El Castillo de Burguillos del Cerro (): Un estudio preliminar

The castle of Burguillos del Cerro (Badajoz): A preliminary study

Carlota Lapuente Martín Pablo Paniego Díaz

Arqueólogos

Recibido: 01/09/2015

Aprobado: 10/11/2015

Resumen: En este estudio histórico-arqueológico se dan a conocer los resultados de un análisis preliminar realizado en el castillo de Burguillos del Cerro (Badajoz). Dicho edificio consta de una muralla perimetral y un cuerpo principal y se documentan en él diferentes fases constructivas, que se pueden dividir en dos grandes periodos, el primero asociado a la Orden del Temple y los primeros momentos de control señorial. En el segundo, la señorialización del edificio se hace evidente mediante una serie de reformas arquitectónicas, coetáneas a la adaptación del castillo a las nuevas armas del momento.

Palabras clave: Burguillos del Cerro, Fortificación, Orden del Temple, Señorialización, Zúñiga.

Abstract: In this historic-archaeological study we are presenting the preliminary results on the study of the Castle of Burguillos del Cerro (Badajoz). This building consists in a surrounding wall and a central body, allowing us to document different constructive phases, which can be divided in two main periods, the first one associated to the Templar Order and the first moments of domanial control. The second period belongs to the moments when “domanialization” of the building becomes evident through a series of structural reforms, coinciding with the adaption of the castle to the new weapons of the moment.

Key words: Burguillos del Cerro, Fortification, Templar Order, Nobelization, Zúñiga

Cuadernos de Arquitectura y Fortificación # 2 Madrid, 2015 / ISSN: 2255-1086 / ISBN: 978-84-16242-17-7 / pp. 43-72 Carlota Lapuente Martín y Pablo Paniego Díaz

Figura 1. Burguillos del Cerro en la región

INTRODUCCIÓN cronologías emirales y califales se da en el espacio estudiado un poblamiento disperso, mayoritaria- Burguillos del Cerro se sitúa en el Suroeste de mente muladí y mozárabe, en el que destaca algún Badajoz, en la comarca agraria de Jerez de los asentamiento defensivo en alto, como es el Cerro Caballeros, en la confluencia de los ríos Ardila y de Guruviejo (PANIEGO, 2015). Posteriormente, Bodión. El castillo se encuentra ubicado en el Bal- durante el período de taifas, se le puede adscribir cón de Pilatos, a cuyos pies se extiende el actual al Reino de Badajoz. municipio. Se desconoce cuándo comenzó la concentración poblacional alrededor del Balcón de Pilatos pero se barajan dos momentos concretos, ambos relacio- La conquista cristiana y la Orden del Temple nados con los sucesos bélicos que sufre la región entre finales del siglo XII e inicios del XIII, aunque Si nos centramos en la historia del territorio desde ello no implica que no hubiese un asentamiento la Edad Media, cronología más antigua atribuida previo con anterioridad a esos sucesos. al objeto de estudio, habremos de comenzar con el período andalusí. En estos momentos el territo- La primera de las hipótesis planteadas sugiere que rio de Burguillos parece pertenecer a la kūra de fue una consecuencia de la incursión de Fernan- Mérida, situándose en su frontera meridional, en do II en 1177 y de la presión castellanoleonesa el Iqlīm Amsīn (FRANCO, 2008: 526-527). Para

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sobre el territorio almohade la que provoque que que predominó durante siglos en el alfoz de Bur- éstos construyan un asentamiento fortificado en guillos. Es más, se desconoce si el primer poblado alto (identificado con unḥiṣn ) (GIBELLO 2007b: 66 ocupó el solar actual o en realidad se ubicaba a y 166; 2011), que podría relacionarse cronológi- mayor altura, en la ladera, alrededor de la Iglesia camente con lo que será la iglesia parroquial de de Santa María de la Encina, cuyos restos no se San Juan Bautista y que en estas fechas está en pueden llevar más allá del siglo XIV, a pesar de lo uso (GIBELLO y AMIGO, 2001; GIBELLO, 2007b: cual se cree que debió existir un edificio anterior 167-171). De aceptarse esta idea, sería éste el (del siglo XIII al menos) relacionado con la necrópo- castillo que toman los cristianos (FERNÁNDEZ- lis plenomedieval documentada bajo y alrededor de DAZA, 1981) y del que hacen entrega los reyes la iglesia de fines del XIV (GIBELLO, 2007a). castellanoleoneses a la Orden del Temple a inicios del siglo XIII. Durante la segunda mitad del siglo XII varias plazas musulmanas fueron entregadas a las órdenes mi- Por otro lado, ante la escasez de evidencias feha- litares y posteriormente perdidas, recuperándose cientes que permitan asegurar que era este el ele- en el siglo XIII (NAVAREÑO, 2002), como pudo su- mento defensivo citado por las fuentes, otros au- ceder con las que serán las tierras del bayliato de tores barajan que fuese el asentamiento del Cerro Jerez, que podrían haber sido definitivamente to- de Guruviejo el castillo de Burguillos e incluso es madas en el verano de 1230, antes de la muerte posible que no hubiese fortificación alguna y que el del rey leonés, tras una campaña iniciada por éste castillo referido sea el de inicios del XIII, construido el año anterior (MARTÍNEZ, 1995: 67-70; 2005: por los templarios, dato que algunos autores usan 286). En 1238, Fernando II solamente confirma- para afirmar que Burguillos fue controlado en un ría la donación hecha por su padre, sin que ello principio desde el castillo de implicase una nueva conquista.Hasta la disolución (RUIBAL, 2012: 52). del Temple, el castillo y el alfoz de Burguillos se encuentran bajo su dominio, dentro del bayliato de La conquista por las tropas cristianas del alfoz de Jerez. Burguillos no se hizo definitiva hasta el siglo XIII, en 1230 con Alfonso IX o en 1238 con Fernando Si analizamos el papel de las órdenes militares, III (FERNÁNDEZ-DAZA, 1981: 15; DURÁN, 2000; fue entre mediados del siglo XII y mediados del XIV MARTÍNEZ, 1995: 67-70; 2004: 66-67; 2005: cuando en el marco castellanoleonés éstas asu- 286; PANIEGO, 2014), cuando dicho rey confirma mieron un mayor y más significativo protagonis- la donación al Temple de este territorio realizada mo en el complejo proceso de construcción de la por su padre. La incursión de 1177 se debió tratar monarquía, y también, fue entonces cuando sus sencillamente de una acción de saqueo y las refe- fortalezas contribuyeron de manera más decisiva rencias en realidad mencionan simplemente Jerez a crear y controlar el extenso espacio político que de los Caballeros, aunque se supone que incluiría correspondía a sus respectivas jurisdicciones (AYA- Burguillos del Cerro (MARTÍNEZ, 2005: 244). En LA, 2002). El caso del castillo de Burguillos del caso de haberse conquistado un castillo situado en Cerro encaja en este marco, ejerciendo un papel Burguillos, ya estuviese en el Balcón de Pilatos, en de control territorial y político que se refleja en sus el Cerro de Guruviejo o incluso en el Cerro del Cas- fases arquitectónicas y su creciente simbolismo. tillo junto al Ardila, éste debió perderse antes de 1183-1184, cuando regresa Abu YaqubYusuf I a la península y se rompe la tregua entre León y los El señorío de Burguillos almohades (CLEMENTE y de la MONTAÑA, 1994; MARTÍNEZ, 2005: 244-247). Tras la disolución de la Orden del Temple sus pose- siones sufren diversas suertes, el castillo de Bur- Así pues, hasta el momento no hay datos conclu- guillos y sus dominios no pasaron a pertenecer yentes que permitan apuntar en qué años y por a otras órdenes militares. En 1311 la fortaleza quiénes fue construido el castillo de Burguillos del fue incorporada a la Corona, que la cedió como Cerro, el cual no ha sido objeto de estudio científi- garantía al rey portugués Dinis I a cambio de un co. Siguiendo la idea de que la villa actual se ubica préstamo (BAQUEDANO, 1996). A continuación, en las faldas del Balcón de Pilatos por la presencia la Corona decidió donar la villa y el castillo a Alfon- del mencionado edificio, tampoco se sabe a ciencia so Fernández Coronel, aunque poco después esta cierta cuándo se reunificó el poblamiento disperso

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plaza pasó a manos portuguesas como fianza del 1995: 118-119), además, junto con las aldeas de enlace matrimonial entre Alfonso XI y la hija del Valverde y la Atalaya, con seis hombres para vigilar monarca portugués, siendo devuelta en 1331.En el castillo en tiempo de guerra y de alteraciones 1352 el rey Pedro I de Castilla cerca la fortaleza del orden público. La toma de posesión de la for- de Burguillos, que negándose a rendirse es toma- taleza por el alcaide se realizaba en la puerta del da al asalto con el empleo de bastidas (MARTÍ- edificio, donde rendía pleito de homenaje al alcaide NEZ, 1995: 88).Al año siguiente, una vez ya hubo saliente, juraba desempeñar fielmente su misión muerto Fernández Coronel, el rey Pedro entregó a y aclamaba tres veces al Duque, tras lo cual reci- su hija Beatriz el castillo de Burguillos entre otros, bía las llaves del castillo y todas sus dependencias los cuales le pertenecieron hasta 1369. En 1374 (MARTÍNEZ, 1995: 118). Alfonso Fernández de Vargas recibe como recom- pensa el señorío de Burguillos y su fortaleza, crean- Respecto al armamento presente en el castillo, se do un mayorazgo en 1389 junto con sus posesio- conservan dos listados, de 1407 y 1531 (FER- nes en La Higuera (FERNÁNDEZ-DAZA, 1981: 19; NÁNDEZ-DAZA, 1981: 143-144). En el primero, MARTÍNEZ, 2004: 81-83).Éste fue el único señor incompleto, se recoge la existencia de 5 lanzas de Burguillos que residió en la villa con sus vasallos viejas, 8 escudos paveses viejos y podridos, 1 lo- de forma continuada (MARTÍNEZ, 1995: 91). riga de caballo de malla de hierro, 4 yelmos, 1 capellina vieja y 1 ballesta de torno con cureña y Finalmente,a finales del siglo XIV Diego López de arco quebrado. En el segundo aparecen armas de Zúñiga recibe el territorio burguillano, tras la diso- fuego y se enumeran 3 lombardas pequeñas de lución del mayorazgo de los Vargas. Este dominio fuslera, 2 cerbatanas de hierro con su cureña, 1 permanecerá en manos de sus descendientes has- trueno pequeño de fuslera vacía, 48 pelotillas de ta la supresión de los señoríos en el siglo XIX (FER- hierro como las de Flandes, 3 pelambres grandes NÁNDEZ-DAZA, 1981; MARTÍNEZ, 1995; 2004: para lombarda, pólvora (1 tinaja llena, 1 barril lle- 120-124). El Señorío de Burguillos fue una de las no, 1 cantarillo lleno, 2 pipotes llenos y uno vacío) posesiones más importantes de la casa de Béjar- y 6 cureñas grandes rotas además de 17 espin- Zúñiga, económicamente la que más reportaba gardas, así como 5 tornos para armar ballestas, tras Béjar y Plasencia (FERNÁNDEZ-DAZA, 1981: 4 garrafas desbaratadas para armar ballestas, 1 102-103, 107) e incluía la villa de Burguillos con garrafa aderezada para armar ballestas, 2 estri- su castillo y las aldeas de la Atalaya y Valverde. bos de ballestas, 24 ballestas grandes y malas, 26 ballestas aderezadas, 1 cajón lleno de pasado- Durante el reinado de Isabel I se produjo un en- res aderezados y pasadores por aderezar, 3 arcas frentamiento por el control del castillo en el que la con cuerdas de ballestas y madejas para ellas y reina se ve obligada a intervenir. Burguillos había 10 dardos. sido entregado como garantía por Álvaro de Zúñi- ga a Diego de Santillán, comendador de la Orden de Santiago, y para recuperarlo le sitia. Según se desprende de la carta enviada por Isabel I, Álvaro DESCRIPCIÓN DEL CASTILLO de Zúñiga estaba edificando una nueva fortaleza con este fin, que ella le insta a destruir hasta los Los castillos castellanoleoneses de los siglos XIII a cimientos, y de la que se desconoce dónde pu- XVI, ya fuesen de propiedad nobiliar o de órdenes diera haberse ubicado. Finalmente se alcanzará militares, de nueva planta o reutilizados sobre un un acuerdo por el que los Zúñiga recuperan el nivel andalusí, acusan una clara funcionalidad bé- castillo. lica, tanto por su emplazamiento como por su es- tructura militar, ya que debían asegurar la defensa El alcaide del castillo, encargado de la defensa y del territorio, procurar su repoblación y estabilizar la conservación del edificio, era asimismo un im- política y económicamente su comarca. El castillo portante personaje en el entramado político de la de Burguillos responde claramente a esta idea. villa, al ser el responsable del armamento, no solo del castillo sino del municipio (MARTÍNEZ, 1995: En estos momentos es habitual ver elementos de- 118). La villa de Burguillos debía contribuir al avi- fensivos de estas características ocupando luga- tuallamiento de la fortaleza con leña y la licencia res en alto con un difícil acceso, con plantas irre- para recoger bellotas y hierba sin límite en los gulares en las que prima la función defensiva sobre montes públicos y la dehesa boyal (MARTÍNEZ, la estética (NAVAREÑO, 2002). No hay dudas que

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Figura 2. Cuenca visual la arquitectura y la ubicación del castillo de Bur- Empleando un Modelo Digital del Terreno (MDT) guillos pretende proyectar una imagen dominante, con una resolución de 25 m se han realizado los siendo de esta manera un símbolo de dominio po- análisis con el fin de valorar su potencial visual, sin lítico, militar y territorial. Por ello, su ubicación no tener en cuenta factores como la vegetación. La busca solamente el control visual, sino también su altura empleada ha sido la cota real de cada una visualización1. de las torres y la distancia máxima considerada han sido los 7500 metros (PANIEGO, 2015: 108- Para el caso del castillo Burguillos del Cerro po- 109). demos apreciar como cumple ambas premisas, ubicándose en un lugar de difícil acceso, a la par Su cuenca visual se orienta principalmente al Este, que con un buen control visual y un importante aunque tampoco es desdeñable su control al Norte grado de visualización de él desde el territorio y al Sur, siendo bastante más limitado al Oeste. A circundante. pesar de su gran poderío visual a media distancia (varios kilómetros) es especialmente el territorio próximo hasta 2 kilómetros donde logra un control 1 La acepción de este término en castellano no co- visual casi completo del espacio, logrando de esta rresponde con la idea aquí expresada, en nuestro caso consideramos visualización como la capacidad manera vigilar estrechamente el camino que une del elemento de ser visto. las tierras de con las de

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OCTANTE COTA DESNIVEL GRADO DE PENDIENTE

0º 453 m 90 m 36 %

45º 480 m 63 m 25,2%

90º 446 m 97 m 38,8%

135º 427 m 116 m 46, 4%

180º 426 m 117 m 46,8%

225º 460 m 83 m 33,2%

270º 431 m 112 m 44,8%

315º 440 m 103 m 41,2%

Figura 3. Tabla de pendientes

Figura 4. Mapa de pendientes

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Zafra, así como la villa de Burguillos y sus terrenos Asimismo se ha podido comprobar en algunas circundantes (Fig. 2). zonas la existencia de un desagüe bajo este pe- rímetro exterior. Este drenaje ayudaría a evitar el Además de la función defensivo-militar que pudiese encharcamiento del espacio interior y, aunque so- tener el amplio control visual del entorno, no se ha lamente se ha constatado con seguridad uno,es de despreciar su valor económico-administrativo. probable que existan más de ellos que no son visi- Así, controla la vía -Jerez de los Caballeros y bles debido a la importante colmatación del espa- también un ramal de la Cañada Real Leonesa Occi- cio entre recintos y la suciedad de los muros. dental (CABO, 1992), ya siguiese ésta el corredor natural del Ardila o, evitando las tierras inmediatas La muralla presenta un notable engrosamiento de la villa, fuese por las alturas de la Sierra del Cor- en su cara este, pasando de tener un metro de del. El control de la vía pecuaria fue fundamental anchura aproximadamente, a presentar más del pues la ganadería era la principal fuente de ingre- doble. La explicación a éste podría hallarse relacio- sos del Señorío de Burguillos (FERNÁNDEZ-DAZA, nada directamente con la hipótesis planteada por 1981; MARTÍNEZ, 1995: 104-106). Asimismo, E. Cooper (1980: 452) según la cual la entrada al domina visualmente un área muy importante de recinto interior previa a la remodelación de finales sus territorios, así como los accesos a la villa, que del siglo XIV o XV se localizaría en el paramento se ubica inmediatamente a sus pies. orientado al este y no en el meridional como se puede apreciar en la actualidad. Existen evidencias El castillo ajusta el recinto interior a la cota más que podrían confirmar esta hipótesis no argumen- alta, los 540 m. s. n. m., lo que le hace destacar tada por el autor que más adelante expondremos. en el entorno. Además se encuentra encaramado En este lienzo oriental del perímetro exterior pare- en un cerro de difícil acceso. Tras trazar un buffer ce localizarse la entrada (Fig. 5). de 250 m y calcular la cota del límite de éste en 8 puntos del trazado, cada 45º, se puede compro- Junto a esta posible entrada se localiza un espacio bar que las pendientes son siempre superiores al vacío que corta el paramento en paralelo, se trata 17.1% de desnivel, lo que según el Servicio Geo- de una estructura negativa de forma cuadrada de gráfico del Ejército haría a un sitio inaccesible al más de 2 metros de profundidad. superar la media ponderada 4.5 (las pendientes superiores al 17.1% tienen un valor de 5). Se ha Probablemente de la remodelación de finales de considerado oportuno tomar como cota general los siglos XIV-XV sea el espolón defensivo que se del castillo 543 m. apoya sobre un saliente granítico en flanco sur de la muralla exterior, donde se encuentra la actual entrada, que cumple con la doble función de ser efectiva defensivamente hablando y también pro- Muralla perimetral exterior yectar la imagen de que lo es, además de cerrar el saliente natural. Igualmente destaca en el lienzo Rodeando completamente el recinto interior hay oeste de esta muralla una zona con merlones pun- un lienzo murario de piedra que aprovecha las de- tiagudos a cuatro aguas con hileras de ladrillos en fensas naturales del propio cerro. Según E.Cooper esquinilla que recuerdan al estilo del cercano casti- (1980; 1991) este recinto exterior dataría ya del llo de Zafra (COOPER, 1980; 1991) y que en algu- siglo XIII, aunque como el resto del conjunto sufri- nos puntos cuenta con la presencia de aspilleras. ría una serie de remodelaciones y reacondiciona- mientos a partir de los siglos XIV-XV. Según M. R. Martínez (1995: 71) había restos de un foso, que ya en su época, en la transición Constructivamente se constata que el método em- del siglo XIX al XX, apenas era perceptible por la pleado para el levantamiento de la muralla exterior colmatación y del que actualmente no poseemos fue la edificación de dos paramentos paralelos rea- ninguna evidencia de su existencia. lizados con sillarejo y/o mampostería, que poste- riormente se rellenaría con cantos y material de desecho, además de argamasa, como se puede comprobar en las roturas que se aprecian en al- Recinto interior gunas partes del trazado y en los restos de un derrumbe reciente. En la zona superior del Balcón del Pilatos se em- plaza el cuerpo principal del castillo de Burguillos

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Figura 5. Muralla perimetral

del Cerro. Dicho elemento tiene una planta poligo- nal irregular en cuyos vértices se ubican torres que aprovechan los afloramientos graníticos para construir sus cimientos. Uniendo los mencionados elementos hay uno o dos muros de fábrica similar. Toda la construcción utiliza la piedra como principal elemento, aunque también tiene una gran impor- tancia el ladrillo, construyéndose con ambos ma- teriales, por ejemplo, los arcos, algo que por otro lado no es infrecuente (GARRIDO, 1989: 84).

La Torre Parda o del Homenaje se ubica en el sec- tor noreste, “es una fuerte estructura de planta oblonga construida de mampostería concertada, con mochetas y otros remates de sillería” (CO- OPER, 1991: 487). Este elemento prismático es el principal y más destacado de la fortificación. Tie- ne dos estancias interiores a distinto nivel y que se comunican entre ellas por escaleras cuyos techos están fabricados con ladrillos dispuestos de forma escalonada, semejantes a las cúpulas de las sa- las anteriormente mencionadas. Los mechinales en el interior de la estancia inferior hablan de una Figura 6. Desagüe probable construcción a dos alturas en la estan-

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Figura 7. Entrada del recinto exterior cia, sin descartar que se trate de un sistema de cionamiento pirobalístico ya que buscaría proteger auxilio constructivo. Un elemento característico de los puntos débiles de las estructuras como son las dicha torre será un cuerpo superior retranqueado, esquinas mediante la homogeneización del frente que nos permite clasificarla como torre caballera de impacto, idea avalada por encontrarse orien- (MORA-FIGUEROA, 1997: 205-206), al menos en tado hacia el punto más fácilmente atacable. Por su idea e imagen exterior, aunque su interior pre- otro lado, podemos ver en esta torre una tónica senta ciertas peculiaridades que posteriormente que se repetirá en las otras construcciones cilín- serán señaladas. dricas o semicilíndricas, los cimientos sobre los que se construyen son rectangulares. A partir de dicha torre se han numerado el res- to, con una numeración que sigue las agujas del La Torre 3, en el Sureste, sigue el mismo patrón reloj. constructivo que la Torre del Homenaje, con planta cuadrangular y una estancia en su interior con bó- La Torre 2, de planta semicircular, estructural- veda, esta vez enfoscada. Asimismo presenta un mente más semejante a un bastión, se orienta al abocinamiento en su cara sur. Este, protegiendo el tránsito necesario entre la en- trada exterior y la interior en su ubicación anterior Según Cooper (1980, 1991), entre estos dos últi- a las remodelaciones del siglo XV. Entre la Torre mos elementos se encuentra la entrada primigenia del Homenaje y ésta hay un doble paramento de al castillo, en altura respecto al suelo, sobre un mampostería, desconociéndose la cronología de la bolo granítico trabajado. Dicha hipótesis tendría construcción del lienzo exterior, en el cual se obser- como sustento además que es el único elemento van al menos dos fases constructivas. Este muro del lienzo murario del sector oriental que no se exterior parece poder relacionarse con el acondi- encuentra en pie, estando tapiado con restos de

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Figura 8. Planta general del castillo

Figura 9. Cúpulaladrillada de la Torre del Homenaje Figura 10. Escalera interior de la Torre del Homenaje

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Figura 11. Paramento exterior que une la Torre del Homenaje y la Torre 2

Figura 12. Topografía del Balcón de Pilatos y del Cabezo Blanco

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Figura 13. Bóveda enfoscada de la Torre 3 ladrillos. También se constatan restos de un para- en comparación con el resto de elementos descri- mento de piedra entre las Torres 2 y 3 que haría tos. Tanto su fábrica como su forma recuerdan al que esta última sobresaliese respecto a la línea estilo constructivo del vecino castillo de Zafra, con de muralla en lugar de hallarse alineada con ésta hileras de ladrillo en su sector superior, así como como se puede observar en la actualidad, pudien- en sus merlones, más agudos que los presentes do ser parte del acondicionamiento pirobalístico. en el resto de la construcción, aunque como en el De esta forma, el paramento que une las Torres 2 resto a cuatro aguas. y 3, en el sector contiguo a esta última, se trata- ría de un elemento añadido tras el traslado de la En la cara exterior del muro entre las Torres 4 y 5 puerta a la nueva ubicación. se pueden apreciar los restos de una estructura cuadrangular adosada. La Torre 4 se ubica en el Suroeste del recinto, su planta es semicircular, aunque los cimientos La Torre 6 es un pequeño elemento situado junto sobre los que se construye,que actualmente son a la Torre del Homenaje que ha sido interpretada visibles,son cuadrangulares. Dicha torre es maci- como cuerpo de guardia, pues algunos investiga- za y el acceso a ella se debe hacer a través de la dores han entendido que en este lugar se apos- muralla. En esta estructura se han documentado taba la guardia del castillo (FERNÁNDEZ-DAZA, restos de columnas de mármol reutilizado como 1981; MARTÍNEZ, 2004: 120), aunque en rea- elemento constructivo. El origen de estos mármo- lidad su ubicación parece buscar el reforzamiento les puede ser romano, pues en el espacio interior defensivo del sector más imponente del castillo, del castillo se ha documentado un bloque de este la Torre del Homenaje. La pequeña estructura de- material inscrito (CRUZ y BLANCO, 1999) y otra nominada Torre 6 es conocida como La Azotea. columna empleada como umbral o cimiento de una Actualmente se puede apreciar un arco de ladrillos de las habitaciones de dicho espacio. a modo de entrada, a diferencia de las construc- ciones más antiguas, y el empleo de elementos Entre las Torres 3 y 4 se halla la entrada actual del como restos de columnas en el levantamiento de recinto interior, que probablemente date del siglo los paramentos. XIV-XV, como la Torre 4. Esta entrada se estudiará posteriormente con más detalle. Será en el lienzo norte donde V.M.Gibello cree ver una estructura correspondiente a una fortificación La Torre 5, situada en el Noroeste, se trata de una anterior a la conquista cristiana, datando un posi- estructura de planta circular sobre una cimenta- ble muro almohade e identificando al castillo con ción cuadrangular. Sus dimensiones son pequeñas un hisn (GIBELLO 2007b: 66 y 166; 2011). Sin

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Figura 14. Lugar donde ha sido propuesta la entrada original al recinto interior

Figura 15. Vista del castillo desde el Este

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Figura 16. Torre 4 embargo, la ecuación de construcción en tapial mayores dimensiones (Fig. 20). Ambos tienen una como sinónimo de edificación andalusí no puede profundidad aproximada de 5 metros. En el sector ser aceptado sin más. Si bien es cierto que la fá- oriental, en su parte interna (entre las Torres 4 y brica difiere de la contigua Torre del Homenaje, no 5),se aprecian mechinales que pueden hablar de podemos de ello inferir que sea una construcción la existencia de tejados a un agua o dos alturas en previa. Este paramento en tapial documentado se las construcciones. Por los mechinales se puede asienta sobre otro pétreo. Con ello no negamos deducir la existencia de al menos tres conjuntos de que pudiese haber habido un edificio andalusí an- edificaciones diferenciadas. Las estancias se ado- terior a la conquista cristiana, pero creemos en- saban a los muros y reducen de forma significativa debles los argumentos basados en este pequeño el espacio del patio, tienen suelos de baldosas rec- paramento en tapial para considerar la existencia tangulares que en ocasiones realizan dibujos muy de un hisn, cuya comprobación requiere de un es- simples en zigzag, en otros casos los baldosines tudio de mayor calado y más pormenorizado de lo son sustituidos por empedrados (BAQUEDANO, que estas líneas pretenden. 1996).

El espacio interno sin edificar se encuentra rodea- do de construcciones de planta rectangular. En el Suroeste del interior del recinto principal se rea- Elementos de defensa activa lizó en los años 90 un pequeño sondeo (BAQUE- En este apartado se analizan principalmente dos DANO, 1996). Destacan en este espacio los dos tipos de elementos, el primero de los cuales, como aljibes de grandes dimensiones, especialmente el veremos, realmente no se correspondería con un ubicado en el Este, de planta cuadrangular y de componente de defensiva activa sino que su fun-

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Figura 17. Torres 4 y 5 y aljibe occidental

Figura 18. El castillo visto desde el Oeste

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Figura 19. Paramento de tapial identificado como andalusí (Torre 6) cionalidad sería otra bien distinta. Nos estamos rre del Homenaje cubriendo toda su cara exterior refiriendo a los balcones amatacanados que se (Este, Norte y Oeste) y uno en la Torre 3. La aber- describen en el castillo y que algunos autores han tura que culmina el abocinamiento, que puede ser denominado erróneamente barbacanas (FERNÁN- considerada una cámara de tiro, tiene 7 centíme- DEZ-DAZA, 1981). Uno se sitúa en la entrada ac- tros de anchura por aproximadamente un metro tual al recinto interior y el otro sobre la puerta que de altura, tanto por su escasa anchura final como da acceso a la Torre del Homenaje desde el patio. su situación en el interior de las torres, parece Desde nuestra óptica,la valoración de estas cons- poder descartarse que su finalidad fuese contener trucciones como balcones amatacanados es la armas de pólvora con vistas a la defensa activa del más correcta y adecuada, destacando en ellos los castillo. E. Cooper (2014: 742) cree que los abo- fines simbólicos sobre los puramente defensivos. cinamientos se deben a la influencia portuguesa, posiblemente relacionada con la llegada de portu- Los otros elementos señalados, típicos de estas gueses a la encomienda templaria. construcciones, son las aspilleras y las troneras. Por último, hay que mencionar las troneras, de Respecto a las primeras se puede hacer una cla- palo y orbe, ubicadas en la Torre 5. Tanto por ellas sificación en dos tipos. El primero, el más sencillo, como por la planta de la torre, podemos conside- se trata simplemente de dos bloques graníticos rar esta torre como una construcción tardía en la trabajados que dejan una estrecha abertura. Este que el acondicionamiento pirobalístico es claro. tipo de aspillera se encuentra en el pasillo creado por el retranqueo de la Torre del Homenaje. El se- La visibilidad desde dichos elementos defensivos gundo tipo considerado son los abocinamientos, está orientada al Norte y al Suroeste y en menor cuatro presentes en la estancia inferior de la To- medida al Sureste. Desde las torres se controla

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Figura 20. Aljibe oriental y Torre 2

Figura 21. Mechinales en el lienzo Este

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Figura 22. Torre del Homenaje Figura 23. Balcón de la Torre de Homenaje

Figura 24. Abocinamientos de la Torre del Homenaje

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visualmente de forma efectiva las construcciones religiosas de San Juan Bautista y Santa María de la Encina, que parecen tener asimismo una función defensiva. Estas iglesias fortificadas complementa- rían el sistema defensivo local, no necesariamente en conjunción unos elementos con otros.

Las remodelaciones de época señorial distorsio- nan, al suprimir parte de las defensas originales, nuestra percepción del sistema defensivo primige- nio, y el que actualmente observamos responde ya de forma exclusiva a las necesidades de los po- seedores del castillo del siglo XIV en adelante, que solo conservaron aquellos elementos anteriores que consideraron útiles y efectivos o que simple- mente les era menos costoso mantener que elimi- nar o modificar.

Elementos simbólicos

El primer elemento a resaltar es la puerta. Como se señaló anteriormente, posiblemente en la cons- trucción del siglo XIII se ubicaba en el lienzo Este, entre las Torres 2 y 3 (COOPER, 1980; 1991). La puerta simbolizaría el cambio de función defensiva a función colonizadora al no ser ya Burguillos un territorio muy expuesto al ataque de ejércitos ex- tranjeros. La nueva orientación respondería a las nuevas necesidades y su situación se puede rela- Figura 25. Exterior del uno de los abocinamientos de la Torre del Homenaje

Figura 26. Tronera

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Figura 27. Entrada al castillo cionar con la del núcleo primigenio de la villa, des- Uno de los sillares de granito que conforman la de donde con la nueva ubicación de la puerta se ve puerta tiene grabada una cruz en un estado de la entrada al castillo y el elemento que la preside y conservación bastante malo. Esta cruz presenta que a continuación se tratará. un desarrollo más largo en el brazo inferior y se observa un engrosamiento en los vértices de los A pesar de esta función simbólica, no se ha de brazos. perder de vista otra complementaria, que no in- validaría la anterior. Como se ha visto, la presunta Uno de los elementos más controvertidos son los posición original de la puerta coincide con la zona considerados matacanes, que en nuestra opinión que es reforzada mediante un cierto acondicio- no han de ser vistos como tales pues no res- namiento pirobalístico, probablemente por ser la ponden a este modelo. Creemos que sería más zona más expuesta al contar frente a ella con una adecuada su interpretación como balcones, que posición a una cota similar. Es por ello, que no se en cierto modo responden a la idea de balcones ha de descartar que la nueva ubicación también dionisianos. sea una consecuencia de la búsqueda de una zona más protegida frente al nuevo peligro que supo- Según Mora-Figueroa la definición de balcón dioni- ne la artillería de pólvora, alejando la puerta de siano sería “Ladronera en la que la altura del para- la ahora zona más vulnerable del castillo, el Este. peto de frente y flancos no alcanza a cubrir a una Por lo tanto, y como en otros edificios coetáneos persona, y habitualmente emplazada más baja que (NAVAREÑO, 1988), parece que se continúa acon- el adarve. Esencialmente es un endemismo portu- dicionando defensivamente el edificio y se añaden gués” (MORA-FIGUEROA, 1997: 46). Otro factor elementos simbólicos simultáneamente. a favor de su consideración como tal es que es

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que será necesario un estudio más profundo para poder ver la relación entre ambos fenómenos, ya que aun no se tienen cronologías precisas de las fechas de construcción y remodelación del edificio, siendo exclusivamente una hipótesis de trabajo.

Así pues, independientemente de su cronología de construcción, consideramos que las ladroneras o matacanes son en realidad balcones, asociados a las necesidades de los nuevos poseedores del cas- tillo tras la disolución del Temple. Esta funcionali- dad sería válida tanto para el ubicado en la entrada como para el situado en la Torre del Homenaje.

Sobre la puerta principal del recinto interior se puede observar un escudo nobiliario de los Zúñiga, Figura 28. Cruz grabada que añade a la iconografía tipo de esta familia unas bichas similares a las de la Orden de Alcántara. habitual que, como en el caso de Burguillos, se Dicho escudo sería una variante personal del de la encuentren en la Torre del Homenaje. familia Zúñiga.

Esta idea se vería refrendada además por las in- Otro elemento singular es el águila tallada en már- fluencias portuguesas de toda la región y las simi- mol que se encontraba sobre el balcón de la Torre litudes entre el castillo estudiado y los vecinos de del Homenaje. El águila es la representación del Serpa y Moura, reformados por Dinis I (MACIAS, Justicia Mayor de Castilla, título ostentado por va- 1992: 128). Añadiéndose a la cercanía y las rela- rios miembros de la familia de los Zúñiga, como ciones, el hecho de que en determinados momen- Diego López, el primero de su familia que fue se- tos el castillo de Burguillos perteneciese al Reino ñor de Burguillos o Álvaro de Zúñiga, señor Bur- de Portugal, incluso durante un breve periodo de guillos y el primero en ostentar el título de Duque tiempo a inicios del siglo XIV al propio Dinis I, aun- de Béjar (COOPER, 1991; MARTÍNEZ, 1995: 95).

Figura 29. Detalle de la entrada: escudo y balcón

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Figuras 30 a y b. Águila de mármol

El águila de mármol se encuentra actualmente en a pesar de que el rosetón se encuentra en lo que la iglesia de San Juan Bautista y su estado de con- denomina la sala de ceremonias, en la planta su- servación es bastante malo, encontrándose muy perior, es un elemento que se da con tanta fre- desgastado, especialmente la cabeza, de la que cuencia que no se le puede atribuir una importan- apenas quedan restos. cia simbólica especial. Este rosetón se sitúa en el centro de una de las dos áreas de la habitación (el Así, los balcones, la nueva ubicación de la puer- espacio actualmente conservado es diáfano entre ta, el águila y el escudo personal presentes en el ambos lados de la habitación, mas las bóvedas y castillo y adscribibles a la remodelación, hablan de una separación por un arco de granito dan la idea un cambio en las necesidades imperantes en el de dos áreas diferenciadas en esta sala). Igual- castillo, donde progresivamente el papel defensivo mente, el balcón como la ventana de la otra zona parece perder parte de su importancia, o más co- se sitúan en el centro de la otra área (ello explica rrectamente expresado, los elementos simbólicos porque parece descentrado el balcón y la entrada son cada vez más importantes y destacados en él a la torre, pues la referencia no es el conjunto de habiendo cierta relajación defensiva que de ningún la torre sino las estancias de su interior, no te- modo restaría al castillo su condición de elemento niendo en cuenta las escaleras para la formación útil para la defensa, la cual no es descuidada, como de la simetría) y la tercera abertura, también en se puede observar por la inversión realizada en las la segunda zona de la sala, se ubica en el centro, remodelaciones para la adaptación pirobalística. aunque en este caso orientada hacia el Este en vez de al Sur, como lo estaban todos los elementos El último elemento simbólico que destaca en la es- señalados anteriormente. Tanto el rosetón como tructura es una claraboya que ilumina una de las las ventanas se encuentran en el retranqueo de la estancias de la Torre del Homenaje, tratándose de torre, por lo que la estancia ocupa tanto el cuerpo un pequeño rosetón de granito enmarcado en una principal de la torre como el propio retranqueo, “ventana” cuadrada. Para E. Cooper (2014: 742), configurando una torre caballera singular.

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Figura 31 a y b. Rosetón

FASES CONSTRUCTIVAS

Actualmente se pueden diferenciar dos grandes momentos en la construcción del castillo de Bur- guillos del Cerro, tres si consideramos la fase de abandono y consolidación. No obstante, también se ha señalar que el solar sobre el que se erige tuvo ocupaciones premedievales.

Las intervenciones arqueológicas realizadas a me- diados de los años 90 del siglo XX (BAQUEDANO, 1996), revelaron la existencia de artefactos cerá- micos de cronologías prerromanas, que permiten hipotetizar la existencia de un pequeño asenta- miento en altura, ya sea sobre la misma cima del cerro o en su ladera, aunque la escasa entidad de los elementos recuperados y el hecho de ha- llarse en un nivel revuelto en contacto con la roca madre hacen que estos datos deban de tomarse con reservas. Los restos romanos documentados son relativamente abundantes y se tratan esencial- mente de elementos constructivos como columnas de mármol y un epígrafe sobre el mismo material (CRUZ y BLANCO, 1999).No obstante, parece po- der descartarse la existencia de un asentamien- to romano, habiendo sido todos estos materiales reaprovechados en la construcción y provenientes de otros lugares de las inmediaciones.

Figura 32. Ventana

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Para el periodo andalusí, V. M. Gibello ha propues- Fase II to la existencia de un ḥiṣn (GIBELLO 2007b: 66 y 166; 2011) a partir de la posible existencia de un A partir del siglo XIV y durante el XV hay una serie paramento de cronología almohade. De esta for- de remodelaciones que afectan al castillo de Bur- ma el castillo actualmente conservado se construi- guillos, aunque no se trata de un fenómeno aislado ría sobre uno inmediatamente anterior, previo a y singular, pues por estas fechas son muy comu- la conquista cristiana del territorio, aunque como nes las reformas en edificios similares en todo el se ha señalado anteriormente, no hay elementos territorio (NAVAREÑO, 1988). evidentes que lo demuestren. Por un lado, parece trasladarse la puerta de la Así llegamos a las dos diferentes fases que se van construcción principal del Este al Sur, permitiendo a analizar en profundidad, una primera del siglo de esta manera que pueda ser visualizada desde la XIII-XIV, que coincidiría con la posesión templaria villa. Este cambio implicaría el cierre de la antigua del castillo y los primeros momentos de dominio entrada. De un momento indeterminado pero pro- nobiliar, y que implicaría el levantamiento de un bablemente relacionados con esta modificación, edificio nuevo, ya sea sobre uno anterior o no, y serían los restos murarios del recinto exterior una segunda fase, de época plenamente señorial conservados al Sur. Hipotéticamente también se a partir del siglo XIV. puede plantear la refortificación del espacio entre la Torre del Homenaje y la Torre 2 con un segun- do muro, en este caso de menor altura y situado más hacia el exterior que busca ocultar las esqui- Fase I nas, igual que el extraño giro que hay en el muro que une la Torre 3 con la 2 y que parece buscar La denominada Fase I englobaría la construcción que la esquina de esta torre cuadrangular queda- de los siglos XIII y parte del XIV. Los restos del se más protegida, homogeneizándose el frente de recinto interior de este momento se reducen a la impacto. Torre del Homenaje (aunque sufriría una serie de reformas como el retranqueo y, consecuentemen- Entre los cambios en el recinto defensivo interior te, la estancia superior) y la Torre 3 y el lienzo destacaría la construcción de nuevas torres de murario interior que une la Torre del Homenaje y la planta circular o semicircular (Torres 2, 4 y 5) que Torre 2 y parte del que une la Torre 2 y la Torre 3. evidencian un acondicionamiento pirobalístico. Es- Posiblemente también habría que sumar los aljibes tas estructuras usan cimientos cuadrangulares. y la Torre 6, al menos sus cimientos y parte del pa- La remodelación de la Torre 2 sería anterior a la ramento. De igual forma parte del recintoexterior, construcción del segundo lienzo murario anterior- salvo el sector meridional y posiblemente el orien- mente descrito (entre las Torre del Homenaje y la tal y septentrional, dataría de este período. Torre 2), aunque es imposible saber con los da- tos actuales el tiempo qué pasó entre uno y otro Las torres son cuadrangulares con sillares de acondicionamiento. granito en sus esquinas y parece que el único elemento singular de la retranqueada Torre del Además de las torres, los datos arqueológicos pro- Homenaje sería el rosetón (COOPER, 1991). Los cedentes de la intervención realizada en los años paralelos de esta torre, por ejemplo Ciudad Ro- 90 del siglo pasado indican que los muros Este y drigo o Barciene,llevan a situar su construcción o Sur fueron construidos en época señorial, a partir remodelación sobre la estructura anterior, al siglo del siglo XIV (BAQUEDANO, 1996), siguiendo el XIV-XV como fecha más tardía (COOPER, 1991; estilo de la escuela Zafra-Nogales-Los Arcos (CO- MORA-FIGUEROA, 1997: 205-206), por lo que es OPER, 1980; 1991). posible que el retranqueo de la torre coincida con la siguiente de las fases definidas. Las torres cuadrangulares también sufren una se- rie de cambios, así se constata al menos en la En este momento la entrada a la fortificación Torre del Homenaje, que sufre una remodelación se realizaría a través de una puerta situada en al abrirse un espacio que permita conectar una el Este, a altura respecto al suelo, en un batolito de las estancias con el balcón, situándose éste granítico tallado (COOPER, 1980; 1991), estando ligeramente más bajo que el nivel del piso de la flanqueada por las Torres 2 y 3. habitación con el que está comunicado. Esta obra

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se llevaría a cabo en el siglo XIV o incluso el XV (COOPER, 1980), sin que haya que descartar que también al menos la estancia superior fuese cons- truida o reconstruida sobre la estructura primige- nia, momento del que podría datar el retranqueo. Parece clara la adición posterior del balcón a la torre primigenia (¿simultáneamente a la adición del retranqueo y la rehabilitación de la estancia superior?), aunque las fechas barajadas dan una amplia horquilla temporal, es por ello necesario un estudio de mayor calado para comprobar la ver- dadera relación entre la estructura posiblemente original sin balcón y la construcción de éste.Pro- bablemente coetáneo sería el águila de mármol blanco que presidía el balcón. Igualmente, como se apuntó con anterioridad, el cubo superior de la torre podría datarse en este momento.

La Torre 3 por su parte no presenta modificacio- nes aparentes aunque una serie de sillares de gra- nito grabados a su entrada pueden hablar de algún proceso no constatado de mejora o conservación del edificio. En uno de estos grabados se puede leer “1718”, que pudiera hacer referencia a una fecha, mientras que en el otro, peor conservado, parece leerse “XXXIII” bajo otros grafitos apenas visibles. Figura 33. Cimientos cuadrados de la Torre 4 A partir de 1460 parece producirse una remode- lación en el espacio interior a tenor de los datos arqueológicos. En una de las estancias excavadas A pesar de no haber evidencia alguna que relacio- (situada en el Noroeste) se localizó bajo su em- ne las transformaciones del sistema defensivo del pedrado una moneda del reinado de Enrique IV, castillo con hechos bélicos concretos, es necesario procedente de la ceca de Toledo, posiblemente recordar que a mediados del siglo XIV el castillo de posterior a 1460 pero anterior a 1470, lo que Burguillos fue sitiado y a pesar de resistir durante lleva a los excavadores a plantear que el proceso un largo periodo de tiempo fue finalmente tomado de remodelación interior se produjo a mediados al asalto, siendo nuevamente cercado durante el del siglo XV (BAQUEDANO, 1996), quizás coinci- reinado de Isabel I. Estos hechos pudieron ser un diendo con algunas de las remodelaciones de los acicate para los posteriores poseedores del casti- elementos exteriores anteriormente descritas. llo para introducir algunas innovaciones y modificar la estructura defensiva. Una de las características que podemos destacar de esta Fase II es el empleo de materiales reutili- Por lo tanto, de manera provisional proponemos zados de períodos anteriores (posiblemente roma- que se corresponden con la Fase II los siguientes nos) en las nuevas construcciones, ya sea en las elementos, los cuales no necesariamente han de torres o en las estructuras interiores. En todos ser coetáneos aunque se enumeren dentro de una aquellos elementos considerados anteriores a las misma etapa: reformas del XIV-XV no se han constatados ele- mentos reaprovechados, que esencialmente son • Retranqueo de la Torre de Homenaje y estancia bloques marmóreos correspondientes en su ma- superior yoría a columnas, aunque también se ha localiza- do una inscripción (BAQUEDANO, 1996; CRUZ y • Puerta de acceso al recinto interior BLANCO, 1999). • Balcones

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Figuras 34 a y b. Sillares con epígrafes de la Torre 3

• Águila y escudo de la familia Zúñiga obra controvertida que no respeta para nada el sistema constructivo del castillo y añade asimismo • Torres 2, 4, 5 un arco que dificulta la comprensión del edificio por parte del visitante. La segunda de las fases, que • Paramento exterior entre Torres 1-2 y parte incluían una intervención arqueológica, no llegó a del lienzo entre Torres 2-3, paramentos entre finalizarse (PARDO, 2006: 351-357). las torres reformadas y entre 3-4 Nos parece interesante llamar la atención sobre • Muralla perimetral: espolón meridional y para- el estado de conservación actual del castillo, que mentos Norte, Sur y Oeste a pesar de las intervenciones anteriormente des- • Remodelación del espacio intramuros critas, se encuentra en un proceso de ruina cada vez más evidente. Es preciso llevar a cabo un estudio pormenorizado que permita refrendar la propuesta aquí presenta- Entre los elementos causantes del daño al edificio da y que ayude a identificar las subfases de los dos han de destacarse los bióticos, como animales y grandes momentos definidos en el trabajo. Para especialmente plantas (desde musgos y herbáceas ello, actualmente se están desarrollando nuevos hasta árboles que crecen tanto en el suelo como estudios como lecturas de paramentos, estudios en los huecos de los muros de piedra). Otro factor, del territorio y la revisión de materiales arqueológi- igual o incluso más importante de deterioro es el cos entre otros. hombre, mediante diversas actuaciones como el acumulado de basura o las pintadas sobre dife- rentes partes del complejo, además de acciones destructivas directas, por ejemplo el arranque in- NOTAS SOBRE EL ESTADO DE tencionado del águila de mármol que presidía en CONSERVACIÓN su momento la Torre del Homenaje y que hoy se encuentra en la Iglesia de San Juan. El estado del castillo a finales del siglo pasado hizo necesarias una serie de obras de consolidación. Asimismo, la falta de medidas preventivas también Las primeras documentadas datan de 1988, bajo ha provocado el deterioro del sitio. En la siguiente la dirección del arquitecto González Ambel. Estos imagen (Fig. 37) se puede ver el lamentable esta- trabajos fueron continuados en los años 1991 y do en el que se encontraba un sector de la mura- 1994 por Hernández León. La primera fase (hasta lla perimetral en su lienzo oriental y que tras las la intervención del año 1991) pretendía frenar el importantes lluvias de los años 2012 y 2013 han deterioro del sitio, consolidándose las zonas más provocado la caída de aproximadamente 10 me- vulnerables. De estos momentos data el cierre del tros de éste, en el lugar debilitado anteriormente lienzo norte del edificio (PARDO, 2006: 351-357), señalado.

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Figura 35. Fases definidas en el castillo de Burguillos del Cerro

CONCLUSIONES una nueva ubicación y (re)edificándose nuevas to- rres, en las que se puede ver un acondicionamien- Entre 1230 y 1238 el territorio de Burguillos del to pirobalístico. Asimismo, se observa en esta se- Cerro es conquistado por León, pasando su admi- gunda fase constructiva cierta “relajación” de los nistración a manos de la Orden del Temple. Éstos conceptos defensivos y una mayor importancia de edificarán una fortaleza en el Balcón de Pilatos, los elementos simbólicos relacionados con el pro- quizás sobre un antiguo recinto fortificado almo- ceso de señorialización, como la construcción de hade del que no tenemos constancia fehaciente, balcones. aunque su existencia es muy plausible a tenor de los restos de estas cronologías documentados en De esta forma, podemos dividir en dos grandes las inmediaciones. Este castillo del siglo XIII cons- fases los restos actualmente conservados, sin taría de un cuerpo principal y una muralla perime- que hasta el momento haya sido posible estable- tral y su ubicación encaja a la perfección con los cer subfases. parámetros de las construcciones defensivas de ese período. Se ha de señalar que algunos de los resultados aquí presentados son provisionales, su verificación que- Tras la disolución de la Orden del Temple pasará a da a expensas de la realización de trabajos arqueo- manos reales, que lo entregará a diferentes seño- lógicos decididos y de gran calado que permitan res, hasta que a finales del siglo XIV es cedido a aportar una cronología absoluta a los diferentes los Zúñiga, posteriormente duques de Béjar, quie- elementos estudiados, ya que en muchos casos nes lo mantendrán en su poder hasta el siglo XIX. los únicos datos se deben a paralelos, cronologías A partir del siglo XIV y durante el XV se producen relativas o estudios preliminares. En esta línea, una serie de reformas que modifican la fisonomía actualmente se están desarrollando trabajos, que del castillo, trasladándose la entrada principal a incluyen por ejemplo lecturas de paramentos o el

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Figura 36. Reconstrucción de la muralla Norte del recinto interior

Figura 37. Segmento del lienzo Este de la Muralla perimetral a)2011 b)2013

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