Inkas y españoles a la conquista simbólica de / M. I. Hernández Llosas 

BOLETíN DEL MUSEO CHILENO DE ARTE PRECOLOMBINO Vol. 11, N° 2, 2006, pp. 9-34, Santiago de ISSN 0716-1530

INKAS Y ESPAÑOLES A LA CONQUISTA SIMBÓLICA DEL TERRITORIO HUMAHUACA: SITIOS, MOTIVOS RUPESTRES Y APROPIACIÓN CULTURAL DEL PAISAJE1 ATTEMPTS BY THE INKAS AND THE SPANIARDS TO SYMBOLICALLY CONQUER THE HUMAHUACA TERRITORY: ROCK ART SITES AND MOTIFS, AND THE CULTURAL APPROPRIATION OF THE LANDSCAPE

María Isabel Hernández Llosas* INTRODUCCIÓN

En este artículo se presenta una evaluación de sitios y motivos Los imperios en expansión, en distintos lugares del rupestres de la Quebrada de Humahuaca y su relación con cuatro episodios traumáticos que ocurrieron en un lapso muy planeta y en diferentes momentos históricos, han uti- breve de tiempo, aproximadamente 150 años. Estos episodios lizado estrategias diversas para apoderarse de nuevos corresponden a la anexión e instalación inka en la Quebrada de Humahuaca, a la subsiguiente entrada de los conquistadores territorios. Dentro de ellas, una de las más efectivas españoles, a las guerras de resistencia y rebelión aborigen y a e importantes ha sido la apropiación simbólica del la victoria española final que llevó a la incorporación política y espacio conquistado. Como estrategia de dominio, económica de la región al Imperio Español y al establecimiento del modo de vida colonial. El análisis se realiza desde la ésta ha funcionado en conjunto con los demás me- Teoría del Paisaje, que considera la apropiación simbólica canismos de dominación militar, política, económica del espacio como uno de los mecanismos más importantes utilizados por los imperios en expansión en la conquista de y social. De hecho, en muchos casos, la ofensiva nuevos territorios. simbólica ha precedido y/o acompañado muy de Palabras clave: Arte rupestre, Quebrada de Humahuaca, invasiones inka y española, Teoría del Paisaje, conquista cerca a la conquista militar, reasegurando los nuevos simbólica del espacio, paisaje cultural dominios a través del “soporte” ideológico, utilizado como bastión fundamental no sólo en el proceso de This paper presents an assessment of the rock art sites and motifs of Quebrada de Humahuaca and their relationship sometimiento de las sociedades, sino también como with four traumatic episodes that occurred during a brief lapse un fuerte marcador territorial (Cannadine & Price 1987; of time, ca. 150 years. These episodes are: the conquest and establishment of the Inkas in Quebrada de Humahuaca; the Farrington 1992). subsequent arrival of the Spanish conquerors; the aboriginal El afianzamiento de la “territorialidad” de cualquier resistance and rebellion wars; and the final Spanish victory grupo humano, en particular de grupos en expansión, that resulted in the area’s political and economic incorporation into the Spanish Empire, and the initiation of the colonial way requiere tanto de acciones concretas y conocimien- of life. This analysis is based on the Landscape Theory, which to práctico de un espacio determinado como de la considers the symbolic appropriation of the territory as one of the most important mechanisms used by expanding empires “apropiación cultural” del mismo. Se ha definido in the annexation of new territories. como “paisaje cultural” aquel territorio que ha sido Key words: Rock art, Quebrada de Humahuaca, Inka and apropiado culturalmente, a través de diversos meca- Spanish invasions, Landscape Theory, symbolic conquest of a territory, cultural landscape nismos simbólicos, y que es demarcado y percibido

* María Isabel Hernández Llosas, Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de ; Directora del Programa de Arte Rupestre de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Sección Arqueología, 25 de Mayo 217, 3º piso, 1002 Ciudad Autónoma de , Argentina, email: [email protected]

Recibido: diciembre de 2005. Aceptado: junio de 2006. 10 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006 como tal por una sociedad particular, en un lapso de las guerras de rebelión aborigen y la sujeción final al tiempo dado. En las últimas décadas, este concepto régimen colonial español. ha sido retomado por la antropología y la arqueología, Para referir el proceso ocurrido durante el lapso de diferenciándolo del de “ambiente” en cuanto “medio tiempo mencionado se propone aquí el uso del término ambiente natural” y definiendo el “paisaje” como un Contacto, el cual incluye los últimos tiempos de la ocu- “constructo cultural” (Bender 1994; Ashmore & Knapp pación inka de la Quebrada de Humahuaca, la entrada 1999; Bradley 2001). En esta perspectiva, el paisaje de los conquistadores españoles, las guerras de rebelión es el lugar donde la cultura se despliega, donde un aborigen hasta la sujeción final y el comienzo del modo pueblo se reconoce a sí mismo como tal, donde está de vida colonial. Se plantea que el estudio del Contacto inscrita su identidad (véase Uluru-Kata Tjuta Board of así entendido requiere la aplicación de un enfoque trans- disciplinar que permita “cruzar” información proveniente Management 2001).2 de distintas fuentes para abordar preguntas relativas al Si se considera que la “apropiación simbólica del carácter que tuvo el encuentro de estos dos mundos y los espacio conquistado” es un factor fundamental en la sucesos acaecidos; a cómo se dio este complejo proceso conquista de nuevos territorios y que permite, en algún en un tiempo tan breve; qué parte del bagaje cultural sentido, transformarlo o al menos hacerlo compatible local (preinka e inka) se mantuvo y utilizó durante las con el “paisaje cultural” del conquistador, entonces guerras de rebelión; y, finalmente, cómo se puede dis- ¿cuáles serían los mecanismos que utiliza un imperio cernir todo esto desde el registro material y utilizando expansivo para apropiarse de esos nuevos territorios datos que provienen de otras fuentes. y transformarlos en un paisaje cultural dominado? No La investigación de estos temas se ve dificultada tanto hay una sola respuesta a esta pregunta. Sin embargo, por las características de estos episodios (traumáticos y desde una perspectiva arqueológica, la pregunta que con cambios vertiginosos) como por el breve lapso en acota a la anterior sería ¿cuál es la visibilidad arqueo- que ocurrieron (con menor expectativa de correlatos lógica de las actividades asociadas a la apropiación materiales cuantitativamente significativos). Así, por una simbólica del espacio y cómo diferenciarlas de otras parte la arqueología se enfrenta con una baja visibilidad actividades? material y la etnohistoria con escasas fuentes que den En principio puede decirse que las actividades cuenta de estos episodios. rituales parecen haber sido mecanismos muy utilizados Hasta el presente, a su vez, la investigación científica y efectivos en relación a la apropiación simbólica del de este proceso ha sido mayoritariamente encarada espacio (Renfrew 1994; Bradley 1996). Las activida- en forma divorciada o fragmentaria: la arqueología ha des rituales, sobre todo aquellas llevadas a cabo por tratado de estudiar los momentos previos a la invasión imperios en expansión, se manifiestan en eventos española a través de los vestigios materiales (Raffino et simbólicos repetitivos, bajo determinadas circuns- al. 1993, 2001; Nielsen 1996, 1997); la etnohistoria, por tancias y dejan correlatos materiales específicos. su parte, ha intentado discernir tanto sucesos previos Estos correlatos deberían poder ser reconocibles en como posteriores a la invasión a través de las crónicas españolas (Sica & Sánchez 1992; Zanolli 1995) y la el registro arqueológico a partir de la realización de historia ha estudiado los momentos posteriores a la un detallado inventario de hallazgos y sus contextos invasión, centrando su atención en la Colonia. (Farrington 1998). Planteado así el problema de la investigación del Es desde esta perspectiva que se aborda el presente Contacto, en este trabajo se evalúan líneas de evidencia trabajo, objetivo es analizar distintos tipos de in- (correlatos materiales e información de fuentes de cro- formación proveniente de sitios y motivos rupestres de nistas) que podrían estar vinculadas con la demarcación la Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Argentina) que, por simbólica del paisaje en relación con estos episodios. sus características representativas, técnicas de produc- Para ello se analizan sitios con arte rupestre que presen- ción y localización, pueden haber estado relacionados tan motivos y temas que podrían corresponder a este con la demarcación de diferentes paisajes culturales lapso. De estos motivos rupestres, algunos aparecen en (figs. 1a y 1b). Cada uno de ellos estaría vinculado la iconografía andina desde tiempos muy anteriores, en con cuatro episodios que ocurrieron en un lapso no distintos lugares, en contextos diferentes y asociados superior a 150 años (tiempo muy breve en términos a diversos procesos. No obstante, se considera aquí históricos y arqueológicos) y que se presentaron como que las características con que aparecen (formales, acontecimientos traumáticos: la dominación inkaica, la técnicas, representativas), su recurrencia en la asocia- invasión española (suceso inesperado e imprevisible), ción con otro tipo de evidencia y su localización en el Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 11

Figura 1a. Ubicación de la Quebrada de Humahuaca. Figura 1b. Ubicación de los sitios con arte rupestre mencionados Figure 1a. Location of Quebrada de Humahuaca. en el texto. Figure 1b. Location of the rock art sites mentioned in the text. territorio permiten discutir su relación con los episodios ESCALAS DE ANÁLISIS mencionados.3 Finalmente se esboza una comparación entre los 1. Escala temporal mecanismos de demarcación y apropiación simbólica del paisaje durante los cuatro episodios del Contacto, La escala temporal considerada, como se dijo, abarca observando semejanzas que pueden plantear una vía solamente unos 150 años y se extiende aproximada- interesante para analizar este proceso. mente desde 1480 DC, cuando el dominio inkaico Toda la argumentación presentada en este trabajo estaba establecido en la zona, hasta aproximadamente tiene como objetivo principal abrir nuevas interrogantes 1650 DC, cuando las guerras de rebelión lograban ser a manera de líneas de investigación futura. contenidas por los españoles y se iniciaba el modo de 12 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006 vida colonial. Puede dividirse en los siguientes episo- El ambiente quebradeño comienza en la Puna, en dios o eventos: las nacientes de la Quebrada de Humahuaca a 3900 m • Primer episodio (ca. 1480-1535 DC): anexión e snm y termina a unos 1900 m, altitud en la cual, por instalación inka en la Quebrada de Humahuaca, so- la topografía y la biota, se observa el ecotono con las metiendo a las poblaciones locales preexistentes. Selvas Occidentales. En total, la Quebrada de Humahuaca • Segundo episodio (ca. 1535 DC): primera entrada abarca unos 166 km de longitud. de los conquistadores españoles en la Quebrada Su estructura está dominada por una gran quebrada de Humahuaca. central, que presenta un rumbo predominante norte- • Tercer episodio (ca. 1535-1580 DC): guerras de re- sur, y sus quebradas tributarias provenientes por el sistencia y rebelión aborigen. oeste de la Sierra del Aguilar y por el este del último • Cuarto episodio (ca. 1580-1650 DC): victoria española contrafuerte de la Cordillera Oriental, representado final que llevó a la anexión política y económica de en las sierras de Santa Victoria, Zenta y . La la región al Imperio Español y al establecimiento característica topográfica principal de este ambiente es del modo de vida colonial. la presencia de diferentes escalones altitudinales que pueden dividirse en dos grandes grupos, teniendo en 2. Escala espacial cuenta las diferencias ambientales y de recursos entre unos y otros: 1) los “fondos de quebrada”, ya sea de La escala espacial de este trabajo es la Quebrada la principal, por donde corre el Río Grande, como los de Humahuaca, considerada aquí como una unidad tramos inferiores de las quebradas tributarias situados geológica, geográfica y ecológica que presenta parti- entre los 1900 y los 3000 m, y 2) los tramos medios y cularidades que la distinguen de las zonas con las que superiores de las mismas, situados por encima de los limita: al norte y oeste, la Puna, y al este y al sur las 3000 m, considerados como “quebradas altas”. Selvas Occidentales. Estos tres ambientes colindantes pueden ser entendidos como “pisos ecológicos” a la Fondos de quebrada (fig. 2) manera de Murra (1972), aun teniendo en cuenta las diferencias internas de cada uno de ellos debido a Se caracterizan por presentar una planicie aluvial ancha factores tales como la altitud (distintos “escalones al- cuyo cauce produce una “remoción en masa” generando, titudinales”), la latitud y la orientación de la vertiente según los tramos, erosión y/o transporte de materiales. de los que se considere. Esta activa dinámica geológica es determinante para la La Puna Argentina corresponde a una porción de la visibilidad arqueológica actual de los yacimientos ya que gran meseta de altura andina (sobre los 4000 m snm) genera procesos postdepositacionales intensos que, en –más húmeda que la Puna de Atacama chilena, pero algunos sectores, pueden “enmascarar” o “borrar” grandes más seca que la puna peruano-boliviana– caracterizada zonas y sitios, incluso los más recientes, tapándolos bajo por sus cuencas endorreicas. Las Selvas Occidentales gruesos mantos de detritos. El clima es “subtropical serra- corresponden a la ladera este de la Cordillera Oriental no” (Buitrago & Larran 1994). La flora está comprendida en su porción sur y se caracterizan por ser un gran dentro del dominio fitogeográfico Andino-Patagónico plano inclinado que nace en las altas cumbres (alre- dedor de los 5000 m) y termina a 500 m de altura en el Chaco Salteño, presentando distintas formaciones y comunidades vegetales en el trayecto, desde el “prado alpino” en altura hasta la Selva Montana, Selva Nubosa, etc. (Cabrera 1976). La Quebrada de Humahuaca, en cambio, presenta características muy diferentes que se describen a continuación. Ubicada en el Área Andina Centro-Sur, en el tramo sur de la Cordillera Oriental, la quebrada nace en el sector norte de la Puna Argentina y desemboca en las Selvas Occidentales, de manera tal que es un vector de conexión entre las tierras altas y las bajas (fig. 1a). Este fue uno de los factores que determinaron su importancia estratégica en la expansión de los dos imperios (Inka y Figura 2. Fondos de quebrada: vista general de una porción del Río Grande. Español) en sus diferentes intereses de conquista. Figure 2. Canyon floor: view of part of Río Grande. Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 13

(Cabrera 1957, 1976) y dentro de éste, en las provincias últimos años, además, se han abierto otras preguntas de la puna y de la prepuna (Ruthsatz & Movia 1975). La de investigación relacionadas con el registro material fauna corresponde al dominio Andino. de ceremonialismo inka en general (véase Nielsen & Walker 1999) y con respecto a los sitios de altura en Quebradas altas (fig. 3) particular (Ceruti 1997). Por otra parte, el estudio arqueológico e incluso Se caracterizan por presentar un paisaje disectado, dispar etnohistórico de este tema ha estado centrado en la en altitud. Tienen mayor estabilidad geológica que los situación previa a la llegada de los españoles, siendo fondos de quebrada y han sido afectados con menor escasa o nula la interrogación acerca de cuánto y qué intensidad por la erosión hidráulica y la remoción en perduró del legado inkaico durante el primer Contacto, masa. Esta situación permite, en general, una mejor la rebelión y los momentos iniciales de la Colonia (Sica visibilidad arqueológica, lo cual sumado a la presencia & Sánchez 1992; Zanolli 1995). de afloramientos rocosos determina que los yacimientos Con respecto al tema específico del arte rupestre, con componentes más antiguos así como los sitios con hasta ahora, en la mayoría de las investigaciones se ha arte rupestre se concentren aquí. El clima es “árido señalado la dificultad para identificar manifestaciones andino puneño” (Buitrago & Larran 1994); la flora está adscribibles certeramente a la presencia inka o bien para comprendida también dentro del dominio fitogeográfico diferenciar motivos relacionados con estos eventos en el Andino-Patagónico, pero en este caso corresponde a arte rupestre considerado “tardío” en distintos lugares las provincias altoandinas y de la puna (Cabrera 1957; del Imperio (Raffino 1981; Hernández Llosas 1991, 1992; Ruthsatz & Movia 1975). La fauna es la misma descrita Berenguer 2004). En este trabajo, en cambio, se van para los fondos de quebrada. a considerar dos líneas de evidencia a explorar: 1) el posible correlato material de la compleja actividad ritual inka (Farrington 1998) manifestada en eventos simbó- INKAS EN HUMAHUACA licos repetitivos, en situaciones y lugares establecidos, con ofrendas específicas (ya sean determinados objetos, Primer episodio: anexión e instalación inka sacrificios humanos y animales, etc.), así como con la (ca. 1480-1535 DC) producción de motivos rupestres; y 2) la generación de hipótesis a partir de datos obtenidos de cronistas y Como se dijo, las investigaciones arqueológicas sobre la fuentes históricas referidas tanto a la cosmología inka presencia inka en la Quebrada de Humahuaca, al igual como a actividades específicas relacionadas con ella, y que en todo el Noroeste Argentino, se han centrado ma- su contrastación con evidencia arqueológica. yormente en el estudio de la arquitectura, de la presencia del camino inka, de la cerámica y de otros indicadores Apropiación simbólica del espacio de la cultura material que denoten su influencia en la productivo región (Raffino et al. 1993, 2001; Nielsen 1996).4 En los 1. El mito de Amaru y la actividad inka de marcación y registro

En la cosmología inka, Amaru es Anaconda, la serpiente del agua. En su esencia, van asociadas nociones cen- trales de esta cosmología, tales como ancestros, cielo, tierra, ríos, quebradas, lluvia, canales de riego, piedras, cuevas, fertilidad y procreación (véase infra).

Ancestros, wakas y territorios

Distintas fuentes de cronistas mencionan la importancia de Amaru y su papel en la cosmología inka. La referencia principal aparece en Guamán Poma (1980 [1615]: 80-82) Figura 3. Quebradas altas: vista general de una porción de las cuando señala que los inkas descienden de amarus nacientes de la Quebrada de Humahuaca. y serpientes, siendo éstos, por lo tanto, considerados Figure 3. Upper ravines: view of part of the beginning of Quebrada de Humahuaca. como ancestros de los inkas. 14 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

Por su parte, Albornoz (1989 [1584]: 179) menciona los movimientos y la forma de la serpiente. Lo mismo que, en su condición de ancestro, Amaru era un tipo puede decirse de la similitud formal entre los rayos y particular de waka, de la cual algunos de los inkas prin- los movimientos y formas de las serpientes. cipales tomaron sus nombres. A continuación describe Así, Amaru como ser mítico es concebido como la cómo se conservaban serpientes vivas en recipientes serpiente que vuela por los aires, causa truenos y rayos enormes durante muchos años y se las alimentaba en las tormentas, trae agua del cielo bajo la forma de con sangre de cuyes y hierbas, dedicándoles rituales y lluvia y se transforma en ríos y quebradas. De esta sacrificios específicos. manera, dadas sus características, este ser une el cielo Para el tema tratado aquí tiene especial relevancia y la tierra, trayendo fertilidad. un relato que describe Cobo (1892 [1653]: 10) y que se refiere a Michosamaro, ser mítico que había emergido Amaru se convierte en piedra de una cueva en Paucariqtambo con Manco Cápac. El relato menciona que una mujer que había emergido con Albornoz (1989 [1584]: 202) relata una historia referida él lo mató por un acto de falta de respeto hacia ella y, al momento de la entrada de los españoles en Perú, al morir, se transformó en piedra, convirtiéndose así en cuando una serpiente llamada Amaru emergió de un la primera waka del primer ceque de Chinchaysuyu, lago y voló hacia otro y, a causa de la noticia de la lle- siendo una waka muy antigua a la que se le ofrecían gada de los invasores, se convirtió en piedra. Este lugar oro, textiles y conchas marinas. existe realmente en Huarochirí, en el valle de Chillón A su vez, en la cosmología inka los conceptos de (Farrington, comunicación personal). ancestro y de waka están estrechamente ligados a La transformación de Amaru en piedra en este relato los derechos sobre determinados territorios. En este de Huarochirí es relevante en cuanto expresa claramente sentido Van de Guchte (1990: 160) comenta un relato el vínculo entre la serpiente, el agua y la piedra. A su de Santacruz Pachacuti Yamqui acerca de un aconteci- vez presenta la aparición de Amaru en momentos de miento milagroso ocurrido en la época del nacimiento gran transformación hacia un nuevo orden y es muy del Amaru Topa, hijo de Pachacuti, nacido en Vilkas. probable que esta noción fuera muy anterior a la llegada Se refiere a la aparición en el cielo de un animal mitad de los españoles (Meddens 2002). dragón mitad serpiente, que viajó por el aire desde las montañas de Pachatusan sobre Yungaypampa hacia Serpentiformes, cúpulas y quipus Senqa, delimitando de esta manera el Cuzco. Así a Amaru Topa Inka le fue dado no sólo su nombre por Retomando el vínculo señalado más arriba entre el con- este evento, sino también las tierras que estuvieron cepto de amaru, los ancestros y el territorio, Meddens asociadas al mismo. (2002) propone una interesante interpretación para Según Meddens (2002), estas tierras, ubicadas al norte las piedras grabadas con cúpulas que encuentra en el del Cuzco tienen características importantes relacionadas valle de Chicha-Soras (Departamentos de Ayacucho y con el concepto de amaru: siempre dan buena cosecha Apurímac, Perú). porque están permanentemente húmedas y están sobre En efecto, el autor citado encuentra recurrentemente la frontera entre Chinchaysuyu y Antisuyu. Esta última piedras grabadas con cúpulas a lo largo de los tributa- región (la más húmeda de los Andes) estaba relacionada rios del río Chicha, con tamaños y formas semejantes, con el culto a la serpiente. de aproximadamente 1 m x 1 m. Los grabados están hechos en la superficie plana superior de las rocas y Truenos, lluvia, agua y fertilidad consisten en depresiones en forma de cúpulas en una cantidad variable en cada soporte (de 2 a 178). En la Siguiendo con la argumentación anterior, Meddens zona se han relevado aproximadamente 31 rocas con (2002) sostiene que el concepto de amaru está estre- estas características, aunque se cuenta con antecedentes chamente vinculado con los conceptos de humedad y de un número mayor en el área. Meddens observa, a su agua en todas sus formas: truenos que traen lluvia y vez, que la distribución de estas rocas grabadas parece su transformación en ríos que finalmente serán utiliza- guardar un patrón en relación con los tributarios, sus dos a través de canales de irrigación para fertilizar las márgenes y los puntos cardinales, asociados a antiguos tierras de cultivo. Anders (1986: 914) considera que las canales de riego. características de los ríos y quebradas, con sus formas Meddens (2002) señala que la forma, tamaño y lineales y ondulantes, bien pueden estar relacionadas ubicación de las cúpulas sugieren que podrían haber con el concepto de amaru, como una similitud con servido tanto como recipiente para ofrendas (sólidas Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 15 o líquidas), como para recibir agua de lluvia o de los and land makes perfect sense in a society where symbols canales rebasados, pudiendo ser usadas en rituales y in the landscape would have been perfectly understood. Indeed they would have been essential to the management momentos específicos. Compara estos hallazgos con of the community, its lands and resources. Detailed quipu los resultados del trabajo realizado por Van de Guchte literacy would have been limited to the elite quipucamayoc (1990) sobre las piedras talladas inkaicas en general, officers and administrators. Use of a simple form of quipu was tanto en lo que se refiere a su localización como a la widespread among cultivators and herders for some types of record keeping; some of this was still observable relatively interpretación que les otorga. Respecto a su ubicación, recently. Indeed more complex symbolic modern quipu use las piedras talladas están generalmente asociadas a was recorded in Tupicocha in 1994 (Salomon 1997: 241-258). canales, ríos o vertientes. Según Van de Guchte (1990: It seems certain that many of the basic concepts would have been interpretable by most common people in antiquity [...] 52) éstas parecen haber funcionado como un tipo The land divisions and agricultural cycle is therefore integrated particular de marcadores en relación con la organi- with the calendar concept and the carved stone system func- zación del espacio a partir de los cuerpos de agua y tioned for this preliterate society as a memo graphic devise con la organización del tiempo en base al calendario in using the landscape, the stones and the movements of sun and moon, in an integrated dynamic tool for the management agrícola. Si bien la evidencia analizada por Meddens es of the agricultural cycle (Meddens 2002: 11-12). muy diferente a las rocas talladas estudiadas por Van de Guchte, es interesante la comparación en lo que El argumento de Meddens sintetizado aquí, si bien respecta al posible uso de mecanismos semejantes en es muy especulativo debido a que está basado en cuanto a la implantación de marcadores en el espacio, observaciones preliminares que no han sido sistema- sobre rocas, para distintas funciones. tizadas aún, es un planteamiento muy interesante ya Por otra parte, Meddens, siguiendo a Sherbondy que abre expectativas arqueológicas que pueden ser (1986), enfatiza que en el Imperio Inka los canales de contrastadas con nueva evidencia empírica en futuras irrigación no tenían solamente un valor económico, investigaciones. Se trata de un tema muy poco trabaja- sino que respondían también a funciones cosmológicas do, tanto con referencia a los motivos rupestres en sí, debido a que las fuentes de los canales eran conside- su localización y recurrencia, como con respecto a la radas wakas. El sistema de ceques y, por definición, interpretación sobre su posible función, considerando las wakas que constituían la manifestación concreta no sólo su emplazamiento y contextualización con de su localización y existencia servían para delimitar otros vestigios arqueológicos, sino también con datos los distritos de irrigación de áreas específicas que eran provenientes de fuentes de cronistas. manejadas por diferentes ayllus/panacas (Sherbondy 1986: 46; Meddens 2002). Agrega que, si bien el sistema 2. Amaru y cúpulas en el paisaje inka de Humahuaca de ceques es conocido con cierto detalle a través de los cronistas españoles solamente en el caso del Cuzco, es A partir de las propuestas sintetizadas precedentemente muy probable que éste se haya reproducido en cada y en busca de evidencia independiente que permita poblado dentro del Imperio Inka. ampliar la discusión sobre la aparición de grabados Siguiendo esta línea de pensamiento Meddens rupestres específicos asociados la presencia inka en recuerda que el sistema de ceques del Cuzco ha sido la Quebrada de Humahuaca, se analiza a continuación comparado con el concepto de quipu (Zuidema 1962, la evidencia proveniente de cuatro sitios con grabados 1998) y sugiere que la distribución de los grabados aso- rupestres (fig. 1b, véase Cuadro 1). Se pone especial ciados a las estructuras de riego en el valle de Chicha énfasis en Campo Morado, ya que es un sitio relevado puede corresponder a una variante del concepto de y analizado por nosotros en el año 2000 (Hernández ceque y ser un sistema que semeja “quipus en el paisaje”, Llosas et al. 2001), por lo que se cuenta con informa- correspondiendo las piedras grabadas con cúpulas a los ción mucho más detallada que para los otros tres, a nudos, y los canales y ríos a los hilos. Esto se apoyaría, los cuales accedimos por información bibliográfica y/o según el autor, en las referencias existentes en la crónica por breves visitas. de Guamán Poma (1980 [1615]: 210-234) sobre el uso de quipus como registro de los especialistas inkas res- El sitio Campo Morado ponsables de la administración y el manejo de tierras, el calendario agrícola, etc. Profundizando en esta idea Se ubica al pie del sitio Campo Morado (Departamento Meddens sugiere que: de Tilcara, Jujuy) y corresponde a un agrupamiento de rocas sueltas con grabados en el fondo de cuenca de la The concept of these stones (as knots) and the river and its tributaries (as string) forming a quipu and being ‘readable’ quebrada troncal de Humahuaca, en su tramo medio, to the community in the context of defining rights to water casi en la misma línea que el Trópico de Capricornio. 16 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

Alero Sitios Pintoscayoc Inca Campo Cerro CH Cerro Coctaca Sapagua Ucumazo de los Motivos 1 Cueva 1 Morado Negro IV Pircado Molinos Serpentiformes X X X X Cúpulas X Circunferencias X X X X Hachuelas X X X X ancoriformes Jinetes X X X X X X Soldados inkas X X Escenas de X X lucha Camino inka X X X X

Cuadro 1. Motivos de arte rupestre en sitios de la Quebrada de Humahuaca. Chart 1. Rock art motifs at sites in Quebrada de Humahuaca.

Este agrupamiento de rocas con grabados rupestres La mayoría de las restantes rocas relevadas presentan (Hernández Llosas et al. 2001) se localiza sobre la serpentiformes o figuraciones que parecen estar relacio- margen izquierda del Río Grande, en su primera terraza, nadas con este animal. En un solo caso se determinó donde aparece un afloramiento de areniscas rojas de fehacientemente la representación figurativa de una las cuales se desprendieron grandes rocas que al rodar serpiente en base al diseño de la cabeza triangular y por la pendiente formaron un conjunto de bloques, 17 la cola, características anatómicas de estos reptiles que de los cuales presentan grabados.5 aparecen en otras representaciones del área (rupes- Este conjunto de bloques está en las proximidades tres y de arte mobiliar, véase infra). Los demás casos de las construcciones más bajas del poblado conglome- fueron definidos comoserpentiformes y se registraron rado de Campo Morado (publicado a principios de siglo 32 motivos (fig. 5). por Debenedetti 1918) y se encuentra espacialmente Todos los serpentiformes se presentan con muy alta vinculado y asociado al camino inka que corre al pie visibilidad, tanto por su tamaño como por su localiza- del mismo (Raffino 1981; Raffino et al. 1993). ción en el soporte y las formas de representación de En la realización de los grabados se observa una los serpentiformes son, en su mayoría, semejantes. Esta utilización más intensa de determinadas rocas, las que similitud permite sostener la existencia de un patrón se encuentran próximas entre sí y se ubican en luga- representativo común; sin embargo, la presencia de res más bajos que las construcciones del sitio Campo superposiciones entre algunas de ellas sugiere distintos Morado y más cercanos al camino inka. A su vez, la momentos de ejecución, incluso dentro de un rango localización de este conjunto de rocas con grabados temporal acotado. no sólo está en asociación directa con el camino –que pasa por entre medio de éste–, sino también con los actuales canales de riego. De las 17 rocas relevadas, la roca número 16 es un caso particular por su ubicación y por los motivos que presenta. Se encuentra espacialmente separada del resto, sobre una explanada situada en la margen derecha de un escurrimiento que divide al conjunto. Los grabados que presenta son mayormente cúpulas, las que suman 43 y están asociadas a dos serpentiformes. La ubicación del soporte, su forma aplanada y los elementos graba- dos que contiene –que parecen haber sido ejecutados en un evento único formando una gran composición–, sugieren que esta roca podría haber cumplido una Figura 4. Roca 16 de Campo Morado con cúpulas y serpentiformes. Figure 4. Rock 16 of Campo Morado, with cupolas and serpent- función específica (fig. 4). like motifs. Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 17

puede haber sido un camino previo reutilizado por los inkas. La presencia de dos elementos cruciformes, que por su técnica y pátina se diferencian de los demás, denota eventos un poco posteriores de ejecución. Sobre las posibles asociaciones entre este conjun- to de grabados y los demás vestigios arqueológicos circundantes, al momento del relevamiento se estimó que, dadas su asignación cronológica y su ubicación, es altamente probable que éstos hayan estado vincula- dos de alguna manera con el asentamiento de Campo Morado en determinados momentos de su desarrollo 6 Figura 5. Otras representaciones serpentiformes de Campo (Hernández Llosas et al. 2001). Se observó, a su vez, Morado. que en el área con recintos del asentamiento, donde Figure 5. Other serpent-like motifs at Campo Morado. hay afloramientos, no se encontraron grabados, de manera que la vinculación funcional de los grabados De todo el conjunto, los serpentiformes son los rupestres con el poblado conglomerado de Campo motivos más visibles y los que caracterizan al sitio. Si Morado parece más bien corresponder a un área es- a esto sumamos las 43 cúpulas que están ubicadas en pacialmente asociada, pero con funciones diferentes la roca 16, podemos notar la importancia de estas dos y/o específicas. clases de representaciones en este sitio. Con respecto a la cronología relativa de este Otros sitios con serpentiformes en Humahuaca conjunto de grabados, al momento del relevamiento se estimó una ubicación bien tardía en la secuencia De acuerdo con la literatura arqueológica, hasta el regional, no mayor a 500 o 600 años antes del pre- presente se conocen en la Quebrada de Humahuaca sente (Hernández Llosas et al. 2001). Esta estimación otros tres sitios con grabados rupestres que contienen se basó fundamentalmente en la observación de la representaciones de serpentiformes: Sapagua, Cerro inestabilidad geológica de la geoforma en la que están Negro y Ucumazo (véase Cuadro 1). Ninguno de emplazados, la cual está expuesta a transformaciones estos sitios cuenta con un relevamiento completo y la periódicas como consecuencia de los intensos procesos información que brindan las publicaciones es escasa de remoción en masa. De hecho, se observan en la y fragmentaria. A continuación se presentan los datos actualidad líneas de escurrimiento activas atravesando extraídos de dichas fuentes bibliográficas, aun teniendo el sector con rocas grabadas. Esta situación muestra el en cuenta que hay omisión de información relevante alto grado de inestabilidad local en el largo plazo, por para discutir el tema aquí planteado. lo tanto, la permanencia en el tiempo de los bloques Sapagua (Fernández Distel 1974) es una enorme tal como se observan en la actualidad sugiere un rango roca ubicada en un fondo de cuenca de una impor- temporal relativamente reciente. tante quebrada tributaria de la quebrada principal También las características representativas de los que presenta casi toda la superficie grabada con grabados, que son muy diferentes a los adscritos en diferentes motivos. Por sus características representa- los momentos más tempranos de la secuencia regio- tivas, morfología, técnicas y algunas superposiciones nal (tanto en la temática representada como en las observadas, estos motivos parecen corresponder a, formas de la representación, en las técnicas usadas, por lo menos, tres episodios de ejecución: uno in- en el emplazamiento y características de los sitios), mediatamente preinka, denotado por la presencia de sugieren una cronología tardía. Además, se debe camélidos a veces asociados a algunos antropomorfos tener en cuenta que las representaciones de motivos considerados tardíos en la secuencia del área; otro figurativos de serpientes así como serpentiformes correspondiente a la presencia inka (véase infra), alcanzan gran intensidad en el Noroeste Argentino entre cuyos motivos se enfatiza la presencia de varias en la iconografía cerámica y metalurgia santamariana representaciones de serpentiformes (fig. 6); y un epi- (Rex González 1977). sodio final correspondiente a las guerras de rebelión Finalmente se consideró que la estrecha asociación (véase infra). Este sitio está también relacionado con de los grabados con el camino inka permite suponer el camino inka, pero en este caso se encuentra a unos alguna relación entre ambos, sin descartar que éste 100 metros a su vera. 18 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

(aun con la salvedad mencionada para Cerro Negro), d) están en relación directa con el curso del río (excepto Cerro Negro), e) se asocian al camino inka, siendo Campo Morado y Sapagua los que se relacionan más directamente con él (no hay datos para Ucumazo). A su vez estos sitios se diferencian de otros sitios con arte rupestre del área en cuanto a su distribución espacial, que en este caso muestra una preferencia por lugares más bajos con respecto a los escalones altitu- dinales mencionados, vinculados más directamente con los fondos de valle y el agua. En cambio, muchos de los otros sitios con arte rupestre conocidos hasta Figura 6. Serpentiforme central de Sapagua y vista de hachuelas ahora se ubican en “quebradas altas” y fueron reali- ancoriformes. zados en aleros o cuevas, dentro del reparo rocoso y Figure 6. Central serpent-like motif at Sapagua and view of an- chor-shaped hatchets. corresponden principalmente a pinturas (al respecto, véanse observaciones cronológicas en Hernández Llosas et al. 2001). Cerro Negro (Fernández Distel 1969) es un sitio En lo que atañe a la evidencia que presentan estos ubicado en la cumbre de un cerro de baja altura, el cual sitios en cuanto posibles indicadores de la apropiación se localiza en el centro de la Quebrada de Humahuaca, simbólica del espacio productivo por parte del Imperio a espaldas de la ciudad actual del mismo nombre, en el Inka, puede decirse que los cuatro sitios descritos pre- corazón de la quebrada principal. Los grabados fueron sentan una localización particular en relación con los realizados en un conjunto de rocas sueltas agrupadas, fondos de quebrada, terrenos agrícolas productivos, el de mediano tamaño, situadas en el sector más alto del agua y los canales de irrigación. Éste parece ser también cerro, que se presenta aplanado. Los diseños grabados el caso de Cerro Negro, incluso teniendo en cuenta las también corresponden a distintos episodios de ejecución particularidades mencionadas, ya que este cerro está semejantes a los especificados para Sapagua. Entre ellos localizado justo enfrente del cono de deyección de se observan serpentiformes con cabeza triangular, similar Coctaca, uno de los sitios agrícolas inkaicos más im- a uno de los ejemplares relevado en Campo Morado. portantes del Noroeste Argentino (Raffino 1981). Por lo El hecho de que este sitio esté ubicado en la cumbre tanto, la presencia de serpentiformes grabados realizados del Cerro Negro le otorga características particulares en sobre rocas a cielo abierto y su asociación, en el caso cuanto a la selección del lugar para realizar los grabados, de Campo Morado, con cúpulas, resulta una evidencia sobre todo teniendo en cuenta que dicho cerro está en medio de la quebrada troncal. A su vez, la vinculación interesante a ser discutida a la luz de las propuestas de los grabados con el camino inka también es diferen- de Meddens (2002) con respecto a sus hallazgos en el 7 te ya que el mismo corre por la base del mencionado valle de Chicha y comentadas más arriba. cerro, estando muy cerca en distancia horizontal pero Estas evidencias y las observaciones hechas a partir segregados en distancia vertical. de ellas pueden tomarse como la punta del ovillo que Ucumazo (Pelissero 1968) es un sitio con grabados permita, en principio, guiar futuras investigaciones en rupestres ubicado en el tramo medio de la quebrada de el campo en busca de recurrencias de hallazgos se- Calete, una de las principales tributarias de Humahuaca mejantes, con el objetivo de ampliar la base empírica y la más extensa que nace en el flanco oriental. Los para discutir las propuestas que Meddens hace para el grabados están realizados en un “angosto” en el mismo valle de Chicha a una escala espacial mayor a través 8 fondo de cuenca y se caracterizan por la presencia de del Imperio. Luego se podrá discutir con mayor sus- diferentes motivos serpentiformes, entre otros. No hay tento la posibilidad de que estos tipos de marcas en el detalles específicos relacionados con el camino inka. paisaje puedan estar vinculados con registros para la administración y organización del espacio productivo 3. Evaluación durante la dominación inka. Finalmente, y a la luz de nuevas evidencias, en el futuro se podrá analizar el En cuanto a las similitudes que presentan estos sitios papel que tuvo la producción de este tipo de marcas con grabados puede decirse que: a) se trata de sitios a en el paisaje dentro de las estrategias del Imperio, en cielo abierto y en bloques, b) la técnica de ejecución es este caso relativo a la apropiación simbólica del espacio el grabado, c) están ubicados en “fondos de quebrada” productivo del territorio Humahuaca. Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 19

Transformación del territorio en paisaje sagrado inka

1. Wakas y paisaje sagrado inka en Humahuaca

Hasta el presente hay pocos registros de excavación referidos a la ritualidad inka en Humahuaca, debido a los objetivos con los que se ha llevado a cabo la investigación (rasgos arquitectónicos, caminos, etc. véase supra). Por la misma razón, los sitios con com- ponentes inkas conocidos en la literatura arqueológica se ubican fundamentalmente en los fondos de quebra- da y corresponden básicamente a elementos hallados Figura 8. Base de la Estructura A. dentro de poblados más antiguos o a construcciones Figure 8. Base of Structure A. realizadas durante la ocupación inkaica (Raffino et al. 1993; Nielsen 1997). En este sentido, el Proyecto Arqueológico Pintoscayoc (Hernández Llosas 1998, 2000) brindó información original y novedosa, ya que proveyó un detallado registro obtenido en la excavación de un componente inka dentro de la extensa secuencia de excavación del sitio Pintoscayoc 1 (fig. 7), correspondiente a un alero ubicado en “quebradas altas” de Humahuaca. El componente inka proviene de un conjunto de estructuras asociadas entre sí y de objetos específicos cuya función, claramente, no fue doméstica (Hernández Llosas 2002).9 Estas estructuras son las siguientes: • Estructura A. Se trata de una estructura de cavado ubicada contra la pared interna del alero, de forma semicircular de 1,30 m de largo, 2 m de ancho y 1,80 m de profundidad, delimitada por la pared del alero y completada por una línea de pirca con grandes piedras acondicionadas y unidas con argamasa (fig. 8). En el fondo fue depositado un paquete compactado de 25 cm de alto por 50 cm de diámetro compuesto por un bloque de sedimento que incluía diversos objetos (fig. 9): a) restos humanos desarticulados

Figura 9. Paquete hallado dentro de la Estructura A. Figure 9. Sediment block found in Structure A.

consistentes en tres fragmentos de calotas craneanas con la concavidad hacia arriba, varios fragmentos de huesos largos y dientes; b) un fragmento textil de lana de vicuña; c) cinco tupus de metal, tres de ellos de cobre (fig. 10) dentro de los pliegues del Figura 7. Alero Pintoscayoc 1. textil, uno de plata sobre el textil y el quinto, con Figure 7. Pintoscayoc 1 rock shelter. forma de tumi (fig. 11), clavado en un fragmento 20 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

La tapa superior formaba parte de una estructura de lajas que se describen a continuación: • Estructura de lajas. Ubicada en los niveles superio- res, cubría toda la parte central del piso del alero y estaba formada por un pavimento de lajas unidas con argamasa, a la cual se asociaba un fogón plano extendido. Sobre y dentro de éstas se hallaron frag- mentos cerámicos y restos de arqueofauna. • Estructura D. Ubicada sobre la línea de goteo del alero, más cerca del talud, fue hallada otra estructura de cavado de tamaño mucho menor (ca. 35 cm de profundidad por 35 cm de diámetro). Al excavarse sólo se hallaron rocas medianas y pequeñas de forma redondeada, mezcladas con restos óseos

0 2 cm faunísticos. El conjunto formado por estas estructuras puede interpretarse como un contexto de ofrenda inkaico a Figura 10. Tupus de cobre hallados dentro de la Estructura A. partir de la presencia de diversas características que son Figure 10. Copper tupu brooches found in Structure A. concurrentes en distintos tipos de correlato material de eventos rituales de esa procedencia. En efecto, Farrington y Raffino (2004) analizan diversas características que aparecen en los ushnus de distintos sitios a lo largo del Imperio, mencionando la presencia de pavimentos de lajas bajo los cuales hay grandes fosas con ofrendas es- pecíficas, las que incluyen restos óseos humanos ytupus de metal, entre otros objetos. Así los objetos depositados dentro de la Estructura A, tanto los fragmentos de restos óseos humanos como los tupus y el fragmento textil, serían compatibles con lo observado en otros contextos inkaicos. Además, Farrington (comunicación personal) agrega la observación, en determinados casos, de la asociación de este tipo de artefactos con sedimentos compactados de colores alternados blanco y negro, como es el caso aquí estudiado. A su vez, estos autores mencionan que al evento de construcción de estos ushnus muchas veces está asociada la ofrenda de comida conocida como “Pachamanca”, la cual consiste en la realización de un hoyo en la tierra al que se le colocan piedras calientes para cocinar distintos tipos de alimentos, fundamentalmente trozos de carne 0 2 cm de llama, cuyes, marlos de maíz, habas, etc., que son entregados como ofrendas (Farrington & Raffino 2004).

Figura 11. Tupus de plata hallados dentro de la Estructura A. En este sentido la Estructura D es compatible con el Figure 11. Silver tupu brooches found in Structure A. correlato material esperable de una Pachamanca. Finalmente, los fragmentos de cerámica hallados en de hueso largo; d) dos husos de hilar de madera de vinculación con el pavimento de lajas también podrían Queñoa. El conjunto se halla todo interestratificado estar relacionados con sucesivos eventos de ofrenda, con una sustancia orgánica color negro y otra de color de alimentos sólidos y líquidos. Esta observación se blanco que aparecían alternadamente. El fragmento apoya en el análisis de sus características técnicas –las textil fue fechado por ams en 450 + 50 (cams-41069, cuales son comparables con piezas halladas durante calibrado 467 AP, 1483 DC). Esta estructura poseía la ocupación inka–, así como en los tipos de formas dos tapas realizadas con una doble hilera de lajas. encontradas, correspondientes a restos de ollas subglo- Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 21 bulares medianas, varios pucos y un jarro. De ser cierta esta interpretación, estos eventos habrían ocurrido con posterioridad a la construcción de la Estructura A, como una continuación de la significación y del uso de este lugar como un lugar sagrado o waka. Es importante mencionar aquí la presencia en el techo del alero, exactamente por encima de la Estructura A, de motivos rupestres definidos como “circunferencias”, de color blanco, con alta visibilidad (véase infra) y que pueden haber estado asociadas al contexto descrito. Todo este contexto ha sido interpretado como parte de una waka inka (Hernández Llosas 2002) y, además, han sido evaluadas algunas características sobresalientes Figura 12. Vista del paisaje de Pintoscayoc. del paisaje circundante, no sólo en cuanto a los factores Figure 12. View of Pintoscayoc landscape. de selección del lugar para realizar el evento de ofrenda, sino también como parte importante y seguramente de parición y cría. Estas características coinciden con integrante de la waka como un todo. algunos rasgos considerados sagrados en la cosmolo- Estas interpretaciones se realizaron teniendo en gía inka (Farrington 2002 y comunicación personal; cuenta los trabajos de Ian Farrington, quien está estu- Farrington & Farfán Delgado Ms.). diando específicamente la visibilidad arqueológica de Si la interpretación de este contexto de Pintoscayoc las diversas formas de ritualidad inka. El autor enumera como waka inka es correcta, entonces la percepción algunos elementos básicos que aparecen en la cosmo- del paisaje de Pintoscayoc desde la cosmología inkaica logía inka y se manifiestan en lugares seleccionados y su transformación en paisaje sacralizado a partir de recurrentemente en relación a eventos rituales, tales la construcción de las estructuras de ofrenda estarían como a) vertientes y manantiales; b) cuevas, aleros u relacionadas con la estrategia de apropiación simbólica oquedades rocosas (en vinculación con los ancestros); del espacio Humahuaca por parte del Imperio. c) lugares relacionados con los pumas –animales muy importantes dentro de esta cosmología– tales como 2. Motivos rupestres, demarcación simbólica guaridas, sectores de parición y cría, etc.; y d) aparición y ritualidad inka en Humahuaca en lugares naturales con alta visibilidad de determi- nados colores (como el rojo, el amarillo y el blanco), Además de los contextos de excavación descritos, se que se presentan en afloramientos rocosos con formas evalúa a continuación la presencia de dos tipos de motivos específicas (alargadas o redondeadas, por ejemplo) rupestres (circunferencias y hachuelas ancoriformes) y que son considerados piedras sagradas (Farrington que por sus características, su recurrencia de aparición 2002 y comunicación personal; Farrington & Farfán en determinados lugares y su ubicación –generalmente Delgado Ms.). superpuestos a los demás motivos que aparecen en En relación con esto puede decirse que el paisaje los distintos sitios– podrían haber estado relacionados de Pintoscayoc se diferencia de sus alrededores por también con la estrategia de apropiación simbólica del presentar un gran afloramiento rocoso, disectado por el espacio durante la ocupación inka (véase Cuadro 1). arroyo de la quebrada, quedando en ambas márgenes dos grandes afloramientos (fig. 12) con características Circunferencias diferentes: el de la margen izquierda presenta formas alargadas y oquedades, de las cuales el Alero Pintoscayoc Como se dijo, en Pintoscayoc 1 se observó una clara 1 es más grande, mientras que el de la margen derecha relación entre las circunferencias blancas y el contexto presenta formas redondeadas y piedras de derrumbe. descrito más arriba. Esta asociación se fundamenta no En ambos casos los colores blanco, amarillo y rojo de sólo en la distribución de estos motivos en la topografía los afloramientos contrastan con los colores pálidos del alero (fig. 13), sino también porque se superponen y las formas del paisaje circundante. Exactamente en a todos los demás motivos y a una gruesa película de el medio de ambos, en el cauce seco de la quebrada, manganeso de color negro, la cual, a su vez, tapa moti- hay una vertiente permanente. Estos afloramientos son vos previos. Estas observaciones de la estratigrafía entre usados en la actualidad por camadas de pumas que motivos y formación del soporte avalan una adscripción buscan refugio allí para hacer sus guaridas en tiempos cronológica bien tardía para su realización. 22 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

realizadas en varias visitas– que no se han visto motivos superpuestos a las circunferencias.

Hachuela ancoriforme

El motivo denominado hachuela ancoriforme ha sido descrito en la literatura arqueológica del área como posiblemente asociado al momento de dominación inka (véase Fernández Distel 1969), pero el tema no ha sido hasta ahora analizado en profundidad. Este motivo aparece pintado en Inca Cueva 1 (fig. 14a y detalle en 14b) y Coctaca, y aparece grabado en Sapagua (fig. 6) Figura 13. Circunferencias del Alero Pintoscayoc 1. y Ucumazo. Figure 13. Ring motifs at Pintoscayoc 1 rock shelter. En este trabajo, este motivo se considera relevante al tema en estudio. Esto se debe a que, por una parte, Algo semejante, en cuanto a adscripción cronoló- la posición de este motivo en la estratigrafía interna de gica relativa, sucede en Inca Cueva 1 donde aparecen cada uno de esos sitios lo coloca en los momentos más circunferencias blancas de gran tamaño por encima de tardíos de la producción rupestre local y, por otra parte, todos los demás motivos considerados más tempranos los cuatro sitios mencionados están vinculados espa- (véase Aschero 1979). En este sitio las circunferencias cialmente con otra evidencia arqueológica claramente también tienen gran visibilidad (fig. 14a). relacionada con la presencia inka, ya sea el camino, En Coctaca, donde se encuentran varios sitios con como es el caso de Inca Cueva 1 y de Sapagua, o las pinturas rupestres, fue localizado en las nacientes del extensas construcciones para cultivo como ocurre en cono de deyección un sitio con gran concentración de Coctaca (Raffino 1981). motivos, muy cerca del nivel de base actual (Ruiz Gadda Otra observación importante en este análisis es que & Casas 1982; Hernández Llosas, observación personal, las hachuelas ancoriformes han sido realizadas con 1990). Aquí también hay circunferencias blancas y se técnicas, tamaños, proporciones y colores (en el caso presentan superpuestas a los demás motivos y con alta de las pinturas) muy semejantes a las circunferencias visibilidad. y, además, su ubicación dentro de los sitios también es En Sapagua aparecen circunferencias grabadas, semejante a la de ellas, fundamentalmente con respecto con las mismas características formales, de tamaño y a su alta visibilidad. proporciones que las descritas para los otros sitios, con la única diferencia de que en este caso la técnica de 3. Evaluación producción es el grabado y no la pintura. Si bien no se cuenta con un relevamiento completo de este sitio, Las marcas en el paisaje pueden ser interpretadas como puede decirse –en base a observaciones personales una de las manifestaciones más visibles de la territorialidad

Figura 14a. Circunferencias y hachuelas ancoriformes en Inca Cueva 1. Figura 14b. Detalle de hachuelas ancoriformes en Inca Figure 14a. Ring motifs and anchor-shaped hatchets in Inca Cueva 1. Cueva 1. Figure 14b. Detail of anchor-shaped hatchets in Inca Cueva 1. Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 23 de un grupo humano, realizadas como parte de una puede decirse que, como elemento de diseño, están estrategia más general para la apropiación de nuevos presentes en textiles y cerámica inka; en este sentido es espacios conquistados. Si, además, estas marcas están interesante hacer notar la presencia de circunferencias vinculadas con actividad ritual, el proceso implícito en en la vestimenta de un antropomorfo hallado en Chile esos procedimientos es la “sacralización del paisaje”, en (Berenguer 2004: 484, fig. 9.27). este caso en función de la cosmología del grupo domi- Tanto el contexto de ofrenda de Pintoscayoc 1 como nante que está intentando “apropiarse culturalmente” la presencia de estos dos tipos de motivos pueden haber de estos nuevos dominios. En este sentido el resultado sido realizados durante el momento de “apropiación” buscado por esta estrategia es transformarlo en “paisaje del territorio por parte de los inkas, pero también conquistado” (véase infra). pueden haber seguido siendo funcionales y utilizados La evidencia evaluada más arriba es muy sugerente en los momentos siguientes. De esto tratan los acápites en este sentido y abre la posibilidad de plantear líneas que siguen. de investigación que intenten buscar nueva evidencia, tanto en determinados rasgos del paisaje (como en el caso descrito para Pintoscayoc) como en motivos ESPAÑOLES EN HUMAHUACA rupestres específicos. En efecto, sitios como Inca Cueva 1 y Sapagua que Segundo episodio: entrada de los están en vinculación directa con el camino inka (relevado conquistadores españoles (ca. 1535 DC) como tal); Coctaca y Ucumazo que están vinculados no sólo con vías de circulación asociadas al camino inka La invasión y conquista española del territorio Humahuaca principal, sino también con infraestructura agrícola es parte de un proceso histórico mayor que estaba de gran importancia en la región (véase Raffino et al. ocurriendo por entonces en el Viejo Mundo y que por 1993); y Pintoscayoc 1, que está también asociado a primera vez alcanzaba una escala global. El resultado una senda que une dos sitios inkaicos puros (Pukara de de ese proceso fue el contacto de dos realidades abso- Tres Cruces, en las nacientes del Río Grande, y Pukara lutamente diferentes y la dominación política directa Morado en la quebrada de La Cueva, Hernández Llosas por parte de una sociedad con tecnología mucho más 2002), sugieren que es una línea de investigación que desarrollada sobre otra, indefensa ante la misma. merece ser profundizada. La entrada de los conquistadores españoles a la No hace falta recordar aquí la importancia del camino Quebrada de Humahuaca ocurre desde el Perú, faci- inka y su reconocimiento como tal por numerosos litada por la red vial inkaica (Raffino et al. 2001: 513). autores, pero sí es interesante mencionar una reciente Esta situación, que puede ser definida como el “primer propuesta acerca del camino inka a manera de gran Contacto” entre dos mundos, ha sido poco estudiada geoglifo (Berenguer 2005). Este planteamiento es muy por la arqueología. En general, ha sido tratada de interesante en cuanto a la consideración del camino como manera separada del tema inkaico, englobando a todo un “marcador espacial” primordial en la territorialidad el mundo aborigen prehispánico en una sola entidad simbólica de los inkas, tal como lo sugiere el autor. a la que los españoles se enfrentaron y conquistaron, Desde esa perspectiva, la presencia de determinados quedando el estudio de estos episodios más bien en el motivos rupestres y sitios que pueden estar vinculados campo disciplinario de la etnohistoria y de la historia con actividad ritual y ofrendas reforzaría la idea de que que en el de la arqueología. se trata de actividades integradas dirigidas a reafirmar ¿Cómo fueron vistos estos españoles de las primeras la apropiación simbólica del paisaje. entradas por los aborígenes locales? ¿Qué evidencias, La presencia del contexto de ofrenda en Pintoscayoc además de las crónicas españolas, se poseen de estos 1 y su vinculación con determinados rituales inkaicos eventos? asociados al culto a las wakas ha sido evaluada en La aparición de motivos rupestres conmemorativos un trabajo anterior (Hernández Llosas 2002). Para los de esta situación puede ser estudiada aquí con esta pers- motivos rupestres aquí descritos aún no se cuenta con pectiva (véase Hernández Llosas 2001). Efectivamente, una evaluación detallada. No obstante, puede decirse siete sitios de la Quebrada de Humahuaca presentan que el denominado hachuela ancoriforme presenta motivos con jinetes. En Pintoscayoc 1 hay una escena una gran similitud formal con los tumis y éstos, así pintada en negro con motivos representados de perfil como los tupus, aparecen en diferentes contextos aso- con jinetes y figuras antropomorfas a pie, atados por ciados a ofrendas y actividades rituales inkaicas. Las los cuellos, que fueron interpretados como “marcha circunferencias, por su parte, no tienen un correlato de prisioneros” (fig. 15) (véase Hernández Llosas & que las vincule con un objeto en particular, pero sí Podestá 1982). En cuatro sitios más de la Quebrada de 24 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

impacto de la invasión pudo provocar en la sociedad aborigen no han sido aún contestadas y, en general, ni siquiera planteadas para llevar a cabo investigaciones más específicas. En este caso también el Proyecto Arqueológico Pintoscayoc (Hernández Llosas 1998, 2000) aportó información original y novedosa, porque brindó un contexto de excavación correspondiente a estos mo- mentos en el sitio Pintoscayoc 3 y, a su vez, también registró en Pintoscayoc 1 pinturas rupestres que retratan las guerras contra el invasor. Ambos tipos de evidencia se resumen a continuación. Figura 15. Jinetes y “marcha de prisioneros” del Alero Pintoscayoc 1. Figure 15. Riders and “prisoner march” at Pintoscayoc 1 rock 1. Contextos de excavación shelter. El sitio Pintoscayoc 3 corresponde a un contexto funerario, construido dentro de una enorme roca desprendida del Humahuaca aparecen escenas semejantes, con jinetes afloramiento de la margen derecha, en cuya oquedad y otros motivos asociados, también pintados en negro. interior fue levantado un muro perimetral con técnicas Estos sitios son: Inca Cueva 1 (Aschero 1979), el Alero de inkaicas (piedra canteada, unida por argamasa, de muy los Molinos (Fernández 1972-1973), Huachichocana CH buena factura), a la que se accede por una pequeña IV (Fernández Distel 1976-1980) y Cerro Pircado (Lafón abertura natural que también fue enmarcada por rocas 1969). Por su parte, en Sapagua y en Cerro Negro hay planas a la manera de dinteles y parcialmente tapada por jinetes grabados con la particularidad de ser motivos una laja. Dentro de esta construcción se hallaron depo- “reciclados” de camélidos a los que se agregaron partes sitados los restos humanos de un individuo masculino, para diseñar el nuevo motivo (un trazo sobre el lomo adulto-juvenil, entre 21 y 25 años. Su cráneo presentaba del animal figurando al jinete y algunos atributos del deformación tabular erecta leve y el esqueleto estaba caballo tales como morro y cola, con una pátina más completo, aunque no en posición anatómica debido a clara y un tipo de grabado más fino) (Fernández Distel procesos tafonómicos postdepositacionales. Como ajuar 1969, 1974; Aschero 1988, 1999). fueron halladas cuatro puntas de proyectil de hueso Todas estas imágenes de jinetes, formando escenas (figs. 16a y 16b) y mineral de cobre pulverizado. El de distinto tipo según los sitios, pueden haber estado fechado radiocarbónico obtenido para este contexto dentro de las primeras representaciones de la impresión sobre el hueso humano fue de 370 + 50 AP (cams-44908; causada por los encuentros iniciales con los invasores calibrada 309 AP, 1641 DC). Este fechado corresponde españoles.10 al momento límite entre el final del mundo aborigen y los inicios de la era colonial. Las características del contexto fúnebre de Pintoscayoc DEFENSA ABORIGEN DEL 3 y los objetos allí depositados muestran cambios sus- TERRITORIO HUMAHUACA tanciales con respecto a los contextos fúnebres previos, incluidos los vinculados con la ocupación inka. Los Tercer episodio: guerras de resistencia y objetos depositados como ajuar, tales como las puntas rebelión aborigen (ca. 1535-1580 DC) de hueso, indican cambios en la manufactura de un ar- tefacto tradicionalmente hecho en piedra (generalmente La llegada de los invasores españoles provocó enseguida obsidiana, de forma y tamaño diferente) confeccionado una reacción en la población local, pero, como se dijo, en este caso con un material alternativo de fácil obten- la investigación –tanto arqueológica como histórica– ha ción (huesos largos de camélido).11 brindado, hasta ahora, muy poca luz sobre estos acon- En un trabajo anterior (Hernández Llosas 1991) se tecimientos. Preguntas relativas a los mecanismos de planteó un modelo que pudiera dar cuenta del episodio resistencia implementados y a sus manifestaciones ar- referido a las guerras de rebelión. Como se señalaba queológicas, a la resolución temporal en que ocurrieron allí, al momento del ingreso de los españoles y durante estos episodios, a las consecuencias y reestructuraciones su ofensiva de conquista muchos cambios se habrían a nivel económico, social, ideológico y político que el producido simultáneamente. Uno de ellos sería la Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 25

0 2 cm 0 2 cm

Figuras 16a y 16b. Anverso y reverso de punta de hueso, parte del ajuar del entierro de Pintoscayoc 3. Figures 16a and 16b. Front and back-side of bone arrow point, part of the funerary furnishings at Pintoscayoc 3. ruptura de las vías tradicionales de movilidad, lo que 2. Motivos rupestres habría generado la desarticulación de las cadenas de producción de artefactos y la interrupción de las redes Escenas de lucha con jinetes de intercambio. Como consecuencia, ciertos elementos que antes circulaban fluidamente habrían dejado de ha- La idea de la asociación del contexto de Pintoscayoc 3 cerlo, mientras se implementaba la producción de nuevos específicamente con las guerras de rebelión se refuerza bienes específicos (tales como armas para la resistencia) por la presencia de pinturas rupestres que “retratan” y comenzaban a circular nuevos objetos aportados por justamente estos episodios (véase Cuadro 1). En efecto, los invasores (artefactos y bienes de consumo). en Pintoscayoc 1 está representada una escena de lucha entre un aborigen a pie y un español a caballo. En este sentido, y a partir de la evidencia apor- Es de hacer notar que la representación del aborigen tada por Pintoscayoc 3, se plantearon las siguientes es de tamaño mayor a la del jinete y lo enfrenta con preguntas (Hernández Llosas 1998, 2000): ¿podrían arco y flecha (fig. 17). La técnica de la representación las puntas de proyectil confeccionadas en hueso ser la es pintura lineal combinada con pintura plana y el respuesta a esta situación, tanto con respecto al uso de color es blanco. otra materia prima de fácil acceso como en cuanto a su Otro sitio del área muestra una escena idéntica, mejor nuevo tamaño y forma, tal vez adecuado para enfrentar conservada y con mucho impacto visual, realizada con armamentos de un enemigo totalmente diferente a lo técnica de grabado (fig. 18) en el sitio Sapagua (Fernández anterior? A su vez, la ocurrencia de puntas semejantes Distel 1974). Estos son los dos únicos casos conocidos en otros contextos de la época (Vázquez 2004) vuelve hasta el presente en el área. Sin embargo, la asociación a sugerir esta pregunta: ¿estaban estas puntas asociadas con otros motivos rupestres, tanto en estos dos sitios a las guerras de rebelión? mencionados como en otros, permite abrir algunas 26 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

Figura 17. Escena de lucha en Pintoscayoc 1. Figure 17. Fight scene in Pintoscayoc 1.

Figura 18. Escena de lucha en Sapagua. Figure 18. Fight scene in Sapagua. Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 27 hipótesis con respecto a qué otros motivos podrían estar representaciones de soldados inkas, formando parte, vinculados, también, con este tercer evento. en el caso de Pintoscayoc 1, de la misma escena de batalla.12 Estas observaciones llevan a considerar in- ¿Antropomorfos como figuraciones de soldados inkas? terrogantes acerca del papel que jugaron los distintos actores en las guerras de rebelión: los españoles, que En Pintoscayoc 1 la escena de lucha entre el aborigen y llegaron por el camino inka, ¿habrían sido enfrentados el jinete forma un conjunto con otros dos antropomor- también por la infraestructura militar estatal destacada fos representados de frente, cuyas cabezas tienen un en territorio Humahuaca? casco o tocado representado por un trazo semicircular La información con que se cuenta hasta el presente y sus cuerpos están constituidos por cuatro cuadrados sobre estos temas es tan escasa que resulta imposible distribuidos en forma de damero, usando parte de la contestar ahora estas interrogantes y hasta resulta roca como fondo-figura. Ambos portan una lanza en dificultoso plantear hipótesis que guíen la búsqueda una de sus manos. También son de color blanco y por de nueva evidencia en este sentido. Sin embargo, tal su localización, color y conservación parecen formar limitación no impide plantear este tipo de cuestiones, parte de la misma escena (fig. 19). ya que ellas pueden ir abriendo una plataforma de En Inca Cueva 1 hay representaciones idénticas a discusión futura. éstas, con antropomorfos en damero (fig. 20) que fueron consideradas muy tardías en la secuencia del sitio, in- 3. Evaluación cluso post Contacto (véase Aschero 1979). En un trabajo anterior, a partir de la comparación Además de las escenas de lucha descritas, tanto de estas figuras con antropomorfos representados en Pintoscayoc 1 como Sapagua tienen representadas la iconografía cerámica inka –con características muy circunferencias. Sapagua, a su vez, contiene hachue- semejantes a las descritas (Hernández Llosas 2002)– se las ancoriformes. Por su parte, Inca Cueva 1 presenta planteó la posibilidad de que pudieran corresponder a antropomorfos en damero, circunferencias y hachuelas

Figura 19. Conjunto de antropomorfos en damero con escena de lucha en Pintoscayoc 1. Figure 19. Collection of anthropomorphs arranged in checkerboard fashion with a fight scene at Pintoscayoc 1. 28 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

Figura 20. Antropomorfos en damero de Inca Cueva 1. Figure 20. Anthropomorphs arranged in checkerboard fashion at Inca Cueva 1. ancoriformes, todos ellos en color blanco, con técnicas papel jugó la organización inka previamente existente en de realización y estado de conservación semejantes. Humahuaca durante las guerras de rebelión? ¿Quiénes En Coctaca aparecen circunferencias y hachuelas la encabezaron? ¿Los curacas locales, reconocidos por ancoriformes representadas en blanco y con técnicas los inkas, los jefes militares inkas o ambos? de realización muy parecidas a las descritas para los otros sitios. Estos motivos, de algún modo, parecen estar asociados VICTORIA ESPAÑOLA Y APROPIACIÓN entre sí y su aparición en uno u otro sitio podría estar DEL TERRITORIO HUMAHUACA relacionada, por una parte, con la pequeña diferencia cronológica entre el primer y el tercer episodio anali- Cuarto episodio (ca. 1580-1650 DC): victoria zados aquí, y, por otra, con las funciones específicas española final que llevó a la anexión de estos sitios. política y económica de la región En este sentido las hachuelas ancoriformes y las circunferencias pueden haber sido motivos utilizados Es muy poca la información con que se cuenta sobre antes de las guerras de rebelión y “reutilizados” durante el proceso histórico ocurrido y los mecanismos utili- las mismas. Si los antropomorfos en damero correspon- zados por los españoles para conquistar el territorio den a la figuración de soldados inkas, también pueden Humahuaca y asegurar la victoria final, instaurando el haber sido plasmados durante su dominio, pero pueden régimen colonial en la zona. haber sido representados nuevamente en relación con Sin embargo, hay materiales disponibles para mo- las escenas de la guerra de rebelión.13 mentos posteriores (siglo xviii) acerca de las estrategias Este tema abre nuevamente una de las interrogantes utilizadas por los españoles para penetrar y conquistar planteadas al principio: ¿cuáles fueron los mecanismos de sectores que hasta entonces habían permanecido insufi- resistencia implementados y cómo se manifiestan éstos cientemente controlados dentro de sus vastos dominios arqueológicamente? A esta pregunta se agregarían: ¿qué americanos, como es el caso del Chaco. La documen- Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 29 tación se refiere a testimonios escritos y visuales de para los futuros viandantes, marca del hombre sobre un espacio las expediciones comandadas por Gerónimo Matorras, virgen, la inscripción debía ser suficientemente duradera. El texto de las inscripciones contenía con variantes algunos de gobernador del Tucumán en 1774, y por Francisco Gavino estos datos: fecha completa o año, nombre del comandante Arias en 1780, analizados por Penhos (2004a y 2004b) y de miembros importantes de la expedición, motivo de su en un interesante trabajo (véase también Jáuregui & presencia allí. Una o varias cruces grabadas sobre la madera acompañaban el texto y señalaban la importancia del aspecto Penhos 2000). religioso, desplegado además por medio de otros recursos Esta autora parte de la consideración de que la (Penhos 2004a: 4; énfasis nuestros). estrategia de apropiación militar del territorio estaba sostenida, en este caso, básicamente por una apropia- Agrega que “[…] los jesuitas parecen haber utilizado ción simbólica del espacio, como ella lo define, a partir cruces de madera como hitos del camino, tejiendo una de la “necesidad de aprehender el territorio chaqueño red visual que facilitaba la identificación de sendas entre en clave cristiana” y, en particular, las expediciones de diferentes reducciones y posibilitaba un control radial “Matorras y Arias se proponían el retorno a la mecánica sobre el territorio sometido, a partir de cada pueblo” de incorporación del territorio por medio de la reducción (Penhos 2004a: 4; énfasis nuestros). de sus habitantes a la fe católica. Para ello contaron con Señala también el uso de prácticas simbólicas con- misioneros, sobre todo franciscanos, y también con el cretas como estrategias de conquista y dominación apoyo del clero secular” (Penhos 2004a: 2-3). En este tales como la conversión, cuyo objetivo es “pacificar” a sentido, la autora plantea la hipótesis de que grupos considerados peligrosos, y que constituye “una práctica, también de vieja data, [que] instala por otra […] las imágenes de culto y los altares improvisados, los vía la dimensión religiosa en la entrada: el bautismo rosarios y estampas para repartir entre los indios, las cruces e inscripciones a modo de marcas en el camino contribuye- masivo y, asociado con él, la dación de nombres cristia- ron decisivamente en la apropiación simbólica de la región nos a indígenas destacados” (Penhos 2004a: 9). Dentro chaqueña, reconvirtiéndola de un espacio salvaje y peligroso de este marco estratégico se inscribe la realización de en una porción de la cristiandad (Penhos 2004a: 11). ceremonias religiosas ligadas a las negociaciones con los líderes aborígenes locales: Asimismo, señala la relevancia que tuvieron “los poderes y las funciones de las imágenes como impor- Para la ceremonia religiosa desarrollada el día siguiente del tantes instrumentos de transculturación, vehículos de primer encuentro entre Matorras y Paykin, se alzó un altar transmisión de jerarquías y valores, plasmación visual al pie del árbol de vinal. La relación de proximidad entre el altar con las imágenes y el árbol y la cruz grabada da a la de una concepción del mundo que, proveniente de inscripción un carácter sagrado que, superponiéndose a los Europa, sufrió elaboraciones y resignificaciones en significados antes señalados, los potencia. [A su vez] Matorras, América” (Penhos 2004a: 11). a pedido de Paykin, le regala ‘la bandera con la imagen del Santo Apóstol y armas reales’ que el cacique promete tener En su análisis de las fuentes identifica ciertas prácticas ‘en la mejor veneración y custodia’. Este gesto del goberna- que apuntan en esta dirección, tales como la denomi- dor, que puede interpretarse en principio como de confianza nación de lugares con nombres cristianos hacia el jefe nativo, pone en evidencia una capacidad de las imágenes –en este caso nada menos que la de Santiago asociada a las armas del Rey– para hacer presente el poder […] como ‘Santa Rosa’, ‘Santa Bárbara’, etc., [que] hablan a su ausente y transferir simbólicamente una parte de él. Como vez de una apropiación del espacio en clave religiosa, poniendo custodio del estandarte, Paykin adquiere cierto poder, acep- la entrada bajo el designio sagrado de una misión trascendente” tando a cambio su condición de nuevo vasallo de la corona. […] El carácter religioso de la expedición se expresa también De alguna manera, este episodio refuerza el significado de en otras marcas en el espacio –la nominación de parajes con los bastones de mando regalados a los caciques y señala nombres de santos–, y marcas en el tiempo del recorrido –la especialmente a Paykin como jefe principal (Penhos 2004a: permanente alusión a las festividades católicas– […] (Penhos 9-10; énfasis nuestros). 2004a: 7; énfasis nuestros).

Las citas que anteceden muestran una de las estra- Además, la autora señala la realización de marcas tegias de conquista y colonización española aplicadas materiales en el paisaje –en los caminos transitados en este caso en el Chaco, pero seguramente también o usados como paradas de descanso–, práctica que en varias otras regiones. El análisis realizado por la interpreta como autora citada también abre interesantes preguntas para […] un anclaje visual concreto: las inscripciones dejadas por la investigación. En primer lugar, ¿cuál sería el correlato las entradas en los lugares mencionados. Esta práctica de hacer material perdurable en el tiempo de esas estrategias? inscripciones sobre troncos de árboles, que fue corriente de En principio, la práctica de marcación de caminos y/o acuerdo con el material analizado, tuvo en el algarrobo, el vinal y el chañar los soportes adecuados por la dureza de su asentamientos con cruces u otros elementos religiosos madera: testimonio del paso de los expedicionarios, mensaje de la cristiandad puede haber dejado vestigios en el 30 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006 arte rupestre. En efecto, en Quebrada de Humahuaca el apropiado a partir de la construcción de iglesias exac- sitio Campo Morado presenta dos motivos cruciformes. tamente sobre sitios sagrados prehispánicos, tanto en En otros lugares la profusión de cruces es mayor, como grandes centros urbanos como Tenochtitlán o Cuzco, es el caso del norte de Chile (Berenguer 2004: 493, fig. como en pequeños pueblos y aldeas; la distribución de 9.36). En otros, como el sur de , la literatura pueblos y territorios en “reducciones” indígenas bajo arqueológica señala no sólo la presencia de cruces, la tutela de distintas órdenes religiosas; y la recreación sino también la representación de iglesias (Querejazu de los rituales cristianos en estos nuevos territorios Lewis 1992). uniéndolos, a través del ceremonialismo propio de la Luego, ¿qué similitudes y diferencias se pueden cosmología europea del siglo xvi, a la metrópolis sede observar entre la estrategia descrita para la entrada es- del dominio imperial español. pañola en nuevos territorios con algunas de las prácticas La construcción del paisaje sagrado, entonces, alcanza conocidas del Imperio Inka en sus avances de conquista? dimensiones e importancia pocas veces resaltadas, en Esta pregunta se analiza en el acápite siguiente. particular para el caso de los imperios en expansión, cuyas estrategias de conquista se basaron en gran Apropiación simbólica del territorio y su medida en este mecanismo. transformación en paisaje sagrado

Si se comparan las dos estrategias de conquista, sorpren- CONCLUSIONES dentemente se observa que –más allá de las enormes diferencias entre el mundo andino en la época inka y Los cuatro episodios analizados en este trabajo muestran, el mundo europeo del siglo xvi– son similares. Esto se entonces, situaciones y mecanismos semejantes, aun manifiesta en las formas de entrada, el uso de la fuerza teniendo en cuenta las enormes diferencias culturales militar en conjunto con la negociación y el uso del y de circunstancias entre ellos. simbolismo religioso, la ritualización y la sacralización Así, puede decirse que durante el dominio inka del paisaje como maneras efectivas de apropiación y sitios tales como Pintoscayoc 1 fueron convertidos en afianzamiento del dominio sobre los nuevos territorios wakas, lugares de ofrenda, partes de un “nuevo” paisaje y pueblos conquistados. sagrado adecuado a la cosmología inka. En los primeros El paisaje sagrado, además de transculturar a las momentos, cuando se produce la “apropiación” del poblaciones locales, permite al “apropiador” transformar espacio regional, se construyeron las estructuras y se a los nuevos y desconocidos territorios en lugares “cono- colocó la base de la waka, pero en momentos siguientes cidos” que reproducen parte de su lugar de origen. En se realizaron subsecuentes episodios de ofrenda que este sentido, Farrington señala la creación de “nuevos se observan en el registro arqueológico. De hecho, en Cuzcos” en las provincias con el objeto de crear y afian- los niveles superiores de Pintoscayoc 1, por encima del zar lazos con el centro, a través de la religión, en un pavimento de lajas, se hallaron cuentas de vidrio vene- intento de unir a los territorios conquistados con una cianas, interpretadas aquí como las últimas ofrendas a historia y orígenes comunes, formalizados por medio la waka luego del primer Contacto con los españoles. de rituales también comunes: Por su parte, sitios como Campo Morado muestran también mecanismos de apropiación simbólica del espacio, If these are evidence for capac hucha then the material re- en este caso referidos estrictamente a los espacios pro- mains suggests that Cusco was recreated in distant places by a process of re-enactment and copying the ceremonies ho- ductivos, su administración y su relación con elementos nouring the Sun, the Inka as the son of the Sun and the other de la cosmología inka ligados a la productividad y a la critical gods, etc. The images of the sun were varied as were fertilidad.14 El hecho de que se hayan encontrado tan the plans of the places at which these sacrifices occurred but what can be said is that these places represent many ‘cuscos’ pocos sitios hasta ahora con esta clase de evidencia puede and for the moment of the act become Cusco itself. They are obedecer a distintos factores: a) la falta de proyectos de in fact conceptually ‘cusco’ as ceremony binds the provinces investigación que busquen específicamente este tipo de to the centre through common history, common origins and common rituals (Farrington 1998: 57). vestigios; b) la vulnerabilidad a la erosión en masa que tendrían, dada su ubicación en “fondos de quebrada” Esta propuesta de Farrington para el caso inka y asociados a campos de cultivo y cursos de agua; y muestra muchas semejanzas con lo presentado para la c) la menor cantidad de registro esperable en la zona entrada española en el Chaco, y, de hecho, en todos sur del Imperio en comparación con regiones como el los territorios americanos conquistados. Los españoles valle de Chicha, estudiado por Meddens, debido a un “materializaron” la cristiandad en el nuevo espacio tiempo también menor de control inkaico. Inkas y españoles a la conquista simbólica de Humahuaca / M. I. Hernández Llosas 31

Una vez producido el primer Contacto, la aparición Para terminar, es importante hacer una breve re- de complejas escenas con jinetes en el arte rupestre flexión sobre la relación entre los grupos humanos y parece retratar los acontecimientos, pero, a su vez, su territorio. La apropiación simbólica del espacio y la localización de los sitios y la presencia de motivos su transformación en “paisaje cultural” es una parte previos y posteriores también sugieren que la elección importantísima de esta relación. De hecho, el conoci- estaba determinada por lugares con un significado miento del territorio por parte de un grupo social se especial. basa no solamente en el conocimiento de la ubicación Luego, durante las “guerras de rebelión” ciertos sitios de los recursos en el espacio y de sus ciclos (climático, especiales vuelven a tomar protagonismo. Es allí donde biológico, etc.), sino también en la percepción y en la se plasman motivos tales como las circunferencias, que aprehensión del mismo en cuanto lugar donde ocurrie- no obstante la imposibilidad de descifrar su significado, ron los hechos del pasado, donde está el origen (mitos sí permiten reconocer su importancia como marcadores de origen), donde ocurrieron episodios memorables simbólicos en el paisaje. Algo semejante ocurre con (tiempo mítico) que dan identidad a ese grupo en rela- las hachuelas ancoriformes cuya similitud formal con ción específica con ese lugar. Así, cada paisaje cultural los tupus y con los tumis permite reconocerlos como es parte fundamental de la identidad de un pueblo y elementos importantes en la ritualidad inka, puesto los pueblos originarios se sienten “parte de la tierra” y que estos objetos aparecen muy recurrentemente como no “dueños de la tierra”. ofrendas en distintos episodios rituales a lo largo de Esta concepción está plasmada con mucha claridad todo el Imperio.15 Los motivos figurativos asociados a en la declaración de los Anangu Pitjantjatjara de Uluru, estos momentos corresponden, por una parte, a los ubicado en el desierto central australiano, cuando afirman denominados antropomorfos en damero, interpretados que el paisaje es su patrimonio y lo denominan con la aquí como soldados de guarniciones inkas que están palabra Tjukurpa de la siguiente manera: acompañando compositivamente escenas de lucha entre aborígenes y españoles en Pintoscayoc 1.16 The Uluru Kata Tjuta Landscape was, is and will always be a significant place of knowledge and learning. All the plants, Finalmente, cuando los españoles desplegaron sus animals, rocks, waterholes, contain important information about estrategias de conquista y ganaron la contienda, comenzó life and living here, now, and for all times. Anangu grandparents la colonización. Otro “paisaje sagrado” reemplazó a los and grandchildren will always gain their knowledge from this landscape. They will live in the proper way. This is Tjukurpa anteriores: ahora se pobló de iglesias, capillas, cruces, (Uluru-Kata Tjuta Board of Management 2001). reducciones de indios bajo la tutela de sacerdotes cris- tianos, toponimia cristiana, etc. Con referencia al arte rupestre en particular, en- RECONOCIMIENTOS La realización de este trabajo se debe en tonces, no se puede hablar de un “arte rupestre inka” gran medida a mi estancia como investigadora en el Humanities Research Center de la Australian National University, durante la cual como no se puede hablar de un “arte rupestre español”. tuve la oportunidad de interactuar con colegas de todo el mundo En cambio, puede decirse que ocurrieron episodios de y abrir nuevas formas de análisis respecto a los resultados de mis producción de arte rupestre contemporáneos a esos investigaciones en Humahuaca realizadas durante muchos años. Las jornadas de trabajo con Ian Farrington fueron particularmente acontecimientos y relacionados con ellos, en función de esclarecedoras y aprecio sobremanera su dedicación y amistad; los mecanismos de apropiación simbólica del espacio la participación en la conferencia por él organizada denominada por parte de ambos imperios. La realización de arte Landscape and symbol in the Inka State fue también muy enrique- cedora. Por otra parte, quiero expresar mi agradecimiento a Pepe rupestre vinculado con las guerras de rebelión también Berenguer que con sus comentarios y aportes ayudó a mejorar muestra la importancia de la producción de marcas enormemente la versión inicial de este manuscrito. No obstante, en el paisaje en relación con esos episodios y con la todos los conceptos vertidos aquí son de mi exclusiva respon- sabilidad. Finalmente quiero agradecer a la comunidad Anangu defensa del territorio. Pitjantjatjara de Uluru, con la que tuve el privilegio de trabajar Como se dijo en un principio, este trabajo intenta y convivir, por sus enseñanzas, por compartir conmigo parte de señalar algunas nuevas vías de análisis para futuras su sabiduría y fundamentalmente por su amistad. investigaciones. La búsqueda de distintos marcadores visuales en el paisaje, asociados a diferentes situaciones y en relación con los cuatro episodios analizados aquí, Notas puede ser un comienzo. Entre estos marcadores el arte 1 Una primera versión de este trabajo fue presentada en el VI rupestre es uno de los más importantes pero no el único. Simposio Internacional de Arte Rupestre, Sección 2: La asignación De hecho, la contextualización de diversas evidencias temporal de las representaciones rupestres, , cruzadas será la mejor manera de aproximarse a una noviembre de 2003, bajo el título de “La presencia inka y su posi- ble correlación con sitios y motivos rupestres en la Quebrada de búsqueda de respuestas a las preguntas planteadas. Humahuaca, Jujuy, Argentina”. Las referencias correspondientes 32 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 11, N° 2, 2006

a crónicas en relación con los inkas presentadas en este trabajo de perfil. La interpretación que dan los investigadores chilenos a fueron seleccionadas por Ian Farrington, con quien trabajamos en estas representaciones, por sus características y emplazamiento y la School of Archaeology and Anthropology, Australian National de acuerdo a crónicas españolas es, también, muy diferente a la University, Canberra, Australia, durante una estadía de investiga- que nosotros damos en este trabajo. En el caso chileno estiman que ción posdoctoral realizada en el primer semestre de 2002 en el estas figuras están vinculadas con la imagen del Apóstol Santiago Humanities Research Center, anu. y la apropiación simbólica que de la misma parecen haber hecho 2 “It is ‘the landscape as a whole –that largely man-made los indígenas locales (véase Gallardo et al. 1990: 238). tapestry– in which all other artifacts are embedded […] which 11 Hallazgos semejantes y con una estimación cronológica gives them their sense of place’” (Lowenthal 1981). comparable fueron realizados en el sitio de La Falda de Tilcara. 3 Cúpulas, serpentiformes, circunferencias, hachuelas ancorifor- Al respecto véase Rivolta y Nielsen 1996-98; Bordach et al. 1998; mes, motivos en damero que forman vestimentas de antropomorfos, Vázquez 2004. son los cinco motivos que se presentan aquí como parte de la 12 Es interesante mencionar aquí datos relevantes a esta discusión en su relación a los episodios estudiados. Todos ellos observación que provienen de escudillas diaguita inka del Norte aparecen, como se dijo, en el Área Andina y aun en otras regiones, Chico de Chile, en las cuales hay representados personajes con desde tiempos muy anteriores; sería imposible listar aquí dichas túnica en damero similares a los de Pintoscayoc (Museo Chileno apariciones y contextos. Su evaluación en este trabajo se centra en de Arte Precolombino 1991: 75, 85). Se ha reportado, también, la la definición de características particulares de cada uno de ellos y presencia de un antropomorfo grabado en un bloque del Norte en la búsqueda de recurrencias y asociaciones relevantes para los Chico chileno cuya cronología fue estimada como correspondiente problemas planteados. El hecho de la larga trayectoria temporal y al momento de ocupación inka de la región (Jackson 2004). espacial de alguno de ellos también es relevante en cuanto a su 13 Una interpretación alternativa a ésta es considerar que los perduración en el tiempo y su posible “resignificación” por parte antropomorfos en damero más que representaciones de “soldados de las sociedades humanas subsecuentes. de guarniciones inkas” hayan sido parte de un discurso mesiánico 4 Ver en esa misma publicación las interesantes críticas reali- local posterior al contacto con los españoles, que enarbola la zadas por H. Yacobaccio y J. A. Pérez Gollán al trabajo de Nielsen imagen de esos soldados quizás como estrategia de resistencia con respecto a este tema. al invasor europeo, teniendo en cuenta que el mesianismo inka 5 El relevamiento y análisis de estos grabados rupestres fue surge en muchas partes de los Andes en el período considerado llevado a cabo por el Programa de Arte Rupestre (par) Sección (Berenguer, comunicación personal 2005). Arqueología, Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de 14 Si esto es así y la producción de cúpulas y serpentiformes Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (véase Hernández fueron parte de estos mecanismos, entonces su realización debió Llosas et al. 2001), en el marco del proyecto “Procesos arqueoló- estar, al menos, supervisada por agentes estatales inkas. gicos de complejidad sociopolítica en Huacalera, Departamento 15 La similitud formal entre las hachuelas ancoriformes, los de Tilcara, Provincia de Jujuy, Quebrada de Humahuaca”, dirigido tumis y los tupus se presenta aquí como una observación preli- por el Dr. Jorge Palma. minar, también a ser investigada en el futuro. 6 La información arqueológica con que se cuenta para el 16 El antropomorfo ilustrado por Berenguer (2004: 484, fig. poblado conglomerado de Campo Morado es aún muy escasa, ya 9.27) que presenta circunferencias en su vestimenta, resulta muy que luego del trabajo de Debenedetti (1918) las investigaciones se interesante para esta discusión porque podría corresponder a otra han retomado recientemente a cargo del Dr. Palma y todavía están “variedad” de soldados inkas, en relación con los antropomorfos en curso. Sin embargo, en base a las colecciones obtenidas por en damero plasmados antes de la invasión española. Pero también Debenedetti, pueden asumirse por lo menos dos momentos de puede estar indicando la relevancia y posible contextualización ocupación del sitio, uno inmediatamente preinka y otro durante de las circunferencias en este lenguaje gráfico. Este comentario la ocupación inka de la región. podría ser tomado como una hipótesis a contrastar con nuevos 7 Como se dijo, solamente para Campo Morado se cuenta con hallazgos. un relevamiento y análisis completo. Así las cosas, la “ausencia” de determinada evidencia en los otros tres sitios debe ser evaluada teniendo presente esta situación. A su vez deber ser considerado el accionar de agentes de transformación postdepositacional que pueden haber actuado en lugares como los que están emplazados REFERENCIAS estos sitios, ya que están muy expuestos a la erosión directa del agua, la que puede haber arrasado éstas y otras evidencias asocia- Albornoz, C. de, 1989 [1584]. Instrucción para descubrir todas das. En Sapagua, por ejemplo, se observa claramente la erosión del las guacas del Pirú y sus camayos y haziendas. En Fábulas y agua sobre los motivos bajos ya que la roca se ubica directamente mitos de los incas, H. Urbano & P. Duviols, Eds., pp. 161-198. sobre el cauce del río (Observación personal 2003). Madrid: Historia 16. 8 De hecho, luego de presentar estas propuestas en un con- Anders, M. B., 1986. Dual organization and calendars inferred from greso internacional e intercambiar información e ideas sobre estos the planned site of Azangaro: Wari administrative strategies. temas, colegas chilenos presentaron una evidencia susceptible de Unpublished Ph.D. dissertation, Department of Anthropology, discutir bajo esta perspectiva y lo hicieron en un reciente trabajo Cornell University, Ithaca NY. (Valenzuela et al. 2004). Aschero, C., 1979. Aportes al estudio del arte rupestre de Inca 9 En trabajos anteriores (Hernández Llosas 1998, 2000) esta Cueva 1 (Depto. Humahuaca, Jujuy). Antiquitas 2: 419-459, evidencia fue interpretada de manera diferente a la que se presenta Actas de las Jornadas de Arqueología del Noroeste Argentino, aquí y en Hernández Llosas 2002, debido a una revisión y reeva- Buenos Aires. luación de los contextos y materiales. A la luz de los trabajos que —— 1988. 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