Dandler, Lic. Juan de Dios Yapita, Prof, Edgar Delgadillo, Lic. Gonzalo Flo- res, Julia Zfifiiga, y a1 personal del Centro de Encuestaje y procesamiento de Informacih en Ciencias Sociales (CEPI) que colabor6 realizando el trabajo de campo, asirnismo a Daysi Cordero y Silvia de Rosas que tuvieron a su cargo la labor de mecanograflado. CAPITULO 11

IDIOMAS EN BOLIVIA 1, COMENTARIOS SOBRE LA INFORMACION CENSAL,

Los cambios ocurridos en la formacih social boliviana en 10s Gltimos treinta afios han influido en la confor- maci6n del perfil lingiiistico del pais.

El Censo Nacional de Poblaci6n y Vivienda del aiio 1976 permite disponer a1 presente de una informaci6n sufi - cientemente detallada sobre dos preguntas bgsicas rea- lizadas en el Censo:

- Idioma que se habla miis frecuentemente en su familia (preguntada s6lo a1 jefe de familia),

- Que idiomas bolivianos sabe hablar? (preguntada a cada empadronado) -

La informacidn ha sido ampliamente analizada en el es- tudio Lengua y Sociedad -en Bolivia, del doctor Javier Alb6 a pedido del Instituto Nacional de Estadistica. Dicho estudio es el referente bgsico de este capitulo y en el se encontrarsn todos 10s datos relativos a la situaci6n linguistica'boliviana, presentados exhausti-

Los cuadros y comentarios que siguen se refieren Gnica- mente a aquellos aspectos que son de importancia para el Proyecto de Educaci6q Bilingue.

El idioma hablado m5s frecuentmente en la familia, se- gGn testimonio de 10s jefes de familia del pais es el castellano (S4,l%), siguigndole en Srden de importancia el quechua (25%7%)y el aymara (19,3%, (Cfr. Cuadro 2.1), El peso de la castellanizaciSn en el pais se clebe a 10s Departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. En el resto de 10s Departamentos, la di.stri.b11ci6n cntrc i- dioma castellano e idiomas nativos, sc halla alrrcdcdor del SO%, observhdose en Cochabamba v Potosl casi laq dos terccras partes de la poblaci6n declara hablar habi- tualmente quechua cn la familia. Igualmcnte, en Cl~uquL saca es algo mayor la poblaci6n que habla quechua, con relaci6n a la que habla castellano.

La castellanizaci6n del pais ha experimentado un creci- miento muy fuerte en 10s Gltimos veiilticinco afios, sin u desmedro de las lcnguas -ut6ctonas, originando un acen- tuado bilinguismo en la poblaciSn. Provecciones reali- zadas sobre 10s datos censales Be 1950 y 1.976, permiten estimar que en treinta y cinco aHos mgs, la poblaci6n boliviana hablarla castellano en su totalidad, juntamen- te con 10s idiomas nativos (ALBO, 1980).

El quechua sigue siendo el idioma nativo miis hablado en Bolivia: 10 saben aproxiinadamente 1.594.000 personas v lo hablan regularmente en su hogar 1.186.000. La tasa de castellaniz.aci6n de 10s hablantes quechuas ocurre a un ritmo bastante acelerado. Se puede afirmar que, se- g6n 10s datos del Censo de 1976, lo habla habitualmente una de cada cuatro familias bolivianas.

Son cuatro 10s grupos principales de 10s hablantes que- chuistas rurales del pais:

- Valles de Cochabamba, distrito minero, Este de Oruro y parte del Norte de Potosi. - Resto de Potosi y Chuquisaca - Colonizaci6n en Santa Cruz, - Norte de La Paz Bialectalmente, el quechua del sector Norte de La Paz es claramente distinto de 10s demils. ltRepresenta una transi- ci6n entre el quechua cuzqueflo y el boliviano, acerchdo- se a las variantes habladas en el departamento de Puno (Perd). Sin embargo, 6ste y 10s demtis 5610 son variantes dentro del gran dialect0 lla~adocuzquefio, parte a su - vez, de la rama conocida como quechua I o surefio. Exis- ten asirnismo ciertss pequefias variantes entre el quechua de Cochabamba y el de Chuquisaca y Potosi, Pero, como eii el caso del aymara, las diferencias entre las variantes - dialectales de Bolivia nunca llevan a dificultades de corn- prensidn interdialectal" (ALBO, 1980).

Cochabamba es el Departamento que concentra casi la mitad de la poblacien que habla quechua habitualmente (Cfr. cua- dro 2.4), y juntamente con Potosf, tienen casi una terce- ra parte cada uno, de 10s que saben quechua.

El grupo miis importante numiiiricamente de quienes hablan - quechua, se concentra en 10s valles de Cochabamba, Oruro, distrito minero y parte del Norte de Potosf. El coraz6n de este grupo son 10s quechuas de 10s valles centrales. Se caracteriza por mantener altos niveles de fidelidad a1 idioma materno, con niveles de bilingtiismo en castellano, menores (exceptuando el Valle Alto de Cochabamba) . AdemBs el quechua de 10s valles de Cochabamba est5 muy mezclado de castellano.

El grupo quechua de Chuquisaca y Potosi es el segundo en importancia numBrica, con altos niveles de monolingUismo (Cfr, Cuadro 2.2) 10s mCs elevados del pafs, especialmen- te en las regiories quechuas de Chuquisaca (ALBO) 1.980).

El castellano tiene mayor incidencia en los hombres, en - 10s j6venesCCuadros 2.5 a 2.24 para 10s Departamcntos dc Cochabamba y Chuquisaca) y en 10s quc han logrado mapores niveles educativos (Cfr. cuadros 2.14 y 2.24). Las len- guas autbctonas se mantienen miis en las mugeres, 10s vie- jos y 10s menos expuestos a1 sistema cducativo.

A nivcl nacional, el monolingUismo quechua es m%s acentua- do en las mujeres (l6.8%), ampliCndose la diferencia con 10s hombres en el hea rural (27.4%) (Cfr. Cuadro 2.3). El bilingflismo castellano es menor en las mujeres (14.4%) . vs. 18.5% de 10s hombres) y algo menos en el 5rea rural (13.38 vs. 19.0%).

Si se ana,lizan 10s cuadros de Pdiomas por edad (Cfr. cua- dros 2.5 y 2.15) en 10s Departamentos de Cochabamba v Chu- quisaca, 10s niveles de castellanizaci6n son mayores en las edades m5s j6venes, incrementiindose en esas cdades el bilingUismo (Cfr. cuadros 2.8 y 2.18) por efectos, funda- mentalmente, del aumento de la escolariddd en el Srea ru- ral.

El acceso a la educaci6n es un factor importante de evolu- ci6n linguistics (ALBO, 1980). Son muy pocos 10s que ha- biendo aprendido a leer y escribir afirman que no saben - castellano.

A medida que aumenta el nivel de escolaridad, aumenta tam- bi6n el porcentaje de la poblaci6n que ~610sabe caste- llano. 2. DATOS CENSALES SOBRE IDIOMAS EN BOLIVIA

Los cuadros que se prlsentan a, continuaci6n cont.ienen in-

formaci6n censal sobre 10s idiomas heblados m6s frecuen,- tenente en familia.

El cuadro 2.1 presenta informaci6n por Departamentos so- bre 10s idiomas hablados habi tualmente por las familias.

El cuadro 2.2 presenta, por Departamentos, porcentajes de monolingUismo y bilingUismo, reportados a1 total de habi- tantes.

El cuadro 2.3 presenta el comportamiento lingilistico por sex0 en el pais, con referencia especial a1 Brea rural.

El cuadro 2.4 contiene la distribucien porcentual de la poblaci6n que habla qaechua por Departamentos.

Los cuadros 2.5, 2.8, 2.11, 2.15, 2.18,~2.21 contienen en 10s Departamentos de Cochabamba y Chuquisaca.

Los cuadros 2.6, 2.9, 2.12, 2.16, 2.19 y 2.22 contienen la misma distribucih, solamente para hombres.

Los cuadros 2.7, 2.10, 2.13, 2.17, 2.20 y 2.23,igualmen- te la misma distribuci6n para mujeres.

Los cuadros L.14 y 2.24, contienen la distribucih de la poblaci6n en 10s Departamentos de Cochabamba y Chuquisg ca, de acuerdo a i~sniveles de instrucci6n. IPIOMA RIBLUX) H19 BQECTJENTEKENTE EN EL a0 DE 1.976. POR DEPART.U(EMTOS

Iatrl m Dopartunentor FamPliar Castallano Qtaeohur Aymera Otros nilor $ % % k

CEUQUI SAC A LA PA2 COCBABAXBA -

- POTOSI ORURO SMTX CRUZ TAR1JA EllI PrnO

PUEm: ALBO, kaqaa J Socieded em Bolivia, 1976 In , 1980

- CO)BORTAXIMTO LINGUISTIC0 POR SEX0

- plurilinglles C-Q G-A GA-Q C-0 A-Q DISTRIBVCIOl UEUO(IRAF1CA DEL QUECHUA POR DEPARTAKERIPOS $ mabra a1 tat& dm la poblroih qua hrblr y 8aba quaohua Sex0 y Solo Solo Solo eru po caetellano aynara quechua de edad Total Poblacl6n parcia1 por sexo Y ~rupode edad sefiBn ifiiornq

Sexo Y Solo Solo 30%~~ gnP0 castellano aymara q zt sf: hua de edad total Poblacldn parcia1 par eexo Y ~mmde edsd eedn idlomq

Sexo y Solo S 010 Solo &mPO caetellano amra quechua de edad total Poblaci6n total por sexo Y grupo de edad se~bnidiomg

Sex0 y ~dn Caa t ella Cast ella Cae ts gnP0 no no no llano deeedad hablan amara quechua ambas Poblaci6n parcia1 par eexo ygrupo de edad eedn idioma

Sexo y ~bn Cant @lap Cae t ella Caste- imp0 no no no llano de edad hatl~n amara tquechua aabo s Poblnci6n parcis1 por 80x0 y grupo de edad segdn idloma

Sex0 y ~iin Castella Castella Castella PO na no no no de edad hablan amara quec hua am bo s

-- - Muj eres 34.419 2.926 Poblaci6n total par eexo Y hmno de edad sedn idiomfi

Sexo y Caetella Aymaro Otroe 6mPo no quechua de edad otros Poblacldn pnrcial por sex0 y grur0o de ednd ue~bnidioma

Sex0 y Castella Aymara otroe er*PO no quech~a de edad otros Sexo y Cne t olla Aymara Otroe f3ruPo no tquechua - de odsd cf;r.oa - Muj ores 2,264 2.830 83 IDIOnA

YLI WD SCCO SX.0 SOLO CASTELLANO t%nWSA TOT# WTULAI*) AY)(CYiA CKEW CIA- C/GtO&lL\ WfWKJS C/OTRCS OLIEW 01- Poblaci6n total POF sexo y ~ru~ode ed~d ee~drnldlomg

Sex0 y Solo Solo Solo 5WPO castellano AJrmara quechua de edad Total

Sexo y Solo Sol o Solo WuPo castellano a~ara aUec7:ua de edp.d To tal Poblricldn parcial por sex0 y R~UPOde edad seabn idiomg

Sexo y Aun Caetellano Ca6 t ellano Castellano f3ruPo no amare quechua am bo e de edad hablan ~obl~clb~oreexo Y ~tru~o de edad seaun idloma

Sex0 y AUn Cae tellam Cnetellano Ca6 tellan0 WuPo 110 agrera q~e~h~a ambo s de edad hablan - Hombres 17.763 580 53-694 569

70 y Mas 11 Poblaci6n parcia1 por sexo Y mupo de edad semn idioma

Sexo y iun ea8 tellano Cas tellano C~Stellano Z~PO no a para a~e~h~a amb08 de edad hablan I SEX0 I! Castella Amara 0 tros ewe no auechua de edad otroe UISACA ------I------_------

~~acid~patcinl mr eexo Y mupo de edad segun idioma

Sexo y ca8 t ella A ymara Otroe gNP0 no quechua de edad otros

Hombres 3.143 94 309 -Poblaci6n parcia1 par sexo y Erupo de edmd asgh idlomq

Gexo y C~Ctall8 hymn ra otroa gWp0 no auechua de edaa o LL~OG lJavler, 1980 1,cngua y Soci:odacl en R01i.vi.a 197G, La Paz, proyecto INE - NlJlfll VISION GENERAL DE LA ORGANIZACION SOCI0-ECONOF4ICA DE LOS DEPARTAMEN- TOS DE COCWBAMBA Y CHIJQUISACA 1. CARACTERISTI CAS DEMOGMFICAS DE LOS DEPARTRMENTOS DE COCMABAMBA Y CHUQUISACA.

Examinaremos ac$ las caracte~isticasdemogriificas m5s im- portantes de 10s departamentos estudiados. La atenci6n se concentrarg en el crecimiento de la poblaci6n y en su estructura de edades; en 10s niveles de natalidad y mor- talidad y en 10s flujos migratorios.

Ambos departamentos tienen en comGn algunas caracteristi- cas bzsicas. Por ejemplo, en 10s dos se presenta un no- table predominio de 10s grupos j6venes .en la piriimide de edades. Los dos tienen elevadas tasas de natalidad y fe- cundidad, por encima de la medida nacional, Sin embargo, crecen a un ritmo menos que moderado. Este retarda en el crecirniento obedece especialmente a 10s altos niveles de mortalidad y a 10s flujos migratorios de salida. La mortalidad es sumamente aguda en ambos departamentos y las migraciones de salida se encuentran entre las mfs im- portantes del pals.

De otro lado, existen diferencias poblacionales signifi - cativas. Por una parte, el nivel y tip0 de urbanizaci6n es distinto. Mientras Chuquisaca sigue un patr6n tradi - cional (una ciudad principal y escasa importancia de 10s y aglomeraciones intermedias), Cochabamba representa el desarrollo de una importante red formada por pequefias cig dades y pueblos en el valle y tr6pico. Finalmente en tanto a la ciudad principal y su capital, Cochabamba pre- senta una notable ampliaci6n de su espacio econ6mico , que adem6s de estar constituido por valles y serranias y 10s pueblos y ciudades en ellos contenidos, ha venido a ampliarse con la apertura de la zona de colonizaci6n en el Chapare. E3 obviamentd dificil ilustrar estas tendencias en el mar- co de un trabajo como el presente; sin embargo, algunas ci- fras indicativas permitirgn profundizar lo seflalado.

1.1. VolGmen y ritmo & crscimiento --de la poblacidn.

En 1950, el departamento de Chuquisaca tenia 282.980 hab& tantes (D.G.E.C., 1955). En 1976, fecha del Gltimo censo nacional, esta poblaci6n habia crecido hasta alcanzar a 383.801 personas, es decir, a un ritmo intercensal de 1.23% (Mezza, 198O), que puede ser considerado reducido. La den- sidad poblacional es de s6lo 7.4 habitantes por kilemetro cuadrado.

A su vez Cochabamba tenla. en 1950, 490.475 habitantes , habiendose expandido esa cifra hasta 770.561 en 1976, a un ritmo intercensal de crecimiento de 1.79, tambign li mitado. La densidad poblacional, sin embargo, es bastante mCs alta que la de Chuquisaca, casi el doble, y se sitGa en 13.9 habitantes por kilemetro cuadrado.

La poblacidn de ambos departamentos es joven, como se pue- de apreciar en el siguiente cuadro: CHUQUI SACA Y COCHABAMBA: ESTRUCTURA DE EDADES DE LA POBLACION, 1 950 1 976

CHUQUISACA COCHABAMBA GRUPOS DE 1950 1976 1950 1976 EDAD NI % NI % NI % NI %

Fuente: INE La principal tendencia es el crecimiento de las grupos j6v~ nes. En Chuquisaca hay mPs j6venes que en 1950, especial- mente, en 10s primeros tramos de edad. Entre 10s 15 y 44 aAos se nota un achatamiento de la pirfimide, asi como una - presencia ligeramente mayor de 10s grupos de 70 y miis.

Se puede asegurar que ambos departamentos mantendrgn por 10 menos durante cinco d6cadas miis una poblaci6n tipicamente - j oven, encontrsndose sumamente lej ano un proceso de enve je- cimiento de sus poblaciones.

1.2. Fecundidad, Natalidad, Mortalidad y Esperanza & vida.

La estructura indicada de edades puede ser explicada en gran medida por la natalidad y la fecundidad. Chuquisaca y Cocha bamba presentan elevadas tasas de fecundidad, entre las m6s altas del pals: TASAS GLOBALES DE FECUNDIDAD Y TASAS BRUTAS DE NATALIDAD POR DEPAR- TAMENTO

Beni Cochabamba Chuquisaca La Paz Oruro Pando Potosf Santa Cruz Tarij a Como sc puede observar, ambos departamentos poseen tasas globales de fecundidad superiores a la tasa nacional. Se- gGn esta informaci6n, a1 llegar las mujeres a la edad de 50 afios, tienen un promedio de 7.4 y 6.8 hijos en Chuqui- saca y Cochabamba respectivamente. De manera similar ,la3 tasas brutas dc natalidad son tambi6n superiores a la ta- sa nacional, implicando el nacimiento de 49.5 y 46.5 ni- fios por cada mil habitantes en Chuquisaca respectivamen- te. Para tener una idea del elevado nivel de la natali- dad, recugrdese que en 10s paises desarrollados esta tasa se mantiene entre cinco y trece por mil.

La elevada natalidad de ambos departamentos no se ve co- rrespondida, sin embargo, con un crecimiento en la pobla- ci6n, debido sobre todo a 10s elevados niveles de morta- lidad y secundariamente a las migraciones segGn 10s r% sultados recientemente presentados del Censo nacional de 1976, las esperanzas de vida en la zona de 10s valles - son de s6lo 4427 para 10s hombres y 48.3 para las muje- res, niveles sumamente bajos si se considera que para la totalidad del continente la esperanza de vida entre 1970 y 1975 era de 60 aiios (NNUU, 1979)

Las poblaciones de ambos departamentos mueren sobre todo en 10s primeros afios de edad, contrarestando 10s efectos de la natalidad. PROBABILIDADES DE MORIR EN LOS PRIMEROS AflOS DE VIDA: TOXAL PAIS Y DEPARTAMENTOS SELECCIONADOS

190 290 Sq0 590 Total pafs 0.1511 0.2059 0.2312 0.2523 Chuquisaca 0.1834 0.2573 0.2914 0.3196 Cochabamb a 0.1691 0.2355 0.2661 0.2915 Potosi 0.1967 0.2773 0.3145 0.3454 Beni 0.1111 0.1449 0.1565 0.1684

Fuente: INE

Como se punde observar, ambos departamentos presentan elevadas 2robabilidades de muerte, particularmente en 10s primeros afios. Cualquiera sea el tramo considera- do, las probabllidades de morir en ambos departamentos son superiores a 10s niveles nacionales e incluso a 10s de Rangladesh, Hondurx, Uganda y Haiti. Tales n niveles indican con precisi6n las deficientes condi- ciones de salud de estas poblaciones.

1.3. Distribuci6~espacial --de la poblaci6n y comportamientos migratorios.

En ambos departamentos persis te una concentraci6n pobla- cional en Sreas rurales. Sin embargo, en Cochabamba se nota un proceso acelerado de traslaci61. de la poblaci6n hacia 5reas urbanas. Chuquisaca presenta segdn la in- formacidn un proceso inverso, una cierta reincorporaci6n de la poblacidn a1 campo. Este proceso, sin embargo,dg be ser objeto de debate, sobre todo por la escasa fia- bilidad del censo dc 1950. CHUQUISACA Y COClfABN4BA: DISTRIBUCION RURAL URDANA DE LA POBLACION, 19.50 - 1976 (%)

CHUQUISACA COCHABAMBA URBANA RURAL URBANA RU RAL

Fuentes D.G.E.C., 1955; 1980

La lr.isi6n anterior oculta sin embargo, una serie de pay ticularidades de cada departamentoe Cochabamba posee - un sistema de distribuci6n de poblaci6n bastante comple- jo. En 61 se debe distinguir tres grandes campos: la ciudad de Cochabamba, la red urbana secundaria formada por pueblos y aglomeraciones secundarias y Einalmente, las $reas rurales con poblaci6n dispersa.

El lugar principal es ocupado por la ciudad de Cochabag ba, que en le lapso de 26 afios ha crecido en 140%, pa- sando de 63.000 habitantes ec 1950 a 200.000 en 1976. Si la ciudad contintia con un crecimiento acumulativo a- nual de 1.87 tendr5 a fines de 1980 alrededor de 250.000 habltantes.

En cuanto a la red urbana secundaria, se constata que en Cochabamba existe una integraci6n urbana mucho mayor que la de otros departamentos. Los pueblos de la red urbana secundaria, un total de 27, mantienen fuertes flu- jos internos y poseen un elevado grado de integraci6n a las economias rurales. Dentro de este fen6meno son im- portantes 10s pueblos del valle y particularmente la vin culaci6n entre , y Cochabamba, que teq deriin a unificarse en el futuro.

Finalmente, existe un reducido grupo de poblados de 200 a 2 000 habitantes. Estos poblados, ubicados entre 10s centros urbanes y la poblaci6n dispersa, alojan a unag 60.000 personas, 8.2% de la poblaci6n departamental.

Eik caso de Chuquisaca es menos complejo, Los componen- tes fundamentales de la organizaci6n espacial son la ca- pital, Sucre, y la pobl.aci6n dispersa. Los centros po- blados intermedios tienen una importancia mucho menor - que la que existe en Cochabmaba y su nivel de la integrg ci6n interna ds tambign bastante reducido.

La ciudad de Sucre, en la que se concentran 63.625 habi- tantes, 17.74% de la poblaci6n del departamento, consti- tuye el centro urbano principal. Inmediatamente despu6s existen s6lo cinco poblados con m5s de 2 000 habitantes y finalmente se extiende la poblaci6n dispersa, 73% de la poblaciGn, dejando as: en evidencia el carscter clarg mente macrocefiilico de la urbanizaci6n en Chuquisaca.

La existencia de dos tipos diferentds de urbanizaci6n - m5s diversificado en Cochabamba y mbs concentrado en Chg quisaca- obedece tambi6n a 10s flujos migratorios origi- nados en cada departamento, ya que ambos son importantes expulsores de pablaci6n hacia otras zonas: CHUQUISACA: CORRIENTES Y SALDOS MIGRATORIOS POR DEPARTAMENTOS. 1976

Departamento Inmigrantes Emigrantes Saldo Migratorio

La Paz 1.32 1.55 - 0.23 Cochabamba 0.85 1.14 8 0.29 Oruro 0,52 0.43 0.09 Potosi 2.59 1.71 0.88 Tarij a 0.77 2.45 - iK!68 Santa Cruz 1.90 6.57 - 4.67 Beni 0.16 0.13 0.03 Pando 0.02 0.03 - 0!01 ------*------*------

Fuente INE SegGn lo indicado el departamento deCChuquisaca orienta sus migrantes principalmente a Santa Cruz, Tarija y La Paz. Estos flujos migratorios se originan fundamental- mente en cinco provincias: Azurduy $-11.94), Boeto(9.20) Nor Cinti (-6.89) ,Zudafies (-5.95) y Yamparaez(5.02). Se debe notar ademgs qae todas las provincias de Chuqui- saca tienen un saldo migratorio negativo (pierden pobla- ci6n), a expepci6n de una sola, Hernando Siles, con un Ligero saldo positivo de 0.33 (HERRERA, 1980). Si bien la capital del departamento recibe migraciones origmnadas en las provincias circundantes, su volumen es bajo y poco significativo. La situaciBn migratoria del departamento de Cochabamba es distinta. COCI-IABAMBA: CORRIENTES Y SALDOS PIIGRATORIOS POI\ DEPARTAMENTOS, 1976 -

Departamentos rnmigrantes Emigrantes Saldo Migratorio ------,------*---T---"----.------me----- Chuquisaca 0.58 0.43 0.15 La Paz 3.47 2.67 0.80 Oruro 2.51 1.29 1.21 Potosi 2.15 0.82 1.33 Tarij a 0.19 0.31 - 0.12 Santa Cruz 1.67 6.40 - 4.73 Beni 0.70 0.51 0.20 ...... Pando 0.03 0.07 -- 0.04 TOTAL 11.30 12.52 - 1,22 ==¶=0=1DPst=PIIP==3=P=P~P~=a===t======a======~======

Segdn la inf ormaci6n del cuadro , las migraciones origina das en Cochabamba se dirigen principalmente a Santa Cruz La Paz y Oruro. Sin embargo, se debe notar que las mi- graciones en Cochabarnba son m5s variadas, debido ig una . . - complicaci6n de 10s flujos intradepartamentales. Las - provincias expulsoras de poblaci6n son (-12.62), Campero g%10.49), (-8.54) Arani (-8.15) y (-7.65) . Las provincias recep toras de poblaci6n son Cer- cado, donde se encuentra la capital del departamento; Ca- rrasco (8.83), Quillacol.10 i4.35) y Chapare (2.75). La recepci6n de poblaci6n dentro del departamento se expli- ca por la migraci6n rural urbana interna, por el creci- miento reciente y una mayor importancia de alaunos cent trss urbanos segddarios (como Quillacollo) y por la tra~ l.ac1.611 dc poblaci6n dc mod0 dirigido o ospontiineo hacia las zonas de coloni zaci6n dentro del departamonto.

Las migraclones hacia la capital y 10s pueblos do valle estiin alimentando fuertemente el crecimiento de estos centros urbanos. Punata, , y se ex- panden por la importancia creciente de sus ferias sema- nales; Ucurefia y Chili jchi lo hacen por la expansien de sus servicios; y Kami y Listcria se expanden por su ac- tividad minera y finalmente crece por su ubica- c16n en el camino Arani-Mizque, importante via para el comercio agricolao De 10s centros urbanos secundarios s6l0 pierden poblaci6n Tarata, por el alojamiento de 10s expropietarios agricolas y la suspensi6n del servi- cio de ferrocarriles, y Totora, por las mismas razones.

Las migraciones fuera del departamento son el tercer componente de esta redistribucih de la poblaci6n, Co- chabamba posee una elevada tasa de emigraci6n anual (12,, 52 por mil) y sus migrantes se dirigen principalmen- te a Santa Cruz, La Paz y Oruro. Mientras la primera corriente migratoria presenta internamente flujos rura- les, las dos segundas son fundamentalmente migraciones rurales-urbanas-

Finalmente, las migraciones hacia la zona de coloniza- ci6n constituyen el tercer componente, Se calcula que en el transcurso de 10s dltimos 26 afios, alrededor de 57,000 familias se han asentado en 10s llanos y valles tropicales del pais* Bajo formas dirigidas o bajo for- mas espont5neas, estos asentamientos han contribuido de- cisivanente a ampliar el espacio econ6mico interno de Cachabamba, gancrando una intensa actividad econ6mica en la zona tropical dcl departamento, que ahora mantiene un importante flu30 de intcrcambios con las demiis zonas , - principalmcntc Las valles y serranias (Cere 9, 1980). El dcpartamcnto dc Cochabambu cst5 uh~cadoon 01 contro dcl pais y constltuyc un lmportnntc nGclco intogrador dcl cspaclo nacional por su papcl cn cl sistcma do co- munlcacioncs y transportc, quo lo pcrmitc facilitar lu cx1stenci.a de flujos y rclacioncs dc bicncs, servicios, moncda y fuerza de trabajo, Cochabamba cumplc gsta fun- c16n tanto respecto a La Paz y Santa Cruz (con quicnes conforma cl cjc socioeconomico central del pais) como rcspccto a 10s demiis departamentos circundantes.

El departamento de Cochabamba limita a1 Norte con el departamento del Beni; a1 Este, con el departamento de Santa Cruz; a1 Sur, con Potosi y Sucre; a1 Oeste, con 10s depart.amentos de Oruro y La Paz, Su superficie to- tal es de 55,361 km, cuadrados, alrededor del 5 % d.el terrltorio nacional.

Existen tres grandes pisos ecol6gicos en el departamento: Una zona de puna, cl!ya altitud fluctOa entre 2.800 y 3.600 metros sobre el nivel del mar. Esta zona con- tiene serranias, lomas y planicies altas; el clima es frio, con invierno benign0 seco. Posee bosques en las laderas montafiosas y ~610algunos rios son permanentes.

- Una Lona de valles, cuya altitud fluctda entre 2.000 y 2 800 metros. Esta zona, la miis importante del de- par tzmento, consti tuye una planicie central ligera- mente inclinada, rodeada por 10s contrafuertes dele Tunari. El clima cs templado, bien definido, scco, y sin cambio t6rmico invernal. Posee bosques bajo la faja tcm- plada-ctilida. Las condiciones de aprovisionamiento de - agua son diversas. Los vallas bajo y central gozan en cicrta manera de regadfo, mientras que 6ste es mCs reduci do en el valle de Mizque y mucho m5s limitado en 10s va- lles altos.

- Una zona tropical, situada en el flanco oriental de la zordille.*a de Cochabamba, con altitud entre 500 y 1.5$0 metros. El terreno est6 formado por colinas bajas y - planicies ligeramente inclinadas. El clima es cClido, sumamente hGmedo, 10s rios son permanentes durante todo el efio y el bcsque es de tip0 Mmedo tropical.

2.1. Tendencias macroeconSmicas dadepartamento.

La regi5n de Cochabamba ha estado ligada histericamente a la economia nacional principalmente a travgs de la provi- si6n de alimentos para 10s centras ur3anos y las zonas de producci3n minera. Estas Gltimas zonas recibieron ademgs sustantivos aportes de mano de obra proveniesrtes de 10s valles de Cochabamba. Ests foma de inserci6n, que tuvo sus origenes en la sociedad colonial, cristaliz6 miis niti damente durante el S. XIX, defini6ndose de esta nanera pg ra Cochabamba el rol de abastecedora de alimentos y her- za de trabajo para otros espscios econ6micos.

El actual modelo d.e desarrollo de la regi6n se encuentra - oricntado predorninantemente hacia la propia regi6n y hacia el 6mbito nacional, y su relaci6n con el exterior es limi- tada y mediatizaria por las ciudadee de Santa ~ruzy La Pa%, m6s dl rcctamcntc 1 lgndas nl mcrcado intcrnaci onal. SI bicn eochabamba forma partc dcl cjc socioccon6mico mCs pr6spcro dcl pais, lo hacc cn condiciones dc dcsvcntaja y subord~naciBnrcspccto a 10s otros dos dcpartamcntos sefi; lados, quc absorbcn la mayor pnrtc dc la actlvidad ccono- mlca dcl cjc y rcclbcn par consiguicnte mayurcs bcneficios

Sin scr un dcpartan~cntop-i*rl,:, I fBc.I (lo, Cochabamba prcsenta - un comportam1cnt.o cconimico cuyo crcc,imicnto ha sido sc- rlamcptc rcducido, particularmcnto durante 10s Gltimos - dlc t afios.

En las gfeas urbanes cxlstc un cierto desarrollo industrial aunquc 1imi tado y claramente difercnciado internamente: cxlste, por una parte, un sector sumamente modernizado e intcnslvo en capltal, formado por s61a cuatro palntas in- dustriales )YPFB, Yanco, Zlmmeri y PIL), que efectdon el 77% dc la invers16n neta de capltal. Altededor de estas cuatro plantas existen otras cincuenta, de productos no tradlclonales , per0 de reducldo tamafio. Los demh esta- bleclmlentos, alrededor de 190, son intensives en fuerza de trabajo y poseen reducldos niveles tecnolbgicos. En conjunto, el sector industrial crea ~6109.6% del emp&eo en cl departamento, De este porcentaje, el 669 es crea- do por el sector tradrclonal.

En 10s filtimos tiempos se ha registrado un cierto dinamis- no en este fiector. Hay un crecimiento de empresas agroi~ dustriales e lncfementos en 10s sectores de madera, fabri- caci6n de muebles y curtiembres; sc han hccho tzmbi6n prg gresos importantes en actividades metiilmec5nicas y texti- les utilizando materia prima nacional. Se debe sefialar - tambign 1, existencia dc plantas refinadoras de petr6leo cn Cochaban~ba, importantes en la generaci6n de valor agrz gado; la oxistencia dc actividados minoras en las serra- nias y una intensa actividad en transportes y cornunicaci& nes.

Pese a lo anterior, la regi6n presenta en general un bajo grad0 dc centralizaci6n econ6mica y un limitado desarrollo dcl capftalismo. Esta situaci6n es mucho m6s clara en la agricul tura. Las caracteristicas contemporiineas mgs im- portantes de la agricultura Cochabambina siguen siendo su rol abastecedor de alimentos y de fuerza de trabsjo. Pe- se al relativo desarrollo de la economia industrial la agricultura sigue siendo la principal fuente de empleo de la poblaci6n (66%). Le sigue de lejos la industria, con 9.61, comercio y finanzas con 6.8% y servicios con 5.8%. Los demiis sectores crean reducidas proporciones de empleo asX, construcci6n, 3.7% transporte y comunicaciones, 3.4% gobierno, 2.518; mineria, 1.35%; pctrbleo, 0.750; agua y energia, 0.20. La reducida capacidad de creaci6n de em- pleo de cada uno de estos sectores permite apreciar la importancia de la agricul tura en Cochabamba.

-La estructura graria.

Desde periddos tempranos, la regidn de Cochabamba se arti- cu16 a la economia nacional a trav6s del abastecimiento de alimentos y de la provisi6n de fuerza de trabajo, prin cipalmente para las regianes minerae. Esas caracterlsti- cas se mantienen hoy en dia en gran medida; sin embargo, despu6s de que la regi6n atraves6 el proceso de Reforma - Agraria y la recomposici6~de la estructura social a par- tir de la revolucidn nacional de 1952, se han presentado proccsos y situaciones rcnovadas. Si bisn el departamen- to no sc bcncfici6, como Santa Cruz, de las politicas e= tatalcs, Logr6 recditar su importance papel en la agri- cultura, gcnerando la mayor parte del PIB agxopecuario.

2 2 1 -El cmpleo --.en la a~ricultura.

Pesc a su importancia, la tendencia principal que se prg. scnta cs la disminucibn reciente del empleo en la agri- cultura Por ejemplo, mientras en 1950 7288% de la po- blaci6n economicamente activa tenia a la agricultura como principal rama de actividad, en 1976 este porcen:aje fue de s61o 48.5% (D.C.E. C, 1955; BARTEEMA Y SOLIZ, 1980)

Tal disminuci6n en el ernicileo agricola obedece fundamental rnente a un agudo deterloro de las condiciones productivas y a un proceso de reacondicionamiento de las relaciones - sociales en el campo, por 10s cuales se produce en 10s - sectores campesinos un trans1to progresivo desde el trabg ;o fa,miliar no remunerado hacia Eormas de empleo asalarig do, dentro o fuera de la agricultura, si bien este tr6nsi to es oscrlante e inestable.

Uno de 10s factores causPIes m5s comunmente sefialados a1 rcspecto es la extremada parcelacion de la tierra, que p- provoca no solamente la posibilidad de mantener una expl~ tacidn familiar con posibilidades de reproducci6n, sin0 ademiis, el cierre progresivo de la agricultura como gene- radora de ingresos, por lo cual la poblaci6n organizada - alrededor de la agricultura empieza a encontrar su fuente principal de ingreso en actividades y considerar otros ,rg lacionados a la circulaci6n de productos (corno el deterig ro de 10s t6rminos de intercambio y las condiciones adver- sas de comercializaci6n] y a la capacidad de consumo y a- horro de las familias. Finalmente, se debe ponderar la importancia dc aquellos Eactores ligados a otras esferawy como la difusiSn en el mundo campesino de nuevos valores, expectativas y formas de comportamiento.

La salida progresiva del empleo agricola no desemboca ni directa ni necesariamente en formas de trabajo asalariado urbano. Uno de 10s componentes fundamentales es la crea- ci6n en la agricultuta de una poblacih flotante sumamen- te extensa. Por ejemplo, en 1.0s valles alto y central se calcula que la oferta de trabajo(a1rededor de 28.000 jor-, nales rnensuales) excede en 64% a la demanda efectiva. En las zonzs de Arque y Capinota el exceso de la oferta so- bre la demanda de aproximadamente 67%. (CORDECO: Junto a esta poblaci6n flotante, coexiste un extenso con- tingente bajo situaciones de subempleo y ocupaci6n disfrg zada.

La progresiva salida del empleo agricola no significa que Gste pierda importancia. Investigaciones recientes sugie- ren que las migraciones laborales no implican una ruptura con el mundo agricola y que por el contrario, pueden dar- se procesos de comple j izaci6n y diversif icacidn de 1as economias f amiliares (CERES, 1980; Long y Dandler , 1977).

Principales zonas rubros produccidn agrf cola.

La produccidn agricola de la zona de Cochabamba es suma- mente variada como consecuencia de la diversidad ecol6gi- ca y de microclimas en la regiSn de Cochabamba produce a1- rcdcdor del. 34% del PIB agropacuarlo (I?); pero su aporte tiende a rcducirse en el mercado ~nternacional, Las im- plicaciones de esta reducci6n son variadas y afectan taq to a1 empleo como principalmente a la oferta de alimen- tos. Sin exagerar el rol de la agricultura Cochabamba, se puede sostener que si el sector agropecuario no alcaq za a cubrir la creclente demanda de alimentos, el pais - deberii cubrirla con importaciones, empleando recursos e= casos para la compra de bienes que no acelerarsn el pro- ceso de desarrollo ni incentivarh la Producci6n nacional (Cordeco, 1976) ,.

La zona tropical, produce principamente frutas (plgtanos , citricos papayas, paltas) nuez, caf6 y maiz. En las altg ras se ha expandido notablemente el cultivo de la cocam

La zona de 10s valles produce principalmente hortalizas., maiz en choclo y grano; papa trigo y cebada; Erutas; le- the, carnes y huevos. La superficie cultivada en 10s va- lles es de 50.724 hectgreas.

La zona de puna produce maiz en choclo y en grano; oca,li zas; trigo, cebada y papas, particularmente en algunos m2 croclimas. La superficle cultivadas es m5s de 69.55'6 he2 tiireas,

Veamos riipidamente la especializaci6n local en cada uno - de estos rubros:

- Las zonas m5s importantes en la producci6n de la papa son: Tiraque, Colomi, Vacas, Toralapa, punas de Misque y . A1 rededor del 84% de la produccih de papa es originada en 10s valles.

- El maiz es producido principalmente en 10s tres vallos centrales de Cochabamba. Existen cinco variedades pri; cipales: la producci6n total realizada con tgcnicos tradicionales, es de 28.602 TM. anuales.

- El trigo es cultivado en todas las provincias del pais. La tecnologia rudimentaria, el escaso foment0 y la fue~ te competencia externa inhiben el desarrollode la pro- ducci6n del trigo, que alcanza a s610 16.575 TM anuales.

- La cebada en grano se cultiva en reducida escala, casi siempre como cultivo secundario y de rotaci6n. SSlo la cebada cervecera tiene alguna importancia, por su uso iq dustrial. En total la producci6n anual llega a 5.100TM.

- El arroz es un cultivo relativamente nuevo dentro del de- partamento ubicado, fundamentalmente en las %reas de cc lonizacih, en la regi6n tropical del departamento. Las tgcnicas utilizadas en su cultivo tienen implicaciones negativas sobre el suelo agricola. La producci6n anual es de 6.075 TM.

- El man: es producido tambi6n en pequefia escala, pese a ser excelente materia prima para la producci6n de aceite. SSlo la producci6n realizada en el valle de Mizque y en las riberas del rio Caine tienen clestino comercial. Se cal cula su producci6n en 1.062 TM anuales.

- La producci6n de hortalizas es muy importante. Los va- lles (sobre todo Quillacollo y Capinota) son las princL pales zonas procluct~vas~Gran parte dc la producci6n es trasladada hasta a 10s mercados del interzor dcl pals. Se calcula su producci6n anual en 52.600 Tbl- pudiendo ser cluplicada con un buen sistema de irrigacibn. - Se produce una limltada cantidad de frutas de clima tern_ plado en 10s valles del departamento. En cambio, la

producci6n de frutas tropicales es m6s intensa debido a ' la actividad colonizadora y la apertura de nuevos cami- nos. de penetraci6n.

La prducci6n de ambas frutas asciende a 249.729 TM anua- les.

- El cultivo de la alfalfa se extiende rgpidamente, debi- do a la expan=lbn experlmentada por la industfia leche- ra- Los terrenos destlnados a1 maiz han ido cediendo a la difusiCn de esta Eorrajera se prev6 un mayor creci- mlento, La producci6n anual actual ds de 140.000 TM-

2-2 - 3. Propiedad -del suelo, formas--.- -de organizaci6n --de la produc - ci6n agricola y relaciones sociales.

La problem5tica del empleo no puede ser comprendida si no es en relaci6n a las formas de organizaci6n social de la economia, particularmente, es necesario referir- se a la propiedad del suelo y a1 funcionami.ento de la pequefia propiedad parcelaria.

Existen actualmente tres grandes formas dc 'iz:~c~ic,~:I - Ce la tierra en el departamento. - La primera asentada sobre la base de la propiedad priva- da del exterrateniente sobre la tierra, recibe el nom- bre de "tendencia consolidada". El ex- terrateniente , -a hora pequefio propietario, facilita tierras, semillas e insumos a1 campesino, bajo el sistema de compafiia. La producci6n es repartida entre ambos. Frecuentemente se da bajo esta modalidad un empleo asalariado de la Euer- za de trabajo c~mpesinopor parte del antiguo terrate- niente. Bajo esta forma de organizaci6n 10s campesinos mantienen una cierta independencia y se relacionan f5cil- mente con el mercado, El tamafio promedio de este tip0 de propiedades en todo el departamento es de 27.7 Hect5- reas (Cordeco:

- La segunda forma est5 constituida por las propiedades - colectivas o comunitarias, que persisten principalmente en zonas alejadas del sur del departamento. ?4enos Ligg das a la economla mercantil, mantienen internamente la- zos de cooperaci6n. Gran parte de la produccih es dks- tinada a1 autoconsumo y la orientaci6n a1 mercado es - temporal y esporiidica.

- La tercera forma de propiedad de la tierra y de organi- zaci6n del trabajo agricola, sin duda la m5s importante es la pequefia propiedad parcelaria, que descansa en la unidad familiar como propietaria, productora y reproduc- tora de fuerza de trabajo.

Si bien esta forma de propiedad se ha extendido notable- mente despu6s de la Reforma Agraria, no tiene sus orige- nes en 6sta. Por el contrario, y a mediados del siglo XIX existza en el valle un sector de terratenientes de mcdlano tamaflo y una cxtcnsa produccih campcsina dc pe- qucla cscala (Larson, 1978; Samanicgo, 1.978), quc scnta- ron las hascs para cl surg~micntoy dcsarrollo del sistg ma dc la actual propkcdad parcclaria.

Este sistema de propaidad se caracteriza por el reducido tamafio de la tierra. Asl en la zona de 10s valles alto y central, 72.8% de las propiedades tiene menos de tres hecthreas cultivables y 62.43% tiene menos de una, Algg nas cifras para algunas provincias matizargn lo indicado: en Capinota el promedio de la propiedad agricola es de 3.87. has. ; en Arque, 2,, 24; en Sacaba 1.83 y 1-1 en Jor- dfin. S6l0 en las zonas tropicales se encuentran prome- dios m5s elevados (e. g. Carrasco, 12.2) (CORDECO:

La explotaci6n en este tipo de unidades productivas des- cansa sobre la actividad familiar, que ejecuta las tareas de producci6n, comerclali zaci6n y reproducci6n de fuerza de trabajo. Se debe notar sin embargo, que la homogene& dad de relaciones establecidas a trav6s de la familia es sdlo aparente y que este tip0 de unidades productivas se encuentran en un proceso de cambio y readecuaci6n ante - las nuevas condlciones existentes en la economza regio- nal.

- Flnalmente, se debe citar a las agroindustrias existeq tes en el departamento, si bien esta actividad posee - una importancia s6l0 secundaria en relaci6n a otros - sectores de la economia regional.

No existen agroindustrias que hayan lntegrado la produg ci6n agrzcola don la transformaci6n industrial. lo predominante en ellus es efectuar una serie de procosos de transformaci6n a partir de insumos agrfcolas que son adquiridos a 10s pequcflos productores. Existon sctual- mente en Cochabamba alrededor dc cincuenta y um empresas agroindustriales; se trata sobre todo de curtiembres, 2 serraderos , peladoras de arroz, molinos de trigo; fgbri- cas de alimentos bhlanceados, de conservas y embutidos. Se debe notar que junto a estos establecimientos existc un extenso sector que tambi4n realiza transformaci6n dc productos alimenticios, per0 sobre la base de t6cnicas artesanales desarrolladas y no propiamente industriales.

2.2.4.Productividad y tecnologia.

En general, la tecnologia utilizada en el departamento - es intensiva en fuerza de trabajo y en la utilizacien de herramientas rbsticas. La mayor parte de 10s terrenos se cultivan a secano, siendo escasas las localidades en las que hay disponibilidad de riego permanente. El uso de fertilizantes y semillas mejoradas es poco difundido y parece que no existirian buenos sistemas de rotaci6n - de suelos y cultivos (CORDECO:

Pese a lo anterior, se han experimentado algunos progrg sos: La producci6n de algunos rubros, como la leche, g ves y hortalizas ha tenido expansiones importantes. Igualmente, se est5 intensificando el uso de maquinaria agrzcola; una estimaci6n reciente calcula que del total cultivable en 10s valles, la superficie donde se utili- zan ttactores llega a 30%, si bien esta utilizacien pug de ser s61o temporal. Se esth haciendo tambien impor- tantes esfuerzos por ampliar el regadco; uno de 10s ac- tualcs programas alcanzarii a bcno f~.c~ara 6.000 hcctiiroas do tcrrcno. La planta dc tratami-cnto y sclocci6n dc semL llas dcl MACA planca un programa dc difusi6n dc las va- riedadcs mc jor odaptadas,

La productividad por famllla y por h.ect5rea es rcduclda, pero, si se pdensa que la regi6n de Cochabamba y particg- larmente la zona de 10s valles generan la mayor parte del producto agrzcola se comprender5 que la regi6n y la pro- ducci6n campesina seguiran siendo por mucho tiempo facto- rcs importantes en la estructura agraria national,

2-2.5- Caracteristicas -del sistema -de comercializaci6n.

Examinaremos ahora el sistema de comercializaci6n en Cochg bamba- El hecho fundamental a ser tenido en cuenta es el desarrollo de un extenso sector intermediario que act6a - como nexo entre 10s productores y 10s centros de consumo; sin embargo, seria equivocado sostener que toda la comer- cializaci6n se realita por esta via. Una imagen un poco m5s precisa permite difcrenciar distmntos circuitos de comercializacl6n en 10s que 10s intermediarios u otros a- gentes econbmicos juegan un papel m5s o menos importante* Distinguiremos as::

- Los canales de comercial1zaci6n e& 10s que 10s intermi- diarios juegan un papel importante.

- Los canales de comercializacj6n con i.ntervenci6n de o- tros agentes econ6micos,

- Los canales de cornercializaci6n sin intermediacih en- tre 10s productores y 10s consumidores. a. La i.mportnncia dc 10s intcrmcdiari os cs fundumcntal cn algunos productos, sobrc todo cn aqucllos cuyo cultivo sc cncucntra prcdominantomcntc oricntudo a1 mcrcado. Los principales productos son cl trlgo, la ccbada, la papa, hortalizas y frutas tropicalcs. Los dos princros productos son destinados a proccsg mientos indus trialcs postcriorcs; 10s trcs rcs tantes son componentes Eundamentalcs de 1 consumo.

Alrededor del 68% de la producci6n de trigo cs desti- nada a la vcnta; en este sentido, cl trigo es un cul- tivo tipicarnente mercantil. Las variedades producidas son "blandas", poco aceptadas por 10s procesadores ,que pref ieren variedades ttduraslf,de mayor rcndimiento en la panificaci6n. Otro de 10s factores que incide nega- tivamente es la importaci6n de trlgo y harina extranjg ros, que pueden ser pagados en plazos por 10s procesa- dores, en tanto que el trigo nacional debe ser pagado a1 contado. Por otra parte, la llegada de las import2 ciones suele coincidir con la cosecha del trigo, el -a copio del trigo se realiza por un sistema de intermedia rios. Concluida la cosecha el trigo es trasladado des- de la propiedad hasta el camino carretero, de donde es transportado hasta la feria provincial. El trigo es comprado por "rankheros" que rescatan el trigo para 10s i;;v?rmediarios a cambio de una pequefia comisi6n. El intermediario transporta el trigo a la ciudad y lo vende a las molineras.

La comerciali zaci6n de la cebada presenta caracteristi - cas muy similares, pues 10s intermediarios del trigo lo son tambi6n de 6ste cereal. La cebada es destinada En 105 casos dc li~papa, 12s hnrtnllz~sy LLLS (rutas tro- p I calcs cs posxl11.1: tamb 1611 ohscrvar la ~ntcrvcnclbn do 10s lntcrmcdiarlos

Aproxlmadamcntc 48% do la producclon dc papa cs dcstina- da a1 ncrcado Ida comcrc~al~zac~oncs rcnlizada princi- palmcntc por 10s intcrmcd~ar~os,que acudcn a 10s centros dc acapio y a 10s przdios m~smosdc 10s agrl.cultorcs. Una vcz adyuirida la papa, 10s ~ntcrmcdlrlostrasladan - cl producto hasta 10s tambos dc la cludad, donde ofectdan la d1stribucl6n para el consumo local y el envio a1 inte- rlor del pais.

En e! caso de las hortallzas, sc tlene que la mayor par- te de la producci6n es destlnada a1 mcrcado. Los agri- cultores vendan producclon en su mlsma parcela El cam- prador traslada el producto hasta un centro de acopio - donde transfiere el producto a otro ~ntermedlario, quc trasladarii el producto a los centros de consumo.

Ocurre lo mlsmo con las frutas tropicales, cuyo consumo es realitado sobre todo dentro de la misma regidn. En - cl caso de cstos productores e ~ntermediarios. b Por otra parte la comerclal~zaclonde algunos productos se encuentra claramente influida por la presencia de - factores econbmicos, definidos principalmente a nivel - f lnanclero- Este es el caso del arroz en Cochabamba,cu- ya cornerciallzaci6n es monopollo de un organism0 para- ostatill, ENA (I!mprcsa Nuclonal dcl Arroz), quc TI ja prg cios dc vcnta a 10s pcqucflds productorcs y adquicre mas sivamcntc cstc producto. Sin embai~go, no Ilcga a ndqui- rir 1~ totalidad dc la producci6n y cn 10s dltimos aAos ha facilitado cl librc comcrclo, aunque menticne un cog siderable podcr dc mercado. c. Fznalmcntc, algun~iproductos agricolas son comerciali- zados casi directamente por 10s proplos productoses y - la intcrvcncz6n de 10s intermediaries es reducida o inc- xistcntc. Estc es cl caso del maiz, cuyos exceclentes s sc vcndcn en las fcrzas provlnciales a chicheros o pela.- dorcs de maiz, Igual proceso ocurre con las carnes y - ganado: cl ganado lechcro es comerclalizado de granja a granja; 10s tcrneros son llevados a las grandes ferias (Punata y ) para su venta como futuros bueyes; las vacas lecheras de descarte son compradas directamente - par 10s matarifes y ~610eventualmente por intermedia- rios. La comercializaci6n del ganado caprinu, ovino y porcino.presenta similares caracteristrcas, y son 10s - productorcs quienes llevan 10s animales en pequeflas can- tidades a las playas de ganado de las ferlas provincia- les, donde son adquiridos por 10s matarifes. La carne dc pollo y huevos son comercializadas por las granjas - avicolas.

En sintesis, es posible observar distintos niveles de - participaci6n de 10s intermediarios en 10s procesos de comercializacidn Es significative anotar que en dos prcductos con procesos indus triales posteriores , la pay ticipaci6n de 10s intermediarios es muy alta, en tanto quc se reduce en el caso de otros productos. Pero enen todo caso, cxistc una clcvada particlpaci6n dc 10s in.- tcrmcdiarios, pr lnclpalmcntc sl 10s productos csthn - or lcntados f undamcnta1mcnt.c a1 mercado. Adcmhs , con- vicnc scAolar quc sr bicn la comcrclalizac16n de algg nos productos pucdc ser rcat~tada casl en su totnll- dad por la via de ~ntcrmcdiarios,csto no significe quc 10s intcrmediarlos poscan necesarlamente un poder monop6lico de mercado. Los lntexmedlarios no consti- tuycn un monopol~o,aunque peden evcntualmente tomar acucrdos para fljar cantldades y precias de compra y vcnta (Long y Dandler, 1977; CEkL.5, 19804). ESTRUCI'URA SOCIAL DEL DEPARTAMENTO DE COCHABAMBA

La estructura social rural de Cochabamba aparece compuesta principalmcntc por una extensa capa de campesino, pcro su- mamente difcrenciada internamente.

Los componentes de esta capa son, por un lado, campesions agrupados en comunidades a1 sur dcl departnmento, Cganti- tativa y cualitativamente cste sector es poco importante; su d65il situacih en la estructura social y polffiica se - ve reforzada por su enquistamiento en modelos tradiciona- les de comportamiento y por su apego a valores y s5mbolos propios de su cultura.

Inmediatamente dcspu6s desth 10s campesinos parcelarios, asentados sobre todo en el valle y algunas zonas de puna. Este sector, el m5s importante de la capa campesinay de la estructura social rural de Cochabamba, es el m5s propen- so a sufir impactos negativos como resultado del comparti- miento de la economia a niveles regional y nacional. El proceso de salida de la agricultura, descrito miis arriba, afecta sobre todo a este sector, cuyas estrategias de sobrg vivencia tienden a orientarsc cade vez mls en sentido de una diversificaci6n de las cconomias familiares y hacia - una bdsqueda de fuentes alternativas de ingreso, situadas principalmente fuera de la activid2.d agricola.

El tercer sector campesino est5 compuesto por colonizadores asentados en las zonas tropicales del departamento. Si - bien estos tienen mayor acceso a la tierra, las condiciones de produccign bajo las cuales desenvuelven su actividad - son sumamente reducidas, asi como sus canales de participa- c16n social

?luy por cslcima dc csta masa campcsina sc uhican 10s pro- pictarios dc granjas avicolas y cstablccimicntos agricg las dc cortc mas modcrno, ortcntados a1 mcrcado y condu- cidos con una racionalldad de tipo capitalists. Estos cs tablccimicntos son di Ecrentes de las agroindustrias , quc posccn mayor incorporacion dc capital, aunque su di- niimica en el dcpartamento no es s~gnificaciua. Dentro de la agroindustria ?redomina la actividad estatal, so- bre todo a travds de la Planta PIL, uno de cuyos efectos multlplicadores cs cl cstimulo a la actividad lechera da 10s pequefios propictarios.

Los comerciantes constituyen otros sectores de gran impor- tancia, por las funciones de intermediaci6n econdtaica que reallzan - Repar tldos en una amplia escala interna, exis- ten por lo menos tres niveles difersntes de comerciantes: 10s dedrcados a1 pequefio comerclo de bienes manufactura- dos , con res idencia en 10s pueblos; pequeflos comerciantes de la agrrcultura y f inalmcnte, un grupo de grandes mayo ristas. Se debe notar que pese a1 gran desarrollo del cg mercio en el valle no existen formas monopdlicas de poder de mercado; cada pequefio empresario desarrolla su propio capital comerclal y no existen formas signlficativas de union de 10s capltales

Sumamente ligados a 30s sectores comerciantes se encuen- tran 10s propie tar ios de talleres artesanales , principal- rnente de aquellos ded~cados a la elaboracien de chicha. Es frecuente encontrar que 10s propietarios de 10s princi pales tallcrcs ticnon tambien intereses Importantes en cl comcrcio, Los grupos asalariados de la artesania son su- mamentc extensos, tanto en la calle como en las ciudades y notoriamente, su capacidad de participaci6n social, pre si6n y negociaci6n se encuentra muy por debajo de su apor- te a la actividad prod~c~tiva.Con niveles de organiza- ci6n bastante reducidos , cste sector debe frecuentemente sumarse a las orientaciones sociales emanadas de otros sectores de la estructura social, limitando y pos tergan- do el desarrollo de sus propias reinvidicaciones.

Finalmente , es importante el relativarnente crecido sector conformado por funcionarios de Estado y de otros organis- mos que junto a 10s propietarios de las artesanias y el comercio constituyeri la parte fundamental de 10s sectores medios.

Los sectores sociales hasta aqui sefialados interacttian fundamentalmente en el marco de las relaciones es tableci- das por el desarrollo de la estructura agraria y por el aparato politico regional. La ausencia de una 6lite rural constituye un factor esencial para explicar el intenso de- sarrollo de movimiento social en el valle, y la apertura relativamente amplia a la participaci6n de las fuerzas sg ciales, especialmente campesinas. Se debe :notar, sin em- bargo, que pese a la diversidad de intereses sociales, la zona no ha sido ajena a1 surgimiento de movimientos basa- dos en principios de identificaci6n m5s amplios, princi- yal.mente regionales , subordinando a 6stos las demandas y reivindicaciones de sectores m5s especificos. 4 I~S'TRIICr1'IJRA ECONOM I CA IJEL I)BPARTAh1CN'I'O IIE CI IIIQIJ I SACA

El dcpartamcnto dc Clluqulsaca tlene una supcrficic total de 51 524 kll6mctros cuadrados, cl 4 7% dc la superficie del tcrr~torlo nacional La ciudad principal del depar- tamento, Sucre, es la capltal oficial de La Reptiblica, y en ella sc concentra 10 principal Ce la actividad ecor.6- mica no agricola del departamento- Las demiis aglomera - clones urbanas congregan a poblaciones entre dos y cinco mil hab~.tantesen la rr~ayoriade 10s casos,

El departamento de Chuquisaca time como limite a 10s departamentos de Cochabamba y Santa Cruz a1 Norte; Tari- ja al Sur; la Republics de Paraguay a1 Este y el depar- tamento de Potosi a1 Oeste. La altura dei departamento fluctua entre 400 y 4.000 metros sobre el nivel del mar, dando origen a una gran variedad de microclimas.

La superficie del departamento puede ser dividida en tres grandes pisos ecoldgicos: - Zona Andina, de 16 000 kil6metros cuadrados, de topogra- fia irregular y montafiosa, con alturas de 2.500 a 4,000 metros sobre el nlvel del mar. - Zona subandina, de 29.500 kil6metros cuadrados, formada por $alles y formaciones boscosas con microclimas tem- plados 5 lncluso subtropicales. - Zona chaquefia, de 5.000 kil6metros cuadrados, de top0- grafia plana y clima c5lido y semiseco con algunas sg rranias de microclirnas algo miis hGmedos, 4.1 -Las tendcncias macroecon6micas --,del departamento

4.1 .1 . -La producci6n departamental.

La economia del departamento de Chuquisaca descansa en la producci6n agropecuaria, que envuelve a la mayor parte de la fuerza de trabajo. Dentro de este sector, la actividad agricola cs m5s importante que la pecug ria.

A su vez, la producci6n petrolera representa un impor- tante factor dentro de la actividad econSmica secunda- ria, igual que la producci6n de temento. Otras acti- vidades industriales son poco extendidas y se concen- tran principalmente en la producci6n de alimentos.

Existe un extenso sector artesanal, prinsipalmente en la capital y otros pequefios centros poblados. La ci~ dad capital constituye el mayor centro de consumo y en ella se concentra la mayor parte de 10s servicios y se realiza la gcsti6n de la economia. CIIUQUISACA Y BO1,IVIA - PRODUC'I'O IN'I'I~RNO IMlI'I'O 1'365 - 7.3 ~Milloncstlc $b. 1968)

Afior Chuquisaca Tasa dc cre- Bolivia Tasa de cre- :imiento a cimiento

El crecimiento m5s acelerado de Chuquisaca se debi6 a1 auge de la producci6n de hidrocarburos, a la refinaci6n del petr6leo y a la producci6n de cemento. Las divisas generadas por estas actividades se traclujeron sin embar go, m&s en ingresos para el gobieeno central que para - el propio departamento, a excepci6n de las regalias que a partir de 1967 fueron destinadas a Chuquisaca para - promover el desarrollo departmental, El modelo de cre cimiento tuvo escaso efecto positivo sobre 10s sectores agrlcola e industrial, y fue d6bil en su capacidad de generacidn de empleo.

S1 se observa la contribuci6n sectorial de Chuquisaca a cada uno de 1.0s sectores de PIB nacional se constata - que 6sta es reducida, a excepci6n del sector petrolero, que crea el 23.6% del PIB sectorial correspondiente. El sector agropecuario ha disminuido su aporte, debido principalmente a1 mayor peso relativo de la agricultura cis Santa Cruz. En industria manuf acturera, transportes , comuni.cacioncs y scrvicios, 10s ligeros incromcntos en el aportc rclativo son poco signi.ficativos y de bajo valor absoluto.

Cuadro -No -2

CIWQUISACA - APORTE RELATIVO DE LOS SEC'I'ORES AL PRODUCT0 RKUTO NACIONAL 1965 - 1973

SECTOR 1965 1972 1973

Agropecuario 10.14 9.40 9.45 Pnd . Manuf acturera 3.22 4. 70 4.87 Extracci6n Petr6leo 11.17 22+44 23.06 Mineria 0.00 0.02 0.02 Transportes 6.23 8.06 8.30 Comunicaciones N*D 8.06 8.30 Energia N. D 3.38 3.40 Construcciones N. D 3.98 4.36 Comercio 4.38 6.27 6.51 Gobierno General 3.78 4.74 4.89 Finanzas N, D 8.89 4.49 Otros servicios N. D. 7.10 7.16

TOTAL 5,52 6.49 6.69 ======a======Jr==P=====L======z======

N.D: No disponible Fuente: Coneplan Ih 1972 la fucrta dc trnbajo en Chuquisaca sc clcvaba alrcdcdor dc 214. 590 pcrsonas, de las cualcs 828 se encontraban cmpleadas y el rcsto, 18% en descmpleo a- blcrto. Las proyecciones indican quc para fines de 1980 el dcsempleo abicrto alcanzar5 a m6s de 80,620 personas, el 28% de la fuerza laboral disponible. Tal situaclbn obcdccc en przmer lugar a1 estancamiento en 10s sectores, fabrll y artesanal, en 10s que disminu- ycn las poslbilidades de empleo, a la situacidn de la agrlcultura y a1 impacto negativo de ambos sectores en la demanda de empleo en comercio, finanzas y servh cios. Para resolver el problema del desempleo abier- to en 1980 se deber5 generar m5s de 14 000 empleos a- diclonales, nivel muy por encirna de la capacidad de la economia de Chuqulsaca y de las agencias promotg ras de desarrollo.

4.1.3- -El nivel y -la dis tribuci6n --de 10s ingresos.

Debldo a1 lncremento experimentado por el PIB de Chu- quisaca el PIB per chpita se elevb sensiblemente. Es- te crecimiento sin embargo, es bajo en terminos abso- lutos, ya ?ue en t6rminos per &pita el nivel de in- gresos llega a s61o $us. 130.00 similar a1 de 10s paL ses menos desarrollados de Africa y Asia.

Se debe conslderar adem6s que el nivel de ingresos p2 see en Chuquisaca una distribuci6n altamente asim6tri- ca. En grandes extensiones de las kreas rurales el promedio de ingresos oscila entre 30 y 40 $us. anuales En cl scctor industrial cl nivcl dc ingrcsos EluctGa cq trc 547 y 768 $us.anualcs 600 PP: 1977). Como cn otras rcgiones del pais, el ingreso sc concentra en reducidos sectores de propietarios , comerci antes c intcrmediarios y cn 10s sectores ligados a 10s aparatos administrati- vos dcl Estado.

4.1.4,El- Consumo.

k.1 nivel de consumo anual per ciipita en Chuquisaca es sumamente bajo, alrededor de $ust 100. - Si las tasas - actuales de crccimiento permanecen constantes, el depar tamento necesitars treinta aAos para alcanzar el nivel national. Distrikuci6n Mi. lloncs CatcgorEa Porcentajc Pesos IJS $ a*

A1imcntos 54 295.5 24.6 Bebidas y Tabacos 7 38.3 3.2 Ropa y otros efectos personales Alquller y Agua Combustrble y Luz Operaci6n de la vivienda 4 21.9 1.8 Mueb les , accesorios y equlpo par8 la casa 3 16.4 1-4 Cuidado personal y salud 4 21.9 1.8 Tr anspor te Recreaci 6n

Total Consumo Privado b* 100 547.2 45.6 '===I======P=aPaf=t=.-~=E===::======~=s=a===== a* En base a1 tip0 de cambio vigente en 1968 b* Estimado como el 90% del consumo total. Fuente: Estimaciones por el Cornit6 de Desarxollo de Ch2 quisaca.

Para Chuquisaca, la estructura del consumo sigue una dl2 tsibucih como la que aparece en el cuadro No. 3. El iil consumidor promcdio gostn olrudcdor dul 75% do su in- groso on nacasidadcs biisicas dc vivicndo y nlimcntaci6n. To0ricamcntc, dcspu6s cla habor cub icrto sus nocosidados minimas, disponc dc s6lo $us. 25.- para otros gastos. Estc nivcl dc consumo tan rcducido cs ncgativo no ~610- para los condiciones dc rcproducci6n dc la Eucrza de tra.- bajo sino tambidn para cl cstablccimicnto de industrias oricntailes hacia el mcrcado local.

4.2 -, La cstructura,-- Agraria. 4.2.1 -El Emplco cn -la Agricultura.

Si bicn la agricultura en Chuquisaca absorbe a la mayor parte de la fuerza de trabajo, su capacidad de empleo - tiende a disminu3a en el largo plzizo, como consecuencia del deterioro dc las condiciones productivas.

En 1950 el 82.35% de la PEA se encontraba inserta en la agricultura; en 1976 este porcentaje fue de sdlo 64.11% (D.G.E.C., 1956; Bartlema y Soliz, 1980). Si bien el descenso del empleo en la agricultura marcha pare jo con 10s proceso de crccimiento, 1e1 comportamiento del emple0- en Chuquisaca est5 asociado menos a un proceso de desa- rrollo departamental que a una situacidn de agravamien- to de las condiciones de la agricultura. Junto a1 pro- ceso de traslacih de la fuerza de trabajo hacia otras ramas de actividad, se observa en Chuquisaca un nivel -a normalmente elevado de desempleo en la misma agricultu- ra; POP ejemplo, en 1970 se calculaba en Sesenta y dos mil personas el desempleo abierto en la propia agricul- tura (C.OO.PP: 1977) y en 1979 se calculaba que el 32% de la poblacidn agrzcola en una de las provincias del clcportomanto trnbnjnha cn t iorros njcnns, rrrrcndnilnr; o cn anticretico, sin incluir ;P 10s ~COIICS, ~UCtrnhnja:~ t lcrrns dc haciendas (ACI.0, 1979).

I)ct)ido a 'ia vnricdad cle p~ sos ccol6gico!;, Cl~uquisaca prcscnta una notable G:fcrcnciaci6n cn la actividad - productiva:

- Las provincias de Oropcza, Azurduy, tudoka, Tom~na, Yamparacz y Rocto (37% dc la supcrflcrc dcl dcparta mcnto) produccn la mayor partc dc trl,qo, r?. Importan- tcs cantidadcs dc paps

- Las provincias dc Nor y Sud Cinti (26% dcl dcperta- mcnto) son importantes cn cl cult~vodc la vid y la act~v~dadvitivinicola; tamblkn sc mantlcnc la crfa de ganado vacuno dc carnc, aunquc cn pcqucfia cscala.

- La provincia dc Hcrfiando Srlcs sc conccntra cn la producci6n dc maf:, aji, oleaginosas y cltrlcos. Es ~mportantctambih la ganadcria porcina.

- La provincia Luis Calvo, de la zona de 1 Chaco, Je t terrcnos fdrtiles pero poco desar~ollados,tiene una producci6n agrlccla reducida y una producci6n gana- dera de cairne 1 igcranrntc m5s importantc.

En algunos productos la produccldn chuqu lsoqucila rcprc scnta mAs dci 20% de la ofcrea naclon.a.1. Estos produc- t,os : (219j, trlgo (29%j, uvas (49%), frutas pomti- ccos (301) y man1 (36%) pcsc o 1.0s hajos rcndi.mi.cntos p por hcctflrcn.

Considcrimdo cl tonalaje, la papp cs cl principal cul- tivo, con alradcdor dc 45.000 toncladas anualcs a un promcdio dc 7 tonclodas por hccthrca. LC sigucn cl - malz, con 55.600 tonclndas; el mniz-choclo, con 13,000; el trigo, con 15.000; las was y la cebada, con 8.000; las frutas pomiiecas, con 7.000; cl mani con 4.000 y el tomatc y naranjas, con 3.000 (C.OO.PP: 1977) Se con- sidc~aquc cn cstos rubros de producci6n agrfcola estP cnvuclta la mayorfa de las familias campesinas de de- partamento.

4.2.3. Propiedad -dcl suelo, Eormas -.de organizaci6n & J.2pro- ducci6n?agrfcola y rolaciones -socialas.

El suula agrfcola crn Chuquisaca es poseido bajo tres - fomas principalcs: La pequeRa propedad parcelaria; prapicdadcs privadas medianas y grandes y tierras Eis- calcs.

La pcqucfia propicdad parcclaria, tipicamente campesina, ,c cncucntra sumamente difundlda cn las provincias Oro- pcza, Yamparaez, Tomina y Zudafiet, con extensiones muc, o wducidas de Zas cst~blecidaspot la le;* dc Reforma fi r~*r~ria.Est as provincias son prccisamente importantes ~xpulsorasdc pobXaci6n cn cl departamento (tierrera, lB8O)

A su kcz, las propiedadc.~rnedianas y grandes se concen- eaan cn las provincias Hcrnando Siles, Luis Calvo y Azu~ duy, en las quc el tamaAo promedio excede a las 1.000 - kectbreas (C.OO.PP: 19?7:25) I;~nalmentc,las ticrras f iscalcs, dc proplcdad dcl E5t5 do, sc ex ticndcn por todo cl dcpartnmento, aunquc prcdg minan cn 1.as provincias Luis Calvo, y flernando Szles. La supcrfici,~de estas ticrras cstii cntrc 600.000 y - 800.000 hcctiireas.

Las prlncipaikes formas dc organitaci6n dc la producci6n agrfcola ticncn su base cn 10s tipos dc propicdad del suclo La mas importante forma dc organizacih de la producci6n cs La forma de pequefla propiedad parcelaria, quc congrega a la mayorEa de la poblaci6n campesina.

A su vcz, las medi.anas y grandes propiedades, basadas cn la propicdad privada de la tierra y otros recursos p productivos, presentan niveles mhs elevados cie incorpo- racrbn dc capital y las rclaciones capitallstas son do- minantes

Las medlanas propiedades , basadas tambien en unldades - famil~.arcs,dcscnvuclven su actividad sobre una superfi clc considerablcmente m5s extensa que la de las peque- fias parcelas. En cstc tipo de propledades, sl blen la mlsma familla ingervlcnc en la activldad productiva, es frccuentc cl uso de trabajo asalariado externo y la em- press csta orientada principalmente a1 mercado.

F lnalmcntc, la5 grandes propledades , pr inclpalmen~teco~ centradas en la producci6n vitivinicola, basan su acti- vidad dc manera completa en la rncorporac16n de capital, en la alta produccividad y cn la completa orientacl6n - a lmmc r cado 4.2.4. Productividad-- y tccnolonia

La caracteristica principal de lo tccnologia agricola chuquisaqucAa es su bsjo nivcl, su alta utilizaci.6n de fuerza dc trabajo y baja incorporaci6n de capital. Si bien las medianas y gralidss empresas pucden escapar a csta tendencia, la economia campesina, la miis extcnsa y difundida, presents con claridad estas caracteristi- cas. Viis dcl 80% dc 10s campesinos siguen utilizando todavia arados egipcios e ins:rumantos manuales rudimen- tarios, como picos palas. El nivel de de incorpora- ci6n a la agricultura es surnamente bajo. Basta con in dicar que en 1974 se vendieron s6lo veinte tractores en todo el departamento y que anualmente se venden menos de 200 toneladas de fertilizamiento y que se usa menos del 1% de las necesidrides de abonos quimicos (C.OO.PP: 1977).

Los niveles de productividad son reducidos, afin en 10s principales rubros de producci6n. Por ejemplo, la pro ductividad del trigo, uno de 10s principales productos, es has ta cuatro veces menor de la que se obtiene en paises de mayor desarrollo relativo. Iguales propor ciones se observan respecto a1 maiz, la cebada, el to mate, la papa, la cebolla y el man: (C.OO.PP: .i977).

Los organismos de planificaci6n coinciden en sefialar que existen grandes posibilidades de mejorar las condi- ciones de agricultura. Chuquisaca podria pasar a pro- ducir 150.000 toneladas adicionales de productos por -a fio y extender su superficie agricola en m5s de 100.000 hectzreas. A corto o largo plazo, el problema 4.25. Caractcrfsti.cas I_dcl --sistcmas -dc comcrcializaci6n.

Un clcmcnto fundamental para comprcndcr la naturale~adel slstcma dc comcrciallzaci6n dc productos agrpecuarios en Chuquisaca, as? como en Cochahamba, cs la innegable Im- portancla dc 10s pcqucflos campesinos como proveedores - dcl muxcado dc productos al~mentlclos. SI blen la pro- duccl6n dc cada unidad productiva Eam~llar es reducida, cn conjunto la producc16n campcsina parcelaria es la ., principal abasteccdora dc 10s mercados urbanos de la re- g i6n

Exlsten dos mccanismcs Eundamentalcs de comercializaci6n El primcro, a travds dc un nexo directo entre 10s produg tores y 10s consumidores, forma importante pero inesta- ble como consecuencia de la orientaci6n alternativa de la producci6n parcelaria a la subsistencia y a1 mercado. La segunda, mhs i.nsti tucionall tada, opera a travQs del sistema de intermcdiarios, residentes en 10s pueblos o en las ciudades, quc adquieren la produccih campesina - para su reverita posterior en la ciudad. Algunos estudios han documen tad0 esta forma de comerclali tacion (ACLO: 1979). Es posible observar segCin estas descripciones - que pueden intcrvenir una forma disfrazada de trueque,en la que 10s comercian tes "vendenfl productos manufacturados a cambio de productos agricolas, obteniendo de esta mane- ra un doble benefic10 y acrecentando el margen de precios entre el productor y el intermediar~o En este tip0 de sistema do comercializaci6n radica sin lugaf a duda una de las causas fundamentales de empobrccimien to de 1 camp pesinado.

El sistema dc comercializaci6n vigcnte dn Chuquisaca,st mamente sensible a1 juego de la oferta y la demanda, es ademss limitado .par el reducido tamaAo del mercado urbg

'1' ''a no de consumo, canstruyendo de esta manera la I(&st~blb"*g* drfiansi6n de la economia parcelaria (Mounier, 1976 j . I;ST RUC'I'URA SOC TAL Di31, I)I!PARTAMENTO IIP, Cf IIJQIJ I SACA Tocarcmos ahora algunos aspectos rclativos a la estruc- tura propiamcntc soclal dc las zonas rurales de Chuqui- saca Utilizardmos para cllo un enfoque progresivamen- tc englobante, partiendo primer0 dc las familias en cuanto unlclades sociales bhsicas, Inmedlatarnente nos - refcrmos a las comunidades campesinas y finalmente to- caremos rapldamcntc la estructura de clases y algunos mccanismos dc organizacibn socl al.

5.1 -La Familia.

Dentro del territorio de Chuquisaca coexisten distintas fori~asdc familia, relacionadas no ~610a la economia - local y a 10s patrones culturales vige9tes sino tambi6n a 10s difcrentes-grados de desarrollo regional- Esto - obligara a una visih parcial, mosaicada; sin embargo, mks precisa y rica que una generalizaci6n excesiva.

Dentro de la zona ilk tzpicamente quechua del departa- mento Be puede utilizar a la provincia Oropeza como zo- na de e jemplificaci6n. Un estudio reciente (ACLO, 1975) dtstingue t-es tipos de familia campesina

- Famillas de tip0 fttradiclonalff,ex tendidas, con divi- sibn interna del trabajo de acuerdo a1 sexo y a la - edad, fuerte cohesi6n interna y autonomia familiar - restrlngida por la presi6n del ayllu. La pareja suele unlrse - r medio de canales consagrados por la costuz bre (sirvizaku o tantanaku) por lapsos entre uno o - tres afios y a veces culmina esta uni6n de facto con una uni6n matrimonial religiosa cat6lica, no obligatoria pero bicn considerada. Este tipo de Eamilia puede poseer una economfa clc verti.ca1idad ecol6gica (puna, valle,u vg lle y subtr6pico) j~ hace un clcvado uso dc las rcciproci- dades intcrcomunitarias.

- Familias en "transici6n", predominantemente nucleares , con escasos agregados, generalmente 10s padres. Pre- sentan cohesi6n interna, y tjna mayor autonomia respeg to a1 ayllu en sus decisiones, Mantienen relaciones econ6micas constantes con las ciudades y otros espaei cios econdmicos (e.g. el N. cle Banta Cruz) , donde ob- tienen ingresos adicionales, que pueden ser reinverth dos en la actividad de la familia- En general presen tan elevada propensidn migratoria, sobre todo por pay te de 10s j6venes-

- Familias "modernas", de composici6n nuclear y funcio- nes econ6micas concentradas en la generacih superior sobre todo en el padre. Estas familias, de residencia temporal o permanente en iireas suburbanas, muestran completa autonomla respecto a las comunidades, con - las que mantienen relacioncs temporales y esporSdicas. La cohesi6n interna es d6bil e inestable y se presen- ta una fuerte adopci6n de valores, normas y simbolos de tip0 urbano.

Si bien la categor?zaci6n prescntada, a1 intentar pre- sentar a las familias en un continuo traditional-mode2 no, puede ser unilateral, no deja ser Gtil en cuanto - llama la atenci6n sobre el hecho de que existe una ruptg ra en las formas tradicionales de organizacih de la I am1 1 I a I!s tud~os tlc cacos on zonas prbx mas mucst ran por cjcmplo, una tcndcnc~a a la rcducci6n on cl tama- Ao dc las fsn~liasy hacla una compos~cl6rlcuds vcz m6s nuclcar. P,lr cjcmplo, cn Ilcdcnclbn Pampa y la Poza, dc la provlncta Zudafiez, sc cncontr6 quo cl tumaAo do fa- mi lla cs dc 5.52 y 5.2 rcspc~tivamente~Las parejas -u tilitan cada vez con mayor frccucncia farmas urbanas de matr~monlo;en cl cstudio mencionado se encontr6 que s61o 8 7% dc las parcjas se habian unido segGn normas tradicionales (prucba, sirvi.fiaku, e tc) mient ras que 10s rnatrlmonios clvilcs y rcligiosos habian skdo utilizados por 44 9% dc las parejas (ACLO, l979:32ss).

Por una situacibn slmilar se presenta en el sur del dg partamento En la provincia f-lernando Siles se encon- tr6 que el tamafio de familia es de 6.2 miembros y que el 78.3%de las familias son nucleares, En otros aspec- tos, sin embargo la situaci6n de la familia es difcren- te , principalmente respecto a su forma. Provisionalmen- te, las familias pueden ser agrupadas en tres tipos: - Las familias de hacendados, nucleares, de tamafio redg cido, con fuerte importancla de 10s varones y patri locales - Las familias de 10s afuerefios, m% Influidas por las condiciones de trabajo y con alta complementariedad de roles entre la pareja y flnalmente, - Las familias de tipo camba, con menor rigidez normatL va, mayor independencia femenma y residencia de tipo matrilocal. (ACLO, 1975s~).

Con independencia de algunos detalles, es importante se- fialar dos hechos bhsicos que afectan a la composici6n y organizaci6n intcrna clc las Eamilias: Las condicionos do dcteriorio de la producci6n agricola en algunns Broas do1 departamcnto y la presencla de Euentes alternativas do ingreso para la poblaci6n camposina, espocialmonte para las generacioncs. j6venes. De una u otra manera, 10s tipos difcrentes de familia que sc han presentado se encuentran asociadas a grados di,ferentes de suficiencia de la produc- ci6n domestics y a la proximidad o posibilidadcs de acce- so a nuevas fuentes de empleo, situadas m5- a116 de 10s 1,imites de la empresa familiar.

Comuniclades y Ayllus.

Pese a que comunidades y ayllus no se presentan con la misma nit.idez que btras unidades sociales, su papel es d decisivo para el funcionamiento de la sociedad campesina si bien su importancia varia significa,tivamente de un 1i gar a otro del departamento. Nuevamente las provincias Oropeza y Hernando Siles pueden ser dtiles como campo de observacih.

En el caso de la primera, 10s criterios de identificaci6n y organizaci6n de las comunidades pueden variar ampliamen- te En unos casos, las comunidaddes se identifican por un conglomerado de estancias comprendidas dentro de ciertos llmites naturales y por la existencia de ciertos servicios (escuela iglesia, etc.) ubicados dentro de la estancia - central. En otros casos, prin(-1 lmente en aquellos en 10s que se destruy6 el sisf Je hacienda, 10s factores de identificaci6n son e' j~dicato, la escuela o la capi- lla. Finalmente, en L- crcer tipo de casos, las comuni- dades pueden encontra- su factor de 1dentificaci6n en la rmportmcl a atlqul rl tin por ;I lgtin rnnchcrlo, quc tla origcn a la organi znc16n dc un nuovo sindicato y a la crcaci6n do nucva cscuc la (ACl10, 1975) fin la provlncla llcrnando SI lcs sc liiln ~.~i~cor~trarlo algunos indlcadorcs ~mportantcsdc un crcrto dctcr~oroen la cs- t ructura intcrna dc 1 as organi zacioncs camps Inas. Por cjcmplo, actorcs trad~cionalcscomo 10s alcaldcs politz- cos, han sldo dcsplazados por otros nucvos dc cortc mode2 nlzante, como 10s sccretarios dc 10s sindicatos, Entre 10s camhas dcl sur, 10s antiguos "tenandewa" actcan ahora Gnicamcnte como intcrmediarios entre hacendados y peones. Las comunidades plerden cohesih y espiritu comunitario por el orlgen distinto y elevada movilidad fisica de las famllias integrantes (ACLO, 1979: 73ss)

Sin olvidar que la presencia del sistema de comunidades varia grandemente dcntro del departamento, desde formas relativamente "tradlcionales" de organizacidn (como en el N. de Oropeza, segGn el patr6n laime) hasta formas menos estructuradas (como eri el sur del departamento), se debe subrayar su importancia. Si bien cada familia mantiene posesi6n particular sobre la tierra, administra sus pro- plos recursos, organiza la produccidn y comercializa 10s productos por si mlsma, las comunidades facilitan la inter- acci6n entre ellas, interviniendo principalmente a nivel Je irltercamblo de trabajo (e.g. en cosechas y slcmbras) ,a nivel de intercambio de productos entre unidades especia- lizadas en cultlvos diferentes (eg. intercambios de produc- tos subtropicales con cultivos de tierras altas) y en el control de recursos productivos comunes (e. g. captaciones de agua, pas tizales, etc.) - Las comunidades son importantes ttmh ibn on cuunto ;I In or)!uni znci tin (lo Irlccnnismos tlu in- tcrmctliocibn, prcsiiiti y ticy,ocioc16n nntc La soc~otladglo - thnl y para la gcncrucl.6n dc cstructurnv y accanismos lo- colos tlc podcr. i;iriiiln;cnto, tlcntro (lo clltls sc locall za funcioncs tlc l i.dorotgo y rc laciones (lo coltlboreci6n o pugtla cntrc fntnilias. llstos factorcs, poco visiblos a - 10s ojos dcl planificador, son biisicos y pucdcn scr cri- ticos.

5.3. Clascs cstratosj -catcgorias socialcs.

Intcntaremos ahora prescntar riipidamentc un panorama de la estratificaci6n rural de Chuquisaca.

En la cGspide de la estructura social se encuentran 10s haccndados, quc residen principalmente cn el sur del de- partamento. Pcquefia minoria propietaria de tierras, 10s hacendados poseen fuerte poder e influencia locales y se relacionan en lo administrativo y politico Jirectamente con las estructuras departamentales o incl:tso nacionales Fuertemente cohesionados se organizan en la Asociaci6n Ganaderos.

Una extensa capa intermedia cubre una serie de funciones de mediaci6n. Ac5 sc ubican principalmente las autoridg des del aparato politico y administrativo, con fuerte i~ fluencia en 10s pueblos y sensiblemente menor en el cam- po (subprefectos, alcaldes, corregidores agentes de cam- po, oficilaes de registro civil, jueces, etc,).

Los sectores intermedios se encuentran casntituidos prig cipalmente por 10s habitantes de pueblos importantes y (II! CLIJ)(*( 1, rfl:; (Ic 1 os pr LIICI~O10s c~ltltoncs. lint rc os t.os scctorcs lroy clue sctlirlar i11~ttnoscstrutos: 10s pros2 s~onulcs,rctlucidos cn n(~tnoray ligedos a nlvclcs sup2 rl oroq (Ic li~cs t ructuri~SOCII~~, gcncralmcntc a haccnclfi tlos o m5s gcncr:~lrl~cntcu nutor~tladcsprov~nci ales: 10s Sunclonarlos p6hl ~cos,ya mcncionndos; 10s comcrci an- tcs, frrcrt.cmcrrtc d~fcrcnciarlos intcrnamcntc scgfin cl grad0 dc rc laclbn quc man: ~cncncon 10s p~~c\hlosy 10s pcquciios agricultorcs y flnalmcntc, un llmltado scctor prolctario, const ltuido por nsalarludos dc ompresas es- tntalcs o parctestatalcs. (CONALI)Ii, YPFR, ctc.)

En la basc de !a cstructura 5c marltlcnc una extensa ca pa dc campeslnos, dlfcrcncidda srn embargo por cl nexo quc 6stos manticnen con la ticrre y 10s rccursos pro- ductrvos. Por una parte se encuentrnn 10s pequefios g grlcul tores indcpcndlentes, el sector nnyori tario, ubi cados a1 N. del Kio Parapeti. Dent ro de esta catego- ria se lncluye a una amplia variedvd dc campesinos, dez de 10s propictarios de m5s de 100 hectareas, hasta a- quellos que se encuentran en situaci6n de arrendatarios o arrlmantes. Los mecanismos de participaci6n social de estos sectores son la Federaci6n de Campesinos y en menor medida las cooperativas locales, que s6lo cu- bren 4% de 10s jefes de fami11.a-

Por otra parte se encuentran 10s peones dependientes de las haciendas. Sin tierras ni la relativa indepen- dencla de 10s agricultores independientes, se encuen- tran en alto grado de subordinaci6n a 10s hacendados, partlcularmente si son de origen guarani.

1976 Plan Opcratlvo 1977 Cochabamha: COHIIECO

1977 Programa dc Iksarrollo Rural Iq tcgrado; programac~dndc act rvldadcs dc1 scgundo scmcst rc, gcstrbal 1977 Cochahamha CO H!IE CO MINISTER10 DE ASUNTBB CAMPE- STNOS Y AGROPE- CUARIOS Y OTROS 1976 Estudio del proyecto fruticola Valle Alto de Cochabamba La Paz ISAP

SECRETARIA DE CONEPLAN Evaluaci6n de la Netdologfa de an&- lisis Socio Econ6mico y Programaci6n de Acci6n Inmediata de la Corporaci6n de Desarrollo de Cochabnmba La Paz:

CONEPLAN z

ASPECTOS DE ESTRUCTURA SOCIAL

CAMACHO SAA Carlos 1966 Yinfundia, productivity and Land Reform in Cochabamba Wisconsin: Land Tenure Center

Joseph 1975 A case s ttrdy of ex-hacienda Toralapa in the Tiraque region of the upper Cochabamba valley Wisconsin: Land Tenure Center.

DORSEY Joseph 1985 b A case study of the lower Cochabamba valley: ex haciendas Parot.ani and Caramarca,,Wisconsin: Land Tenure - Center GUZMAN ARCE Humberto 1972 La kealidad Social de Co- chabamba. Cochabamba:Los Amigos del Li- bro. ASPECTOS DE POBLACION

ALCALDIA MUNICIPAL 1977 Cochabamba: polo central, obras comunales y desarrolla urbano 197 7 C ochabamba: Alcaldf a Ffunicipal

Dl RECCION GENERAL DE ESTADTSTICA Y CENSOS (DGEC) L975 Censo de la Ciudad de Cocha- bamha La Paz: Secretaria Tecnica de Planif icacf dn

URQU I Dl ZAMBRANA Jorge, 1967 La Urbanizaci6n de la ciudad de Cochabamba- SIntesis - del Estudio, documentos v antece- dentes Cochabamba: Ed. Universita- ria, DEPARTAMENTO DE CHUQUISACA ASPECTOS ECONO!lf COS

COMITE DEPARTMENTAL DE DESARROLLO Y OBRAS PUBLI- CAS DE COCHABAMBA 1974 Resumen del Plan de traba- jo, GestlGn 1974 Sucre: CORDECH

1975 Plan Qunque~~al1976-1980 Sucre: CORDECH

1976 Plan de Desarrollo Agropz cuario de Chuqisaca 1977-1986 Sucre: CORDECH

1977 Diagndstico Econdmico y Social de la Regidn de Chuqui- saca. Sucre: CORDECH

MINISTER10 DE PWEA- - MI ENTO Y COORDINACION Plan de Desarrollo lRural Inte- gaado Chuquisaca-Tar5 j a. Docu- mento de Evaluacidn La Paz: Min Plancoord.

Alain J976 Qautas para la Orga- nizaciSn cooperativista dc la comercializaci6n de 10s produg tos agropecuaxios en Chuquisa- ca. Informe para el Consejo de Administracih de Agro Central Sucre: CORDECH 1977 Propuestas para el plan de Desarrollo de las Coope'ra tivas Agropecuarias de chuqCi- saca, 1976 - 1980 Sucre: s/e ASPECTOS DE ESTRUCTURA SOCIAL

ACCION CULTURAL LOYOLA (ACLO) 1972 Estudio Socioecon6mico provincia Belisaria Boeto Sucre: ACLO

1975 Cs tudio Socioecon6mic0 Provincia Oropeza. Sucre: ACLO

1976 Nuclearizaci6n Chapima yu (estudio de factibilidad) Sucre: ACLO

1977 Zona Rio Chico (informe socioecon6mico) Sucre: ACLO

1979a Estudio Cultural Socio- econtimico Mojocoya y Redencidn Pampa Sucre: ACLO

1979b Es tudio Socioecon6mico de la privincia Hernando Siles Sucre: ACLO

ASPECTOS DE LA POBLACION

INSTITUTO NACIONAL DE 1974 ESTADISTICA (INE) Censo de Poblaci6n y vivienda de la ciudad de Cochabamba.

Naciones UNIDAS 1979 World Population: trends and policies. Vol. ST/ESA/SERA 62 Ginebra NN.UU. CAPITULO IV

GBNERAL

CULTURA RURAL DE HA- BLA QUECHUA FACTORES DE DIFERENCIACION CULTURAL

No es muy apropiado hablar de cultura quechua basados ClnL camente en la consideraci6n del idioma como aglutinante fundamental de una poblaci6n. Esta aflrmac1.6n puede apo- yarse en razones hlstbricas, si se considera que, POT una parte, el quechua fue introducido en estas regiones apenas unos 100 afios antes de la llegada de los espaiioles y, por otra, que lncluso en algunas lugares fue introduci do juntamente con los espafioles. La llegada de 10s espa- Roles ayud6 a expander y, en cierta forma, a consolidar zonas de habla quechua en Bolivia.

La caracterizacibn cultural de un pueblo depende de varios factores y no solamente de la lengua. En la medida en que la incidencia de dichos factores no es igual en la pobla- clan, es posible encontrar contrastes culturales en gente que habla el mismo idioma. Estos contrastes de tipo so- cia1 y cultural muestran que, de hecho, el idioma no es el aglutinante principal. Lo mismo aconteceria, por e jem- plo, si se quisiera hablar de cultura inglesa en la India, o en 10s Estados Unidos.

Es mas conveniente a1 referirse a la "cultura de 10s qug chuas", hablar de su base cultural andina (por la que guar- da rasgos semejantes con 10s aymaras, por ejemplo) y rural.

El origen de las diferencias culturales entre poblaciones que hablan el mismo idioma, especialmente en las zonas de 10s Departamentos de Cochabamba y Chuquisaca, radica en las distintas formas de articulaci6n que estas regiones han tenido y tienen actualmente, con la sociedad nacional. Las diferencias que pueden obsesvarse en las caracteris- ticas culturales de un lugar a otro no se deben explicar tanto por las grnades tradiciones ancestrales de las que pudieran considerarse herederas -sin negar la indluencia que ello pudiera tener sin0 a que de hecho, hist6rica y tambi6n actualmente, estas regiones contrastantes se han vinculado de manera distinta a la sociedad dominante.

Para comprender mejor este punto conviene ilustrarlo coq siderando de qu6 manera Cochabzmba y Chuquisaca partici- pan en el mercado de productos. Los cochabambinos, por ejemplo resultan, en buenas cuentas, medio campesinos y medio negociantes, por las necesidades de comercializae ci6n que tienen. Lo contrario ocurren entre 10s quechuas . . chuquisaquefios que permanecen m5s encerrados en sus va- lles y s6lo participan ocasionalmente o, a1 menos, en mu- cha menor intensidad en el mercado de productos.

En este sentido, y generalizando un poco, es importante entender las diferencias entre 10s quechuas de 10s dos - departamentos por su forma diferente de vincularse con - el resto dc la sociedad. Cochabamba ha tenido una arti- culaci6n muy fuerte y que data de mucho tiempo atrss. Desde 10s ticxpos iniciales de la colonia (LARSON 1978, l98O), todo el campo cochabambino fue organizado como - proveedor de productos alimenticios para law zonas miner ras. Desde entonces , Cochabamba tenia muchas vinculacig nes por el fenheno intensivo de intercambio del que era protagonista. Se podrza aAadir que, a1 mismo tiempo Co- chabamba era tambign proveedora de mano de obra incluso para otras regiones. A ellos se puede atribuir el que, actualmente, en las minas de Catavi y Siglo XX, zonas - Aymaras, se hable quechua.,

Esto influye en 10s comportamientos sociales y econ6micos de la poblaci6n y crea pautas culturales peculiares. El cochabambino habla quechua, ciertamente , per0 a1 mismo tiempo puede estar preocupado por otros problemas que des- bordan su propia regi6n. Aparentemente y de forma parade jica son ellos quienes en algunas oportunidades rechazan el quechua, por ejemplo, cuando se trata de hacer un alma- naque campesino, pero en cambio, aparecen como 10s mgs leales a este idioma en la infonnaci6n censal, porque de- claran seguir hablando principalnlente el quechua en su ca- sa,

Es decir que han creado una especie de cultura propia, no solamente a1 nivel linguistico, sin0 tambien a otros nive- les. Los vallunos llqhochalasl'se mueven en una especie de bicultura, que les permite desembolverse bien en 10s me- dios en 10s cuales tiene que vivir, Esto genera, pues, no solamente una problem5tica de bilinguismo,sino tambien de biculturalismo.

Por el contrario,en Chuquisaca, pese a que la poblaci6n est5 pr6xima a la antigua capital., 10s fentimenos de inter relaci6n con la otra lengua y la otra cultura se han dado con menor intensidad y con las caracterlsticas diferentes. La articulaci6n de 10s quechuas con la sociedad global se dio en este Departamento, m5s a1. estilo que se podria d~ nominar tradicional, casi feudal. Chuquisaca constituia el centro del poder latifundista en el pais. Era el si- tio de descanso de las minas, donde 10s seiiores estable- clan sus haciendas y fincas, en las cuales 10s campesinos servian como trabajadores, como pongos, etc?. . . . Esto con- triT~ly6a mantenerlos mucho miis aislados del mundo exte-. rior. Todas las vinculaciones con este mundo pasaban ca- si necesariamente a trav6s del patr6n. El campesino no tenia acceso a 61, ni siquiera a1 nivel de la lengua,pues el hacendado ee dirigia a ellos por si o por otros, siez pre en quechua. Esta mediatizacih del mundo a trav6s - del patr6n produjo pasividad y docilidad entre 10s campe- sinos y, por tanto caracteristicas culturales distintas. (ACLO 19 700 , Heyduck)

A1 sobrevenir la Reforma Agraria en 1952, la situaci6n - de 10s campesinos en uno y otro departamento, era dife- rente. En ese momento las haciendas en Cochabamba ya se encontraban en descomposici6n y desestructuraci6n. Los antiguos comunarios fueron consgitiendo sus propias tie- rras , cuyos productos , adem5s de cultivar deb fan comer- cializar, dando por resultado una especie de campesino - libre, por descomposici6n de la hacienda (Dandler) . Esto no sucedi6, en cambio, en Chuquisaca.

Otro factor importante de diferenciacih cultural en po-. blaciones del mismo idioma es el demogrsfico, visto des- de dos perspectivas: migraciones y densidad. Quiziis - por ser mSs fgrtiles 10s valles de Cochabamba, el creci- miento de la poblaci6n fue muy acelerado, lo que genera- ba excedentes de mano de obra que o bien migraban, o bien se dedicaban a otras actividades no agricolas. De edlI naci6 la fama -que tiene mucho que ver con la carag terizaci6n cultural de esa poblaci6n- de encontrar cochg bambinos en todas partes, de origen no precisamente cita- dino. Este fenheno de expansi6n de la poblaci6n a otras regiones se dio tambi6n en Chuquisaca, aunque m5s tardfa-. mente y de gente de 10s pueblos, no propiamente campesi- nos- Argentina fue un polo de atraccidn para trabajadg res de todo el pais. La emigxaci6n fue notoria desde Ts rija, en el Sur de Potosi y de Cochabamba. Pero una di ferencia notable es que la poblaci6n emigrante de este Ciltimo Departamento era de extraccion m5s netamente caq pesina. En t6rlr1inos m5s recientes, Cochabamba ha sido tambi6n la base fundamental de migraci6n hacia las zonas de colonizacidn-

El fen6meno migratorio es miis o menos parecido en 10s Dg partamentos de Cochabamba y Chuquisaca, y se produce, de acuerdo a la informaci6n del Censo de 1976, con algo m5s de intensidad en Chuquisaca (HERRERA, 1980) *. Ambas pue- den considerarse zonas de expulsi6n. Pero este fenSmeno es m5s reciente en Chuquisaca y, sobre todo, no genera tanto intercambio. La gente se va y no regresa tan f& cilmente* Esto hace que, en tgrminos generales, el cam- pesino de Cochabamba sea mucho m5s abierto que el campg sin0 de Chuquisaca.

El segundo factor demogriifico importante es la densidad- Cochabamba es el departamento m5s densamente poblado (12-96 ~ab/~m~).Tiene casi el doble de habitantes por 2 kil6metro cuadrado que Chuquisaca (6.96 Hab/Km ), En 10s valles centrales, de Cochabamba esta densidad llega a 2 89.7 Hab/Km en la provincia Jord6n y a 113,6 en la de Quillacollo, mientras que en Chuquisaca ~610dos proviq 2 cias Oropeza y Yamparaez supera 10s 20 Hab/Km y las dg m5s no llega a 10 ~ab/~m~(MEZZA 1980).

Esto origina que la relaci6n hombre-tierra sea mucho mg nor en Cochabamba. En 10s valles centrales, concretamen- te, evta relaci6n es bastante inferi.or a ma hectiirez, La poblaci6n, pues, fuera de la viilvula de escape de 1s migracih, debe dedicarse a activldades no agrirolas: cg mercio, pequefias artesanias, manuf acturas locales, cos- turerxa, soibrereria, etc. Esta actividad, igualmente, lleva a esta poblaci6n a tener rlri frado muy alto de in- terrelacionamiento. Por el contrario, en Chuquisaca,la poblaci6n s6lo tiene estos intercambios cuando tienen - excedentes en su producci6n. Mientras tanto quedan en cerrados en sus tierras y en 10s pequefios intercambios que pueden desarrollar en las ferias locales.

De esta manera, pes, en sintesis si bken nos estamos r refiriendo a una poblaci6n de habla quechua, existen di- ferencias culturales que pueden explicarse por la forma Cistinta como grupos humanos se articulan con la socie-. dad global.

* Var el Cap. 3 del presente informe. Las di fcrcncias culturalcs anotadas cn cl, aciipitc antcri.or puedcn ubicarsc mcjor reallzando una zonl l I zacibn cu l tura I, do1 %rca geogrefica cub~erta por 10s 1)cpartamcntos tlc Co- chabambs y Chuquisaca. Para una mejor comprcnsldn de lo* mapas presentados a contlnuacldn, conv lene expJ.icar cl signlflcado del c6digo aslgnado a las dlfcrcntcs zonas,

--Zona 1: Constitulda por el Valla bajo de Cochabamba, .Re- racterizada por su alto billngUismo con una menor lealtad a1 quechua (language loyalty). En esea zona existe una mayor incorporaci6n, a1 mercado agric~la(hor talizas, lecheria, . .) y bastante - act ividad no agr icola.. Se caracteriza igualrnen-. te por su alta urbanizaciGn, especialmente en Quillacollo y Cercado (Camacho SAA] .

Zona 2: Constituida por el Valle Alto de Cochabamba- Ca .- .- - - racterizado por un alto biJ.ingtflsmo, junto con una tambi6n alta lealtad idiomiitica a1 quechua, inclusive en 10s pueblos, Existe mucho inter- cambio comercial, no solamente agrlcola Un - porcentaje de la produccion agricola, y toda la produccih no agricola esth dastinada a la venta (Camacho Saa)

Zona 3: Esta zona es muy semejante a la si-gulente, Zona 4, de las alturas y valles perifgricos, difereq ciada solamente por encontrarse en la frontera con el castellano y, por tanto, recibe mucha mg yor inf luencia de Bste.. Alto grado de bilingffrhs- mo - All? estarian incluidos , Villa Fer- nando, Pojo DEPARTAMENTO DE COCHABAMBA - 113 -

D E PARTAMENTO DE CHUQUISACA -Zona, i: Comprende las alturas y valles perifericos del departamento de Cochabamba, el bilingtiismo es menor que en las zonas anteriores, con alta 1g altad idiomiitica hacia el quechua. Se depende mucho m&s de la agricultura de subsiscencia en la vida productiva. Existen menos contactos con 10s centros urbanos, y por tanto una manor influencia de ellos (SIMMONS 1971, DORSEY 1975) En esta zona existen algunos enclaves mineros, como son las minas de Cami, Bolivar y Cerro Grande, que podrian ser algo diferentes en la caracterizaci6n de la zona. Tambi6n deben considerarse 10s enclaves aymaras existentes en esta zona, sobre todo en Tapacari y Ayopaya y que presentan tambi6n algunas difg rencias con relacib a esa zona de periferie) (ALE0 1980)

Zona 5: Esta es una zona de transici6n entre las zonas 4 y 6 , es decir, entre la periferie y el aislz miento. Seria una zona un poco diferente a1 re2 to del departamento de Chuquisaca, que es en gg neral bastante homogiheo, quiz& por ser un si- tio de paso y con una agricultura m5s inserta en el nsrcado. Es la zona en torno a Rio Chico (ACLO 1970).

Zonb 6: Representa prscticamente el resto de 10s sect2 res quechuas del Departamento de Chuquisaca,el cual es bastante homogheo y caracterizado por un pronunciado aislamiento, el miiximo monolin- gUismo quechua y una miixima lealtad idiomiitica. Existen indicios que la frontera castellana tiende a avanzar ha- cia el Oeste (AEBO, 1980, Ver piriimide de edad en Chu- qulsaca rural)

En Chuquisaca se puede encontrar una zona que tiene ca-, racteristicas parecidas a la tres y la cinco, es decir, perif6rica bilingtie, en torno a Camargo*

Vale la pma mencionar, tambi6n la zona de colonizacl6n del Departamento de Cochabamba, el Chapare. Aquf ,, por la adopci6n de otro tip0 de agricultura, orientadn to- talmente a1 mercado, se crean otras expectativas y relg ciones que cambian la estructura econ6mica, familiar y social, y tieneri repercusiones importantes en el idioma.

En esta zonificaci6n socio-cultural, el nfimero asignado a cada zona muestra su proximidad o lejanla respscto de la cultura castellana. Sin embargo, las diferencias e- existentes, provocadas por el grado de articulaci6n con la sociedad nacional, no son tales que no podamos encon trar muchas semejanzas culturales en todas esas zonas?

Desde el punto de vista de un proyecto educativol, es ng cesario atender no solamente a1 problema lingtiistico,~~ no cultural en general, sabiendo que bajo una aparente homogeneidad lingtllstice se manifiestan diferencias - cul turales de cierta importancia.

Sin embargo, no parece que esta diferenciaci6n manifes- tada en la zonif icaci6n, exij a planteamientos diferen- tes del proyecto de dducaci6n bilingffe; per0 si exigir5 un cuidado especial de la eleccih de 10s sitios de apli- caci6n, y algunas modificaciones en la metodologia, de - acuerdo a1 mayor o menor grado da bilingtiismo y bicultu- ralism~existente en la zona elegida. 3, DIFERENCIAS DIALECTALES EN EL QUECHUA

Las diferencias dialectales del quechua hablado en 10s De partamentos de Chuquisaca y Cochabamba son minimas, si se compara. el quechua de este Departamento con el que se ha bla, por ejemplo, a1 norte de La Paz? Todas estas varian- tes dialectales del quechua de Bolivia pertenecen a1 mi5 mo grupo dialectal, conocido como el quechua c~7~quefi0,el cual a su vez es parte del llamado quechua I (TORERO 1970) del Sur del Per6 m5s de Bolivia, y que no presenta problg mas de inteligibilidad interdialectal, en contraposici6n a lo que pueda suceder con otras diferencias dialectales ,co mo las que existen en el centro del Per6 y Ecuador.

El problema de las diferencias dialectales se ha ventila- do mucho a nivel internacional, sobre todo por algunos ez critores publicados en PerG? (TORERO 1970, PARKER 1963, ESCOBAR 1974 ) . El problema puede ser grave allf , per0 no aqul. Se podrla decir que la diferencia que existe eq tre el mod0 de hablar de 10s castellanos lcollasly 'cam- bas1, es mayor que la que existe entre 10s quechuas de las zonas en estudio?

Se pueden encontrar algunas diferencias de vocabulario; por ejemplo el cochabambino le dirii a1 sordo: Oqara (pr6q tamo Aymara), mientras que el de Chuquisaca mantendrii un quechua m5s puro y le dirh llujtlu . Existen tambien a1- gunas diferencias en la pronunciaci6n (e jemplo noqa vs fig qha 'yo1) y en el uso de algunos sufijos (ejemplo -ka-pu, vs Ku-pu 'se lo1 En realidad, la principal diferencia dialectal proviene de la mayor o menor influencia del castellano. Se tra- ta de una diferencia en el grado de bilingliismo de la poblaci6n que puede ser localizado en 10s mapas de las pgginas precedentes y en 10s cuadros de Alb6 1980. Por tanto la incidencia principal de este factor estarg en el vocabulario m5s o menos castellanizado o mgs o menos puro quechua. Por otra parte, la pronunciacih tambien sufririi la influencia del castellano. Los sonidos tZpg camente quechuas se conservargn en las zonas de menor influencia del castellano y se perderiin en las de mayor influjo. Por ejemp10,el sistema de vocales permanecerg como a, i, u en las zonas de ~niiximomonolingliismo y en las de miiximo bilinguismo se tendrg el sistema completo castellano, a, e, i, o, u, inciusive en quechua.

Otras comple j idades morfol6gicas o sintgcticas, experg mentargn el mismo proceso, de acuerdo a1 grado de biliq gtlismo , como qued6 ya dicho (ALBO 19 74).

Los problemas derivados de las variedades dialectale2 para el proyecto de educaci6n bilingUe no son muchos ni muy complicados. Se podrgn elaborar textos para todas las zonas, sin mayores dificultades. Pero tanto en 10s textos, como en la metodologza en aula, ser6 importan- te destacar m5s 10s contrastes entre las dos lenguas, cuando el proyecto est5 destinado a monolingtfes quechuas que cuando se orienta a bilingtles. (HERRERO Y SANCHEZ de L. 1978. para Cochabamba; STARK, para Chuquisaca). 4. CARACTERIST ICAS CULTURALES

Caracterizar culturalmente a una poblaci6n es analizar a- quellos comportamientos estructurados y estnndarizados de un grupo social que comparte hist6rica y geogriificamente un ambiente, en este caso, el ambiente ruial quechua, No se tomariin en cuenta rasgos culturales de 10s grupos que- chuasurbanos, es dscir, aquellos grupos bilingffes que mGs participan de un hbito bicultural castellano-quechua,

Las caracterhticas culturales del grupo quechua rural - pueden referirse a las pautas bajo las cuales organizan - su vida econemica, a las que conforman las relaciones en- tre grupos humanos y aquellas que norman su cosmovisi6n y sistema de valores,

4 Pautas culturales & vida econ6mica.

Se ha creido por mucho tiempo que la unidad econ6mica en base a la que se explicaba todo era la comunidad. Hay - que discutir esa concepci6ne Es muy claro en toda la vida de 10s pueblos andinos y sobre todo en las zonas de Chuquisaca y Cochabamba que la unidad bgsica de la econo- mla es la familia.

Este hecho se explica a partir de una visi6n hist6rica - de la cultura andina. La estructura econ6mica tenia su eantro regulador en algGn grupo ,establecido en la puna, per0 que tenia control sobre el valle (MUTTA 1972)? Den- tro de este tip0 de economia Andina, 10s territorios que ahora forman parte de 10s Departamentos de Chuquisaca y Cochabamba constituyen zonas perifericas y por lo tanto no vivian quiz6s con la misma intensidad y fuerza todo el esquema organizativo tanto de la vida productiva como de la social. Podian, en alguna forma considerarse como - 'coloniasl, inclusive antes de la llegada de 10s espafio- les lo cual, por otra parte, 10s hacla m5srreceptivos ha- cia las cosas nuevas que ellos triifan.

La cultura andina tuvo menos fuerza en estas partes que, por ejemplo, en el Altiplano o en el Cuzco, donde hasta ahora se conserva un estilo de vida influido por las vie- jas tradiciones ancestrales.

Para 10s espafioles resultaba, tambien, mucho m6s f6cil y Gtil la penetraci6n en estos valles. Influia 9n ello la posibilidad de encontrar mejores condiciones para su die- ta, cuya base era el trigo, puesto que en el Altiplano les costaba trabajo acostumbrarse a la papa, y de implan- tar m5s de nuevos estilos de trabajo. De all: que inst2 laron numerosas haciendas en 10s valles. Pero, a dife- rencia de lo que acontecia en el Altiplano, en donde la hacienda se cimentaba en la agrupaci6n de varias comuni- dades, en 10s valles las haciendas desestructuraron el sistema anteriormente vigente. Hoy por hoy aGn la misma denomi.naci6n muestra esa desestructuraciSn: no se llaman "es tanciasff ni ffcomunidades", s ino flranchosfl.

La hacienda se present6 como una imposici6n desde arriha y, en gran parte, constituia la unidad econ6mica de pro- ducci6n: a nivel comunal, per0 a1 desaparecer, fue la unidad familiar la que se convirti6 en la unidad bssica productiva. Slstema de reciprocfdad-

Debido a1 ciclo agrlcola anual, 6poca seca y 6poca de 112 vias, no todo el afio tiene el mismo nivel de intensidad en la activldad campesina. Existen momentos en 10s que esta actividiad cl; mayor y requiere m6s mano de obra, por lo que la unidad familiar no se basta por sl sola? Enton- ces acude a ciertos sistemas de reciprocidad,heredados en gran medi<.a de la cultura andinar Tres podrzan ser 10s s istemas m5s importantes de reciprocidad: el Ayni, la Minka, la Faena,

El Ayni lleva a un intercambio reciproco de ayuda en 10s mismos tgrminos, Normalmente se re fiere a trabajos agri- colas, per0 que puede darsc en otros muchos aspectos. Por ejemplo, se puede intercambiar la ayuda de una persona a otra oportunidad* Otro ejemplo podria relacionarse con la asignaci6n de cargos comunitarios; alguien hace a una pe2 sona Alcalde Escolar, para que, siendo ella autoridad, re- ciproque de forma parecida a quien lo llev6 a esa situaci6n.

Minkf a, en cambio es una forma de ayuda mucho m5s parecida a la retrlbuci6n salarial. La invitaci6n que hace una fa- milla a otras personas a trabajar, es retribuida no solamen- te con la alimentacih, sin0 con alguna forma inmediata de pago, de tal manera que no queda ninguna obligaci6n posterlor con quien prest6 el servicio? Implica, en qui6n solicita el servicio, una relativa mayor abundancia inmg diata de bienes que 10 permite pagar una vez terminada la prestaci6n del servicio- La Mink'a es frecuente en el De- partamento de Cochabamba, donde se dan incluso algunas si- tuaclones aparentemente parad6j icas, La gente de las es- tancias que viven en las alturas y producen papa, requie- ren mano de obra adicional para la cosecha; 10s de 10s va- lles, socialmente m5s ricos que 10s de las alturas, se hg cen jornaleros de estos Gltimos, para ser pagados en papa, con lo que solucionan el problema de la adquisici6n de es- te producto. La ~linkla;puede ser pagada en dinero o en especie.

La Faena es la colaboraci6n a un trabajo comunal, en el sentido de que en el debe trabajar prgcticamente toda la gente, en beneficio sea de un individuo o sea de toda la comunidad. La faena recibe diversos nombres de acuerdo - a1 tip0 de trabajo a realizar. En Cochabamba y Chuquisa- ca es muy comGn lo que llaman"arkfa pichay, es decir,lim- pieza de la acequia, que es de necesidad colectiva. Cua; do la Faena es convocada por una autoridad, esta tiene - que proveea a1 grupo que trabaja de alimentaci6n y bebida, y otros servicios, segGn las costumbres. En otras ocacio- nes, un particular con una cosecha a punto de perderse, puede solicitar a toda la comunidad que vaya a recogerla durante uno o dos dZas. El que solicita esta ayuda tiene la obligaci6n de dar de comer y beber muy hien a 10s tra- bajadores, no teniendo ninguna obligaci6n posterior con - ellos, por haberlds alimentado.

La adhesi6n a estas formas de expresi6n cultural en la vida econSmica depende de mayor o menor acceso que la ge: te tenga a1 capital rodante. Cuando lo tiene, es miis fC- cil que opten por la ?linkla o, simplemente, por la contrg taci6n de peones, a 10s que pagarHn jornales que oscila- r5n entre $b. 20.00 a $b. 50.00. Si no tienen acceso al, capital, p~obabiementeacudirCn a 10s tipos de ayuda mutua tradicional mencionados anteriormente. Aunque en otro lugar habrii una referencia mhs explicita a este punto, puede adelantarse que estas costumbres for- mad parte del contenido de la educiacibn tradicional in- formal, que va pasando de generacih en generaci6n. Es- tas prhcticas son transmitidas de padres a hijos, quienes son incentivados a mantenerlas , aparentemente con la in- tenci.6n clara de conservar vivas tales manifestaciones - de la cultura andlna rural? Pero la comunidad, tambign, coadyuva en esta funcih educativa; quien no cumpliera - con este tip0 de expectativas de reciprocidad, seria ma1 visto por la comunidad y hasta despreclado, motivando in- c3.uso su alejamiento,

-El fenomeno migratorio?

Las regulaciones para el acceso a tierra tanto en Cocha- bamba como en Chuquisaca son otro indicador importante - de que es la familia, en estas ?onas especialmente, la unidad productiva biisica, Si la comunidad se hubiese man- tenido como la unidad bhsica, se habrian mantenido tambi6n algunos mecanismos de reproducci6n de esa unidad para la supervivencia de la comunidad. A1 no haberse mantenido, lo que queda es Gnicamente la posibilidad de parcelaci6n de la tierra entre 10s hijos de una familla, hasta llegar a1 minifkndio y a su consecuencia obvia, la expulsibn de la poblgci6n por fzlta de espacio para el trabajo agrzcg la.

Esta acentuada fragmentaci6n de la tierra ha 1le.dado a a5 tuaciones peculiares en el campo smcial, tales como la - frecuencia tan grande de pleitos por probmemas vinculados con la'tierra: uso de acequias, fragmentaci6n por surcos. La tierra se ha convertido en un recurso tan escaso, que lleva a este tip0 de conflictos. Si la unidad productiva fuera la comunidad, esto no tendria por qu6 ocurrir, ya que atenderia cnntra la vida misma de la comunidad. Por otra parte, como ya se ha sugerido, la escasez de tierra ha convertido. a la emigracidn en parte regular de la vida a1 hacer de ella una norma general en 10s valles centra- les , especialmente de Cochabamba, 10s m5s poblados .

No obstante 10s fen6menos migratorios tan acentuados, la poblaci6n de 10s valles cochabambinos sigue creciendo. Lejos de estancarse, la poblaci6n sigue un dinamismo que la coloca entre las de m5s alta tasa de emigracih dentro del pais.

En crecimiento demogr5fico obliga a buscar otras formas - de vida en otros lugares, fen6meno que no tendria por qu6 ocurrir si en 10s valles centrales de Cochabamba pudiera darse cabida &I desarrollo de pequefias industrias que ab- . sorbieran una mano de obra abundante y barata. Los pro- gramas educativos en estas zonas debieran promover o acorn- pafiar tales process0 de semiindustrializaci6n.

Otro aspect0 de la cultura apoyado en la peculiar vida e-. contjmica, que llevan 10s campesinos de estos valles, es - el inicio de la vida authoma, familiar, con motivo de emigraciones. Es frecuente encontrar j6venes en edad ca- sadera que emigran buscando mejor fortuna, ocasi6n que les sirve para iniciar noviazgos que, muchas veces, terminan en matrimonio.

Las caracterfsticas migratorias sefialadas se presentan - con un poco menos de intensidad en Chuquisaca, quienes a1 igual que 10s cochabambinos, se dirigen tanto a la Argan- I I como a las zonas dc colonizacidn.

Mientras no se d5 la transicidn a actividades no agricolas, y sc est6 a merced de 10s riesgos del trabajo de la tierra, buena parte de la vida religiosa de 10s campesinos gira cn torno a la agricultura para asegurarse de que la cosecha. sc r5 buena, o de que no vendrii 13 sequia o la helada, lis t> mGn observar campesinos en Cochabamba, sobre toclo en cier, tas festividades, llevando piedras a las misas y ceremonias religiosas, piedras que son interpretadas com apariciones de santos, Esto es parte del culto a la Pachamama o madre Tierra, que sobrevive en todas partes, como una expresi6n de ansiedad o como una nscesidad de ayuda.

Desde el punto de vista mercantil, es interesante anotar - que solamente una parte de la producei6n se convierte eq mer- cancia, con la que consiguen algGn dinero que luego cambian por otra mercancia. Este proceso mercantil es solamente - parcial, porque cemprende una parte relativamente pequefia - de la economia campesina, En las zonss menos castellaniza- das (seiialadas con 6, en el mapa), la produccidn es apenas para la autosubsistencia: se produce para comer. Hace unos 50 a 60 afios, estas familias producian tarnbi6n su vestimen- ta y su habitacidn, con la que dependian mucho menos de afue- ra. La primera entrada que ha tenido el mundo externo sggu ramentc Tuc en cosas que no son de comer, sin0 en lo necesa- rio para vestirse o para cubrir otras necesidades socia- les incluidos 10s requisitos escolares. I-Ioy por hoy puede afirmarse que la mayoria de esta poblacidn viste y calza con cosas compradas; aunque no todos , ciertamente, puesto que algunos se distinguen por confeccionar, por ejemplo, ba- yeta, que ser5 usada en la ropa de trabajo diaria. Empero, 1:~: In mutliclu on quo su protl~~cci(in!;ca hhn I c;rjmcntc Oc au12 sutrsi stcnci u, urlu pc~rtuvl t

Pautas cul turales -vida social.

- La familia

A1 ser la unidad econ6mica de produccl6n, la familia es tambi6n la primera c6lula de la organizacl6n social.

Lo miis comGn es encontrar la familia de tip0 nuclear, con una unidad monolftica en torno a1 padre, formada por madre y 10s hijos. Sin embargo, en no pocos casos ser5 fgcil hallar participando de la vida familiar a otros miembros relacionados con uno u otro c6nyugue (a buelos) o con la nueva familia de alguno de 10s hijos ya casados ,que temporalmente habi tar5n en la casa pater- na. En algunos si.ti.os, sohre todo cn Cochahamha, encontrare- mos unidadcs familiares anormales; es decir, mujeres sg las con 10s hijos, sin el. csposo o familiar con madres solteras que vi.ven con sus propios viistagos en la casa de 10s padres. Este fenheno puede explicarse, en geng ral, por la posibilidad de la mujer de realizar activi- dades no agricolas, y por consiguiente, independiente - dcl var6n. Esas actividades no agricolas, por consi- guiente independientes del var6n. Esas actividades an- teriormente secundarias, pasan a convertirse en la fueq, te principal de i.ngresos de la mujer, la que puede asi vlvir sola.

La escasez de tierra llev6 a las mujeres a lograr esa relat iva independencia, dedicgndose a la costura, el co- mercio, la elaboraci6n de alimentos o de chicha, espeei- ficamente para Cochabamba. Esta relativa independencia de la mujer no constituye una norma general, sin duda, per0 es bastante frecuente hallarla en 10s valles cocha- bambinos. En Chuquisaca, las actividades tradicionales son, todavza, las preponderantes y por esos con m5s di- ficultad se hallarg esta forma en alguna medida an6mala de organizaciSn de la vida familiar.

La unidad familiar es muy importante desde el punto de vista econ6mico. Pero, ciertamente, otro punto de refe- rencia b6sico de la vida y organizaci6n social es la cg munidad.

iC6mo se da el paso de la unidad familiar a la comunidad en &a vida social? Es importante analizar ese punto" La familia os la unidad bgsica, pero necesita una se- rie de relaciones de ayuda de un tipo u otro, que su- peran la esfcfa familiar. A1 principio esa ayuda po- ls dr5 encontrarse entre otros familiares pr6ximos (pa- dres , hermanos, hermanas). Pero como este tip0 de ayuda no puede ocurrir siempre regularmente, se instL tucionaliza otro tip0 de relacih que se suele llamar de 'parentesco ritual o ficticiol y que se conoce co- munmente coma el 'cornpadrazgo t . Pueden encontrarse - dos tipos de compadrazgo: el horizontal y el vertical

El compadrazgo horizontal se realiza entre iguales, - como una manera de expander la linea normal familiar a otros miembros de la comunidad. Pero a medida que las necesidades crecen y el contact0 con la otra cul- tura se hace miis frecuente y estable, va ddquiriendo fuerza el compadrazgo vetical, que vincula a1 campesi no con gente de otro nivel social.

Aunque no se tienen evidencias empiricas, parece poder .* decirse que el compadrazgo vertical es mucho m6s f~ed- cuente en sitios donde el movimiento comercial es ma- yor. En lugares perifericos, prevalecers el compadrgz go de tipo horizontal.

Antes de la Reforma Agraria el compadrazgo vertical - se realizaba con el patrh, lo cual daba ciertos pri- vilegios a1 campesino, per0 aumentaba a1 mismo tiempo la subordinaci6n de Bste a1 hacendado. Con posterio- ridad, y en tiempos recientes, se ha extendido el coz padrazgo polztico, con parecidas caracteristicas. Esta forma peculiar de extender 10s lazos familiares por medio del compadrazgo no parece atribuible a la cultura andina. M5s parece producto de una especie de simbiosis entre algtin tip0 parecido de priicticas andinas y una cos- tumbre que viene de antiguo en la pr3ctica de la cultura occidental- Las prgcticas sacramentales (bautismo, ma- trimonio) de la Iglesia Cat6lica IlevnDan consigo el es- tablecimiento de un cierto parentesco espiritual- De es- ta forma surgian padrinazgos que establecian una relaci6n entre amigos que implicaban algunas obligaciones para con 10s 'ahi jados ' y con sus padres (que se convertlan en corn padres). Vale decir que el compadrazgo refleja un esque- ma de cultura colonial.

Por consiguiente, valga La pena reiterarlo, no se puede hablar proplamente de una 'cultura quechua' o de una 'cul- tura andina', en un sentido estricto, sino de versiones con ciertas caracteristicas andinas, de la cultura o suk culturas impuestas por la situaci6n de dominaci6n colo - nial a la que estuvieron sometidos estos pueblos. Esta que podriamos llamar la penetraci6n hispano-criolla-rep% blicana en las culturas nativas, es una muestra m&s de lo que anteriormente se dijo: la importancia de las rg laclones de un pueblo con la cultura de la sociedad glg bal para sus propias manifestaciones cltlturales. Y en es- te sentido resulta dificil hablar hoy. propiedad, de una cultura quechua.

- La comunidad.

Miis all5 de la familia, 10s parientes, y 10s otros parien- tes ficticios o compadres, la otra unidad tipica es la cg munidad. La demon.inaci6n de esta unidad podrii haber su- frido alteraciones, de acuerdo a1 tiempo y a1 lugar, pg ro, sea como derivaci6n de la organizaci6n de las anti- guas haciendas o de la organizaci6n comunal primitiva - existia desde siempre una estructura minima de organiza- ci6n social entre un grupo de 20 a 200 familias geogrii- ficamente cercanas y que comparten un mismo esquema de autoridad, de asambleas delibsrativas, de actividades - sociales y de simbolos comunes. Esta unidad puede lla- marse gen5ricamente la comunidad, y su organizaci4n bii- sica lleva hoy el nombre de l'sindicatol'.

Anteriormente a la Reforma Agraria, 10s dirigentes comg nales habia que buscarlos entre 10s "Ji1akatas1' y en el caso de las haciendas, entre 10s caciques subordinados a1 patr6n o la mayordomo, como capataces. Sobre esas - bases se formaron 10s actuales sindicatos, que en el campo significan, en realidad, la estructura visible de la unidad comunal. Consecuentemente, las autoridades co comunales llevan hoy el nombre de, por ejemplo, 'Secre- tario General del Sindicaton o siemplemente 'sindicato'.

La fuerza sindical que la organizaci6n comunal ha cobrg do a1 presente, debe explicarse primer0 por las luchas de propiedad de la tierra y posteriormente por otras - luchas econ6micas como, por ejemplo, 10s precios tanto de 10s productos agricolas como de 10s articulos de - consumo. (DANDLER 1969justicia y Paz l97S), y otras - luchas de tipo politico. . Empero, anteriormente y abn tod~vzahoy, la actividad de la organizaci6n comunal se refkria a la organizaci6n de tareas comunitarins y ceremonis.les de distinto tip0 (caminos, construcci6n de la escuela, fiestas . . . . etc.)

Conviene entender este aspect0 para no ver el sindicato s6lo desde un punto de vista m6s propio de la organizi ci6n de 10s trabajadores en la producci6n industrial, Si bien el nombre de sindicato reviste hoy algunas ca- racteris ticas de modernidad, hay que comprender que , en el fondo, refleja tambi6n la antigua organizaci6n comu- nal, que es normal encontrarla en las zonas rurales que todavia no han ingxesado a la economia de mercado. Cuaq do ya la comunidad ha ingresado m5s intensamente a la economia de mercado, es frecuente encontrar una cierta fragmentacih de esta unidad, porque cada agricultor se relaciona directamente con el mercado -

Pero este fen6meno de desestructuraci6n de la unidad cg munal ahno ha alcanzado a la poblaci6n de 10s valles y punas de Cochabamba y Chuquisaca, exceptuando, quizas el Valle Bajo de Cochabamba, donde, por la proximidad a1 centro urbano, empieza a multiplicarse el pequefio productor no vinculado a un sindicato y directamente re- lacionado con la ciudad.

Probablemente se encontrargn algunas diferencias en la forma de vivir la unidad comunal, per0 sergn solamente matices, tales como la asiduidad a las reuniones, por ejemplo, o la manifestacih permanente u ocasional (pe- riodos de crisis) de la unidad comunal. Pero,como tras- fondo general, puede decirse que la organizaci6n comunal sigue funcionando s6lidamente en la gran mayoria de pg blaciones del territorio cubierto por el Proyecto de Aparentemente podr5 considerarse antinemico reconocer a la familia como la unidad fundamental de la vida econ6rni- ca y a1 mismo tiempo reconocer a la comunidad como la unidad fundamental dc la vida social. No existe ninguna contradiccih en las anteriores consideraciones. Sobte todo desde el punto de vista cultural, a1 ser la familia la base de la vida econ6mica, sigue siendo tambi6n la u- nidad fundamental a partir de la cual se construye todo lo demiis. El proceso de socializaci6n de 10s nifios, - por e jemplo, queda encomendado bgsicamente a la familia: las nifias a1 cuidado de las madres y 10s nifios a1 cuida- do de 10s padres. Igualmente, la familia tiene especial importancia a la hora de educar en ciertos valores, nor-, mas morales, etc.

La importancia de la comunidad en la vida social comien- za cuando la actividad familiar va m5s allii de 10s limi- tes de la satisfaccih de las necesidades bgsicas, y en ese momento dejan de ser estrictamente familiares para convertirse en comunitarias, aunque basadas en la uni- dad familiar.

La comunidad desarrolla, como tal, una serie de activida- des en torno a su organizaci6n (el sindicato), la cual llama a reuniones y asambleas peri6dicas, asi como a trg bajos a desarrollar dentro de ciertos proyectos comuna- les : cons trucci6n de acequias , muros de defensa . . . ca-

si todos ellas vinculados con el mantenimiento fundamenw tal de su vida, 10s terrenos de cultivo. De igual manera, la actividad comunitaria se desarrolla en torno a algunos que pudieran considerarse simbolos - comunitarios: la capilla, la escuela, el cementerio. - Conviene destacar hoy en dia la importancia de la cancha de filtbol, como un simbolo comunitario, y especialmente, de la escuela. La escuela se halla en muchos sitios es- trechamente ligada a1 sindicato, no solamente porque - con mucha frecuencia le sirve como sede, sin0 porque ns ci6 con la vida misma de 10s sindicatos. Una de las - primeras tareas de la organizaci6n sindical fue construir o refaccionar la escuela, lo cual sirvi6 para extender el sistema educativo escolar, pues la proliferaci6n de 10s sindicatos constituy6 un elemento de presi6n ante las autoridades para la edif icaci6n de escuelas.

Tal es la importancia de la escuela que muchas veces,al verse sobrepasada su capacidad fisica por el ntmero de alumnos, origin6 divisiones en el sen0 de las comunida- des, a1 tener las familias que construir otro centro es- colar.

El aniilisis de las pautas culturales que rigen la vida social, hemos considerado hasta aquljel papel de la fa- mklia y de la comunidad. Hasta la reforma Agraria era frecuente encontrar una unidad m5s amplia, el pueblo de vecinos, en torno a1 cual se ubicaban muchas comunida- des, ranchos o estancias. El pueblo era por ejemplo el centro de origen de ciertas celebraciones festivas, co- mo el carnaval, que iniciadas all5 se continuaban de comunidad en comunidad hasta regresar a1 pueblo para su culminaci6n. Y por supuesto, el pueblo era la sede de actividades superiores y de ciertos servicios que cu- brian un 6rea rural con muchas comunidades dependientes . La Reforma Agraria desestructur6 muchos de estos pueblos, lo cual ocasion6 su pronta decadencia. Un ejemplo claro es el de Vacas, en el Departamento de Cochabamba. Pueblos pr6speros perdieron su vigencia y su centralidad con relaci6n a las comunidades circundantes y la importan- cia de determinadas clases sociales (mestizos, vecinos) que debieron emigrar. Los pueblos, entonces, fueron ocu pados por 10s campesinos, per0 no tanto como grupo social de control de las comunidades circunvecinas, sino como una unidad diferente, a1 lado de las otras, con mayor prestigio social, por el ascenso que ello significa, pg ro sin el caracter de centralidad que tenia anteriormen- te. Y por otra parte varias comunidades se nuclearon en Cochabamba (BARNES 1971).

En algunos casos, de manera excepcional, a1 lado de 1 pueblo tlpico de vecinos surgi6 otro pueblo competitivo, el campesino. El caso m5s notorio ha sido el de Ucure- fia, que surgi6, con la Reforma Agraria, en frente de cli- za. El centro se fue desplazando hacia Ucurefia prom- cando numerosos conflictos entre ambos pueblos, identifi- cados cada uno con llderes politicos opuestos entre si. Un caso parecido fue el de Redenci6n Pampa, en Chuquisa- ca, surgido como a1 crearse un pueblo campesino en torno a su escuela rural, y contrapuesto el cercano pueblo tra- dicional de MOJOCOYA.

Las anteriores son algunos casos excepcionales. Lo m6s comGn sobre todo en Cochabamba ha sido que las comunida- des rurales adquieran mayor importancia sin llegar a formar nuevos pueblos. Y si anteriormente la organiza- ci6n social del agro nacza en la familia,pasaba por la comunidad y culminaba en el pueblo, actualmente se en- cuentran muchas cornunidades diseminadas y m5s autonomi- zador junto a pueblos decadentes y no pocas veces en con£ licto de sobrevivencia frente a las comunidades . So lamente de cuando en cuando ser6 posible encontrar a1- gfin pueblo con m5s fuerza? Este fenheno es mucho m5s claro en Cochabamba, donde algunos pueblos siguen desa- rroll5ndose pu j antemente, como Quillacoll o, Punata,Cli- za o Aiquile- Existen otros pueblos deczdentes como Vacas, Arani, Tiraque (SIMMONS 1971 ) ha estudiado dos comunidades de este dltimo pueblo y en 61 describe ce mo Tiraque ha ido entrando en decadencia por efecto de la comunicaci6n directa establecida entre Punata y las estancias, lo que ocasiona que la gente ya no pase por Tiraque- La gente de este pueblo ha tratado de recupe- rar su posici6n organizando una feria, per0 que no ha. tenido el Sxito esperado, En Vacas aconteci6 algo si milar, un pueblito muy chico Rodeo, que organize una feria que ha desbancado a Vacas.

En Chuquisaca ocurre algo diferente. Se mantiene m5s la estructura traditional, Por e jemplo, Yamparaes si- gue siendo todavia el centro de una serie de comunida- des o ranchos; es el caso tambien de Tasabuco, donde se han mantenido las comunidades m5s tradicionales, Ademhs, por ser tan bajo y diferente de Cochabamba el nivel de inserci6n en el mercado, son mucho menos fre- cuentes las ferias semanales* Inclusive puede decirse que en muchos casos exista solamente una fiesta anup.1, en la que se realizan 10s principales intercambios.

- Rclaciijn hombre mujer.

Otro aspect0 de interes para un programa educativo,den- tro de las pautas culturales de la organizaic6n social, es la rc1aci.h hmmbre-mujer. Como en la mayorza de leas socicdades agrarias, cn el. camno de Cochabamba y Chuqui- saca existe una muy clara distinci6n de roles. Esta di- ferenciacidn serB mBs marcada entre las poblaciones de las zonas perif6ricas y aisladas (Zonas 6y 6) y existi r5 sin tanta rigidez 10s Valles Centrales de Cochabamba (Zonas 1 y 2).

SegGn esto, la mujer estarB dedicada a la preparaci6n - de 10s alimentos y a1 cuidado de 10s nifios; el hombrepa las actividades que impliquen fuerza fisica, en las ta- reas agricolas o en otras. Inclusive, en el cultivo de la tierra, el hombre ser5 el encargado de realizar las tareas m5s duras(roturnar, sembrar..), y la mujer se le unirB en las tareas mgs f Bciles (deshierbe , cosecha. . ) . A1 nivel de ventas, el hombre vender5 10s bueyes o las vacas, y la mujer serB la encargada de vender las cosas m5s pequefias, caseras, etc, En la vida social, la actL vidad pdblica corresponde a1 hombre y la actividad pri- vada, a la mujer, La organizacidn de 10s sindicato,por ejemplo, distribuye sus responsabilidades ~610entre - 10s hombres y son ellos quienes asisten regularmente a las reuniones y asambleas comunales. Solamente en caso de ausencia o imposibilidad del hombre, asistirg la mu- jer, para que la unidad familiar no quede a1 margen de decisiones. En este caso las mujeres no participan muy activamente. Estas mismas diferencias pueden observar- se a nivel ritual, en las celebraciones y fiestas, por ejemplo, es el hombre quien toca las instrumentos y la mujer solamente baila y canta.

El descrito puede considerarse el modelo tlpico de las relaciones hombre-mujer en la sociedad agraria. Pero - este modelo va transform5ndoseY juntamente por las cau- sas ya mencionadas con anterioridad. El corltacto con - el mundo exterior y el 'alejamiento de la actividsd agri- cola tradicional, en beneficio del comercio ha origina- do algunos cambios. Ultimamente es comGn encontrar en 10s Sindicatos una Secretaria de Vinculaci6n Femenina. En 10s pueblos (no en comunidades) existen varias alcal- desas. Y en la actividad comercial, como emergente de la necesidad de redondear 10s ingresos de la canasta fa- miliar, el papel de la mujer llega a ser muy importan- te. baste ~bservarlas ferias, que han originado la a- parici6n de las famosas flchateras'l. Esto ocurre tanto en Cochabamba como en Sucre, con la diferencia de que en Cochabamba este EenSmeno puede observarse incluso en las comunidades y en Sucre queda mgs restringido a las zonas de transici6n.

A pesar de la distiric16n d~ roles mencionada, puede de- cirse, sin embargo, qae el peso de lag decisiones fami- liares recae sobre ella: utilizaci6n del dinero, com- pras a realizar, comportamiento de 10s hijos, etcp Me- rece especial consideraci6n el valor que tiene su opi- ni6n en la vida familiar para el desarrollo fructifere dc cualquicr programa innovativo para la comunidad. Dz be reconoccrse una cspccie de machismo m&s o mcnos incon- scicnte en algunos proyectos innovadores, a1 marginar a la rnujer y no darlc debida participaci6n en ellos. Puz de atribuirse en gran medida el fracas0 o el bloqueo de estos proyectos a1 papel secundario o casi nu10 encomeq dado a las rnujeres. Las organizaciones sindicales a nL vel nacional se han dado cuenta de este fen6meno y aho- ra est6n dando mucha importancia a la participaci6n fe- menina.

El papel de la mujer es bhico, porque, a1 ser la fami-, lia la unidad econ6mica fundamental y desempefiar el ella la mujer un papel preponderante en la toma de decisio- nes, esta influencia se proyecta m5s all5 de la familia, hacia la comunidad. A tal extremo que puede decirse - con toda raz6n que en la medida que las mujeres no par- ticipen en 10s procesos de cambio, estos fracasariin.

En este momento todo proyecto que quiera tomar en cuen- ta la participacih femenina tiene a su favor, aunque - parezca contradictorio, el hecho de haber sido relegada la mujer hasta el presente. Todo intento de incorporar la a un proyecto despertarg en ella un entusiasmo sor- prendente, casi comi un mecanismo de reacci6n a su ante- rior marginamiento, que las har5 co~nprometelse;- 2arti- cipar con una fuerza inclusive mayor a la de 10s hombres.

Si bien la movilizaci6n de la mujer puede resultar lent ta, su incorporaci6n ser5 mucho m5s fgcil, especialmen- te en las etapas de transici6n. No sin el riesgo de quc, al Ilcgur a osc limito, nsumn a1 papol contrurlo y tratc dc lraccr ostontaclh do 10s nuovos vuloros us~rn~lu- dos. Pucdc ocurrLr con cl rdtomu, p~rojomplo, Jixl~ton cnsos dc mujcrcs quc, dc scr monol~.n,guos qucchuus hun podido custcllan~tarsc y llcgar ul cnlog~oa scgulr sus cstudios. fintonccs Iiicll.mcnte prcf cr ~rhncl uso cxclus- 1 vo del castcl lano, con todos 10s amaneram~cntos, nuchas veccs rcpclcntcs, quc pucde tcner una acul turacl6n rbp~ da y no controlada. Puedc obscrvarse tamb16n cn la vt:~ tlmenta; a1 dejar la pollera, incorporan todas Ins hJn~- festaclones CI tadlnas dc la conducta femcnina (maquillu- jes, pinturas, ctc, ).

En termlnos generales, para la aceptaci6n de un proyec - to educatlvo innovador o de sualquier proceso de cambio, el papel de la mujer variarii de acuerdo a su ubicacl6n en la zonif icacion cultural presentada, A medida que la diferenclaci.6n de roles sea m$s marcada, la mujer tender5 a ser m6s conservadora, per0 a medlda que esa di- ferenciacion sea menos rigida, serii m5s susceptible de aceptar y comprometerse con las innovaclones. Esto es muy claro en algunos casos de las zonas 1 y 2, donde muchas veces la mujer time un espiritu empresar~al mg yor lncluso que el hombre, especlalmente en 10s asuntos comerciales.

(CMKA, 1979) realiao un estudio sobre la famllia que- chua comparando la relacibn entre hombre y mujer, dentro de una misma famllia, segGn sus mienlbros vivieran en la comunidad campesina, en un pueblo de vecinos o en la ciudad. Observa el estudio que en el nivel campesino, es muy nitlda la supremacia o prioridad del hombre,rela- 4.3 --Sistcma dc.- Valorcs.

Queda por abordar cn cstc ac5pitc cl tcma de 10s valores - dentro de la cultura rural, asunto quc requlcren cuetro a- claraciones previas,

Primeramente, convicnc recordar que cl sistcma de valores estii estrechamente relacionado con la vlda econ6mica y so- cia1 y que son, cn iAguna forma, cristalizaciones de esa vida.

En segundo lugar, dada la zonificaci6n cultural presenta- da, no es posible hablar de un sistema de valores que es- ti5 igualmente prescnte y de forma semejante en todas par- tes. Este sistema de valores se dcsarrolla dentra de an continuum que se presenta de forma conflictiva. Por una parte, en un extremo, se halla la sociedad, el grupo domi- nante, que es la clase alta, que sucle coincidir con todo lo que se puede llamar cul tura castellana, hispano-crio- lla, universal, occidental. En el otro extrcmo, la clase mCs baja, que podila denorni9arse gen6ricamente el indige- na, o el indio, que empalma con todo lo antiquo, con toda la cultura andina; cmpcro, cl ~ndigcnano sc ldentifica con csa cultura ancestral plcnamentc, ya que cl proceso dc conquista y coloni zaka6n Eue dotcriorando esa cultu- ra; se quiere connotar aqui un estrato social formado - por la socicdad dominante espalola y luego republicana que fue transformando esa culture andina hasta reducir- la simplcmente ale cstrato lllndioll de esta socledad.

La tercera aclaraci.611 es que, situado en esa posici6n, el indigeno entra en conflicto con su propia identidad quechua, dada por su cultura a1 quedar esta connotada socioradialmente, como inferior, y a1 creiirsele, por - tanto, la necesidad lmperiosa de acomodarse a la socle- dad dominante, para poder sobrevivir en ella. Esta ne- cesidad de identificac~6ncon la cultura hispano-crio- lla, es la negaci6n de la cultura india.

La tensi6n entre esos dos polos sociales y culturales lleva a conflictos internos, de valores, de identidad y, se podria decir tambih, prouoca ciertos traumas, y complejos. Estos son m5s claramente perceptibles - rln el sector superior del continuum social, por citar algunos ejemplos, podria mencionarse el caso de aque- 110s que, de ma rnanera u otra han llegado a entrar en la socledad dominante (profesores rurales, autori- dades, corregidores, dirigentes campesinos.. . ) con una extracci6n netamente carnpesina, y que no pueden - dejar de estar en ninguno de ambos polos- Otro caso que requriria un estudio m5s profundo de cargcter psi- col6gic0, es el de algunos pastores protestantes, pro testantes, o catequistas catBlicos, que no solamente tiencn un modelo social alto (el polo superior, dei qtle se ha venido h.ablando) , sin0 que, ademhs tienen el mode- lo sociocultural de un pais desarrolado, el entrar en una relaci6n de Euerte dependencia con respecto a misio-- neros extranjeros. , En sintesis, 10s valores de la cultura rural quechuz,no se encuentran por igual en toda la poblaci6n. Depende de su ubicaci6n dentro del continuumm social.

Hay una cuarta aclaraci6n de importancia y que se rela- ciona con lo anteriormente dicho. En el sistema de valo- res, cuando se trata simplemente de relaciones internas entre campesions de la misma comunidad, aGn con distinta ubicacijn dentro de la escala social, el r6gimen valora- tivo ser5 m5s o menos comGn y no conflictivo. En cambio el conflict0 se da en las relaciones del campesino con la sociedad dominante.

Hechas las aclaraciones anteriores, se har5 una presenta- ci6n breve de algunos valores importantes en la vida ru- ral, comenzando por aquellos que rigen en las relaciones intracomunitarias; luego se dirh algo acerca de 10s valo- res vigentes en las relaciones con las sociedad dominan- te.

- Valores intracomunitarios.

Es com6n escuchar que la solidaridad es una caracteris- tics distintiva dentro del grupo comunitario. En otro lugar se ha habladc de algunas instituciones sociales que llcvan a solidaridad, como 10s trabajos colectivos, la reciprocidad, etc. Pero esto no es obstiiculo a que en realidad el valor predominante en la vida campesina sea el individualismo. Acaso la diferencia con las so- ciedades campesinas antiguas pueda estar en que este in- dividualismo era comunitario: una comunidad enfrente - de la otra. Este tip0 de "individualismo comunitario" abn subsiste en algunos ayllus muy sblidamente constitui dos (10s Jucumanes, por ejemplo, en el departamento de Potosi), per0 en las zonas que son de intergs para el proyecto de Educacibn BilingUe ya no existe.

El sentido familiar, ya mencionado anteriormente, debe citarse entre 10s valores fuertemente arraigados. To- dos seben que pueden apoyarse en sus familias en 10s casos de necesidad, de apuros ecan6micos, de desgracias. Pueden surgir conflictos entre 10s miembros de una fa- milia, per0 est5 sobreentendido que en algbn momento de- ben reencontrarse (a la muerte del padre). Es un pre- supuesto cultural que la alianza familiar no se rompe R nunca completamento.

Frente a1 individualismo, sin embargo, sigue vigente un amplio sentido de hospitalidad, que en alguna forma es tambiiin expresi6n del mismo individuallsmo , bajo la f6~ mula "hoy por ti, mafiana pr mi". Todos saben que, en algiin momento van a necesitar de 10s dem5s para alojar- se cuando viajen, para recibir alimento, etc.

Sobre todo en las zonas prioritariamente agricolas, se puede decir que la relaci6n hombre - naturaleza es muy fuerte, ya que no existen tantas mediatizaciones de la naturalesa, como en la vida urbana. Esto lleva a una es- de di5logo constante con la naturaleza, la que en cierta forma se personifica. Es el caso concreto de la Pacha Ms ma, la cual ser5 unas veces la madre que, fertil, da la - vida; otras, ser5 una especie de seno que lo envuelve a - todo, y que si est5 contenta ayuda, per0 si est5 enojada, castiga. Ulodo lo cual produce, ya en el campo religioso, una serie de ritos para contentar a la Pacha Fdama. Exis-. ten otras maneras de expresar esa fuerte relaci6n con la naturaleza, muchas ya mezaladas con las tradiciones trai- da por 10s espaiioles. Es el caso de algunos fen6menos na- turales, tales como qubradas ,rios ,5rboles ,o el viento,que producen efectos nocivos en las personas ("marasqa","el - ma1 de Wayra", el "Chullpa WayraU,etc. . .) . La religidn - cristiana est$ tambi6n fuertemente ligada a la naturaleza una helada o granizada puede ser atribuida a una celebra- cidn poco digna de alguna fiesta religiosa, o a1 hecho de no estar casados religiosamente algunos miembros de una - comunidad (y por tanto, no haber estabibizado su relaci6n juridica con un recurso conflictivo biisico, la tierra)

- Valores ante 1g sociedad dominante.

En cuanto a algunos valores importantes en las relacio- nes con la sociedad dominafite, se pueden hablar de algg nos temas. Todo lo que viene de la cultura no campesi- na, no india, no quechua, es una aspiraci6n de la gente y lo aceptan y quieren. Incluido el idioma. Una de - las razones miis fuertes que se encuentra en las comuni- dades para pedir una escuela, es porque ella les ensefia castellano. Incluso existe la experiencia de uan encue2 ta realizada por el ?4inisterio de Educaci6n (CODEX, 1978) en la que 10s padres decian quc el lnglEs y el Erances eran las cosas m5s importantes que un nifio puede apren- der en la escuela, Esto solamente refleja la aspiracidn a1 ttotroltmundo social.

M5s que relacionado con 10s valores, como una forma de la estructura de la personalidad, esa aspiraci6n a la otra sociedad dominante, provoca una actitud de "filia- lismo", expresada en la docibilldad, manera de cambiar la voz a1 hablar, para expresar sumisi6n y Basta un - servilismo notorio, en espera de obtener provecho de - esa relaci6n. Eso se presenta muy claramente cuando - el campesino tiene que relaclonarse con 10s que llama- riamos 10s "buenosl' de la cultura dominante: el sacer- dote, la religiosa, el voluntarlo, el director de un programa de desarrollo, la agencia de desarrollo, Es- to, sin embargo, no impide que exista a1 mismo tiempo otra actitud de permanente desconfianza que hace ;LI I (.I: ;I 1- muy sutiles mecanismos de defensa frente a la otra so- ciedad que los invade y, segfin la expriencia multisecu- lar , ha de ser para produclr en ellos sometimiento y en provecho del 'otrol.

Este doble actitud explica ciertos desencantos en 10s que llevan adelante programas de desarrollo en el 5rea rural, porque, aparentemente, toda la gente est5 dis- puesta, aceptan particlpar en reuniones, etc?. Pero a la hora de la ejecuci6n, no aparece nadle. Es que, en esta perspectiva, es legitimo mentir, ya que paree ceria un act0 de mala educaci6n el decir 10 que se - piensa ralmente a la persona del grupo dominante que viene con alguna propriesta. Son actitudes contradic- torias, per0 que tienen su racionalidad; obtener provecho cuando pueden y defenderse de las intromisiones peligro- sas, cuando asi lo juzgan conveniente. Nadie debe extra- fiarse, por esto, de que dirigentes politicos en mutua o- posici6n puedan encontrar la misma calurosa acogida en - una sola comunidad. Es, en el fondo, unavalor, el de la astucia, para poder sobrevivir en un medio hostil.

Quizgs no se pueda decir que estas actitudes y valores - mencionados Gltimamente s6l0 se den en la relaci6n con - la sociedad dominante. Muchas de ellas se hallan en gel: men ya en las relaciones comunitarias, per0 se hacen mu- cho m5s visibles cuando se trata de enfrentar la cultura hispano-criolla.

Se puede reconocer en 10s 'cuentos tan tipicos de 10s va- lles quechuas este valor de la astucia. Es una constan- te en ellos las artimaAas y estratagemas del conejo para evitar que Antonio, el zorro, se lo coma. El poderoso - zorro Cree ].as argucias del conejo, hace una tregua, aceE ta las reglas del juego y a1 final el conejo se escapa, dejando en ridzculo a1 poderoso. En el fondo estgn re- flejando la mentalidad de que hay qae ser astuto y enga- fiar, para sobrevivir frente a1 poderoso. Todos estos - cuentos ciertamente, no son de origen estrictamente que- chuas. Son cuentos traldos de Espafia y otros sitios ,per0 que han sido apropiados por 10s quechuas, por responder a su mentalidad (AGUILO en prensa) .

- Valores religiosos.

De una forma u otra se ha aludido ya a 10s valores reli- giosos. Se podria afiadir que el primer campo donde dllos se hacen prescntes cs en la superaci6n de 10s riesgos de la natumaleza, la salud, el trabajo, el dinero,. De to- da la ansiedad para superar una serie de problemas no con trolables por medios tGcnicos, nace una gran cantidad de actividades religiosas, especialmente a nivel individual. Otro gran campo de lo religioso es la consideraci6n del status social., manifestado en las celebraciones festivas, en las que entran, por una parte, la consolidaci6n de la unidad comunitaria, por la consolidadci6n del status del "pasante", quien corre con 10s gastos de la fiesta, como un cierto act0 de esta.blecimiento y aceptacibn por parte de la comunidad. Cuando no existe el pasante, la colabo- raci6n de todos para la realizaci6n de la fiesta, mantie-. ne ese car5cter de unidad comunitaria que se renueva y re vitaliza en estas celebraciones. Junto a las fiestas, el matrimonio, la constituci6n de familias nuevas, garanti-, zan la consolidaci6n de la comunidad. Por eso es otro c- campo importante donde afloran 10s valores religiosos.

Pautas culturales -del proceso educatlvo.

Otro aspect0 de importancia dentro de las pautas cultura- les de la vida social es la educaci6n. Los dos mecanis- mos principaiics de la educaci6n tradicional son la fami- lia y la comunidad; ambos desempefian un papel b5sico en la 1nculturaci6n de 10s recien nacidos y 10s miembros jq venes del la comunidad.

El nifio pasa una prlmera fase inicial, la del bebe, se yodria llamar, caracterizada por una arnplia permisividad. Puede hacer 10 que guste, sin restricciones mayores, ya que sus actos son celebrados, inclusive cuando rompe co- sas, o cuando se aparta de las normas vigentes.

La segunda fase se inicia con un rito muy importante,que es le corte de cabello$coincidente aproximadamente con la aparici6n del habla en le nifio. A1 haber superado - el peri6do inicial de vida, durante el cual casi nadie se preocupa por 10s beb6s, ya que no saben cugntos, en realidad, llegargn a sobrevivir, dados 10s altos indices de mortalidad en esas edades, el nifio comienza a recibir atenci6n como una persona. El rito del corte de cabello es una costumbre tipica de la cultura andina, y no de influencia castellana ni colonial. Para el rito se nom- bra un padrino y se invita a familias amigas. Todas ei llas le van cortando de a poco el cabello y, a1 mismo - tiempo, van entreggndole biene$ que constituirgn su pro piedad: dinero, animalitos, que servir5n para su vida - futura: si es dinero, adrninistrado por 10s padres, se-, r5 conservado para herencia futura, cuando llegue el mo- mento del matrimonio y de la repartici6n de algunos bi~ nes, se tendrib en cuenta estos znimalitos recibidos el dia del corte de cabelbo.

A partir de ese momento, el nifio tiene que cumplir algz nas obligaciones: el nifia, acostumbr5ndose a1 mod0 de ser del padre y la nifia, a1 de la madre. Termin6 la e-, poca de la permisividad y deber5n cumplir con las tareas que se les encomiende: cuidar a 10s animales, Ilevar- 10s a pastar, evitar que hagan destrozos. A ese nivel - ya es f 5cilmente castigado , cuando no cumple adecuadameq te con las obligaciones impuestas . A partir de este momcnto, hasta el matrimonio, no exis- ten ritos especiales, La educaci6n se da en el proceso de cumplimiento de las tareas, junto a 10s padres y en la participaci6n de 10s actos comunitar'ios, entendiendo que tienen mayor importancia en la vida familiar y comu- nitaria, aquellas que tienen funciones de trabajo m5s importantes, tambih. En la vida familiar queda refle-, jado ese concept0 en la distribuci6n de la alimentaci6n, Es el padre quien lleva las raciones mejores y asi, en orden descendente, a medida que sobre el padre y 10s hi- jos mayores descansa fundamentalmente la supervivencia de toda la familia.

Este proceso normal de la educaci6n tradicional ha sido transformado por la aparici6n de la escuela, a la que - deben concurrir 10s hijos, por el tiempo que sea conve- niente, de acuerdo a diversos factores. Durante la 630- ca escolar, se supone que las tareas que debla cumplir el nifio son asumidas por 10s adultos. En 10s varones d dura m5s esta ausencia del trabajo familiar, a1 menos - relativamente, puesto que las mujeres m5s fgcilmente de- sertan de la escuela y regresan a su ritmo de vida y de cumplimiento de tareas dom6sticas Esto es especialmen- te notorio a1 llegar ai Ciclo Intermedi~~Muchas chicas terminan ah2 sus estudios, sea porque las expectativas sobre 1.a mujer siguen estando dentro del ciclo familiar reproducci6n y cuidado de Ilijos, atencidn de la alimen- taci6n. . . o en el me jor de 10s casos , vida comercial, - sea por temor a qae, estando crecidas las nifias, puedan ser objeto de abuso por parte de 10s profesores y por tanto hay que ejercitar protecci6n sobre ella. La mujer, pues, aprendera, para esas expectativas trail& cionales, mucho mls en eJ hogar que in la escuela. So- bre todo a partir del matrimonio. Ese factor motiva la educaci6n de la mujer, por 10s criterios saciales para la aceptaci6n de la novia: que sea trabajadora, We sea humilde y que acepte las decisiones del marido. A- penas se case, la mujer irs a vivif a la casa de sus sue- gros, regularmente, donde ser5 la suegra la encargada - de guiarla para atender mejor a1 esposo.

El var6n durarii en la escuela hasta donde lo permitan 1 Bas posibilidades familiares, pues en familias numero- sas, es frecuente que se establezca una cierta rotaci6n en el envio de 10s hijos, pues tanto ppr las necesida- des del trabajo familiar, como por las limitaciones eco- n6micas, diflcilmente podrian enviar a todos sus hijos simultiineamente a la escuela.

La educaci6n del var6n continfia tambiGn por otros mecan- nismos no escolares. Los juguetes de 10s nifios, por - ejemplo, pueden reflejar hacia donde se orientan las, expectativas sociales sobre 10s hombres: hacia el tra- bajo; es lo que m5s se aprecia en el hombre. Por eso, desde nifio, sus principales juguetes ser5n instrumen- tos de trabajo en pequefio. Y esa ser5 la caracteristi- ca buscada por la mujer y criterio de aceptaci6n por - parte de 10s padres de la novia, CuSnto m5s trabajador sea, mejor.

Otro factor que ha alterado la educaci6n tradichnaal - del hombre, es el cuartel. Es un peri6do educativo imp portantc cn la vida dcl jovcn campcsl.no. Para 61 c3 cuar- tcl sc prcsenta, a difcrencia dcl jovcn urbano, como algo deseablc, puesto que cs la oportunidad dc aprendcr: scrii chofcr, cocincro, etc.. . Mabcr pasado por el cuartel es - condici6n casi indispensable para el matrmonio, pues la mujer no aceptarii f5cilmente a un joven quc no haya sido ya soldado. El cuartel, junto a la posibilidad de ofre- cer educaci6n, tambi6n produce un efecto eomplementario - de tip0 econ6mic0, frente a las limitadas posibilidades - de reproducir el ciclo econ6mico agricola, A1 regresar del cuartel, 10s j6venes tienen otras alternativas y posi bilidades, porque han estado en varios lugares y han ad- qulrido otras habilidadee que pasariin a1 momento de deci dir emigrar.

Junto a la educaci6n nacida en el seno de la familia, se halla presnte la labor que cumple la comunidad entera. Se puede decir que la asamblea de la comunidad es la gran lfe2 cuela no-formalf' y permanente de 10s hombres, especialmen- tee En ella se debaten todos 10s problemas comunes que se afrontan, se intercambian criterios, se toman decisiones, se recibe informacih, etc.. .

El ciclo formativo e Informative para las mujeres se cum-. ple con ocasi6n de las reuniones, asambleas cornunitarias y otras oportunidades en las que se da un proceso comuni- tario de comunicaci6n importante, que hasta podria llamar- se de lfchismorreoffcomunitario. Ese es un momento privi- legiado de la formaci6n de la mujer, porque all: se vier- ten 10s criterios, se expresan 10s valores, se refleja la ~i~entalldad,etc. .. del grupo, en torno a problemas, con- ,flictos o situacioncs ordinarias de la vida do la comu- nidacl. 12) 70 , Sontloo Cu I. turti l y Soc I o- oconbrn I co (lo trov comun I claclos do In Prov I nct u Yrrmpurno z: Pnrnpu Yrimpura, Sotornuyor y Vi lu Vi la., Su- cro-

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LA EDUCACION ESCOLAR DE LOS DEPARTAVENTOS DE COCHABAVBA Y CHUQU ISACA Para la mayoria dc la poblaci6n campcsina, 13s pportunidadcs dc obtcncr cducaci6n qucdan limitadas a algunos afios dc p~i- mari a. Particularmcnte, la poblaciSn indigena es la menos - favorccida. Esta aEirmaci6n en su conjunto, no ser5 discuti- da en dctallc cn estc capitulo, por no interesarsc de manera d~rectaa1 an5lisis de consistcncia social que es objeto del prcsente informe. No obstante es preciso considerar ese ho- rizonte limitativo en el aniilisis a realizar, con objeto de ubicar bien las rcflexiones que surjan por 1.a atenta considg raci6n dc 10s datos que puedan ser relevantes a las finalidg des del anhlisis mismo.

Los anteriores capitulos del Informe han tratado de enmarcar el context0 en el cual pueden encontrar explicaci6n las defi- ciencias cuantitativas y cualitativas que implica la afirma- cion inicial. El presente capitulo intenta ubicar el Proyec- to de educaci6n BilingUe dentro de la realidad educativa del pais, en el 5rea rural, enfatizando de manera especifica la incidencia de ia variable idiomiitica, como un factor presun- tamente explicativo del estado de relativa marginalidad de -- la educaci6n rural. Relativa, porque, aunque no ser5 ob jeto de de estudio especial en el informe, esta situaci6n ha mejo rado en 10s Gltimos veinte afios, como puede apreciarse por una consideraci6n simple de 10s niveles de instrucci6n declg rados por la poblaci6n rural en el Censo de 1950 y 10s que declar6 en el Censo de 1976 (ACOSTA, 1979).

Este Informe acerca de la educaci6n en el 5rea rural, desde - la perspectiva de la educaci6n bilingUe, se articula de la siguiente manera: en primer t6rmino se tomar5n en cuenta - 10s aspectos cuantitativos de~fen6men0, a efecto de estimar la demanda cducativa en el sector rural y la satisEacci.6n de la misma, refiri6ndose de manera especial a 10s Departamentos de Cochabamba y Chuquisaca, observando el significado pecu- liar que puede tcner la distribucidn de la poblaci6n en edad escolar, de acuerdo a1 uso preferente del idioma quechua; en segundo t6rmin0, se harii referencia a 10s aspectos cualitati vos de la educacidn escolar rural, co.1 base en la informacidn general de que se dispone y la proveniente del estudio de c- campo considerado en el presente aniilisis.

1. NIVELES DE INSTRUCCION DE LA POBLACION

1.1 Escolaridad

Una primera comprobaci6n que surge del anhl.isis de la in- formacidn censal del afio 1976 es el increment0 de 10s ni- veles de escolaridad, en el pais. La tasa de alfabetis- mo, por ejemplo alcanza a1 70.13% observhdose un incre- mento notable en 10s Gltimos veinte y cinco afios (26.22'%, en 1950) (ROMERO, 1980).

Este indicador general necesita ser discriminado por ii- reas, para su correcta comprensi6n, para no ocultar las claras desigualdades entce la poblaci6n urbana (86.8%- de alfabetismo) y la poblaci6n rural (52.08%). Apenas la mitad y algo m5s de la poblacidn rural sabe leer y e= cribir.

De igual manera, es muy nitida la diferencia de alfabeti- zaci6n entre hombres (78%) y mujeres (56%), agudi zsndose esa diferencia en la consideracih por Departamentos. Para 10s fines del anhlisis de consistencia social, inte- resa ubicar a Cochabamba y Chuquisaca en el conjunto del pais, Obs6rvese el siguiente cuadro:

CUADRO 1.1.1.

TASA STANDARIZADA DE ALFABETISMO POR DEPARTAMENTOS

Santa Cruz Ben1 Oruro La Paz COCHABAMBA Tarija Pando Potosi CHUQUISACA

FUENTE: Situaci6n Educativa de Bolivia segGn el Censo Na- cional INE. Chuquisaca es el Departamento con m5s alto porcentaje de analfabetismo 53% de la poblaci6n total, 42% para 10s hombres y 63% para las mujeres. Cochabamba est5 en una posici6n media, con relacitin a1 pais: alto grado de a1- fabetismo en hombres 86% y algo por encima de la medida del pais, para el alfabetismo de mujeres (58%). A1 hahlar dc la zonilicaci6n cultural. da cstos dos depur tamcntos , Cochabamha y Chuqu i.saca, sc adclantaron algunos Eactorcs cxpli.cati.vos posiblcs dcl tan bajo nivcl de ins- trucci6n cn Chuquisaca. Cabc mcncs.onar, Fundamentalmente la pcrmancnci.a de la actividad producti.va tradicional , la agricultura, con muy pocos intercambios comcrciales. En Cochabamba, probablemente, la sltuaci6n provincial ser5 - algo miis he terogenea, privilcgiando 10s valles centrales. Obviamente, 10s procesos dc modernizaci6n del agro, mucho m5s riipidos y visi.bl.es en el Departamento de Cochabamba, haa exigido de su poblaci6n mayores niveles educativos re- lativos.

Pcro, antes de cualquier conclusibn, es importante consi- derar c6mo este panorama podria ser modiflcado por efecgo de la esc~laridaden 10s pr6ximos afios.

SegGn el Censo de 1976 (INE, 19791, 1.728-345 personas te- nian entre uno y seis afios de escolarjdad, habiendo expe-, rimentado, desde el afio de 1950 un increment0 del 228.5%, muy superior a1 ritmo de crecimiento de la poblaci6n en ese mismo periodo, para la edad de sels y doce afios(61.1%) Este crecimiento ha sido muy notorio en las mujeres, quie- nes aumentaron en 287.2% su nlvel de instrucci6n biisica, en tanto que 10s hombres lo aumentaron en 192.2%. Obvia- mente, el aumento en la escolaridad, har6 descender pro- gres ivamente el porcentaje de analfabetismo.

La tasa de escolaridad, sin embargo, es relativamente ba- ja en el 5rea rural, pues aunque la media del pais arroje .I 74.54% de escolaridad entre 10s se1.s y catorce afios,la poblaci6n rural que en esa edad assste a la escuela es solamcntc dcl 65.16%, con dcsvcntaju para las mujercs, pucs dc cllas asistc solamcntc un 68,6% (ROMERO, 1.980). Cochabamba ocupa un lugar intcrmedio si sc comparan 10s Dcpartamcntos cn cste aspccto, YR que el porccntaje dc cscolaridad rural, cs muy semejante a1 del nivel nacio- nal: 66.378. Chuquisaca, sin embargo siguc desf avore- cida, pues ocupa el penGJtimo lugar, con un porcentaje de solamentc el 56.07% de poblac16n en cdad cstolar,que asiste efectlvamente a1 centro cscolar, Casi una mitad dc la poblacih no asiste a la escuela. Esta perspecti- va podria desmejorar si se estudiaran las tasas de deser ci6n del sistema.

El promedio de afios de escolaridad aprobados para la po- blaci6n de cinco y m5s afios es de 3-1 para la poblaci6n rural, per0 este promedio sufre muchas alteraciones, si se consideran 10s Departamentos y dentro de ellos, las provincias, En la parte quechua del Departamento de Chu- quisaca, este promedio es muy bajo: dos, tres afios, aprg ximadamente, en tanto que Cochabamba presenta mucha dis- paridad interna, variando de provincia a provincia. Na- turalmente, las zonas que en el mapa de la zonificaci6n cultural de Cochabamba se clasificaron como zonas uno y dos, presentan 10s promedios m6s altos y el resto de prg vincias se reparten entre 2.3 y 3.2 afios de escolaridad promedio (ROMERO, 80).

En sintesis, existe una gran desigualdad educativs en el pais, p~necialmente en la zona rural, en la que se com- prueba IIna ~niciacibntardia en la escolaridad, y una sg lectividad por el sexo, que marglna a la mujer de las - posibi.1.i iiades dc rccibir cducaci.6n.

Por scr dc intcrhs para el proyccto clc Educaci6n Bilingtfe, se han destacado, a 10 largo dcl presente Informe, 10s dz tos relativos a la poblacl6n fcmcni'na. En t6rminos gene- ralcs, se comprueba quc est5 todavla muy alejada, no obs- tantc 10s progresos hechos, de tener las oportunidades,al menos iguales a las de 10s hombres, para educarse,

Tanto las 5rcas rurales, como el sex0 f'emenino, son o de- bieran ser las prioridades en un plan de desarrollo de la educaci6n en el pais.

1.2. El idioma, diferenciador -del grado -de instrhccibn. w

En qu6 medida, el hecho de hablar otros ldiomas diferentes a1 castellano, podria ser un factor explicatorio 10s bajos indices de instrucci6n en el campol

El an5lisis del cuadro muestra una real asociaci6n entre - el monolingtfismo (aymara o quechua, prlncipalmente) y el - grado de instrucci6n de la poblaci6n: el 98.0% declara no tener instrucci6n. En camblo, en la poblaci6n bilingue - con educaci6n b5sica o m5s se encuentra el 84.7%.

En otros terminos, solamente el acceso a la castellaniza- ci6n permite el acceso a la educaei6n bgsica- Esta es una afirmaci6n indiscutible, aunque no est5 muy claro si es - la escuela la que produce la castellanizaci6n, o 6sta es una condicidn para la escolaridad. En cualquiera de 10s casos, no estudiados atin, resalta la importancia de recu-

pcror csa gran cantidad do poblac:i.0n 22.28 quc cs monoli~ guc.

1.3. ----El caso dc 10s Dcpartamcn tos -dc Cochabarnba, Chuquisaca.

Como quiera quc cl factor idiomhtico interesa a1 Proyec - to de educaczh 13ilingUe especificamente en 10s Departa - mentos dc Cochabamba y Chuquisaca, se estudisrh 10s niv~ lcs de instrucci6n para la poblaci6n de habla quechua, en las edades comprenclidas en el ciclo bgsico de la educaci6n regular. Ciertamente la informaci6n censal no permi,te g nalizar con mayor precisidn este fenGmeno, por no contar con informacih discriminada que cruce las variables "e- dad" y "grado de instrucci6n". Por esta raz6n se toma - r5n en cuenta los intervalos de edad: cinco a nueve y diez a catorce afios, por considerar que existe un retardo notable en el 5rea rural (aunque no s6lamente en ella), hace presumible encontrar alumnos en el ciclo btisico que se hallan entre 10s diez y catorce afios.

De acuerdo a1 cuadro Poblaci6n Total pcr Nivel de Instrus ci6n (Cuadro 1.3. I), en Cochabamba para una poblaci6n de 218. 730 personas que declaran haber cursado o estar cu~ sando el Ciclo B5sic0, un 1.7% es monolinglle quechua, a2 pecto que llama la atencien, puesto que en el paZs no exi~ te ensefianza en quechua exclusivamente; 79.57% son bili~ gffes cas tellano-quechua y 14.2% son monolinglles castella- nos; a esto habrza que anadir un 2.2% de bilinglles qug chua-aymara. Es decir que en ese nivel de instruccih, una gran parte de la poblaci6n habla quechua. Ciertamen- te, ru nivel de escolaridad parece poder atribuirse a1 he- cho de saber castellano. Analizando el cuadro, se puede LGG aprcciar quo lo!; rlrvclos (lo it.r1:;16~trIcr~orvs (Ningg no y Slfi l o :I l l nlw t i zacl 611) c:orrospontlo c2t1 ..ill runp 1 I u may2 ria a pc.r.ronus do idiornu quccl~urr. l!n of'c~to'16.0% I: on mona 1 i ngllcs qucchun!r , 1 3. .3% son 11 i I I ngUos cnri l:u l l rrno q111(; chua; valo dcc~r ol '30 'B do la polr luci6n con I)a.jou n- i vclos cducnt lvos corrcspondc a quichuu hnh luntcs. Apnr? cc, pucs, unn corrclaci6n hastanto cst.rcchu cntrc cl nl vcl dc instrucc16n y ol idloma pr~ncipn,dato yuc cs dc importancia para jus tif I cur la implcmontact6n dc progra- mas dc cducaci6n hi 1 ingUc como una altcrnativa no solamcc tc vslida, sino ncccsar1.n.

En cl departamcnto dc Chuquisaca, 0.87% dc la poblacibn que dcclara habcr cursado el Nivel H6s1.co de la educacibn cs monollngUc qucchua, dato ig~a~menteproblemtitico, por la raz6n apuntada anteriormente; 54.9% son bilinglles cas- tellano-quechua y 41.6%, monolingiles castellanos. Es de- cir que miis de la mitad de la poblaci6n cor. nivel bgsico de instrucci6n habla quechua. Si sc consideran 10s nive- les infcrlores (Ninguno y S6lo alfabetizaci6nj la poblaci6n solamente quechuista constituye el 59.9% la bilingtie caz tellano-quechua representa el 13.9%, confirmando que 10s niveles bajos de instrucci6n se dan mayor1 tsriamente en- tre la poblaci6n de idiorna quechua. (74.0%).

1 .4. Poblaci6n potencial -del Proyecto.

Obviamente en este anglisis no interviene aGn el factor edad, para poder establecer cuiil es potencialmente la cg bertura de escolarizaci6n bilingUe que pudiera encarar un proyecto de vas ta envergadura. Aspecto que se considera

I 15 e NU) .....* N no 1 (s W NN I C.1 N Cll N I La poblac1.6n monolinguc qucchua cn csas cdadcs constl tg yc cl 21.65% dcl t.ota1, corrcspondicndo a las mujercs cl 56.638. Contrastando cste Gltimo porccntajc con el mong linguismo castcllano, sc nota que la distrihuci6n de 5 sa poblacih en hombrcs y mujeres es mhs o menos pareci da, pues el 48.41 % dc esa poblaci6n esth Eormada por mu jcrcs y el 51.59 por varones.

Es dec~r,que ya desde temprano, la mayor asistencia de 10s varoncs a la escuela y el mayor inter6s familiar en yue 9110s se castellanicen, hace que el porcentaje de mo- nolinguismo quechua sea mayor en las nifias de edad? De igual. manera, el bilinguismo quechua -castellano es mayor entre 10s hombres, pues el 45,76% corresponde a la yoblg ci6n femenina. Los factores anteriormente mencionados, entre otros, hacen que, en general, la castellanizaci6n sea mayor en 10s nifios varones de esta edad.

Por otra parte, el monolinguismo quechua es mayor entre 10s nifios de Chuquisaca (28,85% para varones de cinco a nueve afios y 33.64% para mujeres en 10s cinco a nueve g fios) , haci6ndose mayores las diferencias entre 10s dos Departamentos, para la edaa de diez a catorce afios Co- chabamba 6,31% y 14.36%); Chuquisaca 8.80% mm y Ige69%f), debido probablemente a la tasa de ~scolaridad mayor en Cochabamba, junto a 10s factores analizados en la zonifL caci6n cultural de 10s dos Departamentos. Igualmente el bilinguismo castellano-quechua es mayor en Cochabamba,ez pecialmente en las mujeres de diez a catorce afios (60.67% para Cochabamba, especialmente en las mujeres de diez a catorcc aCos (60.67% para Cochni)uml)a v 5G. 89% para Chu- quisaca) .

Se puede inferir dc cste anhlisis que el Proyecto dc E- ducaci6n BilingUe deberla privilegiar a Chuquisaca y a las mu jercs, pues cllas cons tituyen una parte mayori ta- ria dc la poblaci6n quechua-hablunte en la edad escolar

En t6minos mas gcnerales, el Proyecto de Educaci6n Bi- 1ingUc tcndria una poblaci6n potencial del 66.76% del - total de nifias y nifias comprendidas entre los cinco y catorce afios. Obviamente la infol0maci6n censal no pro- porciona datos sobre el dominio del castellano que tie- nen la poblaci6n que se declara billngtle. Pero puede - estimarse que una buen parte tiene conocimientos incip plentes del idioma cas tellano.

Aparte de la consideraci6n es trictamente estadistica, la ci fra de quechua hablantes en esa edad es altamente sig nificativa si la intenci6n del proyecto va m5s all5 de lograr la riipida castellanizaci6n de la poblaci6n rural. Es decir, si se considera que m5s de las tres quintas - partes de 10s nifios en esa edad tienen como idioma mater- no el quechua, el sistema educativo se paantea un ~roblg ma de orden cualitativo, pues tiene una responsabilidad hacia esa poblaci6n para la conservaci6n y preservaci6n del patrimonio cultural del campesino. No se insistir5 suficientemente a lo largo de este Informe que toda meto- dologia de aprendiza je del castellano como segunda len- guap para 10s nifios en edad escolar no puede justificar- se si solamente pretende la miis rhpida y eficiente caste nizacih, que, por 10s factores a 10s cuales va vincula- da, plantearia, en dltimo tQrmino, el riego de la aliennci6n cultural. Pero este aspecto merecer6 mSs amplia consideraci6n en el acgpite respectivo.

El sistema educative en el area rural, se I lla estructu- rado administrativamente en 10s Departamentos ostudiados, en una Direcci6n Distrital y dos Supervisorfas Regdonales para Cochabamba y una Direcci6n Distrital y una Supervi- sorfa Regional en Chuquisaca. Bsta divisi6n administrati va no coincide e2actamente con la divisidn polftica del pals, pudiendo encontrarse en alguna de estas unidades, escuelas que geogrfficamente pertenecen a otros departa- mentos. Pero esta particularidad no incida fundamentaln mente en el anllisis, except0 a la hora de lsstablecer a1- gunas relaciones con la poblaci6n de 10s Dopartamentos.

El Cuadro 2-1.1 y la griifica 2-1.2 presentan la distribz ci6n de la matricula de nivel bfsico en las unidades admi nis trativas mencionadas. Son 86.094 alumnos, de 10s cua- les el 55.9% son hombres y 45.9% son mujeres.

La deserci6n aparente en un afio, (ver griifico 2.1.2)es bz ja, notiindose sus puntos miis altos de Chapare, Sucre y Cg margo. Establecida una cohorte, para lo cual no existian datos disponibles a tiempo de redactar el presente Infor- me, probablemnete se encontrarian indices mucho miis elevg dos acentuiindose miis la incapacidad de retener a la poblg ci6n escolar dentro del sistema en el Departamento de Ch; quisaca.

Para las finalidades del aniilisis de consistencia social, conviene adelantar ma reflexi6n en torno a la baja capa- cidad retentiva del sistema. Plantear un Proyecto educa- tivo cualquiera, pero en especial el de Educaci6n Bilin- gUe bajo el supuesto de altas tasas de escolariddd y ele- vados indices de retenci6n escolar, podrza llevar a algu- Cuadro No. 2.1.1 WCACIOX MICA RURAL

I Distri tor

Fucnte: Departamento do Educaci6a Rural niaistcrio de Educacih Archbos I979 POBLACION MATRICULADA POR DlSTRlTO ESCOL AR - DESERCION ESCOLAR ?OR DlSTRlTO EN PORCENTA JE nos plantamiontos oqulvocados, En ofocto, SI el plan coq tompla cinco aflos do oducaci6n biiszca y a lo largo cle ellos sc estructura la d~stribucidn del uso do1 idloma - en aprendizaje escolar, 10s efectos protend~dosen Glt~mo tOrmino alcanzarlin a una pob laci6n reducida. c:onoc~.cnJo, que el promedio de escolarldad para Chuquisaca, por ejem- plo, es de 2.3 aflos, puede afirmarse que ser6 EBcil encoq trar resultados adversos a 10s pretendidos por el Proyec- to, en cuanto que una buena parxe de 10s nlflos abandona- r6n 1s escuela cuando atin no han logrado una castellanizfi cidn adecuada, si es que solamente a partir del tercer - aAo se hace un uso m$s lntensivo del idioma castellano. - Bajo el supuesto, comGnmente aceptado de que 10s factores de deserci6n no son principalmente 10s relacionadas con el idioma, sin0 aquellis vinculados a la situac1.4n socio- econemica de la familia, es dable pensar que el proyecto de educaci6n bilingUe puede actuar, sin pre tenderlo como un factor (cuyo peso habria que investigar) de desercib, a1 no ver 10s padres de familia cumpliendo uno de 10s ob- jetivos m6s importantes a1 enviar a sus hijos a la escue- la: la cas tellanizaci6n. El programa podrla estar actua; do, tambi6n como un factor de analfabetismo por desuso, - a1 ensefiar a leer y escribir. en quechua a un ndmero cre- cido de nifios que abandonarsn la escuela bastante antes - de cumplir las metas del programa, a1 primer0 o segundo - afio de vida escolar. Una insuficiente preparaci6n en el manejo del idioma castellano para leer y escribir, unido a1 aprendizaje en quechua, tornarii a estos desertores en potenciales analfabe tos, a1 no poder utilizar las des tre- zas adquiridas en una cultura letrada castellana, que no ofrece enc cantidad suficiente materiales de lectura en lenguas autbctonas.

Lo anterior roflexi6n encuentra justiEicaci6n en la leg tura de 10s cuadras de matricula por grado y 90x0, para cada uno de 10s Distritos y SupervisorIas Regionales de Cochabamba y Chuquisaca.

Obs6rvese en todos 10s casos una matrfcula descendente hacia el quinto grado. Los porcentajes del total de cada grado est6n reportados a1 total de la matrfcula en cada unidad administrativa.

Cuadro 2.1.4

MATRICULA DE CICLO BASIC0 POR GRADOS Y SEX0 EN COCHABAMBA ------V 8.519 5.510 4.061 2.820 1.869 22.779

M 7.833 4.559 3.093 1.723 998 18.206

TOTAL 16.352 10.069 7.154 4.543 2.867 40.985 39.9 $ 24.6 $ 17.4 % 11.4 % 7 % 100% Cuadro 2.1 ,4

~IA'I'RICULA DE CTCLO BASIC0 POI{ GRAD0 Y SEXO EN AIQUILE

Cuadro 2,1,6.

MATRICULA POR GRAD0 Y SEXO EN CHAPARE

Grados lro 2 do 3ro 4to 5to TOTAL

V 72 7 492 388 285 265 2.157 bl 681 448 31 1 234 155 1,829 Tls 1.408 940 699 519 420 3.986 35.4% 23.5% 17.5% 13.1% 10.5% 100% TOTAL 9.329 5.915 4.483 2.773 1.462 23.962

Cuadro 2.1.8

MATRICULA POR GRAD0 Y SEX0 EN CAMARGO

Grados ler 2do 3ro 4ta TOT AIL

Tls. 3.758 2.792 2.554 1.948 1.109 12.161 31.5% 23.01 21.03 16.0% 9,0% 100%

Observando 10s porcentajes sobre el total en cada Distri- to, se concluye que en todos 10s Distritos y Superviso- rias, la matricula de 10s dos primeros afios constituye entre el 54.5% (Camargo) y el 64.5% (Cochabamba) del tg .A r n .e -r nrn. . . re b re n

-- do* NO-. d tal do la mntrfcula.

Al monos par ostos datos, es posibla concluir que el prz coso do cautellaniaacibn tiene quo acelorarso, a objeto dc cumplir su funcidn social on la mayosfa de la pobla- ci6n quc dcjar6 la oscuela.

Estudiando cl Cuadro 2.1.9 que presenta informaci6n so- b~ los nivcles Pre-btisico* Btisico o Intermedio, 6s f6- cilmente perccptiblc el csceso parcentaje de atenci6n a1 niwal Pre-bBsico. Por lo dicho anteriormente, parece cg lcgirsc quo 01 prob&ema de la educacibn bilinglle debe eq cararsc antss do la edad escolar. Presumiblemente aun- quc aquE sc lo formula de manera hipotetica la atencih, acaso no cscolarizada, a niRos en edad preescolar, podria contribuir a un cumplimiento de las metas del proyecto, con ncnor dependencia de la estructura del sistema escn- Zar clue rigidamcnte impone cinco aflos de educaci6n bisi- ca para toda la poblacibn, cuando es consciente de que - esa exigcncia solamente podrs ser cumplida por una mlni- ma partc dc la poblaci6n.

En la investigacidn de campo realizada, se han encontra- do numcrosas opiniones de profesores y autoridacies, que, desdc otro Cngulo rcalizan la misma observacibn, como pg dr5 verse a1 momento de presentar la informacih prove- niente dc las cncuestas y paneles.

Hecha esta consideracibn, que ser5 retomada en las conclz niones y Rccomcndacionos del presente Informe, es preci- so retornar a la obsewaci6n es tadls tica para de terminar, cst~matlvamentc,la domanda potoncial do oducac1.6n on las hreas cstudindas. ,

Para lo cual es nccesario referirso a1 cuadro 1.1.4q. de la poblaci6n en edad escolar (cinco a catorce aflos) por sexo y por idioma hablado, con objeto do confrontarlo con la matricula de la educaci6n de nivel basic0 en el aAo 1979.

Solamente con fines ilustrativos, se emitira proyectar la poblacl6n a1 aAo de 1979 para esos Departamentos, pues el objeto es solamente estimar la poca cobertura del slstema escolar mostrar, par otra parte, la propor ci6n de poblaci6n de idioma quechua que requiere ate; ci6n educativa biisica,

Una primera observaci6n puede hacerse a1 considerar el total de la matricula para el afio 1979 (86.090 alumnos) en el nivel Biisico con relaci6n a1 total de la pobla - ci6n en edad escolar en el 5rea rural 181.228 nifios* El tomar un period0 de edad superior a1 habitualmente considerado para 10s cinco primeros afios de instrucci6n bssica, se explica, como se anot6 anteriormente, por el retardo en la escolaridad- Y ademiis, porque atin consi- derando la matricula del nivel Intermedio para el afio de 1979 (4 - 00 8 alumnos), en el que se supondria podrian estar nifios comprendidos entre 10s diez y catorce afios, la desproporci6n entre poblaci6n en edad escolar y ma tricula, no disminuiria.

Solamente un 47.5% de la poblaci6n recibiria educaci6n bhslca en 10s Departamentos de Cochabamba y Chuquisaca bajo el supuesto de que la poblaci6n en esas odados so haya mantenido constante entro 1976 y 1979. Porcent~ je que tenderlu a disminuir levemento si se atendiera a la tasa de crecimiento de la poblaci6n para ese perig do.

Considerando que el 49.08 de la poblaci6n escolar perte- nece a1 sex0 femenino, solamente el 40.9% de las mujeres y 49.8% de 10s hombres recibirfan atenci6n educativa.

Ahora bien, la poblaci6n quo habla quechua la constitu- yen 182.242 niAos y niAas entre 10s cinco y catorce aAos. Es decir, algo m&s de la mitad de la poblaci6n total (67.37%). Atendiendo a 10s datos anteriores, la mitad de la poblaci6n en edad escolar no recibe educa- ci6n b5sica.

Las cifras son elocuentes para estimar la demanda poteq cia1 de educaci6n en la poblaci6n quechua en edad escolar. Los factores de la marginalidad que estas cifras revelan son mdltiples y sobradamente conocidos. En este Informe interesa destacar hasta qu6 punto la implementaci6n del programa de educaci6n bilingUe podria ayudar a motivar a 10s padres a enviar a sus hijos a la escuela. Por 10s resultados dc la consulta en terreno realizada, que se pres - :tar511 en el capitulo siguiente, se puede adelan- tar que ;as expectativas de las familias son altas ha- cia el programa y su actitud y receptividad tambi6n son altos en la mayoria de la poblaci6n de la muestra que fue consultada. Esto hace presumir que una mayor difu- si6n del programa, junto a una adecuada motivaci6n y difusi6n del programa, junto a una adecuada motivaci6n y preparaci6n dc la comunidad, convertirian a la oscuc- la no sol.amcntc en el lugar de rcalizaci6n de las expec- tativas socialcs comunes dc la poblaciBn quochua, si~o que afladirfa un elemento formativo nuevo, para las comz nidades; la comprensi6n del valor de su propia cultura y de su propio idiama, aspect0 que debe ser el priorita- rio, Erente a la presentaci6n de un proyecto en el cual la utilizaci6n dcl quechua seria solamente un pretext0 para acceder a la cultura dominante. El proyecto se convertirii asE, m5s y miis, en un dinamizador de la cul- tura quechua, que permitirii la formaci6n de interlocutg res viilidos con la cultura castellano, dentro del ding- mico proceso de interrelacih que se da por la vida mi2 ma.

Pero esto, probablemente, incidirh en la concepci6n mi2 ma de escuela en su programaci6n y en su estructura que tendr5n que ser cualitativamente diferentes de la actual escuela rural. La escuela biliggffe no podrii ser sola- mente la misma escuela tradicional con el uso del idio- ma quechua, sin0 una escuela en permanente reinvenci6n del proceso formador. 3, CARACTERISTICAS DE LA EDUCACION RURAL

Luego do haber realizado un ligero an6lisis de 10s aspez tos cuantitativos do la cducaci6n rural se examinarh al- gunas do las caracterfsticas que actualmente se atribuyen a1 sistema educativo rural. Estos comentarios se basan en opiniones consultadas duranto el trabajo de campo, en eq trevistas a algunas personas con experiencia en educaciSn rural, en informaci6n no procesada proveniente de una ofi- cina especializada (COMISION EPISCOPAL DE EDUCACION) y de las observaciones propias del Director del an6lisis.

3.1. Verticalidad.

El sistema educativo en general se caracteriza por su vey ticalidad. En el 6rea rural, se afiade un elemento m5s pa- ra volver m5s negativa, si cabe, esta caracteristica: co- munidad, alumnos y profesores aceptan integramente uns ez tructuracih, sistematizacien, programaci6n, que no compec, den, per0 que toleran como requisito del ascenso social.

La escuela, como simbolo de prestigio y, engafiosamente,~~- mo mecanismo de ascenso en la escala social, acentda el ca- r6cter dependiente del campesino,

El mismo hecho, ya sefialado repetidas veces y por diversas personas y organismos, de estar disefiado a imagen del siz tema escolar urbano, impone una serie de condiciones para el aprendizaje, con una inadecuaci6n muy grande a las ne- cesidades de la vida campesina. La cscucla dc c~clobasfco por ojcmplo, que no tlcnc un fin en sf misma, sino en rolacidn a 10s nivclcs supcrioros del sis tema educative sc constituyc cn un gcrmon de dcsencan- tos y cn una asplraci6n imposible para la inmensa mayorfa dc In pohlaci6n rural quc no tendril cn mucho ticmpo acce- sa 10s nivcles intermcdios, !ledlo ** Superior del Ststerna Cducativo

El llascenso en la escala socialft se presenta como Cnica - pucrta para escapar de la miserfa, efrccinndo la perspec- tiva obsesiva "del tftulo profesional" (Maestros Rurales de Santa Cruz), que no ha de ser logrado sino en muy con- tados casos. Esto ha obligado a las familias a pretender como, a1 mcnos, primera etapa dentno de su asplracidn hg cia niveles sociales superiores, la castellanizacidn LR~- ducti6n 3e expectativas? Prohablemente sf, aunque se pg dria pensar mejor en una postergaci6n de las mismas.

En todo caso, la integracih (ascenso] a la sociedad nacig nal ha demostrado no hacerse posible por el aumento de la escolaridad. Por el contrario, pareciera que ella abre m5s aGn la brecha que separa a 10s sectores marginados de la vlda activa del p6is (Grupo de promotores de zona aymg ra)

Un somero anhlisis de la programeci6n oficial para la es- cuela rural muestra que tanto la estructura como 10s con- tenidos curriculares no son apropiados a uaa realidad que exige mayor vinculacion con la vida productiva y el contez to socio-cultural de sus destinatarios. Per0 acaao la inadccuacL6n programfit ica es solamontc con- sccucncra dc una v~si6ncquivocada sobre la Filosofla prg pia dc la cducaci6n que rcquicrc la poblaci.6n rural. Es neccsario cstablcccr con lar rid ad cl horizantc axrol6gic0, ccon6mic0, social y cultural del carnpesino, para que pue- dan derivarse las condiciones dc la acci6n cducativa.

Aqui estiin ~mplicados10s grandes problemas de la educa- cih, en especial el de la determinaci6n de sus finalidg des iQu6 se espera del hombre y la mujer campesims? Pa- ra qu6 se les educa? Y, naturalmente, las respuestas a cstas nreguntas deben darse con la particpaci6n de ellos mlsmos,a dist~ntosnlveles.

Ciertamente que estos problemas no podrii resolverlos so- lamente la escuela. Estan fntimamente vinculados a las politicas sociales y de desarrollo del gobierno. Val pug de la educaci6n acompafiar un proceso de desarrollo cuyas metas no se ven claras o que solamente benefician a las minorias urbanas. La escuela seguir5 siendo, en esas co~ diciones, solamente la cara buena de una organizaci6n so- cia1 discriminatoria e injusta.

El estudio de temas abstractos ocupa una partl.: despropor- cionada del aprendizaje. La inf omzicibn de carrcso permiti rii reflejar ese hecho, en opini6n de 10s mismos profesores. Y la prgcgica, cuand,o existe, dificdlmente llega a servir- se de las necesidades comunitarias para hacer de ellas el centro de aprendizaje.

Ciertamente que, como se dijo anteriormente, es necesario salirse de 10s modclos tradicionales de planificaci6n cu- rr ~cularpara logrur ntlccuur mc.jor la programnc~bn~Sc. ncccslta, ~ncJusivc,apnrtarso tlc 10s moldcs r'tgjdos tlc la adminls tracl6n cducativa, quc no pormi tc la nocesaria flexi h i 1 I dad para adoptnr 1 as decis~oncsmiis convenzentos sobrc cl contenido dcl aprendizajc quc es requcrido por dlfercntcs sj tuacioncs socio-econiimictis y culturales.

Un curricutum centrado m$s on el hacer que en el saber, alejaria dc 10s maestros la permanente tentaci6n de la memorizacibn enciclop6dica de conocimisntos infitiles, Y por consiguicnte, demostrar5a que el texto no es la fuez te del conocimiento, ni el lugar donde es posible agotar la realidad, porque es presentada sint6tica y conceptuaL mente. Una teoria curricul.ar miis dinhmica y una teoria del conocimicnto claramente establecida, transformarian la actual concepci6n de escuela, en beneficio de la eds caci6n. En definitiva, el verdadero problema radica en la necesidad de mantener y perdurar la 'instituci6n e2 cuela, atin en perjuicio de la educacih,. "Ante la call tidad de contenidos te6ricos e inaplicables, se pierde de vista el sencillo principio que la educaci6n debe seL vir para la vida" (OpiniSn de un grupo de Maestros rg rales).

Consecuenternente a todo lo dicho, el estilo de aprender del nlfio campesino mata cualquier asomo de espontaneidad y creatividad. Por fuerza de la programaci6n impuesta y por el respeto a las reglas establecidas, de las que el maestro es garante, el nifio anula su curiosidad y sen- tido de experimentaci6n. La cscucla ost6 cncasillada (cuadricwlada, casl) en un conjunto do nlater4as quo son ofrocidas sucoslvamonto dentro, la mayor parto de las voccs, do un horario ri- gurmo, que ob1,iga a una total indopendoncia do 10s coq tenldos. Atraves do toda su organizacibn, el niflo time quo aprender el rcspeto a1 ordon y la autoridad, a se - guir y rcspetar las reglas y a no dejarse guiar jamh por su propia imaginaci6n (POSNER, 1973).

El a.prendizaje que la escuela provoca es un aprendizaje individualista. En este sentido no ha asumido la cultura rural, de esencia netamente familiar y comunitaria. Es necesario estudiar m6s detenidamento la naturaleza social del aprendizaje en el medio rural, como un punto de partj da para la revisien de 10s procesos metodol6gicos y las tecnicas de ensefianza, excesivamente contagiados del espi ritu individualista de la sociedad y la educaci6n urbana,

El trgnsito hacia el aprendizaje produc i.i.vo, estg condi- cionado por las profundas reformas que deben realizarse a nivel del disefio curricular.

3.4. -Los profesores rurales.

En este rgpido punteo de algunas caracteristicas de la 5 ducaci6n rural, no puede dejar de considerarse el papel que dejan 10s maestros.

Tal como qued6 explicado en el capftulo anterior (Pg. la situacf6n del maestro rural lo coloca en permanente tep si6n entre dos mundos. El de la cultura andina, rural, de la que proviene y el de la cultura hispano-criolla, urba- na, on la cual ku s~doIformadot. I1i4os praCosoras por lea formaci6n roclbida an las normalos y por consldarar au profcsi,bn como un modio do asconso social, daspraclan tg do lo quo puoda lncentivar 01 dcsarro1,lo do las culturas nativas" (Opinldn do un grupo do promotores ruralss).

Los n,vclcs de proparaci6n acild6mica y peclagbgica son en gcncral hajos, lo cual diftculta la aplicaci6n de cual- quicr innovaclbn. AGn sin ontrnr cn mayor profundidad, porquo la naturalsza do1 anlillsis no to axlgfa, so ha prosentado un panorama djflcil do In situacL6n oscolar on el puEs y en loa Doper tomentos do Cochubamba y Chuquisaca.

Con las limitacionos epuntadas y las potencialidades que sc vis1uml)rc tlene quo onfrentarss el proyecto do flducz ci6n Bilinglle. 11s necesnrio comprender que suu 6xitos y fracasos no dependen de la bondad de la metodologfa como tal o de otros Eactores internos a1 Proyecto mismo. En realidad, dcponden cle la precaria situaci6n del sistema escolar rural,

Con un corrccto enfoque tecnol6gico y sist6mic0, no es posible afectar 5610 algunos de 10s componentes (el idiz mstico, el meiodolbgico, el did?ictico.,.). Es necesario abordar la globalidad del sistema, en la medida que tp car alguno dc 10s elementos necesariamente est6 resis- tiendo a1 todo.

Tanto desde el punto de vista cuantitativo, como del punto de vista cualitativo, el Proyecto de educaci6n bilingue puede ser altamente consistente, como unc respuesta a 10s problemas educacionales de la gran rayoria de la poblaci6n rural de idioma quechua. Los datas disponibles analizados en este informe, lo demuestran fehacientemente Sin embargo, su 6xito en una perspectiva de largo alcance, requiere de algunas condiciones, desde el punto de vista tgcnico-educacional, que garanticen dicho 6xito. Quioncs dl rtgcn accionos oducutlvas hadirt uno d0 169 SOG toros cumposl nos, han cstado prrocupaclos Gl t tmurnuntc por "aduptarlas" [I Ins poculjaridades do1 mcdlo rural, por responder cn formu dobida u las "nocosidados" clc 10s do= tlnatarios.

Aunyue no siompro con suficlontc acisrto, se han rcalizg do muchos intentos por superer sistemas o accionos oclucg t ~VOSIf fabricados" cn 10s centros urbanos por funcion; nos (la mayorla do las veces) Jesvinculados del medio a1 que tales progranas pretenci'ian servir.

Pero no se trata solamente de adaptar la educaci6n para un medio determlnado, sin0 rahacer esa educaci4n DESDE ese medio. Ac~sola expresi6n puede ganar en claridad apelando a una experiencia.

Un grupo de educadores en las serranias del Ecuador se empefi6 en adaptar la educaci6n a su medio. Entre otras acciones que realizaron, emprendieron la tarea de trans- Eormar un libro de texto que contenfa, a modo de enciclo- pedia, el contenido oficial de 10s programas de ensefia~ za del primer grado de primaria, Cambiaron palabras , ilustraron nuevamente el libro, colocando una choza a- ll: donde la palabra "casa" se acompafiaba de una resi- dencia urbana, reemplazaron la "mam5" sonriente y de fac- ciones europeas por una muje~ indigena; en lugar de sumar 10s precios de 10s chocolates y las galletas, fil 10s y lo!+ l fdoron campan In09 do eq1101la3 ~~m~ttiri~tl~b comprcnd tcron qttc no heh Ian erespasatlo l Frdneoraa tla la vleju pslcologle quc podfa salamcntc ndccuar sl cantg nitlo do IH educac~6nu la3 ceracterist icas intlfvidualos y grupales Jc 10s dcstlnatarios. Lucgo de imprimir el nuovo libro con cl suspicio lagredo de una nntided ofL cial, Jlstribui do y cmpleerlo durantc cicirto tiompo, BE tcndioron que aquclla podia ser una educuci6n PARA campa sinos, pero no necesariamcnte una educaci6n DBSDE 10s campas inos,

En el fondo, 10s campesinos quc participsrott on la adaptg ci6n de palabras e imiigenes, dejaron caai ~ntacto lo mhs importante del llbro quc es su contenido educativo. A- quel libro no habio nacido de sus kntereses, ni sllos pt~ dieron decidir sobre quk aprender y qu6 no aprender. E- sss decislones fueron tomadas por quienes, clesde la ciu- dad, elaboraron el programa a1 que dicho libro serv4a de ayuda.

Una educacihn DESDE 10s campesinos es aquella que "brota de la realidad propia y concreta", aquella que permite que el "pueblo sea maestro de si mismo"

4.2. Educaci6n --de la cornunidad rural,

Los sistemas educativos convencionales han llevado a sec- I,a acc.iiin etlucat ~vaen la comr~nitlatl rirral nn p~terletlar+~ fragmenlariamente, ni atactantla solamente a grttpns rlentrcr tlcl rl la I)~f.rtis(1e osv intent5 tr~hvacetamhien trna (-on p 1 ran l a corn~lntdad (iehe const tuirse. tin Ins ri l f in195 afios, se han desarrolbado muchos asfuer 29s pat a tranqformar escuolas y colegios en 'comunfdades ed~~cati vas' Para ollo, ce ha intentado aqreeer 10s elementos componcntes dc la comunidad (padreg, profesores, eqpleg dos, alunnos . ) rsalizendo acciones de toma de cancien cl a y de cornpromiso con cada uno de eses ssctores, a oh jeto de lograr una acci6n comuniteria de educaci6n Pp ro ese no es el caso de la comunidad rural La cornuni dad no es la suma de sus partes 1,d comunidact eq una realldad socral y cultural actriilntc como un todo din6m.t.- 60 )is m6s clue la suma de sris partes

Lualquiera quc se haya aproximado a la vida de la comu- nldad rural, observarH de inmediato que las divfsiones por edad, sexo, etc, . que establece nucstra visi6n in- divldualista del mundo desapareccn par complete.

Se podria foraular, incluso cmo una hipdtesis orovi31o- rial quc la escuela ha s~doy cs hoy en dia que provaca la separaci6n de nlfios y adultos, hombres v mujeres, 12 trados y ana2fabsio;. Y son tas eczisnes educetives &fin dependlentes de la mentalldad escolar diri~iddbsa 10s - analfabetos, a las mujeres, a 10s nifios, a 10s adultos.. las que esth crcando la disgregaci6n a1 interior de las comunidades rurales.

La educaci6n rural, para ser tal, debe ser una educaci6n de la comunidad- rural. Toda acci6n educativa debe contez plar a1 conjunto de la comunidad y no a 'partest de ella.

Esta consideracibn es especialmente v5lida para las comu- nidades indigenas, cuyos rasgos culturales se mantienen m5s puros y no han sufrido tan intensamente la penetra- cih de la cultura dominante.

4.3. Naturaleza social -del aprendizaje.

Casi sin discusidn se han aceptado hasta ahora las leyes y 10s principios de las diferentes escuelas que tratan de explicar el hecho de aprender, como viilidos, cuando no exactamente ap licables a1 aprendizaje de 10s nifios de 1 campo, especialmente indigenas.

Si ya las teorlas psicol6gicas del aprendizaje pueden ser discutibles aplicadas a 10s nifios y j6venes de 13s ciuda- des, en cuanto que han sido elaborados en contextos tan diferentes a 10s de nuestro pais, con cuanta mayor raz6n se pueden levantar serias objeciones a su aplicacidn a la educaci6n campesina, especialmente indigena.

Sin pretender, sobre el particular, aflrmar categgricame; te y cientificamente que el aprendizaje es fundamen - talmente un hecho social, se desea llamar seriamente la atencien sobre c6mo parece que debe concebirse el apre; dizajs on, ocl: e.cc1i.o. Son ?ronorciones i.qt.lalrnontr, r~i.lvth.-- ticas, que en alqGn momenta deben ser estudirida~.. 'n.vcq,. .. tigadas, para pwobar su validez.

Ln pregunta m5s importante, aiin por responder de manera cientf fica, es si el aprendizaje debe concebirse cienti- fica, es si el aprendizaje debe concebirse como un cam- bio en la conducta o comprtamiento del individuo, cuando hablamos de educacidn rural, o ha de afectar, para ser tal, la estructura misma que determina a este indi~iduo, en este caso la estructura comunitaria. En alguna opor tunidad un lider campsino decfa:

'W todos salimos adelante o todos tenemos problematt como una expresidn de 3.0s vfnculos Euertes que ligan a 10s - miembros de una comunidad campesina.. En otros terminos: "nadie sabe nada mientras no sepamos todost'

En definitiva, preguntarse por qui es el aprendizaje para el campesino es preguntarse por c6mo se puede saber que 10s campesinos aprendieron. Hasta este momento no se ha hecho sin0 tresladar todos 10s instrumentos de verifica- ci6n de 10s reslutados d.el aprendizaje utilizddos en el ambiente escolar urbano, el medio rural, escolar o no. Bajo esta consideracidn ipuede una prusba ob j etiva revg lar el aprendizaje logrado por un grupo? Es comunmente aceptable la corta durabilidad que tienen 10s aprendiza- jes rea1,izados tanto en 10s sistemas formales (un indica- dor de ello seria dl analfabetismo por desuso) como en 10s programas abicrtos . El cuestimamiento va justamente a la forma como se cumple el aprendizaje v su verificacibn. Por lo indicado, este es un campo que requiere de invest& gacidn y que llevarfa a reformular todo el esquema opera- tivc de 10s sistemas de educacidn rural.

Otra de las caracteristicas definitorias de un programa de educaci6n rural es el de la vinculacidn entre apren- dizaje y trabajo. Sobre este t6pi

QuizCs con excesiva frecuencia se ha considerado que - 10s programas educativos del area rural deben llevar una aplicacidn directa a1 trabajo productivo, y esto, en aL guna medida, es corresto, per0 no es suficiente, No so- lamente se trata de aumentar la productividad o de multi plicar las posibilidades ocupaciones del hombre del cam- po, a travgs de una diversificaciSn de sus capacidades lq borales. Ese es un objetavo permanente de la educacidn y no solamente en el sector rural.

Deseo llamar la atencidn sobre la relacidn dinhica que - existe entre aprendizaje y trabajo, entre saber y produ- cir. Acaso un recuerdr, de cdmo dicha relacidn se da en el sistema escolar vigente, pueda contribuir a aclarar mbs lo que se ~retende~decir,En el sistema edticativo la neta a largo plazo (demasiado largo, por cierto) es la de incorporar a 10s hombres a la vida de produccidn. Y en - ese umpeflo se organizan instituciones y programas de estg dio que, supue&amente sirven de preparaci6n para el tra- bajo. ConsidCrece por ejemplo, la creciente demanda de preparaci6n tQcnicos agricolas o industriales, que se pre- tende satisfacer con la costosa educacibn llamada t6cni- cat. El acceso a ese tipo de capacitacibn est5 condicio- nado a1 vencimiento de ciclos anteriores de formacibn hu- manistica, en 10s cuales se ofrecen a 10s nifios y jovenci- tos 10s instrumentos b5sicos del saber letrado. No sola- mente por la estructura del plan de estudios de la educa- ci6n tgcnica, sin0 por la concepcibn misma de la programa- ci6n, existe un parzlelismo irreductible entre formacibn humanistica y formacibn tecnica, La capacitacidn para el trabajo se centra en la adquisici6n Be las habilidades ne- cesarias para determinado campo de aplicaci6n artesanal o industrial, en cualquier escala. El resto, lo formativo, lo humanistico, es una especie de complementacih necesg ria dentro de lo que se conoce corrientemente con el no; bre de 'culturat. Lo cultural, en este sentido, no nace de lo laboral, sirve solamente de contrapeso, para balan- tear adecuadamente dos tipos de formacibn; la del hombre y la del trabajador,

Acaso las condiciones propuestas puedan de dificil cumpli- miento. Pero, si no en plenitud, a1 menos el proyecto de Educaci6n Bilingue podria preocuparse por crearlas en si- tuaciones experimentnles, debidamente controladas.

Lo importante es considerar que el s6lo hecho de recono- cer y dar validez a1 uso del quechua en la vida escolar no va a ser el factor determinante para mejorar 10s apren- dizajes y la vida econ6mica de las comunidades del 5raa rural. Su efecto se multiplicar5, si se enmarca dentro de una concepcibn educativa realmente innovadora. BIBLIOGRAFIA

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ROMERO Salvador, 1979. El desarrollo reclente de la educaci6n en Bolivia: Algunas de sus caracterhticas, La Paz, Univer- sidad Catelica Boliviana. CAPITULO VI

OPINIONES Y ACTITUDES SOBRE

EL PROYECTO DE EDUCACION ' BI- LINGUE 1. INTRODUCCION. El Social Soundness Analysis requerfa de un estudio empi- rice sobre una muestra de la poblaci6n ineolucrada en el Smbito del proyecto de educaci6n bllingtfe. Tres grandes zonas fueron objeto de estudio: Cochabarnba, Aiquile y - Chuquisaca.

Dadas las limitaciones de tiempo, no se pudo hacer una - consulta muy amplia, pero como se verS en el disefio meto- dol6gico se realiz6 el trabajo sobre una muestra repre- sentativa que contempla unidades de anglisis muy especz- ficas , las que enfocadas con una adecuada perspectiva - permitieron la recolecci6n altamente confiable.

2.1. Objetivos de la consulta de campo.

: -De terminar las actitudes de 10s prof esores rurales hacia el uso del castellano y el Quechua, hacia 10s padres de familia y hacia la educaci6n bilingtfe.

-La ovini6n sobre el uso de 10s idiomas castellano y que- chua en la escuela y la comunidad. - Indicadores concretos de utilidad personal y social de la educaci6n tradicional informal. \ -1ndicadores concretos de la utilidad personal y social de la educaci6n escolar para 10s niAos y la comunidad. - Determinar las actitudes de 10s padres de familia hacia el uso del castellano y del quechua, la eseolaridad y la educaci6n bilingue.

- La opini6n sobre el uso de 10s idiomas castellano y qug chua en la escuela y la comunidad.

- Indicadores concretos de utilidad personal y social de - la educaci6n escolar..

- Inventario de actitudes de 10s padres de familia hacia el uso del castellano y del quechua, la escolaridad de sus hijos y la educacih bilingffe.

- Determinar las actitudes de las autoridades nzcionales y regionales, lzderes comunitarlos y organizaciones de profesores rurales hacia la escolarizaciSn formal en - el 5rea rural y la educaci6n bilingtfe. .,' - Inventario de opiniones sobre la escolarizaci6n formal y la educacih bilingtie.

2.2. Naturaleza de la investigaci6n.

Dado el cargcter exploratorio y descriptivo del presente estudio, 10s resultados que se presentan a continuacih constituyen en conjunto una primera aproximaci6n de al- cance limitado con posibilidades de generalizacien solo dentro Jel 5mbito de la poblaci6n estudiada. Por tanto su objetivo es el de pemitir el planteamiento de inter rogantes, posibilitar la discusi6n academics sobre dete; minados aspectos y abrir nuevas lineas de investigacien, - 246 -

esta vez contando con una sblido apoyo cientffico

2.3. Organizacibn de las variables.

La informaci6n de campo que ser5 presentada en secciones posteriores, ha sido ordenada de acuerdo a la siguiente categorizaci6n de variables:

- Variables -de diagn6stico. comprenderh toda la informaci6n sdbre la visi6n actual de 10s informantes acerca del uso de 10s idiomas en la escuela y la comunidad. Sobre 10s resultados logrados por la educaci6n bilingue, sobre la utilidad de la edu- caci6n tradicional informal, y sobre la utilidad de la utilidad de la educaci6n escolar.

- Variables de expectativas.

Camprenderh toda la informaci6n sobre el deseo y rec@ tivi-dad de la poblaci6n estudiada hacia el proyecto de educaci6n bilingUe, y la disponibilidad de 10s profeso- res para participar en ese proyecto.

- Variables -de attitudes.--

Comprendersn toda la infonaci6n acerca de la lealtad - idiomiitica hacia el quechua y el castellano; las actitu- des hacia la educaci6n bilingue; las actitudes hacia la escolaridad, las actitudes de 10s profesores hacia 10s padres de familia, y por bltimo, las actitudes de 10s profesores hacia 10s padres de familia, y por bltimo, las actitudes de 10s padres hacia 10s profesoresc Sis tematizaci6n --de las variables.

La informaci6n recogida se presentarg de acuerdo a las vs riables clasificaturias mencionadas en el punto anterior, de mod0 que permita su comprensi6n en relaci6n a algunas caracteristi.cas de la poblaci6n investigada. Estas sergn:

Para la informaci6n sobre profesores: - Sexo - Afios de experiencia en el magisterio rural - Participacih actual o pasada en proyectos de educaci6n bilingtfe.

Para inf ormaci6n sobre padres de familia: - Sexo - Grado de instrucci6n - Domicilio en localidad donde se ejecuta el proyecto

Para la informaci6n sobre autoridades , llderes comuni tarios organizaciones de maestros rurales : - Rango Jergrquico.

--Disefio muestral

Dado el cargcter de relativa homogeneidad de la poblaci6n rural en esas zonas, se ha disefiado una muestra de acuer do a1 procedimiento que se describirg a continuaci6n y con la inf ormaci6n m5s actualizada disponible .

Para determinar la muestra de profesores y padres de Samilia se ha procedido de la siguiente manera: Primer?.

Identificaci6n de las unidades administrativas del sector rural dentro del sistema educativo boliviano. Son las siguientes: - Direcciones Distritales y Supe~rv'i's'o'r'f'as''Regionales

formadas por el conjunto de supervisorias zonales bajo su jurisdicci6n. En el Departamento de Cochabamba exis- ten : 1. Direcci6n Distrital: Cochabamba 2. Supervisorias Regionales: Aiquile Chapare tropical.

En el Departamento de Chuquisaca existen: 1. Direcci6n Distrital: Sucre 1. Supervisoria Regional: Camargo

- Zonas.

formadas por un conjunto de unidades de .un Supervisor Zonal.

Formados por el conjunto de escuelas seccionales y una escuela central, con director propio.

- Unidades escolares.

Que son escuelas completas con director ,propio, per0 que no tienen escuelas seccionales que dependan de ella. Segundo.

Ldentificaciijn del universo en 10s distritos solicitados por USAID, formado por 10s niicleos correspondientes a cs da una de las zonas de las Direccihes Distritales y SE pervisorias Regionales de 10s Departamentos en estudio y que se mencionan a continuaci6n:

Direccih Distrital -de Cochabamba.

Director Distrital: Profesor Gustavo Garcia.

Zona A: Guayllani, Melga, Candelaria, Chapicirca, Chifia- pa, Iluri Grande, Larati, Tutimayu, Rodeo, Ichu- cello. Zona B: Azirumarca, La Chulla, Chojfiacollo, Pucara, Pai rumani, La Florida, Ceriimica, Bellavista. Zona C: Parotani, Carmarca, Challa, Lecke, Viloma, Tapg ya, Aramasi, Ramadas, Tunas Vinto, Uchu-Uchu. Zona D: Buen Retiro, Orcoma, Aguas Calientes, Playa Ancha Sicaya, Cofiacofia, Apillapampa, , Bolivar.

Zona E: Altamachi, La Aguada, Piusilla, , Lachira- ya, Chillabi, Misicuni.

Zona F: Punacachi, Pancache, Saipina, , Chayante, Yayani Calchani, Machaca. Zona Cocapuj io, Villa San Jos6 Coporaya, Mendesmata, Huertamallu, Siches Santa Rosa, Huafiacota Que coma.

Zona Anarancho, Santa Lucla, Tolata Chillijchi Arama- si Lagunacarmen Ca.machora.ncho.

Zona La Villa, Coari, Piscomayo, Sacarnvilla Collpa- siacu , Challacaba Boqueroncasa, Cafiares , San Benito,

Zona Huayapacha, Laimin, Copachuncho, Lopemendoza, Chimboaca, Epizana, La Habana*

Zona Alabay, Mollini, Taboada, Mataraci, Tujma, Tin- ti, quiriya-

Es cue 1as de aplicaci6n de las Normales: Vasacalle, Pa- racaya, Vacas y Copacabana.

Supervisoria Regional -de Aiquile.

Zona A; Supervisor Zonal: Profesor Orlando Arandia. Cercado, Novillero. Tipaj ara, Racaypampa. La- guna Grande, Mataral Chagokasa, Panam5.

Zona B: Supervisor Zonal: Profesor Ren6 Lorna C- Lai bat0 Quinori Tabacal Santo Antonio, .

Direcci6n Distrital -de Sucre.

Director distrital: Profesor Severo Lafuente. Zona A: Supervisor zonal: Prof. Antonio Tobar: Cachimayu Chojchis, Potolo, Lajastambo, Punilla, Anfaya.

Zona B: Supervisor zonal: Prof. Det-erlino MBndez: Villa Serrano, Chuquichuqui , Challcha, La Palma, Oro- ma, Pojpo, Pajcha.

Zona C: Supervisor zona.1: Prof. Abel Molina R. : Huasa- cancha, Escana, Sotomayor. Pasopaya Parcti, Co- roro.

Zona D: Supervisor zonal: Prof. Jose Diivalos G.: Redeq ci6n Pampa, Alcalg, El Villar, Tarabuquillo, La2 pasillos Mendoza, La Cienaga, Nuevo Mundo, Pampa del Tigre.

Zona E: Supervisor zonal: Prof. Alfonso Rivera: La Can_ delaria, San Pedro, Pampahuasi , Ichacani, Taco2 pampa, Tarvita.

Zona F: Supervisor zonal: Prof. Arturo Aliaga M. : Can- tua, Lapaera, Rosario del Ingre, San Juan de Pi- rai, Chapimayu, Cruce Piraimirg, El Rodeo, Ce- rrillos , Huacare ta, Uruguay.

Tercero.

Determinacien cuantitativa de las escuelas comprendidas en 10s ndclcos mencionados (Datos de 1979 Fuente: Direcci6n Nacional de Educacign Rural). NUMERO DE ESCUELAS CENTRALES Y SECCIONALES

------COCHABAMBA SUCRE AIQUILE TOTAL

N % N % N % N ------N~~C~COS 90 6.29 39 2.72 140 10.1 143 Seccionales 761 53.21 421 29.44 105 7.4 1.287

TOTALES 851 59.5 460 32.16 119 8.32 1.430 ~~a=aIOf3fa'35fOIn=3nanPDa~3~~=aPD~~Eaa~~m~a~~~~a~a~~~na~a~~

: Con lo cual queda establecido el universo de investigacien con 1,430 escuelas.

Por otra parte, el ndmero de maestros rurales es el 1-- s iguiente: Cochabamba: 2.776 Aiquile : 321 Sucre 1.189

Cuarto: ~eterminasi6ndel promedio alumnos/profesor en 10s nficleos de las Direcciones Distritales y Supervisorlas Regionales (Fuente: Ministerio de Educacih y Cultura Anfllsis del Presupues to. Recursos Humanos. Alumnos y cos tos Uni ta- rios del MEC. La Paz Abril de 1979). Cochabmba: 17 a?umnns por profesor Aiquile: 19 Sucre : 23

Determinaci6n del ndmero de escuelas de la muestra. Coq viene justificar el tamafia de la muestra elegida par las siguientes razones :

- Las condiciones de homogeneidad relativa de la pobla- cidn rural, debido a su origen culturai comtin garanti- zan la reptesentatividad de una muestra pequefia.

- El cargcter exploratorio de la investigacidn no requig re una cantidad muy grande de encuestados.

- La conveniencia de abaratar 10s costos de trabajo de - campo. Cuando 10s reqwrimientos da la investigacidn no exigen un universo poblacional muy grande.

- El plazo breve ?signado por la Direcci6n del Proyecto de EducaciSn BilingUe. para'la realizacidn del anglisis objeto de la presente propuesta.

- Por otra parte, la de.terminaci6n de la muestra se ha realizado por la combinaci6n de criterios muestrales. estadisticos y cualitativos.

El criterio sstadfstico se- aplic6 tambi6n para cada DL reccidn Distrital y Supervisoria Regional, mediante el muestreo aleatorio simple de las zonas en las que se ubi- carian las escuelas centrales y seccionales de cada nGcleo.

Esta selecci6n tuvo en cuenta la representatividad de las escuelas elegidas por su participaci6n en 10s proyectos de Educaci6n Bilingue para el departamento de Cochabamba En este departamento se consideraron Gnicamente escuelas perteneciente a la Direccih Distrital y la Superviso- ria Regional de Aiquile.

No se tom6 en cuenta la Supervisorza Regional de Chapare por no ser de importancia actual para el proyecto de edu- caci6n Bilingue.

Las escuelas del departamento de Chuquisaca se eligieron solamente de la Direcci6n Distrital por estar en pareci- das condiciones con el resto, ya que el proyecto de edg caci6n bilingue aiin no se ha implementado en la zona,

La elecci6n especifica de las localidades incorporadas a la muestra, se ha realizado mediante un criterio cualita- tivo de apreciaci6n de informantes calificados sobre la mayor o menor importancia de cada escuela, por su inter relaci6n con la comunidad en la que se encuentra ubicada Ademk por exigencias de la investigaci6n se ha elegido escuelas en las que el proyecto de educaci6n bilingue se encuentra en aplicacien, y otras en las que aGn no se im_ plement6 con objeto de poder establecer comparaciones en- tre el diagnSstico, expectativas y actitudes de la poblg cidn en ambos grupos. Con estas consideraciones, se eligi6 se eligi6 una mues- tra estratificada de doce escuelas rurales de 10s depar- tamentos de Cochabamba y Chuquisaca que reuniaa las ca- racterfsticas indicedas. CUADRO EXPLICATIVO DE LA DETERYINACION DE LA MUESTRA

uestra de amilias a ncuestarse

Cochabaak z Aiquilo Sucre De acuerdo a las consideraciones metodol6gicas anterio- res y en relacidn a las tres unidades bgsicas de estudio, se realiz6 en la fase t6cnica del trabajo de campo la a- plicacidn combinada de encuestas, entrevis tas semi -es- tructuradas y paneles monitoreados yrabados de acuerdo - a1 siguiente detalle.

Unidad de estudio nGmero w.

.Jefes de Eamilia e - Encuesta de sondeo de actitudes con preguntas cerradas y precodificadas en relaci6n a las variables clasifica- torias de diagndstico, de expectativas v de actitudes, a1 interior de la misma se emplearon escales tipo Li- ckert adaptadas a1 medio quechua (Cf. anexo, encues ta a padres de familial

Unidad -de estudio nGmero -dos.

Maestros rurales.

- Entrevistas en profundidad sobre 10s aspectos m6s signi ficativos de la educacidn bilingffe, expectativas y difi cultades (Cf. anexo, encuesta a profesores) .

- Panel monitoreado en base a una guia de temas, informa- ci6n grabada que presenta opiniones con alto grado de consenso. (Cf. anexo, transcripci6n de paneles) . Unidad -de estudio nfimero -tres.

Autoridades de nivel distrital y regional, CONMERB

- Entrevis tas semi- estruc turadas , con preguntas relativas l a las variables antes menciond.dasm

- Papel monitoreado en base a una guia de temas, informa- ci6n grabada que presenta opiniones con alto grado de consenso (CF, anexo, transcripcidn de paneles)

- Solicitud de opini.on escrita de CONMERB.

Procesamiento --de la informaci6n.

Los instrumentos utilizados para la recolecci6n de infor- macidn contienen preguntas y afirmaciones organizadas de manera tal que permitieron rastrear las opiniones, expec- tativas y actitudes de la pohlacidn en relacidn a' 10s as- pectos m5s significativos de la educacidn en general y del proyecto de educaci6n bilingue en particular,

En el caso de 10s padres de familia se utilizaron catorce preguntas cerradas, dos preguntas abiertas y siete cuen- tos que representan situaciones ficticias (Cf ., anexo ) . La encuesta a profesores contiene una baterza de 37 enuE ciados , no necesariamente verdaderos sob re la educacien rural, ante 10s cuales 10s maestros manifestaron su acuer- do, desacuerdo, o ausencia de opinion formada a1 respecto, contiene ademss cinco preguntas abiertas, Ambos instru - mentos fueron previamente codif icados. Para el procesamiento de la informacih, se seleccionaron las preguntas por variables discriminatorias y se ponder6 las respuestas posibles a cada pregunta, obtenigndose de esta manera escalas para poder determinar tanto las opk niones, expectativas y actitudes de 10s yrofesores y 10s padres de familia,

Por ejemplo, en el caso de 10s profesores, a la variable: "actitud hacia el bilinguismo en educaci6nW le correspoz dZzn las preguntas 30, 16, 19, 20, 21, 23 y 24 de laez ~uei;~ca.Reali zado el conteo.

Si la sumatoria era mayor o igual a 20 = actitud positiva Si la sumatoria era igual a 15 = actitud neutra Si la sumatoria era menor a 15 = actitud negativa Sin informaci6n = sin opini6n for- mada

A la variable: "estado actual del uso de Quechua en In escuelatt le correspondian las preguntas 35, 36,y 37, rep lizado el conteo:

Si la sumatoria era mayor o igual a 10 = uso mayor de Quechua. Si la sumatoria era menor a 10 = uso mayor del castellano Si la sumatoria era igual a 2 = sin opini6n f ormada. En el caso de 10s padres de familia, el procesamiento de la informacidn siguid el mismo procedimiento. A diferen- cia del anterior se utiliz6 10s servicios de computaci6n comerciales, bssicamente el programa S.P.S.S. (Statistical Package for the Social Sciencies] solicit6ndose estadis- ticos comunes para establecer el grado de a.sociaci6n en- tre variables cualitativas y sus pruebas de fiabilidad - respectivas. [Cf. anexo, cuadros 43 a 1081. Dado el re- ducidcl nGmero de la muestra, 10s niveles de significaci6n manifiestan en algunos casos posibilidades de error.

Tanto la informaci6n clectr6nica como manual ha obtenido para todos 10s cuadros:

- la frecuencia correspondiente - el porcentaje (%I respecto a la fila - el porcentaje ($1 respecto a la columna - el porcentaje 1%) respecto a1 total

(Por razones de tiempo y disponibilidad de CENACO no se p proces6 electr6nicamente la informacT6n obtenida de 10s profesores) .

Las grabaciones de las entrevistas semi-es trucguradas - fueron transcritas sinteticamente y son presentadas en este informe en las secciones correspondientes en forma anhima. 3. CARACTERIZACION DE LA POBLACION CONSULTADA

Durante el trabajo de campo se cntrevist6 cuarenta profe- sores en 10s Distritos de Cochabamba, Aiquile y Sucfe de 10s cuales'diez y ocho varones y veinte y dos mujeres de acuerdo a1 siguiente cuadro:

Cruzando la infonaci6n sobre profesores por sex0 y por afios de experiencia en el magisterio rural, se determi- n6 que el 80% de 10s maestros entrevistados resultaron

tener siete y mgs afios de experiencia, el 12.5% entre -. cuatro y seis afios y el 3.5% entre uno a trea afios de experiencia (Cf. anexo, cuadro NO1].

El 32.5% de 10s profesores habla participado y partici- pa actualmente en kk proyecto de educaci6n bilingtie, - siendo Estos 10s que mayoritariamente tienen m5s afios - de experiencia docente, en tanto el 67.5% no es parte del proyecto ni ha participado antes en experiencias si- milares. Esta relaci6n debe interpretarse atendiendo a que el mencionado proyecto centra su atenci6n en 10s tres primeros grados del ciclo basico, por tanto, una escuela es parte del proyecto, no necesariamente todos 10s profe- sores son miembros del mismo, aunque siguen de cerca el desarrollo de este ti.po de educaci6n y esth habilitados para emitir opiniones valederas sobre el mismo. (Cf. ane- XO, cuadro N02]

Por otra parte, atendiendo a la segunda unldad de an5lisls se recogi6 informaci6n de 86 padres de familia en propor- ci6n igualitaria respecto a1 sexo, 48% de varones y 508 - mujeres. De ellos, el 27.9% corresponde a1 distrito de - Cochabamba, 34.9% a Aiquile y 37-2% a1 distito de Chuqui- saca. (Cf. anexo, cuadro 63).

El 32.6% de esta poblaci6n es analfabeta, correspondiendo a1 distrlto de Cochabamba el lndice mayor de analltjabetis- mo (Cf. cuadro 64).

Atendiendo a la tercera unidad de analisis, se entreSist6 a las siguientes autoridades: En Cochabamba en reunidn - conjunta a 10s supervisores de veinte y un ndcleos (reun ni6n efectuada el dla 27 de Junio, 1980), en Aiquile a1 Superilsor Regional, y en Chuquisaca a1 Di~ectorDeparta- mental de Educaci6n A,fI. En La Paz, se solicit6 una opi- ni6n por escrito a CONMERE (Conf de maestros de cducacibn rural Boliviana.

Los paneles se efectuaron con el Director y profesores - de la escuela Central de Novillero, Boquer6n K1asa, Yata- ral y Chinguri; separadamente se entrevist6 a les dirigeq tes de las comunidades visitadas, con bastante dificultad para localizarlos, ya que el tra&#jo de campo se efectu6 durante 10s festejos de San Juan. 4. PRESENTACION DE RESULTADOS

En esta sccci6n se presentan 10s resultados obtenidos so- bre las opiniones, cxpectatlvas y actjtudes de las unida- des de aniilisis, sobre el proyecto de educaci6n billngue.

Por un criterio de sintesis y ordenamiento, la exposi- ci6n de resultados ha sido agrupada en tres grandes temas:

1. Opiniones sobre algunos aspectos relativos a1 proyec to de educaci6n bilingtfe. Tema que contiene cuatxo aspectos .

- Uso del idioma, en la escuela, la comunidad y la fa- milia.

- Opini6n sobre 10s resultados de la educaci6n bilin- gUe.

- Contenido de la educaci6n tradiclonal informal y opini6n sobre la utilidad de la educaci6n tradicio- nal informal,

- Utilidad de la educaci6n escolar. 2. Expectativas sobre el proyecto de educaci6n bilingtfe Tema que contiene dos aspectos:

- Receptividad hacia el proyecto de educaci6n bilin- glfe ,

- Disponibilidad de 10s profesores a participar en este proyecto- 3. Actitudes hacia algunos componentes del proyecto de cclucacibn, bilingtfe tema que contiene cuatro aspectos - Lealtad idiomdtica - Actitud hacia la cducaci6n bilingtle - Actitud hacia la escolaridad - Actitud de 10s profesores hacia 10s padres dc familia

Para lograr una mejor comprensi6n y claridad en la i; terpretaci6n de 10s resultados, Be presenta la opini6n comparativa Be 10s profesores, padres de familia, au- toridades y cuando corresponde la de 10s lideres comg nitarios, de acuerdo a cada tema y variable que le cg rresponde. De esta manera se pretende obtener un cua dro racisnal, sint6tico y comparativo de 10s aspectos mCs significativos de la problemhtica en cuestien. Dado el elevado ndmero de cuadros informativos, se d= termin6 que no sean parte del discurso de exposicidn para evitsr la confusi6n del lector y pasen a conss tituir una secci6n aparte, clasif icada numericamente en el anexo.

4.1. Opiniones -sobre algunos aspectos relativos gl- proyecto -de Educaci4n BiligtjQ,

4.1.1 Uso-- del Idioma.

--En la escuela.

La opini6n de 10s profesores respecto a1 us0 del idioma en la escuela manifiesta una tendencia mayoritaria en - cuanto a1 uso del castellano c60%, en tanto un 35% opi- na que el uso del quechua cs mafror (Cf, c.71. Si. se exa- mina la opini6n por sexo, puede observarsc que el 56% de 10s varones seAala a1 us0 dcl Casteklano como dominante, la opini6n de las mujeres les es correlativa (64%), mante- n~gndoseun significativo porcentaje en favor del Quechua (Cf.c.lO), La opinidn dc 10s profesores de acuerdo a su pertenencia o nu a escuelas bilingties mantiene la misma - tendencia (CE.c.9) que ya se manifiesta como dominante a1 examinar la opini6n por distrito (Cf. c. 8)

En consecuencia, puede afirmarse que de acuerdo a la opi- niBn de 10s profesores el uso del castellano es dominante en las escuelas comprendidas en la muestra. Esta compro- baci6n no serg analizada independientemente, sino ser5 to- mada en cuenta a1 analizar el conjunto de la informaci6n.

Los padres de familia no fueron consultados a1 respecto, en tanto, las autoridades y 10s profesores manifes taron en las entrevistas semi-estructuradas una observaci6n sig nificativa en cuanto a1 uso de idiomas, en concordancia a 10s enunciados anteriores, seAalan que es evidente el us0 del castellano en forma mayoritaria por 10s nifios en la escuela, especificamente en la relaci6n alumnos-profe- sores durante 10s peri6dos de ensefianza, pero a1 interior de la escuela, e& 10s recreos y actividades colectivas - 10s nifios se comunican entre ellos e-n hechua reeditando una priictica comdn en el sen0 de ltts'famllias campesinas "10s nifios de estas comunidades no son quechuas legiti- mos , con el roce social hablan castellano" CopiniBn de director de escuela), - --En ias familias.

La opini6n de 10s profesores sobre el uso de 10s idiomas en la familia es significativa, el 60% de ellos seflala que 10s padres exigen a sus hijos que hablen castellano un 27.5% no est5 de acuerdo y un 12.5% tiene opini6n fox mada a1 respecto, (Cf.c. 35).

Es opini6n generalizada entre 10s profesores que en el sen0 de las familias es dominante el empleo del quechua para comunicarse, prgctica que no es consistente con la exigencia y presijn que ejercen para que sus hijos se castellanicen, "10s padres de familia quieren que sus hijos se castellanicen" "10s padres de familia envian a sus hi jos a la escuela para que aprendan el castellano" "solamente si sus hijos aprenden a hablar en castellano, van a ser considerados ciudadanos".

La opini6n de 10s padres de familia sobre el uso de 10s idiomas en la familia, entrega tendencias bastante rg partidas, el 40.7% sefiala que usa mgs el quechua, el 24.4% sefiala que usan ambos por igual y el 18.6% opina que usa mgs el castellano (Cf.c. 49).

Atendiendo a 10s distritos puede observarse que en Co- chabamba s6lo el 2.8% usa el castellano, cifra que os mayor en Aiquile (13.9%) y significativamente menor en Chuquisaca [5.6%). En general, predomina el uso del quechua en el sen0 de las familias 48.6% (Cf .c. 70).

Las autoridades con sus opiniones ilustran bastante la situacien del uso de 10s idiomas en las familias, la prsctica del progresivo bilingtlismo entre 10s campesinos puede explicarse por algunas razones "Los padres de fz milia no quieren ensefianza en quechua porque desde 1952 se les ha ensefiado que el castellano es un elemento de in- tegra~i6n~~,~~elcampesino tiende a civilizarse,ya no quig ren seguir siendo lo que eran antes, se han dado cuenta que todo lo quo llega de adelanto a1 pais, es en castella- no, el progreso y 10s adelantos tecnol6gicos no vienen ex- plicados en quechua, por ejemplo, no llegan fertilizantes con explicaciones en quechual1 .. ."en el valle de Cochabafi ba 10s campesinos han manifestado en una encuesta (realiza- da por 10s profesores), que el castellano es un elemento de liberacih, de comunicaci6n nacional, para que les sirva a ellos y a sus hijos cuando vayan a trabajar a Santa Cruz, porque sino, no pueden entenderse con la gente cambat' - (transcripcih panel con autoridades de Cochabamba) ,

- -En -la ---comunidad El 85.0% de 10s profesores apinan que en las comunidades es mayor el uso del quechua (Cf.c. 11), esta cifra se mantiene si se controla la opini6n por sex0 del entrevistado (Cf. c.14) y por distrito CCf.ce'12,13). De igual forma, las ax toridades de educaci6n y 10s ciirigentes de comunidades, no s6lo por ser el idioma m5s frecuentemente usado en la f ami- lia, "sino sol s todo cuartdo hay expresiones colectivas, folklore, fie,, religiosas y reuniones para discutir 10s problemas de la cor. ,nidad1l. Sin embargo, se ha detectado que hay comunidades donde las variedades dialectales son mayores que en otras, por ejemplo a juicio de un dirigente sindical de Chuqi-Chuqu, en diversas comunidades ubicadas entre Aiquile y Sucre, existen comunidades prscticamente castellanizadas, en las cuales 10s problemas de la comunidad se discutcn en castellano ya que la mayorka de 10s comunarios han viajado a la Argen- tina y se desplazan constantemente hacia Santa Cruz y otras capitales de Departamento.

De lo anteriormente expuesto, pueden derivarse algunas inf erencias preliminares , por una parte debe observarse opiniones un tanto contrapuestss respecto a1 uso del i- dioma en la escuela. Los profcsores han sefialado como tendencia dominsnte que es el castellano el idionla fre- cuentemente usado en la escuela, sin embargo manifesta- ron tambign que en la misma escuela 10s niAos se comunL can entre ellos en quechua.

Esta aparente contraposici6n tal vez deberia interpre- tarse tomando en cuenta que el desarrollo de 10s progra mas de educaciBn rural en general, se efectiia en caste- llano, aunque 10s maestros utilicen la explicaci6n en quechua como un refuerzo a la explicaci6n en castellano, priictica normalmente usada desde 10s inicios de la edue caci6n rural como un recurso metodol6gico del docente - rural.

Reflexionando de manera general sobre la situaci6n de 10s nifios en la escuela, la familia y la comunidad en - las zonas que abarc6 el trabajo de campo, en lo que COG cierne especzficamente at uso de 10s idiomas, la contra posici6n toma sentido a1 ser manifiesto un proceso de transici6n idiomiitica del quechua a1 castellano, dinami nizado fundamentalmente por las escuelas rurales, proce so que es incentivado por 10s padres de f@ilia y que - es parte de 10s objetivos de 10s programas nacionales - de educacidn ruralo

Los principales actores de este proceso vienen a ser 10s nifios campesinos asistentes a la escuela, 10s cuales a1 presente se hallan inmersos en un complejo estado de yux- taposicion cultural, Estado o situaci6n compleja en tanto se hallan a1 menos dos tendencias latentes, por una par- te, la persistencia del uso del quechua en las activida- des mhs importantes de la comunidad, la comunicaci6n in- tra-familiar y la conversaci6n entre 10s nifios fuera de las aulas de la escuela, dan cuenta de un proceso de re- slstencia cultural, de mantenci6n de 10s valores y de u tilizaci6n del castellano ~610como un aspecto de las es trategias de supervivencia de la poblacih campesina. Tendencia probada empiricamente en otras regiones del pa- is por un equipo de in~estigacidn~(CERES 1978).

Por otra parte, la persistencia a1 uso del castellano en la escuela, la imposici6n de 10s padres para que 10s hi jos se castellanicen dada su expectativa de que Sean con- siderados ciudadanos, o que les sea menos diffcultosa su relacitin con otras personas cuando esth en edad de tra- bajar, dan cuenta de otro proceso: de adscripci6n a1 castellano, de aceptacih de 10s valores transmi tidos , de estilos de comporcamiento y de relacionamiento y de la utilizacih social del castellano en beneficio del nifio campes ino, como aspecto primmdial y preparatorio del desarrollo de estrategias de supervivencia y de re- sis tencia a1 medio castellanizado,

Desde el punto de vista psico-social y socio-cultural pue- de interpretarse que el uso de 10s idiomas tanto para el nifio en la escuela, en el seno de la familia o en situacio- nes de relacionamiento comunitarlo provoca estados de disg nancia cognitiva que son resueltos de manera favorable a1 quechua o a1 castellano dependiendo de situaciones particu- lares.

4.. I .2 Opini6n sobre los resultados --de 'la e'du'c'a'c'i'6n b'i1ingt.i~.

Dcl total de profesores entrevistados, el 62.5% de la mues- tra tuvo una opini6n favorable sobre 10s resultados de la educaci6n bilingffe, el. 25% de ellos manifest6 no tener todavia una opini6n formada dado el carscter experimental del proyecto, y el 12.5% manifest6 una opini6n desfaeora- ble (Cf.c.19).

Examinando este resultado dist2ibuido por distritos, 10s maestros de Cochabamba presentan el mayor porcentaje de respuestas favorables (87.S%), el resto todavia no tiene una opiii6n desfavorable a1 proyecto.

La situaci6n entre 10s maestros de Aiquile varia respes to a1 anterior distrito, el 69% manifiesta una opini6n favorable, 19% de ellos no tiene una opini6n definida,en tanto un 12% manifiesta una ppini6n desfavorable a1 menei cionado proyecto.

El porcentaje de maestros favorables a1 proyedto se redg ce en Chuquisaca (44%), un elevado nCmero no tiene abn una opini6n definida por que desconocen 10s resultados de evaluaciones anuales sobre el proyecto. Esta situa- ci6n explique quiz%s el 19% de maestros que manifiestan Una opini6n desfavorable- (Cf cr,20j

Examinando 10s resultados controlando la variable sexo,se observa que 10s maestros varones tienen una opini6n favo- rable a1 proyecto en porcentaje m5s elevado qu.e las muje- res, 78 y 50% respectivamente, Es significativa la cifra de maestras que todavia no tienen una opiniBn definida (36,5%) (CL c..q.

Controlando la opini6n sobre 10s resultados de la educa- ci6n bilingue por el tip0 de escuela, ya se trate de ma- estros que trabajan en una escuela billngile y de aquellos que trabajan en escuelas no bilingues, se observa que una mayoria 67% de 10s maestros que son parte del proyecto -o plnan favorablemente sobre 10s resultados obtenidos hasta el momento, cabe resaltar un elevado porcentaje de opinio- nes favorables provenientes de escuelas no bilingues.

A mod0 de ilustrar las tendencias anteriores se presenta a continuaci6n opiniones textuales de 10s profesores reco- gidas mediante la tecnica del panel:

"Yo estoy de acuerdo, y veo que 10s resultados son buenos, estoy con tercer grado y veo que hay resultados buenos, tal vez otro profesor tenga opinih contraria, per0 puede que no est6 bien informado- Hace tres afios que 10s prof% sores estamos en el proyecto . ,, .. En 10s primeros afios se observa un aprendizaje m5s facil, m5s rapido, 10s nifios entienden mk: despues del tercer afio se hace la ensefian-- za en castellanol'.

"Los que vinieron a evaluar encontraron un error, 10s ni- fios podian escribir perfectamente en quechua, per0 no te- nian la misma Sacilidad para hacerlo en castellano, habia una confusi6n en castellano, de ahi que yo opinaria que daria rnejor resultado que la ensefianza fuera oral en que chua y que la lectura y escritura fuera en castellano, asi se podria eliminar la confusi4n entre ambos idiomas,a pesar de que 10s nifios escriben mayormente en quechua , les es dificil escribir en castellano, en escritura han tenido mucho error 10s nifios" iC6mo seria la educaci6n oral en quechua? "La ensefian- za es en castellano, per0 para mayor comprensi6n el ma- estro explica en quechua, eso quiere decir que el nifio no escribe en quechua, sino en castellano, per0 para eso comprecde primer0 en quechua, traduce mentalmente y escribe en castellano".

"El proyecto de BoquerBn K1asa no est5 dando resultados esperados (tres afios de proyecto). Los alumnos de ter cer aiio no esth preparados para pasar a cuarto, entre otras cosas por 18s irregularidades en la provisih de materiales, atrasos del calendario escolar, hay mucha demora en 10s trhites burocrgticos, fijese que nos mag daron un ~610cassette".

"Los maestros del proyecto de educaci6n bilingue, debe- ria11 ser residentes o conocidos en la comunidad donde se aplica el proyectott.

En general la opini6n de 10s maestros es favorable res- pecto a1 contenido mismo del proyecto de educaciSn bilin- gtie, per0 la mayor parte de las veces manifiestan opinio- nes cargadas de un cierto resentimiento por 10s proble- mas infraestructurales del proyecto, tales como la exce- siva burocracia, las irregularidades en la provlsi6n de material didilctico, etc. gste Gltimo aspect0 ha sido - rechihcado casi en todas las oportunidades.

Los padres de familia en 10s tres dist?itos rnanlfiestan una actitud altamente positiva frente a 10s resultados de ia educaci6n bilingue, el 81n4% de la poblaci611, el 14.0% tiene una actitud neutra y solo 4-7%manifiesta - una actitud negativa. (Cf .c. 76).

Controlando esta opini6n por el sexo de 10s entrevista- dos, son 10s varones 10s que mayoritariamente se pronun- cian a favor de la educaci6n bilingffe (90.5%], en tanto las mujeres en un 23.3% manifiestan una actitud neutra.

A su vez, controlando esta opini6n segGn sus hijos est6n o no en una escuela bilingtie, el 83.3% de 10s padres que envxan a sus hijos a la escuela bilingue manifiesta uaa actitud positiva; es significativo el porcentaje de pa- dres que tienen una opini6n favorable a la educaci6n bi- lingtle estando sus hijos en una escuela no bilingffe (78.9%)

A continuaci6n se transcribe una parte de la entrevista con un dirigente sindical y el secretario general de la sub-central de Novillero:

"Aqui en la escuela se da el proyecto de educaci6n bilin- gUe, yo veo que aqui la educaci6n la noto muy bien, por- que las enseiianzas de traduccih de estas palabras son e correctas, mucho mejor y miis adclanto que 10s niAos donde solo son quechuistas ... Yo veo que ha de ser una adelan- to para la comunidad, pero esth poco tiempo. .. Yo le no- to que 10s nifios puedan aprender m5s rgpido, 10s padres clc familia crelan que solo iba a sar en quechua, per0 ya sc han convencidoff .

Por otra parte, las autoridades especialmente de Aiquile y Chuquisaca manif iestan una actitud positiva frente a 10s resultados obtenidos por la educaci6n bilingffe , por ejemplo, el supervisor Regional de Aiquile sefiala que la distribuci6n del material para el proyecto se ha hecho con mucha regularidad, sin dif icultades , sefiala que:

"En la regi6n distrital de Aiquile, predomina el uso del quechua en las comunidades; 10s padres de familia no han manifestado su oposici6n a1 proyecto.de educaci6n bilin- gffe, ya que han podido observar 10s resultados positivos de esta ensefianza en 10s nifios, que mostraron destreza en la lectura de quechua y en el conocimiento de 10s nG- meros... 10s padres notan que sus nifios tienen mayor fac cilidad para aprender el castellano, cuando ya han sido instruidos en su lengua maternaw

Por otra parte , el Director departamental de educacidn rural a/i de Chuquisaca sugiere:

"Realizar evaluaciones anuales de 10s resultados obteni- dos en las escuelas adscritas a1 proyecto de educaci6n bilingtie, para comparar con 10s resultados de las escue- las no-adscritas. Estas evaluaciones deberzan ser am- pliamente difundidas para crear conci'encia en 10s profe- sores rurales de la importanc3a dcl proyecto, no solo at tendiendo a 10s efectos inmediatos de rapidez en el apren- dizaje, facilidad, etc, sino sobre todo por la valariza- ci6n de 10s aspectos positivos de la cultura quechuatl,

A su vez, 10s Directores y supervisores de veinte y un nc- cleos en Cochabamba entregaron opiniones dc consenst$, sobre..el proyecto de educaci6n bilingffe, parte de las cuales se - transcriben a continuacih, y las opiniones restantes se presentarh en la secci6n I1 de expectativas sobre el men- cionado proyecto fi

"En las escuelas que tienen proyecto, prficticamente se ez tii yendo a1 fracaso por que no es bilinguismo 10 que est6n ensefiando, es monolingUismo. De acuerdo a lo programado por este proyecto, 10s nifios de primer afio no vienen a co- nocer ni 10s nbmeros, reci6n en tercer afio tienen que ap prender a leer en castellano y como la escuela ternina en quinto afio, y la desercidn es alta hasta cuario, les que- dan sSlo dos afios para aprender lo normal, esto, priicticg mente manifiesta el friicaso de esta ensefianzatt

"Sugieren visitar todos 10s nGcleos donde se implementa - el proyecto, particularmnete en la zona de Sacaba donde 10s maestros y 10s comunarios no estin de acuerdo con el proyecto bilingffe, por otra parte, queremos que se despg je la impresien de que las autoridades de Cochabamba tene- mos una mala impresi6~del proyecto".

"Las escuelas donde se est5 aplicando no est5~dando res sultado en cuanto a1 aprendizaje, ya que el empleo de mg nolingUismo, es decir la ensefianza solo en yuechua, va - en contra de lo que se venia practicando desde hace tiem- po, de que 10s maestros apoyaban la explicaci6n en qug chua, desde ya eran bilingtles; ademiis dentro de 10 que se practica actualmente por el proyecto, hay el empleo s6lo de tres vocales, excluyen la o y la e, lo que difi culta el aprendizaje del castellano, por ejemplo, a la palabra orco, ellos les hacen pronunciar urcul1.

"Los textos tienen muchas palabras Ecuatorianas que se ensefian a nuestros nifios, 10s nifios pierden tres afios de aprendizaje en el ciclo b5sico con la ensefianza en que - chua, cuando llega a cuarto, el nifio est& perdido, a quin- to liegan pocos y llegan como si saltaran de segundo;con esto, 10s estamos confundiendo, 10s estanlos resistiendo con su lengua maternal1.

En el rural no se hace bilingtie, sino monolingtie, en las escuelas sin proyecto se ensefia a leer y escribir en dos afios, el contrasentido es que el proyecto bilingtle alar ga a tres aAos este mismo aprendizaje, esto es un fra.- case"

De lo anteriormente expuesto, es posible extraer algunas conclusiones de cariicter preliminar. A nivel de profesg res la actitud positiva frente a1 proyecto de educaci6n hilingtie es mayoritaria, es tambien significativo el poy centaje de maestros que todavia no tienen una opini6n formada y explican que se debe a1 carscter experimental de dicho proyecto, adem5s sefialan no conocer ninguna evg luaci6n de resultados que pueda ilustrarlos sefialan que de existir una adecuada provisi6n de materiales, todo se- ria mejor. El porcentaje de maestros que estan en desa- cucnlo, poclrfa suponcrsc quc se dehc u UR estado do dos- inEormaci6n.

La si tuacibn dc 10s padrcs de Eami1.i.a as corrol.ativa a la de 10s profesores, cavi cl 7U% maniflcsta una opini6n favcrable, 19% de cllos no ticne una opini6n definida y un reducido sector manifiesta su c?esacucrdo. La actitud de 10s dirigentes de cornunldad es muy favorable rcspecto a4 proyecto.

Respccto a las autoridades, el panorama presenta diversos matices, tanto en AiquiLc como en Chuquisnca las autorida- des manifestaron un total acuerdo con el. proyecto, sugi- rierido alguna observaci6n para tratar de inejorarlo, (estas sugerencias sefan presentadas en las conclusiones); 10s - Supervisores de Cochabamba manifestaron una opiniGn bast tante criitica frente a 10s resultados del proyecto, la vl si6n m6s global del problema de la enseflanza les permite ver la realidad existznte desde una Bpt ica m6s generalBEN slntesis podria decirse que quieren despejar ],a imagen de que presentan una actitud negativa frente a1 proyecto, pe ro tambi6n hacen llegar valiosas sugercncias en hien de - la educacF6n rural nacional

4.1,s Opini6n sobre & cducaci6n tradicional informal.

8-1.3.1 Attitudes hacia educaci6n tradicional.

Los porcentajes m6s altos de respuestas de 10s profeso~es hacia la educaci6n tradicional infodal se distribuye en- tre una actitud indiferente 35.5% y una actitud positiva a la cscuela 32,58 (Cf.c.31).

Esta distribuci6n parece t-ener relaci6n con la opinicin c~ si uniinime de 10s profesores en el sentido de que la edu- cacih tradicional informal no reporta grandes beneficios a1 nifio exceptuando un tip0 de educaci6n dirigida hacia el trabajo productivo deP campo y por otra parte, el re= pet0 a 10s mayores.

Controlando esta informaci6n por distritos se presentan 10s porcentajes m5s altos en Cochabamba con un 62.5% de actitudes indiferentes. En Aiquile se distribuye equita- tivamente un 37.5% entre actitud indiferentc y actitud pg sitiva a la escuela; en Sucre es significativo un 44% de actitudes positivas a la escuela (Cf. c. 32).

Analizando esta actitud por tip0 de escuela, es decir bi linglle, no SilingUe es representativo un 50% que correspon- de a opiniones de indiferencia frente a la educacicin tra- dicional informal en escuelas bilingtles; en las escuelas no bilingMes las opizliones estan repartidas de igual mod0 con un 36.4% entre actitud positiva hacia la educacign tradicional y actitud positiva a la escuela.

Controlando la informaci6n por sexo respecto a la actitud hacia la educaci6n tradicional, se puede apreciar en la columna femenina un porcentaje del 40.9 % que corresponde a actitudes indiferentes, siendo ese porcentaje el m%s signif icativo. En tanto las opiniones del sex0 masculine se distribuyen casi equitativamente entre las tres alter- nativas propuestas.

Este resultado por sex0 se deberia a que las opiniones fg mcninas parecen ser mgs criticas que las dc 10s varones respccto a la cducaci6n tradicional informal recibida por 10s nifios, opiniones que se concrctan en las respuestas d de las pregunas abiertas ndmero 40 y 41 del cuestionario de profesores.

4.1.3.2 Utilidad --de la educacidn tradiclonal' 'i.nforma1.

En cuanto a la uti-lidad de la educaci6n informal tradicio- nal propiamente tal, s610 se tiene informaci6n de 10s pro- fesores, el escaso grado de instrucci6n de 10s padres de familia de las comunidades visitadas, en las cuales se ha detectado un 36% de analfabetismo, la dificultad idiomgti- ca, la desconfianza que muestran 10s comunarios a perso- nas ajenas a1 lugar, impide profundizar en este tip0 de - informaci6n, cuando se cuenta con poco tiempo como el que tuvo el trabajo de campo.

Como ya se explic6 con anterioridad, parece generalizada - la tendencia de 10s profesores a ver un tanto negativa o falta de valores la educaci6n tradicional informal; siendo esta opini6n mSs crztica en e.1 caso de 10s profesores de sex0 . femeninio.

La pregunta abierta ntimero 40 y 41 del cuestionario de pro- fesores nos da algunos indicadores de esta tendencia, las opiniones se transcriben textualments:

Respuestas sex0 masculino:

"De parte de 10s comunarios hay mucita de jaci6n, casi en na- da colaboran a la ensefianza de sus propios hijos, puesto - que sus trabajos agrfcojas quedan lejos".

"Los padres casi no se preocupan en ensefiarles fuera de ].as cosas de la agricultura".

"La educaci6n familiar les ensefia el respeto a sus congg neres per0 tambih, la mala educaci6n del lenguaje y de hechos".

Respuestas sexo femenino:

"Los padres a sus hijos lastimosamente no les importan ng da porque s6lo aqui en la escuela se dedican a estar en otras cosas".

"Los padres ensefian a sus hijos algo de respeto, nada m6s , porque no tienen 10s padres concient i zaci6nW.

"Los padres de familia no colaboran en la ensefianza y el aprendizaje ya que cuando damos tareas a sus casas sus pg dres son 10s que se oponen a que hagan".

"Algunos tienen costumbres malas pero es muy heterog6neow

"No aprenden casi nada de sus padres porque son gente que no han cursado ni la escuela por tanto no pueden dar ni~ guna orientacih a sus hijos".

Otras opiniones que se refieren a la utilidad de la educg ci6n tradicional informal, y que ya se mancionaron con az terioridad se refieren a tip0 de educaci6n informal diri gida a1 trabajo productivo agricola. Algunos profesores opinaron que este tip0 de educacion es proporcionado por 10s padres; aunque no es una opinih ma- yoritaria, es importante hacer resaltar su importancia,se- fialan: "Les ensefian a querer a su parcela y hacerla pro- ducir< El culdado y amor a sus plantas y animales, a par- ticipar permanentemente en sus faenas agricolastl-

"La crianza de anlmales y despugs a cultivar la tierrall.

"Los padres les ensefian a trabajar, ejemplo, amansar un buey , las mu jerci tas aprenden a cocinar, aprenden cosas practicas ..I1

Respecto a la utllidad de la educaci6n tradicional infor- ma1 que el nifio recibe de su comunidad el 90% de 10s pro fesores son categ6ricos en sefialar que la comunidad no proporcrona a1 nifio smo malos ejemplos; un alto porcenta- je de 10s entrevistados hace menci6n a1 problema del alco- holismo, de lgual manera se menciona la flojera, el ma1 uso del vocabularlo y "malas costumbrell.. Este tip0 de opinian se enfatiza cuando se revisa las respuestas que corresponden a 10s profesores de sexo femenino. A conti- nuaci6n se transcribe textualmente algunas opiniones a1 respecto.

Respuestas de la pregunta abierta niimero 41 del cuestiona- rio de profesores:

"Los nifios de su comunidad, no aprenden cosas muy buenas, por que la gente siempre anda borracha y dan ma1 ejemplo"

"Aprende solamente el contagio de la flojera y sus costum- bres malas, que nada tienen que ver con la educaci6nW.

lfA hablar palabras feas , cantar''

lfLas costumbres, fiestas, bebidas, en realidad aprenden - lo bueno y lo malo. A veces 10s hijos pretenden ser rg flejo de 10s padres."

lfEl nifio aprende cosas malas sin la intervenci6n de la escuela ni de sus padres, por ejemplo, hablar palabras malas .lf

Otras opiniones aunque no significativas se refieren a1 aprendizaje del folklore, a las costumbre del lugar y - deportes; ejemplo:

"Aprende las costumbres que tienen en la regibn, ejemplo, la manera de comportamiento de sus mayores, porque para 10s nifios, las actitudes de 10s mayores estfin encuadradas dentro de las normas de cond~cta.~'

lfLas cos tumbres del lugar, fiestas, tradicionales , las prgcticas deportivas, el folklore regionalft.

"Relaciones humanas, prficticas deportivas, trabajos en el

campo. " "S610 el deporte CfGtbol).

En sintesis podemos concluir que la actitud ciertamente desf avorable de 10s prof esores hacia la educaci6n tradi- cional informal, manif iesta una problem5tica cultural de diversos matices, por ejemplo; la actitud negativa respec- to a 10s padres parece manifestar por una parte una sobrg estimaci6n de la educaci6n formal y por otra parte un sen- timiento de superioridad creado por el ascenso social 10- grado en relaci6n d 10s padres de familia; que 10s lleva a menospreciar de distintas formas y puntos de vista las costumbres, hQitos y en general la forma de vida de 10s campesinos, manifesthdose ass un alto grado de desarrai- go cultural, actitud que se aprecia claramente en las res- puestas que corresponden a las opiniones sobre la educa- ci6n tradicional informal que ofrece a 10s niAos la comu- nidad.

Sln embargo en algdn porcentaje reconocen que de alguna - manera este tip0 de educaci6n proporciona a 10s nifios ap- aprendizaje sobre el trabajo productivo agrfcola y el res- pet0 y autoridad de 10s mayores.

Por dltimo la alta valorizaci6n de la educaci6n formal - 10s lleva a desestimar valiosos mecanismos de aprendiza- je mediante la via de la educaci6n tradicional informal y por ende a descuidar su intervencih como docentes, inti- mamente ligados a la comunidad, en la recuperacien de loa aspectos mss posltivos de su media cultural.

4.1.4 -. Utli~dad.--- de la Educaci6n Escolar.

El 40% de 10s profesores entrev.lstados estiman que la uti- lidad de la Educaci6n escolar es relativa, es decir, las opiniones se centran en la categoria "m5s o menos btil1', sin embargo es tambi6n signific~tivoel porcentaje que cc rresponde a opiniones favorables acerca de la utilidad de educaci6n escolar (87 .,5%] ,.

Esta informaci6n procesada por distritos muestra un acuer do entre 10s profesores de 10s tres distritos estudiados, a1 considerar una relativa utilidad de la educaci6n esco- lar; asi tenemos un 37.5% en Cochabamba, 37.5 en Aiquile y 44% en Sucre.

La distribuci6n por tip0 de escuela aefiala que en las es- cuelas bilingffe el 39% de las opiniones Be inclinan por - la utilidad de la educaci6n escolar y a su vez otro 39% - corresponde a la relativa utilidad, que antes se menciona, de la educaci6n escolar. En cuanto a las escuelas no bl- lingties un 36% de las opiniones se inclinan pos La utili- dad de la educacidn y un 41% por la categoria "m6s o menos iitil" (C.F.C. 17).

En cuanto a1 sex0 las profesoras tienden a consi6orar fa- vorablemsnte la utilidad de la educaci6n escolar con un - 45% y 10s valores se centran en la categoria de la relati va utilidad con un 44.4%.

Es importante hacer reslatar que existe una actiQud criti- ca hacia la educaci6n escolar; La opini6n de 10s profesg res sobre conocimientos que el nifio aprende en la escuela indica que 10s nifios aprenden conocimientos generales de tip0 11te6rico individualf1 (C. F. C. 14) .

Algunos de 10s conocimientos 11te6rico indiuiduall' enuncia- dos por 10s profesores se transcriben a continuaci6n:

"Leer; escribir; hablar castellano; el cubo; el cuadrado; La planta; el estudio de la vaca; ciencias naturales, len- guage; matemdtica, ciencias naturales.

Otro tipo de conocimientos que el nifio aprende en la escue- la y que se mencionan por 10s profesores son 10s "prgcti-, cos colectivos" por e-j emplo "buenos modalest'; hablar con otra gente; vestirse bien y se~virsebien 10s alimentos;" ser persona sociable; conocimientos de formas de trabajo; hgbito de higiene; castellano, cooperar; conportamiento - con sus padres y mayores, agricultura, cuidado de semente rasl', etc.

Solamente un profesor opin6 que 10s cononimientos que el nifio aprende en la escucla no le sirven para su vida futu- rap

Por lo tanto no es posible encontrar una explicacih sufi- cientemente consistente a la tendencia observada de 10s - profesores hacia la educaci6n escolar. Las limitaciones del instrumento y el escaso tiempo de investigacih no p permitkeron mayor profundidad. respecto a esta problemii- tica.

Los padres de familia en un 8144% tienen una actitud posi- tiva frente a la educacidn escolar.

Esta informacih por distrito se distribuye de la siguien- te manera: 21.790 para Cochabamba; 80% para Aiquile y 75% para Sucre

Por sex0 las opiniones se distribuyen a su vez en el 90.5% de 10s varones con una actitud positiva y el 72.1% do las mujeres tambi6n con una actitud positiva hacia la educa- ci6n escolar.

La distribuci6n por escuelas bilingties y no bilingues es la siguiente un 88.3% de las opiniones corresponde a es- cuelas con una actitud positiva, y el 78,9% de las act it^ des positivas corresponde a escuelas no bilingues.

De esta informaci6n se puede concluir que la actitud de - 10s padres hacia la educaci6neescolar es ampliamente pos& tiva. La escasa instrucci6n de 10s padres de familia en- trevistados, impide a estos tener una actitud critica ha- ciz la educaci6n escolar y por otra parte la visualizaci6n de la escuela en una una comunidad en la que acttia como - cdntro de casi la mayor parte de las actividades comunita- rias trae como consecuencia que se tenga una alta valori- zaci6n de ella y por ende de la educaci6n que ella reprg senta.

4.2. Espectativas sobre proyecto -de 'ediic'a'c'i'6n b'ilinguu.

4.2.1 Receptividad hacia -el proyecto --de dducaci6n bilingtie.

La opini6n de 10s profesores sobre las expectativas de la poblaci6n hacia el proyecto, es favorable, el 75% de 10s maestros sefialan que 10s comunirios desean la educaci6n b bilingUe para sus hijos, solo el 17.5% de ellos opinan - que 10s comunarios no desean este tip0 de ensefianza. (Cf.c 23).

Controlando esta tendencia con la afirmaci6n niimero 34 de la encuesta a profesores quc decPa: "si. 10s padres de fa- milia pudieran nandar a sus hijos a una escuela bilingue, o a otra donde ensefian en castellano, escogerian la escue- la bilinglle." El 62.5% manifest6 estar de acuerdo con &a afirmaci6n y un 22.5% manifest6 su dcsacuerdo. (CE. c. 40).

Esta tendencia se refuerza controlando la opini6n por el sexo de 10s entrevistados que presenta 10s mismos indices, sobresaliendo la adscripci6n favorable de las maestras - que en un 81% se pronunciaron a favor, cabe resaltar sin embargo, que el 27,8% de 10s varones apunt6 que 10s comu- narios no desean la educaciBn biljingtie para sus hijos (Cf 26).

Examinando 10s resultados obtenidos por distrito, se man- tiene un 75% de opiniones favorables en 10s tres distri-, tos* Las opiniones desfavorables se presentan sn ma#or - porcentaje. en el distrito de Cochabamba, (Cf. c. 24).

A su vez, controlando esta tendencia por el tipo de ea- cuela, se observa una relaci6n muy significativa, la may2 ria de 10s docentes que pertenecen a escuelas no bilingUes manifiestan que hay una gran receptividad hacia el proves to (81.8%), siendo poco signif icativas las opiniones en contra, que parad6gicamente provienen de maestros que - trabajan en escuelas bilingties (Cf. c. 255

Examinando la receptividad hacia &lproyecto de parte de 10s padres de familia se observa una inclinaci6n favora- ble hacia la ensefianza bilingtie. Para examinar esta receg tividad, se recurxi6 a1 planteamiento de situaciones fic- ticias mediante cuentos que fueron expresados oralmente - por 10s entrevistadores, por ejemplo:

"Dofia Ciirmen, la mam5 de Rosendo no le puede ayudar a ha- cer las tareas de la escuela por que ella no habla cast% llano. Entonces, le ha pedido a1 profesor que le de las tareas en Quechua. icree usted que dofia Ciirmen ha hecho bien o mal?

Un 53.5% seAal6 que dofia Cgrmen habTa hecho bign, esto es, manifiestan una actitud favorable a1 proyecto; en tanto el 46.5% respondi6 negativamente (Cf.c.91). Si bi6n no es posible obtener un alto grado de fiabilidad de que las reg puestas a 10s cuentos est6n midiendo efectivamente la re ceptividad de 10s padres hacia el proyecto, este m6todo indirect0 permite obtsner tendencias gene7:ales que por su- puesto deberzan, en un estudio posterior y con miis tiempo, ser controladas mediante otras tecnicas.

Controlando esta infarmaciiin por sexo, puede observarse que las expectativas favorables a1 proyecto son m5s mani- fiestas en las madres que en 10s padres, 54.3% y 43.5% respectivarnente, 10s padres en un 52.4% seiialaron que do- fia Cdrmen iinbia hecho mal, manifestando una actitud posi- tiva hacia la castellanizaci6n y desfavorable hscia el proyecto (Cf. c. 93).

Exaninando la situaci6n por distrito, sobresale nuevamente Aiquile por su adscripci6n a1 proyecto 60%, seguidos por 10s padres de familia de Cochabamba con un 58.3% (Cf. c. 91).

A modo de control de consistencia, se formu16 otro cuento yue plantea una situaci6n similar, el tcxto es el siguien- te : flDon Remigio sup0 que en 1s escuela de la comunidad vecj- na se daba primer0 una educaci6n en quechua y despu6s en castellano. Como efi la escuela de su hijo todo era en - castellano, decldi6 sacarlo y llevarlo a la escuela de 1; otra comunidad, ~Ha~fausted 10 mismo que don Remigio?

El 62.8% sefial6 que Don Remigio habPa hecho bien, 10 cual significa una alta receptividad y una expectativa favora- ble a1 proyec20, solo el 34.9%manifest6 una baja recepti.... vidad. (Cf.c.103).

En el mismo cuadro puede observarse que hay una consisten cia en las respuestas en 10s tres distritos, sobresalien- do nuevamente Aiquile por su receptividad a1 proyecto 73,3%

Examinando por sexo, con hlgunas variaciones se mantiene la tendencia encontrada con la anterior historia* En es- te caso las mujeres respondieron que sf harian lo mismo - que Don Remigio en un 62.8% (Cf.c.105)

4.2.2. Disponibilidad --de 10s profesores -a p'ar't'i'c'ipar --en este pre- yecto.

Ante la afirmaci6n: ItTodos 10s profesores deberian ser bi linglies" el 77.5% de ellos manifestaron estar de acuerdo con la afirmacih, un 10% estii en desacuerdo y un 12.5% tc davia no tiene una opini6n formada a1 respecto CCf.c,39).

Examinando la disponibilidad de 10s profesores para traba- jar en una escuela bilingtle a trav6s de la afirmaci6n: "Yo me sfreceria como voluntario para enseflar en una en- cuela bilingt.4e'1 la adscripci6n se reduce a un 67.5%,elg viindose el porcentaje de desacuerdo a 22.5% y esta ten- dencia parece ser evidente, ya que cualquier persona pug de valorar positivaniente algQn proyccto, hecho que no ne cesariamente indica que uno est5 dispuesto a trabajar en 61.

A continuaci6n se transcriben algunasoopiniones de 10s profesores respecto a1 tema en cuesti6n:

"Para 10s profesores esto (el proyecto de educaci6n biliq gUe) es una cosa nueva, sin embargo no va a presentar pro.- blemas, ya que en la pr5ctica desde hace muchos afios, siem- prk la hacen en ambos sistemas, la explicacih en quechua y el tefuerzo en castellano, esto hace que ya se d6 mSs valor a1 tip0 de ensefianza bil.ingffe, porque esto es una - cosa desapercibida, per0 con el proyecto ya hay mbs blob& lidad y es m%s sistemiltico. En concrete, no hay reclzazo de ambos tipos de ensefianza ya que indirectamente se hace , .n uso de 10s dos sistemas como medios para dejarse entender con 10s alumnos"

"Para 10s maestros se hace diflcil integrarse a1 provecto" ' ". . por las trabas burocriiticas y ~dministrativasy sobre to- do pcr existir un cierto favoritism0 en la asignaSci6n y - promoci6n de 10s maestros"

"El maestro mral se acomoda a lo que puede, 63 es el que imparte la educaci6n m%s sacrificada, reciben una ayuda - de 180 pesos diarios 10s que est5n en elp proyecto, pe- ro cn rcnlidad doborfa rcconocorsc alga r115sconcroto, ya quo 10s maestros ruralcs somos mdl. tip1cs, somos m6dtcos, corrsgidorcs y dcscrnpcflamos muchos pupclcs en 1.a comuni dad. El campo dc trabajo dc nosotros cs muy amplio y nos SomctemoS a todo",

"El bllinglle es de la mayor importancia, yo dirfa que no se comicncen con encuestas, sino que ya directamente se ponga en priictica este proyecto y se cvalde perr6dlca men te" .

Ccmo ha podido observarse , se han manifestado opiniones con divcrsos matices, sin embargo hasta 10s profesores m5s criticcs en cuanto a1 procedimiento de implementar el proyecto, han manifestado oralmente su adscripci6n y disponibilidad a1 proyecto. Como se seKal6 anteriormen- te existe consenso en que si la provisi6n de materiales del proyecto pudiera ser m5s racional y menos burocrii- tica, la disponibilidad de 10s maest.ros serxa mayor.

Actitudes hacia algunos componentes dei proyecto de &- caci6n bilingffe. Leal tad idiomiitica. Bajo este subtitulo, se trabaj6 el tema con las perspec- tivas de encontrar eleme2tos para la formulaci6n de hipq tesis sobre un aspect0 cultural: el de la lealtad idio-

Sin pretender establecer relaciones entre pertenencia 6 -t nica y expres16n oral de comucicaci6n ss formularon algu nas afirmaciones en el cuestionario de profesores y prg guntas en el caso de 10s padres de familia; se trato de explorar cn slntesis cuan fuerte es el sentimiento y ne- cesidad de castellanizaci6n, dado su reconocido valor cc mo instrumento de integraci6n en la socisdad nacional.

Por supuesto y no estii dem6s recordar que el aquipo de i~ vestigaci6n est6 conciente de las limitaciones de 10s in2 trumentos de recolccci6n de informaci6n, per0 de alguna manera se logr6 la satisfacci6n de ciertos objativos, ez pecialmente aque 110s de indole propiamente de invest iga- ci6n y conocimiento relativo de la realidad educativa rg ral de esos departamentos.

Entre 10s profesores se encontrd situaciones que hicieron modificar 10s criterios de investigaci6n frente a cste tg ma, por ejemplo, supo~iamosencontrar alto porcentaje de maestros que privilcgiaban a1 castellano en desmedro de la utilizacih del idioma materno, sin embargo, una may2 ria relativa 42.5% manifest6 su lealtad a1 quechua, un 27.5% no tiene una opini6n definida y un 30% valoriza miis el castellano (Cf. c. 27).

Controlando esta informaci6n por sexo, se encontr6 que tanto 10s varones como las mujeres manifiestan mayor lea& tad idiomgtica a1 quechua, sobresaliendo el caso de 10s varones aunque no por una diferencia significa7'va. (Cf. c.30).

Los padres de familia manifiestan mayor ambivalencia res- pect.0 a la lealtad idiongtica, el 73.3% de ellos no tiene una opini6n definida sobre el problema, hecho que tal vez pueda debersc a que no racionalizaron esta cuestih, de modo que ante las preguatas prim6 el sentimiento de idefi El control de esta informaci6n por distrito, por sexo y por pertenencia o n6 a localidades con escuelas bilingUes no present6 alteracih ni variante, siendo ademss demasig do altos 10s njveles de significancia como para tomar co- mo viilida esta informaci6n- (Cf. csts 73, 74, 75).

4.3,2. Actitud hacia -la educaci6n bilingtle.

La actitud hacia el bilinguismo en educaci6n de parte de 10s profesores es alta como ya se habia sefialado anterior- mente con la informacih de otras variables; en el caso que se presenta a continuaci6n, se trat6 de una pregunta directa cuyos resultados vienen a reafirmar lo expuesto anteriormente en el caso de 10s profesores y 10s padres de familla, las divergencias se presentan en el caso de las autoridades especialmente ell Cochabamba, que se po- dr5n advertir con la lectura de las transcripciones que se presentan m5s adelante.

El 75% de 10s profesores manifiesta una actitud positiva, porcentaje significativo si se considera que s6lo un 10% tiene una actitud negativa, (Cf.c.3). De manera general se evidencia una consistencia entre las opiniones frente a la educaci6n bilingtle, las expectativas y la actitud que asumen frente a este proyecto.

El control de la infornacih por di.strito no presenta nin- guna variacih, (Cf.c,4), en tanto el control por sexo, y por tip0 de escuela, si presenta algunas variaciones sig- nif icativas, Por e jemplo, las maes tras sobresalen con un porcentaje. mayoritario respccto a 10s hombres, ed decir, su actitud positiva a la educaci6n bil9ngUc cs mis consistcnte (Cf. c. 6).

Controlando por tipo de cscucla, rcsulta importante que - cl 22.2% de 10s maestros pertenecientcs a escuclas bilin- gUes, manif iesten una actitud ncgativa.

El caso de 10s padres df familia prcsenta un panorama que tambi6n es consistente con sus bpiniones y expectativas, el 86% de ellos manifiesta una actitud positiva a la edu- caci6n por sexo, distrito y tip0 de cscuela (Cf.cs.52,82, 83, 84).;

El panorama anteriormente expuesto presenta matices dife- rentes cuando se trata de las autoridadcs de educaci6n ru- ral, las diferencias podriin observarse a1 examinar las t transcripciones siguientes:

Del Supervisor Regional de Aiquile: "Sc ha realizado una reunidn en Cochabamba a nivel de directores, donde se to- caron temas prioritariamente sobre el campo te6rico priic- tic0 de la educaci6n bilingue, y se asisti6 a clases pr& ticas donde se imparti6 la metodologfa de ensefianza del proyecto, han habido resultados Gptimos, se presentaron - casos de alumnos de primer grado que podina leer y escfi- bir tanto en quechua como en castellano " .

"En la regi6n distrital de Aiquile, predomina el uso del - quechua en las camunidades, aunque cxisten zonas donde la gente ya es propiamente castellanizada. Existen algunas - zonas donde dcberta implementarsc el propccto, tales como Lah bato, PcAa Colorada y Omercque; Eunque tambiin en Quinori y - Tabacal" .

"Quis~crahacer algunas sugerencias, muchas veces nos sorpre; den telegriificamcnte con la designaci6n dc profesores y las - autoridades del lugar cuando se trasladan a Cochabamba, se en- cucntran con listas donde 10s profesorcs ya han sido promovi- dos. "

"Se necesitan rcuniones anuales de evaluaci6n de 10s resulta- dos obtenidos, donded 10s profesores ya han realizado el pro- yccto para que participen con las autoridades y expresen sus criterios, antes de ser promovidos y ya no puedan erpresarse"

El Director depatamental de Educacidn rural de Chuquisaca": - Dentro del programa de desarrollo rural integrado se ha he- tho algdn estudio sobre la educaci6n hiel.ingUe y m5s con un proyecto de USAID en la localidad de Y?,la ,Vila, en relaciiin a1 progecto AINI RUAY de Cochablunba, rste proyecto tiene tres meses dc duracidn, con Qxitc hasta el momento y con a- pr~baci6ndc 10s comunarios.

Los nifios se sienten con mas confianza y esth mas seguros hay una relaci6n bastante fuerte entrc escuela y comunidad sobre to.!o por 10s DRI.

- La educaci6n.bilingUe time que partir valorando 10 positi vo de la cultura quechua y 10s valores de las comunldades.

- Sugiero visitar POTORo - Los profesores esth vulgarizando la wltura quechua - Cuando no existe una buena provisiBn de materiales, fa- lla cualquier proyecto.

- Cuando a 10s profesores se les asigna cualquier otra responsabilidad enseguida piden un bono especial.

- Sugerencia: realizar evaluaciones anuales de 10s resul- tados obtenidos en las escuelas adscritas a1 proyecto de educaci6n bilingUe, y comparar con 10s resultados de escuelas no adscritas, estas evaluaciones deberian ser ampliamente difundidas para crear conciencia en 10s prg fesores rurales de la importancia del proyecto, no s6lo atendiendo a 10s efectos inmediatos de rapidez en el prendizaje, facilidad, etc. sino sobre todo por la vz lorizaci6n de 10s aspectos positivos de la cultura qug chua.

- Entrevista,-- cork supervisores & veinte y 2 nlisleos en Cochabamba-opini6n- & consenso de las autoridades de 5- chabamba.

Si el proyscto de educaci6n bilingUe ha tenido hasta el momento .un fracaso, no ha sido por el contenido del pro- yecto mismo, sino par la burocracia de las oficinas eq cargadas, no ha sido una cuesti6n funcional se han nomi nado escuelas que servian de experimentaci6n y nunca llegaron 10s tGcnicos, por otra parte, 10s prgstamos que llegan a Bolivia no son utilizados como deberian ser, esos pr6stamos parece que vienen con cierto criterio pg ra favorecer a la gente extranjera del pais que otorga esos pr,6stamos, en el anterior proyecto,han sido per- sonas americanas que han venido como tgcnicos ps ra desarrollar el programa, per0 como van a ser extranje- ros 10s que vengan a entrenar si es que desconocen nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestro folklore.

Los maestros siempre han utilizado el bilingffismo, para no haber olvidado de la cultura, han pensado que la prime- ra fase tiene que ser ensefiada en castellano por 10s soni- dos directos, sin ap6strofes, el vocabulario bgsico debe ser practicado en ambos idiomas, Para na abandonar de to do el idioma, cuando el alumno haya pasado de 10s cursos bksicos, cuando ya sabe leer y escribir en quechua,recih deberia ensefiarse a leer y escribir en quechua.

El quechua que se habla en el valle de Cochabamba es muy distinto a1 que se habla en el Altiplano de Cochabamba,es necesarno un profundo estudio dialectal previo a la imple- mentaci6n del proyecto..

Convendria evaluar 10s frutos, entre ellos y 10s tGcnicos, para recien decidir si es bueno o maloo

En el rural no se hace bilingtfe, sino monolingUe, en las escuelas sin proyecto, se ensefia a leer y escribir en dos afios, el contrasentido es que el proyecto bilingffe alarga a tres; afios este mismo aprendizaje esto ya es un fracaso. El proyecto en si: a estado desintegrado del quehacer edu- cativo del departamento en la dltima gesti6n de este afio, recien se estii integrando y ellos van a recibir la infor- maci6n dentro de tres semanas, el proyecto deberia estar integrado con esta direcci6n regionalc

Son opiniones mayoritarias, han llegado a la conclusi6n de que 10s proyectos deben dejar el aspect0 t6cnico a las dl- reccianes regionales y distritales, y 10s financiamientos ( 9 millones de $us.) vayan a mcjorar la infraestructura educativa.

Actitud hacia -la escolaridad,

Para esta secci6n s6lo se dispone de informaci6n especifi- ca a1 tema de 10s padres de familia, la actitud hacia la escolaridad fue explorada mediante 10s cuentos o pequefias historias, la primera de las cuales sefialaba:

"Juanito es hijo de Don Justo y DoAa Carmela. Don Justo dice que es mejor que Juanito no vaya todos 10s afios a la escuela, porque para trabajar en la vida, basta con las buenas costumbres que ellos les ensefian. iPiensa usted igual que don Justo?

El 81.4% de 10s padres de familia respondieron que no, m= nifestando de esta manera una actitud positiva hacia la escolaridad, reconociendo a traves del cuento, la importan- cia de Bsta en su sentido curricular. [Cf.c. 53).

En contrapartida, esta actitud manifiesta tambign una actj- tud negativa hacia 10s mecanismos de educacih tradicional informal, bgsicamente hacia la educaciSn que reciben 10s nifios en sus casas, en el sentido que no es suficientemente Gtil para trabajar en la vida.

Esta tendencia no presenta variaciones a1 cantrolarse por sexo, distrito y tip0 de escuela. (Cf.cs. 85, 89, 90). Para ver si esta tondencia es consistente entre 10s pa dres, se formu16 otro cuento, esta vez con un sentido di- ferente en cuanto a su enunciado:

"Don Jos6 piensa que en la escuela su hijo no aprende nz da importante para la vida. Por eso lo han llevado a trabajar a1 campo,, LCree usted que Don Jos6 tiene razh?

En este caso, el 77.98 respondi6 que don Jos6 no tiene ra- zSn para haber hecho tal cosa, con lo cual se manifiesta la consistencia de las respuestas comparando con el cuen- to anterior. (Cf.cs.57, 100, 101, 102)

Actitud profesores hacia padres

En el punto correspondiente a la utilidad de la educaci6n tradicional informal se manifest6 en cierta forma la acti- tud de 10s profesores hacia 10s padres de familia. Esta actitud que es ciertamente negativa se hace manifiesta nuevamente en el porcentaje de opiniones que corresponden a1 cuadro nGmero 36; en el cual un 57,5% de 10s entrevig tados est6 de acuerdo en que 10s padres de familia perjg dican el aprendizaje de sus alumnos, y un 37.5% no estg de acuerdo.

Ademgs de lo sefialado en el punto correspondiente a la educacien tradicional informal, cabrza agregar en forma tentativa que la negligencia de 10s padres de fmilia para colaborar con las escuelas en ciertas comunidades vendr5a a ser un elemento determinante de la actitud ng gativa de 10s profesores respecto a 10s padres de familia. CEE Sondeo de opini611 La educaci611 Boliviana 1975-1979 Comisibn Episcopal de Educaci6n. Secretaria Nal.

HOLLANDER Iriving 1970 Introducci6n a la Psicologia Sg cial. Educaci6n Amorrortu

MORGAN Educaci6n Aguilar 1974

WITTAHER James educaci6n Aid, Hexico 1961 CAPITULO VII

CONCLUSIONES - El votumcn dc poblacion quo habla qucchua on el pals justi- f~casobradamcnte un proyecto educative quo tenga on cuen- ta 10s idiomas nativos m5s hablados,,

- Los problemas derivados de las variedades dlalectales para cl proyecto de educaci6n bilingffe no son muchos ni compli. cados. Se podriin elaborar textos para todas las zonas sin mayores difncultades. Pero tanto en 10s textos, como en la rnetodologia en aula, ser6 importante destacar mhs 10s contrastes entre las dos lenguas cuando el proyecto est5 destlnado a monolingues quechuas, que cuando se orkenta u h 11 ingUes .

- El proceso de castellanizaci6n de la poblaci6n est5 fuerte- mente asoc~adacon la expansi6n del sistema educativo en las iireas rurales-

- Sin embargo, la castellanizaci6n no supone un decrecimiento en t6rminos absolutos de 10s idiomas nativos.

- El Proyecto de Educaci6n Bilingffe, llevado en mayor escg la, coadyuvaria tanto a1 proceso de castellanizaci6n que se cumple ya por otros factores, cuanto a la preservacitin de las lenguas maternas, como patrimonio cultural de 10s pueblos -

- La poblacidn en edad escolar en 10s Departamentos de Co- chabamba y Chuquisaca representa un porcentaje altamente significatlvo de poblaci6n monolingtle quechua o bilingUe quechua- cas tellano, que requiere una atenci6n educativa tanto en el idioma materno, como en cast,el.lano. - Por razoncs du carbcter lingllfstico y socio-cultural se hs ce necesaria una tipificaci6n de zonas homogheas del pro- yecto.

- Esta tipificaci6n debe considerar aquellas caracteristicas que diferencian las zonas y que pueden incidir tanto en el contenido ccmo en la metodologfa del proyecto. Un punto dc partida puede constit~~irla. zonificaciijn cultural de J.os Departamentos de Cochabamba y Chuquisaca present ada en este Informe Final.

- Existe una cierta predisgosicih de autoridades de Cochg bamba y directivos de la organizaci6n de profesores rurales en contra del Proyecto; explicable, presumiblemente, parte por inadecuada y escasa informaci6n acerca del Proyecto mi2 mo, parte por la concepcih Hispano-criolla de la cultura manifestada por 30s profesores, en detriment0 de la conser- vaci6n del idioma como elemento cultural de importancia.

- Desde el punto de vista de un proyccto educativo, es necE

sario atender no solamente a1 problerna lingUZstico, sino , cultural en general, sabiendo que bajo una aparente homogz neidad linguistics se manifiestan diferencias culturales de cierta importancia.

- La selecci6n de nuevos ndcleos para la ampliaci6n del Pro- yecto debe hacerse previa una investigaci6n seria de ias 6reas 8e implementaci6n elegidas con el ob jet0 de d1.r a cg da uno de ellos el tratamiento educativo adecuado a las ng cesiclades de la poblaci6n objetivo. - La rcol idad soc~.o-ccon6ni~.cay c,ulturnl d,c lus tircus quc can- tcn~placl proyccto, cxigc una roformi1lnci6n dc 10s contcnl- dos progxam5ticos dc las cscuclns quc pcrmitn la satisfac- ci6n dc las n~ccsidadcsy cxpcctativns clc las comunidadcs - raraics,

- Hebe prcstarsc cspccial atenciGn a ].as zonas em las que la ?roduccibn sc halla ligada m4s cfectivamentc a1 mcrcado rc- gional y a aqncllas que hm dcsarrolilado actividades produc tivas no-agropecuarias. La programaci6n de 10s contenidos de aprendizaje deberg diferir de aquellas en las quc se man- ticnc todavia la agricultura traditional-

- El proyecto de educacl6n bilingUe deberfa privilegiar a - Chuquisaca y a las mujeres, ya que ellas constituyen una psrte mayoritaria de la poblacibn quechua hablante en la edad escolar,

- El proceso de castellanizaci6n tiene que acelerarse en 10s tres primeros grados de nivel b5sico y en 10 posible en el clclo ~rg-escolar,aobjet~ de cumplir su funci6n social en la nayorla de la poblaci6n que dejar6 la escuela,

- Se requrere una evaluaci6nperr6dica no so1,amente de la efi- ciencia del proyecto, sin0 de su eflcacia, entendiendo por esta, la satisfacci6n de las expectativas y necesidades sc ciales de un programa educativo.

- Es teconendable la investigaci6n experimental de la metodo- logia y sus romponentes, a efecto de validar modelos aplie cables a distintas zonzs, ?revia su tipificacibn- Las dis- crepancias encontradas en ].as opiniones de profesores v au- toridades justlfican esta recomendaci6n. - Sc h:rcc ncccsnrin una wcii)~~dfis j ntenb iva da i llforf~lrlci611 :I autor ldadcs , profcsoros y padres dc Fami l i u dc 1.m comuni d~ dcs, sohrc la naturalczu y ~ICUIIC~~;dc1 I~royccto. SC cnfn- ti za, dc rnmcra csnccial., 1.3 muccs I tiad tlc unn informuci6n - for'maciijn a Ins familins.

- Iis condici611 dc 6xi to dcl Proyccto cl loqrnr mayorcs nivc- Lcs dc pnrticipaci6n dc la comu!iidacl en el tlcsarrollo dcl aismo, dadas las actitudcs y expcctativas altnmcntc favors blcs dc 10s padr'cs hacia la idca.

- El impacto potcncial dcl pmyccto dc cducacibn hili.nqUc, no dependerg tanto de la imp?ementaci6n de unri mctadolsqia in- novadora de aprcndizaje dcl castcllano como segundo idioma, caanto dc la vinculaci6n de 10s aprendizajes a la vida nro- ductiva de las comunidades rurales. CAPITOL0 VIII

.@JEXOS :INFORVACION ESTA- DISTPCA. 1. CUADROS ESEADISTICOS DE LA ENCUESTA PROFESORES CNIACTER IZAC IOH DE LA MlU33TP.4 DE PliOFESOHES

(~exopor do~lde ex~erietlcia)

Mujeren

Total Col. 106 lo(% 1 a 3 afio.c, 4 a 6 afics 7 y dsaijos TOTAL

Total Col. 100 100 100

Esc . Eilingue Esc. no bllingue TOTa B Total ...... ---- -.----.. .------*.------*------a -----.------

- 275 - Cmdm 7 IJSO DEL IDIOM EN IA ESCUKIA Frecuenci.aa

2 . Uso myor del ms tel lmo 2 I+ 60

TOTAL 40 100

8 1. Uso myor 24.a Ccl quechua 100.0 28.0 - is1 Cwdro 13 US0 EL IDLOMA EN IA COMlMIMD Cantral: Tip & eocuela

Cuadrr, 15 UI'XLIMD IIE LA EWCACION ESCOlAR

,. , Cuadro 16 mum rx LA EWWCION ESCOW, Control: Distrito Eemlar Rum1

TOTAL f f" 1 f '

- 286 - Cbdro 18 [!TILIDAD DE LA EDUCACION ESCOLAR Control: Sexo

6 2. M6.s o menos 50 .0 lit. il 114.4

h , Sin opini6n formada

TOTAL 18 22 OPINION SOBRE RESULTAM>S DE EDUCACION BILINGUZ:

1. Opinidn favorable 2. Opini6n no definida 3. Opini6n des favorable 5 12.5

TOTAL

I..

,.. . cuadm 20 OPINION SOBRE: RESULTACO DF, EWICACION BILINGUE Control: Distrito Escolar Ruml Cua.clm 21 OPINION SOBRE P\ESULZ'ADOS D): EWCAClON BILINGUE Control: Tipo de escuela

N % Fi.la % Columns Esc . bilingue Esc. no bilingue % Total Cuab 22 OPINION SOBm ESUL'I'ADOS !JC RWICACION BILING'UE Control: Sexo

N a Fils % Qlmm Co-nba Aiqui le Sum WTAL 0 Total ...... -----m------fZJ:ZfZZ=J:ZZZZ=ZZZZSZ33Z=O=Z=ZZZS3=Z=S==3Z8Z~S~ TOTAL 18 22 4 0

LEALTAD IDIOMATICA

N % ---.------,.,------..------1. kaltad a1 castellano 12 30.0 2 . No di. finida 11 27.5 3. bAtad a1 quechua 17 42.5 ------TOTAL 40 100.0 LEALTAD 1:DIOMATICA Corrtrol : Distrito Escolm Rural

4 4 4 12

1. kaltad a1 234'.0 33,,0 . 33.0 100 castellano 50.0 25 ,,0 25.0 -- ,'lo. 0 10.0 10.0

-_------..------,------"------_------.------,------2 5 4 11 2. kaltad no 18.0 46.0 36.0 100 definida 25.0 31..0 25.0 -- 5.0 12.5 10.0 ------,------..------I 2 7 8 17 3. kaltadal i K!.O 42.0 47.0 100 LPATAD ID1:OMATXCA Control: Tip de escuela

1. kaltad al. clasteilmo

6 kaltad al qmchua 35 .O

TOTAL WATAD IDIOMATI CA Control: Sexo

ACTITUD HACIA LA EDUCACION TRADICIONAL

Control: Distrito Escolar Rural

Cochabamba Aiquile Sucre TOTAL

% Total

1. Actitud

20s itiva 37.5 19.0 31 .O .. - 7.5 '7.5 12-5 - - =---====,-==-'====I======

2. Indiferente

3. Actitud positiva a

la escuela

TOTAL ACTITUD HACIA LA EWCACION TIWIICIONAL Control: Tip de escuela

N % F~la % Colim Esc. bllingue Esc. no bilingue mrAL % Total -.------..------

4 8 12 1. Actirud 33.3 66.7 100 psitiva 22.2 36.4 -- 10.0 20.0 ------...------..--

------5 8 13 3. Actitud psltiva 38.4 61.6 100 a la escuela 27.8 36.4 -- 12.5 20.0 -- - 302 - Cuadro 34

ACTITUD K4CU LA EDUCACION TRADICIONAL Control; Sexo

% Columna Hombres Mujeres TOTAL % Total

4 1. ~ctitudpositiva 36.3 22.2

2. Indiferente

2 - - 2 4. Sin opini6n 1.00 -- 1.00

TOTAL 18- - 100.0 q5.0 EXKENCIA A LOS HIJOS DE HABLAR EN CASTELLANO Ref: (Cuestionario pmfesores pregunta 8 1

Cuat3.m 36 AClTKJD DE PROESORES HACIA US PADRES Ref. (cuestionario pmfesores preg. 14)

: Acuercb Ceiiacuer- Sin opi- Total % do ni6n

Los padres de familia pejudica el aprendizaje de mis alms 23 57.5 15 37.5 2 5 40 100 ACTITUD DE PROFESORES HACIA 1I)S PADRES ref. (Cuestionario profesores preg. 14)

------.------...... Acuenb Desacuer- Sin opi- Total % .C ...... ---4------.------mon------do ...... N % N% N % N % . .- ...... La myoda de 10s profesores males prefieren enseiiar en escuelas don& s6lo se emplea 19 47.5 19 47.5 2 5 40 100 el castellano ......

Cuactro 38 DISPONIBILTM Is: US PROFESORES PARA EPJSEFW? EN ESCUELA BILINGUE Ref. (Cuestionario de profesores preg. 20)

para ensefiar en una escuela bilingue TOCOS MS PROFESORES DEBERIAN SER BILINGUES

Ref. (Cuestionario de profesores preg. 23)

ACTITUD DE LOS J 'PADRES?A1'LAEWCACICIN 'BILTNGUE " Ref. (Cuestionario de profesores preg. 34 Cuah 41 - OPINION DE LOS PROFESORES SOBRE CONOCIMIENTOS QUE EL NIRO APRENDE EN LA ESCUELA Ref. (Pregunta abierta No 38, cuestionario de pmfesor-es)

NOTA 1 :Un profesor opina que la educaci6n escolar rural no tiene utilidad. ' NOTA 2: El nhro de respuestas no coincide con el nhro de profesores, en tud a que en algunas respuestas son .*bles. - 307 -

Cuadxo 42

OBRAS CONCRETAS REALIZADAS POR LA ESC'JELA EN FAVOR DE LA COMUNIDAD Ref. (Pregunta abierta N: 39, cuestionario profesores)

I Amos DE OBRAS CONCRETAS l OBRAS I NO EXPERIEN SEX0 OKIENTACION , RESPONDE

Masculino . 10 7 v m5s Femenino 2. CUADROS ESTADISTICOS DE LA ENCUESTA A PADRES DE FMIILIA THC INPUT FORHAT PROVIDES FOR 18 VARIABLES. IT PROVIDES FOR 1 RCCORDS(S) PER CASE,

N OF CASES 86 VAR LABElrS DfSTRIPOIDISfRITO ESCULAR RURAL/ESCUELA,TIPO D& tSCIJELA/ BILINGU€oPAR~ICIYACIONPROYLCTLJ ED uILlNWE/ GRAD&USToCRADO DE INSIRUCCION / OPIPROFEoOPItJION SOB& P?OFESORES/FAMQU~CH~l~SOFAMILIAR UUECHtIA/ LEALTADoLEALTAD IDIOHATICA/OPINESCU,UPlN1C)N FRtiNTE A LA LSCUELA/ BILINACTrACTITUD FRENTE ED BILINCUE/IhFORZDB, INFORUACIOK SOBRE ED BILINGUE VAtUe lrABELS DISTHIT0 ( 1J COCHABAMBA (2 1 AIQUILE (3) CHUQUISACA/ESCUELA (11 CENTRAL (2) SECCIONAL/ BILINCUE (1) ESCUELA BILIhGUE (2) ESCUELA NO B~LINCUE/ GRADINST (1) NINGUNO (2) BASIC0 HASTA SEGUNDO !3) BASIC0 HASTA QU (4) IWERNEDIO (5) MEDIO (6) SUPERIOR/OPlPROFE (11 SI (2) NO (3) SIN OPINION FORl4ADA/FAHUUECH (1) USA MAS CASTELLANO (2) USA HAS QUECHUA (3) USA AMB~SeoR IGUAL (4) SIN OPINION CORBADA/ LEALFAD (1) LEALTAD AL QUECHUA (2) LEALTAD AL CASTELLANO (39 LEALTAD NO DEFINIDA (4) SIN OeI~IofdFOR#ADA/ OPINESCU (1) AcTITUD POSITIVA (2) AcTI~UDNEUTUA (3) ACTITUD NEGATXVA (41 SIN 6P1NIOI FURMADA/ BILINACT (1) ACTITUU POSITIVA (2) ACTfTUO NBUTRA (3) ACTITUD NECATIVA (4) SIN OPINION FO@MADA/ INPOREDB (1) Sf t2) NO (3) NO SE UISSING VALUES OPIPROFE (~)/FAMQUECH(~)/LEA~TAD(~)/oPINESCU (4)/ BILXWACT (4) FWEQUEWCIES GEWERAL=DISTRITO TO ItiFOREDB OPTlONS 9

GIVEN WORK~PACEALLOWS FOR 890 TOTAL VALUES AND 89 LABE~ED VALUES PER VARIABLE FOR FuEQUE~CJES.

SOCIAL SOUNDWESS ANAb~SIS 4-JUb-110 PACE 3

FILE ENCUEST& tCREATION OATE r 4rdUL-00) PADRES DC FAWItIA

ESCUCLA TIP0 DE ESCUELA

RELATIVE ADJUSTED CUM ABSOLUTE FREO FREQ FREQ CATEGORY LABEL CODE FREQ CPCT) CPCT) (PCT)

CENTRAL

SECCIOWAL

VALID CASES 8 6 n1ssINC CASES 0 CUADRO 45

SOCIAL SOUNDNESS ANALYSIS 4-JUL-Y 0 PAGE

FILE ENCUESTA (CREATION UATE r 4-JUL80) PADRES DC PAMILIA

BILIWGUE PARTICSQACION PROYECTO ED BILINGUE

REbATIVE ADJUSTED CUM ABSOLUTE FREQ CREQ FWEU CATEGORY LABEL CODE FREQ (PC?) (PCT) (PCT)

CSCUELA NO erf,~nGU€ 2. 38 44.2 44.2 100.0 00~000 oooomo -0-00- TOTAL 86 100.0 100.0

YAIdD CASES 86 MISSING CASES 0 CUAORO 46

SOCIALi SOUNDNESS ANAbXSlS

PILE ElCUESTA (CREATION UATE 8 4-JUL-00) PADRES DE FAMILIA

RELATIVE ADJUSTED CUM ABSOLUTE FREQ PREQ FWEU CATEGORY LA0Eb CODE FREQ (PCT) (PCT) (PCTI

3 0 1 1.2 i ,2 100.0 -m-omo --om------mm TOTAL 86 100.0 100.0

VAL10 CASES 86 HISSING CASES 0 CUADRO 47

SUCXhL SOUNDNESS ANALYSIS 4-JUL-60 PAGE L ENCUESTA (CREATION DATE = 4-JUL-80) PAOHES DE FAMILIA

GRADINST GRAOO UE INSTRUCCION

RELATIVE ADJUSTED C UM ABSOLUTE FREQ FREQ FHEU COOE CREQ (PCT) (PC21 (PL'T)

NINGUNO 1. 28 32.6 32.6 32.6

BASIC0 HASTA Oll

INTGRCIEDIO

SOCIAL SOUNDNESS ANALYSIS 4-Jut-80 PAGE CItE EWCUESTA (CREATION DATE = ~OJUIJ~BO) PAORZS DE FAMILIA

RELATIVE ABSOtUT E PREU CATEGORY LABEL CODE FREQ (PCT) USA HAS CASPEtLANO 10 16 18.6

USA AUBOS POR ICUAL 3. 21 24.4 SIN OPINION FORHAOA 40 14 16.3 m---o------TOTAI, 86 100.0 CUADRO 50

4-JUL-00 PACE

bEALTAD bEALtAD IDIONATICA

RELATIVE ADJUSTED CUM ABSOtUTE FREQ FREO FREO CATEGORY LABEL CODE FREO CPCT) CPCT) CPCTI

bEA6tAD AC UUECHUA 1 8 9m3 9e3 903

tEALTAO NO DEFINIDA 3. 63 73e3 73-3 106.0 ------.-I)------.- TOTAL 86 100,O 100,O

VALID CASES 86 MISSING CASES 0 CUADRO 51

SOCIAL SOUNDNESS ANALXSIS

FILE BNCUESTA (CHEATION DATE r 4-JULo8o) PADRES DE FAMILIA

RELATIVE ACJUSTEO CUM ABSOLUTE FREU FREU FREO CATEGORY LABEL COUE FREQ (PCT) CPCT) (PCT)

ACTITUD POSITIVA

ACTlTUD NEUTHA

ACTITUD NECATIVA

VALID CASES 86 CUADRO 52

SOCIAL SOUNDN@SS ANALYSIS 4-JUL-YO PAGE' 1

CIW ENCUESTI (CREATION DATE = ~-JU~J,BO) PADRES DE CAHSLIA

BILINACT ACT1TUD FRENTE ED BXLLNCU&

RELATIVE ADJUSTED CUM ABSOLUTE FREQ FREQ PREQ CATEGORY LABEL COUE FREO [PCT) (PCT) (PCT)

ACTITUD POSITIVA

ACTITUO NEUTRA

ACTITUD NEGATIVA

VALtID CASES 86 nISSINC CASES 0 CUADRO 53

SOCIAL SOUNDNESS ANALYSIS

FILE ENCUESTA (CREATION DATE t 4mJUL-80) PAURES DE FAMILIA

RELATIVE ADJUSTCD CUM ABSOLUTE FREQ FREQ FREQ CATEGORY LABEL COOC. FREQ CPCT) (PCT) (PCT)

VAtID CASES 86 HISSING CASES 0 CUADRO 54

WCIAL SOUNDNESS ANILYSSS

?ULE ENCUESTA (CREATION DATE 4mdULm80) PAURGS DE FAHPLIA

RE~ATIVE ADJUSTED CUM ABSOLUTE f REQ FRED PREU COUE FREO (PCT) (PCT) CPCTI . m ap oio 0 0). m OI rc~o N \D 10 8

J C; (Y 4 Z C1 W 0 cn Cc (I) u Z

CUADRO 59

SOCIAb SOUNDNESS ANA~YSIS 4'~U~‘iio PAGE

FPLE ENCUESTA (CREATION DATE 8 4-Jut-80) PADRES DE FAMILIA

RELATIVE ADJUSTED CUM ABSOLUTE FREO FREQ PREQ COD& FREO CPCT) (PCT) (PCTI

2 16 16,6 18,b 100,O mo-ooo -o-omm commom TOTAL 86 100,O 100,O

VAbID CASES 86 HISSING CASES 0

CUADRO 62 SOCIAL SOUNDNESS AlAtXStS ~-JUL,-Y 0 PAGE 2

CORRECTED CHI SOUAHE 8 0.13469 MITH 1 UUcRgE OF FHEEOoy SIGNIFICA~CE 0,7136 PHI s 0,22113 COWZIhGEICY COWPICIENT 8 0,21592 LAWDA (ASYMWEY~RIC) = 0.00000 WITH DISTRITO DEPENDENT. = owuoouo WITH ESCUELA DLPENDE~~. tAH8OA (SYWNBTRICI t 0,00000 UNCERTAINTy COEFFICIENT (ASyHUETRIC) 8 0,04115 WITH DISTRITO UEPENDtLhT, = 0208704 hITn GsCUELA DLP UNCERTAINTY COEPFICIEkP (SYHMETRIC) r 0,05588 RENDALL'S TAU 8 = -0,22113 SIGNIFICANCE, = 0.0893 KENDAL~@sTAU C = -0,07202 sIGMIFICANCE + 0,0893 GAMMA -0,72222 SUHBRS*S D (ASYMMETRIC) 8 -0,36111 MITH DISTRITO DEPENDENT, = -0,13542 WlTH ESCUELA DEPENUENT, SOHERS'S 0 (SYHHETRfC) 1 -0,19697 ETA = 0,22113 WITH 01STAITO DEPENDENT. = U,22113 WITH ESCUGLA D~PLNDENT. CUADRO 63 SOCIAL SOUNDNESS ANAtXdIS 4-JUb-00 PAW L

CHI SOUARE = 3.69643 WITH 4 DECREES OF FREEDOM S~GNIFICANCE = 0.448b CRAMERtS V = 0.14660 CONTINGUCY COEFFICIEkT = 0.20300 bAHBDA (ASYMMETRIC) r 0.09259 WITH DISTRITO UEPLtlUENT, = 0.11628 WITH SLAU LILPLNULLT. -bAWBoA (SYMMETRIC) = 0,10309 UNCERTAINTY COEFFICIENT (ASYHMETRXC) r 0,02133 WITH DISTRITO DEPENDENT, = 0,031lu ~ITHSEAO OEPF UNCERTAINTY COCFFICIEW (SYHMETRIC) r 0.02530 KENDALL'S TAU 0 = -UOO474l SIGNIFICANCE = 0,3209 iXNDALt@S TAU C 8 -0,04137 SIGNIFICANCE t 0,3207 CAMMA -9.08057 SOMERStS D (ASYMMETRIC) r -0,05394 WITH DISTRSTO DEPENPENF, = -0.04167 nir~SFXO DEPENDEEL, SOMEHStS D (SYWMETRICJ -01047(j2 ETA = 0.14340 WITH oISTRITO DEP~PDENT~ = 0,11019 llr~SEXO DLPE~DENI. CHI SOUARE = 7.52b58 WITH 6 DEGREES OF FREEDOM SIGNIQICA~CE = O,L719 CRAHER'S V = 0.28919 CONTINGLhCY COEFFICIENI r Ci.28368 bARBDA (ASYMMEfRIC) s 0.10345 WlTH GHAUINST DEPENDENT* = t~e11111WITH DISTHITO ULPtNPEhT. GAUBDA (SYMngTnlC) = 0,10714 UNCEWTAINTy COE9PICIWT (ASyMHETRIC) = 0,03398 WITH GRADINST DEPENDENT, = 0,94176 NITH DISTHIrD D UNCCRTAINTY COEPPICIEkT (SYMt46THIC) t 0,03147 KENDALtaS TAU B I 'Je23200 SICNIFICANCE = 0.00~8 ICENDAL~~@ST~ll c r 6,21175 SIChIFICANCE = 0,0068 GAMMA = 0,32892 SOHERS'S 0 (ASYYWTHIC) = 0,2434~ kITH GRAUINST DLPENDENT, = 0,22107 WlTn DISTttIKI UEPL~UDLNT, SOUERS'S D (SYWETRIC) t 0.23173 .ETA = 0.27333 WIrH CUDINST DEPENDENT, = 0.28653 NIrH DISrRITO DEPENDENT. ( I CUADRO 65 4 -3UL-r)0 PACE

ROW TOTAL

CHI SQUARE 6.00612 WITH 3 DEGREES OF FREEDOM SXGNIPICANCE = 0,1113 CRAU€R@S Y r 0.26427 CONTINGENCX COEFFICIENT 8 0.25550 LAMBDA (ASYMMETRIC) + 0.01724 WITH GRADINST DEPENOENT, o 0.00000 WITH BSCUELA DLPEHDENT. bAR8oA (SYHHETRIC) a 0,01220 UNCERTAINTy COEFFICIENT (ASyWIETRIC) r 0.03967 NITH GRADINSF DEPENDENT, = 0.08986 WITH ESCUELA UNCERTAINTY COEFFICIENT CSYM~ETRICI8 OmOSS04 KENDALL~STAU 0 8 -0.114B3 SIGNIFICANCE = 0,1245 KENDALLe~TAU C 8 -0.12439 sIGHIFICANCE = 0.1245 GAMMA -0.21218 SOMERSaS D !RIG) r -0.1 I WITH GRADINST DEPENDENT, = -0.08531 *1Td ESCUELA DEPENDENT, SOMERS'S D -- - I 7.1 IDENT. = 0.26427 WI~HESCUELA D~PE~UDFN~. , I I -Y ' -- - i CUADRO 66 FILE EWCUESTA (CRCATIOW DATE 8 4-3UL-8U) PADRES DE FAMILIA

&OO*a*@*#***a@.#***I)#**I)***O****+O(b1) C R 0 S S 'T A B U L A T I u N 0 P **ua*.rrua~*~.,~~ur~~~+~~~***** CRAUIl8T GRAD0 PC fN8TAUCCIOtj BIuINGUE P4KTSCIPAClON PRUYBCTO 60 BILINCU ~~~~~~~~~~~~@~*~~~*&&*~~~&O~~&*&~~~~&~~~UU+UUU~UUUUU~U+U+PAGE I

CHI SQUARE 10.26761 WITH 3 nEGREES OF FREEDOM SIGHICICAI!:E = 0,0164 CRAWER'S V = 0.34553 CONTINGENCY COEFFICIEIW 8 0,32658 LAMBDA

ROW TOTAL

CHI SQUARE = 8.14060 WITH 4 DEGREES OF FREEDOM SIGNIFICANCE = O.UBbb CRAWR'S V = 0,21755 COITIICECCY COEFFICIENT r 0.29406 bAMBDA CASYHWETRIC] r 0.00000 dITH OPTPROFE DEPENDENT. = 0.11111 UITH uISTRITO DEPENDENI. tAnBDA (SYMnGTRIC) 8 0,066l8 UNCERTAINTI cOEFFICIEN~ (ASX~METPIC) 8 0.06416 hITH OPIPROPE DEPENDEIT. = 0,05028 WITH DISTR~PO UNCERTAINTI CO€FFICI€NT (SYMMETRIC) r 0.05638 UENDALb'S TAU B r 9,01102 SIGNIFICANCE = 0,4560 KENDALL'S TAU C t 0,00973 SIGNIFICANCE s 0.4560 CAWMA 8 0.01829 SOHERS*S D (ASYHHETRIC) 8 0,00980 WITH OPIPfiOFE DEPEIdDENT, = 0,01240 W1TH DlSTRlTO UtPEhDt.NT, SOIERS'S D (SYMMETRIC) 0.01095 - - ETA r 0.15167 WITH OPXPROFE DEPEHDENT. r 0,22340 UIrH DISTRITO DEPENDEhT, l4 - FfbE EICUU~A (CREATION DATE = 4-3Ut-@U) PAOPES DE PAMILIA

ESCUELA COUNT I ROW 8 ICENTRAL SECCIUNA ROY Cob 8 I L TOTAL TOTAL 8 I 1.1 2.1 OPIPROFE rn~rn-o-oo~-~-moo~-I---~m--m~ 1. f 36 I 16 1 §I I 69.2 I 30.8 I i S8.1 I 66.1 X I 41.9 I 18.6 I -~l-o-mmo-fo-o-~~~~I 20 1 23 I 5 I NO 1 82.1 I 17.9 I I 37.1 I 20*8 Z I 26rl I 5.8 I ~~~-~o~o~o~-aD~~~~~~~ 4. 1 3 I 3 1 I 90.0 1 50,0 I I L,8 I 12.5 I 1 3.5 I 3.5 I ~~oo~~ooo~Jooo~moo~I COLUMN 62 24 TOTAL 72.1 27-9

CHI SQUARE 8 2.07302 ~ITH 2 DECREES OF FREEDOM SICHIPICANCE = 0,2151 CRAHER@SV II 0.189U3 CONTINGENCY COEFFICIENT + 0.18574 LAMBDA (ASYMMETRIC) = 0.00000 WITH OPIPROFE DEPENDENT. t 0.030CO "ITH ESCUELA DEPENDENT, ~AMBDA SYMMETRIC^ 8 0,00000 UNCERTAINTY COEFFICIENT (ASYMMETRIC) 8 0,02073 WITH OPIPROFE OEPENDiiNT, = 0,02994 KITH tSCUELA DtPt UNCERTAINTY COEFFICIENT (SYMMETRI<) r 0.02450 KEIoALL'S TAU 8 = -0.04360 SICNIFICANC~ 8 0,3398 KENUALL'S TAU C 8 -U004002 SICt4IPICANCE 0,3398 GAMMA r -0,09391 SOHERSeS D (ASYMMETRIC) = -0,04913 WITH OPlPROPE DEPENDENT, = -0,03822 WITH ESCUELA DUPEYDLYT. SOMERStS D (SYMWTRIC) r -0,04322 ETA OoO3b9U MITH OPIPROFE DEPENDENT. = 0,16903 WITd ESCUELA ULPENDLNTO SOCIAt SOUHDNCSS AIALY8IS CUADRO 69

ROW TOTAL CHI SQUARE = 32.40e98 wn 4 DECREES OF FREEDOW SIGNIFICANCE = 0,0146 CRACIEH'S V = 0.293SS CONTINGLYCX COEPFICIEYT 1 0.38342 tAWBDA QASYMETRIC) = 0.10811 WITH FAWQUSCH DEPENDENT. r 0.18182 WITH DISTRITO OEPENDEN~. CAHBOA (SYMUETRIC) 8 0,14815 UNCERTAINTY COEFFICIE9T CASYWMETRIC) r 0.07969 WITH FAMQUECH DEPENDENT. = 0.07640 WITH UISPRITO OLP UNCERTAIMT~CO~FFICI~~T

COLUMN 42 3 0 72 TOTAL 58-3 41 -7 16000

EYDALL'S TAU C = 0.1b667 SIGNIFICANCE = 0,0904 0.26476 OMCRS@S- D (ASYMMETRIC) = 0,17143 WITH FAMOUECH DEPE~JDENT, = 0,13243 w1Td BILfNGUE nEPENDEkr, OHERS'S D (SYMHGTI I 1943 TA = 0.15465 *IT1 ICPENDEWT~ = 0,203U4 *IPH HILTNGUE ~GPE~DE~T. 4-JUL-UO PACE 36

SC; XO COUNT I ROW % I ROW Cob % I TOTAL TOTAb I 1.1 2.1 rhflQ\lEC~ --0---0-1m------I------1 I0 I 6 I 10 1 USA HAS CASTCbLA I 7 I 62.5 1 I 16.1 I 27.8 1 1 8.3 I 13.9 I -II--~~-~-I------I 2, f 17 A 16) I USA WAS QUECHUA I 48.6 1 51.4 I I 47.2 I 50.0 I I 23.6 I 25.0 I -1--.0----1m------g 3 I 13 1 8 I USA AMBOS POR IG I 61.9 I 38.1 1 I 36.1 I 22.2 1 1 18.1 1 1. I mg~-~~~~-mI------I COLUMN 36 36 TOTAL 50.0 S0.0

CHI SQUARE a 2.219US WITH 2 DEGREES OF FREEDOM SIGNIFICANCE = 0.3297 CRANER'S V = 0,17556 CONTIkCLNCX COEPFXCSEW r 0.17291 LAMBDA (ASY~WTRIC) = 0.00000 WITH FAMOUECH DEPENDE3TS = 0.13889 WITH SLXO ULPtNOliNT. tAWoA (SYMHETRICI = 0.06849 UNCERTAINTy COEFFICIENT (ASyMETRIC) e 0.01490 WITH FANJUECH DEPENDENT, = 0.02245 NIrH SEA0 0 UNCERTAINTY COEFFICIENT (SYM4ETRIC) = 0,01792

KENDALb'S TAU 8 = -0.16645 SlGNlFICANCE = 0,0696 RENDALb'S 'rAU C -0.18673 SICRIFICANCE = 0,0696 GAMMA r -0.29298 SOWERS'S D (ASYHWCTRIC) = 00018673 WITH FAHQUECH DEPENUENT. t -Uo14838 VlTH SLXO DEPENDEXT. SOWERS'S U (SYMMETRIC) = -0.16536 ETA r 0.17520 WITH QAWOUECH QEPEWDEIT, r 0.17556 UlTH SEX0 DEPENDENT, CHI SUUARE 8 1.30109 WITH 4 DEGREES OF FREEDOM SIGNIFICANCE f 0,8612 CRACIER'S V 8 0.08697 COMTINGENCY COEFFICIENT = 0.12208 LA~BDA(ASYHUETRIC) 8 Ow00O00 WITH LEALTAD DEPENDENT. = 0.00000 WITH ~1sTRfT0DEPENDENT. LAMBDA (sYNMETRIC) = 0.00000 UNCERTAINTI COEFFICIENT (ASYMMETRIC) r 0,01113 WITH LEAbTAD DEPEMOBNT, = 0,00369 WITH DISTRITO DL UNCERTAINTY COEQFICXE~T (SYHWrRIC) 8 0.90909 KENDALL'S TAU B r -U.09410 S~GHIFICANCE= 0.1713 KENDALLOS TAU C r -0,07504 SIGNIFICANCE = 0,1713 GAMMA = -0,17874 SOMERS*S D (ASYMMETRIC) = -0.07557 WITH LEALTAD DEPENDENT, = -0,11791 WITH DISTRITO DEPENDGNT, SOHERS'S 0 (SXHRETRIC) = -Q.092$1 ETA = 0.11622 UlTH tfiA~TAo DEPENDENT. = 0,119b0 WITH n1STRlTO DCPENDLNT. SOCIAL SOUHOUESS AIUbYSi8 CUADRO 74 PAGE 38

B1CINGUE COUNT f ROY 8 I€SCUELA ESCUELA COL IBlLINGOE NO RILIM TOTAlr I 1.I 2.1 IrEALTAU --oo---mI~aom---m&o-oommmoI 1. I 3 1 5 I LEALTAD AL uUGCH I 37.5 I b2.5 1 1 6.3 I 13.2 I I 3.5 1 5.8 I -~m--m~o..a~lm~m~mm*f 20 f 7 I 8 1 LEALTAD At CASTE I 467 1 53.3 1 I 14.6 I 21.1 I I 8.1 I 9.3 I mI~-o~----I------x 3 I 38 i 25 1 LEALTAD NO DEFIN I 60.3 1 39.7 I I 79.2 1 65.8 I I 44.2 I 29.1 t *I---o--~~I--ao-~-~1 COLUMN 18 3 8 TOTAL 55.8 44.2 CHI SUUAHE = 2.1L501 WIT^ 2 DE,;REES OF FREEDOM SIGNIFICANCE 0,3473 CRAHER'S V 8 0.15682 CONTING€NCY COEFFiCIENT = 0, 15493 LAMBDA (ASYMMETRIC) e 0.00000 WITN LEALTAD DEFENDENT. = 0.078~5 NITH bILINGUE PCPENDFN~, CAMBOA (SYMMETRIC) = 0.04918 UNCERTAINTY COEFFICIENT (ASyHHETRI6) t 0,01627 WITH LEALTAD UEPENDENT, = 0,01780 d1TH ~~ILINGuEOt; UNCERTAINTY COEFFICIENT (SYMMETRIC1 r 3,01703 KENDALL'S TAU H f -9.15074 SICNI;ICANCE = 0,0763 KENDALL's ~AuC = oQ,t3791 sIGFTPICANCE = 0,0763 CAWMA = -0,31756 SOHERS'S D (ASY~METRIC) r -0.13980 WITH LEAbTAD DEPENDENT. = -0.1b252 WlSH BILINGUE DEPENDEh~, SOHERS'S D (SYraETRIC) 8 -0.15031 ETA 0,15609 MITH LCALTAO DEPENDENT, = 0,15682 WITd PILINGUE DEPLNDENT, CoUtdt I RON t I ROW COG t I TOTAL TOTAG 8 I 1.1 2.1 381 LEAtTAD m-m~~m~o~~--~-mom~m~----m-~-m--~---~ 10 I 4 I 13 0 1 tEAtTAD At QUECH I 50.0 I 50-0 I 0.0 I I 9.5 1 9.3 I 0.0 I I 4.7 I 4.7 I 0.0 I ofm-mo~-~~l~--m---~l-mo-o--mI 20 I 9 1 6 I 0 T LEALTAD AL CASTE I 60.0 1 40.0 I 0.0 1 1 21.4 1 4 1 0-0 1 I 10.5 I 7.0 I 0.0 I ogo--~~-mmX~I~m~m~II-o-mc-m~~ 3. I 29 I 33 I 4 I LEAbTAD No DECXN X 46.0 1 52.4 I lab I 1 69.0 I 76.7 I lOO,U I 133.7 13.4 I 1.2 1 oIo-~~co-oI-~~-m--o~-~--om--I COLUMN 4 2 43 1 TOTAL 48,8 50.0 1.2 CHI SQUARE = l.22298 WITH 4 DEGREES OF FREEDOM SIG~~IFICANCE = 0.b743 CRAMCR'S V 8 0.08432 CONtIlCLNCY COEFFICIENT 8 0.11841 LAURDA <&SYUUETRIC) r 0.0000f WITH LEALTAO DEPENDENT, = 0.06977 WITH SLXO VLPENDENT. LAMBOA (SYMMETRIC] + 0.04545 UNCERTAINTY COEFFICIENT (ASYMHETRlCj u 0.01140 HISH LEALTAD DEPENDE?IT, r 0,0114~ WITH SEA0 DE; UNCERTAINTY COEFFICIENT CSYMMETRICI s 0eOfl114 KEN~ALL'S TAU 6 = 0.08708 SIGNIFICANCE = 0.2030 KENDALL'S tAu C r 0.06084 SIGNIFICANCE = 0,2030 CAMHA 0,18703 SOUERS@SID (:ASYMMETRIC) r 08C ! WITH LEALTAD DEPENDISNT, r 0,09560 W~THSEXO DEPENDENS. SOWERS'S ID I I . --- ETA = Oe( !A1 B = 0.1 12711 W][TH SEXO DEPEND EN:^. 4-JUL-I30 PAGE 40

2. I 0 I 6 I b I 12 ACTITUD NEUTRA I 0.0 I 50.0 I 50.0 1 14.0 1 0.0 1 20.0 I 1e.e I I 000 1 7.0 1 7.0 1 mI~-m~m-~~Imm---m--I----mmmmI 3. 1 2 1 0 I 2 I 4 ACTITUD NKGATIVA I 50.0 I 0.0 I 50.0 I 4.7 I 8.3 I 0.0 I 6.3 I 1 2.3 I 0.0 I 2.3 I -I----m---Im-m-----I-----m-..f COLUMN 24 30 3 2 86 TOTAL 27.9 34.9 37.2 100.0

CHI SOUARE = 7.41236 WITH 4 DEGREES OF FREEDDM SIG~:FICRNCE = 0.1156 CRAMER'S V = 0.20759 CONTINGENCY COEFFICIENT r 0.20169 LNWDA (ASYWETRIC) 8 0.00000 WITH OPINESCU DEPENDFAT. = 0oO0000 WITH LliSTRITO DLPENDENT. LAUBDA (SXHHETRIC) a 0~00000 UNCERTAINTY COEFFICIENT (ASYMMETRIC) 8 O.ll777 MITH OPINESCU DEPENDENT, r 0.06313 WITH DISTRIIO DE UNCERTAINTY COEFFICIB~T(SYWHETRIC) = 0.08220 &ENDALL'S TAU B = 0,14666 SIGNIFICANCE = 0.0725 KENDALL's TAU C = 0,10059 SIGNIFICANCE r 0,0725 GAMUA 8 0.31959 soneltscs o (AsxnnerRIc) 8 0.10131 UITH OQINESCU DEPENDENT, = 0,21233 WLTH DISTRITO DEPENDENT. SOMERS'S 0 (SXRHETRIC) 0.13717 ETA = 0.12076 WITH OPINC~CU DEPENDENT. = 0,20459 WITH DTSTHITO DEPEND EN^. ROW TOTAL

CHI SUUAHE 8 0.26912 NITH 2 DEGREES OF FREEDOM SIGNIFICANCE = 0,8740 CRAUER'S V 8 0,05597 CONTINGENCY COEFFICIEQT r 0,05588 tAnBDA CASYMnETftIC) = 0.00000 MITH OPINESCU DEPENDENT, r 0.000OO WITH BILINGuE DLPENDENT. LAMBDA (SYWETRIC) = 0,00000 UNCERTAINTY COEFFICIENT (ASYMMETRIC) = 0000266 UIlH OPINESCU DEPENDENT, = 0.00227 HITH BILINGUE DE UNCERTAINTY COEFFICIE~T(SYHMETRIC) t 0.00245 RENDALL'S TAU B 8 0,05481 SIGNIPICANCE = 0,3036 KENDAbL'S TAU C r 0,04327 SIGHIFICANCk x 0.3036 GAMMA = 0.13699 SOHERSVS D (ASYMMETRIC) t 0,04386 YITH OPINESCU DEPENDENT, = 0,0b849 WITH BILINGU DEPEHDENT, SOHERS'S D (SYMMCTRi ( ,05348 ern r 0.0522S WITH I DBPENDENTe r 9,05597 WITH BILiNGUE DEPENDENT* I1 SQUARE 8 6.32200 WITH 4 DECREES OF FREEDOH SIGNIFICANCE I O,17b4 !AMEROS V r: 0,19173 INTINCEMCY COEFFICIENT = 0.26168 rMBDA (ASYMMETRIC) 8 0.00000 WITH o~INCSCUDEPENDENT, = 0.16279 WITH SEXO DEPENDENT. JWDA (SYUMETRIC) r 8,11064 IcERTAINTY COEFFICIEHT (ASYIIMETRIC) = 0.0689) WITH OPINESCU DEPENDFNT. = 0-05386 *ITH SEX0 D ICERTAINTY COEFFICIENT

GAMMA m 0.48387 SOUERS*S D (AsY~~ETRIC~= 0.15865 WITH OPINESCU DEPENDENT, = 0,25685 611H SEXO DEPE~DENL, SOMERSqS D CSYMHETRIC) t 0.19614 ETA r 0.18090 WITH W~NLSC(~W:PEND€lt. = 0.23938 WITH SEX0 DEPENDB,dT. DIQTRSTO count I HOW 8 ICOCHABAW AIQUILE CHUQUISA ROW COL 8 IBA C A TOTAL TOTAL( Q I 1.1 2.1 3.1 OpI#esCU o-o---~oIo--oo-o-Io~o--oo~~ooo--~o-I 1. I 22 1 24 I 24 I ACTITUO POSITXVA I 1.4 I 34.3 I 34.3 1 1 91,? 1 80.0 I 75.0 I f 2 I 27.9 I 27.9 1 m~oooo~~o-fmomooo~of~mmmmoom~ 2. I 0 I 6 I 6 I ACTITUD NEUTRA I 0.0 1 50.0 1 50.0 I i? 0.8 1 20.0 I 18.8 I I 0.0 I 7.0 I 9.3 I mI~~o~~m~~fo~mo~om~Ioom~oo~oI 30 I 2 1 0 f 2 1 ACTITUD NECASIVA I 50.0 I 0.0 I 50.0 I I 8.3 1 0.0 I 6.3 1 I 2.3 I 0.0 I 2.3 I -f.m.,o~~o.Ioooooo~oIo~oooo~~I COLU~N 24 30 32 TOTAL 23.9 34.9 37.2

CHI SQUAW 7.41238 WI'rH 4 DEGREES OF FREEDuM SI~NIFICAD~CG = 0.1156 CRAWER*S V = 0029759 COWTINGLNCY CO€FFICZE@JTr 0,28163 bAflBDA (ASYMMETRIC) = O.(I@~OQ WITH OPIfWZSCU DEPENDENT. = 0.000~0 WITH DISTRITO DEPENDENI. tAni3~A (BYWgTRIC) r 0,000d0 UNCERTAINTY COEFFICIEW (AG'YMUETRIC) 8 0,11777 WITH OPINESCU DEPENDENT, 3 0.06313 WITH DISTRITO DLPC UNCERTAINTY COEFFICIEMT (SYMMETRIC) t 0.08220 KENDA~~'STAU 8 = ~.146bt~ SIGNI~~CANC~= 0.0725 UENDALL*S TAU C = Q.10059 SIGNIFICANCE = 0,0725 GAMMA 8 0.31959 SOU€RS*S 0 (ASYMMETRIC) = 0,10131 YITH OPINESCU DEPkNOENT, = 0.21233 WITtj DISTHIIO DEPENDENT, S0HERS'I D (SRMUGtRIC) r 0.13717 ETA 8 9,12076 WITH.OPIWESCD DEPENDENT. = 0.20459 WITH DISTRlTO DEPENDENT. SOCIAL 8OUWOWE88 &WAt!8lS CUADRO 80 4-JUL-llr) PACE 44

FIbE ENCUESTA (CREATION DATE = 4rJUL-80) PADRES D€ PAMILIA

BLtl#(;UE COUNT I ROW IESCUBbA ESCUEtA ROW COL % IBILIHC~ENO BILIN TOTAL TOTAL % I 1-I 2s I OQINESCU -o----o-I-----m-oIo----oooI 1. I 40 I 30 I ACTITUD POSITIVA I 1 I 42.9 I I 8J03 I 78.9 i I 46*5 I 34.9 I ~~~-o~~~o-~-~~o~~ooI 2, I 6 I 6 I ACTITUO NEUTRA I 50.0 I 50,O 1 I 12*5 1 15,8 1 I 7.0 I 7.0 I OIOC~~I~~OII~II~~~~I a* 1 2 I 2 1 ACTITUD NEGATIYA I SOvO 1 50.0 1 I 4 I 5.3 I I 2a3 I 2.3 I oIo~~~o-~-I~~~~~o~of COLUMN 4 8 38 TOTAL 55.8 44.2

CHI CHI SOUARE = 0,26942 WITH 2 DEGREES OF FREEDOM SIGNIFICANCE = 0.6740 CRAMER'S V = 0,05597 CONTINGENCY COEFFICIENT r 0.055B8 LAMBDA CASY#HETRICI 8 0~30000UITH OPINESCU DEPENDEHT* = 0.0~0~0WITH blLINGUE DLPENDtNT. LAMBDA (SYMMETRIC) = OvOOOOO UNCERTAINTy COEFFICIENt (ASyYMETRIC) o 0,00266 lITH OPINESCU DEPENDENT, = 0,00227 WITH BILINGUE DEP UNCERTAINTY COBFFICIEIT (SYHYETRIC) r 0.~0245 KENDALL'S TAU R = 0,05481 SIGNIFICRNCE = 0.3036 KENDAGL's TAU C 8 0.04327 SIGNIFICANCE = 0.3036 GAMMA = 0,13699 SOMERS*S D (ASYMMETRIC) r 0,04386 KITH OPINESCU DEPENDENT, r 0,0b849 WITH BILfNGuE DEPENDENT, SOMER&'$ D (8YWWEtPIC) e 0.05348 ETA = 0.05225 #IT# OP1weSCU DEPENDENT. = 0,05597 NIFH BILINGUE DBPENDE~T. CUADRO 81

SEX0 COUNT I now Q I ROW co; % I TOTAL TOTAL % I 1.I 2.1 3mI

CHI SQUARE 6,32200 WITH 4 DEGREES OF FREEDOM SIGNIFICANCE = O,l7@4 CRAMER'S V = 0.19172 CO~TINGENCY COEFFICSE~T= a ,26.1-~8 LAMBDA (ASYMMETRIC) 8 0.00000 HITH OPINESCU DEPENDENT, = 0.1b279 WITH SCxO DEPENDENX, LAMBDA (SYMMETRIC) 8 0.11864 UNCERTAINT~CO~FFICIEN~ (ASYMMETRIC) = 0,0b893 WITH OPINESCU DEPENDENT. = 010538b ~ITHSEAO D UNCERTAlNTy COEFFICIEhT {SyHUETRIC) r 0,06048 KEWDALLgS TAU 8 r 0,20186 SIGNIFICANCE = 0,0285 KENDALL'S TAU C r 00t2169 SIGNIFICANCE t 0,0285 GAMMA = Ow48387 SOMERS@S D (ASYMMETRIC) = 0,15865 WITH OPINESCU DEPENDENT, = Oe2S685 JITH sBXO DEPENDT~T, SOHERS'S D CSYIIETRIC) r 0.19614 ETA 0.1@@90WITH OQIWESCU D&PENDEITe 0.23938 WITH SEX0 DZPENDEFIT. 4-J1ll,-Id PAGE 46 6OCIAL SOUWNESS AHAL~SIS CUADRO 82

ROW TOTAL

CHI SQUARE = 9.03000 WITH 4 DEGREES OF FREEDOH S~GNI~ICANC~= UmU6U4 CHAMER'S V t 0,22913 CONTINGENCY COEFFICIENT 8 Q.30826 LAMBDA [ASYMMETRIC) = 0m0000~WITH BILINACT DEPENDENT, r 0.07407 WllH UlSTRIfO UePhDiNf. LAMBDA (SYMMETRIC) = 0,06061 UfuC!3?TAIuTY COUFP~CIENT(AsYWETRIC) = 0,11174 klrH BILI~uAC~uEpE~DEtir, = 0:04781 *IW ~ISTRIS~IOtpr UNCERTAINTY COEPFICISNT (SYMWTHIC) x 0.06b97 KENDALL'S TAU B a 'Om10463 SIGNIYICANCE Om1510 KENoALL~S PAU C -0,06328 SIGNXFICANCE 0,1510 GAMMA = -0.24841 SOME-RSlS D jhSYHMETRIC) r -0.06373 WITH BILINACT DEPGNDENT, = -0.11181 ulT11 PISTnliu L)EPZCPtlif. SOHERS'S D (SYMHETRICI r -0.09297 A = 0,17460 WITH BlLIlYACT DC;Pt:NbENT, = 0,27593 WITH DIStHlTO DLPLNI~L~T. CUADRO 83 PAGE 47

BlLINCUE COUNT I ROW * ICSCUEhA BSCUELA ROY Cob % 161bLNGOE Nu BILlN TOTAL TOTAL 9 1 $01 2.1 @IL~~ACT m~-oo---~-~---om-~----moo~~ 10 I 42 I 32 1 ACTITUO PUSlTIVA I S6.8 I 43.2 X I 87.5 I Y4.2 1 I 48.8 I 37.2 I ~Io~-oo---fm--n*o*oI 2. I b 1 4 I ACTlTUO NEUTRA I 60.0 f 40.0 I I 12.5 19.5 I I i.0 1 4.7 1 o~~oooo~~~~o~-moo~o~ 30 1 0 I 2 1 ACtITUD NEGATIVA I 0.0 I 100e0 I 0.0 1 5.3 1 I 0.0 1 2.3 1 mp~m---o--lO--o----I CObUdN 4 8 38 TOTAL 53.8 44.2 suo COUNT I ROW I RUM COL a I TOTAL TOTAt $ I 1.1 2.1 3.1 B~LINACT o-or-r-rlooro-oroIooooooo-foo-oo-ooI 1. I 38 1 3s I 1 P ACT~TUUPosIttvn 1 51.4 1 47.3 I 1.4 I I 90.5 1 81.4 I ?OO,O I I 42 I 40.7 1 1.2 1 ~~m-oo~oo~~lo~olooofo~ooor~o~ 2. I 4 I 6 I 0 I ACTIZUO NEUTRA I 40.0 I 60.0 I 0.0 f f 9.S 1 14.0 I 0.0 I I 4.7 1 7.0 I 0.0 I 0I10000000I00010000~00000~00~ 30 1 0 I 2 I 0 I ACTlTUD HECATIVA I 0.0 I 100.0 1 0.O I I 0.0 1 4.7 I 0.0 I 1 0.0 I 2.3 I 0.0 I -1 m-00~m~~10~0~0~~0z.000~~001 cotunn 42 43 - 1 tOTAL 48.8 50.0 1.2

CUADRO 87 CUADRO 88 4-J\)L"bU PAGE. 54

FILC; tNCUESTA (CR[r;A'rLO(J DATE. = 4-JUL-80) PAOHES W FAYILIR

OLSTRfTU CtJtJdT 1 Rod 8 ICUCHAHAM AluUILE CtiUdlJlSA COL % IBA C A TOTAL, % I l*l 2 -1 3,1 ~~s'rttlt -mo-mo-m Iooooo~ooI~IoomI~~l~~~oo~~oI 1, I 6 1 b 1 Q 1 I 37,s 1 37-5 I 25.b 1 I 25.0 I 20-0 I 12.5 1 I 7.0 1 7.0 I 4.3 1 0~0-0~001~~000000~~10~0~w-0CI 2. 1: !e 1 24 1 28 1 I 25,7 1 3 I 4. I 1 75,O I d0,O I 87,b 1 1 20.9 1 27-9 I 3 I ~Im~~wo~~mlo~o~o~~~l~..o~oo..oI CULUYN 24 30 3 2 TUTAL 27,g 34,9 37,Z CUADRO 89 SOCIAL SOUNDNESS ANALYSIS 4-JUL-aO PAGE

CORRECTED CHI S(ir Re = 0.00046 WITH 1 DECREE OF FREEDOM SIG~IFICA~CE= 0,9828 PHI r 0.03098 CONTINCLNCY COWPICIE~T= 3.03097 LAMBDA ChSYHMC;CRIC) r t).@ooo(j WITH HISTOH1 DEPENDENT. = 3.000~0 "ITH ESCUELA DEPE~~DEUP, ~AMBOA (SYRWETRIC) = 0.00000 UNCERTAIHTy COEFFICIENT [ASyYMkTRIC) = 0,00102 WITH HISTOR1 UEPENDEkT, = 0,00083 kITH LSCU~LA UNCERTAINTY COEFFICIE~T(swwmuc1 = 0,00091 KENDALL'S TAU 8 f u.03098 S~C~IIPICANCE= 0.3876 KENPALL*s TAU C = 0,02163 SIGNIFICANCE = 0,3876 GAMMA = 0,09091 SOHGRS*S 0 (ASYHMETRIC) r 0,02688 WITH HISTnR1 DEPENDENT, = 0,03571 WITH ESCUELA DEPENDENT, SOHERS'S D (SYHMETRICJ r 0.03U67 ETA E 4.0309fl WITH ttlSToR1 DEPENDELTO = Om03099 WITH ESCUELA DEPENDLkT. CHI SOURHE = 11.07177 WITH 2 DEGREES OF FREEDOM SIGNIFICANCE = 0,0039 CRAHER'S V = 0.35Bdl COITINGEikCY CUEFFICIENT r 0,33772 LAMBDA (ASYMVEFRIC) t 0.00000 WITH HISTOH1 DEPENDENT. = 0.25581 kITe SLdO LAkBoA (SYMMETHIC) = 0.10644 UNCEPTAlNTy COCFFICIElUT (ASyYME:rPIC) = 0.14 870 WITH HISTCRl DEPENDENC, UNCERTAAkTY COEFFICIENT (SYMMETRIC) = 0.11628 KBNDALL'S TAU g = mU.33395 SIGHIFICANCC = 0.0010 KEPJDALL's TAU C r -ur26284 sIGJIFICANCE, = 0.0010 CUADRO 91 SOCIAL SUUNUNGSS ANALISIS 4-JUL,-UU PAGE 57

CHI SUUARE = 1.95759 WITH 2 DECREES OF FREEUUH SIGHIPICANCE = 0,3758 CRAHEHmS V r 0.150U7 CONTfhGEkCY CO€FPLCIENT-t 0.14918 LAHBUA (AsYYHE~RZC) = 0.10000 WlTH HISTOH? DEpEND&NT, = 9,014u7 WITH U~~~RITOUtpkNDENI, LAMBDA tSYMN€TRIC) r 0.08511 UNCERTAINTY C~J&FFICIENT(ASYHWTRICI r 0.01650 WITH HISTOR2 uEPENDLLJTo = 0.61044 WITH VISTRITU UNCE~TAINTYCUEFFIC~ENT (SYnfieFRlC) = 0.01279 KENDALL'S TAU 8 = 0,12062 SICFIIPICANCE = 0.1193 KENOALL'S TAU C r 3.13845 SIGNIFICANCE s 0,1193 GAMMA = 0,20779 SOMERS'S D (ASYMMETRIC) = 0.1~458 WITH HISTUHZ DEPENDENT, = 0,13913 ~IIHDISTRI~O DEPENPENI, SOWERS'S D (SXUMETRICJ = 0.11910 ETA = 0.15087 WITH ~lSt0R2 uEPEF~DENT. = 0.12445 WITH D~STHITODEPENDENI. kt 4-JUL-bU PAGE 5d

ESCUELA CUUNT I RON % ICLNTRAL SCCCIOt'A ROW Cob a I L XUTAL TQTAb O I 1.1 2.1 HISTOH2 o-oo----11mo-o=-m1----oo--1 10 I 24 I 22 I 1 52.2 1 41.8 i I 38.7 I 91.7 1 1 27.9 1 25.6 I -J------o-I-aD-m-.~-1 20 1 38 I 2 I I 95.0 I 5.0 I I 61.3 I 8.3 1 I 44.2 1 2.3 I 9I-~-o----I--o----rl COLUMN 62 24 TOTAL 72.1 27.9

UNCERTAINTY CQEFQICIE~T(SYMRETRIC) r 0,20189 REhDALL'S TAU R = -0.47623 SIGNIFICANC~= C.0000 KENDALL's TAU C = -9.42618 SIGNIFICANCE = 0.0030 GAMMA a -0.89140 SQWERSmS D (ASYMMETRIC) r -0,52957 kITH HISTOR2 DEPEkDENT, = -0.45826 hlln ESCUELA DEPENDEhl, SOMEHS'S 0 CSYnwETHICl = '0.47356 ETA + 9.47623 UlTn niSTOR2 DEPEC~ENT. = 0.47623 u~f~ESCUELA DEPENDF~~. CUADRO 93 SUClAL SOUHUNESS ANALYSIS 4-JUL-au PAGE 59

StXO COUNT I HOW 8 1 ROW Cob I TOTAL TOTAL, a I 1.1 2.1 3.1 HI ST OH^ a-o----o~-~-o--oo~~-w-momo~----awoo~ 10 I 20 1 25 I 1 I I 43.5 I 54.3 I 2.2 I 1 47.b I 58.1 1 1OUmU I 1 23.3 I 29.1 1 2 I -1 ~~~o~o~~I~~m~~~~~fooo~~..~~I 2. 1 22 5 10 I U I 1 55.0 I 45,O 2 0.0 I 1 52.4 1 41.9 1 0.0 I 1 2S.b I 20.9 f 0.3 1 -~~---~-o~I----~~~oI--m---w-f COLUMN 43 1 TU f A6 M.842 50.0 1.2 SOCIAL SOUIONESS ANALYSIS 4-JU~-80 PAGE 60 ESCUELA CUUNT f RON % ICENTRAL SECCIONA RON COL % I I, 'TOTAL TOTAL % I I*I 2.1 HISTOR3 o-~--moo1m--v~-m=0I-----=-mI 1. I 9 1 1 I 2u I 45.0 1 55,O J 23e3 I 14.5 I 45.0 I I 10.5 1 i3.0 H *,~--m~--m-x-m---f--l 2, I 47 I 13 1 60 I 7 X Zlet 1 69.8 I 75.8 L 54,2 1 I 54.7 I 15.1. I mlmm-m----j----m---I

ETA r 0.32068 YITH HIS TOR^- DEPENDENT, + 0,35406 sIrH ESCGELA DEPENDEhf, St XO COUNT 1 HOW \ i ROW COL 0 9 TOTAL TOTAL % I 1.1 2.1 3.1 HISTQH~ ooommm-mjmo-oo-o-~o-oo---m~-o-oomo- I I+ -r 8 1 12 I o I I 40.0 1 60.0 1 0.0 I I 19.0 1 27.9 I 0.0 I I 9.3 1 14.0 I 0.U 1 m~~o1o~m~o[~~oo~~oo~om~~m9)m-]L 1, I 34 I 25 I 1 I I 56.7 I 41.7 P 1.7 I I 81.0 1 58.1 P 100.0 1 I 39.5 I 29.1 I 1,2 1 ~I"o~"~m~mIm~ooooooI~mooooomI 40 I 0 I 6 X 0 I I 0.0 I 100.0 I 0.0 I 1 0.0 I 14.0 I 0.0 1 I 0.0 I 7.0 I 0.0 I ~~~o~~e~~oImm~~o~~eI~~~~~~~~I COLUMN 4 2 43 1 TOTAL 48.8 50.0 102

CHI SQUARE = 8.66984 YITH 4 DECREES UF FHEEDuH SIGNIFICANCE = 0,0699 CRAMEHSS V = 00224S1 COHTlNGENCl COEFFIClENT r 0.30262 LAMBDA (ASYMMETRIC) = 0.000~0 JITH HIStOR3 DEPENDENT. = 0.20930 "Ifh SFAU PLPEWDEN~. LACSDA (SYMMETRIC) = 0.13043 UNCEHTAlhTY COEFFICIE~~T

eSCUQLA COUNT I HOW 8 ICBNTRAL SEfCIONA PO% COL 8 I Li TOTAL TOTAL I la1 2.1 :ISTOR4 ~-~-----II-II----I~O---*-.LI 1. I 53 I 22 1 I 70.7 1 29.3 I I 95,s 1 9i.P I 1 61.6 1 25.6 I -Im-*~--*oI---lou-*I 2. 1 9 I 2 I f 81.8 I 16.2 1 I 14 1 8.3 I I 10.5 I 2.3 1 mf------*-I--o-11-*1 COLUHN 62 24 TOTAI, 72.1 27.9 CUADRO 99 4-JUL-UO PAGE a5

'1 SOUARE = 1.01760 ~ITH 2 DEcHEES OF FREEDOM SICHIQICA~UCE = 0.~012 ANER'S V 8 0.10878 NTINGEHCY COEFFICIE~T= ColQ814 WeOA (ASYWErRtC) + 0.00000 WITH RXSrOR4 DEPENDENTo = U.04651 *IrH SEA0 DLPSWDENC, H0OA (SYMMETRIC) s 0,03704 CERTAINTY CoEFPICIEMT (ASWWRIC] r 0.01713 uITH HISTORI DEPENDENT. = 0,00891 w~t~SEA0 i)EP CERTAlNTY COEFFICIEW (SYHHcTR1C) OeQll79 NDA~L@STAU b = U.00887 SICNIFICACLCE = 0.2050 NDAtLeS TAU C r 0.06003 SICNIPICANCG = 0.2050 nm 8 0,26366 MERS@SD (ASYMMEtRIC) 8 0.05870 nITH HISTORI DEPENDENT, = 0.134SS N~ZHSgXO DEPEBDEN~. neeses D (srnnsrRrcj = o.oei74 A = 8.10878 UITH nlStOR4 DEPENDENT. = 0.08295 MITH SEXO DLPENDEH 1.

ESCUELA CUUNT I ROd ) ICGNtkAL SECCIONA Cob % I t TOTAL a I 1.1 2.1 :ISTORS ---oo--~~~c-----oI-~--~-o~I 1. I 13 1 6 I I 6a.4 I 31.6 1 I 21.0 1 25.0 f f 1 1 7.0 I -IIII-----[I------~I 2, 1 49 1 18 1 I 711 26.9 1 1 79.0 I 75.0 I I 57.0 1 20.9 1 ~I~Io~~~o~I~~~~~m~oI COLlJHH 62 24 tOTAh 72.1 27 -9 CUADRO 102 OCf4f SOUNDNBSS ANALISIS 4-3U~b9 PAGE bd

ILE ENCUESTA (CRCATION DkTE = 4-JUL-80) PAUHbS DE C'AHII,IA

-~@*~*&~*a***@*e.*e~@~~e@~~~a~~e~~*~C W U S S T A t3 l.i L A f 1 0 fi U F .e**.********ea*.****9t*I)*I)****.1)1CO*

SLXU COUMT I RON O I CUL 0 I TUPAL 8 I 1-1 21 1 3.1 :ISTIIRS --~~--ooI~omomoo-~---momm-1m------I 1. I 8 I 11 I 0 I I 42.1 I 57-9 1 0,U I I 19.0 1 25-6 1 0-b I 1 9-3 I 12.8 1 3.8 1 -1 mmoo~0om~11~~a~mm~m~..o~m-mI 2, 1 34 J 32 1 1 I I 50.1 1 17.R I 1.5 I I 81,O 1 74.4 1 100.3 I 1 39,s 1 37-2 I 102 I -II--~O--~I~~~~~~~~~-W..-Y-O.~ cOLU!!N 42 43 1 Tu PAL 48.8 5u.O 1.4 CUADRO 103 SOCIAL SOUNDNESS ANALYSXS

CHI SQUARE 7.50111 WITH 4 DECREES OF FREEDOM SlGHIFlCANCE = Omll17 CRAMEH@S V 8 0,208u3 CONTINGENCY COEFFICSEW r 0.28324 LAMBOA (ASYMMETRIC) a 0.00009 WITH HISTOR6 DEPENUENTm = ~rnlllllWITH DISTRITO DLPEN1)LNTm tANRnA (SYMMETRIC) = 0,06977 UNCERTAINTY COEFPICIELT (ASYYWETHIC) 8 0,0b412 WITH HISTOR6 DEPEND EN^, = 0,04389 WITH DIS~AI~DDE UHCeRTAlffTY COEFFICIENT (SYHWTRIC) 8 0.05211 UENDALL@S TAU 8 U.03059 SICHIFICANCE = 0.3813 KENDALL'S TAU C r 0,02596 SIGNIFICANCE = 0,3813 CAMMA = 0,05298 SOWERS@SD (ASYMUETRIC) r 0,02614 WITH HISTOR6 DEPENDENT, = 0,03579 Wlrh DISTRI~Q DEPLNDEN~. SOMERSoS 0 (SYWUEtRICI r 0,03022 ETA 0.02579 WITH nlSTOR6 ~IEPENDQ~T. = 0,03932 d1Sn oIslRIT0 DEPENDENT, SOCIAL SOUNONESS ANAblSIS CUADRO 104 4-Jill,-CIO PAGE 70

CHI SUUAPE = 6.17W7 WITH 2 PEGREES OF FREEDuM SIGNIFICANCE = 0.0455 CRAMERgb V = 0,26804 CONTIkGEtJCY COEPFICIEhf = 0.25690 LAWDA 1ASYhWTRIC) t ~*(J~OOOHITH HISTORb DEPBNUErJT. = Q-adOoo MITH t.SCUELA u~PEN~ENT. LAMBDA (SYYNETRIC) = 0,00000 uNCERTA~NTYCWFFICIE~T !AsYYNZTRIC) t 0.05516 WITH llI~rOR6 DEPENDE~T. = 0.0b96u WITH €5 UNCERTAINTY COEFFICIENT (SYH7ETHIC) t O.OblS4 KBNDALL'S TAU 0 = -Urn26485 SIG?JIP~CANCB= 000Qb8 KENPALL'S TAIJ C = -00233b4 SIGtiIFLCANCE = Urn0008 GAMVA = -0161364 SOCIAL SOUNUMESS ANALISIS CUADRO 1 0 5 ~=JUL-UO PAGE 71

St.XU COUNT I RUrJ O I COL t I TOTAL 8 I 1.1 2.1 301 HISTOR6 m--o---m~o-om-m--Im-om----Io--mmom-I 10 I 20 I 27 I 1 I I 41 1 53.0 1 1.9 1 I b1.9 f b2.8 I 100.0 1 I 30.3 1 31.4 1 1.2 1 =~P-~~~~~~~I~II~I~O~~~~~~~I~~ 2 . 1 16 1 I4 I 0 1 I 53.3 1 46.7 I 3.0 I I 38.1 1 37.6 1 0.0 1 I 16 1 1 1 0.0 1 m~~0011111J0m00~~~~1~~0~~..~~1 4. I 0 I 2 1 0 I I 0.0 1 106.0 1 6.b 1 I 0.0 i 4.7 1 0.0 I I 0.0 1 2.3 I 0.0 I O~~-~~I~IIIII~~--O-~----O--~~ COLUMN 42 43 1 TUTAL 48.8 50.0 1.2

SOMERS'S 0 (ASKMWTRIc) = -0,00046 WITH HISTOR6 DGPENUENP, SOUGRS'S D (SYMMETRIC) r -0.00876 FILE ENCUESTA (CPEATI~JNDATt. = 4-3ULm80) PAORtS DL FAMIL14

01SThl TU CUUrJT I ROd O ICWtiADAl4 AIUl~ItE ChUUUlSA CUl. O 1BA CA TOTAL o I I,I 2.1 3,1 HISTOH7 ~-~-o-m-10--~-ao-1--~---0~1-~------1 1, 1 18 I 26 I 2b 1 1 27 I 371 1 37-1 1 I 75.0 1 B6-7 I 1 1 1 ZU,~ 1 30,2 1 30,2 I -I~-~~o---I---~--oo!o------~~ 2, 1 b I 4 1 b I I 37.5 1 25,O 1 37,5 1 1 25,U 1 3 I 1d.d 1 I 7.0 1 4,7 1 7,O I -~--o~~-oo~~---o-~~~o---~---~ CULUHN 24 3 @ 32 'TUTU 27,Y 34-9 37,L

CHI SQUARE = 1,19914 bITH 2 DECHEES ot FHL~IJ~NSIGtJIFICAktF = 0,54Y3 SHAMEReS V = 0~11~~~ CONTINGtNCY COEFFlCIENT = 0,11727 LAMBDA (AsYMM~THIC)= 0.00001) ~ITHHIsTok7 DF~E~!JENT, = ~,orluuU WITH~ISTRIT~ DL~E~JPEKT. LAHRDA (SYMMETkIC) = 0,00000 UNCEHTAINTX COEPFICI€hT (ASY""r'ffi1~) = 0.01450 *ll Ii tllSIOH? aLt'F.i;?Et~ rs = Q.OUb3e ~TPH01ST8113 UNCERTAINTY COLF~IC~C;~UT(SYMi*t rtt1C) t OmOUttHb KENDALL@STAU B = -0,04831 bIGN1FICAhCt = Om31&5 KENDALLeS rAu C = -0,04327 31GNIFICANCE = 0,3105 GAMMA = -0,10638 SOHE$SUS n (AsYHMETRIC) = -0,03268 WITH HIS rfjlt7 I!tpt&UENT, = 4,01143 nllH DlSlblr; UipE#r~l, SORERS@S D (SYMMETRIC) r -0,U44Q4 ETA r 0e118~8JlTH HlSTOh7 DLPLNDEWT~ = 0~05548WtrN ~ILSTPITUu&PENDtsT. ROW TUTAL(

7rl 61,4

16 18,b

80 LO(i.0 COLUMN 41 43 1 86 TOTAL 40-8 50.0 1-2 130,U

Bncuastador b.....,b..;..,.b.b. Coclrabmh 8 1 .JGmora do oneuasta .,.*,.,,.... Aiqui la 0 C11aquisnco Escuole Contra1 I i Bscuola soccianol I( ) 2 Bscucla bildncUo 0 1 Escuala no-5ilinqUo ( ) 2

Scxo: -7

Afios de cxpcricncia on el maqistorio rural. -- -- -.",Ill

Particina octuaihcnte o partici6 antoriamanto on nroqragas de educaci6n bilinqUc?.

Deseamos ohtenerr algunas oninionus suyas, como brofesar rural sobre alqunos asrectos imortantes do la oduceci6n do ni9os campesinos cn particular de la educaci6n bilinquo. Para 0% to lo presentanos una seric do sfimacioncs ante las cuahs le pedinos que nos dB su opinbn, niaccando con una cruz on - la casilla corres~ondicntetaato si usted est6 de a ordo - con el enunciado, cst6 en desacuerdo con o si na-4- tiene ods via una opinidn forrnada a1 resnecto. ~qradocoafiante - mano su colaboracibn.

Estoy ds acuerdo

Cuando 10s ni5os rccibcn su instrucci6n bgsica en quc- chua, el aprendizaje sc ha- ce 136s intcrcsantc. ------.-- La alfabctizacibn de 10s ni 50s canoesions se cu!qle ds efectivanentc, cuando co- nienzan a leer y escribir en ?uechua. .------Para leer en castellano, no se neccsitan un nucvo a?rez t-mierito si se ha a?rondido ya a leer en ~uec1iua. ---c--*------. Los niflos valoran niis su cultura, cuanda en la cscue- la se utiliza cl ?uec!~ua nara aprender --.----_-----. DsrLa me jor .rdsultado bara 10s nifios seguir un buen proerama d~ educacidn no- fomal, que vcair a la es- cuela a aprender cosas in- Gtiies . Estoy on 140 tonqo dos acuor- opinidn do ,------ma-----

:lo ~ustnrfa trahajar en una oscucla con pro ramas do s- ducaci6n bilin~8e. ---__-l--- La mayorla de 10s profeso- ros ruralcs prefiercn ense 4ar cn escuelas donda sblc sc eaploa 01 castellano ------Bs m6s prSctico para 10s nL fios camvcsinos y para el ~afs,que desde pequcnitos comioncen ya a cstudirr en castellano, ------Todas las escuelas del cam- po debcr5a.n ser 5ilinguos. ------I Yo me ofrecerPa como volun- tario para cnsefiar en una cscuela bilingh. ----_----- Confunde a 10s nifios y a 10s badres de familis, que sus hijos aprcndan pri~cro cn quechua y desnu6s cn cag tellano y Serfa mejor todo en castella- 90 ds una vez ------En realidad, todo cn la cs- cuela, en la comunidad y en el pais, deberir ser sola- mente en castellano. ------Todos 10s profcsorcs debc- rfan ser bilingtics ------I !4ucho Ciempo sc pierdc en- se5ando nrimero en Quechua y desbu6s en Castellano. ------'Je'jor scrfa que en el ?afs tuvi6ramos solamcnte un idioma: el Castcllano ------Los campesinos no nucden re- solver bien todos sus pro- blenas par que no saben caz tellano. ------Los campesinos pueden rc- solver bian todos sus pro- blmas Dor que no sabcn - Estoy do acuordo

La gcntc dc la ciudad, ten- drfa quo aprondur Ouechua para cntcnderse 21cjor con 10s campcs inos - La gonte dcl campo tondria quo aprcnder cas tellano pa- ra entondorse mojor con la gcnte de la ciudad. - Cs m6s Gtil para la familia canpcsina quc sus hijos cui den 10s nnimalitos y ayudcn en 10s trabajos, que vayan a la escucla Los nifios aprcnden cosas mSs im~ortantespara la vida cuando est6n en su casa que cuando viencn a la escucla - Los cam?esinos aprenden m5s de la vida que dc la cscuc- la. - Los nifios a~rendenm5s cosas duando tienen que salir dc su comunidad, quc cuando cs- tudian cn 10s libros. ; - - Cuand-o la pntc cscucha ra- dio, aprendc m& rhido que cuando tiene que her libros Si 10s padres de familia p~ dieran mandar a sus hijos a una escuela bilingffe, o a otra dondc sdlo er~sefian en castellano, escogcrfan la escucla bilignUc. - En esta escuela 10s nifios aprcnden 2 leer en ,?ucchua -- Cuando 10s ni5os cst%n en la escuela, hab,lan antre ellos

en Castellano. -a La mayor parte de las veces 10s profesores de esta es- cuela hablan a 10s nifios cn castellano. - - 38, Escriba ?or favor, una lists de las coaas mhs innartantes qus . . 0. Cscribo por favor, ~l?unnsaccioncs concretas yuo su cscucla ?lays realizado cn favor dc la comunidad.

Por favor, hnya un listado sint6tico dc connortsmientos que el nifio a~rcndcdo sus qadrcs , sin intcrvencien de la escue- la, (3ub cosas les cnscfbn 10s nadres, a querer, Q valorar,a rcspetar, a haccr, ctc.)

Por favor, haga un listndo sintgtico de com?ortamientos que el nifio aorcndo dc su comunidad, sin intervzncien do 10s pg dres ni de la oscuela.

guiere usted rcfcrirsc, o enfatizar alsGn aspect0 que consi- dera de in~ortancia? 4. CUESTIONARLO A PADRES DE FAnSILIA, Enouen t ador ...... Coc haRbmba 0 1 Nhero do oncueatan ...... Aiquilo 0 2 Chuqui~tnca 0 3 r.re*a.re*eoa.a* E~cu~~~Central 0 1 Escuela 3accional 0 2 Eecusla fibilinglie 0 1 Encuela no-bilingue ( ) 2 1. Sexo: Manculino ( ) 1 Femenino ( ) 2 2. Basta que curao lied Usted?

1. ( ) ninguno 2. ( ) BQsicor Primero y eegundo 3. ( ) BBsico: Tercero, cusrto y quinto 4. ( ) Intermedio: Prirnero ,segundo y tercero 5. ( ) Medio: Primero, segundo, tercero y cuarto 6. ( ) Instruccidn Superior 3. &Cree usted que loo nifios aprenden mejor lag cosas de la escuela ouando lee enseRan a leery escribir en Q,uechua?

A. &En esta comunidad, 10s profesores ensefian a 10s nifios en Quechua y Caste- llano? 5. Si 10s nifios siguen anrsndiendo an Caotellano, Cree usted que cuando seen grandes se van a olvidar de su comunidad y de sus padres? Si () 1 NO)2 6. Cuando 10s nifios estan en su casa hablan en Castellano 6 en Quechua? Castellano ( ) 1 Quechua 0 2 ambos 0 3 7. Cuantio las fmilia~se reunen para tratar asuntos de la comunidad, en qus idior la hablan? Castellano ) 1 Quechua 0 2 Mezclado ( ) 3 8 Usted les obliqa a hablar a sus hijos en Castellano?

9. LA 10s profesores de esta escuela les gustarfa ensefiar en Cpechua? 10. Servirfa do algo A esta cotnunidad que lon niflos aprendan a co3ooer eu paia en Sueahua y Caatsllano?

11. Croe untsd que si 10s niflan aprcmden a estudiar en Castellano ya no van a querer trabajar en el Campo?

12. Dlpme nor favor, que cosas titiles enoeflam on la sscuela a loe niflos cam- wesinos?

3, ~Creeusted que sus hiJos se vuelven mhdesuiertos (alentados) cuando via- jan fuera de la comunidad, que cuando eatudian 10s libros de la escuela? si 0 1 No 0 2

14. Conffa usted en la educacidn que lea esth dando a sus hijos en la escuela, para UP cuando Sean grandes, sean pereonns respetadas? sio 1 No 0 2 - 15. Cree usted que suu hi,jos amenden cosas mas importantes para la vide cum- - do acompaffan a su padre o a su madre a trabejar en el campo, que cuando van a la escuela?

6, Si usted tuviera mis plate en este momento, que cosaa harla para que sus hi- jos se eduquen mejor? A continuaciQn 1s voy H contar uncln pequsflar! hintorian notme lo quo pisnnan algunoe padran do f:milia, untsd me dir6 deonuh do eecuchar rri soas persona8 hicieron bien 5 ma1

Juanito en hiJo de Dm Junto y Dofla Carmela. Don Junto dice que es mejor que Juanito no vaya todon loo doa a la encuela por que PWA trabajur en la vida banta con lao buena~co~tumbres oue elloa los ennsfian. i'isnsa usted iwal que Don Jueto? Si ( ) :!o ( )

Uofla Canner,, la m&& de Rooendo no le puede ayudar a hacer Lao tareas de la escuela porque ella no habla Castellano. Entoncue, le ha pedido nl profesor que le dB tareas en Quechua. Cree uuted que Dofla Carmen ha hechU (bien) 1 (mal) 2

Don Pedro yn no quiere que su nija Carmela vya a la escuela por que cuan- do aprenda a Castellanizarse, les va a volcar la espalda. Cree usted que Don Pedro hizo (bien) 1 (mal) 2

Don Jacinto y Doaa Teresa mandaron 10s hijos a la escuela bilingUe. Ellos creen que es aejor para el futuro de eus hijos aue hablen bien el castell& no. ?or eso les obligan en la casa a hablar siempre en castellano. Haria usted lo mismo que Don Jacinto y Dofla Teresa? (4 (d Don Jose piensa que en la escuela su hijo no aprende nada importante para la vida. Por eso lo ha llevado a trabajar a1 campo. Cree usted que Don Jose tiene razdn (4 (no)

Don Remigio supo que en la escuela de la comunidad vecina se dabs primero una educacih en Wechua y despuds en Castellano. Como en la escuela de su hijo todo era en Castellano, decidid sacarlo y llevarlo a la eex~elade la otra comunidad. Harfa usted lo mismo aus Don Remigio? (si) (no hn Pedro conversaba en otro dla con el profesor de la escuela y le decfa m& bien que 10s niiios de la ciudad deberian aprender %echua. Piensa usted igual que non Tedro? (4 (no)