BOLETIIV

IDE LLANA DE EXKIES

AÑO X Valladolid: febrero de 1912. I Núm. 110

PNÜiESTOS HÍSTÓHICO-ARTÍSTICOS PALENTINO

LA ABADÍA DE (i)

se glorían con orgullo de poseer algunos de estos monumentos, trofeos de las generaciones que en En extremo fecundo es el suelo de nuestra ellas existieron y testigos de sus vicisitudes; y no patria en monumentos históricos de inestimable es la de Falencia la más escasa en estos monu• valor y reconocido mérito. No sólo en las gran• mentos y timbres de gloria, pues es una de las des capitales cuya acción centralizadora absorbe más interesantes para el historiador y guarda en la vida de las regiones, sino en las ciudades de su comarca el dulce recuerdo de innumerables menor importancia, en villas y en aldeas y aun acontecimientos históricos; aún se ven en sus hasta en los rústicos eriales y fértiles campiñas, vetustos pueblos los blasones de nuestras anti• vénse surgir grandiosos monumentos artísticos guas grandezas; aún se oyen tras de las ruinas de que son el testimonio auténtico de nuestras pasa• sus monumentos los suspiros de nuestras glorias das glorias. Y al contemplar estos venerandos pasadas, grandes é inmarcesibles, sí, pero hoy restos de la antigua grandeza española, nuestro lastimosamente olvidadas. Mas esta provincia patriotismo, interesado en sus legítimas glorias, donde cada iglesia es un museo, no ha tenido á no puede menos de s'entir inclinación y respeto su servicio tantas plumas, que la hayan dado á hacia esas páginas de piedra, donde se halla gra• conocer, como han tenido otras, debido quizá á la bada la historia de nuestro pueblo. postración en que hoy se encuentra por su poca Todas las provincias de nuestra amada patria importancia actual. Por esto quiero consagrar la mía (tosca y ruda, pero movida por el mejor deseo) á tan grata tarea, dando á conocer á los (O Sobre esta antigua abadía se publicó en estas columnas un breve artículo (tomo I, 1903 y lf)34, pági• lectores de esta revista una página gloriosa de la na 19) del ilustrado canónigo palentino D. Matías historia de nuestra tierra, escrita con caracteres de Vielva. Reproducimos el presente trabajo del docto oro, en el monumento cuyo nombre encabeza este lectoral de Madrid, por su mayor extensión y la deta• artículo. Tal es la Abadía ó Colegiata de Husillos. llada descripción que se hace del monumento, uno de 'os más curiosos de la provincia de Falencia, con te• Al pronunciar este nombre, mil recuerdos tra• dios tan interesantes. (N. del D.) dicionales se agolpan en mi mente y los dulces 294 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES sentimientos de patriotismo inundan mi corazón na, y después de algunos años los condes de Mon• de una dicha indecible... Pues Husillos es mi zón, cuyo era el bosque y la ermita, la dieron al pueblo natal; aquí es donde vi la luz primera, Cardenal Raimundo, que fundó la iglesia y la donde nací á la vida de la gracia, donde sentí las convirtió en Abadía (1). primeras impresiones religiosas, donde se des• Pero hay noticias más ciertas, aunque poste• lizaron alegres los primeros años de mi niñez, riores, de la venerable antigüedad de este templo: cabe la egida protectora de María. y entre otras se cita una donación de esta igle• No es, pues, extraño que pronuncie este nom• sia de Santa María de Husillos, hecha en la era ó bre con veneración y respeto, porque respeto y año de 933 á favor del Abad Fernando (2) por veneración se merece el pueblo que vió rodar Evoholmor, su mujer Especiosa y su hermano el nuestra cuna y albergó los primeros momentos presbítero Zalama. nuestra existencia. Mas no sólo para mí, su humil• Después, por los años de 955, reinando en de hijo, tiene Husillos estos inefables encantos; León D. Sancho el Craso y su esposa D.a Teresa, les tiene y aún mayores para los amantes de las acudió á ella un anciano Cardenal llamado Rai• glorias nacionales, para los amantes del arte an• mundo (que no se sabe con qué objeto vino de tiguo y para los amantes de María: para los pri• Roma), el cual traía consigo preciosas reliquias meros, porque su vetusta iglesia ha sido testigo que le había dado el Papa Agapito II, y la pidió de acontecimientos históricos que la encumbraron le concediese en un lugar retirado un santuario hasta el cénit de su grandeza y ha presenciado donde colocar tan sagrado tesoro y acabar tran• una asamblea veneranda, que dando al mundo quilo sus días; aunque la Reina no poseía un muestras de su vida, la ha ceñido con la aureola lugar á propósito, sin embargo, para satisfacer de la inmortalidad; para los otros, porque ha con• los deseos del Cardenal, intervino con sus her• servado en su sagrado recinto monumentos artís• manos los Ansúrez Condes de Monzón, para que ticos que han sido, son y serán la admiración de le cediesen la iglesia de Husillos, llamada de arqueólogos propios y extraños; para los amantes Nuestra Señora de Dehesa Brava, de la cual eran de María, porque su templo á Ella está dedicado ya señores; accedieron gustosos los Condes y le desde su fundación y su sagrado nombre está donaron la iglesia convirtiéndola en colegiata, escrito en todas las páginas de la historia del que dicen que fué de Canónigos regulares de San pueblo que está bajo el patrocinio de la Reina de Agustín. El Cardenal puso en ella sus reliquias y los Angeles. quedó hasta su muerte de primer Abad de dicha Sujetándome, pues, á los estrechos límites de iglesia, donde fué enterrado (3). un artículo, trazaré á grandes rasgos la historia de Pronto adquirió celebridad la Abadía. Creció dicha iglesia y daré á conocer ligeramente los la devoción á las Santas reliquias que encerraba preciosos monumentos artísticos que ha encerrado y por las limosnas de multitud de peregrinos y en parte conserva. que la visitaban, fué creciendo también la hacien-

II (1) Así opina F. Gregorio de Alfaro, que dice ser opinión común en su tiempo. Vida de D. Francisco de A los tiempos florecientes de la monarquía Reinoso, pág. 51. visigoda, que hicieron llegar á la Iglesia española (2) Este debió ser Abad de otra iglesia, pues el primero de Husillos fué el Cardenal Raimundo, y |a al apogeo de su gloria, hacen remontar algunos donación de este templo demuestra que ya existía el origen de este templo, diciendo que era una haciendo probable la opinión de Alfaro de que existía, pequeña ermita en medio de un bosque muy ce• en los tiempos visigóticos, opinión que parecen seguir rrado (por lo cual tomó después el nombre de Morales y Pulgar. Nuestra Señora de Dehesa-Brava), debiendo á (3) Así dice Morales; mas parece que los Canónigos esto quizá el que salvara de la destrucción agare- regulares agustinianos no se introdujeron en España hasta últimos de este siglo ó principios del siguiente. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 295 da de la casa; los Condes y el Rey D. Ramiro III Condes de Carrión y Nájera con varios prínci• la hicieron cuantiosas donaciones, dando público pes (1). Se efectuó en este Concilio la deposición y solemne testimonio de devoción á las reliquias del Obispo de Santiago D. Diego Peláez. Era este y á la iglesia donde se daba culto á la Madre de Obispo partidario del Rey de Galicia D. García, Dios. En 1035 fué concedido el señorío de la á quien su hermano Alfonso VI había privado iglesia con sus decanías y términos antiguos al de la corona, y enemistado por esto con el Obispo Obispo de Falencia por D. Sancho el Mayor, Compostelano, le tuvo preso por espacio de 15 reedificador de la Catedral y Sede Palentina (1). años, bajo pretexto de tener pérfidos tratos con Continuó creciendo la opulencia de la Abadía los Normandos; acusado por esto ante el Concilio y continuaron favoreciéndola con sus donativos y habiendo confesado por miedo su indignidad, los Reyes y Magnates, contándose entre sus bien• fué depuesto solemnemente y nombrado en su hechores la Infanta D.a Urraca de Zamora; y lugar al Abad de Cardeña, Pedro III; hecho que tantos fueron los bienes que acumuló, que pro• desaprobó el Papa Urbano II, castigando al Car• ducían frecuentes discordias entré el Abad y los denal Legado y anulando la elección de Pedro Canónigos, lo que movió al Rey Alfonso VI á para la Sede Compostelana. mandar repartir la hacienda entre ellos, con au• Tratóse también en él de íijar-los límites juris• toridad del Papa, nombrando por uno de sus ár- diccionales de los Obispados de Osma y Burgos; bitros comisarios al famoso Cid Campeador, porque habiendo crecido las conquistas cristianas como dice Morales. por tierras de Osma, los Prelados de Burgos, fa• Varones muy esclarecidos en ciencias y en vorecidos por Alfonso VI, extendían por ella los virtudes debió dar por aquellos tiempos la Co• límites de su diócesis; pero el Arzobispo de To• legiata de Santa María de Husillos (2), pues su ledo D. Bernardo, queriendo restaurar la Sede de fama se extendió rápidamente por la España cris• Osma qne pertenecía á su jurisdicción, allanó los tiana, llamando la atención de los Reyes de Cas• términos de la diócesis y para evitar contiendas tilla que la miraban con predilección y la prodi• con el de Burgos, acudió á este Concilio donde gaban sus visitas. Pero el acontecimiento histórico se deslindaron claramente los límites de ambas que la hizo conquistar una gloria imperecedera, Sedes (2). fué el Concilio Nacional en ella celebrado á úl• Tratáronse además en este Sínodo algunas timos del año 1087 y principios de 1088. Convo• cosas referentes al oficio divino y la reforma de cóle el Cardenal Ricardo de San Víctor, Abad de las costumbres de los clérigos. Marsella y Legado de la Santa Sede; y se celebró Con motivo de este Concilio, el nombre de con la asistencia del Rey D. Alfonso VI, de Don Santa María de Husillos resonó en la España Bernardo Arzobispo de Toledo, de D. Pedro Ar• Cristiana, y su eco, repercutiendo en la Corte de zobispo de Aux (Francia), que se hallaba de em• Castilla, publicó en ella su gloria. Deslumbrados bajador en la Corte de Castilla, y de los Obispos por ella los Reyes, visitaron con frecuencia la de Burgos, Mondoñedo, Tuy, Oviedo, Astorga, iglesia dejando siempre vestigios de su liberalidad , León, Santiago, Coimbra, Nájera y en las donaciones con que la favorecieron. Visi• Orense. En él estuvieron también los Abades de tóla Don Alfonso VII y la enriqueció Sancho III Silos, Arlanza, Sahagún, Oña y Cardeña; y los

(1) Sobre este Concilio puede verse á Villanuño, (1) Dr. Pulgar. Hlst. de Palencia, tomo 2.° pág. 44. Aguirre y el tomo XX, pág. 17, de la España Sagrada (2) Berganza en sus Antigüedades de España, de Flórez. libro II, cap. 6, dice que en un privilegio de Sahagún (2) Esta división se encuentra en una escritura del de 1033 suscribió Poncio Obispo de Santa María de archivo de Burgos que cita Berganza, y otra M. S. de Husillos. Mas debió ser ó un Abad de este nombre ó Santiago. Buldú la cita en el tomo I de su Historia Ponce el Obispo de Palencia, que en dicho año gober• Eclesiástica de España, pág. 646 y D. Vicente de la naba la diócesis y que residiría en Husillos, como al- Fuente la copia íntegra en el tomo IV, pág. 554, aunque Sunos de sus sucesores. pone Oriensi por Oniensi. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 29'i que hizo á su favor la concesión de coto, jurisdic• dar la Colegiata á Becerril, mas frustrados sus ción ó idemnidad en 1158; con lo cual creció la planes, determinó reedificarla. Construyó primero fama de la Abadía, que hizo crecer también su el claustro, (pues el que había estaba ruinoso) y hacienda hasta poder sufragar los gastos de la después restauró la iglesia. Durante su prelacia construcción del templo que actualmente existe, vinieron á Husillos muchos soldados y Jefes de aunque modificado y reformado á últimos del la destruida flota llamada invencible y fueron re• siglo XVI. cogidos en el Hospital. También honraron la Aba• Llevados de su celebridad, los Obispos de Fa• día con su visita y predicación cuaresmal insig• nes PP. de la Compañía de Jesús y de otras reli• lencia escogieron por morada temporal esta Aba• giones. El Rey Felipe II, atraído por la fama del día y en ella estaba el Frelado D. Fernando, cuan• templo, le visitó en 1592 oyendo allí la primera do concedió indulgencias á sus diocesanos invi• Misa que se celebró después de su reedificación. tándoles á contribuir á la edificación del templo Habiendo pedido este monarca la reliquia de San actual del Monasterio de Santo Toribio de Liéba- Lorenzo, que se veneraba en Husillos, para el Es• na, en carta fechada en Husillos á 15 de Agosto corial que acababa de edificar, D. Francisco de de 1256. Reinoso la llevó y entregó á su destino el 24 de Célebres fueron los varones que albergó en Junio de 1592. Antes que Felipe II habían visita• esta época la Colegiata, é insignes los Abades que do la Colegiata Ambrosio de Morales y el Carde• la gobernaron, honrándose sobre manera con los nal Juan Poggio, Nuncio de Clemente VII en Es• nombres del Abad Raimundo Gilaberti, á quien paña, el año 1533, pues la fama de los objetos ar• hizo donaciones Sancho III, el Prior Juan Pérez tísticos allí atesorados y el mérito de sus sepul• de Acebes, que fué el primero que trabajó en las cros llevaron una peregrinación de artistas é his• obras de la Catedral Palentina, dándolas el impul• toriadores ávidos de contemplar las glorias na• so del orden gótico que habían de admirar las cionales. edades (1), el Abad D. Fernando Alfonso y el sa• cristán D. Juan Fernando de Villacreces, que flo• A pesar de la restauración del Templo y de la recieron por los años 1424 (2); del Abad don celebridad que entonces adquirió la Colegiata, el Francisco Núñez, insigne jurisconsulto, doctor en Duque de Lerma la hizo trasladar á la villa de ambos derechos y consejero de los Reyes, según en 1608, quedando reducida la iglesia dice el epitafio de su sepulcro en la Catedral de de Santa María de Husillos á modesta parroquia Falencia; del célebre cantor D. Gaspar Manso, que hizo construir el altar del Rosario en la igle• sia Colegial, de D. Diego M.a de la Sarte, inqui• dándole el Arcedianato de Sepúlveda y después el de sidor de Toledo, y del ilustre y santo varón don Toledo; estaba ya propuesto para Cardenal cuando murió San Fío V. Vino entonces á España y después Francisco de Reinoso (3). Este Abad quiso trasla• de rehusar la Embajada de Venecia, que le ofreció Fe• lipe H, permutó el Arcedianato de Sepúlveda por la (1) Su sepulcro está en la parte exterior de dicha Abadía de Husillos. Restauró esta iglesia á costa de Catedral, en el ábside frente á la puerta del hospital. 19.900 ducados y fundó junto al Hospital la casa recto• (2) Pulgar.—Historia de Falencia, tomo II, pag. 382, ral para los Abades sus sucesores. En Falencia tam• dice que firman ambos en una declaración de estatutos bién hizo muchas obras de este género; dió 24.000 du• de la Catedral de Falencia. cados á los Jesuítas para la construcción del templo y (3) Ya que se trata de este Prelado que hizo llegar les mejoró el Colegio de San José. Dió cuantiosas li• á su apogeo la Abadía Fuseliense, justo es le consa• mosnas para fundar el Seminario, cuyos estudios en• gre algunas líneas biográficas, rindiendo tributo de cargó á PP. Dominicos; restauró la iglesia de Autillo; admiración al hombre á quien tanto debe la diócesis fundó en Valladolid el colegio de Ingleses; trasladó á Palentina. Nació D. Francisco de Reinoso en Autillo, esta ciudad el convento de Bernardas de Perales y 1534; concluidos sus estudios en Salamanca fuése á ayudó á Santa Teresa en su fundación en Falencia. En Roma, donde sirvió de familiar al Cardenal Dominicano 1597 fué consagrado Obispo de Córdoba, donde murió Miguel Gisleri.yal ser elevado éste al Pontificado con en 1601, después de haber reedificado parte de la Ca• el nombre de Pío V, hizo á D. Francisco su camarero, tedral. ABADÍA DE HUSILLOS (FALENCIA)

FACHADA DE LA IGLESIA

CAPITELES DEL CLAUSTRO DESAPARECIDO

BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 297 dependiente de la Abadía de Ampudia hasta 1868, del estilo románico y los primeros albores del que ha pasado á la jurisdicción de la Sede Palen• ojival. Constaba de una larga y ancha nave ter• tina. minada en un ábside semicircular y dos No se sabe si antes de la traslación de la Aba• adjuntas á la nave por el lado de la Epístola, día ó en época posterior, tuvo algún señorío ó ju• con dos puertas ojivales que daban acceso al risdicción sobre el pueblo el Conde Ñero, uno de claustro. A principios del siglo XIII se constru• los vástagos de la poderosa familia de los Cas- yeron otras dos capillas al lado del Evangelio. tros (1), pero es lo cierto que á él pertenece la ca• En el siglo XVI D. Francisco de Reinoso blan• pilla de San Ildefonso en la iglesia de Husillos y queó y restauró todas las capillas, la nave cen• junto al puente de la villa estuvo situado su Pala• tral, cuya bóveda adornó con cuadros de yeso, y cio, del cual se conserva el solar. Los Jesuítas tu• el ábside, que hizo servir de coro. Posteriormente vieron en Husillos una casa que reedificaron, á se cerró una de las capillas del* lado de la Epís• pesar de la oposición de los Canónigos de Am• tola, quedando sólo como tránsito para el claus• pudia, en 1658 (2). tro; y últimamente, después de la traslación de la Tal es, aunque trazada ligeramente, la histo• Colegiata á la villa de Ampudia, se quitó el coro ria de Husillos, que ya no conserva de su pasado bajo, dejando el ábside de presbiterio y se cons• más que el recuerdo unido á las tradiciones que truyó el alto que hoy existe quedando bajo de él el vulgo desfigura olvidándose de sus verdaderas una pequeña capilla que sirve de Baptisterio. glorias. Hechas estas indicaciones históricas sobre la construcción del templo, y antes de pasar á su descripción, haré una breve reseña del claustro adjunto á él y de la torre de la iglesia. El claus• III tro se debió construir en la misma época que la iglesia y es de creer que guardaría bajo sus na• No se sabe ciertamente el sitio donde estuvo ves algunos sepulcros de los Abades y varones edificado el primitivo templo; pero debió alzarse ilustres de la Colegiata; pero nada se sabe de sobre el mismo espacio que ocupa el actual. Muy cierto, porque el primitivo, que amenazaba ruina, cerca de él se desliza tranquilo el Carrión, que be• fué derribado por D. Francisco Reinoso que edi• sando las plantas de María, celebra sus glorias ficó el actual. Este tenía cuatro naves con bóve• con suave murmullo y con sus cristalinas corrien• das de aristas de medio punto y ventanas rectan• tes saluda el trono de la Reina de la Naturaleza, gulares en los muros interiores. Además de la como para recibir su bendición y llevarla gozoso puerta accesoria del templo tiene otras dos, una á las comarcas por donde pasa. En este apacible sitio quiso Dios que se diese culto á su Madre y de las cuales está bajo un bonito arco semicircu• este fué el lugar destinado por la Providencia lar. La vengadora mano del tiempo ha derribado para levantar la primitiva ermita. Al convertirla poco ha las bóvedas, quizá para no volverse ja• en Abadía, los condes de Monzón edificaron la más á levantar. iglesia, cuyos sagrados muros presenciaron las En la derruida nave del claustro que linda sesiones del Concilio allí celebrado en 1088. El con la iglesia está la entrada á la sala capitular templo actual es posterior á esta fecha y se cons• que no conserva más señales de su ornamenta• truyó en el siglo XII entre los últimos destellos ción que algunos trozos del artesonado que deco• raba su techo. Irguiéndose altiva, entre la iglesia y el claustro, descuella la torre del mismo estilo (1) De esta familia fué D. Pedro Castro Ñero, Obis• románico que la Iglesia y levantada en la misma po de Lugo, Segovia y electo Arzobispo de Valencia, época de transición durante el último tercio del murió 1611. (2) Así lo dice la Historia manuscrita del Cole- siglo XII. Está dividida en cinco cuerpos.separa• 2io S. J. de Falencia en el rectorado del P. Antonio de dos por impostas; el segundo recibe la luz por es• Luna. trechas rendijas; el tercero tiene en tres de sus la- BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 298 dos pequeñas aspilleras bajo una arcatura de me• dio punto y en el otro dos ventanas unidas por IV una columna bizantina, cuyo capitel, de ornamen• tación vegetal, termina su tambor con pequeñas El interior del templo es tan pobre como se• volutas que sostienen sobre el ábaco una imposta vero y magestuoso: consta de una sola nave baja ajedrezada; el cuarto está perforado por tres gran• desprovista de columnas y pilastras y con tres ru• des ojivas y otras dos más pequeñas y en el últi• dos arcos ojivales peraltados, que partiendo des• mo se ven pareadas ventanas rectangulares que de el pavimento sostienen una bóveda renovada indican no estar terminada la torre, la cual, si tu• en el siglo XVI con recuadros de yeso. A la ter• viera el último cuerpo perfecto y se la añadiera minación de la nave está el ábside que presenta el chapitel sería, syn duda muy esbelta. la misma irregularidad arquitectónica que en el El pórtico de la iglesia es decrecente y en sus exterior y en su concavidad, que sirvió algún día cornisas y en sus ojivales archivoltas vénse mol• de coro, está el actual presbiterio bajo una bóve• duras tomadas de la ornamentación románica da del Renacimiento en forma de grande y boni• cuyo estilo se vé marcado en los capiteles de las ta concha. Entre la nave y el ábside se colocó, en columnas, de las jambas y en las molduras de ca• el siglo XVI, el altar mayor á manera de isla entre bezas de clavo que adornan el arquivolto exterior. el coro y el pueblo. Encima del pórtico y bajo el escudo, partido en Mandóle construir el Sr. Reinoso siguiendo la banda de la Colegiata, se abre una ventana circu• forma de los que había visto en las Basílicas de lar ó claraboya, y á los lados, entre los contra• Roma y le cubría un baldaquino compuesto de fuertes y el pórtico, se ven dos ventanas cuyos ar• una hermosa cúpula semiesférica, rematada por cos ojivos van orlados de jaqueles. Tal es el as• otra menor, sostenida toda por un cornisamento pecto que ofrece la fachada del templo sobre sobre cuatro columnas jónicas adornadas con es• cuyo vértice ostenta una cruz potentizada. Los trías (1). Pero este altar, que era una verdadera muros laterales de la iglesia, el derecho entre las joya, ha desaparecido dando lugar al actual, po• capillas y la fachada, y el izquierdo entre ésta y bre y de ningún valor y puesto en la concavidad la torre, presentan dos ventanas cerradas interior• del ábside; sólo tiene de algún mérito dos tablas mente, una bizantina y con preciosa ojiva la «otra. á los dos lados del Sagrario, con las imágenes de Siguen después los muros exteriores de las capi• San José y Santo Domingo de Guzmán. En los llas de la derecha, calados por pequeñas venta• lienzos de pared que unen el ábside con la nave nas circulares y por la izquierda, la torre, claus• hay dos altares: el de la Epístola, dedicado á San• tro y sacristía, viniendo á terminar ambos lados ta Bárbara, es un frontón sostenido por dos co• en el ábside. Este ofrece al exterior un conjunto lumnas de orden compuesto y su cornisamento arquitectónico irregular que indica las modifica• del mismo orden; este altar, del más puro gusto ciones que ha sufrido; desde la base hasta la mi• greco-romano, tiene tres imágenes y entre ellas la tad de su altura está compuesto de un zócalo que de Santa Bárbara, de algún valor y la muy nota• sostiene cilindricas columnas y sobre su fuste se ble de la Virgen, que debe ser del siglo XV. El elevan pilastras más recientes, terminando con los del Evangelio, dedicado á Nuestra Señora del Ro• canecillos que sostienen el tejado, lo mismo que sario, es plateresco y contiene bajo una gran con• el de toda la iglesia. Entre las pilastras había ven• cha que le remata, un frontón y cornisamento co• tanas de medio punto y cerradas éstas se abrie• rintios sostenidos por dos órdenes de columnas ron posteriormente tres claraboyas circulares, y á del Renacimiento con capiteles corintios, separa- su izquierda dos ojivas gemelas que dan luz á la sacristía. (1) De este altar que ha existido hasta mediados del siglo XIX sólo se conservan las columnas, retiradas en el claustro, y los bustos de San Pedro y San Pablo, colocados en pequeñas repisas figurando conchas, en los ángulos que separan la nave del ábside. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 299 dos por una cornisa del mismo orden. Además tafio que dice estar allí enterrado el arcipreste de de la bonita imagen de la Virgen del Rosario tie• Burgos y canónigo de Husillos D. Gonzalo Gon• ne entre las columnas cinco cuadros que repre• zález (1). Bajo este epitafio estaba el magnífico se• sentan en alto relive al Niño perdido y hallado pulcro cuya descripción haré después. En la pa• en el templo, la Anunciación, Visitación, Purifi• red izquierda, correspondiente á la Epístola, está cación y Coronación de María. En el tímpano del el tránsito para el claustro con preciosas colum• frontón ostenta, en un alto relieve, la imagen del nas bizantinas que tienen el capitel formado de Padre Eterno, escultura de acabada ejecución. hojas lanceadas bajo pequeñas volutas, y en las Fué hecho este altar en 1575. En la misma pared enjutas ó ángulos del plinto tienen esculpidas po• y encima de los altares descritos se halla coloca• mas, ó flores que se extienden figurando quedar do en ambos lados el escudo de D. Francisco de incrustadas en el toro mayor de la base. Reinoso, que tiene una cruz de oro en campo azul Junto á la puerta de este tránsito hay en la pa• y tres escobas verdes en campo de oro; en el jefe red una tosca lápida de mármol que consigna la se vé un cisne con una divisa donde se halla es• concesión de coto hecha á la Abadía por el Rey crito el lema Amarce vitoe dulcís exitus. En la pa• Sancho III en 1158 y es la memoria más antigua red derecha de la nave hay dos capillas construi• del templo actual (2). das en el siglo XIII, cuyas bóvedas están soste• En la misma pared hay una estrecha ventana nidas por arcos ojivales apoyados en pilastras al bizantina sobre una puerta de arco semicircular lado de la nave y por pendolones al lado del que da entrada á la hermosa capilla de Nuestra muro. La que está dedicada á San Ildefonso os• Señora de Dehesa Brava. Cuatro cilindricas co• tenta un precioso retablo gótico del siglo XV, lumnas con sencillos y bonitos capiteles sostienen tan deteroriado, que pronto no quedará de él más los arcos apuntados que cruzan la bóveda bizan• que el recuerdo. Sobre una bonita ménsula y tina de esta capilla adornada con recuadros de bajo un calado doselete está la estátua del Santo, yeso de mal gusto en el siglo XVI. El altar, cua• llena de la majestad y grandeza que supo dar á jado de medios relieves del mismo siglo, sostiene sus producciones el genio cristiano en los últi• sobre un alto basamento seis balaustres ó colum• mos destellos del arte ojival. A los lados de la nas del Renacimiento que después de dividirle en imagen hay cuatro tablas orladas de crestería que seis compartimentos le hacen rematar en una representan pasajes de la vida de San Ildefonso y concha orlada de un círculo con dentículos y ca• todo ello descansa sobre un basamento de piedra bezas de ángeles. Las imágenes de la Virgen, de con molduras propias del estilo. San Francisco y San Juan Bautista son las prin• En la pared del fondo hay dos ojivas ó arca- cipales y entre las basas de las columnas inferiores turas y en la ojiva de la derecha hay un sepulcro hay dos cajas ó relicarios cuyas puertas presentan del siglo XVI con la estátua yacente del Prior al exterior la historia tradicional de las reliquias Pedro Ruiz de Villoldo (1). La otra capilla, dedicada al Santo Cristo de la Salud, tiene un altar de piedra, del Renacimiento Petrus Ferdinandi. Abbas Pussellensis cujus anima re- y en el muro lateral lo mismo que la de San Ilde• quiescat in pace anno... M. CCC.» fonso, dos ojivas cerradas; en la de la derecha (1) El epitafio de esta ojiva es aún más ininteligible tiene un sepulcro con estátua yacente del Abad que el anterior; dice así: «Hic... obiit Gundisalvus Qun- Pedro Fernández (2), y la de la izquierda un epi• disalvi... chipresbiter Burgensis et canonicus fusellen- sis cujus anima requiescat in pace anno M. CCC. LXXX.» (1) Dice el epitafio: «Aquí yace el honrado y discre• (2) La inscripción es esta: «Era M. C. LXXXVI to varón D. Pedro Ruiz de Villoldo, abad de Lebanza Rex Santius dompni Adefonsi ImperatorisHispaniarum y Prior de esta iglesia que Dios haya. Falleció á XI de filius dedit cautos Ecclesie Sanche Marias de Fussellis Juniyo de M. D. III. años» y tiene á sus piés un perro. Raimundo Gilberti existente abbate ejusdem Ecclesie .60 Una pequeña lápida encima tiene esta inscrip• et eadem era predictus Rex dominus Santas obiit ción apenas inteligible «VII. Kal, Aprilis. Obiit. D. S. ultimo die Augusti.» , BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 300 que contenían, esculpida en altos relieves (1). Las El primero á que me refiero, es un sarcófago reliquias han desaparecido, lo mismo que el reli• pagano, de ignorada procedencia, y que trasladado cario, que era una caja de piedra y contenía una á Madrid en 1872 exhibe hoy orgulloso el museo arca dorada con follajes de estofado (2). Dentro arqueológico nacional como una obra maestra había, entre un sin número de reliquias menos y una joya artística de exquisito primor, compa• principales, un trozo de la Cruz de Jesucristo y rable á las mejores antigüedades romanas. Está una espina de su corona, la canilla y pie de San labrado en piedra compacta y pulida como el Lorenzo, que hoy está en el Escorial, una costi• mármol, y el asunto de su escultura parece ser lla y una rótula de San Pablo, una canilla de San la tragedia de Orestes y la muerte de Agamenón Pedro y otras de San Bartolomé, San Gregorio y Casandra: así lo ha interpretado el sabio ar• Papa y San Juan Crisóstomo.—En el pavimento queólogo Fernández Guerra (1) explicando cada de esta capilla está el sepulcro del canónigo don una de las trece figuras que componen el relieve. Gaspar Manso, que hizo construir el altar del ro• Algunos han dicho que representaba la historia sario, y una lápida incrustada en la pared conme• de los Horacios y Curiados y otros han dado mora el enterramiento del Maestro Esteban, Sa• otras varias interpretaciones, pero la única acep• cristán de la Iglesia, en la Era 1299. table es la expuesta. El mérito de la escultura Corto interés ofrecen los restantes sepulcros puede-conocerse por el aprecio que de ella hizo y enterramientos; hállase uno á la entrada del el inmortal Berruguete, que habiéndola contem• templo con estátua yacente de canónigo, mas la plado largo rato, exclamó Ninguna cosa mejor he falta de inscripción no nos permite conocer quién visto en Italia; y el Cardenal Poggio dijo que sea el varón allí sepultado; otras dos lápidas hay podía estar en Roma entre las más estimadas. en el pavimento del ábside, y otra más notable Esto dice Morales, y añade que cuando él es• en medio de la nave bajo la cual yace inerte Don taba mirando alguna de sus figuras, creía que en Diego M.a de la Sarte, Inquisidor apostólico de la ella se había acabado la perfección del arte, y al ciudad y reino de Toledo y Abad que fué de esta contemplar otra, veía que el artista tuvo mucho iglesia, según dice el epitafio de la losa. que añadir de nuevo. Yo también he visto esta joya en el museo y sólo puedo decir que me en• cantó porque lo bello no encanta sólo á los inte• V ligentes. Cada una de sus figuras es una obra perfecta de escultura; todo el conjunto es bellí• Tal es en resumen el estado actual de la igle• simo y no recuerdo haber visto en Roma muchas sia de Husillos. Es verdad que hoy no tiene gran• esculturas mejores. des atractivos para el artista, pero ella ha conser• Mucho tiempo ha que los arqueólogos y artis• vado un monumento que es la admiración de los tas admiran esta obra, pero todavía se desco• inteligentes y aún todavía conserva otro que llama noce su origen, dónde fué hallada y cómo vino justamente la atención de los anticuarios y aman• tes del arte cristiano. á parar á la iglesia de Husillos. Parece lo más creíble que alguno de los Condes de Monzón, ha• biendo visto este sarcófago, lo adquiriese para su (1) A! interior tienen una inscripción alusiva á esto; !a de la Epístola dice en caracteres del siglo XVI: sepultura y lo trasladase á Husillos, donde tenían «Cardinalis Raimundus primus hujus Santas Basilicse los Ansúrez su panteón. Abbas Sanctas hic reliquias a D. Agapito Papa 11 do• El sepulcro estaba colocado bajo el epitafio natas portavit, ac recondidit, anno Dñi D. CCCCL.» de D. Gonzalo González, Arcipreste de Burgos y En la del Evangelio dice casi lo mismo. Canónigo de Husillos, en la capilla del Santo (2) Morales trae una lata descripción del relicario y dice que era una caja de piedra tan antigua, como Cristo de la Salud, de donde fué violentamente toda la obra de la iglesia, con molduras alrededor y dos puertas de rejas de hierro... Véase lambién Qua- (1) Véase el tomo primero del Museo de Antigüe• drado, p. 452, de su Palencia monumental. dades. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 301 sacado para el museo, sin haber remunerado en túnica orlada de turquesas. La silla está guarneci• nada á la iglesia que le conservara y á quien per• da con esmaltes de diversos colores y en su res• tenecía de derecho. paldo y brazos presenta una serie de arquitos de El otro objeto artístico que aún conserva el herradura imperfecta. La parte posterior tiene una templo, envaneciéndose con su posesión y custo• puerta cuya cara exterior ostenta grabada en pre• dia, es una bonitísima imagen de la Virgen que cioso esmalte la mano del Omnipotente en un algunos creen fué traída de Roma por el Cardenal nimbo crucifero. Esta silla debió servir de encolpio Raimundo en el siglo X. Mas debe ser posterior ó relicario y encerrar algunas reliquias de la á este siglo, pues es una escultura bizantina del Madre de Dios que poseía esta iglesia y entre período de transición y de origen francés, según otras un trozo de tela hilado por sus sagradas los inteligentes, que tuvieron ocasión de admi• manos. rarla en la Exposición histórico-colombina donde Esta vetusta imagen es el único trofeo que figuró como uno de los principales objetos del hoy ostenta la iglesia de Husillos de sus primi• arte retrospectivo. tivas grandezas. Este es el único blasón que la Es una preciosa imagen bizantina de cobre resta de sus antiguas glorias. El claustro que al• esmaltado que representa á la Virgen María sen• bergara tan ilustres varones, yace arruinado. La tada con el Divino Niño sobre la rodilla izquier• penuria de la fábrica no la permite hacer repa• da (1). Está sostenida por un escabel ó peana de raciones necesarias para la conservación de la 17 centímetros de diámetro, cuajada de esmaltes iglesia y hasta las arañas parece que se compla• azules y orlada en su parte superior de otros cen en su desgracia, tendiendo sus velos sobre blancos que forman un círculo de dientes de sie• las sagradas paredes del templo á pesar de los rra. En la especie de escocia que la sostiene, pre• cuidados del digno sacerdote que está al frente senta la inscripción Ave María gratía plena, con de la iglesia. letras de esmalte encarnado; en la parte supe• Pero, ¡ah! cómo ha de ser... si está la bóveda rior tiene cuatro piedras preciosas. Sobre esta horadada y las tejas inservibles...! ¡Tal es la mi- peana se eleva la Virgen de 24, centímetros de • seria actual de las iglesias por la mezquina do• altura, con una corona de turquesas y piedras tación que perciben...! Yo, por mi parte, he cum• preciosas, sujetando un manto que cae en gra• plido con mi propósito de sacar de la oscuridad ciosos pliegues y cuya extremidad derecha sube y del olvido una de las joyas casi perdidas del rodeando la rodilla izquierda. El niño tiene su arte español; y para terminar me atrevo á elevar una súplica al limo. Sr. Obispo y á las personas (1) De este interesante relicario se ocupó ante• amantes de las glorias patrias, para que no per• riormente en las páginas de este BOLETÍN, el benemé• mitan se arruine completamente la insigne iglesia rito D. Ramón Alvarez de la Braña (q. g. h.), tomo I. Colegiata de quien me he ocupado y cooperen pág. 25, y de él dimos una magnifica fototipia. El reli• cario se conservaba, no hace muchos años, en el pala• á la conservación del templo de Husillos. cio episcopal de Palencia. (N. del D.) GREGORIO SANCHO PRADILLA BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 302

MISCELANEA VALLISOLETANA

.esoi

En la historia de Valladolid, que está por político, D. José Núñez de Arenas, se hizo nueva• hacer, uno de los más interesantes períodos es mente cargo del mando, bien pronto fué depuesto también uno de los más recientes: el siglo XIX, por el Gobierno. hasta su último tercio. Entonces el Comandante de la Milicia Na• Las guerras, los sucesos políticos, los motines cional de Infantería, D. Mariano Miguel de Rei• y los pronunciamientos, que durante esos setenta noso, ministro más tarde, hombre de tanto relieve y cinco años se sucedieron sin tregua, tuvieron en en la historia vallisoletana de su época, imprimió Valladolid su repercusión más enérgica, y, en un escrito para explicar y poner en claro los suce• ocasiones, su origen y punto de partida. sos (1); el Ayuntamiento, por su parte, dirigió En Valladolid, como en otros puntos, hallóse también su correspondiente manifiesto á los es• establecida la Milicia Nacional (1), agitada al pañoles (2); y, por no ser menos, D. José Núñez vaivén de acontecimientos varios. Cuando, en Septiembre de 1837, la facción carlista de Zaria- tegui entró en nuestra ciudad, arrancando la (1) A la nación española, el Comandante de la lápida de la Constitución, el espanto fué indes• Milicia Nacional de Infantería de Valladolid Maria• no Miguel de Reynoso. (S. 1. n. a.—El escrito lleva criptible. Las autoridades huyeron; numerosas fecha 1.° de Octubre de 1831). gentes quisieron congraciarse con los invasores, Hay también, de este mismo año, un Manifiesto de pasándose á sus filas, y «algunos milicianos na• la Milicia Nacional de todas las armas de la ciudad cionales» les entregaron las armas, «sin emplear• de Valladolid. las—son palabras del Jefe político—para el uso (2) Manifiesto que el Ayuntamiento Constitucio• noble, útil y patriótico para que la nación las con• nal de Valladolid dirige á la nación española, Cortes Constituyentes y al gobierno deS. M. — Valla• fió á su lealtad y valor.» dolid, Imprenta de Aparicio, 1837. Huidos los carlistas, el Capitán General inte• En este manifiesto hacía constar el Ayuntamiento rino, D. Manuel Benedicto, dirigióse á los caste• que la Milicia Nacional había querido defender la plaza; llanos en patriótico bando, anunciando «el castigo que el Jefe Político, á pretexto de recorrer la provin• de los criminales, de los apóstatas y de los hipó• cia, andaba ausente de la capital desde quince días antes; que, reunidas las autoridades, los Comandantes critas»; confirmó estos propósitos el Capitán Ge• y Capitanes de la Milicia Nacional dijeron que estaban neral y segundo en Jefe del Ejército del Norte, prontos á obedecer lo que se les mandara; que enton• Don Manuel Lorenzo, dictando para ello las ces compareció el Coronel Alba, Comandante del oportunas medidas; y aunque el anterior Jefe fuerte de San Benito, diciendo que la defensa era im• posible; que el Capitán General, dispuesto también á la resistencia, hubo de transigir ante las palabras del (1) No es mucho lo que de la Milicia Nacional valli• Director de Ingenieros, quien afirmó que las fortifica• soletana se dice en la Historia de ¡a Milicia Nacional, ciones eran insuficientes; y que, llegando á la votación, desde su creación hasta nuestros días, bajo la di• doce de los concurrentes estuvieron por la evacuación rección material de Don Joaquín Ruiz de Morales Madrid, 1855. de la capital, y cinco por la defensa. La artillería de línea desobedeció la orden del Ca- BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 303 de Arenas dió otro al público para justificar su firmado por un número considerable de vecinos conducta (1). de Valladolid, dirigido á la junta, adhiriéndose á Mayor fué la intervención de la Milicia Na• los programas ya publicados. El día 30 mudó la cional vallisoletana en los sucesos de 1843, pre• escena. El general Aspiroz había sido nombrado cursores de la caída de Espartero. Pero entonces, capitán general, y en la inevitable proclama de si fué ella la que inició la agitación, bien pronto su toma de posesión, si bien hablaba de la Cons• cundió ésta á todo el vecindario. Véase lo que titución de 1837, de la reina y de la independencia sobre este particular dice D. Manuel Marliani: nacional, omitía la regencia del duque de la «Valladolid, hasta el 24 de Junio, había per• Victoria sin que la junta le formase causa, sobra• manecido sin moverse; mas el contagio era so• damente cauta para intentarlo: ya la máscara era bradamente general para que resistiera mucho inútil. La junta de Valladolid, como todas las de tiempo á ese furor de imitación. Una alocución esa época, se componía de hombres enemigos del Ayuntamiento anunció á los habitantes que de la Constitución, de que se proclamaban de• una junta iba á instalarse, habiendo manifestado fensores» (1). el capitán general Santos San Miguel que no la Por feliz casualidad, las actas originales de hostilizaría. Aquella proclama acababa con vivas la junta á que se refiere Marliani en las anteriores á la Constitución, á la reina constitucional y á la líneas, han venido á mi poder. Y un ligero extrac• regencia del duque de la Victoria. to de ellas me servirá ahora para responder á los En efecto, se instaló la junta siendo su pre• apremios del Director de este BOLETÍN, que con sidente el coronel del regimiento de Villaviciosa, urgencia pide original. brigadier Seniasoin: este cuerpo formaba parte Claramente se ve que el alma de todo fué don de la guarnición. El diputado á Cortes D. Agus• Francisco Agustín Silvela (Magistrado de la Au• tín Silvela, fué nombrado vicepresidente. No faltó diencia, y no Diputado á Cortes, como dice Mar• la junta en dar su proclama con las palabras liani), sin que pueda afirmarse que todos los que obligatorias de amor á la Constitución de 1837 y formaron la Junta coincidiesen de modo absoluto vivas á la regencia del duque de la Victoria hasta con su manera de pensar. Fué nombrada ésta el el 10 de Septiembre de 1844, y el ministerio López día 24 de Junio de 1843, por votación entre los con su programa; amalgama necia y ridicula para varios cuerpos, clases, gremios y corporaciones encubrir el objeto de la rebelión. El 27 se repitió de la ciudad, en la siguiente forma: Presidente: igual declaración, tras de un decreto del día an• don Miguel Seniosain, Brigadier Coronel del Re• terior en que se decía «que los que esparcieran gimiento de caballería de Villaviciosa. Vice-Pre- voces contrarias á los objetos sagrados que for• sidente: D. Francisco Agustín Silvela, Magistrado. maban el programa del noble pronunciamiento Vocales: D. Faustino Alderete, Diputado; D. Gre• del 24, serian juzgados por los tribunales. * Entre gorio Baraona, Alcalde tercero Constitucional; esos objetos sagrados se hallaba la regencia del don Pedro de Ochotarena, del Comercio; D. Pe- duque de la Victoria. El 28 salió un manifiesto layo Cabeza de Vaca y D. Claudio Moyano, pro• pietarios y Doctores en Jurisprudencia. Silvela y pitán General, negándose á abandonar el fuerte de Moyano renunciaron el cargo, aunque sin efectos. San Benito y á sacar las piezas. V como la Junta, según dice con razón Mar• En la sesión de Cortes de 22 de Septiembre, el ministro D. Diego González Alonso habló de estos liani, se había fundado contra Espartero, en la sucesos, censurando duramente á D. Mariano Miguel misma sesión del 24 acordó dirigirle la comuni• de Reynoso, á quien, poco antes de la entrada de Za- cación siguiente: riategui en Valladolid, había destituido de su cargo de Subinspector de la Milicia Nacional. (1) Marliani: La regencia de D. Baldomero Es• (1) Contestación á lo dicho y escrito contra el partero, pág. 594. Me político de Valladolid- Valladolid, 1837. (Va Véase también, sobre el manifiesto dirigido por Va• suscrito por D. José Núñez de Arenas, á 26de Octubre lladolid á la Milicia del Reino, la Historia contempo• de 1837). ránea de Pirala, t. I.0, pág. 51. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 304

aquéllas en dirección á la Corte. > ¡Lástima que todo ello fuese en el fondo una El día 24 llegó comunicación de Azpiroz, de las interminables comedias políticas de nuestra donde notificaba la ocupación de Madrid. La pobre patria, y que á la vista de tales sucesos pu• coalición contra Espartero había conseguido su diera decir el mordacísimo Villergas en El baile objeto. El regente, ausente de la corte desde el 21 de Piñata: de Junio, no tuvo más remedio que embarcar en Cádiz para el extranjero. Y como era consiguiente, Como la Junta de Valladolid ya nada tenía se abalanzó cada cual, corriendo, á coger el fruto que hacer, se acordó su disolución, no sin que de tanta penalidad... D. Mariano Miguel de Reinoso leyese, el día 13 Y así fué por el estilo de Agosto, una larga é interesante memoria donde dándose sin descansar refería los servicios de la Junta, en relación con el turrón á tanto y tanto los sucesos políticos, y elogiaba de este modo á ambicioso ganapán. la Milicia Nacional: «Pueblos como el de Valla• Ya se ha salvado la patria, la reina se va á salvar, dolid son dignos de todo: no hay sacrificio que y salvo error, salvaremos pueda negárseles. Su dignísima Milicia Nacional la española libertad! BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 307

EL SUPUESTO AUTOR DEL FRAY GERUNDIO

Cuando el P. Isla, en 1756, hubo terminado Les Piécheurs burlesques en Espagne au XVIIIe la primera parte de su Fray Gerundio de Campa- siécle, y dirigidas á D. Miguel Medina, «del Con• zas, calculó que el libro daría demasiado ruido sejo de S. M., su Secretario y Contador general para que á su frente figurase el nombre de un de medias anatas, expolios y vacantes eclesiásticas, miembro de la Compañía de Jesús, notorio ya por y académico del número de la Real Academia de sus trabajos literarios. Y decidió buscar un testa• la Historia». Quiso primeramente Isla que el pro• ferro que se prestase á aparecer como autor del pio Medina diera su nombre, ó buscase en Ma• libro con todas sus inevitables consecuencias. drid un amigo dispuesto á ello; pero ni una ni De igual modo que Sancho Panza auguraba otra cosa fué factible. Aprovechando el viaje que á su amo y señor que «antes de mucho tiempo realizó á Zaragoza para predicar la Cuaresma de no ha de haber bodegón, venta ni mesón ó tienda 1757, hizo la proposición á un joven sacerdote de barbero donde no ande pintada la historia de llamado Abreu, quien se mostró dispuesto á com• nuestras hazañas», el P. Isla previo la tremolina placerle siempre que le concediera autorización qué había de producir su Fray Gerundio; y ya en un su hermano residente en Madrid. Este, sin •7 de Marzo de 1755 escribía á su cuñado, que le duda, negó el permiso, y la tentativa fracasó. Es• motejaba por emplear su tiempo en traducciones: cribió entonces Isla á su amigo Medina diciéndole «Sin embargo, allá verás que no me dedico tan que pidiera licencia para la impresión bajo el total y únicamente á ser copiante, que no reparta nombre—no como autor, sino como editor—de el tiempo en otra tarea original (ya muy adelan• don Vicente Pignatelli, Caballero de la Orden de tada), cuyo despacho es seguro, cuyas ediciones San Juan, Arcediano de Belchite, Dignidad de la serán repetidas, cuya traducción en otras lenguas Santa Iglesia de Zaragoza, quien haría constar será muy verisímil, pero cuyo ruido y alboroto de que había caído en sus manos casualmente el ma• los interesados (que son innumerables) eternizará nuscrito anónimo; y que si el Juez de imprentas mi nombre, mi paciencia y mi desprecio, que es ponía reparos, solicitara la licencia á nombre del grande siempre que se interesa la utilidad uni• licenciado Joachín Federico Palssi (anagrama de versal». José Francisco de Isla), presentando á este perso• naje no como editor, sino como autor (1). El Juez Los pronósticos no eran descaminados. La de imprentas, D. Luis Curiel, no se mostró muy mordacísima sátira de Fray Gerundio, cayendo conforme con esto, y propuso que el Fray Gerun• sobre los malos predicadores, había de producir dio apareciese con el nombre supuesto de Pedro la consiguiente algarabía de indignación entre los Fernández; pero la solución no fué muy del agra• numerosos clérigos, regulares ó no, que bastar• do de Isla. deaban con sus extravagancias el púlpito español del siglo XVIII; pero, al mismo tiempo, estaba lla• Al fin, después de tantas gestiones, encontró mada á obtener la notoriedad que á los talentos •Isla lo que deseaba, y á principios de 1758—antes de su autor cumplía. de lo que el autor quería, por la oficiosidad de Trató, pues, de buscar el P. Isla un amigo sus amigos,—apareció la primera parte de Fray complaciente que diera su nombre para el Fray Gerundio, con la siguiente portada: Historia del Gerundio; pero en sus gestiones tropezó con no famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, Pocas dificultades, como lo revelan unas cartas inéditas conservadas «n el British Museum, á que (1) En alguna otra ocasión se firmó Isla Joaquín hace referencia el P. Gadeau en su notable libro Federico Issalps. 308 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES alias Zotes Escrita por el Lic.do Don Francisco parlo así en el Fray Gerundio. Cinco oposiciones Lobón de Solazar, Presbytero, Beneficiado de hizo, la penúltima en 1747, aspirando á la cátedra Preste en las Villas de Aguilary de Villagarcta de de Vísperas de Teología, y la última en 1748, para Campos, Cura en la Parroquial de San Pedro de alcanzar la de Filosofía moral, vacante por ascenso ésta, y opositor á Cathedras en la Universidnd de del Dr. José Cayetano Luaces á la del eximio Doc• la Ciudad de Valladolid. Quien la dedica al Pú• tor Suárez. En el expediente de ésta constan así blico. los méritos del amigo de Isla: «D. Francisco Lo• ¿Quién era este D. Francisco Lobón de Sala- bón, Br. Artista por esta Universidad en 17 de Di• zar? ¿Qué puntos alcanzaba en asuntos literarios? ciembre de 744. Ha hecho quatro lecciones de ¿Cómo se avino sin oposición á que el P. Isla es• oposición.—(71/ margen.) Grados. 4 lecciones de tampara su nombre al frente del Fray Gerundio, oposición. Jesuíta» (1). con el aditamento de todos sus títulos? Infiérese No obstante esta hoja académica, los alcances de éstos, y de las referencias que el jesuíta vida- de Lobón no debían de ser muy grandes, cosa nense hace en sus cartas, la carrera eclesiástica del que sirvió á las mil maravillas para que Isla con• buen Lobón; pero como á través de todo ello se siguiera su aquiescencia en lo del libro. Algo más adivinaba una personalidad curiosa, entré en de• gracioso hay todavía, y es que Lobón, que apa• seos de hacer alguna averiguación sobre el singu• recía ante el mundo como un fustigador de los lar personaje. malos predicadores, daba quince y raya á todos De ella resulta que, en efecto, D. Francisco los Gerundios habidos y por haber. Lobón era cura en la parroquia de San Pedro El socarrón de Isla decíaselo así á su amigo Apóstol, de Villagarcía de Campos, al publicarse Medina cuando, al comunicarle que ya tenía autor el Fray Gerundio, pero sólo desde poco tiempo para su libro, agregaba que el tal había predicado antes. La primera partida de bautismo autorizada el terrible sermón del Gonfalón de Toro, muy por él, corresponde al 3 de Mayo de 1757. Y no digno de figurar entre los más famosos del Flori^ se mantuvo mucho tiempo en su cargo, porque, legio (2). á partir del 23 de Febrero de 1760, su nombre Y para mayor ironía, en el Prólogo con mo^ desaparece de los libros parroquiales, sin que sea rrión de Fray Gerundio, pone en boca del lector fácil determinar si ello fué debido á fallecimiento, la objeción siguiente: «¿De dónde te ha venido de ya que la más antigua partida de defunción de repente el caudal de literatura, de juicio, de críti• dicha parroquia se remonta solamente al año ca, de noticias y de sal que se necesita para un 1791, ó" á traslado, renuncia ó cosa parecida. Más empeño tan arduo? ¡Un capellán de San Luis, probable es esto último. un cura de San Pedro de Villagarcía, un Lobón No me había llamado la atención, aunque hoy metido á reformador del púlpito en España! ¡Un parecía un poco raro, el título de «opositor á cá• Lobón, santos cielos! ¡Un Lobón, que sabemos tedras» que hacía constar Lobón en la portada an• quién fué los que le conocemos! ¡Un Lobón, que tedicha, pues entonces solía alegarse con frecuen• en tres ó cuatro sermones que predicó (y algunos cia. Ni me sorprendió tampoco, al registrar en el de ellos de rumbo) dejó muy atrás á todos los Ge• archivo de la Universidad vallisoletana los legajos rundios pasados, presentes, futuros y posibles! que contienen los expedientes de provisión de cá• ¡Este nos quiere instruir! ¡Este nos quiere refor• tedras, el encontrarme con que Lobón de Salazar mar! ¡Este se nos viene ahora á burlarse de nos• acudió cinco veces al palenque de la oposición sin otros! ¡Oh tiempos! ¡Oh costumbres!» obtener plaza. Individuo, hubo, por la misma épo• ca, que hizo en la misma Universidad veintisiete (1) Archivo universitario de Valladolid—Provi• oposiciones, todas ellas con resultado negativo. siones de las Cathedras de Sagrada Escriptura, Fué, pues, opositor á cátedras en la Universi• Theología p Philosophía desde el año de 1735 hasta el de 1756. dad de Valladolid, D. Francisco Lobón de Sala- (2) La más famosa colección ele discursos gerun- zar, y no se atribuía honores inventados al esíamr dianos del si^lo XVIII. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 309

En las cartas á su hermana, Isla habla también bón»; pero esto no quitó para que éste sufriera chanceramente de su bondadoso amigo: «Don continuados sinsabores. Su nombre fué traído y Francisco Lobón, hermano del Padre Pedro- llevado, y lo que es peor, se vió privado de una dice en una de ellas,—que ha oído leer parte de parte de su beneficio y amenazado de un proceso alguna tuya y no es lerdo, dice que tiene envidia ante el Tribunal eclesiástico de Palencia. Isla, jus• á tu entendimiento y á tu pluma, y quiere abso• to es confesarlo, trabajó lo indecible por sacar á lutamente que le ponga á tus pies. Haz cuenta que su amigo sano y salvo de tales peligros, y, según ya le puse, y pues le tienes á ellos, dale buenas parece, lo consiguió. «Estoy al presente de malí• patadas para que otra vez no vuelva á ser envi• simo humor—dice en una carta, después de ha• dioso.» «No es culpa mía—añade en otra—que blar del P. Pedro,—porque á su hermano, el po• don Francisco Lobón sea un simple y tenga á tus bre D. Francisco, le han levantado la calumnia cartas por muy discretas. Ha leído algunas, le han más atroz que se ha levantado á hombre, y como parecido cosa grande, amancebóse contigo, y yo sus furiosos émulos hallan abrigo en el Tribunal, déjolo correr, porque el oficio de desengañador se han desenfrenado con la mayor desvergüenza. me cuesta caro » No obstante, ya tengo al Obispo y á su provisor No mostró igual satisfacción el P. Pedro, alu• amañitos, y no lo dejaré hasta que, averiguada la dido en la carta antes citada, jesuíta también, con verdad, se le dé una plena satisfacción y sean cas• que su hermano D. Francisco apareciese de autor tigados rigurosamente los calumniadores, que son en una obra tan sonada como Fray Gerundio. Ya también los alborotadores de este pueblo.» «Me lo recelaba así el P. Isla cuando decía á su her• ha distraído mucho—dice en otra—la defensa de mana: «Ahora me resta saber cómo ha tomado el Lobón, á quien pretendía atropellar el Tribunal Padre Lobón ver el nombre de su hermano á la de Palencia; pero le he parado, y espero que del frente de esta ruidosa obra. El caso es que su todo le desarmaré. Era una infamia que no puedo nombre quedará inmortal en España y fuera de consentir, y en que necesito echar el resto por mi ella, sin que pierda nada su persona, como me propio honor.» Y en otra carta, posterior, agrega: lo hacen esperar los amigos de la corte; y cuanto «La dependencia de D. Francisco está por ahora más le muerdan los originales de Fray Gerundio, dormida, y creeré que el señor Obispo y su pro• más protectores tendrá para que sea premiado y visor quisieran que se quedase así; pero no podrá atendido.» En efecto, el P. Pedro—que sin duda ser, porque su inocencia necesita de una pública tenía mayor dosis de discreción que su hermano- y grande satisfacción.» hizo patente su descontento al P. Isla. Otra compensación alcanzó D. Francisco á Porque es de advertir que aun antes de publi• cambio de aquellos contratiempos. Su padre fué carse el Fray Gerundio, ya empezó á darle disgus• nombrado Alcalde mayor de Villagarcía y su par• tos al buen cura de Villagarcía. Por de pronto, el tido, como precedente para alcanzar la adminis• Obispo de Palencia negó licencia para que se im• tración de los mismos. Con todo ello, es de su• primiera la novela en su territorio, «alegando el poner que el buen clérigo perdonase á su amigo ridículo pretexto—dice Isla—de que, saliendo la los apuros en que, después de todo, se había me• obra en nombre de un súbdito suyo y párroco, tido por su propia voluntad. los frailes se la han de atribuir al Prelado, por Y he aquí cómo D. Francisco Lobón de Sala- cuanto mandó que toda la salutación de los ser• zar, presbítero, beneficiado de preste en las villas mones se redujese á doctrina cristiana». En vista de Aguilar y Villagarcía de Campos, cura en la de esto, fué necesario imprimirla en Madrid. parroquial de San Pedro de ésta, y opositor á cá• Publicado el libro, todo el mundo supo que tedras en la Universidad de Valladolid, que hu• 'a donosa sátira no se debía al personaje que figu• biera caído en el olvido como uno de tantos, raba en la portada, y el P. Marquina, uno de los vino á ocupar un lugar en nuestra historia litera• Primeros impugnadores, acusaba al autor de en• ria, merced al atrevimiento que le hizo prestar su cubrirse «con el sombrero de D. Francisco Lo• nombre para Fray Gerundio. 310 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES

UIV r^OETA SUICIDA

Enfermedad de alma padecían aquellos man• Gasa... brisa... tul... crespón... cebos, simpáticos y nobles, que leían con ad• Esas nuestras voces son, la mazurca, el rigodón mirativa devoción las tristezas é inquietudes de del romántico bajón. René, de Adolfo y de Obermann. La sombra de ¡Maldición! Werther y de Jacopo Ortis vagaba por entre la legión romántica, esgrimiendo con insistente de• Una de las víctimas del romanticismo, fué el lectación el arma suicida. Y no había mozo de poeta Vicente Sáinz-Pardo. El contagio de los veinte años que no se creyera, como el personaje amores exaltados, de las existencias atormentadas, de Hernani, le arrastró á la muerte cuando acababa de cumplir los veinticinco años. Un ame de malheur faite avec des ténébres. Vicente Sáinz-Pardo nació en Valladolid el día 19 de Abril de 1823. A los 15 ó los 16 años, La manía no llegó á tomar en España los es decir, cuando el romanticismo estaba en todo graves caracteres que en Francia, ni se formó, su furor, Sáinz-Pardo componía versos imitando á como allí, un Club de suicidas, ni se ofreció un Espronceda, á Zorrilla, á Pastor Díaz. En mis cuadro tan siniestro como el que pinta Luis Mai- manos he tenido un libro autógrafo de poesías^ gron en su precioso libro Le romantisme et les escritas las últimas en 1841, y pena da ver cómo mceurs; pero ni el caso de Larra fué único, ni apenas salido de la niñez, vertía el poeta en puede negarse que «el mal del siglo» adquirió sus versos la hiél de la desilusión y el desengaño. formas muy agudas. Si Alfredo de Musset ha• Claro es que por aquel entonces no haría otra blaba de cosa que seguir la moda literaria; pero «el mal Cette secrete et froide maladie, del siglo» comenzaba á minar sordamente su Misérable cáncer d'un monde qui s'en va, corazón. Ce facile mépris de l'homme et de la vie, No califiquemos de cursis aquellos versos ju• Espronceda decía: veniles. Los de todos los poetas románticos nos lo parecerían hoy. No pongamos de relieve la Muere, infeliz: la vida es un tormento, pose que en ellos se advierte, su candidez primi• Un engaño el placer. tiva, su monótona uniformidad... En aquellos renglones latía ya, sombría y calladamente, el Que abundaban los románticos como el re• amargo pesimismo que mataba en flor los anhelos tratado por Mesonero Romanos, de carácter «tétri• de juventud y de vida. co y sepulcral», errantes por cementerios y escue• las anatómicas, lo demuestra el hecho de que El novel poeta va siguiendo las huellas de muchos se creyeron aludidos por El Curioso Par• todos los románticos, y canta con frecuencia á la lante. El mismo López Soler, uno de los román• luna y á la noche. ¿Qué romántico no cantó á la ticos más juiciosos, decía que la musa romántica noche y á la luna? Espronceda, Zorrilla, Enrique se presentaba «pulsando una lira de ébano, orlada Gil, Pastor Díaz, Salvador Bermúdez de Castro, la frente de fúnebre ciprés... reclinada al pie de Pedro de Madrazo... Otras veces presta obediencia los sepulcros ó errando bajo los arcos de antiguos á un sentimental mandamiento de escuela, y Hora alcázares y monasterios». Ya lo decía festivamen• las desgracias de los tristes y de los oprimidos: del te el ingenioso Miguel Agustín Príncipe: expósito, de la huérfana... BOLETÍN *DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 'MI

Al.pie de triste losa funeraria, pero las confundo ¡necio! al brillo déla luna silenciosa, Sus caricias son fatales, eleva al cielo tímida plegaria y las he comprado á precio upa virgen bellísima y llorosa. de tus ojos celestiales (1). Flota su blanco velo, y en su frente refleja de la noche el astro bello; El poeta se cree otras veces un sér precito, que una cruz de su pecho va pendiente^ infecta todo cuanto toca. La inocencia, á su con• y en bucles en desorden su cabello (1). tacto, cae marchita, como la flor á la brisa abra• Las narraciones legendarias no podían faltar. sadora del Agosto: La conquista de Valencia, en El Cid y Gaiferos; Yo corrí tras la dicha y los placeres, la batalla de Uclés, en Mahomed; D. Pedro el yo volví de niñez á los jardines, Cruel y el rey Bermejo, en El León y el usurpa• yo demandé el amor de mil mujeres dor... La imitación del duque de Rivas, de Romero puras como celestes serafines. Yo las contaminara á mi presencia; Larrañaga, de Zorrilla, era obligada en todo apren• palideció su frente sin mancilla, diz romántico que se preciara en algo. huyóse de su pecho la inocencia Innecesario parece decir también que las y se perdió el color de su mejilla. orgías (ú orgias, como Zorrilla pronunciaba siem• Unas al estrecharme con sus brazos pre, y con razón), no se le olvidan á Sáinz-Pardo. mentían el amor que me juraban; oirás entre mis férvidos abrazos A cada momento escuchamos el ruido de la ba• veneno sólo y maldición hallaban (2). cana!, contrastando con los gritos de maldición y los gemidos infernales: Y doquiera palpitando el mismo pesimismo,, la misma desolación. El único consuelo del poeta, ¡Oh, qué lúbrico desorden! ¡Cuál se aduna nuestro acento es la muerte; su mansión predilecta, el campo• con el bramido del viento santo (3). Alguna vez pretende engañarse á sí contra el negro murallón! mismo, creyéndose libre de lúgubres pensamien• ¡Cómo se agitan cien bocas tos. Así, tras el título de cierta poesía.—Recuerdo en un discordante coro, á la compañera de mi niñez—agrega, á modo de y se mezcla un «yo te adoro» advertencia: «No de la mía: de la de un amigo, á una ronca maldición. llorón como un franciscano». Y era él, sólo él, Tormenta y ruido en el cielo quien llevaba dentro del pecho aquella pesadum• y acá en la tierra tormenta. bre de dolor y angustia (4). Esa luz amarillenta Alguna vez se asomó la felicidad á sus puer• que alumbra nuestro festín, tas, y es en otro manuscrito de poesías algo más es como la luz que baña las paredes del infierno, y cual su armonía extraña (1) El encuentro. nuestra algazara sin fin (2). (2) La felicidad. (3) ¡Mansión de los muertos! ¡Si fuéramedado Pero siempre, como es consiguiente, expre• pasar en tus muros mi triste vivir! sando el hastío de los placeres, el odio á la ¡Si lejos del mundo, do tanto he llorado, mujer: verdad y silencio tuviera feliz!

Esos miserables seres La postrimera ilusión mis creencias arrancaron, de luto y desolación y son, como tú, mujeres... gozo en tu triste quietud, Al venderme sus placeres que anhela mi corazón mis ilusiones compraron. silencio... y un ataúd. Yo las odio, las desprecio. (El cementerio). (4) En una de las varias poesías que tiene dedicadas (1) La huérfana. á Laura, anota: «Querida de un amigo. Todas las (2) Orgia. á Laura son compuestas en comisión». 31: BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES

modernas (1843 y 1844) donde exteriorizó sus hállase una poesía Al Sol, donde figuran las alegrías. En él están su poesías á Manuela, que siguientes estrofas: fué al fin su esposa. En una de ellas, correspon• Adiós, sol espirante. Tu volverás mañana diente sin duda á la fecha de su matrimonio, y al descorrer fulgente tu pabellón de grana, escribió lo siguiente: «No hay más que un corazón ante un tropel de blancas y tímidas estrellas donde antes había dos. He aquí dos seres unidos que ocultarán medrosas ante tu luz sus huellas, por el amor y que van á hacer dos felicidades en el funerario acento de lúgubre campana una sola. Enero 22-1843». se elevará hasta tí; con él, de madre tierna la fúnebre plegaria Poco después—¡oh infidelidad romántica!— que llora sola al borde de losa solitaria ya escribe versos á María, á quien llama «su subirá, y el acento de angélica hermosura amor», y aún sigue viendo la vida con el más que amor me diera en cambio de penas y amargura, plácido optimismo: y triste entre las sombras cual ave funeraria, suspirará por mí. Yo duermo como los niños, Cuando tu rayo dore su blonda cabellera, y en las cortinas nevadas su marchitada frente cual flor de primavera de mi lecho descuidado que desprendió bramando la negra tempestad, veo hechiceras fantasmas. cuando las dos invoquen al Dios de los cristianos ¡Tengo el corazón tranquilo . alzando temblorosas sus delicadas manos, y mucho amor en el alma! (1). lánzales en tus rayos al corazón la paz. Por entonces se trasladó Sáinz-Pardo á Madrid ¡Ay! El cieno del mundo maldito con su esposa. Su ingenua inspiración le había mi pálida frente de luto cubrió, dado ya entrada en los periódicos de la corte. y en torrentes de horror inaudito Colaboraba en La Risa, en El Dómine Lucas, en la sombra del crimen mi vida inundó. el Museo de las Familias en el Semanario Pin• ¡Ay! Horrible la muerte temprana toresco Español... Rara vez eran festivos los versos se muestra á mis ojos henchidos de hiél, y sin hoy, sin ayer, sin mañana, suyos; casi siempre tristes, melancólicos, opacos. mi vida, aunque corta, tormento es cruel. La imitación de Lamartine se dejaba sentir á veces Yo por ellas amaba la vida; en ellos (2). mi madre era un ángel, velaba por mí, En 1847, Sáinz-Pardo había hecho ya pro• y una^hermosa en mis brazos cencida pósito de morir. Fechada en Enero de aquel año ayer me decía: Yo vivo por tí. ¡Oh! morir y dejarla tan bella, dejarla llorando mi muerte y su amor, (1) Mi ángel. como triste sin luz una estrella, (2) Era Lamartine el poeta predilecto de Sáinz-Par• cual seca y sin brillo del campo la flor... do. Entre sus manuscritos se hallan traducciones en prosa de algunas poesías, como Pensée des morts, Le Aún vivió más de un año Sáinz-Pardo. ¡Qué cridel'áme. En cierta ocasión remitía á su padre desde Madrid el Himne de l'enfant á son réveil, con una carta angustias pasaría su alma atormentada! ¡Qué ho• que decía así: «Mi querido Padre: mil veces he querido rrible lucha entre la muerte, que le atraía, y el traducir ese himno de Lamartine, hasta convencerme amor á las dos mujeres de sus sueños! Moribundo de que es intraducibie y de que no es posible dar á la de espíritu, aquellas treguas no eran sino la pro• palabra humana tanta suavidad y pureza como ese longación de una agonía espantosa. Finalmente, hombre inmortal sabe darla. Deseando que V. le vea y no queriendo desfigurar esa poesía divina, se le man• al mediar el año de 1848, no pudo resistir más. do á V. original para que le lea y le conserve y forme Y antes de arrojarse en brazos de la muerte, es• una idea (si es posible formarla), del carácter de la cribió una poesía.—Hojas de flores marchitas— poesía de mi autor favorito. Cada vez siento más no donde se hallan estrofas comparables á las más poderle traducir dignamente, á pesar de creer que nadie tiernas que la musa del dolor haya producido en lo podría hacer á no tener el genio del que le escribió. Cuídese V. mucho, abrace V. á mis hermanos, y con nuestra lengua. Oíd algunas: afectos de Manuela para todos, reciba V. el cariño de su hijo que le ama.—Vicente». BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 313

I IV Como en otoño arrastradas ¡Dejar tan hermosos sueños por las ráfagas inciertas tan bellísimos paisajes, murmuran las hojas muertas y los dorados celajes que restos de flores son, del cielo de tu ilusión!.. así ¡oh sueño de mis sueños! ¡Dejarte á ti ¡oh mi paloma! de mi desierto sombrío bella hurí de un paraíso hojas marchitas te envío... que el cielo en venganza quiso ¡ pedazos del corazón! mostrar á mi corazón! Recuerdos deslumbradores ¡Oh! ¡nunca! Cuando las flores de una dulcísima historia por el otoño ateridas que acarician mi memoria dejan sus hojas perdidas y que nunca tornarán. á merced del viento errar, ¡Hojas de flores marchitas, una ráfaga piadosa juguete ya de los vientos! con invisible suspiro, ¡adorados pensamientos las trae en incierto giro que en mi tumba dormirán! al pie del tronco á espirar. Y yo también, alma mía, II que he comprendido al perderte ¡Oh, cuán hermosa!.. Los cielos que las alas de la muerte quisieron darte á mis ansias, se agitan en torno á mí, como al desierto sin sombra iré á dejarte esas hojas un manantial y una palma. de mis ya perdidas flores, y en un ósculo de amores Mas ¡ay! seguir es preciso me unirá la muerte á tí. la derrota comenzada. ¡Son las horas del reposo pasajeras cuanto gratas! VI Por eso fué dulce y breve Ya ningún ruido mundano la ilusión que me halagaba, resuena en mi corazón... ¡Por eso cada ventura ¡Respetad los tristes restos me cuesta un raudal de lágrimas! de un templo que se arruinó! ¡Dormías, amada hermosa! No volváis, sueños, hechizos... Tu blanco seno se alzaba ¡Mujer!.. ¡Silencio por Dios! como las sombras de un lago que riza apenas el aura. No vuelva yo á ver tus labios en que un beso resonó, Tus labios me sonreían ni á escuchar el blando acento y apacibles murmuraban de tu embriagadora voz... las imágenes del sueño ¡Respeta el templo vacío! ó de mi amor las plegarias. ¡Paz y silencio, por Dios!

¡Dormías! Tu lindo brazo Los niños, cuando sonríen sobre la frente nevada... con inefable candor, ¡Así la tórtola esconde me laceran las entrañas, el cuello azul bajo el ala! me queman el corazón. ¡Dormías! Y al pie del lecho ¡Tiemblo al eco de tus pasos! un hombre te contemplaba, ¡Mujer! ¡Silencio por Dios! y respiraba tu aliento En esas horas inciertas en éxtasis de esperanza. en que moribundo el sol, dora las altas montañas con rojizo resplandor, un recuerdo... ¡Dios lo borre! 314 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES

¡Mujer!., ¡olvido y perdón! que ya perfumes no dan? ¡Un sol ha muerto por siempre! ¡Hojas de flores marchitas! ¡Paz y silencio por Dios! A mi frente virginal fuisteis un día diadema VII de ternura y castidad... Y hoy os arrebata el polvo Cuando el sol su luz retira, y os sacude el vendaval, en sombra quedan los valles y bajo sus recias alas y los montes se oscurecen tristemente suspiráis!... lentamente, por instantes. Si algún día ¡mustias hojas! Bien pronto una luz dudosa, la encontráseis al pasar; tibia, leve, pura, suave, si os huella su leve planta dora tan sólo las cimas que en pos déla dicha va; • de los gigantescos árboles. si pasáis por su camino, ¡hojas muertas, suspirad! Y cuando se seca un alma, Tal vez en ese suspiro lentamente, por instantes, mi voz adivinará, desaparece el encanto y de sus ojos de fuego de sus sueños virginales. dos lágrimas correrán. Bien pronto un recuerdo, triste cual la mirada de un mártir, ¡Rieguen el árido polvo queda solo en la memoria que tenéis que atravesar, como un aroma fragante... y derrámense en su seno como un bálsamo fugaz Mañana en un alma rota que refresque las heridas y ajada por los pesares, del triste que va á espirar! sólo quedará tu amor y el recuerdo de una madre... ¡Así en las ramas desnudas El día 16 de Julio de 1848 puso fin á sus días de un amarillento sauce, Vicente Sáinz-Pardo. Dijeron unos que había queda tan sólo una hoja que mecen los huracanes! cometido el suicidio en un rapto de locura; otros, que había adoptado tal resolución «no pudiendo soportar las contrariedades de un amor sin ven• XI tura y algunas decepciones sociales, de aquellas ¡Hojas de marchitas flores! que conocen casi todos los que han llegado á Con el aquilón pasad. Madrid sin más capital que sus sueños de gloria Nadie recoge las hojas que aroma no tienen ya. literaria». Tal vez habría un poco de todo; pero Id entre la seca arena la causa original era otra: era la exaltación román• del abandonado erial, tica, que oscurecía la inteligencia y hacía desbor• en revuelto torbellino dar las pasiones .Sáinz-Pardo era una víctima más sin saber á dónde vais... del romanticismo, como Víctor Escousse, como ¡Melancólicos despojos! Con el huracán pasad.., Augusto Lebras, como Fígaro... ¿Quién recogerá las hojas NARCISO ALONSO CORTÉS. BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES 315

y el rrjonasterio de JVuestra Señora de Portaceli

Relación alfabética de las personas que se han mencionado en los DOCUMENTOS

(Continuación) (i)

Fernández de Tovar, Juan.—Almirante de Cas• tilla, 94. Falconi, Alonso.—Licenciado.—Regidor.—Alcal• Fernández de Tovar, Sancho.—Guarda mayor de de del estado de los hijosdalgo de Boecillo, Juan I.—Almirante de Castilla, 94. 8 y 16. Fernández de Valladolid, Fernán.—Hijo de Fer• Fanega, Antonio.—Clérigo, 5, 6 y 7. nán Sánchez de Valladolid y Tovar, 94. Fanega, Felipe.—Escribano, 7. Fernández de Valladolid, Garci.—Hermano ma• Fanega, Francisco.—Escribano, 2. yor del anterior, 94. Felipe 11.—Rey, 54. Fernández Sanvitores de la Portilla, Juan.—(Tlm- Folipe III.—Rey, 42, 43, 46, 54 á 57, 63 y 81. beres), 6. Felipe IV.—Rey, 58, 64 68, 72 á 74. Fernando III El Santo.—Rey, 94. Fernández, Alvar.—Hijo de Oarci Fernández de Fernando IV.—Rey, 94. Valladolid, 94. Ferrer Arias, Blas.—Cura ecónomo del Salvador, Fernández, Damián.—Regidor, 70. 77 y 78. Fernández, Juana.—Mujer de Pedro Fernández Figueroa, D.a Juana de.—Mujer de Garci Fer• de Torquemada, 94. nández de Valladolid, 94. Fernández, Lope.—Hermano de Alvar, 94. Florez, Miguel-CP/ase^c/aj, 7. Fernández, Marcos, 87. Fonseca, Diego.—Pechero, (Avila), 1. Fernández Bascalá, Juan.—Religioso de la orden Fórmente, Clemente.—Regidor, 70. de Santiago, 62. Francés, D.a Agustina.—Mujer de Cristóbal Fer• Fernández de Castro, Cristóbal.—Apoderado de nández de Castro, 13. la Condesa de Rivadavia, 13. Franqueza, D. Pedro.—Conde de Villalonga.— Fernández de Nava, Juan.—Capellán de la capi• Secretario de Estado. (La Cistérniga-Ma- lla de D.a Francisca de Aguilar Calderón, en la drid), 9, 26 y 51. iglesia de Portaceli, 87. Fuenmayor, D. Alonso de.—Caballero de Cala- Fernández de Torquemada, Pedro.—94. trava. (Medina del Campo), 8. Fuensaldaña, Conde de, 25. Fustero.—Médico, (Escooial,) 63. (1) Véase el núm. 108. J. M. y M. 310 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD CASTELLANA DE EXCURSIONES

SBCCÍÓIV 13B TURISMO

Ocúpase La Correspondencia de España de que se vaya formando la corriente progresiva del estos asuntos con frecuencia, y últimamente ha turismo. prestado su atención á uno que considera muy En España ya se encuentran instalados algunos principal, cual es el implantamiento de los CEN• de estos Centros. El de Barcelona parece ser muy TROS DE INFORMACIÓN, analizándole bajo distintos notable; San Sebastián le tiene en el Boulevard, puntos de vista. Santander en sitio muy céntrico y Burgos en el El procedimiento de propaganda para atraer paseo del Espolón, edificio del teatro. Su fun• á todo viajero, debe arrancar de fuera á dentro, cionamiento no es igual en todos ellos, pero es decir, estimularle á que desde las capitales ex• su objeto principal el mismo: la atracción de tranjeras vengan á nuestra tierra, dándoles co• forasteros. nocimiento previo de todo aquello más impor• Valladolid aún permanece inactiva y no debe tante y digno de conocerse, como así bien de estarlo. La junta local del turismo sigue sin crear• cuantas noticias puedan ser útiles para aprovechar se, y de ese modo son imposibles las iniciativas el tiempo rápidamente, que es una de las con• aisladas. El Ayuntamiento debe considerar que diciones esenciales del turismo. las grandes masas que vienen los días de Feria Pero á la vez que se implantan estos grandes no son las que dan vida á una ciudad en su es• centros de información originarios, deben coexis• tado corriente, sino el continuo va y ven de la tir otros en las ciudades ó regiones dignas de población flotante. A eso tiende el turismo; para ser visitadas, y éstos parece que suelen tener facilitarle se crean los Centros de información, y organizaciones distintas. Los hay establecidos en este elemento conviene que se organice, que se el mismo edificio del Ayuntamiento bajo la direc• implante, cuanto más pronto mejor. ción de empleados municipales, en las estaciones La Sociedad Castellana de Excursiones vería del ferrocarril, ó en sitios céntricos de las ciuda• con mucho gusto que sus socios manifestaran des, servidos por dependientes de Asociaciones cuantas opiniones tengan sobre la materia en ge• turísticas. Su carácter principal es dar gratuita• neral, para publicarlas en esta misma Sección. mente toda clase de noticias para hacer agradable Todos los que amamos el excursionismo, como y fructífera la estancia al viajero, el cual, al mar• así bien la tierra donde vivimos, estamos obliga• charse satisfecho, sirve de natural reclamo para dos á que Valladolid tenga un puesto señalado en el itinerario del turismo.