ACHILLE VARZI

Achille Varzi nació en Galliate, Novara (Piamonte). Su padre era fabricante textil. En su juventud fue un exitoso piloto motociclista, corriendo para las marcas Garelli, DOT, Moto Guzzi y Sunbeam. Disputó en siete ocasiones el Tourist Trophy en la Isla de Man, antes de pasarse a la competición automovilística en 1928. A lo largo de los diez años siguientes, sería uno de los más destacados rivales de , y .

El primer coche de carreras de Varzi fue un Bugatti Type 35, pero al poco tiempo pasó a conducir un Alfa Romeo, una marca con la que se apuntó muchas victorias durante la sesión de carreras de 1929 en Italia. En 1930 adquirió un vehículo del relativamente nuevo constructor Maserati. Lo condujo en el seno del equipo Alfa Romeo, ganando el campeonato de su país, una hazaña que repitió en 1934. Una de sus victorias más importantes la logró en la prestigiosa carrera Targa Florio, donde batió a , que partía como favorito. Tras su triunfo de 1933 en el Gran Premio de Trípoli, una carrera por entonces asociada con una lotería, Varzi tuvo que hacer frente a las acusaciones de que la carrera había sido amañada.

Ganó 6 Grandes Premios en 1934 conduciendo un : en Alessandria, Trípoli, Targa Florio, Penya Rhin en Barcelona, Coppa Ciano y Niza. También se convirtió en el primer piloto en la historia en lograr la victoria en la Targa Florio y en las Mille Miglia en la misma temporada.

En el circuito de Mellaha, donde se corría el Gran Premio de Tripoli (que Varzi ganó tres veces en cuatro años), Achille, durante los entrenamientos de la edición de 1934 y abordando a 200 Km/h un curvone, se encontró inopinadamente con el Bugatti de Dreyfus remolcando, a marcha lenta, al averiado Bugatti de Brivio. Poniendo en contribución sus fabulosos reflejos, su clarividente lucidez y su armonía psicofìsica, Varzi efectuó una magistral maniobra de emergencia: se subió al talud, tomando vuelo y saltando por encima de los obstáculos, para aterrizar violentamente decenas de metros más adelante. El piloto salió ileso, aunque a su Alfa Romeo hubo que cambiarle un eje.

Antonio Brivio se maravillaba al recordarlo: "Varzi pasó a mi izquierda, subiendo con dos ruedas al terraplén, volando sobre Dreyfus y cayendo al suelo más adelante. Si hubiera frenado habría sido el fin para todos. Varzi se apeó y nos miró, gritando: ¿Estáis locos?. Muchas veces, pensando en ello me parece increíble lo que hizo: una repentización extraordinaria. Más aún porque marchaba a doscientos kilómetros por hora. Le cambiaron el bastidor y el día siguiente ganó la carrera...".

Sus tres victorias en el rápido y peligroso circuito Mellaha de Trípoli son el mejor ejemplo de su forma de correr: además del valor, de los reflejos, de la técnica y del oficio, Varzi hacía gala de una inteligencia fuera de lo común para ahorrar desgaste a su máquina, a sus neumáticos, para dosificar el esfuerzo racionalmente. En 1933, Varzi se impuso con su Bugatti al Alfa Romeo de Nuvolari y al Maserati de Birkin. En 1934 venció in extremis a un audaz (ambos con Alfa Romeo), y

lo hizo por la mínima distancia. En 1935 habría ganado probablemente la carrera si hubiera desobedecido al jefe de equipo que le obligó a sustituir los neumáticos desgastados de su . Achille pensaba que podían aguantar, pero los cambió, y el tiempo perdido le llevó a clasificarse 2º, tras el Mercedes-Benz de Caracciola. En 1936 superó con su Auto Union al Auto Union de Stuck y al Mercedes-Benz de Fagioli. En las tres victorias, su ventaja sobre el siguiente piloto no sobrepasó los 5 segundos; y eso en una prueba de 525 Km, corrida a velocidades medias que se acercaban o superaban los 200 Km/h (en 1936, Varzi terminó a 207,6 Km/h de media).

En 1934, Varzi corría con Alfa Romeo para la Scuderia Ferrari, cosechando un magnífico score: 3º en La Marne y Montreux, 2º en Modena, Biella, AVUS y Montlhéry, 1º en Nice, Alessandria, Montenero, Tripoli, Montjuich, las Mil Millas y la Targa Florio; en Mónaco había logrado la pole position. No se le podía pedir más y la Auto Union le fichó para 1935. Sus facultades le llevaron a dominar pronto al monstruo de motor trasero e imposible conducción.

A pesar de que el equipo Alfa Romeo había probado ser competitivo bajo la dirección de Enzo Ferrari, Varzi decidió unirse al equipo Auto Union, corriendo para la escudería alemana entre 1935 y 1937.

El segundo accidente grave, ocurrido en 1936 en Cartago (Túnez), sólo una semana después de su última victoria en Trípoli, fue causado al romperse la suspensión del Auto Union que tripulaba a 280 Km/h. El monoplaza volcó, y la impresión del horripilante siniestro debió afectar psíquicamente al gran piloto, porque algunos de sus biógrafos dicen que ya no volvió a ser el mismo aunque no sufriera daños físicos.

A raíz de este accidente, su vida cambió, con serios problemas personales, incluyendo su adicción a la morfina y un complicado romance con Ilse Pietsch, la mujer de su amigo el también piloto . Muy pronto fue superado por su compañero de equipo Bernd Rosemeyer, y sus subidas al pódium de los vencedores se redujeron a tan solo cuatro, aunque fue capaz de ganar su tercer Gran Premio de Trípoli en su tercer vehículo diferente. Hacia 1938 había desaparecido de la escena, y el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial acabó con las carreras en Europa. Durante la guerra, Varzi venció su drogadicción y sentó la cabeza con su nueva mujer, Norma Colombo. Al final de la Guerra, Varzi hizo un retorno notable, a pesar de contar con 42 años de edad. En 1946 intentó correr con un Maserati las 500 Millas de Indianápolis, pero no pudo calificarse. En 1947 ganó tres carreras menores de Gran Premio y viajó a Argentina para correr en el Gran Premio de Buenos Aires.

Durante la Temporada Argentina Internacional 1947, que marcaría el debut de Fangio en eventos internacionales con "La Negrita" (bastidor de Ford model T y motor Chevrolet de camioneta, un 4 cilindros de 3.916 cm3 preparado por su hermano Toto Fangio), Achille Varzi ganaría en el Parque Independencia de Rosario (cuatro décimas de segundo por delante de Villoresi) una carrera en la que Fangio entró 6º. Poco después, Varzi volcaría sobre el mojado pavimento de La

Gávea en otra prueba internacional que iba a ganar Chico Landi, resultando ligeramente herido en el cuello.

Achille Varzi se mató en la tarde del jueves 1 de Julio de 1948, durante los entrenamientos para el Grosser Preis der Schweiz (Grand Prix de Suiza y de Europa), en el circuito Bremgarten de Bern, al volante de un Alfa Romeo 158 con motor litro y medio a compresor de dos etapas y 310 HP. Por causas no explicadas, el Alfetta volcó tras patinar sobre los húmedos adoquines cuando abordaba la curva a derechas que sigue a la Jordenrampe, conocida como Ejmatt o Eymatt. Había algo de niebla y la visibilidad de Varzi se veía disminuída, además, por las salpicaduras que despedía el Alfa Romeo de Wimille, que acababa de adelantarle. Según su costumbre, después de un par de vueltas tranquilas de reconocimiento (a unos 118 Km/h de media), Varzi había empezado a marcar tiempos, aunque aún no iba tan rápido como Wimille, que giraba muy fuerte (alrededor de 127 Km/h de media en la vuelta).

Siguiendo a Achille con su Talbot Lago, Louis Chiron le observa patinar elegantemente sobre las cuatro ruedas en un soberbio power slide, técnica habitual que Varzi domina con maestría y que ahora prolonga durante decenas de metros. Pero, en el punto en que hay que acelerar con decisión para salir del deslizamiento, el Alfetta no acelera, sigue resbalando y, ante el asombro de Chiron, llega a la valla de madera, choca de cola, rebota, vuelve a estrellarse y vuelca lentamente, rodando de costado varias veces sobre la pista. Chiron se detiene y se arrodilla ante el cuerpo de Varzi, que yace sobre el pavimento húmedo, sólo para comprobar que ha muerto, la cabeza aplastada contra el minúsculo parabrisas.

Con pocas horas de diferencia, y en la misma curva, se había matado otra gran figura sobre el adoquinado circuito que circunda el bosque de Bremgarten, el motociclista Omobono Tenni. La casa Alfa Romeo quiso retirarse de la prueba en señal de luto por Varzi, pero la viuda del corredor lo impidió, indicando que el mejor homenaje sería ganar la carrera en su nombre. Y, en efecto, Carlo-Felice Trossi, vencedor del evento (en su última victoria; la muerte también rondaba al veterano piloto), dedicó el triunfo a la memoria del as desaparecido. En la primera vuelta del Grand Prix se había matado igualmente Christian Kautz, también en Eymatt, y, poco después, Maurice Trintignant sufriría un gravísimo accidente.

Su funeral, celebrado en Galliate, convocó una multitud semejante a la que se agruparía ante la catedral de Mantua cinco años más tarde para despedir a su viejo amigo y rival Tazio Nuvolari, y en él se pronunciaron estas palabras: "Ahora te entrenas para otra carrera, la última gran carrera. Una carrera sin riesgo, sin zozobra y sin pena." En el circuito permanente de El Jarama, homologado para pruebas de Grand Prix en 1967, el Viraje Varzi (una rápida inflexión a derechas) se encontraba después de los Virajes Nuvolari y Fangio, dos derechas que seguían a la recta de tribunas.