Historia De España En Los Mundiales De Cross COMPETICIONES INTERNACIONALES
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Historia de España en los Mundiales de Cross COMPETICIONES INTERNACIONALES COMO NACIÓ EL CROSS DE LAS NACIONES En los diversos condados del Reino Unido se disputaban competición en 1923 y 1924. España acude en 1929, sorpren- desafíos en carreras a través del campo, desafíos cuyo dese- diendo a todos con un tercer puesto, y en la misma edición lance, gran parte de las veces, promovía discusiones y hasta actúan selecciones de Italia, Luxemburgo y Suiza. Ninguno de enfados, al no satisfacer a unos u otros el resultado habido. éstos, empero, tomaron en mucha consideración el cross. Lo Eran pruebas no oficiales, no controladas y, por supuesto, al mismo sucedió con Suiza, Holanda y Yugoslavia. España, que margen de toda reglamentación uniforme y aceptada. Para volvió a participar en 1935, y que dejó de hacerlo a continua- evitar este estado de cosas, cuyas consecuencias negativas ción por la guerra civil española o la mundial después, se aumentaban, la International Cross Country Board, entidad incorporó como séptimo país oficialmente admitido como británica, creó el Cross de las Cuatro Naciones, en el que miembro de la International Cross Country Union. Posterior- tomarían parte los cuatro países británicos: Inglaterra, Esco- mente, el acceso fue mayor, entrando los países africanos a cia, Irlanda y el País de Gales. Si gran parte de la idea con- medida que recuperaban su independencia, Portugal... sistía en proteger el cross en esos territorios, otro de los moti- Diremos, para concluir, que el Cross de las Naciones vos estribaba en la necesidad de desarrollar la carrera a través dejó de celebrarse únicamente en los años 1915, 1916, del campo en el País de Gales, territorio en el que la carrera a 1917, 1918, 1940, 1941, 1942, 1943, 1944 y 1945, a pie tenía menos atractivo. Casi lo mismo podía decirse de causa de las dos guerras mundiales. Y como colofón a Irlanda, donde las carreras entre “harriers” y “beagles” habían este ligero recuerdo de la génesis del Cross de las Nacio- entrado en una especie de triste sopor del que había que sacar- nes, recordar que las siete naciones fundamentales de la las de forma inmediata. I.C.C.U. (Inglaterra, Escocia, Irlanda, País de Gales, Fue Mr. F. Liddington Johns, entusiasta dirigente del País Francia, Bélgica y España) tenían capacidad de autode- de Gales, en unión del secretario de la federación del mismo terminación para invitar a otros países no miembros de la territorio, quienes tomaron contacto con otro de los territorios I.C.C.U. en los años en que era ellas las organizadoras. británicos en los cuales el cross estaba ligeramente desatendi- Un Cross de las Naciones que, en 1972, celebró su última do: Irlanda, cuyo secretario de la Asociación Irlandesa, Mr. competición bajo ese nombre, en el histórico, admirable y Fletcher, se unió a los dos galeses para organizar el campeo- hechicero ambiente arquitectónico de Cambridge. A par- nato internacional de cross, reservado, en principio, a los paí- tir de aquel año, el Cross de las Naciones, muerto con ese ses británicos. Inglaterra estuvo dudando entre participar o nombre, se convirtió en Campeonato Internacional de limitarse a hacer su propio campeonato. Por fin decidió enviar Cross Country de la IAAF.. una representación, que ganó ampliamente la prueba. Pedro Escamilla Francia ingresa en el cross internacional en 1907. En 1925 (extracto de “El libro del cross”, editado con ocasión del lo hace Bélgica, tras haber tomado parte por vez primera en la Mundial de Madrid’81) Imagen de los participantes en el primer Cross de las Naciones, disputado en el parque de Hamilton (Escocia) en 1903. <#> COMPETICIONES INTERNACIONALES España en el cross de las naciones: En nuestro país, el cross country es uno de los deportes de mayor arraigo. Por ello, desde España se miraba el Cross de las Naciones como una especie de sueño al que no se podía aspirar. Las noticias de las agencias hacían llegar al ámbito de los pedestristas hispanos aquellos triunfos de los Cotterell, Harper, Blewitt, Payne... que ponían acentos de envidia en los hombres que dominaban, por aquellas épocas, el pedestrismo campestre en nuestro país. La Fede- ración España recibía un subsidio mísero del que no se podía detra- er ni una sola peseta ni siquiera en acudir al Cross de las Naciones. Se pensaba, no sin razón que quizá nuestros hombres del campo podrían competir con aquellos británicos, galos y belgas, cuyos nombres cuajados de consonantes se malpronunciaban entre los afi- cionados. A Luis Meléndez, ex olímpico en Amberes y redactor a la sazón del diario decano de la prensa deportiva española, “El Mundo Deportivo” se le ocurrió la idea de organizar una suscripción popu- lar para enviar a los atletas españoles al Cross de las Seis Naciones, a París, que estaba fijado para el 23 de marzo de aquel año de 1929. A la idea se sumaron “Excelsior”, de Bibao, también periódico deportivo de gran prestigio entonces, y el “Heraldo de Madrid”. La Federación Española, presidida entonces por el duque de Horna- chuelos, y en la que formaban Gonzalo Reparaz, Pepe Hermosa, Álvarez de Lara y González Blanco, entre otros, no tenía ni un duro. Y la suscripción alcanzó un regular éxito. Se postulaba en los esta- dios de fútbol, en el descanso de los partidos, y se llegó a recaudar la enorme cifra de ¡seis mil! pesetas, que en 1929 eran un dinerito apañable... aunque no lo que se necesitaba para transportar un equi- po compuesto por atletas de diversas regiones hasta París. El equipo acudía a París precisamente el año en que más nacio- nes se habían inscrito: diez. Ello disminuía un poco las posibilidades de nuestros seleccionados, aunque, por otra parte, la victoria sería Aritmendi ganando el cross de las Naciones de 1964 en Dublín. más importante si se obtenía. A la primera presencia de España en el Cross de las Naciones, en el Hipódromo de Vincennes, acudieron: bro de derecho de la I.C.C.U., concurre anualmente a los distintos Jesús Oyarbide, Arturo Peña, José Reliegos, Germán Campo, Clau- países, completando el primer ciclo para organizar el primer cross en dio Egaña, Miguel Moreno, Miguel Cialceta, José Andrés y A. España en el año 1955 en el Hipódromo de Lasarte, considerado el (¿Antonio?) Pachón. A éste, revelación del cross aquel año, le pagó mejor recinto para la carrera a campo a través del país en aquellos el viaje el presidente de su club, Sánchez Mejías, que dirigía el Betis momentos. Cuando el 19 de marzo de 1955 se dio la salida a la carre- Balompié sevillano por aquel entonces. Por eso, pese a las seis mil ra más importante del pedestrismo mundial, más de 25.000 personas pesetas, el viaje resultó algo menos caro, aunque aún hubo que sacar se habían dado cita en el soberbio escenario natural de Lasarte, cau- dinero para poder cubrir todos los gastos. sando la admiración de todos los dirigentes y técnicos extranjeros. Como el éxito de Vincennes fue sorprendente para todo el Desde 1949, los pedestristas españoles se asoman a los primeros mundo, y no digamos para la Federación Española, la más sorpren- puestos de las clasificaciones y es raro no ver a un español entre los dida, se pensó de inmediato en acudir al año siguiente a Londres. primeros diez clasificados. Pronto destaca un hombre de gran capa- Como no había mucho dinero el equipo fue compuesto por siete cidad de resistencia y combatividad, Buenaventura Baldomá, que se hombres. Claudio Egaña, el duro vasco, y Juan Ramos, el flamante bate gallardamente tres años en pugna con los mejores. A un Baldomá campeón absoluto de aquel año, no pudieron con el infame suelo de descollante le sucede, en el torno de gran figura, el albaceteño Anto- la campiña inglesa. Y como sólo se habían desplazado siete atletas, nio Amorós. Éste debuta en 1951 y durante seis años es el mejor atle- pues únicamente se clasificaron cinco y... el equipo no se clasificó. ta español. Luego es llegado el momento de Haro, que fue segundo Cinco años después se repite otra tentativa. Otra vez en Francia, en cuatro ediciones de este mundial (una cuando era simplemente que pilla “aquí al lado”. Era en Auteuil y las cosas no ruedan como “Cross de las Naciones”, tres cuando ya era campeonato mundial). en 1929. Y es preciso esperar a que transcurran nada menos que En medio está la efímera y brillante trayectoria del único catorce años para que la selección española vuelva al Cross de las español que, en categoría superior, ha ganado el Cross de las Nacio- Naciones. nes, el alcarreño Francisco Aritmendi, inesperado campeón en 1964. Nuestro pedestrismo se reincorpora al Cross de las Naciones en Pedro Escamilla 1949 y ya no saldrá más de su entorno. Reconocida España miem- (del libro antes citado) <#> COMPETICIONES INTERNACIONALES Cross de las Naciones (hasta 1972) Actuación Selección Española SENIOR JÚNIOR FECHA LUGAR EDICIÓN HOMBRES MUJERES HOMBRES MUJERES 23/03/1929 Vincennes (FRA) 22º Cross 3ª - 117 p.--- 22/03/1930 Leamington (GBR) 23º Cross no clasificada--- 23/03/1935 Auteuil (FRA) 28º Cross 6ª - 207 p.--- 26/03/1949 Dublín (IRL) 36º Cross 4ª - 134 p.--- 25/03/1950 Bruselas (BEL) 37º Cross 4ª - 152 p.--- 31/03/1951 Newport (GBR) 38º Cross 5ª - 190 p.--- 21/03/1952 Hamilton (GBR) 39º Cross 5ª - 165 p.--- 21/03/1953 Paris/Vincennes (GBR) 40º Cross 4ª - 143 p.--- 27/03/1954 Birmingham (GBR) 41º Cross 4ª - 146 p.--- 19/03/1955 San Sebastián 42º Cross 3ª - 109 p.--- 17/03/1956 Belfast (IRL) 43º Cross 6ª - 185 p.--- 23/03/1957 Waregem (BEL) 44º Cross 6ª - 213 p.--- 22/03/1958 Cardiff (GBR) 45º Cross 8ª - 256 p.--- 21/03/1959 Lisboa (POR) 46º Cross 4ª - 167 p.--- 26/03/1960 Glasgow (GBR) 47º Cross 6ª - 243 p.--- 26/03/1961 Nantes (FRA) 48º Cross 5ª - 176 p.