SEÑALES, PORTENTOS Y DEMONIOS Publicaciones de la Sociedad de Estudios Medievales y Renacentistas Salamanca AKOCDERBMHYUJT

Señales, Portentos y Demonios 6 LA MAGIA EN LA LITERATURA y la cultura ESPAÑOLAs DEL RENACIMIENTO

ESTUDIOS COORDINADOS POR EVA LARA Y ALBERTO MONTANER

LASEMYR •MMXIIII• La publicación de este volumen se ha realizado con financiación de los Ministerios de Ciencia e Innovación (ref.: FFI2009-07488-E) y Economía y Competitividad (refs.: FFI2011-15728-E y FFI2012- 32231 FEHTYCH-2), así como de la Universidad de Zaragoza (ref.: VI Congresos 2011-CICAIHR).

© De los textos, sus respectivos autores, 2014 © De la presente edición, la SEMYR, 2014 ISBN 978-84-941708-2-9 DL S.462-2013 Diseño de Alberto Montaner Frutos Compuesto e impreso en Nueva Graficesa, S. L. (Salamanca) ÍNDICE SVMARIO

DE LOS CAPÍTVLOS E COMPRENDE LA PRESENTE OBRA

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. presentación, por Fernando Baños en nombre de la SEMYR...... 11  Conspectus siglorum...... 15  INTRODUCCIÓN, por Eva Lara y Alberto Montaner...... 17 ¶I. magia, hechicería, brujería: deslinde de conceptos, por Al- berto Montaner y Eva Lara...... 33 ¶II. TRATADOS REPROBATORIOS y DISCURSOS ANTISUPERSTICIOSOS EN LA ESPAÑA DEL RENACIMIENTO, por M.ª Jesús Zamora Calvo...... 185 ¶III. LETRAS DEL ENCANTO: LA INFLUENCIA DE LOS TRATADOS ANTI- SUPERSTICIOSOS EN LA LITERATURA HISPÁNICA DEL SIGLO XVI, por Alberto Ortiz...... 201 ¶IV. EL PACTO CON EL DIABLO EN LA LITERATURA HISPÁNICA DEL RE- NACIMIENTO, por Natalia Fernández...... 225 ¶V. «OJOS AYRADOS»: POÉTICA Y RETÓRICA DE LA BRUJERÍA, por Al- berto Montaner y María Tausiet...... 255 ¶VI. MAGOS Y MAGIA, DE LAS ADAPTACIONES ARTÚRICAS CASTELLA- NAS A LOS LIBROS DE CABALLERÍAS, por Luzdivina Cuesta...... 325 ¶VII. HECHICERAS CELESTINESCAS Y NIGROMANTES EN LA LITERA- TURA DEL SIGLO XVI: ¿DE LA HECHICERA VENIDA A MÁS AL MAGO VENIDO A MENOS?, por Eva Lara...... 367 ¶VIII. el universo mágico de las novelas pastoriles, por Pilar Alonso...... 433 ¶IX. «HAN ESCRITO COSAS PRODIGIOSAS FUERA DE TODA VERDAD»: MAGIA Y MARAVILLA EN LA ÉPICA ESPAÑOLA DEL RENACIMIENTO, por Lara Vilà...... 465 ¶X. DE LA NOTICIA AL RELATO NOVELESCO: LA MAGIA EN EL DIÁLOGO Y LA MISCELÁNEA RENACENTISTAS, por Asunción Rallo...... 489 ¶XI. LAS ARTES ADIVINATORIAS EN LA LITERATURA ESPAÑOLA DU- RANTE EL RENACIMIENTO: LOS LIBROS DE SUERTES, por Alberto Alonso Guardo...... 517 ¶XII. Los grimorios y recetarios mágicos: Del mítico Salomón al clérigo nigromante, por Roberto Morales...... 537 ¶XIII. RECETARIOS MÁGICOS : BREBAJES, TALISMANES Y CONJUROS ALJAMIADOS, por Pablo Roza...... 555 ¶XIV. LA CUEVA Y EL MAGO: SANTUARIOS CTÓNICOS EN EL TEATRO DEL SIGLO DE ORO, por Robert Lima...... 579 ¶XV. DEL BRAZO ESCRIBIDOR AL LIBRO ESCRITO POR SANTA TERESA, O LA LETRA COMO TALISMÁN TERAPÉUTICO, por José Manuel Pedrosa...... 599 ¶XVI. SOBRE EL ALCANCE DEL «OCULTISMO» RENACENTISTA, por Al- berto Montaner...... 627  MAGIC IN THE OF THE : A SUMMARY, by Alberto Montaner & Eva Lara...... 851  bibliografía...... 855  Index figurarum quæ in hoc libro continentur...... 931  Tabla general de contenidos...... 943 PRESENTACIÓN

por Fernando Baños en nombre de la SEMYR

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uando se piensa en la magia vienen a la mente no pocas frases que dan la medida de cómo se ha infiltrado ese mundo en el ima- ginario colectivo y en el lenguaje. Podríamos decir, por ejemplo, que este libro no ha aparecido encima de la mesa por arte de en- cantamiento. En cierta manera sí que ha sido fruto de la magia, pero sobre todo ha nacido de la ilusión de los autores por parti- cipar en una colaboración de envergadura, y gracias al tesón de los coordinadores para materializar un proyecto propio con la participación de quienes con más conocimiento podían escribir sobre el tema. Si el volumen hubiese aparecido por un abracadabra, la Sociedad de Es- tudios Medievales y Renacentistas no habría tenido ocasión de apoyar durante toda su gestación un libro que sin duda se convertirá en referencia obligada, y a mí se me habría privado del gusto de ver nacido un volumen cuyo interés me convenció desde el principio; no estaría en estas líneas conjurando a los lectores a adentrarse en pági- nas que nos mostrarán tras la cortina nuevos conocimientos, para nada provenientes de sortilegios y adivinaciones, sino del esfuerzo de los investigadores. Tampoco ha sido un maleficio la causa de que el trabajo se alargase, cuatro años ya desde que Eva Lara y Alberto Montaner se dirigieron a mí, como Presidente de la SEMYR que yo entonces era, para proponer el proyecto de este libro. Fue a finales de 2010 cuando se iniciaron los trabajos, cuya culminación estaba prevista para el verano de 2011. Los colaboradores cumplieron con una puntualidad ejemplar la entrega de sus estudios, pero los coordinadores no se conformaron con revisarlos, sino que, per- feccionistas como son, vieron la necesidad de redactar un primer capítulo que sentase

11 12 las bases conceptuales que permitiesen unificar la terminología de las contribuciones. Así se hizo, con el título de «Magia, hechicería, brujería: Deslinde de conceptos». Por otro lado, al ver el conjunto, se percataron de huecos que pedían el encargo de algún capítulo más, añadidos a los previstos inicialmente. De modo que la revisión minuciosa, el proceso de unificación y los capítulos suplementarios han ocasionado que el tiempo de preparación superase los tres años, y no ha habido ensalmo que lo remediase antes. El resultado final lleva el título de Señales, Portentos y Demonios: La magia en la literatura y la cultura españolas del Renacimiento. Contiene una introducción de los coordinadores y dieciséis capítulos, el primero de ellos el de carácter conceptual arriba mencionado, más los complementos: ilustraciones, un resumen en inglés, la biblio- grafía y los índices, de ilustraciones, onomástico y temático. Algunos contenidos del libro podría haberlos previsto cualquier conocedor, no necesariamente avanzado, de la literatura renacentista, pero otros dan cuenta de la exhaustividad con la que se ha abordado el tema. Entre los esperables, podríamos señalar las páginas dedicadas a los tratados reprobatorios de la magia, a las hechicerías celestinescas y a los nigromantes que pactan con el diablo; también por supuesto a la dimensión mágica de la literatura caballeresca. Menos previsibles son los planteamientos de la magia en otros géneros, aunque tampoco sorprendentes para quienes los hayan visitado mínimamente: en la novela pastoril, en la épica, en los diálogos, noticias y misceláneas. Inesperados para el lector común, por tratar textos que están en los márgenes de la literatura, pero no menos pertinentes, pues en materia de magia tocan el centro, son los capítulos que versan sobre la poética y retórica de la brujería, y en otra dimensión verbal, sobre la letra como talismán, o los que están en relación con las artes adivinatorias, las fórmu- las, recetas, cuevas y santuarios mágicos, en el ámbito de los cristianos viejos o en el de los moriscos. Los coordinadores del volumen explican en la Introducción a la que doy paso que no están contemplados aquí todos los aspectos de lo preternatural, pero que sí tienen cabida todos los que han dado fruto literario en el Quinientos. Es uno de los ámbitos en las que la literatura ofrece consuelo ante los límites de la vida cotidiana, pero este plano preternatural se sustenta sobre creencias que la Iglesia considera nocivas, y a las que opone una dimensión superior y acorde a la fe ortodoxa, consistente en milagros y otros acontecimientos sobrenaturales; por otro lado, las creaciones de tipo fantás- tico no son nunca tan evasivas como para no proyectar creencias de uno u otro tipo. En 2010 pensábamos que este libro podría abrir camino a otros. Por un lado no será así, porque es un volumen fuera de colección, y muy singular, tanto en la tipografía de sabor esotérico, como en otros detalles gráficos del mismo tenor, debidos al gusto de Alberto Montaner, que ha llegado en su esmero hasta el punto de maquetar él mismo el libro. Pero por otro lado es seguro que tendrá secuelas, aunque no necesariamente con el sello de la SEMYR, porque gracias a esta obra los estudiosos de la literatura re- nacentista podrán superar lugares comunes, ideas preconcebidas y lagunas en relación 13 con la magia como tema literario, y dispondrán de un compendio de información nueva y precisiones bien afinadas sobre el asunto. Que el embrujo de estas páginas, hechas ya realidad por industria de los autores, que no por arte de magia, te hechice tanto, querido lector, como en su momento encan- diló el proyecto a la Junta Directiva de la SEMYR. ó Introducción

Eva Lara & Alberto Montaner D

l abordar las relaciones entre magia y literatura durante el Renaci- miento español, puede partirse del comentario de Francisco Rico en una contribución seminal sobre el tema: «el careo de brujería y literatura tal vez ofrece más perspectivas hermenéuticas y estéticas de lo que se ha solido advertir» (1975: 98). Esta apreciación, am- pliada al conjunto de las manifestaciones mágicas, creemos que queda ampliamente corroborada por los estudios comprendidos en este monográfico. Ello se debe, en buena parte, al hecho de que pocos períodos de nuestra historia literaria ofrecen una presencia tan amplia de las diversas manifestaciones de las llamadas, con más frecuencia que propiedad, «artes ocultas». Como ha subrayado María Jesús Zamora Calvo, conocida estudiosa de la materia y colaboradora de esta obra: El hombre se ha sentido fascinado por lo oculto prácticamente desde el mismo momento en que tuvo conciencia de su limitación y su imperfección. [...] Pero es sobre todo durante el Renaci- miento y el Barroco cuando tanto el filósofo como el teólogo, el filólogo y el inquisidor, se fijan de manera especial en la magia, no solo por el auge que experimenta en esta época, sino también por la atracción que ejercen lo arcano, lo misterioso y lo demoniaco. (2005: 21) Si los siglos XVI y XVII resultan «cruciales a la hora de entender al hombre moderno tal y como hoy lo concebimos» (ibidem, p. 23), está más que justificado profundizar en este período y si además se trata de «un momento dominado por el misterio, lo milagroso, las visiones, los cónclaves y las brujas, un ambiente coherente con la proliferación de astrólogos y profetas, conquistadores y misioneros, hidalgos y pícaros, beatas y místicos» (p. 25) y atendemos al arraigo de la magia que esta misma estudiosa menciona en la cita aportada más arriba, resulta no solo necesario sino también urgente indagar acerca de estas artes en la cultura y la literatura hispánicas, pues, de no ser así, no podremos comprenderlas en toda su complejidad. Ya afirmaba,

17 18 ALBERTO MONTANER & EVA LARA muy acertadamente, Julio Caro Baroja que «La magia, [...] aquí, en Europa, desde la época de Homero da pábulo a poetas, dramaturgos y novelistas y en España nos encontramos con que, si no sabemos algo de lo que es la mentalidad mágica, correre- mos el riesgo de no comprender obras como La Celestina, El Quijote o El caballero de Olmedo» (1974: I, 176). Del mismo modo, Ofelia Eugenia de Andrés Martín puntua- liza: «Todos los estratos sociales presentan, durante el Siglo de Oro, ramificaciones ocultistas. [...] Tenían que generar un mosaico heterogéneo de Magia, Hechicería y Brujería, posterior semilla de inspiraciones literarias» (2006: 51). Podemos comprobar, de este modo, que la magia es un tema de indiscutible rele- vancia en nuestra tradición. En él han recalado numerosos estudiosos de prestigio, de manera más o menos tangencial. No obstante, en cierto sentido, sigue sin otorgársele la relevancia que merece. No nos hallamos ante ningún motivo menor o secundario, en absoluto, sino ante uno de los núcleos en torno a los cuales se articulan nuestra historia y nuestra literatura. Sin un profundo estudio de los aspectos mágicos no po- dremos comprender las letras hispánicas en toda su complejidad, puesto que esta se encuentra plagada de elementos, personajes y motivos preternaturales, tanto por he- rencia (no se puede dejar de mencionar la influencia grecolatina) como por la misma idiosincrasia de la realidad española de los siglos XVI y XVII (por la que desfilan astrólogos, alquimistas, nigromantes, hechiceras, brujas...), que se traslada a las pá- ginas de los libros. Quizás no haya otra literatura europea en la que se pueda realizar un recorrido mágico de forma tan clara y sin suturas como en la nuestra, incluso si nos falta la señera figura de un Fausto (figuras 1, 112, 107 y 173). Demuestran estas afirmaciones los trabajos del insigne antropólogo, ya desaparecido, Julio Caro Baroja, difícilmente superables. Igualmente, cabe resaltar los libros y artículos de María Tau- siet, sin los cuales, históricamente hablando, existiría una considerable laguna en este ámbito. Tampoco podemos dejar de mencionar, a este respecto, las aportaciones de Carmelo Lisón Tolosana, Juan Blázquez Miguel o M.ª Helena Sánchez Ortega.1 En el ámbito literario, son destacables las aportaciones generales de Marcelino Me- néndez Pelayo, tanto en la Historia de los heterodoxos españoles como en los Orígenes de la novela, al tratar de La Celestina (sección que conoció una edición exenta), segui- das unos años más tarde por la de Waxman, complementado a su vez por Nunemaker. Sus seminales panorámicas han sido continuadas en fechas recientes por las de Anto- nio Garrosa, Pedro Cátedra, Rafael Mérida, Ofelia Eugenia de Andrés Martín, Eva Lara... Con objetivos algo más concretos, pero con una amplia visión de la temática que nos ocupa, resultan los inestimables trabajos de Mario Pavia, Daniel Devoto y, en fechas más cercanas, Pilar Alonso, Luzdivina Cuesta y M.ª Jesús Zamora. Es, del mismo modo, necesario traer a colación las contribuciones puntuales, referidas en gran medida a la polémica en torno al papel de la magia en La Celestina, de M.ª Rosa

1 Aunque aquí, como en el resto del volumen, las referencias bibliográficas se hacen por autor y año, para la bibliografía secundaria, y autor y título, para la primaria, cuando no remitamos a un trabajo específico, sino a la producción de un autor (incluso si se reduce a una sola aportación), hemos preferido, para aligerar la lectura, omitir los años, aunque a cambio a veces señalamos el título. Las referencias completas pueden verse en la bibliografía conjunta al final del volumen. INTRODUCCIÓN 19

Figura 1. La visión de Fausto, por Luis Ricardo Falero. Lida de Malkiel, Francisco Rico, Alan Deyermond, Peter Russell, Patricia Finch, Luis M. Esteban Martín, Ana Vian Herrero, Miguel Ángel Pérez Priego, Dorothy Severin, Patricia Botta, José Luis Canet, Louise Haywood o Juan M. Escudero, entre otros. Se han de resaltar, igualmente, los artículos relativos a Cervantes de Francisco Ga- rrote, Edward Riley, M.ª José Gómez Sánchez-Romate, Carroll B. Johnson, Steven Hutchinson, José Ignacio Díez y Luisa Fernanda Aguirre, Christian Andrés, Valentín Corcés, Yannick Llored o Luis Miguel Vicente García. Son también reseñables las aportaciones de Alberto Montaner, Manuel García Teijeiro, José Manuel Pedrosa, Alberto Ortiz, Anastasio Rojo, Robert Lima, Alberto Alonso y Natalia Fernández, que cubren diferentes aspectos particulares relativos a las artes mágicas y afines. De la misma manera, es necesario reseñar que, desde hace algunos años, se han puesto en marcha algunas iniciativas que han tratado de dar respuesta a las carencias y lagunas de la investigación en el campo que nos ocupa, aunque más centradas en el período histórico precedente. Así surgen, por ejemplo, diversas entregas monográfi- cas de revistas especializadas en literatura, historia o cultura, como el número 36.1, de 2007, de La Corónica, dedicado a la magia en la Edad Media; el volumen XXVII de Edad de Oro, de 2008, que reúne dieciséis artículos de reputados expertos en la ma- teria, o el volumen 8, de 2011, de Clío y Crimen, dirigida por Iñaki Bazán, dedicado en su totalidad a «Magia, superstición ybrujería en la Edad Media». Del mismo modo, hemos de mencionar la novena entrega de los Cuadernos anejos a la Revista Interna- cional de Estudios Vascos, de 2012, que, bajo la coordinación de Jesús M.ª Usunáriz, se ocupa de la brujería pirenaica, y el número 26 de eHumanista (coordinado por Eva Lara y Antonio Cortijo y en el que participan algunos de los colaboradores de este libro, como Alberto Ortiz, Alberto Montaner y José Manuel Pedrosa), que se dedica en su mayor parte al estudio de la brujería, aunque consagra igualmente un espacio 20 ALBERTO MONTANER & EVA LARA a la hechicería o a la magia en general, sobre todo desde un punto de vista literario, complementado desde sendos prismas histórico, antropológico y jurídico. También han aparecido libros colectivos comoCulturas mágicas: Magia y simbolismo en la literatura y la cultura hispánicas, coordinado por Sergio Callau, de 2007, y ya en 2012, el Espejo de brujas: Mujeres transgresoras a través de la historia, coordinado por M.ª Jesús Zamora Calvo y Alberto Ortiz. Entre los estudios más recientes sobre la conjun- ción de magia y literatura, se encuentran el libro de Ofelia Eugenia de Andrés Martín, La hechicería en la literatura de los Siglos de Oro, y el de Mina García Soormally, Ma- gia, hechicería, brujería: entre La Celestina y Cervantes.2 Aun así, existe todavía una gran tarea pendiente: cubrir todas las parcelas literarias que colindan con la magia, tanto durante el Renacimiento y el Barroco como en siglos posteriores. Sirva el presente volumen como un escalón más en ese necesario y hasta urgente proceso. Con él tratamos de ofrecer una panorámica general, como el mismo título indica, sobre todo en lo concerniente a la magia en la literatura española del siglo XVI. Para alcanzar nuestro objetivo hemos procedido a aunar todas las colabo- raciones en torno a distintos ejes, con el fin de ofrecer una visión lo más coherente y completa posible, de modo que el resultado final no sea un compendio de artículos inconexos, aunque referidos a un tema común, sino una obra integrada por capítulos que, en conjunto, cubran todos los aspectos referidos a las artes mágicas en la decimo- sexta centuria. Consideramos que avalora nuestro volumen presentar ante el lector una serie de contribuciones que van encajando como las piezas de un puzle y ofrecen un marco adecuado para comprender el Renacimiento a la luz de la magia y viceversa, aspecto que ha de enfocarse con seriedad y rigor si se pretende profundizar ya no solo en las letras de dicho período, sino en la literatura hispánica en toda su complejidad. Para comenzar, ofrecemos un amplio capítulo introductorio destinado a asentar los conceptos básicos de esta materia, con el fin de ayudar a todo posible interesado a diferenciar, dentro de lo que cabe, entre magia, hechicería y brujería, así como a plantear las relaciones entre magia, religión, superstición y ciencia, junto a aspectos tratados a menudo de forma poco precisa, como las diversas modalidades del pacto diabólico o las dimensiones natural y preternatural, que no sobrenatural, de la magia. Tras estas consideraciones generales, aunque no exentas de referencias al especí- fico ámbito del volumen, se inicia la visión panorámica de la producción renacentista hispánica en concreto, con el trabajo de M.ª Jesús Zamora Calvo, especialista en el género de la tratadística, quien ejecuta un recorrido general, muy ilustrativo, por los textos más representativos y aquellos pensadores que les dieron vida; demuestra así la necesidad de detenerse en esta clase de obras para poder analizar con una sólida base la presencia y funcionalidad de la magia en la literatura. Ese panorama es completado, 2 Es de lamentar que una obra como esta, con aportaciones notables, sobre todo si se hubiese publicado en el momento de su redacción, se haya editado sin la indispensable actualización respecto de los avances de la investigación reciente, pese a lo cual no deja de ser aprovechable, sobre todo por el grado de profundización en las obras de las que se ocupa: La Celestina, El Licenciado Vidriera, El coloquio de los perros y Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Echamos también de menos una visión de conjunto que cierre ese recorrido desde La Celestina hasta Cervantes, pues se analizan estos hitos literarios, pero no se sintetiza la evolución que ha tenido lugar entre estos dos extremos. INTRODUCCIÓN 21 desde una perspectiva complementaria, por Alberto Ortiz, que muestra cómo se li- teraturizan los contenidos recogidos por los tratados teóricos y aborda el modo en que se realiza la representación de la magia (y en particular de la hechicería), pues los autores renacentistas beben, sobre todo, de esa información mágica libresca, aunque no falten apuntes «del natural». Esos mismos tratados constituirán el punto de par- tida del capítulo de Natalia Fernández, que, con prolongaciones hacia la hagiografía, la historiografía indiana y el teatro, se dedica al pacto diabólico, por lo que conecta con el anterior y da un paso más allá al detenerse en un asunto de vital importancia, pues el trato demoníaco se encuentra en la base de varias tipologías de magia y de su consideración canónico-teológica. Alberto Montaner y María Tausiet llegan a una de las concreciones más complejas del pacto diabólico: labrujería. Abordan un asunto que probablemente merezca más de un capítulo, lo que pretenden compensar en parte con su extensión. La brujería, en este caso, se enfoca desde un punto de vista «poético», es decir, desde el estudio de las «expresiones propias de la brujería» y de la forma en que la retórica de las mismas se pone al servicio de la conformación de la propia idea de brujería y de la identificación de sus presuntas practicantes. Quizá el lector eche aquí en falta trabajos que profundicen de modo exclusivo en la brujería, controvertido fenómeno histórico, antropológico y, desde luego, literario, que en España arraigó mucho menos que en otros países europeos, tal y como demuestra el reciente y muy recomendable estudio de Joseph Pérez, La brujería en España. En este campo se han de mencionar, junto a la clásica obra Las brujas y su mundo, de Julio Caro Baroja, o Las brujas en la historia de España, de Carmelo Lisón Tolosana, los numerosos e importantes trabajos de Án- gel Gari y María Tausiet, de quien destacamos su fundamental Ponzoña en los ojos, así como las aportaciones de Henningsen, Azurmendi y Torquemada.3 Ahora bien, estos estudios no se detienen apenas en la vertiente literaria de labrujería, sino en la histórica, aspecto del que no se ocupa en particular nuestro volumen. Quedaría así la primera dimensión presuntamente desatendida. Como justificación de esta aparente carencia, diremos que, por un lado, el siglo XVI ofrece escasa materia prima literaria sobre la que trabajar en ese sentido: apenas tres simples menciones contenidas, respec- tivamente, en La Celestina, de Fernando de Rojas; la Farsa del Nascimiento, de Lucas Fernández, y el Auto das fadas, de , más alguna alusión suelta en la lírica, como en el siguiente soneto de Rey de Artieda, donde, no obstante, actúa solo como término de comparación: a los discursos vanos Como, a su parecer, la bruja vuela, y untada se encarama y precipita, así un soldado, dentro una garita, esto pensava, haciendo centinela: «No me falta manopla ni escarcela, mañana soy alférez ¿quién lo quita? y sirviendo a Felipe y Margarita,

3 Para completar la panorámica de estudios existentes sobre la brujería hispánica, véase la introducción al número 26 de eHumanista, por Lara y Cortijo (2014). 22 ALBERTO MONTANER & EVA LARA

embrazo y tengo paje de rodela. »Vengo a ser general, corro la costa, a Chipre gano, Príncipe me nombro, y por Rey me corono en Famagosta. »Reconozco al de España, al turco assombro...» Con esto se acabó de hacer la posta, y hallóse en cuerpo, con la pica al hombro. (ed. Blecua, 1987: 410, n.º 298) Sí se la abarca más ampliamente en los tratados de Castañega, Ciruelo o Martín del Río, pero estos textos, como hemos visto, son analizados en conjunto por M.ª Jesús Zamora. De la misma manera, se detiene en el tema Torquemada en su Jardín de flores curiosas, como nos recuerda Asunción Rallo en su capítulo, por lo que este ámbito, aunque no de modo unitario (debido a la articulación por géneros adoptada en la presente obra), queda, por lo que hace al frente literario, totalmente cubierto.4 Cabe resaltar, no obstante, que se puede completar el acercamiento realizado en nuestro trabajo con publicaciones recientes que avanzan considerablemente en el estudio de labrujería y que, de algún modo, conducen a un estudio literario de la «secta». En los últimos años existe una interesante tendencia a centrar los estudios sobre brujería en los procesos inquisitoriales, a partir de los cuales se extraen mate- riales catalogables como relatos populares, tal y como se puede observar en Relatos populares de la Inquisición novohispana, de E. Flores y M. Masera, y en la tesis doctoral inédita de Cecilia López Ridaura, Las brujas de Cohauila. De un modo total, abordan esta temática literaria Eva Lara, en el libroHechiceras y brujas en la literatura española de los Siglos de Oro y, desde un punto de vista folclórico, Donna Fields en su tesis doctoral inéditaEl protagonismo de la bruja tutelar en el cuento folklórico maravilloso. Siguiendo con el repaso de nuestro volumen, la misma Eva Lara, en un capítulo doble, incide tanto en la hechicería celestinesca, propia de la estirpe de las celestinas, profusa familia que encarna la magia en su vertiente vulgar; como, con el fin de cubrir el teatro del siglo XVI, en el polo opuesto a la hechicera, el nigromante. De esta ma- nera, se focaliza ya en la presencia del tema que nos ocupa en un determinado género, ya en la oposición de roles mágicos según el sexo de los oficiantes, lo cual amplía la visión con respecto a estos arquetipos. Continuando con el recorrido genérico, Luzdivina Cuesta ofrece al lector una completa inmersión en el universo de los libros de caballerías desde la perspectiva de la aparición y operatividad de la magia. Se ha detenido sobre todo en aquellas referencias que beben de la tradición artúrica y ha realizado un amplio trabajo de síntesis y clasificación de temas, motivos y personajes mágicos. Así, frente al arquetipo celestinesco actualizado por las hechiceras y el ambivalente modelo del nigromántico

4 La aportación más reciente sobre la producción literaria en el período aquí considerado es la de Lara (2012) sobre la bruja como ser fictivo en el Siglo de Oro. Aunque se refieren ya al ámbito barroco, dada la escasez de trabajos sobre el tema, conviene citar aquí otros dos que acaban de aparecer, el de Nieto-Cubas (2013) sobre tres entremeses de brujas y el de Resta (2012 [2013]) sobre imposturas brujeriles hechiceríay en sendos entremeses de Quiñones de Benavente y de Cancer (mejor agudo, conforme a la prosodia habitual de los apellidos aragoneses en –er procedentes del de Barbastro). INTRODUCCIÓN 23

(más embaucador, por lo común, que au- detiene Asunción Rallo, quien pone a dis- téntico mago goético), la sabidora caba- posición del lector todo un abanico de lleresca se acerca a los planteamientos de textos encuadrables en los mencionados la magia teúrgica renacentista, pero con moldes en los que la magia, la hechicería un inusitado cambio de sexo. o la brujería poseen un papel fundamen- Por su parte, Pilar Alonso, en su apor- tal. Además, al hilo del estudio de tales tación sobre la novela pastoril, autores y obras, se diseminan inte- determina la cosmovisión sub- resantes consideraciones acerca yacente a las artes mágicas, de la raíz libresca o popular de manera muy acertada, ya de cuanto se recoge, sobre que no solo profundiza en todo, en la miscelánea. la presencia de las mismas Figura 2. El vuelo de la en el mencionado gé- bruja, por L. R. Falero. nero literario, sino que también ofrece una in- En el terreno de los troducción a la magia textos mágicos pro- culta en el siglo XVI, piamente dichos, Al- desde sus raíces neo- berto Alonso Guardo platónicas y herméti- se sitúa entre lo culto cas, mostrando cómo y lo popular, pues permea buena parte abarca la adivinación de la égloga en prosa, en general, un tema donde sus oficiantes se imprescindible en un encarnan de nuevo en volumen como el pre- notables magas feme- sente, y los libros de ninas. suertes en particular, Lara Vilà aborda un género que no puede el género de la épica, obviarse, por el éxito que apenas estudiado hasta cosechó durante el siglo ahora en relación con la XVI y, en consecuencia, temática que nos ocupa, de por todo lo que ello revela modo que este trabajo posee acerca de la cultura renacen- el mérito de abrir tal línea de tista. Prosiguiendo en el análisis indagación y, por supuesto, de fa- de esta clase de materiales, Roberto cilitar una relación de textos y persona- Morales Esteve nos sumerge en el mundo jes reseñables en referencia a la magia. El de los grimorios o formularios mágicos. resultado es una panorámica imprescin- Tras abordar la etimología del término, dible, a nuestro juicio, para quien desee se centra en aquellos repertorios que más poseer una visión amplia de la presencia han destacado en la tradición hispánica, de las artes mágicas en la literatura rena- deteniéndose especialmente en laCla - centista. Otros géneros que no podrían vícula de Salomón y el Libro de San Ci- dejar de tratarse con el peso que merecen priano. A continuación, nos habla de la son el diálogo y la miscelánea. En ellos se realidad de los grimorios, es decir, de la 24 ALBERTO MONTANER & EVA LARA

información que sobre ellos podemos hallar en los archivos inquisito- riales y profundiza en el caso concreto, pero con valor paradigmático, del compilado por el clérigo Jaime Manobel. Se trata de una completo repaso que representa un escalón más en la visión panorá- mica que pretendemos ofrecer en este volumen. Dada esta pretensión, no Figura 3. Grimorio atribuido al papa Honorio. podía faltar un estudio sobre la magia tradicional de origen musulmán practicada por mudéjares y moriscos. Pablo Roza ahonda en la relación entre magia e Islam, que comprende la magia blanca o natural, magia teúrgica y magia negra. En concreto, se detendrá en las prácticas mágicas moriscas, que aparecen testimoniadas, por una parte, en la documentación cristiana, a través de los procesos inquisitoriales, y, por otra, en los propios textos mo- riscos árabes o aljamiados, como los recetarios. Al final del trabajo, además, incluye un breve, pero enjundioso apéndice de textos inéditos. Robert Lima, por su parte, explora concretamente la cueva como espacio vincu- lado con las prácticas mágicas, fundamentalmente en el teatro, cubriendo de este modo este flanco genérico. Y en tanto este texto deriva hacia el Barroco, la figura del mago queda abarcada en toda su evolución durante el Siglo de Oro, de modo que gracias a su contribución y a la de Natalia Fernández es posible seguir fácilmente la evolución y consolidación de este arquetipo masculino en nuestra literatura áurea. Desde un enfoque complementario al de los anteriores capítulos, José Manuel Pe- drosa aborda la magia libraria, una rama hechiceril que se encuentra a medio camino entre lo culto y lo popular, entre lo milagroso y lo mágico. Se centra por extenso en un impresionante ejemplo de materialización de estas prácticas, en torno a las reliquias y textos de santa Teresa de Jesús, que le permite además explorar el paso de la espiritua- lidad y el pensamiento mágico del Renacimiento al Barroco. Aunque en algunos casos susceptibles de análisis literario, en virtud del uso de ensalmos rimados o hechizos henchidos de metáforas, por razones de espacio y oportunidad, no hemos cubierto otras manifestaciones de las supersticiones populares, pero el investigador interesado dispone de varios estudios sobre el tema del propio Pedrosa y otros como el relativo a hechicería, superstición y curanderismo en la medieval, de Rafael Narbona. A ellos hay que sumar el magnífico trabajo de Tamar Alexandre y Eliezer Papo so- bre los encantamientos sanadores de las mujeres sefardíes en Bosnia, que muestra la pervivencia de ciertas fórmulas mágicas populares hispánicas y sus concomitancias con los conjuros tanto árabes como cristianos. Básicos resultan tambiénLos procesos INTRODUCCIÓN 25 de hechicerías en la Inquisición de Castilla la Nueva, de Sebastián Cirac Estopañán; Magia e Inquisición en el Antiguo Reino de y Magia y vida cotidiana: Andalucía, siglos XVI-XVIII, de Rafael Martín Soto; Ese viejo diablo llamado amor: La magia amorosa en la España moderna, de M.ª Helena Sánchez Ortega, o Abra- cadabra Omnipotens: Magia urbana en Zaragoza en la Edad Moderna, de María Tausiet, para comprender el sustrato tradicional de la magia. Para cerrar el repaso de las contribuciones de este libro, llegamos al capítulo final, en el que Alberto Montaner se ocupa ampliamente del llamado «ocultismo renacen- tista». Dado que el propio concepto de ocultismo no se acuña como tal hasta el siglo XIX, demuestra que no es realmente pertinente usar dicha categoría para referirse a las artes mágicas y afines del Renacimiento, las cuales no constituían, en conjunto, ni una tradición transmitida de forma clandestina, con una base asentada en libros «ocultos» o en escuelas encubiertas y logias; ni formaban un conjunto mínimamente unitario de conocimientos prohibidos, al margen de la cultura oficial, sino que com- prendían unos saberes dispersos que se difundieron de forma más o menos abierta y, del mismo modo, es preciso aquilatar todo lo relativo a la persecución y condena de estas prácticas. De ahí que sea preciso explorar tales aspectos, con el fin de aclarar malentendidos y de promover un uso más preciso de los conceptos y la terminología. En este ámbito, al igual que sucede respecto de brujería,la el lector quizá eche en falta un tratamiento más específico de otras manifestaciones de las impropiamente conocidas como «ciencias ocultas», en particular de la astrología, la fisiognomía, la alquimia y la cábala (figuras 5 a 8), tan importantes como controvertidas durante este período. La razón de su ausencia es doble. La primera es que, aunque ligadas a la magia, no siempre se subsumen en ella, en particular las tres últimas, mientras que la astrología actúa como vínculo entre todas estas disciplinas (salvo la cábala), pero a la

Figura 4. El fantástico y teatral aquelarre. 26 ALBERTO MONTANER & EVA LARA vez posee una amplia au- tonomía. La segunda, y en definitiva la más importante en esta oca- sión, es que el espacio necesario para ocuparse con un mínimo de rigor de todas ellas hubiese exigido ampliar la ex- tensión del volumen de forma inviable. Aparte de las alusio- nes repartidas a lo largo de las diversas contri- buciones de la presente obra, el lector puede acudir a algunas aproxi- maciones previas a estos temas. La astrología es, con diferencia, la que más atención ha atraído. Para la producción pro- piamente astrológica es- Figura 5. El levantamiento de la carta astral. pañola del Siglo de Oro, es un útil inicio el repertorio de Hurtado Torres (1983), quien también se ha ocupado, allí mismo y en otros trabajos, de su presencia literaria, en cuyo estudio destaca ade- más la continua dedicación de Frederick A. de Armas. Falta aquí, sin embargo, una visión de conjunto semejante a la ofrecida para la Edad Media por Vicente García (2006), estudioso igualmente de los elementos astrológicos en la literatura del Siglo de Oro. Se ha de notar, por otro lado, que los trabajos en este campo son mucho más abundantes en relación con la fase barroca que con la renacentista, siendo paradigmá- tica La astrología en la obra de Quevedo de Martinengo y muy sintomático el interés suscitado por el tema en la dramaturgia de Calderón (véanse, además de los trabajos de Armas y, como mero botón de muestra, los de Hurtado Torres, Méndez y Zam- brana Ramírez). En el ámbito del pleno Renacimiento, querríamos destacar el estudio (2004) y la síntesis (2008) de Verdú sobre la astrología y el hermetismo en Miguel Servet, si bien se trata de un caso evidentemente excepcional, más fácil de relacionar con figuras singulares como Paracelso o Bruno que con el resto de la producción his- pánica.5

5 A este propósito, conviene hacer notar que los ecos herméticos o incluso alquímico-herméticos que a ve- ces se han creído detectar en autores como Cervantes, Lope, Góngora o Calderón, no pasan de ser, en el mejor de los casos, más que elementos de la vulgata neoplatónica renacentista, a su vez una mixtura, en proporciones variables, de neoplatonismo helenístico y hermetismo. INTRODUCCIÓN 27

Respecto de la alquimia, sigue ofreciendo interés, por su elenco de textos, el pionero trabajo de Luanco (1889-1897), sistematizado y com- pletado, aunque en grado irregular, por García Font (1976) y, por lo que hace a las Coplas de la piedra filosofal de Luis de Centellas, de mediados del siglo XVI, por el serio estudio de Cruz Casado (1983). Respecto de la propia producción alquímica del período, que incluye, al menos, otro interesante tratado en verso, el pseu- doepígrafo alfonsí Libro del tesoro, pueden verse la antología de Eslava Galán (1987) y los posteriores e im- portantes trabajos de Tausiet (1994), Castro Soler y Rodríguez Guerrero (2001), Rodríguez Guerrero y Rojas García (2001) o Rodríguez Guerrero (2007). En cuanto a las alusiones lite- rarias a la misma y a disciplinas afines, huyendo siempre de mistificaciones a Figura 6. Emblema de la Atalanta fugiens de Maier. lo Fulcanelli (compárese el caso co- mentado por González Ramos, 1999), puede servir de modelo el trabajo, de nuevo, de Martinengo sobre los símbolos alquímicos en la obra de Quevedo. A la fisiognomía hispánica dedicó ya un capítulo Caro Baroja (1987: 141-163), con especial atención a la tratadística teórica y al refranero tradicional, y ahora Gernert (2012) ofrece un sintético y actualizado panorama sobre su presencia en la literatura áurea, que com- plementa con su aplicación a los libros de caballerías en (2013). En cuanto a la cábala, dejando al margen el caso del sefardí expulso Abraham Co- hen de Herrera (fallecido en Amsterdam en 1635), autor del único tratado cabalístico en español, laPuerta del Cielo,6 solo fue conocida en este período bajo la fórmula de la cábala cristiana (Secret, 1957 y 1979; Swietlicki, 1986; Báez, 2005). Sin embargo, resulta problemático determinar su nivel real de presencia en nuestras letras áureas (Ramos Maldonado, 2010). En conjunto, pese a la excelencia de los hebraístas hispá- nicos del período (o quizá precisamente a causa de la misma), con representantes de la talla de fray Luis de León o Benito Arias Montano, no parece haber despertado es-

6 La obra (inédita hasta fechas recientes) se difundió en sus traducciones hebrea, de 1655, y latina, de 1677 (Scholem, 2007a: 618b; más detalles en 1978). Desde principios del siglo XIV algunos hispánicos, como Abner de Burgos (Alfonso de ) y Pablo de Heredia, habían realizado los primeros ensayos de una cábala cristiana, pero redactados en hebreo, para atraer a sus antiguos correligionarios (Scholem 2007a: 671b, cfr. Sáenz-Badillos y Targarona, 1988: 1-2). 28 ALBERTO MONTANER & EVA LARA

Figura 7. El doctor alquimista, por David Teniers (1690). pecial interés entre los defensores de la Hebraica veritas, seguramente por el marcado predominio entre los mismos de la interpretación literal frente a la alegórica y, con más razón, la mística (cfr. Gómez Canseco, 2012), incluso si en ocasiones recurrieron a procedimientos hermenéuticos inspirados en las operaciones cabalísticas con las le- tras hebreas y su valor numérico, como exploran Swietlicki (1987), Fernández Marcos (1989), Fernández Marcos y Fernández Tejero (1997) o Ramos Maldonado (2004- 2005).7 En todo caso, las referencias expresas a la cábala solo se dan en textos repro- batorios, como el de Pedro Ciruelo estudiado por Secret (1959) o la quæstio dedicada por Martín del Río a desestimarla, aunque «conocía la Cábala muy bien, mejor de lo que es necesario para refutarla desde un punto de vista piadoso», como ha subrayado Caro Baroja (1968: 176), lo que no deja de resultar intrigante. En suma, hemos procurado ofrecer una amplia panorámica acerca de la presencia y funcionamiento de la magia en la cultura y la literatura españolas del Siglo de Oro, intentando profundizar en los aspectos más relevantes (los textos antisupersticiosos y su influencia de en la literatura, el pacto diabólico, la brujería, la hechicería celesti- nesca y la nigromancia; la magia en los libros de caballería, en la épica, en el diálogo y la miscelánea; los libros de suertes, los grimorios, los recetarios mágicos moriscos, la cueva como espacio mágico, la magia libraria y el alcance del ocultismo), abogando siempre por la precisión conceptual y terminológica, con el fin de poner a disposición 7 Sobre este punto, es preciso diferenciar la cábala especulativa o teórica de la operativa o práctica. Como ha señalado Scholem, «Historically speaking, a large part of the contents of practical Kabbalah predate those of the speculative Kabbalah and are not dependent on them. In effect, what came to be considered practical Kabbalah constituted an agglomeration of all the magical practices that developed in Judaism from the Tal- mudic period down through the . The doctrine of theSefirot hardly ever played a decisive role in these practices, despite occasional attempts from the late 13th century on to integrate the two» (1974: 183 = 2007a: 665b). Véase al respecto el § 3.2.3 del capítulo XVI. INTRODUCCIÓN 29

del lector una obra que le permita no solo familia- rizarse con esta temática, sino asentar su base teórica y adquirir una, esperamos que útil, visión de con- junto. Además, como ya ha ad- vertido el lector, el presente volumen viene historiado, como entonces se decía. La selección de ilustraciones pretende ser un comple- mento de la parte textual, dado que el aspecto visual de la magia resulta extraor- dinariamente importante, no solo por el propio uso de figuras y caracteres espe- ciales que es prácticamente consustancial a las artes mágicas desde tiempo in- memorial, sino por la apa- rición, en las postrimerías del Renacimiento, de una emblemática literaria es- Figura 8. El cabalista sostiene el árbol sefirótico. pecíficamente hermética (figura 6), estudiada, entre otros, por Van Lennep (1966, trad. 1978: 83-132), Burland (1968), Muffit (1989), Moran (1991: cap. VII), Roberts (1994) y Esteban Lorente (en prensa).8 También la iconografía de las brujas ha desempeñado un notable papel en la difusión y consolidación de su particular mitología(vid. Zika, 2003), sobre todo por lo que hace al fantástico y teatral aquelarre (figura 4). Lamentablemente, las plas- maciones gráficas específicamente hispánicas de muchos de estos aspectos resultan bastante escasas, dado que, si bien aquí se produjo una amplia tratadística antisupers- ticiosa, no vino acompañada, como resulta comprensible, de textos de la nueva ma- gia renacentista (salvo en innumerables y a menudo toscos grimorios manuscritos). Por otro lado, el predominio de la consideración escéptica de la brujería y, en general, de las artes mágicas, tampoco favoreció la aparición de ilustraciones que las retra- tasen, hecha excepción de los interesantes emblemas reprobatorios de Sebastián de Covarrubias. Por estas y otras razones, no contamos con brujas como las de Durero (figuras 9 y 10), al menos hasta llegar a GoyaCaprichos ( , n.º 60-72), ni con alqui- 8 Pese a su claro título de Emblems and Alchemy, el volumen colectivo de Alison y Linden (1998) apenas se ocupa directamente del tema. 30 ALBERTO MONTANER & EVA LARA

mistas como los de Teniers (figura 7). En consecuencia, salvo por lo que hace a las reproducciones de los emblemas citados (figuras 11 et al.) y de las propias obras estudiadas en los respectivos capítulos, hemos debido recurrir a materiales forá- neos o extemporáneos, de entre los cuales hemos seleccionado los que parecían más adecuados para com- plementar la exposición escrita, en especial –claro– si esta proporcio- naba alusiones directas.9 Como fuente en este terreno, a la par que como complemento de los materiales aquí recogidos, podemos señalar el repertorio de Ernst y Johanna Lehner publicado en la colección Pictorial Archive de la editorial Dover; la gran recopi- lación de grabados alquímicos de los siglos XVI y XVII reunida por Klossowski de Rola en The golden Figura 9. Las cuatro brujas(?), por Durero (1491). game; el volumen de Sallmann en la colección Découvertes de Galli- mard dedicado a Les sorcières; así como las dos grandes enciclopedias visuales apareci- das en Taschen, la de Roob sobre magia, alquimia y hermetismo, y la de Daniel sobre magia, prestidigitación e ilusionismo, junto a varios de los volúmenes de la colección I Dizionari dell’Artede Mondadori Electa, en particular, claro está, los dedicados específicamente a magia, astrología y alquimia por Battistini y a ángeles y demonios por Giorgi, aunque también otros como el de episodios o personajes literarios de Pe- llegrino y Polletti, el de historia de la medicina de Polo d’Ambrosio, el de símbolos artísticos de Battistini e Impelluso o el consagrado al oro y las joyas por Malaguzzi. A este respecto, debemos agradecer al doctor Ricardo Guixà (Departament de- Dis seny i Imatge, Universitat de Barcelona) su fundamental papel como editor técnico del aparato gráfico del presente volumen y a la licenciada María Aurora García Ruiz (becaria de investigación del Proyecto FFI2012-32231 en la Universidad de Zaragoza) por su valioso auxilio en la preparación de la bibliografía final. Igualmente debemos gratitud al filólogo clásico y experto tipógrafo digital don Juan José Marcos por el permiso para emplear en este volumen sus fuentes paleográficas, Papyrus Uncial, 9 Hemos de advertir que, por razones de composición, los pies de las figuras se han reducido al mínimo indispensable; la información completa relativa a cada una se encontrará en el Index figurarum quæ in hoc libro continentur, situado al final del volumen (pp. 931-942). INTRODUCCIÓN 31

Coptic Uncial, Gothica Rotunda, Gothica Textura Quadrata, Aldus y Fray Luis. Con- tinuando con los agradecimientos, hemos de mencionar también a los profesores Vin- cent Barletta (Stanford University), Fran- cisco Bautista (Universidad de Salamanca), Luis González Fernández (Université de Toulouse-Le Mirail), Leonardo Funes (Universidad de Buenos Aires y SECRIT), Vjačeslav S. Rýžykov (Donbats’ka Deržabna Mašynobudivna Akadémija) y Jesús D. Ro- dríguez-Velasco (Columbia University), así como a la doctora Irene Salvo (École Nor- male Supérieure de Lyon), por su auxilio bibliográfico e iconográfico; a los profesores Francisco Javier Alfaro (Universidad de Za- ragoza), Xaverio Ballester (Universidad de Valencia) y Gabriel García-Noblejas (Uni- versidad de Granada), así como a los anti- guos compañeros del inicuamente extinto Instituto de Estudios Islámicos y del Oriente Próximo, doctores Francisco J. Rubio Oreci- lla (Proyecto FFI2012-32231FEHTYCH-2 ) Figura 10. La bruja, por Durero (ca. 1500). y Juan Pablo Vita (CSIC), por su amable atención a diversas consultas en torno a sus correspondientes especialidades, y a los profesores Federico Corriente y Ángel Escobar (ambos de la Universidad de Zaragoza), por su atenta revisión de todo lo re- ferido a las culturas y lenguas semíticas y clásicas, respectivamente. Es de rigor además manifestar la inmejorable actitud de la Junta Directiva de la Sociedad de Estudios Medievales y Renacentistas, tanto a la hora de presentar e impulsar el proyecto, bajo la presidencia de don Fernando Baños, como en el momento final de la entrega y publicación, bajo la presidencia de doña María José Vega. Sin su decidido apoyo, este volumen no se habría llevado a cabo. Finalmente, en tanto que editores, hemos de testimoniar igualmente nuestra grati- tud a todos los colaboradores de esta obra, por su paciencia, dedicación y buen hacer a la hora de redactar y de revisar sus respectivos capítulos, según una política editorial bastante estricta. Gracias a ellos, aunque la historia de la magia en el Siglo de Oro his- pánico esté por hacer y aquí solo se hayan podido dar algunas pinceladas al respecto, el volumen cuya introducción cierran estas líneas da buena cuenta de la complejidad del fenómeno y del estado de la cuestión, que es lo que, en tanto que promotores, pretendíamos con la presente obra: plasmar en una visión de conjunto qué hay de las artes mágicas y afines en los textos áureos hispánicos, para permitir, no solo a los estudiosos, sino al público interesado en general, hacerse una mejor idea del alcance e 32 ALBERTO MONTANER & EVA LARA importancia del fenómeno y que se pueda profundizar aún más en sus diversas mani- festaciones. Si el libro que ahora presentamos se queda definitivamente anticuado en un lustro o a lo sumo dos, será inequívoca señal de que hemos alcanzado plenamente nuestros objetivos. ©

Figura 11. Zoroastro, engañado por el demonio, introduce el uso de las «malas artes» (Horozco, Emblemas morales, III, xix) Magic in the Spanish Literature and Culture of the Renaissance: a Summary

Alberto Montaner & Eva Lara* h

agic has an undeniable importance in the Spanish tradition, despite the official (not just Inquisitorial) efforts to erase most of its expressions. It is impossible to understand Early Modern Hispanic literature in all its complexity without a thorough study of its magical elements: it is full of preternatural issues, characters and motifs, both by inheritance (through Greco- Roman influence, for instance) and by the idiosyncrasies of the Spanish reality of the 16th and 17th centuries, in which astrologers, alchemists, necromancers, sorcerers, witches... coexisted. There is perhaps no other European literature of those times in which a magical tour can be so clearly performed as in the Hispanic one, even if it lacks the landmark figure of Faust. Many prestigious scholars, like the late anthropologist Julio Caro Baroja, have de- veloped studies dealing with magic in the Spanish that are difficult to -sur pass, such as those by Carmelo Lison Tolosana, Juan Miguel Blázquez, Maria Tausiet, and María Helena Sánchez Ortega, without which there would be a considerable gap in this area. However, this subject has not yet been granted the importance it deserves. This volume thus aims to provide an overview of magic in 16th century Hispanic literature, combining collaborations around many different axes in order to provide as complete a view as possible. The result is thus not simply a compilation

* We are deeply grateful to Dr Alfonso Boix and Dr Heather Bamford, members of the Research Project FFI2012-32231 FEHTYCH-2, for reviewing the English of the present text.

851 852 ALBERTO MONTANER & EVA LARA of miscellaneous items, but a work composed of chapters that cover all the possible aspects related to the magical arts in Spanish literature of the Renaissance. Firstly, an introductory chapter aims to establish the basics of this subject, in order to help any researcher distinguish, inasmuch as possible, between magic, sorcery and witchcraft as well as magic, religion and superstition or magic and science. A given cultural manifestation has to include a certain notion of the supernatural and the di- vine to be considered a religion. It is, in turn, somehow connected to a certain cosmo- logical (or, at least, cosmogonical) and escatological conception. It is also linked to some kind of cultic or ethical relationship between the human being and that divine element. It would thus be pointless to speak of a ‘religion’ without all these factors. On the other hand, magic is a practical procedure specifically intended to influence the behaviour of people or other animate or inanimate entities by indirect means (the nature of which is not necessarily spiritual or numinous). This aim is achieved by means of intangible powers, which sometimes are conceived as a projection of the performer’s will, and, in other cases, as his power to contact with the demonic under- world; finally, there are others which result from manipulations that work by means of the involvement, cohesion or sympathy of the universe. There is also a highly signif- icant difference in their method (which also implies a noticeably different attitude) between the cultic performance (characteristic of religion), which is propitiatory, and the magic performance, which is threatening. The first one asks for the favour of the deity, whereas the second one, on the contrary, achieves its objective directly by means of the correct ritual or (when a spiritual entity is invoked) demands the compliance of the aim. Magic appears in a fluctuating relationship with the concept of ‘superstition’, due to some extent to the evolution of the latter. Thus, it goes from a religious approach to a rationalist one, and both exclude magic as an effective activity. Finally, the useful- ness of magic can be conceived in terms of a preternatural superhuman performance (an angelic, diabolic or numinous intervention) or a human one (natural magic), which is its most typical form in the Renaissance. Magic, then, is put together with modern science, but, due to its empirical inefficiency, is later ousted as a viable way of knowing. With regards to the distinction between magic, sorcery and witchcraft, the ap- proaches usually accepted need qualifying, perhaps especially those regarding the re- lationships between sorcery and witchcraft. The gradation that exists, in descending order, between magic, sorcery and witchcraft, is generally noticed. So, it is possible to establish that magic is the hyperonim, while sorcery and witchcraft are hyponyms. This last fact, however, can only happen from the canonical-theological perspective, which assigns the effectiveness of any unnatural magic operation to an express or -un spoken deal with the devil. However, when they are analysed from the traditional point of view, witchcraft and sorcery actually appear as two distinct, although recon- cilable phenomena. On the other hand, witchcraft is even different from magic as a practice in general. As for the rise of witchcraft, scholars have typically attributed it to the demonization and condemnation of certain traditional practices, but, as a mat- MAGIC IN THE SPANISH LITERATURE AND CULTURE OF THE RENAISSANCE 853 ter of fact, the belief in witchcraft and its persecution respond to popular traditions, which, at a given time, elites accepted and found necessary to explain. To accept and explain these traditions, they had to resort to a diabolic intervention, the only way to justify cases of cursing that people reported. Thus, the devil becomes an epistemic tool, first and foremost as a means to understand this phenomenon, and only second- arily (although not less effectively), as a means of its repression. Maria Zamora completes this theoretical introduction with an enlighten- ing overview of the most representative texts and the authors that wrote theoretical treatises against magic, witchcraft and superstition. She reveals the importance of examining such texts in the study of the presence and functionality of magic in lit- erature. Then, Alberto Ortiz shows how the contents collected by these theoretical treatises became a literary matter, and he addresses how the representation of magic (and especially witchcraft) was therefore achieved, as Renaissance authors used this bookish magical tradition as their main source. Those same texts constitute the start- ing point of the chapter written by Natalia Fernández dealing with the Faustian pact. It is connected with the previous one, but Fernández takes a step further by exam- ining a matter of vital importance, as the deal with the Devil appears in the basis of various types of magic and of its canonical-theological consideration. Maria Tausiet and Alberto Montaner analyze one of the most complex concretions of the Faustian pact: witchcraft. In this case, it is approached from a «poetic» point of view, that is, from the study of the expressions of witchcraft and how the perlocutionary effect of rhetoric devices is here at the service of the conformation of the idea of witchcraft and the identification of its alleged practitioners. Eva Lara commences the analysis of concrete genres, dealing both with the histor- ical and literary characters of female sorcerers and male necromancers. She focuses on the opposing roles according to the sex of the magical officiants, expanding the perspective regarding these archetypes. Luzdivina Cuesta focuses on the magic fe- male figures in the early chivalric narrative, immersing the reader in the world of chi- valric romances, mainly dealing with the references from the Arthurian tradition, synthesizing and classifying the themes, motifs and magical characters. Pilar Alonso reveals the worldview underlying the magical practices by analysing the presence of the «occult sciences» in pastoral romances and providing an introduction to the magic learned in the 16th century, from its Hermetic and Neoplatonic roots. Lara Vilà approaches the genre of epic and its relation to magic, a subject scarcely studied at all, making her work a new line of research while providing a list of notable texts and characters. The result is a must for anyone wishing to have a broad view of the presence of the magical arts in the . Asunción Rallo offers the reader a wide range of dialogues and miscellanies in which magic, sorcery or witch- craft have a role, spreading interesting considerations about the bookish or popular root of everything collected, mainly, in miscellanies. The following three chapters concentrate on specific magic texts. Alberto Alonso’s research deals with divination, an essential topic in a volume such as this, with par- ticular attention to the books of Cleromancy or ars sortiaria, that is, those used for 854 ALBERTO MONTANER & EVA LARA divination through the casting of lots orsortes . These books were very successful in the 16th century. Thus Alonso’s work reveals important information about the cul- ture of the Renaissance. Roberto Morales Esteve takes us into the world of grimoires or spell books. He first analyses the etymology of the term, and then focuses on those manuals that have excelled in the Hispanic tradition, focusing especially on theClavi - cle of Solomon and the Book of St. Cyprian. Similarly, he deals with Spanish grimoires as they really were, according to the information about them that can be found in the archives of the Inquisition. Pablo Roza delves into the relationship between magic and Islam, comprising natural or white magic, theurgic magic and black magic. He analyses the magic practices of the Moriscos that appear in Christian documentation, specifically in inquisitorial trials, as well as texts written in Spanish in Arabic characters aljamiado( ). At the end of his paper, he also includes a brief but substantial appendix of unpublished texts. The last three chapters deal with magical ideas and practices reflected in literary and documentary sources. Robert Lima explores the cave as a space specifically linked to magical practices. This work stems into the , as to fully cover the figure of the magician. Then, thanks to the contributions of Robert Lima and Natalia Fernan- dez, we can easily follow the evolution and consolidation of this male magic stereo- type. José Manuel Pedrosa discusses bookish magic, which is halfway between high and popular culture, and between miraculous and magical acts. He focuses on an example of embodiment of such practices around relics and the texts of St. Teresa of Jesus. Finally, Alberto Montaner deals with occultism, as term coined in the 19th century. He demonstrates that neither the term nor the category of “occultism” is ap- propriate for the Renaissance, since the magical arts were not a true ancient tradition learnt in secret as if it were a forbidden lore, outside the official culture, and magic actually involved a scattered knowledge which was spread quite openly, so it is neces- sary to clarify everything related to the prosecution and conviction of these practices. Hence, one of the goals of exploring all these aspects was to avoid misunderstandings and to reach a proper use of the terminology. In this way, we have tried to provide a broad perspective on the presence and per- formance of magic in the culture and literature of the Spanish Golden Age. Exami- ning the most important aspects of this field, the work aims not only to familiarize the reader with the subject and to provide a useful overview, but to fully conceptua- lize phenomena related to the field. Tabla general de contenido

e ofrece a continuación la relación completa de las rúbricas de todos los niveles de apartados de los capítulos del presente volumen, a fin de suministrar una visión más Sdetallada y facilitar el acceso a su contenido. La presente Tabla General se completa con un índice analítico que podrá descargarse en un fichero en formato pdf del repositorio de la Sociedad de Estudios Medievales y Renacentistas, accesible en línea en . k

Š ÍNDICE SuMARIO...... 9 Š PRESENTACIÓN...... 11 Š Conspectvs siglorvm...... 15 Š Introducción...... 17 I. Magia, hechicería, brujería: deslinde de conceptos...... 33 1. El fenómeno de la magia...... 34 1.1. Concepciones áureas de la magia...... 34 1.2. La categoría cultural de «magia»...... 35 1.2.1. Del maguš al magus...... 36 1.2.2.Teorías antropológicas sobre la magia...... 40 1.2.3Magia y religión...... 43 1.3. Tipos de magia...... 51 1.3.1. Las tipologías consagradas...... 51 1.3.2. Los modelos griego y árabe...... 55 1.3.3. Magos, nigromantes y teurgos renacentistas...... 65 1.3.4. Subarquetipos hechiceriles: Ericto y Canidia frente a Medea y Circe...... 67 2. Hechicería y brujería...... 74 2.1. Dos tipos de maleficio...... 74 2.1.1.Brujas tradicionales y brujas teologales...... 76 2.1.2.De la strix a la bruxa...... 83 2.2. Brujería rural y hechicería urbana...... 93 2.3. La brujería como secta herética...... 97 2.3.1. Diferencias de actitud...... 97 2.3.2. Demonolatría y apostasía...... 100 2.3.3. De maléficas a heréticas...... 104 2.3.4. La brujería sectaria...... 114 2.4. Tipos de demonolatría...... 118 2.5. Modos del pacto diabólico...... 121 2.5.1. El pacto explícito: chirographum y osculum fœderis...... 121

943 944

2.5.2. La coniuratio seu invocatio dæmonum como pacto manifiesto...... 136 2.5.3. El pacto tácito o de facto...... 140 2.5.4.Del pecado de apostasía al delito de estafa...... 142 3. Magia, superstición y ciencia...... 146 3.1. Formas de la superstición...... 146 3.1.1. Magia y superstición en sincronía...... 146 3.1.2. Superstición: la concepción romana...... 148 3.1.3. Superstición: la concepción cristiana...... 151 3.1.4. Superstición: el planteamiento renacentista...... 155 3.1.5. La evolución conceptual de la superstición...... 160 3.1.6. Magia y superstición en diacronía...... 161 3.2. Preternaturalidad de la magia...... 162 3.3. La magia como paraciencia...... 170 4. Conclusiones...... 174 4.1. Sobre las formas de la magia...... 174 4.2. Sobre el pacto diabólico...... 177 4.3. Sobre la brujería...... 178 4.4. Sobre literatura y magia en el Renacimiento...... 180 4.5. Síntesis...... 183 II. Tratados reprobatorios y discursos antisupersticiosos en la España del Renacimiento...... 185 1. Introducción...... 185 2. Martín de Castañega...... 186 3. Pedro Ciruelo...... 188 4. Francisco de Vitoria...... 190 5. Nicolau Eimeric y Francisco Peña...... 193 6. Benito Pereira...... 195 7. Martín del Río...... 196 8. Reflexiones finales...... 199 III. Letras del encanto: la influencia de los tratados antisupersticiosos en la literatura hispánica del siglo XVI...... 201 1. La contundente influencia de los tratados a partir del «Malleus maleficarum»...... 203 2. La crítica a la malignidad desde la literatura...... 211 3. Prejuicios y otredad...... 219 4. Amores mágico-literarios...... 221 5. Acerca de las preocupaciones doctrinales...... 223 IV. El pacto con el diablo en la literatura hispánica del Renacimiento...225 1. Introducción...... 225 2. La codificación de una creencia: Castañega, Ciruelo y Del .Río...... 229 3. El pacto con el diablo y la ejemplaridad: el paradigma hagiográfico...... 234 4. La demonización de la alteridad en la historiografía indiana...... 242 5. La transformación del pacto en la literatura celestinesca...... 248 V. «Ojos ayrados»: Poética y retórica de la brujería...... 255 1. Brujería y (mito)poyesis: una propuesta de análisis...... 256 2. Expresar lo inexpresable...... 260 3. Símbolos del mal...... 262 3.1. La encarnación de las «nocturnas»...... 265 3.2. Las chupasangres...... 268 3.3. El símbolo como eufemismo...... 273 3.4. Señales y marcas de brujas...... 276 3.5. El mal de ojo...... 278 4. Metáforas del embrujo...... 281 4.1. Joyas, pilares, monedas...... 281 945

4.2. Ataduras metafóricas...... 283 4.3. Alusiones subterráneas...... 288 4.4. Como sapos y perros...... 289 5. Metonimias de la ira...... 294 6. Oblicua intensidad...... 299 6.1. Un no sé qué...... 299 6.2. El discurso enfático...... 301 6.2.1. Infinitas veces...... 301 6.2.2. ¡Bellacas y diablos!...... 303 6.2.3.Mala malis accumulando...... 304 6.3. «Crímines y delictos»...... 307 7. Dramatis personæ...... 310 8. Retórica de la inversión...... 313 8.1. La lógica perversa...... 313 8.2. El aquelarre como parodia...... 316 8.3. El espejo de las brujas...... 319 9. Balance...... 322 VI. Magos y magia, de las adaptaciones artúricas castellanas a los li- bros de caballerías...... 325 1. Magia y maravilla...... 326 2. Fuentes y sustratos...... 330 3. Los personajes humanos y antropomorfos del ámbito de lo maravilloso...... 334 3.1. Gigantes y enanos...... 334 3.2. Hadas, doncellas encantadoras y magas: entre personajes antagonistas y auxiliares...... 338 3.3. El mago masculino...... 345 3.4. El origen del poder mágico...... 351 3.5. La magia científica...... 352 3.6. Capacidades mágicas...... 355 3.7. La religión del mago...... 356 4. Monstruos y animales mágicos...... 358 5. Productos del arte mágico...... 360 5.1. Objetos mágicos...... 360 5.2. Lugares mágicos...... 362 6. Conclusiones...... 364 VII. Hechiceras celestinescas y nigromantes en la literatura del siglo XVI: ¿De la hechicera venida a más al mago venido a menos?...... 367 1. Hechicería y nigromancia...... 368 2. La hechicería real en el siglo XVI...... 371 3. La hechicería en la literatura celestinesca del s. XVI...... 374 3.1. Introducción...... 374 3.1.1. La polémica sobre la magia celestinesca...... 374 3.1.2.Viejas pócimas en redomas nuevas...... 383 3.1.3.Magia en la literatura celestinesca...... 386 3.2. Los grandes hitos en el género celestinesco...... 390 3.2.1. El Auto das fadas, de Gil Vicente...... 390 3.2.2. La Comedia Selvagia, de Alonso de Villegas...... 391 3.2.3. La anónima Tragicomedia de Polidoro y Casandrina...... 394 3.2.4. El Testamento de Celestina, de Cristóbal Bravo...... 397 3.3. Conclusiones sobre las hechiceras...... 402 4. El nigromante en la literatura española del siglo XVI...... 404 4.1. Acerca de la nigromancia...... 404 4.2. Nigromantes literarios...... 408 4.2.1. La Comedia erudita de Juan Ginés de Sepúlveda...... 408 946

4.2.2. Las comedias de Timoneda...... 410 4.2.3. Las obras de Alonso de la Vega...... 414 4.2.4. La Comedia Armelina, de Lope de Rueda...... 416 4.2.5. Las obras de Juan de la Cueva...... 417 4.3. Conclusiones sobre los nigromantes...... 423 5. ¿De la hechicera venida a más al mago venido a menos?...... 425 VIII. El universo mágico de las novelas pastoriles...... 433 1. Introducción...... 433 2. La manipulación amorosa: la fuerza de la memoria...... 439 3. La naturaleza mágica y sus leyes...... 444 3.1. Plantas...... 448 3.2. Animales...... 449 3.3. Piedras...... 451 4. El encantamiento del universo...... 454 4.1. La adivinación...... 454 4.2. Brebajes, encantamientos y conjuros amorosos...... 458 5. A modo de conclusión...... 463 IX. «Han escrito cosas prodigiosas fuera de toda verdad»: Magia y mara�- villa en la épica española del Renacimiento...... 465 1. La magia y la maravilla épica...... 466 2. «Seréis vengadas todas por entero»: Roncesvalles y la hispanizaciónOrlando del furioso...... 468 3. La maravilla clásica y la larga estela de Ericto...... 475 4. «Mágica ciencia y saber puro»: Fitón y su prole...... 482 5. Conclusión...... 487 X. De la noticia al relato novelesco: La magia en el diálogo y la misce- lánea renacentistas...... 489 1. La nueva o noticia en forma de carta «familiar»...... 491 1.1. Las Epístolas de Antonio de Guevara...... 491 1.2. Las Cartas de Eugenio de Salazar...... 494 2. La maravilla: discusión entre lo posible y lo imposible...... 496 2.1. La Silva de Pedro Mejía...... 496 2.2. El Jardín de Torquemada...... 499 2.3. Otras obras misceláneas...... 505 3. Historias prodigiosas en «El Crótalon»...... 507 4. El mundo demoníaco y fantasmagórico como tema novelesco...... 511 XI. Las artes adivinatorias en la literatura española durante el Rena- cimiento: los libros de suertes...... 517 1. La adivinación...... 517 2. Adivinación y literatura...... 519 3. Ars sortiaria...... 521 3.1. Suertes y libros...... 522 3.1.1.Bibliomancia...... 522 3.1.2.Libros de suertes...... 522 4. El Libro delle sorti de Lorenzo Spirito...... 523 5. La versión española:Libro del juego de las suertes...... 525 6. Otros libros de suertes escritos en español...... 526 6.1. El Libro de suertes, el Libro de las suertes y Los oráculos de Apolo...... 527 6.1.1. Libro de suertes (, CSIC, fondo Rodríguez Marín, ms. 3857)...... 527 6.1.2. Libro de las suertes (Madrid, BNE, ms. 8245)...... 528 6.1.3. Los oráculos de Apolo...... 528 6.2. «Respuestas y oráculos de Urganda la Santa Dueña, en verso»...... 531 6.3. El libro de suertes de la Arcadia: un libro dentro de otro libro...... 533 6.4. Libros de suertes aljamiados...... 535 947

7. Conclusiones...... 536 XII. Los grimorios y recetarios mágicos: Del mítico Salomón al clérigo nigromante...... 537 1. Pertinencia y actualidad del estudio de los grimorios...... 537 2. Etimología del término...... 538 3. La Clavícula de Salomón y el Libro de San Cipriano...... 539 3.1. Pseudoepígrafos salomónicos...... 539 3.2. La leyenda de San Cipriano y sus derivaciones mágicas...... 542 4. La realidad de los grimorios...... 545 4.1. Bajando a los archivos: el caso del clérigo Jaime Manobel...... 546 4.2. El pequeño libro de magia de Jaime Manobel...... 548 5. Noche mágica en ...... 549 6. Conclusión...... 553 XIII. Recetarios mágicos moriscos: Brebajes, talismanes y conjuros alja- miados...... 555 1. Magia e islam...... 555 2. Prácticas mágicas moriscas...... 557 3. Recetarios mágicos en manuscritos aljamiados...... 560 3.1. Tipología...... 561 3.2. Contextos propicios...... 569 3.3. Usos y finalidades...... 570 4. Conclusiones...... 573 Apéndice textual...... 574 1. Alḥerzi...... 574 2. Caso para recabar menester...... 574 3. [Alddu‘ā i-elḥerzi]...... 575 4. [Para escantar i ligar una bestia]...... 575 5. [Capítulo en los nonbres de la qayata de Mūçà]...... 576 6. [Capítulo en los nonbres de la mano de Dāwūd] ...... 577 7. [Alǧadwāl]...... 578 XIV. La cueva y el mago: Santuarios ctónicos en el teatro del Siglo de Oro...... 579 1. Introducción...... 579 2. La Cueva de Toledo...... 581 3. La cueva de Salamanca...... 586 3.1. El marqués de Villena en la Cueva de Salamanca»...... 587 3.1.1. La versión de Ruiz de Alarcón...... 587 3.1.2.Francisco de Rojas Zorrilla y la curiosidad del marqués de Villena...... 592 4. Conclusión...... 596 XV. Del brazo escribidor al libro escrito por santa Teresa, o la letra como talismán terapéutico...... 599 1. Las místicas de la escritura...... 599 2. Las scriturase místicas de Teresa de Jesús...... 601 3. Las escrituras sanadoras y talismánicas...... 603 4. El arquitecto Francisco de Mora y la mística de los escritos de la santa...... 605 5. De las escrituras digeridas a las tierras sepulcrales...... 618 6. Escrituras ¿religiosas / mágicas / supersticiosas?...... 623 XVI. Sobre el alcance del «ocultismo» renacentista...... 627 1. Sobre el ocultismo...... 630 2. Sobre el saber prohibido...... 634 2.1. Condena teórica y ambivalencia práctica...... 635 2.2. Ante la nueva magia...... 639 2.3. Magia divina y magia diabólica...... 649 948

2.3.1. «Ciencia divina, i natural»...... 650 2.3.2. Condena de la magia demoníaca...... 650 2.3.3. Alquimistas y ensalmadores...... 655 2.3.4. Heterogeneidad jurídico-penal y tolerancia literaria...... 666 3. Sobre el saber oculto...... 669 3.1. Transmisión, difusión y accesibilidad...... 669 3.2. De re cryptographica...... 682 3.2.1. De scientia abscondita...... 682 3.2.2. De secreto artium...... 686 3.2.3. De notis furtivis ac magicis characteribus...... 690 3.2.3.1. Notæ furtivæ y notación técnica...... 691 3.2.3.2. Characteres, letras sagradas y signos mágicos...... 696 3.2.3.3. Hermenéutica more cabbalistico...... 731 3.2.3.4. Obras cifradas...... 771 3.2.3.5. Balance...... 781 3.3. De las ocultas propiedades de las cosas...... 782 3.3.1. Arcanos y secretos...... 782 3.3.2. Filosofías oculta y natural...... 785 3.3.3. Ocultismo y esoterismo...... 788 4. Sobre la unidad o diversidad de la magia...... 792 4.1. Niveles de creencias...... 793 4.2. Niveles de aceptación...... 806 4.3. Heterogeneidad de la magia...... 810 4.4. Aprobación y escepticismo...... 815 5. Mentalidades mágicas y cosmovisión renacentista...... 817 5.1. Mentalidades magicas...... 817 5.2. La magia como λόγος ἄλογος...... 820 5.3. Los paradigmas satánico y electromagnético...... 831 5.3.1. El paradigma satánico...... 831 5.3.2. El paradigma electromagnético...... 833 5.4. Epistemología, magia y ciencia...... 839 5.4.1. La magia frente al registro factual...... 839 5.4.2. Herencia y mutación de la magia a la ciencia...... 842 6. Conclusión...... 848 Š Magic in the Spanish Literature and Culture of the Renaissance: a Summary...... 851 Š Bibliografía...... 855 1. Estudios...... 855 2. Fuentes...... 883 Š Index figvrarvm qvæ in hoc libro continentvr...... 931 FINIS · CORONAT· OPVS MANVS · LÆTA · QVIESCET TV· PIE · LECTOR· GAVDEAS