Pou de Carra sca l (Cast ali a) LA INDUSTRIA DE LA NIEVE EN LAS MONTANAS- ALICANTINAS

José María SEGURA MARTI Museo Arqueológ ico Mun icipa l de Alcoi, El estudio del antiguo comercio de rragias, etc.l, como en usos culina­ En este tipo de estud ios se hace la nieve, actividad esta muy enraiza­ rios y gastronómicos, especialmen ­ imprescíndible - como base inicial­ da en todo el área mediterránea, las te para refrescar bebidas y en la ela­ contar con catálogos que permitan labores de recolección y transporte, boración de helados. En algunos conocer las diferentes zonas donde los edificios construidos para alma­ municipios alicantinos (Ibi y Xixona, se ubicaron los pozos, neveras, ven­ cenar la nieve, etc ., son temas que, principalmente) el origen de su ac­ tisqueros, etc. En el ámbito del País recient ement e, vienen despertando tual especilización en la fabr icación Valenciano se cuenta con algunos re­ el interé s de los investigadores, no de helados y su venta por la geogra­ cientes estudios y trabajos de esta ín­ sólo en su aspecto histórico, sino con fía peninsu lar, se remonta a finales dole, que permiten contabilizar alre­ una amplia dimensión que alcanza a del pasado siglo, directamente rela­ dedor de dosc ientas sesenta con s­ geógrafos, etn ógrafos, etc. De la cionada con la ant igua act ividad de trucciones. En Castellón y Valencia, misma forma, la Arqueología Indus­ los nevateros. según J. Cruz Orozco (1985), se han trial tiene en este campo tema de es­ El consumo de nieve se populari­ localizado alrededor de ciento noven­ tudio, dado que se con servan nume­ za en España a part ir del siglo XVI. ta y cuatro depósitos de nieve, y en rosas construcciones - lamentable­ La costumbre de beber frío, refrescar la provincia de algo más de mente en avanzado estado de rui­ y mantener alimentos, junto con las setenta (Segura Martí, J., y Vilapla ­ na - que permiten reconstruir una aludidas , propiedades medicinales, na Paya, E., 1986 bl, desaparecida act ividad «industrial» exigieron de una compleja organiza­ de aprovecham iento del bosque y la ción : desde la recogida yalmacena­ DISTRIBUCION GEOGRAFICA montaña. je de la nieve, pasando por su trans­ DE LOS DEPOSITaS De antiguo la nieve y el hielo han porte y distribución, crearon una red venido utili zándose en diferentes apli­ comercia l que a lo largo de más de En lo tocante a la provinc ia de cacio nes, tanto terapéuticas (rebajar cuatro siglos abasteció de nieve a Alicante, la distr ibución de los de­ fiebres e inflamaciones, cortar herno- pueblos y ciudades. pós itos responde, por regla gene- 2 PRINCIPALES AREAS y FLUJOS DEL COMERCIO DE LA NIEVE . •

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3 ral, a factores físicos como alt itud y (ob servatorio de Alcoi, a 550 m zando junio, salen diariamente de Ibi orientación, ambos directament e re­ s/ n/ m). cincuenta cargas, y unas veinti cinco lacionados con un a climatología fa­ La ubicació n de estos depósitos, en abril, mayo y octubre, cuyo tragi­ vorable. Otros condicionantes de ti­ como ya se ha dicho anteriormente, no ocup a igual núm ero de caballe­ po legal (propiedad de la tierra, licen­ se realizó en las laderas menos solea­ rías, y muchos hombres, y dexa á los cias para construir pozos, etc.) y das, dond e la permanencia de la nie­ abastece dores, que son de la misma comercial (proximidad a los centros ve en el suelo, o tiempo de inn ova­ villa. de seiscientos á setecientos rea­ de consumo y bu enas comunicacio­ ción, favoreciera su recolección, al les diarios de beneficio líquido». nes) intervienen en la elección de las objeto de almacenarla hasta su co­ Igualment e. el ilustrado J. Caste­ diferentes zonas. mercialización en la época estival. lió, en unas notas publicadas por El área montañosa de la provincia Hoy nos sorprende contemplar ne­ V. Castañeda y Al cover (191 9). pro­ de Alicante ocupa su mitad norocci­ veras o pozos situados en zonas don­ porciona datos de excepcional int e­ dental, con cumbres que alcanzan de la nieve apenas hace su presen­ rés, pues realiza un listado de las «ca­ entre los novecientos y los mil qui- cia en el invierno. Son varios los sas de nieve» que poseía cada mu­ nicipio. aportándo nos además unas altitud co nstruc ciones a menos de a más de total referencias que demue stran la impor­ s/n/m. urbanasl una hora de una hor a de tante actividad comercial de algunas periurbanas camino camino poblaciones: Ibi: «En la sierra de Ibi y Carrascal 1.201·1.400 20 20 del A lcoy se suele recoger tan gran 1.001·1.200 17 17 cantidad de nieve. que, conservada 801·1.000 1 15 16 en unos grandes edificios, abastece 601·800 9 5 5 19 algún año a lá mitad del Reyno de 1 4 401·600 3 Valencia y parte de la de Murcia». TOTAL 12 6 58 76 : «En el término de este pue­ Cuadro de distribución de neveras y POl OS de nieve po r alt uras, y expr esión de pro xim idad a los mi ­ blo hay muchos pozos de nieve de cl eos urbanos mc3S prÓxi mos . Zona de la pr ovin cia de Alicante y si erras li mí tro fes con la de Valencia que se abastecen muchos lugares del (segun J.M .· SEGU RA Y E. VILLAPLANAI· valle de A lbayda, San Felipe y otros pueblos hasta las riberas del río nientos metros sobre el nivel del mar, autores que coinciden al señalar un X úcar». local izándose neveras y pozos en las considerable recrud ecimiento del cli­ De estas informaciones se des­ laderas menos soleadas y cumbres ma, con tiempo frío y húm edo, en­ prende que la nieve de nuestras mon­ de las sierras de LA lmirall , la Safor, tre mediados del siglo XVI y hasta tañas no sólo abasteció a los mun i­ Benicadell, Mariola, Carrascal de AI­ principios del XIX , que ha venido lla­ cipios y ciud ad de Alicante, sino que coi e Ibi, sierras de Oníl y , Ca­ mándose «pequeña edad de hielo». era tran sportada a zonas de La Cos­ rrascal de Castalia, Planisses, Ma ig­ los treinta y tres mun icipios alican­ tera y La Ribera (Valencia), e incluso mó, Catl, Carrasqueta, Plans, Aita­ tinos que cuentan con estos anti­ en algunos años hasta lugares de na, Ponoig, Serrella, Xortá, sierras de guos depósitos de nieve, y, en espe­ Murcia. y Vall d'A lcal á, Carrascal cial, los que poseen en su térm ino Igualmente las montañas murcia ­ de y Cocoll, principalmente. mayor número de ellos (lbi tuvo nue­ nas abastecieron a algunos mun ici­ Las edificaciones situadas a menor ve pozos; , seis; Agres, AI­ pios alicantinos. La ciudad de Ori­ altitud responden a depósitos urba­ coi y Benifa to, cinco; Beniard á, 00­ huela poseía, desde 1688, dos pozos nos o periurbanos con una evidente centa ina y Xixona , cuatro, etcéte­ en Sierra Espuña (M urcia), de los fun ciona lidad comercial y de auto­ ra), son ejemplo de una verdadera es­ cuales pagaba un censo anual a To­ consumo (, Sax y V illena ). pecialización . Mues tra de ello son tana. y El se abastecía de la La climatología influyó decisiva­ las referenc ias que J. A . Cavanilles nieve de un pozo existente en la Sie­ mente en la elección de los diferen­ (1797) escribiera de las villas de Agres rra del Carche (Murcia) (Capel Sáez, tes emp lazamientos. La montaña ali­ e Ibi: 1968). canti na presenta una variada topo­ Agres. «Moran en Agres doscien­ grafía que incide sobre la mayor o tos ochenta vecinos, que disfrutan menor pluviosidad, con un gradien­ las aguas de Mariola y 13S nieves que te de sesenta milímetros por cada recogen y venden á los de San Feli­ LA TOPONIMIA DE LA NIEVE cien metros, según Kunow. pe y otros pueblos... » A l norte de las comarcas de Ibi: «... donde viven oc hoc ientos Estos cua tro siglos de act ivlda­ LA lcoia- y la Marina Alta, li­ vecinos, quando apénas había tres­ des, tanto en los pozos como en el dantes con la Vall d'Albaida (Valen­ cientos al pri ncipio del siglo pasado. transporte , comercialización, etc. , cia), la pluviosidad alcanza ent re los Débese este aumento á tres medios han dejado huella en la toponim ia seiscientos y novecientos cincuenta principales de que se han aprovecha­ de la montaña: Pla de la Nevera milímetros, descendiendo hacia el do aquellos industriosos vecinos para (sierra de la Safor), AIt de la Nevera sur sus registros inferiores a los cua­ mejorar sus fo rtunas y haciendas; la (sierra de Benicadell), Penyó de la trocientos milímetros para la zona del agricultura, las fábricas y la nieve, Neu (Beniarda), Clot de la Neu (sie­ M ig Vinalop ó, que cubre las montañas del térm ino. rra Aitana), Serreta de la Neu (Ban­ La baja balear y las borrascas de En invierno quando la agricu ltura no yeres), incluso un cur ioso topónimo Gibralta r son las causas, por lo que necesita tantos brazos se ocupan urbano aún en uso en : calle al invierno respecta, de que se pro­ muchos en recoger la nieve, deposi­ del Pocico de la Nieve. duzcan de dos a cuatro nevadas taria en pozos, y arrancar matas, con Otros topónimos hacen referencia anua les en los llanos y algunas más que la cubren y conservan para lle­ al tipo de construcción, como el de en las cumbres de las sierras. varla en verano á Alicante, , Xi­ cava ArquetjiJ (Agresl, por los arcos La temperatura media de la esta­ xona, A lcoy y otros pueblos de la co­ nervados de su cúpula, o bien reco­ ción invernal es del orden de los 5 " C marca. Durante quatro meses, empe- gen caracte rísticas del entorno, to- 4 mando el nombre del lugar donde se El término caseta de la neu es fre­ con el términ o clot (en castellano el sitúan , bien sea una masía, una fuen ­ cuente en A lmudaina y Parcent. equivalente a hovo l->, cuya presen­ te, una partida, etc., o del lugar que La denominación más extendida cia está localizada en zonas altas y ocupan: nevera de Dalt y nevera de es la de pou y pouet: Beniardá , Ibi, umbrías de las sierras Aitana , Mariola 8aix (Vall d'Alcalál. Otras denomina­ Castalia, , Tibi, Xixona , etc., yen y Serrella . En estas construcciones ciones hacen alusión a su antiguo Villena y Saix (zonas caste llano pa r­ se distingue una ligera excavación de propietario, como la cava de don Mi­ lantes) el de pocico. forma circular o elipso idal. cu yo diá­ guel (Aífafara-Bocairentl, cava de Estos términos co inciden con los metro alcanza entre diez y treinta me­ Cortés, de Coloma, pou del Canon­ ut ilizados antiguamente, ya que en tros. no sobrepasando los tres o cua­ ge, de Descals (Alcoll : pou de Pepi-. la documentaciOnde los sig los XV I tro met ros de profundidad , la cua l to Pateta (lb i): pou del Surdo (Xixo­ al XIX encont ramos las exp res iones puede conservar, en parte o total­ na) y ctot del Tío Virgilio (Confri des). casa de neu, caseta de neu, pou de mente, un mu ro a su alrededor, que Otras construcciones reciben el nom ­ neu,p090,Pozo, cava, nevera , cas a en ocas iones deja una abertura para bre de las poblaciones prop ietarias, nevera y casa de nieve. acceder al inte rior. Estas sencillas tanto del pozo como de la nieve : ca­ El término más usua l en Al icante construcciones no han conocido nin­ vetes de Xativa (sierr a Mariola) y ne­ es el de pou, pouet y pozo. En la zo­ gún ti po de bóveda, por lo que es de veres de Carcaixent (sierra de Ben i­ na de Caste llón y Valencia las deno­ supo ner que, un a vez lleno el clot, la cade ll) . minaciones más frecuentes son, se­ nieve seria cub ierta con paja, ramas Son diferentes las denominacio­ gú n Cruz Orozco, las de nevera y de pino, piedras, etc., renovables de nes, según las zonas, que reciben es­ ventisquero. tiem po en tiem po. En el área del tas construcciones: Montseny (Cataluña) los denomina­ El término nevera se util iza en la dos pous de neu respond en al mis­ zona de las sierras de la Safo r y Be- mo tipo que estos simples clots nicadell ambas en la divisoria provin­ (Nuet Badía, 1970). cial con Valenc ia; en Vall d'Alcal á, TIPOLOGIA DE LOS POZOS El otro tipo de depósito es el que , Parcent y Tárbena . se identifica con el nombre de casa, Los municipios de la sierra Mario- Estas co nstruccio nes mantienen nevera, cava y p ou, en el cual se dis­ la (Agres, Alco i, y Cocentai- cierta homog enei dad, si bien su s tin gue un a excavación en el terreno na) emplean el nom bre de cava , si dimension es, cubierta o bóveda, que en la mayorí a de los casos apro­ bien en Alcoi es frecuente oir el t ér- núm ero de ingresos, etc. , difier en vecha parte de una ladera. sobre la mino pou. en ocasio nes . cual se con stru yó un muro de mam ­ La zona de la sierra Aitana y algu - En primer lugar, cabe referirse al ti- postería de planta circular que em­ nos pueblos de la sierra Serrella uti- - po más sencillo, el denominado ven­ plea los mat eriales producto de la ex­ lizan el nombre de clot. tisquero - identificado en ocasiones cavación y otros traid os de can teras, com o los sillares que forman los din­ Pequel'lo depÓsito de nieve. tipo ventisquero lclot}, sin cubierta. teles y jambas de las puertas, los ar­ CLOT DEL TiO VIRGILlO -CONFRiDES- Aitana - 1.280 m. s/n/m. cos de algun as bóvedas. etcétera . En el exterior, sobre la ladera con mayor pendiente se levantaba un muro, a modo de contrafuerte, por don de es frecuente localizar algún

__ •• 0 • •• •• ••••• túnel de ingre so al interior del pozo. - - - •• • o • ••• •• •• • • _ _• •• • Es frecuente observar algunas SEcció const rucciones qu e, en su mayor parte, fueron excavadas en rocas blandas o exf oliables, e incluso en otras más dura s, para lo cual tuvie­ ron qu e emplearse explosivos . Caso excepcional de aprovechamiento del terreno es la cava del Salt o de Cor­ tés, de A lcoi, que carece de todo ti­ po de construcción, estando total­ mente excavada en toba calcárea y con servando en buen estado la cu­ bierta, en forma de media naranja, y algunos tú neles de acceso (Segura Mart í-Vilaplana Paya, 1986 a). Los mu ros exteriores del pozo. los con struidos sobre el cilindro, adop­ tan forma circul ar en el noventa por ciento de los casos, y en otros la po­ ligonal. La mampostería de la obra exterior aparece trabada con morte­ PLANTA ro y las vent anas e ingre sos pract i­ cados al interior del pozo son en al­ gún caso con struidos con sillares y ladr illos. Las con struccion es que o____5 M'10m. ado pta la ptanta 'poliqonalpresentan sus aristas rematad as por sillares de piedra. 5 CAVA DE L'HABITACIÓ -AGRES- Mariola: 1.240m. s/n/m. ñas y cuerdas de esparto. En este tipo de cubiertas, el revestimiento ex­ seccid terior puede ser de tejas o, simp le­ mente, formado por las mismas pie­ dras de la cúpula, modalidad esta úl­ tima más extendida. Mención apar­ A-- --B te merece el pozo hexagonal del Carrascal de Castalia, cuya cubierta a seis aguas está formada por quin­ ce hiladas de piedras planas talladas ...... que apoyan sobre la cúpu la de me­ ...... dia naranja, realizada en su totalidad ...... con sillares de piedra (Cerda-Segura, ...... 1985) ...... - ...... La superficie del fondo de los po­ ...... zos debió presentar una solera que perm it iese la filtración de las aguas de deshielo, si bien en la actua lidad y debido a los numerosos derribos y escombros que se depositan sobre el fondo de los mismos no permite ase­ gurar tal afirmación. Como ejemplo nord de aprovechamiento del agua de des­ hielo conocemos el pou del Ronto ­ net; entre los términos de - ~ y La Torre de les Macanas. que pre­ .. senta un túnel de desagüe situado a nivel inferior, o el del alto de la Ca­ rrasqueta, en Xixona, junto al cual se -.: excavó un estrecho pozo (Segura Martí, 1986). En algunos pozos de Sierra Espuña (Murcia) se dispusie­ ron sobre el fondo unos tocones de carrasca que formaban una solera aislante y permitían evacuar el agua de deshielo (Capel Sáez, 1968). // ~-- ~~' Las dimensiones interiores de los / pozos oscilan entre siete y catorce metros de diámetro y de seis a dieci­ / ...... -..... O 5 10m. fJ\OW~--_....-.l séis metros de profundidad, que per­ / planta mitirían almacenar en su interior en­ tre los trescientos y dos mil setecien­ tos metros cúb icos de nieve. El área circundante más inmed ia­ Cubierta de fBlaa c6pula por aucetllva aproximación de hiledas de piedras. ta al pozo, denominada distrito o ventisquero, es una superficie de te­ rreno que aparece generalmente des­ Aparte de los ingresos situados a en la obra, visibles en la actua lidad forestada y limpia de piedras; en nivel exterior, muchos pozos conser­ en muchas construcciones. La ex­ otros casos unos muros alineados en van ingresos o puertas practicadas a tracción de cargas de nieve en los de­ sentido perpendicular al de los vien­ nivel medio, a las que se accede por nominados ctots seria más simple y tos dom inantes actuarían a modo de medio de un túnel o pasillo above ­ no haría necesaria la colaborac ión de ventisqueros, al acumular sobre ellos dado, generalmente abierto sobre la varios hombres. la nieve. También son frecuentes las vertiente más acusada . Todos estos La cub ierta o cúpula del pozo que zonas empedradas a modo de an­ ingresos y aberturas estaban provis ­ protegería de los rayos solares la nie­ chos pasillos, que parte n del pozo tas de puertas de madera, en ocasio­ ve depositada en su interior, respon­ hacia varias direcciones. nes forradas por un chapa metálica, de principalmente a dos tipos : la que En las proximidades de los pozos, al objeto de evitar que el aire exte­ se apoya sobre dos, cuatro o seis ar­ igualmente, es frecuente encontrar rior circulase por el interior del pozo, cos realizados con sillares de piedra una especie de muelle de carga, lo cual supondría un grave riesgo al o cuidada mampostería, al estilo de construido en algún caso con grue­ acelerar la fusión de la' nieve. la cava ArquetjlJ de Agres, que sus­ sas piedras que delimitan un estrecho Durante la época estival , la nieve tentarla varias jácenas de madera so­ pasillo, do nde se situaba el macho o era extraIda a la superficie mediante bre las cuales se apoyaban las tejas, animal de carga, permitiendo así car­ una polea sujeta a una anilla o gan­ y el tipo de cub ierta que responde al gar las albardas de nieve desde un ni­ cho, que pendfa sobre la boca supe­ de falsa cúpula realizada por la suce­ vel más alto. Este elemento es visi­ rior principal. En estas labores, y al siva aprox imación de hiladas de pie­ ble en la mayoría de los clots de la objeto de acceder al interior de los dra, o bien construida median te una sierra Aitana . pozos, los jornaleros se vallan de cimbra de la que en algún caso aún Cabe señalar, por último, los edi­ unos escalones o huecos excavados son apreciab les las improntas de ca- ficios anexos o viviendas que se en- 6 ------=-::~=; 1~O::85 POU DEL SURDO -XIXONA­ Carrasqueta------.Plans. . M. s/n/m .

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PLANTA ------=:-:~;::_:~:;,. ----- en la roca. con c ub lerta de telas so bre c úpula de mamposterla. p~w'e parelalrnente na~es aralelas y .... e~ .~s~oeds iaciones de~~ los~ do por dos Pe,pendICU- ravaron su consumo con varios írn­ cuentran las tendrían la formaa en sentido P iPare- tercera, '0 que a zas de nieve. ue para los gpuestos. s valencianas de 1604toses e-l P? lidad de alberg colección , y un t más regl • la Vir­ lar, de por eermita dedicadart~ 1985). las Corte tros impues . ~~~~~ res dU:~t:,'~u~"'a e n~: ~: : cer fue una seoura Ma 1, blecieron, entre o ue de cada ca­ d ~e (d t em'e ~ t ra rá ~re - vNlend~ ~ e las Nieves.(.....l:j de los pozos la nieve: en la de de nieve a lo I genE [miento reg de I suministro durante e l establecí ronol6gico . neu que iuta ts Viles a és CI• I do de abastec edores dar en su in­ de nieve. Ensayo cdicho anterior . men - r Ciutat y dem e y arraua s sent del present regn . n de pa - ros y además de guar romana pa­ Ya ha quedado . ión del cons~ - llochs 1I se aje verano, herramientas, ~ etc. En h te que la ~o pul arl~:~~raliza en el SI- dey aque lIes y aque» (A rch.s. d eI Re. ino698de terior las rgas de nieve, atro de la nieve se . vi~t esar las ca . nto a las cu gar sousl Chancillería, libro • ra ~erra Mariola, y.Ju' hasta 1975 un mo la me- Valencia, Rea . de la SI d Agres, extsnó iones, de- glo XVI. as y arbitrios sobre ión de avas e proporel . las carg na innovac fs 120-123). fue privat ivo cediifICI.O de graI ndesCasa de t'Hebiteci , ve aparecen comoini u stracione. s, que 'Este impuesto no En Castilla se nomin ado a ó las diferentes adrni la Corona aragonesa. 7 CLOT DE PLA DE LA CASA - - Serrella: 1.350 m. sin/m. reglamenta en 1607. 1608Y 1631, se­ gún cédulas reales que establecieron el arbitrio, licéncias y quinto de la nie­ ve, al considerarla renta de la Hacien­ da y de su regalía (Capel Sáez, 19691. A partir de estos años serán nume­ rosas las referencias al comercio de la nieve: contratos del abasto, esta­ blecimiento de nuevos pozos, pleitos sobre el derecho de recolección, 1'30 cambios de propiedad, obras en los pozos, etc., son temas documenta­ dos en los archivos municipales y no­ tariales, que permiten conocer la an­ tigua actividad de los nevateros. Al margen de los impuestos que debian de satisfacerse al Rey y a la Generalidad, la intervención de las autor idades municipales, en ocasio­ nes gravaron igualmente su consu­ mo, siendo uno de los propios o ar­ ...... ,. - . bitrios. La apertura de un nuevo pozo o nevera, requería de un derecho de esta blecim iento que estaba sujeto al pago de un censo o canon anual al Real Patrimo nio. Algunas de es­ tas construcc iones pertenecieron al ayuntamiento o alguna comuni­ dad religiosa, quienes explotaba n /~ el negoci o subarrendándolo a terce­ ros, pero embargando la cantidad Nor d de nieve necesaria para su propio consumo. Igualm ent e la inici ativ a privada construyó numerosos depó­ l .:.~- -- sitos. En Ibi la familia de los Rico y los Sirvent , monopolizaron durante r ... el s. XVII y XVIII el comercio de la nieve de la sierra del Carrasca l. Durante el siglo XVIII, la familia Puig, de Agres, explotaba las cavas de la ciudad de San Felipe (denomi­ nación que recibiera en el siglo XVIII y parte del XIX la ciudad de X átiva ) y otro s propi os en la sierra Mariola, figurando como el mayor propietario o_._._5 10m, de Agres en un padrón de 1768 (Va­ ño, 1985). Durante la primera mitad del si­ La cubierta del pozo - de teja- estarra sustentada por dos arcos de mampoaterla. de los cua les hoy sólo se conservan los estribos. glo XVIII, Joseph Giner, vecino de , poseía un pozo en la sie- Reconstrucción Ideal de la cubierta de la cava ArqustjA IA gresJ. Sierra de Marlola.

8 POU DE CATI -- Maigmó 860 m. s/n/m . rra Aitana y otro en el Ronto mar, pró­ xim o a Xix ona (Segura Martí, 1986). La fech a más antigua - sobre la con strucción de pozos de nieve- se remonta al año 1586, informándonos 1'40 de la construcción de dos pozos y ...... 8 '7'o--+-~B1 un a casa en terrenos propiedad del marqu és de Guadalest, en la vertien­ ::: : :: : : : : : : : ~ : .: : : : ...... - te septe ntrional de la sierra Aitana (Escortell Ponsoda, 1964). De esta época igualmente es la ca­ va Arquetja (Agres), y en años pos­ sacc¡o teriores , principalmente a lo largo de los siglos XVII y XVIII, se const ruye­ ron la mayoría de los pozos y neve­ ras que conocemos: 1732, pou del Carrascal (Al co i); 1750, pou del Si­ marro (lbí), etc., aunque también se conocen edificaciones realizadas bien entrado el siglo XIX , dado qu e la mayor demanda de nieve experi ­ nord mentada en este siglo, estimulaba la inversión. En las postrime rías del siglo XIX e inicios del XX , las principales cap i­ tale s y núcleos de población cono­ cen las primeras fáb ricas de hielo, y PLANTA desde aquel momento la nieve de las \ montañas abastecerá ún icamente a o 5 10m . los municip ios próx imo s, donde aún .-.-_ 1 era rent able su ut ilización. La nueva industria frigorífica, conso lidada to ­ Cubierta de ma mposterla co n un arco interi or y cuatro contrafuertes exterio res de talm ente hacia 1920-30, provocará el ref uerzo. abandono de los pozos y neveras, y Bóvede de m edia naranja co nst ruida con sillares de piadra y cub ierta, a seis ag ua s, supondrá el fin de un a genu ina act i­ fo rmeda po r qu ince hiladas de piadra ta llada superp uestas. vidad trad icional de nuestras mo nta­ ñas y la desapar ición de los últimos POU DEL CARRASCA L - - 1.000 m. s/n/m . nevateros que, esporádicamente y en zonas donde la energ ía eléctrica arri­ bó posteriormente, úni camente ex­ plotaron el negocio con una proyec ­ ción local o de autoconsumo. En el municipio alicantino de A lcoleja, a ...... 1::::::::::::::.. los pies de la sierra A itana , se seguía ...... 4.:,:::::::::::::::::: ...... llenando, allá por los años cuarenta ...... (époc a de restricciones eléctricas), el ...... :~ n ¡ U ~ ~ ~: ~: ( ~ / ~ denominado clo t del Tío Virgílio, y ...... -;:': ::::::::::: :: ::: :: ::: : durante el verano la nieve se expen ­ ...... ". .: ::: :::::: ::::::::: ::: : ...... día y utilizaba en el bar del pueb lo pa­ ...... ra la fabricación de sorbetes y ...... helados...... r!;j 'mTmm 'mrrf ú~ .· ··.· ••••••••••••••• •· • En pocos años el abandono de los depósitos provocó el hundimiento de P La nta las cúpu las, en parte provocado por un reaprovechamiento de materiales (tejas) y la consiguiente dest ruc ción de estas pintorescas construcci ones, base de la ant igua «indust ria» frigo­ rífica.

LAS LABO RES DE RECOLECCION y EL TRANSPO RTE DE LA NIEVE

Durante el invierno, con la ll ega­ da de las prime ras nieves, los jorna­ leros acudían a los pozos pa ra pro­ o 5 10metr es. ceder a su ll enado. En alg unos mu­ lM\ííííe_w.-...... nici pios el pregonero anun ciaba el requerimiento de mano de obra. 9 Los trabajos de recolección esta­ sombra, así como la pesada -me­ estableciendo med iante unos cap í­ ban dirigidos por un capataz, y se diante una romana - de las cargas tulos el abasto a las pobl ac iones. formaban dos grupos o cuadrillas de extraídas, que eran envueltas en pa­ Hacia el mes de abril o mayo, se­ hombres: los qu e recog ían y trans­ ja y mantas y colocadas en sarrias a gún munícipios, el ayunta miento sa­ portaban la nieve del ventisquero, lomos de animales, que la transpor­ caba a pregón el abasto de la nieve, mediante palas, azadon es y capazos tarían hasta los puntos de consumo. quien señalaba el lugar, día y hora de de esparto, y los que permanecían en Generalmente, una carga de nieve la subasta, siendo frecuente enviar el interior del pozo, comprimiend o la venía a pesar del orden de ciento edictos a poblacio nes cercanas, al nieve que los primeros arrojaban por quince kilogramos, es decir, diez obj eto de conseguir mayor número las bocas superiore s, mediante unos arrobas a razón de once kilogramos de licitadores. mazos de madera denominados en y med io una , que era el peso que so­ La subasta se adjudicaba a quien, Ibi «pl lons». Estos iban girando alre­ lía tran sportar una caballería. por un precio estipulado, of recía dar dedor, golpeando la nieve al ritmo de Este transporte se realizaba prefe­ mayor cantidad de nieve, siéndo le unas cancioncillas de las cuales aún rentemente a horas tem pranas, en adjud icado el remate. Los precios de se conserva el recuerdo en lbi, si bien evitación de las cuanti osas pérdidas la nieve variaban según hubiera o no son letrillas populares que igualmen­ que por efecto del calor tenían que nevado en las montañas. te se solían cantar en diferentes la­ sufrir los abastecedores. Al llegar a El período de venta solía ser de bores agrícol as (cancons de batre) la población de destino, en ocas io­ seis meses (mayo-octubre) y sobre el (A nguiz Pajarón, 1984 - Barrachina nes, las pérd idas eran del orden de arrendatario pesaban las cargas e im­ Vicedo, 1978). un veinte o un treinta por ciento, por puestos municipales y el pago del de­ Llevaban el calzado y las piernas lo cual el precio de la nieve era mu ­ recho real por arroba, variable según envueltas en sacos y eran regular­ ch o mayor cuanto más distancia era épo cas. A la entrada de los pueblos mente sust ituidos, a fin de evitar su orig en. Para este transporte se lle­ se pesaban las cargas, en las deno­ congelaciones en los pies. garon a ut il izar carretas, siempre y minadas oficinas de con sum o, al ob­ Cuando se agotaba la nieve del cuando la red de caminos lo per­ jeto de contabilizar las arrobas que distrito asignado al pozo o ventisque­ mitiera. se int roducían para la venta. ro, deb ía tra nsportarse - mediante De regreso a sus casas, los arrie­ Durante el siglo XIX se experimen­ caba llerías- desde puntos más dis­ ros aprovechaban viaje para impor­ tan algunos cambios y reformas en tan tes. Los porteadores recib ían por tar productos a las zonas del interior. el sistema tributario, yen 1879 la nie­ cada capazo o porte el precio estipu­ Conocemos algunas de las dife­ ve qu edó exenta de impuestos de ti­ lado, yero otra s ocasiones iban a jor­ rentes áreas de donde se abastecían po general, siendo libre su venta. nal. Para los que aportaban caballe­ las principa les poblacione s. En las pob laciones más im portan­ rías era algo superior. Las montañas de la divisoria pro­ tes la nieve se expendía en las neva­ A med ida que era llenado el po zo vincial con Valencia abastecían a mu­ terías, alguna de las cuales tenía va­ se disponía la nieve en tongadas, en­ nicip ios valencianos relativamente rias balanzas. En otros mun icipios los tre las que intercalaban capa s hori­ cercanos. La nieve de Mariola (Agres vend edore s se solían situar en luga­ zontales de paja o capullo de arroz, y Bocairent ) se destinaba al con su­ res céntricos, utilizando temporal­ al igual que se aislaba la nieve del mo de la ciudad de Xát iva y los mu ­ mente una planta baja, y estaban contact o con la pared del pozo. En nicip ios de las comarcas de La Cos­ obl igados a tener nieve para el con ­ algunas zonas, al no disponerse de tera y La Ribera, hasta el río .J úcar, sumo de vecinos entre unas horas otros aislantes, se ut ilizaban matorra­ Las montañas de Benicadell abaste­ determinadas, incurriendo en multa les y ramas de pino. cían a la Vall d'Albaida, y la zona de en caso de ausencia o retraso no jus­ En las labores de llenado de pozos Gand ia y Pego se servía de la nieve tificados. de gran des dimensiones, llegaban a de la sierra de la Safor y LAlmirall. En el siglo XIX se experimenta un emp learse más de cuarenta jornale­ Los pueblos del interior de A lican­ mayor consumo de nieve, y hacen su ros, que aportarían a su modesta te se abastecían de sus propios po ­ aparición los agualajeros, botilleros, economía unos bue nos ingresos, y zos, y sum inistraban nieve a la zona horchateros y heladeros, que se es­ se necesitaban varios días y diferen­ costera y las comarcas del sur: tablecen en las ciudades o realizan la tes nevadas . La nieve de Vall d'Alcalá iba con venta ambulante por dife rentes luga­ Llenado el pozo o pozos se proce­ destino a Denia. La de la sierra A ita­ res. Estos debían de surtirse de la nie­ día a tapar y cerrar las puerta s, y al na y Vall de Guadalest a, , Be­ ve del abastecedor, y si la introducían cuidado de él o de varios quedaba un nidorm y la Vila .Joiosa, y principal­ fraudulentamente incurrían en graves guarda o empleado que habitaba en mente a la ciudad de Alicante, que sanciones. la casa cercana o inmediata al pozo, poseía un pozo en Guada lest . Los En esta época fue ron frecuentes generalme nte dedicado a labores de pozos del Carrascal (lbil, Ma igmó, las exportaciones de nieve de la mon ­ pastoreo, etcétera . etcétera, igua lmente se destinaban taña alicantina con destino al extran­ para el consumo de la capital y resto Llegada la época estival, hacían su jero (colonias europeas de Africa). El de municipios del sur, exceptuando aparición los arrieros, que debían tráfico de nieve adquirió cierta impor­ transportar la nieve a los pueblos. y El Pinoso, que se abaste ­ tancia en el puerto de Alicante, co­ Para la extracción de la nieve (muy cían de la nieve procedente de nociéndose en 1843 un embarque de compacta y convertida en hielo ) se Murcia. mil qu inientas noventa arrobas ex­ procedía desde el interior del pozo a portadas (dieciocho mil doscientos «picar la neu», sacarla al exter ior me­ ochenta y cinco kilogramos) y de mil diante capazos atados a una cuerda , EL ABAS TO DE LA NIEVE A LAS doscientas cuarenta arrobas (cator­ que pasaba por la polea situada so­ POBLACIONES ce mil doscientos sesenta kilogra­ bre la puerta, e introducirla en unas mo s) para el año siguiente. cajas o mo ldes de madera, que al Las autoridades mun icipa les , de La ciuda d de A licante, entre 1835 comprim irla le daban forma de blo ­ antiguo, venían interviniendo en la y 1839 con sumió por término med io qu e. Estas labores se realizaban a la organización del abasto de la nieve , dieciséis mil quinientas arroba s. AI- 10 coi, hacia mediados del siglo XV III BARRACHINA V ICEDO, L (1978): «Pozos de mes d'Etnografia Valenciana série dirigida empleaba para su consumo alrede­ nieve», rev. Fiestas de Moros y Cristianos, per J oan F. M ira), vol. 111 , Valencia , pági­ dor de mil arrobas de nieve, y los da­ Ibi. nas 10-67. CAPEL SAEZ, H. (1968):«El comercio de la MADOZ, P. (1849): Diccionario geográfico de tos para 1844son de cuatro mil qu i­ nieve y los pozos de Sierra Espuña (Mur­ España y de sus posesiones de ultramar, Ma­ nientas arrobas; cinco mil para 1845 cia)», Estudios Geográficos. 110, XX IX, Ma­ drid, 17 vols. (artí culo «Alicante»). y siete mil arrobas para el año 1846. drid , pp. 123-174. MONLEON, M . (1985): «( POZOS de nieve de la CAPEL SAEZ , H. 119691: «Problemas de or­ Foia de Castalia», rev. Fiestas de Moros y *** ganización y transporte en el antiguo comer­ Cristianos. lbi. En esta breve exposición hemos cio de la nieve», Geogr;¡phica, rev. da So­ NAVARRO POVEDA , C., y SEGURA MA RTI, ciedade de Geografía de Lisboa , pp. 76-90. J. M .a (1986): «( El Pou de Cati. Contribució intentado reflejar la relevancia que CAPEL SAEZ, H. (1970): «Un a actividad des­ al coneixement de I'arqu itectura i el cornet e adquirió en épocas pasadas esta ge­ aparecida de las mo ntañas mediterráneas: de la neu a Petrel », rey. Fiestas de Moro s nuina actividad comercial, que cons­ el comercio de la nieve», Revista de Geo­ y Cristianos, Petrel. tituyó una verdadera especialización grafía, IV, 1, Barcelona , pp. 5-42. N UET BAD IA , J. (1970): «Els pous de neu del CASTA ÑEDA Y ALCOVER ,V. (1919): «Rela­ M onseny», Muntan ya, Butlletí del Centre e importante fuente de ingresos en ciones geográficas, topo gráfi cas e histó ri­ Excursíonista de Catalunya, numo 650, Bar­ alguna población alicantina. cas del Reino de Valencia, hechas en el si­ celona, pp. 75-86. Se impone, pues, una labor de in­ glo XVIII , a ruego de don Tomás López», Ti­ SEGURA MARTI, J. M . (1985): «Las Cavas de vestigación, en base al estudio de la pografía de la Revis ta de Archivos, la nieve en Agres: Notas topográficas y des­ Bibliotecas y Muse os, Madrid . crip tivas », Miscelánea Hístórica de Agres, documentación - muy dispersa­ ¡ CAVANILLES, J. A . (17971: Observaciones so­ Publicacion es de la Caja de Ah orros de Ali­ que contienen los archivos municipa ­ bre la Histo ria Natural, Geografía, Agricul­ cante y Murcia, A lcoi, pp. 165-178. les y notariales, además del soporte tura, Población y Frutos del Reyno de Va­ SEGURA MARTI,J. M .', Y VI LA PLANA PA· de una obligada búsqueda de infor­ lencia, vol. 11 (Valencia, 1975), pp. 164 Y 180. YA , E. (1986 al :«La cava de Cortés. Cont ri­ CERDA BORDERA, F., SEGURA MARTI, bució a I'estud i del cornero de la neu a AI­ madores locales, cada vez menos nu­ J. M .a (1985): «Els pous de la neu del Carras­ coi», rev. Fiestas de M oros y Cristianos, merosos, por lo cual es ahora urgen­ cal i Planisses», rev. Fiestas de Moros y Cris­ A lcoi. te una labor de encuestas en un mo­ tianos, Castalia. SEGURA MARTI, J. M .', Y VIL APLANA PA­ mento en el cual el recuerdo, aún CRUZ OROZCo, J. (1985): El comercio de la YA , E. (1986 b) :«Avanc al cat áleq deis pous nieve en Castellón y Valencia. Catálogo de de neu de la província d'Alcant», Congrés que lejano, es bastante presente. neveras. Tesis de Licenciatura (inédltal , fa­ d'Estudis de t'Alcoié-Comtet. Alcoi (en cultad de Geografia e Historia, Universidad prensa). de Valencia, 261 pp., 5 mapas . SEGURA M A RTI, J. M .' (1986): «Els pous j BIBLlOGRAFIA CUCO, J. (1985): ( La industria tradicional», Te­ el cornero de la neu a Xixona », rev. Eines, mes d'Etnografia Valenciana (serie dirigida 7-8, Aleoi (en prensa) . per Joan F. M ira), vol 111 , Valencia, pági­ SE/JO A LONSO, F. (19 791: Arquitectura rús­ ALVAREZ, l. , TüRREGROSA, S. (1983). y nas 69-148. tica en la Región Valenciana, A licante, pá­ (1984): «Els pous de neu de la muntanya» ESCORTELL PONSODA, D. (1964): El m uni­ gin as 79-87. y «A lquns pous de neu interessant s», El cipio de Guedslest, Tesis de Licenciatura VAÑOSILVESTRE , F. (1985): ( La Sierra Ma­ 1 y 2, A licante. Teix, (inédita), Seminari o de Geog rafía de la Uni ­ riel a y el abasto de la nieve», Miscelánea A NGUIZ PAJA RON, A . (1984): Miscelánea versidad , Mu rcia. Histórica de Agres, Publicaciones de la Ca­ lbense, Publicac iones de la Caja de Ahorros • GREGORI, J. J. (1985): «Explotació económ• ja de Ah orros de Alicante y Murcia, A lcoi , Provincial de A licant e. A licante, pp. 25-37 . ca tradicional del bos c i la muntan ya», Te· páginas 137-164.

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