BIBLID 1133-598X (2004) p. 9-18

APORTACIÓN AL CONOCIMIENTO DEL ENEOLÍTICO- BRONCE: UN HACHA PULIMENTADA PROCEDENTE DE CORTOS ()

JOSÉ ALBERTO BACHILLER GIL Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Departamento de Ciencias Históricas [email protected]

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 9 José A. Bachiller Gil Aportación al conocimiento del Eneolítico-Bronce: un hacha pulimentada...

Resumen: Con este estudio quere- En dicho trabajo se recoge la información mos dar a conocer un hallazgo arqueoló- verbal, proporcionada por quien suscribe gico aparecido hace ya bastantes años, pero que aún permanecía inédito. Sólo este artículo, sobre el hallazgo de dicha una pequeña nota publicada por F. pieza y de su posible paradero (MORA- Morales en la Carta Arqueológica de LES, 1995: 74). Soria “La Altiplanicie Soriana” era toda En 1998 conseguimos localizar el la referencia que se tenía sobre la pieza. ejemplar en la mencionada colección Se trata de un hacha pulimentada proce- donde permanecía catalogada como hacha dente de la localidad de Cortos (Soria), a de jaspe. Finalmente, en el verano de pie de la Sierra del Almuerzo, y que se 2003, la pieza nos fue entregada por los puede encuadrar cronológicamente en el Eneolítico-Bronce. Padres Agustinos para su estudio y Palabras clave: Hacha de piedra publicación, quedando depositada poste- pulimentada, Eneolítico-Bronce. riormente en el Museo Numantino de Abstract: In this work we present an Soria1. archaeological find discovered many years ago but still not properly docu- 2. DESCRIPCIÓN mented. The only reference to this piece comes from a short note published by F. Se trata de una pieza fabricada en roca Morales in the book “Carta Arqueológica metamórfica dura compuesta por sillima- de Soria: La Altiplanicie Soriana”. This piece is a polished stone axe found in nita, habitualmente conocida como fibro- Cortos (Soria), under Sierra del Almuer- lita, y cuarzo. No contiene carbonatos. Se zo, that can be dated on the Eneolithic of ha generado sometida a una alta presión the Bronze Age. (a unos 30 kilómetros de profundidad) y Key-words: Polished stone axe, Ene- a una alta temperatura (entre 600º y 700º olithic-Bonze Age. C)2. No se encuentra completa, pues falta una parte del talón. El pulimento es uni- 1. ANTECEDENTES forme y se extiende a toda la superficie de la misma, aunque en una de las caras El hallazgo de la pieza se produjo hace presenta un ligero pique del material ele- ya bastantes años en el casco urbano de gido para su construcción (FIG. 3). Cortos, en la actualidad pedanía de Aran- El método de descripción de la misma cón, en la denominada Calle del Yunque que hemos empleado combina los crite- (FIG. 1.1, 1.2 y FIG. 2.1). Dicha calle, por rios propuestos en su día por Fandos y aquel entonces año 1971, se encontraba modificados en parte por González en su sin cementar y producto de una tormenta estudio sobre hachas pulimentadas en de verano apareció el hallazgo al lavarse Navarra (FANDOS, 1973: 203-208; GON- el suelo por la escorrentía de la lluvia. ZÁLEZ, 1979: 149-204), si bien para algu- En esas fechas fue llevada a Palencia, nos aspectos cualitativos seguimos los por quien firma este artículo, quedando patrones de Fernández o las propuestas depositada en el Colegio-Seminario de más recientes de Orozco-Köhler (FER- los Padres Agustinos de Palencia pasan- NÁNDEZ, 1997: 41-42; OROZCO-KÖH- do a engrosar la colección de minerales y LER, 2000: 29-35). rocas. Posteriormente, F. Morales hace refe- Sus dimensiones se pueden concretar rencia a su existencia en la Carta Arqueo- en los siguientes valores: 92,1 mm. de L., lógica de Soria: “La Altiplanicie Soriana.” 56,4 mm. de A. y 28,8 mm. de E., si bien,

10 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X José A. Bachiller Gil Aportación al conocimiento del Eneolítico-Bronce: un hacha pulimentada... analizando la dirección de las caras y de No obstante, no conocemos en este los bordes de la pieza y prolongándolos entorno geográfico afloraciones de este en la parte del talón que se ha perdido, la tipo de materiales, al menos en un radio longitud que pudo tener se acerca a de 100 kilómetros, por lo que, como muy 110,41 mm. En función de ambos paráme- bien afirma J. J. Fernández, deben obede- tros, longitud conservada y potencial, se cer a fenómenos de importación (FER- pueden establecer distintas variables con NÁNDEZ, 1997: 52). Los yacimientos de relación a otras medidas3: Lp 92,1 ó fibrolita más próximos distan alrededor 110,41 mm.; Amed 56,1 ó 54,1 mm.; Amin de 110 kilómetros del punto del hallazgo 46,4 ó 40,6 mm.; Ab 49,6 mm.; Ap 56,4 y se sitúan en el sector oriental del Siste- mm.; Emed 28,4 ó 28,8 mm. ; Emin 24,5 ó ma Central (Sierra de Ayllón, Somososie- 25,5 mm.; Eb 19,2 mm.; IL 2,16 ó 2,59; IA rra, etc.), en una zona relativamente redu- 0,93 ó 0,81; IE 0,38 ó 0,34. Teniendo en cida en la confluencia de las provincias de cuenta los tres últimos índices (IL, IA, IE) Guadalajara, Segovia y Madrid. Es en el y que falta la parte del talón cabría consi- Noroeste de Guadalajara (El Cardoso de derar que se trata de una pieza larga, la Sierra), Noreste de Segovia (Cerezo de estrecha y plana, si seguimos las dimen- Arriba y Cerezo de Abajo) y Norte de siones medias propuestas (IL 2,22; IA Madrid (Montejo de la Sierra, Guadarra- 0,92; IE 0,375), aunque estos valores refe- ma, Horcajo, Horcajuelo y Somosierra) renciales podrían discutirse (MAZO y donde se registran las afloraciones más RODANÉS, 1986). próximas. Asimismo, siguiendo algunas de las Respecto a la técnica empleada en su propuestas de Orozco-Köhler y teniendo construcción, puede que se siga el mode- en cuenta la variación de la longitud, lo, descrito en varias ocasiones, de des- otras medidas serían AN1 44,3 ó 36,1 bastado del núcleo por talla y el martilleo mm., AN2 56,1 ó 54,1 mm., AN3 51,7 ó o repiqueteado de las superficies para su 52,9 mm, IAN1 0,78 ó 0,66, IAF 0,92 ó posterior pulimento por frotación. Esta 0,97, IAG 1,16 ó 1,46, correspondiendo a circunstancia del repiqueteado parecía su grupo 1, tipo 1, de piezas con extremo verse en algunas partes de ambas caras, cortante y bisel simétrico (OROZCO- aunque una observación minuciosa de la KÖHLER, 2000: 75-82). misma nos hace pensar que dichos piques Si nos atenemos a algunos de los cri- obedecen a defectos del material en aque- terios formales de descripción más co- llos lugares en que la veta es más fibrosa. múnmente empleados (FERNÁNDEZ, Por otro lado, las huellas de frotamiento, 1997: 42), se trataría de un hacha de forma para realizar el pulimento de la misma, ligeramente trapezoidal, con caras conve- no ofrecen una única dirección, sino que xas, bordes redondeados, corte convexo se observa gran variedad de líneas que con melladuras y sección elíptica. marcan distintas posiciones de frotación. Los paralelos formales más próximos 3. ANÁLISIS a nuestro hallazgo los encontramos en el ejemplar procedente de la excavación del El material de fabricación, de origen dolmen de El Alto de la Tejera en Carras- metamórfico, es el que predomina esta- cosa de la Sierra (Soria). Las dimensiones dísticamente en la mayoría de los ejem- y la morfología de ambas piezas son muy plares de hachas pulimentadas hallados similares, aunque la sección de ésta últi- en la provincia. ma sea algo más circular y esté fabricada

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 11 José A. Bachiller Gil Aportación al conocimiento del Eneolítico-Bronce: un hacha pulimentada... en pizarra. Se asocia a microlitos, láminas hallamos paralelos formales claros con el y algunos ejemplares de cerámica campa- lote de materiales hallados en Peña Ejido niforme, fechándola en una fase avanza- (Herreros, Soria), pese a que hay una rela- da del Calcolítico de la región (JIMENO y tiva proximidad geográfica y se fechan en FERNÁNDEZ, 1992: 166 y170-171). el Eneolítico (CARNICERO y GALINDO, También presenta dimensiones simi- 1986: 117-142). lares el ejemplar procedente de Peña de la Es en este entorno de Garray, en con- Moza (Paredesroyas), especialmente en creto en el mismo yacimiento de Numan- cuanto a longitud y anchura se refiere, cia, distante apenas 15 kilómetros, donde mostrando similitud formal y en cuanto a encontramos una serie de hachas que pre- material de fábrica, aunque difiere osten- sentan notables paralelos formales con siblemente en su sección (CARNICERO, nuestro ejemplar. Especialmente similar 1985: 111-113, Fig. 29.13), pudiendo fechar- en longitud, perfil y sección es la pieza nº. se en un Eneolítico avanzado a juzgar por 63 (Fig. 12.63) y, aunque de menores su sección y por las rectangulares que dimensiones, la nº. 65 (Fig. 12.65). Igual- presentan algunos otros ejemplares pro- mente presenta gran similitud en dimen- cedentes del mismo yacimiento. Su des- sión, perfil y sección el ejemplar nº. 80 cubridora opina que hay que situarla en (Fig. 14.80). Algunos otros ejemplares un momento inmediatamente anterior al también presentan serios parecidos for- gran desarrollo del campaniforme en la males (Fig. 17), aunque en este caso des- zona (BOROBIO, 1985: 101-108, Fig.41.11). conocemos sus dimensiones, perfiles y Jimeno y Fernández se inclinan por clasi- secciones (FERNÁNDEZ, 1997: 46-51 y ficar este yacimiento en los primeros 133-134). compases de poblamiento de la zona con una base neolítica (JIMENO y FERNÁN- 4. VALORACIÓN CRONOLÓGICO- DEZ, 1992: 180). CULTURAL Hallamos similitudes formales con el ejemplar procedente de Cerro Balaguer En primer lugar cabe resaltar la penu- de (MORALES, 1995: 243-244), ria de datos existente en este territorio también conocido como Renieblas I, dis- respecto a la fases Neolítico, Eneolítico- tante apenas nueve kilómetros de nuestro Bronce Antiguo. Carecemos, casi por com- hallazgo. Aunque de menores dimensio- pleto, de hallazgos seriados estratigráfi- nes, su sección es parecida. Apareció en camente y sí, por el contrario, hay prospección junto a raspadores, láminas, abundante material de lo que podemos buriles, dientes de hoz y cerámica (CAR- denominar hallazgos sueltos y superficia- NICERO, 1985: 128-131, Fig. 37.121). Cro- les. nológicamente podría situarse en un Ene- Los paralelos formales más próximos olítico-Bronce Antiguo (CARNICERO, y claros con nuestro ejemplar los encon- 1984: 37-46, Fig. 3.11). tramos en el dolmen del Alto de la Tejera La pieza procedente de La Vega de fechado en una fase avanzada del Calco- Garray, conservada parcialmente y de lítico. También en cerro Balaguer (Renie- menor dimensión, muestra tanto en su blas) encuadrado en el Eneolítico-Bronce sección como en la forma un paralelo más Antiguo y en el ejemplar incompleto de que evidente, siendo fechado en el Eneo- La Vega de Garray, fechable en un Eneo- lítico Final o Bronce Antiguo (MORALES, lítico Final o Bronce Antiguo. Asimismo, 1995: 175-176, Fig. 66.16). Sin embargo, no encontramos paralelos en La Muela de

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Garray que se pueden fechar a fines del Los asentamientos más antiguos, por Eneolítico e inicios de la Edad del Bronce tanto, de esta comarca que podemos (MORALES, 1995: 156). denominar Altiplanicie Soriana, se corres- Sin embargo, hemos de poner especial ponden con conjuntos de materiales líti- cuidado al tratar de analizar y clasificar cos de superficie, algunos de los cuales este tipo de material, especialmente si están en relación con el fenómeno dolmé- tenemos en cuenta su sección. Ya Malu- nico, aunque la mayoría podrían tener quer planteaba una mayor antigüedad de una cronología calcolítica (FERNÁNDEZ, las hachas con sección circular sobre otros 1997: 109-111). tipos: cuadrangulares, triangulares, pla- Morales opina que los primeros com- nas, etc. (MALUQUER, 1974: 88). Por su pases del poblamiento de este territorio parte, Delibes también llegaba a una con- vendrían marcados por conjuntos con clusión similar en su trabajo sobre pobla- microlitos geométricos (Renieblas I) y la miento eneolítico de la Meseta Norte presencia del fenómeno megalítico (Alto (DELIBES, 1977: 142). Cerdán y Leisner de la Tejera, etc.), donde encontramos dos constataban, para el suroeste peninsular, de los paralelos más significativos de que los elementos pulimentados de facies nuestra pieza. Asimismo, afirma que neolítica tenían secciones exclusivamente resulta curioso constatar como los dólme- circulares u ovales (CERDÁN y LEIS- nes, hasta el momento, se circunscriben al NER, 1974: 55). No obstante, debemos dominio serrano (MORALES, 1995: 291). resaltar que se producen muchas pervi- Este incipiente poblamiento arraiga y vencias y hay notables desajustes crono- se afianza a lo largo del Eneolítico hasta lógicos, por lo que resulta difícil la seria- producirse un hábitat sistemático y gene- ción del material pulimentado tomando ralizado que parece producirse a fines de como base sus secciones (GONZÁLEZ, dicho periodo y comienzos del Bronce 1979: 187-189). Antiguo. Sin embargo, es muy reducido Con respecto a las hachas pulimenta- el número de yacimientos de cierta enti- das, cabe resaltar la abundancia de estos dad que conocemos frente a la abundan- útiles en nuestra región, de formas y cia de hallazgos aislados o superficiales. tamaños muy diferentes, lo que permitió Por otra parte, hay una serie de asen- en su día hablar de la existencia de una tamientos correspondientes a esta etapa Edad de la Piedra en la provincia con hallazgos similares al nuestro, encla- (RABAL, 1889: IX). Sin embargo, la mayo- vados en zonas llanas (La Vega de ría de éstos y otros hallazgos, como bien Garray) o en cerros, promontorios o ele- señala Jimeno, no nos permiten hablar de vaciones de escasa altitud, habitualmente una etapa neolítica clara sino que, más junto a ríos o arroyos (La Muela de bien, demuestran un conjunto cultural Garray o Renieblas I), que parecen mos- más similar al Eneolítico. Estas gentes y, trar una clara preferencia por zonas de probablemente las de la Edad del Bronce, vega, quizá en relación con una actividad de vida seminómada, practicarían un agrícola. Tanto en La Vega de Garray intercambio básico que parece deducirse como en Renieblas I y en Cortos aparecen de la presencia de materiales líticos pro- láminas y dientes de hoz. De ellos La cedentes de otras áreas geográficas veci- Muela y Renieblas I son los que parecen nas como Guadalajara, Segovia y Madrid tener una mayor entidad. (JIMENO, 1985: 92-93).

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Por último, frente a estos asentamien- BIBLIOGRAFÍA tos, aparecen en las laderas de la Sierra de Alba y del Almuerzo, en cuya falda meri- BOROBIO, Mª. J. (1985). Carta Arqueológica de dional se localiza nuestra pieza, una serie Soria: Campo de Gómara. Soria de hallazgos líticos, en buena medida CARNICERO, J. M. (1984): Dos conjuntos líticos de superficie en Renieblas (Soria). Revista de pulimentados, que habría que poner en Investigación del Colegio Universitario de Soria, relación con la trasterminancia estival de t. VIII, nº 3, pp. 35-59. estos grupos agroganaderos (MORALES, — (1985): Industrias líticas de superficie en la región 1995: 292). Resulta interesante, en este soriana. Centro de Estudios Sorianos (CSIC). sentido, el papel que pudo jugar en este Soria momento la Sierra del Almuerzo, domi- CARNICERO, J. M. y GALINDO, P. (1986): Con- nando este territorio y en cuyas vertientes tribución al estudio del Eneolítico en el Alto septentrional (, , etc,) Duero: Peña Ejido (Herreros, Soria). Museo de Zaragoza, Boletín 5, pp. 117-142. y meridional (Canos, Cortos, Arancón, CERDÁN, C. y LEISNER, G. y V. (1974): Sepul- Calderuela, etc.) se localizan muchas de cros megalíticos en Huelva. Huelva: Prehisto- estas industrias, además de manifestacio- ria y Antigüedad. Editora Nacional. Madrid. nes de arte rupestre. DELIBES, G. (1977): El poblamiento Eneolítico de la Meseta Norte. Sautuola,II. Santander, pp. 141 y ss. FANDOS, A. (1973): Nota preliminar para una tipología analítica de las hachas pulimenta- das. Munibe, año XXV, nº 2-4, pp. 203-208. FERNÁNDEZ, J. J. (1997): El poblamiento prehis- NOTAS tórico de Numancia. Salamanca. GONZÁLEZ, C. (1979): Útiles pulimentados pre- 1. Queremos agradecer al Director del Colegio históricos en Navarra. Trabajos de Arqueolo- San Agustín de Palencia, padre Felipe Díez, gía Navarra, Pamplona, nº 1, pp. 149-203. el trato amable y cordial que nos dispensó JIMENO, A. (1985): Prehistoria. En PÉREZ- durante nuestra visita, así como, también, RIOJA, J. A. Historia de Soria. Centro de Estu- su generosidad donando la pieza en cues- dios Sorianos, Soria, pp. 81-122. tión para su estudio y catalogación. Dicho JIMENO, A. y FERNÁNDEZ, J. J. (1992): El dol- agradecimiento lo hacemos extensible al men de “El Alto de la Tejera” (Carrascosa de padre Agustín Bécares quien nos acompañó la Sierra, Soria). El fenómeno megalítico en en la visita. el Alto Duero. Trabajos de Prehistoria, 49, pp. 2. Damos asimismo las gracias al Dr. José 155-188. Mangas Viñuela, Catedrático de cristalogra- MALUQUER, J. (1974): En torno a la cultura fía y mineralogía del Departamento de Físi- megalítica de la Rioja Alavesa. EAE, 6. Vito- ca de la ULPGC, por la información geológi- ria. ca facilitada sobre el material y composición MAZO, C. y RODANÉS, V. (1986): Corpus de de la pieza. útiles pulimentados de la comarca de Monzón 3. La utilización de la longitud conservada o la (Huesca). Huesca. Colección de Estudios Altoa- potencial proporciona distintos valores en ragoneses 11. algunas de las medidas e índices. Por ello, MORALES, F. (1995): Carta Arqueológica de Soria: en varios de los criterios presentamos las La Altiplanicie Soriana. Soria. dos cifras correspondiendo la primera de OROZCO-KÖHLER, T. (2000): Aprovisionamien- ellas al cálculo con longitud conservada y la to e intercambio. Análisis petrológico del utillaje segunda a la longitud potencial. pulimentado en la Prehistoria Reciente del País Valenciano (España). Oxford. BAR Internatio- nal Series 867.

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RABAL, N. (1889): España, sus monumentos y artes, su naturaleza e Historia. Soria. Barcelona.

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Figura 1.1. Localización geográfica del lugar de procedencia del hallazgo.

Figura 1.2. Plano del casco urbano de Cortos con el lugar de aparición de la pieza.

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Figura 2.1. Fotografía del pueblo con indicación del punto del hallazgo.

Figura 2.2. Hacha pulimentada.

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Figura 3. Hacha pulimentada.

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